Lecturas de Las Misa
Lecturas de Las Misa
Lecturas de Las Misa
Las lecturas de la Sagrada Escritura, con los cantos que se intercalan constituyen la parte
principal de la liturgia de la Palabra. La homilía, la profesión de fe y la oración de los fieles la
desarrollas y concluyen (IGMR 33).
La Lectura del Evangelio constituye la cina de la liturgia de la Palabra, a la que se prepara la
asamblea con las otras lecturas, en el orden en que se señalan, o sea, desde el Antiguo y el Nuevo
Testamento hasta llegar al Nuevo.
Lo que más ayuda a una adecuada comunicación de la Palabra de Dios a la asamblea por medio
de las lecturas es la misma manera de leer de los lectores, que deben hacerlo en voz clara y con
conocimiento de lo que leen.
Antes de las lecturas, especialmente de las primeras se pueden hacer moniciones breves y
oportunas. Deben ser sencillas, fieles al texto, bien preparadas (OGLM 5).
El salmo responsorial:
Es una parte integrante de la liturgia de la Palabra, tiene gran importancia litúrgica y pastoral. El
salmo responsorial ordinariamente ha de cantarse. Se ha de preferir la forma responsorial.
El salmo, si no se canta, ha de recitarse en la forma más adecuada para la meditación de la
Palabra de Dios.
Aclamación antes de la lectura del Evangelio:
El “aleluya” o según el tiempo litúrgico, la aclamación antes del Evangelio, “tienen por sí
mismos el valor de rito o de acto”, mediante el cual la asamblea de los fieles recibe y saluda al
Señor, que va a habla, y profesa su fe cantando. Deben cantarse estando todos de pie, pero de
manera que lo cante unánimemente todo el pueblo, y no solo el cantor o el coro.
La homilía
Explicación viva de la Palabra de Dios.
El silencio
Son necesarios los breves momentos de silencio para que en ellos la Palabra de Dios sea acogida
interiormente y se prepare una respuesta por medio de la oración. Estos momentos podrían ser
antes de comenzar la liturgia de la Palabra, después de la primera o segunda lectura, y al terminar
la homilía.
Profesión de fe
Tiene como finalidad que la asamblea reunida de su asentimiento y su respuesta a la palabra de
Dios oída en las lecturas y la homilía, y traiga a la memoria, antes de empezar el misterio de la
Eucaristía, la norma de su fe.
La oración de los fieles:
Se pide normalmente por las necesidades de la Iglesia universal y de la comunidad local, por la
salvación del mundo, por los que se hallan en cualquier necesidad y por grupos de determinadas
personas.
Estructura de la ordenación de las lecturas de la misa
Principios en la elaboración de la ordenación de las lecturas de la misa:
a. Selección de textos:
Las lecturas propias del tiempo se ha dispuesto de la siguiente manera:
- En los domingos y fiestas se proponen los textos más importantes, para que puedan ser
leídas ante la asamblea de los fieles las partes más relevantes de la Palabra de Dios.
- La otra serie de textos que complementa a las anteriores se asigna a las ferias, sin
embargo no depende una de la otra.
- La ordenación de la misa festiva se hace en un trienio, mientras que el ferial se hace en un
bienio.
- Las lecturas propuestas para las demás partes de las ordenación de las lecturas, lecturas
para las celebraciones de la serie de los santos, las misas rituales o por diversas
necesidades, o las votivas o las misas de difuntos se rige por normas propias.