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Comentario Comparado de Los Textos

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Andrea Palomino Alberca G11

COMENTARIO COMPARADO DE LOS TEXTOS “EL MITO DE LA CAVERNA”


DE PLATÓN Y “ÉTICA A NICÓMACO” DE ARISTÓTELES

Platón y Aristóteles son dos de los pensadores mas influyentes de la historia de la


filosofía. Tanto el maestro, Platón, como su pupilo, Aristóteles, han desarrollado teorías
de las cuales la mayoría de filósofos posteriores se inspiran a la hora de realizar sus
ensayos. Como dice la frase: “toda filosofía hace referencia a notas a pie de página de
Platón”. En este ensayo, se comentan y comparan dos fragmentos que enfrentan a
pupilo y maestro ante la Idea del Bien.

Platón dejará clara su ideología en el texto que hace referencia al Mito de la Caverna.
En él nos cuenta una analogía que desembocará en la Idea del Bien, que para Platón se
representa con el sol. En el Mito de la Caverna se observa un diálogo que realiza Platón
junto con Glaucón, siguiendo el método socrático (utilizando el formato de pregunta y
respuesta), en el que se nos sitúa en una cueva o caverna con una entrada por donde se
puede observar la luz. Allí se nos pone la situación de que en esta cueva viven desde su
infancia unos hombres atados de pies y cuello siendo así obligados a permanecer
siempre con la vista hacia el frente. Detrás de ellos, una especie de muro como el de los
títeres se alza y por él, una serie de personas, muestran siluetas y formas de objetos que
los humanos encadenados ven en forma de sombras gracias a un fuego que las ilumina.
Estos “esclavos” que llevan encadenados toda su vida, no han visto nada mas que esas
sombras y a ellos mismos, y para ellos esa es la única verdad. Sin embargo, Platón nos
pone el caso de que uno de estos prisioneros se logra zafar de sus cadenas y consigue
salir al exterior. Para él la adaptación a la luz va a ser horrible puesto que lo que ha visto
durante toda su vida han sido sombras. Al principio, aunque le digas que todo lo que ha
visto durante su vida no es la verdad absoluta y que ahora que está fuera está más cerca
de esa verdad objetiva, no te va a creer, y por esto hay que forzarle a mirar a la luz. Al
mirar esta luz le dolerían los ojos y lo primero que seria capaz de tolerar serían las
sombras. Después lograría ver los objetos y las figuras humanas reflejadas en el agua, y
más tarde conseguiría observar todo el paisaje de noche. Finalmente, lograría mirar el
sol directamente, y se daría cuenta, según dice Platón, que este es el que mueve todas
las cosas y es causa de todo lo que ellos han visto. Platón cree que al liberarte de la
ignorancia de la caverna nunca mas querrías volver a las tinieblas e incluso te
compadecerías de tus compañeros que todavía siguen encadenados. Además, sería inútil
bajar porque nadie le querría puesto que para los encadenados la verdad es la que ellos
Andrea Palomino Alberca G11

perciben, y necesitan ser forzados a contemplar otra cosa, algo que para el compañero
que se ha liberado de las cadenas de la ignorancia seria un caso imposible, puesto que si
le tuviesen en manos le matarían ya que el que en realidad tiene un problema para ellos
es él.

Platón con esta analogía nos quiere transmitir que, aunque el fuego que proyecta las
sombras en la pared intente actuar de sol, la única verdadera fuente de información
veraz y objetiva es el propio sol, es el que de alguna manera nos acerca al mundo de las
ideas, que nos permite conocer realmente el mundo sensible en el que vivimos. Para
saber lo que es la justicia no vale comparar varios casos y de ahí sacar lo justo, sino que
tenemos que tener una idea previa de justicia, y para Platón la idea más importante, la
idea de las ideas es la Idea del Bien, representada en este mito por el sol. Así, por
ejemplo, Platón busca la mejor justicia, y mejor es bueno, por lo tanto, es bien; todo
desemboca en el bien.

En el caso contrario, Aristóteles refutará a su maestro, puesto que para él el mundo real
es el sensible donde la esencia de las cosas no reside en un mundo aparte, el inteligible,
sino que reside en las propias cosas, haciendo una distinción entre sustancia y materia.
Si cogiésemos a 20 alumnos de una clase, para Platón serian 20 formas imperfectas de
una idea de humano mientras que para Aristóteles todos tendrían atributos que les
harían encarnar en sí mismo la esencia de humano.

Para Platón, la epistemología, como ya hemos mencionado antes, se basa en conocer el


mundo inteligible, el mundo de las ideas, y a partir de estas, establecer las relaciones
que hay en el mundo sensible (el teorema de Pitágoras no lo inventó de la nada, sino que
ya estaba en su cabeza y mediante la reminiscencia lo recuerda y lo consigue plasmar en
un papel). Sin embargo, Aristóteles ignora que haya un mundo de ideas ajeno al mundo
sensible, y por lo tanto se basa en los sentidos para llegar a conocer, puesto que lo
material y lo que nos rodea es mutable y hay que aceptar que esta cambiando
constantemente para llegar a conocerlo. A través de esas cosas que conocemos a través
de los sentidos establecemos diferencias y semejanzas hasta quedarnos con lo común y
conseguir denominarlo; por ejemplo, a raíz de observar varios casos donde se pone en
duda la justicia, descartamos las diferencias, nos quedamos con el denominador común
y así obtenemos el conocimiento de lo que es la justicia. Con este ejemplo de la justicia
hemos conseguido obtener el universal de varios particulares. Al igual que de los 20
Andrea Palomino Alberca G11

alumnos de una clase nosotros estamos observando 20 particulares del universal de


“humano”.

En el caso de la comparativa realizada entre la idea de las ideas; el Bien, en Aristóteles


equivale a la felicidad. Así, hace una distinción de lo que para Platón seria un Bien
único, como idea, y lo que para Aristóteles es mas bien una suma de las actividades que
realiza el hombre, puesto que hay muchos tipos de bienes según a que virtud estén
vinculados. Una cosa que seria impensable para Platón, que es tomar como verdadero el
mundo sensible, Aristóteles lo utiliza para ganar experiencia y así poder aplicarte en
todas las actividades de tu vida hasta llegar a la perfección, y así al bien máximo; la
felicidad. Por lo tanto, habría muchos caminos para llegar hasta el Bien. Aristóteles dirá
que la palabra “bien” se aplica en tantos sentidos que resulta casi imposible establecer
una única idea de Bien que englobe a todos esos conceptos.

Otra aclaración que realiza Aristóteles es que, aunque se intente establecer una relación
con la idea de Bien y la universalidad, intentando que este sea imperecedero y eterno,
no lo hace mas bien, puesto que porque algo sea eterno no es menos “algo” que algo que
dura poco. Una manzana la cual no me como sigue siendo una manzana, aunque me la
coma, y no porque nunca me la coma es mas manzana que la manzana que me haya
comido. Además, Aristóteles indica que, si los platónicos mantienen que el único bien
es la Idea de Bien, todo el resto de modalidades de bienes existen en vano, y eso no es
cierto porque según que actividades, estas te aportan diferentes tipos de bienes. Así, si
haces deporte gozas del bien de la salud, mientras que si lees gozas del bien de la
sabiduría, por ejemplo. Es imposible que exista una sola unidad de Bien si a todas las
actividades realizadas por el ser humano se les vincula un bien.

Así, la conclusión lógica y ya mencionada a la que llega Aristóteles es que el bien es el


conjunto de bienes que nos proporcionan la serie de actividades que nosotros como
humanos realizamos, y por lo tanto depende únicamente de nosotros y es mas visto
como un estado mental y psicológico que como algo “material”; no concibe la
posibilidad de que sea una Idea. Así, el bien máximo para el ser humano es el conjunto
de bienes, y cuando una actividad te proporciona algo bueno en definitiva te esta
haciendo feliz, así que el bien para Aristóteles es la felicidad.

Como conclusión, me gustaría destacar la astuta la reflexión que hace el propio


Aristóteles de que, aunque Platón sea su amigo, la amistad hay que dejarla a un lado
Andrea Palomino Alberca G11

cuando esta en juego la verdad, y considero que Aristóteles tiene más razón a la hora de
argumentar la idea del bien.

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