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Síntesis Recorrido Histórico

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Asignatura: Literatura española.

Siglos XX-XXI (II)


Prof.ª Nuria Mª Carrillo Martín
ncarri@ubu.es

RECORRIDO HISTÓRICO: DE LOS AÑOS CINCUENTA A LA ACTUALIDAD

Poetas de los cincuenta

- Los años cincuenta están dominados por la poesía social: el estilo se supedita a la función testimonial o
revolucionaria.

- Aunque los supuestos destinatarios de la poesía social requerían un estilo llano, la necesidad de sortear
la censura llevó al uso de recursos formales más complejos.

- La preponderancia de la poesía social coincidió con una duda acerca de su eficacia estética y
revolucionaria.

- Comienzan a aflorar libros de autores jóvenes (Valente, Brines, Caballero Bonald…) que obedecen a
planteamientos distintos. Entendieron que la poesía social exigía mayor rigor lingüístico.

- Características comunes a los poetas de los 50:

• realismo complejo
• concepción de la poesía como modo de acceso a la realidad
• compromiso estético y moral ajeno al esteticismo, a la moralización o lo panfletario
• llaneza estilística
• narratividad
• rechazo del desbordamiento expresivo.
• modelos: la literatura extranjera, poetas clásicos, Antonio Machado, poetas del 27 (Guillén,
Salinas, Aleixandre, Cernuda)

- Se observan dos tendencias:

1. poetas que evitan la evidencia sentimental y la emoción directa. Procedimientos variados: ironía,
viñetas históricas y culturalistas recreadas subjetivamente, citas manipuladas. Ejemplos: Ángel
González, Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo.
2. Poetas contemplativos. Se centran en los valores elementales de la naturaleza y del hombre, la
infancia, la solidaridad humana, la reflexión elegíaca... Ejemplos: Claudio Rodríguez, Antonio
Gamoneda, Francisco Brines, José Ángel Valente.

- Temas:

• el «yo personal»: la infancia como paraíso previo al conocimiento del mundo, que se solapa a
veces con las escenas de la guerra y la postguerra; la frustración, el tiempo, el amor y el
erotismo. Lo religioso no abunda excepto como referencia a la fe perdida o al Dios de la
infancia.
• El «yo social»: la amistad, las situaciones opresivas o injustas. En ocasiones se mezclan con el
ejercicio culturalista de la transposición de épocas y personajes históricos, o con la polisemia
basada en juegos de palabras y otros recursos retóricos. Se critican ciertos «valores» sociales
-utilitarismo, insolidaridad- considerados desde la perspectiva del poeta como ser marginal. En
la relación del hombre con el entorno, abundan las referencias a la ciudad o al ámbito de la
naturaleza.
• La propia palabra poética: guiños intertextuales o indagaciones sobre el proceso de creación.

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Los autores del 68 y la renovación poética

- Hay un cambio de orientación hacia 1965.

- Características:

 rechazo de la tradición poética española y, de modo muy acusado, del realismo precedente y
admiración por autores hispanoamericanos y de otras culturas.
 poesía intelectual
 esteticismo
 hedonismo pagano
 cierto irracionalismo
 postura decididamente antirrealista, que, lejos de la concepción del poema como objeto referido
a la vida cotidiana, vuelve los ojos hacia la simbolización y la subjetividad poéticas.
 nuevo universo mítico creado con elementos de diversa procedencia:
o del mundo culturalista o literario (escritores, eruditos)
o del pasado histórico (época alejandrina, Renacimiento, Romanticismo)
o de los clichés esteticistas (ciudades-símbolo como Venecia, cuadros, monumentos, etc.)
o de la modernidad urbana (estrellas del cine, personajes del cómic, cultura de los mass
media).

- En 1966, Arde el mar de Gimferrer se convirtió en bandera de una nueva sensibilidad, considerada por
el propio poeta ajena a la tradición de la postguerra y a la poesía española coetánea.

- En 1970, José María Castellet publica la antología Nueve novísimos poetas españoles. Fijaba una
nómina de los poetas vinculados a aquellas tendencias que él juzgaba renovadoras y señalaba las
características estéticas que los definían. El término novísimos se convirtió en la denominación de toda la
generación sesentayochista.

- La escritura es sólo un ingrediente más de la vida, no el modo privilegiado en que esta se manifiesta. No
supone, pues, ni salvación, ni catarsis, ni razón de ser vital.

- Como oficio autónomo que es, la creación se alimenta de sus propios saberes, desvinculada y exenta, en
busca de sentidos cerrados y autorreferenciales. El escritor se desenvuelve en el ámbito del lenguaje
(“generación del lenguaje” es uno de los rótulos que se han aplicado a estos poetas), que termina por ser
la única, aunque incompleta, justificación de la creación artística.

- Características estilísticas:

 estilo sincopado y discontinuo, con elipsis de eslabones lógicos, ensamblando planos de


procedencia diversa mediante el uso del collage y las técnicas surrealistas.
 alejamiento de las estructuras versales y estróficas tradicionales, cuyo lugar lo ocupan el
versículo amplio, la especial disposición visual y tipográfica del poema o el poema en prosa.

La evolución de los sesentayochistas desde 1975

- El cultivo del culturalismo se moderó notablemente.

- Se va instaurando un nuevo compromiso con la realidad que incluye los siguientes rasgos:

• humor e ironía
• intimidad sentimental del autor
• simbolismo sin derivaciones irracionalistas y surreales.
• una visión existencial con elementos estoicos, según la lección de Manuel Machado.

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• universo figurativo sin rupturas ni experimentalismos.

- Diversas corrientes con gran desarrollo desde mitad de los ochenta:

• poesía argumental que usa el humor y trata de la plenitud vital en la dicha y en la tragedia (Luis
Alberto de Cuenca, Luis Antonio de Villena).
• Poesía elegíaca (Juan Luis Panero, Eloy Sánchez Rosillo).
• Poesía minimalista: desprendimiento de la anécdota biográfica, del patetismo, de la elegía, del
sensorialismo y de lo ornamental (Jaime Siles).

• La poética de la experiencia:

- La poesía parecía volver a su condición de relato de una existencia no específicamente en clave poética,
acotada por la incomunicación, la soledad urbana y el escepticismo filosófico y religioso.

- Fue creciendo una poética basada en el protagonismo del yo; pero no el yo confesional del poeta, sino
un yo recreado artísticamente y sometido a las leyes de la ficción. En lo sustancial, se trataba de suscribir
una ruptura con la herencia romántica que consideraba el yo del poema como correspondencia del yo
autorial. Se acompañaba de una expresión menos elitista y más comunicativa

- Los inicios de esta corriente literaria están en los programas expuestos por los autores de la otra
sentimentalidad granadina, de ascendiente marxista, que contó con los nombres de Luis García Montero,
Javier Egea y Álvaro Salvador.

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