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Fertilización Biológica de Las Plantas

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Fertilización biológica de las plantas

Cuando las plantas crecen en condiciones naturales, el suelo le suministra


normalmente todos los nutrientes que requieren. Con la introducción del cultivo
intensivo se observó la aparición de ciertos síntomas, como amarilleamiento,
enanismo, etc. y, por supuesto, una menor cosecha, que pronto se asoció a la
falta en el suelo de suficiente alimento para soportar el crecimiento de un mayor
número de plantas por unidad de superficie, ya que la utilización empírica de
estiércol o de algunos productos minerales paliaba los síntomas y mejoraba los
rendimientos. La introducción de conocimientos científicos, la escasez de materia
orgánica y la necesidad de incrementar la producción de alimentos llevó a la
utilización de abonos minerales de forma intensiva. Esta práctica junto con el uso
de variedades de plantas que podían aprovechar más eficientemente esta
fertilización constituyó en los años cincuenta lo que se conoció como la revolución
verde que libró del hambre a millones de habitantes del planeta. 
Sin embargo, esta aplicación masiva de abonos inorgánicos, especialmente los
nitrogenados, tiene efectos negativos patentes sobre el medio ambiente, lo que
está llevando a los gobiernos y a instituciones internacionales a la regulación de
su uso con las consiguientes consecuencias sobre la provisión de alimentos.
Independientemente de esto, su producción se encarece paralelamente a como lo
hacen las fuentes de energía no renovables de las que depende su síntesis. El
consumo de petróleo y gas natural se suele asociar al transporte y calefacción sin
olvidar que son la fuente de numerosos compuestos químicos, entre ellos, los
abonos nitrogenados de los que se producen cerca de cien millones de toneladas
al año.

Hay que buscar alternativas respetuosas con el ambiente y económicas que la


propia naturaleza se ha encargado de proporcionarlas. El suelo, algo que parece
muy inerte, se puede considerar en su conjunto como un ser vivo. Gracias a la
vida que encierra se pueden llevar a cabo los procesos necesarios para poner a
disposición de las plantas sus nutrientes a partir de la base mineral que lo
constituye y la materia orgánica que llega a él en forma de residuos vegetales o
animales. Unos diez mil millones de bacterias por gramo de suelo se encargan,
junto con hongos y protozoos, de, además de transformar dichos residuos, poner a
la mejor disposición de las plantas el nitrógeno, fósforo, azufre y microelementos
que contienen y que sin su concurso no serían asimilables. Esta tarea la llevan a
cabo principalmente por dos procesos, mineralización y solubilización. Por el
primero se entiende el paso de estos elementos, que se encuentran formando
parte de moléculas orgánicas, a compuestos minerales absorbibles por las raíces.
La transformación del nitrógeno de las proteínas en nitrato es un ejemplo claro. La
solubilización los pasa de su forma insoluble natural a la asimilable, como en el
caso del fósforo, manganeso y otros elementos.

El enriquecimiento de la rizosfera, zona de suelo que rodea el sistema radical de


las plantas, con algunos de estos microorganismos puede suplir, al menos en
parte, la aplicación de fertilizantes sintéticos. Es lo que se conoce como
biofertilización y, de ahí biofertilizantes a las preparaciones microbianas usadas
para tal fin. Paralela a esta práctica, la biorremediación y el biocontrol, también
utilizan microorganismos para la purificación del ambiente o protección de las
plantas de plagas y enfermedades, respectivamente. Son tres prácticas ecológicas
muy relacionadas que utilizan técnicas similares y que se apoyan mutuamente. De
hecho hay microorganismos capaces de favorecer la nutrición de las plantas al
mismo tiempo que ejercen un efecto protector contra enfermedades.

Las técnicas de preparación consisten en seleccionar, generalmente del suelo, los


microrganismos que muestran la actividad que interesa, hacerlos crecer en gran
cantidad y prepararlos de modo que se puedan manejar fácilmente para aplicarlos
en el lugar correspondiente. A estos preparados se les conoce como inoculantes y
su aplicación, inoculación. Se puede inocular el suelo donde van a crecer las
plantas o en el caso de utilizar plantones por inmersión de la raíz en una
suspensión densa del biofertilizante. Cuando se trata de un cultivo ya instalado, el
inóculo se aplica al suelo en la zona cercana a la raíz.

Es necesario decir que esta práctica biológica, salvo en el caso de los dos
biofertilizantes paradigmáticos, fijadores simbióticos de nitrógeno y hongos de la
micorriza (ver recuadros), no suple nunca al cien por ciento la fertilización
tradicional, por lo que hay que establecer un uso conjunto adecuado de ambos
sistemas para que se pueda llegar a los máximos rendimientos con el mínimo
consumo de fertilizante mineral.
 
Métodos de fertilizacion

Junto con el desarrollo y producción de productos de alta calidad, Haifa se ha visto


activamente involucrada en el desarrollo de métodos de fertilización apropiados
para la aplicación de sus productos. De acuerdo con nuestra política de
intercambio de conocimientos, le proporcionamos presentaciones y videos
esclarecedores relativos a los más actualizados métodos de aplicación, que le
permitirán extraer lo máximo de los productos de Haifa.

Fertirrigación | Nutrigación

Se denomina Nutrigación (fertirrigación) a la aplicación de nutrientes a través de


sistemas de riego. La incorporación de fertilizantes solubles en el agua de riego
facilita la integración y armonización entre la aplicación de agua y nutrientes para
las plantas. El uso de la Nutrigación implica ofrecer una adecuada cantidad de
agua y nutrientes de forma directa a la zona de la raíz de la planta para satisfacer
sus demandas durante las distintas etapas de crecimiento.
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Nutrición foliar

La nutrición foliar ha probado ser una forma eficiente de curar las deficiencias
nutricionales de las plantas e impulsar su desarrollo en etapas fisiológicas
específicas. En este método de fertilización de plantas la solución se rocía de
forma directa sobre las hojas de las plantas. La nutrición foliar puede aportar los
nutrientes requeridos para un desarrollo normal de los cultivos en los casos en que
se haya alterado la absorción de nutrientes por parte del sistema radicular.
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- See more at: http://www.haifa-
group.com/spanish/knowledge_center/fertilization_methods/#sthash.kQNzW7yz.dp
uf

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