9260 PDF
9260 PDF
9260 PDF
Autor
Agustín Rubio
2 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Esta ficha forma parte de la publicación Bases ecológicas preliminares para la conservación de los
tipos de hábitat de interés comunitario en España, promovida por la Dirección General de Medio
Natural y Política Forestal (Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino).
Realización y producción
Coordinación general
Elena Bermejo Bermejo y Francisco Melado Morillo.
Coordinación técnica
Juan Carlos Simón Zarzoso.
Colaboradores
Presentación general: Roberto Matellanes Ferreras y Ramón Martínez Torres. Edición: Cristina
Hidalgo Romero, Juan Párbole Montes, Sara Mora Vicente, Rut Sánchez de Dios, Juan García
Montero, Patricia Vera Bravo, Antonio José Gil Martínez y Patricia Navarro Huercio. Asesores:
Íñigo Vázquez-Dodero Estevan y Ricardo García Moral.
Diseño y maquetación
Diseño y confección de la maqueta: Marta Munguía.
Maquetación: Do-It, Soluciones Creativas.
Agradecimientos
A todos los participantes en la elaboración de las fichas por su esfuerzo, y especialmente a
Antonio Camacho, Javier Gracia, Antonio Martínez Cortizas, Augusto Pérez Alberti y Fernando
Valladares, por su especial dedicación y apoyo a la dirección y a la coordinación general y
técnica del proyecto.
Las opiniones que se expresan en esta obra son responsabilidad de los autores y no necesariamente
de la Dirección General de Medio Natural y Política Forestal (Ministerio de Medio Ambiente,
y Medio Rural y Marino).
3
presentación
1
Univ. politécnica de Madrid.
NIPO: 770-09-093-X
ISBN: 978-84-491-0911-9
Depósito legal: M-22417-2009
5
ÍNDICE
1. PRESENTACIÓN GENERAL 7
1.1. Código y nombre 7
1.2. Definición 7
1.3. Descripción 7
1.4. Problemas de interpretación 8
1.5. Esquema sintaxonómico 8
1.6. Distribución geográfica 9
2. CARACTERIZACIÓN ECOLÓGICA 13
2.1. Regiones naturales 13
2.2. Factores biofísicos de control 15
2.3. Subtipos 17
2.4. Especies de los anexos II, IV y V 17
2.5. Exigencias ecológicas 18
5. INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA 35
5.1. Bienes y servicios 35
5.2. Líneas prioritarias de investigación 35
7. FOTOGRAFIAS 41
La definición según el Manual de interpretación de Bosques dominados por castaños Castanea sativa (casta-
ñares), supra-mediterráneos y submediterráneos, así como
los Hábitat de la Unión Europea es corta y concisa, antiguas plantaciones con sotobosque semi-natural.
y en ella quedan probablemente incluidos todos
castañares presentes en España, desde los pies pro- Relaciones con otras clasificaciones de hábitat
ductores de fruto o los recientemente cortados a EUNIS Habitat Classification 200410
hecho, con los mayores rasgos de artificialidad, has- G 1.7 Masas forestales caducifolias termófilas
ta aquellos que muestran las mejores estructuras Palaearctic Habitat Classification 1996
forestales propias de bosques maduros. 41.9 Bosques de castaños
1.3. Descripción
Los castañares maduros crean un ambiente frondo-
Adaptación de la descripción publicada en Los tipos so y sombrío, bastante parecido al de los hayedos
de hábitat de interés comunitario de España. Guía del norte peninsular. En el interior, llama la aten-
básica (Bartolomé et al., 2005): ción el gran acúmulo de hojarasca fundamental-
mente del otoño anterior, que cubre el suelo y la
El castaño se distribuye por las regiones occidenta- escasez de vegetación en el sotobosque. La flora es
les y atlánticas la Península, así como en enclaves de común a la de las formaciones forestales sobre las
Cataluña y Andalucía, desde prácticamente el nivel que se implantan, con especies atlánticas en los
del mar pudiendo llegar hasta los 1.500 m en Sierra soutos de castaños de Galicia y de la cornisa cantá-
Nevada. brica, o con otras de carácter mucho más medite-
rráneo, en los castañares catalanes, extremeños, cas-
Vive en climas con precipitaciones generalmente su- tellanos o andaluces. Los castañares se han utilizado
periores a 600 mm, sobre sustratos silíceos, o cal- tradicionalmente para la producción de madera y
cáreos bien lavados, y bien aireados. La mayoría de de fruto.
los castañares son formaciones procedentes de culti-
vo, que suelen ocupar el espacio correspondiente a La fauna es rica cuando el bosque es maduro, semejan-
especies del género Quercus de apetencias climáticas te a la de otras formaciones caducifolias. La fauna a
parecidas, como melojos, carballos, robles morunos, menudo aprovecha los recovecos de los viejos castaños
alsinas, etc., y de hayas y bosques mixtos de frondo- para nidificar u obtener refugio, y también consumen
sas en el noroeste de la Península. Muchos de estos el fruto como alimento. Entre la especies que utilizan
bosques alcanzan una estructura madura, con ejem- estas oquedades se pueden citar la ardilla (Sciurus vul-
plares añosos y de considerables dimensiones, llegan- garis), el lirón careto (Eliomys quercinus), que hiberna
do a la autorregeneración en casos favorables. dentro de ellos, o numerosas aves forestales.
8 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Código del tipo de Hábitat del Atlas y Manual de los Hábitat de España
hábitat de interés
comunitario Código Nombre
823010/823020/
9230-9260-9380 826020/826030/ Quercion pyrenaicae Rivas Goday ex Rivas-Martínez 1965
838020
9240-9260 824020/826010 Quercion roboris Malcuit 1929
En color se han señalado los hábitat del Atlas y Manual de los Hábitat de España que, aunque no están relacionados directamente con el tipo de hábitat
de interés comunitario 9260, presentan alguna asociación que sí lo está, así como las alianzas que, según Bartolomé et al. (2005) están presentes en el tipo
de hábitat 9260, pero para las que el Atlas y Manual de los Hábitat de España (inédito) no describe ninguna asociación dentro de dicho tipo de hábitat.
Tabla 1.1
Clasificación del tipo de hábitat 9260.
Datos del Atlas y Manual de los Hábitat de España (inédito).
9
presentación
Alpina
Atlántica
Continental
Mediterránea
Figura 1.1
Mapa de distribución
del tipo de hábitat
9260 por regiones
biogeográficas en la
Unión Europea.
Datos de las listas de
referencia de la
Agencia Europea de
Medio Ambiente.
Figura 1.2
Mapa de
distribución
estimada del tipo
de hábitat 9260.
Datos del Atlas de
los Hábitat de
España, marzo
de 2005.
10 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Tabla 1.2
Superficie ocupada por el tipo de hábitat 9260 por región biogeográfica,
dentro de la red Natura 2000 y para todo el territorio nacional.
Datos del Atlas de los Hábitat de España, marzo de 2005.
Figura 1.3
Lugares de
Interés
Comunitario en
que está
presente en el
tipo de hábitat
9260.
Datos de los
formularios
normalizados de
datos de la red
Natura 2000,
enero de 2006.
11
presentación
Alpina — — — — —
Atlántica 2 5 2 — 2.201,79
Macaronésica — — — — —
Mediterránea 18 23 3 — 32.049,02
TOTAL 20 28 5 — 34.250,81
Tabla 1.3
Número de LIC en los que está presente el tipo de hábitat 9260, y evaluación global de los mismos respecto al tipo
de hábitat. La evaluación global tiene en cuenta los criterios de representatividad, superficie relativa y grado de
conservación.
La resolución de los mapas permite observar que, chas en las que su presencia es significativa apare-
en relación al realizado a partir del Atlas de los Há- cen con una proporcionalidad superficial difícil de
bitat de España (ver figura 1.2), los territorios galle- comprender, así como con sorprendentes localiza-
gos parecen excesivamente generosos, aunque co- ciones como los ubicados en el interior de la pro-
rrectamente alejados de la costa atlántica. Por otro vincia de Cáceres, completamente erróneos. Es un
lado, los de la cornisa cantábrica no son aprecia- mapa que no proporciona una buena representa-
bles, quizás por lo reducido de su ocupación super- ción gráfica de la distribución del tipo de hábitat
ficial. Los demás núcleos aparecen correctamente en España, probablemente debido al hecho de que
ubicados y proporcionados. En relación al mapa no cartografía la distribución de los castañares, si
realizado a partir de los formularios normalizados no aquellos LIC en los que este tipo de hábitat está
de datos red Natura 2000 (ver figura 1.3) las man- presente.
Figura 1.4
Frecuencia de cobertura del tipo de hábitat 9260 en LIC.
La variable denominada porcentaje de cobertura expresa la superficie que ocupa
un tipo de hábitat con respecto a la superficie total de un determinado LIC.
12 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Sup.: Porcentaje de la superficie ocupada por el tipo de hábitat de interés comunitario en cada comunidad autónoma respecto a la superficie total de su
área de distribución a nivel nacional, por región biogeográfica.
LIC: Porcentaje del número de LIC con presencia significativa del tipo de hábitat de interés comunitario en cada comunidad autónoma respecto al total de
LIC propuestos por la comunidad en la región biogeográfica. Se considera presencia significativa cuando el grado de representatividad del tipo de hábitat
natural en relación con el lic es significativo, bueno o excelente, según los criterios de los formularios normalizados de datos de la red Natura 2000.
Nota: En esta tabla no se han considerado aquellos LIC que están presentes en dos o más regiones biogeográficas.
Datos del Atlas de los Hábitat de España, a fecha de marzo de 2005, y de los formularios normalizados de datos Natura 2000, enero de 2006.
Tabla 1.4
Distribución del tipo de hábitat 9260 en España por comunidades autónomas en cada región
biogeográfica.
2. CARACTERIZACIÓN ecológica
2.1. Regiones naturales
Tabla 2.1
Distribución de la superficie del tipo de hábitat 9260 por regiones naturales.
ATL2 47 0,08
ATL3 58 0,10
MED2 24 0,04
MED5 61 0,11
MED12 11 0,02
MED26 1 0,00
Sigue
14 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
MED31 32 0,06
MED33 18 0,03
MED34 80 0,14
MED35 55 0,10
MED36 4 0,01
MEDITERRÁNEA 36679 64,21
MED37 197 0,34
MED45 18 0,03
Figura 2.1
Mapa de
distribución
del tipo de
hábitat 9260
por regiones
naturales.
15
Caracterización ecológica
• Arcilla: media ponderada por espesor de ho- determinando las variaciones de la reserva de agua
rizonte, del porcentaje de partículas de diá- a lo largo de los distintos meses de año, en función
metro comprendido inferior a 2 mm en la de aquel y de los valores mensuales de precipitación
tierra fina mineral. y evapotranspiración potencial (Thornthwaite,
• Capacidad de retención de agua: suma de las 1957; Gandullo, 1985).
capacidades de retención de agua de los distin-
tos horizontes, en función de la pendiente de • Evapotranspiración real máxima posible en
la parcela, de su humedad equivalente, el por- el conjunto del año.
centaje de elementos gruesos y la permeabili- • Sequía fisiológica en el conjunto del año
dad comparada entre cada horizonte y el inme- (SF)
diato inferior (Gandullo, 1985). • Drenaje calculado: Evaluación del agua que
• Acidez actual: media ponderada del pH en escurre del terreno, bien superficial, bien en
agua de cada horizonte, de acuerdo con el cri- vertical hace profundidades extraedafológicas.
terio de Rusell & Moore (1968).
El tipo de hábitat general de los castañares españo-
■ Edáficos-climáticos les puede precisarse por los valores extremos para
cada parámetro (límite inferior y límite superior),
Estos tres parámetros se calculan introduciendo el cuyos valores se detallan en las tablas 2.2 y 2.3
parámetro CRA en el cálculo de una ficha hídrica junto con su valor medio.
TEMPERATURA MEDIA DEL MES MÁS CÁLIDO (ºC) 14,2 20,53 27,1
TEMPERATURA MEDIA DEL MES MÁS FRÍO (ºC) 1,5 5,21 10,7
Tabla 2.2
Valores de los parámetros del tipo de hábitat fisiográfico y climático de los castañares en España.
(Gandullo et al., 2004).
17
Caracterización ecológica
Tabla 2.3
Valores de los parámetros del tipo de hábitat edáfico y edafoclimático de los castañares en España.
(Gandullo et al., 2004).
Tabla 2.4
Taxones incluidos en los anexos II, IV y V de la Directiva de Hábitats (92/43/CEE) y en el anexo I de la Directiva
de Aves (79/409/CEE) que se encuentran presentes en el tipo de hábitat 9260.
* Afinidad: Obligatoria: taxón que se encuentra prácticamente en el 100% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado; Especialista: taxón que se
encuentra en más del 75% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado; Preferencial: taxón que se encuentra, en más del 50% de sus localizaciones
en el tipo de hábitat considerado; No preferencial: taxón que se encuentra en menos del 50% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado.
Anexos Afinidad*
Taxón Afinidad hábitat* Comentarios
Directiva subtipo
Invertebrados
No se dispone de
Osmoderma eremita II y IV —
datos suficientes
No se dispone de
Geomalacus maculosus II y IV —
datos suficientes
Anfibios y reptiles
No se dispone de
Lacerta schreiberi II y IV —
datos suficientes
Sigue
18 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Anexos Afinidad*
Taxón Afinidad hábitat* Comentarios
Directiva subtipo
PLANTAS
AVES
Anexo I
Hieraaetus pennatus No preferencial —
Directiva
de Aves
En el anexo 1 de la presente ficha se incluye una lista la Península Ibérica, la horquilla de variación es
adicional de especies incluidas en los anexos II, IV y mayor –desde los 600 hasta los 1.100 m de alti-
V de la Directiva de Hábitats (92/43/CEE) y en el tud–. Sin embargo, existen localizaciones en el
anexo I de la Directiva de Aves (79/409/CEE) que, norte peninsular en las que puntualmente apare-
según las aportaciones de las sociedades científicas de cen castañares de fruto hasta los 1.300 m de al-
especies (CIBIO; AHE; SEO/BirdLife; SECEM), se titud y en Sierra Nevada hasta los 1.500 m.
encuentran común o localmente presentes en el tipo
de hábitat de interés comunitario 9260. ■ Exigencias climáticas
Caracterización ecológica
dentro del clima mesotérmico, con evapotranspi- das (Ceballos & Ruiz de la Torre, 1971), debido
raciones entre 570 y 1.140 y, de acuerdo con su probablemente a la abundancia de taninos en su
índice hídrico anual, dentro del clima húmedo. En humus y a lo sombrío de su ambiente, excluyendo
la clasificación de Allué (1991) la mayoría están a muchos posibles competidores, amén de que la
incluidas en el clima nemoromediterráneo, aun- intensa y secular acción antrópica que ha recibido
que también abundan en el nemoral. este tipo de hábitat elimina con cada actuación a
muchos de esos competidores. Por ello, resulta
■ Exigencias edafológicas difícil establecer especies características y diag-
nósticas para este tipo de hábitat. Es más, incluso
Los castañares aparecen esencialmente sobre sue- resulta de dudosa utilidad práctica puesto que el
los silíceos, o muy descalcificados, edificados ma- tipo de hábitat 9260 se identifica sencillamente
yoritariamente sobre rocas de origen metamórfi- por la presencia del castaño.
co e ígneo. Según la clasificación FAO (1998) se
trata fundamentalmente de cambisoles dístricos, No obstante, en la literatura forestal es posible
aunque también aparecen bien representados los encontrar diversas referencias a especies que sue-
luvisoles y los umbrisoles. len estar presentes en los castañares. Así, según
Allué (1991), entre las especies leñosas asociadas
Muestran una abundante pedregosidad, y una ca- a la presencia del castaño se pueden citar Alnus
pacidad de retención de agua moderada, con va- glutinosa, Rhamnus frangula, Fraxinus angustifo-
lores entorno a los 120 mm, pero con apenas se- lia, Crataegus monogyna, Cytisus scoparius, Ade-
quía fisiológica de manera constante. Merece la nocarpus hispanicus, Ulex europaeus, Thymus zi-
pena destacar que la capacidad de retención de gis. Los contactos y mezclas más frecuentes
agua es variable en función de la localización: en además de con el aliso y el fresno, se dan con el
el nordeste de la Península Ibérica, la capacidad de roble común (Quercus robur), el rebollo (Q. pyre-
retención de agua de los suelos de los castañares es naica), el alcornoque (Q. suber), con el pino ne-
ligeramente inferior, mientras que en los suelos gral (Pinus pinaster), el pino silvestre (P. sylves-
del los castañares del sur de la Península es mucho tris) y el haya (Fagus sylvatica). Con menor
mayor, en torno a los 170 mm. Se observa así frecuencia, se encuentra con la encina (Quercus
cómo el castaño necesita de unos suelos con unas ilex ssp ballota), el pino piñonero (Pinus pinea),
determinadas garantías de humedad, de manera el roble albar (Quercus petraea), Quercus humilis,
que unas precipitaciones ambientales bajas se pino carrasco (Pinus halepensis), madroño (Ar-
compensan con unos más elevados valores de ca- butus unedo) y quejigo (Quercus faginea). En el
pacidad de retención de agua por los suelos, noroeste coexiste frecuentemente con la alsina
mientras que unas mayores precipitaciones atmos- (Quercus ilex ssp. ilex).
féricas le hacen eludir los suelos con mayores po-
sibilidades de retener agua, es decir, los suelos Nuestra experiencia tan sólo nos permite señalar el
menos permeables con texturas más pesadas. hecho de que no sea raro encontrar dentro de los
castañares, pies de Prunus avium, Sorbus tormina-
Son suelos fuertemente ácidos, matizados por los lis, Sorbus aucuparia, Fraxinus angustifolia, Ilex
más meridionales que son moderadamente áci- aquifolium, Malus sylvestris o Arbutus unedo.
dos. El tipo de humus predominante es el mull
forestal oligotrófico, a lo que contribuye la facili- En cuanto a la presencia de líquenes en los casta-
dad de mineralización de la hojarasca del castaño. ñares, podemos encontrar en la literatura (Berro-
El contenido de materia orgánica en los más occi- cal et al., 1998), los principales órdenes y alianzas
dentales es moderado, aproximadamente un 3%, fitosociológicas que con mayor frecuencia apare-
y en el resto ligeramente más bajo. cen representados:
El castaño manifiesta una tendencia a formar Leprarion incanae Almquist 1948. Especies: Lepra-
masas puras, densas y con escasas especies asocia- ria incana, Chrysotrix candelaris.
20 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Lecanorion variae Barkman 1958. Especies: Lecano- Las hojas del castaño pueden permanecer secas
ra symmicta, L. varia, Rinodina exigua, Hypocenomy- en el árbol durante gran parte del invierno, pero
ce scalaris. la foliación comienza avanzada la primavera,
desde mediados de abril y se prolonga hasta me-
Arthonietalia radiatae Barkman 1958. diados de junio. Inmediatamente después sucede
la floración que dura entre quince y veinte días
Graohidion scriptae Oschner 1928 em. Barkman normalmente a finales de junio. La fructificación
1958. Especies: Arthonia sp., Buellia disciformis, Ar- anual se verifica entre principios de julio hasta la
thopyrenia sp.Graphis scripta, Pyrenula nítida, Leca- mitad de septiembre, madurando el fruto desde
nora sp. subfusca, L. intumescens, Opegrapha viridis, principios de septiembre hasta mediados o final
O. atra, Pertusaria pertusa, P. leioplaca,Thelotrema de noviembre e incluso diciembre. La defolia-
lepadinum. ción o reposo vegetativo va desde el final de no-
viembre hasta el mes de abril, que puede durar
Hypogymnietalia physodo-tubulosae Barkman entre los ciento treinta y los ciento cincuenta
1958. días (Cabrera Bonet, 1997). Descendiendo en
altitud y latitud, todos los fenómenos fenológi-
Parmelion caperatae Barkman 1958. Especies: Parme- cos citados tienden a adelantarse, pudiendo ha-
lia caperata, P. chinense, P. subaurifera, P. subrudecta, P. ber un adelanto de entre diez y quince días, más
revoluta, Ramalina farinácea, Pertusaria amara. acusado en la floración y fructificación, con res-
pecto de las fechas citadas en los castañares más
Usneion florido-ceratinae Barkman 1958. Especies: Us- meridionales de la Península Ibérica.
nea rubicunda, U. florida, U. inflata.
■ Sucesión
Neckeretalia pumilae Barkman 1958.
El castañar se comporta como una masa bas-
Lobarion pulmonariae Oschner 1928. Lobaria pulmo- tante estable mientras se mantiene correcta-
naria, L. amplissima, L. scrobiculata, Nephroma laevi- mente gestionado, presentando manifestacio-
gatum, sticta sylvatica, S. fuliginosa, Parmeliella tripto- nes de deterioro en su estructura selvícola sólo
phylla, P. plúmbea, Normandina pulchella, Pannaria en casos de enfermedad, o cuando se producen
rubiginosa, Leptogium lichenoides, Parmalia arnoldii, periodos de sequía anormalmente prolongados.
P. crinita. En una buena parte de sus localizaciones, tien-
de a ser colonizado y sustituido por Quercus
Cladonio-Cetrarietea Mattick 1951 em Barreno pyrenaica y, en los dominios más húmedos, por
& Crespo 1975. Fagus sylvatica o Quercus robur. Según Ruiz de
la Torre (2006) también puede evolucionar a
Cladonion coniocraeae Duvigneaud 1942. Cladonia bosque mixto con las especies citadas en el
coniocraea, C. fimbriata, C. macilenta, C. bacillaris, C. apartado de especies características y diagnós-
chlorophaea, C. parasítica, C. digitata, C. squamosa. ticas, así como con Ilex aquifolium, Sorbus au-
cuparia, S. aria, y S. torminalis.
En el anexo 1 de la presente ficha se incluye un
listado adicional de las especies características y Sin embargo, cuando se abandona su aprovecha-
diagnósticas aportado por el Centro Iberoamerica- miento y por lo tanto se deja de gestionar la
no de la Biodiversidad (CIBIO, Universidad de masa, rápidamente se observa un claro deterioro
Alicante), la Asociación Herpetológica Española de su estructura y con cierta facilidad, son susti-
(AHE), la Sociedad Española de Ornitología (SEO/ tuidos por la vegetación climácica del entorno,
Birdlife), la Sociedad Española para la Conserva- que en la mayor parte de los casos, suele ser el
ción y Estudio de los Mamíferos (SECEM) y la mencionado Q. pyrenaica. Hay que señalar que
Sociedad Española de Biología de la Conservación sólo una pequeña porción de los castañares en
de Plantas (SEBCP). los que se ha abandonado su gestión han conse-
21
Caracterización ecológica
guido mantenerse como castañares ya que gozan vo es realizar la corta a hecho a los veinte años;
de suficiente autorregeneración. o bien a los tres, cinco, diez, veinticinco años,
si el objetivo es realizar la tala a hecho a los
■ Manejo del castañar cuarenta o cincuenta años. Esta actuación
permite ir seleccionando cuidadosamente los
La gran mayoría de las masas de castaño precisan pies mejor conformados, eliminando aquellos
una gestión antrópica bastante activa para su ade- que manifiesten malas conformaciones o ra-
cuada conservación. Los tratamientos a realizar mificaciones no deseables para el mejor apro-
dependen de los productos que de ellos se obtie- vechamiento maderero.
nen y de la localización geográfica de la masa,
pudiendo variar la frecuencia o la época en la que • Talas a hecho que se llevan a cabo, según zonas
se realizan, o incluso faltando en alguno de los geográficas y el tipo de producto forestal que
casos. Resultan una gran diversidad de tratamien- se pretende conseguir, a los doce o quince
tos tradicionales específicamente adaptados a años, hasta los cuarenta o cincuenta años. Esta
condiciones muy locales. No obstante, de manera intensa actuación forestal, siempre que las
genérica, estas actuaciones se pueden concretar condiciones ecológicas de pendiente, altitud,
en las que a continuación se especifican: régimen de precipitaciones, etc., lo permitan,
manifiestan una buena adecuación al carácter
1. En castañares fruteros: del castaño que rápidamente, tras la tala, emi-
te desde la cepa un numeroso conjunto de
• Laboreo de la tierra, esencial en las primeras chirpiales que con sus hojas protege enseguida
edades ya que mantiene limpio el suelo de el suelo y sigue permitiendo el ciclo de los ele-
maleza invasora. En los castañares fruteros mentos en el suelo mediante las numerosas
adultos, estas labores pueden realizarse anual- hojas que, ya el siguiente otoño, es capaz de
mente o con intervalos de tres ó cuatro años producir. Ello hace que, ajustado el turno de
a fin de mantener el castañar libre de especies aprovechamiento a la capacidad de recupera-
que puedan competir por los recursos edáfi- ción de los nutrientes del suelo, sea un método
cos e hídricos. selvícola que manifiesta un uso sostenible in-
cluso en localidades marginales del área de
• Binas, cuya función es la de romper la costra distribución del castaño en la Península Ibéri-
superficial del terreno, con el fin de conservar ca (Rubio & Escudero, 2003). Sin embargo, la
la humedad superficial del suelo al final de la agresividad de este método de actuación y los
primavera. Labor indicadora de una gran numerosos ejemplos de mala praxis –funda-
atención sobre el castañar. mentalmente con otras especies forestales–,
han hecho que este método selvícola sea apre-
• Podas, no muy intensas, que eliminan ramas y ciado por la sociedad de manera muy negativa
ramillas bajas. Las podas fitosanitarias referi- y las actuales políticas forestales y planes selví-
das al chancro son especialmente importantes, colas de muchos territorios imponen la trans-
teniendo cuidado con la eliminación de restos formación de estos montes bajos en montes
y medidas sanitarias con los utensilios y herra- altos. Se ignora así la sostenibilidad de estos
mientas de corta. seculares aprovechamientos que han garantiza-
do en muchos territorios la preservación de
2. En castañares madereros: extensas masas forestales de castaño, de los
cuales existe documentación que así lo atesti-
• Selección de brotes, que eliminan chirpiales de gua, al menos desde tiempos de los Reyes Ca-
las cepas y con las que se reduce de manera tólicos, como en las localidades de Hervás o
muy importante tanto la densidad de pies por Guadalupe.
hectárea como el número de pies por cepa, re-
duciendo la competencia intraespecífica. Esta • Podas fitosanitarias.
selección se realiza, según zonas geográficas, a
los tres, cinco, diez y quince años, si el objeti-
3. EVALUACIÓN DEL ESTADO
DE CONSERVACIÓN
3.1. Determinación y con respecto de los tipos de hábitat cercanos inclui-
seguimiento de la dos en la región Atlántica.
superficie ocupada
El periodo evaluado se corresponde a la actual carto-
Según los datos facilitados, los castañares españoles grafía del Atlas de los Hábitat, Naturales y Seminatu-
se pueden localizar dentro de tres regiones biogeo- rales, de España (2002) y al primer Mapa Forestal de
gráficas: Alpina, Atlántica y Mediterránea. Sin em- España de 1966, concluido por Luis Ceballos, con el
bargo, se ha optado por incluir los escasos castaña- que se ha calculado el área de distribución y superfi-
res de la región Alpina dentro de la Atlántica dado cie de referencia favorable. Ambas obras se realizaron
que en nuestros trabajos de campo hemos localiza- con un extenso trabajo de campo y por tanto consi-
do todos éstos por debajo de los 1.000 m de altitud deramos que son buenas fuentes cartográficas, aun-
y no han mostrado ninguna diferencia ecológica que los criterios en su realización difieran.
Tabla 3.1
Datos correspondientes a las superficies de distribución y ocupación del tipo de hábitat de interés comunitario 9260.
* La enfermedad denominada Tinta es producida por los agentes patógenos Phytophthora cinnamomi Rands y Phytophthora cambivora (Petri) Buissman.
** La enfermedad denominada Chancro es producida por el agente patógeno Cryphonectria parasitica (Murr) Barr.
Sigue
24 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Valoración Valoración
Región biogeográfica atlántica Región biogeográfica mediterrÁnea
Tabla 3.2
Valoración de las superficies de distribución y ocupación del tipo de hábitat
9260 en las regiones biogeográficas Atlántica y Mediterránea.
Para ambas regiones biogeográficas, atlántica y medi- superficie de referencia favorable. Incluso, excepto
terránea, las áreas de distribución y la superficie ocu- para el área de distribución en la región atlántica, en el
pada dentro del área de distribución tienen valoración resto de casos existe una gran merma de las áreas y
de malas, ya que en todos los casos, los valores actuales superficies, equivalentes a una pérdida de más del 1%
están por debajo del 10% del área de distribución y al año, para el periodo referido de 1966-2002.
3.2. Identificación
y evaluación de las
especies típicas
Tabla 3.3
Listado de especies típicas presentes en el tipo de hábitat 9260.
26 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Factor 2. Área basimétrica (AB) este parámetro selvícola también hay que refe-
rirse a una posible edad de árbol maduro, que
a) Tipo: estructural. podría situarse entorno a los treinta o cuarenta
b) Aplicabilidad: obligatoria. años.
c) Propuesta de métrica: el área basimétrica se ex-
presará en m2/ha • Favorable: ALTD>20 ms
d) Procedimiento de medición: El área basimétrica se • Desfavorable-inadecuado: 15<ALTD<20 m
calculará midiendo los diámetros normales di de • Desfavorable-malo: ALTD<15 m
todos los árboles n presentes en parcelas de radio
R = 10 m, mediante la siguiente formulación,
Factor 4. Fracción de cabida cubierta de los
pies de castaño (FCC)
en m2/ha
a) Tipo: estructural.
y extender su valor como ya hemos explicado. b) Aplicabilidad: obligatorio.
Para la medición de los diámetros pueden utili- c) Propuesta de métrica. La fracción de cabida cu-
zarse forcípulas o dendrómetros láser. bierta, evaluada en porcentaje, puede calcularse
como:
FCC = Área de proyección de las copas/ cabida
e) Estado de conservación: total del rodal
d) Procedimiento de medición: Para el cálculo de
• Favorable: 25<AB<60 m2/ha este índice, es fácil utilizar fotografías aéreas, a las
• Desfavorable-inadecuado: 15<AB<25 m2/ha que se superpone una cuadrícula regular. Podemos
ó AB>60 m2/ha contar el número de puntos que caen sobre pies de
• Desfavorable-malo: AB<15 m2/ha castaño y dividirlos por el total de puntos que caen
sobre el rodal. En campo también puede ser estable-
cido con relativa facilidad mediante apreciaciones
Factor 3. Altura media de los pies dominantes visuales de la proyección de la sombra de las copas
(ALTD) pertenecientes a castaño sobre el total del suelo. Por
la facilidad de su realización puede ser un parámetro
a) Tipo: estructural. muy interesante a la hora de tenerlo en cuenta.
b) Aplicabilidad: recomendable. e) Estado de conservación:
c) Propuesta de métrica. La altura media de los
pies dominantes en m se corresponde con la • Favorable: FCC>80 %
media de la altura de los cien pies más gruesos • Desfavorable-inadecuado: 65<FCC<80%
que hay en una hectárea. • Desfavorable-malo: FCC<65 %
d) Procedimiento de medición: para conocer la al-
tura dominante, necesitaremos previamente me-
dir en campo la altura de los pies, utilizando un Factor 5. Índice de hart (1928) por número de
hipsómetro o un dendrómetro láser, y los datos cepas (IH)
de los diámetros correspondientes. Así es posible
elaborar una tabla que relacione Clase diamétri- a) Tipo: estructural.
ca (CD), Número de pies por hectárea (N/ha) y b) Aplicabilidad: obligatorio.
Altura (h). Empezando por mayor CD, se puede c) Propuesta de métrica: El índice de Hart, se expresa
ascender hasta completar 100 pies /ha. La suma en función de la separación media de los pies (a) y la
del N/ha correspondiente a cada CD por la altu- altura de los mismos, mediante la tangente del ángu-
ra correspondiente también a esa CD, dividido lo que forma el fuste de un árbol y la línea imaginaria
por 100 (que es el número total de N/ha), nos que une el ápice de éste con el pie continuo.
da la Altura Dominante (ALTD).
e) Estado de conservación:
adimensional
para poder establecer datos comparativos de
28 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Con el índice de Hart, al realizar una medida tri- 3.3.2. Protocolo para determinar el
dimensional de la espesura, se está efectuando una estado de conservación global
evaluación de la actividad productora de biomasa de la estructura y función
del castañar. Cuanto mayores sean los valores del
índice de Hart, menores son las espesuras con las Variables seleccionadas y ponderación
que se corresponden. La determinación del estado de conservación global
d) Procedimiento de medición: una vez obtenida del tipo de hábitat 9260 se propone realizarla me-
la altura dominante para el rodal como ya se diante la evaluación de los parámetros ya definidos
ha explicado, y obtenido el número de cepas de Forma de la Masa, Índice de Hart y Área Basi-
por hectárea total (NCepas/ha) el espaciamien- métrica. Los criterios son eminentemente forestales
to entre pies, puede deducirse para distribucio- dados los comentarios ya realizados a cerca de la
nes a marco real o a tresbolillo con las siguien- presencia de especies vegetales o animales típicas o
tes fórmulas: características. La prospección realizada en numero-
sos castañares de todo el territorio peninsular hace
Marco Real: reconocer los mejores estados de conservación glo-
bal para castañares en aquellos que presentan los
mejores estados de conformación forestal en rela-
ción a la forma de masa, índice de Hart y área basi-
métrica, tratando así de recoger la gran casuística
Tresbolillo: que hay entre los castañares madereros y los frute-
ros, así como su posible afección por patógenos. No
se propone ninguna fórmula a partir de los índices
establecidos en el anterior apartado por no disponer
de trabajos que nos permitan validar dicha formu-
e) Estado de conservación: lación. No obstante, hacemos una propuesta de
valoración utilizando los rangos de ya definidos
• Favorable: IH<25 para la tipología y teniendo en cuenta que los cas-
• Desfavorable-inadecuado: 25<IH<40 tañares comparados han de presentar edades sufi-
• Desfavorable-malo: IH>40 cientemente maduras. Esta propuesta es la que se
muestra en la tabla 3.4:
Tabla 3.4
Propuesta de determinación del estado de conservación del tipo de hábitat 9260 mediante
variables seleccionadas.
29
Valoración Valoración
Región biogeográfica atlántica Región biogeográfica mediterrÁnea
Tabla 3.5
Valoración de la estructura y funciones específicas del tipo de hábitat 9260
en las regiones biogeográficas Atlántica y Mediterránea.
La valoración global que se hace de los tipos de hábitat tenidos en la red de muestreo a escala LIC, para la
localizados en ambas regiones se corresponde con los supervisión del estado de conservación de los casta-
valores medios de los que disponemos procedentes de ñares en España.
nuestros numerosos trabajos. Ello no quiere decir que Dado que Castanea sativa es una especie de carácter fo-
sea representativo de la totalidad de dichos tipos de restal y por lo tanto incluida en la Red de Inventarios
hábitat. Habría que estudiar la distribución de estos Forestales Nacionales, parece adecuado utilizar éstos
valores y observar el valor de la mediana y/o de la puntos de muestreo para evaluar su situación en cuanto
moda. Igualmente, conviene señalar que a la hora de a conservación. Además, los parámetros utilizados para
plantear los distintos trabajos autoecológicos realiza- determinar el estado de la estructura y función son de
dos sobre el castaño, se evitaron conscientemente las carácter selvícola, y por tanto, son datos aportados por
representaciones más degradadas, aunque tampoco se dicho inventario, o fácilmente deducibles a partir de
pretendió estudiar únicamente las mejor conservadas. éste. No obstante el empleo de esta Red del Inventario
Forestal Nacional ha de ser complementada con otros
estudios que permitan el reconocimiento y delimitación
3.3.3. Protocolo para establecer un sistema de otras áreas con las que mejorar la representación de
de vigilancia global del estado de este tipo de hábitat en la actual red de LIC.
conservación de la estructura y función
Seguimiento temporal
Seguimiento espacial
Para el control temporal del estado de los tipos de
La superficie ocupada por los bosques de castaño incluida hábitat, se detallan, separadamente para cada una
dentro de LIC, es reducida, especialmente en el caso de de las regiones biogeográficas, puntos en los que es
la región Atlántica, como se muestra en la tabla 3.6. posible encontrar bosques de Castanea sativa, con
Por ésta razón se considera necesaria la inclusión de unas condiciones de referencia en cuanto a estado
un mayor número de puntos, aparte de los ya con- de conservación favorable (ver tabla 3.7).
Tabla 3.6
Superficie ocupada por los bosques de castaño
incluida dentro de LIC.
Información obtenida a partir del Segundo Inventario
Nacional de Hábitat de España, marzo 2005.
30 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Tabla 3.7
Puntos con unas condiciones de referencia en cuanto a estado de conservación
favorable para el control temporal del estado de los bosques de Castanea sativa.
Asimismo, se establece como periodo para la toma cida por la Directiva de Hábitat. De todas mane-
de medidas, la frecuencia de seis años, dado que ras, conviene recordar, que el Inventario Forestal
estamos tratando con un tipo de hábitat de carác- Nacional recogen datos cada diez años, y puede ser
ter forestal y los bosques son sistemas de cambios interesante adaptarse a estos plazos, fundamental-
lentos. Por ello, no se considera necesaria una ma- mente a efecto de optimizar los siempre escasos
yor periodicidad en las mediciones que la estable- recursos disponibles para estas funciones.
31
3.4. Evaluación de las
perspectivas de futuro
Valoración Valoración
Región biogeográfica atlántica Región biogeográfica mediterrÁnea
Tabla 3.8
Valoración de las perspectivas de futuro del tipo de hábitat 9260
en las regiones biogeográficas Atlántica y Mediterránea.
Las perspectivas de futuro para este tipo de hábitat sido conseguida de manera plena, parecen indicar
no son excesivamente halagüeñas a pesar de que el con claridad que la regresión experimentada por su
estado actual de conservación no aparezca de mane- área de distribución no ha cesado todavía. Por otra
ra tan desfavorable. Pero la comparación de la su- parte, esta secular relación con el hombre ha hecho
perficie anteriormente ocupada por el castaño y la que, en general, sea escasamente apreciada por estu-
que hoy en día posee, unida al despoblamiento ru- diosos (botánicos y ecólogos, que la ven como una
ral, a los cambios que el medio rural está experi- especie foránea), por técnicos (agrónomos, que la
mentado en España y al carácter ciertamente do- ven como una especie forestal, y forestales, que la
méstico de esta especie, de cuya secular relación con ven como una especie agrícola) y ello conceda total
el hombre dan testimonio los añosos ejemplares libertad a los propietarios, bien sean particulares o
que hay dispersos a lo largo y ancho de España, así administraciones públicas, para adoptar decisiones
como sus enfermedades cuya erradicación no ha en ocasiones arbitrarias.
3.5. Evaluación del
conjunto del estado
de conservación
Valoración Valoración
Región biogeográfica atlántica Región biogeográfica mediterrÁnea
Tabla 3.9
Evaluación del conjunto del estado de conservación del tipo de hábitat 9260
en las regiones biogeográficas Atlántica y Mediterránea.
Los problemas de interpretación (y de conserva- trópicas, y por lo tanto sujetos a decisiones de los
ción) de este tipo de hábitat, aparecen vinculados al propietarios, bien sean particulares o administracio-
hecho de ser sistemas ligados a intervenciones an- nes públicas.
4. Recomendaciones
para la CONSERVACIÓN
Superficie ocupada ción de madera obtenida en tratamiento de monte
bajo (método de beneficio para el castaño en Es-
La evaluación del área de distribución y la superficie paña), no es rentable, ya que no alcanza las dimen-
ocupada por los bosques de Castanea sativa realiza- siones suficientes para serrería. Así, las tierras his-
da en el apartado 3.1 pone en evidencia la fuerte tóricamente ocupadas por Castanea sativa han sido
regresión del espacio ocupado por la especie en los reemplazadas por especies forestales más prove-
últimos años. Este retroceso puede atribuirse prin- chosas, o para otros usos agrícolas o ganaderos.
cipalmente a las enfermedades de denominadas tin- Además, el abandono del aprovechamiento del
ta y chancro en el caso de los castañares de la región castañar facilita la entrada de sus dos mayores ene-
Atlántica, y al cambio de uso y gestión, así como a migos, la tinta y el chancro.
los incendios, en la región Mediterránea. Si bien es La región Atlántica ha sufrido especialmente los
cierto que, tanto dichas enfermedades como los ataques de la enfermedad de la tinta. Ésta aparece
cambios de uso, en realidad han afectado a los cas- en España por primera vez en 1726 y desde enton-
tañares de toda la Península. ces, se ha expandido por todo el territorio hasta
Respecto la problemática de la zona Mediterránea, principios del siglo XX, y como la mayor parte de
no podemos realizar ninguna propuesta concreta las enfermedades forestales, es cíclica y se halla en
de mejora, puesto que, por ejemplo, los incendios regresión desde 1950 (Grente, 1961). Sin querer
de la región sur de Europa resultan un problema entrar en excesivos detalles sobre la tinta, podemos
de carácter general, y su disminución depende de decir que los tratamientos existentes son poco efi-
la efectividad en las tareas de prevención y de los caces y de difícil aplicación (Toval, 1979), por lo
medios disponible para la extinción. Es importan- que sugerimos tan sólo, las siguientes medidas de
te señalar que los castañares, cuando se abandona prevención y control, teniendo en cuenta también
su gestión, se convierten en sistemas bastante frá- el mencionado retroceso.
giles ya que la gran capacidad rebrotadora del cas-
taño da lugar a cepas con problemas de vigor en el ■ Favorecer la regeneración en los montes bajos.
que abundan los chirpiales deteriorados. Ello ge- ■ Evitar los turnos demasiado largos, de más de
nera una gran cantidad de biomasa muerta, es de- cuarenta años (Bourgeois, 1992).
cir, de material combustible, que se puede unir a ■ Los tratamientos culturales como podas y claras
matorrales invasores que aparecen tras el abando- no frenan el avance de la enfermedad, pero pre-
no del castañar con alta inflamabilidad pertene- vienen un estado de debilidad en los árboles. Es
cientes a los géneros Cistus, Ulex o Cytisus. importante mantener medidas de higiene en las
En cuanto a los cambios de uso y gestión del sue- herramientas empleadas.
lo, éstos vienen muy condicionados por el notable ■ En los casos de excesiva humedad del suelo, los
despoblamiento que está sufriendo el medio rural drenajes evitan la asfixia en las raíces.
español, así como por el cambio en la sensibilidad ■ No realizar laboreo del suelo una vez que la en-
de la sociedad en cuanto a los beneficios que se fermedad está instalada.
demandan a los montes y a los espacios naturales. ■ Los árboles muertos por la tinta han de ser
El abandono de los castañares está causado por la arrancados y sus raíces quemadas.
falta de rentabilidad de sus productos. El empleo
de curtientes de origen vegetal, como son los tani- Ante esta problemática, en el NW ibérico se está
nos obtenidos del castaño, está actualmente en asistiendo a la sustitución de pies autóctonos de
completo desuso, la castaña hace tiempo que per- Castanea sativa por individuos híbridos proceden-
dió interés como alimento cotidiano. y, desde que tes de clones seleccionados para tratar de frenar el
menguó la demanda para aros y duelas, la produc- avance de la tinta. De acuerdo con el espíritu de la
34 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Directiva de Hábitats, debería limitarse el empleo valor en los casos en los que no se llegue al umbral
de dichos pies clónicos híbridógenos en lugares es fácil, y consiste tan sólo en la extracción de los
seleccionados para la conservación de este tipo de pies en peor estado, en aquellas cepas en las que el
hábitat dentro de los LIC, pues de lo contrario, número de pie por cepa es mayor de tres.
podría producirse un deterioro genético conside- Los otros dos índices son también rectificables
rable de estas masas. mediante tratamientos selvícolas, principalmente
claras y podas. Las podas ayudan a mantener en el
El chancro, sin embargo, es una enfermedad que árbol las condiciones de equilibrio entre la parte
aparece por vez primera en 1940 y que en la actua- aérea y la subterránea (Flórez, 2001), que mejora-
lidad alcanza niveles de infección importante, en rá los valores de área basimétrica. En cuanto a las
la región Atlántica. El principal dispersor de la en- claras o clareos, se ha comprobado que estas actua-
fermedad parece ser el hombre, por lo que los ciones tendentes a disminuir la competencia intra-
tratamientos más eficaces parecen ser una selvicul- específica, bien realizadas, dan lugar a mayores
tura con prácticas fitosanitarias adecuadas: crecimientos en altura y diámetro, aumentando la
producción (Berrocal et al., 1998). Esto se traduce
■ Desinfección de las herramientas de corta y en un índice de Hart con valores más adecuados y
poda. de hecho, es posible regular el valor del índice de
■ Desinfección de las heridas producidas, y segui- Hart mediante las claras.
miento de la cicatrización.
■ Eliminación por quema de los restos de corta, Perspectivas de futuro
preferentemente apartados de los árboles en pie.
■ El método Biraghi (Urquijo, 1997), consiste en Las actuales condiciones de los castañares son, en
la repetida tala de los pies afectados, tantas veces general, desfavorables a causa del abandono en el
como sea necesario y en turnos cortos. Esto que muchos de ellos fueron dejados en los últimos
acentúa la reacción defensiva del árbol, y los re- decenios y de los gravísimos daños ocasionados
nuevos terminan por salir sanos y vigorosos. por los ataques parasitarios (Pardiñas, 1987). Por
ello, las perspectivas de futuro de estos tipos de
Especies típicas hábitat dependen en gran medida de las actuacio-
nes tomadas respecto a estos factores, que además
Tal y como hemos explicado en el apartado 3.2, este están fuertemente relacionados entre sí. No pode-
tipo de hábitat en nuestro país precisa de una activa mos si no incidir en la necesidad de éstos sistemas
gestión humana. En la búsqueda de un mayor be- de ser gestionados por el hombre, que debe tomar
neficio, el hombre favorece al castaño frente al resto las medidas adecuadas para evitar la propagación
de especies, y por lo tanto, éstas presentan una fun- de las enfermedades de la tinta y el chancro.
ción estructural muy reducida dentro del tipo de Es interesante también señalar que la falta de defi-
hábitat. La conservación de las especies típicas no nición de los castañares como bosques o como
ha de afrontarse como un objetivo directo, ya que sistemas agrícolas, y su posible origen de especie
es el buen estado de conservación de la masa la que alóctona asilvestrada, puede ser la causante de la
propicia su aparición, y a la inversa, el mal estado carencia de datos concretos y objetivos sobre esta
de conservación de la masa mostrará una ausencia especie. Por ello, es necesario el desarrollo de una
casi total de cualquier especie acompañante. mayor investigación sobre la ecología de los casta-
ñares que evite la ligera aplicación de criterios am-
Estructura y función bientales carentes de rigor científico y cargadas de
componentes subjetivas, claramente arbitrarias
La conservación de los castañares en cuanto a su (Rubio, 1997).
estructura y función se encuentra en un estado fa-
vorable como se ha visto anteriormente. De los En el anexo 1 de la presente ficha se incluye una
tres parámetros evaluados, el denominado Índice aportación adicional realizada por la Sociedad Espa-
de Forma (IF), se encuentra dentro del rango es- ñola para el Estudio y la Conservación de los Mamí-
pecificado como favorable (IF>0,3) en todas las feros (SECEM) y por la Sociedad Española de Bio-
localizaciones estudiadas. Además, corregir este logía de la Conservación de Plantas (SEBCP).
5. Información complementaria
5.1. Bienes y servicios tos evita el riesgo de malas cosechas, y permite au-
mentar el nivel de renta al no depender de uno sólo
Los bosques de Castanea sativa aportan en nuestra (Flórez et al. 2001).
geografía bienes y servicios de carácter tanto ecoló-
gico como económico. Ecológicamente, tienen valor Para la recuperación de los castañares, contamos
paisajístico y de protección de las capas superiores con la ventaja de que el medio todavía ofrece los
del suelo contra la erosión, así como de recuperación recursos necesarios para la estabilización y recupera-
del mismo suelo en el caso de pendientes acentuadas ción por sí mismos, necesitan para su conservación
(Malato Béliz, 1989), y económicamente, forman toda la cultura de las regiones tradicionalmente aso-
parte de toda una economía rural asociada a sus ciada a ellos, pero son capaces de proporcionar bie-
principales productos: madera y fruto. nes y servicios de gran valor a cambio.
Allué Andrade, J.L., 1991. Atlas Fitoclimático de Fundación Conde del Valle de Salazar.
España. Madrid: INIA Gandullo, J. M., Rubio, A., Sánchez Paloma-
Bartolomé, C., Álvarez Jiménez, J., Vaquero, J., res, O., Blanco, A., Elena, R. & Gómez, V.,
Costa, M., Casermeiro, M.A., Giraldo, J. & 2004. Las estaciones ecológicas de los castañares es-
Zamora, J., 2005. Los tipos de hábitat de interés pañoles. Monografías INIA, Serie Forestal, nº 7.
comunitario de España. Guía básica. Madrid: Mi- Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia.
nisterio de Medio Ambiente, Dirección General Gandullo, J. M., Sánchez Palomares, O., Gon-
para la Biodiversidad. zález, S. 1983. Estudio ecológico de las tierras
Berrocal, M., Gallardo, J.F. & Cardeñoso, J.M., altas de Asturias y Cantabria. Madrid: INIA
1998. El Castaño. Mundiprensa. Gómez, V., Blanco, A., Sánchez Palomares, O.,
Blanco, A. & Rubio, A., 1996. Caracterización del Rubio, A., Elena, R. & Graña, D., 2002. Au-
hábitat edáfico de los castañares de Navarra. En: toecología de los castañares andaluces. Invest. Agr.:
Actas del IV Congreso Nacional de la Ciencia del Sist. Recur. For. 11(1): 205-226.
Suelo. Lérida, España. pp 333-338. Gómez, V., Sánchez Palomares, O., Blanco, A.,
Blanco, A., Rubio, A. & Sánchez Palomares, O., Elena R., Rubio, A. & Graña, D., 2001. Los suelos
1997. Caracterización del biotopo de los casta- de los castañares andaluces. En: Actas del III Congre-
ñares navarros. En: Actas I Congreso Forestal His- so Forestal Español. Granada, España: 181-187.
pano-Luso. Pamplona, España. pp 213-218. Grente, J., 1961. La maladie de l’encre du châtaig-
Blanco, A., Rubio, A., Sánchez Palomares, O., nier. Annales des Epiphytes, 12 (1) Paris: Institu-
Elena, R., Gómez, V. & Graña, D., 2000. Au- te national de la recherche agronomique.
toecología de los castañares de Galicia (España). Madroño, A., Gonzalez, C. & Atienza, J. C.,
Invest. Agrar.: Sist. Recur. For., 9(2): 337-361. 2004. Libro Rojo de las Aves de España. Dirección
Bourgeois, C., 1992. La chataignier. Un arbre, un General para la Biodiversidad. Organismo Autó-
bois. Paris. Institut pour le Developpement Fo- nomo Parques Nacionales.
restier. Malato-Beliz, J., 1987. O castanheiro na Econo-
Cabrera Bonet, M., 1997. El Monte Bajo de Cas- mia e na Paisagem. Castelo da Vide. Ediçao da
taño en Asturias: Alternativas Selvícolas. Tesis Cámara Municipal de Castelo da Vide.
Doctoral. Universidad Politécnica de Madrid. Martí, R. & Del Moral, J. C., 2004. Atlas de las
ETSI de Montes. Aves Reproductoras de España. Dirección General
Ceballos, L. & Ruiz De La Torre, J., 1971. Árbo- para la Biodiversidad. Organismo Autónomo
les y arbustos de la España Peninsular. Madrid: Parques Nacionales.
IFIE y ETSI Montes. Palomo, L. J. & Gisbert, J., 2005. Atlas de los Ma-
Doadrio, I., 2001. Atlas y Libro Rojo de los peces míferos Terrestres de España. Dirección General
continentales de España. Dirección General para para la Biodiversidad. Organismo Autónomo
la Biodiversidad, Organismo Autónomo de Par- Parques Nacionales.
ques Nacionales. Pardiñas, M., 1987. El Castaño. Sintes.
FAO, 1998. World Reference Base for Soils Resources. Pleguezuelos, J.M., Márquez, R., & Lizana,
World Soil Resources Reports, nº 84. Rome. M., 2004. Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Rep-
Flórez, J. et Al., 2001. El castaño. Manual y Guía tiles de España. Dirección General para la Biodi-
Didáctica. IRMA. versidad, Organismo Autónomo de Parques Na-
Gandullo, J. M., 1985. Ecología vegetal. Madrid: cionales.
38 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Rodríguez, M. A., 2004. Aplicación de criterios bo- Rubio, A. & Escudero, A., 2003. Clear-Cut Effects
tánicos para a proposta de modelos de xestión sus- on Forest Soil Under Stressful Conditions: Dis-
tentable das masas arborizadas autóctonas do Sub- coupling of Maximum Production and Soil Re-
sector Galaico-Asturiano Septentrional. Tesis plenishment. Forest Ecology and Management
Doctoral. USC, Escola Politécnica Superior de 183: 195-204.
Lugo. Rubio, A., Escudero, A. & Gandullo, J.M.,
Rodríguez, M.A., Rigueiro, A., Real, C., Blan- 1997a. Sweet Chestnut Silviculture in An Ecolo-
co, J.M. & Ferreiro, J., 2005a. El hábitat 9260 gical Extreme of Its Range (Extremadura-Spain).
Bosques de Castanea sativa en el extremo noroc- Ann. Sci. For. 54 (7): 667-680.
cidental ibérico: primeros datos sobre la variabi- Rubio, A., Escudero, A. & Gavilán, R.G., 1998.
lidad florística de los soutos. Bull. Soc. Hist. Nat. The Relationships Between Floristic and Eda-
Toulouse 141-2: 75-82. phic Patterns in Managed Chestnut Stands in
Rodríguez, M.A., Rigueiro, A., Romero, R. & Extremadura (W Spain). Ecologie 29 (1-2):
Real, C., 2005b. Caracterización ambiental de 197-200.
los tipos de formaciones arboladas autóctonas Rubio, A. & Gandullo, J.M., 1993. Comparación
presentes en el Subsector Galaico-Asturiano Sep- edáfica de los castañares fruteros y madereros ex-
tentrional (NW Ibérico). En: Actas de IV Congre- tremeños. En: Actas del XII Congreso Latinoame-
so Forestal Español. Zaragoza: Sociedad Española ricano de la Ciencia del Suelo. Salamanca, Espa-
de Ciencias Forestales. Edición en CD-ROM. ña: 1759-1767.
Romao, C., 1996 Interpretation Manual of Euro- Rubio, A. & Gandullo, J.M., 1994. Modelos pre-
pean Habitats. EUR 15/2. Luxembourg: Euro- dictivos de la estructura selvícola en castañares
pean Comission Directorate-General for the extremeños (España). Ecología 8: 137-150.
Environment. Office for the Official Publica-
Rubio, A., Sánchez Palomares, O., Gómez, V.,
tions of the European Communities.
Graña, D., Elena, R. & Blanco, A., 2002b.
Rubio, A., 1993. Caracterización del hábitat edáfi- Autoecología de los castañares de Castilla (Espa-
co de los castañares extremeños. En: Actas del ña). Invest. Agr.: Sist. Recur. For. 11 (2): 373-
Congreso Forestal Español. Pontevedra: pp 423- 393.
428.
Rubio, A. & Sánchez-Mata, D., 1995. Considera-
Rubio, A., 1993. Estudio Ecológico de los Castañares ciones edafo-geobotánicas sobre los castañares
de Extremadura. Tesis Doctoral. Universidad Po- occidentales del Sistema Central Ibérico. En: Ac-
litécnica de Madrid. ETSI de Montes. tas de la XX Reunión Nacional de Suelos. pp 265-
Rubio, A., 1997. Ecología y aprovechamientos de los 273.
castañares en Extremadura. Montes, 48: 39-43. Ruiz De La Torre, J., 2006. Flora Mayor. Direc-
Rubio, A., Blanco, A. & Sánchez Palomares, O., ción General para la Biodiversidad. Organismo
1997b. Aportaciones al estudio ecológico de los Autónomo Parques Nacionales.
castañares navarros: suelos, clima y fisiografía. Rusell, J.S. & Moore, A.W., 1968. Comparison
Edafología 3 (2): 479-490. of Different Depth Weightings in the Numerical
Rubio, A., Elena, R., Sánchez Palomares, O., Analysis of Anisotropic Soil Profile Data. Proc.
Blanco, A., Gómez, V., Graña, D. 2001. Há- 9th C.Soil Sci. nº 4: pp 205-213.
bitat edáfico de los castañares de Galicia (Espa- Sánchez Palomares, O. & Blanco, A., 1985. Un
ña). Edafología 8: 1-12. modelo de estimación del equivalente de hume-
Rubio, A., Elena, R., Sánchez Palomares, O., dad de los suelos. Montes 4: 26-30.
Blanco, A., Sánchez, F. & Gómez, V., 1999. Au- Serrada, R., 2003. Apuntes de Selvicultura. Univer-
toecología de los castañares catalanes. Invest. Agrar.: sidad Politécnica de Madrid, EUIT Forestal.
Sist. Recur. For. 8 (2): 387-405.
Silva, F.J., 1990. La flora y vegetación de la Sierra de
Rubio, A., Elena, R., Sánchez, O., Blanco, A., Ancares: base para la planificación y ordenación
Sánchez, F. & Gómez, V., 2002a. Soil Evalua- forestal. Tesis Doctoral. Universidad Compluten-
tion for Castanea sativa Afforestation in Nor- se de Madrid, Departamento de Biología Vege-
heastern Spain. New Forests 23: 131-141. tal-I. 532 p.
39
Bibliografía
Thornthwaite C. W., 1948. An Approach Toward Unión Europea, 1998. Directiva 79/409/CEE del
a Rational Classification of Climate. Geogr. Rev., Consejo, de 2 de Abril de 1979, relativa a la Con-
38:55-94. servación de las Aves Silvestres. Bruselas.
Toval, G., 1979. Castaños resistentes a la tinta. Urquijo, P., 1971. Patología vegetal agrícola. Ma-
Agricultura XL VIII (571) 879-881. drid. Mundiprensa.
Unión Europea, 1992 y 1997. Directiva 92/43/ Verdú, J.R. & Galante, E., 2006. Libro Rojo de los
CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa Invertebrados de España. Dirección General para
a la conservación de los hábitats naturales y de la la Biodiversidad, Organismo Autónomo de Par-
fauna y flora silvestres, modificada y actualizada ques Nacionales.
posteriormente por la Directiva 97/62/CE del Con-
sejo de 27 de Octubre de 1997 por la que se adap-
ta al progreso científico y técnico la Directiva ante-
rior. Bruselas.
7. Fotografías
42 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
43
Fotografías
44 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
45
Fotografías
46 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
47
Fotografías
48 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
ANEXO 1
información complementaria sobre especies
Especies de los anexos II, IV y V Aves (79/409/CEE) que, según las aportaciones de
las sociedades científicas de especies (CIBIO; AHE;
En la siguiente tabla A1.1 se citan especies incluidas SEO/BirdLife; SECEM), se encuentran común o
en los anexos II, IV y V de la Directiva de Hábitats localmente presentes en el tipo de hábitat de interés
(92/43/CEE) y en el anexo I de la Directiva de comunitario 9260.
Tabla A1.1
Taxones incluidos en los anexos II, IV y V de la Directiva de Hábitats (92/43/CEE) que se encuentran común o
localmente presentes en el tipo de hábitat 9260.
* Afinidad: Obligatoria: taxón que se encuentra prácticamente en el 100% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado; Especialista: taxón que se
encuentra en más del 75% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado; Preferencial: taxón que se encuentra en más del 50% de sus localizaciones
en el tipo de hábitat considerado; No preferencial: taxón que se encuentra en menos del 50% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado.
Nota: si alguna de las referencias citadas no se encuentra entre la bibliografía de este anexo es porque se ha incluido anteriormente en la bibliografía general de la ficha.
Invertebrados
Aportación realizada por el Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO, Instituto Universitario de Investigación, Universidad de Alicante).
Referencias bibliográficas:
1
Galante & Verdú, 2000.
Anfibios y reptiles
Aves
Anexo 1
i
Martes martes V No preferencial —
i
Genetta genetta V No preferencial —
i
Eptesicus serotinus IV Preferencial —
3 i y ii
Myotis bechsteinii II ,IV No preferencial
i
Nyctalus lasiopterus IV Preferencial —
i
Pipistrellus nathusii IV Preferencial —
i
Pipistrellus pipistrellus IV No preferencial —
i
Rhinolophus euryale II, IV No preferencial —
Aportación realizada por la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM).
i
atos según informe realizado por la SECEM en el área norte de la Península Ibérica. Este informe comprende exclusivamente
D
las Comunidades Autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña.
ii
Datos según informe realizado por la SECEM en el área sur de la Península Ibérica.
Referencias bibliográficas:
1
Benzal, Fajardo & García, 2001; Schreur, 2007.
2
Schreur, 2007.
3
Salsamendi et al., 2007.
4
Juste, 2007.
50 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Tabla A1.2
Taxones que, según las aportaciones de las sociedades científicas de especies (SEBCP; AHE y SEO/BirdLife),
pueden considerarse como característicos y/o diagnósticos del tipo de hábitat de interés comunitario 9260.
* Presencia: Habitual: taxón característico, en el sentido de que suele encontrarse habitualmente en el tipo de hábitat; Diagnóstico: entendido como diferencial del
tipo/subtipo de hábitat frente a otros; Exclusivo: taxón que sólo vive en ese tipo/subtipo de hábitat.
** Afinidad (sólo datos relativos a invertebrados): Obligatoria: taxón que se encuentra, prácticamente en el 100% de sus localizaciones, en el tipo de hábitat considerado;
Especialista: taxón que se encuentra, en más del 75% de sus localizaciones, en el tipo de hábitat considerado; Preferencial: taxón que se encuentra, en más del 50%
de sus localizaciones, en el tipo de hábitat considerado; No preferencial: taxón que se encuentra, en menos del 50% de sus localizaciones, en el tipo de hábitat
considerado.
Nota: si alguna de las referencias citadas no se encuentra entre la bibliografía de este anexo es porque se ha incluido anteriormente en la bibliografía general de la ficha.
Incluido en el
Gnorimus variabilis Norte y centro adultos florícolas, larvas
— — No preferencial Libro Rojo de
(Linnaeus, 1758) peninsular saproxílicas
Invertebrados
Sigue
51
Anexo 1
AVES
Pernis apivorus1 No se — Habitual Moderada Reproductora primaveral
aplica
Accipiter nisus2 No se — Habitual Moderada Reproductora primaveral
aplica e invernante
Como reproductora,
Hieraaetus pennatus3 No se — Habitual Escasa
en paso y pequeñas
aplica
poblaciones invernantes.
Strix aluco4 No se — Habitual Moderada Sedentaria
aplica
Dendrocopos major5 No se — Habitual Moderada Reproductora primaveral
aplica e invernante
Dendrocopos minor6 No se — Habitual Moderada Reproductora primaveral
aplica e invernante
Cyanistes caeruleus7 No se — Habitual De Moderada a Reproductora primaveral
aplica Muy abundante e invernante
Parus major8 No se — Habitual De Moderada a Reproductora primaveral
aplica Muy abundante e invernante
Sitta europea9 No se — Habitual Moderada Reproductora primaveral
aplica e invernante
Certhia No se — Habitual Moderada Sedentaria
brachydactyla10 aplica
Garrulus glandarius11 No se — Habitual Moderada Sedentaria
aplica
Aportación realizada por la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM).
Referencias bibliográficas:
1
López-Fuster, 2007.
2
Schreur, 2007.
3
Salsamendi et al., 2007.
4
Juste, 2007.
5
Mirá & Mathias, 2007.
PLANTAS
Castanea sativa — Habitual, Muy abundante Perenne
Diagnóstica
Paeonia officinalis — Habitual Moderada Perenne
Anexo 1
Tabla A1.3
Identificación y evaluación de los taxones que, según las aportaciones de las sociedades científicas de especies (SEBCP),
pueden considerarse como típicos del tipo de hábitat de interés comunitario 9260.
* Nivel de referencia: indica si la información se refiere al tipo de hábitat en su conjunto, a alguno de sus subtipos y/o a determinados LIC.
** Opciones de referencia: 1: taxón en la que se funda la identificación del tipo de hábitat; 2: taxón inseparable del tipo de hábitat; 3: taxón presente regularmente pero no restringido a
ese tipo de hábitat; 4: taxón característico de ese tipo de hábitat; 5: taxón que constituye parte integral de la estructura del tipo de hábitat; 6: taxón clave con influencia significativa
en la estructura y función del tipo de hábitat.
*** CNEA = Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Nota: si alguna de las referencias citadas no se encuentra entre la bibliografía de este anexo es porque se ha incluido anteriormente en la bibliografía general de la ficha.
Anexo 1
López, G., 2001. Los árboles y arbustos de la Penínsu- Ramírez, Á., 2002. Trepador azul, Sitta europaea.
la Ibérica e Islas Baleares. (Especies silvestres y culti- En: Del Moral, J.C., Molina, B., De la puente,
vadas). Tomo I-II. Madrid: Mundiprensa. J. & Pérez-Tris, J. Atlas de las aves invernantes de
López-Fuster, M.J., 2007. Sorex granarius (Miller, Madrid, 1999-2001. Madrid: Seo-Monticola.
1910). Ficha Libro Rojo pp: 108-110. En: Palo- pp 266-267.
mo, L.J.,Gisbert, J. & Blanco, V. Atlas y Libro Rivas-Martínez, S., 1975. La vegetación de la clase
Rojo de los mamíferos de España. Madrid: Direc- Quercetea ilicis en España y Portugal. Anales del
ción General para la Biodiversidad, SECEM- Instituto Botánico Cavanilles 31 (2): 205-259.
SECEMU. Rivas-Martinez, S. et al., 1987. Memoria del mapa de
Martínez, M.M., Sánchez, J.A. & Rico, E., 2008. series de Vegetacion de España. Madrid: ICONA.
Veronica L. En: Castroviejo, S. et al. (eds.). Flora Romero, J.L., Prieta, J., Serradilla, J. & Molina,
Ibérica. Plantas vasculares de la Península Ibérica e B., 2003. Pico Menor, Dendrocopos minor. En:
Islas Baleares. Vol. 13. Real Jardín Botánico, Martí, R. & Del Moral, J.C. (eds.). Atlas de las
CSIC. Aves Reproductoras de España. Madrid: Dirección
Mirá, A.M. & Mathias da, L., 2007. Microtus lu- General de Conservación de la Naturaleza, SEO/
sitanicus (Gerbe, 1879). Ficha Libro Rojo. pp BirdLife. pp 362-363.
418-421. En: Palomo, L.J., Gisbert, J. & Blan- Sánchez Pedraja, O., 2005. Dactylorhiza Neck ex
co, J.C. Atlas y Libro Rojo de los mamíferos de Nevski. En: Castroviejo, S. et al. (eds.). Flora Ibé-
España. Madrid: Dirección General para la Bio- rica. Plantas vasculares de la Península Ibérica e Is-
diversidad, SECEM-SECEMU. las Baleares. Vol. 21: 94-110. Real Jardín Botáni-
Molina, B., 2002. Pico Menor, Dendrocopos minor. co, CSIC.
En: Del Moral, J.C., Molina, B., de la Puente, J. Santos, X., Carretero, M., Llorente, G. &
& Pérez-Tris, J. Atlas de las Aves Invernantes de Montori, A. (Asociación Herpetológica Es-
Madrid, 1999-2001. Madrid: SEO-Monticola y pañola), 1998. Inventario de las áreas importantes
Comunidad de Madrid. pp 188-189. para los anfibios y reptiles de España. Ministerio de
Molina, B., 2003. Pico Picapinos, Dendrocopos Medio Ambiente. Colección Técnica. 237 p.
major. En: Martí, R. & Del Moral, J.C. (eds.). Salsamendi, E., Napal, M., Aihartza, J., Goiti,
Atlas de las Aves Reproductoras de España. Ma- U., Almenar, D. & Garín, I., 2007. Estudios de
drid: Dirección General de Conservación de la selección de hábitat de Myotis bechsteinii, Myotis
Naturaleza, SEO/BirdLife. pp 356-357. emarginatus, Rhinolophus mehelyi y Rhinolophus
Morales, M.J., 1992. Asientos para un Atlas Coro- euryale. Informe final Proyecto LIFE-Naturaleza
lógico de la Flora Occidental. Mapa 491. Fon- Conservación de Quirópteros Amenazados en
tqueria 33: 207-212. Extremadura. Junta de Extremadura, SECEMU.
Moreno, J.C. & Sainz, H., 1992. Atlas corológico Salvador, A., 2005. Herrerillo común, Cyanistes
de las monocotiledóneas endémicas de la Península caeruleus. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebra-
Ibérica e Islas Baleares. MAPA. ICONA. Colec- dos Españoles. Carrascal, L.M. & Salvador, A.
ción Técnica. (eds.). Madrid: Museo Nacional de Ciencias Na-
Muñoz, A.R. & Blas, J., 2003. Aguililla calzada, turales. www.vertebradosibericos.org (consulta-
Hieraaetus pennatus. En: Martí, R. & Del Moral, do en abril de 2008)
J.C. (eds.). Atlas de las Aves Reproductoras de Espa- Schreur, G., 2007. Seguimiento de quirópteros fores-
ña. Madrid: Dirección General de Conservación tales. Informe final Proyecto LIFE-Naturaleza
de la Naturaleza, SEO/BirdLife. pp 190-191. Conservación de Quirópteros Amenazados en
Peinado, M. & Rivas-Martínez, S., 1987. La vegeta- Extremadura. Junta de Extremadura, SECEMU.
ción de España. Universidad de Alcalá de Henares. Tellería, J.L., Asensio, B. & Díaz, M., 1999. Aves
Prieta, J., 2003. Abejero Europeo, Pernis apivorus. ibéricas. II. Paseriformes. J.M. Reyero Editor.
En: Martí, R. & Del Moral, J.C. (eds.). Atlas de Madrid.
las Aves Reproductoras de España. Madrid: Direc- Vázquez, X., 2003. Arrendajo, Garrulus glandarius.
ción General de Conservación de la Naturaleza, En: Martí, R. & Del Moral, J.C. (eds.). Atlas de
SEO/BirdLife. pp 156-157. las Aves Reproductoras de España. Madrid: Direc-
57
Anexo 1
ción General de Conservación de la Naturaleza, & Del Moral, J.C. (eds.). Atlas de las Aves Repro-
SEO/BirdLife. pp 538-539. ductoras de España. Madrid: Dirección General
Zuberogoitia, Í. & Martínez-Climent, J. A., de Conservación de la Naturaleza, SEO/BirdLi-
2003. Cárabo común, Strix aluco. En: Martí, R. fe. pp 320-321.
58 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
ANEXO 2
Información Edafológica complementaria
1. C
aracterización hojarasca y su dinámica, dada su contribución a la
edafológica composición del humus. Existe una clara relación
entre la biomasa foliar y la hojarasca, en relación
1.1. Suelos también con la edad de los castaños (Santa Regina et
al., 2001). Esto parece estar en relación con el estado
Los principales parámetros del suelo medidos en el nutricional de los suelos, especialmente en lo que
exhaustivo estudio de Gandullo et al. (2004) sobre respecta a los contenidos de fósforo y potasio.
los castañares españoles se resumen en la tabla A2.1.
Estas comunidades se desarrollan sobre suelos fuerte- Los suelos que se pueden encontrar principalmente
mente ácidos, matizados por los más meridionales en este tipo de hábitat son Cambisoles (generalmen-
que son moderadamente ácidos. El tipo de humus te dístricos o crómicos), Luvisoles (de carácter dístri-
predominante es el mull forestal oligotrófico, a lo co) y Umbrisoles (de carácter háplico) (ver figura
que contribuye la facilidad de mineralización de la A2.1) (Gandullo et al., 2004; IUSS Working Group
hojarasca del castaño. El contenido de materia orgá- WRB, 2006). No obstante, otros suelos (Regosoles,
nica en los más occidentales es moderado, aproxima- Leptosoles, incluso Phaeozem) pueden presentarse
damente un 3%, y en el resto, ligeramente más bajo. localmente en función de las condiciones fisiográficas
En estos suelos, es muy importante el reciclado de la descritas (pendiente elevada, por ejemplo).
Tabla A2.1
Datos característicos de los suelos de castañares pertenecientes al tipo de hábitat 9260.
Modificado de Gandullo et al., 2004.
59
Figura A2.1
Principales tipos de suelos relacionados con las comunidades del tipo de hábitat 9260.
El perfil típico que se presenta puede ser descrito ción C/N es generalmente inferior a 15 y el humus
como A-(B)-C. El castaño parece mostrar preferen- es de tipo mull oligotrófico, siendo el contenido en
cia por los sustratos silíceos, si bien es capaz de desa- materia orgánica bajo (<6%) (ver tabla 4) (Rubio et
rrollarse en terrenos calizos si el clima facilita el la- al., 2001; Gandullo et al., 2004).
vado de las bases. Asimismo, no se presenta general-
mente en terrenos compactos y con excesiva hume- La textura de los suelos es muy variable, claramen-
dad, prefiriendo suelos bien drenados y cierto nivel te relacionada con el material de partida, si bien,
de trofía (asociado generalmente a las tierras pardas como se ha comentado, no suelen ser texturas muy
eutróficas). El desarrollo del horizonte cámbico (Bw) compactas. La pedregosidad puede llegar a ser con-
es común, pues muchos de los suelos bajo castaño se siderable, condicionando el grado de desarrollo
clasifican como Cambisoles (hasta un 49% del total (pendiente-erosión-rejuvenecimiento). La presencia
de suelos analizado en el estudio de Gandullo et al., de un horizonte árgico se relaciona con la posición
2004, si bien algunos serían clasificados como Um- topográfica adecuada y la ausencia de las lluvias en la
brisoles aplicando la WRB, 2006). época de verano, con lo cual el desarrollo de un ver-
dadero horizonte Bt puede verse afectada en zonas
Las pendientes son variables, con muchos suelos en de pendiente y elevada pluviosidad general (Rubio
zonas de pendiente entre 20 y 30% (valor medio: et al., 2002)
35%; ver tabla 3). La mayoría de suelos de castañar
son ácidos, con un pH que puede oscilar entre 4,5 Las pendientes relativamente acusadas y una elevada
y 5,5 pero los valores pueden ser más elevados en pedregosidad condicionan la capacidad de retención
suelos desarrollados sobre materiales calizos (Rubio de estos suelos, reduciéndola. La textura predomi-
et al., 1997a). El complejo de cambio generalmente nante de estos suelos es arcillo-arenosa, si bien este
desaturado y la mineralización de los nutrientes es parámetro es muy variable. Evitan suelos con textu-
relativamente fácil, debido sobre todo a la naturaleza ra muy pesada (texturas excesivamente finas) o bien
de los residuos de los castaños y al manejo. La rela- encharcados (Rubio y et al., 2002).
60 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
Anexo 2
5. Descripción de perfiles
representativos
Localización
Propiedades físicas
% Textura
Horizontes gravas AG AF LG LF Arc Clase
Franco
A1 36,02 16,67 45,09 3,79 16,23 18,22
arenosa
Franco
A2 35,81 31,73 27,79 7,85 16,47 16,16
arenosa
AB 44,07 25,48 28,06 9,81 18,75 17,90 Franca
Franco
C 56,19 21,74 36,58 5,51 17,60 18,57
arenosa
63
Anexo 2
Propiedades químicas
pH
%C % MO %N C/N
Hrs H2 O KCl FNa
A1 4,80 4,30 10,2 4,75 8,17 0,30 15,8
A2 5,10 4,50 10,6 4,17 7,17 0,34 12,3
AB 4,90 4,40 10,5 3,93 6,76 0,28 14,0
C 4,90 4,10 9,1 1,30 2,24 0,16 8,1
Localización
Propiedades físicas
% Textura
Horizontes gravas AG AF LG LF Arc Clase
Franco
A 33,21 44,02 28,02 3,46 18,64 6,96
arenosa
Franco
AB 30,85 50,91 22,69 4,14 11,33 10,93
arenosa
Franco
C 31,59 45,16 26,91 4,33 13,10 10,50
arenosa
Propiedades químicas
pH
%C % MO %N C/N
Hrs H2 O KCl FNa
A 4,9 4,1 8,6 3,1 5,3 0,25 12,4
AB 4,6 4,2 9,6 4,9 8,4 0,36 13,6
C 4,8 4,2 9,3 2,3 4,0 0,21 11,0