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9260

Bosques de Castanea sativa

Autor
Agustín Rubio
2 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Esta ficha forma parte de la publicación Bases ecológicas preliminares para la conservación de los
tipos de hábitat de interés comunitario en España, promovida por la Dirección General de Medio
Natural y Política Forestal (Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino).

Dirección técnica del proyecto


Rafael Hidalgo.

Realización y producción

Coordinación general
Elena Bermejo Bermejo y Francisco Melado Morillo.

Coordinación técnica
Juan Carlos Simón Zarzoso.

Colaboradores
Presentación general: Roberto Matellanes Ferreras y Ramón Martínez Torres. Edición: Cristina
Hidalgo Romero, Juan Párbole Montes, Sara Mora Vicente, Rut Sánchez de Dios, Juan García
Montero, Patricia Vera Bravo, Antonio José Gil Martínez y Patricia Navarro Huercio. Asesores:
Íñigo Vázquez-Dodero Estevan y Ricardo García Moral.

Diseño y maquetación
Diseño y confección de la maqueta: Marta Munguía.
Maquetación: Do-It, Soluciones Creativas.

Agradecimientos
A todos los participantes en la elaboración de las fichas por su esfuerzo, y especialmente a
Antonio Camacho, Javier Gracia, Antonio Martínez Cortizas, Augusto Pérez Alberti y Fernando
Valladares, por su especial dedicación y apoyo a la dirección y a la coordinación general y
técnica del proyecto.

Las opiniones que se expresan en esta obra son responsabilidad de los autores y no necesariamente
de la Dirección General de Medio Natural y Política Forestal (Ministerio de Medio Ambiente,
y Medio Rural y Marino).
3

presentación

La coordinación general del grupo 9 ha sido encargada a la siguiente institución

Asociación Española de Ecología Terrestre

Autor: Agustín Rubio1.

1
Univ. politécnica de Madrid.

Colaboraciones específicas relacionadas con los grupos de especies:


Invertebrados: Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO, Instituto
Universitario de Investigación, Universidad de Alicante). José Ramón Verdú Faraco,
Mª Ángeles Marcos García, Estefanía Micó Balaguer, Catherine Numa Valdez y
Eduardo Galante Patiño.

Anfibios y reptiles: Asociación Herpetológica Española (AHE). Jaime Bosch Pérez,


Miguel Ángel Carretero Fernández, Ana Cristina Andreu Rubio y Enrique Ayllón López.

Aves: Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife). Juan Carlos del Moral


(coordinador-revisor), David Palomino, Blas Molina y Ana Bermejo (colaboradores-
autores).

Mamíferos: Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos


(SECEM). Francisco José García, Luis Javier Palomo (coordinadores-revisores),
Roque Belenguer, Ernesto Díaz, Javier Morales y Carmen Yuste (colaboradores-
autores).

Plantas: Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas (SEBCP).


Jaime Güemes Heras, Álvaro Bueno Sánchez (directores), Reyes Álvarez Vergel
(coordinadora general), Francisco Amich García (coordinador regional y colaborador-
autor).

Colaboración especifica relacionada con suelos:


Sociedad Española de la Ciencia del Suelo (SECS). Felipe Macías Vázquez, Roberto
Calvelo Pereira y Xosé Luis Otero Pérez.
A efectos bibliográficos la obra completa debe citarse como sigue:
VV.AA., 2009. Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de
interés comunitario en España. Madrid: Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino.

A efectos bibliográficos esta ficha debe citarse como sigue:


Rubio A., 2009. 9260 Bosques de Castanea sativa. En: VV.AA., Bases ecológicas preliminares
para la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario en España. Madrid: Ministerio de
Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. 64 p.

Primera edición, 2009.

Edita: Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. Secretaría General Técnica.


Centro de Publicaciones.

NIPO: 770-09-093-X
ISBN: 978-84-491-0911-9
Depósito legal: M-22417-2009
5

ÍNDICE

1. PRESENTACIÓN GENERAL 7
1.1. Código y nombre 7
1.2. Definición 7
1.3. Descripción 7
1.4. Problemas de interpretación 8
1.5. Esquema sintaxonómico 8
1.6. Distribución geográfica 9

2. CARACTERIZACIÓN ECOLÓGICA 13
2.1. Regiones naturales 13
2.2. Factores biofísicos de control 15
2.3. Subtipos 17
2.4. Especies de los anexos II, IV y V 17
2.5. Exigencias ecológicas 18

3. EVALUACIÓN DEL ESTADO DE CONSERVACIÓN 23


3.1. Determinación y seguimiento de la superficie ocupada 23
3.2. Identificación y evaluación de las especies típicas 25
3.3. Evaluación de la estructura y función 26
3.3.1. Factores, variables y/o índices 26
3.3.2. Protocolo para determinar el estado de conservación global
de la estructura y función 28
3.3.3. Protocolo para establecer un sistema de vigilancia global
del estado de conservación de la estructura y función 29
3.4. Evaluación de las perspectivas de futuro 31
3.5. Evaluación del conjunto del estado de conservación 31

4. RECOMENDACIONES PARA LA CONSERVACIÓN 33

5. INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA 35
5.1. Bienes y servicios 35
5.2. Líneas prioritarias de investigación 35

6. BIBLIOGRAFÍA CIENTÍFICA DE REFERENCIA 37

7. FOTOGRAFIAS 41

Anexo 1: Información complementaria sobre especies 48

Anexo 2: Información edafológica complementaria 58


1. PRESENTACIÓN GENERAL

1.1.  Código y nombre Código y nombre del tipo de hábitat en el anexo 1


de la Directiva 92/43/CEE
9260 Bosques de Castanea sativa. 9260 Bosques de Castanea sativa

Definición del tipo de hábitat según el Manual de


1.2.  DEFINICIÓN interpretación de los tipos de hábitat de la Unión Euro-
pea (EUR25, abril 2003)

La definición según el Manual de interpretación de Bosques dominados por castaños Castanea sativa (casta-
ñares), supra-mediterráneos y submediterráneos, así como
los Hábitat de la Unión Europea es corta y concisa, antiguas plantaciones con sotobosque semi-natural.
y en ella quedan probablemente incluidos todos
castañares presentes en España, desde los pies pro- Relaciones con otras clasificaciones de hábitat
ductores de fruto o los recientemente cortados a EUNIS Habitat Classification 200410
hecho, con los mayores rasgos de artificialidad, has- G 1.7 Masas forestales caducifolias termófilas
ta aquellos que muestran las mejores estructuras Palaearctic Habitat Classification 1996
forestales propias de bosques maduros. 41.9 Bosques de castaños

1.3.  Descripción
Los castañares maduros crean un ambiente frondo-
Adaptación de la descripción publicada en Los tipos so y sombrío, bastante parecido al de los hayedos
de hábitat de interés comunitario de España. Guía del norte peninsular. En el interior, llama la aten-
básica (Bartolomé et al., 2005): ción el gran acúmulo de hojarasca fundamental-
mente del otoño anterior, que cubre el suelo y la
El castaño se distribuye por las regiones occidenta- escasez de vegetación en el sotobosque. La flora es
les y atlánticas la Península, así como en enclaves de común a la de las formaciones forestales sobre las
Cataluña y Andalucía, desde prácticamente el nivel que se implantan, con especies atlánticas en los
del mar pudiendo llegar hasta los 1.500 m en Sierra soutos de castaños de Galicia y de la cornisa cantá-
Nevada. brica, o con otras de carácter mucho más medite-
rráneo, en los castañares catalanes, extremeños, cas-
Vive en climas con precipitaciones generalmente su- tellanos o andaluces. Los castañares se han utilizado
periores a 600 mm, sobre sustratos silíceos, o cal- tradicionalmente para la producción de madera y
cáreos bien lavados, y bien aireados. La mayoría de de fruto.
los castañares son formaciones procedentes de culti-
vo, que suelen ocupar el espacio correspondiente a La fauna es rica cuando el bosque es maduro, semejan-
especies del género Quercus de apetencias climáticas te a la de otras formaciones caducifolias. La fauna a
parecidas, como melojos, carballos, robles morunos, menudo aprovecha los recovecos de los viejos castaños
alsinas, etc., y de hayas y bosques mixtos de frondo- para nidificar u obtener refugio, y también consumen
sas en el noroeste de la Península. Muchos de estos el fruto como alimento. Entre la especies que utilizan
bosques alcanzan una estructura madura, con ejem- estas oquedades se pueden citar la ardilla (Sciurus vul-
plares añosos y de considerables dimensiones, llegan- garis), el lirón careto (Eliomys quercinus), que hiberna
do a la autorregeneración en casos favorables. dentro de ellos, o numerosas aves forestales.
8 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

1.4. Problemas de refugios desde los cuales se expandieron en el Holoce-


interpretación no. Sin embargo, la existencia prerromana del castaño
no impide que haya que tener en cuenta paralelamente
Los castañares se identifican con facilidad dada la do- la influencia que en su expansión ha tenido el hombre,
minancia del castaño en las mismas. No obstante, el especialmente a partir de la época medieval como tam-
doble uso maderero o frutero de los mismos ha provo- bién registran las reconstrucciones polínicas.
cado una fuerte disociación en la interpretación de las
masas aprovechadas como monte alto, de aquellas tí- Aunque es cierto que los castañares orientados a la
picamente forestales habitualmente aprovechadas a producción de fruto poseen un alto grado de artifi-
monte bajo. En ocasiones, las distintas fuentes estadís- cialidad en su organización ecológica, también es
ticas (agrícolas o forestales) o científicas (agronómico- cierto que su presencia está denunciando un territo-
forestales, botánicas, ecológicas) han hecho que un rio viable para el desarrollo de la especie y por lo
tipo u otro, cuando no ambos tipos, hayan sido igno- tanto donde podría plantearse una expansión de este
rados por unos u otros. Así, muchos botánicos (Ceba- tipo de hábitat si, llegado el caso, la rentabilidad
llos & Ruiz de la Torre, 1971; López González, 1982) agronómica del castañar frutero no aconsejara su
consideran que es una especie introducida en la Penín- continuidad como tal. Es decir, que el abandono de
sula Ibérica por los romanos, y asilvestrada en muchas castañares en áreas en las que ha sido tradicionalmen-
zonas. Sin embargo, autores como García Antón et al. te dedicado a la obtención de fruto, en algunos casos,
(1990) no comparten estos criterios al haber registros podría suponer su conversión a bosques seminatura-
polínicos que atestiguan su presencia en la Península les. No quiere decir que todos estos castañares frute-
desde el Pleistoceno inferior (hace 1.880.000 años), ros pudieran ser viables como formaciones seminatu-
donde los consideran acantonados en determinados rales, pero su consideración es un dato importante.

1.5.  ESQUEMA sintaxonómico

Código del tipo de Hábitat del Atlas y Manual de los Hábitat de España
hábitat de interés
comunitario Código Nombre
823010/823020/
9230-9260-9380 826020/826030/ Quercion pyrenaicae Rivas Goday ex Rivas-Martínez 1965
838020
9240-9260 824020/826010 Quercion roboris Malcuit 1929

En color se han señalado los hábitat del Atlas y Manual de los Hábitat de España que, aunque no están relacionados directamente con el tipo de hábitat
de interés comunitario 9260, presentan alguna asociación que sí lo está, así como las alianzas que, según Bartolomé et al. (2005) están presentes en el tipo
de hábitat 9260, pero para las que el Atlas y Manual de los Hábitat de España (inédito) no describe ninguna asociación dentro de dicho tipo de hábitat.

Tabla 1.1
Clasificación del tipo de hábitat 9260.
Datos del Atlas y Manual de los Hábitat de España (inédito).
9

presentación

1.6.  DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

Alpina
Atlántica
Continental
Mediterránea

Figura 1.1
Mapa de distribución
del tipo de hábitat
9260 por regiones
biogeográficas en la
Unión Europea.
Datos de las listas de
referencia de la
Agencia Europea de
Medio Ambiente.

Figura 1.2
Mapa de
distribución
estimada del tipo
de hábitat 9260.
Datos del Atlas de
los Hábitat de
España, marzo
de 2005.
10 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Región Superficie ocupada por Superficie incluida en LIC


biogeográfica el tipo de hábitat (ha) ha %
Alpina 427,82 32,88 7,69
Atlántica 19.565,50 5.761,44 29,45
Macaronésica — — —
Mediterránea 37.202,10 20.642,68 55,49
TOTAL 57.195,42 26.437,00 46,22

Tabla 1.2
Superficie ocupada por el tipo de hábitat 9260 por región biogeográfica,
dentro de la red Natura 2000 y para todo el territorio nacional.
Datos del Atlas de los Hábitat de España, marzo de 2005.

Figura 1.3
Lugares de
Interés
Comunitario en
que está
presente en el
tipo de hábitat
9260.
Datos de los
formularios
normalizados de
datos de la red
Natura 2000,
enero de 2006.
11

presentación

Evaluación de LIC (número de LIC) Superficie incluida


Región biogeográfica
A B C ln en LIC (ha)

Alpina — — — — —

Atlántica 2 5 2 — 2.201,79

Macaronésica — — — — —

Mediterránea 18 23 3 — 32.049,02

TOTAL 20 28 5 — 34.250,81

A: excelente; B: bueno; C: significativo; ln: no clasificado.


Datos provenientes de los formularios normalizados de datos de la red Natura 2000, enero de 2006.
Nota: En esta tabla no se han considerado aquellos LIC que están presentes en dos o más regiones biogeográficas, por lo que los totales no reflejan el número real de LIC
en los que está representado el tipo de hábitat 9260.

Tabla 1.3
Número de LIC en los que está presente el tipo de hábitat 9260, y evaluación global de los mismos respecto al tipo
de hábitat. La evaluación global tiene en cuenta los criterios de representatividad, superficie relativa y grado de
conservación.

La resolución de los mapas permite observar que, chas en las que su presencia es significativa apare-
en relación al realizado a partir del Atlas de los Há- cen con una proporcionalidad superficial difícil de
bitat de España (ver figura 1.2), los territorios galle- comprender, así como con sorprendentes localiza-
gos parecen excesivamente generosos, aunque co- ciones como los ubicados en el interior de la pro-
rrectamente alejados de la costa atlántica. Por otro vincia de Cáceres, completamente erróneos. Es un
lado, los de la cornisa cantábrica no son aprecia- mapa que no proporciona una buena representa-
bles, quizás por lo reducido de su ocupación super- ción gráfica de la distribución del tipo de hábitat
ficial. Los demás núcleos aparecen correctamente en España, probablemente debido al hecho de que
ubicados y proporcionados. En relación al mapa no cartografía la distribución de los castañares, si
realizado a partir de los formularios normalizados no aquellos LIC en los que este tipo de hábitat está
de datos red Natura 2000 (ver figura 1.3) las man- presente.

Figura 1.4
Frecuencia de cobertura del tipo de hábitat 9260 en LIC.
La variable denominada porcentaje de cobertura expresa la superficie que ocupa
un tipo de hábitat con respecto a la superficie total de un determinado LIC.
12 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

ALP ATL MED MAC


Sup. — —   17,84% —
Andalucía
LIC — —   13,63% —
Sup. —    0,24% — —
Asturias
LIC — — — —
Sup. —    0,24% — —
Cantabria
LIC —   11,11% — —
Sup. — —    1,04% —
Castilla- La Mancha
LIC — —    4,54% —
Sup. —   22,96%    9,34% —
Castilla y León
LIC —   29,54% — —
Sup. — —    8,23% —
Cataluña
LIC — —   15,90% —
Sup. — —    0,90% —
Comunidad de Madrid
LIC — —    4,54% —
Sup. — —   21,47% —
Extremadura
LIC — —   20,45% —
Sup. —   79,24% — —
Galicia
LIC —   44,44% — —
Sup. — —    0,06% —
La Rioja
LIC — —    2,27% —
Sup. 100%   10,58% — —
Navarra
LIC —   33,33% — —
Sup. —    0,33% — —
País Vasco
LIC —   11,11% — —

Sup.: Porcentaje de la superficie ocupada por el tipo de hábitat de interés comunitario en cada comunidad autónoma respecto a la superficie total de su
área de distribución a nivel nacional, por región biogeográfica.
LIC: Porcentaje del número de LIC con presencia significativa del tipo de hábitat de interés comunitario en cada comunidad autónoma respecto al total de
LIC propuestos por la comunidad en la región biogeográfica. Se considera presencia significativa cuando el grado de representatividad del tipo de hábitat
natural en relación con el lic es significativo, bueno o excelente, según los criterios de los formularios normalizados de datos de la red Natura 2000.
Nota: En esta tabla no se han considerado aquellos LIC que están presentes en dos o más regiones biogeográficas.
Datos del Atlas de los Hábitat de España, a fecha de marzo de 2005, y de los formularios normalizados de datos Natura 2000, enero de 2006.

Tabla 1.4
Distribución del tipo de hábitat 9260 en España por comunidades autónomas en cada región
biogeográfica.
2. CARACTERIZACIÓN ecológica

2.1. Regiones naturales

Tabla 2.1
Distribución de la superficie del tipo de hábitat 9260 por regiones naturales.

Superficie Porcentaje Superficie Porcentaje


Región biogeográfica Región Natural
(ha) (%) (ha) (%)
ALPINA   413   0,72 ALP3   413   0,72

ATL1   139   0,24

ATL2   47   0,08

ATL3   58   0,10

ATL5   9.728 17,03


ATLÁNTICA   20030 35,07
ATL6   905   1,58

ATL7   7.715 13,51

ATL8   239   0,42

ATL9   1.197   2,10

MED1   1.851   3,24

MED2   24   0,04

MED3   13.042 22,83

MED5   61   0,11

MED6   1.084   1,90

MED12   11   0,02

MED13   156   0,27

MEDITERRÁNEA 36679 64,21 MED14   374   0,65

MED16   905   1,58

MED17   2.455   4,30

MED22   3.685   6,45

MED24   506   0,89

MED26  1   0,00

MED28   440   0,77

MED29   2.820   4,94

Sigue
14 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Continuación Tabla 2.1

Superficie Porcentaje Superficie Porcentaje


Región biogeográfica Región Natural
(ha) (%) (ha) (%)
MED30 4.423   7,74

MED31   32   0,06

MED33 18   0,03

MED34   80   0,14

MED35 55   0,10

MED36  4   0,01
MEDITERRÁNEA 36679 64,21
MED37   197   0,34

MED39   1.500   2,63

MED40 614   1,08

MED42 1.346   2,36

MED45 18   0,03

MED47   979   1,71

Figura 2.1
Mapa de
distribución
del tipo de
hábitat 9260
por regiones
naturales.
15

Caracterización ecológica

2.2. Factores biofísicos • Evapotranspiración potencial anual (ETP):


de control suma de las doce evapotranspiraciones potencia-
les mensuales, obtenida cada una de ellas según
Para la comprensión del funcionamiento y estructura Thornthwaite (1948), expresada en mm y en-
del tipo de hábitat del castaño, se especifican a conti- tendida como el poder evapotranspirante de la
nuación una serie de factores que se consideran defi- atmósfera.
nitorios de las características del biotopo, en principio • Suma de superávits: suma de las diferencias P-
válidos para todo el tipo de hábitat, salvo que se indi- ETP en todos aquellos meses en los cuales la
que alguna matización geográfica. Basándose en la precipitación supera a la evapotranspiración po-
experiencia de trabajos anteriores (Rubio et al. 1997b, tencial. Evalúa el agua sobrante de los meses
1999, 2001, 2002a), se delimitan: tres parámetros de húmedos que queda en el suelo, incrementando
tipo fisiográfico, 15 de tipo climático (cinco definido- sus reservas o drenando a profundidad. Se ex-
res del régimen pluviométrico, cinco del régimen tér- presa en mm.
mico y cinco del hídrico), seis de tipo edáfico (cinco •  Suma de déficits (DEF): suma de las diferen-
relacionados con las propiedades físicas de los suelos cias ETP-P en todos aquellos meses en los cuales
y uno relacionado con sus propiedades químicas), y la evapotranspiración potencial supera a la pre-
por último tres de tipo edafoclimático. La metodolo- cipitación. Evalúa el déficit de agua climática
gía está definida en Gandullo et al. (2004): que puede ser compensado, más o menos par-
cialmente, por el agua que haya quedado en el
■ Fisiográficos suelo en los meses de superávit. Se expresa en
mm.
• Altitud: número que expresa la altitud, en metros. • Índice hídrico anual (IH): indicador síntesis
• Pendiente: número que expresa la inclinación, de SUP, DEF Y ETP a través de la fórmula
dado en tanto por ciento. IH=(100SUP-60DEF)/ETP, según Thorthwai-
• Insolación: parámetro que evalúa la cantidad te (1948). Coeficiente adimensional.
de radiación solar que incide en terreno en fun- • Duración de la sequía: Número que mide en
ción de su pendiente y orientación según la me- meses la época del año en que la quebrada de
todología de Gandullo (1974). temperaturas está situada por encima de la que-
brada de precipitaciones en el diagrama ómbro-
■ Climáticos térmico de Gaussen.
• Intensidad de la sequía: Cociente entre el área
• Precipitación de invierno: suma en mm de las seca y el área húmeda en el citado diagrama,
precipitaciones de los meses de diciembre, enero definiendo área seca como la superficie limitada
y febrero. por las quebradas de temperaturas medias y pre-
• Precipitación de primavera: suma en mm de cipitaciones cuando aquella está por encima de
las precipitaciones de los meses de marzo, abril esta última, y área húmeda cuando ocurre al re-
y mayo. vés. Coeficiente también adimensional.
• Precipitación de verano: suma en mm de las pre-
cipitaciones de los meses de junio, julio y agosto. ■ Edáficos
• Precipitación de otoño: suma en mm de las
precipitaciones de los meses de septiembre, oc- • Tierra fina: media ponderada por espesor de
tubre y noviembre. horizonte, de los porcentajes de partículas de
• Precipitación total (P): suma en mm de las diámetro menor de 2 mm en el suelo natural.
doce precipitaciones mensuales. • Arena: media ponderada por espesor de hori-
• Temperatura media anual: media aritmética zonte, del porcentaje de partículas de diámetro
de las doce temperaturas medias mensuales. comprendido entre 2000 y 50 mm en la tierra
• Temperatura media del mes más cálido fina mineral.
(TMC): expresada en grados centígrados. • Limo: media ponderada por espesor de hori-
• Temperatura media del mes más frío (TMF): zonte, del porcentaje de partículas de diámetro
expresada en grados centígrados. comprendido entre 50 y 2 mm en la tierra fina
• Oscilación térmica: diferencia entre TMC y TMF. mineral.
16 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

• Arcilla: media ponderada por espesor de ho- determinando las variaciones de la reserva de agua
rizonte, del porcentaje de partículas de diá- a lo largo de los distintos meses de año, en función
metro comprendido inferior a 2 mm en la de aquel y de los valores mensuales de precipitación
tierra fina mineral. y evapotranspiración potencial (Thornthwaite,
• Capacidad de retención de agua: suma de las 1957; Gandullo, 1985).
capacidades de retención de agua de los distin-
tos horizontes, en función de la pendiente de • Evapotranspiración real máxima posible en
la parcela, de su humedad equivalente, el por- el conjunto del año.
centaje de elementos gruesos y la permeabili- • Sequía fisiológica en el conjunto del año
dad comparada entre cada horizonte y el inme- (SF)
diato inferior (Gandullo, 1985). • Drenaje calculado: Evaluación del agua que
•  Acidez actual: media ponderada del pH en escurre del terreno, bien superficial, bien en
agua de cada horizonte, de acuerdo con el cri- vertical hace profundidades extraedafológicas.
terio de Rusell & Moore (1968).
El tipo de hábitat general de los castañares españo-
■ Edáficos-climáticos les puede precisarse por los valores extremos para
cada parámetro (límite inferior y límite superior),
Estos tres parámetros se calculan introduciendo el cuyos valores se detallan en las tablas 2.2 y 2.3
parámetro CRA en el cálculo de una ficha hídrica junto con su valor medio.

Parámetros Límite inferior Valor medio Límite superior


ALTITUD (m) 50 710,7 1470

PENDIENTE (%) 0 35,1 85

INSOLACIÓN 0,16 0,83 1,34

PRECIPITACIÓN DE INVIERNO (mm) 147,0 403,2 691,7

PRECIPITACIÓN DE PRIMAVERA (mm) 138,0 316,7 647,0

PRECIPITACIÓN DE VERANO (mm) 21,0 124,2 364

PRECIPITACIÓN DE OTOÑO (mm) 105,0 326,8 561,1

PRECIPITACIÓN TOTAL (mm) 427,0 1170,9 2193,0

TEMPERATURA MEDIA ANUAL (ºC) 8,5 12,21 16,3

TEMPERATURA MEDIA DEL MES MÁS CÁLIDO (ºC) 14,2 20,53 27,1

TEMPERATURA MEDIA DEL MES MÁS FRÍO (ºC) 1,5 5,21 10,7

OSCILACIÓN TÉRMICA (ºC) 9,4 15,32 22,6

EVAPOTRANSPIRACIÓN POTENCIAL (mm) 592,4 699,49 829,0

SUMA DE SUPERÁVITS (mm) 138,1 711,89 1543,9

SUMA DE DÉFICITS (mm) 0,0 240,43 505,4

ÍNDICE HÍDRICO ANUAL -17,3 83,70 237,8

DURACIÓN DE LA SEQUÍA (meses) 0,00 1,45 4,14

INTENSIDAD DE LA SEQUÍA 0,00 0,06 0,49

Tabla 2.2
Valores de los parámetros del tipo de hábitat fisiográfico y climático de los castañares en España.
(Gandullo et al., 2004).
17

Caracterización ecológica

Parámetros Límite inferior Valor medio Límite superior


TIERRA FINA (%) 4,4 49,65 99,6

ARENA (%) 5,7 42,61 89,8

LIMO (%) 6,6 39,95 70,1

ARCILLA (%) 3,5 17,43 48,1

CAPACIDAD DE RETENCIÓN DE AGUA 6,3 132,04 452,8

ACIDEZ ACTUAL 4,0 5,07 8,3


EVAPOTRANSPIRACIÓN REAL MÁXIMA
308,9 548,17 723,6
EN EL CONJUNTO DEL AÑO
SEQUÍA FISIOLÓGICA EN EL CONJUNTO DEL AÑO 0,0 151,81 441,4

DRENAJE CALCULADO 116,2 623,28 1543,9

Tabla 2.3
Valores de los parámetros del tipo de hábitat edáfico y edafoclimático de los castañares en España.
(Gandullo et al., 2004).

2.3.  Subtipos 2.4. Especies de los Anexos


II, IV y V
Los bosques de Castanea sativa no llevan ningún
subtipo asociado dentro de la definición de dicho En la siguiente tabla 2.4 se citan especies incluidas en
tipo de hábitat en el Manual de Interpretación de los anexos II, IV y V de la Directiva de Hábitats
los Hábitat de la Unión Europea, ni, a juzgar por (92/43/CEE) y en el anexo I de la Directiva de Aves
nuestra experiencia, creemos necesario o intere- (79/409/CEE) que, según la información disponible
sante plantear ningún subtipo. se encuentran común o localmente presentes en el tipo
de hábitat de interés comunitario 9260.

Tabla 2.4
Taxones incluidos en los anexos II, IV y V de la Directiva de Hábitats (92/43/CEE) y en el anexo I de la Directiva
de Aves (79/409/CEE) que se encuentran presentes en el tipo de hábitat 9260.
* Afinidad: Obligatoria: taxón que se encuentra prácticamente en el 100% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado; Especialista: taxón que se
encuentra en más del 75% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado; Preferencial: taxón que se encuentra, en más del 50% de sus localizaciones
en el tipo de hábitat considerado; No preferencial: taxón que se encuentra en menos del 50% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado.

Anexos Afinidad*
Taxón Afinidad hábitat* Comentarios
Directiva subtipo
Invertebrados
No se dispone de
Osmoderma eremita II y IV —
datos suficientes
No se dispone de
Geomalacus maculosus II y IV —
datos suficientes

Anfibios y reptiles
No se dispone de
Lacerta schreiberi II y IV —
datos suficientes

Sigue
18 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Continuación Tabla 2.4

Anexos Afinidad*
Taxón Afinidad hábitat* Comentarios
Directiva subtipo
PLANTAS

Festuca elegans II y IV No preferencial —

Narcissus triandrus II y IV No preferencial —

Paeonia officinalis II y IV No preferencial —

Doronicum plantagineum V No preferencial —

Leuzea rhaponticoides V No preferencial —

Narcissus triandrus V No preferencial —

Ruscus aculeatus V No preferencial —

Sphagnum sp. V No preferencial —

AVES
Anexo I
Hieraaetus pennatus No preferencial —
Directiva
de Aves

En el anexo 1 de la presente ficha se incluye una lista la Península Ibérica, la horquilla de variación es
adicional de especies incluidas en los anexos II, IV y mayor –desde los 600 hasta los 1.100 m de alti-
V de la Directiva de Hábitats (92/43/CEE) y en el tud–. Sin embargo, existen localizaciones en el
anexo I de la Directiva de Aves (79/409/CEE) que, norte peninsular en las que puntualmente apare-
según las aportaciones de las sociedades científicas de cen castañares de fruto hasta los 1.300 m de al-
especies (CIBIO; AHE; SEO/BirdLife; SECEM), se titud y en Sierra Nevada hasta los 1.500 m.
encuentran común o localmente presentes en el tipo
de hábitat de interés comunitario 9260. ■ Exigencias climáticas

Este tipo de hábitat requiere unas precipitaciones


entorno a los 1.200 mm anuales, con excepción de
2.5.  Exigencias ecológicas los más meridionales y los del nordeste peninsular,
donde pueden ser más bajas, alrededor de los 900
■ Exigencias fisiográficas mm. Valores que también pueden hallarse en algu-
nas localizaciones septentrionales. Los veranos son
Los castañares españoles se caracterizan por lo- templados y los inviernos frescos, pero no fríos, con
calizarse en exposiciones de umbría, con pen- una temperatura media del mes más frío de aproxi-
dientes variadas. Se pueden encontrar en altitu- madamente 5 ºC. Las sequías estivales son cortas
des diversas, menores en el caso de los castañares en la región atlántica, de un mes de duración, y
atlánticos –entre los 400 y los 750 m– y más algo más extensas en la zona mediterránea.
elevados para los mediterráneos –entre 700 y
900 m de altitud–, aunque en el caso de los cas- Según la clasificación climática de Thornthwaite
tañares localizados en las áreas más interiores de (1948) la mayoría de las localizaciones se sitúan
19

Caracterización ecológica

dentro del clima mesotérmico, con evapotranspi- das (Ceballos & Ruiz de la Torre, 1971), debido
raciones entre 570 y 1.140 y, de acuerdo con su probablemente a la abundancia de taninos en su
índice hídrico anual, dentro del clima húmedo. En humus y a lo sombrío de su ambiente, excluyendo
la clasificación de Allué (1991) la mayoría están a muchos posibles competidores, amén de que la
incluidas en el clima nemoromediterráneo, aun- intensa y secular acción antrópica que ha recibido
que también abundan en el nemoral. este tipo de hábitat elimina con cada actuación a
muchos de esos competidores. Por ello, resulta
■ Exigencias edafológicas difícil establecer especies características y diag-
nósticas para este tipo de hábitat. Es más, incluso
Los castañares aparecen esencialmente sobre sue- resulta de dudosa utilidad práctica puesto que el
los silíceos, o muy descalcificados, edificados ma- tipo de hábitat 9260 se identifica sencillamente
yoritariamente sobre rocas de origen metamórfi- por la presencia del castaño.
co e ígneo. Según la clasificación FAO (1998) se
trata fundamentalmente de cambisoles dístricos, No obstante, en la literatura forestal es posible
aunque también aparecen bien representados los encontrar diversas referencias a especies que sue-
luvisoles y los umbrisoles. len estar presentes en los castañares. Así, según
Allué (1991), entre las especies leñosas asociadas
Muestran una abundante pedregosidad, y una ca- a la presencia del castaño se pueden citar Alnus
pacidad de retención de agua moderada, con va- glutinosa, Rhamnus frangula, Fraxinus angustifo-
lores entorno a los 120 mm, pero con apenas se- lia, Crataegus monogyna, Cytisus scoparius, Ade-
quía fisiológica de manera constante. Merece la nocarpus hispanicus, Ulex europaeus, Thymus zi-
pena destacar que la capacidad de retención de gis. Los contactos y mezclas más frecuentes
agua es variable en función de la localización: en además de con el aliso y el fresno, se dan con el
el nordeste de la Península Ibérica, la capacidad de roble común (Quercus robur), el rebollo (Q. pyre-
retención de agua de los suelos de los castañares es naica), el alcornoque (Q. suber), con el pino ne-
ligeramente inferior, mientras que en los suelos gral (Pinus pinaster), el pino silvestre (P. sylves-
del los castañares del sur de la Península es mucho tris) y el haya (Fagus sylvatica). Con menor
mayor, en torno a los 170 mm. Se observa así frecuencia, se encuentra con la encina (Quercus
cómo el castaño necesita de unos suelos con unas ilex ssp ballota), el pino piñonero (Pinus pinea),
determinadas garantías de humedad, de manera el roble albar (Quercus petraea), Quercus humilis,
que unas precipitaciones ambientales bajas se pino carrasco (Pinus halepensis), madroño (Ar-
compensan con unos más elevados valores de ca- butus unedo) y quejigo (Quercus faginea). En el
pacidad de retención de agua por los suelos, noroeste coexiste frecuentemente con la alsina
mientras que unas mayores precipitaciones atmos- (Quercus ilex ssp. ilex).
féricas le hacen eludir los suelos con mayores po-
sibilidades de retener agua, es decir, los suelos Nuestra experiencia tan sólo nos permite señalar el
menos permeables con texturas más pesadas. hecho de que no sea raro encontrar dentro de los
castañares, pies de Prunus avium, Sorbus tormina-
Son suelos fuertemente ácidos, matizados por los lis, Sorbus aucuparia, Fraxinus angustifolia, Ilex
más meridionales que son moderadamente áci- aquifolium, Malus sylvestris o Arbutus unedo.
dos. El tipo de humus predominante es el mull
forestal oligotrófico, a lo que contribuye la facili- En cuanto a la presencia de líquenes en los casta-
dad de mineralización de la hojarasca del castaño. ñares, podemos encontrar en la literatura (Berro-
El contenido de materia orgánica en los más occi- cal et al., 1998), los principales órdenes y alianzas
dentales es moderado, aproximadamente un 3%, fitosociológicas que con mayor frecuencia apare-
y en el resto ligeramente más bajo. cen representados:

■ Especies características y diagnósticas Lepratalia Barkman 1958.

El castaño manifiesta una tendencia a formar Leprarion incanae Almquist 1948. Especies: Lepra-
masas puras, densas y con escasas especies asocia- ria incana, Chrysotrix candelaris.
20 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Lecanorietalia variae Barkman 1958. ■ Variación estacional

Lecanorion variae Barkman 1958. Especies: Lecano- Las hojas del castaño pueden permanecer secas
ra symmicta, L. varia, Rinodina exigua, Hypocenomy- en el árbol durante gran parte del invierno, pero
ce scalaris. la foliación comienza avanzada la primavera,
desde mediados de abril y se prolonga hasta me-
Arthonietalia radiatae Barkman 1958. diados de junio. Inmediatamente después sucede
la floración que dura entre quince y veinte días
Graohidion scriptae Oschner 1928 em. Barkman normalmente a finales de junio. La fructificación
1958. Especies: Arthonia sp., Buellia disciformis, Ar- anual se verifica entre principios de julio hasta la
thopyrenia sp.Graphis scripta, Pyrenula nítida, Leca- mitad de septiembre, madurando el fruto desde
nora sp. subfusca, L. intumescens, Opegrapha viridis, principios de septiembre hasta mediados o final
O. atra, Pertusaria pertusa, P. leioplaca,Thelotrema de noviembre e incluso diciembre. La defolia-
lepadinum. ción o reposo vegetativo va desde el final de no-
viembre hasta el mes de abril, que puede durar
Hypogymnietalia physodo-tubulosae Barkman entre los ciento treinta y los ciento cincuenta
1958. días (Cabrera Bonet, 1997). Descendiendo en
altitud y latitud, todos los fenómenos fenológi-
Parmelion caperatae Barkman 1958. Especies: Parme- cos citados tienden a adelantarse, pudiendo ha-
lia caperata, P. chinense, P. subaurifera, P. subrudecta, P. ber un adelanto de entre diez y quince días, más
revoluta, Ramalina farinácea, Pertusaria amara. acusado en la floración y fructificación, con res-
pecto de las fechas citadas en los castañares más
Usneion florido-ceratinae Barkman 1958. Especies: Us- meridionales de la Península Ibérica.
nea rubicunda, U. florida, U. inflata.
■ Sucesión
Neckeretalia pumilae Barkman 1958.
El castañar se comporta como una masa bas-
Lobarion pulmonariae Oschner 1928. Lobaria pulmo- tante estable mientras se mantiene correcta-
naria, L. amplissima, L. scrobiculata, Nephroma laevi- mente gestionado, presentando manifestacio-
gatum, sticta sylvatica, S. fuliginosa, Parmeliella tripto- nes de deterioro en su estructura selvícola sólo
phylla, P. plúmbea, Normandina pulchella, Pannaria en casos de enfermedad, o cuando se producen
rubiginosa, Leptogium lichenoides, Parmalia arnoldii, periodos de sequía anormalmente prolongados.
P. crinita. En una buena parte de sus localizaciones, tien-
de a ser colonizado y sustituido por Quercus
Cladonio-Cetrarietea Mattick 1951 em Barreno pyrenaica y, en los dominios más húmedos, por
& Crespo 1975. Fagus sylvatica o Quercus robur. Según Ruiz de
la Torre (2006) también puede evolucionar a
Cladonion coniocraeae Duvigneaud 1942. Cladonia bosque mixto con las especies citadas en el
coniocraea, C. fimbriata, C. macilenta, C. bacillaris, C. apartado de especies características y diagnós-
chlorophaea, C. parasítica, C. digitata, C. squamosa. ticas, así como con Ilex aquifolium, Sorbus au-
cuparia, S. aria, y S. torminalis.
En el anexo 1 de la presente ficha se incluye un
listado adicional de las especies características y Sin embargo, cuando se abandona su aprovecha-
diagnósticas aportado por el Centro Iberoamerica- miento y por lo tanto se deja de gestionar la
no de la Biodiversidad (CIBIO, Universidad de masa, rápidamente se observa un claro deterioro
Alicante), la Asociación Herpetológica Española de su estructura y con cierta facilidad, son susti-
(AHE), la Sociedad Española de Ornitología (SEO/ tuidos por la vegetación climácica del entorno,
Birdlife), la Sociedad Española para la Conserva- que en la mayor parte de los casos, suele ser el
ción y Estudio de los Mamíferos (SECEM) y la mencionado Q. pyrenaica. Hay que señalar que
Sociedad Española de Biología de la Conservación sólo una pequeña porción de los castañares en
de Plantas (SEBCP). los que se ha abandonado su gestión han conse-
21

Caracterización ecológica

guido mantenerse como castañares ya que gozan vo es realizar la corta a hecho a los veinte años;
de suficiente autorregeneración. o bien a los tres, cinco, diez, veinticinco años,
si el objetivo es realizar la tala a hecho a los
■ Manejo del castañar cuarenta o cincuenta años. Esta actuación
permite ir seleccionando cuidadosamente los
La gran mayoría de las masas de castaño precisan pies mejor conformados, eliminando aquellos
una gestión antrópica bastante activa para su ade- que manifiesten malas conformaciones o ra-
cuada conservación. Los tratamientos a realizar mificaciones no deseables para el mejor apro-
dependen de los productos que de ellos se obtie- vechamiento maderero.
nen y de la localización geográfica de la masa,
pudiendo variar la frecuencia o la época en la que • Talas a hecho que se llevan a cabo, según zonas
se realizan, o incluso faltando en alguno de los geográficas y el tipo de producto forestal que
casos. Resultan una gran diversidad de tratamien- se pretende conseguir, a los doce o quince
tos tradicionales específicamente adaptados a años, hasta los cuarenta o cincuenta años. Esta
condiciones muy locales. No obstante, de manera intensa actuación forestal, siempre que las
genérica, estas actuaciones se pueden concretar condiciones ecológicas de pendiente, altitud,
en las que a continuación se especifican: régimen de precipitaciones, etc., lo permitan,
manifiestan una buena adecuación al carácter
1. En castañares fruteros: del castaño que rápidamente, tras la tala, emi-
te desde la cepa un numeroso conjunto de
• Laboreo de la tierra, esencial en las primeras chirpiales que con sus hojas protege enseguida
edades ya que mantiene limpio el suelo de el suelo y sigue permitiendo el ciclo de los ele-
maleza invasora. En los castañares fruteros mentos en el suelo mediante las numerosas
adultos, estas labores pueden realizarse anual- hojas que, ya el siguiente otoño, es capaz de
mente o con intervalos de tres ó cuatro años producir. Ello hace que, ajustado el turno de
a fin de mantener el castañar libre de especies aprovechamiento a la capacidad de recupera-
que puedan competir por los recursos edáfi- ción de los nutrientes del suelo, sea un método
cos e hídricos. selvícola que manifiesta un uso sostenible in-
cluso en localidades marginales del área de
• Binas, cuya función es la de romper la costra distribución del castaño en la Península Ibéri-
superficial del terreno, con el fin de conservar ca (Rubio & Escudero, 2003). Sin embargo, la
la humedad superficial del suelo al final de la agresividad de este método de actuación y los
primavera. Labor indicadora de una gran numerosos ejemplos de mala praxis –funda-
atención sobre el castañar. mentalmente con otras especies forestales–,
han hecho que este método selvícola sea apre-
• Podas, no muy intensas, que eliminan ramas y ciado por la sociedad de manera muy negativa
ramillas bajas. Las podas fitosanitarias referi- y las actuales políticas forestales y planes selví-
das al chancro son especialmente importantes, colas de muchos territorios imponen la trans-
teniendo cuidado con la eliminación de restos formación de estos montes bajos en montes
y medidas sanitarias con los utensilios y herra- altos. Se ignora así la sostenibilidad de estos
mientas de corta. seculares aprovechamientos que han garantiza-
do en muchos territorios la preservación de
2.  En castañares madereros: extensas masas forestales de castaño, de los
cuales existe documentación que así lo atesti-
• Selección de brotes, que eliminan chirpiales de gua, al menos desde tiempos de los Reyes Ca-
las cepas y con las que se reduce de manera tólicos, como en las localidades de Hervás o
muy importante tanto la densidad de pies por Guadalupe.
hectárea como el número de pies por cepa, re-
duciendo la competencia intraespecífica. Esta • Podas fitosanitarias.
selección se realiza, según zonas geográficas, a
los tres, cinco, diez y quince años, si el objeti-
3. EVALUACIÓN DEL ESTADO
DE CONSERVACIÓN
3.1. Determinación y con respecto de los tipos de hábitat cercanos inclui-
seguimiento de la dos en la región Atlántica.
superficie ocupada
El periodo evaluado se corresponde a la actual carto-
Según los datos facilitados, los castañares españoles grafía del Atlas de los Hábitat, Naturales y Seminatu-
se pueden localizar dentro de tres regiones biogeo- rales, de España (2002) y al primer Mapa Forestal de
gráficas: Alpina, Atlántica y Mediterránea. Sin em- España de 1966, concluido por Luis Ceballos, con el
bargo, se ha optado por incluir los escasos castaña- que se ha calculado el área de distribución y superfi-
res de la región Alpina dentro de la Atlántica dado cie de referencia favorable. Ambas obras se realizaron
que en nuestros trabajos de campo hemos localiza- con un extenso trabajo de campo y por tanto consi-
do todos éstos por debajo de los 1.000 m de altitud deramos que son buenas fuentes cartográficas, aun-
y no han mostrado ninguna diferencia ecológica que los criterios en su realización difieran.

Tabla 3.1
Datos correspondientes a las superficies de distribución y ocupación del tipo de hábitat de interés comunitario 9260.
* La enfermedad denominada Tinta es producida por los agentes patógenos Phytophthora cinnamomi Rands y Phytophthora cambivora (Petri) Buissman.
** La enfermedad denominada Chancro es producida por el agente patógeno Cryphonectria parasitica (Murr) Barr.

Región biogeográfica ATL


Superficie en km2 16.262

Fecha de determinación 2007


Calidad de los datos: 3, buena; 2, mediana; 1, pobre 3
Tendencia: 0, estable; + xx %; – xx %. -29,7%

Área de distribución Período evaluado 1966-2002


Razones que explican la tendencia indicada: 0, desco- 3y4
nocidas; 1, mejora del conocimiento/datos más preci-
sos; 2, cambio climático; 3, influencia humana directa
(restauración, deterioro, destrucción); 4, influencia
antropogénica/zoogénica indirecta; 5, procesos natu-
rales; 6, otras (especificar)

Superficie en km2 977

Fecha de determinación 2007

Método utilizado: 3, estudio sobre el terreno; 2,


Superficie abarcada basado en datos de sensores remotos; 1, sólo o 3 y 2: Fotografía aérea y trabajo de campo
dentro del área de principalmente basado en el criterio de expertos
distribución
Calidad de los datos: 3, buena; 2, mediana; 1, pobre 3

Tendencia: 0, estable; + xx %; - xx % -48,2%

Período evaluado 1966-2002

Sigue
24 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Continuación Tabla 3.1

Región biogeográfica ATL


Razones que explican la tendencia indicada: 0, desco- 3y4
nocidas; 1, mejora del conocimiento/datos más preci-
sos; 2, cambio climático; 3, influencia humana directa
(restauración, deterioro, destrucción); 4, influencia
Superficie abarcada antropogénica/zoogénica indirecta; 5, procesos natu-
dentro del área de rales; 6, otras (especificar)
distribución
Principales presiones Cambio de uso y gestión

Enfermedades de la Tinta* y el Chancro**,


Amenazas
e incendios

Información Área de distribución de referencia favorable en km2 23127


complementaria Superficie de referencia favorable en km 2
1.890

Región biogeográfica MED


Superficie en km2 12.084

Fecha de determinación 2007

Calidad de los datos: 3, buena; 2, mediana; 1, pobre 3: Buena

Tendencia: 0, estable; + xx %; – xx % -48,2%

Área de distribución Período evaluado 1966-2002

Razones que explican la tendencia indicada: 0, desco- 3y4


nocidas; 1, mejora del conocimiento/datos más preci-
sos; 2, cambio climático; 3, influencia humana directa
(restauración, deterioro, destrucción); 4, influencia
antropogénica/zoogénica indirecta; 5, procesos natu-
rales; 6, otras (especificar)

Superficie en km2 1.113


Fecha de determinación 2007

Método utilizado: 3, estudio sobre el terreno; 2,


basado en datos de sensores remotos; 1, sólo o 3 y 2: Fotografía aérea y trabajo de campo
principalmente basado en el criterio de expertos

Calidad de los datos: 3, buena; 2, mediana; 1, pobre 3: Buena

Tendencia: 0, estable; + xx %; - xx % -54%


Superficie abarcada
Período evaluado 1966-2002
dentro del área de
distribución Razones que explican la tendencia indicada: 0, desco- 3y4
nocidas; 1, mejora del conocimiento/datos más preci-
sos; 2, cambio climático; 3, influencia humana directa
(restauración, deterioro, destrucción); 4, influencia
antropogénica/zoogénica indirecta; 5, procesos natu-
rales; 6, otras (especificar)

Principales presiones Cambio de uso y gestión

Amenazas Enfermedades de la Tinta* y el Chancro**,


e incendios

Información Área de distribución de referencia favorable en km2 23.327


complementaria Superficie de referencia favorable en km2 2.424
25

evaluación del estado de conservación

Valoración Valoración
Región biogeográfica atlántica Región biogeográfica mediterrÁnea

Área de distribución U2 Área de distribución U2


Superficie ocupada dentro Superficie ocupada dentro
U2 U2
del área de distribución del área de distribución

Favorable (FV); Inadecuada (U1); Mala (U2); Desconocida (XX).

Tabla 3.2
Valoración de las superficies de distribución y ocupación del tipo de hábitat
9260 en las regiones biogeográficas Atlántica y Mediterránea.

Para ambas regiones biogeográficas, atlántica y medi- superficie de referencia favorable. Incluso, excepto
terránea, las áreas de distribución y la superficie ocu- para el área de distribución en la región atlántica, en el
pada dentro del área de distribución tienen valoración resto de casos existe una gran merma de las áreas y
de malas, ya que en todos los casos, los valores actuales superficies, equivalentes a una pérdida de más del 1%
están por debajo del 10% del área de distribución y al año, para el periodo referido de 1966-2002.

3.2. Identificación
y evaluación de las
especies típicas

ESTADO DE CONSERVACIÓN REGIÓN ATLÁNTICA REGIÓN MEDITERRÁNEA


Fagus sylvatica Arbutus unedo

Quercus robur Corylus avellana

Favorable Prunus avium Prunus avium

Teucrium scordonia Teucrium scordonia

Hedera helix Hedera helix

Pteridium aquilinum Pteridium aquilinum

Daboecia cantabrica Cistus salviifolius

Desfavorable-inadecuado Erica arborea Erica scoparia

Rubus sp. Rubus sp.

Rosa sp. Rosa sp.

Calluna vulgaris Calluna vulgaris

Ulex europaeus Cistus ladanifer

Desfavorable-malo Helleborus foetidus Thapsia villosa

Genista falcata Genista falcata

Asphodelus albus Asphodelus albus

Tabla 3.3
Listado de especies típicas presentes en el tipo de hábitat 9260.
26 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Ya se comentó en el apartado 2.5 lo difícil que resulta 3.3. Evaluación de la


establecer especies típicas de este tipo de hábitat para estructura y función
toda la Península Ibérica, visto el amplio rango geográfi-
co y las numerosas labores antrópicas llevadas a cabo en 3.3.1.  Factores, variables y/o índices
ellos, que merman la presencia de taxones que pudieran
ser reconocidos como típicos. Los táxones citados están Los índices propuestos manifiestan un evidente en-
extraídos de inventarios realizados por todo territorio foque forestal dado el claro carácter antrópico de la
(Gandullo et al., 2004) en los que no se había establecido gran mayoría de los elementos de este tipo de hábi-
previamente un mejor o peor estado de conservación. tat y que, habitualmente, cuanto mejores valores
Por todo ello, estos taxones presentan una baja relevancia presentan dichos índices, mejor estado de conserva-
estructural y funcional. No obstante, son taxones bastan- ción suelen presentar. No obstante, queremos tam-
te conspicuos y fácilmente reconocibles. Así mismo, re- bién llamar la atención sobre el gran rango de los
sulta difícil asociar especies de fauna como típicas para distintos casos estructurales que, a lo largo y ancho
un tipo de hábitat con esa influencia antrópica. de la amplia superficie geográfica de este tipo de
hábitat en España, se pueden encontrar. Es proba-
Método a utilizar para evaluar su estado ble que determinados casos merezcan una conside-
de conservación ración especial en función de criterios aquí no reco-
A pesar de los problemas comentados en el apartado an- gidos y que, por sus singulares valores, deban ser
terior, el estado de conservación de los castañares puede evaluados de manera individual.
evaluarse a partir de la presencia en los castañares o en sus
márgenes de las especies arriba mencionadas para cada Factor 1.  Índice de forma de masa (FM)
región biogeográfica, especialmente para los casos de peor
estado de conservación ya que las especies denunciantes a) Tipo: estructural.
manifiestan tendencias invasivas muy evidentes. b) Aplicabilidad: obligatoria.
El grupo anterior se halla dividido en tres subgrupos que c) Propuesta de métrica: el índice de forma se cal-
señalan distintos estadíos. El primer grupo, con especies cula como la relación entre el número de cepas
principalmente fanerofíticas como Fagus sylvatica, Quer- por hectárea y el número de pies por hectárea.
cus robur, Corylus avellana, Arbutus unedo o Prunus avium, d) Procedimiento de medición: en campo se podrá
indica un estado de conservación favorable. En este grupo medir el número de pies presentes en parcelas
podrían incluirse más especies como Poa nemoralis, Viola de radio 10 m. El valor obtenido de número de
riviniana, Festuca rubra, Deschampsia flexuosa, Ranuncu- pies por parcela, puede fácilmente expandirse a
lus nemorosus, Crataegus monogyna, Prunella laciniata, número de pies por ha (N/ha).
Lonicera periclimenum o Clinopodium vulgare; cuya ex- Operamos de la misma manera para obtener el
tensa relación no explicitamos como especies típicas de- número de cepas por ha (NCepas/ha), contabi-
bido a la baja frecuencia con la que aparecen a lo largo de lizándolas en las mismas parcelas y utilizando el
los tipos de hábitat de los castañares. mismo factor para expandirlo a su valor por
Por debajo de éste, aparecerían especies propias del so- hectárea.
tobosque, nanofanerófitos y caméfitos principalmente, El índice de forma de la masa vendrá dado por
como Pteridium aquilinum, Erica sp. Rubus sp. o Rosa la siguiente expresión:
sp. que señalan un estado de conservación desfavorable-
inadecuado puesto que sin ser indicadoras de ambientes
degradados muchas de ellas ya están denotando carac- adimensional

terísticas de espacios más abiertos o de suelos algo más
hidromorfos. Con la aparición de las especies del último
grupo como, Calluna vulgaris, Cistus ladanifer o Thapsia No obstante, lo elemental de esta medida per-
villosa, se puede definir ya un claro estado de conserva- mite otros fáciles procedimientos de medición.
ción desfavorable-malo. e) Estado de conservación:
En el anexo 1 de la presente ficha se incluye un listado
adicional de las especies típicas y su evaluación aporta- • Favorable: FM>0,3
do por la Sociedad Española de Biología de la Conser- • Desfavorable-inadecuado: 0,2<FM<0,3
vación de Plantas (SEBCP). •  Desfavorable-malo: FM<0,2
27

evaluación del estado de conservación

Factor 2. Área basimétrica (AB) este parámetro selvícola también hay que refe-
rirse a una posible edad de árbol maduro, que
a) Tipo: estructural. podría situarse entorno a los treinta o cuarenta
b) Aplicabilidad: obligatoria. años.
c) Propuesta de métrica: el área basimétrica se ex-
presará en m2/ha • Favorable: ALTD>20 ms
d) Procedimiento de medición: El área basimétrica se • Desfavorable-inadecuado: 15<ALTD<20 m
calculará midiendo los diámetros normales di de •  Desfavorable-malo: ALTD<15 m
todos los árboles n presentes en parcelas de radio
R = 10 m, mediante la siguiente formulación,
Factor 4. Fracción de cabida cubierta de los
pies de castaño (FCC)
en m2/ha

a) Tipo: estructural.
y extender su valor como ya hemos explicado. b) Aplicabilidad: obligatorio.
Para la medición de los diámetros pueden utili- c) Propuesta de métrica. La fracción de cabida cu-
zarse forcípulas o dendrómetros láser. bierta, evaluada en porcentaje, puede calcularse
como:
FCC = Área de proyección de las copas/ cabida
e) Estado de conservación: total del rodal
d) Procedimiento de medición: Para el cálculo de
• Favorable: 25<AB<60 m2/ha este índice, es fácil utilizar fotografías aéreas, a las
• Desfavorable-inadecuado: 15<AB<25 m2/ha que se superpone una cuadrícula regular. Podemos
ó AB>60 m2/ha contar el número de puntos que caen sobre pies de
•  Desfavorable-malo: AB<15 m2/ha castaño y dividirlos por el total de puntos que caen
sobre el rodal. En campo también puede ser estable-
cido con relativa facilidad mediante apreciaciones
Factor 3. Altura media de los pies dominantes visuales de la proyección de la sombra de las copas
(ALTD) pertenecientes a castaño sobre el total del suelo. Por
la facilidad de su realización puede ser un parámetro
a) Tipo: estructural. muy interesante a la hora de tenerlo en cuenta.
b) Aplicabilidad: recomendable. e) Estado de conservación:
c) Propuesta de métrica. La altura media de los
pies dominantes en m se corresponde con la • Favorable: FCC>80 %
media de la altura de los cien pies más gruesos • Desfavorable-inadecuado: 65<FCC<80%
que hay en una hectárea. •  Desfavorable-malo: FCC<65 %
d) Procedimiento de medición: para conocer la al-
tura dominante, necesitaremos previamente me-
dir en campo la altura de los pies, utilizando un Factor 5. Índice de hart (1928) por número de
hipsómetro o un dendrómetro láser, y los datos cepas (IH)
de los diámetros correspondientes. Así es posible
elaborar una tabla que relacione Clase diamétri- a) Tipo: estructural.
ca (CD), Número de pies por hectárea (N/ha) y b) Aplicabilidad: obligatorio.
Altura (h). Empezando por mayor CD, se puede c) Propuesta de métrica: El índice de Hart, se expresa
ascender hasta completar 100 pies /ha. La suma en función de la separación media de los pies (a) y la
del N/ha correspondiente a cada CD por la altu- altura de los mismos, mediante la tangente del ángu-
ra correspondiente también a esa CD, dividido lo que forma el fuste de un árbol y la línea imaginaria
por 100 (que es el número total de N/ha), nos que une el ápice de éste con el pie continuo.
da la Altura Dominante (ALTD).
e) Estado de conservación:
adimensional
para poder establecer datos comparativos de
28 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Con el índice de Hart, al realizar una medida tri- 3.3.2. Protocolo para determinar el
dimensional de la espesura, se está efectuando una estado de conservación global
evaluación de la actividad productora de biomasa de la estructura y función
del castañar. Cuanto mayores sean los valores del
índice de Hart, menores son las espesuras con las Variables seleccionadas y ponderación
que se corresponden. La determinación del estado de conservación global
d) Procedimiento de medición: una vez obtenida del tipo de hábitat 9260 se propone realizarla me-
la altura dominante para el rodal como ya se diante la evaluación de los parámetros ya definidos
ha explicado, y obtenido el número de cepas de Forma de la Masa, Índice de Hart y Área Basi-
por hectárea total (NCepas/ha) el espaciamien- métrica. Los criterios son eminentemente forestales
to entre pies, puede deducirse para distribucio- dados los comentarios ya realizados a cerca de la
nes a marco real o a tresbolillo con las siguien- presencia de especies vegetales o animales típicas o
tes fórmulas: características. La prospección realizada en numero-
sos castañares de todo el territorio peninsular hace
Marco Real: reconocer los mejores estados de conservación glo-
bal para castañares en aquellos que presentan los
mejores estados de conformación forestal en rela-
ción a la forma de masa, índice de Hart y área basi-
métrica, tratando así de recoger la gran casuística
Tresbolillo: que hay entre los castañares madereros y los frute-
ros, así como su posible afección por patógenos. No
se propone ninguna fórmula a partir de los índices
establecidos en el anterior apartado por no disponer
de trabajos que nos permitan validar dicha formu-
e) Estado de conservación: lación. No obstante, hacemos una propuesta de
valoración utilizando los rangos de ya definidos
• Favorable: IH<25 para la tipología y teniendo en cuenta que los cas-
• Desfavorable-inadecuado: 25<IH<40 tañares comparados han de presentar edades sufi-
•  Desfavorable-malo: IH>40 cientemente maduras. Esta propuesta es la que se
muestra en la tabla 3.4:

FM<0,2 Estado de conservación desfavorable-malo


0,2<FM<0,3 Estado de conservación desfavorable
IH<25 Estado de conservación favorable
Estado de
25<AB<60 conservación
Forma de la favorable
masa (FM) FM>0,3 Estado de
Área
Índice de IH>25 basimétrica conservación
15<AB<25
Hart (IH) desfavorable-
(AB)
inadecuado
Estado de
AB<15 conservación
desfavorable-malo

Tabla 3.4
Propuesta de determinación del estado de conservación del tipo de hábitat 9260 mediante
variables seleccionadas.
29

evaluación del estado de conservación

Valoración Valoración
Región biogeográfica atlántica Región biogeográfica mediterrÁnea

Estructura y funciones Estructura y funciones


específicas (incluidas las FV específicas (incluidas las FV
especies típicas) especies típicas)

Favorable (FV); Inadecuada (U1); Mala (U2); Desconocida (XX).

Tabla 3.5
Valoración de la estructura y funciones específicas del tipo de hábitat 9260
en las regiones biogeográficas Atlántica y Mediterránea.

La valoración global que se hace de los tipos de hábitat tenidos en la red de muestreo a escala LIC, para la
localizados en ambas regiones se corresponde con los supervisión del estado de conservación de los casta-
valores medios de los que disponemos procedentes de ñares en España.
nuestros numerosos trabajos. Ello no quiere decir que Dado que Castanea sativa es una especie de carácter fo-
sea representativo de la totalidad de dichos tipos de restal y por lo tanto incluida en la Red de Inventarios
hábitat. Habría que estudiar la distribución de estos Forestales Nacionales, parece adecuado utilizar éstos
valores y observar el valor de la mediana y/o de la puntos de muestreo para evaluar su situación en cuanto
moda. Igualmente, conviene señalar que a la hora de a conservación. Además, los parámetros utilizados para
plantear los distintos trabajos autoecológicos realiza- determinar el estado de la estructura y función son de
dos sobre el castaño, se evitaron conscientemente las carácter selvícola, y por tanto, son datos aportados por
representaciones más degradadas, aunque tampoco se dicho inventario, o fácilmente deducibles a partir de
pretendió estudiar únicamente las mejor conservadas. éste. No obstante el empleo de esta Red del Inventario
Forestal Nacional ha de ser complementada con otros
estudios que permitan el reconocimiento y delimitación
3.3.3.  Protocolo para establecer un sistema de otras áreas con las que mejorar la representación de
de vigilancia global del estado de este tipo de hábitat en la actual red de LIC.
conservación de la estructura y función
Seguimiento temporal
Seguimiento espacial
Para el control temporal del estado de los tipos de
La superficie ocupada por los bosques de castaño incluida hábitat, se detallan, separadamente para cada una
dentro de LIC, es reducida, especialmente en el caso de de las regiones biogeográficas, puntos en los que es
la región Atlántica, como se muestra en la tabla 3.6. posible encontrar bosques de Castanea sativa, con
Por ésta razón se considera necesaria la inclusión de unas condiciones de referencia en cuanto a estado
un mayor número de puntos, aparte de los ya con- de conservación favorable (ver tabla 3.7).

Superficie ocupada Superficie incluida en LIC


Región
por el hábitat (ha) ha %
Atlántica 19.933,33 5.794,31 —
Mediterránea 37.202,09 20.642,68 —
TOTAL 57.195,42 26.437,99 —

Tabla 3.6
Superficie ocupada por los bosques de castaño
incluida dentro de LIC.
Información obtenida a partir del Segundo Inventario
Nacional de Hábitat de España, marzo 2005.
30 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Región Biogeográfica: ATLÁNTICA


Coordenadas UTM
Provincia Término Municipal
Huso X Y
Lugo Mondoñedo 29 632610 4809450
Lugo Cervantes 29 660070 4742080
Pontevedra Vila de Cruces 29 563980 4740720
Orense Viana do Bolo 29 656540 4670090
Navarra Leiza 30 593000 4777000
Navarra Oroz-Betelu 30 693000 4754000
Navarra Irañeta 30 588000 4754000

Región Biogeográfica: MEDITERRÁNEA


Coordenadas UTM
Provincia Término Municipal
Huso X Y
Girona La Sellera de Ter 30 963111 4661646
Girona Santa Coloma de Farners 30 964759 4651480
Girona Riudarenas 30 973035 4643395
Barcelona Sant Iscle de Vallalta 30 965458 4627135
León Ponferrada 30 206342 4705680
Salamanca San Martín del Castañar 30 242003 4490964
Salamanca Montemayor del Río 30 254960 4470300
Madrid Rozas de Puerto Real 30 370510 4466330
Cáceres San Martín de Trevejo 29 688102 4456650
Cáceres Guadalupe 30 297610 4369620
Cáceres Hervás 30 255351 4460441
Cáceres Guadalupe 30 298340 4371760

Tabla 3.7
Puntos con unas condiciones de referencia en cuanto a estado de conservación
favorable para el control temporal del estado de los bosques de Castanea sativa.

Asimismo, se establece como periodo para la toma cida por la Directiva de Hábitat. De todas mane-
de medidas, la frecuencia de seis años, dado que ras, conviene recordar, que el Inventario Forestal
estamos tratando con un tipo de hábitat de carác- Nacional recogen datos cada diez años, y puede ser
ter forestal y los bosques son sistemas de cambios interesante adaptarse a estos plazos, fundamental-
lentos. Por ello, no se considera necesaria una ma- mente a efecto de optimizar los siempre escasos
yor periodicidad en las mediciones que la estable- recursos disponibles para estas funciones.
31

evaluación del estado de conservación

3.4. Evaluación de las
perspectivas de futuro

Valoración Valoración
Región biogeográfica atlántica Región biogeográfica mediterrÁnea

Perspectivas futuras U1 Perspectivas futuras U2

Favorable (FV); Inadecuada (U1); Mala (U2); Desconocida (XX).

Tabla 3.8
Valoración de las perspectivas de futuro del tipo de hábitat 9260
en las regiones biogeográficas Atlántica y Mediterránea.

Las perspectivas de futuro para este tipo de hábitat sido conseguida de manera plena, parecen indicar
no son excesivamente halagüeñas a pesar de que el con claridad que la regresión experimentada por su
estado actual de conservación no aparezca de mane- área de distribución no ha cesado todavía. Por otra
ra tan desfavorable. Pero la comparación de la su- parte, esta secular relación con el hombre ha hecho
perficie anteriormente ocupada por el castaño y la que, en general, sea escasamente apreciada por estu-
que hoy en día posee, unida al despoblamiento ru- diosos (botánicos y ecólogos, que la ven como una
ral, a los cambios que el medio rural está experi- especie foránea), por técnicos (agrónomos, que la
mentado en España y al carácter ciertamente do- ven como una especie forestal, y forestales, que la
méstico de esta especie, de cuya secular relación con ven como una especie agrícola) y ello conceda total
el hombre dan testimonio los añosos ejemplares libertad a los propietarios, bien sean particulares o
que hay dispersos a lo largo y ancho de España, así administraciones públicas, para adoptar decisiones
como sus enfermedades cuya erradicación no ha en ocasiones arbitrarias.

3.5. Evaluación del
conjunto del estado
de conservación

Valoración Valoración
Región biogeográfica atlántica Región biogeográfica mediterrÁnea

Evaluación del conjunto del Evaluación del conjunto del


U2 U2
estado de conservación estado de conservación

Favorable (FV); Inadecuada (U1); Mala (U2); Desconocida (XX).

Tabla 3.9
Evaluación del conjunto del estado de conservación del tipo de hábitat 9260
en las regiones biogeográficas Atlántica y Mediterránea.

Los problemas de interpretación (y de conserva- trópicas, y por lo tanto sujetos a decisiones de los
ción) de este tipo de hábitat, aparecen vinculados al propietarios, bien sean particulares o administracio-
hecho de ser sistemas ligados a intervenciones an- nes públicas.
4. Recomendaciones
para la CONSERVACIÓN
Superficie ocupada ción de madera obtenida en tratamiento de monte
bajo (método de beneficio para el castaño en Es-
La evaluación del área de distribución y la superficie paña), no es rentable, ya que no alcanza las dimen-
ocupada por los bosques de Castanea sativa realiza- siones suficientes para serrería. Así, las tierras his-
da en el apartado 3.1 pone en evidencia la fuerte tóricamente ocupadas por Castanea sativa han sido
regresión del espacio ocupado por la especie en los reemplazadas por especies forestales más prove-
últimos años. Este retroceso puede atribuirse prin- chosas, o para otros usos agrícolas o ganaderos.
cipalmente a las enfermedades de denominadas tin- Además, el abandono del aprovechamiento del
ta y chancro en el caso de los castañares de la región castañar facilita la entrada de sus dos mayores ene-
Atlántica, y al cambio de uso y gestión, así como a migos, la tinta y el chancro.
los incendios, en la región Mediterránea. Si bien es La región Atlántica ha sufrido especialmente los
cierto que, tanto dichas enfermedades como los ataques de la enfermedad de la tinta. Ésta aparece
cambios de uso, en realidad han afectado a los cas- en España por primera vez en 1726 y desde enton-
tañares de toda la Península. ces, se ha expandido por todo el territorio hasta
Respecto la problemática de la zona Mediterránea, principios del siglo XX, y como la mayor parte de
no podemos realizar ninguna propuesta concreta las enfermedades forestales, es cíclica y se halla en
de mejora, puesto que, por ejemplo, los incendios regresión desde 1950 (Grente, 1961). Sin querer
de la región sur de Europa resultan un problema entrar en excesivos detalles sobre la tinta, podemos
de carácter general, y su disminución depende de decir que los tratamientos existentes son poco efi-
la efectividad en las tareas de prevención y de los caces y de difícil aplicación (Toval, 1979), por lo
medios disponible para la extinción. Es importan- que sugerimos tan sólo, las siguientes medidas de
te señalar que los castañares, cuando se abandona prevención y control, teniendo en cuenta también
su gestión, se convierten en sistemas bastante frá- el mencionado retroceso.
giles ya que la gran capacidad rebrotadora del cas-
taño da lugar a cepas con problemas de vigor en el ■ Favorecer la regeneración en los montes bajos.
que abundan los chirpiales deteriorados. Ello ge- ■ Evitar los turnos demasiado largos, de más de
nera una gran cantidad de biomasa muerta, es de- cuarenta años (Bourgeois, 1992).
cir, de material combustible, que se puede unir a ■ Los tratamientos culturales como podas y claras
matorrales invasores que aparecen tras el abando- no frenan el avance de la enfermedad, pero pre-
no del castañar con alta inflamabilidad pertene- vienen un estado de debilidad en los árboles. Es
cientes a los géneros Cistus, Ulex o Cytisus. importante mantener medidas de higiene en las
En cuanto a los cambios de uso y gestión del sue- herramientas empleadas.
lo, éstos vienen muy condicionados por el notable ■ En los casos de excesiva humedad del suelo, los
despoblamiento que está sufriendo el medio rural drenajes evitan la asfixia en las raíces.
español, así como por el cambio en la sensibilidad ■ No realizar laboreo del suelo una vez que la en-
de la sociedad en cuanto a los beneficios que se fermedad está instalada.
demandan a los montes y a los espacios naturales. ■ Los árboles muertos por la tinta han de ser
El abandono de los castañares está causado por la arrancados y sus raíces quemadas.
falta de rentabilidad de sus productos. El empleo
de curtientes de origen vegetal, como son los tani- Ante esta problemática, en el NW ibérico se está
nos obtenidos del castaño, está actualmente en asistiendo a la sustitución de pies autóctonos de
completo desuso, la castaña hace tiempo que per- Castanea sativa por individuos híbridos proceden-
dió interés como alimento cotidiano. y, desde que tes de clones seleccionados para tratar de frenar el
menguó la demanda para aros y duelas, la produc- avance de la tinta. De acuerdo con el espíritu de la
34 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Directiva de Hábitats, debería limitarse el empleo valor en los casos en los que no se llegue al umbral
de dichos pies clónicos híbridógenos en lugares es fácil, y consiste tan sólo en la extracción de los
seleccionados para la conservación de este tipo de pies en peor estado, en aquellas cepas en las que el
hábitat dentro de los LIC, pues de lo contrario, número de pie por cepa es mayor de tres.
podría producirse un deterioro genético conside- Los otros dos índices son también rectificables
rable de estas masas. mediante tratamientos selvícolas, principalmente
claras y podas. Las podas ayudan a mantener en el
El chancro, sin embargo, es una enfermedad que árbol las condiciones de equilibrio entre la parte
aparece por vez primera en 1940 y que en la actua- aérea y la subterránea (Flórez, 2001), que mejora-
lidad alcanza niveles de infección importante, en rá los valores de área basimétrica. En cuanto a las
la región Atlántica. El principal dispersor de la en- claras o clareos, se ha comprobado que estas actua-
fermedad parece ser el hombre, por lo que los ciones tendentes a disminuir la competencia intra-
tratamientos más eficaces parecen ser una selvicul- específica, bien realizadas, dan lugar a mayores
tura con prácticas fitosanitarias adecuadas: crecimientos en altura y diámetro, aumentando la
producción (Berrocal et al., 1998). Esto se traduce
■ Desinfección de las herramientas de corta y en un índice de Hart con valores más adecuados y
poda. de hecho, es posible regular el valor del índice de
■ Desinfección de las heridas producidas, y segui- Hart mediante las claras.
miento de la cicatrización.
■ Eliminación por quema de los restos de corta, Perspectivas de futuro
preferentemente apartados de los árboles en pie.
■ El método Biraghi (Urquijo, 1997), consiste en Las actuales condiciones de los castañares son, en
la repetida tala de los pies afectados, tantas veces general, desfavorables a causa del abandono en el
como sea necesario y en turnos cortos. Esto que muchos de ellos fueron dejados en los últimos
acentúa la reacción defensiva del árbol, y los re- decenios y de los gravísimos daños ocasionados
nuevos terminan por salir sanos y vigorosos. por los ataques parasitarios (Pardiñas, 1987). Por
ello, las perspectivas de futuro de estos tipos de
Especies típicas hábitat dependen en gran medida de las actuacio-
nes tomadas respecto a estos factores, que además
Tal y como hemos explicado en el apartado 3.2, este están fuertemente relacionados entre sí. No pode-
tipo de hábitat en nuestro país precisa de una activa mos si no incidir en la necesidad de éstos sistemas
gestión humana. En la búsqueda de un mayor be- de ser gestionados por el hombre, que debe tomar
neficio, el hombre favorece al castaño frente al resto las medidas adecuadas para evitar la propagación
de especies, y por lo tanto, éstas presentan una fun- de las enfermedades de la tinta y el chancro.
ción estructural muy reducida dentro del tipo de Es interesante también señalar que la falta de defi-
hábitat. La conservación de las especies típicas no nición de los castañares como bosques o como
ha de afrontarse como un objetivo directo, ya que sistemas agrícolas, y su posible origen de especie
es el buen estado de conservación de la masa la que alóctona asilvestrada, puede ser la causante de la
propicia su aparición, y a la inversa, el mal estado carencia de datos concretos y objetivos sobre esta
de conservación de la masa mostrará una ausencia especie. Por ello, es necesario el desarrollo de una
casi total de cualquier especie acompañante. mayor investigación sobre la ecología de los casta-
ñares que evite la ligera aplicación de criterios am-
Estructura y función bientales carentes de rigor científico y cargadas de
componentes subjetivas, claramente arbitrarias
La conservación de los castañares en cuanto a su (Rubio, 1997).
estructura y función se encuentra en un estado fa-
vorable como se ha visto anteriormente. De los En el anexo 1 de la presente ficha se incluye una
tres parámetros evaluados, el denominado Índice aportación adicional realizada por la Sociedad Espa-
de Forma (IF), se encuentra dentro del rango es- ñola para el Estudio y la Conservación de los Mamí-
pecificado como favorable (IF>0,3) en todas las feros (SECEM) y por la Sociedad Española de Bio-
localizaciones estudiadas. Además, corregir este logía de la Conservación de Plantas (SEBCP).
5. Información complementaria

5.1.  Bienes y servicios tos evita el riesgo de malas cosechas, y permite au-
mentar el nivel de renta al no depender de uno sólo
Los bosques de Castanea sativa aportan en nuestra (Flórez et al. 2001).
geografía bienes y servicios de carácter tanto ecoló-
gico como económico. Ecológicamente, tienen valor Para la recuperación de los castañares, contamos
paisajístico y de protección de las capas superiores con la ventaja de que el medio todavía ofrece los
del suelo contra la erosión, así como de recuperación recursos necesarios para la estabilización y recupera-
del mismo suelo en el caso de pendientes acentuadas ción por sí mismos, necesitan para su conservación
(Malato Béliz, 1989), y económicamente, forman toda la cultura de las regiones tradicionalmente aso-
parte de toda una economía rural asociada a sus ciada a ellos, pero son capaces de proporcionar bie-
principales productos: madera y fruto. nes y servicios de gran valor a cambio.

Como paisaje, tiene una componente histórica de


gran importancia, ya que mantiene desde hace si- 5.2. Líneas prioritarias
glos una significativa relación con el ser humano, a de investigación
la que ahora hay que añadir una función recreativa
ante la crecientemente demanda de nuevos espacios En el desarrollo de la presente ficha, se han eviden-
de ocio y expansión por parte del ser humano. ciado la falta de datos y estudios referentes a la eco-
logía del castaño en relación a su estado de conser-
El valor protector del suelo de los castaños se debe vación. Por esta razón, se proponen a continuación
fundamentalmente a la densidad de su cubierta, a distintas líneas temáticas cuya investigación puede
la profundidad de la copa, al espesor de la capa ve- aportar importante información en cuanto a la de-
getal muerta y a las características de su sistema ra- gradación de estos tipos de hábitat y perfeccionar el
dical (Berrocal et al., 1998). Son precisamente estas protocolo de diagnóstico aquí elaborado.
raíces potentes y medianamente profundas, que en
los terrenos ligeros y sueltos extienden las raíces la- Estudios sobre la autoecología y la selvicultura
terales en todas direcciones, las que le confieren una del castaño
enorme valía por la retención del suelo en zonas de
pendientes fuertes. Así, el declive de determinados Los estudios autoecológicos realizados, aun habien-
castañares ubicados en zonas de pendientes impor- do pretendido ser lo más extensos posibles, mani-
tantes puede acarrear una significativa erosión y fiestan importantes carencias que deberían poder
pérdida de suelo. ser abordadas en el futuro. En ocasiones, el número
de castañares de fruto no ha sido lo importante que
Es cierto que los productos tradicionalmente pro- debiera haber sido. En algunas localidades, los in-
porcionados por los castañares, como son la casta- ventarios de vegetación no pudieron ser completa-
ña, la madera de pequeñas dimensiones, o los cur- dos por las fechas en que se llevaron a cabo las visi-
tientes, tienen hoy un mercado más reducido que tas. La información selvícola de las masas debería
en pasadas décadas, pero la diversificación en las ser en general más detallada. Por ejemplo, sería muy
producciones hacia sectores más en boga como son interesante conocer la relación longitud de copa/
el cultivo de plantas medicinales y aromáticas como altura total del árbol, ya que aporta información
cultivos intercalares, la apicultura o la micología, sobre la selvicultura practicada sobre dicho árbol a
pueden posiblemente añadir un aumento de la ren- lo largo de su historia, principalmente sobre las po-
ta de los productores que llevase a una retención de das. Longitudes de copa pequeñas indican una sel-
la despoblación rural. Este hecho se vería además vicultura intensa; en cambio, longitudes de copas
incrementado porque la diversificación de produc- altas, evidencian ausencia de tratamientos selvíco-
36 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

las, señalando un estado desfavorable-inadecuado, Índice de sitio y calidad de estación


pero no servirían en ningún caso para determinar
un desfavorable-malo. La información disponible Un elemento clave a la hora de determinar el estado de
sobre estos datos para el castaño no nos permite conservación de un tipo de hábitat forestal, como son
señalar ningún valor con carácter indicativo. los castañares, y al que no nos hemos referido hasta aho-
ra por la escasez de información, es la elaboración de un
Asimismo, sería interesante incidir en los aspectos índice de sitio (site index en la bibliografía inglesa). Este
ecológicos relacionados con el conocimiento de su índice evalúa la calidad de una estación forestal, o capa-
variabilidad geográfica y su funcionamiento global cidad productiva del lugar en el que habita una masa
como sistema en diferentes condiciones de aprove- forestal. Permite comprobar limitaciones en el creci-
chamiento. miento de los árboles y comparar estaciones entre sí
(Serrada, 2003), entendiendo como estación el conjun-
Regeneración to de valores que toman los distintos factores ecológicos
abióticos en relación con la presencia y desarrollo de
Sin que sean necesarios estudios muy detallados, una masa. De manera más intuitiva, lo podemos enten-
una sencilla y más exhaustiva información sobre la der en el sentido de no esperar el mismo desarrollo de
regeneración del castañar sería extraordinariamente un castaño que crece bajo condiciones ecológicas estre-
valiosa. Un importante factor para la determinación santes que en aquel que lo hace en unas óptimas. Por
del estado de conservación de una masa es su rege- ello, no podemos juzgarlas con los mismos valores. Así,
neración. En los trabajos revisados, éste parámetro la elaboración de un índice de sitio permitiría que los
estaba tomado de manera más o menos subjetiva y valores de referencia para los estados favorables fuesen
por tanto no ha sido incluido a la hora de realizar el más específicos según la localización.
protocolo de evaluación. Sin embargo, sí parece
aconsejable la toma de datos más fiables y objetivos Cabrera (1997) propone utilizar para los castañares
sobre éste, y en especial, sobre la regeneración de de monte bajo en Asturias la altura dominante frente
brinzales (pies procedentes de semilla y no de rege- a la edad tomando como ajuste para la función de
neración de brotes de cepa o de raíz). calidad el modelo de Richards. No obstante, el redu-
Sería interesante valorar las plántulas a edades tem- cido territorio que ocupan estos bosques no nos per-
pranas y valorar su evolución, ya que ocurre en nu- mite suponer que la función obtenida sea de utilidad
merosas ocasiones que en diciembre es posible ob- para el resto de localizaciones, y se hace precisa una
servar un gran número de pequeñas plántulas investigación más completa a nivel nacional.
procedentes de semillas germinadas ese mismo año.
Sin embargo, las que resisten al cabo de dos años, Alternativas a la sustitución por clones
son muchas menos y hasta que no transcurren cin- resistentes a la tinta
co años, no podemos asegurar que vayan a formar
parte de la futura masa. Por último, queremos hacer referencia a la problemá-
tica presente en el NW de la Península Ibérica en re-
Diversidad biológica lación a la sustitución que se viene realizando de pies
autóctonos de Castanea sativa por individuos híbridos
Debido al escaso interés que este tipo de hábitat ha procedentes de clones seleccionados para tratar de fre-
levantado entre botánicos y ecólogos que casi siem- nar el avance de la tinta. De acuerdo con el espíritu de
pre han visto el mismo como una masa de escasa la Directiva de Hábitats, debería limitarse el empleo
relevancia, son muy escasos los trabajos sobre ri- de dichos pies clónicos híbridógenos en lugares selec-
queza biológica presente en los castañares. No obs- cionados para la conservación de este tipo de hábitat
tante, interesantes trabajos y esfuerzos se han lleva- dentro de los LIC, pues de lo contrario, podría produ-
do a cabo en este sentido (Silva, 1990; Rodríguez, cirse un deterioro genético considerable de estas ma-
2004; Rodríguez et al., 2005a, b), si bien, pocos y sas. Así, se considera necesaria la investigación de alter-
planteados a nivel local o como mucho comarcal. nativas a la sustitución por estos clones.
6. Bibliografía científica
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39

Bibliografía

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a la conservación de los hábitats naturales y de la la Biodiversidad, Organismo Autónomo de Par-
fauna y flora silvestres, modificada y actualizada ques Nacionales.
posteriormente por la Directiva 97/62/CE del Con-
sejo de 27 de Octubre de 1997 por la que se adap-
ta al progreso científico y técnico la Directiva ante-
rior. Bruselas.
7. Fotografías
42 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
43

Fotografías
44 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
45

Fotografías
46 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA
47

Fotografías
48 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

ANEXO 1
información complementaria sobre especies

Especies de los anexos II, IV y V Aves (79/409/CEE) que, según las aportaciones de
las sociedades científicas de especies (CIBIO; AHE;
En la siguiente tabla A1.1 se citan especies incluidas SEO/BirdLife; SECEM), se encuentran común o
en los anexos II, IV y V de la Directiva de Hábitats localmente presentes en el tipo de hábitat de interés
(92/43/CEE) y en el anexo I de la Directiva de comunitario 9260.

Tabla A1.1
Taxones incluidos en los anexos II, IV y V de la Directiva de Hábitats (92/43/CEE) que se encuentran común o
localmente presentes en el tipo de hábitat 9260.
* Afinidad: Obligatoria: taxón que se encuentra prácticamente en el 100% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado; Especialista: taxón que se
encuentra en más del 75% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado; Preferencial: taxón que se encuentra en más del 50% de sus localizaciones
en el tipo de hábitat considerado; No preferencial: taxón que se encuentra en menos del 50% de sus localizaciones en el tipo de hábitat considerado.
Nota: si alguna de las referencias citadas no se encuentra entre la bibliografía de este anexo es porque se ha incluido anteriormente en la bibliografía general de la ficha.

Taxón Anexos Directiva Afinidad* hábitat Afinidad* subtipo Comentarios

Invertebrados

Cerambyx cerdo1 (Linnaeus, 1758) II, IV No preferencial —

Rosalia alpina1 (Linnaeus, 1758) II, IV No preferencial —

Lucanus cervus1 (Linnaeus, 1758) II No preferencial —

Aportación realizada por el Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO, Instituto Universitario de Investigación, Universidad de Alicante).
Referencias bibliográficas:
1
Galante & Verdú, 2000.

Anfibios y reptiles

Rana temporaria V Preferencial —

Rana iberica IV Preferencial —

Chioglossa lusitanica II, IV No preferencial —

Aportación realizada por la Asociación Herpetológica Española (AHE).

Aves

Pernis apivorus 1 Anexo I Indeterminado Indeterminado


Directiva de Aves

Aportación realizada por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife).


Sigue
Referencia bibliográfica:
1
Díaz et al., 1996; Prieta, 2003.
49

Anexo 1

Continuación Tabla A1.1

Taxón Anexos Directiva Afinidad* hábitat Afinidad* subtipo Comentarios


MAMÍFEROS
Barbastella barbastellus1 II ,IV Preferenciali , —

Plecotus auritus2 IV No preferenciali y ii —

i
Martes martes V No preferencial —

Anexo II y IV: respecto


Canis lupus II, IV,V No preferenciali a las poblaciones
españolas de Canis
lupus, solamente las

del sur del Duero.
Anexo V: poblaciones
españolas al norte del
Duero

Felis silvestris V No preferenciali —

i
Genetta genetta V No preferencial —

Mustela putorius V No preferenciali —

Ursus arctos II ,IV No preferenciali Especie prioritaria

i
Eptesicus serotinus IV Preferencial —

3 i y ii
Myotis bechsteinii II ,IV No preferencial

Myotis emarginatus II ,IV Preferenciali —

Myotis myotis II ,IV No preferenciali —

i
Nyctalus lasiopterus IV Preferencial —

Nyctalus leisleri IV Especialistai

Nyctalus noctula4 IV Especialistai,



No preferencialii

Pipistrellus kuhlii IV No preferenciali —

i
Pipistrellus nathusii IV Preferencial —

i
Pipistrellus pipistrellus IV No preferencial —

Pipistrellus pygmaeus IV No preferenciali —

Plecotus austriacus IV Preferenciali —

i
Rhinolophus euryale II, IV No preferencial —

Rhinolophus ferrumequinum II, IV Especialistai

Aportación realizada por la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM).
i
 atos según informe realizado por la SECEM en el área norte de la Península Ibérica. Este informe comprende exclusivamente
D
las Comunidades Autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña.
ii
Datos según informe realizado por la SECEM en el área sur de la Península Ibérica.
Referencias bibliográficas:
1
Benzal, Fajardo & García, 2001; Schreur, 2007.
2
Schreur, 2007.
3
Salsamendi et al., 2007.
4
Juste, 2007.
50 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Especies características derarse como características y/o diagnósticas del


y diagnósticas tipo de hábitat de interés comunitario 9260. En
ella se encuentran caracterizados los diferentes
En la siguiente tabla A 1.2 se ofrece un listado con táxones en función de su presencia y abundancia
las especies que, según las aportaciones de las so- en este tipo de hábitat (en el caso de los inverte-
ciedades científicas de especies (CIBIO; AHE; brados, se ofrecen datos de afinidad en lugar de
SEO/BirdLife; SECEM; SEBCP), pueden consi- abundancia).

Tabla A1.2
Taxones que, según las aportaciones de las sociedades científicas de especies (SEBCP; AHE y SEO/BirdLife),
pueden considerarse como característicos y/o diagnósticos del tipo de hábitat de interés comunitario 9260.
* Presencia: Habitual: taxón característico, en el sentido de que suele encontrarse habitualmente en el tipo de hábitat; Diagnóstico: entendido como diferencial del
tipo/subtipo de hábitat frente a otros; Exclusivo: taxón que sólo vive en ese tipo/subtipo de hábitat.
** Afinidad (sólo datos relativos a invertebrados): Obligatoria: taxón que se encuentra, prácticamente en el 100% de sus localizaciones, en el tipo de hábitat considerado;
Especialista: taxón que se encuentra, en más del 75% de sus localizaciones, en el tipo de hábitat considerado; Preferencial: taxón que se encuentra, en más del 50%
de sus localizaciones, en el tipo de hábitat considerado; No preferencial: taxón que se encuentra, en menos del 50% de sus localizaciones, en el tipo de hábitat
considerado.
Nota: si alguna de las referencias citadas no se encuentra entre la bibliografía de este anexo es porque se ha incluido anteriormente en la bibliografía general de la ficha.

Especificaciones Abundancia/ Ciclo vital/presencia


Taxón Subtipo Presencia* Comentarios
regionales Afinidad** estacional/Biología
Invertebrados
Caliprobola speciosa — Picos de Europa, — No preferencial larva xaproxílica Incluido en el
(Rossi,1790) León Libro Rojo de
Invertebrados

Ceratophyus — Centro peninsular — Preferencial especie coprófaga Incluido en el


martinezi Libro Rojo de
(Lauffer, 1909) Invertebrados

Furcopenis darioi — Noroeste peninsular — Preferencial claros en medios forestales Incluido en el


(Castillejo y Wiktor, Libro Rojo de
1983) Invertebrados

Geomalacus — franja noroccidental — No preferencial orófila, bosques de castaños Incluido en el


maculosus peninsular y robles Libro Rojo de
(Allman, 1843) Invertebrados

Gnorimus nobilis — Norte y centro — No preferencial adultos florícolas, larvas


(Linnaeus, 1758) peninsular saproxílicas

Incluido en el
Gnorimus variabilis Norte y centro adultos florícolas, larvas
— — No preferencial Libro Rojo de
(Linnaeus, 1758) peninsular saproxílicas
Invertebrados

Oxyptila bejarana — Oeste Sistema — Obligatoria hojarasca en bosque de Incluido en el


(Urones, 1998) Central 900 m castaños Libro Rojo de
Invertebrados

Aportación realizada por el Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO, Universidad de Alicante).


*
Anfibios y reptiles
Salamandra — — Habitual Moderada —
salamandra
Chioglossa — — Habitual Moderada —
lusitanica
Lissotriton boscai — — Habitual Escasa —

Sigue
51

Anexo 1

Continuación Tabla A1.2

Especificaciones Abundancia/ Ciclo vital/presencia


Taxón Subtipo Presencia* Comentarios
regionales Afinidad** estacional/Biología
Anfibios y reptiles
Rana iberica — — Habitual Moderada —

Rana temporaria — — Habitual Escasa —

Podarcis bocagei — — Habitual Escasa —

Natrix natrix — — Habitual Rara —

Aportación realizada por la Asociación Herpetológica Española (AHE).

AVES
Pernis apivorus1 No se — Habitual Moderada Reproductora primaveral
aplica
Accipiter nisus2 No se — Habitual Moderada Reproductora primaveral
aplica e invernante
Como reproductora,
Hieraaetus pennatus3 No se — Habitual Escasa
en paso y pequeñas
aplica
poblaciones invernantes.
Strix aluco4 No se — Habitual Moderada Sedentaria
aplica
Dendrocopos major5 No se — Habitual Moderada Reproductora primaveral
aplica e invernante
Dendrocopos minor6 No se — Habitual Moderada Reproductora primaveral
aplica e invernante
Cyanistes caeruleus7 No se — Habitual De Moderada a Reproductora primaveral
aplica Muy abundante e invernante
Parus major8 No se — Habitual De Moderada a Reproductora primaveral
aplica Muy abundante e invernante
Sitta europea9 No se — Habitual Moderada Reproductora primaveral
aplica e invernante
Certhia No se — Habitual Moderada Sedentaria
brachydactyla10 aplica
Garrulus glandarius11 No se — Habitual Moderada Sedentaria
aplica

Aportación realizada por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife). Sigue


Referencias bibliográficas:
1
Díaz et al., 1996; Prieta, 2003.
2
Díaz et al., 1996; Balbás & González-Vélez, 2003.
3
Díaz et al., 1996; Muñoz & Blas, 2003.
4
Díaz et al., 1996; Zuberogoitia & Martínez-Climent, 2003.
5
Díaz et al., 1996; Molina, 2003; Gainzarain, 2006.
6
Díaz et al., 1996; Blas, 2002; Romero et al., 2003; Gainzarain, 2006.
7
Tellería et al., 1999; Carrascal & Lobo, 2003; Díaz, 2003a; Salvador, 2005.
8
Tellería et al., 1999; Carrascal & Lobo, 2003; Díaz, 2003b.
9
Tellería et al., 1999; Ramírez, 2002; Carrascal & Lobo, 2003; Carrascal et al., 2003; Gainzarain, 2003; González-Varo et al., 2008.
10
Tellería et al., 1999; Carrascal, 2003.
11
Tellería et al., 1999; Vázquez, 2003; Alonso, 2006.
52 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Continuación Tabla A1.2

Especificaciones Abundancia/ Ciclo vital/presencia


Taxón Subtipo Presencia* Comentarios
regionales Afinidad** estacional/Biología
MAMÍFEROS
Barbastella — Sur de la Península Habitual Rara Estacional
barbastellus2 Ibérica
Myotis bechsteinii3 — Sur de la Península Habitual Moderada Estacional
Ibérica
Nyctalus noctula4 — Sur de la Península Habitual Rara Estacional
Ibérica
Plecotus auritus2 — Sur de la Península Habitual Moderada Estacional
Ibérica
Microtus lusitanicus5 — Sur de la Península Habitual Moderada No estacional
Ibérica

Aportación realizada por la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM).
Referencias bibliográficas:
1
López-Fuster, 2007.
2
Schreur, 2007.
3
Salsamendi et al., 2007.
4
Juste, 2007.
5
Mirá & Mathias, 2007.

PLANTAS
Castanea sativa — Habitual, Muy abundante Perenne
Diagnóstica
Paeonia officinalis — Habitual Moderada Perenne

Paeonia broteroi — Habitual Moderada Perenne


Doronicum — Habitual Moderada Perenne
plantagineum
Genista florida — Habitual Moderada Perenne
subsp. polygaliphylla
Genista florida — Habitual Moderada Perenne
subsp. florida
Linaria triornitophora — Habitual Moderada Perenne
Physospermum Habitual Moderada Perenne

cornubiense
Cephalanthera rubra — Habitual Escasa Perenne
Cephalanthera —
Habitual Moderada Perenne
longifolia
Antirrhinum — Habitual Escasa Perenne
meonanthum
Dactylorhiza — Habitual Escasa Perenne
insularis
Monotropa — Habitual Escasa Perenne
hypopitys
Orchis mascula — Habitual Muy abundante Perenne

Orchis langei — Habitual Escasa Perenne

Galium odoratum — Habitual Moderada Perenne

Aportación realizada por la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas (SEBCP).


Referencias bibliográficas: Peinado & Rivas-Martínez, 1987; Rivas-Martínez, 1987.
53

Anexo 1

Identificación y evaluación de interés comunitario 9260. Se consideran especies


de las especies típicas típicas a aquellos taxones relevantes para mantener el
tipo de hábitat en un estado de conservación favora-
En la siguiente tabla A 1.3 se ofrece un listado con ble, ya sea por su dominancia-frecuencia (valor estruc-
las especies que, según las aportaciones de la SEBCP tural) y/o por la influencia clave de su actividad en el
pueden considerarse como típicas del tipo de hábitat funcionamiento ecológico (valor de función).

Tabla A1.3
Identificación y evaluación de los taxones que, según las aportaciones de las sociedades científicas de especies (SEBCP),
pueden considerarse como típicos del tipo de hábitat de interés comunitario 9260.
* Nivel de referencia: indica si la información se refiere al tipo de hábitat en su conjunto, a alguno de sus subtipos y/o a determinados LIC.
** Opciones de referencia: 1: taxón en la que se funda la identificación del tipo de hábitat; 2: taxón inseparable del tipo de hábitat; 3: taxón presente regularmente pero no restringido a
ese tipo de hábitat; 4: taxón característico de ese tipo de hábitat; 5: taxón que constituye parte integral de la estructura del tipo de hábitat; 6: taxón clave con influencia significativa
en la estructura y función del tipo de hábitat.
***  CNEA = Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Nota: si alguna de las referencias citadas no se encuentra entre la bibliografía de este anexo es porque se ha incluido anteriormente en la bibliografía general de la ficha.

Directrices Estado Conservación


Nivel* Catálogo
Extensión Categoría de Amenaza
Taxón y opciones de Área de Dinámica de Nacional Comentarios
y calidad del tipo UICN
referencia** distribución poblaciones Especies
de hábitat España Mundial Amenazadas
Plantas
Delphinium Tipo de hábitat Centro oeste Desconocida Desconocida EN EN Planta
fissum Cuatrec. 9260 español y sierra característica,
subsp. (3, 4) de Mágina. pero no

sordidum frecuente
(Cuatrec.)
Amich, E. Rico
& J. Sánchez1

Veronica Tipo de hábitat Endemismo del Desconocida Desconocida VU VU Planta


micrantha 9260 Centro y W y NW — característica,
Hoffmanns & (3, 4) de la Península pero no
Link2 Ibérica frecuente
Dactylorhiza Tipo de hábitat Dispersa por la Desconocida Desconocida LC LC
insularis 9260 mayor parte de la

(Sommier) Ó. (3) Península Ibérica
Sánchez &
Herrero3
Omphalodes Tipo de hábitat Endemismo del Sin datos Desconocida EN EN Planta
brassicifolia 9260 Centro y W — característica,
(Lag.) Sweet4 (3, 4) peninsular pero no
frecuente

Aportación realizada por la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas (SEBCP).


Referencias bibliográficas:
1
Amich et al., 198; Gómez Mercado et al., 1997; Bañares et al., 2003.
2
Martínez Ortega et al., 2008.
3
Moreno Saiz & Sainz Ollero, 1992; Sánchez Pedraja, 2005.
4
Bañares et al., 2003.
54 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

RECOMENDACIONES PARA portante para la conservación de estas especies.


LA CONSERVACIÓN Aportación de la Sociedad Española de Biología
de la Conservación de Plantas (SEBCP): Preservar
Aportación de la Sociedad Española para la Con- la biodiversidad de estos bosques y favorecer el
servación y Estudio de los Mamíferos (SECEM): reclutamiento de las especies típicas que determi-
La mayoría de las especies de quirópteros asigna- nan su estructura y funcionamiento (Castanea
das a este ecosistema son especies forestales que sativa), atendiendo a sus principales amenazas:
utilizan como refugio árboles añosos, capaces de prácticas forestales nocivas y no controladas, re-
proporcionar oquedades donde se instalan las co- ducción de los riesgos de herbivoría y promover
lonias. La conservación de estos pies es muy im- la regeneración natural.
55

Anexo 1

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56 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

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ción General de Conservación de la Naturaleza, En: Martí, R. & Del Moral, J.C. (eds.). Atlas de
SEO/BirdLife. pp 156-157. las Aves Reproductoras de España. Madrid: Direc-
57

Anexo 1

ción General de Conservación de la Naturaleza, & Del Moral, J.C. (eds.). Atlas de las Aves Repro-
SEO/BirdLife. pp 538-539. ductoras de España. Madrid: Dirección General
Zuberogoitia, Í. & Martínez-Climent, J. A., de Conservación de la Naturaleza, SEO/BirdLi-
2003. Cárabo común, Strix aluco. En: Martí, R. fe. pp 320-321.
58 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

ANEXO 2
Información Edafológica complementaria

1. C
 aracterización hojarasca y su dinámica, dada su contribución a la
edafológica composición del humus. Existe una clara relación
entre la biomasa foliar y la hojarasca, en relación
1.1. Suelos también con la edad de los castaños (Santa Regina et
al., 2001). Esto parece estar en relación con el estado
Los principales parámetros del suelo medidos en el nutricional de los suelos, especialmente en lo que
exhaustivo estudio de Gandullo et al. (2004) sobre respecta a los contenidos de fósforo y potasio.
los castañares españoles se resumen en la tabla A2.1.
Estas comunidades se desarrollan sobre suelos fuerte- Los suelos que se pueden encontrar principalmente
mente ácidos, matizados por los más meridionales en este tipo de hábitat son Cambisoles (generalmen-
que son moderadamente ácidos. El tipo de humus te dístricos o crómicos), Luvisoles (de carácter dístri-
predominante es el mull forestal oligotrófico, a lo co) y Umbrisoles (de carácter háplico) (ver figura
que contribuye la facilidad de mineralización de la A2.1) (Gandullo et al., 2004; IUSS Working Group
hojarasca del castaño. El contenido de materia orgá- WRB, 2006). No obstante, otros suelos (Regosoles,
nica en los más occidentales es moderado, aproxima- Leptosoles, incluso Phaeozem) pueden presentarse
damente un 3%, y en el resto, ligeramente más bajo. localmente en función de las condiciones fisiográficas
En estos suelos, es muy importante el reciclado de la descritas (pendiente elevada, por ejemplo).

Parámetro min. max. media


Arena % 5,7 89,8 42,6
Limo % 6,6 70,1 40,0
Arcilla % 3,5 48,1 17,4
Materia Orgánica % 0,5 8,7 2,6
N % 0,0 0,7 0,2
C/N 5 61 13
pHH2O 4,0 8,3 5,1
pHKCl 3,0 6,9 4,1
Carbonatos inactivos 0 42 0
Carbonatos activos 0 18 0
ETP real máxima posible mm 309 724 548

Tabla A2.1
Datos característicos de los suelos de castañares pertenecientes al tipo de hábitat 9260.
Modificado de Gandullo et al., 2004.
59

Figura A2.1
Principales tipos de suelos relacionados con las comunidades del tipo de hábitat 9260.

El perfil típico que se presenta puede ser descrito ción C/N es generalmente inferior a 15 y el humus
como A-(B)-C. El castaño parece mostrar preferen- es de tipo mull oligotrófico, siendo el contenido en
cia por los sustratos silíceos, si bien es capaz de desa- materia orgánica bajo (<6%) (ver tabla 4) (Rubio et
rrollarse en terrenos calizos si el clima facilita el la- al., 2001; Gandullo et al., 2004).
vado de las bases. Asimismo, no se presenta general-
mente en terrenos compactos y con excesiva hume- La textura de los suelos es muy variable, claramen-
dad, prefiriendo suelos bien drenados y cierto nivel te relacionada con el material de partida, si bien,
de trofía (asociado generalmente a las tierras pardas como se ha comentado, no suelen ser texturas muy
eutróficas). El desarrollo del horizonte cámbico (Bw) compactas. La pedregosidad puede llegar a ser con-
es común, pues muchos de los suelos bajo castaño se siderable, condicionando el grado de desarrollo
clasifican como Cambisoles (hasta un 49% del total (pendiente-erosión-rejuvenecimiento). La presencia
de suelos analizado en el estudio de Gandullo et al., de un horizonte árgico se relaciona con la posición
2004, si bien algunos serían clasificados como Um- topográfica adecuada y la ausencia de las lluvias en la
brisoles aplicando la WRB, 2006). época de verano, con lo cual el desarrollo de un ver-
dadero horizonte Bt puede verse afectada en zonas
Las pendientes son variables, con muchos suelos en de pendiente y elevada pluviosidad general (Rubio
zonas de pendiente entre 20 y 30% (valor medio: et al., 2002)
35%; ver tabla 3). La mayoría de suelos de castañar
son ácidos, con un pH que puede oscilar entre 4,5 Las pendientes relativamente acusadas y una elevada
y 5,5 pero los valores pueden ser más elevados en pedregosidad condicionan la capacidad de retención
suelos desarrollados sobre materiales calizos (Rubio de estos suelos, reduciéndola. La textura predomi-
et al., 1997a). El complejo de cambio generalmente nante de estos suelos es arcillo-arenosa, si bien este
desaturado y la mineralización de los nutrientes es parámetro es muy variable. Evitan suelos con textu-
relativamente fácil, debido sobre todo a la naturaleza ra muy pesada (texturas excesivamente finas) o bien
de los residuos de los castaños y al manejo. La rela- encharcados (Rubio y et al., 2002).
60 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

2. Riesgos de degradación quieren actuaciones de control de su desarrollo por


lo que incluso, en zonas de menor incidencia, los pe-
Las perturbaciones de tipo catastrófico (tormentas, ligros principales deben atenderse. Las condiciones
fuegos) pueden conllevar la destrucción de porciones del suelo y su microclima son importantes a la hora
importantes de la cubierta vegetal de los bosques. El de mantener poblaciones sanas y bien desarrolladas,
impacto que pueden ocasionar dependerá del funcio- debiendo evitarse los suelos excesivamente pobres,
namiento del hábitat (Vogt et al., 2006). La pérdida tales como los suelos podsólicos desarrollados en
de la cubierta de árboles permite la entrada de otras materiales hipercuarzosos, los esqueléticos con fuer-
especies, modificándose la futura vegetación en fun- tes limitaciones al enraizamiento, los muy distrófi-
ción de las especies nuevas, el tamaño y abundancia cos o los excesivamente secos y con baja capacidad
de individuos ocupando los espacios creados. de retención de agua, especialmente en áreas de régi-
men hídrico de tipo xérico, porque originan masas
El manejo forestal intenso puede afectar profunda- muy susceptibles a las enfermedades que actúan de
mente a los suelos de las comunidades forestales. Se transmisores. Prefiere los suelos no excesivamente
producen cambios en la estructura de las comuni- ácidos, pero soporta condiciones de acidez modera-
dades que interfieren con los procesos de autorre- da a neutra y agradece una buena disponibilidad de
gulación y la productividad de los bosques. Ésto P, K y N, pero el material original puede variar entre
puede desembocar en trasformaciones más inten- amplios límites, lo que obliga a realizar evaluaciones
sas del sistema en un proceso que finalmente puede de seguimiento diferenciadas, al menos por litología
afectar a la disponibilidad de los recursos (Rubio y condiciones microclimáticas. Los parámetros de
et al., 1997b; Rubio et al., 1999). El impacto en los seguimiento que se consideran relevantes son:
suelos puede traducirse en cambios en la densidad
del suelo, el pH (acidificación), descenso de los ni- • pH en agua y KCl (0.1M). Como medida de la
veles de nutrientes del suelo y de materia orgánica reacción del suelo y como indicador general de
afectando en última instancia a la diversidad de es- las condiciones del suelo que puede variar desde
pecies, la biomasa y otros componentes del ecosis- moderadamente ácida (pH en torno a 4,5.-5,0)
tema (Rubio & Escudero, 2003). Si se afecta el dre- a próximos a la neutralidad.
naje lateral y vertical de los suelos debido a una tala • C orgánico y relación C/N. Como medida de la
intensa, se incrementa la posibilidad de lavado de evolución de materia orgánica del suelo. También
nutrientes en el perfil del suelo, afectando especial- en este caso van a existir amplias variaciones del
mente a elementos como el potasio o el nitrógeno, y contenido y tipo de humus así como en la velo-
en última instancia, a la materia orgánica. Si bien el cidad de mineralización de los restos orgánicos.
impacto en muchas ocasiones no se reconoce como El tipo de humus puede variar de moder a mull,
permanente, el tiempo de recuperación puede lle- dentro de horizontes ócricos (en las zonas más
gar a ser de décadas, lo cual debe ser considerado a xéricas) y úmbricos a móllicos en las húmedas.
la hora de efectuar cualquier tipo de manejo en este • P total y asimilable (P-Olsen). Como medida
hábitat (Rubio & Escudero, 2003). de la reserva y biodisponibilidad de fósforo. No
suelen presentar riesgos de modificaciones im-
portantes debido a su fácil micorrización.
3. EVALUACIÓN DEL ESTADO • K total y cambiable. Como media de la reserva
DE CONSERVACIÓN y biodisponibilidad de potasio.
• Grado de saturación del complejo de cambio.
3.1. Factores, variables y/o índices Variable desde suelos fuertemente desaturados
a suelos en los que todavía predominan los ca-
La conservación de los bosques con castaños es com- tiones básicos.
pleja y necesita de actuaciones humanas que eviten • Espesor eficaz.
sus principales problemas de degradación, el fuego • Condiciones de drenaje.
y las enfermedades que los afectaron. Asimismo, re- • Duración del período de sequía.
61

Anexo 2

3.2. Protocolo para determinar el estado de


Rubio, A., Blanco, A. & Sánchez, O., 1997a.
conservación y nutricional del suelo
Aportaciones al estudio ecológico de los castaña-
res navarros: suelos, clima y fisiografía. Edafología 3:
479-490.
En cada estación/zona de estudio, se debería determi-
nar el estado ecológico del tipo de hábitat, analizan- Rubio, A., Escudero, A. & Gandullo, J. M.,
do para ello los factores biológicos y físico-químicos 1997b. Sweet Chestnut Silviculture in an Eco-
recogidos en la presente ficha. A esta información, logical Extreme of its Range in the West of Spain
se le debería de añadir la derivada del suelo, lo cual (Extremadura). Annales des Sciences Forestieres
podría permitir establecer una relación causa-efecto 54: 667-680.
entre las variables del suelo y el grado de conserva- Rubio, A. & Escudero, A., 2003. Clear-Cut Effects on
ción del tipo de hábitat. El protocolo a seguir es: Chestnut Forest Soils Under Stressful Conditions:
Lengthening of Time-Rotation. Forest Ecology and
En cada estación o zona se deberían establecer, como Management 183: 195-204.
mínimo, tres parcelas de unos 5x15 m y en cada una Rubio, A., Gavilán, R. & Escudero, A., 1999. Are
de ellas, establecer tres puntos de toma de muestra de Soil Characteristics and Understorey Composition
suelo. El seguimiento debería hacerse anualmente. Las Controlled by Forest Management? Forest Ecology
muestras de suelo se deberían tomar por horizontes edá- and Management 113: 191-200.
ficos, midiendo la profundidad de cada uno de ellos.
Rubio, A., Elena, R., Sánchez, O., Blanco, A.,
Gómez, V. & Graña, D., 2001. Hábitat edáfico de
Como estaciones de referencia, en tanto no se hayan los castañares de Galicia. Edafología 8: 1-12.
estudiado en otras las relaciones suelo-planta, se pro-
pone el entorno de las zonas de montaña de Galicia, Rubio, A., Elena, R., Sánchez, O., Blanco, A.,
Asturias, Cantabria y Salamanca y Extremadura. Sánchez, F. & Gómez, V., 2002. Soil Evaluation for
Castanea sativa Sfforestation in Northeastern Spain.
New Forests 23: 131-141.
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5. Descripción de perfiles
representativos

Localización

Ubicación As Mercedes (TM de Cualedro, Ourense)


Hoja topográfica 264 Xinzo de Limia
Altitud 740 m
Posición topográfica Fondo de valle
Forma del terreno Ondulado
Pendiente Clase 3
Vegetación Souto de castaños de gran porte
62 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Información sobre el suelo

Material de partida Esquistos grafitosos, con inclusiones graníticas


Drenaje Clase 4
Condiciones de humedad Parcialmente seco
Pedregosidad Clase 0
Afloramientos rocosos Ninguno
Influencia humana Explotación del souto
Clasificación WRB 2006 Umbrisol cámbico (alúmico)

Descripción de los horizontes

Horizonte Profundidad (cm) Descripción


Horizonte mineral de color 7,5 YR 3/2 (castaño oscuro)
en húmedo y 7,5 YR 4/4 (castaño) en seco, con gravas
A1 0-12 cm abundantes y muchas raíces finas. Débil estructura
migajosa fina, franco arenoso. Límite difuso con el
siguiente horizonte

Horizonte mineral de color 7,5 YR 2,5/3 (castaño muy


oscuro) en húmedo y 7,5 YR 4/4 (castaño) en seco,
A2 12-25 cm
franco arenoso y con raíces más gruesas. Estructura
migajosa fina. Límite difuso con el siguiente horizonte

Horizonte mineral de color 7,5 YR 2,5/2 (castaño muy


oscuro) en húmedo y 7,5 YR 4/4 (castaño) en seco.
AB 25-50 cm
Franco con una gran cantidad de gravas. Limite neto con
el siguiente

Horizonte mineral de color 7,5 YR 3/4 (castaño oscuro) en


húmedo y 7,5 YR 5/6 (castaño fuerte) en seco. Franco
C + 50 cm
arenoso, con gran cantidad de gravas y pocas raíces.
Débil estructura migajosa fina. Continua en profundidad

Propiedades físicas

% Textura
Horizontes gravas AG AF LG LF Arc Clase
Franco
A1 36,02 16,67 45,09 3,79 16,23 18,22
arenosa
Franco
A2 35,81 31,73 27,79 7,85 16,47 16,16
arenosa
AB 44,07 25,48 28,06 9,81 18,75 17,90 Franca
Franco
C 56,19 21,74 36,58 5,51 17,60 18,57
arenosa
63

Anexo 2

Propiedades químicas

pH
%C % MO %N C/N
Hrs H2 O KCl FNa
A1 4,80 4,30 10,2 4,75 8,17 0,30 15,8
A2 5,10 4,50 10,6 4,17 7,17 0,34 12,3
AB 4,90 4,40 10,5 3,93 6,76 0,28 14,0
C 4,90 4,10 9,1 1,30 2,24 0,16 8,1

Complejo de cambio y elementos asimilables

Complejo de cambio Asimilables


% StAl
Hrs Ca Mg Na K Al CICe T K P
A1 0,54 0,31 0,09 0,21 3,73 4,88 6,04 76,4 99 2
A2 0,16 0,12 0,09 0,19 2,54 3,10 5,59 81,9 95 2
AB 0,20 0,16 0,08 0,27 2,57 3,28 8,94 78,4 132 2
C 0,13 0,12 0,07 0,12 2,17 2,61 6,26 83,1 70 1

Localización

Ubicación Muimenta (TM de Vilardebós, Ourense)


Hoja topográfica 303 Verín
Altitud 680 m
Posición topográfica Valle de pendiente suave
Forma del terreno Ondulado
Pendiente Clase 3
Vegetación Souto de castaños y cereal

Información sobre el suelo

Material de partida Granitos


Drenaje Clase 4
Condiciones de humedad Humedad de campo
Pedregosidad Clase 0
Afloramientos rocosos Ninguno
Sistema agroforestal que combina cereales
Influencia humana
y castaños
Clasificación WRB 2006 Umbrisol háplico (alúmico)
64 BOSQUES / 9260 BOSQUES de CASTANEA SATIVA

Descripción de los horizontes

Horizonte Profundidad (cm) Descripción

Horizonte mineral de color 2,5 YR 5/3 (castaño oliváceo


claro) en húmedo y 2,5 Y 7/2 (amarillo pálido) en seco,
A 0-30 cm
con muchas raíces finas. Débil estructura migajosa fina,
franco arenoso. Límite neto con el siguiente horizonte

Horizonte mineral de color 2,5 Y 4/3 (castaño oliváceo)


en húmedo y 2,5 Y 7/3 (amarillo pálido) en seco, de
AC 30-50 cm textura franco arenosa y con raíces más gruesas.
Estructura migajosa fina. Límite difuso con el siguiente
horizonte

Saprolita granítica de color 2,5 Y 6/3 (castaño amarillento


claro) en húmedo y 2,5 Y 8/2 (amarillo pálido) en seco.
C +50 cm
Franco arenosa con algunas raíces gruesas, continúa en
profundidad

Horizonte mineral de color 7,5 YR 3/4 (castaño oscuro) en


húmedo y 7,5 YR 5/6 (castaño fuerte) en seco. Franco
C + 50 cm
arenoso, con gran cantidad de gravas y pocas raíces.
Débil estructura migajosa fina. Continua en profundidad

Propiedades físicas

% Textura
Horizontes gravas AG AF LG LF Arc Clase
Franco
A 33,21 44,02 28,02 3,46 18,64 6,96
arenosa
Franco
AB 30,85 50,91 22,69 4,14 11,33 10,93
arenosa
Franco
C 31,59 45,16 26,91 4,33 13,10 10,50
arenosa

Propiedades químicas

pH
%C % MO %N C/N
Hrs H2 O KCl FNa
A 4,9 4,1 8,6 3,1 5,3 0,25 12,4
AB 4,6 4,2 9,6 4,9 8,4 0,36 13,6
C 4,8 4,2 9,3 2,3 4,0 0,21 11,0

Complejo de cambio y elementos asimilables

Complejo de cambio Asimilables


% StAl
Hrs Ca Mg Na K Al CICe T K P
A 0,37 0,34 0,07 0,15 2,02 2,95 7,83 68,5 112 3
AB 0,13 0,12 0,06 0,09 2,16 2,56 7,38 84,4 71 4
C 0,06 0,11 0,05 0,09 2,27 2,58 3,01 88,0 64 2

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