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Zonas de Aplicacion de Ventosas

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VENTOSAS

                        VENTOSAS 
 

GELOSIS. Definición y tipos


 

La consistencia del tejido conjuntivo en la matriz extracelular oscila, en


condiciones normales, constantemente entre una fase de sol y una fase de gel
(bomba sol-gel del tejido conectivo) en función del pH del medio. La
disminución del pH desplaza la bomba a la fase de gel, caracterizada por una
mayor densidad tisular. Las sobrecargas mantenidas del tejido conjuntivo, ya
sea por una disminución en el aporte de O2 y nutrientes o bien por un
incremento de  los residuos procedentes del metabolismo celular, dan lugar a
una persistencia del estado de gel, se bloquean los mecanismos de drenaje
linfático y  venoso de la zona, constituyendose la gelosis.Una gelosis es por
tanto una zona de tejido conjuntivo que persiste en estado de gel. A la
exploración la apreciamos como una alteración en la consistencia del músculo
a la palpación a modo de endurecimiento en forma de nódulo, por su
localización muscular se le llama también miogelosis.Se diferencian tres tipos
de gelosis: Gelosis caliente, gelosis fría y gelosis de transición. 

Gelosis caliente: Es una zona inflamada del tejido conjuntivo que se percibe al
tacto como un nódulo indurado, caliente y doloroso a la palpación y/o presión
superficial. Su tamaño  es de aproximadamente 2-3 cm. de diámetro. La
respuesta inmediata a la acción de un agente lesional es la inflamación. La 1ª
fase (vasoconstricción) se produce por un mecanismo neurogénico (por un
reflejo axonal) y posteriormente intervienen los mediadores de la inflamación
que iniciaran las cascadas moleculares de transmisión de señales sobre una
cascada enzimática extracelular. La histamina y serotonina intervienen en las
fases iniciales de la inflamación, presentes en las plaquetas y en los
mastocitos. Su efecto favorece la presentación de edema por vasodilatación
arteriolar y un aumento de la permeabilidad vascular, con vasoconstricción
venular asociada. Asi se establece una estasis sanguínea de la zona, que nos
dar lugar a una disminución del aporte de oxígeno a los tejidos, provocando un
enlentecimiento del metabolismo celular con el consiguiente aumento de los
depósitos de residuos metabólicos en el intersticio. Esto se traduce en una
disminución del pH, es decir, en una acidez del foco de inflamación, y es esta
acidez la que altera la bomba sol-gel desplazándola hacia la fase gel,
caracterizada por una mayor consistencia del tejido conjuntivo de la zona
afectada que detectaremos  a la palpación. Las gelosis calientes corresponden
a procesos agudos. 
Gelosis de transición: Es una fase intermedia entre la gelosis caliente y la
gelosis fría. A la palpación tiene una consistencia gelatinosa, de tamaño
grande, parecida a la gelosis caliente pero de menor temperatura.

Cuando una gelosis caliente persiste pasa a ser una gelosis de transición que
si no se resuelve acaba evolucionando a gelosis fría (cuando se produce la
cronificación del proceso).  

Gelosis fría: Una gelosis fría aparece a la palpación como una induración del
tejido conjuntivo subcutáneo blanda al tacto,  pastosa y no caliente, dolorosa a
la presión fuerte y de tamaño inferior a las gelosis calientes, aproximadamente
de 0,5 a 1 cm. de diámetro. En la gelosis fría se da una vasoconstricción tanto
venular como arteriolar, lo que conlleva una disminución del flujo sanguíneo en
la zona afectada. La hipoxia acompañante, junto al déficit de nutrientes,
produce un enlentecimiento     considerable del metabolismo celular de esta 
área. Las gelosis frías indican cronicidad. 
 
 
 
 
  ORIGEN  DE  LA  GELOSIS

  - Reflejo de una disfunción orgánica. 

- Sobrecarga de la estática de la columna vertebral: 

         * origen mecánico

        * origen psiquico :  somatización de sobrecargas emocionales

 -    musculatura ( contracturas)  
 

HIPÓTESIS SOBRE LOS MECANISMOS DE ACCIÓN: 

1.- Mejora del metabolismo del tejido conjuntivo (matriz extracelular) : Cuando
disminuye la función de los órganos de eliminación (riñón, piel,
intestino,pulmón), bien por sobrecarga metabólica o por una alteración en su
función, el tejido conjuntivo, que  actúa como zona de transición de los
productos resultantes del metabolismo celular, se constituye como una zona de
depósito de estos.

Los métodos externos de Aschner  nos permiten realizar un drenaje directo del
tejido conjuntivo en estas circunstancias. Se consideran por tanto una terapia
de apoyo cuando se encuentran afectadas las vías de eliminación del
organismo. 
 
2.- Efecto inmunoestimulante: Los malos hábitos dietéticos y el exceso de
tratamientos farmacológicos, entre otros factores, alteran la flora  y disminuyen
la capacidad inmunológica intestinal, siendo el origen de numerosas
enfermedades.

En el intestino es donde tenemos una mayor proporción de matriz extracelular,


el intestino delgado mide unos 5-7 m y el grueso 1,5 m aproximadamente, y
ambos representan una superficie de contacto de unos 300 m², siendo la mayor
superficie de contacto con el exterior. El intestino contiene un porcentaje muy
elevado de estructuras linfáticas, el sistema inmunológico asociado a la
mucosa intestinal es el mayor órgano inmunitario de nuestro cuerpo. La
mucosa intestinal contiene un elevado porcentaje de células de tejido
conjuntivo (fibroblastos, linfocitos, macrófagos, mastocitos) y fibras nerviosas
vegetativas integradas (tejido linforreticular).

La cooperación entre matriz, leucocitos y fibras neurovegetativas regulada por


las citoquinas influye asimismo en la renovación celular del epitelio intestinal.
Estos sistemas dependen, a su vez, de una flora intestinal intacta; o viceversa
la flora puede verse afectada por trastornos en la regulación basal, incluso en
el supuesto de una alimentación adecuada, como por una alteración psiquica
permanente (estrés).

La sobrecarga del intestino puede ser drenada mediante lavativas, dieta


depurativa, en las enfermedades crónicas en las que no es suficiente el drenaje
se usa la piel como superficie sustitutoria de apoyo a la función inmunitaria
métodos humorales como el Baundscheidt,  el parche de cantáridas, actúan
induciendo la producción de sustancias inmunoactivas en la piel, con acción
tanto local como general. 

3.- Efecto antiinflamatorio: La derivación de los mediadores del dolor y la


inflamación tiene lugar por dos mecanismos: 

- drenaje a través de la piel por succión del foco inflamatorio (ventosa


escarificada)

- incremento del drenaje sanguíneo y linfático del foco, como resultado de la


hiperemia  inducida (masaje con ventosa).

Este mecanismo explicaría la importante acción antiálgica y antiinflamatoria de


estos métodos. 

4.- Efecto reflejo: El estímulo que produce la aplicación de los métodos


humorales sobre una zona determinada de la superficie corporal, tiene un
efecto a distancia sobre el segmento u órgano diana correspondiente. Los
cambios fisiológicos que inducimos en la superficie (hiperemia, incremento del
drenaje linfático, etc.), se producen también en el área refleja correspondiente.

Las conexiones entre ka superficie corporal y los órganos internos son:


-La distribución horizontal : la segmentación metamérica que transcurre a
través del sistema nervioso espinal y vegetativo con las vías reflejas
viscerocutáneas y cutiviscerales.

-La distribución vertical: a través de las vias de la médula espinal de asociación


intersegmentaria, que comprenden: los centros y vías vegetativos con sus
áreas de influencia; y las conexiones (vías cerebroespinales) con el tronco
cerebral y el córtex.

También longitudinalmente se distribuyen los meridianos de acupuntura que


dividen al cuerpo en una serie de circuitos funcionales. Los forman múltiples
puntos que están interrelacionados con partes internas del organismo. 
 

ZONAS DE APLICACION DE VENTOSAS 


 

Zona craneofacial: Zona retroauricular y mastoides. En esta zona no se


aplican ventosas sino el parche de cantáridas.

Zona de la nuca: También llamada zona occipital ó zona orgánica homolateral


(se localiza a nivel de C3 a C5 a dos traveses de dedo de la línea media
vertebral, coincidiendo con el trayecto de los meridianos de vejiga y vesícula
biliar.

Triángulo del hombro: Se localiza sobre el músculo trapecio a la altura de la


sexta vértebra cervical. Coincide con el meridiano de triple recalentador.

Zona hormonal: Se localiza sobre la séptima vertebra cervical,  aunque abarca


desde C5 a D2.

Zona pulmón-bronquios: Se localiza a la altura de la tercera vertebra dorsal a


dos   traveses de dedo de la línea media vertebral. Coincide con el punto 13V o
Puerta de los vientos.

Zona vesícula biliar-hígado: A tres distancias de la línea media, a la altura de


las vértebras D5-D6, sobre el borde interno de la escápula derecha,
coincidiendo con el 44V se encuentra la zona biliar. Su prolongación caudal
representa la zona hepática. 

Zona estómago-páncreas: En el lado izquierdo, simétrica a la anterior. El


páncreas se situa ligeramente por debajo de la zona de estómago y a veces es
dificil diferenciar una de otra.

Zona intercostal: En cada segmento desde las cervicales hasta la zona


sacroilíaca, pueden encontrarse a uno ó dos traveses de dedos de la zona
medial de la columna vertebral pequeñas zona dolorosas.
Zona suprarrenal-renal:  Se localiza desde D12 a  L2, a 3 traveses de dedo
de la línea media vertebral, sobre el meridiano de vejiga a la altura de 23V,
aunque en realidad podíamos precisar que abarca la rama interna desde 21V a
23V y la externa del 50V al 52V.

Zona apendicular: A la altura de L3, a cuatro traveses de dedo de la línea


media vertebral.

Zona lumbar:  Se situa entre L2 y L4 hasta el  ángulo sacroilíaco, sobre el 
meridiano de vejiga ( rama externa e interna).

Zona genital: Se localiza en el  ángulo formado entre el sacro, la columna


vertebral y la rama ilíaca ascendente.

Zona hipertensión-depresión: Se localiza sobre las apófisis espinosas de L5


y  S1. 
 
 

La exploración sistemática de estas zonas, que a veces coinciden con puntos


de acupuntura o áreas metaméricas, nos proporciona una información a valorar
en el diagnóstico de cada paciente.

La presencia o no de gelosis en un área refleja, así como las características de


la gelosis a la palpación, nos informan sobre el “estado” del órgano reflejo,
constituyendo un elemento más, junto a los datos de la historia clínica y de los
medios clásicos de diagnóstico. Nos proporcionan una orientación diagnóstica
cualitativa.

Las características de estas zonas reflejas (dolor, calor, etc.) nos indican si
existe una situación de vacío o de plétora del órgano o área en cuestión. Así la
localización de gelosis frías en la zona sacra puede significar la existencia de
problemas ginecológicos crónicos, o una alteración vascular de las
extremidades inferiores.

En el estadío más temprano de una enfermedad las zonas reflejas muestran


una transformación notable. En este caso a menudo no aparecen sintomas
clínicos claros, quizás un malestar. Mediante la localización de los puntos de
ventosa podemos hacer un diagnóstico constitucional, es decir detectar los
puntos de menor resistencia del organismo. Esto permite realizar una acción
precoz y preventiva.  
 
VENTOSAS SECAS – MASAJE CON VENTOSAS. INDICACIONES 
 
 

Las ventosas secas y el masaje con ventosa  se aplican en el tratamiento de


las gelosis frías, en las que predomina un déficit circulatorio local que se
traduce en un enlentecimiento de las reacciones metabólicas de la zona.

El efecto terapéutico derivado de la aplicación de ventosas secas o del masaje


con ventosa se puede explicar  por dos mecanismos: 

1- Hiperemia inducida: al mejorar el riego sanguíneo las reacciones químicas


de la zona de aplicación de la ventosa se producen con mayor rapidez,  lo que
implica una activación de los procesos metabólicos locales. A través de las
conexiones reflejas, se produce también un  aumento del metabolismo de la
zona refleja.

También activa las defensas, las células extavasadas al tejido conjuntivo desde
los vasos, deben ser eliminadas del mismo mediante la intervención del
sistema inmunitario.

2- Tonificación: equivale a la activación de la energía en el sentido de la


terminología de la acupuntura. Por este motivo, estas técnicas se aplican
principalmente en pacientes particularmente agotados y faltos de energía
(ancianos, enfermedades crónicas en fases avanzadas, etc.) 
 
 

Zona de la nuca: A este nivel no se colocan nunca ventosas secas, sino que
se realiza el masaje con ventosa como preparación para la aplicación de las
ventosas escarificadas.

Zona gástrica: Ptosis gástrica, hipo o anacidez, atonía gástrica, espasmos,


sensación de nudo en el estómago.

Parte anterior del tórax: Puntos 1P y 2P de acupuntura, y zona paraesternal


hasta apófisis xifoides.Traqueobronquitis aguda y crónica.

Región mamaria: Circunferencia inferior del tórax, debajo de las


mamas.Hipermenorrea ( según Bachman ).

Espalda: Desde la 1º vértebra dorsal hasta la 1º sacra. Hipotensión. Astenia.


Dolores osteoporóticos. Atonía de los músculos de la espalda. Asma bronquial.

Región sacra: Amenorrea secundaria, dismenorrea. Trastornos prostáticos.


Alteraciones tróficas de las piernas.

Cuando se aplican ventosas secas en la región sacra, hay que atender a los
signos de plétora o vacío.
Hipogastrio, ingle, parte interna del muslo: Amenorrea secundaria,
dismenorrea, hipermenorrea. Algias pelvianas tras anexitis, parametritis. Para
favorecer la reabsorción tras cirugía ginecológica y tras procesos inflamatorios
de la pelvis menor. 
 

SINDROME MIOFASCIAL

En estos últimos años a las consultas de medicina general acuden numerosas


personas por problemas de dolor músculoesquelético, de estas hasta un tercio
padecen lo que en medicina convencional se llama síndrome miosfascial.

Este síndrome se define como un dolor músculoesquelético regional originado


en          el músculo o en las fascias musculares, en ausencia de hallazgos
patológicos concretos.

En la exploración se desencadena dolor intenso a la presión de una serie de


puntos llamados puntos gatillo (PGs) o “trigger points”. Los PGs son un foco
irritativo en el músculo cuya presión produce dolor local y referido y se
acompañan de acortamiento muscular doloroso.  Estos PGs corresponden a
las miogelosis y en general no suelen ser dolorosos en estado de reposo,
quedando frecuentemente en estado latente y manifestándose ante ciertos
estímulos mecánicos como la contracción o el estiramiento muscular. Los
mecanismos fisiopatológicos que parecen intervenir son:  
 

Estrés, depresión, infección, traumatismo, alteraciones del sueño, alteraciones en la


regulación neuroendocrina, alteraciones del metabolismo de la seratonina, de la
dopamina, alteraciones del umbral del dolor, alteración de puntos dolorosos, dolor
muscular, fatiga.                              

 
 
Sindrome del dolor miofascial

             
 La contracción muscular sostenida origina una “miositis por tensión”. Esta
miositis está causada por la isquemia producida al mantenerse la contractura
de las fibras musculares comprimiendo los vasos sanguíneos. El aumento de
presión por mecanismo reflejo contribuye a mantener un espasmo vascular que
origina un fallo en la perfusión tisular con liberación de metabolitos que, a su
vez, generan más irritación y contractura. Se producen los fenómenos propios
de la inflamación como hemos visto en el concepto de gelosis. 

El dolor miofascial tiene la peculiaridad de extenderse a otros músculos en


forma de nuevos PGs o miogelosis, por agonismo o por antagonismo funcional.
Existe un compromiso del sistema neurovegetativo, cualquier músculo puede
albergar PGs y luego comprometer a otras estructuras musculares vinculadas.
Así una alteración de la función muscular de una extremidad inferior puede
provocar disfunciones compensadoras en niveles más altos, comprometiendo
por ejemplo a la cabeza y el cuello.

El síndrome miofascial regional se relaciona con dolor muscular referido,


asociado en bastantes ocasiones a cansancio, parestesias, cefaleas y sueño
no reparador. Las áreas de asociación medulares serían las responsables de
extender la sensación dolorosa a las fibras musculares próximas e incluso
irradiarlas hacia zonas más alejadas como las extremidades.

El síndrome miofascial se ha considerado como una variante regional de la


fibromialgia y también como un epifenómeno de sobrecargas mecánicas
locales.

Las localizaciones más frecuentes son: 

 Cintura escapular: dolor en región cervical con cefalea tensional e


irradiación atípica a extremidades superiores.
 Cintura pelviana: dolor en zona glútea referido a las extremidades
inferiores con una distribución de ciatalgia que no tiene ningna relación
con un proceso discal.

El síndrome miofascial responde escasamente a los tratamientos habituales


(analgésico-antiinflamatorios, miorrelajantes, antidepresivos). El tratamiento
clásico es la inyección local de un anestésico en los PGs. Nosotros aplicamos
ventosas. 

Nuestro estilo de vida actual nos lleva a padecer este tipo de trastornos que
afectan cada vez a gente más joven. Es necesario realizar cambios en nuestros
hábitos de vida e introducir técnicas de relajación, ejercicio moderado y
respetar el descanso del cuerpo y la mente. 
 

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