Una actitud sospechosa se refiere al comportamiento extraño de una persona que genera dudas sobre una situación oscura o negativa. Una actitud sospechosa puede desencadenar una investigación para confirmar la comisión de un delito, aunque una mera sospecha por sí sola no es suficiente y podría vulnerar principios como el debido proceso. Las autoridades no pueden detener a alguien sólo por ser sospechoso sin pruebas que establezcan fehacientemente su responsabilidad.
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Una actitud sospechosa se refiere al comportamiento extraño de una persona que genera dudas sobre una situación oscura o negativa. Una actitud sospechosa puede desencadenar una investigación para confirmar la comisión de un delito, aunque una mera sospecha por sí sola no es suficiente y podría vulnerar principios como el debido proceso. Las autoridades no pueden detener a alguien sólo por ser sospechoso sin pruebas que establezcan fehacientemente su responsabilidad.
Una actitud sospechosa se refiere al comportamiento extraño de una persona que genera dudas sobre una situación oscura o negativa. Una actitud sospechosa puede desencadenar una investigación para confirmar la comisión de un delito, aunque una mera sospecha por sí sola no es suficiente y podría vulnerar principios como el debido proceso. Las autoridades no pueden detener a alguien sólo por ser sospechoso sin pruebas que establezcan fehacientemente su responsabilidad.
Una actitud sospechosa se refiere al comportamiento extraño de una persona que genera dudas sobre una situación oscura o negativa. Una actitud sospechosa puede desencadenar una investigación para confirmar la comisión de un delito, aunque una mera sospecha por sí sola no es suficiente y podría vulnerar principios como el debido proceso. Las autoridades no pueden detener a alguien sólo por ser sospechoso sin pruebas que establezcan fehacientemente su responsabilidad.
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ACTITUD SOSPECHOSA
Para contextualizar, es necesario determinar el origen de los vocablos que
conforman el titulo referido. No siendo la “ACTITUD” más qué: la postura del cuerpo que refleja algún estado de ánimo, o la forma en la alguien está dispuesto a comportarse, y la “SOSPECHA” una suposición que se forma con base a un comportamiento o conjeturas manifestadas por otra persona que generan vislumbres de verdad. Con base a lo anterior, se puede establecer que la ACTITUD SOSPECHOSA es un tipo de comportamiento extraño que exterioriza un Ser humano, de acuerdo a una situación oscura o de derivaciones negativas de la cual se desprenden muchas dudas, resultando una connotación censurada de acuerdo a lo acaecido por cuanto sea responsabilidad del SOSPECHOSO. Aterrizando la conceptualización a la rama judicial, es claro y preciso que una actitud sospechosa, puede desencadenar una investigación profunda que permita probada y razonablemente confirmar la comisión de un delito, ya que es no es muy frecuente que a los autores o cómplices se le sorprenda en la realización de la conducta delictiva, sino que siguen un camino investigativo de acuerdo a los indicios, o elementos de conocimiento que permitan determinar la responsabilidad del sospechosos y posteriormente imputarle lo ilegalmente ocurrido. La actitud sospechosa, pude sin duda alguna facilitar que se determine la responsabilidad penal de acuerdo a la realización de una conducta delictiva, siempre y cuando más allá de la sospecha, se logré establecer fehacientemente con pruebas, que si es propia la responsabilidad del dudoso a la realización de la conducta. Puesto que, una mera sospecha por si sola, no significa ni comunica nada más que eso, sino una probabilidad, toda vez que carente de material probatorio, se convierte en un acto de mera desconfianza, e incluso si es persuasiva la presión ejercida por quien sospecha puede llegar a vulnerar principios de BUENA FE, Y HASTA EL DEBIDO PROCESO, así mismo como quien señale sin fundamentos a otro solo por una actitud dudosa, podría concurrir en el delito de HOSTIGAMIENTO, definido el C. penal en su Art 134 INJURIA Art 220, ENTRE OTROS, incidiendo en error la justicia. Por lo que, como consecuencia a un ACTO SOSPECHOSO, las autoridades no pueden más que interrogar a quien tenga calidad de sospechoso, respetando sus derechos en todo momento, sin legitimar una posible detención. De ejecutar la detención el sistema penal, estaría incurriendo en injusticia, al no tener como cierto la responsabilidad de la ejecución de un indebido al ser un simple sospechoso, y seria nulo todo acto posterior a ello ya que sería una detención con bases puramente especulativas y subjetivas derivada del funcionario judicial o policial sin acreditar la necesidad de aprehensión.