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3 Discurso de Santiago
Manuin Valera, líder indígena
awajún y miembro del Consejo
Awajún-Wampis, pronunciado el 10 de
diciembre de 2014, al recibir el
Premio Nacional de Derechos
Humanos otorgado por la CNDDHH11
Buenas tardes.
Agradezco sinceramente a la Comisión Organizadora y a la Coordinadora Nacional de
Derechos Humanos por considerarme para este Premio Nacional de Derechos Humanos
«Ángel Escobar Jurado».
Sinceramente, si lo acepto es en nombre de mi pueblo awajún-wampis y,
concretamente, en nombre de la Organización del Consejo Permanente de los Pueblos
Awajún-Wampis (CPPAW). Yo no soy la persona importante de este premio, más
importante son los que siempre me han acompañado: pienso en mis padres, que me
enseñaron a crecer valorando cada rincón del bosque; pienso en los jesuitas, que me
enseñaron a leer y a pensar; pienso en mi esposa, que no se cansa de sostenerme cada
día en mi enfermedad, y en mis hijos, que trato de educar; pienso en tantos paisanos
míos, que me empujan para seguir luchando. Con ellos asumí el servicio que mi
pueblo me ha encomendado. Sinceramente, son ellos los que han marcado mi pobre
vida y se merecen este premio.
Aunque lo hago libremente, lo que yo hago es responder a ese pueblo mío que me
llama y confía en mí. Y por encima de todo, respondo a nuestro Gran Ajutap, Dios
nuestro, que está presente en nuestra lucha, que me llama y acompaña, y en quien
confío plenamente. A ellos entrego este premio.
Ustedes ya saben que yo y muchos compañeros estamos siendo procesados por lo que
paciencia y pérdidas de todo tipo, estamos esperando una justa sentencia. Creo que
ustedes también lo esperan, igual que mucha gente del país y del extranjero que
conocieron los hechos a fondo. Por mi parte, yo no me avergüenzo ni arrepiento por el
paro que organizamos. Lo volveremos a hacer siempre y cuando veamos amenazado
nuestro territorio y cuando no nos hagan ningún caso por la vía legal. Asumo el paro
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Discurso de Santiago Manuin (como se cita en Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, 2014).
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En este foro de los derechos humanos, quiero recalcar que nuestra lucha por los
derechos humanos no es la del «perro del hortelano». Nosotros no estamos en contra
de las ayudas del Estado ni de las inversiones. Simplemente, queremos estudios a
fondo y que nos consulten de verdad. Tenemos sabiduría que da una experiencia de
cientos de años en este territorio. Es triste decirlo, pero la selva es un cementerio de
proyectos, mal diseñados y peor ejecutados. Hay excepciones, pero así es. Nosotros
reclamamos con razón, porque somos nosotros los que después cargamos con el
fracaso cuando los inversionistas y sus técnicos se retiran… Nosotros, repito, sí
queremos apoyos para mejorar nuestra educación, nuestra salud, nuestra
producción, eso es verdad; pero exigimos que se haga a partir de lo que somos y
tenemos. Sobre todo, que se respete nuestro territorio, porque ese es nuestra gran
escuela, nuestro supermercado, nuestra farmacia natural, nuestro templo que no tiene
paredes pero está lleno de seres vivos.
No rechazamos el diálogo con el Estado y con quien sea, pero diálogo transparente con
representantes comprometidos con los intereses de las mayorías. ¿Por qué? Porque
somos como una gran familia repartida en un solo territorio, y todo lo que se hace en un
rincón repercute en todos los demás.
Pero que quede claro: no somos fanáticos de nuestra cultura como si fuera la única y la
mejor; no estamos rechazando el desarrollo como dicen algunos… Fíjense que yo no
traigo corona ni vestimenta para recalcar orgullosamente mis derechos como awajún,
y aunque no domino el castellano, yo no les hablo en mi idioma pidiendo un intérprete
como podría ser también mi derecho. No. Sabemos apreciar, aprender, acomodarnos a
otras culturas. Creemos en la interculturalidad en este mundo globalizado. Esto tiene
que quedar claro para todos los que no nos conocen o no quieren conocernos como
somos.
Pero más claro tiene que quedar nuestra lucha por los derechos humanos y colectivos
de nuestro pueblo awajún-wampis. Nuestra historia es una historia de luchas para
poder vivir tranquilamente en nuestro territorio; nunca hemos luchado por conquistar
terrenos, ni robar oro ni plata de nadie. Nuestra vida en la selva nos impone muchos
deberes sociales para convivir y estrategias de producción. ¡Sí, somos productivos!
¡Ni ociosos ni ignorantes! Y por eso, hemos vivido de tal manera que nunca hemos
sido ni queremos ser mendigos ni una carga para el Estado. Nuestro pueblo unido ha
sabido rechazar a los narcoterroristas y bandas de delincuentes; para eso no hemos
hermano Ecuador, hemos apoyado a nuestro hermano Perú. Todo esto forma parte de
nuestra lucha por los derechos humanos individuales y colectivos. Me siento orgulloso
recibiendo este premio en nombre de mis hermanos awajún y wampis.
Esto no quita que queremos progresar también, no pensamos quedarnos en nuestro
pasado glorioso. El mundo cambia y nuestras necesidades también. Pero queremos
hacerlo a nuestro modo, cuidando nuestra cultura y cuidando nuestro territorio
originario. ¡Esa seguirá siendo nuestra lucha por los derechos humanos, no lo duden!
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5 En el año 2015, Jorge Mario Bergoglio, más conocido como papa Francisco, publicó
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a. ¿Qué opinión te merecen las palabras del n.° 138 de la carta encíclica? ¿Será real
que todo está conectado? Da algún ejemplo de ello a partir de los textos leídos.
Yo creo que todo está mutuamente relacionado, ya que una cosa depende de la otra por
Ejemplo el tiempo y el tiempo y el espacio o como los componentes de que están compuestos
el planeta físicos, químicos y biológicos, y así como nuestra relación con el planeta
La idea es como es que las personas olvidamos a nuestro hogar y lo destruimos con el fin de
Tener lo que queremos, aunque estos no sean tan necesarios sin darnos cuenta que estamos
El lugar que nos da vida, está siendo destruida, y los culpables somos nosotros ya que nos
Comportamos como el dueño de la gallina que ponía huevos, ya que lo único que buscamos es
Enriquecernos y como el mono que por creer que estaba haciendo bien perjudico al pobre pez
la que lo estamos hacienda porque al final Alos que perjudicamos somos a nosotros mismo
Porque nosotros más que nadie sabemos que la tierra es nuestro único hogar.
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