TD146 DECLA Seger Naturaleza
TD146 DECLA Seger Naturaleza
TD146 DECLA Seger Naturaleza
Sede Ecuador
Naturaleza
Concepciones, seres, saberes y sentidos en Íntag
Quito, 2020
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22 de junio de 2020
Firma: ________________________
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Resumen
Esta tesis indaga sobre las lógicas, concepciones, sentidos, prácticas y saberes de
la Naturaleza evidenciados en la zona de Íntag, Ecuador, en el marco de la relación ser
humano-Naturaleza. A lo largo de esta tesis se dibujan las posturas y planteamientos en
palabras de las y los inteños, entretejiendo las nociones del ser-saber-hacer desde y con
la Naturaleza, el ‘cuidado’ de ella, la interrelación y coexistencia de seres, y las tensiones
entre diferentes actores/poderes (internos, externos, históricos y actuales).
Íntag, ubicada en el área rural y montañosa en el noroeste de los Andes, es una de
las zonas de bosques nublados más importantes que tiene Ecuador en términos de riqueza
biológica, es el eje de un conflicto socioambiental de extractivismo, y está marcada por
una heterogeneidad de voces-actores en la zona. El encuentro entre diferentes
concepciones de la Naturaleza, en particular, las del sistema-mundo moderno frente a las
nociones o lógicas distintas locales es la base de muchos cuestionamientos y tensiones
socioambientales en Íntag. Este trabajo emana de y se funda en las narraciones y
reflexiones inteñas; a partir de ellas, se aborda la necesidad de decolonizar las lógicas
epistemológicas de nociones, saberes y prácticas respecto a la Naturaleza desde las
experiencias y pensamientos locales.
La problematización subyacente, que se referencia mediante el desarrollo de esta
tesis, se basa en la concepción de la Naturaleza propia del patrón moderno-capitalista-
colonial hegemónico, donde hay una separación entre seres humanos y Naturaleza junto
a la afirmación de superioridad de los humanos respecto a la Naturaleza. Esta división
binaria jerárquica es el origen de las tensiones socioambientales evidenciadas.
Los hallazgos, asentados en las narraciones de las y los inteños, evidencian que la
Naturaleza se concibe relacionalmente, es sentipensada y propia del lugar, que se valora
el cuidado de ella, el ser-saber-hacer con y desde la Naturaleza, y que la Naturaleza ‘es
vida’. Se revela además que las y los inteños vienen formulando relaciones,
cuestionamientos y posturas particulares o nuevas frente a los discursos y prácticas
hegemónicos en torno a la Naturaleza y vida, lo que permite una teorización que aporta
al diálogo epistémico sobre la crisis ambiental en el marco de la crisis civilizatoria.
Agradecimientos
Tabla de contenidos
Introducción .................................................................................................................. 15
Parte uno Conceptualizando Naturaleza ..................................................................... 33
Capítulo primero Conceptualizaciones de la Naturaleza: Conceptos, contextos,
nociones fundamentales y exploraciones .................................................................... 35
1. Concepciones de la Naturaleza: La problematización................................................ 36
1.1. La complejidad ontológica de la Naturaleza ............................................... 36
1.2. Esencialismo y el buen salvaje ecológico.................................................... 40
2. Concepciones de la Naturaleza: Doctrinas, matrices y acercamientos ....................... 45
2.1. Aproximaciones a la reducción del dualismo Naturaleza/cultura ............... 49
2.2. Aproximaciones relacionales: Relacionalidad, redes, sentipensar y ontología
relacional ............................................................................................................ 53
3. Concepciones de la Naturaleza: Tejidos fundamentales ............................................ 58
3.1. Colonialidad de la Naturaleza y hacia la decolonialización de la ‘lógica’ de
la Naturaleza ....................................................................................................... 58
3.2. Territorio y Naturaleza: Nexo fundamental................................................. 61
3.3. Antropocentrismo, antropomorfismo y seres-de-la-Naturaleza .................. 65
Capítulo segundo Concepciones de la Naturaleza: Articulaciones inteñas ............. 71
1. Contextualizando Íntag ............................................................................................... 72
1.1. El entorno natural geográfico de Íntag ........................................................ 72
1.2. La socio-historia de la zona de Íntag ........................................................... 77
1.3. La población inteña: Demografía y organización sociopolítica .................. 81
1.4. La minería .................................................................................................... 84
2. Las concepciones de la Naturaleza: Narraciones inteñas ........................................... 88
2.1. La Naturaleza “es vida” y otras formulaciones inteñas de la Naturaleza .... 88
2.2. Las concepciones de ‘territorio’ y Naturaleza ............................................. 94
3. Naturaleza y minería: Defensas, amenazas, despojos y luchas ................................ 101
3.1. Defensa: ‘Tocaría luchar hasta el último’.................................................. 103
3.2. Conflicto socioambiental: Análisis e implicaciones .................................. 105
Parte dos Seres-de-la-Naturaleza y ser-saber-hacer desde y con la Naturaleza ...... 109
Capítulo tercero Seres-de-la-Naturaleza: La relación ser humano-ave ................ 111
1. La gallina .................................................................................................................. 114
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Introducción
existen múltiples ejes debido a las nuevas concesiones otorgadas, dando como resultado
que el 80% del territorio de la zona se encuentre concesionado y en trámite de concesión
a empresas mineras (Zorrilla, comunicación personal). Por la resistencia y movilización
local frente a la política extractivista y las concesiones mineras, la zona de Íntag se
considera un caso emblemático de este tipo de conflicto socioambiental. Las formas de
movilización eran y son muy variadas, incluyendo la formación de grupos sociales, el
desarrollo de nuevas actividades económicas como alternativas a la minería, la
(re)construcción de la organización local, la creación de reservas, campañas de educación
ambiental, etc. El conflicto sobre la minería ha causado más divisiones sociales en la zona
y amenaza el tejido socio-territorial.
Esta región, de alta diversidad biológica y heterogeneidad social, se está
transformando por fenómenos y entidades internos y externos. En adición a la presión de
las políticas estatales y empresas extractivas, otros fenómenos, como la migración, la tala
y quema del bosque, prácticas agrícolas y actividades perjudiciales que contaminan o
abusan de la tierra/Naturaleza, son problemas que diferentes actores buscan contrarrestar
mediante la educación, proyectos comunitarios, acciones colectivas y una gama de
actividades a fin de lograr formas de vida-existencia y de ser-saber-hacer con la
Naturaleza. Puesto que la zona de Íntag vive un estado de cambio permanente, es
importante el tema de re-existencia, ya que no solo se reacciona/resiste a la acción ajena,
sino que se reafirma la pre-existencia propia, y en ese proceso, se re-existe (Albán 2013;
Porto-Gonçalves 2009).
Otra justificación para esta investigación es que las concepciones de la Naturaleza
son un tema de reconocida importancia en la academia y en todos los campos de estudio.
Sin embargo, los estudios sobre las concepciones de la Naturaleza se han concentrado
principalmente en investigaciones ‘sobre’ grupos indígenas y grupos ancestrales con
fuertes lógicas distintas, y no toman en cuenta la importancia de hallazgos posibles al
estudiar otros grupos socioculturales, como los campesinos mestizos en zonas rurales,
que ofrecen miradas nuevas. Íntag es heterogénea y por eso vale la pena emprender esta
aproximación más holística a varios temas de interés en términos académicos y sociales.
En particular, una aproximación al tema desde la perspectiva local y decolonial de la
concepción de la Naturaleza, proporcionaría un punto de partida para un análisis de la
incorporación de lo local en los cánones de varios campos de estudio, por ejemplo, la
ecología social y la ecología política. Del mismo modo, algunos campos de estudio se
han vuelto más interdisciplinarios y, como tales, han incorporado elementos de las
17
1
Mis objetivos específicos son:
- Indagar en torno a los principales saberes construidos por las y los inteños respecto de la
Naturaleza, sus prácticas y formas de relacionamiento con ella.
- Explorar el ser-saber-hacer desde y con la Naturaleza en base de estudios de caso centrados en
otros seres (especies) que son parte de la Naturaleza inteña; explorar respecto de las principales prácticas y
relaciones que establece la población inteña con los seres-de-la-Naturaleza.
- Destacar nociones de ‘cuidar’ la Naturaleza en términos de los planteamientos, saberes y prácticas,
y sus resultantes tensiones.
- Analizar cómo estas distintas concepciones, actores y redes están afectados, girando,
transformándose o en transición por las dinámicas actuales en la zona y las relaciones de poder en términos
socioambientales (del territorio, la agricultura, el ‘cuidar’ la Naturaleza, la minería, el manejo de
‘conservación’ y las políticas del Estado, etc.).
- Proporcionar nuevas miradas evidenciando el sentipensar con la Naturaleza.
- Investigar cuáles son las tensiones expresadas con relación a la Naturaleza, y en qué están
arraigadas.
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2
Por el acercamiento metodológico y ético, a lo largo de este trabajo, he incorporado mi lugar de
enunciación - un acto subjetivo desde y con el intersubjetivo situado.
22
me enfrenta. Por ser obviamente una extranjera físicamente, y por no tener fluidez en
términos de comunicarme (no domino el idioma español) verbalmente, soy vista
claramente como una persona de afuera por las personas que no han tenido contacto
conmigo previamente. Por los conocidos antes de 2015 podría ser vista como de adentro-
afuera por mi largo trabajo con las madres de familia de la cooperativa Mujer y Medio
Ambiente y la Fundación Casa Palabra y Pueblo, y, en parte, por las personas de la
DECOIN (Defensa y Conservación Ecológica de Íntag). Con algunos individuos, amigos
y vecinos con quienes hemos trabajado y dialogado, conversando juntos en el transcurso
de más de 20 años, hemos establecido una relación de confianza y respeto mutuo. Pero
por lo general, creo que soy identificada como gringa, ambientalista o docente de
estudiantes de ecología y conservación universitarios. Durante los últimos cuatro años he
podido fortalecer mi integración en la comunidad y las relaciones interpersonales.
Ojalá algunas personas además me entiendan por estar en solidaridad con la
defensa y el cuidado recíproco con/de la Naturaleza, la resistencia socioambiental y la
lucha antiminera; pero por mi timidez y tendencia a ser introvertida y por obligaciones
académicas o laborales que me llevaban afuera de la zona, mi fantasía de poder
involucrarme y enredarme mucho en el ‘activismo’ parecía ilusorio e intangible en los
últimos cuatro años viviendo en Íntag. Mis otros motivos subjetivos que me impulsaron
a indagar sobre este tema en Íntag son, sobre todo, mi amor por la Naturaleza, junto con
mi amor por la justicia, la zona y mis amistades inteñas. Sin caer en las trampas del
romanticismo o esencialismo, me emociona haber vivido algunos años en el campo
inteño, por el poder de ser-hacer-saber desde y con la Naturaleza y la vida inteña, por
interrelacionarme, convivir y coexistir con ellas.
Para mí, era importante que la investigación propuesta fuera guiada por principios
éticos (Becker 1998). No es un estudio ‘sobre’ ello, sino desde y con las y los inteños, y
con y desde Íntag. Lo mejor que pude, traté de respetar la tradición oral entendiendo que:
“Cuando se trabaja con las tradiciones orales de una comunidad o de un colectivo, uno
tiene que ser obediente a los mandatos de la tradición oral. Se tiene que admitir que uno
no sabe, que uno quiere aprender” (García Salazar y Walsh, 2017b, 133). Este punto de
23
vista está basado en el respeto para las personas que han colaborado conmigo. Reconocer
y destacar las narraciones de la gente era mi intención principal. Espero haber logrado
que las voces de las y los inteños sean escuchadas, percibidas y atendidas como
primordiales en las páginas de esta tesis.
La recolección, revisión y (re)análisis permanentes de la literatura pertinente a la
zona de Íntag o al marco conceptual de la tesis se han hecho esporádicamente durante el
tiempo pasado en el campo, pero, por lo general, esta información no guiaba la trayectoria
del estudio, sino que era complementaria. Lo que guiaba mi estudio era determinado por
los saberes y prácticas compartidos conmigo en las conversaciones, co-experiencias e
interacciones. En menor grado, pero complementaria, era la observación participativa en
una variedad de circunstancias (caminatas, trabajos en huertos, mingas, reuniones, fiestas,
etc.).
Uno de los aspectos de la investigación era mantener consciencia de una
representación equilibrada de género. El género es sumamente importante en una
investigacion socio-ambiental por razones ya bien documentadas. 3 Algunas de las
investigaciones llevadas a cabo en Íntag estaban concentradas en opiniones y perspectivas
masculinas. Por eso, aunque no he hecho un análisis en base de género, he incluido temas
en el texto que son representados principalmente por mujeres y en otros temas, prestando
mi atención a un equilibrio de narraciones por género.
Los sesgos y las debilidades metodológicas, en mi opinión, deben ser presentados
y transparentes. Primero, al enfocar esta investigación que trataba de ser guiada según las
y los inteños y por lo que destacaban en las conversaciones, por eso, faltaba claridad en
los objetivos al inicio de la investigación. Segundo, por no ser fluente y no dominar el
idioma castellano, mi transcripción de las conversaciones puede ser incorrecta con la
redacción errónea o inexacta en las narraciones, así pues, a lo largo del texto. Tercero, las
conversaciones no son una representación exacta de Íntag, las conversaciones no
representan ni a toda la zona de Íntag, ni a las distintas posiciones de sus habitantes; sino
que dichas conversaciones son casi todas pro-Naturaleza y antimineras, y se llevaron a
cabo la mayoría en la parroquia Plaza Gutiérrez.
3
Por mi apuesta política, -feminista, ecologista, progresista y activista-, me siento insatisfecha con
mi aplicación de un lenguaje más inclusivo de género en este texto, con fórmulas y términos de género
neutro, no normativo y no androcéntricos. Escribir en español es un desafío para mí, así que reconozco la
falta de fidelidad es mía. (La misma dificultad tenía con reformular el léxico antropocéntrico a uno neutral
y/o inclusivo a todos los seres-de-la-Naturaleza y que no implique una dicotomía entre los seres no-
humanos y seres humanos.)
24
4
Las ‘conversaciones’ no eran estructuradas como una entrevista formal (preguntas-respuestas)
sino que ambas partes explorábamos los temas tocados sin metas específicas. La mayoría era muy informal.
25
5
“El objetivo de la Fundación Casa Palabra y Pueblo es ofrecer a las personas que viven en la zona
de Íntag acceso a la palabra en todas sus manifestaciones: escrita, digital y auditiva. Esto implica el impulso
de actividades, programas y proyectos educativos, comunicacionales e informativos a fin de crear y/o
fortalecer destrezas relacionadas con el uso de la palabra. Mediante los servicios ofrecidos por la Fundación
Palabra y Pueblo, esperamos contribuir a mejorar la calidad de educación, impulsar el pensamiento crítico,
en fin, contribuir al desarrollo participativo de la Zona.” (https://intagnewspaper.org/)
26
El texto, a más de esta introducción, está organizado en tres partes, cada una
compuesta por dos capítulos correlacionados y en estrecha armonía entre sí.6
6
Hice todo posible por mantener un enfoque de pensamiento holístico en mi trabajo de campo,
siendo que los temas de relacionalidad, sentipensar, tensiones y concepciones de la Naturaleza en sí
requieren ser comprendidos de manera integral y holística, en cambio, en la redacción se necesita una lógica
diferente para un texto académico con la apropiada organización. Por lo tanto, los siguientes capítulos se
han agrupado en tres partes.
27
Las temáticas destacadas en los capítulos en la parte dos y la parte tres germinaron
en la parte uno; esto con el fin de proporcionar una reseña más integra del texto en el
segundo capítulo, sobre las concepciones de la Naturaleza de las y los inteños, y, por ser
temáticas anexadas o asentadas en la problemática o las matrices destacadas en el primer
capítulo. No es mi intención documentar exhaustivamente toda la zona de Íntag, sino
valorar Íntag (como estudio de caso, en algunos sentidos) vía temáticas7 seleccionadas
(en base de las conversaciones) para comprender, por ejemplo, cómo y qué relaciones
de/con la Naturaleza se construyen, cómo y qué ‘Naturaleza’ construye a la vida-inteña,
y cómo se refleja la tensión y/o relación entre todos los seres-de-la-Naturaleza. Son
temáticas que se caracterizan por ser pletóricas. Por eso, cada uno de los capítulos
contiene y entreteje varias temáticas.
7
Tener que limitarse a unos pocos temas seleccionados es como describir solo las hojas, la corteza
y una sola rama de un árbol, por lo que, si bien da algunas ideas sobre partes del árbol, todavía no puede
conceptualizar todo el árbol. Ver parábola en 1.1.
28
[…] como algo más que una base material para la reproducción de la comunidad humana
y sus prácticas. Para poder captar ese algo más, el atender a las diferencias ontológicas es
crucial. Cuando se está hablando de la montaña como ancestro o como entidad sintiente,
se está referenciando una relación social, no una relación de sujeto a objeto. Cada relación
social con no-humanos puede tener sus protocolos específicos, pero no son (o no solo)
relaciones instrumentales y de uso. Así, el concepto de comunidad, en principio centrado
en los humanos, se expande para incluir a no-humanos (que pueden ir de animales a
montañas pasando por espíritus, todo dependiendo de los territorios específicos).
(Escobar 2014, 104)
29
8
Muestra la forma en que todo está tan relacionado; tiene conexiones con todos los aspectos de la
vida allí, no solo las vidas de los seres-otros sino la vida del pueblo también. Aunque incompleto y parcial,
el texto se enfoca mucho más en los seres humanos. Sentipensar es dejar influir el corazón y lo sentimental
y ser gran parte de la vida. Este enfoque me lleva a estos otros seres.
30
momento de entender qué es la Pachamama, cuáles son sus estructuras y sus formas de
funcionamiento. (Martínez Yánez 2014, 24)
El texto “cierra” con una serie de conclusiones y reflexiones finales que dan cuenta
del entretejimiento de los temas e ideas presentados en las tres partes. Finalmente se
consignan las referencias de obras citadas y la lista de entrevistas y conversaciones
personales.
32
33
Parte uno
Conceptualizando Naturaleza
Capítulo primero
Conceptualizaciones de la Naturaleza:
Conceptos, contextos, nociones fundamentales y exploraciones
9
Escribir con mayúscula o minúscula la palabra ‘Naturaleza’ es una cuestión que se debate. En las
citas de referencias he tratado de seguir el uso de cada autor en particular, pero en mi texto y en las citas
inteñas, trato Naturaleza con mayúscula. Además de seguir la práctica de Catherine Walsh, mi preferencia
en el uso de la Naturaleza con mayúscula es por estar de acuerdo con "La única razón por la que no
capitalizamos Naturaleza es que los clérigos cristianos han mantenido durante mucho tiempo una
proscripción de hacerlo en el interés de acabar con el culto pagano de la Naturaleza. No hay lugar para tal
fanatismo anticuada en la literatura científica […]. La Naturaleza es un nombre propio, y como tal debe ser
con mayúscula" (Laing 2010, párr.1; traducción mía).
36
10
¿Y si cambiáramos los papeles en esta parábola? Seis elefantes ciegos se topan con un humano,
un ser completamente desconocido por ellos. Para descubrir de qué se trata se ponen a explorarle con sus
patas. El primero declara, "los humanos son bien planos”. Los otros, después de una maniobra parecida, se
declaran de acuerdo.
37
2011a y 2011b) en la que nos encontramos porque es fundamental encontrar otros mundos
posibles. Existen en la academia algunas ideas problemáticas sobre la Naturaleza, por ser
perversamente difíciles de comprender, e incluso, de poner en palabras. Es imposible un
consenso sobre las ontologías y epistemologías de la Naturaleza, o trazar exhaustivamente
dichas concepciones, sin cometer una falacia grave de reducción injustificada. Sin
embargo, esta complejidad ontológica no necesita depender de reduccionismos y
esencialismos, por eso, a lo largo de este capítulo, indago algunos aportes de lógicas
distintas, relacionales, decoloniales y/o indisciplinadas, etc., porque para mí estos aportes,
‘teorías’ y acercamientos otros/alternativos son críticos, ya que me proporcionan hilos de
reflexión y elementos que aportarían posibilidades para un mundo mejor.
La problematización subyacente en la conceptualización de la Naturaleza nació
con los profundos cambios de la filosofía occidental del siglo XVII que marcaron el inicio
de la modernidad. “El deseo, el derecho y la necesidad concebida de dominar, controlar
y apropiarse de la Naturaleza son constitutivos de la racionalidad, la ciencia y el orden
moderno/colonial occidentales […] del mundo como tierra” (Walsh 2015b, 104;
traducción mía). A veces se la denomina ‘revolución científica’ porque produjo visiones
nuevas sobre la ciencia, la filosofía y la Naturaleza, principalmente a través de que el
aristotelismo fue reemplazado por la filosofía natural cartesiana.
El inicio de la "modernidad" de la ciencia y la Naturaleza fue moldeado en gran
medida por René Descartes (1596-1650) y Francis Bacon (1561-1626). La visión del
universo por parte de Descartes como una máquina gigantesca respaldaba la
‘matematicación’ de la Naturaleza, pero lo más notable fue la separación de los seres
humanos de la Naturaleza, ya que los ‘hombres’ son "los maestros y poseedores de la
naturaleza" (Discours de la méthode 1636). De esta manera, Descartes allanó el camino
para la creencia persistente y generalizada de la modernidad en el dualismo ser-
humano/Naturaleza. No obstante, Bacon es ampliamente reconocido como el arquitecto
intelectual de la era moderna de la ciencia, la tecnología y el espíritu industrial de la
modernidad.
Para satisfacer las ambiciones imperiales de la humanidad sobre el mundo natural,
el nuevo método de investigación de Bacon permitiría el conocimiento universal y
objetivado; desde esta perspectiva, la humanidad obtendría un conocimiento infalible y
un dominio total sobre la Naturaleza. La clave para la dominación de la Naturaleza por
parte de Bacon está en el método experimental; una línea divisoria entre la
experimentación y la dominación no existe. La única razón para la experimentación, en
38
primer lugar, es ganar poder sobre el mundo. Bacon afirma que "la naturaleza se muestra
a sí misma más claramente en las pruebas y aflicciones del arte que cuando se la deja
sola". Además, Bacon asevera que las artes mecánicas no "simplemente ejercen una guía
suave sobre el curso de la naturaleza; tienen el poder de conquistarla y someterla, de
sacudirla hasta sus cimientos" (1620 y 1623 passim).
Según Bacon, el marco de la tecnología moderna depende de la unión del
conocimiento humano y el poder en uno (scientia et potentia in idem coincidunt). Para
adquirir conocimiento sobre la Naturaleza, que Bacon llama "la inquisición de la
naturaleza", también se debe tener poder sobre la Naturaleza. El poder y el conocimiento
sobre la Naturaleza pueden lograrse mediante el uso del experimentalismo, que Bacon
dice que también es la mejor manera de descubrir o revelar los secretos ‘femeninos’ de la
Naturaleza. El objetivo utilitario de su método y filosofía es esencial, ya que uno
encuentra "en el vientre de la naturaleza muchos secretos de excelente uso" (Bacon 1620
y 1623 passim).
La cosmovisión moderna se desarrolló a partir de la combinación de la creencia
en un universo ordenado y mecanicista y la certeza de la filosofía cartesiana. La
modernidad percibe que el mundo posee una realidad objetiva que puede descubrirse con
seguridad a través de la observación y la razón. Debido a que la modernidad define a la
humanidad en términos del pensamiento racional, no logra comprender una "ilógica"
distinta de la naturaleza humana, incluyendo la relacional y la espiritual. Tampoco
comprende los límites de la razón y el objetivismo. Al exaltar el individualismo y el
análisis, subyuga la vida relacional, holística y la praxis de la naturaleza intrínseca. En la
modernidad, la Naturaleza llegó a modelarse como máquina en un gran universo
mecanicista. No se consideraba que la Naturaleza tuviera un valor intrínseco, sino solo
un valor como objeto de uso humano y como objeto de control tecnológico.
El patrón moderno hegemónico de la Naturaleza en muchos aspectos es
diametralmente opuesto a la relacionalidad y sentipensar con la Naturaleza (véase
discusión más adelante). En el marco moderno, la Naturaleza no solo es un montón de
recursos inertes sin mente ni alma, que a través del cultivo del conocimiento las personas
tienen derecho a dominar y poseer, sino que, además, cada ser-humano se visualiza como
el ser más grandioso, y claramente desconectado y superior a la Naturaleza. Obviamente,
en el mundo moderno y occidental hay campos en los cuales se disputa lo hegemónico.
Por ejemplo, desde la perspectiva del movimiento de la ecología profunda (de origen
occidental), reclaman que la modernidad es antropocéntrica, mientras que la
39
11
Más adelante examino ‘dualismo’, y luego exploro perspectivas decoloniales para poder
encontrar algunas maneras de ir más allá de una falsa elección entre Naturaleza y cultura, y apuntar a la
esperanza.
40
Universo, o, por otro lado, como un ‘sentimiento humano individual subjetivo', o sea,
como una experiencia privada. En el primer caso, el del reduccionismo objetivista, la
Naturaleza se vuelve manejable a través de la eliminación de todos los aspectos del
medioambiente que son definidos como ‘suaves’ o subjetivos. En el segundo caso, el
reduccionismo subjetivista, la Naturaleza está lejos del mundo concreto y existe
únicamente en el ámbito interno de la psique humana. Son dos perspectivas en tensión, y
ambas tienen sesgos y limitaciones que en mi opinión son incompatibles con el rumbo y
anhelo de que “se quede con el problema” (Haraway 2010). Sin embargo, puesto que
estos dos reduccionismos hegemónicamente comunes se basan en ideas esencialistas, en
las siguientes páginas voy a discutir la polémica y legado del esencialismo.
12
Esta visión contrasta con la no-esencialista, que establece que, para cualquier tipo determinado
de entidad, no hay rasgos específicos que las entidades de ese tipo deben poseer (Escobar 1999).
41
13
“El objetivo de una clasificación cladística es reflejar las relaciones filogenéticas entre los
diferentes organismos y no su grado de divergencia adaptativa o semejanza general” (Tiwanacu 2011, párr.
1).
43
actual del conocimiento nos puede dar solamente una imagen dispersa de la realidad
biocultural, y esto hace que sea una solución a la crisis ambiental inviable e impensable”
(14; traducción mía).
El esencialismo en la biología, el estudio de la vida, es evidente en el uso común
de los términos "ciencias puras" y "ciencias duras". El esencialismo en la biología,
combinado con el esencialismo en otros campos, por ejemplo: “las ciencias sociales han
sido reacias al concepto de civilización, por considerarlo homogeneizante, esencialista y
ahistórico” (Escobar 2014, 47), contribuye a formular el debate del siguiente tema, un
buen ejemplo del esencialismo aplicado.
14
Es cómodo porque está de acuerdo con su epistemología.
44
El debate desde ese campo sobre este tema se centra en la idea de la diferencia
entre ‘sustentabilidad’ y ‘conservación’, conceptos por sí modernos; o, más
profundamente, entre esencialismo y relaciones con ‘el exterior’, o sea, intervenciones en
sistemas autónomos.
En el campo de la conservación, el esencialismo es un elemento crítico tanto a favor de
los derechos inherentes a la naturaleza y los pueblos indígenas, como en contra de la
intervención en los espacios naturales supuestamente necesitadas de protección o
conservación. En otras palabras, las personas y los grupos que se ocupan de las múltiples
formas en que estamos destruyendo nuestro medio ambiente y la espiral descendente y la
degradación a menudo irreversible de los bosques, ríos, glaciares, océanos, praderas,
ecosistemas, así como el deterioro de la salud de los ambientes alterados por el hombre
tales como ciudades y zonas de cultivo, están buscando visiones alternativas de abordar
los problemas y/o evitar problemas futuros. Una consecuencia lógica es que se buscan
alternativas en los pueblos indígenas y tradicionales que han vivido mucho tiempo en la
naturaleza y han existido en armonía con su entorno. Los movimientos indígenas
organizados (en modelos ideales de organizaciones de base) reciben más financiación en
la medida que se proyectan como “tradicionales” y “ecológicos”. Estos ideales reafirman
y esencializan las representaciones sobre los indígenas como buenos salvajes o
“primitivos” en armonía con su entorno. (Ulloa 2005, 100)
es un expediente muy común entre los miembros de nuestra especie, una forma de hacer
manejable y por ende entendible el mundo, no es para nada productivo si el propósito es
una verdadera comprensión de la vida/mundo en toda su complejidad.
Volviendo a la fundación del esencialismo en la modernidad, hago referencia a
Descartes, quien creía que el conocimiento de la esencia o la naturaleza de una cosa es
anterior al conocimiento de su existencia. El esencialismo de Descartes también cerraba
la posibilidad de diálogo y apertura intercultural entre diversos seres-humanos:
Se cree que René Descartes es el fundador de la filosofía moderna que exalta el cierre, la
singularidad y el monólogo en la creación de significados filosóficos. Ve los diversos
horizontes de la humanidad como mónadas prácticamente cerradas; socava la posibilidad
de apertura, mutualidad y diálogo. En consecuencia, para Descartes, la humanidad no
tiene un mundo común al que referirse, ni una visión común para la cual vivir; el mundo
es esencialmente no comunicativo y sin ventanas. (Molla 2012, 1; traducción mía)
La(s) problematización(es) del tema que he presentado arriba son solo algunas
pocas de muchas posibles, y por eso durante todo el texto voy elaborando distintos
aspectos adicionales que son imperativos por la complejidad del tópico. A continuación,
como componente principal en la base del tema expuesto, he indagado sobre los
argumentos o acercamientos de varios autores que han desarrollado matrices o han
aportado visiones panorámicas de las ‘concepciones’ de la Naturaleza.
Una pista importante la aporta el trabajo de Stuart Hall sobre ‘representaciones’,
que para mí son claves para entender dichas concepciones. La representación trabaja en
dos niveles, el nivel consciente y abierto, y el nivel inconsciente y suprimido. Los
estereotipos se refieren tanto a lo que se imagina como a lo que se percibe como ‘real’.
Lo que se produce visualmente en las prácticas de representación es la mitad de la historia,
y la otra mitad reside en lo que no se dice, sino que se fantasea (Hall 2013b, 431-458).
Leonardo Garavito González (2009, 209-211) ha resumido e interpretado las tres
doctrinas relacionadas con maneras de conceptualizar la Naturaleza y el ambiente según
Macnagthen y Urry en Contested Natures (1998). Estas doctrinas, aunque no son
consideradas especialmente eurocéntricas, son útiles para explicar los puntos de vista
occidentales, en mi opinión una visión ampliamente generalizada en el mundo. En
particular, son útiles para entender el papel de las fuerzas de la globalización en la
alteración de las concepciones de la Naturaleza. Las tres doctrinas son:
46
Para evitar el problema del reduccionismo, añado que los autores consideran que
estas doctrinas “no son suficientes para definir la complejidad de la naturaleza en un
sentido más profundo y crítico” y que “no hay una naturaleza, sino naturalezas” (210),
por poseer un carácter multidimensional. Estoy de acuerdo en que estas doctrinas no
reflejan una profundidad crítica, sino que son sencillas divisiones tal vez útiles para
explicar lo más básico de los puntos de vista occidentales o las fuerzas de la globalización
ampliamente generalizadas. La visión idealista (b) en particular es bastante limitada y
para mí la menos útil ya que carece de matices esenciales para las visiones holísticas o
multifacéticas y complejas de la Naturaleza en el Ecuador rural.
En otra matriz, basada en el marco de la identificación, la relación y la interioridad,
Phillippe Descola (2013a) desarrolla cuatro ontologías básicas sobre las que se ilustran
los fundamentos de la variación en las visiones o concepciones de la Naturaleza. Es sobre
la base de estas ontologías, a su vez, que se embarca en un proyecto comparativo basado
en una matriz originaria de la vida colectiva, la subjetividad y las relaciones sociales. Las
cuatro ontologías son: (1) el animismo, donde hay una suposición de que muchos seres-
humano y seres-no-humanos tienen interioridades similares entre sí, pero están hechos de
un material diferente; (2) el naturalismo, donde todos los seres están separados
radicalmente por interioridades distintas, aunque están hechos, básicamente, de la misma
sustancia; (3) el totemismo, en el que existe una continuidad entre la interioridad y lo
físico, a través de una amplia variedad de seres; (4) el analogismo, una especie de sistema
radical de la diferencia en el que cada ser tiene una existencia interior y física única
(Descola 2013a, 122). Además, Descola detalla seis formas de relación que median estos
cuatro modos principales de la identificación: el intercambio, la depredación y el regalo,
47
15
El término ‘Abya Yala’ incluye América del Norte y del Sur oficialmente, por eso, aclaro mi
uso añadiendo ‘América Latina’.
48
llena de monstruos. Por eso, había que dominarla y tratar de controlarla y “el ser humano
es el único que puede convertirla en <grata> y <habitable>” (270). Por supuesto, ‘la
frontera salvaje’ incluía a los pueblos indígenas, vistos como no-humanos muchas veces,
y necesitados de ser ‘civilizados’. De allí, poco a poco se cambió hacia la concepción de
‘la Naturaleza como canasta de recursos’ de utilidad humana (272), con recursos que se
consideraban abundantes y paisajes que tenían que simplificar. Paralelamente, por la
influencia de la visión cartesiana de la máquina, desde mediados del siglo XIX, la
Naturaleza fue vista o interpretada como dotada de procesos, mecanismos y leyes propias,
según la concepción de ‘la Naturaleza como sistema’ (274). Es un legado que influyó en
las ciencias y en la vida, hasta que “se resquebrajó a lo largo de la década de 1980” y
cambió hacia una Naturaleza más “desordenada” donde “no existen comunidades ni
ecosistemas como entidades distintas” (276). Las concepciones de la Naturaleza actuales
son legados de las anteriores en muchos casos, por ejemplo, la concepción de ‘la
Naturaleza como Capital,’ una visión economicista y utilitarista. También, tenemos el
redescubrimiento de ‘la Naturaleza silvestre’, una concepción idílica conservacionista
donde el silvestre dejó de tener sentido negativo, pero frecuentemente el valor dependía
de la ausencia de seres humanos en ella (277-282).
Gudynas destaca dos concepciones de la Naturaleza adicionales: la de ‘la
Naturaleza como Madre Tierra’16 o Pacha Mama, y la concepción del ‘Biocentrismo y
derechos de la Naturaleza’. La primera, ‘Naturaleza como Madre Tierra o Pacha Mama’,
en pocas palabras, es el conocimiento tradicional de una relación simbiótica con el
entorno, pero es complejo e importante por varias razones. El segundo, ‘Biocentrismo y
derechos’, defiende la legitimidad de los valores intrínsecos de la Naturaleza (285-287),
pero no en el sentido antropocéntrico de valor para la utilidad humana, y actualmente
rechaza la idea del ser-humano como algo aparte de la Naturaleza. Además, por tener
valores propios, la Naturaleza se ha convertido en sujeto de derechos, reconocidos –por
lo menos en teoría– en Ecuador y algunos otros países. Gudynas dice que esas dos
“posturas son importantes al intentar romper con la hegemonía de un cuerpo de
conocimientos y valoraciones” (283) y “conceptos como Pacha Mama u otros similares,
poseen importantes valores para ayudar a la búsqueda de alternativas” (285). Por estas
16
Debido a su gran valor en la prestación de las nuevas visiones necesarias para superar el
dualismo Naturaleza/cultura, me referiré a la concepción de ‘la Naturaleza como Madre Tierra’ abajo
también.
49
razones, y debido a que el enfoque de Gudynas es tanto desde y sobre Abya Yala/América
Latina, sus categorías son, en mi opinión, las más aplicables para mi trabajo.
En la base de todas estas matrices/doctrinas de las concepciones destacadas arriba
está el elemento fundamental de que sí o no, la cultura y la Naturaleza se consideran en
forma dualista. Por eso, la siguiente sección trata de este dualismo.
17
Otras fuentes y autorías incluyen: Adolfo Albán (2013), Fernando Coronil (2000), Santiago
Castro-Gómez (2005), Stuart Hall (2013a) Esperanza Martínez (Acosta y Martínez 2011), Catherine Walsh
(2005), Sylvia Wynter (1992), Raul Zibechi (2007), etc., si bien no intento mostrar una lista completa.
50
18
El dualismo blanco/negro generaliza su base racial a todas las esferas de la vida, por ejemplo:
mano negra, lista negra, etc. (Catherine Walsh comunicación personal).
19
Aunque es un ejemplo reduccionista, el yin yang simboliza la dualidad en la Naturaleza y todas
las cosas masculinas y femeninas, luz y oscuridad, activo y pasivo, el movimiento y la quietud, que en
realidad tienen poco que ver con el dualismo occidental y moderno, en cambio, representa la filosofía
dualista oriental de equilibrio, donde dos ‘contrarios’ coexisten en armonía y son capaces de transmutar el
uno en el otro.
51
20
Se diferencia de la ‘Teoría Actor-Red’ (ANT) de Latour (explicada en la siguiente sección) en
que conserva un interés topográfico, o basado en el lugar, y los organismos en su lugar, mientras que ANT
tiene un enfoque más marcadamente topológico que se centra en las redes de nuevas medidas espacialmente
extendido y está menos centrado en los organismos vivos.
21
Por el debate sobre ‘teorías’ y ‘paradigmas’, uso el término ‘construcciones’ aquí, siendo que la
relacionalidad no es una teoría en sí, sino una manera de entender o construir interconexiones.
54
[…] el potrillo fue hecho de un árbol del bosque o del manglar gracias a los saberes
aprendidos por el padre de sus antecesores; el manglar ha sido recorrido en todos sus
vericuetos por los habitantes del lugar, aprovechando la red fractal de esteros que los
cruza y comunica; hay una conexión con el mar y con la luna representada por el ritmo
de las mareas, que los locales conocen a la perfección y que supone otra temporalidad;
allí también está el manglar, que es una gran red de interrelaciones entre: minerales,
microorganismos, micorriza, vida aérea (raíces, árboles, insectos, pájaros), vida acuática
y anfibia (peces, cangrejos, camarones y otros moluscos y crustáceos) y hasta seres
sobrenaturales que, a veces, establecen comunicación entre los diversos mundos y seres.
Es a toda esta densa red de interrelaciones y materialidad a la que llamamos
“relacionalidad” u “ontología relacional”. (Escobar 2014, 99-100)
22
Las propuestas de Fals Borda y de Escobar están íntimamente vinculadas. Opto por seguir a
Escobar por su enfoque desde la tierra.
58
interdependencia de cabo a rabo, siempre y desde el comienzo” (Escobar 2013, 35), por
eso en las luchas para la vida de grupos desde “dentro de los mundos relacionales, la
defensa del territorio, la vida y los bienes comunes son lo mismo” (Escobar 2016, 20;
traducción mía). Esas luchas nos ofrecerían esperanzas para soluciones distintas e
importantes siendo que “la coyuntura contemporánea se caracteriza mejor por el hecho
de que estamos enfrentando problemas modernos para los cuales ya no hay soluciones
modernas” (15).
Los temas previamente elaborados, como el esencialismo y los dualismos, son los
frutos inherentes al origen de la modernidad-occidental, los cuales agudizan la
colonialidad y la crisis civilizatoria en las que vivimos.
La Naturaleza, en los dominios de la matriz colonial del poder, se encuentra entre los
dominios de la economía y la política; fue inventada por el Hombre/Humano en el proceso
de establecerse en el lugar central de las enunciaciones (instituciones, actores e idiomas)
que crearon, transformaron y gestionaron la retórica (narrativas) de la modernidad y la
lógica necesaria y concomitante de colonialidad. (Mignolo y Walsh 2018, loc. 4006-
4018; traducción mía)
23
Walsh tambien usa “la colonialidad de la Madre Naturaleza o la Madre Tierra, o la colonialidad
de la Naturaleza con una "N" mayúscula, que en esencia es la colonialidad de la vida/existencia” (Walsh
2015a, 103).
60
Por lo tanto, las raíces, las lógicas y las visiones de las concepciones de la
Naturaleza deben ser profundizadas, contrastándolas con las del pensamiento, la postura
y la proposición decolonial(es). “El restablecimiento y reconstrucción de la comunión
entre la naturaleza y las personas es por sí un acto vital de de(s)colonización y de
liberación” (Walsh 2014b, 57). Existen cosmovisiones, concepciones y prácticas que se
basan en la relación y coexistencia con la Naturaleza, y de allí es ‘el donde’ requerido
para que partamos en un giro decolonial (Maldonado-Torres 2011).
Lo decolonial no viene de arriba sino de abajo, de los márgenes y fronteras, de las
personas, comunidades, movimientos, colectivos que desafían, interrumpen y transgreden
las matrices del poder colonial en sus prácticas de ser, acción, existencia, creación y
pensamiento. El decolonial, en este sentido, no es un estado, estatus o condición fija; ni
denota un punto de llegada. Es un proceso dinámico siempre en construcción y
reconstrucción dada la permanencia y la capacidad de reconfiguración de la colonialidad
del poder. (Walsh 2014c, 6; traducción mía)
Distintas corrientes de pensamiento intentan remontar ese dualismo. Unas ven a los
demás elementos del entorno como parte de las mismas comunidades sociales, otras
reconocen valores propios en el ambiente haciendo que sea sujeto de derechos, algunas
defienden otras vivencias o sensibilidades, y así sucesivamente. En muchos casos, estas
posturas son conocimientos tradicionales que han estado marginados y subordinados, y
en otros casos, son nuevos saberes híbridos, mezclando recientes avances de la ecología
con posturas que provienen, por ejemplo, de la antropología ecológica o la ética
ambiental. Por estas y otras vías, los desafíos actuales obligan a abandonar los conceptos
de Naturaleza como un mero contenedor y justificativo para la apropiación y dominación.
(2011a, 289)
Es con una exploración de los diversos debates en Abya Yala/América Latina hoy
en día como podemos encontrar las mejores y más brillantes esperanzas para la
decolonización de la lógica hacia la Naturaleza y nuevas visiones de ‘otro mundo es
posible’. Así, según Catherine Walsh, nuestra preocupación debe ser "pensar con y
reflexionar/provocar desde el ‘otro modo’ [otherwise]. Ese es el pensamiento vivo y la
relación viva de la naturaleza y el género que desafían las binarias dicotómicas de la
modernidad, fracturan sus afirmaciones universales, y posibilitan grietas decoloniales y
un externo-otro modo [outside-otherwise]” (Walsh 2015a, 1; traducción mía).
latinoamericana” (Alimonda 2011, 22). Las fuerzas del sistema mundo moderno
hegemónico producen “lógicas territoriales propias del poder, vinculadas a las
corporaciones y las élites económicas, las cuales se enmarcan en un paradigma
economicista que enfatiza la importancia de transformar los espacios en territorios
eficientes y productivos. Cierto es que la noción de territorio eficiente ha venido
acompañando la evolución y la dinámica del capitalismo” (Svampa y Viale 2014, 30).
También “hay que considerar históricamente que el capitalismo, sin abandonar la forma
de sometimiento militar directo, ha introducido a lo largo de su existencia otras formas
de dominio territorial” (Ortiz 2011, 19).
El término territorio se define, interpreta y utiliza de diferentes formas por
distintos grupos de usuarios. No obstante, los conceptos fundamentales de espacio, poder
y localidad son elementos comunes recurridos en muchas de las diversas formas de
entender el territorio (López Sandoval, Robertsdotter y Paredes 2017). A menudo las
interpretaciones múltiples y competitivas de los conceptos subyacentes se combinan en
la construcción del territorio por distintos actores y grupos en contextos específicos, ya
que "el concepto se ha convertido en un híbrido conceptual, tal como se aplica en América
Latina" (56; traducción mía). Territorio implica un reclamo colectivo o preocupación;
"territorio es un término específico de América Latina que puede ayudar a revelar las
relaciones de poder en el espacio, desencadenadas por disputas o negociaciones entre
fuerzas locales y globales, y expresadas a través de acciones de grupos ‘territorialmente
anclados’".
Según Rogerio Haesbaert (2011) hay tres perspectivas de territorio que han sido
utilizadas: política (el territorio se concibe como un espacio delimitado sobre el cual se
ejerce el poder), economía (el territorio es una fuente de recursos, ha sido incorporado en
conflictos entre clases sociales), cultura (el territorio se ve como un producto de lo
simbólico, apropiación por un grupo en relación con su espacio de vida). Según Mario
Sosa Velásquez (2012, 7), hay que entender el territorio en su relación multidimensional
geo-eco-antrópica; estas dimensiones incluyen lo social, lo económico, lo político, lo
cultural y lo biofísico. Raúl Zibechi afirma que “el territorio es el espacio en el que se
construye colectivamente una nueva organización social, donde los nuevos sujetos se
instituyen, instituyendo su espacio, apropiándoselo material y simbólicamente” (2003,
187). Asimismo, Rita Segato habla de la relación entre identidad personal y colectiva con
el territorio: “la identidad no es generada porque se comparte un territorio común, sino
que es la identidad la que genera, instaura, el territorio” (2007, 87). El resultado es la
63
Históricamente el lugar se conceptualiza como algo cerrado, limitado y local, creando una
dicotomía con lo global, con su espacio absoluto, ilimitado y universal. Según Escobar,
el territorio es “un espacio fundamental y multidimensional para la creación y recreación
de las prácticas ecológicas, económicas y culturales de las comunidades; él une pasado y
presente. En el pasado, las comunidades mantuvieron la autonomía relativa, así como las
formas de conocimiento y estilos de vida conducentes a ciertos usos de los recursos
naturales; en el presente, existe la necesidad de su defensa. La concepción resultante de
territorio resalta las articulaciones entre patrones de poblamiento, uso de espacios y
prácticas de significado-uso de recursos, incluyendo los sistemas tradicionales de
producción” (Escobar 2010d, 164). Además, la necesidad de un territorio netamente
asociado a la comprensión de la Naturaleza es una parte fundamental de la narrativa de
los movimientos sociales basados en el lugar (Escobar 2001).
El componente biofísico del territorio es cambiante, no solamente por su propio carácter
sino por la relación que el ser humano entabla con éste. Es aquí donde adquiere
importancia hablar de lo geográfico y lo ecológico, pues ambos aspectos se refieren a la
biodiversidad, es decir, a la variedad de elementos y relaciones físicas, genéticas, de
especies y ecosistemas que forman parte de un territorio determinado; biodiversidad no
solamente pensada como diversidad de la naturaleza sino también como diversidad
sociocultural con la cual interacciona, transformándose mutuamente. (Sosa Velásquez
2012, 8)
totalidad, como de cada uno de sus constituyentes. Tratan de valuar los nexos que tiene
un ser-de-la Naturaleza con otros seres-de-la-Naturaleza; o sea, reconocer y valuar un ser-
de-la-Naturaleza por sus propios nexos y/o interdependencias en sí. “Estas líneas de
pensamiento, a diferencia de las actualmente en boga, propician el reconocimiento de
derechos a la naturaleza y a todos los seres vivientes y sintientes, no ya como cosas,
objetos de apropiación humana, sino como poblaciones o ‘ciudades’ con características
propias, haciendo extensivo a los bosques, pantanos, montañas y ríos que albergan todo
tipo de seres humanos y no humanos” (Martínez y Porcelli 2018, 1).
Michael Marder (2014) formula una alternativa ‘fitocéntrica’ a las críticas
biocéntricas y zoocéntricas del antropocentrismo. Situando las ‘comunidades que crecen’
en el centro de la teoría ambiental y de la praxis, explora el potencial del fitocentrismo
para el "reverdecimiento" de la conciencia humana por ser devuelta a sus raíces vegetales.
Propone que el fitocentrismo también podría abordar temas relacionados, entre otros,
como el uso de biotecnologías y ética dietética.
Hasta qué punto el biocentrismo, ecocentrismo y fitocentrismo realmente son
apartados del antropocentrismo es un tema de discusión importante, pero por ahora es
necesario destacar que, en mi opinión, en varios grados todos ellos están arraigados y
desarrollados desde el patrón moderno y las ciencias cartesianas. Por eso, uno debe
indagar y reflexionar sobre los pensamientos y con las lógicas distintas (no desde la
modernidad hegemónica), que se fundan en la relacionalidad y no parten de un
antropocentrismo:
La espiritualidad del Abya Yala desarrolló en cambio, hasta donde llega nuestro entender,
una conciencia relacional no-antropocéntrica. Y es precisamente esta relacionalidad no-
antropocéntrica la que se presenta hoy como una alternativa radical y muy otra frente a
las formas de vida, de subjetividad, de relación con el mundo y con nosotros mismos que
la modernidad/colonialidad impone. (Vázquez 2014a, 190)
24
El antropomorfismo se hace también con ‘objetos inanimados’ que no son seres-de-la-
Naturaleza, por ejemplo, un vehículo.
68
(luego Estados Unidos) bajo este molde anterior «científico» con un enfoque estado-
céntrico. (Walsh 2010, 212)
Seres-de-la-Naturaleza
Los trabajos de Marisol de la Cadena son la fuente del término ‘seres de la tierra’,
en inglés ‘earth-beings’ (de la Cadena 2015). Earth-beings es su traducción de la palabra
tirakuna, compuesta de la palabra tierra y el sufijo plural quechua kuna. Los seres de la
tierra son entidades sensibles que no habitan, sino que son montañas, ríos, lagunas y otras
marcas visibles del paisaje, y que están en relaciones mutuas de cuidado con el Runakuna.
De la Cadena plantea, en su libro Earth Beings. Ecologies of Practice Across Andean
Worlds, que “los Runakuna proponen una cosmo-política: las relaciones entre mundos
divergentes como una práctica política decolonial que no tiene otra garantía que la
ausencia de igualdad (sameness) ontológica” (2015, 281; traducción mía). Además, ella
propone que los ‘seres de la tierra’ y la relación de los humanos con ellos se están
haciendo más visibles en los ámbitos políticos actuales. Sin embargo, “los seres de la
tierra como actores en las controversias son "creencias" honradas solo cuando no expresan
una alternativa epistémica a los paradigmas científicos (ecológicos y económicos) y sus
políticas afines” (de la Cadena 2010, 349; traducción mía).
Para reemplazar ‘ser no-humano’ y otras expresiones de entidades ‘afuera’ de los
humanos, tomo prestado el término de Marisol de la Cadena ‘ser-de-la-tierra’ y lo adapto
a ‘ser-de-la-Naturaleza’ porque en este contexto particular es más apropiado. Además, mi
uso de seres-de-la-Naturaleza es más amplio e inclusivo, está comprendido por todo en la
Naturaleza, los seres considerados sensibles o no, e incluyo el ser-humano en seres-de-
la-Naturaleza también.
La Naturaleza, a través de un enfoque en seres-de-la-Naturaleza particulares,
abarca conexiones múltiples y significativas con muchos aspectos vinculados con la vida,
puesto que la Naturaleza no existe solo acerca de las percepciones humanas, sino también
en la relación entre otros seres-de-la-Naturaleza. Como “a través de las prácticas, las
ontologías crean verdaderos mundos” (Escobar 2014, 58), el término me permite exponer
discusiones asociadas, en casos cuando las prácticas relacionales incumben y están atadas
a otras prácticas que sacan a la luz cuestiones y asuntos importantes por el contexto
tratado.
La problemática modernidad-colonialidad, respecto de lo relacional y la
Naturaleza está resumido en la siguiente cita:
70
Pero hay que recordar que, en palabras de Erich Fromm, "el hecho de que millones
de personas compartan los mismos vicios no convierte esos vicios en virtudes; el hecho
de que compartan muchos errores no convierte a estos en verdades, y el hecho de que
millones de personas padezcan las mismas formas de patología mental no hace de estas
personas, gentes equilibradas". Por esa misma consideración, es fundamental reconocer
la importancia de las lógicas distintas para ‘re-pensar’ a partir “de luchas, caminares y
siembras dentro de las fisuras o grietas del sistema capitalista-moderno-colonial-
antropocéntrico-racista-heteropatriarcal” (Walsh 2017, 16). Como propone Catherine
Walsh, habría que “desaprender a pensar desde el universo de la totalidad y aprender a
pensar y actuar en sus afueras, fisuras y grietas, donde moran, brotan y crecen los modos-
otros, las esperanzas pequeñas” (17).
71
Capítulo segundo
Concepciones de la Naturaleza: Articulaciones inteñas
AMOR A LA NATURALEZA 25
Este fragmento poético pertenece a una inteña, es uno de los múltiples escritos
creados en su casa durante muchos años y contiene una riqueza significativa de
concepciones de la Naturaleza. Aquí lo presento porque la intención de este capítulo es
enfatizar y destacar las voces inteñas, lo más fielmente posible, respetando así la
abundancia y complejidad de perspectivas y conceptualizaciones evidenciadas en ellas.
En base de las narraciones de las y los inteños este capítulo explora las concepciones de
la Naturaleza en Íntag e indaga cómo en ellas se manifiestan o reflejan (inter)relaciones,
relacionalidades y/o lógicas distintas de conceptualizaciones de la Naturaleza. Como
suplemento y derivación de estas exploraciones es preciso indagar las concepciones de
territorio, pues es un subtema ligado y un componente inseparable de la concepción de la
Naturaleza. Al tejer los dos conceptos (Naturaleza y territorio) es esencial señalar que a
partir de la explotación minera en la zona del Íntag actual y la consecuente problemática
por sus impactos en la comunidad, se han producido y seguirán produciéndose
transformaciones y/o reafirmaciones de la conceptualización de la Naturaleza. Además,
el presente capítulo pretende explorar aquellas expresiones de personas de la zona que
hablan sobre la defensa, el cuidado, las amenazas y los despojos en torno al tema de la
Naturaleza y profundizar en ellas. A fin de situar las narraciones inteñas de la concepción
de la Naturaleza, proporciono información sobre los contextos del entorno
natural/geográfico, la socio-historia, la población actual y la minería en Íntag.
25
Escritura poética de Isabel Anangonó no publicada aún. Es una de muchas escrituras
compartidas conmigo para digitalizar e incorporar al texto para un futuro libro de su historia de vida.
72
Por este cruce entre la matriz de la visión hegemónica del patrón moderno-capitalista y la
inteña, es importante revelar cómo las y los inteños por sí mismos construyen e interpretan
estos conceptos.
1. Contextualizando Íntag
Abogando por la idea ‘tierra como pedagogía’, Simpson cita la íntima y fuerte
relación con la tierra en la cultura Nishnaabeg y enfatiza que el contexto es el currículum
y la tierra es el contexto (2014). En Íntag también hay una fuerte relación con la tierra en
el sentido amplio de Simpson, y por eso ofrezco algunos contextos desde donde se puede
empezar a tejer una concepción de las múltiples interrelaciones intrínsecas al tema. Con
el fin de contextualizar las perspectivas y concepciones inteñas, a continuación,
proporciono información útil para situar a las y los inteños en y con su ‘lugar’.
26
Según Escobar, incluye dos variedades, la perspectiva de la ciencia positivista y las perspectivas
de la ciencia de sistemas. En el rango de posiciones epistemológicas a lo largo del eje
esencialismo/constructivismo es el más establecido positivismo (Escobar 2008, 122).
74
Mapa 2:
Ecosistemas y formaciones vegetales en cantón Cotacachi
27
“Los bosques nublados representan un ecosistema raro y frágil que está amenazado en muchas
partes del mundo. Estos ricos bosques de montaña representan no más del 2,5 por ciento de los bosques
tropicales del mundo, pero contienen un número desproporcionadamente grande de las especies del mundo”
(Bubb et al. 2004, 11; traducción mía).
28
Las ETP (en inglés ‘hotspot’) son selectas regiones amenazadas que contienen al menos 1.500
especies de plantas vasculares endémicas y conservan por lo menos el 30% de su vegetación original
(Kocian, Batker y Harrison-Cox 2011, 11).
75
las especies identificadas (Íntag Cloud Forest Reserve and Center 2017). Las zonas de
vida existentes en el área de influencia son: bosque húmedo tropical, bosque húmedo
subtropical, bosque muy húmedo subtropical, bosque pluvial subtropical, bosque húmedo
y muy húmedo montano.
Esta Bioregión es un mosaico sin igual de especies animales y vegetales, terrestres y
marinas, considerados por algunos científicos como la última selva húmeda de
Sudamérica al occidente de la cordillera de los Andes: Se han inventariado 160 especies
de mamíferos en la parte ecuatoriana de la región sobre un total de 290, 11.000 especies
de plantas, de las cuales un 25% endémicas (es decir nativas de esta región natural), más
de 900 especies de aves, de las cuales 77 son únicas en el mundo. Un gran número de
estas especies endémicas son de las más amenazadas del planeta, o en vía de extinción,
tales como el Leopardus tigrinus, Coendu quichua, “pacarana” Dinomys branickii, y las
cuatro especies de primates que habitan esta parte del Chocó, especialmente el mono
araña de la costa (Ateles Fusciceps) considerado como el primate más amenazado en
Ecuador y uno de los más críticos en el mundo. (Hidrointag 2008, 13)
Para las personas inteñas y las no-inteñas una de las características más apreciadas
que distinguen a la zona de Íntag es su humedad y abundante agua, lo que proviene de las
nubes y la lluvia. La vegetación y los bosques de las cordilleras montañosas en Íntag
contienen y suministran29 cantidades sustanciales de agua durante todo el año. Como una
esponja absorbiendo y guardando el agua de las nubes, las plantas y los bosques también
sueltan el agua en una manera controlada, lenta y constante. Aunque es conocida por la
neblina, Íntag tiene lluvia también. En promedio, la precipitación anual en Íntag varía
entre 1.000 y 3.000 mm, dependiendo del año (Kocian, Batker y Harrison-Cox 2011, 42).
El verano en Íntag es seco, pero la lluvia no falta, especialmente durante los meses pico
de diciembre a abril. El agua que dan los bosques inteños, fuera del servicio al humano,
juega un papel muy importante para otros seres-de-la-Naturaleza. El alto nivel de
humedad durante gran parte del día, comúnmente 100%, es crítico para las comunidades
de plantas y animales en estos bosques.
La zona de Íntag es también conocida por la riqueza del suelo/tierra que se puede
encontrar en ciertas partes del área. La calidad de tierra/suelo, junto con abundante agua,
hacen que gran parte de Íntag sea apta para actividades humanas como la producción
agrícola. Por eso, la superficie terrestre de la zona está compuesta también de
terrenos/áreas antropogénicos.
29
“Los "bosques nubosos" desempeñan un papel muy importante en los servicios de suministro de
agua de algunas cuencas hidrográficas de montaña y merecen una protección especial. Los bosques de
"nubes" o "niebla" de gran elevación generalmente aumentan los suministros de agua locales al eliminar la
humedad de la atmósfera cubierta de niebla que, de lo contrario, permanecería en forma de vapor” (Postel
y Thompson 2005, 101; traducción mía).
76
Mapa 3:
Mapa y superficie de la región de Íntag por clase de cobertura terrestre (2008)
Una de las conclusiones y/o impresiones que se deriva de los dos mapas
presentados es que no se puede, y no se debe separar a los humanos y lo antropogénico
de una descripción del entorno natural geográfico inteño. La población humana en Íntag
es una parte del entorno y parte de la dinámica de la zona. Por eso, a continuación,
presento una reseña sobre la población humana en Íntag, primero desde el punto de vista
socio-histórico y posteriormente, la situación actual de la población humana inteña.
Huellas del pueblo Yumbo empiezan a multiplicar en los años 1200, como los hallados
en Tulipe e Íntag: los yumbos han dejado grabada en la roca su veneración por el Agua
con simbología que alude al cosmos como fuente de vida, usando - entre otros petroglifos
- el Espiral. (Hidrointag 2008, 3)
Los Yumbos intercambiaron bienes con otros pueblos y con otras naciones
indígenas como los Carangues y los Quitu-Cara viajando a través de una red de culuncos
o caminos. Los culuncos también fueron utilizados para defenderse de los Incas y más
tarde las invasiones españolas. Aunque lucharon contra los grandes invasores y
protegieron su cultura, a finales del siglo XVI las tierras ancestrales de los Yumbos
quedaron casi abandonadas, en parte por presión de la conquista española y en parte por
erupciones volcánicas (Fieweger 2008, 15). Durante el apogeo del pueblo Yumbo en la
zona de Íntag, se supone que podrían haber existido unos 40 mil pobladores (Fieweger
2008, 17). Desde este periodo Yumbo, la zona de Íntag no tuvo una población tan
significativa hasta que empezó la colonización del siglo XX.
78
Las familias que actualmente habitan esta microrregión llegaron hace 120 años huyendo
de la explotación de las haciendas, y posteriormente en el marco de la reforma agraria,
cuya Ley de Colonización obligaba a los colonos a talar el bosque primario del espacio
que deseaban tener con título de propiedad. (Rivadeneira y Robalino citado en Colectivo
de Investigación 2015, 12)
Debido al difícil acceso y duras condiciones, solo unos pocos colonos llegaron a
Íntag antes del siglo XX. No obstante, se produjo un cambio en el acceso por dos eventos:
un camino en la década de 1870 y una carretera en las décadas 1960 y 1970. La apertura
de caminos y carreteras tiene muchas implicaciones, como más colonización y migración,
cambios en el medio natural e impactos al tejido social. También “la construcción de
carreteras aumenta el acceso a los bosques remotos, lo que lleva a la erosión, la tala y el
desbroce de bosques para la agricultura por parte de personas sin tierra,
independientemente de la legalidad de tales acciones” (Vandegrift et al. 2018, 6).
En enero de 1871 se produce un evento relevante: llegaron 96 machetes para un
grupo grande de trabajadores que estaban esperando en Muenala, la cabecera de camino
para entrar a Íntag desde Otavalo y los valles interandinos (Gómez Jurado 1967 citado en
Kneas 2014, 226). Su trabajo, con el fin de abrir (resucitar) el camino de herradura para
mulas hacia Íntag, era parte de un proyecto para construir una vía que conectara
Esmeraldas con los valles andinos, iniciado por el presidente Gabriel García Moreno.
Después de casi un año, el equipo avanzó hasta Apuela, el asentamiento principal en el
siglo XIX. Por la llegada de los 96 machetes, los trabajadores lo llamaron el camino
‘Machetes’, nombre usado hasta hoy día. El mapa en la siguiente figura, aunque hecho en
1937, muestra el camino a Íntag que el equipo ayudó a reestablecer en 1871. Este camino
probablemente era la ruta principal a la zona desde los tiempos precoloniales (227).
Mapa 5:
Mapa de Íntag 1937 mostrando el camino de herradura desde los Andes hacia Apuela
El mapa también muestra el progreso del camino durante los dos siguientes años
a lo largo del curso del río Íntag y por los terrenos planos hacia la costa. Pero el proyecto
enfrentaba varios desafíos como la escasez de trabajadores, quienes habían huido por la
poca comida, problemas con la malaria y pagos injustos. Con el asesinato del presidente
García Moreno en 1875, el proyecto fue abandonado (Kneas 2014, 227-228). Antes de su
fallecimiento el presidente García Moreno había otorgado varios títulos de propiedad, lo
que comenzó la concesión o apropiación de grandes extensiones de tierra por parte de la
élite a finales del siglo XIX. La (re)apertura del camino de herradura entre Otavalo y
Apuela facilitó la colonización; los primeros colonos en busca de una propiedad llegaron
alrededor de 1870 (Latorre, Walter y Larrea 2015, 21). Inicialmente se poblaron y
consolidaron las zonas más planas, y de allí se extendieron a partes más remotas y
pendientes. Esta primera ola de colonización en el siglo XIX no fue tan numerosa como
la de la primera mitad del siglo XX. A la zona llegaron personas provenientes de
comunidades de la provincia de Pichincha, como San José de Minas, afrodescendientes
del Valle del Chota, provincia de Imbabura, y personas del sur de Colombia (López
Oropeza 2011, 2012a y 2012b). Además de la consolidación de los asentamientos
individuales, en la primera mitad del siglo XX se produjeron cambios importantes en las
haciendas ya otorgadas en Íntag (véase la sección sobre la caña de azúcar en el cuarto
capítulo acerca de la historia de las haciendas en Íntag).
El rasgo común de la mayoría de estas personas era la necesidad de buscar mejores
alternativas de vida para sí mismos y sus familias, un deseo ferviente de libertad alejado
de las condiciones inhumanas que vivieron la mayoría de colonos mestizos y afro-
descendientes dentro del modelo de haciendas, huasipungos, u otras instituciones donde
las condiciones eran de cuasi-esclavitud, y en las que nunca tendrían posibilidades de
romper con esa lógica de explotación. (López Oropeza 2011, 39)
una nueva carretera, haciendo el ingreso a Apuela mucho más fácil, lo que resultó en
importantes cambios en Íntag durante las 1960 y 1970. Entre ellos, se facilitó la migración
y asentamiento de muchas más personas, cambiaron las características de la reproducción
de la vida, el uso y manejo de la tierra, y se trasformó la producción familiar y comercial
de la zona. Otra influencia provino de las políticas del Instituto Ecuatoriano de Reforma
Agraria y Colonización (IERAC) entre 1960 y 1970, las cuales fomentaron la
colonización de tierras bajas subtropicales y tropicales. A partir de la segunda Ley de
Reforma Agraria y Colonización en Íntag durante la década de 1970 fueron llegando más
y más familias. La colonización es una característica de la zona de Íntag en gran parte
posible por estas rutas de acceso.
Mapa 6:
1975 mapa vial de Íntag
Según Mauricio López Oropeza, autor del libro Entre la identidad y la ruptura
territorial: la construcción socio-histórica y socio-económica en Íntag, para la identidad
territorial hay cuatro cortes sociohistóricos claves en Íntag:
Las razones para ello incluyen la migración hacia afuera de la zona (tema tratado
más adelante) y la reducción del número promedio de niños nacidos. En la encuesta a 592
inteñas hecha por la Coordinadora de Mujeres de Íntag (CMI), las entrevistadas, con edad
promedio de 41 años, han tenido dos partos menos que sus madres en promedio (CMI
2012, 12).
En términos de identidad étnica, según López, alrededor del 60% de la población
es mestizo, el 30% indígena y el 10% afrodescendiente (López Oropeza 2012a, 85), pero
según Latorre, Walter y Larrea (2015, 26), la población inteña es 82% mestiza, 7%
afrodescendiente y 6% indígena. La distribución étnica dentro de la zona tiene que ver
con la historia de colonización y las haciendas, acceso a la tierra y las políticas nacionales.
Las parroquias inteñas tienen características distintas entre sí y generalmente las
comunidades y parroquias son bastante diversas en cuanto a su dinámica social,
económica, política y ambiental. Aunque en esta sección se aporta una descripción
general y unas características más comunes, no hay que perder de vista dicha
heterogeneidad. Por ejemplo, las parroquias inteñas son distintas en términos de la
estructura por ubicación, influencia y relación con asentamientos humanos:
Apuela:
La principal vía de conexión para las parroquias de la Zona de Intag constituye la vía
Cuicocha Aguagrún García Moreno Cielo Verde por donde se realiza el transporte de
productos, servicios y personas.
Apuela constituye para la Zona de Intag el centro de la comercialización, en donde los
días domingos se concentra la población de las cinco parroquias aledañas a realizar
actividades de comercio, prestación de servicios de comida, acceso a entidades
financieras y otras actividades propias de la localidad.
García Moreno:
Es la parroquia más grande del cantón en cuanto a extensión; es la más distante de las seis
parroquias; sin embargo, tiene su propia dinámica comercial y de conexión con sus
centros poblados. Hacia el Nor-Oeste existen diferentes poblados los cuales se encuentran
cercanos a las riberas de los ríos Intag y Guayllabamba, los centros poblados de mayor
83
importancia son Chontal, Bajo, Magdalena, Rio Verde y Cielo Verde los mismos que se
encuentran ubicados en la trayectoria de la vía principal de comunicación; cabe señalar
que en los últimos tres años Cielo Verde ha tenido un crecimiento considerable en
población como en infraestructura y vivienda esto debido a la influencia del proyecto
nacional hidroeléctrico Manduriacus.
Los centros poblados que se encuentran en la zona baja constituyen y forman parte del
denominado Valle de los Manduriacus, cuya conexión y relacionamiento lo tienen con la
provincia de Pichincha hacia Pedro Vicente Maldonado y Saguangal.
Cabe mencionar que otro de los centros poblados dentro de la parroquia es Junín cuya
importancia se genera por el proyecto Nacional de explotación Minera Llurimagua, este
proyecto se encuentra en etapa de exploración.
Peñaherrera y Cuellaje:
Son las cabeceras parroquiales que se ubican hacia el norte del cantón, en el caso de
Cuellaje se realiza la feria de productos los domingos en donde los pobladores de las
comunidades realizan tanto la venta como la compra de productos.
En el caso de Peñaherrera no cuentan con una feria local sin embargo es la parroquia por
donde se debe cruzar para llegar a Cuellaje.
En Peñaherrera cabe resaltar que uno de sus principales poblados es El Cristal en donde
se encuentran los servicios del Seguro Campesino.
Plaza Gutiérrez y Vacas Galindo:
Son las dos parroquias y centros poblados más pequeños de la zona de Intag de donde sus
pobladores salen hacia Apuela para comercializar sus productos o realizar gestiones. Sin
embargo estas parroquias constituyen un elemento fundamental para la formación de los
poblados de la Zona de Intag en décadas anteriores.
Vacas Galindo por otra parte al igual que Peñaherrera constituyen el referente turístico en
las riberas del Río Intag debido a que en estas se encuentran ubicadas hosterías y
complejos turísticos. (Municipio de Cotacachi 2016, 249-251)
Las fincas y las comunidades están dispersas en todo el territorio. A muchas fincas se
accede a través de caminos no pavimentados. Los bosques delimitados por líneas rectas
que marcan las fronteras entre los campos agrícolas atestiguan la transformación
experimentada por Íntag como consecuencia de la colonización, agricultura y la
deforestación. Según las cifras de las encuestas realizadas por López Oropeza (2011 y
2012a) en su estudio sobre Íntag (administradas a 250 hogares inteños entre noviembre
de 2010 y enero de 2011), el 17% de los participantes no posee tierras, y para los demás
participantes el tamaño promedio de las propiedades es de 10.3 hectáreas (2012a, 100).30
La encuesta también indicó que las fincas pequeñas y medianas coexisten con grandes
terrenos en la región: el 64,9% de los encuestados son propietarios de terrenos de menos
de 10 hectáreas, mientras que el 35,1% restante tienen más de 10 hectáreas (102).
1.4. La minería
Íntag tiene una historia reciente (desde los años de 1990) del conflicto socio-
ambiental por la presencia de empresas mineras en la zona debido al afán estatal de
promover la actividad extractivista. La exploración de minerales metálicos en el área de
Junín, una comunidad en Íntag, se inició a principios de la década de 1990. El área del
yacimiento incluye la comunidad de Junín y tres comunidades más. Esta área ha sido el
30
En el mismo estudio dice que los registros del Municipio de Cotacachi 2005 muestran algo
distinto - que para propietarios de tierras con menos de 70 hectáreas de tierra, el tamaño promedio de la
tenencia de tierras es 13,2 hectáreas (López Oropeza 2012a, 168).
85
eje de la actividad en la zona. Las empresas mineras en esta concesión que ahora se llama
‘Llurimagua’ eran Bishimetals (1991-1997), Ascendent Copper -después con nombre
Copper Mesa- (2004-2007) y ahora es CODELCO & ENAMI EP (2012-presente).
Actualmente, el proyecto minero Llurimagua se encuentra en la etapa de ‘exploración
avanzada’. A continuación, se presenta un breve resumen de la historia minera en Íntag y
la resistencia a ella:
Figura 1:
Breve cronología 1992-2015
AÑO HITO
1992 Primera intervención de exploración la empresa japonesa Bishimetals
1995 Se funda la DECOIN – Defensa y Conservación de Íntag
1996 Se conoce el Informe de Impacto Ambiental presentado por Bishimetals
1997 Comuneros incendian el Campamento de la Empresa Minera Bishimetals
2002 Declaración de Cotacachi como Cantón Ecológico-propuesta por negar industria
extractivista
2003 Gobierno Municipal de Cotacachi inicia un juicio al Ministerio de Energía y Minas
2004 Estado ecuatoriano otorga la concesión a Empresa Minera Canadiense Ascendent Cooper
2006 Intento de instalación del campamento, la seguridad de empresa es retenida por las
comunidades
2008 Aprobación de la Ley de Minería que contradice varios de los postulados constitucionales
2012 Firma del acuerdo de explotación minera entre ENAMI – CODELCO
2013 Comunidades ejercen su derecho a la resistencia e impiden la entrada de la ENAMI
2014 Llega al Gobierno Cantonal el Movimiento Vivir Bien. Captura31 de Javier Ramírez y
orden para su hermano
2015 Libertad de Javier Ramírez luego de 10 meses en prisión.
Fuente y elaboración: Por la tierra, el movimiento regional por la tierra 2016, 15-16
31
El encarcelamiento del presidente de Junín, Javier Ramírez, es solo uno de los múltiples casos
de criminalización de la protesta en la zona de Íntag desde el año 1995, puesto que la comunidad ha estado
involucrada en una lucha fuerte en contra de la explotación a cielo abierto de una mina de cobre.
86
(por ejemplo, Mining Watch Canada, Rettet den Regenwald, Rainforest Action Network).
Las formas de movilización eran y son muy variadas, incluyendo protestas y
manifestaciones, bloqueos de acceso al sitio minero, desarrollo de actividades
generadoras de ingresos como alternativas a la minería, (re)construcción de la
organización local, proyectos de conservación, campañas de educación ambiental,
asambleas locales y decisiones gubernamentales, demandas y casos judiciales (por
ejemplo, impugnaciones legales a estudios de impacto ambiental), campañas
internacionales, creación de alianzas con organizaciones nacionales e internacionales y
activismo de medios (por ejemplo, blogs, videos, documentales). Por lo general, los
impactos ambientales y sociales (observados y anticipados) incluyen pérdida de sustento
y despojo de tierras, pérdida de forma de vida y apego al territorio, contaminación de agua
y suelo, impactos negativos para la salud, deforestación, pérdida de biodiversidad, pérdida
de paisaje y degradación estética, divisiones sociales, abusos de derechos humanos, y
represión y criminalización de opositores a la minería, etc.
En la encuesta de la Coordinadora de Mujeres de Íntag (CMI 2012) a la pregunta
“¿Qué piensa usted de la minería en Íntag?”, respondieron 555 mujeres inteñas.
Tabla 1:
Resultados numéricos de opiniones inteñas en cuanto a la minería en Íntag
Basándonos en los datos del cuadro, los porcentajes son: 68,83% en contra; 14,23% de
acuerdo; 8,5% de acuerdo y en contra; 6% no sabe; 0,7% no nos afecta; y 1,6% no le
interesa. La publicación sobre la encuesta (CMI 2012) declara que “el 70,93% de las
personas que respondían expresaron estar en contra del desarrollo basado en la extracción
de minerales”. Algunas razones para estar en contra incluyeron “que la actividad divide
las comunidades y destruiría su agua, sus fuentes de ingresos, su entorno natural, la
tranquilidad y una forma de vivir”. Muchas de las personas a favor de la minería (14,23%)
87
“la consideran como una forma de acceder a un empleo”. Esta razón de posible trabajo
forma parte de la posición del 8,5% tanto ‘de acuerdo y en contra’, aunque mantienen al
mismo tiempo el rechazo a degradación ambiental, es decir, quieren el trabajo, pero no
las consecuencias ambientales (CMI 2012, 94).
Aunque el área de la concesión Llurimagua ha sido el eje de la actividad minera
en la zona por casi dos décadas, desde hace dos-tres años el escenario está cambiando a
múltiples ejes en la zona por nuevas concesiones otorgadas. “A lo largo de 2016 y 2017,
el gobierno ecuatoriano anunció concesiones para más de 2,9 millones de hectáreas (7,17
millones de acres) de tierra para exploración minera” (Vandegrift et al. 2018, 1). En la
zona de Íntag, esta nueva ola de concesiones resulta en que el 80% del territorio de la
zona se encuentra concesionado y en trámite de concesión a empresas mineras (Zorrilla,
comunicación personal).
Figura 2:
Una vez que una concesión es otorgada, la empresa minera empieza la fase de la
‘exploración’. En la exploración se apropia/daña/impacta terrenos/tierra/vidas por la
88
necesidad de acceder a varios sitios donde se hacen perforaciones con el fin de extraer
minerales del subsuelo para el análisis de prueba.
Muchas de estas concesiones exploratorias se encuentran en bosques previamente
protegidos y en territorios indígenas, así como en ecosistemas de cabeceras de ríos y
puntos críticos de biodiversidad de importancia mundial. Además, muchas de estas
concesiones parecen haber violado la ley ecuatoriana y los tratados internacionales.
(Vandegrift et al. 2018, 1)
Por esta nueva ola de concesiones, es posible que la zona de Íntag ahora esté
enfrentando transformaciones críticas, como en la reproducción de la vida y en la
identidad territorial. La relación con la Naturaleza y la concepción sobre ella también
serían impactadas.
Moreno 10 de agosto de 2016). La Naturaleza que rodea todo implica que ella es innata a
la vida inteña, dicho de otro modo, la Naturaleza está implícita en Íntag.32
‘La Naturaleza es la vida (nuestra madre) y da vida’ es la visión más dominante y
frecuente en las expresiones inteñas en todas las narraciones. Intrínseco a ‘Naturaleza =
vida’ son numerosos conceptos relacionados que forman parte integral de esta visión y/o
se derivan de esta base.33
“Para mí, es todo lo que nos rodea […] todo lo que nos da la vida es la Naturaleza”
(Silvia Vetancourt 28 de octubre de 2015). “Parte de nuestra vida es la Naturaleza […]
porque tenemos aire sano, el agua limpia, todas esas cosas” (Tránsito Lanchimba 18 de
diciembre de 2016); la Naturaleza es “vida” (Anónima B 6 de junio 2018) porque “la
Naturaleza nos da de comer, dónde vivir y todo, por eso creo que es la vida misma”
(Gabriela Minda 6 de octubre de 2015). Asimismo, la Naturaleza “es nuestra madre, se
puede decir, porque gracias a ella tenemos las plantas, tenemos la vida más que todo”
(Julia Obando 28 de marzo de 2017) y “de esa Naturaleza vivimos, sobrevivimos, nos
mantuvimos” (María Piñeiro 13 de marzo de 2017).
Para mí la Naturaleza es algo importante porque los seres humanos vivimos ligados a la
Naturaleza. Porque la Naturaleza creo que es nuestra primera madre, nuestra primera
madre porque ella nos brinda lo que es aire, lo que es oxígeno, es vida para nosotros,
dentro de tener la Naturaleza como es el agua, como es la madre tierra, la flora, la fauna
y los elementos para nutrirnos día a día. (Isabel Anangonó 6 de diciembre de 2015)
32
Asimismo, en comparación con los habitantes de las ciudades, que creo que describirían la
Naturaleza como distante, y unas perspectivas de la modernidad, que creo que la describirían como lo que
hay en áreas/reservas protegidas, las y los inteños viven con y en la Naturaleza.
33
Podríamos así preguntarnos ¿qué es ‘vida’? ¿Qué elementos son los que resaltan en su noción
de vida? ¿Son los mismos elementos que se resaltan, por ejemplo, desde la lógica occidental y de la
modernidad?
90
gente ladrones, nada. Por aquí se anda con toda tranquilidad” (Emperatriz Barrera 13 de
marzo de 2017).
Lo sociohistórico forma parte de la construcción de la Naturaleza, ello se
evidencia aquí: “[La Naturaleza es] todo lo que yo fui conociendo, fui como a decir de
conviviendo durante mi infancia, mi juventud, y ya ahora mi vejez. Este espacio para mí
la Naturaleza tanto en plantas, estos recursos naturales, el aire, el agua, los ríos, y todo lo
que hay aquí” (Yolanda Álvarez 28 de marzo de 2017).
Obviamente, la Naturaleza en algunas de las declaraciones también abarcaba una
variedad de características y escalas de lo físico, tales como seres no-humanos (plantas y
animales), elementos (aire, tierra y agua) y/o configuraciones/sistemas (bosques, campos,
tierra, ríos, espacio verde). Pero casi34 siempre la construcción de la Naturaleza va más
allá de estos componentes ‘físicos’35. “Cuando pienso en la Naturaleza yo, lo que estoy
pensando, esos lindos bosques que tenemos, los otros bosques primarios, todo lo que se
encuentra dentro de ella, pero también el agua limpia que nosotros obtenemos por tener
este bosque” (Marcia Ramírez 26 de febrero de 2017). Así, va más allá de lo físico (el
bosque) hasta incluir lo relacional (bosque provee agua limpia).
Al describir la Naturaleza, la mayoría de las personas muestra una visión holística,
relacional o/y vivida por la yuxtaposición de muchas ideas. También está presente una
aproximación ‘sentipensante’, por envolver lo físico, abstracto, relacional, espacial,
social, vivencial y espiritual en una visión. La siguiente declaración capta ambos
aspectos: “La Naturaleza es la misma relación en donde vivimos, o sea, algo natural y con
lo natural. Con todo lo que nos rodea, tanto de flora y fauna, o sea, toda la vegetación que
tenemos acá. Eso incluye el medio ambiente, el aire, la paz, lo que eso es algo natural,
igual vivir en paz” (Roberto Castro 8 de diciembre de 2015).
Es muy importante ya que tiene muchos factores para la vida del ser vivo. ¿No? Porque
la Naturaleza se conforma de muchos factores, es que hay tanto, tanto por la vida humana,
la vida animal, la vida vegetal. Entonces creo que es muy, muy importante y así como la
Naturaleza, como es una madre para todos, todas, creo que se relaciona, con mi persona,
al menos, yo siempre digo que yo soy una madre y la Naturaleza nos da vida. Nos da la
comida, nos da todo, como así una madre hace todo para sus hijos, para la comida, para
el vestido, para la salud, para que vivan también. (Silvia Vetancourt 28 de octubre de
2015)
34
Había una sola persona, un joven, que fue la única excepción.
35
En la lógica del patrón moderno-cartesiano la Naturaleza está compuesta de lo físico y concreto.
91
está contaminado. El agua viene de distintos lugares y tiene que ser tratada. En cambio,
aquí ya tenemos todo. La seguridad misma de la Naturaleza […] yo creo que en el lugar
al menos donde estamos […] aquí está bien y seguir aquí disfrutando de que nos da la
oportunidad de seguir aquí en esta Naturaleza que vivimos. (Silvia Vetancourt 28 de
octubre de 2015)
36
En otros capítulos describo las prácticas y saberes con más detalle, por ejemplo, los de la Parte
dos.
93
de nuestra vida y de la cadena misma que necesitamos para sobrevivir. (Roberto Castro 8
de diciembre de 2015; énfasis mío)
Tal como se puede leer en la cita anterior, si la Naturaleza enseña y “dice hagamos
juntos”, la relación intrínseca comprende una reciprocidad, un dar y recibir. Por tanto, no
es una relación de un humano ‘con’ la Naturaleza, sino una relación ‘entre’ los dos. Es
una relación mutua y de doble vía, sin jerarquías.
La Naturaleza para mí es la forma de vida entre una relación directa, entre el ser humano
y lo que nos rodea. Hay una relación directa. Si yo vivo, vivo la Naturaleza, vivo yo, es
una relación directa. Eso es lo que creo y que ambos, tanto la Naturaleza como el ser
humano, como yo en este caso, tengo que dar parte de mí para ella y ella tendría que dar
parte de ella para mí. (Ruth Almeida 8 de abril de 2017)
37
El planteamiento y significado del uso de la palabra “conservar” que hacen las y los inteños no
es necesariamente la misma noción de la palabra en el planteamiento de la modernidad. El uso inteño de la
palabra ‘conservar’ podría tener un sentido distinto e implicar prácticas propias.
94
[La Naturaleza] siempre está cambiando […] eso me ha hecho decir ‘qué bestia, cómo es
la Naturaleza’ […] realmente es un ser vivo así bien, bien capacitado. Diríamos porque
sabe cómo defenderse de cualquier época, temporadas, se defiende, no desaparece. Más
bien se ayuden entre plantas y animales, se están ayudándose. Por eso digo ‘qué bestia,
qué inteligencia de la Naturaleza’. (Roberto Castro 8 de diciembre de 2015)
Para muchos inteños, el territorio tiene un sentido muy personal y/o familiar, está
basado en “donde vivo”, o sea, el sitio que la persona, su familia y comunidad ocupan
para la vida. El territorio es vivido:
El territorio es donde yo nací y crecí, vivo, de cual yo me alimento a diario, y el resto
también de la gente, o sea, es mi territorio (Marcia Ramírez 26 de febrero de 2017).
Bueno, depende del pensar de cada persona. Claro, el territorio es donde, donde
habitamos, el lugar donde estamos, creo (Remigio Vetancourt 9 de abril de 2016).
Mi territorio, donde yo vivo, será así. Donde yo vivo es mi territorio. Entonces nadie
puede destruir mi territorio o mi terreno. Territorio es todo Íntag (Anónima B 6 de junio
de 2018).
La última cita destaca que “donde vivo” no es un tamaño espacialmente fijo. Cuando le
toca nombrar el territorio, la gran mayoría identifica la extensión espacial de su territorio
geográficamente como ‘toda la zona de Íntag’. Explicando detalles de este territorio,
afirman que este incluye: “La zona de Íntag. […] Cotacachi le sentimos nuestro porque
es nuestro cantón, Cotacachi abarca toda nuestra zona, entonces Cotacachi es como
nuestro, es nuestro más bien dicho. […] sí, pertenece a Cotacachi, por supuesto, es nuestro
territorio” (María Vaca 26 de julio 2018). “Es Íntag, es Santa Rosa, o sea, es Cotacachi,
Íntag, Santa Rosa serían todo” (Tránsito Lanchimba 27 de julio de 2018).
96
Territorio es algo que para mí es algo que marcaron nuestros antepasados, los que vinieron
primerito acá a Íntag. Un territorio que marcaron ellos como su tierra donde van a vivir,
donde van a hacer su familia y su futuro. Entonces para mí significa tierra que, por decir,
es única, algo así es territorio, y... dentro de nuestro territorio se maneja hasta ahora los
abuelitos, los bisabuelitos que ya han muerto, ellos cuentan historias que antes no ha
habido ni carreteras, ha habido solo caminos que ha tocado caminar hasta cuatro horas de
camino para llegar a la casa, que han sabido cargar las cosas para vender, igual las frutas
o todo eso, en un chal o saco y bajar hasta donde sea, donde les compran los que tienen
carros. Entonces todo eso dentro del territorio que han marcado los primeros, que ya han
pasado por esas tierras y también después de tanto tiempo, creo que ya, a pesar de haber
pasado cuántas cosas y dificultades. (David Guachagmira 18 de julio de 2018)
97
[Territorio] es donde yo pienso que, por ley, por derecho me corresponde este sitio.
Porque allí nací, crecí y también todos los logros que hemos tenido. Porque al inicio
nosotros no teníamos ni agua entubada, no teníamos, antes de yo nacer, por ejemplo, no
hubo ni escuelas, no hubo vías. Eso ya cuando yo tenía como diez años me recuerdo que
llegó la vía donde nosotros. Han sido logros y han sido una larga lucha, trabajos, esfuerzo
que han puesto mis padres, y que hoy, pues, voy poniendo también mi granito de arena,
para ir cada día mejorando, mejorando de acuerdo a lo que podemos y las necesidades
que existen también. (Marcia Ramírez 26 de febrero de 2017)
Para las y los inteños no nacidos en la zona y migrantes no es solo un sitio, sino
un lugar donde echaron raíces y reconstruyeron sus vidas. Además, el tiempo que uno
pasó viviendo en Íntag es importante en la construcción del territorio. Una mujer, quien
llegó a Íntag al cumplir apenas un año, dice:
Sí, sí me gusta, no sé, no me enseño en ningún lado, no sé por qué será, porque en mi
niñez estudié la escuela también ahí, viví todo mi tiempo ahí, yo pienso por eso, no hemos
ido a ningún otro lado, siempre hemos vivido ahí. […] Yo de mi territorio de Íntag me
siento, por eso yo no [busco] cambiarme de lugar. Yo no sé dónde me fuera, por decir, o
sea, no es que yo diga Íntag no es mi territorio, pero cambiarme de mi casa a otro lugar,
eso no. No sé, no sé si me enseño. (Anónima B 6 de junio de 2018)
Para un inteño migrante hace muchos años era una decisión activa quedarse viviendo en
Íntag, creando territorio. Destacando que para él la familia es eje del territorio, dice:
[Nací] en Colombia. Yo vine de un año al Ecuador. Y desde allí yo me he quedado en el
Ecuador. Entonces yo conocí a Magdalena cuando yo tenía siete años. Era bosque en su
totalidad, era bosque. Teníamos una escuela de caña guadúa. Todo era bosque. El
Magdalena de hoy en día no había. Los puentes de hoy en día no habían. No había nada
de lo que ahora hay. O, había un monte antes y que ahora ya no hay. Porque esos bosques,
esos árboles, eran increíbles, ahora ya no se ve nada. No se ve nada de eso. Entonces
viendo eso, yo decidí quedarme en un lugar. Porque incluso para poder, digamos, formar
una familia, porque, digamos, si yo me iba de aquí cuando mis papás y todos fueran, y yo
también me iba, yo ni siquiera tuviera a [mi familia] …creo que lo importante cuando ya
se tiene una familia, ya se tiene una edad, creo que lo importante es ubicarse en un sitio.
[…] Entonces creo que el hecho de quedarse es ya como una tradición de tener una
familia, tener donde vivir, y después todas las cosas que tengo que hacer ya es secundario.
Pero el interesante es tener un sitio en donde se siente bien y con familia. De allí, los otros
lugares son, digamos, lugares de paso, o lugares de trabajo. (José Rivera 7 de diciembre
de 2015)
Todas las narraciones, hasta aquí compartidas por las y los inteños, destacan la
inseparable relación entre sentido de ‘territorio’ y producción-reproducción de ‘la vida’:
la de la familia, la de la comunidad, la de otros seres (ríos, plantas, animales, etc.) y la
propia vida de cada Sujeto y Sujeta. Y es bajo esta misma lógica, aunque desde una
dimensión bastante distinta (que para muchos podría incluso parecer fuera de lugar), que
Isabel Anangonó, activista antiminera y ambientalista inteña, elabora su propia y
particular definición de territorio:
98
Antes yo pensaba que territorio como siempre nos nombraron los territorios, [era] por
decir la Amazonia, la Sierra, la Costa, entonces todo eso pensábamos que era territorio y
muchas veces en nuestro cuerpo no nos dábamos importancia. Pero ya conociendo,
viendo la realidad, digo primeramente el territorio más sagrado es el cuerpo de la mujer.
Sí. […] Digo que todas las mujeres allí empecemos a despertar, que todas las mujeres que
empecemos de mirar, no es el territorio [solo] el lugar en donde vivimos, sino
primeramente es nuestro cuerpo. (Isabel Anangonó 14 de febrero de 2016)
Sin duda la perspectiva que ofrece Isabel sobre territorio es, como ya dije, muy
distinta a la de la mayoría de inteños e inteñas, pero no por eso desvinculada de la
discusión central que aquí planteo. Al contrario, esta mujer autodidacta, apoyada en su
trabajo en diversos movimientos sociales y en su propio esfuerzo intelectual, con sus
palabras invita a reflexionar sobre un tema central. ¿Cuál? El del irrompible tejido que
une las luchas protagonizadas día a día por mujeres indígenas, afrodescendientes y
campesinas, en toda América Latina, “contra las opresiones del despojo y del saqueo [de
sus territorios] y las formas de violencia contra sus cuerpos” (Cabnal 2015,1). 38 Aunque
estas luchas inseparables en defensa del propio cuerpo y del territorio sea una realidad
presente en la vida de las mujeres inteñas, el debate y reflexión sobre este tema aún está
pendiente en y para el caso de Íntag. Quizás sea por eso que, entre todas las personas de
la zona con quienes conversé, solo Isabel Anangonó haya hecho referencia a él.39
Así pues, como mencioné más arriba y teniendo en mente todas las narraciones
compartidas hasta aquí, se evidencia que, al elaborar su definición de territorio, la mayoría
de las mujeres y hombres no se refieren prioritariamente a su finca ni a su comunidad,
menos aún a su cuerpo. Sus definiciones sobre territorio aluden más bien, y por lo general,
a toda la zona de Íntag. La siguiente declaración ilustra lo dicho: el territorio es toda Íntag
porque una contaminación o destrucción ambiental afectaría toda la zona:
Territorio es todo Íntag. Porque si destruyen una parte de Íntag, o sea, nos contamina toda
la zona, porque es uno solo. La de mi casa es como si fuera un río […] entonces es uno
solo. Que, si hacen una contaminación, qué sé yo, en García Moreno [parroquia lejos de
su casa], donde mi casa no puedo decir que hay una parte, una loma, decir que eso me
voy a proteger, no, no. Puede eso venir con el viento a contaminarnos también a mi casa,
todito por aquí, pues, todito. Es una sola, no es como que, por ejemplo, yo vivo aquí no
más es mi casa y esa parte me protege a mí, por decir, esa peña, esa montaña. No. Es un
38
La reflexión, luchas y debate en torno a este tema fue posicionado y es liderado por activistas, académicas
e intelectuales indígenas y negras, varias de ellas autoidentificadas, respectivamente, como feministas
comunitarias o como feministas decoloniales. Como anota Lorena Cabnal (representante central del
feminismo comunitario): “Defender la tierra sin postergar la defensa del cuerpo como un territorio es una
lucha que las mujeres estamos dando y que difiere de las dadas por los compañeros en la resistencia” (2015,
3).
39
En el presente trabajo, este tema expuesto por Anangonó solo quedará así enunciado. Sin embargo, debo
recalcar que constituye un aspecto sumamente importante a tener y tomar en cuenta por todas las personas
inteñas o no que vivimos, amamos y trabajamos en la zona.
99
solo plano […] es desde mi casa todito eso y hasta por aquí todito. (Anónima B 6 de junio
de 2018)
-El territorio y la Naturaleza son vividos. Son la vida, sin ellos no hay vida inteña.
Son claves para la reproducción de la vida. Son vividos personalmente y a la vez
por toda la comunidad.
- Por ser esenciales para la vida humana inteña, y por todos los elementos y entes
que otorgan (agua, aire, espacio productivo, vida sana, buen vivir, derechos, etc.)
100
40
Aunque no indago mucho el otro lado de las diferencias entre Naturaleza y territorio, tengo la
impresión de que existen diferencias en la relación de las y los inteños con cada uno de los conceptos. El
territorio invoca la defensa, es asociado con luchas o movimientos sociales, y en particular, la resistencia
antiminera. No tanto para la Naturaleza, al hablar de ella no se invoca ’defender/luchar’ sino ‘cuidar’.
101
concebidos ampliamente incluyendo modelos de vida. Por todo eso y en base de las
narraciones, no hago una distinción en el uso y significación de los dos términos
(Naturaleza y territorio) en el siguiente texto.
41
La separación entre la Naturaleza y el territorio, por muchas razones, no tiene mucho sentido
porque el territorio constituye parte integra de la concepción de la Naturaleza. Pero aquí surge una distinción
con una simple comparación que apoya mi lógica ‘otra’. La Naturaleza se defiende ‘para’ el vivir bien, el
agua, los hijos y para la Naturaleza misma, y la Naturaleza se defiende ‘de’ prácticas dañinas internas como
la tala, contaminación de agua, y a veces, seres-humanos exteriores. En cambio, el territorio se protege
“para” seres-humanos, pero fundamentalmente se protege “de” seres-humanos, de fuerzas de poder
exteriores. Se muestra en diferentes grados esta distinción en las narraciones inteñas.
42
En muchos casos el uso de ‘territorio’ incluye ‘Naturaleza’ y ‘vida’ también.
43
Se relaciona con la idea de ‘reterritorialización’ también. En los testimonios de las personas de
Intag, aunque ellas no digan esta misma palabra ‘reterritorialización’, sus reflexiones están destacando
justamente varios de los elementos que definirían ese concepto.
102
Una amenaza de ‘perder territorio’, como se expresa arriba, es porque hay más
demandas y exigencias para y sobre el territorio, sea por el crecimiento de población o
por la minería. Pero la amenaza de perder el territorio, por lo general, es porque fuerzas
externas a Íntag vienen a ‘quitar’ o ‘invadir’ el territorio.
Yo me siento feliz de vivir aquí en Íntag, de tener el aire puro, el agua, todo lo que es
natural […] sí, sí orgullosamente de vivir aquí en Íntag, pero libre de minería, que no haya
la minería. […] Bueno, que el territorio es nuestro y no quiero que nadie nos venga a
quitar, porque necesitamos el aire, el agua, lo que es más importante para nuestra familia.
(Tránsito Lanchimba 27 de julio de 2018)
unos quieren la minería, otros no. Entonces como este territorio, la tierra de acá de Íntag,
creo que es única con sus fuentes de agua únicas, que hay, creo, que algunas personas
valoran eso, por eso quieren cuidar, pero las demás personas no valoran eso. Entonces es
un poco complicado y desde entonces se ponen en desacuerdos entre papás, hijos y la
familia entonces se dividen. Hay esa división que está causando la empresa minera y no
es justo que nos hagan a esta altura de la vida, que nos causen ese dolor tan grande, que
nos afecta bastante, antes como vecinos, amigos. Todos se dividen por una causa que es
injusta, que no tiene tanto valor como es aquí el ambiente, como era, el ambiente de la
gente, porque hoy hay esa división ya entre comunidades. (David Guachagmira 18 de
julio de 2018)
44
Defensa y Conservación Ecológica de Íntag. Ver https://www.decoin.org/accomplishments
para más información.
105
desde hace muchos años por eso es el proyecto de agua. Nació como una necesidad de
utilizar algo para educar la gente sobre la biodiversidad y la deforestación. La
biodiversidad, nadie entiende para qué vale. Nadie, muy poca gente, ni el norte. Pero el
agua todo el mundo comprende, entonces por allí no mentimos. Para tener agua es
necesario que hay bosque. Pero todo el mundo ya entendía eso aquí más o menos. […]
Entonces nosotros utilizamos eso y fuertemente lo vinculamos al bosque, la biodiversidad
desde el inicio. Entonces este vínculo ayudó mucho en que este proyecto sea tan exitoso
como lo es. Todo el mundo quiere conservar el bosque por el agua. Totalmente, es 100%.
[…] Entonces ahora […] la gente es mucho más consciente que necesita agua pura, agua
sana, y que el bosque juega un rol muy importante. (Carlos Zorrilla 12 de septiembre de
2016)
La DECOIN nació impulsada por la actividad minera y en defensa contra ella. Así el agua
y el mineral (de la minería) se interrelacionan.
A modo de resumen, hasta aquí hay que destacar el énfasis puesto por los
pobladores de Íntag en el rol de la minería, manifestado a través de conversaciones sobre
las amenazas, despojos y la defensa del territorio/Naturaleza/vida. Asimismo, sus
expresiones apoyan la veracidad de que “la defensa del territorio no tiene solo un carácter
productivo-económico, no es solo un pedazo de tierra, bosque o montaña, es un espacio
cargado de historia y de relaciones construidas con la naturaleza y con lazos de
parentesco” (Sosa Velásquez 2012, 97).
La ruptura pronunciada en Íntag se fue agravando aún más, sobre todo porque los
procesos históricos de identidad territorial fueron desplazados parcialmente por discursos
radicales contrapuestos: el de los mineros y el de los ecologistas, los cuales fue generando
una noción de un “ellos” y un “nosotros” que no dejaba espacio para diálogos más
constructivos, constantes y abiertos. (López Oropeza 2012b, 9)
Las divisiones dentro de la zona de Íntag, muchas de ellas provocadas por el conflicto
minero, se producen entre grupos que varían en su articulación territorial, divididos por
visiones de desarrollo distintas. Mauricio López Oropeza, en su libro Entre la identidad
y la ruptura territorial: El caso de Íntag (2012a) hace una diferenciación de ‘sujetos
sociales’ inteños en cuatro categorías “frente a los posibles horizontes del territorio.”
Abajo presento unas frases del texto donde López Oropeza describe los cuatro grupos
sociales que viven diferentes realidades en Íntag:
A manera de cierre
La yuxtaposición de las representaciones anteriores en la siguiente narración del
activista antiminero Javier Ramírez45 exhibe la conexión entre los temas y subtemas de
este capítulo:
45
La articulación de Javier Ramírez se destaca por incorporar múltiples relacionamientos,
mostrando su rol de conocedor. Javier es muy respetado por su liderazgo y es famoso por haber sufrido la
injusticia de 10 meses en la cárcel bajo falsos cargos, hechos típicos en la criminalización de la protesta.
108
El territorio […] yo me pongo a pensar que es nuestra casa, como… tanto como mi
propiedad, como en todo entorno en todo lo que tenemos. Porque tenemos diversidad, de
cómo ir nos […] una unión de… en tanto de productos, de todo lo que es necesario,
nosotros podemos hacer una buena combinación en todo sentido. Hasta en fiesta, en todo
hemos sido una gente que nos sabemos comprendernos […] y manejamos un buen vivir.
Hemos vivido bien. En mi manera de pensar todavía veo y he andado que aquí en la zona
de Íntag no tenemos pobreza. No tenemos pobreza.46 […] Nosotros aquí todavía tenemos
todo. Solo lo que nos vienen es a cambiar a la gente de otra mentalidad y no pensar en
este Naturaleza que tenemos, que nos da todo, nos da todo, y no tenemos que gastar nada.
Tenemos el agua, que no nos cuesta nada, tenemos unas lindas pozas para irnos a bañarnos
en el río, y no hacemos nada por cuidarles, entonces hay mucha gente que no ayuda a eso,
a cuidar, que no cuesta nada, como para mantener unas grandes piscinas que tienen, es
muy costoso. Pero aquí la Naturaleza nos ha dado todas estas riquezas que tenemos, que
nos brinda la Naturaleza. Y hay mucha gente que no están muy consciente de seguirle
cuidando. (Javier Ramírez 26 de febrero de 2017)
46
Javier parece estar respondiendo a la justificación proporcionada por los relacionadores
comunitarios de la minera y los funcionarios gubernamentales que afirman que la gente inteña es pobre,
que necesitan empleo.
109
Parte dos
Seres-de-la-Naturaleza y ser-saber-hacer desde y con la Naturaleza
La parte dos reúne dos capítulos con un énfasis en los seres no-humanos:
• Capítulo tercero: “Seres-de-la-Naturaleza: La relación humano-ave”
• Capítulo cuarto: “Las plantas: Los usos y las prácticas de sembrar y cosechar”
Esta parte tiene como objetivo evidenciar construcciones del ser-saber-hacer desde y
con la Naturaleza por medio de estudios de caso centrados en ciertos seres-de-la-
Naturaleza específicos y pertinentes al contexto de Íntag, respecto de las prácticas y
relaciones que establece la población inteña con ellos. Está basada en la lógica de que la
Naturaleza consta de una gran red de relaciones entre seres, manifestándose en la
cotidianidad de prácticas interactivas; por esta razón, a través de las enseñanzas inteñas,
se procura concretar y sondear cómo las personas inteñas se interrelacionan, coexisten y
conviven con pájaros y plantas, seres-de-la-Naturaleza propios de concepciones y modos
distintos.
En el capítulo tercero se trata del ser-saber-hacer del humano-animal con el
pájaro-animal. Para evidenciar cómo las aves desempeñan una amplia variedad de roles
en la experiencia humana, se concentra en tres aves: la gallina doméstica, la pava de
monte y el gallo de la peña. Cada una demuestra un ser-saber-hacer propio y distinto
según su respectiva relación humano inteño-pájaro inteño. Los vínculos entre el ser
humano inteño y estos seres-de-la-Naturaleza-aves abarcan conexiones múltiples y
significativas en la vida-existencia de Íntag; por eso, analizo las implicaciones de dichas
aves en ciertos asuntos tejidos y construcciones asociadas como la soberanía alimenticia,
la práctica de la cacería y el ecoturismo en la zona, etc.
El capítulo cuarto complementa el tercero a partir de un enfoque en el ser-saber-
hacer desde y con las plantas, seres-de-la-Naturaleza cardinales en y para la vida inteña.
Como la actividad dominante en Íntag es la agricultura, una parte significativa de este
capítulo aborda prácticas y saberes respecto a la producción; las narraciones sobre tres
plantas específicas y distintas -la caña de azúcar, el café y la cabuya- evidencian
implicaciones en muchas esferas (sociales, políticas, económicas, etc.), lógicas distintas
y procesos de modos-otros. Lo mismo ocurre con los temas del huerto, la agricultura,
plantas medicinales, etc., entendidos como ‘espacios de prácticas’ no fijos, sino fluidos y
sujetos a externalidades y en transformación temporal.
110
111
Capítulo tercero
Seres-de-la-Naturaleza: La relación ser humano-ave
47
Aquí no distingo entre los términos ‘ave’ y ‘pájaro’, sino que uso estas palabras como
intercambiables, con la misma significación. Pero, por lo general, lingüísticamente son aceptadas las
siguientes distinciones: Las aves son una clase de vertebrados, y dentro de esa clase existen varios órdenes
y uno de los cuales es el orden Paseriforme o ‘pájaros’. Todos los pájaros son aves, pero no todas las aves
son pájaros. Las gallinas, por ejemplo, son aves, pero no pájaros. ‘Ave’ es una palabra más especializada
que se usa en el ámbito de la ornitología. ‘Pájaro’ es la palabra más común, especialmente si es pequeño.
48
Por ser muy largo el uso del término ‘ser-de-la-Naturaleza-humano’ y ‘ser-de-la-Naturaleza-
ave’, a continuación, a veces uso solo ‘humano’ o ‘ser-humano’, ‘ser-ave’ o ‘ave’ por razones de
legibilidad.
112
caso de la relación humano-ave, son significativas, pero además las prácticas son claves
para comprender esa relación entre los seres humanos y las aves.
Para explorar las relaciones ‘humanos inteños-aves inteñas’ y el ser-saber-hacer
de las y los inteños respecto de las aves, no se puede considerar a las aves como un grupo
homogéneo. Para ‘anidarme’ en prácticas y saberes más relevantes y salir de
generalizaciones, se requiere contextualizar la relación; por tanto, había que abordar el
tema enfocándose en unas aves específicas. Por esta razón decidí comenzar la exploración
a partir de tres aves significativas en y para Íntag: la gallina, la pava de monte y el gallo
de la peña. Cada ave es significativa en una fase temporal en Íntag (presente, pasado y
futuro respectivamente). Cada ave incorpora aspectos de las interacciones con y desde la
Naturaleza, y cada ave figura en un rol relacional singularmente distinto. Además, cada
una de las tres aves importa porque representa un nexo único con un asunto significativo
en Íntag, como un punto de partida para indagar temas derivativos que son importantes,
por ejemplo, qué lugar específico ocupan en la relación de tensión, para Íntag y más allá.49
La gallina doméstica es un ser-de-la-Naturaleza que ahora se encuentra en todo el
mundo, como ‘objeto’ de la globalización creada por los seres-humanos. Las gallinas
llegaron a Íntag en cantidad con los primeros colonos, es decir, los dos eran colonos –
ave/gallina y humano-; así pues, se la asocia con la colonización, domesticación,
soberanía alimenticia; por otra parte, la gallina evidencia la dicotomía de animal
doméstico/salvaje, etc. En la sección 1, donde se trata de la gallina domesticada, primero
presento las raíces e ideas acerca de la ‘domesticación’ y la dicotomía doméstica/salvaje,
con la llegada de la gallina al Abya Yala/América Latina. A continuación, situándola en
Íntag, destaco las opiniones, prácticas y saberes en narraciones inteñas respecto a la
gallina. Articulaciones que como hilos conductores apuntan a la soberanía alimenticia y
las distintas manifestaciones alimenticias de la relación humano-ave.
La pava de monte es la más tímida de los tres pájaros (se esconde rápido de los
humanos) y necesita vivir en un buen bosque o en ‘el monte’, lejos de la actividad
humana. Se asocia con la historia de cacería y las primeras prácticas de los colonos
49
Mi lugar de enunciación y postura: Las aves me fascinan por su belleza, su abundancia, su papel
en el equilibrio de la Naturaleza y, especialmente, porque pueden deslizarse por los cielos con su propio
poder. Me relaciono e interactúo con las aves en muchos niveles divergentes y concurrentes, desde el
espiritual hasta el intelectualmente académico. A menudo, la vista de un pájaro levanta mi espíritu, calma
mi mente, pone mis preocupaciones en perspectiva y me hace recordar que coexisto en este mundo
equivalente con otros seres. Otras veces, me relaciono e interactúo con un ave de manera fría y utilitaria.
Mi relación y visión de un ave dependen de qué ave es, dónde me encuentro, qué espero hacer y qué hace
el ave. ¿Serán maneras de relacionarme con los pájaros similar a las de la gente inteña compañera? ¿O serán
distintas?
113
inteños, además de ejemplificar el saber formidable de las y los inteños, por ejemplo,
sobre la existencia o escasez de las aves. En la sección 2, después de resaltar la relación
y el ser-saber-hacer desde y en palabras inteñas respecto a la pava de monte, exploro las
prácticas y saberes de la cacería en Íntag, concluyendo con una discusión acerca de
algunos nexos e implicaciones relacionados con la práctica de la caza, como los bienes
comunales y la ley de prohibición.
El gallo de la peña es muy llamativo y según los humanos, verlo es ‘espectacular’.
Solo hacen leks (bailes de cortejo de machos) en sitios adentro de buenos bosques con
quebradas para anidar, y a veces relativamente cerca de la actividad humana. Se lo asocia
con el ecoturismo, la belleza de los seres-del-bosque y el valor de la ‘conservación’ o
‘cuidado’ de la Naturaleza. En la sección 3, primero destaco el ser-saber-hacer en las
narraciones inteñas sobre el gallo de la peña; en segundo lugar, describo el rol del gallo
de la peña en el ecoturismo; asimismo en ambos puntos enfatizo algunos elementos de la
relación ser humano inteño-gallo de la peña. Con el gallo de la peña como el punto de
partida, presento unos proyectos específicos de turismo en Íntag y los distintos tipos de
turismo, entretejiendo un análisis del rol del turismo en comunidades como las de Íntag.
Además, exploro las manifestaciones de los modos de interexistencia inteños-aves
a través de la siguiente pregunta inicial: ¿cuál es la conexión de un ser-humano con un
ave, si hay alguna? Como consideración inicial, la interacción y/o la reacción de un ser-
humano en un encuentro con un ser-de-la-Naturaleza-ave es importante ya que revela la
imagen de la cosmovisión/ontología de ese ser-humano; también es indicativa de las
creencias de su lugar y muestra el rol dentro (o fuera) de la Naturaleza, y a menudo
conforma la creencia de sus familiares, vecinos y su comunidad, también basada en
tradiciones e imaginarios compartidos. Las personas que viven en entornos de cemento
urbanos tal vez piensan que el ave es "Naturaleza", como parte de algo que está fuera de
ellas. Las personas que viven en áreas con abundante vegetación natural o cultivada, que
por lo tanto tienen diez veces más el número de encuentros con aves, tal vez no piensan
en el ave en absoluto, sino que asocian el ave con un recuerdo o colocan al ave en el
contexto en el que viven en coexistencia. Sin embargo, cómo respondemos a la presencia
de un ave -si lo hacemos-, importa, pero es solo una parte superficial del total en la
profundidad de la relación y el ser-saber-hacer implícitos a esta relación. Personalmente,
quisiera imaginar que es posible (re)concienciar desde y con estas lógicas distintas sobre
el valor de esta relación, lo que podría tener implicaciones para el futuro del mundo, y,
por lo tanto, para la supervivencia tanto de los seres-de-la-Naturaleza-aves como de los
114
1. La gallina
Sigue el pollo y encuentra el mundo.
-Donna J. Haraway (2008, 274)
Somos águilas, pero debemos reconocer nuestro arraigo en una historia concreta,
en una biografía irreductible con sus limitaciones y contradicciones:
nuestra dimensión-gallina.
- Leonardo Boff (1997, 60)
Las gallinas son seres-de-la Naturaleza que comprenden una parte íntegra en la
vida inteña. Es el ave más significativa, común y abundante en la convivencia y
coexistencia con los seres humanos en Íntag. Por ser domesticada y por haber llegado con
los primeros colonos, tiene un rol bien establecido dentro de las fuentes alimentarias en
las fincas agrícolas y las familias rurales.
50
Maneja una reserva y es uno de los fundadores de DECOIN. Ha vivido en Íntag por más de 40
años.
115
Una idea muy restringida de domus, o casa, está ligada a un dualismo doméstico-
salvaje. Hay todo un rango de integración con el domus en el área de Íntag y no tiene
linderos marcados: hay animales ‘domésticos’ que se portan como ‘salvajes’ y viceversa.
Isabel Anangonó distingue entre salvaje y domesticado, no en términos de valor
intrínseco, sino a partir de las funciones:
La diferencia de los animales salvajes con los domésticos es que los animales salvajes
están para hacer una función dentro del monte. Porque ellos hacen una gran función que
es muy impresionante, ellos cuidan la Naturaleza. Los animales domésticos también
sirven, son útiles en la casa. […] Para el hombre es útil vivir acompañado de estos dos
grupos, tanto salvajes como domésticos. En la casa es para el bien de una sociedad, el
bien de una familia. Entonces se vive hermanados con estas dos clases de animales y aves.
Entonces nosotros por eso digo yo siempre, nosotros, aunque digamos a 'yo soy persona
yo no me igualo a los animales’, estamos mintiendo una cosa de que estamos siempre
ligados con estos animales, estamos ligados con la Naturaleza. ¿Por qué? Porque somos
parte de ella. (7 de noviembre de 2017)
Hablando del dualismo y la división que alguna gente mantiene entre animales
domésticos y salvajes, Isabel desarrolla el punto de conexión entre ambos:
Para mí creo que estas cosas son fluidas. Son fluidas las dos [domésticos y silvestres]
porque […] hay personas que los dividen, por decirle, lo salvaje se halla en las montañas,
en las grandes montañas están los animales salvajes y yo estoy acá. Estoy aparte. Pero no
estamos aparte. Estamos nosotros en medio, pero lo que nos hace la gran diferencia es de
que ya estos animales que estaban en un tiempo juntos con nosotros ya se esparcieron a
otra parte, ya están en otro lugar. Pero ¿por qué? Porque el hombre mismo hizo que se
aleje […] Íntag hace unos 120 años atrás […] era monte toda la montaña y dice que los
animales venían al patio de la casa. Entonces ya la gente convivía con estos animales.
(énfasis mío)
51
No hago una diferenciación entre los términos ‘pollo’ y ‘gallina’ en mi texto, son
intercambiables. En Íntag usan el término ‘gallina’ con más frecuencia.
52
Aunque los estudios genéticos han señalado múltiples orígenes maternos en el sudeste de Asia,
Asia oriental y Asia meridional, el clado encontrado en las Américas, Europa, Medio Oriente y África se
116
origina en el subcontinente indio (Lawler 2014). Los registros de China también se refieren al pollo
domesticado ya en el siglo 14 A.C.
53
Según los cálculos de la FAO, el consumo global de carne de aves de corral ha aumentado de
11 kg por persona por año en 2000 a 14,4 kg en 2011. Para las Américas, las cifras correspondientes fueron
31,5 kg y 38,5 kg. (FAO 2003)
54
No se sabe cuántas especies de aves hay. Hay investigadores que han investigado los estudios
genéticos existentes de aves, y que han revelado que podría haber más de 20,000 especies (AMNH 2016).
117
a ser la más abundante ave domesticada?, ¿qué camino recorrieron las gallinas antes de
llegar a Íntag?
Una de las primeras señales del transporte de pollos se encontró cuando
excavadores que trabajaban en una playa del océano árabe (aldea omaní) descubrieron un
hueso de pollo de comerciantes indios que habían dominado el monzón para navegar a
través del océano abierto hace más de 4000 años (Lawler 2014). Y así pasó en todo el
mundo, canoas o barcos han transportado animales domesticados como mercadería o para
su propio consumo. La historia de la llegada de la gallina al Abya Yala/América Latina
tiene importancia para toda la historia precolombina/pre-invasión. Algo sorprendente es
la carta escrita por Pero Vaz de Caminha, en la que informa al rey Dom Manuel I del
‘descubrimiento’ de Brasil (Miller 2007). Los barcos que partieron a otras tierras para
apropiárselas tenían animales vivos a bordo, y cuando llegaron a sus supuestos destinos,
los animales fueron descargados.55 En la carta de Vaz de Caminha, al describir el primer
encuentro portugués con los Tupi en 1500, este notó la reacción de los Tupi ante las
gallinas. "Cuando se les presentó un pollo, se agitaron y se mostraron reacios a tocarlo"
(Miller 2007, 62; traducción mía). Pero sí adoptaron los pollos, que eran apreciados por
sus huevos y cuyo manejo era mucho más fácil que el de la vaca, que era más difícil de
adquirir y necesitaba experiencia cultural para criarla con éxito; también adoptaron
algunos cerdos (Lawler 2014).
Por la carta de Vaz de Caminha, donde registra la extrañeza de los habitantes ante
los pollos, entre otras razones, la existencia de pollos domesticados en Abya
Yala/América Latina precolombina/pre-invasión ha sido debatida por muchos años. El
enfoque sobre la importancia o el rol de los europeos en la llegada y/o domesticación de
animales refleja una visión eurocéntrica del patrón moderno hegemónico. De hecho, hay
evidencia de la llegada de gallinas por el Océano Pacífico, por ejemplo: Alice A. Storey
(2007), una antropóloga de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, junto con
investigadores de Samoa, Australia, Canadá y los Estados Unidos, ha hecho un análisis
de ADN de huesos de gallina encontrados en El Arenal, Chile. Ellos descubrieron que los
huesos corresponden a gallinas que vivieron entre los años 1321 y 1407, más o menos
100 años antes del arribo de los españoles. Además, Storey y su equipo encontraron que
estos pollos tienen un código genético igual al de los de la Polinesia, por lo que han
encontrado "la primera evidencia inequívoca de una introducción preeuropea de los pollos
55
Las gallinas llegaron para ser criadas y producidas en Brasil con tanto éxito que su actual
producción de pollos ha convertido a Brasil en uno de los mayores exportadores de pollos del mundo.
118
en América del Sur" (Storey et al. 2007). Hasta este punto, la mayoría de los académicos
creía que el pollo fue introducido al Abya Yala/América Latina por exploradores
españoles o portugueses cuando llegaron a la costa este alrededor del año 1500 D.C. Sin
embargo, la presencia de pollos en Perú cuando llegó Pizarro en 1532 y su integración en
la cultura inca requeriría no solo una dispersión muy rápida en todo el continente, sino la
incorporación casi inmediata de pollos en la economía, una combinación altamente
improbable de eventos (Storey et al. 2007).
56
Los tasines y gallineros se construyen a mano y esta parece ser la mejor forma de obtener huevos
si es la meta. En la finca donde vivo hay tasines, pero las gallinas no están encerradas porque el gallinero
viejo no sirve por estar con huecos y dañado por la vegetación de afuera. Por lo tanto, los huevos se ponen
en toda la granja y las gallinas incluso van al bosque cerca de la granja para buscar comida. Se desconoce
cuántos huevos come uno o más de los once perros en la finca. Del mismo modo, no tenemos idea si era un
perro o si… y cuándo otros animales del bosque se comen los huevos. Nuestra primera pista de que se
encontraron huevos es cuando aparece una gallina con polluelos. Cuantos pollos sobreviven se nota durante
las horas de alimentación en la mañana. Además, se realiza un control visual de las gallinas y los gallos
durante las horas de alimentación.
119
cariñosas: “[Las gallinas son] para carne, y sí valen para entretener en algo. Para
eso. Porque son bonitas. O sea, me gusta los pollitos, cuando nacen, esto me gusta ver”
(Edith Michelena 17 de enero de 2017). Un ejemplo de interacción:
Cuando yo me voy siempre les converso. Cuando están chiquitos les digo ' ya vengo mis
bonitos mis guagüitas, mis pequeños' así. ‘¿Están con hambre? ¿Quieren comidita? Ya
les traigo'. Yo les digo ‘comerán todo, no regarán' así. Y a veces cuando salgo temprano
y mi esposo no me sabe poner comida, les digo 'pobrecitos, no han comido, no les han
dado, tienen hambre'. Así, como conversar. […]. [No me da pena vender] porque ya se
tiene esta costumbre, ¿no?, que se querría para vender o para comer, entonces algo que se
ha hecho siempre. (Anónima A 19 de noviembre de 2016)
Las y los inteños dicen que los pollos de campo57 son mucho más sabrosos que
los pollos producidos en granjas avícolas: “Son ricos para comer” (Carlos Zorrilla 12 de
septiembre de 2016), y lo explican porque “las gallinas, más que todo las de campo son
buenas porque no son con químicos. Son más buenas. Se les comen más rico. Y en verdad
la gente de fuera le prefiere a la gallina del campo porque no tiene contaminación de
nada” (Mariana Castro 6 de abril de 2016). El mejor sabor tiene que ver mucho con la
alimentación:
Bueno, aquí todo el mundo tiene, aunque sea una gallinita. Tiene porque también es la
alimentación. ¿No? Porque se les cría sanamente con maicito. No es como las gallinas
que vienen de afuera, todo es incubado. Todo ya es puro químico. Entonces la gente
prefiere tener sus gallinas. Por los huevos mismo, los huevos incubados con los huevos
57
El sabor es mejor, pero también dicta ciertas técnicas de cocción, “Esos son como de campo
mismo no son incubados. Los compro chiquitos en Otavalo y les crio aquí. Los [de Apuela] que son buenos
son para caldo” (Anónima A 19 de noviembre de 2016). Aunque he visto que vecinos y familias
intercambian, regalan o venden polluelos entre ellos, también hay gente que compra polluelos en ciudades
cercanas cuando quieren producir huevos o carne para vender a los vecinos o en el mercado.
120
de la casa no son lo mismo. Tienen otro sabor. Son más alimenticios, más nutritivos para
el consumo de la casa. (Isabel Anangonó 7 de noviembre de 2017)
La cantidad de gallinas y gallos que una familia ‘tiene’ es cambiante y fluida: hay
depredadores, o simplemente desaparecen por alguna razón desconocida, se comen o se
mueren por enfermedad, y nacen nuevos constantemente: “Sí tengo. Como unas 15 a 20
entre pollitos. Tengo unas dos gallinas que salieron con pollitos, por eso. Por allá, no,
gallinas, gallinas grandes solamente como cinco, un gallito también” (Marcia Ramírez 12
de septiembre de 2016). Se distingue entre gallinas y gallos, y por tamaño y edad: “Están
así gallinas y gallos diez grandes. Ahorita creo que están como así de este porte como
unos diez, y tengo unos allacito, cuando están así le voy vendiendo. Los otros son 17
pequeños”, menos que diez, parece que son “unas pocas, cinco [tengo]” (Edith Michelena
17 de enero de 2017). También son “poquitas, unas 10” (Emperatriz Barrera 13 de marzo
de 2017), hasta “ahorita tengo unos 15 no más, me acabaron” (Mariana Castro 6 de abril
de 2016). “[Mi mama] si tenía más antes, hoy no tiene muchos, hoy tendrá unas cinco,
seis no tiene más. Más antes sí sabía tener hasta unas 30, 40. Así tenía” (Tarquino Moreno
10 de agosto de 2016).
[Tengo] pocas por el tema de que no paso mucho en la casa, y […] necesitan de cuidados
también. Porque nosotros, por ejemplo, acá en el campo siempre tenemos así libres, no
tenemos corrales de gallinas. Entonces necesita poner a las gallinas en el tasín que pongan
los huevos, hacerles abrazar, hacerles abarcar, salen los pollitos, cuidar a los pollitos,
dándoles a comer cada ratito. Es un trabajo grande […] el tema, o sea, más es por
costumbre y porque nos alimentamos con ellas. (Marcia Ramírez 12 de septiembre de
2016)
Alimentar a las gallinas es una actividad diaria que fortalece la relación ser
humano inteño-ave. Lo que dan de comer a las gallinas normalmente en Ecuador es
“morocho y balanceado” (Roberto Arcos 19 de julio de 2016). Pero a los polluelos
algunos les dan comida diferente: “Yo un mes les tengo están comiendo mitad morocho
y mitad balanceado. De eso les doy solo morocho. Pero se puede comprar zancado hecho
pedazos, molido” (Anónima A 19 de noviembre de 2016). Otras familias dan solo
morocho en grano para las gallinas y morochillo a los polluelos. Pero en el campo de
Íntag también las gallinas comen desperdicios de la cocina y hierbas de huerto, además:
“Les doy el morocho molido y también les doy verduras. Las hojas. Entonces, allí salen
como de campo mismo. Vuelta en cambio, para afuera es puro balanceado. El balanceado,
no, sale feo [sabor] de allí” (Sergio Vetancourt 13 de septiembre de 2016).
121
Es que no les tienen encerrados, […] les gusta sacar por la tarde porque se alimentan
mejor. Les doy muchísimas hojas del huerto, muchas les doy. Daikon, o sea, a veces la
hierba mala, se comen felices. (Carlos Zorrilla 12 de septiembre de 2016)58
El estudio etnozoológico afirma que los diversos usos de los pollos por los
humanos incluyen la utilización de muchas partes, incluyendo plumas, huevos, carne,
huesos para muchos fines, como alimentos, medicinas, fertilizantes, rituales, protección,
compañía y otros. Lo que ‘dan’ las gallinas para las familias inteñas es complejo y varía
según familia, pero por lo general dicen que dan carne, huevos y compañía, etc. De tanto
en tanto matan una y se la comen: “a veces, cada tres meses así, no siempre” (Edith
Michelena 17 de enero de 2017) y “¿qué será? a tres meses. Cuando hay visitas” (Tránsito
Lanchimba 18 de diciembre de 2016). O se come un pollo “cada vez que esté gordito. A
veces, por ejemplo, que viene mi hermana de Quito. Entonces allí mi mamá mata
uno” (Roberto Arcos 19 de julio de 2016). “Nosotros les criamos gallos y gallinas, para
que pongan y cuando vienen los hijos, matamos uno, dos, para no estar comprando en el
mercado. Es un sabor diferente” (Sergio Vetancourt 13 de septiembre de 2016).
Nosotros sabemos, cuando nos da ganas de comer, yo cojo y les mato. O [cuando] vengan
visitas, o porque tengamos necesidad de la familia nosotros comemos. Y así hacen el resto
de familias también. Pero sí es importante tener así para cuando vienen visitas también
se mata porque aquí la imposibilidad, imagínese, no hay dónde comprar una carne, estas
cosas, entonces se tiene su gallina y comen al rato. (Isabel Anangonó 7 de noviembre de
2017)
58
Hablando del tipo de sus gallinas: “Estas, red leghorns son. Les doy también morocho y
balanceado. Por suerte, los compro en Otavalo. Es muy difícil conseguir ponedoras. Muy difícil. No venden
así no más, no sé por qué. Yo creo que es mafia. Es muy difícil en Otavalo conseguir que venden campestres.
Y son mixtas, gallo de campo, gallina de este. Bueno yo tuve, no son buena. Comen mucho y no ponen casi
nada. [Otra gente] tienen ponedores de campo, de la gallina de campo, multivariedad. Ponen, pero dejan de
poner buen tiempo para abarcar los huevos y después siguen poniendo, entonces sí, todos los días” (Carlos
Zorrilla 12 de septiembre de 2016).
122
o no. Es interesante que la palabra “pollo” se usa para el animal y para la carne. 59 Mientras
que los perros ayudan a cuidar la casa y las gallinas en algunos casos, en otros casos son
ellos mismos los depredadores.
Tenía gallinas para que ponen huevos, pero aquí, vuelta en cambio, los perros no dejan
los huevos, para no comprar huevos incubados yo quiero tener gallinas que ponen. De
allí los perros se comen los huevos y entran rompiendo la malla. [Los perros del vecino]
comen las gallinas y les matan, pero no, no los huevos. Pero ahora como yo ya les tengo
casi la mayoría encerrados, ya no salen. (Anónima A 19 de noviembre de 2016)
Como los perros casi siempre tienen libertad para deambular, incluso en hogares
cerca de una carretera, los dueños de pollos a menudo construyen infraestructura para
proteger a sus pollos: “Tengo hecho, como decimos nosotros, los tasines altos, entonces
allí no se suben los perros a comer. En el llano, sí. En el llano sí se comen. Pero de repente
vuelta [las gallinas en el llano] en cambio vienen con pollitos” (Mariana Castro 6 de abril
de 2016).
No son solo los perros los depredadores de las gallinas. Cuando viven cerca de
bosques secundarios o primarios tienen que contar con depredadores silvestres también:
“el puma sí, nos ha dado comiendo un poco” (Nelson Ruíz 27 de julio de 2016):
Es que el otro mes, se me comieron siete gallinas, no sé qué fue. Creo que algún animal
del monte o es algún perro, porque los perros comen. Pero no sé qué paso. Le pescan y
más allá se comen y allá le deja amontonada la pluma. Hay el tigrillo aquí. No sé, puede
ser el tigrillo, […] acá hay uno como el perro que decimos guafando 60. Es un tipo de
perro. El tutamono61 también come, pero muy de repente, él es nocturno, anda de noche.
De allí otros no sé. Hay el que decimos el chucuri62, es uno como la ardilla, ese come
huevos y come pollos. (Sergio Vetancourt 13 de septiembre de 2016)
59
Igual que ‘chancho’. También otros idiomas tienen este mismo patrón.
60
Guafando = Speothos venaticus en latín, ingles ‘bush dog’.
61
Tutamono o cusumbo, cusumbí o tutacusillo = latín Potus flavus, ingles ‘kinkajou’.
62
Chucuri = comadreja – Mustela frenata.
123
Una gallina, un pavo, un pato, comen así los desperdicios que sale de la casa. Por ejemplo,
el maíz es para ellos, aquí hay la yuca, y todas esas cosas ¿no?, aunque son un poco
dañinos cuando están cerca las sementeras porque ya van y hacen un desbarajuste. Es las
gallinas, por ejemplo, se comen la flor de fréjol, van, raspan cuando se siembra la yuca,
el camote, van le raspan y les sacan y les hacen horrores […] pero bueno, de todas
maneras, son útiles esas aves. Porque de repente uno tiene que alimentarse también de
ellos, por ejemplo, cuando una mujer está de dieta de la gallina. Normalmente, después
del parto era la gallina, algunos también comían el pavo, el pato. (Isabel Anangonó 7 de
noviembre de 2017)
El cuidado de las aves, más que todo los animales domésticos, creo que, en la mayoría de
aquí de los habitantes, hace el cuidado las mujeres. En la mayoría de las casas. Una
[razón] puede ser lo que [los hombres] salen de mañana y regresan en la tarde, entonces
no tienen mucho, no tienen el suficiente tiempo para el cuidado de las aves. Y también
otra, que es la tradición más de aquí, es la costumbre en que […] eso es trabajo de las
mujeres, eso es más que todo la tradición” (Remigio Vetancourt 9 de abril de 2016).
No obstante, hay que tener presente que eso también “depende de la familia,
porque hay personas que así, o no sé, lo que mi papá ha sido. Él no se metía en eso, por
tanto, nosotros somos así. Sí, mi mamá tiene, les cuida ella, de repente nosotros le
ayudamos. Pero el gusto es de mi mamá, que allá les gusta, ella le gusta tenerle. Ella es
la que, ella es la que decide. Si no les vende, les comes” (Tarquino Moreno 10 de agosto
de 2016). Esta dinámica presente en la familia de Tarquino (en la que otros miembros de
la familia de repente ayudan a la madre en el cuidado de las gallinas), también varía en
relación a otras familias de la zona. En algunas de ellas, ésta es una tarea asumida
igualmente por los hombres: “Bueno yo también me gusta hacer, como se dice, [soy]
aparente, me gusta todo. Cuidamos ambos. Yo soy para la cocina o para todo lado, todo
lado me gusta. Yo cuando era unos doce años, con mi mamá siempre yo, como yo soy
primerito, me gustaba mucho ayudarle en todo. Y criarles a mis hermanos, los primeros,
los que eran más tras mí. Cuando yo era más joven no más, de allá ya mis hermanas tenían
que cuidarles” (Sergio Vetancourt 13 de septiembre de 2016). Pero así mismo, en otros
casos, las gallinas (y su cuidado) son de toda la familia:
124
Bueno, todos le hacemos. A veces cuando veo la gallina que está sin comer, yo pongo
maíz, o el Junior o el Edwin63, cuando se ve que no tiene es de todos. Las gallinas nuestras
son de todos. Porque cuando hay dueña de cada gallina, uno no se quiere matar esa gallina,
no se puede. Porque el dueño dice, no, es mi gallina, no. En mi familia no hay dueña de
las gallinas, son de todos. Pero yo, de mi parte, yo también he cuidado, me gustaban las
ponedoras. (Nelson Ruíz 27 de julio de 2016)
Todas estas voces y pensamientos dan cuenta de que en Íntag la división de trabajo
según género, respecto a lo que estamos analizando aquí, no necesariamente es fija. Ahora
bien, esa relativa fluidez no debe hacernos perder de vista de que, en la zona, el cuidado
y crianza de las gallinas ha sido y sigue siendo considerado un “trabajo de las mujeres” y
que son ellas las que, principalmente, lo continúan realizando, como anotó Remigio
Vetancourt más arriba. Resalto este punto no con la intensión de adentrarme en un
análisis de la división de trabajo según género64, sino para destacar que ese estar y
convivir más cotidiano que, “por tradición”, tienen las mujeres de la zona con sus gallinas,
fortalece la relación entre ambos seres. A su vez, ese mayor o menor relacionamiento con
las gallinas (o con el territorio, el río, el árbol, etc.), al mismo tiempo que va construyendo
un vínculo especial entre ser humano inteño (mujer y/u hombre) y ave (u otros seres-de-
la-Naturaleza), va generando también un saber-hacer más propio y especializado,
desarrollado por ellas y/o por ellos en y desde sus particulares experiencias. Todo lo cual
es muy importante pues incidirá directamente en las percepciones (compartidas o no) que
unas y otros vayan construyendo alrededor de estos otros seres-de-la-Naturaleza, como
sucede en el caso de las gallinas.
Así pues y como ilustran las narraciones arriba, la relación gallina-persona inteña
es multifacética. Es diaria y es vivida. Tiene vínculos con la familia, la comunidad, el
terreno, el gusto, el género, los otros seres-de-la-Naturaleza animal y vegetal, la salud, la
economía, etc. Dentro de las comunidades, familias e individuos en Íntag hay una
variación de perspectivas y un rango de visiones de lo utilitario a lo recíproco, etc. Pero
un hilo conductor en todas las narraciones es que la gallina forma parte de la soberanía
alimenticia. Por eso, a continuación, introduzco el tema de la gallina con referencia a la
soberanía/seguridad alimentaria en Íntag
63
Sus hijos mayores de 20 años.
64
Aunque si es una temática a reflexionar en un futuro
125
la casa. Y cuando tengo suficiente, a veces me voy a Quito y me voy llevándoles a mis
hijos a Quito. (Mariana Castro 6 de abril de 2016)
La relación entre comida y personas tiene que ver o se ve afectada por los nexos
comida/‘medio ambiente’, con las personas que la producen, con las prácticas culturales
mientras la consumen, y con los poderes sociales y políticos que la controlan.
Las gallinas, eso sí, simplemente se hizo para comer, ¿no cierto? Las [demás] aves, vuelta,
es otro, es otro aprecio. Ellos sí, digamos, es bonito verles […] Las gallinas son útiles,
son para comer, o los huevos. (Nelson Ruíz 27 de julio de 2016)
65
El término "soberanía alimentaria" fue tratado por primera vez en 2003 por Vía Campesina, una
coalición coordinadora de organizaciones campesinas de Asia, África, América y Europa que abogan por
la agricultura sostenible basada en granjas familiares. Combinando varias definiciones, la soberanía
alimentaria es el derecho de los pueblos y Estados soberanos a determinar democráticamente sus propios
sistemas y políticas de alimentación, agricultura, ganadería y pesca.
66
‘Seguridad alimentaria’ está definida por la FAO (1996), y se logra cuando “[…] todas las
personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos
para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una
vida activa y sana.” Creo que esta definición es insuficiente ya que está priorizando las necesidades
calóricas y pasando por alto las prácticas de las personas involucradas. Al centrarse en la comida solo como
fuente de energía "a fin de llevar una vida activa y sana", el problema y la solución se convierten en una
ecuación que se resuelve fácilmente con números.
126
Una conversación con una moradora del sector, Edith Michelena 17 de enero de 2017:
Yo: ¿Conocía gente que cazaba antes?
Edith: ¿Animales?
Yo: Sí, como pavas.
Edith: No, solo las gallinas de casa cazan.
127
Imágenes 1 y 2:
Pollos sin plumas Pollos en Íntag
“Yo creo que todos tenemos derecho. Creo que sí tenemos derecho” (Ramiro García 7 de
noviembre de 2017).
2. La pava de monte
Todo punto de vista es la vista desde un punto.
Para entender cómo alguien lee, es necesario saber
cómo son sus ojos y cuál es su visión del mundo.
Imagen 3:
La pava de monte
67
Uso el término ‘pre-invasión’ en lugar de ‘precolombino’.
129
relevante y, por eso, las narraciones inteñas incluyen perspectivas de ‘más antes’. Un hilo
conductor es la cacería, lo que se manifiesta en el contenido y organización de las
narraciones inteñas.
Las y los inteños saben lo que hacen, dónde viven y cómo se portan las pavas de monte;
el ‘saber’ de su ‘ser’ y ‘hacer’. Pero la relación va más allá del saber, es una de ser-saber-
hacer también; la pava de monte es un ser-de-la-Naturaleza importante y es parte del
tejido de la Naturaleza:
130
Hablando de las pavas de monte, creo, estos animalitos por siglos existieron en la
Naturaleza y son unas aves que han protegido mucho al nuestra Naturaleza. A ellas, pues,
hay que tenerles, y ha habido que tenerles aprecio, bastante cariño. Porque son unas aves
endémicas del territorio donde han existido por siglos. Pero lo malo ha sido que ha habido
mucha caza, caza de aves y animales, como que han perdido su hábitat. Se han
desaparecido de los lugares donde ellas existían (Isabel Anangonó 7 de noviembre de
2017).
Un inteño mayor, Ramiro García, que vive cerca de la carretera en Tollo Íntag, dice:
Bueno, yo sé las pavas de monte, casi no puedo darle mucha explicación porque casi poco
me interesaba porque eran muy ariscas. Se alejan mucho, o sea, sienten el sonido de las
personas y se hacen vuelo. […] Poco les conozco, muy de repente se les ha visto pero al
distancias. Yo una vez [de joven] sí cacé una. Es más, más rápida que otros animales, esta
pava es muy alejada, es muy espantosa. (7 de noviembre de 2017)
Pavas de monte he visto muy pocas veces y eso era cuando iba al bosque de arriba donde
mi papi. Solamente hace un mes haber de ser que logré ver una que ha llegado cerca de
la casa nuestra. Y eso sí es una admiración porque jamás hemos visto una pava de esas
grandes acá abajo. (Marcia Ramírez 12 de septiembre de 2016)
68
Vive en el pueblo de Apuela.
69
Palo Seco.
70
“La pérdida de hábitat representa la mayor amenaza para las especies. Los bosques, pantanos,
llanuras, lagos y otros hábitats del mundo continúan desapareciendo a medida que se cosechan para el
consumo humano y se despejan para dar paso a la agricultura, la vivienda, las carreteras, las tuberías y otras
características del desarrollo industrial” (WWF 2018, párr. 1; traducción mía).
131
La pérdida de hábitat puede deberse a muchos factores, y en el área de Íntag hay dos
importantes: la extracción de madera y la pérdida y degradación de bosques causada
principalmente por la expansión de las tierras agrícolas:
Pero, bueno, yendo a los campos más boscosos están las pavas de monte. Ellas existen
allí, ellas son no tan cercanas al hombre. Ellas siempre mantienen su distancia porque
tienen miedo de morir. Y por eso es que ahora en día, […] por mucha tala de bosques y
todas esas cosas, es que estas aves ya han desaparecido de los lugares. Porque antes
cuando la zona de Íntag contábamos mis padres, mis vecinos, mis familiares que esta era
una montaña completa, las pavas del monte salían al patio de las casas. No tenían miedo.
Había mucha más. Menos tímidos porque allí era su bosque y allí era su hábitat. Pero ya
fueron desmontando, allí es cuando ellos fueron retirándose, retirándose de lugar. (Isabel
Anangonó 7 de noviembre de 2017)
Para personas que viven cerca de un bosque protector u otro bosque maduro con buena
extensión, la pava de monte es un ave no tan escasa, sino familiar, y encontrarlas es más
común. Algunas de estas personas reportan haberlas visto más hoy en día que antes. Por
ejemplo, la inteña que vive cerca del bosque de la Reserva la Florida/El Placer:
Sí se ve más pavas [hoy en día]. Por aquí sí he visto bastante en camino en la Santa Rosa,
o vienen por acá, o están en el camino a la cascada. ¿Pero por qué eso? Porque ya no se
ve personas que andan cazando. Más antes sí se veía algunas personas con su carabina.
Claro [hay cazadores todavía] por otros lugares donde que no conocemos, donde que no
sabemos, porque por aquí no. (Anónima A 19 de noviembre de 2016)
Como queda dicho arriba, una razón frecuente para ver más pavas hoy es que ya no cazan.
Según Sergio Vetancourt, quien también vive al lado de la reserva La Florida/El Placer:
71
Campamento minero Llurimagua.
132
[Las pavas de monte] bueno, ahora ya están asomando, bien dicho. Por mi casa ya se
les veía. Sí sale. A mi casa llega. Allí como tenemos un arbolito, como decimos el
guarumo, ese blanco, allá van a comer. Sí, ya se acerca. Pero es que ahora no hay cacería,
ya no hay cazadores. Ya no. Pero lo que se ha perdido es, por ejemplo, el cuyago, el
venado, ya no hay, muy poco. El oso no hay. Ya no hay. (13 de septiembre de 2016)
72
La carne tiene varias maneras de preparar, y es “como comer un pollo, frito o cocinado” (Sergio
Vetancourt 13 de septiembre de 2016), o “frito, o sea, se le cocinaba y se le freía” (Tránsito Lanchimba 18
de diciembre de 2016), y “el caldo es bueno, bien rico” (Nelson Ruíz 27 de julio de 2016). Su sabor la
mayoría dicen es “sabor a una gallina” (Tarquino Moreno 10 de agosto de 2016).
73
En un estudio sobre la caza y el uso de la vida silvestre en el bosque atlántico remanente del
noreste de Brasil, la mayoría de los cazadores entrevistados prefirieron la carne de animales cazados en
lugar de la carne derivada de animales domésticos. Decía que la carne que se caza es más sabrosa y, para
muchos, tiene un valor especial ya que se obtuvo con un esfuerzo personal. Otra razón para preferir la carne
cazada fue que se la consideraron más saludable que la de alimentos químicamente alterados (Barcellos de
Souza y Nóbrega 2014).
133
74
Tiene aproximadamente 30-35 años.
75
En Íntag, hay informes mixtos sobre en qué grado algunos inteños continúan cazando. Es poco
común observar a alguien con una carabina caminando por los senderos, pero en ocasiones se ve. Como ya
es una actividad prohibida, en mis conversaciones con las y los inteños no traté de extraer información
específica de quién caza hoy día.
76
He visto que el cuyago todavía se caza cuando lo encuentran en huertos (observación personal
marzo 2018). El hijo de una familia estaba emocionado de tener esta carne de monte y orgullosamente me
indicó. Aunque era la única vez que vi una presa, no es inusual que se vea hombres a menudo con carabina
y puede ser a propósito para cuyagos por ser una ‘plaga’ para los cultivos, según comentarios hechos.
134
Por lo general, la cacería es conocida como una actividad delineada en base del
género. En todos los casos en mis conversaciones con las y los inteños, siempre
reportaban que eran hombres quienes cazaban. La caza por “las mujeres no, los hombres
eran los de la cacería entonces. Claro, porque allí también la mujer no estaba tan
civilizada, la mujer se dedicaba a los quehaceres domésticos de la casa no más. No andar
en cacerías, nada de eso” (Isabel Anangonó 7 de noviembre de 2017).
La cacería en Íntag no se practicaba solo con la meta de matar la pava de monte.
Aunque la pava era más cotizada por su sabor y tamaño, había una variedad de animales
y tipos de carne de monte disponible, y los cazadores andaban y cazaban lo que se
encontraban:
Yo me llamo Ramiro García. Nacido aquí en el sector Tollo Íntag y envejeciéndome aquí
en Tollo Íntag. Yo cuando comencé a la cacería, más o menos yo comencé a unos doce,
trece años. Yo cazaba aves, cazaba los cuyagos, las guantas, el venado también. Que esa
era la vida nuestra. Porque de eso vivíamos nosotros. Sí íbamos todos los días. Todos los
días nosotros teníamos carne así en cantidad. A mi mamá no le faltaba carne por nada,
[ni] para nosotros, para los hijos […]. Pero llegó un momento de que netamente sí, en
verdad sí se perdió los animales. Sí se perdieron, cuando ya comenzaron a tumbar los
montes huyeron los animales de los sectores. Pero justamente después nosotros ya nos
olvidamos de la cacería. […] y siguen todavía, no en cantidad, pero por lo menos de
repente sí coge a un guatuso, armadillo. Pero ya no es como antes, como nosotros
cogíamos en cantidad, nosotros cogíamos diariamente hasta tres armadillos. Una vez yo
77
La cacería se practica por múltiples razones culturales, ambientales y personales, pero son
indicativas de la relación que se tenga desde y con la Naturaleza. Aunque las razones personales para sentir
atracción hacia la caza son muy variadas, según Jan Dizard (2014) se puede reducirlas a cuatro:
experimentar la Naturaleza como participante; sentir una conexión íntima o sensual con el lugar;
responsabilizarse de la propia comida; y reconocer su parentesco con la vida silvestre (Dizard 2014, 19).
78
Muchos pueblos dependen de la caza como una parte importante de su seguridad alimentaria y
soberanía alimenticia. Por ejemplo, las personas inuit que viven en el Ártico canadiense han experimentado
rápidos cambios sociales en el último medio siglo, incluido el alejamiento de la caza de subsistencia. Los
cambios en el sistema alimentario de subsistencia han aumentado la dependencia de los alimentos
comprados en las tiendas, sin embargo, los hogares con cazadores activos tienen mayor seguridad
alimentaria y permiten el acceso a alimentos nutritivos y culturalmente relevantes (Hoover et al. 2016).
135
Como en el caso de la familia de Ramiro García, la cacería era una actividad bien
frecuente porque las familias vivían de eso. Iban al monte y cazaban lo que encontraban
en este momento, pero no era fácil y los cazadores debían tener una habilidad especial
para lograrlo: “[Mi padre], cuando cazaba, sabía ir a ver al cuyago, cuando comía los
camotes, las zanahorias, pero raro sería que les pueda matarles. No podía” (Anónima A
19 de noviembre de 2016). Hay una variedad de presas desde “la guanta, el soche”
(Miguel Alvarado 5 de diciembre de 2015) hasta armadillos, tutamonos, y osos (Sergio
Vetancourt 13 de septiembre de 2016), ardillas, etc. Pero el más cazado ocasionalmente
“era los animales” que vienen a comer en el huerto o en los cultivos como “el cuyago,
también le dice, guatuso, el soche [...] porque sabían comerse la yuca, salían y se comían
la yuca. Porque no quiere que le hagan daño a la yuca y mi papá fue una vez y le
cazó” (Tarquino Moreno 10 de agosto de 2016).
¿Cuyago? el que come la yuca. Se les ve por allí en el camote, en las yucas. Pero ahora
ya, ya no se ve esos también. Están acabándose parece. No sé. Más antes que había más,
se cazaban más. Había cazadores que les cogían a los cuyagos, a los venados. Si van a
bosque ya traían los tutamonos, los cusumbos, que les dicen. Esos les traían. Hasta las
ardillas les cazaban. Y había bastante. […] Ahora [en] las partes descubiertas ya no hay
muchos animales. Ya están ya al bosque. Algunos mismos al bosque. Ya no hay ya. Como
les digo a mis nietos, les digo, mi papá le gustaba, le digo, la cacería. Mi papa, le digo, se
iba al bosque, ya nos venía trayendo, le digo, unas dos pavas, nos venía trayendo un
cusumbe, que les decimos. Ya nos traía un tutamono. Nos traía las maras. Ya había
bastante. Ahora ya, en el bosque mismo ya no se ve, a veces ya ni un pájaro no se ve. Ya
no hay. Será porque ya no hay mucho que comer. No sé. Parece que se van ellos también
más al monte, más al monte a buscar comida. (Mariana Castro 6 de abril de 2016)
En Íntag, en el pasado la cacería era importante para su soberanía alimenticia, pero hoy
en día la situación es distinta por muchas razones. Una de ellas es que han cambiado
actitudes, por ejemplo, sobre los derechos, como explica Ramiro García:
Bueno, yo creo que sí era un derecho [cazar] porque, dentro de que las tierras se daban
una cantidad, nosotros pensamos de que en verdad es un derecho de nosotros cazar. Pero
viendo […] yo creo que no debe ser tan un derecho porque, así como nosotros, así como
yo quiero vivir, igual el animalito también quiere vivir. Entonces yo creo que hasta eso sí
estamos cuidándolo. Ahora ya no es como antes que les maten. (7 de noviembre de 2017)
Antes la práctica de la cacería en Íntag era muy común: “claro, como no había un
control de aquí, no había cosa de eso” (Nelson Ruíz 27 de julio de 2016). Y una de las
136
79
Un razonamiento de la prohibición: en áreas de los trópicos donde la caza no está prohibida, las
presiones de caza sobre la vida silvestre a menudo exceden los niveles que se consideran sostenibles
(Guinart Sureda 1997).
80
De hecho, unos estudios han concluido que los impactos de la tala del bosque y la construcción
de carreteras no son tan grandes como los impactos de la caza en la vida silvestre (por ejemplo, Johns 1985).
Por lo tanto, la mayoría de los planes y políticas destinados a ‘conservar la biodiversidad y los ecosistemas
tropicales’ prohíben la caza. La prohibición de la caza puede ser gubernamental, organizativa o social. En
el caso de Íntag la prohibición vino del Estado.
137
81
Por ejemplo, con los programas de conservación de la tala selectiva, el establecimiento de
caminos invita a un mayor número de campos de caza. De hecho, numerosos estudios sobre la tala selectiva
en los trópicos han revelado sistemáticamente que los efectos secundarios de la caza excesiva, la
colonización incontrolada y el aumento de la susceptibilidad a los incendios son más preocupantes para
quienes desean conservar el medio ambiente que el de la actividad de tala selectiva real (por ejemplo,
Fimbel, Grajal y Robinson 2001). No obstante, gran parte de la caza la realizan los propios madereros, lo
que hace que las tasas de captura de la vida silvestre en áreas recientemente abiertas a la tala sean mucho
mayores que las estimadas como sustentables y muchos de los animales sacrificados por cazadores son
prioridades para la conservación. Las cantidades de carne de animales silvestres registradas en los
campamentos de tala eran más altas que las necesarias para el consumo local, lo que significa que algunas
veces se envían a la venta (Rumíz y Aguilar 2001).
82
La teoría es la siguiente: sin derechos exclusivos en los bienes comunes, los individuos tienen
una motivación limitada para producir bienes públicos y bienes comunes en niveles óptimos. Las personas
saben que una vez que los bienes públicos están en su lugar, no se les puede excluir de disfrutarlos o
aprovecharlos, incluso si no contribuyeron a su producción (usuarios gratuitos). Con respecto a los bienes
comunes, los individuos a menudo están motivados para sobreexplotar en anticipación de comportamientos
similares de otros, por lo tanto, ‘la tragedia de los bienes comunes’. La ‘tragedia de los bienes comunes’ se
basó en una historia sobre los bienes comunes en la Inglaterra rural por un profesor de la Universidad de
California que hasta ese momento era él más conocido como autor de un libro de texto de biología que
defendía el "control de la reproducción" de la gente "genéticamente defectuosa" (Hardin 1966, 707).
138
Es que cazadores había, así pues. Ya no hay gran cosa. Yo, por decirle, 20 años, 30 años
será, ni arma tengo para cazar, vea, no tengo arma. Pero lo que no me gusta cuando un
vecino acá vino a poner trampas en propiedad privada, no estoy de acuerdo. Eso es lo
que no me gusta, y yo soy enemigo de poner un pie en propiedad privada ajena, hay que
respetar lo ajeno. Lo que es ajeno es ajeno, y lo de uno, bueno, porque es de uno. Pero
ni, aun así, […] para cazar.
Eso yo pensando, digo, si estas cosas anteriormente hubieran, habido alguna
persona que diga que nos hubiera dado un consejo, un asesoramiento de decir no destruir
la Naturaleza, los animales, las cosas, todo lo que es de natural, no destruir, no malbaratar,
pero nadie nos ha dicho nada. Pero ahora que ya se acaba, ya que se acabó, ya se dan
cuenta. (Miguel Alvarado 5 de diciembre de 2015; énfasis mío)
En este caso, la definición de propiedad privada dependía del dueño de la hacienda Tollo
Íntag, donde a la gente que trabajaba y vivía en la hacienda, el dueño les permitía cazar
en ‘los comunes’ del territorio de la hacienda. Pero, en general, el desarrollo de la
propiedad privada tuvo un papel en la reducción de la cantidad de caza. El siguiente es
un buen resumen de los temas relacionados con la pava de monte y la cacería en la zona
de Íntag:
Bueno, antes la caza de animales era una sobrevivencia para la familia. Porque como
había en abundancia los animales o las pavas del monte, entonces todo el mundo iba al
monte a cazarse a una pava, una lora, cualesquier aves, o cuales animal, […]. Había demás
cacería, entonces la gente, como hacen en todo lado donde hay bosques, […] en la
montaña la gente vive de la cacería. Pero una cacería razonable. Una cacería razonable
139
donde la gente vivía de eso, la caza de animales. Porque decían que la carne del monte es
la carne sana, es la carne más sana, entonces la gente cazaba, pero por el consumo de las
casas. Nada de ventas, nada de esas cosas. Todo era el consumismo en la casa. Pero sí
hubo este gran daño cuando ya empezaron a deforestar mucha la zona, allí es cuando los
animales ya fueron perdiendo el hábitat. (Isabel Anangonó 7 de noviembre de 2017)
De acuerdo con “una cacería razonable”, según Isabel, cierta gente tiende a estar a favor
del derecho de cazar para personas/comunidades/grupos en ciertos contextos, en
particular cuando se trata de y reúne principios de soberanía alimenticia, los derechos a
los bienes comunales, prácticas/saberes ancestrales y/o pluriversales. El tema de la cacería
también lleva a (re)considerar la apropiación de la Naturaleza y la colonialidad de la
Naturaleza (véase primer capítulo). La apropiación y/o la colonialidad de la Naturaleza,
cuando se toman desde la perspectiva de los cazadores, conducen a conclusiones muy
diferentes de las tomadas desde la perspectiva del Estado neoliberal y desde el patrón de
la modernidad, es decir, cuando el actor es un individuo o comunidad local en
comparación con un actor exterior y/o de poder. El Estado neoliberal se apropia y coloniza
la Naturaleza tomando control y poniendo prohibiciones.
En este caso, la prohibición de la cacería provino del Estado ecuatoriano. ¿Podría
ser que esta prohibición de la caza en realidad fuera un mecanismo para una acumulación
por desposesión? Según David Harvey (2003), la ‘acumulación por desposesión’ ilustra
cómo las políticas de los estados capitalistas/neoliberales nacionales han logrado una
centralización de la riqueza y el poder en manos de unos pocos, despojando al pueblo de
su riqueza y tierra. Algunas de las estrategias utilizadas incluyen:
[…] la mercantilización y privatización de la tierra y la expulsión forzosa de las
poblaciones campesinas; la conversión de varias formas de derechos de propiedad
(comunes, colectivos, estatales, etc.) en derechos de propiedad privada exclusivos; la
supresión de los derechos a los bienes comunes; la mercantilización de la fuerza de trabajo
y la supresión de formas alternativas (indígenas) de producción y consumo; procesos
coloniales, neocoloniales e imperiales de apropiación de bienes (incluyendo los recursos
naturales). (Harvey 2003, 145; traducción mía)
Tomadas desde este punto de vista, las prohibiciones de caza forman parte de la
estrategia de acumulación por desposesión. Sin embargo, en el Ecuador tenemos los
derechos de la naturaleza en la Constitución. Los animales en peligro de extinción, como
la pava de monte, están protegidos por la Constitución de la República en el artículo 400,
que establece que el interés público es conservar y proteger la biodiversidad agrícola y
silvestre. Esta disposición protege la vida de los animales y, en particular, de los animales
amenazados. Sin embargo, a pesar de la protección otorgada en la Norma Constitucional
y normas ordinarias, la fauna y la flora de Ecuador, como la pava de monte, siguen siendo
140
amenazadas por y desde problemáticas otras. Como se ilustra en las voces de las y los
inteños, las razones de estas amenazas no pueden ser limitadas solo a las prácticas de
caza.
3. El gallo de la peña
Como el hueso al cuerpo humano, y el eje a una rueda, y el ala a un pájaro, y el aire al ala,
así es la libertad la esencia de la vida. Cuanto sin ella se hace es imperfecto.
-José Martí
Imágenes 4 y 5:
83
En Ecuador viven dos subespecies de Rupicola peruviana, que vive en la cordilla oriental, la
Rupicola peruviana aequatorialis y la de Íntag, que se encuentra en la cordilla occidental, es la Rupicola
peruviana sanguinolenta (Ridgley y Greenfield 2001).
141
El gallo de la peña es (re)conocido por las y los inteños como un ave inconfundible
por su color y canto. Las y los inteños con quienes conversé tienen aprecio por el pájaro
y muchos además expresan que cuando se ve un gallo de la peña sienten una vinculación
emocional positiva (algo similar al sentido de la ‘biofília’ 85). Es una interacción notable
para una persona inteña porque el ave llama su atención y porque estos encuentros no son
frecuentes. Este sentimiento se manifiesta en las siguientes narraciones:
Eso es bien bonito y no hace daño para nada. Y es también como manso, no se corre fácil.
Igual así viene bastante el gallo de la peña, está por aquicito. [A mi hijo] le encanta verle.
'¡Mami, mami, venga a ver!', a veces le digo: 'yo ya le vi’. Dice: ‘¿dónde está, ¿dónde
está?', ya le indico, y sabe. Siempre le gusta igual ver a los pájaros, el gallo de la peña.
Claro, él le conoce ya bien, pero cada vez que le ve es como que primera vez estuviera
viendo. Se siente tan feliz. (Anónima A 19 de noviembre de 2016)
Es difícil describir cómo me siento cuando veo a un gallo de la peña- por ejemplo, cuando
vuelan cerca de mí- sabiendo que es una de las aves más hermosas y raras del Ecuador.
(Zorrilla, comunicación personal)
[Cuando lo veo me hace sentir] feliz. La verdad que yo las aves mismo me hacen sentir
bien. El gallo de la peña es hermoso, para mirarles. Más que todo, entonces es un ave
muy bonita. [Siento feliz] por el hecho de que es hermoso, el hecho de verle cerca de mi
casa. Y saber que es parte de la Naturaleza. Y que eso también nos ayudaría en el turismo.
Creo que hay estas tres cosas que hacen sentir a mí feliz. (Marcia Ramírez 12 de
septiembre de 2016)
84
Aficionados a ver aves y/u ornitólogos.
85
Edward E. Wilson y su libro Biophilia son reconocidos en el occidente de este fenómeno. Él
define la biofília como la necesidad de afiliarse a otras formas de vida, el sentido de conexión con la
naturaleza y la vinculación emocional con otros sistemas vivos, con el hábitat y con el entorno (Wilson
1984).
142
Parece estar presente un debate sobre si son más escasos ahora o no. Varias personas han
informado haber visto más ahora y otros reconocen la escasez de estas aves y su hábitat:
Sí, están perdiéndose. En el río había en cantidad, pero eso se fue cuando yo era guambra.
Segurito a las 4:30 de la tarde sabían llorar los gallos. Los peones trabajando decían: ‘si
chilla el gallo, ya me voy.’ (Teresa Arias 20 de noviembre de 2009, en Vaughan 2009)
Tenemos el gusto muchas veces de mirarles. Pero es reciente, es muy reciente que se
pueden mirar así cerca de la casa. Porque antes solamente le podías admirar así en donde
estaba el bosque […] donde están las cascadas, que decimos, por allí. Más lo que nosotros
teníamos [que] hacer, es escucharles, ¿no [es] cierto? (Marcia Ramírez 12 de septiembre
de 2016)
86
Palo Seco.
87
Flor de Mayo es una reserva comunitaria manejada por voluntarios cerca de Santa Rosa.
88
Cerca de la reserva Flora de Mayo.
143
Como ocurre con otros seres-de-la-Naturaleza del sector, hay personas inteñas con
relatos de su encuentro o experiencia con el ave. Tarquino Milton Moreno Peñafiel,
cuando tenía alrededor de 13 años (hace unos 20 años), vivía en El Refugio, cerca de
Santa Rosa. Desde joven se preocupaba de la existencia y sobrevivencia del gallo de la
peña. Tarquino cuenta cómo vigilaba y se preocupaba de un nido del gallo de la peña:
El gallo de la peña había en el río al otro lado, allí tenía un nido. Nosotros cada rato nos
íbamos a verle y ya nació solo un pichoncito, un bebé, y hasta que estuvo grandecita y se
fue. Pero había ese y no había más. Había solo uno porque se estaban en peligro de
extinción porque se estaban acabando y ya no había. Y nosotros le veíamos porque estaba
la peña allí y el río pasaba por allí. Nosotros estábamos pendientes porque si él intentaba
volar y no podía, se caía al río […] Nosotros salíamos pendientes porque el rato que
vamos allí de pronto salía, para ver si le coge que le salva la vida. Pero llegó un día que
cuando vimos a verle y no estaba, se fue. […] Porque la mamá cuando llegábamos, ella
salía, se iba. O sea, se asustaba. Ojalá ella ha crecido porque igual estaban terminándose
y no había muchos. (10 de agosto de 2016)
89
Aquí se refiere a las redes de niebla que manejo para estudiar y documentar la diversidad y
abundancia de aves en Siempre Verde. Él ha observado mi trabajo en ornitología en cuatro ocasiones
distintas. Las redes tienen 12 metros de largo y 2,5 metros de alto y, por lo tanto, las redes que utilizaron
para capturar el gallo de las rocas eran más grandes. La red de neblina es una práctica relativamente reciente
y, por lo tanto, supongo que las redes que utilizaron eran de otro tipo, pero debían de tener un hilo fino o
las aves habrían visto la red. Los gallos de la peña son agresivos cuando son atrapados, sus garras pueden
perforar fácilmente la piel y sus picaduras pueden extraer sangre. Son grandes y fuertes, pero como todas
las aves, se debe manejarlas con cuidado para que no se lastimen.
90
En el camino a Siempre Verde.
91
Cerca de las quebradas es un sitio apropiado para un lek. Seguramente había una allí que por la
caza de los gallos desapareció.
92
Tiene cerca de 45 años ahora.
144
Allí había que les cogían. […] Yo me acuerdo de niño, acuerdo que llevaban a nuestra
casa, a mi casa, donde vivía mi papá. Allá llevaban, allí los gallos de la peña, vivos, recién
cogidos. […] Amarraban muy ajustados, […] en cajas, en jaulas traían, llevaban. […] Eso
pasaba, hasta más o menos cuando ya tenía unos 17 años93.
Yo tenía unos 18 años, la gente misma de aquí ya […] estábamos viendo lo que
estaban llevando, pues. […] De allí ya les dijimos que no, pues, que esos ya no
pueden llevarse de aquí, porque están propiedades privadas donde ellos estaban cogiendo.
Entonces no pueden entrar. Entonces por allí nada [les] dejábamos coger porque, por decir
que prohibido de coger de estas aves, no era, nadie impedía allí. Pero para entrar a una
propiedad privada sí no se podía. Era en defensa de las aves, pero, el método de decir eso
para que ellos no puedan venir.
Ya no había mucho. No ve que queda bonita, ¿no?, ver a los gallos de la peña.
[…] Después ya se desaparecen, no se veía. Entonces de allí ya no dejamos llegar.
Igual pasaba con la pesca. Por ejemplo, no había prohibición de la pesca, venían con
atarrayas, pescaban lo que querrían. […] Igual eso también vimos que estaban haciendo,
ya no dejamos pescar. De allí ya se hizo estos de los, del grupo de guardabosques 94, todo
eso ya, como se veía que había más amenazas. Entonces de allí se controló más. (Nelson
Ruíz 27 de julio de 2016; énfasis mío)
Hay muchos otros factores que han influido en la supervivencia y el éxito de este
ser-de-la-Naturaleza, y uno de estos era la cacería. El gallo de la peña también era cazado
por inteños: “…antes, cazaban los gallos de peña, cazaban para comer” (José Rivera 26
de octubre de 2017), pero por ser arisco “le cazábamos, pero casi con pena porque también
era alejado de los montes” (Ramiro García 7 de noviembre de 2017):
Bueno, el gallo de la peña permanece en las peñas, por eso se llama el gallo de la peña y
[por eso] también, no es fácil cazarle. Y también digo: no es [hay] para qué cazarle porque
son unas aves endémicas de la Naturaleza y que ellas deben de permanecer en su hábitat.
(Isabel Anangonó 7 de noviembre de 2017)
[El turismo es] buenísimo. Buenísimo porque hay personas que no conocen, por ejemplo,
las aves mismo, la gente de la ciudad no conoce. Y es bonito que vean y conozcan. Para
que vean, por ejemplo, el gallo de la peña, así, en lo bonito, conozcan. Muchas personas
el gallo de la peña no le conocen. Entonces sí es bonito. (Ramiro García 7 de noviembre
de 2017)
Como destaca el don Ramiro, el gallo de la peña es muy asociado con ecoturismo
y a menudo se pone su imagen como emblema en sitios turísticos. Por su tamaño, brillo
flamante y comportamiento, el gallo de la peña es una de las aves que hay-que-ver para
los ‘pajareros’ y aficionados. ¿Cómo se escoge un emblema turístico? Definitivamente
93
Período total de 9-10 años.
94
El grupo de guardabosques es un grupo de mujeres y hombres voluntarios en el sector de Santa
Rosa que desempeña varios trabajos ambientales.
145
hay ciertas aves que se consideran más aptas y disponibles como representantes de
reservas de bosques y proyectos de ecoturismo.
En el estudio “Evaluación de avifauna silvestre para uso turístico en el Refugio
Paz de las Aves, Nanegalito - Ecuador”, de María José Flores Arroyo y Ximena Aguirre
Ulloa (2017), Universidad Tecnológica Equinoccial, se hizo una valoración turística de
50 especies de aves, según ciertas variables extrabiológicas y bioecológicas para
clasificarlas según su uso ecoturístico.95 La valoración turística de las aves, además de
ayudar a escoger un símbolo de propaganda para atraer turistas, también tiene
implicaciones en la ‘conservación’ de las especies. Para hacer esta valoración de cada ave
se aplicaron parámetros de abundancia, valor estético, perceptibilidad (conjunto de
factores como colorismo, tamaño, acústica, periodo de actividad, etc.), estado de
conservación, endemismo, valor histórico/cultural, valor de uso e importancia científica
y singularidad taxonómica. De los 50 pájaros evaluados, 2 especies tenían un nivel alto
de valor turístico, 24 especies con un nivel medio y 24 especies con valor turístico bajo
(Flores Arroyo y Aguirre Ulloa 2017). Ninguna recibió un nivel muy alto de valor
turístico. El gallo de la peña fue evaluado con un nivel medio de valoración turística, en
parte por su periodo de actividad crepuscular en leks y por no ser tan abundante. En el
parámetro de valor histórico cultural “especies importantes para etnias por aspectos
culturales, leyendas, religión, etc.” (Flores Arroyo y Aguirre Ulloa 2017), el gallo de la
peña cuenta entre las cinco aves con valor alto y las 45 aves restantes fueron evaluadas
con valor medio.
Además del valor cultural, por su conducta espectacular en el lek y por ser muy
llamativo, el gallo de la peña tiene importancia para las y los inteños y es estimado por
los turistas que tienen la suerte de verlo. Para la comunidad inteña y las reservas en la
zona con un lek, hay más certeza de que los turistas vean el gallo de la peña por tener
guías locales que saben dónde ir y cuándo ir a visitar el lek, y por eso aumenta el valor
turístico de estas aves en Íntag:
No hay duda, es un atractivo turístico. Me siento muy afortunado de poder proteger el
bosque donde viven y se reproducen los gallos de la peña, una especie de privilegio en
realidad. Siendo una de las aves emblemáticas del Ecuador, el ave es un atractivo muy
importante para el turismo ecológico en áreas como Íntag. (Carlos Zorrilla 12 de
septiembre de 2016)
Parece que ahora sí hay bastantes [gallos de la peña]. Más antes, […] ya no se tomaba
mucha atención, no se ponía atención si había muchos o no. […] No como ahora, se está
95
Este método se adaptó de un estudio de aves en humedales del sur de Chile por Muñoz-Pedreros
y Jorge Quintana en 2010.
146
poniendo muchísima atención, están aquí, están acá, hay muchos, hay menos, por qué
serían. Entonces antes no había, pues, eso. Era verles por verles nada más, no sabía si era
buena, serán malos, solo se les veía nada más. (Anónima A 19 de noviembre de 2016)
‘Más antes’ las y los inteños no ponían tanta atención al ave como hoy día y se
podría suponer que el cambio se debe a un conocimiento del valor emblemático del ave.
Actualmente es un valor y un orgullo local coexistir con el gallo de la peña, según las
reflexiones de las y los inteños. No solo importa para atraer y mostrar a los turistas, sino
para que otros se den cuenta de la riqueza en Íntag: “[El gallo de la peña] debe de
permanecer en su hábitat. Hablando, por ejemplo, de hacer turismo para que venga la
gente de otro lado […], es importante mantener estas aves o estos animales para que
conozcan lo que todavía, aunque poco, todavía tenemos en nuestra zona. Porque ya en
otros lugares ya no hay estos animales, estas aves” (Isabel Anangonó 7 de noviembre de
2017). Más allá del valor turístico y valor local, estas aves tienen roles múltiples en
educación y ‘conservación’:
Yo me meto no más96. También espiritualmente satisface tener un animal así tan cerca
sabiendo que uno también está conservando, ayudando a reproducir. Y económicamente
ayuda [a] los pajareros97. No son tantos pajareros que viven aquí, ¿no?, pero a los
estudiantes [les] da una oportunidad de sensibilizarse hacia la belleza de la Naturaleza.
Eso es bonito, ver la reacción de algunos. Cómo se emocionan. (Carlos Zorrilla 12 de
septiembre de 2016)
96
Está hablando del lek en el bosque protector que él co-maneja. El lek está en los árboles en un
área de 40 metros cuadrados a una altura de más de 8 metros. Entonces uno se puede meter debajo del área
del lek para observar.
97
Los pajareros pagan entrada a la reserva para visitar el lek.
147
Mapa 8:
Tesoro Ecológico
98
Supuestamente, el proyecto está manejado por un grupo de 35 personas, en su mayoría jóvenes
de Chalguayacu y Junín, pero comentarios anónimos, no confirmados, cuentan que en realidad esta
manejado por dos familias y pocos realmente reciben beneficio económico. Aunque sí hay beneficios para
toda la comunidad porque es una respuesta a las amenazas creadas por proyectos de desarrollo que no
ofrecen ningún beneficio y/o destruirían el ambiente natural y social (comunicación personal anónimos).
150
guían a los turistas en la reserva ecológica comunitaria con más de mil hectáreas de
bosque por varios senderos. Pero en la actualidad ya han entrado los mineros (véase
sección de minería) y el proyecto está continuando, aunque luchando con los impactos de
la minería:
El turismo está realmente muy impactado con el tema minero. Al inicio se tomaron el
sendero que nosotros llevábamos a los turistas, utilizando eso mismo. Luego trataban de
compensar haciéndonos un nuevo sendero ellos, pero se tomaron el que era nuestro.
También teníamos una casita comedora que era para descansar y para que se sirvan el
lunch. Eso también están ellos utilizándole. Arriba teníamos lo que era un mirador cerca
de las cascadas para que descansen y allí se puede servirse el lunch. También están allí
apropiado la empresa. Es otro de los impactos. Y otro impacto más grande es que nos
dañen una de las cascadas donde están las gemelas […] La una se dañó, se hizo roja, roja,
roja, o la roca, toda la cascada. Entonces cambió totalmente. Cuando antes tú ibas con los
turistas eso era agua cristalina. […] obviamente por algún químico que pusieron provocó
esto que la roca cambie de color, porque la otra cascada está muy bien. Pero justo arriba
de esta cascada han hecho una plataforma. Entonces por eso pensamos que algún químico
mandaron, no sé qué, que se cambia así el color. (Marcia Ramírez 29 de noviembre de
2017)
99
El turismo consciente fue definido en una reunión el 27 de junio de 2011 de ministros de turismo
de Iberoamérica en Pululahua: “el Turismo Consciente es una experiencia de vida transformadora, que
genera un crecimiento personal para convertirnos en mejores seres humanos, que promueve además los
valores de la paz, amistad y el amor a la vida, como esencia de la práctica turística” (UNWTO 2011).
151
Una de las iniciativas clave para impulsar el ecoturismo en el área era la formación
del REI, Red Ecoturística "INTAG". Es una organización ubicada en Nangulví, a las
afueras de Apuela, que ha unido a 11 grupos locales para que trabajen en o hacia el
desarrollo del ecoturismo comunitario sostenible dentro de Íntag. REI fue fundada en
2008 y desde 2011 opera a través de su operador turístico, Intagtours.100 Sus numerosas
ofertas incluyen recorridos de 3-4 días que se han agrupado en las categorías de turismo
comunitario, turismo de artesanía, turismo de naturaleza, turismo ecológico, turismo de
aventura, turismo de aves y agroturismo. También ofrecen recorridos de un día completo
y visitas a granjas agroecológicas y de café, al centro ceremonial Wariman, rafting en el
río Íntag, caminata y rappel de la cascada, y una caminata para ver el gallo de la peña.
Esta última oferta, la caminata a un lek para ver el gallo de la peña señala: “nos tomaremos
nuestro tiempo para observarlos y disfrutar de su encanto” (Intagtours folleto, 19;
traducción mía).
Otros operadores de ecoturismo por el bosque protector La Florida/El Placer son
Carlos Zorrilla, que principalmente recibe grupos grandes de estudiantes, y Sandra Statz,
que ofrece Airbnb. Carlos brinda lo que le gusta llamar “turismo de conservación”, cuyas
metas son conservación de la Naturaleza y educación (Zorrilla, comunicación personal).
En este bosque La Florida/El Placer hay un lek de gallo de la peña; Statz y Zorrilla
colaboran en su protección ofreciendo visitas al lek para turistas de El Refugio. El Refugio
es un proyecto privado (el dueño es Peter Joost) de ecoturismo con clientes pajareros;
estos pajareros son los que principalmente visitan el lek localizado en el bosque protector
de La Florida/El Placer porque es el lek más cerca de El Refugio. Según Carlos Zorrilla,
“…bueno, aquí no vienen casi nada como pajareros. Pero muchos turistas que van donde
Peter pagan 10 dólares para entrar al bosque a ver gallos de la peña. Yo he ganado, no sé,
400$ al año. Tampoco no nos vamos a hacer ricos, pero es algo. Unos 30 a 40 turistas en
el año se meten en el bosque” (5 de diciembre de 2017).
Si el turismo ecológico no abarca las amenazas a la ecología de los lugares que se visitan
y, por ejemplo, las políticas que afectan a esta actividad, para mí no es ecoturismo. El
turismo ecológico tomó un enfoque demasiado económico de mi punto de vista- es por
eso que, desde el inicio, nosotros denominamos nuestra iniciativa como turismo de
conservación- ya que el turismo en nuestra finca hace posible la conservación de cientos
100
Su misión y valores incluyen proporcionar experiencias satisfactorias para los turistas a la vez
que ayudan a mejorar el bienestar de las familias de Íntag, así como a permitir una relación fluida entre la
comunidad y las partes interesadas locales. En un folleto publicado en inglés y español por el REI y su
operador turístico Intagtours, la riqueza y variedad de ofertas de viajes es evidente.
152
101
Según múltiples conversaciones en el transcurso de varios años, las fuentes de trabajo y mejorar
sus ingresos son razones para apoyar varios proyectos desde la minería a gran escala, hasta proyectos
alternativos como el AACRI, el ecoturismo, el proyecto de abejas (véase sexto capítulo) e Hidrointag (ver
obras citadas), que en parte estaban establecidas para contradecir el discurso de que la minería será una
fuente de trabajo futuro. Sí ha sido evidente que el tema de trabajo es importante para la gente de Íntag.
153
En Los estudios sobre turismo en Ecuador (2011) Prieto habla de los diversos
apoyos e intermediaciones que influencian en las comunidades y “quienes han
acompañado y disputado procesos de reinterpretación de los lugares para ser creados
como sitios turísticos. Y en todos los casos, los procesos de creación de estos espacios se
encuentran con instituciones estatales, sus políticos y funcionarios”. Los estudios en la
compilación “reiteran la dispersión de las agendas entre las diversas instituciones que
pululan por estas periferias, generando un sentido de confusión en las comunidades y
poniendo en cuestión el accionar de estos intermediarios” (Prieto 2011, 21).
Para mí personalmente, como para la DECOIN, nunca fue el propósito de presentar lo
que se conoce como el turismo ecológico como la única alternativa a la minería, ya que
hay muchos factores que podrían influir para afectar la actividad negativamente (ejemplo,
Zika, terremotos, inestabilidad política). Es por eso que como organización impulsamos
otras alternativas, como el café. (Carlos Zorrilla 5 de diciembre de 2017)
154
102
Edward O. Wilson define la biofília como la necesidad de afiliarse a otras formas de vida, el
sentido de conexión con la naturaleza y la vinculación emocional con otros sistemas vivos, con el hábitat y
con el entorno (Wilson 1984).
155
Por lo que respecta a los tres pájaros que están incluidos en el texto de este capítulo
(el ser-de-la-Naturaleza-ave doméstico que se come – la gallina; el ser-de-la-Naturaleza-
103
Es difícil resumir a Isabel (inteña, vive en Tollo Íntag, abuela sabia, afrodescendiente, familia
extensa) en pocas palabras, por lo tanto, remito al lector a su historia de vida llamada El libro de mi
memoria: Testimonio de vida de Isabel Anangonó (s.f.). También estoy actualmente compilando sus
escritos en un segundo libro.
157
Capítulo cuarto
Las plantas: Los usos y las prácticas de sembrar y cosechar
Verá, yo tengo una pequeña historia sobre la Naturaleza. Cuando yo era niña era
enemiga de las plantas. Cortaba las hojas, destruía sus tallos, y feliz de la vida. Le decía
a la pobre planta ya destruida, ¿ves que te gané?, fue una fe, yo soy una guerrera, le
decía. Luego me iba a otra planta a destruirle. Y para mí, destruirles era un triunfo para
mí porque yo me consideraba una guerrera, estaba peleando con las plantas.
Un cierto día me estaba mirando mi papá. Yo que estaba destruyendo una planta,
me dice, “niña, ¿por qué destruyes esta planta?” Yo me quedé asustada, nerviosa, y mi
papá comprendió mi susto, mi miedo. Se acercó lentamente, me acarició de la cabeza y
me dijo: “niña ¿por qué destrozas esta planta? ¿No ves que es un ser vivo como tú?”.
Entonces me dijo: "¿Que hicieras tú si un monstruo viene y te rompe las piernas y los
brazos?". Yo le dije que lloraría de dolor. “¿Te gusta que te duela?”, dijo: “Así como a ti
te duele, así les duele a aquellas plantas destruidas por tu mano.” Luego me acarició y me
llevó a la sala. Allí me hizo sentar al lado y me habló mucho, mucho de la Naturaleza y
los deberes que tenemos para y con la Naturaleza.
Desde aquella vez entonces yo comprendí que mis sueños infantiles estaban
equivocados. Desde este momento, yo ya no fui la guerrera triunfadora. Fui la guerrera
defensora. Y desde este rato yo me transformé en guerrera pero defensora de la
Naturaleza, defensora de las plantas y estoy hasta ahora. […] Sí, mi papá me enseñó que
la Naturaleza es lo más hermosa que existe y tenemos que cuidarle y que tenemos deberes
con la Naturaleza. (Iralda Cousín 2 de octubre de 2015)
sobre las prácticas; estas plantas específicas, la caña de azúcar, el café y la cabuya, no son
vistas por las y los inteños como objetos sino como sujetos y también como sitios/espacios
de prácticas. Dichos espacios de prácticas son distintos en cada una de las tres, pero en
todas se trata de espacios para la producción y cultivo, y frecuentemente, en tensión por
distintos usos y abusos entre actores mercantilistas, ambientalistas, etc.
Tales prácticas, más allá de acciones físicas, son prácticas inteñas que indicarían
aspectos de las concepciones que les guían sobre cómo relacionarse con las plantas.
Acogiendo la visión de García y Walsh (2017a) en su texto “Sobre pedagogías y siembras
ancestrales”, estos actos/prácticas ‘físicos’ de la siembra en la tierra son también la
siembra de saberes, memorias, conocimientos, tradiciones históricas y nociones
relacionales. Así, sembrar es mucho más que una simple tarea u ocupación; conlleva en
el fondo representaciones de los contextos socioculturales, sociohistóricos y
socioambientales. Es sembrar con semillas culturales, y es sembrar vida y pertenencia a
la tierra.
Hablando de siembras en territorios ancestrales y desde la visión de la comunidad
de origen africano del norte de Esmeraldas:
El concepto de sembrar dentro de este mundo del territorio es vital. Para vivir en
el territorio hay que sembrar, hay que hacer que la Madre Tierra produzca para vivir. Y
ese es el mismo concepto que se usa cuando se habla de la siembra cultural.
Hablar de las siembras culturales es hablar del cultivar, de hacer producir, de
perpetuar las semillas culturales que los y las mayores sembraron en el espacio del
territorio y que perduran hasta hoy. (García Salazar y Walsh 2017a, 292)
En Íntag, es una siembra ‘histórica’ (en contraste con ‘ancestral’) y contiene varias
‘siembras’ culturales en ella. Es una siembra cultural ocurriendo actualmente también de
nuevas maneras de ser-saber-hacer que están sembrando vida hoy día. En el contexto
inteño con respecto a las plantas, además, hay que amplificar el concepto en el sentido de
incluir la ‘cosecha’ histórica con ‘cosechas’ culturales.
¿Por qué son las plantas importantes o significativas en Íntag? Bueno, obviamente
hay múltiples respuestas, pero lo que las distingue entre ellas es desde dónde se las
representa, se las piensa y ve, por ejemplo, desde un patrón moderno hegemónico o desde
una ontología distinta.
A continuación, permítame ser indisciplinada e incluirme en el cuadro también:
Yo misma puedo ofrecer algunas respuestas a la pregunta de por qué son importantes las
plantas en Íntag, respuestas distintas según la visión implícita detrás de ellas. Para
explicarme mediante una analogía, debo decir que a mí me han tratado o me han titulado
161
104
Títulos con los que no estoy conforme, que me molestan…tal vez sería más apropiado
‘naturalista’.
105
De allí es inevitable que me hunda aun más en el patrón moderno-cartesiano de clasificación:
“La palabra epífita proviene de griego epi, la parte superior de, y phyton, que significa planta. Así, las
epífitas son plantas que viven en/sobre otras plantas. Las epífitas no son parásitas, es decir, no derivan
nutrición de la planta huésped. Sin embargo, un árbol no quiere especialmente una gran cantidad de epífitas,
ya que su peso combinado eventualmente derribará incluso a un árbol grande. Las familias neotropicales
de angiospermas (plantas con flores) con la mayor cantidad de especies epífitas son: Orchidaceae,
Bromeliaceae, Araceae, Piperaceae, Melastomataceae y Gesneraceae, en ese orden. Las epífitas,
particularmente las Orchidaceae, tienden a tener sistemas de polinización altamente especializados, más
que otras formas de vida en los bosques tropicales”.
162
humano de la planta está en armonía con todas las vidas y la planta es un ser igual al ser-
humano inteño como integrante en la Naturaleza, etcétera. Es este último ‘discurso’ de la
relacionalidad, que comprende una conciencia de la relación integral, intrínseca y de
interdependencia armónica entre todos los seres-de-la-Naturaleza, es el que me interesa
por corresponder a una lógica diferente (y de esperanza) con prácticas distintas a las de
la lógica hegemónica del patrón moderno-cartesiano de dualismos.
Las plantas son una faceta innata de la vida inteña. La relación planta-humano es
muy variable a nivel global, pero generalmente está estrechamente correlacionada con la
relación Naturaleza-humano. En el patrón moderno hegemónico los seres-humanos tienen
poco ‘ser-saber-hacer desde y con las plantas’ en comparación con las y los inteños. Para
las y los inteños en el campo hay múltiples y constantes encuentros entre seres, y como
coexisten con las plantas es interesante indagar esta relación por su complejidad y
heterogeneidad en la zona. Comienzo por el aspecto sentimental, sensorial y/o espiritual
del ser-saber-hacer que aflora desde algunas narraciones y perspectivas respecto a las
plantas. Son indicaciones de aprecio por el ‘ser’ de una planta.
En lo sentimental y/o espiritual, desde unas perspectivas favorables ante las
plantas, comparto opiniones de unas pocas personas, quienes, por lo general, hablan de
su admiración por ellas. Lo esperado y típico proviene de una residente en el pueblo de
Apuela, a la que le gustan las flores bonitas: “[…] me gustan las rosas, también esas
plantas que son medias silvestres con algunas flores bonitas, pero no sé los nombres”
(Gabriela Minda 6 de octubre de 2015). Las flores y/o la belleza en sí es una faceta
sentimental y sensorial a la vez, pero es una perspectiva común global. ¿Será diferente o
atípica en Íntag por ser zona rural y agrícola? No lo creo, apreciar flores bonitas en mi
opinión es una manera de relacionarse con una planta que se hace también en el campo.
Sin embargo, una persona que ve una planta bonita diariamente por vivir en el campo va
a saturarse de verla y quizás existe una ‘ceguera’ ante ciertas plantas comunes. Así,
conversando de las plantas y sus gustos, “…no sé qué sea […] allí así, me gusta de las
ornamentales, las gardenias. Es bonita, pero no así para tenerle en la casa” (Silvia
Vetancourt 28 de octubre de 2015).
Las relaciones con las plantas en una zona rural y agrícola van mucho más allá de
un gusto particular o una conexión sentimental, obviamente, pero las expresiones de
163
sentimientos positivos hacia ciertas plantas contienen posibles gérmenes para entender
perspectivas distintas. Cabe señalar que muchas personas mencionan plantas únicas o
propias de Íntag como “las orquídeas” (Tránsito Lanchimba 18 de diciembre de 2016) y
el árbol “la cecropia […] es linda la planta” (Carlos Zorrilla 12 de septiembre de 2016),
mostrando su aprecio por las plantas locales y en la Naturaleza inteña, lo que evidencia
el nexo con el lugar. La forma de crecer, por ejemplo:
Sí causan admiración ciertas especies, por ejemplo, las orquídeas, los vicundos, las
bromelias. O tal vez árboles que por su naturaleza son muy altos, rectísimos, es increíble
cómo crecen rectos. Otros en cambio tienden a […] crecer chuecos y un montón de
diferencias que se puede ver en el bosque. No sería bonito todo que esté tan recto. […]
Creo que la Naturaleza es más que sabía para hacer las cosas. (José Rivera 7 de diciembre
de 2015; énfasis mío)
El hecho de que las frutas atraen a los animales, especialmente aves, es una razón
para valorar a una planta, pero este valor, además, tiene que ver con la ubicación de una
planta y el nexo con la comunidad. “A mí me gustan las plantas, por ejemplo, y cerca de
mi casa siempre había que tener una planta que dé frutos para atraer a las aves, […] como
la trompetilla, a la tía le dije que siembra en la cabaña106 porque es bien atrayente”
(Marcia Ramírez 26 de febrero de 2017). En contraste con la visión dominante moderna,
un aprecio o un gusto por una planta particular no tiene que ver inevitablemente con el
uso humano. Según Remigio Vetancourt: “Bueno, me gusta mucho, aquí es el guarumbo.
Es porque cuando está en fruta atrae muchas aves. Eso me gusta tener cerca de la casa.
Eso es el árbol que siempre he gustado. El guarumbo no es maderable, no es comestible,
lo que es, es atraer muchas, como le digo, aves, a veces a subir algún animalito allí. Eso
es”. Pero, además, sigue: “de allí, claro, los árboles frutales, eso es lo que nos dan también
106
La cabaña para ecoturismo en Junín.
164
las cosas para comer, las frutas para chupar” (Remigio Vetancourt 9 de abril de 2016).
Así se evidencia que se puede apreciar a las plantas por ambas razones, porque aportan a
la vida humana y porque aportan a otros-seres-de-la-Naturaleza. Admirar, apreciar y/o
destacar la importancia de la(s) planta(s) es indicativo de una estrecha relación planta-
persona inteña. Ver cómo una planta beneficia al resto y afirmar que cada planta cumple
su función es reconocer que cada planta tiene su propia relacionalidad:
Le podría decir que cada planta o cada árbol cumplen su función. […] Y dependiendo
de cómo me benefician o benefician al resto, son indispensables. Porque podríamos decir
las plantas medicinales son increíbles. […] El uso que nosotros les podemos dar. Ya le
digo, una más importante que la otra, pero todas son [indispensables]. (José Rivera 7 de
diciembre de 2015; énfasis mío)
Así que las dos comunidades enfrentan situaciones comunes, por ejemplo, que hay
menos interés en ser guardianes de las semillas (García Salazar y Walsh 2017b): “Volver
a estas siembras resulta importante no solo para fortalecernos como pueblo de origen
africano, sino también para reconocer y entender por qué el territorio ha sido y sigue
siendo un espacio vital, el espacio donde se ha sembrado y donde se siembra todo, incluso
los actos de resistencia y la tradición ancestral” (295). Asimismo, volver a estas siembras
es importante para la comunidad inteña, asunto que se desarrolla en este capítulo.
Un amplio conocimiento y uso de la medicina tradicional y, por lo tanto, de las
plantas medicinales, es indicativo de una siembra cultural. Es necesaria una estrecha
relación con las hierbas locales tanto cultivadas como silvestres en la práctica de la
medicina tradicional-casera en Íntag. Esos relacionamientos son notables en particular en
las mujeres inteñas: “[…] es que las mujeres, como están en la casa, dentro de la casa,
entonces obligadamente tenemos que hacer con nuestros hijos mismos. Tenemos que ser
doctoras, saber la medicina natural” (Mariana Castro 27 de dic de 2017).
En una encuesta aplicada por la Coordinadora de Mujeres de Íntag (CMI) en 2012,
el 80.5% de las 573 mujeres encuestadas de seis parroquias inteñas decía que “sí, se
conoce la medicina tradicional y [se] la practica”.
Gráfico 1:
El saber/hacer de mujeres inteñas en la medicina tradicional
¿Usted conoce y practica la medicina tradicional?
% No % Sí
100%
80%
52.7%
71.7%
60% 83.6% 84.3% 80.5%
95.0% 95.8%
40%
20% 47.3%
28.3%
16.4% 15.7% 19.5%
0% 5.0% 4.2%
Apuela Cuellaje García Peñaherrera Plaza Vacas TOTAL
(n=100) (n=128) Moreno (n=83) Gutiérrez Galindo ÍNTAG
(n=159) (n=43) (n=55) (n=573)
Parroquias
Fuente de datos CMI 2012, 49. Elaboración gráfica propia.
166
107
Hay varias cuestiones éticas y de justicia que están arraigadas en el estudio de la etnobotánica
médica que me preocupan mucho, es decir, por ejemplo, la apropiación del conocimiento y la Naturaleza,
los derechos de propiedad intelectual, la agenda capitalista neoliberal, etc.
108
Mariana Castro vive a una hora caminando de Santa Rosa donde está la carretera. Pero con
suerte se puede llamar a vecinos o familiares con moto o carro para encontrarlos en la mitad de este camino.
Para llegar a su casa hay un camino de 20 minutos bien pendiente donde los vehículos no suben.
109
Pero algunos hijos viven por el sector y yo he observado que ellos sí demuestran un amplio
saber-hacer de plantas medicinales.
110
La hija de Silvia, cinco años (nieta de Mariana).
167
'ponle limón’”. Aunque las palabras de Mariana insinúan que no todos sus hijos tienen
suficiente conocimiento de las plantas medicinales, en mi opinión ella subestima el
impacto e influencia duraderos que tuvo en su rol de transmitir el saber-hacer a sus hijos
e incluso a la comunidad. A pesar de que su hija Silvia ya tiene un conocimiento
significativo de tratamientos naturales, ella aún consulta a su madre, Mariana, por ser una
sabia experimentada y un nexo fundamental en su vida; consulta buscando consejos o
validación de cuál es y cómo es el ‘hacer’ con las plantas tradicionales.111 Esto refleja la
importancia y el valor de la conexión entre las sabias abuelas con sus varias
interrelaciones sociales como fuente de saber-hacer de las plantas para la vida-existencia.
Mariana rechaza lo que ella considera el uso excesivo de la medicina occidental y
la tendencia de ir a un médico precipitadamente hoy en día. Ella actualmente usa medicina
casera con plantas medicinales: “cuando se ofrece, o sea, para un dolor de estómago, para
un dolor de cabeza, para el dolor de la espalda”. En cambio, dice que mucha gente “casi
ahora no se acostumbra [al uso de] las plantas, porque hay el rápido, una pastillita”. Ella
explica que otra gente no concede suficiente valor a la aplicación adecuada de plantas
medicinales, diciendo: “…cuando ya no hace tan, tanto efecto las hierbas, allí al
médico...” Aunque reconoce la necesidad de utilizar la medicina occidental en ciertos
casos y, a veces ella misma va a un médico, cree que es preferible y factible tratar la
mayoría de los dolores y malestares con medicina tradicional como infusiones de hierbas
en el hogar. Las pastillas no son tan efectivas, “claro porque…en verdad, las medicinas
[…] un tiempo no más, como dice 'ya le pasa la droga que tomo una pastilla' y otra vez
devuelve el dolor”. Pero, en cambio, con hierbas medicinales: “entonces si le vuelve el
dolor, tomándose, por ejemplo, una agüita de orégano, si le vuelve el dolor, le cambiamos.
Le ponemos, le damos el orégano, la manzanilla para el dolor de estómago, le cocíamos
ambas juntas, pero siempre con el bicarbonato”.
En la encuesta de la Coordinadora de Mujeres de Íntag, a la pregunta de ¿cuáles
son las enfermedades más comunes [en Íntag]?, las 573 inteñas encuestadas respondían
citando, en primer lugar, gripes/resfriados comunes, fiebre (425), con la categoría de
dolores del cuerpo, huesos (204) en segundo lugar, y en tercer lugar [problemas]
respiratorias, sinusitis, tos (179)112 (CMI 2012, 46). La mayoría de los casos de estas
111
Especialmente consulta para una enfermedad de sus hijos con síntomas severos o atípicos.
112
Después seguían las enfermedades en categorías de ‘otra’ (109), ‘gastrointestinales’ (76),
‘cardiovasculares’ (45), y cada una de estas cuatro: ‘diabetes, vista/oídos, epilepsia, y estrés’ con menos
de 10 menciones.
168
Algunas plantas tienen preferencia, o sea, se usan primero, y solo acude a otra si
no funciona la primera. “Para cuando le hace rojo los ojos y está solo lagrimeando no
más, allí así mismo, una mata grande, sí, eso es bien grande, se llama yambo. […] y si no
se quita con esa agüita, también es bueno cocinar el agua de la manzanilla, y con eso se
lava”.
Diferentes partes de las plantas son usadas, según la enfermedad y las
características de cada planta. Se usan las hojas, pepas, frutas, ramas, raíces y/o la flor
“para la tos, así, les daba tomar el agua de la flor de la mora, de la mora grande que hay
aquí”, y además se sabe en qué punto del ciclo de vida la planta indica cosechar una parte
de ella. Es relacionarse y saber-hacer con una planta reconociéndola como un ser-de-la-
Naturaleza con vida.
De los cólicos menstruales […] me tomaba la canela, o si no, me tomaba el agua de
chinchín. Pero esa también hay que saber cómo preparar. Por ejemplo, el chinchín le
hace la flor grande o le hace el botoncito. Entonces cuando le duele muchísimo y le baja
mucha, mucha sangre, entonces tiene que tomarse el botoncito que está que aún no
113
Tiene el saber-hacer de remedios caseros para todo, me parece extraordinaria por el gran
número de curaciones que no he incluido aquí en el texto.
169
revienta la flor […] Para los partos, por ejemplo, cuando le duele mucho antes de parto,
nos sabían dar el agua de la flor de la ruda, así misma de la que ya abiertita. (énfasis mío)
Además de que hay que saber cómo preparar la planta, es muy importante saber-
hacer todo el proceso de la curación:
Yo misma les cogía, les fregaba la manteca de cacao […] en el estómago, y les
ponía la hoja del aliso […], calientito les ponía así en el estómago. Y de allí les envolvía
con una chalina, una cobija, o con algo caliente […] les envolvía así a los guaguas y de
allí les hacía shungo, nombrándoles el nombre y les hacía 'shhhhhungo', así shungo
cuando sabían ser espantado[s]. […] shungo les hacía así tres veces y a mis guaguas así
les curo. O sea, el espanto, a veces de lo que se caen, o a veces se les habla así duro y
entonces allí se espanta y se enferma, se mueren, sí se mueren con eso. Cuando es el
espanto del agua […] mi mamacita me enseñó que hay que curar con […] un tazón así el
agua y le ponía las rosas, pero las rosas de aquí, como no traíamos de Otavalo, le
poníamos la rosas así amarrado así, así hecho cruz […] de allí le hacíamos el shungo. Y
por tres días decía el shungo y le ponía así debajo de la cama que dormía el chiquito, le
ponía así al piecito le ponía el agua por dos, tres días hasta acabar de curar pues.
El mal viento […] eso también le coge de diferentes cosas […] les he curado. Yo
sabía cogerles unas tres ramitas de chilca, unas tres de asnayuyo, y cuando había de ruda.
Y con eso les ponía así a la cama y les limpiaba así con las ramas. O sea, así como pegarles
así con las ramas en todo el cuerpo y soplándoles un bocadito o unos dos bocaditos así de
trago cogía en la boca y les soplaba así y con las ramas. Y de allí les dejaba allí que se
duerma, ya se despertaba ya curado.
¿Dónde se consiguen las plantas? Las fuentes o los sitios donde pueden ser
recolectadas y/o cosechadas las plantas medicinales, como las citadas por Mariana,
114
Incluyendo ejemplos no citados aquí, pero compartidos en nuestra conversación de media hora.
170
Aunque hay plantas medicinales en el bosque, Marisol dice que las plantas del bosque
son principalmente para otros usos:
Del bosque más como maderables se usa del bosque. Se cortan ciertas maderas del
bosque para hacer orquidearios, como el árbol helecho. […] También se utiliza el nogal,
171
para teñir, que crece en el bosque también. Yo no, personalmente no tiño cabuya, pero
las mujeres de aquí lo usan mucho pare teñir la cabuya. De allí, como árboles leñosos
que utiliza así tanto, no. (Marisol Gallegos 29 de dic de 2017)
Hay muchos usos de las plantas del bosque, pero también muchas de las plantas
medicinales son silvestres y crecen por todo lado afuera del bosque: “Claro, allí hay la
hierba mora, que eso es una plantita que crece en los cultivos, sí es silvestre. La hierba
mora sirve para cicatrizar, desinfectar y rebajar la hinchazón” (José Rivera 26 de octubre
de 2017). Y por supuesto, no son solo mujeres las que saben y utilizan plantas
medicinales. “Es como un antibiótico esa hierba mora […] Usé cuando me corté este
dedo, con un serrucho me corté, y casi arranco el tendón […]. De allí, al subcentro, me
cosieron y las pastillas que me daban, cocinaba la hierba mora, me lavaba el dedo, y me
tomaba las pastillas. No es fea el agua. Y de allí se sanaba el dedo” (Hugo Rivera 26 de
octubre de 2017).
La combinación del uso de medicina occidental con la medicina tradicional, como
en el caso de Hugo Rivera, es un tema interesante porque muestra fe en sabidurías,
prácticas y creencias ‘ancestrales’, mientras también valora las prácticas ‘modernas’. Pero
depende de muchas circunstancias: “Yo no he tomado, pero lo cierto que dice que [la
hierba mora] es para el tema de próstata. Cuando se operan la próstata les mandan a tomar
el agua, no los médicos, porque los médicos le mandan medicina. Pero entre los mayores
aquí les mandan a tomar agua de hierba mora para que desinflame. Es bien interesante,
verá, y los que han hecho dicen '¡qué bestia!, pero es buenísima' esta planta” (José Rivera
26 de octubre de 2017).
Las plantas medicinales también se utilizan para animales domésticos como en el
siguiente ejemplo:
Una vez yo tenía un caballo, y trabajamos el potrero atrás y habían dejado así unas puntas
de la chilca, así bien [puntiagudas]. No sé, el caballo creo que resbaló y cayó encima de
una de esas. Y cuando yo fui a coger el caballo su testículo era así, hinchadísimo, y no
podía caminar. […] Entonces yo hice hervir la hierba mora […] y puse sal. […] Le bañé
tres días le bañé la herida así medio caliente, y [con] eso los gusanos salían, pero así por
montones. De allí, en tres días eso estaba así desinflamado totalmente. (José Rivera 26 de
octubre de 2017)
2000 y febrero de 2012. Casi cada edición del periódico incluía una sección llamada
Plantas de las abuelas que enfatizaba “La sabiduría de las abuelas.” El periódico
explicaba el propósito de esa sección en el prefacio: “En Íntag la salud siempre ha estado
relacionada al conocimiento de las plantas y los remedios para curar muchas
enfermedades. El Periódico Íntag ha recogido la sabiduría de nuestras abuelas y abuelos
para que todos los lectores y lectoras puedan beneficiarse de la riqueza de nuestra tierra”.
Un ejemplo:
Sábila
Nombre científico: Aloe vera
Planta herbácea cultivada en campos. Las hojas son grandes y anchas y las flores de color
amarillo. Son comunes en regiones cálidas.
Usos medicinales:
- Problemas de la vesícula: se cortan unos 20 cm. de penca. Lavar y raspar la parte
verde de forma que la baba se recoja en un vaso. Añadir una clara de huevo, una
cucharadita de miel de abeja y tomar por las mañanas.
- Inflamaciones articulares: recoger la cáscara de la penca de la sábila y lavarla bien.
Se coloca sobre la articulación inflamada y por encima un trapito para sujetar. Dejar
durante una noche y sacar por la mañana.
Oliva Villalba Andrade, Peñaherrera
(Periódico Íntag #47 abril-mayo 2007, 37)
En Íntag, la coexistencia con la Naturaleza y las plantas tiene mucho que ver en
los saberes y las prácticas con las plantas medicinales; es una relación que se ejemplifica
en el saber-hacer con las plantas medicinales. No obstante, la dinámica de esta
coexistencia relacional es cambiante por muchas razones como, entre otras, por ejemplo,
una relación nueva entre la medicina occidental y la medicina tradicional-ancestral. Ahora
cuando uno se enferma o se siente mal, uno mismo o una persona cuidadora delibera y
toma decisiones como ¿cuál es el problema/enfermedad exactamente? Una respuesta que
depende a veces de ¿qué hizo, por qué razón?, o ¿de qué fuente se enfermó?, y finalmente
¿hay necesidad de un cuidado o tratamiento ahora? Dependiendo de la severidad de la
enfermedad, se pregunta: ¿cuál opción de tratamiento es mejor en este caso (casera o
médica)? y/o ¿qué tipo de tratamientos y cuidados necesita (pastillas o agüita de hierbas)?
Pero la pregunta más importante es: ¿en este caso particular en qué tratamiento tengo más
fe y confianza para una curación efectiva? En Íntag, algunas personas están condicionadas
por factores adicionales que influencian estas decisiones como qué tratamiento es
accesible, factible y practicable. Por las distancias a un centro de salud o doctor, horarios
de atención y escaso transporte o recursos, para personas que, por ejemplo, viven en fincas
lejanas, no es muy fácil, accesible y/o practicable conseguir atención médica occidental.
Pero la medicina tradicional/casera tampoco es siempre una opción disponible porque
173
requiere conocimiento y experiencia, o sea, una persona sabia en las prácticas, además
del acceso a las plantas, ingredientes y/o herramientas necesarias.
115
Según mis experiencias vividas en el campo inteño por la comunidad Santa Rosa de Pucará,
por muchas horas dedicadas a mi propio huerto, y por lo que aprendí de mis vecinas y sus huertos, me
parece que la relación planta-humano es destacada y vigente en la praxis del huerto. Aunque quizás sea
específico de este sector, o por vivir dispersas en el campo, todas las familias vecinas mías tienen una
variación de un huerto familiar.
174
comprar, no sabemos cómo está producido eso, con qué químicos. (Isabel Anangonó 7
de noviembre de 2017)
El hecho de decir que los ‘antiguos’ “nos han estado dando una verdadera vocación” en
la siembra y cosecha de plantas, además, es decir que han hecho una siembra cultural.
Por ser agricultores en el monte, los mayores-antiguos tenían un refinado ser-
saber-hacer con las plantas y una estrecha relación con la Naturaleza. Según Isabel
Anangonó, ellos “tenían una conexión con la Naturaleza. El hombre estaba conectado con
la Naturaleza en primer lugar por la agricultura […] ellos siempre permanecían en el
116
El uso mío de la palabra ‘agricultura’ aquí significa la siembra y cosecha de cultivos en una
escala más grande que el huerto y muchas veces una producción principalmente destinada a la venta.
177
monte y les encantaba estar en el monte. 117 […] Y allí pasaba la gente feliz, pasaba
encantada porque esa era la diversión que tenía el hombre con la Naturaleza” (Isabel
Anangonó 7 de noviembre de 2017).
No es cosa solo del pasado inteño, hoy en día también hay personas inteñas que
pasan ‘felices’ encantadas en ‘la diversión’ con la Naturaleza. Fausto Vetancourt, de
Pucará, mayor con experiencia de años e hijos ya adultos, explica con entusiasmo su
pasión de vivir en su finca con el trabajo agrícola: “…por verles a las plantas crecer. Y
también es mi recurso económico. Es lindo […] me voy a la finca, cojo el producto
fresquito, y tráelo allí y cocinamos. Y me siento feliz y contento. Me cojo el canasto y
digo a mi mujer, me voy a traer la comida y me traigo fréjol, traigo yuca, traigo plátanos,
lo que hay en la finca, y traigo fresquito. Eso lo que me siento feliz” (Fausto Vetancourt
20 de julio de 2016). Mucha gente expresa su aprecio por poder trabajar la tierra y por lo
que la agricultura provee. También expresa el valor de cuidarla: “Claro, se siembra el
fréjol, se siembra el morochillo, la yuca, el camote, la zanahoria. […] la propiedad que
tenemos actualmente es un pedacito [de tierra] muy reducido, pero hay que darle vida a
este pedacito. Hay que cuidarle bien, y no deteriorarlo” (Isabel Anangonó 7 de noviembre
de 2017). Son reflexiones que destacan el énfasis en la relación comida-vida-agricultura.
El trabajo agrícola en Íntag se caracteriza por ser muy heterogéneo. Por eso
obviamente es comprensible que haya una variedad de tensiones o problemas en las
condiciones laborales, el acceso al terreno y a un mercado justo.
Un ejemplo en lo laboral es el trabajo “a medias”. Doña Emperatriz Barrera (13
de marzo de 2017), de Palo Seco, ya mayor y con hijos adultos, cuenta que antes su familia
ha trabajado en la agricultura muchos años cultivando bajo este sistema ‘a medias’: “Los
dueños son otros, nosotros solamente sembrábamos a medias. Mitad para el dueño, mitad
para nosotros”. El dueño propio mayor ya falleció, así que la herencia de la propiedad
pasó a sus hijos y “ellos son bastantes”. Según Emperatriz, trabajar cultivando a medias
no es una vida fácil. Trabajar a medias, “sí, eso es duro. […] que tiene que sembrar
bastante para cosechar la mitad no más. Mitad no más, así. Esto ya poner la comida, todo,
los partidarios mismo. Pero así hemos vivido” (Emperatriz Barrera 13 de marzo de 2017).
117
Isabel cuenta: “Por ejemplo, antes había el fréjol de ramas que se dice, que le tumban en el
monte. Entonces el hombre madrugaba, a veces cuando engañaba la luna, parecía que ya era de día y hasta
los gallos cantaba a cualquier hora de la noche o la madrugada, ellos pensaban, como allí no había, pues,
ya los relojes, nada, entonces ellos pensaban de que ya era de día y que ya les cogía el día y se iban a coger
el fréjol” (Isabel Anangonó 7 de noviembre de 2017).
178
El efecto es que cada vez el campo cuenta con menos manos, mano de obra. Y la ciudad,
en cambio, cuenta con demasiada gente que necesita comer y entonces resulta que en el
campo hay poquísima gente que está trabajando. El campo […] tiene que producir para
que se alimenten en las grandes ciudades, porque no es que en las grandes ciudades
producen alimentos. Entonces el asunto es que cada vez es más crítica la situación del
campo. Digamos, no hay oportunidades en el campo, si siembro una cosa no se da,
siembro otra no se da, la utilización de muchos químicos también es un problema.
Químicos demasiado caros, demasiados tóxicos, vienen a ser un problema que cada vez
se agudiza en el campo. (José Rivera 22 de septiembre de 2018)
¿Sabes que de Cuellaje, creo que es la única parroquia donde no se van los jóvenes?
Bueno, es cosa [que] tiene su lado bueno y a la vez su lado malo, así paralela. El asunto
de la granadilla, que […] ahorita está sosteniendo a la economía de esta parroquia y en
gran parte es muy rendidora económicamente. Entonces todo el mundo ha aprendido a
sembrar granadilla, tú no encuentras un joven disponible para que venga a trabajar
contigo. No hay mano de obra [desocupada] aquí. Todos ya tienen su trabajo. (Yolanda
Álvarez 28 de marzo de 2017)
No obstante, las personas jóvenes en esta comunidad no son parte de una solución para
mitigar los impactos mencionados por la demás gente. Más bien, son parte de quienes
impulsan el problema de uso de químicos en la agricultura, tema que se explora a
continuación.
Por ahora, se señala que en unas comunidades de Íntag hay mucha conciencia de
los daños causados por el uso de pesticidas, herbicidas y fungicidas. Mientras unas
personas rechazan totalmente los químicos haciendo agricultura orgánica, otras optan por
usar un mínimo y/o solo para ciertas plantas cultivadas, puesto que, como bien dice Fausto
Vetancourt:
Si no le cuidamos, la Naturaleza se va a acabar. Entonces nosotros teníamos que tratar de
conservar la Naturaleza. En cuanto nosotros, como cultivamos la mayor parte […] sin
químicos, […] es buenísimo [para] conservar la Naturaleza. Pero hay […] productos que
[re]quiere utilizar químicos. Como ejemplo, fréjol, el tomate, no están tan resistente a las
enfermedades que [hoy] en día tenemos. Entonces si no lo echamos químico, echamos a
perder todo. (20 de julio de 2016)
personas sanas de un conocimiento sano, de que las plantas igual nos den el fruto sano.
(David Gauchagmira 18 de julio de 2018; énfasis mío)
118
José dice: “Lo que nos explicaban en una ocasión es que el quemar es bueno porque nos decían
que cuando se quema, nos queda la ceniza, que eso nos aporta con potasio y un montón de elementos al
suelo, ¿no es cierto?, entonces que en definitiva quemar si era bueno, pero que el problema es que cuando
se quema, se desperdicia toda la materia orgánica porque se convierte en calor, entonces ese calor sale de
lo que se quema y entonces al quemar la materia orgánica se desperdicia en un 80% al quemar. Pero si usted
deja que esa materia se pudra por sí sola, según nos contaban, que estaríamos ganando un ciento por ciento
de materia orgánica, de tierra fértil, de tierra que sería apta para y que le duraría muchos años, en cambio
las cenizas solo le van a durar ese año que va a ser cultivado el fréjol, el maíz; esa es la desventaja de
quemar” (José Rivera 22 de septiembre de 2018).
182
para los sembríos, en cambio ahora se ha hecho ya una concientización a la gente de que
hagan contrafuegos, de que deben quemar [solo] lo necesario […]. Entonces, la gente ha
hecho conciencia y en estos últimos cuatro años se ha visto que en un 80% el tema de las
quemas sí se ha reducido, digamos ahora queman un poquito. (22 de septiembre de 2018;
énfasis mío)
Unas razones de que la práctica de la quema siga vigente son “la falta de dinero
de cada agricultor y la falta de mano de obra” para hacer la limpieza manualmente y sin
fuego. “Porque, digamos, si yo tengo [dinero] para contratar cinco trabajadores que me
den limpiando un terreno lo voy a hacer, pero si no lo tengo, opto por quemarle porque
solo gasto un fósforo” (José Rivera 22 de septiembre de 2018). Entonces queman:
Solo para, digamos, abaratar la mano de obra. Para limpiar, digamos, una hectárea, se
necesita cinco peones en una semana, entonces en una tarde si le pone fuego al otro día
ya podría sembrarle, entonces esas serían las ventajas de quemar, […] los agricultores
que no se tienen los recursos para contratar mano de obra optan por esa técnica, que ha
sido mal utilizada, pero que hoy en día la están utilizando de una forma más adecuada.119
En conversación con José, le conté de una vecina, quien me dijo que le da iras
cuando la gente se queja de la quema. Según ella, no es justo; porque ella ve que por tanta
migración ya no hay jóvenes disponibles para trabajar y algunas fincas tienen solo viejitos
que no tienen la energía ni los recursos para la limpieza manual y por eso su única opción
es quemar. Antes eso, José reflexionó que:
Eso viene a ser igual cierto, porque la mayoría de jóvenes han optado por salir a la ciudad
[…] a estudiar en prepararse, digamos, ya la mayoría ya no quiere ser agricultor, quiere
ser ingeniero, quiere ser abogado, arquitecto, doctor, un montón de profesiones […],
entonces el campo ya no les interesa mucho. Entonces si una persona ya tiene 50, 60 años
y quiere sembrar un maicito, obvio que va a optar por quemar. Porque se va a demorar
muchos días [si no quema y] la siembra de maíz, son en temporadas [limitadas], no es que
todo el año [que se] puede sembrar el maíz.
119
Según José, una forma adecuada sería: “Si yo talo una hectárea, digamos de chaparro o de suro,
lo interesante es que en todo el contorno de lo que yo he limpiado, tengo que hacer contrafuegos, le llaman
contrafuegos, a un espacio de por lo menos dos metros, para que no se siga el resto de bosque o de chaparro
que esté sin cortarle. Porque cuando estamos en verano si no se controla se pueden quemar cientos de
hectáreas, al hacer este contrafuego entonces se va a quemar solo lo que yo quiero que se queme” (José
Rivera 22 de septiembre de 2018).
183
Preguntábamos: ¿Qué tenemos que sembrar en los espacios del territorio ancestral para
asegurar la vida de las futuras generaciones y garantizar su permanencia en estos espacios
ancestrales?
Igual [el caso] de la caña, [cuando] desaparece nuestra materia prima, lo que nos
ha dado vida todo el tiempo, la gente no se da cuenta que estamos perdiendo la
mayor riqueza. ¿Qué hacemos? Vendemos todo, desaparecemos la caña y
compramos azúcar, igual si no trabajamos, no tenemos dinero para comprar el
azúcar, pudiendo tener en nuestras tierras todo lo que es alimento dulce, igual lo
que es productos naturales […]. Porque todas las cosas tenemos aquí, yo de mi
pensamiento, para mí no hace falta nada, simplemente es poner de corazón y
poner de pecho y cuidar esta zona, defender de corazón. (David Guachagmira 18
de julio de 2018)
A continuación, presento una breve historia de la caña en Íntag y después destaco tres
testimonios, o sea, historias personales de vida relacionadas con la caña de azúcar,
contadas por tres personas.
La producción de caña de azúcar ha tenido un papel histórico importante en la
zona de Íntag, en lo que se refiere a cuestiones de trabajo, paisaje y dinámica de poder. A
principios del siglo XX, la mayor parte de la producción de la panela tenía lugar en las
haciendas de terratenientes. Cuatro haciendas en particular, las de las familias Moncayo,
Saona, Cabascango y Garzón, jugaban un rol significativo en las relaciones de poder por
ser centros de producción en este periodo.
Mapa 9:
1937 mapa de Íntag con las haciendas grandes en amarillo
Fuente: Croquis de la región de Intag: para el recorrido en la visita pastoral del obispo de Ibarra-
César Antonio Mosquera. Archivo Eclesiástico, Ibarra.
120
Entrevista hecha por Mary Ellen Fieweger de la ONG Fundación Casa Palabra y Pueblo (FCPP)
en su proyecto Historias de Vida. Hasta el 2019, FCPP ofreció servicios de educación, comunicación y
acceso a la información a las comunidades y organizaciones locales en la zona de Íntag. El proyecto estaba
en proceso de documentar las historias de vida de 24 moradores; tengo el respaldo de esta organización y
el permiso de utilizar las grabaciones hechas con las historias de vida.
187
Ahí yo trabajo en la hacienda, no había propietarios ahí. Ahí éramos exigidos por la
hacienda de un señor Moncayo. La hacienda tenía una extensión de la parte en donde
estoy yo, algo de unas 500 hectáreas [en la parroquia] de Peñaherrera. Solo la propiedad
en donde yo vivía, de ahí hay otros dos más. Héctor Moncayo, de Otavalo eran ellos.
Sembraban caña, maíz y cositas de comer, yuca, plátano […].
[En la fábrica] trabajábamos como 25 en todo, unos en una comisión, otros en otras, otros
en otras […] cada quien en su lugar. No podía turnarse. Mi lugar era hacer cuadrilla
moliendo la caña, o cuidar los bueyes que molían, ir a dar de comer. De ahí ir pastando,
llueva o no llueva y descalzo, porque ahí en ese tiempo no había las botas.
Ellos eran muy exigentes, los patrones. […] Yo trabajaba en la molienda y a la pala, la
molienda haciendo dulce, todo el tiempo. Eso sí, todo el tiempo de enero a enero, llueva
o no llueva. Salíamos a los ocho días a dormir a la casa. Comenzaba domingo tarde. Y
121
Todas las narraciones de Carlos Borja citadas en esta sección son de esta fuente.
188
nos alzaba sábado madrugado. […] Yo ya tenía como unos 15 años. Sin dormir nada. A
veces ya andábamos sin sentido, solo con el subconsciente. […] A veces no andaba
mucho la fábrica, ahí se caía un ratito por ahí, pero cuando se levantaba, se levantaba con
una rascada porque había piojo hartísimo en la ropa, era así, y niguas. […] Veníamos al
sábado madrugado, sacábamos la ropa en el corredor. Para que mamá ponga al agua
caliente a los ocho días, entonces sacudía [y] así los bichos caían. [El pelo] había que
bañarse con jabón y así. Tocaba hacerse [cortarse] el pelo no estar muy cargado el pelo,
había de ambos este y del cuerpo. Era parte del cuidado del aseo cuando estábamos fuera
de ahí. Eso hemos resistido nosotros [en] el cuerpo nuestro.
Teníamos huasipungo, eso teníamos para sembrar, para comer. Yo vivía con mi
mamacita, hermanitos [siete] también y mi padrastro. En esa hacienda trabajé casi todo
el tiempo, todo el tiempo que vivía. De[sde] los 10 años que vine seguía trabajando a lo
que podía, y de ahí me separé a los 30, a los 40 años. Cuarenta años yo seguía trabajando,
hasta fui empleado de la hacienda [como] administrador por 25 años. [Administrador]
pero trabajaba aparte el oficio mío, yo trabajaba en la caña, yo trabajaba en la pala, todo,
porque seguía trabajando, por lo que no me pagaban de administrador. Porque parece que
las leyes eran a favor de los ricos. [Me pagaba por ese trabajo] al inicio tres sucres122
diarios. (Carlos Borja 11 de noviembre de 2012)
122
En 1945 un dólar EEUU = 13,50 sucres según el Banco Central de Ecuador (2019). Tres sucres
diarios = 22 centavos.
123
Además, el trabajo con la caña agenciaba una relación entre el cuerpo y los insectos.
124
Todas las siguientes citas son de Fausto Vetancourt 20 de julio de 2016.
189
gusta mucho la caña”. También reconoce que es un cultivo trabajoso en varios sentidos,
por ejemplo, “físicamente para ver a la caña y que esté el buen producto, hay que
limpiarle. Tiene que estar limpio entre ellos y […] hay que limpiar la maleza. Hay que
quitar las hojas viejas que tienen. Todo lo que ya está, para que quede la caña solita y
empiece a concentrarse el dulce […]. Porque si está lleno de paja, lleno de maleza, no
tiene mucho dulce. O sea, si está limpia la caña, produce más panela”. Estos trabajos de
limpieza “más o menos se hace unos dos viajes al año, en el año dos limpias. Dependiendo
de la lluvia también, porque a veces la maleza crece más rápido que la caña, entonces hay
que limpiarlo”. La limpieza se hace “con machete y pala. Porque también hay que pegarle
tierra a la caña para que se haga robusta la caña”.
El proceso de fabricar panela, sea granulada o en bloque, requiere experiencia y
sabiduría para manejar los pasos y temperaturas. “No se ha usado un solo químico para
disolverlo, para que se haga, solamente como pudieran observar salió del bunque, de la
paila al bunque, donde se le vuelve la panela, no se usa nada, solamente es un punto
preciso, eso es la experiencia de mucho tiempo” (Fausto Vetancourt 20 de julio de 2016;
énfasis mío). Además de ser un arte, el proceso es peligroso porque la panela “es un
producto que hay que tener mucho cuidado con el calor, porque tiene una temperatura
súper altísima […] es muy peligroso si alguien quiere tocarlo así de rápido, no se puede
porque se quema, sí, es muy peligroso”.
Aunque hay gente que usa el término ‘fábrica’ de panela, “nosotros decimos,
desde que empezamos, yo recuerdo, es una molienda. Molienda de caña. […] Pero hay
bastantes escalas de trabajo. Empieza cargando la caña, cortando la caña, […], se pasa en
el trapiche, es un montón de cosas que hay que hacer hasta que salga el producto”. Ahora
en su sector hay algunas moliendas: “aquí en este sector de Pucará solo tenemos las tres
familias, Flores, yo Vetancourt y don Miguel Sierra. Por el sector de Plaza Gutiérrez sé
que tiene Maríasol, don Cajas, Narváez, […]. Para abajo [cerca de Apuela], allí no hay,
pero más abajo sí”.
Para conseguir la materia prima, o sea, la caña ya cortada, tiene dos fuentes: “La
mayor parte tengo yo mismo sembrado en mi terreno […], no tengo mucho yo. Tengo
sembrados recién, creo que una hectárea puede ser. Sino que voy cogiendo poco a poco a
poco. No muelo bastante, con eso tengo para guardarle y la gente vienen comprando
fresco el producto”. La otra fuente viene de gente con sus propias cosechas de caña:
“También hay personas que traen la caña acá y yo les doy moliendo y partimos. Traen la
caña y yo les traigo en el camión y partimos”.
191
hemos cortado bosque para sembrar más. Lo que hemos hecho es mejorar el cultivo que
ya está, y sembrar la parte arriba. Pero no vamos a cortar más [bosque/monte], no
queremos cortar más. (Marisol Gallegos 9 de mayo de 2016)
Aunque señala que para la familia “la panela es nuestra actividad económica” principal,
cuenta también con un conjunto de “la panela, el café y los cítricos, las frutas, la
naranjilla”.125 En términos de la producción de panela, “tenemos nuestra única visión, [y
es] de hacer la panela solo orgánica. No vamos a poner blanqueador, no vamos a poner
Ranger en la caña tampoco”. Marisol reconoce que la gente usa Ranger, un herbicida de
Monsanto, porque quita la maleza más rápidamente y con menos fuerza que trabajando
manualmente. Para producir panela sin químicos, la limpieza se hace manualmente, lo
que requiere mucha mano de obra; así impulsa nuevas prácticas de sembrar y vender en
el mercado. Según Marisol:
Aquí en Íntag crece muy rápida la maleza, entonces nosotros invertimos como todos los
años, dos semanas, cinco personas en limpiar a pala. Toda a pala, a pala, a pala. Estamos
sembrando la nueva caña más junta […], para que cree sombra y el forraje de abajo se
hace como mulch126, entonces no hay que limpiar tanto. […] La manera que estamos
cultivando ahorita, no estamos ganando nada. Podemos pagar a nuestros trabajadores,
pero no tenemos ningún ingreso extra hasta ahora. Entonces la única solución para
nosotros es vender la panela granulada a precio orgánico [...] no hay mercado aquí para
precio orgánico, entonces estamos pensando en salir a Quito.
Marisol afirma que ha escuchado las historias del abuso laboral y maltrato a los
trabajadores de la caña de ‘más antes’. Por eso es que se empeña siempre en tratar bien a
sus trabajadores; para ella es importante hacer “pagos legales, con pasos legales, con todo
el oficio”. La producción de la caña de azúcar requiere mucha mano de obra, lo que cuesta
mucho porque: “legalmente en el país el básico ha subido mucho y para fincas pequeñas
como la nuestra, que no tenemos maquinaria, es muy difícil ganar ingresos económicos”.
Explicando más dice:
Entiendo por qué la gente [siendo dueño] antes ganaba mucho en los cañaverales. Por la
mano de obra, el mal pago, el mal trato. Entonces mucho abuso, entonces, claro, va a
ganar mucho. Ahora, en cambio, es muy difícil tener este negocio, los impuestos, los
pagos, trabajadores, que tiene que hacer en la tierra, en todo. Entonces es difícil para una
finca familiar ganar ingresos. Si la economía sigue como está, mi visión es de que muchas
fincas familiares van a tener que parar lo que están haciendo […ya que el] mercado
orgánico [es] muy difícil económicamente. Y no hay en Ecuador la conciencia orgánica
todavía, es algo muy nuevo. La gente no quiere pagar un poquito más por una lechuga
orgánica, un tomate de árbol orgánico, la gente está acostumbrada a pagar muy poco en
el mercado mayorista. Es todo, necesitamos más educación [...] en realidad me gustaría
hacer que todos […sean] turistas de las fincas. Cuando tú ves el proceso y ves cómo están
125
Todas las siguientes citas son de Marisol Gallegos 9 de mayo de 2016.
126
Palabra en inglés para pajote.
193
Tejiendo un poco los tres testimonios, hay que partir del hecho de que la caña de
azúcar tiene un rol importante en la historia inteña, es el cultivo dominante en el siglo
XX. La experiencia de Carlos Borja trabajando en la hacienda es muy impactante por el
abuso laboral que refleja. Este modelo de producción es bien distinto a los dos de ahora
empleados por Fausto Vetancourt y Marisol Gallegos. Aunque Marisol representa el
movimiento orgánico de migrantes nuevos en Íntag, Fausto, inteño de toda la vida,
expresa muchas opiniones y prácticas similares, así representa las prácticas agrícolas y
agroecológicas en transformación o retomadas.
En la breve historia y también en los testimonios, la planta tiene un vínculo
inherente como fuente de ingresos económicos y, al mismo tiempo, es un recurso para
aprovechar, y por eso, existe para ser utilizada. Esta relación es parte del patrón moderno-
capitalista-colonial. La planta de la caña de azúcar fue introducida y cultivada
194
La planta de café es un arbusto, aunque sin la poda puede crecer hasta casi 10
metros y parece más un árbol que un arbusto. La planta de café es bella, con hojas de
color verde oscuro y brillante, y flores pequeñas, blancas y fragantes. Las flores
polinizadas dan paso al desarrollo de las bayas, las cuales maduran de un verde oscuro a
un rojo escarlata y brillante. Sus flores fragantes atraen insectos polinizadores, las bayas
atraen a las aves, los humanos y otros animales, y sus ramas, hojas y perchas dan
numerosos hogares. El café es una planta amante de la sombra que prospera en bosques
nublados de altitud, donde hay una estación húmeda y otra seca. Con buen suelo, sombra,
agua y aire, las plantas de café pueden vivir hasta los 100 años.
195
Con origen en Etiopía y Sudán, hoy en día más de dos tercios del café del mundo
se cultivan en América Latina. Las dos especies de café de importancia económica son
Coffea arabica y Coffea robusta, pero hay nuevas variedades de café como ‘Caturra’.
Estas bellas plantas ya se han convertido en una mercancía valiosa porque en todos los
países del mundo, la gente está tomando café. En Íntag, la práctica de cultivar la planta
de café es relativamente nueva, pero puede ser una de las plantas con que una persona
inteña se relaciona más hoy en día.
Desde la perspectiva de la planta de café, hay algunas amenazas y/o problemáticas
por vivir en la zona de Íntag. La alta tasa de deforestación en la zona, debido a la
expansión de la frontera agrícola, al comercio ilegal de madera y actividades mineras,
implica que haya menos espacio apto para una planta. Las fuentes de agua y la calidad
del suelo están amenazadas por actividades humanas, que podrían afectar la calidad de la
vida de la planta y disminuir su reproducción de la vida. La región es muy vulnerable a
la amenaza del cambio climático, y las plantas sufren. Finalmente, las plantas de café son
vulnerables a algunas plagas por la alta humedad en Íntag, especialmente cuando falta
atención y manejo preventivo, así como otras técnicas y prácticas que mejorarían la vida
sana de una planta.
127
“AACRI genera alrededor de 380.000 dólares; el 75 por ciento está en los bolsillos de los socios
y apenas un 25 por ciento es para la parte operativa” y van a “mantener el porcentaje de 0,2 por ciento de
aporte de los socios para el fortalecimiento y gestión de la directiva” (AACRI informe 2017).
128
Por ejemplo, el Informe de marzo 2017 da el siguiente ejemplo: “ Puedo decir que hay [SIC]
algunos productores como Osvaldo Armendáriz, Eduardo Bolaño entre otros, que ya están produciendo
197
entre 19 y 20 quintales y como es un café orgánico han recibido aproximadamente 4.000; eso es el resultado
de haberle puesto ganas y amor al cultivo con una pequeña inversión en abonos e insumos que
exageradamente le costaría unos 300 dólares, personalmente yo ya quisiera tener esa producción” (AACRI
Informe 2017).
129
Los precios del café que se paga al socio se fijan cada año. En 2017 el café orgánico AACRI se
compra de los socios a 200$/quintal y café regular a 175$ (Asamblea 2017). El café AACRI se puede
vender al mercado a un precio más alto en general debido a la reputación de AACRI como una fuente de
café de calidad.
198
producto que no solamente tiene una calidad como producto sino también tiene una
calidad social, tiene una calidad ambiental. (Franklin Vaca 14 de julio de 2017)
1. Los súper motivados - 19% les encanta AACRI, el café orgánico y sus posibilidades.
2. Los tranquilos- 31% no les importa mucho, o ven lo malo y lo bueno igual.
3. Los decepcionados – 50% manifiestan disgusto con normas, pagos u organización de
AACRI.
Como muestran los resultados de esta encuesta, ‘los decepcionados’ era el grupo
significativo en el 2004 y, hoy en día podrían serlo todavía. Pero lo que un caficultor
inteño opina de AACRI no es necesariamente lo que opina de la planta y el cultivo de
café. Las narraciones de las y los caficultores/agricultores a continuación brindan visiones
distintas y perspectivas personales; cada uno tiene su propia perspectiva y nexo con
AACRI, pero no les resalto por este solo criterio, sino como ejemplos individuales y su
ser-saber-hacer con la planta de café.
Doña Ernestina Vaca ya vive 64 años en Íntag y destaca que “nunca me he ido a
ningún lado, a mí sí me gusta mucho [vivir en Íntag]. Me gusta mucho porque me gusta
mucho la agricultura, cultivar, que sea todo orgánico, nada de químicos”. Socia de
AACRI, Ernestina es muy dedicada a la producción de café orgánico, como ella misma
lo explica:
También cultivo café, que mando a Estados Unidos, Alemania, se va a Quito, se va a
todas partes. Y todo mi café es orgánico, solo fumigo con las cosas que hacen aquí mismo
que hace la AACRI, la organización y entrego mucho café, y es mi ilusión. Tengo 2700
plantas de café que […] están cargando, ya estamos cosechando. […] Son 17 años que
cultivo el café. Siempre [he sido socia de AACRI], así sea una libra, yo siempre he
entregado todo allí. (1 de julio de 2017; énfasis añadido)
199
En cambio, otros agricultores prefieren otros cultivos más que el café y/o no les
gusta producir café. Por ejemplo, Fausto Vetancourt sí tiene matas de café, pero:
…muy poco, muy poquito. No me gusta mucho porque igual es muy lento. Será por este
clima que habitamos nosotros, muy lento. Produce, imagínese, produce a los cuatro años.
Entonces ¿qué voy a esperar cuatro años pudiendo sembrar otro cultivo que me produce
al año, o incluso menos, como es el fréjol, que produce a los cuatro meses? Es rápido.
Entonces, ponerme a sembrar el café que me produce a los cuatro años […], no es bueno
para el recurso económico. […] Tengo por allí matas, pero... a veces le regalo el cosecho,
no me convence. (20 de julio de 2016; énfasis añadido)
Debido a la altura de los cafetales en Íntag, el café inteño tarda más en madurar que en
elevaciones más bajas (la más lenta maduración por la altura produce café más sabroso,
por lo que el café cultivado en la zona es un café arábico de muy alta calidad).
José Rivera, agricultor y padre de familia encargado de la finca ‘La Distinguida’,
hace años entregó todo el terreno disponible, con toda su energía y trabajo agrícola, al
cultivo de café. La labranza requerida es substancial para mantener sanas las plantas y
procesar los granos; incluye la limpieza del cafetal, abonar las plantas, fumigaciones
orgánicas contra enfermedades, largos días de cosecha, quitar la pulpa, días baldes en
agua, secar los granos, sacar el pergamino, tostar y empacar, etc. Para José Rivera no es
el trabajo, sino la planificación de los espacios en la finca, lo que es problemático:
Bueno, una parte es que prácticamente aquí donde estamos 130 no hay un espacio más
amplio porque se nos ocurrió poner todo café. Entonces pensábamos que el café iba a ser
lo máximo, o sea, yo pensaba que el café era un cultivo suficientemente bueno […] [No
estoy] arrepentido, no, sino que ocupamos todos los espacios. Por ejemplo, allí viene lo
que significa la planificación de una finca. Cuando sembramos café no estuvimos
planificando nada. Simplemente dijimos aquí va café […] Mira, por ejemplo, aquí al lado
no tenemos un potrero para tener una vaca […]. Entonces sembramos café muy al lado
de la casa y decimos ‘¿y ahora para hacer un huerto?’, ‘¿o para sembrar yuca o sembrar
así una cosa?’ No hay espacio. (15 de agosto 2016; énfasis añadido)
El café no ha sido muy rentable para la finca y ni como socio de AACRI (Rivera, com.
pers.), por eso la diversificación de la producción agrícola de la finca era y es importante,
pero con el límite de espacios disponibles se complica. El café en la finca está en un
campo con otras plantas, por lo que tiene sombra de matas de plátano, de limón y árboles
maderables. También las plantas de café tienen una relación de beneficio mutuo con las
abejas del proyecto apícola de la finca, y el cafetal se constituye, en su conjunto, en un
área de tránsito de los humanos que viven en la finca y de animales domésticos:
130
Finca ‘La Distinguida’ en la parroquia Plaza Gutiérrez, comunidad Santa Rosa, cerca del
Bosque Protector La Florida/El Placer. Acceso a pie caminando 40 minutos de camino de tierra para autos.
200
Entonces es por eso que las gallinas igual son bien interesantes. Cuando uno se trabaja
[en el cafetal], las gallinas están allí. Y empiezan a raspar, a raspar, a raspar, por una parte,
son un beneficio. […] todito esta limpiecito. Pero viene un problema, que toda la materia
orgánica se la quitan al café y la botan hacia abajo, hacia abajo. Y se descubre la raíz y es
malo para el café. (José Rivera 15 de agosto 2016)
Por lo tanto, así, la planta de café mantiene relaciones propias y existe en espacios
compartidos con varios seres-de-la-Naturaleza.
Cada uno de los tres caficultores/agricultores nos da representaciones distintas,
pero también se nota que el café como recurso económico tiene un rol en su relación con
la planta, aunque en distintas medidas. Según otras conversaciones, observaciones y
prácticas, el rol económico no está en conflicto con sus valores; tambien importa el rol de
las plantas por su mismo ser-de-la-Naturaleza, por las relaciones propias que dichas
plantas establecen con varios seres-de-la-Naturaleza, así como por las otras maneras de
relacionarse entre humanos-plantas. Los tres caficultores han conversado conmigo de su
amor por la Naturaleza y su ánimo de cuidarla. Los tres respetan y admiran las plantas,
rechazan el uso de químicos en la agricultura, se oponen a la minería, y, por último, pero
quizás más importante, son activos participantes en organizaciones y en aplicar sus
prácticas de cuidar y/o defender la Naturaleza, el territorio y los derechos. También es lo
mismo que se evidencia con AACRI. Aunque no es una organización sin problemáticas,
en ella convergen lo económico, lo ambiental y lo social. Por lo tanto, AACRI tiene la
honra de ser la fuente e impulso de la creación de prácticas, saberes y relacionamientos
con la planta de café en una extensión grande de Íntag. En este contexto, entre planta
(café) y ser humano (caficultor inteño) hay una relativamente nueva relación de
coexistencia, importante y amplia.
En esta nueva forma de existir persiste, con sus más y sus menos, el cultivo de una
"relacionalidad ontológica" (en términos de Escobar) entre humano (él mismo un ser-de-
la-Naturaleza) y otros varios seres-de-la-Naturaleza (plantas, café, gallinas, plátanos,
etc.). Una relacionalidad de respeto que, en Íntag, constituye parte de la herencia de la
siembra histórica hecha por sus mayores. Con tensiones y abandonos, esta siembra se va
retejiendo con nuevos seres-de-la-Naturaleza, como es el caso del café (tal como
acabamos de ver) o el de la cabuya, cuya relación ha sido de más larga data. En esta última
nos detendremos a continuación.
201
7. La cabuya
…allí vivíamos con mi papá. [Había] penca, sí, y sembrábamos bastante fréjol, […]
teníamos cañas, trabajábamos los potreros para el ganado. […] A veces […] había dos,
tres [trabajadores] todos los días. El día que se sacaba la cabuya había siete. No siempre
había trabajadores, porque unos sí van a trabajar como a medias, sembraban fréjol a
medias, o la penca le cortaban a medias […] Teníamos como para unos 150-200 quintales
de penca, entonces era bastante. Y ahora ya no, porque ni unos 30 quintales [se sacó],
[…] como igual nosotros ya nos casamos, mis hermanos ya se fueron y […] ya no había
quien trabaje. Entonces estas quedaban allí […] en el monte. (Anónima A 19 de
noviembre de 2016)
De igual manera, Fausto Vetancourt de Pucará cuenta que ‘más antes’ todo Íntag
sembraba la caña, pero después se reemplazó con cultivos de cabuya:
Desde [que] yo recuerdo, 1970, allí ya [se sembraba] la cabuya. Todo el mundo cultivaba
la cabuya porque era mejor el ingreso que la caña. Entonces todo el mundo volteaba las
cañas, derrumbaba la caña y sembraba penca. De lo que yo recuerdo […] todos sembraban
la cabuya y todos procesábamos la cabuya para vender. Y compraban mucho, porque […]
en ese tiempo todos usaban la cabuya [para sogas]. Después ya, como salió el petróleo,
hoy hay las sogas del petróleo, del plástico […] entonces ahora ya la cabuya quedó a un
lado. (20 de julio de 2016)
202
Fausto ahora cultiva y procesa la caña “de nuevo. Porque la cabuya ahorita no compra,
no hay nada, no hay consumo de cabuya”. Después de la cabuya alguna gente empezó
con la caña de nuevo y/u otros cultivos nuevos. Según Fausto, el trabajo en la cabuya,
incluyendo la artesanía con esta fibra, no vale porque “eso no es para un negocio, ni para
un recurso económico de las personas, ya no” (20 de julio de 2016). En oposición a este
criterio, hay mucha gente que opina que actualmente la cabuya en la zona de Íntag sí tiene
importancia por su uso en la artesanía; tal es el caso de quienes son parte de las
asociaciones dedicadas a la producción artesanal con dicha fibra.
La motivación y/o necesidad central (lo económico) que en su día las impulsó a
organizarse, sin dejar de ser importante, dejó de ser el único eje articulador de estas
mujeres, como expone Justina Moquinche. Este criterio es compartido por muchas socias
más, quienes resaltan varios aspectos de lo significativo del estar asociadas.
Cabe recalcar la importancia del grupo, de estar asociadas y el acompañamiento,
que son hilos para fortificar el tejido comunitario y la solidaridad femenina; el eje es la
cabuya desde donde construyen y fluyen las prácticas y conocimientos. Unas de las
reflexiones de las socias a respecto incluyen: “En el grupo [...], ahí nos reunimos, es más,
compartimos las ideas, como le digo, somos organizadas para cualquier trabajo, [...]”,
argumenta Carmen Herrera (1 de julio de 2017), con ella concuerda Laura Hidalgo, una
joven de 21 años y socia de Flora de Chocó. Para ella también es importante participar en
la asociación “porque a través de ahí cuidamos y explicamos qué es el medio ambiente,
explicamos las plantas, para qué sirven, [pero] en caso que hubiese la minería, se destruye,
se acaba todo […]” (Laura Hidalgo 1 julio de 2017). La presidenta de Flor de Chocó,
María Vaca, reflexiona en la misma dirección, aunque también hace mención a la no
siempre estable permanencia de las socias. En sus palabras:
Ahorita estamos diez compañeras, habíamos como quince pero han tenido que salir a la
ciudad a trabajar o [por] estudios de los hijos, han ido saliendo, peor hemos quedado diez,
[pero] tenemos que seguir como hace muchos años atrás. Y a la vez es muy importante
porque por medio de esta organización […], tenemos nuestra artesanía, tenemos nuestro
trabajo que podemos usar nuestra fibra que es muy antigua, que viene de nuestros
ancestros, podría decir, que nos han dejado un buen recuerdo. (1 julio de 2017)
Así como la señora María, la joven Laura y la señora Carmen, hay muchas otras
mujeres que destacan la importancia del grupo en sus vidas. Es una importancia marcada,
a decir de ellas, por diversas razones. Tal como se recoge en el sitio web del grupo
artesanal, Mujer y Medio Ambiente, la página ‘Quiénes somos’ provee breves historias
de todas las mujeres del grupo con su foto. Aunque no esté actualizada desde 2008, las
mujeres ofrecen perspectivas originales que resaltan algunos temas o ejes principales.
Abajo proporciono unas citas a modo de muestras.
-Mi nombre es Fabiola Moquinche. Soy casada, tengo 54 años. Tengo 9 hijos y 11 nietos.
Vivo en Plaza Gutiérrez. Pertenezco al grupo Mujer y Medio Ambiente. Me gusta tejer
en telar.
-Mi nombre es Martha Paguay. Tengo 50 años. Tengo 4 hijos y una hija. Vivo en la playa
Río Apuela. Mi trabajo es cosechar café, bananas y varios productos para nuestro
consumo y conservar el medio en que vivimos. Mi esposo trabaja en la agricultura y
cuando me sobra un poquito de tiempo, trabajo en los productos de cabuya y así nos
ayudamos en la situación económica. Muchas gracias por comprar mis trabajos.
204
-Mi nombre es Marina Almeida y vivo en Plaza Gutiérrez. Tengo 48 años. Tengo 3 hijos,
y todos están en la escuela. Me dedico a lo de la casa y el tiempo que me sobra trabajo
en las artesanías de cabuya y tejer.
-Me llamo Luz Maribel Arias Guerrero. Tengo 16 años. Me gusta mucho la zona de Íntag.
Me siento contenta por ser integrante de esta Asociación de Mujeres Artesanas. Me gusta
tejer carteras de cabuya con colores naturales.
-Mi nombre es Doris Germania Bolaños Arias. Soy una señora casada y tengo 3 hijos.
Dos están estudiando y Dayana pasa en la casa jugando. Yo tengo 39 años. En la casa yo
estoy haciendo los quehaceres domésticos, y lo demás del tiempo me pongo a tejer. Vivo
en Plaza Gutiérrez.
-Mi nombre es Mariana Castro. Soy de la Florida. Tengo 60 años y 10 hijos. Soy del
grupo Mujer y Medio Ambiente. Me gusta la artesanía en crochet sombreros, bolsos, etc.
Me gusta la agricultura. Me gusta trabajar en estas artesanías porque es un apoyo para
lo económico en nuestra familia.
-Mi nombre es Patricia Mediavilla. Tengo 39 años y estoy casada. Tengo 6 hijos y vivo
en Palo Seco y pertenezco a la organización, y somos 43 compañeras. En las horas libres
me dedico a tejer en cabuya y hacer bolsos en telar y varias artesanías. (MYMA 2008;
énfasis añadido)
Como se muestra arriba, el trabajo artesanal se realiza en el tiempo libre o sobrante para
proporcionar apoyo a la economía familiar. Los productos de artesanía “yo los hago como
apoyo de la casa porque como mi esposo ya está bastante mayor, yo tengo que ver la
manera de donde salga el dinero para mantener la casa” (Ernestina Vaca 1 julio de 2017).
Por ser un trabajo hecho en casa, propio, en horas flexibles, beneficia a los hijos:
Las situaciones en los hogares también de muchas mujeres de aquí de la zona, es muy
crítica, que tienen que salir dejando la casa ahí, salir con los esposos a trabajar en el
campo, inclusive descuidando a los hijos para poder trabajar y ayudar al esposo, entonces
en cuanto a eso también, este trabajo de la artesanía es muy bueno, porque también se
puede hacer en la casa cada una y ahí también dedicarse un tiempo a estar en la casa con
los hijos, compartir, cuidar. (María Vaca 1 de julio de 2017)
Para María Morales, viuda con 15 hijos (unos todavía pequeños), "la vida es dura"; sin
embargo, en el grupo ha encontrado un significativo apoyo. Así comparte ella algo de su
experiencia:
Yo sé luchar en mi casa por mis hijos, es bien duro para mí, yo lucho por mis hijos en mis
trabajos, tengo mis hijos, pero siempre es duro [llantos] Gracias a mis compañeras, a mis
comadres, yo siempre sigo aprendiendo mis tejidos, sigo luchando y sigo junto con mis
hijos. […], para mí la vida es dura, pero ahí voy, yo agradezco a mis compañeras porque
ellas me apoyan que siga adelante con ellas, pero gracias a Dios que Dios me dará fuerzas
para luchar, estar con ellas, aunque no sé leer, pero estoy en cosas que puedo. (Rosa María
Morales Andrade 1 de julio de 2017)
las palabras de una señora para brindar algunas perspectivas particulares sobre el trabajo
con cabuya y cómo se relaciona con las plantas.
131
Statz es fundadora de grupo MYMA y co-maneja la reserva La Florida/El Placer.
132
Está hablando de la Reserva Siempre Verde. Allí, y en la Reserva La Florida/El Placer, se vende
la artesanía a los grupos de estudiantes y turistas visitantes.
206
nos hace falta en cambio, sí”. Cuando hay disponibilidad no tienen que comprar la fibra
de afuera; si no, “compramos a los vecinos, de repente están cortando, entonces
compramos nosotros, ya les anticipamos que por favor nos guarde”. Eso sí, advierte que
el proceso de sacar la fibra de la planta es trabajoso, aunque, “para cortar la penca, eso es
más [trabajoso]. Sí, porque no hay ahora hombres. Para poder cortar es difícil, es duro
eso, porque toca cortar, quitar la espina, destroncar, sacar. Para sacar en la máquina es
duro, sí, eso es lo duro. De ahí, para [cadejear] ya no, ya no es mucho. Lavar y secar ya
no es mucho”.
Basada en su larga experiencia de trabajo con la cabuya, Celia explica que cultivar
y procesar la cabuya para tener la fibra lista para la artesanía requiere varios pasos:
“Primero la cabuya toca desespinar, luego destroncar, luego a la máquina, luego se hace
de cadejear, es un cadejo, se va amarrando cuando ya está listo, y luego se va es a lavar,
se hace secar. Luego nosotros pintamos, vuelta le cocinamos a la cabuya con las ramas
naturales, sí, le lavamos y le secamos y le mandamos a la hiladora, sí”. Es este paso final
de pintar el que exploro a continuación, porque para teñir cabuya, cocinándola con ‘ramas
naturales’ u otras partes de una planta, se necesita sabiduría de las plantas y sus
propiedades. Se conoce y/o se aprende las propiedades de las plantas en términos de cómo
extraer la tinta, aprendizajes distintos a cada planta y sus particularidades.
Se trata de un conocimiento especializado y complejo, sobre todo, por la
diversidad de plantas que actualmente usan: “Usamos el drago, usamos el motilón,
shanshi, la kukuna [que] es una planta grande [que] hace pepas, sí, el nogal, el arrayán, la
chilca, la hierba mora […]”. Usan distintas partes de las plantas en varias maneras para
distintos colores: “De diferentes [modos], de esos árboles o de esas cortezas que hay, de
las hojas, [que] nosotros utilizamos, es para diferentes colores. Por ejemplo, el nogal da
muchos colores, da el gris, el café, canela…”. Recuerda Celia que sabía poco cómo
utilizar todas esas plantas antes, pero que “después ya intentamos, o sea, pintar así con
diferentes plantas”. Lo típico para las mujeres es aprender intercambiando, por
“enseñarnos lo que una se sabe, enseñar de unas a otras como compañeras”. Por eso, Celia
recalca que aprendió mucho de cuáles plantas pueden ser para teñir “preguntando a la
comadre María, ella por cómo era ella [quien] organizaba antecito, entonces ella nos decía
que tenemos que pintar así o de repente nos daba pintando también hasta poder nosotros
aprender”.
Muchas mujeres socias experimentan continuamente con plantas nuevas y
técnicas para teñir, como cuenta Celia, que recién está experimentando con “la corteza de
207
arrayán y con aguacatillo”. Así se aprende también por ensayos propios, experimentando
con plantas nuevas, con otras partes de una planta o procesos diferentes, pruebas donde a
veces “no sale las mismas colores que uno se quiera, sale otros colores, entonces no es lo
mismo”. Por ejemplo, cuando Celia empezó experimentando con aguacatillo, no sirvió:
“por primera vez, no. No pude pintar porque ha sido de pintar en tarro, no en olla, sí”, con
lo cual ella hace notar que se aprende cómo cada planta es diferente también en términos
del mejor método para extraer la tinta y cuál tipo de recipiente es indicado: “Porque
cuando uno se pinta se piensa que en la olla va a salir bien, no sale bien, entonces con el
tarro […], ahí se le pone un poquito de bicarbonato, un poquito de sal para que afirme el
color […]. Sí, entonces vamos intentando, aprendiendo más y más”.
Celia indica que está animada a aprender más sobre plantas nuevas: “Voy a
aprender de más plantas a, o sea, a intentar de pintar. Si pinta y luego entonces nosotras
así nos avisamos cómo debemos pintar”; es la construcción de conocimientos nuevos y
un ser-hacer-saber con las plantas en un modo distinto. Además, se puede aprender a teñir
con muchas plantas diversas porque alrededor hay una rica diversidad disponible. Son
plantas que, por lo general, son ‘silvestres’, y se encuentran en diferentes espacios, alturas
y entornos; por lo tanto, para cosechar o recolectar estas plantas se depende del ser-saber-
hacer desde y con la Naturaleza. Para Celia, la Naturaleza es importante y se debe cuidar
por varias razones, incluyendo lo siguiente: “es muy importante también porque tenemos
las cortezas para poder pintar las artesanías […], entonces tenemos que cuidarla mucho”
(Celia María Tabango 20 de junio de 2017).
Aunque el cultivo de la cabuya no tiene la importancia de antes, este continúa en
Íntag impulsado sobre todo por ciertas inteñas, socias de grupos artesanales, para quienes
esta es una planta importante. La cabuya ahora tiene una relación bien fuerte con las
mujeres tejedoras. Además, la artesanía de cabuya ha evocado muchas nuevas relaciones
plantas-inteñas, así, y como se vio anteriormente, en el proceso experimentando con
plantas nuevas, las mujeres ya se relacionan con muchas más plantas nativas en el sector.
Esta relación engloba realmente entender la vida-existencia con y desde una planta. A
través de múltiples narraciones, se evidencia que también ha aumentado el aprecio por la
Naturaleza y el cuidado de ella, y no solo por las plantas útiles.
Para mí, en parte la planta de cabuya representa la emancipación femenina
experimentada por algunas socias, emancipación para ser libres de asociarse, de
movilizarse, ganar ingresos propios y poder trabajar. También es una emancipación en el
sentido de construir interrelaciones con la Naturaleza propias y pertenecientes. En
208
resumen, para mí es una planta que ha fortalecido el poder femenino, y de la que las
mujeres ya se han apropiado. Relacionalidad más amplia en beneficio de todos.
A manera de cierre
A manera de cierre de este capítulo, creo necesario hacer unas reflexiones sobre
cómo se puede ver y explorar el ser-saber-hacer y la relación entre ser-humano y ser-de-
la-Naturaleza-planta en múltiples maneras, por lo tanto, cuestiones del sentido del tema.
La primera reflexión nace del dicho de que ‘los árboles no dejan ver el bosque’
que significa que ‘no se puede ver toda la situación claramente porque se está observando
los pequeños detalles demasiado de cerca, o porque se está demasiado involucrado’. Así
es el caso cuando se ve la relación humano-planta desde una sola perspectiva,
posicionamiento o visión limitada; como, por ejemplo, suele ser común una visión
limitada a la producción agrícola. La visión de producción agrícola y utilitaria, aunque si
bien puede ser analizada desde distintas perspectivas -por ejemplo, resaltando la cualidad
de sustentabilidad de la producción campesina diversificada y amigable con la Naturaleza
(Por la tierra 2016); centrándose en el ‘desarrollo’ que aumenta los ingresos de las granjas
como "ruta más rápida al progreso económico” (Kocian, Batker y Harrison-Cox 2011,
19) - es una visión que no deja de ser limitante. Aunque este capítulo evidencia un sesgo
enfocándose más en los espacios o las plantas agrícolas y/o utilitarias, no está restringido
a una sola visión como la de la producción agrícola. De hecho, esta visión, aparentemente
limitante, se abre sumándose a otras visiones o con otros discernimientos. Desde y con
un acercamiento distinto, tiene más sentido, como, por ejemplo, desde el concepto de
‘siembras’ del Abuelo Zenón, como una siembra de semillas culturales (García Salazar y
Walsh 2017a y 2017b). En el contexto de Íntag, se podría decir que la siembra y cultivo
de plantas y semillas en la práctica conlleva a la vez siembras, cosechas y cultivos
culturales. En Íntag es una siembra histórica a veces y una siembra de vida actual otras
veces; pero, sea como sea, es una conexión cultural en el pensamiento relacional.
Igualmente, quiero resaltar la importancia de las prácticas, en el ser-saber-hacer y
la relación entre ser-humano y ser-de-la-Naturaleza-planta, que se ha ilustrado en el
trascurso de este capítulo; en Íntag coexisten diversas prácticas en juego que reflejan
distintas implicaciones y posturas. Su importancia se encuentra bien explicada en las
palabras de Arturo Escobar:
209
A través de las prácticas, las ontologías crean verdaderos mundos. Por ejemplo, la
enacción de premisas sobre el carácter separado de la naturaleza, así como la forma de
pensar en “economía” y “alimentación” lleva a la forma de agricultura del monocultivo
(en contraste, una ontología relacional lleva a una forma de cultivo diverso e integral,
como demuestra la agroecología para muchos sistemas de finca campesinos o indígenas);
la enacción de una ontología dentro de la cual la montaña es un ser discreto e inerte, un
objeto sin vida, lleva a su eventual destrucción, como en la minería a cielo abierto de oro
o carbón. Si la montaña es vista como un ser sintiente, el tratamiento que se le da es
completamente diferente. (Escobar 2014, 58)
[La Naturaleza] siempre está cambiando, el hecho mismo que tenemos épocas, épocas de
lluvia, de sol. Cambia, pero eso me ha hecho decir ‘¡qué bestia!, ¡cómo es la Naturaleza!’,
las plantas especialmente, las plantas epifitas, cómo viven sin agua, soportando tiempos
largos sin agua, y algunas plantas cómo han evolucionado […] [Una planta] es como, y
realmente es un ser vivo así bien, bien capacitado, diríamos, porque sabe cómo defenderse
de cualquier época, temporadas, se defiende, no desaparece. Más bien se ayudan entre
plantas y animales, se están ayudándose. Por eso digo ‘¡qué bestia! ¡qué inteligencia de
la Naturaleza!’. O a veces he dicho que ‘¿será que en una planta habrá un espíritu?’ que
le dice ‘tenemos que hacer’ o que alguien se está preocupando dice ‘a ver, vamos a ...’.
Es como que tuvieran vida con alma, que se comunican, que dicen ‘hagamos o tenemos
210
que hacer’ y obedecen, más que todo. Eso es algo interesante que yo [me] he puesto a
pensar sobre la Naturaleza. (Roberto Castro 8 de diciembre de 2015)
133
Fito = planta
211
Parte tres
Naturaleza: el sentipensar y tensiones
En esta última parte, como ambos capítulos abarcan cuestiones enfocadas en los
seres humanos y también la vida del pueblo ser humano, pretendo proporcionar el punto
de vista inteño en narraciones y reflexiones. Esta tercera parte abarca dos temas
‘paraguas’, el de ‘sentipensar’ y el de ‘tensiones’, cuestiones inteñas que comprenden,
vinculan y/o entretejen los temas anteriores en distintas maneras, manifestándose así la
complejidad inherente a la Naturaleza/vida inteña.
El capítulo quinto abre espacios de reflexión sobre la generación y el fruto de
‘sentipensar con la Naturaleza’; presento narraciones, relatos y reflexiones inteñas que
brindan representaciones sentipensadas desde la mente-corazón, y también las
encontradas en las expresiones escritas por la gente inteña. Con los relatos sobre
encuentros con personajes, sitios-otros y seres-otros del bosque, con las perspectivas del
‘sentido’ de los sentidos y con la poesía inteña, propongo evidenciar el ‘sentipensar con
la Naturaleza’ en el contexto inteño vivido, situado y encarnado. Esas múltiples
manifestaciones del sentipensar exponen relacionamientos propios y algunas pistas sobre
la transformación en el proceso de la construcción de conocimientos.
El capítulo sexto es un capítulo acerca de las tensiones, cuestiones y problemáticas
respecto a la Naturaleza, en transformación y en construcción. Desde la problemática
ambiental, exploro las tensiones entre actores en torno a las interrelaciones de
sentipensares y otras perspectivas sobre lo que involucra ‘cuidar’ la Naturaleza y la vida
en Íntag: implicaciones, resistencias y construcciones. La complejidad inherente a los
temas se ilustra con dos casos multidimensionales: primero, el uso de la palma el
Domingo de Ramos; y segundo, el proyecto apícola en la zona. El capítulo también tiene
que ver con las luchas por la Naturaleza, por lo que cierro reflexionando en torno de
transformaciones-transiciones en las esferas políticas y sociales.
212
213
Capítulo quinto
Sentipensar con la Naturaleza:
Seres-personajes del bosque, el sentido de los sentidos y poesía
134
El término ‘seres-otros’ debe ser entendido con el sentido de ‘seres-de-la-Naturaleza’.
216
Las personas que narran las historias muchas veces se enfocan en los actores
humanos involucrados y sus reacciones; quiénes eran, dónde estaban y cómo
respondieron al encuentro. Esto es digno de mención ya que la tradición oral es una fuente
prolífica de educación e identidad. Las relaciones sociales y las comunidades
involucradas, es decir, donde ocurrieron los encuentros y quienes fueron las personas
involucradas, así como el entorno en el que se contó la historia, fueron otro componente
de la conversación, ya que es importante para establecer el escenario de la tradición oral.
Hubo una variedad de reacciones a estos encuentros. Por ejemplo, Silvia
Vetancourt, mientras explicaba su deleite y admiración al ver la ciudad perdida, dijo:
“Entonces hay gente, por ejemplo, que dice por haber visto y haberse quedado
impactados, así incluso [ha experimentado] una emoción […] positiva. Y [para] algunos,
en cambio, [es] negativa, o sea, algunos dicen que les causa como un susto o un malestar”
(Silvia Vetancourt 20 de diciembre de 2016). El miedo está presente en algunas
interacciones; como homo sapiens, estamos instintivamente dispuestos para responder a
lo desconocido como una amenaza potencial, y nos huimos o nos quedamos congelados
o luchamos, como lo hacen todos los animales. Pero el miedo no es la única respuesta
registrada; también encontramos admiración y respeto. En esta misma línea, los relatos
revelen como son seres ‘señaleros’ de maneras distintas y en grados distintos; en tal
sentido, unos manifiestan roles socializadores claros y otros no señalan o implican marcos
de comportamiento social.
Sergio Vetancourt, mayor de la comunidad con una amplia red social, sabe relatar
numerosas historias de seres-otros y personajes en la Naturaleza, y explica que hay menos
historias/experiencias/casos ahora:
Mayores de buenos conocimientos […] ellos mismos me han conversado, y eso sí he oído.
Y eso ha sido, cómo se dice, verdadero, que ha habido buenas pruebas. Ahora ya en
cambio nunca, hacía unos veinte años atrás ya no hay […] no les haiga pasado todo eso.
Es totalmente cambiado, y más silencio. Porque más antes en este caso era mucho
argumento, de que cualquier persona le atemorizaba, le daba miedo, y el otro que le ha
pasado este caso, ya tenía miedo, o ya no podía caminar de noche. No era por un silencio,
en este tiempo era antes más tráfico, más de gente, más ambiente de todo, pero que ha
habido. Ahora ya no se oyen esas cosas. […] todo se acabó, se cambió. Porque había
mayores, de buenos conocimientos, de que trabajaban aquí con mis abuelitos, y andaban
ellos aquí a Plaza135, a varios lugares y les pasaban casos. (13 de septiembre de 2016)
135
Plaza Gutiérrez, el centro poblado de la parroquia, queda a una hora a pie de la finca de los
abuelos.
217
Igual como en esta cita de Sergio, los testimonios y las reflexiones ponen en evidencia
unas premisas, dinámicas e implicaciones significativas. A continuación, presento
algunos relatos-cuentos-testimonios de experiencias, interacciones y/o encuentros con
seres-otros (personajes del bosque, energías, sitios ‘encantados’ o distintos, etc.) en la
zona. La gran diversidad de seres-otros que se desprenden en estos testimonios es notable
en vista de que el área de Íntag tiene una heterogeneidad en lo social-humano y en la
riqueza de ‘biodiversidad’, por lo que se espera que los seres-otros sean igual de diversos.
El Duende
Según casi todas las descripciones del duende, es bajito con un sombrero grande.
Los encuentros toman lugar muchas veces en los caminos y las quebradas. Se aparece a
hombres, mujeres y niños.
A las mujeres hay peligro de que se las lleve consigo; en particular los duendes
“persiguen a las jovencitas. Alguien que de pronto tiene ojos grandes, o que tiene pelo
bastante cargado” (Yolanda Álvarez 28 de marzo de 2017).
A ver, del duende sabía contar más antes mi abuelo, del duende que más ellos saben. Se
aparecen en los quebrados. Eso y son, cómo le podría llamar, esos tipos de monstruo. […]
Que se aparecía a […] las niñas que son de ojos azules, que tienen cabellos largos allí. A
ella que se atraía más a las personas, no a cualquiera […] no viejo, joven, así como
cualquiera que se apetecían. [Se llevaba] al río o que les mostraba así piedras preciosas,
así como brillosas para entretenerles, me sabían contar. Solo por llevarse. O sea, cuerpo
y alma debe ser, ¿no? para llevarse con él. […] Eso me han contado mis abuelos, pero
antes de morir. (Edith Michelena 17 de enero de 2017)
En muchos casos son los ríos y quebradas donde las mujeres están en peligro o se sienten
amenazadas por el duende:
De los duendes más se ha oído, por ejemplo, aquí136 el don Segundo nos contaba que a
una hija de él se llevó el duende. Como a los cinco años, algo así, y que apareció después
a los tres días o algo así. Se han encontrado en el monte, monte, monte, por adentro, sí,
buscándole encontraron. Que se llevan a las chicas dice sólo para tenerla allí como
esposas de ellos. […] Solo aparece cuando quiere llevarse a una chica, por eso, [aparece]
más en las quebradas. […] En realidad, más ahí había más cuentos como más relatos que
a las chicas les gustaba irse a las quebradas más antes a peinarse o algo, así aparecen […]
los duendes a las chicas en las quebradas. (Gabriela Minda 6 de octubre de 2015)
136
Apuela.
218
De eso de los duendes sí se ha escuchado hasta recientemente. Había una señora mayor
aquí de una comunidad muy cerca 137 que decía que no puede desprenderse, que siempre
le está acompañando el duende. Que hay unos momentos, cómo decir, como que ella entre
en un éxtasis y prácticamente allí es cuando ella aprende tocar la guitarra. Entonces
aprendió a cantar, aprendió a tocar la guitarra, pero no fue una persona que le enseñó, sino
el duende. (Yolanda Álvarez 28 de marzo de 2017)138
Asimismo, hay casos donde, sin razón, el duende persigue a alguien. “Lo que yo
escuchaba es del duende. Había un señor que vivía al orillo del río, bien sabía decir […]
del duende, es que les perseguía, aunque no hace nada. Perseguía a mi tocayo también”
(Javier Ramírez 26 de febrero de 2017). No obstante, en muchos relatos los duendes son
agresivos y bloquean el paso en los caminos. Sergio Vetancourt, agricultor y custodio de
las memorias, nos cuenta:
Había un señor que le llamaban, le habían puesto Justiniano, Carvajal de apellido. Era
arriba de Palo Seco, de Plaza para arriba. Este señor estaba yendo de aquí del trabajo y a
él se hace de noche yendo de aquí. […] Se encontró con un pequeñito dizque que era, él
sí, dice, el duende. No le dejó pasar es que pelearon a golpes. Este señor Justiniano, que
le daba con la izquierda, es que le mandaba allá al chiquitito no más. Él también regresaba
y le daba golpes, pues, a este señor. No había avanzado a pasar, no había avanzado. Se
regresa de esa cascada y había otros habitantes más acá. De ver que no puede pasar, ya
adolorido, golpeado, viene corriendo, corriendo, corriendo y el otro atrás, este pequeñito.
Vea, han llegado a una casa y sin decir vemos este señor, buum, la puerta adentro. Él
[duende] es que llegó hasta allí, este pequeñito. La familia en la casa durmiendo,
asustados […], no sabe qué es lo que le pasa. Entonces él [Justiniano] no podía ni hablar
entonces […], le atienden así en el cuarto. (13 de septiembre de 2016)
Algunos de los casos tienen que ver con hombres ebrios y un duende agresivo:
Unos familiares de mi mamá, que mucho tomaban, dicen que les ha empezado a perseguir
el duende. Y que es que, bueno, que ellos dicen que es un pequeño. Es un muy pequeñito
con un sombreruro. Y que les pega. […] Él les pega cuando desobedecen. (Marcia
Ramírez 26 de febrero de 2017; énfasis mío)
137
Cerca de Cuellaje.
138
Yolanda Álvarez, profesora jubilada de Cuellaje, continuaba diciendo “No le he seguido yo a
la señora, no le he hecho un seguimiento para ver hasta qué, qué es lo que realmente le está pasando. Yo
no. Entonces bueno, yo creo que algo, algo, otra cosa les sucede. No es por influencia de estos personajes”
(Yolanda Álvarez 28 de marzo de 2017).
139
Ha sido presidenta y vicepresidenta de la comunidad y es activa en mingas y proyectos, etc.
140
Pueblo indígena.
219
Mi marido dice que él acabó de comprar así cigarrillos, alguien es que mandaba, medio
tomadito estuvo, dice. Y yendo a la […] tiendita, así en el camino, de allí es que ha salido
[el duende], dizque como un perro dizque ha cruzado, y de allí no más patea, golpea, pam,
pam. Mi marido que querría defenderse, nada. Y sigue, sigue pegando. Y ya dizque se han
derrumbado y para adentro dizque jalan, jalan, para adentro, al bosque para llevarle.
Es que tratan de arrastrar y llevarle. (Carmen Panamá 13 de marzo de 2017; énfasis mío)
Mariana Castro vive en la comunidad de Santa Rosa; tiene diez hijos adultos y
muchos nietos y es conocida por muchas personas como una abuela sabia de la historia
de su comunidad:
Mi papá una vez [regresando a casa después de una minga], tenía que ir […] río
abajo y vuelta salir arriba […] y pasaba por la mitad de un potrero en el camino, […]
entonces él no estaba tan chumado, pero sí estaba un poco mareado. […]
Entonces bajando en el potrero que tenía que pasar […] así se ha topado con un
señor [duende]. Y este señor es que le seguía atrás [a mi papá]. Y han caminado bastante,
ya, él [duende] buscándole la bronca, la pelea, entonces cuando ya mi papá agotada ya la
paciencia, y se ha parado […]. Y mi papá decía que le jalaba así los puñetes y no le
acertaba. Y entonces él [mi papá] ya más enojado que no pueda pegarle al otro, que se
mezquina, se mezquina y mi papá ya bien pegado. Es que se sentía ya bien mal. Entonces
él, pues, [mi papá] dice: ‘¿Qué es que yo no le voy a poder pegar?’ Porque era un
pequeñito no más y mi papá era como alto. […] Es que, […] él [duende] se iba [atrás de]
mi papá, atrás, pegándole, y cuando este señor se ha desaparecido.
Y mi papá es que dice: ‘¿Y ahora? Y este ya se me corrió, se corrió’. […] Para ya
salir arriba al camino […] mi papá, decía, puches, sí, a puras espinas, un monte […].
Entonces así por debajo, por debajo de las moras, se ha salido, arriba al camino […] y se
ha ido a la casa. […] A la casa ya ha llegado sin el machete […]. Y ya el otro día, mi
papá, mi abuelito, mi mamá, han ido a ver dónde ha dejado botando el machete y el
sombrero. Y en el filo del camino es que ha estado el sombrero. El machete sí más
adentrito. Y de allí, mi papá es que decía: ‘por aquí, por abajo me tocó salir, por las moras
así’. Entonces que mi abuelito dice: ‘Por aquí está muy raro, medio como que ha ido así,
rodeando las ramas así’. […]
Y ya así a veces en el trabajo, en la hora de almuerzo, como teníamos bastante
gente, los peones sabían así más conversar así a mi papá, y decían: ‘A mí me pasa eso,
que el duende me pegó’. (6 de abril de 2016)
Como se muestra en los últimos tres relatos, se ve casos de peleas donde el duende
agresivo pega mucho al hombre, pero, en cambio, el hombre no puede pegar al duende ni
lograr contacto físico. Explica Carmen Panamá: “Claro, ellos [los duendes], a puro golpes
es que son. A puro golpes. Bien peleones. Pero [en la pelea que tuvo] mi hermano, [no]
ha podido […] llegar […] nada, solo aire no más. Ni uno [de sus intentos de golpear al
220
duende] llegue, dice” (13 de marzo de 2017). Aunque se ve y describe al duende, en unas
historias su cuerpo no tiene solidez:
Porque a un señor de Pucará, yo recuerdo que me contó un día que se fue un sábado de
aquí a la casa [por el monte]. Estaba un poco tomado, y abajito de la casa decía que le
encontró. Entonces le pegó, y se pegaban, se peleaban allí. Pero él no, él [señor] decía
que no le pudo dar ni un puñete, pero el duende sí le pegó. Alfredo se llama. (Remigio
Vetancourt 9 de abril de 2016)
“Del duende malo no más sabía yo. Sí, dicen que hay duende bueno también. No
sé. No sé eso. No se ha ofrecido, como digo yo, no se ha ofrecido nunca a ver nada”
(Mariana Castro 6 de abril de 2016). La riqueza de ideas, perspectivas e información en
las historias es indudable, pero no siempre recalca un adiestramiento; en cambio, el
siguiente relato de un encuentro con el duende, demuestra un aprendizaje atribuido al
encuentro y el propósito del duende. Se ‘hizo revisar’, o sea aprendió, a mejorar su
relación con su esposa:
Un amigo, verá, allá en la loma estaba, allí se reunieron trabajadores, así, amigos, en una
fiesta. Un señor que se llamaba Luis Torres, por apodo le decían ‘El Abogado’, porque él
entendía bastante de leyes, pero no sé si era. Entonces, cuando dice que ‘Verá, a mí me
pasó este caso’. No les miento, no era la conversa a mí, estaban unas seis o siete personas,
comienza a conversar eso, y dice: ‘Verá, tuve un disgusto yo con mi mujer y yo me fui,
me estaba allí dejándole, botándole’, decía.
Así para salir de Magnolia a García Moreno, [en el camino se encuentra con] un
chiquito que subía por el camino. Y este Lucho tenía que cruzarse, quiera o no quiera,
con él. Verán, decía: ‘Yo le veía que subía, subía, yo bajaba. Llegó el momento de que
ya cruzábamos así, […] yo me hice para arriba, el también para arriba, él, pues, siendo
chiquito, comenzó a basurearme’. Una persona, pero chiquitito con un sombrerote que
dizque que era. Dice, pero dice: ‘Sí, no tengo para qué mentirles, para qué contar tonterías.
De ver que no me dio lado, le hablé, pues, y traté de pegarle. Él también se cuadró, él
también me pegó’, dice. ‘Nos pegamos bastante’, dice, ‘bastante nos pegamos, ya me iba
ganando dándome trompones […]. Me daba con este con esta, ya vi que estaba un poco
agotado. […] El duende es que me dice: ‘Dejemos de tonterías, […], pero regresa. No te
voy a dejar [pasar], que te regreses, que te vayas de aquí, que te regreses a tu casa’.’ Y
es que ya se ha sentido mal este Lucho abogado, verá, se ha sentido mal. Es que se sintió
malestar del cuerpo, que le chumaba la cabeza, no sé qué guarradas le hacía. Más bien se
221
regresó y llega a la casa ya con las justas más que de fuerza que de ganas movía los pies
para entrar. Y al abrir la puerta y allá que sale la mujer […], [a ella] le dice: ‘Discúlpame,
perdóname, estoy mal’, le dice.
Que ha dado un mal aire, y que la mujer es que le ha curado, y comenzaba a
vomitar sangre, malo. Aire malo, que se botaba sangre por la boca y la nariz, la mujer
quemaba cosas benditas, que se ahumaba, es que se ha limpiado con cosas, y se ha
compuesto. [Desde allá Lucho] dice, ‘Ahora, sí, no pienso botarle nunca a mi mujer, ese
duende malo me hizo revisar, me pegó y casi me mata, pues’. (Miguel Alvarado 5 de
diciembre de 2015; énfasis mío)
En la zona de Íntag los encuentros con la vieja del monte; cada encuentro es
distinto en esencia y forma. Aunque a veces se encuentra ella en los caminos, no pasa con
la misma frecuencia que con el duende; en cambio, como sugiere su nombre, la vieja del
monte tiende a asomar en el monte. Además, ella es un personaje del bosque distinta al
duende por ser más pacífica y más espiritual. A continuación, ofrezco tres distintos relatos
de ella:
Hay un personaje aquí que conozco [por las historias que cuenta] en cada velorio, en casa,
encuentros así. Bueno, comentaba que fueron a talar un bosque y esta noche, que
durmieron allí, llegó una vieja que era con el pelo largo, gruñona, que tenía los senos
muy grandes, y que les atacó, que les hizo asustar porque ellos fueron con la intención
de talar el bosque. [Estaba protegiendo el bosque] es en el fondo lo que quiere decir
porque prácticamente los alejó. Los alejó. Ellos tuvieron que irse porque habían visto un
personaje tan extraño, tan feo, digamos así. Entonces ellos lo que hicieron, fue [decir]
'Aquí no me quedo' y se regresaban a su hogar. Bueno, dice que la ropa [de la vieja del
monte] era muy rota por lo que caminaba en el bosque, que había mucho tiempo que no
222
se había peinado, y que era muy viejita, era bien arrugadita, ya bien mayorcita. Y que no
tenía los dientes, los de adelante, pero tenía los de acá [atrás]. […] Según la historia, […],
pues que, como que les llamó la atención, a los taladores, y [es] por eso que ellos tuvieron
que ir. Les hizo asustar. (Yolanda Álvarez 28 de marzo de 2017; énfasis mío)
Una vez, yéndome a García Moreno, iba el camino […] por allá así, quebrada, […] y
pasando la quebrada había un recto, un derecho, digamos, una cuesta, empinada. [Allí me
paró un señor] en el camino […], que todo el mundo bajaba por allí y subía por allí. Y
[allí es que] un señor me dice a mí: ‘No andará por este derecho’. […] Dice: ‘No andará
por allí’. Y le digo: ‘¿Por qué?, ¿qué pasó?’ Dice: ‘Verá, yo hoy ocho días’, dice, ‘yo
principiando la bajaba la quebrada al camino que cruza así, y [encontraba] la vieja del
monte. […] He oído yo anteriormente de la vieja del monte, pero nunca sabía qué cosa,
cómo es’. Dice que: ‘Yo empezaba a bajar, al empezar el derecho a bajar y cuando de allí
arriba, se veía más abajo, pues, que había subido una vieja, que cogía los senos y botaba
al cogido. Subiendo el derecho ella.’[…] El señor me contó que así que le vio, no le gustó
ver. Se regresó y cogió [otro camino] para darse la vuelta más bien, para no verse, no
toparse. Parece que dicen que se enamora la vieja […]. No quiera verla porque una cosa
que nunca se ha visto […] va a aparecer algo malo, pues. (Miguel Alvarado 5 de diciembre
de 2015; énfasis mío)
La vieja del monte […] no sé si es buena o mala. Pero, digamos que es buena, porque al
finalmente no se ha escuchado, al menos a mí no me han contado una historia de terror.
Lo que me contaron que existe la vieja del monte que vive en el monte. Y que una vez un
tío de mi mamá, con otros se fueron a trabajar justamente en la propiedad que es de mi
papá hoy. Se quedaron allí a dormir. Hicieron una chocita y prendieron candela para
cocinar. Y se durmieron ya después de comer la merienda en la noche. Y que ellos vieron
que entró un bulto, un bulto negro, y que fue al fuego […] donde estaba y que algo alzaba
y que con el dedo así, así, así [movía su dedo índice]. Como decir, que alzó algo y se
comió y se fue. A ellos asumen que era la vieja del monte. Eso me han dicho, le vieron
que era una mayor mala. Solamente que han visto la sombra que va allí, y que más del
miedo […], no pasó nada. Sí, entonces digamos que es buena. (Marcia Ramírez 26 de
febrero de 2017; énfasis mío)
La vieja del monte es un personaje del bosque que los seres-humanos perciben de varias
maneras, desde en forma de una mujer-humano vieja hasta como un bulto negro, o sea,
se puede decir, sentipiensan de modos distintos. La vieja tiene un nexo fuerte con el
monte, por ser del bosque, e inclusivo, como se indica arriba, tiene un rol de cuidar la
Naturaleza y el bosque, protegiéndolo de los humanos como los taladores al asustarlos
para que regresen a casa.
La Chifica
Mi mamá me sabía contarme. Me sabía conversar no sé lo que sabía decir que han visto
o han escuchado sobre la chifica. Ella me decía que era una persona pero que tenía dientes
aquí atrás [la nuca indica] y que comía [las personas], eso me sabía decir. Nos decía que
una vez les habían dejado, los papás a los hijos, y se habían ido […] los papás han dicho
que se van a cortar leña, algo así. Entonces han dejado a los hijos solitos […], ellos
pensaban que el papá seguía cortando la leña. Entonces los niños se fueron donde el papá
y ya no estaba. Ya se ha ido dejándoles solos. De allí es cuando dice que ellos se fueron
a una casa y estaba allí. Estaba, dice, una señora que ha estado allí sentada, dice. Que
223
tenía el pelo suelto. Y que le dice: ‘Guaguacuna vengan, vengan a verme, tengo piojos’,
que les dice que le vea los piojos. Y de allí, pero dizque: 'Solo esta parte, verás', es que le
dice: ‘Acá no, acá no me veras', así que no le vea porque tiene los dientes y por aquí comía
las personas [indicando la nuca]. Y dice que ellos estaban así viéndole la cabeza,
viéndole. Y cuando la chifica se quedó dormida, entonces han visto que estaba
durmiéndose y le ven aquí y allí que hay los dientes. [Es] como persona algo del bosque.
Entonces, dice, que sí, ellos corrieron, y allá dice que por allí había una casa y han estado
en una minga, entonces han estado tomando. Y de allí los niños corrieron a avisarles.
Entonces la chifica fue atrás queriéndoles comer. Y esos señores de la minga le dieron
trago, le hicieron chumar todo. Entonces se chumó y de allá dice que ya ella que estaba
chumada dormía y la han hecho dormir en una casa de paja […], prendieron la casa. Y
allá se quemó la chifica y se acabó. Y de allí, me dice así mi mamá, de allí, dice, de eso
nacieron las pulgas y los piojos. Así me contaba mi mamá. (Tránsito Lanchimba 18 de
diciembre de 2016; énfasis mío)
Aunque la mayoría de las personas distingue la vieja del monte de la chifica, Edith
Michelena cree que es la misma: “La vieja chifica, sí. Yo creo que es la misma porque a
la vieja del monte le dicen ‘la chifica’. Sabe decir que tiene dientes por aquí y también
puede atrapar con eso. Y como a los niños les come. O sea, yo he escuchado eso, que
contaba” (Edith Michelena 17 de enero de 2017). La chifica no es un ser-otro tan común
como el duende o la vieja del monte en los relatos en Íntag, pero sí es un personaje que
conocen en otros lados en Ecuador.
La Sirena
Ha habido algunos que sí, en verdad han vivido con la señorita [sirena] esa. Es que es una
linda señorita, bien rubia […]. Una prima mía se casó con un joven, y ese joven ha estado
viviendo ya con la sirena más o menos unos dos años, antes, y de allá se enamoró de mi
prima. Y él ya tenía compromiso con la sirena, una linda señorita, que él al verle así
cuando se encontraba, se veía como nosotros. Pero lo normal es que aquí [cintura] para
abajo pescado, aquí para arriba normalita. Pero es que tenía su buena guitarra, bien buena
cantante, buena tocadora de guitarra y le da la habilidad al joven […] para tocar guitarra.
Era porque ha vivido con ella y ella le ha dado toda la fortuna de ella. Celosa, sí. Ella ya
había aguantado unos meses, la sirena, que ya había quedado […] acá, y no allá. Es
porque, verá, él contaba de que la sirena le obligaba que vaya y mate a su mamá. Para ella
es salvarse de lo que vive: ‘Vaya y mate a su mamá y yo vuelvo a ser humano’. Entonces
esa es la historia, y él no pudo hacer eso, entonces se separó, pero quedó él, cómo decir,
224
mudo. Otra vez no sabía tocar guitarra, no sabía cantar otra vez, quedó sin […] sin
habilidad, y nunca más. [Mi prima] vive hasta ahora en Quito. (Sergio Vetancourt 13 de
septiembre de 2016)
Existen en la zona historias sobre una ‘presencia’ que se manifiesta como un peso
o una existencia que sentipiensan. A veces se describe como “en partes es un espíritu y
en parte es un bulto mismo, bulto es una persona” (Sergio Vetancourt 13 de septiembre
de 2016). Un hilo conductor entre los tres breves relatos a continuación es el caballo, que
ser-otro se monta detrás del jinete humano. Así, parece que el ser-otro podría tener un rol
y/o una relación más estrecha con el caballo que con el ser-humano. Las personas que
contaban esta anécdota indicaron que el caballo la experimentaban igual y hasta más
fuerte que el humano. Por eso mismo, hay que cuestionar cómo los demás seres-otros y
personajes del bosque se relacionan con los seres-de-la-Naturaleza no-humanos: ¿Se trata
de una coexistencia pacífica, unas prácticas compartidas y/o recíprocas, un ser-hacer-
saber enigmático, y/o una relación estrecha o indiferente? ¿Son relaciones armónicas o
tensionadas?
Yo cuando una vez que era pequeño, no tan pequeño, ya medio joven, sabemos venir en
el caballo, de abajo de Pucará hasta Santa Rosa. De allí el caballo se me paró en la
carretera y no quería pasar. Estaba bien oscuro y no quiso pasar. Yo ya allí, sí, me dio
miedo ya, no sabía qué hacer. Cuando le grité al caballo, le di durísimo y el caballo se
brincó por allí, casi me caigo y pasó, pero no sé qué era. Porque decían el caballo sí ve
en la noche, y no quiso pasar. (Tarquino Moreno 10 de agosto de 2016; énfasis mío)
Me conversaban mi papá, los mayores, que había un señor que se llamaba Emilio, vivía
en Plaza Gutiérrez, él decía que venía por aquí por esta quebrada141 y se montaba alguien
en el caballo y él le sentía. Le sentía. Se montaba porque decía que el caballo medio como
que se asentaba mal y como que alguien se sentaba atrás y le cogía. Eso contaba […].
¿Qué era? No sé. (Tarquino Moreno 10 de agosto de 2016)
Igual mi papi sabe decir que sí había cosas que se montaban en el caballo. Porque siempre
la gente, la mayoría más antes, ha sabido ir en el camino Santa Rosa - Plaza Gutiérrez [a
caballo] y regresaba de noche. Entonces, allí, dice que sentían que subía al caballo detrás
del jinete, y el caballo no podía caminar. Según dice, el caballo se siente bien pesadísimo
y no puede caminar, cuando el duende está subido detrás del jinete. Invisible, solamente
es algo, una apariencia, solamente como se siente, pero no ve. (Silvia Vetancourt 20 de
diciembre de 2016; énfasis mío)
141
Tarquino explica que el incidente ocurrió en o cerca de la Quebrada Oscura, una quebrada cerca
de la finca donde vivo.
225
Espíritu de la tola
Los espíritus de las tolas son seres-otros que se encuentran afuera de Íntag
también, pero el caso de Miguel y su esposa es significativo porque han vivido muchos
años en su casa cerca de una tola. Cuenta que nunca se ve el espíritu pero que sí, muchas
veces hacen bastante bulla; llaman a ellos por el nombre en la voz de un familiar,
conversan, y entran a la casa de la familia haciendo bulla, pero nunca se les puede ver.
Aquí, varias noches algunas veces, hemos oído, mi mujer y yo, que nos gritan por
el nombre de afuera de casa, grita. […] Nos dicen que hay algún espíritu porque aquí hay
una tola, una grande, hecha a propósito, casi es cuadrada, aquí no más, allicito.
Eso, sí, hemos oído, a mí también me ha gritado por el nombre. Pero me grita el
nombre con la voz de mi señora, y […] yo ya oigo que me grita, vengo [a ver] y oía la
conversa. No se podía ver, yo no veía. Conversaba, conversaba, pero no le entendía nada.
[…] No les pude ver. Yo oía dos voces de dos personas, hombres, esa conversación, esa
bulla llegó a la puerta de la tola, allá se perdió, ya no oí más nada. Qué raro.
Y aquí [el espíritu] vino de noche, nosotros ya estábamos acostados, abrió el
pasamanos, y pum, pum, pum, allá en el pasillo, pasos, pum pum pum, alguien caminaba.
Regresa, pum, pum, pum, sale y se va. Como persona, así. Pero no podemos decir qué es,
ni cómo es. Como no se ve... Alguien dice que está haciendo bulla porque está la tola
esa cerquita acá, hay que ser algún espíritu. Pero yo me salgo, oigo la bulla y me salgo
a ver y no me topo con nada, ni veo nada, ni me hacen daño, nada. […]
Algo bueno tiene que ser. […Es] de la tola. Porque muchos, a muchos he oído
decir, han conversado que en las tolas siempre hacen ruido, hacen bulla, pero más no sé
[…], no puedo saber qué será, cómo será. (Miguel Alvarado 5 de diciembre de 2015;
énfasis mío)
Las experiencias relatadas por Miguel son solo unos ejemplos de las numerosas
interacciones que la familia ha tenido; parece ser un ser-otro/espíritu que es muy enlazado
con la familia, conoce su casa, sus voces, y seguramente se siente parte de la misma. ¿Será
un territorio compartido armónicamente (puesto que no se hacen daño el uno al otro) o
será que el espíritu ve a la familia como invasor de su territorio? Sea lo que fuera, Miguel
por haberlo sentipensado mucho, concluye que “algo bueno tiene que ser de la tola”.
Ciudad perdida
Hay numerosos informes de una ‘ciudad perdida’ cuyas luces aparecen en la
noche, que se puede ver desde la carretera Cuicocha-Apuela cerca de la comunidad de La
Delicia. A continuación, Remigio Vetancourt, un promotor de salud de unos 30 años de
edad, cuenta su experiencia personal, cuando él mismo, con su hermana y su mamá la
veían juntos. Remigio afirma que no sabe que es; explica:
Una vez que salíamos madrugado a Otavalo. Una vez, mucha gente que dicen que
ven la ciudad perdida en La Delicia para abajo, y salíamos una madrugada con mi mami,
también Silvia. Mi mami estaba enferma, por eso salíamos de madrugado. Y vimos unas
luces, decía que paremos a ver. Y se veía todo una, toda una ciudad por abajo, pero en
226
realidad viendo de día no hay nada. Se ve, lo que se ve es las luces, las calles. Se ve, así
como si se viera la ciudad de lejos. Así, igual que se ve una ciudad real. […] Eso fue
como a las tres de la mañana que salíamos y como a las seis de la mañana que
regresábamos, había solo ya unas luces, ya poquísimas. Hasta cuando salíamos al páramo,
arriba se veían las luces, pero cuando bajábamos ya más acá de La Delicia, de regreso ya
no se veía nada. Ya veíamos solamente las lomas que hay allí.
No sabía cómo explicar eso porque simplemente se aparece allí; se le ve y no
aparece siempre, es algo raro para nosotros. Para mí fue algo raro, ver eso. Porque en
realidad sé que en el día no hay nada. No se ve nada. […] Es como una ciudad que se
veía, así tan clara. No sé. Sí, hay bastantes que han visto así bajando de noche. No siempre
se aparece. Porque sí hemos bajado muchas veces, he venido de noche con la intención
de ver y nunca vi. No sé qué es, no sabemos. (9 de abril de 2016; énfasis mío)
Camino perdido
En Íntag hay muchos caminos que han sido transitados por muchos años y por
mucha gente. La gran mayoría son caminos claros, obvios y bien conocidos. Sin embargo,
como se relata a continuación, hay casos donde el camino normal desaparece y un
camino-otro-espíritu falso aparece.
Un tío mío que venía de Selva Alegre a dejarme trago en la casa (aquí que yo
compraba eso para yo volver a vender afuera por alrededor), viene mi tío con otro amigo
como compañero con dos caballitos trayendo unos doscientos litros de trago […] más o
menos a las ocho, nueve de la noche, […] cuando es que se perdieron. No era muy de
noche, pero se perdieron. Los caballitos han fugado y ellos vuelta ven un camino así,
decía, ancho, blanco, cogen por allí [pero solo era] un[os] metro[s] no más [de largo]
entero. […] y ya los pobres se desvían así […] El otro camino [normal], se ha escurrido
totalmente; apareció el camino el color de noche y un caminito, [por eso] el camino […]
no lo veía. Es que [no podían salir] había así hondísima una peña […].
Entonces se quedan […] la noche hasta […] cuando ya, cantaban los gallos en
Plaza, cuando es que le alcanzan ver [el camino], medio aclarando ya así. […] Acá a mi
casa […] lleguen sin sombrero y [de] la humedad de la madrugada medio mojados.
Asustados. Sin merienda. Sin comer nada. A un tío mío le paso así. […] Eso es un espíritu.
Eso es un espíritu de que así no se puede ver cualquiera. Solamente a él que llega a esa
mala hora [precisa] o a ese destino que tiene cada persona. (Sergio Vetancourt 13 de
septiembre de 2016; énfasis mío)
El relato del ‘camino perdido’ he incluido aquí porque, como se ve en letra cursiva al
final del relato, por ser un ‘espíritu’ también es un ser-otro.
227
que, allí ha habido, que ha sido mal, pesado y todo […] mal, siempre llevaba mala energía.
(Silvia Vetancourt 20 de diciembre de 2016)
En Íntag cada pueblo y cada finca lejos de una carretera están conectados por una
red de senderos, caminos de tierra que a veces solo se puede transitar a pie; muchas
personas estaban y están acostumbradas a caminatas largas para llegar a su destino. “Más
antes, […] sí, decían que sí encuentran en el caminar” (Mariana Castro 6 de abril de 2016).
Muchos de los encuentros ocurrieron de noche: “Claro, aparecer a mí nunca, nunca se ha
visto. Pero había personas que les han pasado los casos, que han visto [o] han peleado.
De, por ejemplo, andar de noche montado” (Sergio Vetancourt 13 de septiembre de 2016).
Los encuentros también suelen tener que ver con el lugar, un lugar especial.
“Tiempos antiguos, los curanderos han sabido creer en algún sitio para hacer la curación.
Creen que allí está un espíritu. […] Y ahora ya no hay estas energías” (Javier Ramírez 26
de febrero de 2017). En el mismo sentido, en los dos siguientes relatos, contados por
Sergio Vetancourt, se destaca el concepto del ‘compacto’. Habla de una mujer voladora
que es “de compacta con el bosque”:
quemaban, todos lavaban a los lados de río, y en las […] quebraditas, me imagino por eso
se acabó” (Sergio Vetancourt 13 de septiembre de 2016). Algunos de estos seres-otros
son protectores y cuidadores del bosque: La vieja del monte “les atacó [a los taladeros],
que les hizo asustar porque ellos fueron [allí] con la intención de talar el bosque” (Yolanda
Álvarez 28 de marzo de 2017).
Muchas de estas narraciones destacan lo que ‘más antes’ había, que ya no hay,
porque se han alejado o se han perdido muchos seres.
Aquí en la zona de Íntag también sobre esas cosas ha habido muchas leyendas. Ha
quedado, cómo se puede decir, después de unos cuarenta, cincuenta años han quedado las
historias que aquí sí había el duende, como otros [seres]. Pero eso [duende] sale [solo] a
la persona que es [la una a que debe] de salir, no es a cualquier persona. […] Bueno, ahora
no tanto, […]. Pero antes sí. (Isabel Anangonó 6 de diciembre de 2015)
ahorita, porque usted tiene allí tiene luces... No cazamos ya en los caminos” (Marcia
Ramírez 26 de febrero de 2017). Como muchas historias tuvieron lugar en la noche,
Marcia explica que, en parte, la pérdida de la oscuridad es lo que mantiene alejados a los
seres: “Ahora, les digo, como ya hay luz, ya hay equipos, hay todo, ya no. Ya se alejó.
No, en serio. Sí había más historias de [seres-otros], porque uno […] dice que [antes de
la luz eléctrica] es que [los seres-otros] han llegado hasta el patio de la casa” (Marcia
Ramírez 26 de febrero de 2017).
En conversaciones extensas con tres personas (más autodidactas, jóvenes y/u
orientadas a la escritura), compartieron sus pensamientos sobre si la historia era verdadera
o falsa, y cuál era su posición respecto de la existencia de seres distintos. Aunque tenía
yo expectativas que tal vez sean más escépticos, no resultó así; no mostraban una
tendencia distinta a los demás por ser personas jóvenes y letradas. Por lo general, casi
todas las personas que han narrado los casos anteriores están abiertas a todas las
posibilidades, algunas no dudan de sus convicciones, y unas pocas otras no creen. El
sentimiento general, en muchos casos, es que estas historias y relatos de seres-otros son
respetadas y a veces, tratadas con reverencia.
No obstante, existen gente que no cree en la existencia de los seres-otros. Por
ejemplo, un inteño ‘no-creyente’ hablando de la vieja del monte, reconoce que depende
en lo que uno siente. La vieja de monte sí tenía un rol en su juventud; explica Tarquino:
Yo creo que no, no hay fantasmas. Es, como le digo, yo no creo que haiga fantasmas,
porque todo está en la lógica, […]. Todo está en uno porque si usted siente que, o sea,
tiene miedo, y siente que le va a pasar algo, le va a pasar. […] Igual, mi hermano cuando
éramos pequeños, él […] me decía: ‘Te va a coger la vieja del monte, te va a coger este’.
Pero de allí yo ya me fui creciendo y nunca me ha pasado nada porque no tenía ese miedo.
Por eso, a mí, no me ha pasado nada. Porque cuando tiene temor de algo, o tiene miedo
parece que ve ilusiones, o hace ver algo. [La existencia de la vieja, etc.] era porque los
mayores sabían decir eso. Mi hermano también decía, pero nosotros nunca hemos visto.
(Tarquino Moreno 10 de agosto de 2016)
La existencia de ‘seres-otros’, como los ‘seres intangibles’ del Abuelo Zenón, espíritus,
seres-de-la-Naturaleza o personajes del bosque, etc., nos afirme y nos recuerda a los seres-
humanos de que somos parte de la Naturaleza, no estamos separados de ella ni superiores
a ella. Los seres-humanos y seres-otros han mantenido una coexistencia e interrelación
durante decenas de miles de años, donde entendieron que ambos están dentro y son parte
de la Naturaleza. Se trata de una interdependencia donde los seres-humanos están sujetos
a la Naturaleza y ella sujeta a ellos. Se trata de reconocer que el mundo contiene ciertos
seres ante los cuales los seres-humanos son ineptos o ineficaces. Hoy día, la relación
sentipensada o la coexistencia sí está vigente, pero la vive una minoría de gente en un
mundo enredado en la modernidad. El mundo contiene seres-otros que la gente de la
modernidad no entiende y no puede sentipensar; los niega, descarta o romantiza por ser
‘mitos’, ‘leyendas’ o ‘fábulas’.
Estos seres-otros juegan un papel en cómo los humanos entienden, se relacionan
y construyen su lugar en el mundo natural y desde y con la Naturaleza. Los seres-otros y
personajes del bosque “existen y tienen papeles pedagógicos claves para mantener el estar
232
142
Aunque siempre he estado convencida de que un bosque tiene un espíritu propio, ya estoy
abierta a los seres-otros – personajes del bosque también. Lo que dudo es mi capacidad de sentipensarlos
por lo que fui antes y soy ahora.
233
Sin embargo, a menudo hay un choque entre la ciencia cartesiana de una sola
verdad, y las vidas-existencias sentipensadas de fluidas verdades; confrontamos y con
frecuencia tratamos de reconciliar los dos mundos. La forma en que algunas personas
reconcilian (o no) una creencia/un valor en la ciencia (cartesiana) con la creencia y el
valor de sus experiencias, sentipensamientos y la comprensión de distintos seres es
significativo. Es importante porque las personas en Íntag viven y trabajan dentro de su
entorno local, que en el caso de Íntag es un entorno natural de gran valor, pero además
viven expuestas a influencias de la modernidad. Es un entorno en el que la ciencia y el
capitalismo de la modernidad les dicen cosas al respecto, mientras que las prácticas, los
saberes y las historias locales también lo hacen. Para unas personas puede ser que uno
contradice al otro, y para otras personas, los dos coexisten y conviven en armonía.
Seguramente es un espacio fluido cambiante ‘entre’ los dos polos donde se mueven
muchas personas. Sin embargo, no se puede negar que tienen un papel pedagógico los
seres-otros en influir en los seres-humanos en términos cómo nos sentimos y pensamos
respecto al bosque y nuestra relación con la Naturaleza.
La espiritualidad necesita ser cósmica, que nos permita vivir con reverencia
el misterio de la existencia, con gratitud por el don de la vida y
con humildad respecto al lugar que el ser humano ocupa en la naturaleza.
-Leonardo Boff (1997)
Esta total separación entre mente y cuerpo dejó al mundo y al cuerpo vacío de significado
y subjetivizó radicalmente a la mente. Esta subjetivación de la mente, esta radical
separación entre mente y mundo colocó a los seres humanos en una posición externa al
cuerpo y al mundo, con una postura instrumental hacia ellos. Se crea de esta manera,
como señala Charles Taylor, una fisura ontológica, entre la razón y el mundo, separación
que no está presente en otras culturas. Sólo sobre la base de estas separaciones -base de
un conocimiento descorporeizado y descontextualizado- es concebible ese tipo muy
particular de conocimiento que pretende ser des-subjetivado (esto es, objetivo) y
universal. (Lander 2000 [1993], 5)
143
La ciencia occidental se cree partidaria de ser libre de los lentes, porque pretende estudiar cómo
funciona el universo de una manera ‘desapasionada’ y ‘objetiva’, midiendo sus piezas ‘reales’. Así
mantiene una serie de presupuestos en términos de dicotomías que distinguen radicalmente entre mente (o
idea) y materia, entre subjetividad y objetividad, y entre percepción y realidad.
235
144
Aunque por lo general, una minoría de las personas demuestra la capacidad de quitarse sus
lentes humanas, las tradiciones del chamanismo y otros tipos de experiencias espirituales han cultivado tal
habilidad durante mucho tiempo.
145
Hay animales no-humanos que tienen más sentidos como electrorecepción y la detección de luz
polarizada (Aguilar Gutiérrez 2001; Downer 1988).
236
Para empezar la exploración sobre cómo podría manifestar el rol de los sentidos
en el sentipensar, primero presento unos ejemplos de las maneras en que las y los inteños
expresan ideas, usos y perspectivas sobre algunos elementos de unos sentidos.
“Yo, como me he criado aquí, cómo se conoce de esas plantas, se le conoce, se le
ve no más, muy rápido” (Nelson Ruiz 27 de julio de 2016). Claramente, la capacidad de
reconocer plantas y otros seres-de-la-Naturaleza rápidamente es una habilidad que tienen
las personas cuando crecen y tienen experiencia por haber vivido en un entorno rural
rodeado de esas plantas y seres-de-la-Naturaleza. Pero, para las y los inteños
sentipensantes, esta habilidad se despliega por ser robusta en lo relacional y en lo
multidimensional tambien. Aunque, con un vistazo, una planta se conoce consciente o
inconscientemente, y así, puede ser que el uso de la visión sea dominante, también se
utilizan otros sentidos para identificar y relacionarse con plantas, o sea, para la cognición
de estos seres-de-la-Naturaleza otros.
Por ejemplo, Íntag tiene muy pocos peligros naturales para los humanos en
términos de plantas. Pero existe una planta, la caracha (de la familia Anacardiaceae), que
cuando se la toca, produce erupciones en la piel humana parecidas a la sarna. Aunque no
todo el mundo tiene la misma reacción, la habilidad de reconocer y evitar la planta en
Íntag es fundamental para el bienestar de uno y de la familia.
Bueno, verá, en este caso sea para uno u otro humano depende de cómo es el organismo
de cada uno. De que tal vez según la temperatura que estemos, por ejemplo, pasamos los
dos por allí, por la caracha, pueda que a usted le pega y a mí no me hace nada. Es bien
diferente, ¿no? A mí me ha hecho muy de repente, pero por las manos a veces me ofende
de repente así, pero no mucho. […] Depende del cuerpo, la salud, el organismo que esté.
Yo me imagino que ni un doctor puede darse cuenta porque no estamos con el mismo
humor el uno con el otro. Entonces, por ejemplo, algunos que se coge a una distancia de
unas tres a cuatro metros. La caracha es bien increíble la cosa. Por ejemplo, yo me voy
tapándole la caracha. No me ha pasado nada. Llego a la casa, le coge mi mujer, a ella le
daba caracha, y varias personas han vivido eso. (Sergio Vetancourt 13 de septiembre de
2016)
Así se puede decir que la relación inteña con la caracha involucra distintos sentidos y
varía de una persona a otra. La habilidad de percibir, ubicar o identificar una planta
específica tiene que ver con la habilidad de sentipensarla.
Para todos los animales, la audición es una adaptación fundamentalmente
importante para la supervivencia, el mantenimiento y la reproducción, pero más
importante y significante es en el sentipensar con la Naturaleza. Los seres humanos y
237
otros animales le otorgan valores adicionales al sentido del oído cuando les ayuda a
relacionarse con los demás seres. Los animales no-humanos y las plantas tienen sus
propios discursos, y formas de comunicación. El mismo dar y recibir utilizando el sentido
del oído ocurre entre la Naturaleza y el animal humano. “Yo creo que [uso el oído] para
todo, como para escuchar a unos pajaritos. Tú puedes ubicar dónde están las aves, por
ejemplo” (Marcia Ramírez 26 de febrero de 2017).
A lo largo de Íntag, como en muchas áreas rurales, uno de los sonidos más
habituales que se escuchan en casa es el del gallo y las gallinas (véase tercer capítulo). El
canto del gallo al amanecer es un elemento importante en el sentido del tiempo que tienen
las y los inteños.146 El canto del gallo quizás sea el sonido más común, tal vez seguido
por el ladrido de los perros, entre los sonidos de la Naturaleza domesticada. Por lo general,
los cantos de todas las aves con sus significados son ampliamente conocidos en Íntag y,
junto con el viento, la lluvia y otros sonidos de la Naturaleza, brindan a las personas
información sobre su mundo junto con el viento, la lluvia y otros sonidos de la Naturaleza.
Por estar en medio de un entorno natural, todos los sonidos de la Naturaleza juegan un
papel importante en cómo las y los inteños reciben información de la Naturaleza e
interactúan con ella.
Otro elemento del sentir la Naturaleza, que la mayoría de la gente rara vez puede
explicar, es el olfato.147 “Para oler los olores, pero no sé cómo explicarte. Es muy, muy
complicado en este sentido. Pero tú, por ejemplo, dices el aroma del ya enflorido tal árbol,
ya está. Creo que te ayuda para eso” (Marcia Ramírez 26 de febrero de 2017). El olfato
está situado en el lugar, o sea, lo que siente el olfato depende del lugar:
Eso [olfato] es, vuelta, cuestión de que según donde se esté. Si está adentro del bosque,
le percibe una flor, una hoja, un árbol, la corteza o la hojita. Pero si está, por ejemplo, [en]
un llano o un potrero, no parece nada, porque no tenemos de qué. Allá solamente le
percibe algún desperfecto que esté por allí. [...] De allí para percibir más otras cosas, claro
en el bosque, son diferentes árboles, las ramas, hojas y las flores que hay. Las flores para
percibirles también, es de temporadas y variedades de fragancias. Porque no es todo el
tiempo. Porque ahorita, claro, ya está lloviendo148, ya va enflorando, el aroma también va
aclarándose. Porque si no solamente en el así seco, también parece que el polen algo no
se desarrolle. En cambio, cuando llueve hay, es más. (Sergio Vetancourt 13 de septiembre
de 2016)
146
El canto del gallo es uno de los sonidos más universalmente reconocidos. Aunque los gallos
cantan todo el día para establecer su dominio en el orden jerárquico y delinear territorio, Yoshimura (2013)
concluyó que las aves tienen un reloj corporal interno que les dice cuándo cantar según el reloj circadiano.
147
El olor del bosque realmente es bien cambiante y muy variado. Es casi imposible describir el
olor y el aroma de la tierra –el suelo, los árboles, la hierba, el agua, la madera, las hojas, la hojarasca, etc.
Un pedazo de la Naturaleza huele a todo lo que contiene. Este olor es una de las principales sensaciones
que relajan a muchas personas en la Naturaleza. El olor indescriptible del bosque suele ser un tónico que
refresca el alma.
148
Era la temporada lluviosa.
238
149
Después de esa conversación llovía exactamente cómo y cuándo predijo Sergio.
150
La capacidad de saber si va a llover o no, no es una de las habilidades que tengo. Sin embargo,
cuando he preguntado a las y los vecinos y amigos inteños, en general siempre tienen la razón. Creo que
"leer" el clima proviene de años de vivir en un área climática determinada y, por lo tanto, tal vez con más
experiencia puedo sentipensarlo más fácilmente.
151
Hay estudios occidentales que dicen que sí es verdad sentir en los huesos. La mayor parte de la
investigación parece indicar que los huesos y las articulaciones, debilitados por la edad o las lesiones,
parecen ser sensibles a los cambios sutiles en la presión barométrica. Esta es una medida de la densidad de
la atmósfera, y los cambios repentinos (especialmente las caídas barométricas) que generalmente indican
un cambio en el clima.
239
152
La ciencia occidental dice que el sexto sentido es otro término para la percepción extrasensorial
y según la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU., la percepción extrasensorial figura como una
pseudociencia. Dicen que la percepción extrasensorial implicaría la recepción de información no obtenida
a través de los sentidos reconocidos y no originada internamente.
240
Otros residentes que han migrado a Íntag también creen que algunas personas en
Íntag mantienen desarrollado un ‘sexto sentido’, o sea, una habilidad/capacidad especial
de sentir e intuir. Después de más de 40 años en la zona, un migrante en Íntag opina que
“ellos [los inteños] tienen otra percepción totalmente diferente. A veces adivinan que la
vaca ha parido, por ejemplo, porque ya saben, se levantan y no piensan en la vaca,
simplemente van a ver. Algo les dice que su vaca parió, por decir. Eso he notado. Cosas
así, con Roberto, con muchos. Su sentimiento es muy sensible” (Carlos Zorrilla 12 de
septiembre de 2016). Y hablando de si sus propios sentidos han cambiado por vivir en el
campo, dice que sí: “Por ejemplo, las siembras. Antes no tenía ni idea cuándo se da mejor
este o el otro. Demoré años, pero ya eso se intuye, cuándo hay que sembrar este y el otro
y cuándo no. Y sobre las lluvias más o menos se entiende bastante bien cuando uno piensa
que puede llover, después de tantos años” (Carlos Zorrilla 12 de septiembre de 2016).
Conversando sobre los sentidos muchas personas inteñas subrayan la diferencia
entre la ciudad y el campo en términos de la calidad de vida por el sentir. Muchas de las
razones de vivir en el campo “tranquilo” están relacionadas con las interacciones y
percepciones con la Naturaleza. La habilidad de sentir o percibir se opina que es mejor
por vivir en el campo:
Sí puede ser eso, sí, al campo, tiene más aptitud. En las ciudades no tiene mucho
desarrollo porque está en una solo, percibiendo una sola cosa. Por ejemplo, si estoy allí
percibiendo solamente el gas, el humo de los carros. […] Aquí en el campo se percibe,
pero maravillas de cosas, ¿no? Como puede percibir unas flores que tienen unos aromas
tan lindos. Y hay variedades, tienen libertad para percibir. Pero en la ciudad no tienen
libertad, encerrados en el cuarto y ¿qué aparece?, nada. Aprecian solamente el polvo.
(Sergio Vetancourt 13 de septiembre de 2016; énfasis mío)
Múltiples fuentes describen cómo las personas que pasan tiempo en la Naturaleza
se benefician en la salud y bienestar (por ejemplo, los estudios sobre la práctica japonesa
de shinrin yoku o baño de bosque). En cuanto a los sentidos, se ha demostrado que la
Naturaleza en un entorno natural proporciona una sensación de paz, mejora la salud y
reduce el estrés. En Íntag, la salud y bienestar se entiende que son compuestos de muchos
factores, y la mayoría de ellos importa por su relación con la Naturaleza.
241
Según Marcia Ramírez, activista antiminera, vivir en el campo permite que las
personas aprendan y se desarrollen más:
Yo creo que la gente del campo por el hecho de sufrir mismo en el campo, que la vida de
campo tampoco es que es tan fácil como la vida de la ciudad. Allí hay el facilísimo en la
ciudad, que todo se te facilita. Entonces no aprendes, esto no te da espacio [para] aprender
muchas de las cosas que nosotros sí hemos aprendido por la experiencia, porque hemos
tenido que estar día a día allí luchando, entonces. Por eso, pienso que sí podía ser que
realmente nosotros […], la gente del campo, desarrollan mucho más. (Marcia Ramírez 26
de febrero de 2017)
“Yo, por ejemplo, yo sí conozco algo, sea como de plantas medicinales, por mi
papá. Él también ha conocido, me ha enseñado” (Nelson Ruiz 27 de julio de 2016). La
transmisión generacional del conocimiento es un componente importante de todos los
saberes comunales. Este conocimiento ancestral es un elemento crítico en las actitudes y
la capacidad de la persona para percibir el entorno natural. Existe una gran cantidad de
información sobre el "trastorno por déficit de Naturaleza" (Louv 2005) que sufren las
niñas y los niños que tienen pocas oportunidades de interactuar con la Naturaleza. Las y
los inteños también han notado este fenómeno:
Sí he visto en la familia153 mismo que sí tienen otra manera de pensar o los niños mismos
cuando vienen como unos les gusta y otros [no], así siempre tiene una diferencia. O las
mismas familias dicen 'no vayan a la tierra, no coja eso, no se ensucie, lávese los manos,
no coja' y así. Lo que nosotros, vuelta, cuando los guaguas están empezando a gatear, sí
están comiendo el plátano con todo tierra comiéndose y están más sano. Y se crían mejor.
Porque ahora igual ya en la misma ciudad los niños tienen […], en esos coches que no se
ensucie, que están andando […]. Por eso a veces cuando ellos salen así a caminar no
tienen este equilibrio de estar en altos y bajos. Y no tienen cuidado. Eso también es la
diferencia de criar ellos en el campo que en la ciudad. De tenerles cuidado no así cuando
son pequeños y estén trepándose tan altos, pero poco a poco, pero no tanto como 'no coge
esto, se ensuciará los manos, no come esta fruta que esta le hace…' no, aquí es todo lo
que ven, comen. (Anónima A 19 de noviembre de 2016)
Las ventajas de una crianza en el campo son multifacéticas. La Naturaleza aporta a una
mejor crianza porque “cuando son pequeños están viendo que una flor, que otras cosas,
variedad de colores en el campo mismo. O en el bosque ya, cualquier sonido diferente.
No como en las ciudades, solo bulla de carros, humo, todo eso” (Anónima A 19 de
noviembre de 2016). Algunas personas inteñas creen que la crianza en el campo mejora
una amplia gama de habilidades en las niñas y los niños:
Tienen más aptitud. Para los pequeñitos se crían mejor aquí. Que estar allí les marca, les
adulan, no pueden sentarse al suelo, y después ellos son tan temerosos, ¡me muero!, que
ni un gato puede apegarse que chilla y todo eso. Eso he visto. Yo por eso que, mi Albita,
la primerita, que estaba aquí […] ella viene trayendo al niño, revuelca, rueda. Tiene
153
Algunos parientes viven en ciudades y algunos en el campo.
242
Vivir en el campo, vivir en un entorno natural, no solo se valora para las personas jóvenes,
sino que también es una calidad de vida preferida por y para las personas mayores:
Claro, porque verá, en el campo se concentra en todo lo que hay, ¿no? En la ciudad,
vuelta, está encerrado en un solo trabajo, porque no tiene amplitud en salir. Aquí es más
concentrado en ampliarse el sentido más mejor. Porque para lo futuro es lo más lindo un
descanso para el resto de la vida, más bien dicho. Porque yo he visto que lo que pasa, por
ejemplo, allí [en la ciudad] hay mayorcitos que […] los hijos, en esta zona pongamos, les
llevan a Quito, les llevan y les encierran, […]. Ellos [mayores] de la desesperación como
estar encerrados en una casa. El sentido no tiene su libertad, su tranquilidad. Es
muriéndose de pena. De acá tenía ‘mis gallinas, mi perrito, mi chanchito’, o lo que sea. Y
ellos al tener estas cosas se distrae uno. (Sergio Vetancourt 13 de septiembre de 2016;
énfasis mío)
¿Será que vivir en el campo se aprecia porque así se tiene la posibilidad de experimentar
el ‘sentipensar con la Naturaleza’?
Reflexiones otras
Las y los inteños a veces parecen usar sus sentidos de una manera integral y tener
la capacidad de percibirlos simultáneamente.154 Pero esta idea y otras conclusiones son
erróneas si se interpretarían como una tendencia a “la naturalización de las propiedades
de ver, escuchar y otras modalidades sensoriales, lo que lleva a la creencia errónea de que
las diferencias entre las culturas en las formas en que las personas perciben el mundo que
154
Desde la experiencia personal pasando tiempo acompañando a un/a inteño/a en el bosque o
rodeado de la Naturaleza, siempre me impresiona mucho su talento/habilidad de percibir o sentir a seres-
de-la-Naturaleza.
243
las rodea pueden atribuirse al equilibrio relativo, en cada una, de un cierto sentido o
sentidos sobre los demás” (Ingold 2000, 281; traducción mía). En The Perception of the
Environment, Tim Ingold proporciona un enfoque persuasivo de la teoría implícita en la
percepción del mundo que nos rodea. El núcleo del argumento es que cuando nos
referimos a la variación cultural en la percepción, deberíamos estar hablando de variación
en la habilidad. Ni genética, innata, o culturalmente adquiridas, las habilidades se
incorporan al organismo humano a través de la práctica y el entrenamiento en un entorno
(2000).
De acuerdo con esto, es la vasta experiencia con su entorno natural lo que resulta
en el talento/habilidad de percibir y sentir la Naturaleza. Creo que el ‘sexto sentido’ que
exhiben algunos individuos es realmente debido a la mucha práctica y experiencia,
integral a la forma en que usan sus habilidades de relacionarse y su capacidad de ‘leer’ el
entorno natural.155 Es la habilidad de sentipensar con la Naturaleza. Los sentipensadores
con la Naturaleza son, para mí, los verdaderos ‘naturalistas’. Un(a) ‘naturalista’
sentipiensa desde y con la Naturaleza.
Desde el patrón moderno-capitalista, en los años noventa hubo un largo debate
académico en la revista Conservation Biology sobre si "Los naturalistas se están
muriendo". La premisa del debate fue que estamos ‘perdiendo’ a los grandes naturalistas,
biólogos de campo, y que la ciencia y la conservación están siendo debilitadas debido a
esto:
El declive de la sistemática y la taxonomía, la pérdida del viaje de campo y la fijación
tecnológica de la ecología son síntomas de un problema mayor. Ese problema, ahora
desafortunadamente un cliché para algunos, es nuestra creciente separación de la
naturaleza. Este es un problema para nuestra especie en general, pero debería ser
especialmente preocupante para los biólogos de la conservación. Uno de nuestros roles
más cruciales en la sociedad es como voceros de la naturaleza. (Noss 1996, 1; traducción
mía)
Aunque aplaudo la premisa del movimiento para entender nuestro entorno en el mundo
académico al experimentar la Naturaleza, el problema para mí es que los grandes
naturalistas eran todos hombres mayores, eurodescendientes, blancos y letrados. Noss
anula el valor de los no-científicos y dice: “No podemos dejar el conocimiento de campo
a los mochileros y excursionistas, a los observadores de aves y a los entusiastas de las
Como educadora ambiental, he pasado muchas horas caminando con ‘naturalistas’ de Íntag y
155
con otros guías de todo el país. A menudo observo a los guías y no el sendero para entender sus técnicas de
percibir, mejor dicho, sus maneras de relacionarse con el entorno. Los mejores guías, aquellos que
encuentran plantas y animales de interés, son personas locales que trabajan en su propio espacio. A pesar
de años de práctica, mis habilidades de observación aún me quedan muy cortas, aunque he mejorado.
244
plantas nativas. Son muy pocos y la mayoría no tiene la capacitación científica ni las
habilidades y oportunidades de comunicación y enseñanza que tenemos” (Noss 1996, 3).
Noss no solo pasa por alto la mejor fuente de conocimiento que existe, la gente local que
tiene larga experiencia, comprensión profunda y los sentidos intensificados sobre la
Naturaleza, sino que tampoco aborda el problema de por qué los aficionados y la gente
local no tienen ‘oportunidades’. Desde la publicación de estas palabras, el valor de
aprender de los habitantes locales y ‘nativos’ ha ganado terreno. No obstante, la ciencia
continúa negando el conocimiento local, el conocimiento adquirido por la larga
experiencia en el uso de los sentidos, el sentipensar.
No nos faltan modelos y supercomputadoras fabulosos; lo que nos falta en muchos casos
son buenos datos de campo para conectarlos a los modelos. Además, ¿cómo se puede
confiar en el biólogo que carece de una inversión emocional a largo plazo en lugares
salvajes para que ejerza un juicio sensato al hacer recomendaciones para la conservación?
¿Será él o ella apropiadamente conservador y, ante la incertidumbre, se arriesgará a
equivocarse por proteger demasiado? La empatía por los seres vivos proviene de muchos
años de observación en sus entornos naturales, razón por la cual los biólogos de campo
siempre han estado entre los defensores más firmes de la naturaleza salvaje. Algunos
dirían que este conservadorismo basado en la experiencia es emocional y parcial; yo lo
llamaría prudente y cauteloso. […] Llamo a todos los biólogos: ecólogos, biólogos
evolutivos, botánicos, zoólogos, genetistas de poblaciones, taxónomos, sistematistas y
otros a unirse para resistir la tendencia hacia la biología interior. (Noss 1996, 2; traducción
mía)
historia de la poesía. Pero la poesía de la Naturaleza en Íntag va más allá de solo tratar de
definir o describir la Naturaleza; en Íntag la poesía es un reflejo del sentipensar porque
teje el corazón con la mente.
A continuación, he emprendido un acercamiento a la poesía inteña, en la poesía
que muestra el sentipensar con la Naturaleza/tierra. En el segundo capítulo propongo que
las concepciones de la Naturaleza se relacionan a través de múltiples vínculos con la vida
en un pensamiento holístico. La poesía inteña apoya y demuestra eso también porque en
ella se encuentran múltiples relacionamientos. No pretendo hacer un análisis literario de
la obra poética inteña, sino acercarme a las formas en que ellos expresan las relaciones y
vínculos de la Naturaleza consigo mismo, con el territorio y con la vida, y además
observar si la poesía refleja una lógica otra al patrón hegemónico de la modernidad.
Me baso principalmente en la poesía publicada, por el equipo de la Fundación
Casa Palabra y Pueblo (FCPP), en el Periódico Íntag, “El Primer Periódico Independiente
del Rincón Más Bello y Más Verde del Ecuador” (https://intagnewspaper.org). El equipo
del Periódico Íntag, una publicación elaborada por y para la comunidad de Íntag, lanzó
75 ediciones desde el año 2000 hasta el 2011. Durante estos años el periódico fue
instrumental para generar la unidad y diseminar información sobre la lucha antiminera,
además de ser el primer medio que diseminaba información sobre asuntos locales. En
gran parte eso se logró por ser un periódico realmente local, hecho por y para la poblacion
inteña. Fue notable por haber capacitado a los reporteros locales, muchos de los cuales
tenían solo educación básica y provenían de cinco de las siete parroquias de Íntag, y por
incluir noticias y artículos provenientes de miembros de organizaciones y gobiernos
locales y por moradores de la zona. Una de las consecuencias de tantos colaboradores
locales era, según la fundadora y directora:
[…] Creo que el periódico fue una experiencia, romper esos estereotipos del campesino
que es un bruto, es un animal. También era un medio para que salgan a la luz del día las
injusticias experimentadas en la zona. O sea, cómo los intermediarios trataban, cómo los
mineros trataban a la gente como si fueran brutos, como si pudieran decirles cualquier
cosa. Entonces yo creo que el periódico hacía algo para aumentar la autoestima de la gente
de la zona, ver su nombre, su publicación y también provocaba envidia, risas. (Mary Ellen
Fieweger 27 de marzo de 2018)
247
“La poesía parece ser un género literario preferido entre la gente de la zona”.
Mary Ellen Fieweger
27 de marzo de 2018
156
Los poemas publicados en el Periódico Íntag se encontraban en cada edición en la sección
titulada ‘Nuestros Distinguidos Literatos’.
157 Continuaba reflexionando: “¿Será porque la gente tal vez con la de falta de, por ejemplo, tantos
años, de otros medios de comunicación, de televisión, de radio? Es como Juan García, cuando él comenzó,
yo me acuerdo él me contó cómo compró su primera grabadora, al darse cuenta de que la historia de su
gente estaba en sus narraciones, en sus cuentos, en su poesía, en sus décimas, y él solía irse con su
grabadora, grabando a esos viejos porque había llegado ya la radio, el radiotransistor, los pequeños y todos
los jóvenes ya estaban escuchando la radio, pero tenía que recuperar eso antes de que, antes de que
desaparecieran, antes de que murieran los últimos, los últimos decimeros por ejemplo, sería interesante
saber qué cambios está provocando, por ejemplo, la llegada de internet a la zona de Íntag” (Mary Ellen
Fieweger 27 de marzo de 2018).
248
Nota: Este poema, lo escribí basándome en la problemática del tiempo el cual estamos
atravesando. Es verdad que el dinero es un mal necesario en nuestra vida cotidiana,
pero, como dicen por ahí, el dinero no se come. Quizá algún día nos demos cuenta y no
digamos, como muchos dicen, que la producción de la tierra sólo depende del hombre y
que los demás son cuentos basados en profecías apocalípticas. Tenemos libertad por lo
menos para creer lo que creemos, para opinar a nuestra manera, pero lo que nos viene a
futuro nadie lo sabe. (Periódico Íntag #68, noviembre - diciembre 2010, 37)
249
César dice que “la poesía me gusta porque dice lo que el alma siente […] o sea,
todo nuestro diario vivir es poesía” (citado en Staats 2014, 119). Según la directora y
fundadora del Periódico Íntag, Mary Ellen Fieweger, la poesía de César Pavón “casi
siempre tenía que ver con un aspecto de la Naturaleza o un evento que pasaba en la zona
como la minería, y son poemas de reacción, interpretación, análisis de la actualidad de la
zona…” (Mary Ellen Fieweger 27 de marzo de 2018). El siguiente poema es solo un
ejemplar de esto y muestra cómo se relaciona con múltiples asociaciones de la Naturaleza
vivida en la poesía de César Pavón.
CLAMOR EN LA SEQUÍA
Nota: Este sencillo poema compuesto por estos sencillos versos lo escribí basándome en
la larga sequía que estábamos atravesando. Además, es un poema reflexivo para meditar
que, sin agua, Íntag no tendría el desarrollo esperado, porque el desarrollo empieza con
agua.
(Periódico Íntag #62, noviembre - diciembre 2009, 37)
250
Naturaleza
La poesía publicada en el Periódico Íntag es variada en términos de estilo y
contenido por haber sido escrita por muchos autores. Sin embargo, un tema dominante o
frecuente en la poesía inteña es la Naturaleza: “Es evidente que la Naturaleza se refleja
en los poemas. La Naturaleza es un tema muy común para los poetas de la zona, muy
común, entonces la Naturaleza evidentemente tiene un sitio muy importante en su
cosmovisión” (Mary Ellen Fieweger 27 de marzo de 2018).
A veces un poema se trata de una entidad particular o un ser-de-la-Naturaleza
individual que expresa el aprecio o los sentimientos asociados con ciertos seres-de-la-
Naturaleza, como la orquídea en el siguiente poema:
UNA ORQUIDEA
Una orquídea es hermosa
sí siempre es natural,
un amor es verdadero
si se ama de verdad.
Un amor es delicado
siempre debes de cuidar,
es como orquídea hermosa,
y se puede marchitar.
Flora Flores
(Periódico Íntag #8, febrero/marzo 2002, 20)
Inspirado por el color del entorno natural, el poema “Verde” de César Pavón
muestra los lazos que unen la Naturaleza con múltiples relaciones otras. En la nota que
251
acompaña el poema dice: “Quien ama este color ama la naturaleza y ella lo devuelve
inspiración en todo sentido”.
VERDE
NOTA: Este poema lo escribí en homenaje a mi color preferido, el verde, porque verde
es el entorno que me rodea y quien ama este color ama la naturaleza y ella lo devuelve
inspiración en todo sentido.
(Periódico Íntag #53, junio/julio 2008, 36)
MADRE TIERRA
Orgullo Territorial
El tema de territorio y el orgullo territorial se evidencia en la poesía inteña. En el
segundo capítulo, propongo que la concepción del territorio y la concepción de la
Naturaleza están muy relacionadas y entretejidas. También exploro cómo estas
concepciones inteñas se vinculan en un pensamiento holístico. Estas perspectivas están
evidenciadas en la poesía inteña, pero además es una expresión de sentipensar con la
tierra. Los siguientes tres poemas apoyan esa mirada mientras también destacan el orgullo
territorial inteño.
BELLO ÍNTAG
Wilson Meza
(Periódico Íntag #3, abril/mayo 2001, 10)
SOY INTEÑO
y al acostarme en mi lecho,
dormir, arrullado por un melódico concierto
de saltamontes, grillos y chicharras.
¡Oh! Tierra inteña, ¡Eres un paraíso!
Por eso yo te pido, hermano inteño,
¡No pidas por favor! ... la minería.
Piensa que al contrario estás pidiendo
acabar nuestra zona en tiranía.
Mi bella Íntag,
del ambicioso minero eres su sueño
mancillar tus entradas
y explotar el tesoro que guardas en tu seno
en Junín y Toisán.
Las leyes han fallado hoy, en tu contra,
y dicen que es un hecho el explotarte.
Pensemos que: ¡La unión hace la fuerza!
y muy prestos estarán a respaldarte.
A Ml TIERRA NATAL
Wilson Villalba*
Producción y Prácticas
Por ser una zona agrícola, la poesía inteña trata de temas relacionados con esta
actividad: la producción de la tierra y las prácticas respecto a la Naturaleza. La siembra
es celebrada y conmemorada en el siguiente poema:
ESPERANZAS
Flora Flores
(Periódico Íntag #23, abril 2004, 18)
mucho monte158, es el tema del poema de Flora Flores, “Pacha Mama”, con el siguiente
prólogo:
PACHA MAMA
Flora Flores J.
(Periódico Íntag #7, diciembre 2001-enero 2002, 14)
LA PACHA MAMA
158
Ver cuarto capítulo sobre el uso de la quema en la agricultura e influencias.
257
en cenizas,
en cementerio,
sus ríos transformados en arena.
Todo ser vivo sacrificado sin culpa,
con la muerte más cruel y despiadada.
Llora, ruge,
mirándose en el
infinito opaco por el humo.
Como ha cambiado.
Su rostro siendo tan verde
y hermoso,
con fragancia fresca,
olor a vida,
hoy desolado
de color gris,
su perfume es a muerte.
Hay poemas que cuestionan posiciones, conflictos y/o tensiones de las visiones
que se alejan de un sentipensar con la Naturaleza y la tierra. La expansión de
monocultivos, como el tomate de árbol, en la zona es el tema del siguiente poema, y al
fondo demuestra la crítica de las prácticas de la matriz moderna-capitalista-colonizadora
hegemónica aplicada:
EL TOMATERO
Cultivando su tomate
está siempre el tomatero Todas sus cuentas que debe
pensando en la cosecha no sabe cómo pagar
recuperar su dinero. esta mala cosecha
En trabajo y fungicidas ya no sabe a quién culpar.
invirtió su capital Le echa la culpa al invierno
pero está desconsolado Le echa la culpa al verano
porque todo salió mal. también culpa al fungicida
Ahora el pobre tomatero que tal vez fue caducado.
se lo llevó la fregada Así es la vida
el tomate se ha lanchado del tomatero
que no sirve para nada. cosechas ¡buenas!
Sacó plata en todas partes cosechas ¡cero!
hasta le sacó a don Galo pero el orgullo es:
ahora dice que no es mi culpa ser tomatero.
el tomate salió malo.
258
Consejo del poeta: Se debe buscar otras alternativas en el cultivo y así evitar
enfermedades a futuro causadas por los agroquímicos y las fumigaciones.
(Periódico Íntag #16, junio/julio 2003, 5)
Otros poemas que cuestionan las visiones, los pensamientos y/o las prácticas que
no son sentipensantes, manifiestan posicionamientos políticos y lo hacen de una manera
que destaca relaciones. La relación planta-humana en el próximo poema dedicado a los
madereros es un ejemplo:
Esta plegaria va dedicada a todos los madereros, en especial, a los madereros de la zona
de los Manduriacos.
(Periódico Íntag #46, febrero/marzo 2007, 40)
usos humanos de la madera del árbol, pero son usos personales y situados en el campo.159
El poema demuestra que no es un conflicto para uno cuidar y talar un árbol; el uso humano
personal es una norma aceptada incluso cuando significa terminar la vida del otro ser. Así
mismo, es una forma de relacionarse con el árbol distinta a la hegemonía de ‘conservar’
y la hegemonía de ‘utilizar’ sin importar su entereza.
UN LLAMADO A DESPERTAR
Despierta Íntag, despierta,
Tu enemigo te quiere matar,
De tus entrañas quiere explotar
El tesoro que es nuestra heredad.
159
En el siguiente capítulo exploro perspectivas como la de que está bien talar a fin de hacer algo
para uno mismo, pero no es bueno talar para vender la madera.
260
Y dispuestos a no contaminar,
Nuestro Patrimonio Natural.
Recuerda: Es de todos la responsabilidad.
Richard Guevara
(Periódico Íntag #3, abril/mayo 2001, 10)
Es un ‘llamado a despertar’ para Íntag como Madre Tierra en las dos primeras
estrofas, para los compañeros en la tercera y en la última estrofa se dirige el poeta a todos.
CAMPESINOS
No se asusten, campesinos,
Nada les va a pasar
Si en estas tierras
Nadie les puede robar.
La lucha ha comenzado
No hay nada que dudar
Triunfaremos con esmero
Convirtiéndonos en
Héroes primero.
Mineros amedrentados
Ya no saben que hablar
Los daños que han causado
No saben a quién culpar.
Asesino se le dice
Al que hace abortar
Y al que destruye la selva,
¿Cómo se puede llamar?
Flora Flores, en una adaptación de la famosa canción de Violeta Parra, ha hecho una
interesante integración de versos propios con los originales. Así Flora se apropia de unos
versos, pero dándolos un lugar-sentido inteño claro; es tejer los versos en su interior. Las
estrofas repetidas son “por eso yo digo, no a la minería, pero sí a mi canto.” Aparte de las
menciones de sus sentidos y a un niño, todas las estrofas se centran en el encanto de la
Naturaleza y sus seres-de-la-tierra, proponiendo así que la principal razón de oponerse a
la minería es la Naturaleza. Mientras lo social forma gran parte de la lucha en contra de
la minería para muchas personas o el valor de la Naturaleza por lo que provee al ser
humano, Flora tiene una sola referencia a lo que provee, “pulmón sano”.
262
EL AUTO CRIMEN
Nota: Este poema lo escribí basándome en lo que estamos viviendo, es decir, que
nuestra Madre Naturaleza, nos devuelve y nos seguirá devolviendo todo el mal que la
hemos causado. Por otra parte, las dos estrofas que acolitan el poema son versiones del
cancionero popular. También, con este poema, rindo mi homenaje al Día Mundial de la
Tierra, que se celebra el 22 de abril.
He incluido este poema por tener versos cantados incorporados. Así es importante
enfatizar que las expresiones de las relaciones con la Naturaleza no se limitan a la poesía
en términos formales, también se trata de canciones e historias y de toda la palabra
hablada, cantada, dramatizada y bailada (en la siguiente sección analizo los cantos en
manifestaciones). Además, los versos son impactantes: “me vas matando y te vas matando
a ti, día a día”. Y el auto crimen es un suicidio porque los dos, el ser-humano y la Madre
Naturaleza, son realmente uno. Están estrechamente relacionados. Son dependientes, pero
por el ‘orgullo y poderío’ del humano, él la explota por dinero, tecnología, ciencia, etc.
El poema muestra sentipensar con la Naturaleza en una relacionalidad; la Madre
Naturaleza tiene un alma, un cuerpo con entrañas, emociones, comunicaciones,
pensamientos propios y actúa por voluntad propia.
A través de la poesía se puede conectar con la gente y comunicar un mensaje que,
para algunos, puede haberse perdido en otros medios. Las y los poetas inteños son
visionarios que toman lo sociopolítico y socioambiental personalmente. La capacidad de
tomar una visión y expresarla en un poema debe ser un proceso largo. Es un proceso
sentipensante porque hay que percibir (o sea, sentipensar) una visión y digerirla, pensarla,
sentirla y tratarla con entrega, pasión e integridad, para luego expresarla con palabras. El
sentipensar es lo que motiva a escribir poesía y desde esta base sentipensante, disfrutar el
proceso.
Estos poemas inteños me hacen recordar el vínculo entre la epistemología y la
poesía en el sentido de que muchos de los poemas gravitan hacia grandes concepciones-
temáticas sentipensadas; son expresiones que dan sentido a la experiencia inteña, la
relación con la Naturaleza y la coexistencia/inter-existencia humano-Naturaleza.
264
Íntag no se agacha
Con la frente en alto marcha
Y ante la contaminación
No se rinde fácil, no.
La adversidad se agranda y aunque la
minera es gris.
Sabe que lleva el coraje en su alma
Así, sí, sí, sí.
El estado y las mineras
nos engañan y saquean
El estado y las minas
nos engañan y saquean
La población: resistencia a la concesión
La población: resistencia a la concesión
Entra la minera
Toca, saca, saca, y mata
Nos oponemos a esta venta ingrata.
Los cantos también son poemas interactivos, por ejemplo, dos partes coreadas por
distintos grupos. Muchas veces es una sola persona motivada, líder u organizador quien
toma el ‘A’ y los demás corean el ‘B’. Tiene un rango de complejidad en forma y en
sentido. Unos son muy simples y cortos, como los dos a continuación, y generalmente
por eso tienen mucha colaboración y más volumen de gritos unidos que los cantos más
complejos.
265
Sin embargo, hay una belleza y fuerza especial en los cantos más complejos coreados en
dos partes. Me parece que el manifestante suele corear maquinalmente los cantos cortos,
mientras que un canto de múltiples versos produce un corear consciente y mayor entrega
a la manifestación y al mensaje.
La exploración ya es destrucción
La explotación es muerte del cantón.
A: No a la megaminería B: No a la megaminería
A: No a la megaminería B: No a la megaminería
A: ¿Por qué? B: Por qué nos mata y contamina
Los cantos suelen ser narraciones importantes de los valores y las demandas de
una comunidad que captan el espíritu y el contenido de la resistencia o de la insurgencia
y habla poderosamente en el momento. El acto de corear gritando en grupo es un acto de
solidaridad que fortalece las resistencias y las insurgencias. El canto funciona de manera
importante como un medio para unir una voz colectiva para una sola causa. En las
protestas, un canto es una forma, a menudo tensa, de enviar en voz alta un mensaje sobre
un problema específico o amplio, pero siempre complejo. Su propósito es galvanizar todas
las diferentes voces y perspectivas sobre un tema en una sola frase o canción que todos
266
El escritor uruguayo Eduardo Galeano plantea que el lenguaje que dice la verdad
es el lenguaje sentipensante, es el que es capaz de pensar sintiendo y sentir pensando. La
verdad inteña, la relacionalidad y el sentipensar desde y con la Naturaleza inteña, y la
tierra, es evidenciada en la poesía inteña. Las y los poetas inteños expresan en la poesía
las relaciones y vínculos entre la Naturaleza y consigo mismo, con el territorio y con la
vida.
La poesía está ubicada en cuatro agrupaciones: Naturaleza; Orgullo Territorial;
Producción y Prácticas; Luchas, Resistencias e Insurgencias. Averigüé adicionalmente
sobre el último tema desde la expresión poética de los cantos/gritos/cánticos en
manifestaciones del movimiento socioambiental inteño y lucha antiminera. Esas poesías
cuestionan la lógica del patrón hegemónico de la modernidad, evidencian concepciones
distintas a este patrón y expresan resistencias e insurgencias. Son sentipensantes. Son esos
elementos que se aproximarían a ‘decolonializar’ la lógica hacia la vida y la Naturaleza.
La decolonización de la poética y la estética es el camino o un camino para liberar la
aesthesis atrapada por la filosofía. Arte y aesthesis decolonial se complementan, a la vez
que la liberación de la aesthesis sobrepasa el ámbito del arte y la estética (moderna,
posmoderna o decolonial) y abarca toda la esfera de los sentidos (lxs poetas intuyeron
esta dimensión al hacer de la sinestesia una figura retórica de la poesía). (Mignolo y
Vázquez 2017, 497)
160
Citado con frecuencia como ejemplo exitoso, sin embargo, recién con las nuevas concesiones
y el aumento de la actividad minera en Llurimagua, este éxito aún está por verse.
267
Yo creo que, de hecho, tenemos una comunidad pequeña, yo no sé cuántos poetas existen
en una comunidad normal, peor que una campesina, un campesino, toma el tiempo, se
sienta para tomar el tiempo, o sea, a que estos estereotipos del campesino bruto, del
campesino iletrado, del campesino no curioso del mundo, no educado, no pensador, o sea.
Que aquí tenemos en esta pequeña zona, que yo sepa, por lo menos cuarto personas, para
quienes la poesía es parte de su vida, es parte esencial de su vida. (Mary Ellen Fieweger
27 de marzo de 2018)
Que la poesía es una parte esencial de la vida de esos poetas es extraordinaria y también
demuestra que crear poesía como medio de comunicación no depende de clase o
educación y no tiene fronteras. La poesía presentada aquí muestra el sentido, el valor y la
idea de la Naturaleza con la palabra, y por eso, es un producto de una nueva forma de
concebir, interpretar y expresar la Naturaleza debido a la relación que las y los poetas
inteños tienen con la Naturaleza.
Sentipensar con la Naturaleza para algunas personas puede ser una meta de
transformación en la vida; yo soy una de esas personas. Yo trato de relacionarme con la
Naturaleza de maneras nuevas para mí, y paso tiempo contemplando, observando e
interactuando en el bosque a propósito de esto. Pongo atención a un ser-de-la-Naturaleza,
como un ave o una planta, por buenos ratos intentando ver el mundo desde sus
perspectivas y así abandonar el antropocentrismo. Es un proceso de desaprender para
poder reaprender. Además, creo que eso implica una responsabilidad propia porque
269
empieza por uno mismo, por lo nuestro, por lo cercano, por los afines. Es el sentirse
haciendo, el ser protagonista para hacer y construir solidaridades. Sentirme haciendo y
sentirme aprendiendo con la Naturaleza y conmigo mismo, aceptando mis propias
carencias y riéndome de mis propios prejuicios.
Finalmente, cabe resaltar que, entre las cuestiones pertinentes y entre otras
preguntas pendientes, está si el sentipensar con la Naturaleza podría ser aplicado e idóneo
en ambientes urbanos sin ser apropiado o deformada por el patrón moderno y sus
dualismos.
En esta misma línea, proporciono a continuación, el texto de Arturo Escobar que
responde a la pregunta: ¿Qué esperanzas hay para el mundo moderno y urbano?
Para nosotros, los urbano-modernos que vivimos en los espacios más marcados por el
modelo liberal de vida (la ontología del individuo, la propiedad privada, la racionalidad
instrumental, y el mercado), la relacionalidad constituye un gran desafío, dado que se
requiere un profundo trabajo interior -personal y colectivo- para desaprender la
civilización de la desconexión, del economismo, la ciencia y el individuo. Quizás implica
abandonar la idea individual que tenemos de práctica política radical. ¿Cómo tomamos
en serio la inspiración de la relacionalidad? ¿Cómo re-aprendemos a inter-existir con
todos los humanos y no humanos? ¿Debemos recuperar cierta intimidad con la Tierra
para re-aprender el arte de sentipensar con ella? ¿Cómo hacerlo en contextos urbanos y
descomunalizados? (Escobar 2017, 71-72)
270
271
Capítulo sexto
Tensiones en torno a las concepciones y el ‘cuidado’ de la Naturaleza
Sería cosa de que los políticos vivieran en el campo, como los antiguos romanos;
aprenderían en el arte de escuchar y callar, doble ciencia que el estrépito capitalino
hace que olvidemos, y de la que uno se imbuye maquinalmente al observar
el paso lento, cadencioso, uniforme y callado de la naturaleza.
relacionadas con el encuentro entre personas y grupos con distintas nociones del ‘cuidado
de la Naturaleza’ en Íntag. Otra arista es la tensión entre el ser-humano y la Naturaleza o
unos seres-de-la-Naturaleza. Sin embargo, hay que reconocer que las tensiones se ubican
también entre todos los seres-de-la-Naturaleza (sin que conste el ser-humano).
Íntag es una zona reconocida en varios círculos ambientalistas por su resistencia
socioambiental y algunas personas la consideran un ejemplo de una lucha exitosa. Aunque
esta lucha se compone de múltiples entes y puede ser vista desde varias perspectivas, tales
luchas provocan tensiones. Este estudio prioriza aquellas tensiones distintas a las
provocadas por la actividad minera, para ofrecer otras perspectivas que complementen e
iluminen la riqueza de representaciones sobre varias problemáticas en la zona, según las
narraciones inteñas citadas.
Otra lista fue elaborada por el gobierno local del cantón Cotacachi en su
documento titulado ‘Actualización Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial’, donde
presenta las principales amenazas o peligros dentro de los ecosistemas y territorios y
relativo a la biodiversidad del cantón. Las amenazas naturales, como deslizamientos e
inundaciones, no las he incluido en la lista, sino solo las amenazas antrópicas: explotación
irracional del bosque, avance de la frontera agropecuaria y cambio de uso del suelo,
ganadería, invasión de tierras, explotación minera, cacería, mal manejo de las lagunas y
cambio climático (Municipio de Cotacachi 2016, 82-89). Con la excepción del mal
manejo de las lagunas, todas son problemáticas ambientales que se encuentran en la zona
de Íntag.
Como queda ilustrado en las dos listas presentadas, hay múltiples problemas
socio-ambientales en Íntag, las mismas que se distinguen según el posicionamiento de la
fuente. Las listas muestran que el tema de explotación minera 161, aunque es un problema
significativo (véase capitulo dos) y muchos insisten en que la minería en Íntag sea el eje
central, es solo un tema en un amplio rango de problemas ambientales en la zona. En la
siguiente sección, destaco narraciones con otras perspectivas distintas a la minera y al
tema agrícola, ya analizadas en capítulos anteriores. Por eso, a continuación, resalto una
otra problemática primordial en Íntag: la deforestación.
Deforestación en Íntag
Desde el inicio de la colonización de Íntag, aproximadamente dos tercios de los
bosques originales se han perdido por la deforestación (Mecham et al. 2010, 5). Aunque
inicialmente la causa principal de la deforestación se atribuyó a la expansión de la
agricultura y la ganadería como parte del proceso de colonización de la zona, la
deforestación más reciente se debe a varios factores adicionales. Por ejemplo, la minería
causa mucha deforestación y es una amenaza creciente en toda la zona por las nuevas
concesiones. Al mismo tiempo, la construcción de infraestructura nueva, como carreteras,
y la instalación de grandes proyectos, como hidroeléctricas, no solo destruyen, sino que
abren acceso para el tráfico ilegal de animales, de madera y tierras, y la llegada de nuevos
colonos. La tala comercial de madera y la red de traficantes de este recurso causan mucha
deforestación, especialmente en ciertos sectores como Manduriacos: “La extracción
maderera se ha presentado desde hace medio siglo atrás, situación que ha motivado el
161
La omisión del tema en la primera lista no importa se debe a que los autores lo tratan en el texto
de Mecham et al. 2010.
275
Fuente y elaboración: con permiso del autor Mika Peck, Universidad de Sussex, imagen
obtenida de Larrea Maldonado et al. 2012 (13).
Las partes deforestadas (rojas) en estos ocho años son indicativas de la tasa de
deforestación anual de 1,04% en el cantón Cotacachi. El mismo autor Mika Peck, con
otros autores, en un análisis Landsat entre 2001 y 2006, citan una tasa de deforestación
anual observada de 1,92% para el cantón Cotacachi (Mecham et al. 2010, 4). A pesar de
la variación, ambas son tasas altas y son consideradas un problema, particularmente para
Íntag. Mirando la parte correspondiente a Íntag (el 70% del lado occidental del mapa) se
nota la mayor deforestación en algunos sectores, como Manduriacos.
276
El siguiente grafico detalla los cambios del uso y cobertura de suelo/tierra entre
2002-2015 en cantón Cotacachi; aunque incluye las áreas andinas fuera de Íntag, los datos
reflejan procesos de transición del uso de suelo en Íntag.
Gráfico 2:
Análisis comparativo uso y cobertura del suelo 2002-2015 en el cantón Cotacachi
El análisis de la cobertura y uso del suelo permite identificar que existe el incremento del
16,26% de cobertura de conservación y protección al 2015, mientras que del 2002 al
2010 [sic, ‘2015’] la cobertura de protección y producción se reduce en 22,03%, debido
a que se presenta un cambio de uso del suelo y la incorporación de los bosques protectores
existente en el uso conservación y protección; así mismo se presenta para el uso agrícola
un decremento del 10,82% y uso pecuario 2,07% se disminuye del 2002 al 2015
incorporando parte de este suelo a la protección y conservación, por otra parte se nota el
cambio de tipos de cultivos del 2002 al 2015 debido a que son cultivos intensivos y no
extensivos por lo que se identifica menor cobertura de cultivos y uso pecuario. (Municipio
de Cotacachi 2016, 40; cursiva mía)
162
DECOIN ha creado más de 41 reservas comunitarias, número impresionante. Ver:
https://www.decoin.org/accomplishments/.
163
Tema tratado también en el segundo capítulo y en el quinto capítulo.
278
también? Porque es muy, muy bonito. […] Los turistas vienen por la Naturaleza. Si esta
se destruye, ¿quién vendría por aquí? (Tarquino Moreno 10 de agosto de 2016)
164
La práctica de usar dinamita para pescar.
165
“Dios, dice, que puso todo, desde las aves, animales para que se mantenga el hombre, la persona,
lo que hay en la tierra es para la sustentación de la humanidad. Para el hombre” (Miguel Alvarado 5 de
diciembre de 2015).
280
[…] Sí, se puede evitar [una tensión], por decir. Si yo tengo unas diez hectáreas de terreno
y está de todo bosque, bueno, puedo decir estas dos hectáreas o tres hectáreas que es para
el consumo de la casa, esas voy a tumbar y el resto que me queden de protección. Entonces
yo lo he visto de esta manera: que no debe haber la tala de todo el bosque indiscriminada,
mejor racionando un poquito y mirando lo que se puede trabajar y lo que se puede tener
como reserva. (Isabel Anangonó 6 de diciembre de 2016)
166
Vive en Santa Rosa cerca de un Bosque Protector, un área atípica por ser una donde incrementó
un poco la cobertura del monte, resultando en menos campos agro-pastorales.
281
ejemplo, botando la basura […]. Yo creo que la basura lo que es orgánica, botando en los
huertos, y lo que es plástico y todo eso, enterrando [o] mandándolo al recolector de
basura. Y también que no tumbe los árboles de gana, tampoco queme y eso” (18 de
diciembre de 2016).
Las perspectivas, saberes y prácticas en las narraciones presentadas hasta aquí son
unos ejemplos de la riqueza y variedad encontradas en las expresiones, las cuales podrían
haber sido entretejidas de numerosas maneras. Pero antes de ofrecer más narraciones a
continuación, en base de los ejemplos anteriores, me parece útil señalar algunas
concepciones con importantes implicaciones. Primero, ‘cuidar la Naturaleza’ consta de
prácticas, siendo la aplicación o el uso real de una idea, creencia o método, y de saberes,
incluyendo cogniciones, cuestiones/nociones, conciencias y sentipensamientos,
dependiendo de cómo se relacionan las prácticas con la vida. Así, en la concepción de
‘cuidar la Naturaleza’ las prácticas están entretejidas con los saberes, lo cual
frecuentemente aparece en los juicios, opiniones y recomendaciones sobre ‘la mejor
manera’ de cuidarla, articulando ambos: los ‘no-haceres’ y los ‘sí-haceres’.
Segundo, en el cuidado del entorno Naturaleza, el ser-humano forma parte del
cuadro general. Es donde la ‘extracción’ de seres-de-la-Naturaleza y ‘apropiación’ de
áreas para usos humanos son prácticas plasmadas (derecho asumido, aceptado e integral)
en la noción de cuidar la Naturaleza, siempre que estas prácticas sean sensatas y
moderadas en la medida de sus efectos. En esta concepción característica, los seres
humanos inteños cuidan a la Naturaleza mientras también la utilizan, es clave para la
comprensión de su matriz y saberes/prácticas del ambientalismo.
167
Aquí mi uso de la palabra ‘tensiones’ significa las tensiones basadas en, resultantes de y/o
relacionadas con el encuentro entre personas y grupos con distintas nociones del ‘cuidado de la Naturaleza’.
283
por ejemplo, ¿cuántas especies se mueren o se queman? […] Eran mitos de la gente
antigua. Por ejemplo, decían que ‘hay que quemar porque eso atrae la lluvia' o algo
así. (Tarquino Moreno 10 de agosto de 2016; énfasis mío)
Pero eso no es todo, Miguel Alvarado recuerda también que, en ese tiempo, había
conflictos basados en problemas de tenencia y posesión de tierras, los mismos que eran
más habituales que hoy en día, aunque no descarta que aún podrían perdurar algunas
tensiones. De hecho, él mismo tuvo que enfrentar una de estas situaciones, según relata a
continuación y que forma parte de la historia de lo que le pasó cuando alguien trató de
quitarle su finca:
Yo me vine para acá con otro amigo que me trajo a conocer eso, entonces aquí en esta
finca no había nadie, ni un solo machetazo, ni pica, nada, nada, nada. Entonces yo me
posesioné esto, me cogí esto. Pasó, creo, unos dos años y asomó otro que se creía, que me
quiso quitar. […] Pero solamente a la brava me quería mandar sacando. Pero no con la
ley. Yo le aplicaba con la ley, allí no obedecían, no hacían caso, nada. Entonces ya de
verme perdido, molestaba, molestaba, y venían con carabina a mandarme sacando. […]
Resulta que para que se acabe ese problema resolví matarles a ellos los que pueda con mi
carabina, y el último cartucho ponerme yo para no irme preso. Eso fue lo último, entonces
al ver que la cosa era seria se huyeron, se corrieron […] Hasta la presente, no he tenido
más problemas. Era durísimo, durísimo, sí. (Miguel Alvarado 5 de diciembre de 2015)
que se mueran las hierbas, y eso ya estos químicos, fungicidas ya están matando las
hierbas, los bichos, porque es para ellos ahora es más fácil fumigar, así más rápido se seca
la hierba y siguen sembrando. Como más antes, todo con el azadón o con un machete da
más duro, y ahora ya le ven todo lo fácil […] Creo que ahora ya no muy poco tal vez
cambiara, pero si ven lo malo que es, lo que están haciendo, pero no sería tanto que
cambien, porque le ven lo más fácil, lo más que pueden venden. Porque ahora, por
ejemplo, las plantas, las verduras esas que son sembradas orgánicamente son más caras.
Entonces hasta eso ya las personas dicen: ‘¿Cómo voy a comprar esas, estas caras? Mejor
compro algo más barato.' Pero lo barato, lo que es barato siembran en cantidad y con
menos trabajo solamente en base de químicos. (Anónima A 19 de noviembre de 2016;
énfasis mío)
Cuando vine [a Íntag hace 60+ años] al comienzo la Naturaleza era qué hermosa, había
monte, había todo poblado de plantas, la selva; pero lamentablemente, la tala de árboles
es, es lo peor que puede existir. Vinieron los motoserristas y por ganarse el dinero fácil
tumban los árboles primarios, y nuestra Naturaleza golpeándose cada día más y más. Sólo
un lado, el otro lado la minería. (Iralda Cousín 2 de octubre de 2015)
Pero también es referido por Francisco Ramírez, pues como bien señala, “cada día de una
manera, de otra manera, en diferentes lugares dentro de la zona, talan árboles, árboles que
tienen años de años” (28 de marzo de 2017). Esta crítica expresada por Francisco, un
migrante relativamente nuevo a Íntag, se explica por los distintos intereses de la
población, según el inteño Remigio Vetancourt; para él:
[En las actitudes de compañeros hacia el bosque] sí hay bastantes diferencias. Porque
mucha gente que tiene otros intereses, sean, pueden ser políticos, los personales. Que,
por ejemplo, no les interesa mucho. Dicen 'al talar un bosque no pasa nada', pero no
vamos a lo que, a las consecuencias que pueden pasar después. Sino que simplemente
piensan en que talando un bosque tal vez van a sacar madera y de allí tener recursos.
Pero no piensan en que puede ser peligroso para el futuro si no se hace una buena tala
del bosque. (Remigio Vetancourt 9 de abril de 2016; énfasis mío)
Ahora bien, es importante hacer notar que la práctica de reforestar para cuidar la
Naturaleza es distinta a la práctica de simplemente ‘no-vender’ para tener en el futuro,
como insiste Miguel en su siguiente testimonio:
Eso sí, corté para construir mi propia casa porque si no, ¿cómo? Entonces eso sí no
discuto, porque sí saqué bastante maderita. No [para vender], nunca. Eso tengo la dicha
de decir, yo nunca me comí pan vendiendo madera. Y me he mantenido solo cultivando
yuca, plátano, maíz, fréjol, lechuga, todo, hasta papa china. De eso me he mantenido, pero
no vendiendo madera. Los vecinos me han dicho que les venda, que les venda madera,
pero yo nunca les he vendido. Les digo no. A mí no me llama la atención vender madera.
287
Porque para después, bueno, porque si menos pensado me moriré, allí queda la madera,
pero queda para mis hijos, mis dos varones que necesitan, darle a cada cual. […] Pues
algunas personas de por aquicito ya no tienen nada, ni para sacar postes para los potreros,
no hay. Lo que yo sí tengo, yo sí tengo para el futuro, sí. Sí para el día de mañana no estar
buscando que dónde corto palo. Haber tenido cuánto y destruido para después estar sin
nada, ya no vale. (Miguel Alvarado 5 de diciembre de 2015)
Así queda claro que la tala y venta de madera han sido una fuente de tensión entre
las diferentes visiones y distintos propósitos de las y los inteños. Asimismo, las numerosas
cuestiones de la deforestación y reforestación entran en conflicto con los conceptos de
cuidar la Naturaleza.
Otras tensiones entre la gente inteña se relacionan con la tierra, el individualismo
y el ‘que-me-importistismo’. Primero, hablando del cooperativismo y el individualismo,
por ejemplo, según Yolanda Álvarez, en Cuellaje el cooperativismo en trabajos de campo
es muy difícil y las asociaciones fracasan por el individualismo; sin embargo, en las
mingas el trabajo colectivo funciona bien:
No es muy fácil aquí trabajar en cooperativismo así para hacer trabajo, trabajos del campo,
no. Una asociación agrícola fracasa, una asociación ganadera no dura. Es muy
difícil. Entonces dice no, no, yo solo, yo solo, yo solo. O sea, como que la gente es
individualista, pero yo digo eso será porque la tierra existe. Entonces hay una tierra,
tienen todo, tienen todo. Entonces les permite hacer ese individualismo. […] ¿Cuándo
demuestran la unión? Cuando hay algo que nos afecta a todos. Hablemos, ¿no teníamos
luz?, entonces vamos […] extendiendo todos los postes, las redes y todo. Todo el mundo
salía. Todo el mundo hacía bien. El sistema de alcantarillado es hecho de nosotros, mingas
de todos mismo. Entonces cosas necesarias, allí sí lo sale. (Yolanda Álvarez 28 de marzo
de 2017; énfasis mío)
Según Yolanda, una razón de la conducta individualista, o en sus palabras, de: ‘hacer ese
individualismo’, es porque ‘hay todo en la tierra’ es una razón de la conducta
individualista, o sea, ‘hacer ese individualismo’. Es un planteamiento compartido por
Isabel Anangonó, ya que, como ella explica en seguida, a algunos que tienen tierra, no les
importa los demás, por lo que para esos ‘que-me-importistas’ habría que hacer
capacitaciones, lo que no es fácil. Así lo expone:
Hay gentes que son que-me-importistas. No les importa si alguien les dice: ‘Vea, señor,
no queme al menos donde están las fuentes de agua’. Dice: ‘Es mi terreno, nadie tiene
que ver’. Son que-me-importistas porque no les importa el resto de personas. Me parece
que hay que hacer capacitaciones […], toca estar con la gente allí, allí, aunque le van a
insultar, le van a hablar, porque son gente que es un poquito cerrada, ¿no? Pero allí toca
estar. En educación, concienciando a la gente, que está mal o lo que están haciendo y que
tengan un poquito más de precaución, […] No hacerle daño a la Naturaleza, no hacerle
mucho daño. […] Bueno, a veces, cuando la gente ya se pone consciente creo que ya ven
y dicen: En verdad, lo que la compañera o el compañero dice hay que aceptar, porque, en
verdad, estamos haciendo los humanos nosotros mismos haciendo mal al resto. Pero hay
personas de que todavía como que no les entran un poquito la razón [sobre] las cosas que
al futuro al menos pueden pasarnos, porque a veces no se le ve las cosas a la distancia, al
288
Por su parte, las tensiones entre las y los inteños debido a posturas, prácticas y
saberes distintos, se deben, según Remigio, al manejo de terrenos de trabajo, como expone
a continuación. Con estos conocimientos sobre un buen manejo incluso resulta en un
mayor empeño con respecto al cuidado de la Naturaleza en la zona de Íntag:
Lo que se debería hacer es hacer un buen manejo sobre los trabajos. Tener ciertas parcelas
donde solamente se va a cultivar y no talar lo demás de bosque donde no son terrenos
muy útiles. Y no solamente, creo que se debería hacer una concienciación a la gente que
solo se trabaje los sectores buenos para hacer agricultura, y con eso tenemos nuestro
propio recurso de agricultura y también conservamos ciertos sectores para que nos ayude
a sostenernos la Naturaleza igual. (Remigio Vetancourt 9 de abril de 2016)
Desgraciadamente, este importante aspecto anotado por Marcia, constituye también otra
fuente de tensión entre gente inteña. Así pues, en las tres últimas narraciones y unas de
las anteriores se encuentra un hilo conductor para concluir que es en la construcción de
conocimientos distintos donde se arraigan sus posicionamientos, en vista de las tensiones
generadas por el cuidado de la Naturaleza. Igual, como indican las narraciones citadas en
esta sección, las personas entrevistadas han llegado a comprender la importancia de cuidar
la Naturaleza y los cambios en sus prácticas agrícolas (minimizar la tala, no utilizar agro-
insumos tóxicos) reflejan este hecho. Sin embargo, existen tensiones porque esta posición
no ha sido compartida por todos sus vecinos hasta el momento.
hablan de las tensiones y/o retos de ‘cuidar la Naturaleza’, citan entidades/actores internos
y externos.
Últimamente los seres humanos estamos acabando con la Naturaleza […]. La minería
misma es un gran daño para la Naturaleza. [Aquí en Apuela] los desechos, la basura,
no clasifican, se bota por donde sea. Debemos clasificar la basura. […] También creo
que debemos hacer proyectos más factibles que den trabajo y […] estar en tratar de evitar
la minería. Pero es un poco difícil hacer eso también. (Gabriela Minda 6 de octubre de
2015; énfasis mío)
En la cita anterior se cuestiona al Estado nacional y a otros países en términos del patrón
y las políticas que limitan la búsqueda de posibles alternativas. Una crítica que se entreteje
con el cuestionamiento, hecho en breve por José Rivera, respecto de la desigualdad injusta
entre la contribución realizada por parte de las personas del campo frente a la de las
grandes entidades externas, así como respecto a su responsabilidad en la contaminación
de la Naturaleza:
Bueno, creo que de a poco la gente que está en el campo trata […] en lo mínimo de afectar
al bosque, a la Naturaleza. Pero creo que con lo poco que podamos hacer nosotros en el
campo no es suficiente cuando los grandes contaminadores están en otros lados
presionando, por ejemplo, las grandes transnacionales, el mismo gobierno que saca el
petróleo, que explota las minas. Por ejemplo, en estas grandes fábricas para hacer todo
tipo de cosas que sirven para la humanidad están siempre quemando, quemando,
quemando, quemando combustibles, botando humo. Entonces creo que, si nos ponemos
a hacer un balance […] de quiénes contaminan más, creo que son las grandes empresas,
290
las ciudades. Porque eso de acumular […] millones y millones de personas en un sitio y
después tener que hacer alcantarillas para botar sus desechos, van al río. Creo que si se
eliminara todas las ciudades estaríamos haciendo un [risa/carcajadas] gran avance en
cuestión de no contaminar. (José Rivera 7 de diciembre de 2015; énfasis mío)
Según Roberto Castro, cuidar la Naturaleza es ‘difícil’, pero para ‘irse’ del
problema hay que dejar a un lado la modernización y la tecnología. Éstas son sus palabras:
Yo también he puesto de reflexión y he dicho ‘chuta, es difícil’, pero la mejor [manera]
de conservar la Naturaleza es vivir el día a día sin pensar en comodidades, sin entrar
mucho la tecnología, y viviéndola, algo natural mismo. Sin darnos como sea mucha
comodidad o lujo de estar actualizados con la tecnología misma. Si dejáramos al lado esa
modernización, esa tecnología que cada día va creciendo, es irse del problema. La
tecnología es la que día a día va destruyendo más y más el planeta, la misma Naturaleza.
Porque estamos siempre tratando de mejorar y mejorar con cosas que no son factibles al
medio, a veces destruyendo mismo la Naturaleza. Por ejemplo, eso es lo que trae una
mina, ¿no?, explotar para hacer más cosas para que la gente pueda vivir con más
comodidad o facilísimo, metidos en, con otro tipo de basura. (Roberto Castro 8 de
diciembre de 2015; énfasis mío)
Entidades externas han estado presentes en la zona desde hace muchos años,
implementando proyectos o haciendo investigaciones. Hay que preguntar si surgen
nuevas tensiones en el encuentro de estos académicos, ONG, etc. con la población, es
291
Y, la segunda, relacionada con la idea de contar con alguien que ayude a incentivar
y decir lo que están haciendo mal, según reflexiona Carmen Panamá:
distancias existentes entre una lógica distinta, decolonial y/o relacional, con la de uso-
abuso, descuido o destrucción de la Naturaleza, más propia de la lógica moderna-colonial.
Las y los inteños hablan mucho de “cuidar”, pero no distinguen entre cuidar, conservar y
proteger, sino que esos son términos intercambiables. No es un ‘cuidado’ según matrices
occidentales ambientalistas o conservacionistas, porque no excluye el aprovechamiento
humano de usar o sacar los ‘recursos’ de la Naturaleza. Al contrario, es un ‘cuidado’
inteño que responde, fundamentalmente, por y con el uso apropiado y moderado de la
Naturaleza por el ser-humano, si bien, implica una reciprocidad.
Cabe reiterar que las tensiones entre actores son derivadas de lógicas diferentes,
de diferentes concepciones del valor de la Naturaleza e, incluso, formas diferentes del
ser-saber-hacer el cuidado de la Naturaleza según el grado de transformación natural que
comprenda su cuidado y no obstante el objetivo/fin de cuidarla. Son tensiones cambiantes
y fluidas, pues, dependen del contexto y las dinámicas de las relaciones. Las tensiones
motivan un (re)pensar o aprendizajes diferentes respecto a la Naturaleza y su cuidado.
Las tensiones son importantes fuentes de transformación y/o transición en la zona; son
parte de la construcción de conocimientos otros y de la construcción de nuevos saberes y
prácticas.
A continuación, exploro dos casos que ponen en contextos específicos las
dinámicas de tensiones y desasosiegos por múltiples actores con distintas posturas,
ilustrando la complejidad inherente al entretejido de relaciones vividas y situadas.
de cera en Íntag, cuyos actores incluyen a las y los inteños, los ambientalistas, la Iglesia
católica, el Ministerio del Ambiente, la policía y otros.
La tradición cristiana de llevar hojas de palma a la iglesia para ser bendecidas es
una práctica que se celebra el Domingo de Ramos al inicio de la Semana Santa. La palma
en cuestión en Ecuador es la palma de cera y antes de cada Semana Santa se activa un
dinámico mercado de esas hojas. En Ecuador la palma es escasa y la ley prohíbe la
cosecha, transporte y venta de hojas de la palma de cera (EC Ministerio del Ambiente
2017, art. 138). La palma es el hábitat de algunas aves en peligro de extinción, y por tal
razón, ambientalistas y otras entidades promueven su ‘conservación’ y están en contra de
ese uso de la palma de cera. Otros actores, como la Iglesia, también tienen sus
posicionamientos y roles. No obstante, las perspectivas, prácticas y enseñanzas de las y
los inteños (feligreses o no) son primordiales en este análisis, siendo actores centrales en
tensión con otros actores. Así es que la polémica de la palma de cera está configurada por
varias entidades y actores con sus respectivas influencias y poder.
168
Cuatro especies de loros endémicos usan estas palmas: el loro orejiamarillo (Ognorhynchus
icterotis), en ‘Peligro Crítico’ de extinción; el perico cachetidorado (Leptosittaca branickii) y el perico
pechoblanco (Pyrrhura albipectus), ambos clasificados como ‘Vulnerable’; y el perico de El Oro (Pyrrhura
orcesi), ‘En Peligro’ (World Land Trust 2010).
295
Imágenes 6 y 7:
Procesión 2017 Apuela Misa 2018 Apuela
169
A esta práctica se oponen otros actores, que no quiere ningún uso dañino de la palma.
296
demasiada frecuencia como una excusa para saquear la tierra. (Kirkman 2008, 269;
traducción mía)
El problema es la palma de cera, o, mejor, todos los católicos que la requieren para el
Domingo de Ramos. Ese es el día en que celebramos el ingreso de Cristo a Jerusalén,
montado sobre una acémila y vitoreado por una muchedumbre de simpatizantes. Ahora,
en el Evangelio de Mateo se dice que estos cubrieron el camino “con ramas de árboles”,
mientras que Marco habla de “vegetación” y Lucas omite mencionar cualquier tipo de
daño al medio ambiente al señalar que los seguidores de Jesús estiraron sus mantas en el
suelo. Solamente san Juan anota: “salieron a darle el encuentro con ramos de palma en
sus manos”. Y es justamente a Juan a quien los Padres de la Iglesia le toman la palabra.
170
En esta sección sobre la palma de cera, cada persona anónima ha sido citada en una manera que
se puede distinguir entre individuos por género y fecha, sin superposición. Las citas Anónimas en otras
partes de esta tesis están etiquetadas con A, B, etc., y no son las mismas personas que en esta sección sobre
palmas.
298
Ya tengo 81. […] ellos dicen, pues, que ya no debemos cortar porque no, el ambiente. Ya
nos va quitando ya por falta de ambiente no nos deja eso. Eso es” (Anónima mayor 9 de
abril de 2017).
Con entusiasmo por la misa de Domingo de Ramos, un hombre me mostró su
ramo, nombrando, además, cada una de las especies con las que éste estaba hecho: “El
romero, esto es olivo y la palma aquí. Falta el laurel. Estas plantitas son. Es bonito. […]
Porque es para bendecir y para eso. Como yo soy católico siempre sabemos ir a la misa”
(inteño anónimo 9 de abril de 2017). Acto seguido y por iniciativa propia, él mismo opina
de la prohibición del uso de la palma, una planta que “en la tierra hay bastante, sino que
solamente para que hagan de anidar los loros. Solo por eso es lo que ha dicho. […] toca
comprar, aquí compré. Solamente por los loros no más es lo que prohibieron. Y de allí
gano. Sí hay bastante así en los fríos. [Mi cura local] él no dice nada. Él no dice nada”.
Así que existen varias posturas religiosas y manifestaciones contradictorias,
mucho depende del párroco local. Antes la prohibición, igual que la política ‘verde’ actual
de la Iglesia, también dependían del párroco local y su posicionamiento al respecto; a
continuación, Mary Ellen Fieweger (2014, 26) explica esta historia en Íntag:
Hace algún tiempo, y por algunos años, tuvimos un cura “verde” en Intag. Al oír sobre
las preferencias del loro orejamarilla y del peligro en que se encontraba, el padre Giovanni
Paz pidió a sus feligreses que, en lugar de ramos de palma, trajeran a la iglesia plantitas
de especies nativas, que luego llevarían a casa, ya bendecidas, para luego sembrarlas.
Entonces el obispo envió a Giovanni a Cuba. Su sucesor, un hombre de fe inquebrantable
ante la sabiduría de las autoridades de la Iglesia y del Plan Divino, le negó a su rebaño el
pedido de seguir utilizando las plantitas: si Dios desea que el ave sobreviva —dijo— lo
hará, si no, no. Así terminó un pequeño esfuerzo por aplazar la desaparición de
Ognorynchus icterotis.
Es un esfuerzo (el de frenar el uso de la palma de cera y, con ello, cuidar al loro
orejamarilla) que, aunque tarde, también proviene desde el Estado Nacional.
La prohibición estatal
En el 2002, el Ministerio del Ambiente (MAE) prohibió la comercialización y
transporte de las especies del listado de plantas endémicas en peligro de extinción. La
prohibición incluye las especies Ceroxylon amazonicum, Ceroxylon echinulatum,
Ceroxylon parvum y Ceroxylon ventricosum, palmas que son empleadas el Domingo de
Ramos. La Ley Forestal y de Vida Silvestre establece sanciones (conforme al artículo 247
del Código Orgánico Integral Penal y el Código Orgánico del Ambiente) para las personas
299
que comercialicen o transporten estas especies sin los permisos respectivos (El Telégrafo
2019). Es así que:
En el año 2008 la autoridad ambiental de Ecuador emitió la Resolución Nº 050 que
prohíbe el aprovechamiento y la movilización de cuatro especies del género Ceroxylon,
entre ellas C. echinulatum. Desde entonces se realizan programas de decomiso en centros
de acopio y de control en las carreteras durante la Semana Santa. A pesar de los esfuerzos,
miles de cogollos u hojas jóvenes de palmas de ramos ingresan a las ciudades para su
comercialización durante ese período. Es necesario evaluar si la resolución mencionada
ha sido eficaz para la conservación de la palma de ramos. Probablemente un manejo
riguroso […] sea una mejor estrategia de conservación de la especie. (Montúfar,
Anthelme y Duarte 2013, 134)
Silvia Quilumbango, según este estudio, la práctica de cosechar unas pocas hojas cada
año no perjudica a la palma. Sin embargo, la ley no distingue entre prácticas, sino que
prohíbe todas por ser dañinas para para esta planta, según se reporta en un escrito de
EFEverde:
A lo largo de la semana las direcciones provinciales del Ambiente efectuarán operativos
de control a nivel nacional junto con la Subdirección de Protección del Medio Ambiente
de la Policía Nacional, con el objeto de evitar la venta ilegal de artesanías hechas con
palma de cera. En 2017, se decomisaron más de 147 kilos de esta especie en 100
operativos a nivel nacional. (EFEverde 2018, párr. 7)
Los ambientalistas
Hay un movimiento transnacional enfrentando esta polémica ambiental; es un
movimiento ambiental compuesto de numerosos actores y estrategias heterogéneas, y son
posturas desde varias epistemologías y diferentes tipos de ambientalismos. De modo
similar, esto aplica a Íntag también por la heterogeneidad de posturas y perspectivas
ambientales en la zona. Un ejemplo de las opiniones ambientalistas inteñas lo ofrece la
activista Isabel Anangonó, en su siguiente reflexión:
Yo desde mi punto de vista yo pienso de que hay que conservar. Hay que conservar
porque esta palma es la que nos cobija también al ambiente. ¿No? Y donde es la habitaje
[hábitat] de los loros, de los animales, los pájaros, entonces al quitarles […] pierden su
hábitat. Ya no pueden estar donde ellos tienen que estar, son lugares especiales […] veo
que, bueno, la gente por tradición no siempre ocupó desde años atrás, ya más de una
década, las palmas. Porque se ha dicho que el Domingo de Ramos se identifica con la
palma de ramo. Entonces ya al quitar creo que la gente, algunos no pueden todavía
entender […] la deforestación al cortar la palma. Entonces yo pienso que la gente como
que no entiende todavía un poquito de que se puede reemplazar con otra cosa, con otro
producto. (9 de abril de 2017)
En la zona de Íntag, DECOIN es la ONG (socio) ambiental y local que más está
trabajando, entre otras cosas, para la conservación de la palma de cera. Para recuperar la
población de la palma de cera, distribuyen plántulas de palma de cera para la siembra, en
un proyecto de reforestación con campaña de concienciación. La presidenta de DECOIN,
Silvia Quilumbango, cuenta de la estrategia:
Ya son siquiera unos diez años que nosotros repartíamos palma. Entonces hacíamos más
una lógica en esos tiempos, recuerdo, con el padre Alex, le dimos una tónica diferente, en
que entregábamos palmas, las bendecía, y él motivaba a la siembra. No solamente a
recibir y se acabó. No. Motivaba a la siembra en esas temporadas. Una coordinación
bastante interesante con este cura también, pero estuvo bueno. Después ya, por eso te digo
diez años, yo creo que cada año mínimo entregábamos como casi mil plantas en las tres
parroquias […]: 300 o 350 en Cuellaje, 300 o 350 en Peñaherrera y aquí también en
Apuela 300 o 350. Entonces más o menos como un promedio de 1000 plantas cada año
[durante] siquiera unos diez años. Este es el primer año que no entrego absolutamente
nada, pero al año anterior entregamos a la final 50, 50, 50 entregamos como 150 plantas.
(25 de marzo de 2018)
La reforestación y/o siembra de la palma de cera es difícil por ser una de las plantas
más delicadas y complicadas de trasplantar (Tjitte de Vries, comunicación personal). En
DECOIN “intentamos entregar plantas que tengan [tres años], es que normalmente la
planta para ser trasplantada, sembrada, se tardaba mínimo tres años. Solamente en la
germinación tarda un año, y dos años más para que tenga un tamaño apto o idóneo para
el trasplante” (Silvia Quilumbango 25 de marzo de 2018). También, la tasa de
sobrevivencia de la planta ya sembrada puede ser baja en tales proyectos. No obstante,
302
según Silvia, DECOIN ha tenido éxito en promover la siembra: “hay mucha gente que a
veces, cuando en esa temporada se acuerdan y dicen: ‘Yo tengo ya mi planta de palma,
ya es de algunos años’. Entonces sí, hay gente que sí te dice: ‘Yo tengo mis plantas
sembradas, sembradas en mi casa’. Y sí hay mucho que, pienso, de las mil digamos, un
promedio de mil que hemos entregado, yo pienso que sí, siquiera unas 700 pienso que sí,
deben haber vivido”. El éxito del proyecto es por haber juntado las metas ambientales con
lo espiritual, trabajando junto con la Iglesia: “Entonces eso ayudó a motivar a la gente,
¿no? Bueno, los que somos católicos la bendición es algo que te motiva y te hace
corresponsable también” (Silvia Quilumbango 25 de marzo de 2018).
Las relacionalidades y las relaciones entre estos tres seres, palma/loro/humano
creyente, también están vinculadas con muchos otros seres-de-la-Naturaleza y según el
contexto local. Entonces, esta polémica es relacionada con todo lo demás que uno
enfrenta, disfruta u ocupa en la vida. Asimismo, las y los ambientalistas inteños ponen en
consideración/reflexionan sobre los demás problemas ambientales en la zona, relativos a
esta polémica de la palma, y de allí deciden prioridades, dónde poner su empeño
ambiental. Por ejemplo, el día de Domingo de Ramos en 2017, conversando de la palma,
Isabel Anangonó ofrece una reflexión de perspectiva que, incluyendo la problemática
relativa a la palma, va aún más allá. Como ella mismo lo dice:
[…] a mí también hay otras cosas que me preocupa aparte de la palma. ¿Qué pasa con la
minería al gran escala? Allí no van a respetar, allí se va a ir todo. [La palma comparada
con minería] es muy poco […] aquí hay una cultura, por ejemplo, en la palma. Por
ejemplo, la gente ocupa para hacer una agüita del ramo para un dolor de estómago.
También se limpia el mal aire […] entonces creo que también se le da una buena utilidad
dentro de la casa la palma. Pero una vez que llega la minería, allí se va a ir a desperdiciar
y todo lo demás. Entonces esta también es una preocupación. (9 de abril de 2017)
Aunque hubo una visión religiosa de la naturaleza en la era pre-moderna, la secular surgió
en la era moderna. [...] En el proceso de modernización, debido a que la humanidad se ha
convertido en la medida de todo, las actitudes humanas hacia la naturaleza se definen
sobre bases utilitarias y explotadoras. La cultura secular moderna ha optado por romper
con sus raíces religiosas, declaró que la liberación y satisfacción humana se producen a
través de la dominación del mundo natural e interpretó los textos religiosos de manera
manipulativa. En esta perspectiva, la naturaleza no tiene nada que ver con lo divino. No
era divino, y no fue dado ningún estatus especial o privilegios frente a la indagación y
avance de los humanos. Una perspectiva antigua de la naturaleza, que sostenía que poseía
una posición de privilegio y dignidad y responsabilizó a los humanos por cómo la usaron,
fue barrido a un lado. (Kirkman 2008, 274; traducción mía)
171
Para mí, Aldo Leopold expresa bien mi pena: “Una de las penas de una educación ecológica es
que uno vive solo en un mundo de heridas”. Aldo Leopold (1953), A Sand County Almanac.
304
Las abejas igual son increíble. La labor que hacen es increíble. Todos [los animales]
tienen su importancia, por eso le dije hagan o no hagan nada, son indispensables. Ahora
si ya nos vamos a poner a ver la importancia de cada uno, obvio que las abejas allí sí ya
ocuparían el primer lugar, en decir, estas son las que […] son indispensables para la
sobrevivencia de otras, y de otras, y de otras.
-José Rivera, 7 de diciembre de 2015
172
El número impreciso, y resultado de debates de los entomólogos en diferentes periodos de la
ciencia occidental, es otro ejemplo de lo poco que conocemos. Una confianza ciega en la ciencia occidental
puede ser peligroso.
305
Íntag (cinco colmenas por familia, 50+ familias) en junio de 2015. La entidad ejecutora
del proyecto en la zona es la Asociación Agropecuaria de Campesinos Apueleños
Construyendo el Futuro, mientras la entidad estatal financista fue el MAGAP-PBVR y el
proyecto se denominaba “Fomento de la Producción Apícola Orgánica y la Recuperación
de los Bosques Mediante la Siembra de Plantas Melíferas en Cinco Comunidades de la
Parroquia Apuela, Cantón Cotacachi”. En adelante, se llamará el “proyecto”.
El fin del proyecto era “contribuir al mejoramiento de los ingresos mediante la
generación de nuevas alternativas económicas, la conservación y manejo integrado de los
recursos naturales […]” de las familias participantes (informe del proyecto 2015
inédito173). Los objetivos del proyecto, según el Estado, incluían el desarrollo de la zona
mediante la provisión de acceso a recursos económicos resultantes de una actividad que
no destruyera el medio ambiente; instituyendo las lógicas del Estado, se indaga como
estas entran en tensión con las lógicas inteñas distintas e incompatibles. El proyecto
dispuso espacios de tensión a las expectativas por la participación, y al reconocimiento
de las ventajas y desventajas en el entorno, entre otros temas tocados más adelante.
Unos de los requisitos para inscribirse en el proyecto fue el aporte de US$205 y
asistencia a las reuniones y capacitaciones. Cada participante/socio recibía hasta cinco
colmenas con abejas (con alzas y láminas de cera), overol con casco y guantes de
protección, ahumador y palanca. Unos extractores de miel (centrífugos manuales) se
compartían entre socios en cada sector. También cada socio recibía y era responsable de
reforestar plantas melíferas y forestales. Había asistencia técnica especializada y una serie
de capacitaciones, algunas ofrecidas, por ejemplo, por Agrocalidad en la sala de reunión
en Apuela, y otras en el campo, dictadas por especialistas de entidades gubernamentales
y no gubernamentales.
Oficialmente, el proyecto tenía 92 socios inscritos, moradores de 12 comunidades
inteñas distribuidas mayormente en las parroquias cercanas a Apuela. Uno de los
fenómenos interesantes era la participación e inscripción de los socios. Al inicio del
proyecto, no había suficientes familias participantes inscritas y el proyecto quería
beneficiar a un mayor número de familias. Pero no había suficiente interés, o las personas
interesadas no tenían los US$205 requeridos. Entonces, eventualmente, entre los ya
inscritos, se sabía que podrían inscribir a parientes, vecinos o amigos; cada una de estas
personas entregarían sus colmenas a otro socio, o grupo de socios. Así, se formaban
173
Documento borrador, informe del proyecto en preparación, documento de trabajo informal.
306
grupos pequeños en varios sitios, que al final del proyecto, existían cinco grupos
principales de socios (José Rivera, comunicación personal, 17 de enero de 2017). En un
caso, una persona principal maneja 30 colmenas, pero en otros grupos los socios trabajan
juntos, a veces con un encargado, o/y dividen las tareas entre ellos. Eso no es una
desventaja puesto que refuerzan los nexos entre la gente en la comunidad y beneficia a
todos. Así cada socio/participante no representaba a una familia distinta, aunque el
proyecto fue presentado así que se han beneficiado 92 familias (en lugar de a 92
individuos).
Imágenes 8 y 9:
Capacitación el 4 de abril de 2016 en la comunidad Santa Rosa
174
Con permiso previo y apoyo de los organizadores
175
A los socios expliqué el ‘por qué/para que’ de la encuesta y distribuí los formularios y esferos
antes de que comenzara la reunión. La participación fue opcional, pero como soy socia, me conocían ya y
la colaboración era positiva.
176
Tres personas encuestadas me dictaron sus respuestas.
307
Gráfico 3:
participar en
una
capacitarse/para organización
aprender 14%
20%
para el ambiente
o los cultivos
ingresos 27%
económicos
23%
uso de miel
16%
177
Hay que tener en cuenta que todos los testimonios, aquí y abajo, son expresiones exactas tal
como fueron escritas, y como se dieron de forma anónima, por lo tanto, son entre comillas sencillas.
308
Y, en esa dirección, unos destacaban ventajas como la de ‘ayudar con el cuidado del
medio ambiente’, la misma ventaja en, ‘me gustó por el clima y tener las plantas bien; es
buena para las plantas’ y ‘para el bosque y para las flores’. Otros priorizaban los cultivos,
de allí que señalaran razones de ‘tener abejas para mejorar la producción agrícola de la
finca’ y por la ‘ayuda con mis cultivos a la polinización’. Así, la polinización era un
servicio reconocido ya que ‘la apicultura es importante puesto que nos ayudan a la
polinización’.
El segundo tema más mencionado como razón de participar en el proyecto de
apicultura tenía que ver con el interés de ‘para tener ingresos económicos’. El tercero era
para capacitarse y aprender. ‘Para tener la miel para la casa’ y ‘para conocer y trabajar
juntos’ también eran razones para participar en el proyecto ‘innovador’ de apicultura.
Poca vegetación
Buen bosque
Peligros
Sitio seguro
0 1 2 3 4 5 6 7 8
número de menciones
Elaboración y fuente propias
Cabe resaltar que el gráfico resume tres puntos de áreas de tensión; más adelante trato de
estos distintos puntos. A continuación, proveo algunos de los testimonios, tal como
estaban escritos, para destacar las ventajas y desventajas del entorno donde se encuentran
las colmenas.
resulta en ‘más frutos, o sea flores, polinizadas; un ambiente agradable’. Para los cultivos,
las ‘ventajas de las abejas en ese medio del ambiente es la más floración a los cultivos’ y
para los frutos además es una ‘ventaja del mejoramiento de la polinización de las plantas
fructíferas’.
Unos citaban ‘el mejoramiento de la naturaleza’ y/o mencionaban ambos
Naturaleza y su gente: ‘siempre que haya un proyecto de esta naturaleza será siempre a
favor del medio ambiente y de toda su gente que vive alrededor’. Hablando de la salud de
la gente, destacaban que la apicultura ‘siempre es ventajosa porque la miel es curativa’,
y también por la calidad de la miel, ‘la ventaja es la que producen miel natural ya que es
muy buena para la salud, en especial para los diabéticos’.
178
Relato hecho protegiendo el anonimato de las personas involucradas y mis fuentes de
comunicación personal.
313
Una tensión adicional asociada con las abejas de miel se produce a nivel individual
cuando su relación con y hacia las abejas no es positiva; en otras palabras, ciertas personas
tienen miedo y/o les disgustan las abejas, esto se manifiesta en reacciones corporales y/o
314
reacciones sentipensadas. Un buen ejemplo de esa tensión lo relata Emma Garzón, madre
de familia en Pueblo Viejo, cuyo esposo es socio del proyecto apícola. Decidieron tener
solo dos colmenas, en vez de los cinco permitidos a los miembros del proyecto; según
ella misma lo explica: “[…] dependía, unos cogían cinco, unos cogían una. Nosotros dos
no más. Si usted quería, coger cinco, más de cinco, daban. Pero sí, nosotros no nos
alcanzaba el dinero, entonces cogíamos los que nos alcanzaba. Nosotros tenemos dos”
(Emma Garzón 28 de marzo de 2017). Emma no ayuda a su esposo en el trabajo apícola
pero sus hijos sí, porque “me da miedo, yo no me he ido, porque sí me han picado aquí,
unas dos, tres, pero no me he hinchado, ni tampoco [ronchas]. A mí no me hace eso. Pero
no me he ido allá”. “Me da miedo. Porque [a] otro joven que está abajo, le pica tres y se
hizo todito puro [alergia]. Allá se va mi hija, los gemelos [hijos], ellos saben irse. Pero
[…] entonces no me he ido”. No hay que olvidar que la picadura de una abeja para
personas alérgicas podría resultar en hinchazones y graves problemas respiratorios, como
le ocurrió a un joven de 19 años; Emma relata que:
Sí, es que rapidita le hizo de una sola así todo. Rapidita. De allí, como había dicho para
eso es de botarle agua179. Justo tenía una pastilla de la guagua, de los que vino de la
clínica. le di eso, de eso le rebajó, ya rebajó con la pastilla. Dijo ya no podía ver. Le
rebajó. entonces a él, ya no le llevamos, pero otro día se había ido vuelta por abajo. […]
Vuelta se fue, pero ya no le habían hinchado. Si le ha hinchado, pero poco. Ya no como
ese día que le había picado así, y le hinchó de una sola. Le hizo unas ronchas grandes,
grandes y se iba uniendo y yo ya estaba asustada. Dijo el papá, dijeron que botarle agua
porque la sangre es alterada. De allí botamos agua, le di la pastilla, de allí le bajó.
Aunque a Emma le dan miedo las abejas, y le pasó el incidente preocupante del
joven con la reacción alérgica, Emma cuenta que aun así es mejor que tengan abejas. “Sí,
vale [tener abejas]. Porque dese cuenta, ya es para primer lugar, para un remedio. Claro
al lado no tenemos, tenemos abajito. Pero sí vale […] como aquí no tenemos un trabajo
fijo. Trabajando en la casa no sale la plata. Entonces de esto [de las abejas] alguna cosita
ya podemos tener” (Emma Garzón 28 de marzo de 2017).
Las tensiones entre socio-inteño(s) y el proyecto (sea por políticas, prácticas o
personal-funcionarios) eran varias y de muchas maneras evidenciaban las problemáticas
características de tales proyectos de ‘desarrollo’/ayuda con relaciones jerárquicas. En aras
de la brevedad, no pretendo proporcionar un análisis completo de estas diversas tensiones,
pero sí, por un propósito distinta, destaco una postura/perspectiva de la mayoría de los
socios que es significante: la falta de interés.
179
En uno de los talleres de capacitación, nos recomendaron botarle un balde de agua fría, ayuda
a frenar la reacción alérgica.
315
Cuando terminó el plazo del proyecto estatal, a ellos se les facilitó la formación
de una asociación local de los socios interesados, para que los apicultores sigan siendo
apoyados y solidarios; la asociación inteña desde su inicio ha sido pequeña, con pocos
participantes en comparación con los 92 socios originales de proyecto. Pero por la falta
de interés de socios durante el proyecto, “entonces ese es el inconveniente que, ahora
digamos en la asociación con los que, de los que puede decir con seguridad son como 15,
de las 92 familias” (José Rivera 16 de diciembre de 2018).
Pero ‘la falta de interés’ no era parte de todos los socios del proyecto; también
había la presencia de unos socios muy involucrados y dedicados, quienes se aprovecharon
de todos los beneficios del proyecto. Si bien estos socios dedicados eran una minoría,
representan casos de ‘éxito’, pues son apicultores establecidos y exitosos hasta hoy en
día; algunos de ellos son los que conforman la asociación actual. Por ser una asociación
sin recursos, informal y no muy cohesiva, toca enfrentar varios retos; el presidente a
cargo, José Rivera, es tan dedicado a la apicultura y a la comunidad que para él no son
retos inmanejables.
Convivir con las abejas ‘nos ha permitido prestarle más atención a la Naturaleza’
“Tener las abejas para mí es algo especial, porque a la final [es] convivir con
ellas”, afirma José Rivera; y en las prácticas, por convivir y coexistir, hay que empeñarse
y respetar el equilibrio entre las necesidades de las abejas y lo que uno puede
cosechar/aprovechar. José aprendió cómo ser apicultor y recibió sus primeras colmenas
por vía del proyecto, así que para él es un empeño nuevo y reciente, pero además muy
316
Entonces, por las abejas, según José Rivera, ya tiene una manera nueva de ser-
saber-hacer con y desde la Naturaleza. Que la nueva relación es más estrecha y que ha
creado más tejidos entre su persona y la Naturaleza “podría decir que sí. Porque eso me
hace que esté más pendiente de las cosas en el campo y les dé más valor a las cosas,
porque desde la planta más chiquita hasta el árbol más grande cumple una función,
entonces las abejas aprovechan” (José Rivera 16 de diciembre de 2018). Es una
transformación en su vida por la construcción de conocimientos otros que también abre
nuevas maneras de sentipensar con la Naturaleza y con todos los seres-de-la-Naturaleza.
contextos particulares con formas más inclusivas y desde espacios más diversos (Phillips
2014; Maderson y Wynne-Jones 2016). Por eso, invoca otra manera de valorar los aportes
de las narraciones inteñas.
injusticia, perciben la transformación como la única salida; una simple transición no sería
suficiente. En estos casos, la transformación no es algo que se sufre sino algo que se
espera o se anhela, un fenómeno positivo.
Ulrich Brand en El papel del Estado y de las políticas públicas en los procesos de
transformación, destaca muchas nociones de transición y transformación:
Cuando nos referimos al cambio político y social, muchas veces usamos
indistintamente los términos de “transición” o “transformación”. En las ciencias políticas,
la transición es entendida como un conjunto de estrategias y eventualmente procesos de
cambio políticos y sociales orquestados exclusivamente a partir de políticas públicas. Se
suele crear un nuevo marco jurídico, que es dotado del financiamiento necesario e
identifica los problemas, para eventualmente establecer nuevas instituciones políticas (o
redirigir instituciones existentes), con el fin de promover los cambios deseados. Los
problemas abordados suelen por lo general emerger de la ineficacia de las políticas
públicas mismas que se intentan cambiar.
El concepto de la transformación, en cambio, no se enfoca solo en las políticas
públicas y sus estructuras, sino que apunta a un cambio social más integral y profundo,
en varias esferas de la vida social y con estrategias diversas. La pregunta fundamental
aquí es ¿cuáles son los actores e instituciones, las prácticas y estructuras, los problemas y
relaciones sociales que deben cambiar? ¿En qué sentido pueden ser cambiadas mediante
políticas públicas? ¿Y con qué tipo de políticas públicas? ¿Cuáles otras estrategias serían
necesarias para lograrlo?
En el debate actual sobre alternativas, que se da tanto en América Latina como
en Europa, y a escala internacional, el concepto de transiciones es el que domina. (2011,
146)
Las preguntas que Brand identifica como fundamentales son centrales en la esfera
política en particular y deben formar el punto de partida para un análisis de los objetivos
de las organizaciones civiles y los movimientos sociales. Pero responder a las preguntas
no es simple. Entender y trabajar hacia la transformación depende en gran parte de las
particularidades del Estado y del movimiento u organización social en cuestión. Por eso,
vale la pena poner el paradigma de transición y transformación en relieve según un caso
particular: el de la zona de Íntag donde, como en todas partes, existe un tejido complejo
de relaciones de poder, sociales y estatales.
Para ver las tendencias, basándome en un simple análisis del caso de Íntag, en la
tabla a continuación, presento algunas de las organizaciones/grupos en Íntag con una
aproximación de su nexo con el Estado, su participación en cuestiones ambientales y si
su actividad apunta más a una transición o a una transformación.
El aspecto temporal de estas organizaciones debe ser mencionado. Hice la tabla
en 2015 y desde dicho año, unas tres o cuatro organizaciones han cerrado o están en
proceso de hacerlo. Debido a que la amenaza minera tiene una historia de más de 25 años
319
en Íntag, muchos de los grupos en la tabla son relativamente nuevos: la mayoría fueron
creados en los últimos 10-25 años.
Tabla 2:
Grupos sociales, organizaciones, ONG e instituciones en Íntag (2015)
Depende de las
Organización
Consorcio Toisán metas de los Trámites Transición
paraguas
socios
Independiente
Ambas: sistema
Asamblea de Política Según pedidos pero trabaja con
con democracia
Unidad Cantonal organizativa del pueblo el municipio de
participativa
Cotacachi
Casa Palabra y Educación y Múltiples en
Trámites Ambas
Pueblo comunicación educación
25% temas Concesión de
Radio Íntag Comunicación Transición
ambientales frecuencia
Incluyen Inicialmente,
Coordinador de Político;
objetivos después Transición
Mujeres Cooperativa
ambientales independiente
Corporación
Cooperativa
Talleres de Gran Comercio justo Trámites Transición
económica
Valle
Defensa de la
naturaleza;
DECOIN Ambiental activismo Ambas
lucha
antiminera
Prodeci/Ayuda en
Desarrollo ONG Trámites Transición
Acción
Ecologismo;
Red Ecoturística de
Ecoturismo Alternativa a Trámites Transición
Íntag
a minería
Su éxito
Energía de Alternativa a la
HidroÍntag depende del Transformación
micro represas minería
Estado
Asociación de Enfoque
Campesinos ecológico
Agrícola Trámites Ambas
Agroecológicos de para la
Intag (ACAI) agricultura
Corporación de
Productores de Agrícola Agrícola Trámites Transición
Granos (CORPAIS)
Productores de
lácteos Intag – Agrícola Agrícola Trámites Transición
Leche
Elaboración mía
320
Dentro de este período han existido tres actores principales interesados en minar
el cobre del yacimiento descubierto en Íntag: Bishimetals, subsidiario de Mitsubishi
(1995-1997) y Ascendent Copper (2006-2012), transnacionales japonesa y canadiense,
322
Bajo estas condiciones se crea lo que Fernando Coronil denomina “el Estado mágico”:
Su capacidad de despertar fantasías permite a los líderes estatales hacer de la vida política
un encandilador espectáculo de progreso nacional mediante "trucos de prestidigitación".
Los representantes del Estado, esto es, las encarnaciones visibles de los poderes invisibles
del dinero petrolero aparecen en el escenario estatal como magos poderosos que extraen
la realidad social, desde instituciones públicas hasta cosmogonías, de un sombrero.
(Coronil 2002, 2)
Las consecuencias para los movimientos sociales en tales Estados mágicos son
serias. Por una parte, el Estado tiene que mantener el control sobre los recursos naturales
y por eso no aguanta la oposición. Por otra parte, ya que el control de los recursos se
concentra en manos de las autoridades, por lo general dichas autoridades utilizan una
parte de las rentas para cooptar a la población. Tales Estados tienden a ser regímenes
autoritarios como consecuencia de ser ricos en recursos. Cualquier individuo,
organización o población que se opone al extractivismo, esencial al Estado rentista,
representa un peligro para el mantenimiento del poder y control del Estado.
Para las comunidades hay dos implicaciones. Primero, a partir del trabajo de Sachs
y Warner (1999), se ha popularizado el argumento conocido como “la maldición de los
recursos naturales”; esto es, los países en desarrollo que cuentan con abundantes recursos
naturales tienden a crecer más lentamente que aquellos que no disponen de esos recursos.
Pero, además, las comunidades afectadas directamente por la explotación de los
‘recursos’ suelen ser entre las más marginadas del país. La segunda implicación para las
comunidades es la opresión que ocurre debido a la criminalización de la protesta. 180
Esta [criminalización] es sólo para asustarnos, para silenciarnos, para frenar la libertad
de expresión. Ellos no quieren escuchar nuestras demandas, que son, sobre todo, que se
respeten nuestros derechos: nuestro derecho al agua, nuestro derecho a los territorios, y
nuestro derecho a reclamar y exigir el respeto a la biodiversidad. La Constitución y los
convenios internacionales requieren que sean consultados y que nunca han sido
consultados. (Delfín Tenesaca, presidente de la Confederación de Pueblos de la
Nacionalidad del Ecuador ECUARUNARI agosto de 2011, citado en Amnesty
International 2012, 6)
180
Esto puede ser considerado como un resultado del Estado rentista, en algunos aspectos de
análisis.
325
No. de personas
Tema No. de casos
involucradas
Minería 13 111
Agua 1 7
Integración regional 1 3
(ALBA)
Manglares 1 1
Total 16 122
181
“En el gráfico se evidencia que el nivel de conflictividad aumenta en forma coincidente con
varios hechos relacionados con las actividades mineras, que desencadenaron y reactivaron nuevos
conflictos en marzo de 2010: uno, el dictamen de la Corte Constitucional que declaró constitucional a la
Ley de Minería; y dos, el anuncio del gobierno ecuatoriano de que permitirá que 12 empresas mineras
retomen sus actividades en el país. […] reactivaron los procesos de criminalización y un pico de
conflictividad en el mes de junio; finalmente, hay un nuevo repunte en el mes de septiembre con la entrega
de la licencia ambiental al proyecto Fruta del Norte de la minera canadiense Kinross Aurelian, además de
la reactivación de los procesos de judicialización contra los dirigentes de la FISCH y la activación de otros
como el de Imbabura” (Gloria Chicaiza. Minería y derechos humanos: conflictividad y criminalización.
“Develando el desencanto, informe sobre derechos humanos, Ecuador 2010”. Programa Andino de
Derechos Humanos, UASB).
327
siempre mi manera de ser ha sido pasivo, pero así mismo lo que propongo, hago. Y tengo
que llegar y tengo que hacer. No han podido impedirme. Porque la gente que me conoce,
allí de la comunidad, saben que yo no soy una persona que ha actuado con violencia.
(Javier Ramírez 26 de febrero de 2017)
Durante sus diez meses en la cárcel, destaca que sí le hacía falta el bosque y su pueblo,
continuando:
Sí, eso es diferente. Allí hay una bulla, solo personas, la bulla de gente como que
estuvieras en una fiesta, y solo problemas, problemas, peleas, peleas. Pero había mucha
gente también que conversaba conmigo y así mismo me ponía a conversar de la
Naturaleza, y había mucha gente de la cárcel consciente lo que es la Naturaleza. Tenía
bastante apoyo, y tenía apoyo desde los mismos guías de la cárcel y que les gustaba
conversar conmigo. Porque eso, que es lo que hago. Entonces yo cuido la Naturaleza y
por eso me tienen encerrado […] por esa lucha de conservar la Naturaleza. Desde allí
también tuve apoyo […] unas sí. Entonces empezaba yo a relacióname con gente e
incentivarlos que es la Naturaleza.
Yo sigo defendiendo la Naturaleza. Siempre estoy buscando formas de cómo
seguirle cuidando, que siga en equilibrio. Que no pierda ese equilibrio que hemos tenido,
porque nosotros en nuestras fincas estamos acostumbrados a que la Naturaleza nos dé
verano y la lluvia, no tenemos riego. Entonces dependimos de que la Naturaleza se
comporta bien con nosotros y nosotros bien con ella.
Pero no son sólo a los líderes a quienes se criminaliza, sino a toda la comunidad,
cuando esta tensión se traslada a sus miembros. Durante mucho tiempo una fuerza de 26
policías, permaneció en Junín, donde desplazaban a estudiantes de la escuela por no tener
donde más dormir. También hay policía y personal de ENAMI permanentemente en las
comunidades lo que permite una vigilancia directa. Estos actos de intimidación,
persecución, abuso y agresividad son solo una parte de las tácticas para controlar, apropiar
y dominar el ‘recurso’ por estos actores de poder.
Enfrentando esas luchas, resistencias y amenazas a la vida y pese a estas amenazas
y problemas, las y los inteños, por lo general, han podido continuar defendiendo la vida,
la Naturaleza, el territorio y sus derechos. Así, enfrentan ellos, y enfrentamos, a un patrón
moderno y matriz de poder, “veinte-tres años y nueve meses después del inicio de la
resistencia en Íntag, y esta no desmaya. No desmayamos porque sabemos que tenemos la
razón” (Carlos Zorrilla, correo electrónico 25/8/2018). En la misma manera, Javier insiste
en que; Somos optimistas:
…nosotros, como positivos. Estamos esperando a ver si en la política algo cambia para
poder dar un paso más para seguir defendiendo. Porque nosotros todo el tiempo hemos
seguido en la lucha, pero claro ahora no podemos hacer más visible nuestra lucha.
Nosotros pensamos que cambiando la política podemos elevar esta visibilidad de nuestra
lucha. Porque nosotros día a día estamos enfrentando, haciendo denuncia tras denuncia,
pero todo está oculto. (Javier Ramírez 26 de febrero de 2017)
329
Que ‘no desmayan’ (Carlos) y que están ‘positivos’ (Javier): ellos son un ejemplo
digno de lucha y de resistencia. Sin embargo, la criminalización de la protesta tiene que
ubicarse en un escenario más amplio que incluya todas las políticas y estrategias del
Estado y las empresas mineras. La criminalización de la protesta viene muchas veces
mano a mano con otras prácticas estales como la militarización de un área en disputa y la
implementación de la doctrina de seguridad ciudadana (Svampa 2007, 9). Es un desafío
enfrentar todos estos mecanismos de control y opresión, y mantenerse positivo; un camino
puede ser entregarse y apasionarse a la convicción, la motivación para continuar
luchando, resistiendo, así como en Íntag.
XX", pero critica a los ambientalistas que promueven lo que él veía como visiones
demasiado pesimistas que no aceptan signos de mejora y progreso (Easterbrook 1995,
xvi). Los dos libros y posiciones eran y son muy controversiales y criticados.
El optimismo de estos autores muestra un legado colonial basado en ideas
neoliberales de acumulación de capital y recursos naturales sin límite, dos falacias que
son típicas del mundo moderno de hoy.
La mayoría de los actores que intervienen en este debate asumen que tan solo con un
marco político adecuado, con un giro hacia un crecimiento y economía verdes, con nuevos
mercados e innovaciones tecnológicas y la creación de puestos de trabajo “verdes”, se
solucionarán todos los problemas ecológicos graves que atraviesa el planeta, creando
además una situación en la que todos ganan: las empresas, los asalariados y la naturaleza.
(Brand 2011, 147)
Creen que la Naturaleza no está al borde del colapso. Creen que los verdaderos
problemas se pueden controlar y resolver, al menos si estamos preparados para adoptar
un enfoque menos dogmático, más racional, pragmático y flexible. El optimismo de estos
eco-optimistas es, en parte, su estimulante psicológico para mantener el ánimo contra la
destrucción del medio ambiente; no obstante, su lógicas, premisas y epistemologías son
arraigadas en la Modernidad. Pero también se puede mantener el optimismo siendo eco-
alarmista. Lo que hay que evitar son los movimientos ecologistas, y las organizaciones
ambientales, que estén fijados y encerrados en sus doctrinas, análisis y estrategias (sea la
ciencia cartesiana o sea la ecología profunda), que ya no están abiertos y en camino con
y desde formas procesos decoloniales, relacionalidades, del pluriversal y lógicas distintas.
Reflexiones otras
Según algunas opiniones, la política enfocada en el medio ambiente y la
legislación de protección del medio ambiente son de las mayores historias de éxito del
Estado de bienestar socialdemócrata de posguerra. Pereyra, por ejemplo, empieza una cita
-cálculo erróneo impredecible en 2007-, así explica: “Hoy, la vanguardia de ese proceso
está situada claramente en Venezuela y Bolivia, sin olvidar la presencia de Cuba y a la
espera de las acciones de Ortega y Correa” (2007, 2). Desgraciadamente, el registro
ambiental de estos Estados en unos casos eran desastres, sin contar con la corrupción,
criminalización de protesta, abusos de derechos en unos. Sin embargo, Pereyra predijo
mejor en el resto de la misma cita:
En otro plano, la emergencia de luchas políticas de masas, como la oposición al ALCA y
a la existencia de bases militares de Estados Unidos como la de Manta en Ecuador, contra
el pago de la deuda externa, por el castigo a los culpables de genocidio, contra la
331
Aunque en contra de mi a veces, para mi salud mental, trato de que recordar que,
entre los actores de poder en Estados neoliberales o rentistas, - y también en instituciones
capitalistas, el complejo industrial-militar-financiaro y economías de acumulación-, sí
hay personas en ellos que luchan desde adentro, son muy, muy pocas, pero sin embrago,
brillan como defensoras de la Naturaleza. En cambio, desde y con las luchas inteñas veo
lo peor del Estado. De acuerdo con Gudynas, la configuración crítica:
El problema actual es que el Estado en muchos casos peca de parcialidad a favor de
prácticas de alto impacto ambiental. Existen repetidas denuncias y una larga lista de casos
donde el Estado se convierte en promotor de emprendimientos ambientalmente negativos,
y niega o minimiza esos efectos, sea por una aplicación defectuosa de la normativa
ambiental, débiles controles, y distintas formas de subsidios y apoyos económicos,
explícitos u ocultos, a ese tipo de emprendimientos (tanto en gobiernos conservadores
como progresistas). (Gudynas 2010, 65)
lugar, poder y prácticas-, caracterizadas por tejidos sociales más que por la relación de
poder, por las diferencias acerca de la importancia del cuidado de la Naturaleza, y por
generar reacciones estratégicas ‘de colaboración’. Son tensiones notables a lo largo del
texto y en relación con todos los temas tratados respecto a la Naturaleza. Como ejemplo,
podríamos mencionar el uso de los químicos y quemas para la agricultura, la migración,
la cacería, la deforestación del hábitat, la apropiación del territorio y cualquier amenaza
a la reproducción de la vida. Las narraciones, además, evidencian que las y los inteños
no solo son conscientes de sus legados coloniales, etc., sino también que entre ellos y
ellas existen personas con posturas firmemente acomodadas en el patrón moderno hasta
hoy día; son tan distintas esas posturas que causan divisiones sociales y territoriales.
Las tensiones impulsan un (re)pensar, una (re)evaluación de ideas e incluso una
(re)construcción. Las (re)construcciones resultantes de las tensiones entre actores
impugnados son a veces positivas, a veces negativas, a veces neutrales o una combinación
de todas; el resultado de estas nuevas construcciones puede ser una reafirmación de sus
propias/previas posiciones o un cambio que acerca a la gente inteña hacia la postura del
contrario, patrón moderno-capitalista de una Naturaleza para fines económicos. Las
tensiones son importantes fuentes de transformación y/o transición de posturas y,
asimismo, de la construcción de nuevos saberes y prácticas. Pero depende del contexto,
y lo esencial es el rol de la Naturaleza en ellas; es importante porque las personas viven
y trabajan (las prácticas, experiencias, saberes y las historias locales) dentro de su entorno
local, que, en el caso de Íntag, es un ambiente natural de gran valor, y, además, viven
expuestas a influencias de la modernidad y sus discursos.
334
335
Conclusión
Un ir y venir ‘entre’
En la misma línea, una contribución significativa de esta investigación consiste en
aportar construcciones propias de una población situada ‘entre’ los polos extremos del
patrón moderno, por un lado, y aquellas lógicas distintas autóctonas, por otro. Aun
considerando la notable heterogeneidad de la población en Íntag, esta no es representativa
de la modernidad, porque los inteños e inteñas se identifican mayormente como parte del
campesinado y como agricultores de pequeña o mediana-escala, en una zona donde la
Naturaleza forma parte íntegra de la vida y la identidad territorial; así tambien porque es
una población que manifiesta luchas y resistencias frente a las imposiciones de la
modernidad mientras, además, impulsa modos de existencia otros, con prácticas otras y
basadas en conocimientos distintos. Por otra parte, tampoco es una población
representativa de lógicas estrictamente ‘otras’ configuradas de modo distante al sistema
mundo moderno-colonial. La mayoría de la población es mestiza, descendiente de
colonos que llegaron en el siglo XX y vive dispersa en la zona; así que no es una población
autóctona, ni unificada, ni ancestral, ni homogénea.
337
Naturaleza es vivida y la Naturaleza es “la vida misma”. Por ser la vida y dar vida, la
Naturaleza es “nuestra madre”; sin ella no hay vida -recalcan y acentúan en reflexiones
de aprecio, amor, dedicación y/o reconocimiento de la importancia de la Naturaleza como
esencial a la reproducción de vida humana-. Asimismo, la Naturaleza es vivida, encarnada
y situada con arraigos propios de Íntag e identidad inteña como comunidad y persona.
Estos son un sentido y una conceptualización que se han ido produciendo por las
circunstancias específicas vividas en el contexto inteño, atravesadas por profundos
estremecimientos. Estos estremecimientos transforman y/o reafirman la
conceptualización de la Naturaleza y responden a procesos vividos que se evidencian en
aquellas expresiones de los pobladores de la zona que enfatizan la interrelación entre
cuidar la Naturaleza y defender el territorio como elemento central de sus concepciones.
En la misma dirección, las enseñanzas inteñas dejan ver la existencia de un tejido
íntegro entre Naturaleza y territorio, en el sentido de que la concepción del territorio
construida es un componente inseparable de su concepción de Naturaleza; ambas se
describen como ‘rodea’ toda la zona, esencial para la existencia y ‘la vida’ misma. Este
tejido íntegro entre Naturaleza y Territorio es, así, una característica particular en Íntag,
que respondería a las problemáticas socioambientales (en particular la minería extractiva
y la deforestación) que están no solo influenciando la zona, sino sobre todo amenazando
la vida-existencia.
Vinculado con lo anterior, es desde esta experiencia vivida que se construyen
también sus propias nociones de ‘cuidado de la Naturaleza’; se trata de una
conceptualización que no tiene ni la carga ni el sentido de ‘protección’ de las lógicas
eurocéntricas-occidentales ambientalistas o conservacionistas. En Íntag, el cuidado es por
y con un ‘uso’ humano (casero o comunal) apropiado, equilibrando las necesidades del
ser humano y de la Naturaleza; es decir, se trata de un aprovechamiento sensato y
moderado en relación al grado de transformación natural que este conlleve, compensando
descuidos con prácticas de conservación o restauración. En el cuidado de la Naturaleza
existe una relación recíproca donde el ser humano forma parte del cuadro de dar y recibir
con y desde la Naturaleza. Esta visión de cuidar la Naturaleza es, entonces, una donde el
ser humano es parte de la Naturaleza y la Naturaleza es parte del ser humano; el cuidar
de la Naturaleza es esencial a la conceptualización de la Naturaleza y demuestra
inherentes analogías. Por otra parte, las reflexiones, explicaciones y perspectivas
expuestas en las narraciones proporcionan un claro discernimiento de que existen otras
posturas -con marcadas y/o sutiles diferencias- en la conceptualización del cuidado de la
339
Naturaleza. Así, además de explicitar las marcadas diferencias entre el ‘cuidado’ (lógica
decolonial y relacional) y el ‘descuido’ o destrucción (lógica moderna-colonial),
disciernen una gama de distinciones matizadas por su perspicacia vivida y situada. La
conceptualización inteña del ‘cuidado de la Naturaleza’ contiene diferentes
consideraciones: es vista como una práctica, una disposición, una postura y un saber. De
modo tal que ‘cuidar la Naturaleza’ incluye una dimensión ética que considera todo lo
que contribuye a mantener y resguardar la vida.
Las ramas del árbol - brotan del tronco ofreciendo envergaduras vitales
sus propios tejidos a nivel endógeno, pero no están disgregados de implicaciones otras en
la red de interrelaciones.
Esta red de interrelaciones también es tejida con otros seres-de-la Naturaleza como
es el caso de apariciones, espíritus, energías, personajes del bosque y demás ‘seres-otros’
presentes en la Naturaleza inteña. Así, los relatos y saberes comunicados sobre los ‘seres-
otros’ en Íntag exponen varias enseñanzas, entre ellas que la Naturaleza es anímica,
espiritual, a veces enigmática en disposición y compuesta de interexistencias no
jerárquicas de variados seres-de-la-Naturaleza. Las reflexiones sobre las dinámicas y las
transformaciones de las comprensiones construidas respecto a los ‘seres-otros’ apuntan a
la representación interrelacional de la Naturaleza y asimismo recalcan paralelismos con
diferentes esferas del ser-hacer-saber directamente correlacionadas en función de tales
dinámicas y transformaciones.
Las reflexiones inteñas destacan también que los seres-de-la-Naturaleza
(incluyendo a los seres humanos) son parte de los diversos y complejos tejidos de la red
pluriversal; de allí que sus formas de conceptualizar la Naturaleza, los seres-de-la-
Naturaleza y la relación del ser humano con ellos sean distintas a las del mundo moderno-
capitalista. La concepción inteña destaca la existencia de una relacionalidad al interior de
y entre los distintos seres-de-la-Naturaleza, pero desde una comprensión propia y
particular de Íntag. Es una relacionalidad vivida, dinámica, de interexistencia, de
interacción e interrelación; de ‘dar y recibir’, con ‘idas y vueltas’ que van creando normas
del ser-saber-hacer y que es, en fin, una relacionalidad inteña situada.
Por constituir un aporte muy importante a los hilos, tejidos y entretejidos para
mantener y afirmar la relacionalidad, las coexistencias vividas, las relaciones recíprocas
y otras construcciones de una Naturaleza-existencia-vida distinta, la práctica y
disposición de sentipensar con y desde la Naturaleza es esencial. Además de evidenciarse
parte de la coexistencia con seres-de-la-Naturaleza, el sentipensar con la Naturaleza es
marcado, como el meollo de los temas constantes, a través de la poesía inteña. Sus
reflexiones en torno del ‘sentir’ afirman que su ‘sentido’ (mejor desarrollado por vivir en
el campo) es constituyente del sentipensar situado y encarnado. Por todas las
manifestaciones nos demuestran una larga trayectoria de sentipensar con la Naturaleza y
construcciones actuales por y para sentipensar con la Naturaleza. Los sentipensamientos
inteños son desafiantes frente a las imposiciones ajenas que amenazan la zona; en ellos
se encuentran múltiples relacionamientos y reflejan una lógica distinta a la del patrón
hegemónico de la modernidad.
341
Los dos caminos hacia la construcción de los conocimientos otros y modos otros
En diálogo con las y los inteños y guiada por la comunidad, gestioné el objetivo
de investigar cómo las distintas concepciones, actores y redes respecto a la Naturaleza
están girando, transformándose o en transición por las dinámicas en la zona. Los hallazgos
de este objetivo con los diversos aprendizajes condujeron a ampliar esta mirada hacia una
visión de conjunto para poder contribuir a una comprensión sobre la dinámica inteña de
la construcción de ‘conocimientos otros y modos otros’. Por eso, entretejiendo
conclusiones, reflexiones y perspectivas recalcadas a lo largo del presente trabajo, destaco
los dos ‘caminos hacia la construcción’ más sobresalientes en el contexto inteño en lo que
concierne a la Naturaleza.
Del fondo de todas las reflexiones inteñas emerge un hilo conductor, una sabiduría
comunal inesperada pero marcada, que revela un amplio conocimiento de las diferencias
entre actores, epistemologías y patrones, y del mismo modo revela una conciencia de las
enseñanzas cambiantes según las variables pertinentes al caso. Dicho de modo más
específico, muestran un extenso discernimiento del ser-saber-hacer en las posturas
epistemológicas de los actores con los que se producen tensiones, también abordan las
tensiones entre actores derivadas de lógicas diferentes en la concepción de la Naturaleza
e, incluso, el ‘valor’ de ella según su correspondencia con los diferentes modos de
342
Como un árbol, la Naturaleza es un ser vivo sintiente, un sujeto con agencia propia
que engloba un sinnúmero de ‘seres’ con infinitas interrelaciones cambiantes y dinámicas,
y, por lo tanto, es creadora de los entretejidos esenciales para la totalidad de la vida-
existencia. La totalidad de la Naturaleza es la totalidad de la vida-existencia y viceversa;
ambas están unidas indivisiblemente en la totalidad de la Naturaleza/vida-existencia. Ver
la ‘totalidad de la Naturaleza/vida-existencia’ es como un fin último, la comprensión
máxima y quimérica, como ver la totalidad del árbol con su vida-existencia,
interrelaciones, etc. es la única manera de potencialmente comprender el árbol.
344
enfoques, detalles y ejemplos son como las hojas que cubren un gran árbol. Las hojas son
unidas por las ramas fusionadas en el tronco, etc. pero todo fue unido a través de mi sesgo,
prejuicio inherente que abordé abiertamente como un mérito del trabajo. Como el flujo
vivo que recorre todo su interior, las enseñanzas inteñas son su esencia de vida. Igual que
un árbol –ser vivo característico de Íntag-, este trabajo investigativo sigue con vida,
creciendo y respondiendo a las interrelaciones con el entorno en un dar y recibir recíproco.
347
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182
Lista en orden por nombre; nombre y apellido citado en el texto más usado.
183
El lugar de la conversación no necesariamente corresponda con el lugar donde viva. Son
moradores de Seis de Julio de Cuellaje, San Antonio de Pucará, Santa Rosa de Pucará, Junín, Azabí de
Mortiñal, Plaza Gutiérrez, Palo Seco, Pueblo Viejo, La Delicia, Barcelona, Comuna La Brillasol, Tollo
Íntag, Cuaraví, Peñaherrera, Magdalena Alto, Magdalena Bajo, Barrio El Rosal, García Moreno, Cerro
Pelado, Chontal, Chalguayacu Bajo, Chalguayacu Alto, etc.: En el texto se describe moradas pertinentes.
184
Son personas anónimas distinguidas con descripciones y sin letras A o B.
185
En los casos donde forman parte de proyecto historia de vida, se usa ‘E:’ = entrevista hecho
por; ‘T:’ = transcripción hecho por.
368
186
La Reserva La Florida/El Placer (La Florida) es un Bosque Protector a 30 minutos de la
comunidad de Santa Rosa, parroquia Plaza Gutiérrez, por el sendero Santa Rosa-Plaza Gutiérrez.
187
La Reserva Siempre Verde (Siempre Verde o S.V.) es un Bosque Protector a una hora de Santa
Rosa, parroquia Plaza Gutiérrez.
188
San Antonio de Pucará.
189
Segundo apellido.
369
‘La Distinguida’ o ‘La Dist.’ refiere a la Finca La Distinguida en el sendero Santa Rosa – Plaza Gutiérrez,
190