Virreinato Del Perú
Virreinato Del Perú
Virreinato Del Perú
Al mismo tiempo que se producía la caída del Imperio incaico se desató un conflicto entre los
conquistadores. Se provoca una fuerte disputa por el control de una serie de expediciones
destinadas a Birú (variante antes de fijarse la forma definitiva el nombre Perú), territorio
peruano del cual se presumía que poseía grandes riquezas, entre Francisco Pizarro y Diego de
Almagro. El enfrentamiento se saldó con la victoria de Pizarro, y la posterior ejecución de
Almagro.
El flamante virreinato comprendió en un inicio y durante casi trescientos años gran parte de
Sudamérica y el istmo de Panamá, bajo diversas formas de control o supervigilancia de sus
autoridades. Abarcaba una inmensa superficie que correspondía a los actuales territorios que
forman parte de
las repúblicas de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Per
ú y toda la región oeste y sur del Brasil. Quedaban exceptuadas Venezuela, bajo jurisdicción
del Virreinato de Nueva España a través de la Real Audiencia de Santo Domingo, y Brasil, que
integraba el Imperio portugués.
Su primer virrey fue Blasco Núñez Vela, nombrado por real cédula del 1 de marzo de 1543. Sin
embargo, no pudo ejercer la autoridad real debido a los enfrentamientos entre los partidarios
de Francisco Pizarro y Diego de Almagro por el dominio del Perú, y pereció asesinado
por Gonzalo Pizarro. El asesinato de la primera autoridad del rey produjo mucha consternación
en España; la corona dispuso castigar severamente a quien había atentado contra el virrey, el
representante del rey en territorios conquistados.
Un nuevo virrey, Pedro de la Gasca fue enviado al Perú para restablecer el orden. Pedro de la
Gasca, seguro de haber infundido la semilla de la traición entre los partidarios de Gonzalo
Pizarro, se enfrentó al conquistador cerca del Cuzco, en 1548. Gonzalo Pizarro vio a sus
capitanes pasarse al bando de la Gasca y la derrota para él resultó inminente. Conducido a la
ciudad del Cuzco, fue ejecutado por delito de alta traición al rey. También volvió a colocar la
encomienda y redistribuyo las existentes en el llamado “Reparto de Guaynamarina”. El
repartimiento fue un esfuerzo de la Corona para reducir el abuso de los trabajadores nativos
que ahora se asigna por un funcionario del gobierno, por lo general el alcalde de la ciudad, a
los colonos durante un período de varias semanas en las que se les paga un pequeño sueldo o
sin sueldo en todo. Este sistema no ha cambiado la situación de los trabajadores nativos, ya
que también creó esclavos de condiciones similares.
Pedro de la Gasca el Pacificador Debido a que la población nativa se redujo debido a las
enfermedades europeas, las encomiendas y repartimientos no eran tan rentables como solían
ser, esta escasez de mano de obra inició el comercio de esclavos del Atlántico. La hacienda
llegó a ser más importante para los colonos, ya que había más dinero que se hará a partir de la
tenencia de la tierra que la adquisición de mano de obra. Muchas personas huyeron de su
repartimiento por salir de sus comunidades y puestos de trabajo que se encuentran en
haciendas donde se les paga un pequeño salario y el alojamiento dado. Unos años después,
en 1551, fue nombrado virrey Antonio de Mendoza y Pacheco, luego de haber ejercido el
cargo en el virreinato novohispano.
Emancipación
A partir de los inicios del siglo XIX se produjeron los estallidos revolucionarios en la América
española. El virrey José Fernando de Abascal y Sousa hizo del virreinato peruano el baluarte,
reducto y centro de la contrarrevolución en favor de la monarquía; desde este virreinato se
contuvo el avance de la revolución argentina, se reconquistó Chile y se sofocaron los
levantamientos de Quito. También fueron reprimidos todos los intentos revolucionarios —en
particular, la rebelión del Cuzco— y toda manifestación de signo independentista en el propio
virreinato. Sin embargo, Guayaquil se proclamó Estado independiente en 1820 y recibió la
ayuda gran colombiana del general Simón Bolívar.
La sede virreinal fue trasladada al Cuzco y el virreinato español del Perú se mantuvo en los
territorios no independizados hasta el año 1824, en que —tras la batalla de Ayacucho— se
firmó la Capitulación de Ayacucho entre el general José de Canterac y Antonio José de Sucre al
mando de las fuerzas militares revolucionarias, dando fin al virreinato del Perú. La capitulación
fue aceptada sin resistencia por Pío de Tristán y Moscoso a la cabeza del gobierno del
virreinato al arribo al Cuzco del Ejército Libertador tres semanas más tarde. El 7 de abril de
1825 el Alto Perú se independizó como República de Bolivia. En enero de 1826 se puso fin a
toda resistencia militar en Chiloé y en El Callao.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y ADMINISTRATIVA DEL VIRREYNATO DEL
PERÚ
Organismos centrales
EL REY DE ESPAÑA
EL CONSEJO DE INDIAS
Organismos locales
Fueron organismos que funcionaron en el mismo virreinato para ejecutar las disposiciones
emanadas de la España europea. Fueron los siguientes:
EL VIRREY
Era el representante personal del Rey de España en el virreinato. Como suprema autoridad del
virreinato fue el encargado de impartir justicia, administrar el tesoro público y velar por la
evangelización de los indígenas. El virrey era nombrado por el rey a propuesta del Consejo de
Indias, aunque muchas veces fue el mismo rey quien se encargaba de revisar los nombres de
los posibles virreyes. Durante la existencia del Virreinato del Perú gobernaron 40 virreyes.
Francisco Álvarez de Toledo fue el virrey más destacado del Perú, ya que, debido a sus éxitos
alcanzados como funcionario, sentó las bases del virreinato peruano, pues consiguió la
ordenación administrativa del gobierno y la legalidad política de todo su amplio territorio.
LAS AUDIENCIAS
LOS CORREGIMIENTOS
LAS INTENDENCIAS
Los intendentes también recaudaban los tributos y organizaban mitas, pero no podían hacer
"repartos mercantiles". Hay paralelismo entre lo virreinal y lo republicano, respecto a la
subdivisión político-territorial. Los departamentos equivalen a las intendencias; las provincias,
a los partidos; y los distritos, a las doctrinas.
LOS CABILDOS
Las autoridades del gobierno español creyeron conveniente seguir contando con los servicios
de los antiguos dirigentes incas a nivel de pueblos y de ayllus, para que la dominación sobre
los Andes fuese más rápida y efectiva. Una institución andina ancestral que usaron con eficacia
fue el curacazgo, costumbre milenaria de constituir un jefe para cada ayllu o comunidad:
el curaca, instituido bajo el nombre de cacique, palabra centroamericana equivalente al
curaca.
Los curacas, que durante el Tahuantinsuyo rindieron cuenta al apunchic incaico (enviado por el
inca), durante el virreinato debieron rendir cuenta al corregidor español (enviado por el rey de
España). Otra institución incaica utilizada fue el varayoc, autoridad civil encargada de gobierno
administrativo del pueblo, la cual, a similitud de los alcaldes velaba por el correcto
desenvolvimiento del caserío o poblado.
ORGANIZACIÓN SOCIAL DEL VIRREINATO DEL PERÚ
Al terminar la etapa de la conquista del imperio de los incas, España se empeñó en destruir
el sistema social. Para ello organizó la nueva sociedad colonial basada en un innegable
carácter racial y clasista.
Se clasista porque existía una jerarquización y diferencias entre las clases sociales más
poderosas y las menos poderosas. Para que una persona fuera ubicada en cualquiera de estas
dos clases sociales, se tenía en cuenta su situación económica y origen étnico racial. Es decir,
que por más pobre que sea un blanco europeo se consideraba superior o por encima de los
indios o negros con mejor suerte.
ESPAÑOLES Y CRIOLLOS
Constituida por todos aquellos españoles y criollos que ostentaban títulos nobiliarios y escudos
(duques, condes, marqueses, etc.). Esta clase también presentaba diferencias económicas y
sociales y del lugar de nacimiento.
Los españoles nobles o peninsulares conformaban el grupo social más privilegiado. Al haber
nacido en España gozaban de derechos inherentes a la clase dominante. Solo ellos
desempeñaban cargos públicos y los criollos (españoles nacidos en América) no podían
hacerlo.
La clase media estaba constituida por los españoles y criollos que no tenían títulos nobiliarios,
pero que se dedicaban al comercio y la industria. También el pueblo, integrado por los
españoles, criollos y mestizos de modestos recursos económicos, dedicados a trabajos
manuales, artesanales y actividades comerciales menores.
INDIOS
Constituida por la población nativa que vivía en calidad de raza sometida, explotada y
despojada de todos sus bienes colectivos, con la obligación de pagar tributos al Rey de España.
MULATOS Y NEGROS
Eran la última clase social de la Colonia y fue quizás el grupo que más maltratos sufrió. Estaba
conformada por la población de raza negra traída a la fuerza por los españoles desde África
para ser empleados en trabajos agrícolas y otras labores.
Hualgayoc, Huancavelica y Potosí, todas ellas ubicadas en el territorio del actual Perú. Potosí,
por si sola, aportaba dos tercios de la producción minera del Perú, hasta que en 1776 cambió
de jurisdicción a favor del Virreinato del Río de la Plata. A causa de las malas condiciones y la
dureza del trabajo realizado por los aborígenes en la mina, eran frecuentes los alzamientos de
mineros, que eran sistemáticamente sofocados por las autoridades coloniales.
La llamada Real hacienda o Caja fiscal del Rey obtenía recursos directos con el cobro de una
serie de impuestos, que afectaban a las actividades económicas. Había cajas repartidas en todo
el virreinato que recolectaban los fondos, cubrían los gastos de la administración y remitían el
sobrante a la caja principal situada en Lima (Caja Real de Lima), la misma que, saldando los
gastos del propio virreinato, luego las remitía a España.
EL Quinto Real (Quinto del Rey), la quinta parte de los metales extraídos o de los
tesoros encontrados.
El Tributo Personal del Indio. Que obligaba al habitante andino, entre los dieciocho y
cincuenta años, a pagar una suma anual.
El Alcabala, el pago que se hacía por concepto de la compra o venta de propiedades
El Almojarifazgo, que era el impuesto que se pagaba por la entrada y salida de
mercaderías (hoy aranceles o derechos de aduana).
La Media Anata, el impuesto que gravaba anualmente los sueldos de los funcionarios
públicos y burócratas.
La Derrama, que eran los donativos extraordinarios que se obligaba a hacer a los
habitantes del virreinato cuando España sostenía guerras con sus rivales europeos.
Los Estancos. De la sal, del tabaco, del papel sellado, de los naipes, etc., es decir, el
impuesto que gravaba a tales productos, los mismos que tenían que ser pagados por
los colonos.
La moneda
La agricultura y ganadería
o Ganado: vacuno, lanar, caprino, porcino, equino.
o Cereales: trigo, cebada, centeno
o Otros vegetales: caña de azúcar, lentejas, garbanzos, frijoles, lechugas, col, espinaca,
apio, espárrago, zanahoria, nabo, betarraga, rábanos, bananas, naranja, limón, etc.
Los obrajes
La iglesia católica tuvo presencia en el nuevo mundo desde los primeros días de conquista. Los
soldados se encargaron de extender la fe cristiana pues ellos mismos se consideraron agentes
de evangelización frente a los indígenas. Y es que la conquista fue entendida por muchos
españoles como un intento de la corona, no solo por extender sus dominios, sino también
como justificación en la propagación de la fe.
Al virreinato del Perú llegaron las órdenes religiosas casi al mismo tiempo que los
conquistadores. Al Perú llegaron cinco órdenes religiosas que se encargaron de la
evangelización de los indígenas. No pasaron muchos años para que la Iglesia se convirtiera en
una de las instituciones más poderosas del virreinato peruano.
ORDENES RELIGIOSAS
Las órdenes religiosas que llegaron al Perú tuvieron diferentes métodos para evangelizar a los
indígenas:
ORDEN DOMINICA
Los dominicos se caracterizaron por difundir las enseñanzas a través de colegios y centros
superiores de enseñanza. Uno de los más grandes logros de esta orden fue la creación de la
Universidad de San Marcos. Los dominicos rápidamente erigieron monasterios por todo el
territorio del virreinato peruano, aunque siempre mantuvieron su línea educativa.
ORDEN FRANCISCANA
Esta orden destacó entre las demás por su vocación misionera. Los franciscanos llegaron hasta
los lugares más recónditos del virreinato con la finalidad de llevar la palabra de Dios a todos los
indígenas. La labor franciscana no se centró solo en la evangelización, sino también en la
enseñanza de labores agrícolas y al aprendizaje del castellano.
ORDEN AGUSTIANA
Abocada al igual que sus pares a la evangelización indígena, tuvo un papel preponderante en la
conversión de los curacas y hombres principales de los ayllus descendientes de los incas. Los
agustinos fueron una de las órdenes que más se dedicaron a la extirpación de idolatrías en los
Andes.
Los jesuitas desde su arribo defendieron con energía a los indígenas, obteniendo por ello
grandes pleitos con la administración local.
ORDEN MERCEDARIA
La orden Mercedaria también llegó pero el número de miembros de la orden no fue
significativo en comparación con el número de las otras órdenes religiosas.
LA EXTIRPACIÓN DE IDOLATRÍAS
Frente a ello los religiosos tomaron una decisión: se realizaría una caza de todos los ídolos y
dioses andinos para la total erradicación del culto a ídolos en los Andes.
LA INQUISICIÓN
Desde su establecimiento, la Inquisición actuó como un tribunal con amplias facultades para el
castigo a herejes o protestantes. En su lucha por conservar la religión católica actuaron con
energía frente a la lectura de libros prohibidos, la práctica de la brujería, quiromancia,
judaísmo o islamismo, etc. El orden político en las colonias también fue tema de gran
importancia para el Tribunal del Santo Oficio.
Las figuras vivas de santidad constituían un papel importante pues eran la encarnación de la
gracia divina en la tierra. La vida de estos santos, beatas, siervos de Dios o iluminados fue
seguida de cerca por la población virreinal esperando siempre un milagro o suceso divino. La fe
que vivían los "santos" era ejemplo a seguir para la sociedad y modelo de vida eclesiástica para
los religiosos.
En el Perú hubo mayor cantidad de santos y siervos de Dios que en todos los virreinatos
españoles. La mayoría apareció entre 1570 y 1660, muchos de ellos coexistiendo en la
sociedad limeña, tal como fue el caso de San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, Santo
Toribio de Mogrovejo, San Francisco Solano y San Juan Masias, precisamente los 5 santos del
Perú.
Cuando morían estos hombres de Dios, toda la sociedad limeña acudía a sus exequias,
incluyendo el virrey, el arzobispo y los principales nobles, tanto españoles como indígenas.
LA EDUCACIÓN EN EL VIRREINATO
PRIMERAS LETRAS
ESTUDIOS MENORES
ESTUDIOS MAYORES
Se estudiaba arte o filosofía aristotélica durante aproximadamente tres años. Concluidos estos,
el alumno recibía el grado de bachiller en artes.
Puesto que todos los cursos se impartían en latín, el dominio de esta lengua era primordial. El
castellano se usaba únicamente para aclarar algunos pasajes confusos del texto utilizados en
clase. Para las clases se utilizaba la lectura de un párrafo del texto base que se había
seleccionado para este curso. La explicación del pasaje estaba a cargo del profesor y, una vez
concluida la lección, los alumnos debían repasarla, pues los sábados uno de ellos debía
exponer lo trabajado durante la semana.
COLEGIOS MAYORES
Era internados que funcionaban como vivienda para los estudiantes de la Universidad de San
Marcos. Allí estas repasaban las lecciones aprendidas, bajo la supervisión de un tutor.
Instituciones de este tipo eran: el colegio Real de San Felipe y San Marcos (vinculado a la
Universidad de San Marcos), del colegio San Martín (a cargo de los jesuitas) y el Seminario de
Santo Toribio de Mogrovejo. El que más destacó fue el colegio de San Martin. Creado en el
siglo XVI por los jesuitas, pretendió favorecer a los estudiantes de filosofía.
Los miembros de la élite indígena también tuvieron acceso a la educación. Para los curacas o
caciques se crearon dos colegios: el del Cercado o del Príncipe en la ciudad de Lima y en el
Cuzco, el colegio de San Francisco de Borja.
Su fundación oficial fue gestada por fray Tomás de San Martín y se concretó el 12 de
mayo de 1551 con el decreto del emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano
Germánico, en 1571 adquiere el grado de pontificia otorgado por el papa Pío V con lo que
termina siendo nombrada como "Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de los Reyes de
Lima". Siendo reconocida por la Corona española como la primera universidad de América
fundada oficialmente por Real Cédula, es referida como "Universidad de Lima"
entre 1551 y 1821, durante el Virreinato.