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Virreinato Del Perú

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El Virreinato del Perú

ETAPAS DEL VIRREYNATO DEL PERÚ

Con la entrada de los españoles en la ciudad del Cuzco en 1534, concluyó la conquista militar


del Perú, llevada a cabo por Francisco Pizarro, y dio comienzo el desarrollo del asentamiento
español en el área dominada hasta ese momento por el Imperio inca o Tahuantinsuyo.

Al mismo tiempo que se producía la caída del Imperio incaico se desató un conflicto entre los
conquistadores. Se provoca una fuerte disputa por el control de una serie de expediciones
destinadas a Birú (variante antes de fijarse la forma definitiva el nombre Perú), territorio
peruano del cual se presumía que poseía grandes riquezas, entre Francisco Pizarro y Diego de
Almagro. El enfrentamiento se saldó con la victoria de Pizarro, y la posterior ejecución de
Almagro.

Para concluirla, el 20 de noviembre de 1542, el rey Carlos I de España firmó


en Barcelona por Real Cédula las llamadas Leyes Nuevas, un conjunto legislativo para
las Indias entre las cuales dispuso la creación del Virreinato del Perú en reemplazo de las
antiguas gobernaciones de Nueva Castilla y Nueva León, al tiempo que la sede de la Real
Audiencia de Panamá fue trasladada a la Ciudad de los Reyes o Lima, capital del nuevo
virreinato.

El flamante virreinato comprendió en un inicio y durante casi trescientos años gran parte de
Sudamérica y el istmo de Panamá, bajo diversas formas de control o supervigilancia de sus
autoridades. Abarcaba una inmensa superficie que correspondía a los actuales territorios que
forman parte de
las repúblicas de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Per
ú y toda la región oeste y sur del Brasil. Quedaban exceptuadas Venezuela, bajo jurisdicción
del Virreinato de Nueva España a través de la Real Audiencia de Santo Domingo, y Brasil, que
integraba el Imperio portugués.

Su primer virrey fue Blasco Núñez Vela, nombrado por real cédula del 1 de marzo de 1543. Sin
embargo, no pudo ejercer la autoridad real debido a los enfrentamientos entre los partidarios
de Francisco Pizarro y Diego de Almagro por el dominio del Perú, y pereció asesinado
por Gonzalo Pizarro. El asesinato de la primera autoridad del rey produjo mucha consternación
en España; la corona dispuso castigar severamente a quien había atentado contra el virrey, el
representante del rey en territorios conquistados.

Un nuevo virrey, Pedro de la Gasca fue enviado al Perú para restablecer el orden. Pedro de la
Gasca, seguro de haber infundido la semilla de la traición entre los partidarios de Gonzalo
Pizarro, se enfrentó al conquistador cerca del Cuzco, en 1548. Gonzalo Pizarro vio a sus
capitanes pasarse al bando de la Gasca y la derrota para él resultó inminente. Conducido a la
ciudad del Cuzco, fue ejecutado por delito de alta traición al rey. También volvió a colocar la
encomienda y redistribuyo las existentes en el  llamado “Reparto de Guaynamarina”. El
repartimiento fue un esfuerzo de la Corona para reducir el abuso de los trabajadores nativos
que ahora se asigna por un funcionario del gobierno, por lo general el alcalde de la ciudad, a
los colonos durante un período de varias semanas en las que se les paga un pequeño sueldo o
sin sueldo en todo. Este sistema no ha cambiado la situación de los trabajadores nativos, ya
que también creó esclavos de condiciones similares.
Pedro de la Gasca el Pacificador Debido a que la población nativa se redujo debido a las
enfermedades europeas, las encomiendas y repartimientos no eran tan rentables como solían
ser, esta escasez de mano de obra inició el comercio de esclavos del Atlántico. La hacienda
llegó a ser más importante para los colonos, ya que había más dinero que se hará a partir de la
tenencia de la tierra que la adquisición de mano de obra. Muchas personas huyeron de su
repartimiento por salir de sus comunidades y puestos de trabajo que se encuentran en
haciendas donde se les paga un pequeño salario y el alojamiento dado. Unos años después,
en 1551, fue nombrado virrey Antonio de Mendoza y Pacheco, luego de haber ejercido el
cargo en el virreinato novohispano.

Emancipación
A partir de los inicios del siglo XIX se produjeron los estallidos revolucionarios en la América
española. El virrey José Fernando de Abascal y Sousa hizo del virreinato peruano el baluarte,
reducto y centro de la contrarrevolución en favor de la monarquía; desde este virreinato se
contuvo el avance de la revolución argentina, se reconquistó Chile y se sofocaron los
levantamientos de Quito. También fueron reprimidos todos los intentos revolucionarios —en
particular, la rebelión del Cuzco— y toda manifestación de signo independentista en el propio
virreinato. Sin embargo, Guayaquil se proclamó Estado independiente en 1820 y recibió la
ayuda gran colombiana del general Simón Bolívar.

Fin del Virreinato


Después de la victoria del Ejército de los Andes sobre los realistas, Chile declaró
su independencia en 1818 y organizó junto con las Provincias Unidas del Río de la
Plata una expedición militar al mando del Libertador general José de San Martín, la cual
desembarcó en el puerto de Pisco (al sur de Lima) el 8 de septiembre de 1820. A partir de ese
momento, diversas provincias y pueblos del Perú empezaron a declarar su independencia de
España, tales como Huamanga, Tarma, Lambayeque, Ferreñafe, Trujillo y Cajamarca.
Finalmente, en 1821 San Martín ocupó la capital virreinal (Lima) y declaró la Independencia del
Perú el 28 de julio de ese mismo año.

La sede virreinal fue trasladada al Cuzco y el virreinato español del Perú se mantuvo en los
territorios no independizados hasta el año 1824, en que —tras la batalla de Ayacucho— se
firmó la Capitulación de Ayacucho entre el general José de Canterac y Antonio José de Sucre al
mando de las fuerzas militares revolucionarias, dando fin al virreinato del Perú. La capitulación
fue aceptada sin resistencia por Pío de Tristán y Moscoso a la cabeza del gobierno del
virreinato al arribo al Cuzco del Ejército Libertador tres semanas más tarde. El 7 de abril de
1825 el Alto Perú se independizó como República de Bolivia. En enero de 1826 se puso fin a
toda resistencia militar en Chiloé y en El Callao.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y ADMINISTRATIVA DEL VIRREYNATO DEL
PERÚ

Organismos centrales

EL REY DE ESPAÑA

Era la suprema autoridad en España, en las Indias y en el resto de su Imperio. Su gobierno


fue absolutista. El rey tenía la capacidad de decisión y la última palabra en todo tipo de
decisiones, si bien hasta 1700 las Cortes manejaban los recursos públicos, aprobaban y
derogaban leyes, acuñaban moneda, aceptaban o desestimaban reyes y regentes, etc.

EL CONSEJO DE INDIAS

El Consejo de Indias fue el máximo organismo peninsular que tenía a cargo todo lo


concerniente a la política administrativa, judicial y el ejercicio del Real Patronato Indiano, en
última instancia, todo aquello que pudiera presentarse en tierras de la América hispana.

Organismos locales

Fueron organismos que funcionaron en el mismo virreinato para ejecutar las disposiciones
emanadas de la España europea. Fueron los siguientes:

EL VIRREY

Era el representante personal del Rey de España en el virreinato. Como suprema autoridad del
virreinato fue el encargado de impartir justicia, administrar el tesoro público y velar por la
evangelización de los indígenas. El virrey era nombrado por el rey a propuesta del Consejo de
Indias, aunque muchas veces fue el mismo rey quien se encargaba de revisar los nombres de
los posibles virreyes. Durante la existencia del Virreinato del Perú gobernaron 40 virreyes.

1. Blasco Núñez de Vela (1544-1546) 


2. Antonio de Mendoza (1551-1552)
3. Andrés Hurtado de Mendoza (1556-1561)
4. Diego López de Zúñiga  (1561-1564)
5. Francisco de Toledo (1569-1581) 
6. Martín Enríquez de Almansa (1581-1583)
7. Fernando Torres de Portugal (1584 -1589)
8. García Hurtado de Mendoza  (1589-1596)
9. Luis de Velasco (1596-1604)
10. Gaspar de Zúñiga y Acevedo (1604-1606)
11. Juan de Mendoza y Luna (1607-1615)
12. Felipe de Borja y Aragón (1616-1621)
13. Diego Fernández de Córdoba  (1622-1629)
14. Luis Jerónimo Fernández de Cabrera (1629-1639)
15. Pedro Álvarez de Toledo y Leiva (1639-1648)
16. García Sarmiento de Sotomayor 1648-1655)
17. Luis Henríquez de Guzmán  (1655-1661)
18. Diego de Benavides y de la Cueva  (1661-1666)
19. Pedro Fernández de Castro (1667-1672)
20. Baltasar de la Cueva Henríquez   (1674-1678)
21. Melchor de Liñán y Cisneros  (1678-1681)
22. Melchor de Navarra y Rocafull (1681-1689)
23. Melchor Antonio Portocarrero (1689 - 1705(+)
24. Manuel de Oms y de Santa Pau (1707 - 1710)
25. Diego Ladrón de Guevara (1710-1716)
26. Carmine Nicolao Caracciolo (1716-1720)
27. Diego Morcillo Rubio de Auñón  (1720-1724)
28. José de Armendáriz (1724-1736)
29. José Antonio de Mendoza (1736-1745)
30. José Antonio Manso de Velasco (1745-1761)
31. Manuel de Amat y Juniet  (1761 -1776)
32. Manuel de Guirior (1776 -1780)
33. Agustín de Jáuregui y Aldecoa (1780-1784)
34. Teodoro de Croix (1784-1790)
35. Francisco Gil de Taboada  (1790-1796)
36. Ambrosio O'Higgins (1796 -1801)
37. Gabriel de Avilés  (1801-1806)
38. José Fernando de Abascal  (1806-1816)
39. Joaquín de la Pezuela (1816-1821)
40. José de la Serna  (1821-1824)

Francisco Álvarez de Toledo fue el virrey más destacado del Perú, ya que, debido a sus éxitos
alcanzados como funcionario, sentó las bases del virreinato peruano, pues consiguió la
ordenación administrativa del gobierno y la legalidad política de todo su amplio territorio.

El virrey Álvarez de Toledo


Apenas llegado a tierras peruanas, Francisco Álvarez de Toledo se informó de todo cuanto
había sucedido en el virreinato y de cuáles habían sido las políticas seguidas hasta ese
momento. Reconoció la inexistencia de un adecuado sistema tributario, pues no había un
registro del total de habitantes del virreinato. Álvarez de Toledo realizó personalmente varias
extensas visitas generales a distintas partes del virreinato y, por primera vez, se tuvo registro
de los recursos humanos y naturales del Perú. Tras saber el número de posibles tributarios,
estableció las reducciones, pueblos indígenas en los que se agrupaba a un número de
alrededor de quinientas familias. Así se sabía con exactitud la cantidad de tributo que debían
entregar.

LAS AUDIENCIAS

Las audiencias tenían como función principal la administración de justicia, en calidad de


segunda instancia en los juicios o procedimientos judiciales, a nivel de cortes superiores.
Asimismo, ejercían funciones políticas, es decir, facultades propiamente de gobierno, pues la
Audiencia actuaba como asesor del virrey, por lo que muchas veces absolvió las consultas
formuladas por el virrey. De igual manera, fue la encargada de tomar las riendas del virreinato
cuando el virrey se encontraba enfermo o moría repentinamente. Según su categoría, las
audiencias eran de dos clases: Audiencias Virreinales, de mayor rango, presididas por el virrey,
tal fueron los casos de la audiencia de Real Audiencia de Lima y la Real Audiencia de México,
que tenían bajo su autoridad a las otras audiencias del mismo virreinato, denominadas
Audiencias Subordinadas.

LOS CORREGIMIENTOS

Los corregimientos fueron divisiones administrativas y territoriales de la corona española en el


Perú. Los corregimientos fueron gobernados por un alto funcionario nombrado, mayormente,
por el Consejo de Indias, denominado corregidor. Los corregimientos tenían facultades
políticas (conservaban el orden y la buena marcha del corregimiento), administrativas
(cobraban el tributo de los habitantes que vivían en la jurisdicción) y judiciales (hacían cumplir
las leyes y resolvían los pleitos surgidos entre los indígenas).

LAS INTENDENCIAS

Los intendentes también recaudaban los tributos y organizaban mitas, pero no podían hacer
"repartos mercantiles". Hay paralelismo entre lo virreinal y lo republicano, respecto a la
subdivisión político-territorial. Los departamentos equivalen a las intendencias; las provincias,
a los partidos; y los distritos, a las doctrinas.

LOS CABILDOS

Denominados también, ayuntamientos, municipalidades o consejos municipales, fueron unas


instituciones de origen español que se trasplantaron a América. El cabildo tenía múltiples
atribuciones administrativas. Entre ellas les correspondía administrar arbitrios, presidir
espectáculos públicos, organizar fiestas pomposas al llegar los nuevos virreyes, vigilar el aseo
de la ciudad, inspeccionar las calles y organizar la baja policía.

AUTORIDADES INDÍGENAS: EL CURACA Y EL VARAYOQ

Las autoridades del gobierno español creyeron conveniente seguir contando con los servicios
de los antiguos dirigentes incas a nivel de pueblos y de ayllus, para que la dominación sobre
los Andes fuese más rápida y efectiva. Una institución andina ancestral que usaron con eficacia
fue el curacazgo, costumbre milenaria de constituir un jefe para cada ayllu o comunidad:
el curaca, instituido bajo el nombre de cacique, palabra centroamericana equivalente al
curaca.

Los curacas, que durante el Tahuantinsuyo rindieron cuenta al apunchic incaico (enviado por el
inca), durante el virreinato debieron rendir cuenta al corregidor español (enviado por el rey de
España). Otra institución incaica utilizada fue el varayoc, autoridad civil encargada de gobierno
administrativo del pueblo, la cual, a similitud de los alcaldes velaba por el correcto
desenvolvimiento del caserío o poblado.
ORGANIZACIÓN SOCIAL DEL VIRREINATO DEL PERÚ

Al terminar la etapa de la conquista del imperio de los incas, España se empeñó en destruir
el sistema social. Para ello organizó la nueva sociedad colonial basada en un innegable
carácter racial y clasista.

Se clasista porque existía una jerarquización y diferencias entre las clases sociales más
poderosas y las menos poderosas. Para que una persona fuera ubicada en cualquiera de estas
dos clases sociales, se tenía en cuenta su situación económica y origen étnico racial. Es decir,
que por más pobre que sea un blanco europeo se consideraba superior o por encima de los
indios o negros con mejor suerte.

ESPAÑOLES Y CRIOLLOS

Constituida por todos aquellos españoles y criollos que ostentaban títulos nobiliarios y escudos
(duques, condes, marqueses, etc.). Esta clase también presentaba diferencias económicas y
sociales y del lugar de nacimiento.

Los españoles nobles o peninsulares conformaban el grupo social más privilegiado. Al haber
nacido en España gozaban de derechos inherentes a la clase dominante. Solo ellos
desempeñaban cargos públicos y los criollos (españoles nacidos en América) no podían
hacerlo.

CLASE MEDIA Y EL PUEBLO

La clase media estaba constituida por los españoles y criollos que no tenían títulos nobiliarios,
pero que se dedicaban al comercio y la industria. También el pueblo, integrado por los
españoles, criollos y mestizos de modestos recursos económicos, dedicados a trabajos
manuales, artesanales y actividades comerciales menores.

INDIOS

Constituida por la población nativa que vivía en calidad de raza sometida, explotada y
despojada de todos sus bienes colectivos, con la obligación de pagar tributos al Rey de España.
MULATOS Y NEGROS

Eran la última clase social de la Colonia y fue quizás el grupo que más maltratos sufrió. Estaba
conformada por la población de raza negra traída a la fuerza por los españoles desde África
para ser empleados en trabajos agrícolas y otras labores.

SISTEMA ECONÓMICO DEL VIRREINATO DEL PERÚ

En el ámbito económico, la principal actividad desarrollada en el virreinato era la minería.


El trabajo en la mina era desarrollado por aborígenes que pasaban entre una y dos semanas sin
salir de ella en condiciones realmente duras. En un principio, la actividad se desarrolló en torno
a pequeños depósitos de superficie, pero gracias a las mejoras en las técnicas mineras, los
colonos pudieron a acceder a grandes minas. Es a partir de este momento en que la minería
termina de consolidarse como principal actividad en el virreinato. Los principales yacimientos
mineros fueron: Castrovirreyna, Cerro de Pasco, Cajabamba, Contumanza, Carabaya, Cayllama,

Hualgayoc, Huancavelica y Potosí, todas ellas ubicadas en el territorio del actual Perú. Potosí,
por si sola, aportaba dos tercios de la producción minera del Perú, hasta que en 1776 cambió
de jurisdicción a favor del Virreinato del Río de la Plata. A causa de las malas condiciones y la
dureza del trabajo realizado por los aborígenes en la mina, eran frecuentes los alzamientos de
mineros, que eran sistemáticamente sofocados por las autoridades coloniales.

Impuestos del Virreinato

La llamada Real hacienda o Caja fiscal del Rey obtenía recursos directos con el cobro de una
serie de impuestos, que afectaban a las actividades económicas. Había cajas repartidas en todo
el virreinato que recolectaban los fondos, cubrían los gastos de la administración y remitían el
sobrante a la caja principal situada en Lima (Caja Real de Lima), la misma que, saldando los
gastos del propio virreinato, luego las remitía a España.

Entre los impuestos, que el virreinato pagaba a la corona figuraban:

 EL Quinto Real (Quinto del Rey), la quinta parte de los metales extraídos o de los
tesoros encontrados.
 El Tributo Personal del Indio. Que obligaba al habitante andino, entre los dieciocho y
cincuenta años, a pagar una suma anual.
 El Alcabala, el pago que se hacía por concepto de la compra o venta de propiedades
 El Almojarifazgo, que era el impuesto que se pagaba por la entrada y salida de
mercaderías (hoy aranceles o derechos de aduana).
 La Media Anata, el impuesto que gravaba anualmente los sueldos de los funcionarios
públicos y burócratas.
 La Derrama, que eran los donativos extraordinarios que se obligaba a hacer a los
habitantes del virreinato cuando España sostenía guerras con sus rivales europeos.
 Los Estancos. De la sal, del tabaco, del papel sellado, de los naipes, etc., es decir, el
impuesto que gravaba a tales productos, los mismos que tenían que ser pagados por
los colonos.

La moneda

En un comienzo, durante la conquista, no hubo moneda para el comercio, después aparece la


primera expresión de la moneda en el Perú, la callana, que era una pieza rudimentaria fundida
con especificación de peso y ley que funcionó en Cajamarca, Lima, Cuzco y Piura. Después se
confeccionó el peso, que fue un disco burdamente labrado a cincel, llevando una cruz a cada
lado; su valor marcaba 450 maravedíes.

Posteriormente aparecieron los ducados, los escudos y los doblones, que hicieron más


expeditiva la transacción comercial. Estas monedas eran acuñadas en las llamadas Casas de
Moneda, que empezaron a funcionar alrededor del siglo XVI, especialmente en Lima y Potosí.

La agricultura y ganadería

La agricultura no tuvo un desarrollo importante en el virreinato. Al igual que en otros lugares


conquistados por los españoles, la tenencia de la tierra se trastocó, así como el usufructo que
se hacía de ella. Con la llegada de los españoles llegaron también productos vegetales,
animales de granja y aves de corral. Desde un inicio los indígenas fueron empleados en las
faenas agrícolas y fue a través de esta práctica que pudieron pagar sus tributos. Nuevas
técnicas como el barbecho, la rosa y quema así como diferentes instrumentos les fueron dados
a los nativos para que explotaran al máximo la agricultura.

Productos traídos por los españoles

o Ganado: vacuno, lanar, caprino, porcino, equino.
o Cereales: trigo, cebada, centeno
o Otros vegetales: caña de azúcar, lentejas, garbanzos, frijoles, lechugas, col, espinaca,
apio, espárrago, zanahoria, nabo, betarraga, rábanos, bananas, naranja, limón, etc.

En el ámbito  comercial, España aplicó medidas proteccionistas y favoreció el monopolio de los


puertos de Sevilla en España, Veracruz, en México, Callao en el Perú, Panamá y Cartagena en
Nueva Granada. Debido a que Panamá y Cartagena eran considerados puertos de tránsito, el
Callao pasó a ser el único puerto autorizado para comerciar en América, lo cual convirtió al
Virreinato del Perú en el centro comercial de las colonias Españolas en América. Pero la
preeminencia de ciertos puertos sobre otros, en este caso el Callao con respecto al resto de
América, hizo que el contrabando y la piratería, actividades desarrolladas la primera
por criollos y la segunda por corsarios ingleses y holandeses en su mayoría, floreciesen,
logrando erosionar lenta pero inexorablemente el monopolio de los grandes puertos, hasta
que en 1778 Carlos III decretó el libre comercio y el Callao perdió su posición de ventaja frente
a los otros puertos, posibilitando el surgimiento de los de Montevideo, Buenos Aires o
Guayaquil.

Los obrajes

Fueron centros laborales de gran importancia en el Virreinato dedicados a la manufactura de


textiles e hilos de lana, algodón y cabuya. El primer obraje fue instituido por Antonio de
Ribera en 1545. Su número creció rápidamente debido a que las vestimentas tenían gran
demanda entre los indígenas mineros (de diferentes calidades: bayetas, jergas, frazadas,
alforjas, medias, sombreros, costales). Su producción no pudo superar lo artesanal porque el
monopolio peninsular no dejaba que se expandiera o elaborara productos de mejor calidad
dentro de sus territorios de ultramar.
LA IGLESIA EN EL VIRREINATO

La iglesia católica tuvo presencia en el nuevo mundo desde los primeros días de conquista. Los
soldados se encargaron de extender la fe cristiana pues ellos mismos se consideraron agentes
de evangelización frente a los indígenas. Y es que la conquista fue entendida por muchos
españoles como un intento de la corona, no solo por extender sus dominios, sino también
como justificación en la propagación de la fe.

Al virreinato del Perú llegaron las órdenes religiosas casi al mismo tiempo que los
conquistadores. Al Perú llegaron cinco órdenes religiosas que se encargaron de la
evangelización de los indígenas. No pasaron muchos años para que la Iglesia se convirtiera en
una de las instituciones más poderosas del virreinato peruano.

 ORDENES RELIGIOSAS

Las órdenes religiosas que llegaron al Perú tuvieron diferentes métodos para evangelizar a los
indígenas:

ORDEN DOMINICA

La primera orden religiosa en llegar al Perú fue la orden Dominica.

Los dominicos se caracterizaron por difundir las enseñanzas a través de colegios y centros
superiores de enseñanza. Uno de los más grandes logros de esta orden fue la creación de la
Universidad de San Marcos. Los dominicos rápidamente erigieron monasterios por todo el
territorio del virreinato peruano, aunque siempre mantuvieron su línea educativa.

ORDEN FRANCISCANA

Esta orden destacó entre las demás por su vocación misionera. Los franciscanos llegaron hasta
los lugares más recónditos del virreinato con la finalidad de llevar la palabra de Dios a todos los
indígenas. La labor franciscana no se centró solo en la evangelización, sino también en la
enseñanza de labores agrícolas y al aprendizaje del castellano.

ORDEN AGUSTIANA

Abocada al igual que sus pares a la evangelización indígena, tuvo un papel preponderante en la
conversión de los curacas y hombres principales de los ayllus descendientes de los incas. Los
agustinos fueron una de las órdenes que más se dedicaron a la extirpación de idolatrías en los
Andes.

ORDEN DE LOS JESUITAS

Los jesuitas desde su arribo defendieron con energía a los indígenas, obteniendo por ello
grandes pleitos con la administración local.

ORDEN MERCEDARIA
La orden Mercedaria también llegó pero el número de miembros de la orden no fue
significativo en comparación con el número de las otras órdenes religiosas.

 LA EXTIRPACIÓN DE IDOLATRÍAS

La labor evangelizadora tuvo como fin convertir a los indígenas en practicantes de la fe


católica. Para ello buscaron la forma de acabar con las prácticas idolátricas que los nativos
poseían, atacando a sus principales dioses y destruyendo todo signo de culto (huacas por
ejemplo). Sin embargo, los misioneros se daban cuenta que el culto a los dioses andinos
continuaban, pese al esfuerzo de las órdenes religiosas por detenerlo.

Frente a ello los religiosos tomaron una decisión: se realizaría una caza de todos los ídolos y
dioses andinos para la total erradicación del culto a ídolos en los Andes.

 LA INQUISICIÓN

Desde su establecimiento, la Inquisición actuó como un tribunal con amplias facultades para el
castigo a herejes o protestantes. En su lucha por conservar la religión católica actuaron con
energía frente a la lectura de libros prohibidos, la práctica de la brujería, quiromancia,
judaísmo o islamismo, etc. El orden político en las colonias también fue tema de gran
importancia para el Tribunal del Santo Oficio.

 LOS SANTOS PERUANOS

Las figuras vivas de santidad constituían un papel importante pues eran la encarnación de la
gracia divina en la tierra. La vida de estos santos, beatas, siervos de Dios o iluminados fue
seguida de cerca por la población virreinal esperando siempre un milagro o suceso divino. La fe
que vivían los "santos" era ejemplo a seguir para la sociedad y modelo de vida eclesiástica para
los religiosos.

En el Perú hubo mayor cantidad de santos y siervos de Dios que en todos los virreinatos
españoles. La mayoría apareció entre 1570 y 1660, muchos de ellos coexistiendo en la
sociedad limeña, tal como fue el caso de San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, Santo
Toribio de Mogrovejo, San Francisco Solano y San Juan Masias, precisamente los 5 santos del
Perú.

Cuando morían estos hombres de Dios, toda la sociedad limeña acudía a sus exequias,
incluyendo el virrey, el arzobispo y los principales nobles, tanto españoles como indígenas.
LA EDUCACIÓN EN EL VIRREINATO

La enseñanza del latín constituyó un eje central de la educación en la colonia.

 ESTRUCTURA DE LOS ESTUDIOS EN LA EDUCACIÓN EN LA COLONIA

La división de los estudios durante el virreinato era: Primeras Letras, Estudios Menores y


Estudios mayores.

PRIMERAS LETRAS

Eran ejercicios de lectura y escritura en castellano. Podían realizarse bajo la supervisión de un


tutor particular, pero también en algunas escuelas municipales o conventuales.

ESTUDIOS MENORES

Estaban asociados al aprendizaje del latín y los conocimientos académicos se impartían en


dicha lengua. Incluían la enseñanza de gramática, retórica y dialéctica. Durante la primera, los
alumnos pasaban la mayor parte del día oyendo sus lecciones y ejercitándose en el latín. En la
tarde debían repasar lo aprendido y preparar pequeños textos. Los mejores leían los sábados
en actos públicos. Con el segundo curso, se pretendía perfeccionar el arte de la oratoria.
Finalmente, el tercero debía servir para mejorar las composiciones de los alumnos.

ESTUDIOS MAYORES

Se estudiaba arte o filosofía aristotélica durante aproximadamente tres años. Concluidos estos,
el alumno recibía el grado de bachiller en artes.

 DICTADO DE LAS CLASES

Puesto que todos los cursos se impartían en latín, el dominio de esta lengua era primordial. El
castellano se usaba únicamente para aclarar algunos pasajes confusos del texto utilizados en
clase. Para las clases se utilizaba la lectura de un párrafo del texto base que se había
seleccionado para este curso. La explicación del pasaje estaba a cargo del profesor y, una vez
concluida la lección, los alumnos debían repasarla, pues los sábados uno de ellos debía
exponer lo trabajado durante la semana.

LOS COLEGIOS EN LA EDUCACIÓN

La educación colonial estuvo destinada básicamente a la preparación académica de españoles


y criollos y de algunos mestizos. Los curacas tampoco estuvieron marginados del sistema
educativo colonial. Existieron tres tipos de colegios.

 COLEGIOS DE LAS ÓRDENES RELIGIOSAS


En ellos, las órdenes religiosas educaban a sus sacerdotes, Se impartía la enseñanza del latín,
artes y teología. De estas instituciones, la más famosa fue el colegio de San Pablo, que estuvo a
cargo de los padres de la Compañía de Jesús.

 COLEGIOS MAYORES

Era internados que funcionaban como vivienda para los estudiantes de la Universidad de San
Marcos. Allí estas repasaban las lecciones aprendidas, bajo la supervisión de un tutor.
Instituciones de este tipo eran: el colegio Real de San Felipe y San Marcos (vinculado a la
Universidad de San Marcos), del colegio San Martín (a cargo de los jesuitas) y el Seminario de
Santo Toribio de Mogrovejo. El que más destacó fue el colegio de San Martin. Creado en el
siglo XVI por los jesuitas, pretendió favorecer a los estudiantes de filosofía.

 COLEGIOS PARA CURACAS

Los miembros de la élite indígena también tuvieron acceso a la educación. Para los curacas o
caciques se crearon dos colegios: el del Cercado o del Príncipe en la ciudad de Lima y en el
Cuzco, el colegio de San Francisco de Borja.

LA UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS

 Su fundación oficial fue gestada por fray Tomás de San Martín y se concretó el 12 de
mayo de 1551 con el decreto del emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano
Germánico, en 1571 adquiere el grado de pontificia otorgado por el papa Pío V con lo que
termina siendo nombrada como "Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de los Reyes de
Lima". Siendo reconocida por la Corona española como la primera universidad de América
fundada oficialmente por Real Cédula, es referida como "Universidad de Lima"
entre 1551 y 1821, durante el Virreinato.

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