Servomotores
Servomotores
Servomotores
Servomotores eléctricos
La estructura de un actuador eléctrico es simple, ya que sólo requieren de
energía eléctrica como fuente de poder. Es altamente versátil y prácticamente
no hay restricciones respecto a la distancia entre la fuente de poder y el
actuador.
Existen dos tipos diferentes de servomotores
eléctricos, los dedicados al control de clima (calefacción, ventilación y aire
acondicionado) y los proyectados para el control industrial. Los primeros se
caracterizan por su poco par y por el tiempo largo de accionamiento (1
minuto), mientras que los segundos disponen de un par elevado y un tiempo
de accionamiento rápido (de 10 a 60 segundos), en la figura V8 se muestra una
válvula de bola con actuador eléctrico.
Servomotor neumático
Los actuadores neumáticos son mecanismos que convierten la energía del aire
comprimido en trabajo mecánico.
Los cilindros neumáticos, independientemente de su forma constructiva,
representan los actuadores neumáticos más utilizados. Y dentro de ellos
existen dos tipos fundamentales de actuadores neumáticos de los cuales
derivan otras construcciones especiales: cilindro de simple efecto y de doble
efecto.
El cilindro de simple efecto presenta una entrada de aire para producir una
carrera de trabajo en un solo sentido (el émbolo se hace retornar por medio de
un resorte interno -muelle- o por algún otro medio externo como cargas); se
utiliza para inmovilizar, marcar, sujetar, expulsar…
Tienen un consumo de aire algo menor que un cilindro de doble efecto de igual
tamaño. No obstante, hay una reducción de impulso debida a la fuerza
contraria del resorte, así que puede ser preciso
un diámetro interno algo mayor para obtener
una misma fuerza.
En cambio, el cilindro de doble efecto
presenta dos entradas de aire para producir
carreras de trabajo de salida y retroceso.
Realiza tanto su carrera de avance como la de
retroceso por acción del aire comprimido. Su
denominación es debida a que emplea las dos
caras del émbolo (aire en ambas cámaras), por
lo que estos componentes pueden realizar
trabajo en ambos sentidos.
Los actuadores neumáticos constan básicamente de un diafragma, un vástago
y un resorte. Lo que se busca en un actuador de tipo neumático es que
cada valor de la presión recibida por la válvula corresponda una posición
determinada del vástago, teniendo en cuenta que la gama usual de presión es
de 3 a 15 lbs/pulg² (0,2-1,0 bar). En la mayoría de los actuadores se selecciona
el área del diafragma y la constante del resorte de tal manera que
un cambio de presión de 12 lbs/pulg², produzca un desplazamiento del vástago
igual al 100% del total de la carrera.
Al aplicar una cierta presión sobre el diafragma, el resorte se comprime de tal
modo que el mecanismo empieza a moverse y sigue moviéndose hasta que se
llega a un equilibrio entre la fuerza ejercida por la presión del aire sobre el
diafragma y la fuerza ejercida por el resorte.
Dónde:
Fa = fuerza resultante obtenida por el servomotor, en N.
Fr = fuerza de rozamiento, en N.
Fs = fuerza de asentamiento, en N.
Fw = peso del obturador, en N.
Fb1 = fuerza elástica del fuelle de estanqueidad, en N.
Fb2 = fuerza de desequilibrio del fuelle de estanqueidad, en N.
Fp = fuerza estática y dinámica sobre el obturador, en N.
La fuerza resultante Fa obtenida por el actuador depende de la acción de la
válvula. El estudio de las fuerzas que actúan sobre la válvula en su posición de
cierre es muy importante, ya que el conocimiento de estas fuerzas es esencial
para el correcto dimensionamiento de la válvula, de tal modo que los
fabricantes de válvulas tienen tabulados los valores de la presión diferencial
máxima del fluido que puede admitir la válvula en posición de cierre