El Carisma de Profecía en La R.C.
El Carisma de Profecía en La R.C.
El Carisma de Profecía en La R.C.
Introducción:
Todo este tema que vamos a abordar va a resultar extraño a la mayoría de ustedes. Vamos a
hablar de cosas de las que no han oído hablar nunca, y que nunca han visto hasta ahora en la
Iglesia. Esta extrañeza puede llevar a un rechazo de entrada.
Pero tengamos en cuenta que hay elementos muy preciosos de la vida de la Iglesia que han
sido poco utilizados durante largos periodos de la historia, y solo posteriormente se les ha valorado
en su debida medida. Pensemos, por ejemplo en la comunión. Durante siglos las gente con
comulgaba nunca o casi nunca, hasta el punto de que hubo que obligarle a comulgar al menos una
vez al año en Pascua- Con el Papa san Pío X se ha pasado a hablar ahora de la comunión frecuente.
Otro ejemplo. La unción de los enfermos, llamada extremaunción, durante siglos se ha usado
exclusivamente para el caso de los agonizantes, y no para otra clase de enfermos, privándoles así a
tantos enfermos de esta gran ayuda para recobrar la salud. Solo el Vaticano II ha devuelto a la
Iglesia un uso más frecuente de este sacramento.
Por tanto no debe escandalizarnos el comprobar que hay tesoros en la Iglesia que han estado
medio escondidos, sin uso, durante siglos. Lo que hace el Espíritu, es precisamente renovar a la
Iglesia, redescubrir cosas de su patrimonio que han estado infrautilizadas. Ahora en este tiempo,
mediante la renovación carismática, el Espíritu quiere renovar en la Iglesia algunos de estos
carismas que han estado infrautilizados. Como dice Jesús, “el padre de familia va sacando del
arcón cosas nuevas y viejas” (Mt 13,52).
Lo importante es volver a la Biblia y contemplar cuántas cosas que hay en ella no han
recibido el adecuado desarrollo, lo cual nos priva de grandes ayudas para el cumplimiento de la
misión de la Iglesia. El Espíritu nos invita a volver una y otra vez a la Biblia para rescatar estos
tesoros del arcón, y ponerlos en uso. Este es el cometido de la renovación carismática.
No olvidemos que en nuestro bautismo al recibir el santo crisma, se nos dice que somos
ungidos para ser en su cuerpo sacerdotes, profetas y reyes. Todos los bautizados somos profetas,
aunque no todos tengamos un ministerio profético instituido. si alguien te pregunta quién te ha
autorizado para profetizar, enséñale tu partida de bautismo.
a) Exhortación:
La finalidad más común de la profecía es la de exhortación. Son palabras dirigidas a la
asamblea para darles seguridad (No temas, Yo estoy contigo), ánimo (Ten fe, renueva tus fuerzas).
O también para denunciar sus pecados e invitarles a la conversión: “conviértanse”.
En los capítulos 2 y 3 del Apocalipsis encontramos un repertorio de palabras proféticas de
exhortación dirigidas a las 7 iglesias de la provincia romana de Asia. Unas veces se les felicita por
los dones que tienen y por su fidelidad, y se les reconoce los dones que tienen. Otras veces se les
exhorta a mantenerse fieles, a no tener miedo, a reanimar lo que les queda. Otras veces se les
promete todos los frutos que van a alcanzar si perseveran. Otras veces se les denuncia sus defectos
y pecados de los que se tienen que liberar. “Tengo contra ti que…, y se les invita a la conversión
con amenazas de los grandes males que les pueden suceder si no se convierten.
En su mayor parte se trata de palabras de exhortación.
b) Revelación
En ocasiones la profecía revela cosas misteriosas y explica realidades que no comprendíamos,
el por qué de algún fracaso, de alguna enfermedad.
La profecía descubre cómo ve Dios las situaciones, cómo las juzga. Nos revela las cosas que
le complacen y las que le disgustan
Recordemos cómo Jesús le reveló a la mujer samaritana la realidad de su vida. Ella reaccionó
diciendo: “Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que yo he hecho- ¿No será el
Mesías” (Jn 4,29). Otro ejemplo es el ya citado de los corintios, cuando alguien en la oración se
sentía descubierto en sus secretos más íntimos y venía a reconocer que Dios estaba allí presente (1
Cor 14,23-25).
En otras ocasiones la profecía puede desvelar algún hecho futuro. Al mago Elimas, Pablo le
predice que se va a quedar ciego como castigo a su incredulidad (Hch 13,11).
c) Discernimiento
Es un uso muy importante de la profecía. En muchos casos no sabemos cómo actuar en una
situación concreta, y dudamos sobre la decisión que deberíamos tomar en el caso de conflictos
conyugales, del modo de comportarse con hijo rebelde, de si deberíamos cambiar de trabajo. Esto
en el caso de los individuos. Pero en el caso ce las comunidades, la comunidad duda sobre si
debería cambiar la hora o la organización de sus reuniones, si debería asumir nuevos
compromisos. Recordemos el caso de Antioquía cuando el Espíritu mediante un profeta invitó a la
comunidad a enviar misioneros en la primera misión de la Iglesia (Hch 13,2-3)-