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Filosofia Del Derecho. Ensayo

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FILOSOFIA DEL DERECHO

1. Establezca la diferencia entre: Reglas, Normas y Leyes.

¿Qué es una regla?


La regla, por su parte, es mucho más específica que la norma. Las reglas nos indican lo que
debe hacerse y lo que no está permitido, así como las sanciones respectivas en caso de que
no se cumplan.
En este sentido, las reglas pueden referirse a cuestiones más puntuales en un entorno social
u organizacional. En algunos casos derivan de normas generales.
Usualmente las reglas están registradas por escrito, y pueden estar institucionalizadas ante
organismos formales, como las leyes de tránsito, el código penal, etc.
En este sentido, las reglas regulan la vida en sociedad de manera más estricta que las
normas, ya que su omisión o falta de cumplimiento pueden acarrear desde una sanción
moral hasta la cárcel, dependiendo del entorno, la gravedad y el tipo de sanción acordada
según la falta.
¿Qué es una norma?
Una norma se refiere a todas las pautas o lineamientos que rigen la conducta o
comportamiento de una colectividad, como una empresa, una comunidad o la sociedad en
general.
Las normas son convenios sociales, por lo tanto, se espera que los individuos respeten
dichos acuerdos. De allí que algunas normas puedan tener relevancia legal y jurídica con el
paso del tiempo.
Además, las normas también suponen aspectos morales de la sociedad como la justicia, el
respeto o la honestidad.
El incumplimiento o violación de una norma no acarrea una sanción legal (salvo que la
norma haya pasado a ser una regla), pero sí implica una desaprobación social.
Por ejemplo, es una norma hacer silencio en las salas de espera de los hospitales. Aunque se
espera el cumplimiento de la norma, hablar en este tipo de lugares no implica un
incumplimiento de las leyes.
En muchos casos, las normas no están escritas, sino que forman parte de la tradición oral y
se cumplen por convención social.
¿Qué es una leyes?
Una ley es, al igual que una regla, una norma, aunque una ley conlleva un mayor grado de
formalidad que una simple norma. Además, este precepto es de mayor peso que una regla.
Jurídicamente hablando, una ley es una norma social obligatoria que ha sido establecida por
el órgano competente, dependiendo de cada país.
Una ley es una norma que es propuesta o escrita por un legislador. Su fin es el de mandar o
prohibir un comportamiento o acciones específicos. Es un precepto que dentro de una
constitución tiene la capacidad de mandar, prohibir o permitir.
En la ciencia, una ley científica es un tratado en que se asegura una relación incesante entre
dos o más variables. Se trata del paso final del método científico (también llamado tesis).
Por ejemplo, las leyes de gravitación universal de Kepler o las leyes de la termodinámica.
2. Concepto de normas. Distintas clasificaciones y definiciones.
Provienen del latín norma  que significa escuadra, en sentido metafórico quiere decir línea
de conducta. “Son las reglas de conducta que postulan deberes y que tienen como contenido
un valor”.
Existen dos tipos de normas:
-Normas explícitas: Son las formuladas de forma precisa y elaborada. Son las llamadas normas
legales o leyes. Al conjunto de estas se les llama derecho político. Estas normas están establecidas
por una autoridad política.
Para ver la diferencia de estas con las implícitas, podemos decir que las normas explícitas son las
que están escritas.
-Normas implícitas: Son las reglas del trato social. Es decir, el trato cotidiano. Para nosotros
saludar a alguien que conocemos es una norma, si no se hace, es como un incumplimiento, no es
algo que se castigue, pero va a quedar la persona como descortés.
Las normas van contra la espontaneidad, es decir, se deben seguir unas pautas. Eso no quiere decir
que no se pueda hacer lo que uno quiera, pero se arriesga a enfrentarse a la autoridad.
Norma social: características.
a) Son heterónomas., es decir, impuestas por la sociedad en la que se vive.
b) B) Unilateral, porque impone deber u obligación, pero nadie está facultado para exigir su
cumplimiento.
c) C) Incoercible. Su disposición no puede hacerse cumplir a través de la imposición forzada.
d) D) Obligatorias, aunque no implica una sanción.
e) E) Son de carácter exterior pues demanda una conducta exterior, aparente o por
conveniencia.
f) F)   Regula las relaciones sociales.
g) G) Su incumplimiento general la aprobación o reprobación.
h) H) Son llevadas a cabo de forma impersonal y hasta hipócrita

Normas jurídicas: Características.

a) Son bilaterales, porque crea derechos y deberes correlativos.


b) B). Son transitorias.
c) C)   Son imperativas y no requieren del convencimiento.
d) D)  obligatorias, es decir, se debe cumplir con ella ya sea justa o injusta
e) Se establecen de manera formal y oficial por medio de códigos y leyes.
f) Su desobediencia genera un castigo penal, de ahí su característica de coercibilidad
porque otorga la posibilidad de ser impuestas por la fuerza.
g) G) Heterónomas, porque son impuestas y deben ser acatadas aunque no se esté de
acuerdo.
Normas religiosas: Características
a) Su incumplimiento genera u ocasiona una sanción interna y externa.
b) La religión incurre en la heteronomía, es decir no hay actos libres.

3. Diferencias entre las normas morales y las normas jurídicas.


Las normas morales son las que establecen el comportamiento de las personas por medio
de ajustarse a lo que, se ha convenido, la sociedad en su conjunto cree por positivo. A
diferencia de las jurídicas, no son susceptibles de sanción en sí mismas y por lo tanto
solamente deben la sujeción a su cumplimiento al convencimiento de las personas.
Existen diferencias respecto a si la moralidad debe ser igual en todas las sociedades o
distinta, lo que abre interpretaciones relativistas y absolutistas. A continuación, algunos
ejemplos de normas morales en la generalidad de las sociedades occidentales:
a) No aprovecharse de la debilidad física de otro.
b) Respetar las decisiones de la justicia.
c) Comprometerse con las cuestiones que son de interés público.
d) Ser honesto en el manejo del dinero.
e) No vanagloriarse de los buenos actos.
f) Ser honesto con la palabra, no mentir.
g) Comportarse pensando en la comodidad de los demás.
h) Respetar a las personas mayores.
i) Respetar las diferencias con los demás.
j) Ayudar a las personas que más lo necesitan.
Las normas jurídicas son aquellas que tienen como principal característica ser coercibles,
es decir susceptibles de ser aplicadas sanciones en el sujeto que no las realice.
Son normas de carácter externo, pues el convencimiento de quien las realiza sobre su
validez es indistinto a la hora de impartir justicia por las acciones realizadas. Ni siquiera
vale la excusa del desconocimiento de las normas jurídicas, pues se asume que todas las
personas conocen íntegramente el conjunto de estas reglas.
El ordenamiento jurídico de un Estado apunta a jerarquizar algunas de estas normas, pero
sin embargo sigue siendo el criterio humano (de jueces) quien termina por impartir la
justicia. A continuación, algunos ejemplos de normas jurídicas:
a) Está prohibido hacer trabajar un niño.
b) No se puede vender un producto escondiendo alguna deficiencia.
c) Todas las personas tienen derecho a una identidad.
d) No se puede mantener relaciones sexuales con menores de edad.
e) Todas las personas deben servir al ejército nacional, de ser solicitado.
f) No se puede destruir el medio ambiente.
g) Todos los ciudadanos pueden postularse a elecciones.
h) Todas las personas tienen derecho a un juicio justo.
i) Está prohibido secuestrar a alguna persona.
j) Está prohibido vender comida en mal estado.

4. Diferencia entre Coerción, coacción y sanción.


Sanción: Pena establecida para el que infringe una ley o una norma legal.
Coacción la violencia que se hace a una persona para obligarla a que diga o ejecute una
cosa. Proviene de coactar o compeler (coactum, de cogere u obligar por la fuerza). Pero en
derecho tiene un sentido algo distinto.
Se dice "coacción social", "coacción del Estado", dando la idea de una fuerza colectiva
organizada para someter el individuo a la ley.
Coerción significa contener, reprimir, refrenar (cum,  con; acere, impedir, apartar, retener).
Coerción: Presión ejercida sobre alguien para forzar su voluntad o su conducta.
5. Derecho Objetivo y Derecho Subjetivo. Definición, relación entre ambos.
Distintas acepciones y naturaleza del Derecho Subjetivo. Teoría de la voluntad,
teoría del interés, teoría ecléctica.
La relación que existe entre el derecho objetivo y subjetivo es esencial, debido a que son
conceptos ligados entre sí, ya que si bien es cierto que el Derecho objetivo es el que se crea
con la finalidad de obstaculizar el actuar del individuo, es decir, es como un obstáculo
externo al que todo individuo se encuentra sometido con la finalidad primordial del
Derecho, que es la convivencia del hombre en sociedad, por su parte el Derecho subjetivo
es el que produce la acción, es decir, de este concepto se parte para manifestar que la acción
solo corresponde al que tiene un derecho subjetivo, y todo el que tiene un derecho
subjetivo, puede poner en movimiento a los órganos del Estado para poderlo hacer valer
procesalmente.
El Derecho objetivo puede ser definido de la siguiente manera: como el conjunto de normas
jurídicas que forman el aparato jurídico de un Estado, es decir, el conjunto de preceptos de
derecho que constituyen todos los códigos de un Estado.
El Derecho objetivo según el autor García Máynez es “un conjunto de normas jurídicas,
que son preceptos imperativo- atributivos”, es decir, son reglas jurídicas que imponen
derechos y obligaciones, puesto que frente al obligado por la norma jurídica siempre existe
otra persona facultada para exigirle el cumplimiento de dicho mandato.
De manera general podemos definir al derecho subjetivo como las facultades que el
ordenamiento jurídico le reconoce a un individuo o a las personas con la finalidad de que
exijan un cumplimiento determinado, o una abstención, que constituye para estos un deber
jurídico u obligación.
Para mayor comprensión estableceremos la definición del autor García Máynez porque
considero que es una de las más completas.
A su vez este autor define al Derecho subjetivo como “la posibilidad de hacer u omitir
lícitamente algo, atribuida a una persona o a su representante como consecuencias de
un hecho jurídico, y correlativa del deber, impuesto a otra u otras, de observar la
conducta que hace posible el ejercicio del derecho y permite el goce de las ventajas que
del cumplimiento de tal deber derivan para el titular”.
De lo anterior manifestado se concluye que el derecho objetivo, es la norma jurídica, es
decir, la ley, de donde emana la pretensión de quien exige el derecho subjetivo, o sea, el
derecho subjetivo existe porque obtiene su reconocimiento en el Derecho Objetivo, y este a
su vez, cobra sentido cuando otorga a quienes está dirigido, derechos subjetivos.
Como analizamos el Derecho subjetivo va mas allá debido a que es algo más que una
simple facultad, no se justifica con simple hecho de tenerlo, si no que además da la potestad
de ejercitarlo ante los órganos competentes del Estado. Es pues, una situación que permite a
la persona obrar justamente de una determinada forma, por eso se le califica de “poder”.
Pero caracterizarlo así nos obliga a mencionar los poderes jurídicos en los que se convierte
como son: la potestad y la acción.
De forma atinada el autor Recasens Siches menciona que el derecho subjetivo expresa la
facultad que posee un individuo de determinar impositivamente la conducta a otro, de aquí
se desprende la frase “tener derecho a…”, pero además también es muy común escuchar la
frase “yo tengo derecho a hacer tal cosa…”, de estas frases surgen las siguientes acepciones
del derecho subjetivo como son:
a). El derecho subjetivo como mero reverso material de un deber jurídico de los
demás, impuesto por la norma con independencia de la voluntad del titular del
derecho. Es decir, el individuo tiene el derecho de obrar libremente, sin ser impedido o
perturbado por los demás, puesto estos tienen el deber de abstenerse de todo
comportamiento ilegal que afecte al individuo en su esfera jurídica, debido a que así lo
establece la norma jurídica. El poder jurídico que representa el derecho subjetivo es una
situación en la cual la persona tiene una serie de posibilidades de obrar. Cada una de estas
posibilidades son “facultades”
b). El derecho subjetivo como pretensión. Consiste en el facultamiento que posee
determinada persona de exigir el cumplimiento de la obligación por parte de otra persona
con la que existe una relación de derecho, por medio de los órganos coercitivos del Estado,
es decir, en este apartado entra lo que es la acción que posee el individuo.

c). El derecho subjetivo como poder de formación jurídica. Consiste en la facultad que


posee un individuo para realizar el nacimiento, modificación o extinción de relaciones
jurídicas.
El contenido del derecho subjetivo está representado por el conjunto de facultades o
posibilidades de acción que el derecho objetivo otorga a su titular.
El contenido del derecho subjetivo pone a disposición del sujeto titular un campo de acción
que contiene estos tres sectores fundamentales: el uso y disfrute, la disposición y la
pretensión.
En virtud de la facultad de uso y disfrute, el derecho subjetivo atribuye a su titular la
posibilidad de realizar las acciones que ese derecho le otorga.

Mediante la facultad de disposición del propio derecho, pone al alcance del individuo la
posibilidad de adoptar decisiones definitivas sobre su ejercicio, ya sea en forma
conservación, modificación o extinción, dentro de los límites de la norma jurídica.
Los derechos subjetivos otorgan también la facultad de garantizar la posibilidad de ejercitar
una serie de pretensiones orientadas a provocar la intervención de otros sujetos en su propio
proceso de realización.
Naturaleza del derecho subjetivo
De inmediato surge la primera interrogante que es ¿el Derecho subjetivo es independiente
del Derecho objetivo, o es una creación o proyección suya?
La respuesta a esta pregunta suele inscribirse en una de las dos tradiciones doctrinales
extremas: la iusnaturalista y la iuspositivista.
Según una visión de corte iusnaturalista, los derechos subjetivos son propiedades inherentes
a la subjetividad jurídica, es decir, son derechos que el individuo posee por el simple hecho
de ser persona y preexisten a las leyes políticas que regulan su ejercicio, de tal modo que a
éstas sólo les corresponde la misión de garantizar su protección por medio del proceso
legislativo.
Según el enfoque positivista, los derechos subjetivos sólo existen cuanto han sido
reconocidos (cuando son creados por el legislador) por los ordenamientos jurídicos de las
respectivas sociedades.
Sin embargo, no puede darse una solución uniforme y única a la cuestión de la relación de
dependencia del derecho subjetivo respeto del derecho objetivo. Hay, en efecto, unos
derechos subjetivos (los fundamentales) que preceden existencialmente al Derecho
objetivo, en cuanto que se imponen como previos a los diversos ordenamientos jurídicos
estatales, condicionando su propia orientación y configuración. Y hay otros derechos
subjetivos (los ordinarios) que sólo existen como tales derechos en la medida en que hayan
sido establecidos por los respectivos ordenamientos jurídicos.

Una posible solución para poder hacer una distinción de la cuestión planteada es el uso de
la relación lógica entre la norma jurídica y el derecho subjetivo, debido a que el derecho
subjetivo se da como una consecuencia del derecho objetivo, es decir, se puede manifestar
que el derecho subjetivo emana de normas objetivas donde se encuentren establecidos los
supuestos de hecho o hipótesis legales, que sustenten la acción en la que se basa el sujeto
para hacerla valer.
Sabemos que el Derecho Subjetivo como ha quedado manifestado es una composición de
facultades, libertades, restricciones y posibilidades de acción, e igualmente, que implica
protección de intereses humanos, y en este aspecto, la protección del sujeto jamás puede
exceder o desvirtuar el ordenamiento objetivo.
En contravención de la anterior tesis se presenta otra que manifiesta que el hombre crea la
idea de derechos subjetivos como suyos y después los materializa positivándolos mediante
el proceso de creación de la ley.
En lo personal pienso que tanto el derecho objetivo como el subjetivo están vinculados
recíprocamente y no puede existir uno del otro, debido a que no existe derecho objetivo que
no conceda facultades a un individuo, ni mucho menos derecho subjetivo que no emane del
derecho objetivo.
Tal como lo afirma el autor Recasens Siches el derecho subjetivo se refiere
correlativamente a obligaciones o deberes. El derecho en sentido objetivo, al proyectarse
como situaciones concretas, determina derechos subjetivos y deberes jurídicos.
Además, manifiesta que el derecho subjetivo no es una cosa real, sino una cosa
perteneciente al mundo de lo jurídico, es decir de naturaleza ideal que se caracteriza por
otorgar una calificación a la norma. El derecho subjetivo no es un fenómeno de la voluntad
porque lo jurídico no es de naturaleza psíquica y tampoco como un fenómeno de voluntad,
debido a que se atribuye derechos subjetivos a personas que carecen de ella.
De lo anterior se concluye que el derecho subjetivo no emana de la voluntad, sino de la
norma jurídica, la cual determina cuales son los supuestos de hecho para la existencia de un
derecho subjetivo.
Teorías del derecho subjetivo.
La formulación de un concepto de derecho subjetivo ha sido una de las arduas tareas de la
ciencia jurídica, pero, como el derecho es un concepto abstracto no se ha podido llegar un
concepto homogéneo, posiblemente porque las consideraciones ideológicas e
interpretativas de cada doctrinario van de acuerdo al momento histórico en el cual hacen su
estudio.
a) Teoría de la voluntad.
     Es la primera cronológicamente. Para esta tesis, el derecho subjetivo es un poder o
soberanía de la voluntad -Willensmacht, Willensherschaft, son las expresiones alemanas,
entendiendo por «voluntad» el querer libre e independiente que determina el negocio
jurídico dentro de los límites del Derecho objetivo frente al querer libre de los demás.
Para el autor Bernardo Windscheid “el derecho subjetivo es un poder o señorío de la
voluntad, otorgado por el orden jurídico.”
La expresión de derecho subjetivo para este autor se debe entender como la facultad de
exigir determinado comportamiento de la persona obligada por parte de la persona
facultada, es decir, de la voluntad del titular del derecho depende hacer valer lo previsto por
la norma o en su caso poner en movimiento los órganos del Estado.
En Windscheid también es el derecho subjetivo la médula del derecho objetivo, como
potestad o señorío conferido por el ordenamiento jurídico. Afirma que el derecho objetivo
traza los límites de la conducta del individuo, pero lo superpone al subjetivo, ya que este
último no es más que la apropiación por parte del individuo del derecho objetivo. Según
Windscheid, el derecho subjetivo otorga poder para exigir un comportamiento (positivo o
negativo) de otras personas. El comportamiento debe observarse porque así establece la
norma, pero es decisión la persona favorecida valerse de ella y de la sanción que impone.
La voluntad del favorecido es decisiva, pero siempre dentro de los propios límites que
establece la norma.
Las críticas que se le hacen a esta tesis son las siguientes:
Si el derecho subjetivo dependiera de la voluntad, cuando en el sujeto titular del derecho
objetivo desapareciera en el la idea de exigir la facultad que le otorga la norma, el derecho
subjetivo debería extinguirse.
En la vida practica observamos que un sin fin de personas carecen de voluntad de querer en
el ámbito del Derecho y a pesar de ello poseen derechos y algunas obligaciones, si el
derecho subjetivo radicase en el querer, habría que negarles la calidad de personas en
sentido jurídico.
Los derechos subjetivos no desaparecen por el simple hecho de que el titular desconozca su
existencia o en el no exista un querer orientado.
b) Teoría del interés.
Esta configuración del derecho subjetivo como poder de la voluntad fue tachada de
excesivamente abstracta, formal, oscura y ambigua. Debido a ello, Rodolfo Von Jhering
propuso para reemplazarla la llamada teoría del interés. Los derechos no son otra cosa que
intereses jurídicamente protegidos, dice Jhering, con fórmula definitoria. De no ser así, ni
los infantes, ni los dementes, que no tienen poder libre de voluntad, podrían ser sujetos de
derechos. Los elementos constitutivos del derecho son, a juicio del autor de esta tesis, uno
sustancial, la utilidad o interés, en el cual se encarna el fin práctico del derecho, y otro
formal, que es la protección otorgada por el ordenamiento jurídico, medio indispensable
para conseguir eficazmente aquel fin. Todo Derecho objetivo existe para utilidad del
individuo y para proteger los intereses morales y económicos que le competen. Su función
es, por tanto, esencialmente protectora.
Jhering sostiene que el derecho subjetivo es un interés jurídicamente protegido, negando
que la voluntad sea el objeto del derecho. Para él, los derechos existen para garantizar los
intereses de la vida, ayudar a sus necesidades y realizar sus fines.
Su tesis gira sobre el interés, que es el sentimiento de la necesidad para nuestra existencia
de algo fuera de nosotros (persona, cosa, situación, acontecimiento), de lo que pretendemos
un beneficio que el Derecho protege. El titular del derecho será quien deba tomar la
iniciativa para protegerlo y es el recurso de pedir al juez una protección contra los
obstáculos puestos por las conductas de otros.
Las críticas que se hacen a esta tesis son:
Si el interés fuera esencial del derecho subjetivo, este no existiría de faltar aquel, es decir, si
el titular del derecho no tuviera el interés de no exigir el cumplimiento de la obligación a
otra persona, no por el simple hecho de faltar el interés por parte del facultado el derecho
sigue subsistiendo a pesar de esta circunstancia.
El legislador no reconoce ni puede garantizar que todos los intereses de los individuos estén
protegidos mediante las normas que se crean a través del proceso legislativo.
Como el interés y la voluntad pertenecen a un mismo linaje psicológico, debido que solo se
quiere aquello en lo que se tiene interés, y solo se tiene interés en aquello que se quiere, y
como se puede apreciar las criticas que se le hacen a la teoría de la voluntad también son
aplicables al del interés, esto en razón de los argumentos manifestado en este párrafo.
c) Teoría ecléctica.
 La teoría del interés tampoco podía perdurar largo tiempo, pues en seguida se advirtió
también, sobre todo por parte de la doctrina civilística, que incurría en los mismos defectos
achacados por ella a la teoría de la voluntad. En efecto, existen también derechos en los que
el sujeto carece de interés propio. Se pensó así en la posibilidad de armonizar
sintéticamente los elementos esenciales de las teorías anteriores, la voluntad y el interés.
Esta solución ecléctica consiguió muchos adeptos. Según ella, salvadas las particularidades
que cada autor presenta en su exposición, el derecho subjetivo es un efecto de la norma
jurídica en favor y a disposición del individuo. Patrocinaron esta solución G. Jellinek y a
Thon, en Alemania; R. Saleilles, en Francia; y F. Ferrara, en Italia.
Jellinek define al derecho subjetivo como “el interés tutelado por la ley, mediante el
reconocimiento de la voluntad individual”
Esta teoría cae en el error de que si se realiza una compactación de las teorías anteriores se
subsanaría las críticas en las que han incurrido cada una de ellas, y por consecuencia
derivado de esa premisa las objeciones manifestadas en su momento para cada una de las
teorías son aplicadas también a esta.

6. Fuentes del Derecho.


a. Definición. Fuentes formales y materiales; directas y de interpretación;
Fuentes del Derecho Interno e Internacional; Jerarquía de las fuentes;
Constitución: definición, tipos.
Fuentes del Derecho: son los actos o hechos a través de los cuales se crea, modifica o
extinguen las normas jurídicas.
“Principios, fundamentos u origen de las normas jurídicas, y en especial del derecho
positivo o vigente en cada país o época”.
Las fuentes del derecho pueden ser formales y materiales.
Fuentes materiales: son los factores que a través de la historia han incidido en la creación
de las normas del derecho, tales como factores ideológicos, económicos, sociales, etc. Son
las fuentes extra jurídicas.
Fuentes formales: se refiere al acto por el cual se producen las normas jurídicas, así como al
modo de expresarse, es decir, texto o documento donde se plasman las normas jurídicas. Se
consideran las fuentes formales como el derecho mismo. Son fuentes formales: la ley, la
costumbre, la jurisprudencia, la doctrina científica.
Las fuentes formales son las normas positivas que pueden ser invocadas por un organismo.
Otra clasificación de las fuentes es: fuentes directas y fuentes indirectas.
La Ley es una fuente directa del derecho. La costumbre es una fuente indirecta.
Otros autores, como los Hnos. Mazeau, clasifican las fuentes del derecho en fuentes
directas y fuentes de interpretación. Dentro de las fuentes directas, por ser verdaderamente
creados, se enmarcan la Ley y la costumbre; y en las fuentes de interpretación citan la
jurisprudencia, la doctrina y la práctica.
Fuentes del Derecho Interno.
En este orden, son aceptadas por la doctrina las siguientes fuentes:
 La Constitución
 La Ley, abarcando en este sentido, todas las normas legales, emanadas tanto del
Poder Legislativo como del Poder Ejecutivo.
 La Doctrina
 Los Reglamentos del Poder Ejecutivo
 Los Principios Generales del Derecho
 La Jurisprudencia
 La Costumbre.
Fuentes del Derecho Internacional.
 Los Tratados bilaterales y multilaterales
 La Costumbre Internacional
 Los Principios Generales del Derecho
 La Doctrina
 Los actos unilaterales de los Estados
 Los actos y resoluciones de las Organizaciones Internacionales.
Fuentes Históricas: Son documentos históricos que se refieren al derecho. Se refieren a
las fuentes jurídicas según su aplicación en el tiempo. Son fuentes que ya no tienen
vigencia, y son parte de la historia del derecho positivo. Tales como las compilaciones de
Justiniano.
b. La Ley: Definición. Proceso de formación según la Constitución.
Promulgación y Publicación. Características. Iniciativa en la formación de
las leyes. Principio de Irretroactividad. Derogación de la Ley.

La Ley
Es la norma jurídica que resulta de un proceso de creación por parte del órgano o autoridad
con facultad para hacerlo (El Poder Legislativo), con carácter de general y obligatorio.
La Ley es todo precepto obligatorio.
Santo Tomás la define como: “una ordenación de la razón, dirigida al bien común,
promulgada por el que tiene el cuidado de la comunidad”.
La Ley debe estar dotada de abstracción, obligatoriedad, generalidad y coercibilidad.
Para que una Ley pueda ser obligatoria, o tenga fuerza de obligar, debe llevarse al
conocimiento de todos.
La Promulgación: es un acto del Poder Ejecutivo mediante el cual ordena la ejecución de la
Ley. El Presidente de la República ordena su ejecución después de verificar que el texto
que le es sometido se corresponde con el texto votado.
La Publicación: consiste en llevar la ley a conocimientos de todos para hacerla obligatoria.
Después de la Ley ser promulgada y publicada nadie puede alegar ignorancia ni
desconocimiento.
En nuestro país, el presidente de la República debe promulgar la ley dentro de los ocho días
de recibida del Congreso y publicarla dentro de los quince días de la promulgación, si la ley
fuera declarada de urgencia (se entiende por la ultima Cámara que la aprobó) debe
promulgarla dentro de los tres dais del recibo de ella de parte del Congreso.
Características de la Ley:
Regla obligatoria que se impone a todos, después de ser promulgada.
Emana de una autoridad pública especialmente cualificada.
Debe ser general en su aplicación.
d) Es una regla permanente, pues es obligatoria desde el que nace hasta que desaparece.
El Poder Legislativo crea las leyes.
El Poder Ejecutivo se encarga de la aplicación de las leyes. Adopta medidas para facilitar
su cumplimiento, tales como reglamentos, decretos y órdenes.
El Poder Judicial sanciona su incumplimiento.
El derecho de iniciativa es la prerrogativa que tiene algunos funcionarios y organismos de
presentar a los parlamentos o los congresos, proyectos o proposiciones de ley, con el
privilegio de que sean obligatoriamente tomados en cuenta y discutidos y votados
formalmente, para su aprobación, modificación o rechazo.
Tienen derecho a iniciativa en la formación de las leyes:
a) Los Senadores y los Diputados.
b) El Presidente de la República.
c) La Suprema Corte de Justicia, en asuntos judiciales.
d) La Junta Central Electoral, en asuntos electorales.
e) Iniciativa Popular. 2% de los inscritos en el registro de electores. Todo proyecto de
ley admitido en una de las Cámaras se someterá a dos discusiones distintas, con un
intervalo de un día por lo menos entre una y otra discusión. En caso de que fuere
declarado previamente de urgencia deberá ser discutido en dos sesiones
consecutivas.
Las Resoluciones de carácter administrativo, solo requieren una sola discusión en cada
cámara, o en la cámara a que compete.
La Constitución Dominicana, como regla general solo requiere la mayoría absoluta para la
aprobación de un proyecto de ley, ósea la presencia de mas de la mitad de los miembros,
para la formación de quórum, esto es, para que se repute la presencia de un numero
suficiente de legisladores para deliberar y votar validamente los asuntos en discusión.
Las Cámaras se reunirán en Asamblea Nacional en los casos indicados por la Constitución,
debiendo estar presente más de la mitad de los miembros de cada una de ellas.
En cada Cámara será necesaria la presencia de más de la mitad de sus miembros para la
validez de las deliberaciones. Las decisiones se tomarán por mayoría absoluta de votos,
salvo los asuntos declarados previamente de urgencia, en que decidirán las dos terceras
partes de los votos, en su segunda discusión.
El principio de Irretroactividad de las Leyes.
El principio de la irretroactividad de las leyes indica que las leyes no deben ser aplicadas a
los hechos que ya hayan pasado, ni a los hechos actuales. La ley solo dispone y se aplica
para lo porvenir. No tiene efecto retroactivo sino cuando sea favorable al que esté sub-
júdice o cumpliendo condena. En ningún caso la ley ni poder público alguno podrán afectar
o alterar la seguridad jurídica derivada de situaciones establecidas conforme a una
legislación anterior.
Derogación de la Ley:
El legislador tiene potestad para hacer la ley, para derogarla y para reformarla.
La derogación puede ser expresa o tácita. Es expresa cuando resulta de un texto formal que
sustituye o deroga una ley anterior.
Es tácita cuando el legislador dicta un texto contrario al anterior, sin precisar que lo deroga.
La separación de poderes o también división de poderes es una ordenación de las funciones
del Estado en la cual la titularidad de cada una de ellas es confiada a un órgano u organismo
público distinto. Junto a la constitución de los derechos fundamentales, la separación de
poderes es el principio que caracteriza el Estado de Derecho moderno.
La teoría de la separación de poderes fue común a diversos pensadores del siglo XVIII que
la enunciaron durante la Ilustración, como John Locke, Jean-Jacques Rousseau y
Montesquieu, aunque con diferentes matices entre los autores y a partir del antecedente en
la Grecia clásica de Aristóteles y su obra “Política”.
El barón Charles Louis de Secondat de Montesquieu en su obra “Del Espíritu de las Leyes”
define el poder a la vez como función y como órgano. En la obra se describe la división de
los poderes del Estado en el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial y se promueve que
su titularidad se encarge respectivamente al Parlamento o Congreso, al Gobierno y los
Tribunales de Justicia.
c. Definición de: Costumbre, Doctrina, Jurisprudencia y Práctica.
La Costumbre: Es una regla emanada directamente del pueblo, con características de
general y permanente, la cual está reconocida como obligatoria por la autoridad.
La Doctrina: son los trabajos de los jurisconsultos, los cuales en sus escritos comentan la
ley. Los jurisconsultos realizan trabajos de interpretación de la ley.
La Jurisprudencia: Constituye hoy en día una fuente importante de la regla del derecho.
Consiste en la interpretación que hacen los tribunales de los textos legales. Un juez no
puede negarse a fallar alegando oscuridad de la ley, debe buscar precedentes e indagar el
pensamiento del legislador, citando siempre los textos que les sirvieron de base o
fundamento en sus resoluciones.
La Práctica: la componen los trabajos de los notarios, los cuales al redactar los documentos
a los cuales se les confiere autenticidad, contribuyen a la creación de las reglas del derecho.
Asimismo, la interpretación del derecho que hacen abogados y procuradores, adoptada
muchas veces por la jurisprudencia.

d. Escuelas de Interpretación.
La interpretación de la ley es un proceso que busca determinar el verdadero sentido y alcance de
una norma aprobada por el poder legislativo (ley)) o, en sentido más amplio, cualquier otro tipo de
norma jurídica. Habitualmente es el Derecho Civil el que establece reglas de interpretación de la
ley.

Las Escuelas de Interpretación:


Escuela de la exégesis: Estudio del Código Civil, haciendo abstracción de la evolución
social y económica del siglo XIX. Trataban de resolver las dificultades presentadas para su
aplicación mediante procedimientos lógicos del razonamiento. Utilizaban la analogía,
aplicando la regla prevista para un caso parecido. O el argumento Contrario, cuando el
asunto era opuesto a lo resuelto en la ley. Utilizaban los métodos de Inducción, mediante el
cual se descubría la regla buscada en las soluciones dadas a casos parecidos; y la
Deducción, extrayendo del principio del legislador la solución para otros casos no previstos
por la ley. También se recurría a los trabajos preparatorios del Código Civil para su
interpretación.
Escuela de la libre investigación científica: Métodos propuestos por Saleilles y Gény, los
cuales consideraban a la escuela exegética provocadora de estancamiento y esclerosis del
derecho.
Propugnaba para la interpretación de los textos, la verificación de las necesidades sociales,
el ideal del momento, del derecho comparado, de la historia. Es una tesis menos radical.
Ambas escuelas admiten que un texto claro no tiene que ser interpretado, sino sólo
aplicado.
e. Actos y Hechos Jurídicos. Características y requisitos de validez del Acto
Jurídico.
Los actos jurídicos y los hechos jurídicos.
Acto Jurídico: es la manifestación de la voluntad que modifica la situación jurídica de una
persona y como tal crea, transmite o extingue un derecho.
El acto jurídico puede ser unilateral o bilateral.
El acto jurídico unilateral es producto de la manifestación de la voluntad de una sola
persona, el cual produce efecto jurídico. Ej. Un testamento, el abandono de una cosa por su
propietario.
El acto jurídico bilateral o plurilateral requiere un acuerdo de voluntades. Ej. Un contrato.
A través de éste las partes modifican su situación jurídica, disponen las obligaciones que
asumen.

El acto jurídico puede ser a título oneroso o gratuito.


Es a título oneroso cuando las partes reciben prestaciones recíprocas, con valor equivalente.
Ej. La venta.
Es a título gratuito o liberalidad, cuando una parte se despoja sin recibir beneficio. La
donación, el testamento.
Hecho Jurídico: es un acontecimiento que también modifica la situación jurídica de una
persona, pero ajeno a la voluntad. Es un hecho natural o un hecho del hombre.
Requisitos de Validez de los actos jurídicos:
Existe el Principio de Autonomía de Voluntad, según el cual, cada cual es libre para
modificar su propia situación jurídica. Puede también modificar la situación jurídica de otra
persona pero requiere su consentimiento.
Restricciones a este principio:
Art.6 del Código Civil prohibe las convenciones contrarias al orden público y a las buenas
costumbres.
Requisitos de forma:
En principio no se exigen requisitos de forma, pues los actos jurídicos son consensuales.
Sin embargo, en los actos considerados graves la voluntad debe expresarse por escrito y en
presencia de un notario.
Los actos solemnes deben cumplir con formalidad, sin las cuales el acto sería nulo.
Cuando la situación es oponible a los terceros debe dársele al acto publicidad. En caso
contrario, el acto no publicado es válido sólo entre las partes pero no surte efectos para los
terceros.
Requisitos de fondo:
a) Manifestación de la voluntad, es decir, del consentimiento el cual debe estar libre de
vicios. Los vicios del consentimiento son el error, el dolo, la violencia y la lesión.
b) Debe perseguir un objeto lícito.
c) Debe tener una causa o motivo lícito.
d) Debe emanar de una persona capaz.

7. Concepto de IUS. Origen. Diferencia con el término FAS.


Ius es un término del derecho romano; su definición hoy en día podemos equipararla a la
del derecho objetivo: se refiere al conjunto de reglas y normas que conforman un
ordenamiento jurídico.
Juvencio Celso hijo, jurisconsulto romano que vivió entre los siglos I y II de nuestra
era, definía el ius o el derecho como “el arte de lo bueno y de lo equitativo” al afirmar, en
latín: “ius est ars boni et aequi”.
Esta afirmación es considerada como uno de los dogmas fundamentales del derecho
romano, pues en ella se encuentran condensados algunos de sus principios.
8. La Justicia. Definición, etimología. Justicia Social: Corrientes. Justicia como valor;
justicia divina; justicia en filosofía.
Qué es la Justicia:
La justicia es un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe basarse una sociedad
y el Estado, estos valores son el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.
La justicia, en sentido formal, es el conjunto de normas codificadas aplicadas por jueces
sobre las cuales el Estado imparte justicia cuando éstas son violadas, suprimiendo la acción
o inacción que generó la afectación del bien común.
La palabra justicia proviene del latín iustitiaque significa “justo”, y deriva del vocablo ius.
“El término Ius  es la palabra en latín que hace referencia al Derecho objetivo, es decir la
norma (lex-ius-regula) y en sentido subjetivo la “facultas”, entendida como el poder
jurídico que concretamente pertenece a un sujeto de derecho en cierto momento;
solamente que la concepción clásica de la “facultas” va inesperadamente unida a la idea
de  Actio; esto es, como poder de acudir a los tribunales en demanda de justicia, de tal
manera que no hay verdadera “facultas” sin su Actio respectiva, de aquí que el derecho
clásico se presenta más como un sistema de acciones que de derechos subjetivos. Está
situación cambia cuando se concibe la idea general de una sola acción separada de los
derechos subjetivos”.
La justicia como valor
La justicia como valor es el principio moral de cada individuo que decide vivir dando a
cada quien lo que le corresponde o pertenece. La justicia forma parte de los valores
sociales, morales y democráticos, de allí deriva su importancia.
La justicia es una virtud que todos los individuos deben poner en práctica de manera
coherente y en busca tanto del bien propio como de la sociedad.
La justicia divina
La justicia divina es aquella que lleva a cabo Dios. Para los cristianos Dios es quien tiene el
poder de ejercer la justicia divina a través de la cual puede castigar o premiar al ser humano
de acuerdo a sus merecimientos.
La justicia en filosofía
La justicia en filosofía es una definición que varía según el pensamiento de cada filósofo.
Platón decía que el individuo debía salir de la oscuridad, de la caverna del
desconocimiento, ya que, la persona se hace justa en la misma medida en que posee
conocimiento.
En este sentido, el individuo que tenga mayor conocimiento puede ser más justo, lo que
traduce la idea de que los gobernantes deben tener amplios conocimientos para saber
gobernar y para realmente hacer justicia.
El filósofo Aristóteles definía justicia como dar a cada ciudadano lo que le corresponde
según sus necesidades y aportes en la sociedad.
Mientras que, para Kant la justicia de un Estado debe velar por tres principios
fundamentales que son la libertad de los individuos, la igualdad entre ellos y la
independencia de cada miembro de una comunidad.
Por su parte, Kelsen indicaba que la justicia es un derecho natural que prevalece sobre el
derecho positivo, ya que, si va en contra de los derechos fundamentales del ser humano no
se puede hablar de justicia.
Estatua de la justicia
La justicia es representada con una figura de mujer que lleva los ojos vendados, una
balanza en una mano y una espada en la otra.
Los ojos vendados destacan que la justicia no mira a las personas y es igual para todos. La
balanza figura el juicio que determinará poniendo a cada lado de la balanza los argumentos
y pruebas presentados. La espada expresa que la justicia castigará con mano dura a los
culpables.
La justicia social
La justicia social es la distribución equilibrada de los bienes dentro de una sociedad. Este
término surgió en el siglo XIX con la aparición del capitalismo, con el cual se incrementó
el descontento de las clases sociales más perjudicadas. Es por ello, que el término justicia
social tiene dos corrientes.
Para el socialismo, el Estado debe garantizar el desarrollo de la clase social más
desfavorecida, así como, el respeto por los derechos humanos. Por su parte, para el
liberalismo la justicia debe sostener el desarrollo de oportunidades y protección a la
empresa privada.
En la actualidad la justicia social se vincula con el término de justicia distributiva de
Aristóteles, que se refiere a dar cada uno lo que le corresponde según su contribución a la
sociedad.
En contraposición a la justicia distributiva existe la justicia retributiva es el castigo o pena
que se le aplica a un individuo en proporción a la falta cometida por éste.
Por otro lado, en el año 2007 la Organización de las Naciones Unidas proclamó el día 20 de
febrero de cada año como Día Mundial de la Justicia Social.
9. ius Naturalismo Vs. Ius Positivismo. Fundamentos de ambas doctrinas. origen y
precursores, tesis de cada uno.

Origen del iusnaturalismo:


Políticamente el renacimiento se inicia con el paso del feudalismo al capitalismo. La
aristocracia de los señores feudales, cuyo dominio había perdurado tanto tiempo en el siglo
XV, pierde su autoridad política y también su poderío económico ante los príncipes y reyes
que, con el apoyo de un comercio, una industria y una minería florecientes, se adueñan del
poder y logran afianzar los Estados nacionales y la monarquía absoluta.
La fuerza y las funciones del Estado aumentan considerablemente y poco a poco va
sustituyendo a la iglesia en su carácter de máxima autoridad, aunque con un área de
influencia mucho más limitada que no afecta la moralidad ni la vida espiritual del hombre.
Los ideales del Estado de esta época no miran hacia un mundo extraterreno y se limitan a
buscar un nacionalismo bien definido como base de un país libre y autónomo, sin
subordinación religiosa o moral.
En esta época se produce una gran transformación en la sociedad europea, manifiesta un
nuevo estilo de vida, mucho más libre y abierto, que somete a crítica los valores morales,
religiosos e intelectuales de la edad media.
Una característica de los hombres de esos tiempos es su rebeldía contra la autoridad
establecida, principalmente de tipo religioso, la cual tiene entre sus resultados más
significativos la reforma religiosa y el humanismo. Esto trajo consigo, un proceso de
liberación en la filosofía política de la teología que fue posible por una secularización de
los intereses intelectuales inherente a la vuelta de los estudios a la antigüedad. El
estoicismo y el platonismo, como ya lo mencioné anteriormente, dieron por resultado un
nuevo grado de naturalismo y racionalismo.
Principales representantes del iusnaturalismo
Johannes Althusius
La teoría política de Altusio, en la forma que él la expuso, era notablemente clara y
consistente. Redujo todas las relaciones políticas y sociales al único principio del
conocimiento o contrato.
El pacto, expreso o tácito, explicaba la sociedad misma, o más bien toda una serie de
sociedades, una de las cuales era el estado. Ofrecía una base lógica al elemento de
autoridad inherente a todo grupo, que aparece en el estado específicamente como autoridad
pública soberana del propio grupo, y daba una base aceptable para la limitación jurídica de
los ejecutivos y para el derecho de resistir a un ejercicio tiránico del poder ejecutivo.
La gran virtud de la teoría era su claridad. Sustancialmente, Altusio se había independizado
de toda sanción religiosa de la autoridad ya que consideraba a las sanciones como
autosuficientes, al menos dentro de los límites establecidos por los fines a los que debía
servir cada clase de asociación.
No ofrecía ningún fundamento filosófico del principio mismo del consentimiento, la
obligación contractual de la que hacía depender el derecho de toda asociación. Consideraba,
sin duda, la santidad del contrato como principio de derecho natural y se limitaba a referir
la validez del derecho natural al Decálogo.
Ello se debía en parte a un elemento de superficialidad de su propio pensamiento, pero en
parte también al hecho de que no se había independizado del calvinismo. Su concepción de
la naturaleza estaba ligada al principio esencialmente sobrenatural de la predestinación.
El paso final en la separación completa del derecho natural con la autoridad religiosa no lo
dio Altusio, sino Grocio.
Hugo Grocio
Este personaje, definió el derecho natural como un dictado de la recta razón, que señala que
una acción, según que sea o no conforme a la naturaleza racional, tiene en sí una calidad de
fealdad moral o necesidad moral; y que en consecuencia tal acto es prohibido u ordenado
por el autor de la naturaleza, Dios.
Es importante el significado preciso de esta referencia al mandato divino. En realidad,
como Grocio se esforzó en aclarar, no añadía nada a la definición ni implicaba nada como
sanción religiosa. En efecto, el derecho natural ordenaría exactamente lo mismo en la
hipótesis de que no hubiera Dios. La razón de esto es que el poder de Dios no alcanza a
hacer una proposición contradictoria en sí misma; tal poder no sería fuerza, sino debilidad.
Grocio dice: "Así como ni siquiera Dios puede hacer que dos por dos no sean cuatro,
tampoco puede hacer que lo que es intrínsecamente malo no lo sea". De ahí que no haya
nada arbitrario en el derecho natural, como no lo hay en la aritmética. Los dictados de la
recta razón son los que la naturaleza humana ordena que sean.
John Locke
A Locke se le ha llamado el padre de la moderna democracia por su lucha a favor de un
estado democrático.
Locke rechaza la doctrina del absolutismo y del derecho divino de los reyes, pues para el
todos los hombres son libres e iguales por naturaleza; además piensa que los individuos
poseen algunos derechos, entre ellos el de la propiedad. Según Locke, todo hombre posee el
derecho natural a la propiedad, cuyo fundamento es el trabajo.
En un estado natural no es fácil defender racionalmente los derechos de cada individuo,
pues a veces un hombre no es capaz de protegerse por sí mismo de las agresiones de los
demás y en otras ocasiones cometen abusos arbitrariedades arguyendo legítima defensa; por
tanto se requiere de una organización política y una ley para superar las desventajas del
estado natural.
Thomas Hobbes
Hobbes se encaminó a interpretar las leyes naturales de acuerdo a los principios de su
propia psicología, aunque hay que admitir que se atribuyó la ventaja de hablar como si
entendiera por ellos algo diferente de lo que entendían los demás.
Para Hobbes, las leyes de la naturaleza significaban en realidad un conjunto de normas con
arreglo a las cuales un ser idealmente razonable buscaría su propia ventaja en el caso de
tener conciencia plena de todas las circunstancias en que actuaba y de no estar afectado por
el impulso momentáneo ni por ninguna clase de prejuicios.
En términos generales, los hombres actúan en realidad de esta manera, las leyes naturales
exponen condiciones hipotéticas con arreglo a las cuales permiten los rasgos fundamentales
de los seres humanos que se funde un gobierno estable. No exponen valores, si no que
determinan casual y racionalmente que es aquello a lo que se puede dar valor en los
sistemas morales y jurídicos.
Jean Jacques Rousseau
El argumento que presentó Rousseau, es el que el hombre natural era un animal que
observaba una conducta puramente instintiva; todo pensamiento, cualquiera que sea, es
"depravado". El hombre natural carecía enteramente de lenguaje, y sin lenguaje es
imposible toda idea general. En consecuencia, el hombre natural no era moral ni vicioso.
No era desgraciado, pero tampoco feliz. Sin duda no tenía propiedad, ya que ésta fue el
resultado de ideas, necesidades previstas, conocimiento e industria que no eran
intrínsecamente naturales, sino que implicaban el lenguaje, el pensamiento y la sociedad. El
egoísmo, el gusto, la consideración por la opinión de los demás, las artes, la guerra, la
esclavitud, el vicio, el afecto conyugal y paternal, no existen en los hombres sino en cuanto
estos seres sociables conviven en grupos mayores o menores.
La tendencia a constituir sociedades es un rasgo universal; dondequiera que los individuos
tienen un interés común, constituyen una sociedad, permanente o transitoria, y toda
sociedad tiene una voluntad general que regula la conducta de sus miembros.
Las sociedades mayores no están directamente compuestas de individuos, sino de
sociedades más pequeñas, y cada sociedad mayor establece los deberes de las menores que
la componen. De este modo Rousseau deja en pie "la gran sociedad", de la especie humana,
cuya voluntad general es el derecho natural, pero como sociedad y no como especie.
David Hume
Este empirista inglés se dedica principalmente a destruir el sistema iusnaturalista. Atacó por
lo menos tres grandes ramas del sistema: la religión natural o racional, la ética racional y la
teoría contractual y consensual de la política.
Sostenía que es imposible una metafísica racional que pretenda mostrar la necesidad de la
existencia de algo. Sin embargo, las denominadas verdades de la religión carecen aún del
carácter fidedigno que para propósitos clásicos tienen las generalizaciones científicas;
pertenecen solo al dominio del sentimiento.
De ahí que la religión pueda tener una historia natural, esto es, una explicación psicológica
o antropológica de sus creencias y prácticas, pero que no pueda plantearse el problema de
verdad.
Gran parte de la crítica ética de Hume estaba dirigida contra la forma de utilitarismo
predominante de su tiempo. Su objeción se debía a que la doctrina en cuestión simplificaba
en exceso los motivos, hasta el punto de falsearlos. La naturaleza humana no es tan sencilla
como para no tener más que una sola propensión, y muchos impulsos aparentemente
primitivos no tienen relación evidente con el placer.
Hay que tomar la naturaleza humana tal como es, y el prejuicio predominante de que los
motivos egoístas son en cierto modo razonables es parte de la misma falacia que hizo creer
a los racionalistas que la justicia es razonable.
De aceptarse las premisas del argumento de Hume, es difícil negar que barriera con toda la
filosofía naturalista del derecho natural, de las verdades evidentes por sí mismas y de las
leyes de moralidad eterna e inmutable que se suponía garantizaban la armonía de la
naturaleza y el orden de la sociedad humana. En lugar de los derechos inviolables o de la
justicia y libertad naturales, no queda sino la utilidad, concebida en términos de egoísmo o
de estabilidad social, que da por resultado ciertos cánones convencionales de conducta que
en conjunto, sirven a las finalidades humanas.
Edmund Burke
Invirtió en un grado mucho mayor que Hume el sistema de valores implicado por el
iusnaturalismo. Son la costumbre, la tradición y la pertenencia a una sociedad los elementos
que, en mucha mayor medida que la razón, dan a ala naturaleza humana calidad moral.
Como había dicho Rousseau, se llega a ser hombre, al ser ciudadano. En efecto, es ese
cuerpo "artificial" lo que aporta todo lo que hay de moralmente estimable o incluso
auténticamente racional en la vida humana; "el arte es la naturaleza del hombre". En
contraste entre una autoridad estúpida y represora, por una parte, y el individuo libre y
racional, por otra, sino entre
"este bello orden, este conjunto de verdad y naturaleza, así como de hábito y prejuicio" y
"una raza desbandada de desertores y vagabundos".
La civilización pertenece a las comunidades, no a los individuos; todas las posesiones
individuales de un hombre derivan del hecho de que es miembro de una sociedad
organizada. En efecto, la sociedad y la tradición social son los custodios de todo lo que ha
creado la especie. La pertenencia a aquella implica el acceso a todos los depósitos
culturales, a todo lo que constituye la diferencia entre el salvajismo y la civilización. No es
una carga, sino una puerta abierta a la liberación humana.

Iuspositivismo
También conocido como positivismo legal, es una corriente de pensamientos jurídicos. La
principal tesis del iuspositivismo es la separación entre moral y derecho, que supone un
rechazo a toda relación conceptual vinculante entre ambos.
El iuspositivismo entiende que derecho y moral son conceptos distintos no identificables.
Dado que el Derecho existe con independencia de su correspondencia o no con una u otra
concepción moral: una norma jurídica no tiene condicionada su existencia a su moralidad;
en todo caso, puede ésta afectar su eficacia o legitimidad, mas eso es una cuestión distinta.
El Derecho puede ser justo e injusto, aunque lo deseable sea lo primero.
El iuspositivismo es tan antiguo como el derecho mismo, aunque alcanzó su mayor
desarrollo teórico a partir de los escritos del filósofo inglés Thomas Hobbes, aplicados al
ámbito jurídico por Jeremy Bentham.
Hobbes y Bentham definieron la validez del derecho por su disposición por una autoridad
competente, y negaron que las razones morales pudieran tener parte alguna en la decisión
legal. John Austin definió un sistema jurídico como aquel que está sometido a una
autoridad soberana, y la validez de las leyes como su imposición formal por esta autoridad
a través de sus agentes.
Sin embargo, el verdadero pilar del
Iuspositivismo, que define al Derecho como un producto únicamente de la voluntad del
legislador, y a las consecuencias de Derecho como el mero resultado lógico de colocarse en
el supuesto jurídico del que se trate en lo ordenado, es el austriaco Hans
Kelsen, autor de "Teoría pura del
Derecho". Para algunos iusnaturalistas
— la postura opuesta al iuspositivismo
— los iuspositivistas son "malos" e "inmorales" porque avalan la existencia del derecho
injusto; sin embargo, como se verá más adelante, existen varias clases de iuspositivismo, y
algunos iuspositivistas también critican las leyes injustas y la obediencia a las mismas, sólo
que no dicen que no sean verdadero derecho, sino que son derecho injusto.
Clases de iuspositivismo
1.- Iuspositivismo ideológico: "El Derecho es el Derecho y hay que cumplirlo". El Derecho
debe ser obedecido. El derecho es razón suficiente para actuar con toda justificación moral.
Una variante del iuspositivismo ideológico es el formalista.
Para estos últimos, el Derecho legislado goza de la propiedad de la plenitud hermética, no
tiene lagunas. La única interpretación válida del texto legal será la literal.
El Derecho es un sistema cerrado y sin lagunas. La interpretación y aplicación textual de la
ley es verdadero Derecho. Para ellos, la ley escrita es razón suficiente para actuar con toda
justificación moral.
2.- Iuspositivismo teórico o realismo jurídico: Es la creencia de que el Derecho es el
Derecho interpretado por la autoridad competente; el Derecho es lo que los jueces dicen
que es.
Si bien la ley es razón suficiente para actuar ante la sociedad, faltará ver cual es la última
palabra de los jueces quienes el Estado designó para interpretar y aclarar la ley- respecto de
la legalidad de nuestros actos. Las decisiones de los tribunales son verdadero Derecho.
3.- Iuspositivismo metodológico o concep tual: Iniciado por Carlos Santiago Nino en su
Introducción al análisis del Derecho, es la creencia de que el Derecho debe separarse de la
moral sólo para distinguir conceptos y evitar confusiones o ambigüedades.
Todo derecho positivo es verdadero derecho, pero puede haber Derechos injustos y el deber
de obedecer al Derecho injusto no es necesariamente un deber moral.

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