Dia 2 Devocional Semana 2
Dia 2 Devocional Semana 2
Dia 2 Devocional Semana 2
Después de más de cuatro siglos de silencio, se volvía a oír la voz de Dios por medio de un
profeta.
Sal 63:1 "Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne
te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas."
En el inicio de este capítulo comienza con una cita bíblica de extraordinaria importancia: la
promesa del envío de un MENSAJERO, un precursor del MESÍAS. Va a ser un precursor que
va a dejar oír su voz y que va a producir extraordinarias consecuencias en las gentes de
aquellos lugares: arrepentimiento y bautismo, que equivalen a conversión, a cambio de vida,
de una vida de pecado a otra dirigida a Dios.
Además, debemos notar también que el mensaje de Juan el Bautista llegaba a un pueblo
desolado y afligido que aún estaba bajo el castigo de Dios. Sin embargo, la auténtica
desolación del pueblo no era política, sino moral y espiritual. Ahora, con la llegada de Cristo,
precedida por el ministerio de Juan, llegaba la esperanza prometida. El tiempo se había
cumplido.
Juan apareció, por lo tanto, como un mensajero. Su cometido era anunciar la proximidad del
Rey y preparar su camino. A preparar el corazón de la gente para recibir a Jesús, e hizo esto
predicándoles que deberían arrepentirse de todos sus pecados
Su ministerio fue tan importante que los cuatro evangelistas lo recogen. La razón de esta
popularidad nos la explica el apóstol Juan: "Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se
llamaba _________" Jn 1:6. El pueblo reconoció el hecho de que Juan el Bautista era un
verdadero profeta de Dios, y todo lo relacionado con su vida confirmaba la realidad de esa
convicción.
"Voz del que clama en el desierto…"Es una cita de Isaías 40:3, El término "desierto"
significa tierra inhabitable por seca y arenosa, como el desierto.
Preparad el camino del Señor; La frase original se refería a la preparación física para una
visita real. Como metáfora, llegó a referirse al ministerio de Juan el Bautista que preparaba
espiritualmente el camino para Jesús, el Mesías, llamado también el "Señor"
Por otro lado, se prepara el camino al Señor despertando el deseo de la salvación. El principal
problema que tenemos es la ignorancia. No sabemos ni quién es Jesús ni qué nos ofrece.
Entonces ¿cómo vamos a pedirle? Necesitamos descubrir quién es él y qué nos ofrece.
El problema es que no es fácil reconocerlo. Y si uno cree que está sano ¿para qué va a ir al
médico? Es necesario hacer ver al enfermo su enfermedad.
Juan el Bautista quería que las personas vieran la necesidad de la salvación. El problema es
que la gente no siente la necesidad de ser salvo. La salvación tiene que ver cosas internas que
no se ven con los ojos físicos.
Y lo que Juan estaba anunciando era que por fin la venida tan largamente esperada de este
Rey y de su reino era inminentes. Él mismo era su precursor.
El mensaje de Juan es muy pertinente también para nuestros tiempos. Si queremos que Dios
venga a nuestras vidas tendremos que preparar nuestros corazones por medio del
arrepentimiento. Esta es una responsabilidad para cada uno de nosotros.
Juan el Bautista no desarrolló su ministerio en las grandes ciudades, sino que se fue al
desierto. Y lo sorprendente es que la gente dejaba sus ocupaciones para ir en masa a donde él
predicaba. Esto implicaba que la gente tenía a Juan por un gran profeta de Dios, pero también
ponía en evidencia el hambre espiritual del pueblo.
¿Para qué utilizó Dios a Juan?
¿Qué entiende por enderezar las sendas?
¿Y por qué era necesario un precursor?
¿Cómo se preparan los corazones?
¿De qué manera concreta voy a vivir este mensaje?
Leer Juan 4:6-26, ¿Qué conclusión saca de esta lectura?