15 Alayon
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Repensando históricamente
la asistencia
Autoanálisis del autor del libro
“Asistencia y Asistencialismo”
Norberto Alayón*
Referencias bibliográficas del libro Tercera edición: 2000. Editorial Lumen. Buenos Aires.
Título: “Asistencia y Asistencialismo - ¿Pobres Cuarta edición (ampliada): 2008. Editorial Lumen.
controlados o erradicación de la pobreza?” Buenos Aires.
Argumentos centrales del libro empleo (el Estado) y un rol definido por fuera de
su viabilidad como profesión.”
Desde la primera edición me propuse contribuir
a diferenciar la asistencia del asistencialismo, en Y continuaba Grassi: “Confrontando con esta
tanto no eran ni son, necesariamente, lo mismo. caracterización funcionalista de la política social
Reivindiqué la noción de asistencia, la dimensión y del Estado en general, otra línea (Alayón,1980)
asistencial de nuestro trabajo como trabajadores relacionó el carácter asistencialista de las políticas
sociales, pero no desde una óptica tradicional, sino de asistencia con el tipo de Estado (con su ca-
como reapropiación -por parte de los sectores po- rácter popular u oligárquico, según las categorías de
pulares- de riqueza previamente producida (que uso corriente por entonces en el campo político),
como tal, les pertenece inalienablemente) y como de donde no sería la asistencia en sí materia de
realización de derechos sociales conculcados. debate, sino la orientación de la actuación estatal
y la condición social de sus bases de consenso,
Mi intención apuntaba a ponderar críticamente la en tanto referente y determinante del régimen
necesidad de rescatar y resignificar la dimensión político que lo conducía. Al concebirse a la asis-
asistencial del Trabajo Social, en contraposición tencia social en sí misma como manifestación de
con el llamado asistencialismo. La cuestión se la relación de dominación de clase y paliativo de
centraba en cómo transformar políticamente el la desposesión, no podía asimilarse, únicamente,
asistencialismo en políticas de asistencia (como a un acto de voluntad de las clases dominantes,
derecho), siendo necesario re-politizar la política sino que debía juzgársela como el resultado de la
social, en tanto ésta -para esos años- tendía cada lucha de los desposeídos. De ahí que la natura-
vez más a salir del campo del Estado (ámbito de leza popular del régimen político y el volumen de
la política por excelencia) para ser transferida recursos de la asistencia (es decir, su capacidad
hacia los espacios e iniciativas privadas, conno- redistributiva) se convertían en los parámetros
tando la acción social como si se tratara de una diferenciadores respecto de la beneficencia clási-
alternativa desinteresada y generosa de parte de ca de las clases oligárquicas.”
actores individualizables (desde personas hasta
empresas, iglesias, etc.) y no como un proceso A la par de enfatizar que el asistencialismo no es
complejo que expresa dinámicamente diversos una excrecencia propia del Trabajo Social, sino
intereses y objetivos en juego. del sistema capitalista imperante, desarrollé la
argumentación de que la asistencia involucra dos
Las reflexiones de Estela Grassi (“Políticas y ideas: el reconocimiento de derechos sociales
problemas sociales en la sociedad neoliberal”, conculcados y la reparación plena de los proble-
Espacio Editorial, Buenos Aires, 2003), en rela- mas sociales. Esto aún no implica la afectación
ción a la década pretérita de los `70, señalaron que profunda del tipo de relaciones sociales predo-
“Una primigenia discusión acerca del carácter de minantes, pero sí posiciona al quehacer profesio-
la asistencia se dio en el campo del Trabajo Social, nal en la línea de generación de cambios hacia
marcada por la politización de los años setenta, la construcción de un orden social distinto. Por
cuando en dicho campo profesional se planteó otra parte, el asistencialismo también involucra dos
una ruptura radical con la práctica tradicional en ideas, pero en la perspectiva contraria: el no re-
el ámbito de las instituciones del Estado, menos conocimiento (ocultamiento) de los problemas
criticada que ridiculizada como repartija de leche. sociales como derechos humanos suprimidos o
Ruptura fundada en una interpretación según la restringidos y la dación escasa (la mínima posi-
cual el Estado es solamente aparato de domina- ble) para sólo atenuar y controlar la conflictivi-
ción, la que llevó a la auto-adjudicación del rol de dad social que genera la carencia extrema.
concientizador y de promotor en la comunidad
para los trabajadores sociales, produciendo un Coincidía en que la implementación de políticas
paradójico desdoblamiento entre el ámbito de su sociales apuntaba, desde el punto de vista de las
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clases dominantes, a reproducir la fuerza de tra- lo que nunca se tuvo, conduce a un cauce fructí-
bajo que garantizaba y permitía el desarrollo del fero de potenciación de las distintas dimensiones
capitalismo. Pero, a la vez, dichas prestaciones y de la disciplina. Lo asistencial, lo educativo, lo
servicios eran necesitados y reclamados por los promocional, lo organizacional, deben fundirse
sectores populares; es decir que también había en una práctica totalizante al servicio de los sec-
lucha -y no sólo pasiva receptividad- de parte de tores populares.
los desposeídos para conseguir reivindicaciones
crecientes que dieran respuesta a sus tremendas Percibir con lucidez las distintas coyunturas y los
necesidades. distintos modelos políticos, posibilitará al traba-
jador social orientar su actuación en la línea de
En esa tensión, en esa confrontación entre secto- interferir o desactivar ciertas lógicas dominantes,
res (unos asumiendo la perspectiva de conceder cuando -por ejemplo- mencionan o proponen
y frenar, y otros la de conquistar y avanzar), tiene pérfidamente la organización y la participación
que insertarse el accionar de los profesionales del de la gente, pero (¡y aquí está la clave!) sin trans-
campo de lo social. Ni antes ni ahora, no hay Tra- ferir los recursos necesarios para atender las ne-
bajo Social posible con los sectores populares, cesidades específicas.
sin respuestas concretas a las necesidades bruta-
les que padecen. Si el trabajador social opera en Lo que propuse reivindicar fue: recursos sufi-
la creencia de que la acción social sólo aletarga cientes (asistencia material) y promoción y or-
indefectiblemente, y no que también actúa en la ganización, en forma simultánea. Esta manera de
exacerbación y en el desarrollo de la propia lucha resignificar y reivindicar la asistencia no sólo nos
por los derechos no reconocidos, no puede me- diferencia del asistencialismo, sino que permite
nos que entrar en la confusión, en la frustración reconfirmar -desde el Trabajo Social- la esencia
y en el inmovilismo. misma de los proyectos neo-conservadores, que
se ubican en franca oposición a los objetivos de
bregar por una mayor justicia social.
Impacto del libro
Sin embargo, y para ratificar que la historia no blemas más graves por los que atraviesan nues-
registra un camino de mano única, ni tránsito li- tros países: la pobreza, a la cual conceptualizo
neal, sino de marchas y contramarchas, de avan- como la violación más flagrante de los derechos
ces y retrocesos, pero también de recuperación de humanos.
sus momentos más oscuros y retardatarios, cabe
destacar que estamos viviendo en la actualidad, Y también me propuse reflexionar sobre cómo
en varios de nuestros países, verdaderos procesos actuar ante la pobreza. En esa dirección, y to-
de oxigenación (aunque no sencillos, ni absoluta- mando en cuenta que su origen se halla en la or-
mente plenos), de confrontación con las lógicas ganización de la sociedad, la premisa es su nece-
imperiales de dominación y sojuzgamiento, de saria y urgente erradicación.
impulso a la estratégica unidad latinoamericana,
de alejamiento de los dictados disciplinadores de Analizar la compleja trama de la injusticia intrín-
los organismos internacionales ligados o direc- seca y primaria de ciertos modelos de funciona-
tamente dependientes de los poderes hegemóni- miento social (el capitalismo, entre nosotros),
cos, de rescate del interés nacional, de lucha por junto con la reivindicación de los derechos so-
la consolidación de la soberanía política, de la ciales (empleo formal, salarios dignos, políticas
independencia económica y de la justicia social, sociales universales y políticas asistenciales), y
de la revalorización y defensa de los derechos simultáneamente atender la urgencia ante situa-
políticos, económicos, sociales y culturales para ciones que no admiten dilación, nos coloca a los
el conjunto de la población, todo lo cual conflu- profesionales de lo social ante diversas encruci-
ye en el fortalecimiento de la democracia y de la jadas de no fácil resolución; éstas requieren rigor
ciudadanía, en la perspectiva de contribuir a la analítico y también lúcidas interpretaciones, que
conformación de sociedades más igualitarias. se alejen de los reduccionismos economicistas, y
también políticos, que con frecuencia dogmati-
La segunda aclaración tuvo que ver con algunas zan o simplifican peligrosamente la interpreta-
interpretaciones equívocas, por parte de los lec- ción de la realidad.
tores, en relación a diversas referencias y afirma-
ciones de funcionarios y dirigentes del peronismo Entiendo que el contenido del libro ha contribui-
de esa época, consignadas en el libro. No había do a la reflexión acerca de estas problemáticas,
pretendido realizar una defensa de esos voceros, como así también acerca de la obligación políti-
sino evidenciar las contradicciones flagrantes en ca de dar atención inmediata a la población que
las que suelen incurrir ciertos funcionarios, en- sufre las consecuencias de un régimen social in-
tre lo que habría que hacer (según sus propias justo, y que padece severas condiciones de vida
palabras) y lo que verdaderamente terminan ha- que, a la par de seguir afectando a millones de
ciendo. personas, ponen en evidencia la recurrente insen-
satez de las opciones políticas y económicas que
La temática de este libro mantiene, lamentable- barbarizan la vida de los hombres.
mente, demasiada actualidad. Ya desde la primera
edición, me había propuesto realizar un análisis Finalmente reafirmo que la temática de la asis-
crítico, pero también realista, sobre la asistencia, tencia, para el campo del Trabajo Social, sigue
sobre el asistencialismo y sobre uno de los pro- teniendo una vigencia ineludible.