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Recuperando historia

Repensando históricamente
la asistencia
Autoanálisis del autor del libro
“Asistencia y Asistencialismo”

Norberto Alayón*

Fecha de recepción: 13 de julio de 2011


Fecha de aceptación: 10 de agosto de 2011
Correspondencia a: Norberto Alayón
Correo electrónico: nalayon@sociales.uba.ar

* Profesor regular titular. Carrera de Trabajo Social. Facultad


de Ciencias Sociales. Universidad de Buenos Aires.

Referencias bibliográficas del libro Tercera edición: 2000. Editorial Lumen. Buenos Aires.

Título: “Asistencia y Asistencialismo - ¿Pobres Cuarta edición (ampliada): 2008. Editorial Lumen.
controlados o erradicación de la pobreza?” Buenos Aires.

Primera edición: 1989. Editorial Humanitas. Bue- Ediciones en portugués


nos Aires.
Primera edición: 1992. Cortez Editora. Sao Paulo.
Segunda edición (ampliada): 1992. Editorial Huma-
nitas. Buenos Aires. Segunda edición: 1995. Cortez Editora. Sao Paulo.
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Contexto político-social democracia en el país, aunque con propuestas y


en el que apareció el libro modelos no idénticos, encarnados primero en el
gobierno de Raúl Ricardo Alfonsín de la Unión
Si bien el libro centra la atención en los temas de Cívica Radical (desde el 10 de diciembre de 1983
asistencia, asistencialismo, trabajo social y pobre- hasta el 8 de julio de 1989). Y luego, en medio
za, el mismo contiene diversos trabajos produci- de un grave proceso hiperinflacionario, a partir
dos en distintas fechas, con las ampliaciones que de que Alfonsín le entregara el mando -en for-
se fueron agregando en el tiempo. De este modo, ma anticipada- a Carlos Saúl Menem del Partido
los nueve capítulos que integran el libro se co- Justicialista, quien gobernó entre el 8 de julio de
rresponden con las siguientes fechas: 1989 y el 10 de diciembre de 1999.

• El asistencialismo en la Política Social y en el Traba- Respecto al Trabajo Social, la interrupción del


jo Social – 1980 funcionamiento constitucional en el país entre
• El Trabajo Social en la actual coyuntura – 1984 1976 y 1983, no sólo paralizó el desarrollo de la
• Caracterización del Trabajo Social – 1985 profesión, sino que la retrotrajo a modalidades
• Marginalidad y Trabajo Social – 1985 y concepciones nefastas, alejadas de los sectores
• Participación: mitos y alternativas – 1987 populares. El tremendo retroceso sufrido forta-
• Hacia la propuesta de un Trabajo Social alternativo leció la reaparición y avance de las concepciones
– 1988 más reaccionarias de la profesión.
• ¿Hacia el control de los pobres o hacia la erradicación
de la pobreza? – 1989 La práctica profesional se alejó abismalmen-
• Ni siquiera asistencialismo – 1991 te de los intereses de los sectores populares y
• Exclusión social, derechos y asistencia - 2008 el debilitamiento de la formación profesional
supo acompañar armónicamente el cruel pe-
El año 1989, en que se publica la primera edi- ríodo de atraso general. Lo acontecido permite
ción del libro, implicaba para Argentina y tam- recordar y visualizar, con absoluta claridad, que
bién para América Latina el comienzo de la peor el Trabajo Social -como cualquier otra discipli-
década (la década de los ’90), con la más brutal na- no constituye una categoría abstracta, que
penetración del fundamentalismo neoliberal, que funciona independientemente de las determina-
arrasó en el país, con los derechos económicos ciones histórico-sociales. Y desde ahí convalidar
y sociales, y condujo a la sociedad a un tsunami que el emparentamiento del Trabajo Social con
de empobrecimiento, cristalizando un proceso de el funcionamiento y las características de la so-
verdadero darwinismo social. ciedad en su conjunto, en un período determi-
nado, constituye una variable inexcusable para
Este proceso, en rigor, fue la culminación más entender el por qué, el para qué y el cómo de la
exitosa de la inédita barbarie iniciada en Argenti- profesión.
na, con la dictadura cívico-militar que imperó -a
sangre y fuego- entre marzo de 1976 y diciembre A partir de la recuperación democrática de 1983,
de 1983. se comenzaron a desplegar tentativamente otras
propuestas profesionales, en la línea de recu-
Igualmente resulta necesario precisar que varios perar lo mejor de la tradición de sensibilidad y
de los textos que componían el libro fueron es- compromiso social de los trabajadores sociales,
critos antes de 1989, y los contextos -por cierto- tendiendo a neutralizar el reflorecimiento que se
eran distintos. Así, el primer texto que data de había verificado de las posiciones más tradicio-
1980 fue escrito en un momento en que todavía nales e intentando contribuir a la reformulación
Argentina padecía la dictadura. Los siguientes y construcción de un modelo de sociedad, en el
(hasta 1989 en que aparece el libro) se corres- que pudiera ser efectivamente viable la democra-
pondieron con el período de recuperación de la cia política y la justicia social.
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Argumentos centrales del libro empleo (el Estado) y un rol definido por fuera de
su viabilidad como profesión.”
Desde la primera edición me propuse contribuir
a diferenciar la asistencia del asistencialismo, en Y continuaba Grassi: “Confrontando con esta
tanto no eran ni son, necesariamente, lo mismo. caracterización funcionalista de la política social
Reivindiqué la noción de asistencia, la dimensión y del Estado en general, otra línea (Alayón,1980)
asistencial de nuestro trabajo como trabajadores relacionó el carácter asistencialista de las políticas
sociales, pero no desde una óptica tradicional, sino de asistencia con el tipo de Estado (con su ca-
como reapropiación -por parte de los sectores po- rácter popular u oligárquico, según las categorías de
pulares- de riqueza previamente producida (que uso corriente por entonces en el campo político),
como tal, les pertenece inalienablemente) y como de donde no sería la asistencia en sí materia de
realización de derechos sociales conculcados. debate, sino la orientación de la actuación estatal
y la condición social de sus bases de consenso,
Mi intención apuntaba a ponderar críticamente la en tanto referente y determinante del régimen
necesidad de rescatar y resignificar la dimensión político que lo conducía. Al concebirse a la asis-
asistencial del Trabajo Social, en contraposición tencia social en sí misma como manifestación de
con el llamado asistencialismo. La cuestión se la relación de dominación de clase y paliativo de
centraba en cómo transformar políticamente el la desposesión, no podía asimilarse, únicamente,
asistencialismo en políticas de asistencia (como a un acto de voluntad de las clases dominantes,
derecho), siendo necesario re-politizar la política sino que debía juzgársela como el resultado de la
social, en tanto ésta -para esos años- tendía cada lucha de los desposeídos. De ahí que la natura-
vez más a salir del campo del Estado (ámbito de leza popular del régimen político y el volumen de
la política por excelencia) para ser transferida recursos de la asistencia (es decir, su capacidad
hacia los espacios e iniciativas privadas, conno- redistributiva) se convertían en los parámetros
tando la acción social como si se tratara de una diferenciadores respecto de la beneficencia clási-
alternativa desinteresada y generosa de parte de ca de las clases oligárquicas.”
actores individualizables (desde personas hasta
empresas, iglesias, etc.) y no como un proceso A la par de enfatizar que el asistencialismo no es
complejo que expresa dinámicamente diversos una excrecencia propia del Trabajo Social, sino
intereses y objetivos en juego. del sistema capitalista imperante, desarrollé la
argumentación de que la asistencia involucra dos
Las reflexiones de Estela Grassi (“Políticas y ideas: el reconocimiento de derechos sociales
problemas sociales en la sociedad neoliberal”, conculcados y la reparación plena de los proble-
Espacio Editorial, Buenos Aires, 2003), en rela- mas sociales. Esto aún no implica la afectación
ción a la década pretérita de los `70, señalaron que profunda del tipo de relaciones sociales predo-
“Una primigenia discusión acerca del carácter de minantes, pero sí posiciona al quehacer profesio-
la asistencia se dio en el campo del Trabajo Social, nal en la línea de generación de cambios hacia
marcada por la politización de los años setenta, la construcción de un orden social distinto. Por
cuando en dicho campo profesional se planteó otra parte, el asistencialismo también involucra dos
una ruptura radical con la práctica tradicional en ideas, pero en la perspectiva contraria: el no re-
el ámbito de las instituciones del Estado, menos conocimiento (ocultamiento) de los problemas
criticada que ridiculizada como repartija de leche. sociales como derechos humanos suprimidos o
Ruptura fundada en una interpretación según la restringidos y la dación escasa (la mínima posi-
cual el Estado es solamente aparato de domina- ble) para sólo atenuar y controlar la conflictivi-
ción, la que llevó a la auto-adjudicación del rol de dad social que genera la carencia extrema.
concientizador y de promotor en la comunidad
para los trabajadores sociales, produciendo un Coincidía en que la implementación de políticas
paradójico desdoblamiento entre el ámbito de su sociales apuntaba, desde el punto de vista de las
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clases dominantes, a reproducir la fuerza de tra- lo que nunca se tuvo, conduce a un cauce fructí-
bajo que garantizaba y permitía el desarrollo del fero de potenciación de las distintas dimensiones
capitalismo. Pero, a la vez, dichas prestaciones y de la disciplina. Lo asistencial, lo educativo, lo
servicios eran necesitados y reclamados por los promocional, lo organizacional, deben fundirse
sectores populares; es decir que también había en una práctica totalizante al servicio de los sec-
lucha -y no sólo pasiva receptividad- de parte de tores populares.
los desposeídos para conseguir reivindicaciones
crecientes que dieran respuesta a sus tremendas Percibir con lucidez las distintas coyunturas y los
necesidades. distintos modelos políticos, posibilitará al traba-
jador social orientar su actuación en la línea de
En esa tensión, en esa confrontación entre secto- interferir o desactivar ciertas lógicas dominantes,
res (unos asumiendo la perspectiva de conceder cuando -por ejemplo- mencionan o proponen
y frenar, y otros la de conquistar y avanzar), tiene pérfidamente la organización y la participación
que insertarse el accionar de los profesionales del de la gente, pero (¡y aquí está la clave!) sin trans-
campo de lo social. Ni antes ni ahora, no hay Tra- ferir los recursos necesarios para atender las ne-
bajo Social posible con los sectores populares, cesidades específicas.
sin respuestas concretas a las necesidades bruta-
les que padecen. Si el trabajador social opera en Lo que propuse reivindicar fue: recursos sufi-
la creencia de que la acción social sólo aletarga cientes (asistencia material) y promoción y or-
indefectiblemente, y no que también actúa en la ganización, en forma simultánea. Esta manera de
exacerbación y en el desarrollo de la propia lucha resignificar y reivindicar la asistencia no sólo nos
por los derechos no reconocidos, no puede me- diferencia del asistencialismo, sino que permite
nos que entrar en la confusión, en la frustración reconfirmar -desde el Trabajo Social- la esencia
y en el inmovilismo. misma de los proyectos neo-conservadores, que
se ubican en franca oposición a los objetivos de
bregar por una mayor justicia social.
Impacto del libro

Las distintas ediciones del libro en castellano Apreciaciones actuales


y también las traducidas al portugués, parecen
haber dado cuenta del interés del colectivo pro- En la segunda edición del libro (1992) debí
fesional por esta temática clave y del enfoque y realizar un par de aclaraciones y advertencias.
contenidos del propio texto. La primera, recordando que el texto “El asis-
tencialismo en la política social y en el trabajo
Creo haber contribuido, desde el campo del Tra- social” había sido escrito en 1980 y que, por
bajo Social, al intento de repensar y resignificar la supuesto, su lectura debía enmarcarse en esa
asistencia como un derecho. Al mismo tiempo re- época, en la cual países del Cono Sur como
cordar que la asistencia social ha estado histórica- Argentina, Brasil, Uruguay y Chile padecían la
mente ligada a la problemática de la pobreza. Pero vigencia de dictaduras militares. Las referen-
que la pobreza (tanto en su generación, como en la cias que había realizado sobre el papel de la
eventual erradicación de la misma) no pertenece al burguesía nacional en 1980, diferían de mi in-
campo de la beneficencia o de la asistencia social, terpretación de 1992, a la luz de los feroces
sino que pertenece al campo de la economía. Y procesos de transnacionalización de ésta y del
que la asistencia social opera como instrumento abandono frontal de su otrora dinámica espe-
mediador entre la economía y los efectos y resulta- cífica, ligada a la inversión, al riesgo y a la acu-
dos del modelo económico en vigencia. mulación, reemplazada por la transferencia al
exterior de sus ganancias y el exclusivo afán de
Para el Trabajo Social, repensar la asistencia como lucro sin reinversión ni ampliación del merca-
derecho y como recuperación de lo perdido o de do interno.
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Sin embargo, y para ratificar que la historia no blemas más graves por los que atraviesan nues-
registra un camino de mano única, ni tránsito li- tros países: la pobreza, a la cual conceptualizo
neal, sino de marchas y contramarchas, de avan- como la violación más flagrante de los derechos
ces y retrocesos, pero también de recuperación de humanos.
sus momentos más oscuros y retardatarios, cabe
destacar que estamos viviendo en la actualidad, Y también me propuse reflexionar sobre cómo
en varios de nuestros países, verdaderos procesos actuar ante la pobreza. En esa dirección, y to-
de oxigenación (aunque no sencillos, ni absoluta- mando en cuenta que su origen se halla en la or-
mente plenos), de confrontación con las lógicas ganización de la sociedad, la premisa es su nece-
imperiales de dominación y sojuzgamiento, de saria y urgente erradicación.
impulso a la estratégica unidad latinoamericana,
de alejamiento de los dictados disciplinadores de Analizar la compleja trama de la injusticia intrín-
los organismos internacionales ligados o direc- seca y primaria de ciertos modelos de funciona-
tamente dependientes de los poderes hegemóni- miento social (el capitalismo, entre nosotros),
cos, de rescate del interés nacional, de lucha por junto con la reivindicación de los derechos so-
la consolidación de la soberanía política, de la ciales (empleo formal, salarios dignos, políticas
independencia económica y de la justicia social, sociales universales y políticas asistenciales), y
de la revalorización y defensa de los derechos simultáneamente atender la urgencia ante situa-
políticos, económicos, sociales y culturales para ciones que no admiten dilación, nos coloca a los
el conjunto de la población, todo lo cual conflu- profesionales de lo social ante diversas encruci-
ye en el fortalecimiento de la democracia y de la jadas de no fácil resolución; éstas requieren rigor
ciudadanía, en la perspectiva de contribuir a la analítico y también lúcidas interpretaciones, que
conformación de sociedades más igualitarias. se alejen de los reduccionismos economicistas, y
también políticos, que con frecuencia dogmati-
La segunda aclaración tuvo que ver con algunas zan o simplifican peligrosamente la interpreta-
interpretaciones equívocas, por parte de los lec- ción de la realidad.
tores, en relación a diversas referencias y afirma-
ciones de funcionarios y dirigentes del peronismo Entiendo que el contenido del libro ha contribui-
de esa época, consignadas en el libro. No había do a la reflexión acerca de estas problemáticas,
pretendido realizar una defensa de esos voceros, como así también acerca de la obligación políti-
sino evidenciar las contradicciones flagrantes en ca de dar atención inmediata a la población que
las que suelen incurrir ciertos funcionarios, en- sufre las consecuencias de un régimen social in-
tre lo que habría que hacer (según sus propias justo, y que padece severas condiciones de vida
palabras) y lo que verdaderamente terminan ha- que, a la par de seguir afectando a millones de
ciendo. personas, ponen en evidencia la recurrente insen-
satez de las opciones políticas y económicas que
La temática de este libro mantiene, lamentable- barbarizan la vida de los hombres.
mente, demasiada actualidad. Ya desde la primera
edición, me había propuesto realizar un análisis Finalmente reafirmo que la temática de la asis-
crítico, pero también realista, sobre la asistencia, tencia, para el campo del Trabajo Social, sigue
sobre el asistencialismo y sobre uno de los pro- teniendo una vigencia ineludible.

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