Macrófago
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Macrófago
Macrophage.jpg
Un macrófago de ratón formando dos "brazos" (pseudópodos) para engullir dos partículas,
posiblemente patógenas.
Latín Macrophagocytus
TH H2.00.03.0.01007
Los macrófagos (gr. "gran comedor") son células del sistema inmunitario que se localizan en los
tejidos. Proceden de células precursoras de la médula ósea que se dividen dando monocitos (un
tipo de leucocito), que tras atravesar el epitelio de los capilares y penetrar en el tejido conjuntivo
se convierten en macrófagos. Pueden ingerir y destruir bacterias, células dañadas y eritrocitos
gastados. Este proceso se llama fagocitosis.1
Índice
5 Referencias
6 Véase también
El término macrófago fue asignado por Aschoff en 1924 a un conjunto de células componentes del
sistema fagocítico mononuclear que está formado no solo por monocitos, macrófagos e
histiocitos, sino también por fibroblastos, células endoteliales y células reticulares. Después de
1969, se definió el concepto de sistema fagocítico mononuclear, formado por una variedad de
macrófagos, derivados de monocitos procedentes de la médula ósea, abandonándose el concepto
de sistema retículo endotelial, que está constituido por células distintas funcional e
inmunológicamente.
Los macrófagos proceden de los monocitos.2 Estos se forman en la médula ósea procedentes de
células pluripotenciales de la serie granulocítico-monocítica, gracias al factor de crecimiento GM-
CSF (granulocyte macrophage colony stimulating factor) y otras citoquinas, como la interleucina 3
(IL-3).
Cuando estos factores de crecimiento están presentes en la médula ósea, la célula progenitora
prolifera y se diferencia a promonocitos, células que en divisiones celulares posteriores producirán
monocitos.
Una vez los monocitos salen de los capilares sanguíneos y se localizan en los tejidos se
transforman en macrófagos. Esta diferenciación de monocito a macrófago afecta a gran cantidad
de cambios como que la célula aumenta su tamaño de 5 a 10 veces, sus orgánulos incrementan
tanto su número como su complejidad, adquiere capacidad fagocítica, produce altas
concentraciones de enzimas líticas y empieza a secretar gran variedad de sustancias solubles que
realizan diferentes funciones.
Los macrófagos están habitualmente en estado de reposo, pueden ser activados por gran variedad
de estímulos durante la respuesta inmune. La fagocitosis de antígenos sirve como estímulo inicial;
sin embargo, los macrófagos y su actividad pueden aumentarse por citocinas secretadas por
linfocitos T colaboradores, o mediante el contacto con los mismos. Uno de los más potentes
activadores de macrófagos es el interferón gamma. También son capaces de reconocer patrones
moleculares asociado a patógenos.
Fagocitosis: la función principal de los macrófagos es la de fagocitar todos los cuerpos extraños
que se introducen en el organismo como las bacterias y sustancias de desecho de los tejidos. Los
macrófagos son fagocitos junto con los neutrófilos y otras células. Los macrófagos tienen la
capacidad de quimiotaxis, es decir la de ser atraídos y desplazados hacia una determinada
localización por la presencia de determinados factores quimiotácticos para monocitos como
interleucina-I, trombina, factor de crecimiento derivado de las plaquetas, factor del complemento
C5a, fragmentos de colágeno, elastina, fibronectina, calicreína, activador del plasminógeno,
inmunoglobulinas y leucotrienos.
Inflamación: Los macrófagos forman parte del sistema inmunitario innato, es decir, inician una
respuesta natural contra los microorganismos, porque los macrófagos expresan receptores de
membrana para numerosas moléculas bacterianos, por ejemplo: receptor para lipopolisacáridos
(CD14), receptores C11b/CD18, receptores para manosas, y receptor para glúcidos entre otros. Los
macrófagos de los vertebrados y de los invertebrados participan en gran medida de la respuesta
inmune innata a infecciones gracias a sus receptores scavengers o barredores, que poseen una
especificidad a ligandos muy amplia como: lipoproteínas, proteínas, poli y oligonucleótidos,
polisacáridos aniónicos, fosfolípidos y otras moléculas.
Presentación de antígenos: cuando los macrófagos fagocitan un microbio, procesan y sitúan sus
antígenos en la superficie externa de su membrana plasmática, donde serán reconocidos por los
linfocitos T colaboradores; tras el reconocimiento, los T producen linfoquinas que activan a los
linfocitos B. Por eso los macrófagos forman parte de las llamadas células presentadoras de
antígenos, ya que poseen en sus membranas moléculas del complejo mayor de
histocompatibilidad (MHC) de clase II. Los linfocitos B activados producen y liberan anticuerpos
específicos a los antígenos presentados por el macrófago. Estos anticuerpos se adhieren a los
antígenos de los microbios o de células invadidas por virus y así atraen con mayor avidez a los
macrófagos para fagocitarlos.
Reparación de tejidos: Los macrófagos además ingieren células muertas del anfitrión y participan
en la reparación de tejidos dañados tras la reacción inmunitaria.
Hemostasia: el macrófago produce una serie de sustancias que participan en la coagulación como
son: proteína C, trombomodulina, factor tisular, factor VII, factor XIII y el inhibidor del activador
del plasminógeno.
El conjunto de células formado por los precursores de la médula ósea, los monocitos circulantes
en la sangre y los macrófagos tisulares, se denomina sistema fagocítico mononuclear.
Los macrófagos reciben diferentes nombres según el lugar donde se encuentren, debido a que
históricamente no se reconocían como el mismo tipo celular. Así, los macrófagos se llaman:3
Osteoclastos: son los macrófagos del hueso, se encuentran principalmente en las trabéculas del
hueso esponjoso.
Células espumosas: son las células dominantes de la ateroesclerosis, los macrófagos al fagocitar el
colesterol cambian su estructura y se convierten en estas.
Células mesangiales intraglomerulares: son los macrófagos del riñón, también se les llama
Macrófago renal residente.
Macrófagos alveolares, células de polvo o Neumocitos tipo III ): son los macrófagos de los alveolos
pulmonares.
Macrófago del seno subcapsular: Son los macrófagos de los nódulos linfáticos.
Referencias
González, Ma. Isabel Crespo (2016). Fisiopatología general. Paraninfo. ISBN 9788428337984.
Consultado el 11 de septiembre de 2017.
Cruz-Reyes, Alejandro; Camargo-Camargo, Blanca (2000). Glosario de términos en parasitología y
ciencias afines. Plaza y Valdes. ISBN 9789688568781. Consultado el 11 de septiembre de 2017.
Véase también
Granulocito
Pidotimod