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SC 0135 2014

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0135/2014

Sucre, 10 de enero de 2014

SALA PRIMERA ESPECIALIZADA


Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad

Expediente: 03861-2013-08-AL
Departamento: La Paz

En revisión la Resolución 003/2013 de 5 de junio, cursante de fs. 228 a 229,


pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Aurora Rivas Vda.
de Ortuño en representación sin mandato de Lucio Orlando Ortuño Rivas
contra Wenceslao Mariaca Carrasco, Fiscal de Materia; y, José Luis Condori
Castillo y Eduardo Felipez Villca, ambos funcionarios policiales.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Mediante memorial presentado el 4 junio de 2013, cursante de fs. 3 a 21, el


accionante a través de su representante, expuso los siguientes argumentos:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

El 2 de julio de 2012, en horas de la media noche, junto con sus compañeros Abel
Quispe y Gustavo Gálvez, después de haber compartido en un local, se
dispusieron a retirarse a sus respectivos domicilios; empero, cuando Abel Quispe,
se prestaba a pagar la movilidad que lo llevaría a su casa, de improviso apareció
un sujeto que le arrebató la billetera y se dio a la fuga, ante esta situación los tres
jóvenes lo siguieron y cuando lo estaban por alcanzar se tropezaron con tres
mujeres y un hombre que los frenaron en la persecución y los empezaron a
empujar y agredir físicamente, situación que impidió atrapar al ladrón.

Ante esta situación, tanto su persona como sus amigos, les increparon que eran
cómplices de la persona que había cometido el robo de la billetera, seguidamente,
las mujeres empezaron a gritar que ellos le habían robado el celular, y la supuesta
víctima del robo del celular en medio de insultos les revisaron las mochilas, y en ese
ínterin llamó en dos oportunidades al 110, dejando todos los datos necesarios que
solicitaron en ese momento.

A la media hora de haber llamado al 110, apareció el hombre que acompañaba a


las referidas mujeres y que supuestamente respondería al nombre de José
Fernando Callizaya, en un taxi acompañado del funcionario policial José Luis

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Condori Castillo -ahora codemandado-, quien los arresta y los conduce a oficinas de
Conciliación Ciudadana “de la Pando”, funcionario este que es testigo de las
agresiones verbales que padeció junto a sus compañeros.
Una vez en la referida oficina, el funcionario policial a cargo del caso, sin escuchar lo
que tenían que decir, decidió remitirlos a la Fuerza Especial de Lucha Contra el
Crimen (FELCC); una vez traslados, los funcionarios policiales de estas instalaciones
tampoco les permitieron que explicaran lo que les había sucedido y sin dejarles
llamar a su abogado defensor, les condujeron a las afueras del despacho del Fiscal
de Materia codemandado, autoridad que sin darse el trabajo de “salir a mirarles”,
menos escuchar que ellos son las víctimas en todo este conflicto y así saber la
verdadera histórica de los hechos.

Asimismo, indica que “las supuestas víctimas” realizaron las acusaciones de robo
agravado sin habérseles tomado sus declaraciones, ni pedir sus identificaciones
personales y peor aún sin habérseles encontrado el objeto robado o algún
elemento que pudiera inculparlos de la comisión de delito alguno; por ende, fueron
detenidos ilegalmente al no existir elementos fácticos, y aprovechado de su estado
“moderado de embriaguez” se les indicó que fueron atrevidos.

Toda la ausencia de observación a la normativa procedimental es evidente y es que se


los arrestó por once horas y media, las supuestas víctimas que no fueron
correctamente identificadas no asistieron a la firma del acta de garantías amplias y
tampoco acudieron a la Fiscalía Departamental a formalizar la denuncia y más todavía
no se tiene datos referenciales de sus verdaderas identidades, dejándolos libres e
impunes.

En su detención y la de sus compañeros sufrieron un trato degradante a su honor y


dignidad, y es que sin habérseles encontrado culpable de delito alguno fueron
fichados, se los fotografió y registraron sus características personales entre otros,
como si fueren delincuentes habituales y jamás se les colocó a disposición de la
Jueza cautelar y se los liberó después de once horas y media cuando presentaron
sus garantes personales; asimismo, a consecuencia de los malos tratos, y conforme
al certificado médico contrajo una enfermedad pulmonar.

A fin de establecer responsabilidad contra las autoridades que lesionaron sus


derechos, acudió a conocer los datos de los que participaron en los hechos;
empero, no existe registro y tampoco orden de registrar el caso en la plataforma
de la FELCC, y el Oficial a cargo les indicó “ya no hagan nada, olvídense de esto”.
Ante estos hechos presentó querella contra el Fiscal de Materia, Wenceslao
Mariaca Carrasco y los funcionarios policiales Lucio Condori Castillo, Eduardo
Felipez Villca, José Fernando Callisaya y Elizabeth Condori, por los delitos de
abuso de autoridad, resoluciones contrarias a la constitución y las leyes,
incumplimiento de deberes, negativo o retardo de justicia, omisión de denuncia
falsa, encubrimiento y simulación de delito.
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I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

La parte accionante alega la lesión de los derechos a la libertad, al debido proceso,


a la vida y a la seguridad psicológica ante el trato humillante y degradante, citando
al efecto los arts. 15.I, 115, 116, 117 y 119 de la Constitución Política del Estado
(CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda “la acción de protección a su vida…”, restituyendo su derecho a


la libertad, cese la persecución indebida como la reparación de los daños y
perjuicios ocasionados; asimismo, la cancelación del delito de robo agravado en su
tarjeta prontuario de la FELCC, el antecedente del libro de registro de casos de la
FELCC, en el libro de parte de diario de Conciliación Ciudadana del 2 de julio de
2012, de los registro de plataforma de la Fiscalía Departamental y de “la Corte
Departamental de Justicia”.

I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías

En audiencia pública celebrada el 5 de junio de 2013, cursante de fs. 225 a 227,


con la concurrencia de la parte accionante asistida de sus abogados y del
codemandado José Luis Condori Castillo y ausentes los codemandados Wenceslao
Mariaca Carrasco, Fiscal de Materia y Eduardo Felipez Villca, Funcionario Policial, se
produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El accionante a través de su representante, ratificó el tenor integro de su memorial


de interposición de la acción y ampliando el mismos señaló que: a) Acude ante la
jurisdicción constitucional en busca de restitución de sus derechos y garantías
constitucionales y de Abel Quispe, consiguientemente se disponga la cancelación de
los antecedentes policiales y que todo sea con la calificación de daños y perjuicios;
b) Durante todo el tiempo que estuvieron arrestados no se tomó en cuenta la
presunción de inocencia, existió cacheo sin la presencia de un abogado defensor y
del Fiscal de Materia, tampoco se ha levantado un inventario de las cosas que
portaban, ni tomado declaración a las supuestas víctimas; c) Al haber estado más
de once horas, no se cumplió con el espíritu garantista del Código de Procedimiento
Penal; d) Recién después de tres meses de ocurrido el hecho y ante la posibilidad
de un proceso por parte de los afectados, se hizo aparecer en el sistema una
apertura de denuncia, sin indicar quien realizó la misma; e) El hecho que sean
funcionarios públicos y policiales no les exime de responsabilidad penal, civil y
administrativa que pudieran llegar a tener; y, f) Se acudió ante la jurisdicción

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constitucional para que se pueda anular todo registro informático de los datos que
se tomó al accionante como a sus compañeros sin que exista requerimiento fiscal.

Ante las preguntas formuladas por la Jueza de garantías la parte accionante


respondió que: 1) El accionante y sus compañeros ya se encuentran en libertad;
2) No hubo ninguna investigación, pero se registraron sus antecedentes sin que
hubiere realizado los pasos previos; y, 3) El funcionario policial falta a la verdad,
puesto que de acuerdo a la certificación presentada, éste se encontraba como
conciliador y no como secretario.
I.2.2. Informe de la autoridad y funcionarios policiales demandados

Wenceslao Carlos Mariaca Carrasco, Fiscal de Materia codemandado, por informe


de 4 de noviembre de 2013, remitido a este Tribunal Constitucional Plurinacional, el
19 del señalado mes y año (fs. 273 a 292 vta.), indica que: i) Jamás fue notificado
en su domicilio procesal con la presente acción de libertad, puesto que desde el 27
de mayo de 2013, fue asignado a la provincia Muñecas de La Paz, dejándosele en
estado de indefensión; ii) Mediante requerimiento Fiscal dispuso que los arrestados
sean puestos en libertad, determinación que debió cumplir el funcionario policial de
turno; y, iii) Los ahora accionantes fueron arrestados, a horas 3:00 en vía pública y
trasladados a la FELCC y fueron liberados a horas 10:20; es decir, antes de las ocho
horas.

Por su parte, José Luis Condori Castillo, funcionario policial codemandado en


audiencia señaló que, el día que sucedió todo lo denunciado se encontraba como
Secretario en la oficina de Conciliación Ciudadana, y ante la orden de la suboficial a
cargo se constituyó en el lugar, donde encontró con tres personas a las que sin
hacer abuso alguno les pidió que le acompañaran a las oficinas de Conciliación
Ciudadana y ante la orden de la suboficial a cargo llevo a los arrestados a la FELCC,
habiendo concluido ahí su actuación.

Ante las preguntas de la Jueza de garantías, el demandado señaló que: a) Se


revisó a los demandados y al no haberse encontrado ningún celular, y después que
el “varón” conversara con la encargada, su superior le indicó que los conduzca a la
FELCC; b) Los arrestados se encontraban en ese momento con aliento alcohólico;
y, c) No se percató de que exista flagrancia, pero existía una parte que los
sindicaba de la comisión de un hecho delictivo.

Con relación a Eduardo Felipez Villca Funcionario policial codemandado, existe una
representación donde señala que habría sido designado a la ciudad de Oruro por
motivos de trabajo (fs. 24),

I.2.3. Resolución

La Jueza Cuarta de Sentencia Penal del departamento de La Paz, constituida en

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Jueza de garantías, mediante Resolución 003/2013 de 5 de junio, cursante de fs.
228 a 229, concedió la tutela solicitada y dispuso que: 1) Se remita copia del
acta de la audiencia de acción de libertad ante el Fiscal Departamental, para que
conozca el actuar del Fiscal demandado para efectos disciplinarios, puesto que no
cumplió con el procedimiento establecido en la presente causa y esperó que
pasen más de once horas para poner en libertad a los arrestados; y, 2) Se envié
antecedentes ante el Comando General de la Policía Boliviana, a efectos de que se
considere el actuar de los funcionarios policiales codemandados; en base a los
siguientes fundamentos: i) A la fecha de la acción no existe juez o tribunal que
vele por un debido proceso y si bien después de tres meses aparece una supuesta
denuncia en la Fiscalía de acuerdo a la Fiscal analista de la FELCC; ii) No se llegó
a explicar el por qué aparece en el sistema policial una denuncia luego de cuatro
meses y sin persona responsable alguna; y, iii) La no concurrencia del Fiscal de
Materia demandado pese a su legal citación y la no remisión de informe alguno,
no es óbice para no considerar la demanda de libertad, además que existe prueba
que demuestra la lesión denunciada.

I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional

Mediante Decreto Constitucional de 27 de septiembre de 2013, se ha dispuesto la


suspensión del plazo a efectos de recabar documentación complementaria.

A partir de la notificación con el proveído de 16 de diciembre del citado año, se


reanudó el plazo, por lo que la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se
pronuncia dentro del mismo.

II. CONCLUSIONES

Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se extractan


las siguientes conclusiones:

II.1. A fs. 31 y vta., cursa informe de intervención policial preventiva – acción


directa, del arresto realizado por José Luis Condori Castillo en base al art.
225 del Código de Procedimiento Penal (CPP), el 2 de julio de 2012, a horas
02:20, a Gustavo Gálvez Aranibar, Abel Quispe Mendoza y Lucio Orlando
Ortuño Rivas -hoy accionante- por la presunta comisión del delito de robo
agravado, estando como víctima o denunciante Elizabeth Condori Morguyo.

II.2. Por acta de recepción de declaración informativa dentro del caso 6642/12,
Aurora Carmen Rivas Soria Vda. de Ortuño -ahora representante-, realizado
el 12 de septiembre de 2012, en una parte de la relación de los hechos
indica que: “…Eran las 11:30 de la mañana y yo hable con el teniente Felipez
y le dije que no vino la denunciante, no encontraron el celular y es mas de
09 horas que tienen detenido a mi hijo ilegalmente, me dijo que traiga dos

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garantes por persona…” (sic) (fs. 37 a 38).

II.3. El 2 de julio de 2012, a horas 10:20, en cumplimiento a requerimiento fiscal


de esa misma fecha, se suscribió acta de garantía de presentación en favor
de Gustavo Galvez Aranibar, para que se presente en oficinas de la División
Delitos Contra la Propiedad de la FELCC, en la fecha que señale el Fiscal a
efectos de colaborar con la investigación (fs. 32).

II.4. Genaro Quenta Fernández, Fiscal Anticorrupción, el 15 de noviembre de


2012, presentó memorial de complementación de diligencias preliminares
ante el Juez Primero de Instrucción en lo Penal, dentro del proceso que se
sigue a querella del accionante y otros contra Wenceslao Mariaca Carrasco,
Lucio Condori Castillo, Eduardo Felipez Villca, José Fernando Callisaya y
Elizabeth Condori, por los delitos de abuso de autoridad, resoluciones
contrarias a la Constitución y a las leyes, incumplimiento de deberes,
negativa o retardo de justicia, omisión de denuncia o acusación,
encubrimiento y simulación de delito (fs. 90 y vta.).

III. FUNDAMENTOS JURIDICOS DEL FALLO

El accionante a través de su representante, indica que se vulneró sus derechos a la


libertad, al debido proceso, a la vida y a la seguridad psicológica ante el trato
humillante y degradante, puesto que sin habérseles encontrado el objeto que se
denunció como robado por ellos a la supuesta víctima, fueron arrestados y no se les
permitió aclarar que eran ellos las víctimas, pero más al contrario como si fueran
delincuentes se los registro en la base de datos de la policía y se les sacó fotos,
impresiones digitales y demás datos personales, manteniéndoselos detenidos por más
de ocho horas.

En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos so evidente a


fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. De los tipos de habeas corpus -ahora acción de libertad-


considerados por la doctrina y desarrollados por la jurisprudencia

En principio, cabe aclarar que la acción de libertad – otrora habeas corpus-,


es una sola, conforme se extrae del art. 125 de la CPE; sin embargo, a
efectos didácticos y por los alcances y naturaleza de este instituto jurídico, la
doctrina y en virtud a ésta el desarrollo jurisprudencial identifica diferentes
tipos, así la SC 1579/2004-R de 1 de abril, identificó al habeas corpus
reparador -si ataca una lesión ya consumada-, habeas corpus preventivo -si
procura impedir una lesión a producirse- y habeas corpus correctivo -si
intenta evitar que se agraven las condiciones en que se mantiene a una
persona detenida-.

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El art. 125 de la CPE, refiere que: “Toda persona que considere que su vida
está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente
procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de
Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal
competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida,
cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se
restituya su derecho a la libertad”, se establece que, existe un amplio
margen de interpretación de éste precepto, para que a través de los
principios de interpretación de la norma, como son el pro homine y el de
progresividad, se establezcan parámetros de resguardo y protección eficaces
de los derechos fundamentales.

Por ello la SC 0044/2010-R de 20 de abril, establece: “En el contexto de la


Constitución vigente (…) se puede concluir que los tipos de hábeas corpus
precedentemente aludidos, también pueden ser identificados en la nueva Ley
Fundamental, e inclusive ampliados (…)”, reconociéndose el hábeas corpus
restringido -cuando el derecho a la libertad física es objeto de molestias,
obstáculos, perturbaciones sin ningún fundamento legal-, habeas corpus
instructivo -cuando el derecho a la libertad se encuentra vinculado al derecho
a la vida, fundamentalmente en los casos de desaparición forzada de
personas- y traslativo o de pronto despacho -cuando se busca acelerar los
trámites judiciales o administrativos al existir dilaciones indebidas-;
acrecentando la clasificación doctrinal efectuada con efectos didácticos y de
comprensión, es así que desde entonces, este Tribunal Constitucional
Plurinacional viene usando dicha tipología para dar mayor claridad a los fallos.

III.2. El hábeas corpus innovativo

Dentro de aquella lógica de desarrollo doctrinal y jurisprudencial, se advierte la


existencia de otro tipo de habeas corpus, que es el denominado hábeas
corpus innovativo o acción de libertad innovativa, desarrollado más
profusamente en la justicia constitucional peruana (art. 1, segundo párrafo del
Código Procesal Constitucional de ese país), y que según el entendimiento
doctrinal es aquel que procede cuando, a pesar de que ha cesado la amenaza o
como refiere César Landa Arroyo haberse convertido en irreparable la
violación de la libertad individual -por ser materialmente imposible volver las
cosas al estado en que se encontraban antes de su realización-, se solicita la
intervención jurisdiccional constitucional, con el objeto de que tales situaciones
no se repitan en el futuro, no solo a favor de la persona que interpuso la Acción
de Libertad, sino a favor de la sociedad en general, con lo que se pretende
establecer una advertencia contra posteriores infracciones al derecho protegido.

Este instituto, en el desarrollo jurisprudencial constitucional en nuestro país,


tiene un muy importante antecedente en lo sostenido por la SC 0327/2004-
R de 10 de marzo, que aunque no menciona de forma expresa este tipo de
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habeas corpus, lo identifica en su esencialidad cuando señala que: “Del
análisis de los debates parlamentarios desarrollados en el proceso de
sanción de la ley aludida, se extrae que la ratio legis del precepto aludido
está en la necesidad de que el instituto jurídico en examen brinde
protección en aquellos supuestos en los que ‘…una autoridad legal
arbitrariamente detiene a una persona sin que haya existido causa
que lo justifique y tenemos centenares de casos, finalmente la
ponen en libertad se acabó el tema, no hay protección, no hay
tutela de los derechos humanos, les digo verdaderamente, no
avanzar en el texto en la forma como está propuesta supone
volver al viejo judicialismo para eso no cambiamos nada […] yo
puedo demandar a una autoridad que me ha detenido ocho días y
después me ha puesto en libertad […] ya estoy en libertad y
quiero plantear el recurso de hábeas corpus para que la autoridad
que ha cometido semejante abuso, que me ha privado de derechos
de alimentar a mi familia, de ver a mis hijos, de cumplir con mi
trabajo de manera arbitraria, ilegal e inconstitucional debe ser
sancionada y el recurso de hábeas corpus declarado procedente
[…] (Cfr. Redactor, Tomo IV, noviembre de 1997, H. Cámara de
Diputados).

Consiguientemente, del contenido de los preceptos aludidos y los debates


parlamentarios glosados, se extrae de manera clara y precisa que la
voluntad del legislador es que las lesiones al derecho a la libertad
encuentren protección dentro del ámbito del hábeas corpus, declarando su
procedencia en los casos en que se constate la existencia de una ilegal
privación de libertad, no obstante haber cesado la detención antes de
la interposición del recurso (…)” (la negrillas nos corresponden).

Asimismo la construcción doctrinal del voto disidente de 22 de julio de 2010


respecto de la SC 0451/2010-R de 28 de junio -que estableció que la acción
de libertad debe ser interpuesta cuando la lesión al derecho a la libertad
existe, caso contrario, se desnaturalizaría su esencia-, entiéndase la figura
de la acción de libertad innovativa o habeas corpus innovativo como el
mecanismo procesal, por el cual el juez constitucional asume un rol
fundamental para la protección del derecho a la libertad personal, y por
ello, en la Sentencia que pronuncie debe realizar una declaración sobre
la efectiva existencia de la lesión al derecho a la libertad física o
personal, aunque la misma hubiera desaparecido, advirtiendo a la
comunidad y al funcionario o persona particular, que esa conducta
es contraria al orden constitucional, en esta Sentencia también se
debe emitir una orden al funcionario o particular que lesionó el derecho en
sentido que, en el futuro, no vuelva a cometer ese acto, con relación
a la misma persona que activó la justicia constitucional o con otras
que se encuentren en similares circunstancias.

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Acorde a lo expuesto, y de acuerdo a la nueva coyuntura constitucional
imperante desde febrero de 2009, nuestro país atraviesa un proceso de
constitucionalización en sus instituciones jurídicas y políticas. No se
encuentra al margen la justicia constitucional, que acoge parámetros
interpretativos y de protección más garantistas y favorables a la protección
de los derechos y humanos.

En ese sentido, la interpretación que debe hacerse respecto del art. 125 de
la CPE, no debe recorrer un camino restrictivo, en el sentido de que
únicamente la acción de libertad pueda ser interpuesta cuando la persona
se encuentre privada de libertad, pues partiendo de un criterio amplio y
garantista como se tiene anotado, este mecanismo puede operar cuando
efectivamente ha cesado la vulneración al derecho protegido. Este criterio
se justifica, al análisis de lo dispuesto por el art. 256 de la Norma Suprema,
que de forma expresa reconoce criterios de interpretación más favorables
que los contenidos en nuestra propia Norma Fundamental y que se
encuentran contenidos en los tratados internacionales de derechos
humanos.

Al respecto, la Convención Americana sobre Derechos Humanos en su art.


29 inc. b), establece que: las disposiciones de ésta Convención puede ser
interpretada en el sentido de: “limitar el goce y ejercicio de cualquier
derecho o libertad que pueda estar reconocido de acuerdo con las leyes de
cualquiera de los Estados Partes o de acuerdo con otra convención en que
sea parte uno de dichos Estados”; y el art. 5.2 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), determina criterios favorables y
progresivos de interpretación de tales derechos, en tal sentido corresponde
disgregar lo que se entiende por los principios pro homine y de
progresividad, mismos que encuentran su asidero en el orden interno, en
lo establecido por los arts. 12.IV y 256 de la CPE, entendiéndose de su
contenido la adopción de un sentido de interpretación más favorable a los
derechos humanos.

El principio de progresividad concretamente establece la responsabilidad para el


Estado Boliviano, de no desconocer los logros y el desarrollo alcanzado en
materia de derechos humanos en cuanto a la ampliación en número, desarrollo
de su contenido y el fortalecimiento de los mecanismos jurisdiccionales para su
protección, en el afán de buscar el progreso constante del derecho internacional
de derechos humanos que se inserta en nuestro sistema jurídico a través del
bloque de constitucionalidad (art. 410.II de la CPE).

III.3. Sobre la oportunidad de presentación de la acción de libertad


respecto de la cesación de la privación de libertad

Siguiendo un orden cronológico de la jurisprudencia pronunciada por la


justicia constitucional en nuestro país, se tiene el siguiente desarrollo:

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III.3.1. Desarrollo jurisprudencial

El anterior Tribunal Constitucional, sostuvo que era posible el


planteamiento del hábeas corpus -ahora acción de libertad-
cuando el actor ya había sido liberado, pues dicha liberación “… no
desvirtúa la ilegalidad del acto ni libera de responsabilidad a los
recurridos…” (SC 0092/2002 de 24 de enero), de forma que en
tales casos se evitaba la reiteración de la conducta, es decir que el
interés en la resolución de la temática, trascendía del caso
particular para convertirse de interés general.

Posteriormente, sin modificarse oficialmente aquella línea, se


denegó la tutela ante un caso en el cual el actor ya se encontraba
libre y solicitaba la calificación de daños y perjuicios,
sosteniéndose que el propósito del hábeas corpus era la protección
de la libertad y que en el caso: “…el hábeas corpus fue planteado
después de que sus representados fueron puestos en libertad, de
manera que si hubo ilegalidad en su detención (…) ella no puede
resolverse dentro de un recurso de hábeas corpus que fue
presentado luego de haber sido puestos en libertad los
recurrentes. Por consiguiente esa presunta ilegalidad adquiere
otras características que la hacen punible, por lo que corresponde
ser considerada en el ámbito penal o en el que los recurrentes
estimen adecuado” (SC 1489/2003-R de 20 de octubre),
determinándose que únicamente podía calificarse daños y
perjuicios cuando se haya recuperado la libertad a raíz de la
concesión del hábeas corpus.

En un otro fallo del mismo año, en el que se denunciaba la demora


en la efectivización de la libertad del en ese entonces recurrente,
ya que la demanda del entonces hábeas corpus se había planteado
el 30 de septiembre de 2003, pero el mismo día se había expedido
el mandamiento de libertad, el Tribunal Constitucional estableció:
“…el recurrente recobró su libertad antes de que el recurso fuese
admitido y, más aún, antes de que el recurrido fuese citado con el
recurso. En consecuencia, al momento en que el recurso fue
presentado no existía ya la lesión indebida del derecho a la
libertad física…” (SC 1589/2003-R de 10 de noviembre).

Con un criterio similar y también restrictivo, la SC 1489/2003-R de


20 de octubre, sostuvo: “…por cuanto la razón esencial del recurso
de hábeas corpus es hacer efectiva la protección de la libertad
individual en el momento en que su derecho esté siendo
restringido o amenazado, no siendo pertinente acudir a esta
acción tutelar, como pretende el recurrente, para identificar a la
autoridad que ordenó o ejecutó la medida restrictiva de la
libertad”.
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Asimismo, con criterio mucho más amplio cambiando el
entendimiento jurisprudencial anterior, la SC 0327/2004-R de 10
de marzo, estableció: “…se extrae de manera clara y precisa que
la voluntad del legislador es que las lesiones al derecho a la
libertad encuentren protección dentro del ámbito del habeas
corpus, declarando su procedencia en los casos en que se
constate la existencia de una ilegal privación de libertad, no
obstante haber cesado la detención antes de la interposición del
recurso…”.

Congruente con este criterio, la SC 1063/2004-R de 6 de julio,


efectuó el siguiente razonamiento: “…no es menos evidente que
tratándose de una detención indebida, mientras subsista esa
situación, el afectado por su privación de libertad puede plantear
el recurso de habeas corpus en cualquier momento. En cambio, si
ha sido puesto en libertad, de acuerdo con los alcances de la
jurisprudencia antes transcrita, deberá hacerlo con carácter
inmediato”, rechazándose sin embargo, causas planteadas
después de varios días de recuperada la libertad -porque en el
caso la demanda se planteó luego de un mes y siete días de
liberado el actor de la misma-.

Luego, negó la aplicación del principio de inmediatez a las demandas


de hábeas corpus, lo que no impidió aplicar el denominado hábeas
corpus de pronto despacho, así en un caso en el que existió excesiva
demora en la sustanciación de una apelación incidental y se invocó el
principio de inmediatez, se señaló, que la tutela era improcedente
pues: “…la inmediatez como principio rige para el amparo
constitucional; y por otra, que la tutela que brinda el recurso de
hábeas corpus en situaciones de mora procesal o retardación de
justicia, se refiere a aquellos casos en que existe una dilación
ostensible, con inobservancia de plazos procesales previstos por ley en
la resolución de un determinado asunto del cual, empero, dependa la
libertad del recurrente…” (SC 0600/2006-R de 27 de junio).

La SC 0451/2010-R de 28 de junio, advirtiéndose un carácter


restrictivo, sostuvo que cuando se alega privación de libertad
personal: “…la acción de libertad debe ser interpuesta cuando la
lesión al derecho a la libertad existe; de no ser así, se
desnaturalizaría la esencia de la presente acción de defensa, dado
que el petitorio de que ‘se restituya su derecho a la libertad’, ya no
tendría sentido si está en libertad” , lo que no impide conocer y
resolver el fondo de la problemática cuando la efectivización de la
libertad se haya producido luego de notificada la demanda de
acción de libertad, en cuyo caso se presume que la misma se
produjo precisamente a raíz de la interposición de la demanda.
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Lo que posteriormente se tradujo en la modulación que posibilita
el planteamiento de la acción de libertad cuando: “…por las
situaciones debidamente justificadas y la particularidad del caso,
durante la privación de libertad no le fue posible interponer la
acción de libertad, sino inmediatamente después de haber cesado
la misma…” (SC 0895/2010-R de 10 de agosto), entendimiento
ampliado por la SCP 2491/2012 de 3 de diciembre, que al respecto
estableció que: “Ahora bien, existen supuestos en los cuales
posteriormente a esta persecución, ya no se está privando la
libertad de la persona que solicita la tutela; sin embargo, ese
aspecto no puede representar per se la imposibilidad del ejercicio
de la acción constitucional, pues la acción de libertad, tiene
distintas modalidades entre ellas se encuentra la modalidad
innovativa. La misma tradicionalmente procede a efectos de
tutelar una detención cuando ésta ya ha cesado a efectos de no
dejar en impunidad el actuar lesivo de quienes han lesionado el
derecho a la libertad.

(…)
Consiguientemente, del contenido de los preceptos aludidos y los
debates parlamentarios glosados, se extrae de manera clara y
precisa que la voluntad del legislador es que las lesiones al
derecho a la libertad encuentren protección dentro del ámbito del
hábeas corpus, declarando su procedencia en los casos en que se
constate la existencia de una ilegal privación de libertad, no
obstante haber cesado la detención antes de la interposición del
recurso…’.

(…) el propio Código Procesal Constitucional, que en su art. 49.6,


determina: ‘Aun habiendo cesado las causas que originaron la
Acción de Libertad, la audiencia deberá realizarse en el día y hora
señalados, a efectos de establecer las responsabilidades que
correspondan’”, por cuanto la acción de libertad puede ser
presentada en un término razonable aún después de haber cesado
la detención considerada ilegal a efectos de determinar la
responsabilidad de los funcionarios o particulares que cometieron
tal ilegalidad.

III.3.2. Aclaración de la línea jurisprudencial

El Tribunal Constitucional Plurinacional, a partir de una


interpretación desde y conforme a la Constitución Política del
Estado, el desarrollo jurisprudencial glosado, y los demás
razonamientos expuestos en la presente Sentencia, aclara que, la
acción de libertad puede ser planteada y resuelta en el fondo, en
los casos en que se constate la existencia de una ilegal privación
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de la libertad, no obstante haber cesado la misma antes de la
interposición de la acción, siempre y cuando haya sido planteada
en un plazo razonable posterior a la liberación, lo que además
debe valorarse en función a la gravedad de los hechos, de forma
que a mayor connotación social y/o gravedad del hecho; es decir,
que exceda el interés individual y se convierta en interés colectivo,
debe considerarse mayor flexibilidad en el plazo razonable. Este
razonamiento en virtud a las siguientes consideraciones:

1) Conforme lo disgregado, la línea jurisprudencial vinculante, a


pesar de su divagante decurso, constantemente reconoció la
posibilidad de la interposición del hábeas corpus -hoy acción
de libertad- una vez cesada la privación de libertad,
considerada ilegal, siendo además que es la propia
Constitución Política del Estado en su art. 125 que determinan
esta posibilidad, como ya se tiene anotado.

2) En atención a los principios pro homine y de progresividad


desarrollados en el Fundamento Jurídico III.1.1, al proveer
éstos, criterios de interpretación favorables al desarrollo
progresivo de los derechos fundamentales de la persona
humana, se refuerza una interpretación en el sentido de
conceder la tutela en los casos comprobados de detención
ilegal aún haya cesado ésta, asimismo el plazo razonable para
su interposición, una vez cesada la detención ilegal, deben ser
valorados en función a los mismos criterios que beneficien una
protección integral del derecho tutelado.

3) Los hechos considerados graves, que tengan como trasfondo la


vulneración de derechos fundamentales, no pueden quedar sin
un pronunciamiento expreso por parte de la justicia
constitucional, cuya labor de interpretación y vinculatoriedad de
su jurisprudencia, debe impedir la reiteración de conductas
reñidas con el orden constitucional, de ahí la necesidad de la
implementación formal de un mecanismo procesal constitucional,
que cumpla con la finalidad de evitar dichas conductas, a través
de una declaración sobre la efectiva existencia de lesión al
derecho a la libertad física o personal, aunque la misma hubiera
desaparecido, advirtiendo a la comunidad y al funcionario o
persona particular, que esa conducta es contraria al orden
constitucional.

III.4. Análisis del caso concreto

El accionante a través de su representante, mediante la presente acción de


libertad, denuncia que junto con sus amos fueron arrestados por más de
ocho horas, y que tanto el Fiscal de Materia como los funcionarios policiales
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codemandados, en ningún momento les permitieron hablar y fundamentar
que eran ellos las víctimas y no los delincuentes.

De la revisión de antecedentes se tiene que el ahora accionante junto con sus


compañeros habría sido arrestado en aplicación del art. 225 del CPP, a horas
02:20 el 2 de julio de 2012, por la presunta comisión del delito de robo
agravado y habiendo sido conducido a la Oficina de Conciliación Ciudadana la
funcionaria policial los derivó a la FELCC, donde según el último actuado
realizado ahí es la suscripción del acta de garantía de presentación realizado
en la antes mencionada fecha a horas 10:20, constando en el mismo el
garante y garantizado de ahí se tiene que los accionantes sufrieron la supuesta
lesión en la misma fecha, y recién acudieron a la justicia constitucional el 4 de
junio de 2013, casi un año después de ocurrido el hecho, por ende es
aplicable, la jurisprudencia constitucional indicada en el Fundamento Jurídico
III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, por cuanto para
que este Tribunal pueda ingresar analizar la problemática en cuestión, la parte
accionante debió formular la acción de libertad cuando se encontraban
detenidos de manera indebida y si bien se reconoce la acción de libertad
innovativa a efecto de sancionar a los funcionarios que en este caso hubieran
cometido la ilegalidad, en el que no existe un plazo para la interposición de la
acción de libertad; empero, en el presente caso. resulta una exageración
formular la acción de libertad después de casi un año de ocurrido el supuesto
hecho lesivo, periodo que ni siquiera es aceptado en la acción de libertad,
conducta que demuestra falta de interés en la busca de reparar o sancionar la
lesión que habría sufrido, además que de acuerdo al informe del Fiscal de
Materia, por el transcurso del tiempo esta autoridad incluso fue destinada a
otro lugar, impidiéndosele estar presente en la audiencia de la acción de
libertad; asimismo, es necesario considerar que según la documental
aparejada, durante ese año antes de la presentación de la acción de libertad,
se acudió a la vía ordinaria penal en busca de sancionar el actuar de los ahora
codemandados.

Consiguientemente, la Jueza de garantías, al conceder la tutela impetrada, no ha


efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes procesales.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada; en virtud


de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la
Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión resuelve: REVOCAR la
Resolución 003/2013 de 5 de junio, cursante de fs. 228 a 229, pronunciada por el
Jueza Cuarta de Sentencia Penal del departamento de La Paz; y, en consecuencia
DENEGAR la tutela solicitada, con la aclaración de no haberse ingresado al fondo
de la problemática planteada.
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Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional
Plurinacional.

Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez


MAGISTRADA

Fdo. Efren Choque Capuma


MAGISTRADO

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