Gray, John - Las Dos Caras Del Liberalismo
Gray, John - Las Dos Caras Del Liberalismo
Gray, John - Las Dos Caras Del Liberalismo
Las dos caras del liberalismo. Una nueva interpretación de la tolerancia liberal
(Barcelona, Paidós, 2001)
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KEN PLUMMER
Documents of life 2
(Londres, Sage, 2001)
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los especialistas que han dado una Falange toma estas ideas y establece
definición —Zimmerman, Dumon, que las retribuciones económicas del
Kellerhals—, pero para los autores de obrero deben basarse en tres pilares:
esta obra es N. Aylwin el que señala el salario justo, participación en los
rasgo fundamental que caracteriza a beneficios y salario familiar o sobre-
estas políticas: la consideración no del sueldo, que equivale a una prima
individuo aislado, sino en familia y en extra que se reparte equitativamente
el contexto que le rodea. Tener en según las necesidades familiares de los
cuenta el entorno del individuo es obreros. Poco a poco se instauraron
necesario para comprender con exacti- los subsidios familiares y los premios
tud el sentido de la política familiar. de natalidad, tratando de igualar la
El libro presenta, además, los instru- política familiar española a la euro-
mentos que los organismos públicos pea. Pero una importante diferencia
pueden utilizar para intervenir en respecto a Europa fue el «Plus fami-
temas relacionados con las familias, en liar», que era un complemento sala-
los aspectos legales, económicos y en rial que añadía el empresario al sala-
los servicios sociales. Igualmente, y rio de los trabajadores con cargas
para evitar prejuicios o erróneas inter- familiares. Esto podría considerarse
pretaciones sobre el tema, definen qué como una política de carácter fami-
interpretaciones no se deben hacer a liar, pero, debido a las circunstancias
la hora de hablar de política familiar. de España, en esos momentos se con-
En este sentido, ésta no exige una siderada más como una medida con-
orientación natalista, no es incompa- tra la pobreza. No hay que olvidar
tible con la liberalización de la mujer, que el gasto familiar en esa época
no se reduce a medidas económicas y, representaba más de la mitad del
tal como se desarrolla en algunos paí- gasto total de la Seguridad Social,
ses nórdicos, no tiene naturaleza con- existiendo en España ayudas superio-
servadora, «sino que por su propia res a las de muchos países europeos.
naturaleza, son los responsables políti- A pesar de todo, esta política arrastró
cos a quienes corresponde formalizar muchos problemas: de cobertura
y, por lo tanto, su contenido es sus- (sólo llegaba al 50% de los trabajado-
ceptible de la misma diversidad de res) por su carácter irracional, y por
orientaciones que cualquier otra área los efectos marcadamente contradic-
de la acción pública». torios debidos a su desigual intensi-
El origen de la política familiar en dad protectora. Se puede afirmar que
España se sitúa en la autarquía fran- la política familiar en esta primera
quista, aunque ya en la dictadura de etapa del franquismo se caracterizaba
Primo de Rivera y en la II República por la idea de salario familiar y por la
se tomaron algunas medidas sociales. defensa demográfica de la familia tra-
Durante el franquismo, la política dicional. Pero las medidas tomadas
familiar se entiende como «un acto de tenían como único objetivo controlar
afirmación ideológica del régimen», el salario, con el fin de promover una
recogiendo los principios de la doctri- rápida acumulación de capital, como
na social católica de Severino Aznar. queda patente en la segunda etapa del
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La obra de los profesores Iglesias de res uno de los medios más rápidos y
Ussel y Meil Landwerlin realiza un eficaces para contribuir al bienestar
muy completo recorrido por las polí- de los ciudadanos. Si se quiere desa-
ticas familiares que se han desarrolla- rrollar y legitimar la protección fami-
do en España durante todo el siglo liar en España, se necesita el impulso
XX, contrastándolas con lo que se ha decidido de los partidos políticos. Los
hecho en otros países europeos y autores concluyen que «sólo con un
resaltando las muchas deficiencias respaldo compartido será posible esta-
que todavía existen en este sector. blecer una política moderna en este
Pero, además, toda la obra es un exce- campo, que requiere medidas econó-
lente instrumento de evaluación de micas, políticas y culturales, el futuro
políticas familiares y posibles legisla- vendrá marcado, lógicamente, por las
ciones futuras, tan necesarias en decisiones del gobierno y del conjun-
España. La familia, aunque es la insti- to de partidos parlamentarios (...) Se
tución que más bienestar social pro- necesita un compromiso abierto para
porciona a los españoles, nunca ha suprimir el larvado menosprecio de
sido correspondida en la misma esta esfera de la protección social. Si
medida por los poderes públicos. El se consolida el cambio de orienta-
Parlamento y el poder ejecutivo ción, la protección familiar puede
deben tomar medidas decididas a entrar en un rápido proceso de con-
favor de la familia, como están solidación».
haciendo la mayoría de los países
europeos, siendo las políticas familia- Diego GALLEGO MARTÍNEZ
Nos encontramos ante una novedo- diadas del trabajo de Park, se ocupa el
sa aproximación a la figura e investi- trabajo de Berganza. El marco general
gaciones de Robert E. Park (Pennsyl- de las reflexiones de Park sobre las
vania, 1864 - Tennessee, 1944). relaciones entre los trabajos del perio-
Como es sabido, Park centró sus dista y el sociólogo podría ser la atre-
investigaciones sociológicas en el estu- vida consideración del investigador
dio de la ciudad moderna y en las social como un «super-reportero». Esa
relaciones raciales e interculturales. perspectiva explica la trayectoria inte-
Menos conocido es el interés de Park lectual y profesional de Park y enmar-
por temas como la opinión pública, la ca muchas de las aportaciones que se
prensa y la noticia. De estas últimas presentan en la obra de Berganza que
cuestiones, sin duda las menos estu- comentamos.
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Comienza el texto con una extensa vidad periodística los objetivos que
«trayectoria intelectual» de Robert E. buscaba, decide abandonar su trabajo
Park apoyada en el material biográfico en el Chicago Journal y retorna a las
publicado, destacadamente en las aulas, primero en Harvard (1897-98)
obras de Matthews (1977) y de Raus- y después en Alemania (1899-1903).
henbush (1979), y en las investigacio- Es entonces cuando completó su edu-
nes de la autora en el material no cación superior y «siguió adquiriendo
publicado del Archivo del Departa- los conceptos y el sistema interpretati-
mento de Colecciones Especiales de la vo que usaría más tarde para dirigir el
Biblioteca Joseph Regenstein de la trabajo empírico de sus estudiantes en
Universidad de Chicago. Aunque Chicago» (p. 24).
tiene carácter introductorio, esta parte Singular importancia tiene para
del trabajo es de particular interés Berganza la relación de Park con Sim-
para los lectores de lengua castellana mel a través de las clases recibidas en
porque no existe una reflexión biográ- Alemania directamente del maestro
fica extensa sobre la vida de Park en (pp. 26-30). Simmel había seguido
nuestra lengua. una trayectoria semejante a la de Park:
Las primeras páginas de la mono- primero Periodismo, después Filoso-
grafía se refieren a la formación inicial fía, para acabar dedicándose a la
de Park en la entonces muy reciente Sociología. Es entonces cuando Park
Universidad de Minnesota y, desde lee a los clásicos, especialmente a
1883, en la Universidad de Michigan, Comte y a Spencer.
donde estableció contacto con Dewey, Después de su estancia en Alema-
uno de los profesores que más le nia, Park completa su tesis doctoral en
influyó. «Dewey concebía el contacto Boston en el otoño de 1903. El traba-
con la realidad como un deber del jo fue enviado a la Facultad de Filoso-
filósofo en la democracia» (p. 5). fía de Heidelberg con el título Masse
Como periodista, destaca su etapa und Publikum. Eine methodologische
en los trabajos de preparación de und Sociologische Untersuchun. Su tra-
Thought News, un esfuerzo por desa- ducción al inglés tendría que esperar
rrollar un periodismo radicalmente hasta 1972. Disponemos de traduc-
nuevo, que trataría de dar razón de los ción al castellano en REIS, 74, abril-
acontecimientos de los que informa junio 1996, pp. 345-359. Es intere-
abordándolos desde una perspectiva sante observar cómo Park, cuando
más profunda, gracias al análisis y a la tiene cuarenta años, afirma que «todo
contextualización. El proyecto fue un lo que tenía para enseñar era un
fracaso profesional. No apareció ni un pequeño libro y me sentía avergonza-
solo número de la publicación, pero do de ello» (p. 30). Sin embargo, des-
sirvió para desplegar una amplia refle- pués de su estancia en Alemania, el
xión sobre cómo debían abordarse crí- propio Park reconoce que su mirada
tica y reflexivamente las cuestiones hacia la realidad había cambiado: «Al
sociales. volver de Europa, ya no era un perio-
En 1897, decepcionado por la dista. Sino un estudiante. Era un estu-
imposibilidad de conseguir de la acti- diante que participaba en una gran
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obliga a desentrañar algunos de los ble entre los individuos que confor-
elementos clave de la obra de Park. man el grupo» (p. 133). «La labor de
Destaca su explicación de los concep- la comunicación va más allá de corre-
tos de sociedad, comunidad y grupo gir el orden ecológico de la sociedad
social (p. 95); aculturación y distancia (competitivo por naturaleza). Se con-
social («uno de los más interesantes de vierte en un ideal cultural, que tras-
Park») (p. 107); concepción espacial ciende los lazos establecidos por la
de las relaciones sociales (p. 119); etc. tradición; esto es, la creación de un
En muchos casos, al abordar estos universo de discurso común. Éste no
conceptos, la autora procura mostrar supone la negación de la diversidad.
lo que a la investigación en comunica- La comunicación posibilita la integra-
ción más puede interesar. Así, al ción de las experiencias individuales,
hablar de difusión cultural explica que pero no las elimina» (p. 98). En defi-
«Park entiende por difusión cultural la nitiva, Park señala que «la comunica-
transmisión de cultura a través de la ción es una forma de interacción o
comunicación (...) Park explica que proceso que tiene lugar entre perso-
las condiciones que pueden facilitar u nas, es decir, individuos con un ego,
obstruir este proceso son fundamen- con un punto de vista, conscientes de
talmente físicas (...) Por tanto, conci- ellos mismos y más o menos orienta-
be los medios de comunicación dos en un universo moral».
modernos como extensiones de la Esta parte del libro es un esfuerzo
comunicación humana y como supre- por sistematizar un pensamiento poco
sores de las barreras físicas o espaciales sistemático, por lo que en ocasiones
que separan a las personas. Sin embar- adolece de una excesiva pretensión
go, existen una serie de obstáculos, categorizadora de un pensamiento ori-
menos obvios, para que se produzca ginariamente mucho más espontáneo.
una comunicación efectiva: las dife- De manera que resulta acertada la cita
rencias de lengua, tradición, experien- final en la que se sugiere que a Park le
cia e interés» (p. 104). ha preocupado más la «búsqueda de
Comunicación y sociedad están preguntas que las respuestas. Era el
muy unidas en el pensamiento de viaje, no el destino, lo que le importa-
Park: la sociedad existe y se mantiene ba. Quizás sea ésta la actitud adecuada
gracias a la comunicación. En el capí- de un gran intelectual» (Shils, 1990:
tulo tercero de Introduction to the 127) (cfr. p. 148).
science of sociology se proponen lectu- Park es consciente —y así lo escribe
ras que tienen como fınalidad que los en 1955— de que «el fenómeno de la
alumnos perciban «el carácter funda- opinión pública es más complicado de
mental de las relaciones que se esta- lo que muchas veces han pensado los
blecen entre los individuos gracias a la analistas, que han intentado diseccio-
comunicación; y en segundo lugar la narla y medirla» (p. 149). Las aporta-
evolución gradual de estas relaciones» ciones que la autora subraya en la ter-
(p. 94). «La comunicación es para cera parte del libro en torno a las
Park el proceso social típico, pero no investigaciones de Park sobre la opi-
es la única forma de interacción posi- nión pública nacen de un detenido
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matización que realiza Berganza para Unidos: las cartas (newsletters), los
explicar la visión de Park de la opi- periódicos de opinión, la prensa inde-
nión pública en el proceso político. pendiente y la prensa amarilla. Son
Analiza por separado diversas funcio- especialmente sugerentes sus estudios
nes con un epígrafe previo dedicado a sobre la difusión de la prensa en las
las fuentes del poder en la prensa, grandes áreas metropolitanas, donde
para a continuación detenerse en la conectan los intereses de Park más
función de las páginas editoriales y de conocidos sobre la ciudad y los estu-
las noticias, la función del editorialista dios sobre comunicación. En esta
y la función de las noticias. línea, sugiere Berganza (pp. 242-243)
Se centra la última parte de la que Park llega a adelantarse a los con-
monografía en unos pocos escritos de ceptos ahora en boga de sociedad de
Park sobre los periódicos. Particular- la información y globalización.
mente en American newspaper literatu- Acaba la investigación con unas
re y en The natural history of the news- consideraciones en torno a la noticia
paper. En estos dos trabajos, Park como forma de conocimiento. No son
describe la evolución del periódico las noticias un conocimiento pura-
mediante uno de los procedimientos mente intuitivo, sino que tienen un
por los que es más conocido, la técni- cierto grado de formalización que
ca de la historia natural. Esto es, por determina el conocimiento público de
un procedimiento por el que el obser- los acontecimientos. También aquí,
vador registra los hechos tal como los Park puede ser tomado como precur-
encuentra y sigue el curso de los acon- sor. En esta ocasión, de lo que luego
tecimientos según éstos se presentan. ha sido denominado agenda-setting.
Berganza se adelanta a precisar en Se completa esta monografía con
nota a pie de página que «el procedi- una recopilación exhaustiva de todo lo
miento típico de la historia natural publicado por Robert E. Park (pp.
lleva más a una descripción que a un 285-294). Esta relación documental,
análisis» (p. 232), más a la transmi- clasificada en seis apartados, incluye
sión de unos datos acumulados que a documentos personales, ensayos,
unos informes coherentes y compara- artículos, compendios de sus obras,
bles. Se corre el riesgo de pasar por introducciones a estudios dirigidos y
alto importantes fuerzas subyacentes artículos periodísticos.
por el solo hecho de que no resultan Una obra de gran interés para los
manifiestas. estudiosos de la Sociología de la
Al margen de los posibles inconve- Comunicación y de la Opinión Públi-
nientes metodológicos, los trabajos de ca, con una interesante y rigurosa
Park generan un interesante material panorámica biográfica e intelectual de
de investigación. Entre otras cosas, Robert E. Park.
señala cuatro etapas en el desarrollo
histórico de la prensa en los Estados José A. RUIZ SAN ROMÁN
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