Amigo de Pecadores
Amigo de Pecadores
Amigo de Pecadores
AMIGO DE PECADORES
¿CUÁNDO NOS LLAMARÁN “AMIGOS DE PECADORES”?
Aquellos recaudadores y prostitutas no lo ven como un maestro de moral, lo
sienten como un amigo que los cura por dentro. Por vez primera pueden sentarse
junto a un hombre de Dios. Jesús rompe toda discriminación. Poco a poco crece
en ellos la dignidad y se despierta una confianza nueva en Dios. Junto a Jesús
todo es posible. Incluso empezar a cambiar.
NOS HACE FALTA ARRIESGAR MÁS
Con decisiones así, Jesús se quita de la zona alta de la jerarquía que tanta
seguridad nos da; se hace uno más y nos obliga a extrapolar a nuestra comunidad
su humildad. Así cobran más sentido palabras como las de Monseñor Romero
cuando nos recordaba que “si alguna vez nos mataran a todos los sacerdotes y al
obispo también y quedaran ustedes, cada uno tiene que ser un micrófono de Dios,
cada uno tiene que ser un mensajero, un profeta”.
Al igual que Jesús, nos hace falta arriesgar más, estar dispuestos a cometer
errores a los ojos de la gente, tomar decisiones desde lo profundo. Cuando lo
hagamos a modo individual, la comunidad avanzará y saldrá de la petrificación.
Conversando con Jesús, le digo que me siento muy lejos de poder actuar como él
y no sé cómo comprometerme en su proyecto. Me preocupa la vida, la dignidad y
los derechos de esos pobres, pero me siento impotente y prefiero mantenerme al
margen, admiro mucho a las personas que van a las cárceles etc., pero yo no soy
capaz de hacerlo.