Desarrollo Profesional - Empleabilidad
Desarrollo Profesional - Empleabilidad
Desarrollo Profesional - Empleabilidad
En el mercado laboral las empresas requieren diversos perfiles profesionales que tengan
armonía con la cultura y valores de la empresa. Estos parámetros son fundamentales al
momento de buscar un trabajador. Sin embargo, existen “habilidades blandas y duras”
esenciales para el eficiente desarrollo del cargo. Si bien, estas habilidades dependen del
perfil al puesto que aspiran, existen características que habitualmente las empresas toman
en cuenta y son valoradas, indiferente al área o rubro de ésta.
Las organizaciones requieren profesionales integrales, es decir, personas con una buena
y sólida formación académica, pero que cuenten con habilidades sociales que le permitan
integrarse bien al equipo de trabajo y ser un aporte día a día.
1. Responsabilidad
La responsabilidad se considera una cualidad y un valor del ser humano. Se trata de una
característica positiva de las personas que son capaces de comprometerse y actuar de
forma correcta. En muchos casos, la responsabilidad viene dada por un cargo, un rol o
una circunstancia, como un puesto de trabajo.
Hay personas que tienen un alto grado de responsabilidad en el trabajo por el alto grado
de compromiso que adquieren. Tienen consciencia de su papel en el tablero y pueden
ser personas orientadas al trabajo.
2. Honradez
La honestidad en el trabajo constituye el nivel de confianza y cercanía que permite la
ejecución sana de actividades.
La honestidad es el valor que determina una conducta recta, confiable y correcta, en donde
priman la confianza y la sinceridad tanto en lo que se hace, como en lo que se piensa, se
aprende, se ejecuta y el compromiso con el que se desarrollan los deberes. Es por ello
que la honestidad es asociada con personas justas, apegadas a la moral y al cumplimiento
de las normas.
3. Respeto
El respeto es la valoración que permite al ser humano reconocer, aceptar y apreciar las
cualidades y derechos, tanto hacia nosotros mismos como hacia quienes nos rodean.
El principal pilar para sostener cualquier tipo de convivencia pacífica, es tener respeto
hacia los demás. En aquellos ámbitos en el que se pasa muchas horas del día y con las
mismas personas, como ocurre con el trabajo, resulta aún más necesario empoderar
este valor.
4. Humildad
La persona humilde está dispuesta a aprender de las personas a su alrededor,
independientemente de su nivel de estudios o cargos dentro de la organización.
El humilde no tiene que proyectar sobre otras personas, lo que ella tiene mejor y sacar
ventaja de las cosas; no necesitan mostrar superioridad.
Quien es humilde no tiene miedo de exponer sus miedos, debilidades, defectos y culpas,
muy por el contrario, está siempre dispuesto a aprender de los errores y fracasos.
5. Confianza
Confianza es la creencia, esperanza y fe persistente que alguien tiene, referente a otra
persona, entidad o grupo en que será idóneo para actuar de forma apropiada en una
situación o circunstancia determinada.
Fomentar las relaciones de confianza entre tus compañeros de equipo permitirá crear un
ambiente de trabajo mucho más eficiente, creativo e integrador. Todo esto se reflejará
en los resultados que se consigan como equipo de trabajo.
Se debe generar confianza, cultivarla a través de las acciones y palabras y esforzarse en
mantenerla. También, se debe ser capaz de confiar totalmente en las otras personas con
las que trabaja, manifestando los problemas que pueden surgir y que afectan al
ambiente del equipo.
5 características que busca el sector productivo
1. Trabajo en equipo
Trabajar en equipo implica compromiso, no es sólo la estrategia y el procedimiento que la
empresa lleva a cabo para alcanzar metas comunes. También es necesario que exista
liderazgo, armonía, responsabilidad, creatividad, voluntad, organización y cooperación
entre cada uno de los miembros. Establecer buenas relaciones con tus compañeros de
trabajo y aprender a trabajar de manera colaborativa.
2. Proactividad
La proactividad se refiere a la actitud que asumen ciertas personas para atender a
situaciones o tareas que precisan de ser controladas, una gestión responsable y de una
alta capacidad de respuesta.
En el campo laboral y organizacional, el término de proactividad es muy empleado y
valorado, especialmente porque se trata de la actitud que se busca y espera por parte de
los trabajadores, que sean activos, tengan una alta capacidad de respuesta, iniciativa y
disposición ante cualquier circunstancia.
Las empresas valoran profundamente a los colaboradores que buscan dar más de lo
que se les pide. Esta actitud demuestra el compromiso y la responsabilidad con que
esos trabajadores toman su trabajo y sin duda marca la diferencia.
3. Inteligencia emocional
Hoy en día, una de las características más valoradas por las empresas es la inteligencia
emocional, cualidad que no es nada fácil de conseguir. Se trata de la capacidad de
gestionar bien nuestras propias emociones (entenderlas, seleccionarlas, trabajarlas…) y
las de los demás, generando resultados positivos. Si conseguimos controlar las
emociones, lograremos también otras cualidades importantes, como la motivación, la
empatía o la capacidad de liderazgo.