Junio: Conectividad para La Conservación en El Corredor Carpish Yanachaga
Junio: Conectividad para La Conservación en El Corredor Carpish Yanachaga
Junio: Conectividad para La Conservación en El Corredor Carpish Yanachaga
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Introducción
El oso de anteojos, ucumari, ukuku o más frecuentemente llamado “oso andino”, es el único úrsido que
habita en Sudamérica. Pertenece a la familia Ursidae, género Tremarctos, siendo el único representante
vivo de la subfamilia Tremarctinae. Actualmente, dicha especie se distribuye en Panamá, Venezuela,
Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, habiéndose reportado evidencia de su presencia en el noroeste de
Argentina en los últimos años (Del Moral, 2009).
En el Perú, esta especie ocupa una gran diversidad de ecosistemas incluyendo desiertos, bosque seco,
pajonales andinos, paramos y bosques montanos, entre otros (Peyton, 1980). Asimismo, es considerado
un omnívoro hipocarnívoro, ya que aproximadamente el 75% de su dieta se encuentra constituida por
una gran variedad de vegetales, principalmente frutos y brotes tiernos de bromelias, incluso de distintas
zonas climáticas.
Asimismo, esta especie es considerada como clave dentro del equilibrio ecológico del ecosistema del
bosque nublado andino (Torres, 1993) y del bosque seco del Marañón (Figueroa et al. 2013), tanto por su
posición de depredador tope en la pirámide trófica, como por su capacidad de agente dispersor de una
variada cantidad de semillas (Ruiz-García, 2000) y polinizador al transportar polen en su denso pelaje.
Dada la importancia de esta especie por su estado de conservación y su valor ecológico, además de ser
considerado como objeto de conservación de las diversas áreas naturales protegidas de que se ubican el
corredor Carpish-Yanachaga, se convierte en un elemento articulador para poder implementar la
estrategia de conectividad entre estos espacios de conservación y las nuevas áreas propuestas, en ese
sentido, se considera de importancia considerar la conectividad como herramienta estratégica para la
planificación territorial, considerando que existen importantes dificultades y retos a afrontar para la toma
decisiones con incidencia territorial.
Teniendo en cuenta estos aspectos, se hace necesario promover una política de alcance interregional que
promueva la conectividad entre las áreas naturales protegidas más allá de los limites políticos regionales,
teniendo en cuenta también el enfoque ecosistémicos.
Además de ser una especie muy bondadosa, el Oso de Anteojos es reconocido por ser dispersor de
semillas y por su condición de especie sombrilla. Esto significa que al protegerlo se protegen todas las
especies que habitan y necesitan de los bosques para asegurar su supervivencia.
Sin embargo, debido a factores como la apertura de vías, la ampliación de la frontera agrícola (los cultivos
llegan cada vez a mayor altura en las montañas) y la deforestación, el hábitat del oso en Antioquia
enfrenta importantes transformaciones que amenazan sus condiciones de vida y por ende su
supervivencia. Ante esta problemática, una de las alternativas que se viene trabajando en alianza con
entidades del sector público y privado, es lograr la consolidación de un corredor biológico para el Oso de
Anteojos.
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1. Corredor de conservación
Actualmente, el nombre de “corredor biológico, corredor ecológico o corredor de conservación” se
utiliza para nombrar una gran región a través de la cual las áreas protegidas existentes (parques
nacionales, reservas biológicas), o los remanentes de los ecosistemas originales, mantienen su
conectividad mediante actividades productivas en el paisaje intermedio que permiten el flujo de las
especies. Por ejemplo, en el caso de dos áreas protegidas conectadas por una región de bosques no
protegidos, el manejo sostenible del bosque permite mantener la composición y estructura del
ecosistema forestal conservando la conectividad, en lugar de transformarlo en áreas de cultivo que
constituirían barreras para algunas especies. El flujo de las especies estará relacionado al grado de
modificación de los ecosistemas originales.
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2. Especie sombrilla
El nombre es una metáfora del rol que ejercen en un ecosistema: este tipo de especies protegen
territorios delimitados frente a la degradación de la biodiversidad.
Las especies sombrilla, también denominadas ‘paraguas’, requieren de grandes extensiones de tierra
para subsistir de manera natural. Por eso, funcionan como un canal para la conservación de todo el
ecosistema asociado: si la especie está bien, se asegurará con ello que su entorno tenga buena salud.
En resumen: un sinnúmero de especies diferentes a ellas se ven beneficiadas por los esfuerzos
enfocados en su conservación.
Su importancia, identificada desde finales de siglo XX y principios del siglo XXI, se ve reflejada en los
diferentes casos de éxito en los que la conciencia sobre este grupo de especies ha permitido diseñar
y crear áreas protegidas.
Otras características
Son especies que se adaptan a diferentes hábitats. También son sensibles a las perturbaciones
producidas por actividades humanas y luchan contra la pérdida de su entorno. Simbolizan, además,
algún atributo de los ecosistemas que se quieren conservar, como por ejemplo los ñus, especie
migratoria que representa los procesos biológicos de los ecosistemas con estaciones.
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4. Objeto de conservación
Elementos o procesos identificados que deben ser objeto de atención por parte de los gestores, ya
sea mediante gestión preventiva o activa.
c. Otras Iniciativas
Acr Shotoj-Osomayo-Andahuaylillas
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5. Plan nacional de conservación
VISIÓN
Al 2036, el país cuenta con poblaciones
viables de Oso Andino (Tremarctos
ornatus) y con tendencia creciente, para lo
cual, sus hábitats poseen conectividad y los
actores locales desarrollan actividades de
manejo sostenible de los ecosistemas
donde habita la especie, a fin de obtener
bienes y servicios para el beneficio
colectivo derivados de su conservación.
OBJETIVOS
Recuperar las poblaciones de Oso Andino
(Tremarctos ornatus) mediante la
aplicación de medidas de conservación
para la especie y sus hábitats.
Objetivos específicos
Objetivo específico 1: Disponer de
información científica consistente para la
toma de decisiones orientadas a la
conservación de la especie y sus hábitats.
Objetivo específico 2: Desarrollar una
gobernanza participativa con la población
local para la conservación del Oso Andino
y sus hábitats.
Objetivo Específico 3: Mejorar los sistemas
de control y fiscalización.
Metas nacionales
El Plan Nacional de Conservación del Oso Andino (Tremarctos ornatus) posee tres metas nacionales
relacionadas con los objetivos.
Meta 1: Se ha identificado el 100 % de áreas con presencia de poblaciones viables de Oso Andino y se ha
caracterizado por lo menos tres corredores de conservación.
Meta 2: Se ha identificado y sensibilizado al 50% de la población rural que se interrelaciona con el Oso
Andino y se le ha involucrado en la implementación de acciones de conservación.
Meta 3: Se ha caracterizado genéticamente el 100% de la población de Oso Andino en cautiverio.
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6. Experiencias
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7. Lineamientos de Política