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2011

LINEAMIENTOS TÉCNICOS PARA LA FORMULACIÓN DE


OBJETIVOS DE CONSERVACIÓN Y VALORES OBJETO DE
CONSERVACIÓN

Compiló: Edna Mª Carolina Jarro Fajardo


Grupo Planeación y Manejo de Áreas
Protegidas
Unidad Administrativa Especial del Sistema
de Parques Nacionales Naturales
01/07/2011
TABLA DE CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 3
2. OBJETIVOS DE CONSERVACIÓN ................................................................................. 5
2.1 DEFINICIÓN .................................................................................................................... 5
2.2 CONTEXTO GENERAL EN EL MARCO DE LA PLANEACIÓN DEL MANEJO 6
2.3 PROCEDIMIENTO PARA SU FORMULACIÓN O REFORMULACIÓN ............... 7
2.3.1 Preguntas Orientadoras ............................................................................................ 7
2.3.2 Criterios a tener en cuenta ....................................................................................... 9
2.3.3 Elementos procedimentales ................................................................................... 12
2.3.4 Recomendaciones generales para su formulación .............................................. 13
3. VALORES OBJETO DE CONSERVACIÓN.................................................................. 14
3.1 DEFINICIÓN .................................................................................................................. 14
3.2 CONTEXTO GENERAL EN EL MARCO DE LA PLANEACIÓN DEL MANEJO
................................................................................................................................................. 16
3.3 PROCEDIMIENTO PARA SU FORMULACIÓN O REFORMULACIÓN ............. 17
3.3.1 Elementos conceptuales.......................................................................................... 17
3.3.1 Criterios para su selección...................................................................................... 21
3.3.1 Recomendaciones para su selección ..................................................................... 23
4. BIBLIOGRAFIA ................................................................................................................ 25
1. INTRODUCCIÓN

La conservación in situ de la diversidad biológica, el uso sostenible de sus


componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se derivan del
manejo de los recursos genéticos dependen del mantenimiento adecuado de
suficientes hábitats naturales. Las áreas protegidas, junto con las iniciativas de
conservación, utilización sostenible y restauración del paisaje terrestre y marino en
general son componentes fundamentales de las estrategias nacionales y mundiales de
conservación de la diversidad biológica. Dado que proporcionan una serie de bienes y
servicios ecológicos al mismo tiempo que preservan el patrimonio natural y cultural1.

No obstante, ante el aumento y la transformación de las presiones sobre la


biodiversidad presente en las áreas protegidas; es relevante enfocar su gestión en el
logro de objetivos y en la identificación de valores objeto de conservación que orienten
la formulación de estrategias de manejo acordes a las dinámicas existentes y a las
prioridades a nivel local, regional y nacional.

En este contexto, la ruta de actualización o reformulación de los planes de manejo para


el Sistema de Parques Nacionales Naturales SPNN2 plantea que “es necesario hacer
claridad sobre los objetivos de creación del Parque –lo que en el Decreto 2372 de 2010
se define como objetivos específicos de conservación-, y los objetivos y valores objeto
de conservación que se plantearon en el proceso de planificación del manejo de las
áreas del SPNN.

Los primeros están definidos en el mencionado decreto y apuntan a garantizar que los
objetivos generales de conservación se cumplan a través de las áreas protegidas que se
declaren, mientras que los segundos apuntan a orientar la definición de estrategias de
manejo por parte de los actores que tienen que ver con el. Los primeros son la razón de
ser y tienen que ver con su diseño, los segundos son referentes temporales para el
manejo del área protegida en un contexto específico”.

Es así como los objetivos y los valores objeto de conservación son el primer paso y el
eje fundamental de la planeación del manejo de un área protegida, ya que de allí se
deriva la proyección de las acciones y metas que llevan a garantizar su integridad.

Si bien los objetivos de conservación se han asociado prioritariamente a elementos


biofísicos como ecosistemas, comunidades, poblaciones o especies, es importante
reconocer que Colombia además de ser un país biodiverso, es pluriétnico y
multicultural, y que dadas las condiciones de traslape en más del 35% de las áreas que
integran el Sistema de Parques Nacionales Naturales, se requiere tener una visión de
manejo integral que permita vincular lo biofísico y lo socioeconómico, contribuyendo a
mantener la dinámica cultural, la cultura material o inmaterial, como parte del ejercicio
de planeación en las áreas con estas condiciones.

1
Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica (2004) Programa de Trabajo sobre Áreas
Protegidas (Programas de trabajo del CDB) Montreal: Secretaría del Convenio sobre la Diversidad
Biológica, 34 p.
2
UAESPNN, Ospina, M. 2010. Ruta crítica para la actualización o reformulación de los planes de manejo
para las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales. Subdirección técnica, Grupo Planeación y
Manejo. Bogotá. 52p.
En este marco, a continuación se desarrollan los lineamientos que pretenden orientar el
proceso de formulación o reformulación de objetivos de conservación y la selección de
Valores Objeto de Conservación para las áreas protegidas del Sistema de Parques
Nacionales Naturales entendiendo que cada región y cada área tiene sus
particularidades, por lo que es necesario que este instrumento sea adaptado a los
diferentes contextos biofísicos, culturales y sociales.

Es importante resaltar que este documento recoge los planteamientos generados en los
talleres desarrollados por la Subdirección técnica3, en coordinación con la Dirección
General4, Oficina de Participación5, la Oficina Jurídica6 y la Dirección Territorial
Amazonía7, buscando integrar la experiencia ganada durante los últimos años en el
manejo de las áreas protegidas en la Unidad de Parques Nacionales Naturales bajo un
único esquema de planeación.

3
Germán Corzo, Juan Pablo Latorre, Miguel Ángel Ospina, Hernando Zambrano, Luz Dary Acevedo,
Andrea Barrero, Diana Bedoya, Natalia Flores, Lucia Correa, Carolina Jarro y Carolina Sorzano.
4
Constanza Atuesta
5
Carolina Rodriguez
6
Beatriz Niño
7
Esperanza Leal y Hernán Montero
2. OBJETIVOS DE CONSERVACIÓN

2.1 DEFINICIÓN

Un objetivo es la expresión de un deseo o un anhelo e implica la necesidad de plantear


y evaluar resultados, planificar acciones en un tiempo determinado y orientar
procesos8.

Los objetivos de conservación, son propósitos


realizables y alcanzables en el tiempo, que se
convierten en el norte para la gestión de un área
protegida, deben estar articulados entre sí y con el
territorio, evidenciando una intención de manejo
integral

Es este contexto, el decreto 2372 de 2010 en su artículo 6 establece que ¨los objetivos
de conservación de las áreas protegidas del SINAP responden en su selección,
declaración y manejo a unos objetivos de conservación, amparados en el marco de los
objetivos generales. Esas áreas pueden cumplir uno o varios de los objetivos de
conservación que se señalan a continuación:

a) Preservar y restaurar la condición natural de espacios que representen los


ecosistemas del país o combinaciones características de ellos.

b) Preservar las poblaciones y los hábitats necesarios para la sobrevivencia de las


especies o conjuntos de especies silvestres que presentan condiciones particulares
de especial interés para la conservación de la biodiversidad, con énfasis en
aquellas de distribución restringida.

c) Conservar la capacidad productiva de ecosistemas naturales o de aquellos en


proceso de restablecimiento de su estado natural, así como la viabilidad de las
poblaciones de especies silvestres, de manera que se garantice una oferta y
aprovechamiento sostenible de los recursos biológicos.

d) Mantener las coberturas naturales y aquellas en proceso de restablecimiento de su


estado natural, así como las condiciones ambientales necesarias para regular la oferta
de bienes y servicios ambientales.

8 UAESPNN, Zambrano, H. 2010. Objetivos de Conservación de la Áreas Protegidas. Cómo Definirlos y


Cómo Asociar Objetos de Conservación. Subdirección técnica.
e) Conservar áreas que contengan manifestaciones de especies silvestres, agua, gea, o
combinaciones de éstas, que se constituyen en espacios únicos, raros o de atractivo
escénico especial, debido a su significación científica, emblemática o que conlleven
significados tradicionales especiales para las culturas del país.

f) Proveer espacios naturales o aquellos en proceso de restablecimiento de su estado


natural, aptos para el deleite, la recreación, la educación, el mejoramiento de la calidad
ambiental y la valoración social de la naturaleza.

g) Conservar espacios naturales asociados a elementos de cultura material o inmaterial


de grupos étnicos.¨9

2.2 CONTEXTO GENERAL EN EL MARCO DE LA PLANEACIÓN DEL MANEJO

Los objetivos de conservación de un área protegida son el punto de partida y el punto


final hacia el cual se proyectan las acciones de la planeación, orientando la definición
de las prioridades de manejo.

Los valores objeto de conservación son referentes integrales de los objetivos y permiten
determinar su estado, presiones, amenazas, así como las estrategias de manejo
integrales a implementar.

De igual manera el logro de los objetivos de conservación permite evaluar que tan
efectivas son las decisiones y acciones que han sido la base para el planteamiento de las
estrategias de manejo que se implementan y su contribución en el cumplimiento de los
objetivos nacionales de conservación.

Figura 1. MODELO DE PLANEACIÓN DEL MANEJO SPNN

9
Decreto 2372 de 2010 por el cual se reglamenta el Decreto Ley 2811 de 1974, la Ley 99 de 1993, la Ley
165 de 1994 y el Decreto Ley 216 de 2003, en relación con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, las
categorías de manejo que lo conforman y se dictan otras disposiciones.
Adaptado de: UAESPNN, Ospina & Pardo, 2002, en: Aspectos conceptuales de la
planeación del manejo en Parques Nacionales Naturales. Colección Planeación del
Manejo de los Parques Nacionales Naturales, 2005.

Es importante resaltar que “un objetivo de conservación definido de manera sistémica


puede orientar la formulación de estrategias de manejo integrales más acordes con la
complejidad que representan los sistemas existentes en un área protegida y su
entorno”10.

En este sentido, el manejo efectivo de un área protegida dependerá de la adecuada


formulación de objetivos, que esté acompañada de suficiente información y
conocimiento sobre la biodiversidad, las interrelaciones y las representaciones de las
características físicas de los ecosistemas que conforman, así como de los valores
culturales, asociados a las poblaciones humanas que en el marco normativo del país
habitan o hacen uso de su territorio.

El documento “Ruta para la actualización o reformulación de los planes de manejo de


las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia”, plantea la
necesidad de reformular el plan de manejo cuando se requiere realizar cambios
estructurales en uno o más de sus componentes, por lo que un ajuste a los objetivos de
conservación implica entrar en el proceso reformulación.

De acuerdo con la información trabajada con las áreas, las Direcciones Territoriales y
consolidada por el Grupo de Planeación y Manejo de la Subdirección Técnica de las 56
áreas protegidas del SPNN, 15 requieren reformular su plan de manejo y 5 abordar su
formulación. (Ver Tabla 1).

Tabla 1. Resultados aplicación de la Lista de Chequeo

Total
Dirección Territorial Actualización Formulación Reformulación
general
Amazonia 4 3 4 11
Andes Nororientales 4 4 8
Andes Occidentales 10 1 1 12
Caribe 7 4 11
Orinoquia 5 1 6
Pacífico 6 1 1 8
Total 36 5 15 56

Fuente: Grupo de Planeación y Manejo de Áreas Protegidas 2011.

2.3 PROCEDIMIENTO PARA SU FORMULACIÓN O REFORMULACIÓN

2.3.1 Preguntas Orientadoras

10
Ídem 2.
El primer paso para la formulación o reformulación de los objetivos de conservación de
un área protegida del SPNN debe partir de un análisis crítico que permita dar
respuesta a cuestionamientos tales como:

¿Qué tipo de objetivos aplicaría al área protegida según su categoría de


conservación11?

¿Con que subsistemas (Nacional, regional y local) esta relacionada el área


protegida y cuales son sus objetivos de conservación?

¿Qué es lo que se quiere conservar del área protegida? (espacios relevantes en


la conservación de especies con condiciones especiales de distribución, áreas de
importancia cultural que adicionalmente tengan relevancia por la prestación de
algún servicio ecosistémico o que sean relevantes como hábitats o dentro del
ciclo de vida de algunas especies)

¿Qué resultados arroja el análisis de integridad del área protegida? (ecosistemas


con alto grado de complementaridad, ireemplazabilidad, con alto grado de
conservación, poca fragmentación, áreas esenciales para la conformación de
corredores de conservación)

¿Cuáles son los bienes y servicios ecosistémicos presentes? (Ej. Áreas de


nacimiento de ríos de los cuales se benefician para consumo poblaciones
humanas o distritos de riego, áreas de acuíferos de recarga, cuerpos de agua
que alimenten hidroeléctricas, áreas que reduzcan el proceso de sedimentación
de cuerpos de agua o que regulen inundaciones, áreas relevantes para la
captura y fijación de carbono).

¿Qué ecosistemas con baja representatividad se encuentran presentes? (Como


apoyo para esta pregunta es importante revisar la información de prioridades
de conservación trabajados por Corzo, 2011 y revisar las matrices anexas al
documento para cada territorial)

11
Decreto Ley 2811 de 1974 …Artículo 329º.- El sistema de parques Nacionales tendrá los siguientes
tipos de áreas:
a.- Parque Nacional: Área de extensión que permita su autoregulación ecológica y cuyos ecosistemas en
general no han sido alterados sustancialmente por la explotación u ocupación humana, y donde las
especies vegetales de animales, complejos geomorfológicos y manifestaciones históricas o culturales
tiene valor científico, educativo, estético y recreativo Nacional y para su perpetuación se somete a un
régimen adecuado de manejo;
b.- Reserva Natural: Área en la cual existen condiciones primitivas de flora, fauna y gea, y está destinada
a la conservación, investigación y estudio de sus riquezas naturales;
c.- Área Natural única: Área que, por poseer condiciones especiales de flora o gea es escenario natural
raro;
d.- Santuario de flora: Área dedicada a preservar especies o comunidades vegetales para conservar
recursos genéticos de la flora Nacional;
e.- Santuario de Fauna: Área dedicada a preservar especies o comunidades de animales silvestres, para
conservar recursos genéticos de la fauna Nacional;
f.- Vía Parque: Faja de terreno con carretera, que posee bellezas panorámicas singulares o valores
naturales o culturales, conservada para fines de educación y esparcimiento.
¿Qué grupos humanos, culturas, elementos o valores culturales son relevantes
en el área protegida e intervienen positiva o negativamente en su conservación?
(Presencia de grupos étnicos, áreas sagradas o asociadas a la cosmogonía de
alguna cultura ancestral, socioecosistemas en donde la relación hombre –
naturaleza es sostenible, áreas para el ecoturísmo, relictos arqueológicos,
presencia de especies asociadas al conocimiento tradicional, registros fósiles,
etc)

Para su iniciar la priorización se sugiere la construcción de una matriz que permita


identificar áreas, sistemas o elementos, que respondan a más de una pregunta, lo cual
dará mayor peso para su selección como objetivos de conservación del área protegida,
en este mismo sentido la priorización de objetivos de conservación que no solo
respondan a conservar la biodiversidad, sino también al mantenimiento de bienes y
servicios ambientales y sitios de importancia cultural que apuntará el logro de una
gestión integral área protegida.

2.3.2 Criterios a tener en cuenta para definir valores Objeto de Conservación

Cuando se plantean objetivos de conservación para las áreas de PNN es importante


tener en cuenta criterios básicos, que respondan a características del Sistema que
conforman, y que estén de acuerdo a los objetivos de conservación del país, dado que
hacen parte de un subsistema del SINAP, de igual manera pueden tener alcances
internacionales, nacionales, regionales, subregionales y locales.

Lo criterios propuestos son12:

1. Que integre los preceptos que definen el concepto de conservación de


biodiversidad, en términos de preservar, restaurar, conocer o usar
sosteniblemente algunos de sus niveles de biodiversidad como paisajes,
ecosistemas, comunidades, poblaciones de especies o recursos genéticos.

Un objetivo de conservación debe ser específico en la acción que va establecer y para


ello debe contemplar la posibilidad de desarrollar un propósito. Sin embargo, este se
debe relacionar con el marco legal establecido y por ende tener correspondencia con
la categoría de manejo, pues no deben traspasar las posibilidades de gestión que en
cada una de ellas se permite.

Así por ejemplo, en las categorías del Sistema de Parques Nacionales Naturales, no
será posible contemplar objetivos sobre restauración o uso sostenible, en la medida
que se entiende que su estado de naturalidad es alto y que la afectación que se
pretende sobre este tipo de áreas es mínima. No obsta este planteamiento, para con la
identificación de acciones, no objetivos, que referidas a temas de restauración y uso
sostenible, permitan desarrollar la gestión del área protegida.

Sin embargo, hay que tener en cuenta las condiciones excepcionales que se
encuentran legalmente establecidas en cuanto al uso de las áreas traslapadas para no
limitar los objetivos del área solamente a la categoría.

12
Tomado y adaptado de UAESPNN, Zambrano, H. 2010. Objetivos de Conservación de la Áreas
Protegidas. Cómo Definirlos y Cómo Asociar Objetos de Conservación. Subdirección técnica.
2. Que contribuyan a alcanzar los objetivos de conservación que el país se ha
propuesto y que enmarcan la gestión en el Sistema Nacional de Áreas
Protegidas y los subsistemas que lo conforman

Las áreas protegidas, todas, hacen parte de sistemas y contribuyen como un todo a
lograr un objetivo común. Los propósitos que se busquen al momento de diseñar y
planear un área protegida, deben entonces tener correspondencia suficiente con los
lineamientos del sistema al cual pertenecen. Sin duda el Sistema Nacional de Áreas
Protegidas, es el referente general a tener en cuenta, entendiendo que existen otros de
escala mayor como los sistemas regionales o temáticos o inclusive referentes
supranacionales en casos de áreas protegidas transfronterizas, y sistemas
internacionales a nivel de grandes biomas.

En el marco legal establecido para áreas protegidas (decreto 2372 de 2010), los objetivos
nacionales de conservación, a los cuales aporta el Sistema Nacional de Áreas
Protegidas, se definen como “propósitos nacionales de conservación de la naturaleza,
especialmente la diversidad biológica, que se pueden alcanzar mediante diversas
estrategias que aportan a su logro”. Son estos objetivos nacionales los siguientes:

a) Asegurar la continuidad de los procesos ecológicos y evolutivos naturales para


mantener la diversidad biológica

b) Garantizar la oferta de bienes y servicios ambientales esenciales para el bienestar


humano

c) Garantizar la permanencia del medio natural, o de algunos de sus componentes,


como fundamento para el mantenimiento de la diversidad cultural del país y de la
valoración social de la naturaleza.

En este contexto, cuando se formulan los objetivos de conservación es relevante tener


en cuenta los sistemas y subsistemas a los cuales pertenecen las áreas protegidas,
teniendo claro que su logro aporta también a las metas de conservación de estos
sistemas, elemento que a su vez contribuye en la medición de la efectividad tanto a
nivel de área como de sistema.

Adicionalmente, a pesar de que en muchas de las áreas protegidas del Sistema de


Parques Nacionales Naturales pueden primar los objetivos que apunten a los primeros
dos objetivos del SINAP, no se puede dejar de lado la integralidad que debe tener su
formulación no solo cuando el área protegida presenta condiciones especiales de
manejo por situaciones de traslape que se encuentran reguladas.

3. Que contribuya a mantener la dinámica de la relación sociedad -naturaleza que


se genera por el manejo del territorio que realizan las comunidades humanas,
garantizando así la permanencia y funcionalidad de la diversidad biológica y la
preservación del patrimonio cultural.

La declaración de un área protegida parte de una decisión social entre otros de


mantener esa relación sociedad - naturaleza, caso que para las últimas áreas que
entraron a integrar el SPNN tiene su sentido mucho más claro. En este marco, un área
protegida, es una herramienta para el manejo del territorio y debe conjugar para ello,
las diferentes visiones e intereses que tiene una sociedad.

Por ejemplo, para el caso de los territorios indígenas, el papel que cumple en la
conservación o las intenciones de esos territorios, debe contemplar no solo el área
protegida como tal sino el área en la dimensión total de su entorno. En este sentido
los objetivos de conservación deben estar planteados de forma tal que recojan estos
intereses y visiones y servir de rumbo para identificar y precisar el rol que tienen las
áreas protegidas en la ordenación y manejo del territorio.

La relación sociedad-naturaleza, implica poder entender la forma como se conserva o


transforma un paisaje natural, a favor o en contra de los intereses sociales
relacionados con temas sobre poblamiento, desarrollo económico o sistemas
productivos, entre otros y que definen hasta donde un área protegida es un elemento
estratégico para una sociedad.

El hecho de establecer diferentes categorías de manejo, es una muestra de la


posibilidad que tiene las áreas protegidas de servir como instrumento o herramienta
de manejo del territorio, con un fin específico en torno a la conservación del
patrimonio natural. La posibilidad de establecer objetivos de conservación en este
marco de categorías de manejo, se vuelve diverso y característico de dinámicas de
cada territorio, pudiendo integrar temas tan particulares y necesarios como la
relación entre cultura y medio ambiente o la generación de beneficios ambientales a
partir de los servicios ecosistémicos que presta la base natural.

Los objetivos de un área protegida, deben entonces procurar, fortalecer aquellas


acciones con las que una sociedad se relaciona con su territorio y que conducen a
mantener las características biofísicas. Se constituyen así este tipo de estrategias de
conservación, en la plataforma de un desarrollo social y cultural sostenible, en cuanto
a que no altera ostensiblemente el significado que tiene la base natural para el
desarrollo y la pervivencia de las culturas.

4. Que permitan incluir además de los valores asociados a la diversidad


biológica, otros elementos de naturalidad más amplios como la geodiversidad,
los rasgos geológicos o los registros fósiles singulares para la ciencia de la
paleontología.

Uno de los atributos generales de un sistema lo constituye la representatividad


ecológica, sin embrago incluir en la definición de área protegida el término “natural”,
implica integrar valores naturales más amplios, esenciales, si además consideramos
que las áreas protegidas son tridimensionales e incluyen dentro de su dimensión
espacial la columna de aire, de agua y el subsuelo.

Desde esta perspectiva, las formaciones geológicas se constituyen en un factor


estratégico para plantear objetivos de conservación. Los registros fósiles, que desde la
paleontología tiene fundamento tanto en lo biológico como lo geológico, adquieren
igual importancia y necesidad de incorporarse como parte de los propósitos de
conservación que podría tener un área protegida.
Genera esta condición, un reto frente a temas de desarrollo sectorial como el minero-
energético, en la medida que pone punto final a la discusión sobre si este tipo de
recursos, son o no factibles de aprovechar en áreas protegida, en la medida que al
establecer propósitos tan específicos sobre ellos, seguramente se limita la visión de
aprovechamiento que se pueda tener.

Este criterio, es además un llamado a tener en cuenta otros aspectos en torno al tema
de representatividad, discusión propuesta pero no desarrollada en el contexto
internacional y nacional, pero necesaria de dinamizar, para entender aun mejor el rol
que cumplen las áreas protegidas en la conservación y manejo de los territorios.

2.3.3 Elementos procedimentales

A. Cómo se formula un objetivo de conservación.

Como se mencionó anteriormente los objetivos de conservación, son propósitos


realizables en el tiempo, que se convierten en el norte para la gestión y manejo de un
área protegida, es decir son aquellos que se quiere alcanzar, con la implementación
de estrategias integrales de manejo.

La formulación de los objetivos debe responder de forma clara y específica para no


dar lugar a confusiones a las siguientes preguntas:

 Qué se quiere lograr?


 Para qué?

Ejemplo:

Qué?

Aportar en el mantenimiento de la capacidad productiva de los ecosistemas marinos,


que contribuya en la producción pesquera de las islas de Providencia y Santa Catalina.

Para qué?

Su formulación iniciará con verbos en infinitivo, es decir aquellos terminados en ar, er,
ir, por ejemplo:

 Proteger, conservar, mantener, regular, determinar, estudiar, contribuir,


favorecer, etc.

Los objetivos de conservación deben contribuir a:

 Planificar acciones de manejo.


 Orientar los procesos en el AP y su Zona Amortiguadora.
 Medir o valorar los resultados, a través del análisis de integridad y de
efectividad.
Adicionalmente se considerará que:

a) Sean estratégicos: que permitan el reconocimiento y la valoración del AP en


contextos nacionales, regionales y locales.
b) Medibles: Monitorerables a través de los valores objetos de conservación
asociados que se establezcan.
c) Visionarios: Inspiran una condición deseada en un escenario de largo plazo.
d) Articuladores: si bien cada objetivo de conservación por separado evidencia un
propósito específico, estos conforman un conjunto de ideas que requieren
entenderse de forma complementaria e integral.
e) Relativamente generales: Están definidos a grandes rasgos para abarcar
intensiones integrales de manejo13.
f) Claros: Siendo expresados de forma sencilla que no se preste a confusiones.

2.3.4 Recomendaciones generales para su formulación

Cuando se formule un objetivo de conservación para áreas protegidas, es importante


tener en cuenta algunos aspectos fundamentales:

Tener la mayor cantidad de información posible, no solo técnica y científica,


sino también de los grupos humanos presentes en el área ya que en la mayoría
de los casos son quienes mejor conocen el funcionamiento del territorio, las
relaciones que se dan allí, los elementos de la biodiversidad, las restricciones,
los usos y los valores tangibles e intangibles. Es importante recopilar y
analizar información descriptiva nueva que se haya generado para el área
desde la anterior formulación del plan de manejo, información cartográfica,
tendencias de uso del área y su zona de influencia, principales presiones y
áreas en las que se encuentran.

La vinculación y concertación con los actores que tienen relación con el área
en la formulación o reformulación de los objetivos de conservación permite
crear responsabilidades y compromisos frente a su cumplimiento, ya sean
estos de carácter nacional, regional o local. Adicionalmente es importante que
dentro del proceso de análisis de la información y la priorización se cuente
con el equipo del área y la DT que permita la conformación de un equipo
multidiciplinario.

Es importante que se formulen objetivos que establezcan propósitos


realizables y viables desde el manejo del AP, su configuración y su estado de
conservación (lo que implica gestión a diferentes niveles, desde internacional
hasta local).

La formulación de los objetivos hasta donde sea posible debe estar


acompañada de información suficiente que permita proponer resultados

13
UAESPNN, Barrero, A. 2011. Lineamientos para la formulación del plan estratégico de los planes de
manejo. Grupo planeación y Manejo de áreas protegidas. Subdirección técnica. Bogotá. 45p.
específicos para lograr la conservación de alguno de los niveles de
biodiversidad.

Plantear acciones integrales encaminadas a mejorar o mantener no solo los


atributos ecológicos del nivel de biodiversidad seleccionado, sino que generen
beneficios ecosistémicos de especial relevancia social o que impliquen una
contribución específica a preservar la diversidad cultural.

Incorporar la temporalidad necesaria para alcanzar el objetivo propuesto, a


partir de la generación de escenarios y tendencias que permitan visualizar
estados deseados de conservación, teniendo en cuenta que serán un para la
revisión y reformulación o actualización de los PM cada cinco años.

La historia ambiental del territorio y la historia de la gestión de la Unidad de


Parques Nacionales en el, debe ser un aspecto relevante a tener en cuenta.

Su formulación aportará a lograr legitimidad en el área protegida, por lo


menos entre los actores de quienes dependa en buena parte la
implementación de las estrategias de manejo.

3. VALORES OBJETO DE CONSERVACIÓN

3.1 DEFINICIÓN

El uso de valores objeto de conservación en la planificación del manejo de las áreas del
SPNN se adoptó y modifico de los desarrollos conceptuales y metodológicos de The
Nature Conservancy, tomándolos como referentes para el manejo del área protegida y
no como el centro de los esfuerzos de planificación en una ecorregión para definir sitios
prioritarios de conservación.

En este contexto la definición de los VOC en sus inicios parte del concepto de Parrish et
al. 200314, el cual establece que los objetos de conservación son un número limitado de
especies, comunidades naturales, o sistema ecológicos que representan la
biodiversidad de un paisaje a ser conservado o de un área protegida y que por lo tanto
pueden ser utilizados en la medición de la efectividad de las medidas de conservación.
Estos objetos de conservación sirven como filtro grueso o “sombrilla” los cuales una
vez identificados y conservados aseguran la persistencia del resto de los componentes
del ecosistema en el espacio y el tiempo.

Sin embargo, dado también el proceso de avance de la generación de instrumentos


para la planeación de las áreas protegidas que ha tenido TNC, la definición ha tenido
también variaciones incorporando el aspecto cultural así: “son un conjunto de
elementos de la diversidad biológica, definidos por esta metodología como objetos de

14
En Herrera, Bernal y Corrales, Lenin. 2004. Midiendo el éxito de las acciones en las áreas protegidas de
Centroamérica: Evaluación y Monitoreo de la Integridad Ecológica. PROARCA/APM, Guatemala de la
Asunción, Guatemala. 44p.
conservación; son los elementos focales que representan y capturan la biodiversidad o
aspectos culturales que queremos conservar”15.

Dadas las particularidades de manejo en algunas de las áreas del Sistema de Parques
Nacionales y la experiencia que se ha ganado en los años que lleva el proceso de
implementación y concertación de los planes de manejo el concepto ha evolucionado
“más allá de su rol biológico o ecológico y se enmarca además en valoraciones sociales,
que permiten dar una integralidad al manejo de las áreas, para desde una visión
ecosistémica, pueda integrar tanto lo biofísico, como lo socioeconómico y además
procurar así contribuir a proteger la dinámica cultural, inclusive en algunos casos
llegando a incorporar elementos de la cultura material o inmaterial16”.

Parques Nacionales Naturales dentro de su modelo de planeación del manejo


involucra el término valores a los objetos de conservación, no solo desde la visión de
la valoración social de la biodiversidad sino también el interés de que el concepto
incluyera otras lógicas de conservación que no se sustentan en el conocimiento
científico, que no necesariamente dividen la naturaleza, por ejemplo en niveles de
biodiversidad, y que abogan más por una mirada integral sociedad-naturaleza y por
una visión de sujeto y no de objeto17.

En este contexto,18:

Los Valores Objeto de conservación para PNN son un


conjunto limitado de sistemas18, sus elementos y/o
relaciones, los cuales se identifican y emplean como
unidades de análisis para desarrollar y dar prioridad a
las estrategias de manejo; se encuentran enmarcados
en los objetivos de conservación y, a través de su
monitoreo y evaluación es posible analizar la
efectividad del manejo de las áreas protegidas.

15
Granizo, Tarsicio et al. 2006. Manual de Planificación para la Conservación de Áreas, PCA. Quito: TNC y
USAID.
16
Zambrano 2010 en UAESPNN, Ospina, M. 2011. Aportes a la construcción de lineamientos para la
reformulación de los Objetivos de conservación y Valores objeto de conservación. Grupo planeación y
manejo de áreas protegidas. Subdirección técnica. 5p.
17
Ídem 17.
18
El término sistemas puede relacionarse con ecosistemas como sistemas, esto es, en un conjunto de
elementos, componentes o unidades relacionadas entre sí. En donde cada uno de sus componentes
tanto bióticos como abióticos puede estar en diferentes estados o situaciones.
De igual manera los ecosistemas puede estar pasar a ser socioecosistemas que son aquellos que tienen
la presencia del ser humano que modifica las vías y procesos naturales de transformación de la materia
y energía con el propósito de llevar al ecosistema a un estado deseado.
Es así como los Valores Objeto de Conservación son homologables a las prioridades
integrales de conservación para las áreas con traslape, sin perder de vista que deben
poder integrarse y sumar en los ejercicios de análisis de sistema, son cruciales en la
definición de los elementos de gestión que permiten la definición de estrategias
integrales de manejo, que conllevan a alcanzar los objetivos de conservación
dispuestos.

3.2 CONTEXTO GENERAL EN EL MARCO DE LA PLANEACIÓN DEL MANEJO

Figura 1. Modelo De Planeación Del Manejo SPNN

Adaptado de: Ospina & Pardo, 2002; Unidad de Parques Nacionales, 2002, en:
Aspectos conceptuales de la planeación del manejo en Parques Nacionales Naturales.
Colección Planeación del Manejo de los Parques Nacionales Naturales, 2005.

Acorde con el modelo de planeación del manejo del SPNN los Valores Objeto de
conservación se encuentran inmersos dentro de los Objetivos de conservación de un
área protegida. Por lo que su monitoreo19 y evaluación debe permitir establecer las
amenazas y presiones que les generan riesgo y que pueden afectar el cumplimiento de
los objetivos de conservación.

La implementación de los programas de monitoreo de los VOC permite determinar su


estado y facilitar la obtención de información pertinente y oportuna para verificar la
gestión estratégica necesaria. Así mismo permite identificar el nivel de amenaza y
vulnerabilidad de los valores objeto de conservación, al tiempo que se determina el
nivel de riesgo que corren. Este análisis de riesgo retroalimenta los objetivos y metas de

19
Monitoreo es el estudio del estado de los Valores Objeto de Conservación del área protegida o de los
factores que los afectan, a través de una serie de mediciones tomadas en el tiempo, de uno o más
elementos particulares, llamados variables, bajo el propósito de orientar y verificar el éxito de las
acciones de manejo. Tomado de: Estrategia Nacional de Monitoreo del Sistema de Parques Nacionales
Naturales.
las estrategias de manejo las cuales tienen como misión de favorecer las posibilidades u
oportunidades de éxito de la conservación de estos valores objeto20.

En este marco, Parrish et al. 2003, considera que un valor objeto de conservación se
considera “conservado” cuando todos sus atributos ecológicos críticos se mantienen
dentro de cierto rango de variación en el tiempo y el espacio o cuando son devueltos a
esta condición.

3.3 PROCEDIMIENTO PARA SU FORMULACIÓN O REFORMULACIÓN

3.3.1 Elementos conceptuales

Los Valores Objeto de conservación, son un conjunto limitado de sistemas, elementos


y/o relaciones, en este contexto, los VOC pueden ir orientados a especies,
comunidades y los sistemas ecológicos21 que conforman, así como los procesos o
relaciones que mantienen. Pueden clasificarse con base en su escala y patrón de
distribución espacial así22:

1. Escala local

Corresponde a comunidades y sistemas ecológicos que son de tamaño reducido


y están bien definidos (p. ej. Pantanos, humedales, riscos) y ocurren como
resultado de factores físicos y regímenes ambientales específicos como
(filtraciones de agua y salientes rocosas). Las especies de escala local son
aquéllas cuyo movimiento y dispersión son limitados y su distribución está
restringida a una sola comunidad o sistema ecológico o que necesitan hábitats
muy específicos. Muchas especies raras pertenecen a esta categoría,
principalmente invertebrados y plantas.

2. Escala intermedia

Las comunidades y sistemas ecológicos están definidos por factores físicos y


regímenes ambientales únicos y son mayores que los de parche pequeño.
Algunas comunidades y sistemas ecológicos de parche grande, tales como las
marismas costeras, son relativamente uniformes en estructura y composición y
están definidos por factores físicos estables (p.ej., posición topográfica baja y
mareas predecibles). Otros, tales como los mosaicos ribereños, se definen por
regímenes dinámicos de disturbio (p.ej., inundación por ríos y transporte de

20
UAESPNN, Florez, et. al. 2011. Estrategia Nacional de Monitoreo del Sistema de Parques Nacionales
Naturales. Grupo Planeación y Manejo de Áreas Protegidas. Subdirección técnica.

21
Los sistemas ecológicos son agrupaciones o complejos dinámicos de comunidades vegetales y/o
animales que coexisten en el paisaje, están ligados mediante procesos ecológicos similares (Ej. Fuego,
hidrología), rasgos ambientales subyacentes (Ej. Suelos, geología) o gradientes ambientales (Ej. Altitud);
y forman una unidad robusta, cohesiva y distinta. Tomado de: Poiani, K y Richter, B. Paisajes funcionales
y la conservación de la biodiversidad. The Nature Conservancy TNC. 12p.
22
Tomado y modificado de Poiani, K y Richter, B. Paisajes funcionales y la conservación de la
biodiversidad. The Nature Conservancy TNC. 12p.
arena o grava). Estos últimos son tipos más variables en su estructura y
composición interna y con frecuencia están constituidos por diferentes clases de
parches que se desplazan y reacomodan a través del tiempo y el espacio. Las
especies de escala intermedia terrestres son aquéllas que dependen de un sólo
parche de varios tipos de hábitats distintos. Los anfibios que utilizan hábitats
de humedales y tierras altas son ejemplos de tales especies.

Figura 1. Tomado de: Poiani, K y Richter, B. Paisajes funcionales y la conservación de la


biodiversidad. The Nature Conservancy TNC.

3. Escala gruesa

Las comunidades y sistemas ecológicos de matriz terrestres constituyen el hábitat


dominante o históricamente dominante entre los parches. Están definidas por
gradientes físicos dispersos a lo largo de áreas extensas, tales como altitud,
precipitación y temperatura. Las especies de escala gruesa terrestres son aquéllas que
requieren de áreas extensas para poder tener acceso a los tipos y cantidad de
hábitat que necesitan. El área requerida por las poblaciones de especies terrestres
de escala gruesa y comunidades

4. Escala regional
Tanto las especies acuáticas como las terrestres en la categoría de especies de escala
regional dependen de vastas regiones e incluyen animales migratorios y predadores
de nivel superior (p.ej., oso), aves migratorias, murciélagos, insectos y peces que
migran a través de largas distancias

Parques Nacionales Naturales ha adoptado el enfoque del uso de VOC de filtro grueso
y de filtro fino, el cual plantea la conservación de comunidades, sistemas ecológicos y
paisajes que representen la biodiversidad del área en cuanto a riqueza, cantidad y
extensión, permitiendo la conservación en su interior de pequeñas comunidades
naturales (filtro fino) o elementos de biodiversidad del área protegida con
características ecológicas únicas, como algunas especies en peligro crítico de extinción,
las locales o aquellas de amplio rango, sin embargo en muchas ocasiones es difícil su
identificación por la falta de información.

Filtro grueso Filtro fino

VOC
VOC
VOC VOC

VOC
VOC

VOC - representativos VOC - singulares


Ecosistemas - comunidades Especies - asociaciones

Figura 2. Filtro grueso y fino para selección VOC para medir integridad ecológica,
tomado de la guía para la formulación del programa de monitoreo del Manual de
Monitoreo de Parques Nacionales Naturales.

La metodología para de Planificación para la conservación de Áreas, en América Latina


y en otras partes del mundo desarrollada por TNC plantea:

Que las especies que pueden ser seleccionadas como VOC pueden ser:

Especies en peligro de extinción o amenazadas, categorizadas por la UICN


como: CR (en peligro crítico), EN (en peligro), VU (vulnerables) y NT (casi
amenazadas).
Especies en riesgo porque sus poblaciones están declinando.
“Especies sombrilla” (Groves 2003), su conservación tiene efecto sobre otras
especies asociadas, poseen rangos de distribución amplios, viven en hábitats
heterogéneos y son vulnerables a actividades humanas.
Especies endémicas, que poseen una distribución muy local.
Especies “bandera”, simbólicas para la conservación que cuentan con apoyo
político y social para su conservación, siempre y cuando tengan validez
ecológica importante.
Especies “clave” son las que tienen un gran impacto en una comunidad o en un
ecosistema; suelen ser más evidentes en los ambientes marinos, como los
corales, que forman arrecifes. Algunas son consideradas “constructoras del
ecosistema”.
De igual manera se pueden incluir agrupaciones de especies significativas como las
pavas de monte “Los cracidos” y “las aves costeras migratorias”; y en cuanto a las
comunidades naturales se plantea la identificación de ciertos humedales que, por sus
características ecológicas, merecen ser tratados fuera del filtro grueso que los contiene;
las formaciones vegetales raras, en general basadas en la vegetación. A escala marina y
acuática, se han descrito comunidades animales (la comunidad de peces, por ejemplo)
o han nombrado una comunidad por la especie animal dominante (un “garzal” o
comunidad de garzas en humedales o pastizales).

Para el caso de los sistemas ecológicos, puede trabajarse con zonas de vida, ecosistemas
o socioecosistemas.

También hace referencia a que en muchas áreas protegidas la protección del


patrimonio cultural es tan crucial como la de la biodiversidad, Por lo tanto, los objetos
culturales que pueden ser materiales, como sitios o restos arqueológicos, o
inmateriales, como el conocimiento etnobotánico, la tradición oral, la memoria
histórica, las prácticas y la cosmovisión pueden agruparse en:

Región cultural o conjunto de áreas culturales con características comunes


asociadas por la conectividad, continuidad o coherencia histórico-cultural, por
ejemplo, la ruta libertadora (PNN Pisba).

Área cultural o conjunto de zonas ligadas por características históricas,


etnológicas o estilísticas.

Zona cultural o conjunto de sitios vinculados a eventos, ocupaciones o


actividades histórico-culturales, por ejemplo la zona arqueológica de Teyuna
(PNN SNSM).

Sitio cultural, es la ubicación de un evento significativo, lugar ceremonial, una


ocupación o actividad prehistórica o histórica, una estructura que posee valor
histórico, cultural o arqueológico, asentamientos humanos de diferentes
tamaños: ciudades, poblados, aldeas, sitios arqueológicos y prehistóricos,
cementerios, santuarios, entre otros, por ejemplo

Valores inmateriales, son los que se asocian a algún área o paisaje específico.
Pueden ser espirituales, identitarios, artísticos, estéticos, educativos, y
terapéuticos (modificado a partir de Harmon y Putney 2003).

Conocimiento local y prácticas sobre la naturaleza, son todos aquellos


conocimientos y prácticas que la sociedad desea conservar como parte de su
patrimonio cultural y natural, especialmente cuando son los instrumentos de
una coexistencia sostenible en la relación con la naturaleza, abarcan prácticas
agrícolas, médicas y la elaboración de artesanías.

Instituciones sociales, son las formas de organización social sobre las cuales se
construye el manejo y la conservación de objetos naturales y culturales.

Espiritualidad, son prácticas de muchas formas de espiritualidad


(cosmovisiones indígenas), otorgan un valor fundamental a la conservación de
la naturaleza. Muchas ceremonias o rituales se realizan al aire libre, en lugares
naturales como cimas de cerros o lagunas, cuevas o ríos.

Memoria colectiva, acontecimientos históricos y míticos forman parte del


acervo cultural de los pueblos y comunidades del mundo. Dichos
acontecimientos han ocurrido en sitios específicos que, a menudo, se
encuentran en las áreas protegidas.

Hábitos, tradiciones y costumbres. Esta amplia categoría abarca todas aquellas


prácticas culturales, no especificadas anteriormente, pero que tienen una
relación intrínseca con el área protegida o paisaje de conservación,
especialmente si están asociadas a objetos naturales de conservación. Abarca
idiomas, lenguaje y expresiones, tradición oral, mitología, música, canto, danza,
teatro, gastronomía, fiestas y juegos tradicionales.

3.3.1 Criterios para su selección

De acuerdo a las anteriores posibilidades para la identificación de VOC, y con el objeto


de no tener listas extensas de especies o ecosistemas que finalmente no orientan la
adecuada selección de estrategias de manejo que garanticen el cumplimiento de los
objetivos de conservación de un área protegida es importante realizar un proceso de
selección y priorización.

Esta tarea puede ser un poco compleja dadas las condiciones de país biodiverso,
pluriétnico y multicultural que nos caracteriza. Sin embrago, a continuación se
presentan algunos criterios tomados y de Zambrano. 2010, que pueden servir para
limitar la cantidad de posibilidades que se tendrían:

1. Integralidad: Que tenga en cuenta los valores que tienen una visión integral, es
decir que interrelaciona o articula de manera coherente los diferentes aspectos
culturales con las prioridades de conservación y los servicios ambientales23.

Las áreas protegidas han identificado valores objeto de conservación que priorizan la
base natural desde la visión occidental de la conservación. No obstante, cabe resaltar
que en los territorios de comunidades étnicas y locales donde se superponen las áreas
protegidas, las comunidades han identificado, desde su experiencia y ordenamiento
ancestral, prioridades territoriales que pueden interpretarse como estrategias de
conservación.

A partir de su concepción sobre la “base natural”, su visión integral permite articular


de manera coherente la importancia de los procesos ecológicos con los servicios
ambientales que son la base de la existencia de su cultura y regulación social para que
el equilibrio entre las relaciones de la sociedad y la naturaleza permitan la existencia
del territorio identitario.

Por tal motivo es importante destacar aquellos VOC que las comunidades han
identificado prioritarias en su territorio y abarcan tanto el área del PNN como fuera de
él, y constituyen la integralidad del territorio simbólico de estos grupos diferenciales,

23
Área de participación social y Dirección territorial Amazonía. 2011. Aportes para la propuesta de
criterios para determinar VOC.
como, quizás, los corredores ecológicos que sobrepasan el concepto de frontera y
límite, tan trabajado en el SPNN. De esta manera, la retroalimentación no sólo se limita
al área y a la identificación de objetos de conservación, sino que se amplía al área de
influencia del PNN, con una mirada integral de los VOC articulados a los tres objetivos
de conservación.

2. Representatividad: Que asocie aquellos elementos de biodiversidad, que en


cuanto a cuanto a riqueza, cantidad y extensión están mejor representados en el
área protegida sin dejar de lado las características de los procesos culturales a
los cuales se encuentran asociados.

Las áreas protegidas, tienen como uno de sus propósitos garantizar la permanencia y
funcionalidad de la mayor cantidad de elementos de biodiversidad. Por lo tanto,
incluir paisajes, ecosistemas, comunidades o poblaciones de especies ampliamente
distribuidas, determina la posibilidad de garantizar que permanezcan en forma
dinámica para estos niveles, atributos ecológicos básicos, como configuración
espacial, contexto paisajístico, conectividad y estructura ecológica, entre otros. Así
mismo garantiza, en parte, varios de los procesos ecológicos funcionales.

Además de ello, se entiende que la protección de sistemas a este nivel de


biodiversidad, necesariamente recoge otros niveles como especies y poblaciones y en
gran parte de las situaciones, está asociada esta protección a la base natural que
permite servicios ecosistémicos y beneficios ambientales estratégicos como la
regulación climática, el abastecimiento de agua o alimento, así como a las
características culturales que se pueden encontrar en el área o en la región en la que
eta ubicada.

En este contexto es relevante trabajar la relación filtro grueso – filtro fino,


seleccionando inicialmente las grandes unidades y posteriormente evaluando las
comunidades y especies que no se reflejan adecuadamente en el filtro grueso.

3. Riesgo de Extinción: Que se incluyan niveles de biodiversidad consideradas en


alguna categoría de riesgo o amenaza o que están catalogadas en esta condición
a partir de un análisis regional o local.

La implementación de estrategias de manejo en un área protegida busca mantener o


aumentar la integridad ecológica del área dando manejo a las presiones y amenazas
que pueden generar condiciones de riesgo para los VOC.

En este contexto, la protección de especies o ecosistemas implica medidas para evitar


el deterioro de sus componentes o la mitigación o reducción de amenazas directas a
estos. Por lo que es importante la selección de objetos de conservación que tengan
mayor grado de amenazas y presiones y que por lo tanto se esté poniendo en riesgo
su supervivencia. Es así como incluir especies o ecosistemas en riesgo de extinción
contribuye directamente a lograr metas globales o nacionales de conservación que
tienen que ver con la protección de ecosistemas vulnerables, hábitats, poblaciones o
meta-poblaciones de especies que aparecen en los listados de riesgo de extinción,
utilizados como referencia técnica (UICN) o como mecanismo legalmente vinculante
(Apéndices CITES).
4. Irremplazabilidad: Que se consideren niveles de la biodiversidad únicos o poco
comunes y remanentes, donde la dinámica ecológica de sus componentes, no
dependa únicamente de los procesos del nivel de biodiversidad mejor
representado en el área protegida

Este criterio posibilita que muestras únicas o singulares de ecosistemas, comunidades


o poblaciones de especies con distribución restringida, se logren integrar como parte
del manejo de un área protegida, permitiendo mayor efectividad al contemplar no
solamente los niveles más representados, sino también aquellos que denotan
características ecológicas específicas en cuanto a tamaño, distribución, estructura
demográfica y dinámica poblacional.

Corresponde por lo general a poblaciones de especies, pero sin duda contemplan


también ecosistemas o comunidades singulares, irremplazables por su valor dentro
de las interacciones ecológicas, determinantes para la permanencia, temporal y
espacial, de otros componentes de la biodiversidad presente en un área protegida.
Se asocia este criterio y los objetos resultantes identificados, muy estrechamente con
elementos naturales que tienen una alta valoración cultural y que se constituyen por
ejemplo en sitios sagrados para el desarrollo de prácticas culturales. En esta medida,
la condición de irremplazabilidad, puede estar mediada por un valor social o cultural
singular.

5. Complementariedad: Que incluya las diferentes perspectivas sobre las


prioridades de conservación del territorio, de las comunidades étnicas y locales
y los equipos de los PNN, integrando de manera coherente los aportes
comunitarios en cuanto a prioridades, concepciones y metodologías.

El cumplimiento de la misión institucional será más efectiva si la visión de los equipos


de los PNN y del SPNN se complementa y retroalimenta con la visión de las
comunidades locales allí asentadas o que hacen uso de los recursos naturales de
manera regular y permanente.

Cada uno cuenta con un enfoque, una mirada y una interpretación de la realidad que,
en su trabajo individual deja por fuera aspectos que pueden ser de gran riqueza para la
definición de los valores objeto de conservación, la identificación de nuevas estrategias
de conservación que innoven en metodologías, en el conocimiento técnico, en
concepciones y percepciones de la “base natural” y del territorio, y permitan el
cumplimiento de los objetivos misionales.

La articulación de percepciones, el conocimiento mutuo de las diferentes formas de


concebir la “base natural” permitirán, además, enriquecer los procesos de
gobernabilidad y gobernanza tanto en el ámbito nacional, regional como local en el
territorio común. La complementariedad es un criterio fundamental ya que a partir de
esa visión integral aportará en gran medida en la construcción de legitimidad en cada
una de las áreas y del sistema.

3.3.1 Recomendaciones para su selección


Es importante identificar que VOC apuntan al mantenimiento de sistemas
regionales o nacionales, que permita identificar el aporte en la gestión del AP
a los objetivos del Sistema al que pertenece y a los objetivos de país.

Es importante tener en cuenta el criterio de oportunidad en aquellos objetos


que pueden permitir un mejor manejo del área si se empieza a hacer gestión
alrededor de ellos por ejemplo para la formulación de alternativas
productivas sostenibles, investigación intercultural, turismo sostenible, etc.

La selección de un VOC debe ser adecuadamente justificada.

La agrupación de VOC relacionados entre sí puede ayudar a enfocar la


mirada en los que se encuentran más amenazados o son más representativos.

La selección de VOC ha de estar acorde a la escala de trabajo, es decir, si se


selecciona una especie de amplio rango en un área protegida de tamaño
reducido no es posible que el área garantice por si sola una población
ecológicamente saludable.

Enfocar objetos culturales de conservación muy amenazados y vulnerables


ayudará a identificar las más importantes causas de su deterioro, y a definir
estrategias para su conservación.

Es complejo poder asociar y desarrollar gestión, teniendo como referencia un


objeto de conservación sobre el cual poco se conoce, no obstante este tipo de
situaciones es un reto específico para un propósito fundamental que tienen las
áreas protegidas, en torno a ser una estrategia para mejorar y aumentar el
conocimiento sobre la naturaleza y sus valores asociados.
4. BIBLIOGRAFIA

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PCA. Quito: TNC y USAID.

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PROARCA/APM, Guatemala de la Asunción, Guatemala. 44p.

Decreto 2372 de 2010 por el cual se reglamenta el Decreto Ley 2811 de 1974, la Ley 99
de 1993, la Ley 165 de 1994 y el Decreto Ley 216 de 2003, en relación con el Sistema
Nacional de Áreas Protegidas, las categorías de manejo que lo conforman y se dictan
otras disposiciones.

Decreto 2811 de 1974 por el cual se dicta el Código Nacional de Recursos Naturales
Renovables y de Protección al Medio Ambiente.

Poiani, K y Richter, B. Paisajes funcionales y la conservación de la biodiversidad. The


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Nacionales Naturales. Colección Planeación del Manejo de los Parques Nacionales
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áreas protegidas traslapadas con territorios indígenas en la Amazonía Colombiana.
Dirección Territorial Amazonia. Bogotá.

Avances En Los Procesos Institucionales de La Unidad De Parques Nacionales


Naturales de Colombia Para el Desarrollo de Acciones de Coordinación de la Función
Pública de la Conservación de las Áreas Protegidas con Pueblos Indígenas Área de
Participación Social de la Unidad de Parques Nacionales Naturales, 2011.

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