Relato de Los Hechos - MP
Relato de Los Hechos - MP
Relato de Los Hechos - MP
En relación con los hechos manifiesto que mi nombre es Raquel Castillo Padilla,
identificada con DNI Nº 28543769 tengo 35 años de edad, DE PROFESION Abogada,
trabajo en el PODER JUDICIAL DE CANCHIS, en el egundo JUZGADO DE
ESPECIALIZADO EN LO CIVIL Y FAMILIA, teniendo el cargo de ASISITENTE. Yo me
casé con Alejandro Campos Rodríguez hace 10 años. Cuando nos casamos
estábamos muy enamorados, a partir que cumplimos dos años de casados Alejandro
se volvió una persona violenta, al principio fueron insultos, frecuentemente me
insultaba de cualquier cosa, todo le molestaba y me hacía sentir como una tonta, como
una mujer que no valía nada. Cualquier discusión terminaba con una bofetada o
terribles gritos. Yo negaba o minimizaba que estuviese en un grave problema porque
en ese entonces nunca me golpeó al grado de tener que ir al hospital. Cuando
cumplimos tres años de casados y estábamos buscando tener hijos, los médicos
determinaron que no puedo tener hijos, eso me produjo una gran frustración y tristeza.
Eso también fue causa de mis problemas con Alejandro, porque él se frustró mucho.
Esto ha sido tema de reproches, burlas, sarcasmos e insultos durante los últimos
años. Siempre me ha echado en cara que “no soy una mujer fértil”, que fue un error
casarse conmigo y que nunca lo haría feliz. Es difícil explicar el daño que me hizo con
sus palabras, su abandono y el poco respeto a mi persona. Él era contador y desde
que nos casamos yo empecé a ganar mucho más dinero que él, lo apoyaba en
muchas cosas y de mí dependían la mayoría de los gastos del hogar. Él, cada vez
aportaba menos y en varias ocasiones me pidió dinero para hacer supuestos cursos
de especialización. Una vez me di cuenta que eso era mentira y que lo usaba para
gastarlo con sus amigos o en otras cosas ¡No había hecho ningún curso! Me mentía
constantemente y me sacaba dinero para todo. Hace cuatro años, me encontraba de
vacaciones, y me dio una golpiza que terminé en el hospital de Sicuani ,
afortunadamente tuve el apoyo de mi amiga y vecina Cristal Fernández, por suerte
eran vacaciones. Cuando fui a urgencias dije que me había caído de una escalera y
preferí no hacer ninguna denuncia ni escándalos. Pero después de esto, él continuó
agrediéndome física y psicológicamente, nunca quise denunciarlo, ya que siempre
guardé la esperanza de que cambiara. En el trabajo, nunca he dicho nada, siempre me
ha parecido un ambiente muy competitivo además que siempre estamos saturados de
trabajo y no hay tiempo para ventilar asuntos personales. Solo le comenté una vez a la
magistrada Gabriela Enríquez Pons, mi jefa, a quien le tengo más o menos confianza,
que las cosas no estaban bien con mi marido, ella fue comprensiva porque falté a
trabajar tres días por causa de las agresiones que me hacía Alejandro, no fue un tema
de golpes, en esa ocasión estaba muy deprimida. Yo no quería decir nada en el
trabajo, creo que nadie entendería mi situación, menos siendo abogada, a mí me da
mucha vergüenza esto. Tampoco quise que se sepa mi situación en mi familia, mis
padres ya están viejos y viven en CUSCO, no quisiera causarles ninguna
preocupación. El día que pasó lo de Alejandro estaba yo muy mal. Esa mañana dejó
encendida la laptop y antes de salir al trabajo me di cuenta que había dejado abierto el
Facebook y vi que tenía unos mensajes con Janina Domínguez, esa chica de su
trabajo. Tenía un mensaje que decía algo así como: “Amor, soy el hombre más feliz
del mundo, me vas a hacer padre, eres el amor de mi vida. Te amo.” Me puse muy mal
pero me fui al trabajo, trataba de sacarme ese mensaje de la cabeza pero no podía,
estuve todo el día obsesionada con ello y sin saber qué hacer. Realmente estuve mal,
la pasé vomitando durante todo el día, no podía trabajar, volví a casa y comí sola por
la noche debido a que Alejandro no llegaba. Fue entonces cuando llegó que tuvimos
una discusión, todo empezó porque le dije que me había dado cuenta de todo, que
me estaba poniendo los cuernos y había embarazado a otra mujer. En respuesta a ello
me dijo “¡Qué te importa mi vida estúpida de mierda! Aquí el único problema eres tú y
más vale que te vayas enterando de cómo son las cosas, así que ve pensando a
donde te largas”. Yo me le abalancé llorando, él me dio dos bofetadas y me arrojó al
suelo, me di un golpe muy fuerte en la cadera, apenas podía levantarme. Él se fue a
la habitación y yo me fui a la cocina llorando. Ahí me quedé uno rato, no sé cuánto
tiempo, en lo que se me quitaba el dolor del golpazo. Luego él me alcanzó,
continuamos discutiendo y me dio otras bofetadas, después de eso, no recuerdo bien
lo que pasó, yo había agarrado un cuchillo en la cocina porque estaba muy asustada,
como que toda nuestra situación había estallado y tenía miedo que todo saliera de
control. Es lo que puedo recordar detalladamente, después de eso todo es confuso.
Estoy muy mal, nunca pensé que podría llegar a estas circunstancias.
ACTA DE ENTREVISTA A TESTIGO POR EL MINISTERIO
PÚBLICO
En relación con los hechos manifiesto lo siguiente:
Mi nombre es Janina Díaz Ley, IDENTIFICADA CON DNIº 25439823, tengo 30 años
de edad, soy contadora y soy soltera. Trabajo en el estudio contable “Harry & Potter”
hace 4 años. Conocí a Alejandro Campos Rodríguez hace 4 años cuando ingresé a
trabajar en este estudio. Frecuentemente salíamos todos los del trabajo a tomar una
cerveza los jueves a un bar cercano. Hace aproximadamente dos años y medio que
entre Alejandro y yo inició una relación, en un principio los dos nos negábamos
a que había algo pero fue inevitable, por la convivencia en el trabajo, no continuar
con lo que pasaba entre nosotros. Yo vi un par de veces a su esposa Raquel, en
alguna ocasión ella fue al despacho y también me acuerdo que fue a alguna de las
reuniones. Cuando empezamos, él me decía que pensaba en divorciarse pues con su
mujer tenía una pésima relación, no tenían mucha comunicación ni entendimiento
además que no podía tener hijos y eso había afectado seriamente su matrimonio, que
ella se había hundido primero en una depresión y después se volvió muy obsesiva y
celosa obsesiva con él.
Él se quejaba de que ella era muy controladora, que estaba loca. Que todo el tiempo
lo estaba controlando, sobre lo que hacía o dejaba de hacer. De hecho en la
oficina se llegaron a hacer bromas sobre ella, le decían “la CSI” porque parecía que
todo el tiempo estaba investigándolo. Algunas veces llegó de “sorpresa” a la oficina.
Pero Alejandro se ponía muy mal con eso porque sabía que era nada más para
controlar. Yo recuerdo que en varias ocasiones lo llamaba al celular hasta 10 veces
cuando estaba con él, por decirlo en un periodo de una o dos horas y no paraba de
enviarle mensajes por whatsapp o, incluso, estando en el trabajo, solo lo hacía para
controlarlo y pelearse, el se me quejaba que ella constantemente le revisaba todo: la
ropa, las cuentas del banco, el celular, la computadora. Que su vida era insoportable
porque parecía que vivía con una espía. Sé que tenían también problemas por
temas de dinero, ya que Alejandro me decía que siempre discutían por lo que
gastaban de sus salarios. En un principio yo no me sentía muy bien por estar con un
hombre casado pero Alejandro era un hombre muy especial, muy inteligente y guapo,
lleno de vitalidad y nos divertíamos siempre, tanto en el trabajo como las veces que
salíamos y todo lo que pasábamos juntos. Yo estaba totalmente enamorada de
Alejandro, en diciembre del año pasado me enteré que estaba embarazada,
obviamente no lo estábamos planeando, honestamente fue un descuido pero
cuando le dije la noticia, temí que fuera a dejarme, pero contrario a ello, Alejandro se
puso feliz, su mayor deseo en la vida era ser padre. Cuando le dije esto, él me dijo “va
a ser un niño y se va a llamar Leonel como el gran futbolista Leonel Messi.” A él le
encantaba el futbol y siempre preguntaba por “su futbolista campeón”. No le
importaba si ibamos a tener problemas en el trabajo o lo que fuera a pasar como
consecuencia de mi embarazo, nada pudo hacerlo más feliz que ser padre, desde que
supo la noticia, no había día que dejara de hablar de “nuestro Leo”, a mí me hacía
mucha gracia pues todavía ni sabíamos si iba a ser niña o niño. El último día
que vi a Alejandro fue el 20 de diciembre, teníamos mucho trabajo por el cierre de
año, yo me fui a casa a las ocho de la noche pues con el embarazo me da mucho
sueño, él me dijo que se quedaría hasta tarde para terminar unos informes. Nunca me
imaginé que esa noche iba a ser la última vez que estuviéramos juntos.
Al día de hoy, he recibido varias llamadas de Raquel Castillo maldiciendo a mi hijo,
insultándome y amenazándome de que pagaré muy caro el que rinda testimonio en su
contra por el homicidio de Alejandro Campos.
No sé que voy a hacer ahora que él no está, yo quería que mi hijo tuviera un padre y lo
que pasó es una desgracia. Creo que su mujer esta verdaderamente loca, es una
asesina y pido que se haga justicia.
Al respecto puedo decir que Raquel es una gran mujer y amiga me da mucha pena por lo que
está pasando y por lo que ha pasado. Yo tengo una gran amistad con ella, solíamos salir juntas
de compras, al cine y a pasear. Yo sé que su vida con Alejandro era terrible, Alejandro
constantemente la agredía verbalmente. Hace un mes tuve que acompañarla al hospital por
una golpiza que le dio. En esa ocasión tuvo que estar un par de días en reposo. Por suerte, ella
no tenía que trabajar. Después de esa vez, sé que la siguió golpeando y tratando mal, creo que
tenían todo un tema por el hecho que no podían tener hijos. Yo le dije varias veces que lo tenía
que denunciar y separarse de él. Eso no era vida por ningun motivo. El último mes había visto
poco a Raquel, no estaba muy al tanto de lo que pasaba con su vida pues yo he estado con
muchos proyectos a presentar este fin de año y creo que ella estaba también muy ocupada.
Por si las dudas, la vez de aquel episodio le tomé unas fotos de los golpes que le puso. Yo ya
veía que su relación se estaba poniendo muy mal. Le he entregado a la policía esas fotos por si
son de utilidad para este caso. Las tomé el día 18 de noviembre, cuando fue este episodio,
recuerdo perfectamente porque teníamos el puente del 20 de noviembre.
ACTA DE ENTREVISTA A TESTIGO POR EL MINISTERIO
PÚBLICO
En relación con los hechos manifiesto lo siguiente:
Ya había declarado sobre el día de los hechos pero hoy es navidad y siento un gran
remordimiento. Yo no quiero tener problemas ni con Dios ni con la autoridad. También me
dijo un ABOGADO que vive en el edificio de al lado que decir mentiras ante la autoridad es un
delito y pues la mera verdad es que yo soy una persona decente, sí pues soy borrachin pero
nunca he pasado por la cárcel en mi vida y no quisiera pasar mis últimos años bajo la sombra.
Eso sí que no.
Entonces lo que pasó ese día de lo del señor Alejandro sí es cierto, que estaba dormidote y
esas cosas pero por ahí de la madrugada empecé a escuchar unos gritos, primero escuché que
golpeaban muy fuerte la puerta de la señorita Cristal, lo escuché muy claro porque ella vive
justo arriba de mi cuarto, eran tan fuertes los golpes y luego escuché unos gritos que decían
“Cristal, Cristal, abreme la puerta por favor, habla a emergencias, luego ellas dos gritaban
“Don Tomás, Tomás venga por favor, gritaban por la escalera”. La verdad eran unos gritos
horribles y bien fuertes, estaba bien claro que se trataba de la señora Raquel y Cristal. Me
asusté mucho pero ni quise salir de mi cuarto, para no tener problemas. Yo ya venía viendo
que entre la señorita Raquel y el señor Alejandro las cosas estaban poniéndose muy
mal. Una vez discutieron muy fuere afuera de mi cuarto ella no lo bajaba de “idiota,
mantenido y huevón” “Ojalá te mueras pendejo”. Se nota que la señorita ya no estaba muy
enamorada de su esposo. Como le dije, el día que pasó todo ni salí de la habitación, yo me
hice el loco dormido. Más tarde escuché que llegaron las patrullas y ambulancias y supe que el
señor Alejandro estaba muerto. Esto es todo lo que sé y conozco de esos hechos