Querella Con Modificaciones
Querella Con Modificaciones
Querella Con Modificaciones
I. HECHOS:
Conozco a Enrique Bravo León desde que tengo 15 años, fuimos amigos en la
adolescencia y luego cada uno se casó con otras personas. Estuve casada con otro
hombre 26 años, con quien tuve a mis dos hijos y luego nos separamos.
Posterior a la separación con el padre de mis hijos, Enrique comenzó a buscarme
insistentemente y a invitarme a salir y a realizar viajes. Me enviaba flores y chocolates
y luego de un tiempo comenzamos a salir como pareja.
El año 2016 decidimos casarnos y yo me vine a Santiago a vivir con él. Al
principio todo iba bien, pero al tiempo comenzaron los insultos y las humillaciones.
Posteriormente comenzó la violencia de tipo económica. Él siempre me
manipulaba con la plata y no dejaba que yo manejara ni un peso, hasta los cigarros me
los compraba él, no me pasaba nada. Algunas veces tuve que juntar las cajetillas de
cigarros y venderlas para poder tener algo de efectivo para mí.
Antes de que mi mamá muriera, vendimos la casa quera herencia de mi padre,
yo me quede con 15 millones de pesos de esa venta. Como yo vivía en Temuco en ese
tiempo, le pasé un poder a Enrique para que recibiera el dinero. Nunca me lo pasó. Me
decía que me la iría traspasando de a poco en la medida en la que la fuera necesitando.
Finalmente, con ese dinero me compré un auto, en $ 4.000.000 y me operé de la
columna, $ 7.000.000 y algo. El me hizo pedir un crédito al Banco Estado por
$3.000.000 y había pedido otro préstamo en la Tesorería General de la República
donde el trabajaba…pero nunca supe que pasó con el resto. Y que pasó si la plata estaba
depositada en su cuenta corriente del Banco Estado ‽
Posteriormente, y durante el tiempo de la pandemia, la caja de cambios del auto
falló, así que lo vendí y me compré un auto del año 2001 . En ese periodo Enrique
comenzó a recibir su jubilación, así que me propuso que vendiéramos ese auto y él con
su desahucio me pondría la diferencia para uno más nuevo. Lo vendí, le pasé el dinero
pero Enrique nunca me la devolvió argumentando que él había gastado mucho dinero
en mí durante los años que habíamos estado juntos.
Además de lo antes mencionado, me ha hecho endeudarme en diferentes
oportunidades, y luego no me pasa el dinero comprometido para pagar dichas deudas.
Actualmente cuento con una deuda en el Banco Estado y otra en el Banco Condell,
deudas de las cuales él se ha desentendido y he quedado yo como morosa.
Po otro lado, Enrique tiene consumo problemático de alcohol, el cual ha ido en
aumento con el pasar de los años. Cuando nos casamos se tomaba un litro de vino diario
y se fumaba 3 cajetillas de cigarros diarias, ahora se toma unos tres litros de vino y fuma
hasta 4 cajetillas al día. El Siempre olía a alcohol y andaba tambaleándose. Además de
eso, él tiene problemas de incontinencia urinaria y fecal y no le importa, deja sus slips
con caca en todos lados, cuando hace pipi no le achunta a la taza y deja todo sucio,
además los sillones y la ropa de cama está toda quemada con cigarros, y son cosas que
yo he comprado para la casa.
Es todo muy asqueroso, en algún momento dejé de limpiarle, me fui de su pieza
y me cambié a otra, si uno entraba a ese lugar era un asco, olía a orina,caca , mugre y
sudoración. Los vecinos también lo han visto, ya que él se pasea en calzoncillos, sin ropa,
y se tambalea y se cae. Además de eso, Enrique siempre andaba enojado, así que
quebraba loza y pateaba las puertas constantemente.
Después de 4 meses de casados, ya no quería tener relaciones sexuales con él, y
prendía la tele al momento de tener que hacerlo para no decirle que no ya que él se
molestaba mucho. Miraba la tele hasta que el se aburriera ya nunca lograba acabar y yo
sentía como mi cuerpo se rigidizaba, no lubricaba, era horrible. Además, todo se hacía
a puertas abiertas y luz prendida, y no podía ponerme nunca un vestido porque él
andaba encima de mí todo el día, para él todo era sexo.
Cuando yo recién me fui a vivir a la casa con él, él tenía un afiche de una mujer
desnuda en su lado de la cama. Comencé a sentir asco, era demasiado sucio y falto de
respeto, así que me fui de la pieza.
Luego de todos estos años de convivir con Enrique, creo que él tiene rasgos de
psicópata sexual. Él me obligaba a ver videos pornográficos cuando teníamos
relaciones, y no le importaba lo que yo quisiera. Además, en los historiales de YouTube
tiene puras cosas sexuales como “mujeres desnudas” o “mujeres haciendo pipi”.
Adicionalmente, Enrique relataba constantemente sus encuentros sexuales con otras
mujeres y a la mujer que se le pasaba por delante la miraba y decía cosas como “Oye tu
comadre está bien buena, no me vendría mal”. Siempre que salíamos de la casa su tema
era comentar pechugas, trasero y vaginas, y se refería mucho a la separación entre las
piernas y a la vagina de las mujeres.
Recuerdo que el 15 de diciembre de 2017 me dijo “desnudémonos los dos y nos
mastúrbanos frente a frente” y “andemos desnudos, total nadie nos ve”. Como yo no
quise, me trato de obligar a que yo le tocara su pene, y me forzó a que yo se lo chupara.
En esa oportunidad me dieron arcadas y él se molestó mucho, me dijo “conchatumadre
ándate a la chucha”. Lo recuerdo muy bien ya que fue dos días antes de mi cumpleaños.
En esa oportunidad recuerdo sentirme violada, humillada y con mucho asco.
Desde el año 2016, cuando yo llegué a Santiago, lo primero que me dijo fue que
la puerta del baño no se cerraba. Al principio no me complicó porque él trabajaba y no
estaba siempre, pero cuando comenzó a trabajar desde la casa y luego jubiló empezó
mi calvario, ya que cada vez que cerraba la puerta del baño me decía “cuidado, no te
quejes después” en tono de amenaza.
Yo quería mi espacio privado y no podía tenerlo. Cada vez que yo le pedía
privacidad él me decía “cuidado, no seas atrevida”.
En todo este tiempo, además de aumentar su consumo de alcohol, comenzó cada
vez más a entrar al baño cuando yo estaba dentro y trataba de que tuviésemos
relaciones sexuales. Además, se paseaba por toda la casa mostrándome sus genitales y
diciéndome que le tocara su pene. Cuando me negaba comenzaban los insultos y las
humillaciones.
Recuerdo que cuando hablamos de cambiar el auto él me dijo “tú quieres un auto
y yo quiero sexo”.
El 16 de diciembre de 2021, que era el primer cumpleaños de mi madre fallecida,
me dijo que yo me había casado con él por plata y que yo no servía para nada, que tenía
la vagina grande y no la usaba y que no le daba en el gusto en nada. Me dijo que era una
concha de su madre y que me fuera a la chucha junto con otros improperios más.
Enrique tenía la costumbre de contarme sus relaciones sexuales con su primera
señora y me señaló que muchas veces tenían relaciones sexuales delante de sus hijos.
Yo le pedía que me respetara y no me contara esas cosas, pero lo seguía haciendo.
Siempre decía que sus compañeras de trabajo se le “ofrecían” y usaba siempre
un lenguaje muy sexual y vulgar. Hacía gestos tocándose los genitales y movimientos
eróticos.
Me obligaba a ver videos pornográficos en el celular para que yo me excitara. Me
preguntaba qué cosas hacía yo con mi primer marido y cuando le decía que nada me
volvía a tratar con garabatos y humillaciones.
El último tiempo el ya no se preocupaba ni de que hubiese comida, yo soy
diabética y solo pedía comida para él.
Cuando le pedía dinero, me preguntaba para que, y debía pasarle las boletas y
todo el vuelto.
Yo separé las piezas el año 2018, porque entre sus borracheras diarias, los malos
tratos, el acoso y la falta de limpieza personal tuve que comenzar a tomar
medicamentos para poder dormir.
Los manoseos eran frecuentes, de día y de noche, con o sin trago. Las relaciones
sexuales para mí eran muy dolorosas y eso a él no le importaba con tal de quedar
“satisfecho.”
Me obligaba a limpiar las heces de los muebles, el piso y la ropa. A pesar de su
problema de incontinencia, no usaba los pañales que le compraba y tampoco iba al
médico para tratar su problema.
Enrique todos los días quería tener relaciones sexuales conmigo, y cuando me
negaba, comenzaban las ofensas.
Cuando me negaba, me decía que yo no estaba cumpliendo con los deberes de
una esposa y que yo no tendría nada por parte de él, refiriéndose al dinero.
A pesar de su problema de incontinencia, no se cambiaba de ropa en días y no
hacía aseo en su dormitorio. Había heces en las cortinas, murallas, muebles y sabanas.
La casa estaba asquerosa, con olor a caca, transpiración y cigarros, y cuando
hacía calor el olor se volvía insoportable. El auto siempre estaba hediondo a orina y más
con los calores.
Enrique con el tiempo llegó a tomar 3 o 4 litros de vino diarios y a veces
compraba cerveza, pisco sour y mando sour, y se tomaba todo lo que había.
Actualmente, estoy con tratamiento psicológico y psiquiátrico, lo cual me ha
ayudado a tomar la decisión de denunciar esta situación.
Ya no puedo seguir viviendo con este hombre, que ha abusado de mi de forma
económica y sexual, además de un maltrato psicológico que me ha dejado con secuelas
en mi autoestima y depresión. Me siento abusada, humillada, estafada y violada.
Enrique es una persona muy agresiva que no es capaz de controlar sus impulsos
y solo gracias a mi actitud sumisa he evitado que me termine golpeando.
He tenido miedo a no tener ingresos para poder sobrevivir, ya que dependo
económicamente de Enrique, pero de todas formas decidí denunciar pues ya mi salud
física y mental no daba más.
Actualmente y luego de su salida por fin vivo en una casa que se puede respirar
aire limpio, un lugar agradable y libre de violencia. La prohibición de acercamiento me
ha ayudado a sentirme tranquila y poder continuar con este engorroso proceso de
denuncia.
He podido comer y dormir tranquila y me he podido dar cuenta del infierno en
el que estaba viviendo.
Suplico que se me resguarde con una orden de alejamiento, ya que tengo mucho
miedo de lo que esta persona pueda hacer cuando sepa de esta querella, pero he
decidido hacerlo porque de lo contrario seguirá la violencia.
Adjuntare a esta querella los correos electrónicos y mensajes que dan cuenta de
que él me sigue hostigando y humillando, y de levantarse la medida cautelar él volverá
de forma inmediata a la casa a violentarme probablemente más que antes.
Principio de ejecución:
Por último y en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 113 letra d) del
Código Procesal Penal, vengo en señalar como principio de ejecución del delito la
comuna de Ñuñoa, en el domicilio ubicado en Diagonal Oriente #5569, comuna de
Ñuñoa, Santiago.
II. DERECHO:
Agravantes:
A fin de aplicar una sanción ajustada a derecho, es necesario establecer que
concurren las siguientes circunstancias agravantes que modifican la responsabilidad
penal del querellado: