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Poesía Contra El Aislamiento

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Poesía

CONTRA EL
AISLAMIENTO

3
4
Revista Semestral
Antología Contra el aislamiento
mayo 2020
Antología poética de Hablar de Poesía (recopilada a partir de
los números 36-40 de Hablar de Poesía, ed. Audisea).
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Audisea, 2020.
319 pp.; 23 x 15 cm. - (Hablar de Poesía / Crotto, Alejandro;
González Capria, Eleonora; Lardies, Nahuel; Santana Goitia,
Eugenia; Kusminsky, Andrés; Busquet, Paz)
1. Poesía. 2. Antología de Poesía. AA. VV. Edición digital.

Edición: audisea
editora@audisea.com.ar
www.audisea.com.ar

Diseño: Lucas Brockenshire


Diseño de tapa: Sofía Ugarte
Arte de tapa e ilustraciones: Sofía Ugarte • sofiug@gmail.com

En la Argentina, Hablar de Poesía se consigue en las


librerías que le dan a la poesía un lugar destacado.

Para ponerse en contacto con la


dirección de la revista:
contacto@hablardepoesia.com.ar

http://hablardepoesia.com.ar/
https://www.facebook.com/hablar.depoesia.96/
https://www.instagram.com/hablarde_poesia/

Para la adquisición de ejemplares del número 1 al 16.


Grupo Editor Latinoamericano:
grupo.editor@yahoo.com.ar.

Para la adquisición de ejemplares del número 17 al


35. Alción Editora:
nuevaalcioneditorial@gmail.com

Para la adquisición de números a partir del número


36. Audisea Editora:
editora@audisea.com.ar

http://audisea.com.ar/
https://www.facebook.com/audisea/
ÍNDICE

PRESENCIAS 221 Ósip Mandelshtam:


99 Entrevista a Ted Hughes: “Guardá por siempre mi palabra,
Drue Heinz por su gusto a desventura y humo”
281 Fuerza: Los símiles de Homero Lucas Brockenshire
Daniel Lipara 265 Antonia Pozzi:
una cosa de nadie
ZONAS Macarena Balagué
39 “Cerdo Largo” – La interconexión y Gabriel Caldirola
de lo exótico, la muerte y lo fantástico
en la poesía de Elizabeth Bishop DENTRO DEL POEMA
Helen Vendler 25 Ancló una gran ballena…
83 Poesía mundo animal Pedro Mairal
Alejandro Crotto 111 El rinoceronte de Durero:
153 La poesía del renga Diarios
Alberto Silva Nahuel Lardies
245 Te dije que no ibas a
escapar del amor: POEMAS
Las elegías eróticas de 31 Serie ejercicios & otros poemas
Ovidio y Propercio Carlos Ríos
Andrés Kusminsky 63 La casa de Lázaro y otros
64 Stendhal: treinta y tres poemas
proposiciones del amor Paz Busquet
Manuel Alemián 123 Entre el placer y la obligación
311 Contra la sinceridad Miguel Ángel Petrecca
& Cinco poemas de Louise Glück 95 El corazón es un cazador
Eugenia Santana Goitia solitario
Sofía de la Vega
VERSIONES 175 Espero que esto quiera
11 W. G. Sebald: decir algo
Salir a caminar de noche Mario Montalbetti
Mariano Goicochea 187 Una casa celeste
71 Wallace Stevens: Lara Segade
La ficción suprema 195 Canadá
Hernan Bravo Varela Eleonora González Capria
131 Ocean Vuong: Algún día 239 La verdad de la herida
voy a amar a Ocean Vuong Elena Anníbali
Ezequiel Zaidenwerg
113 Emily Dickinson:
El arte de la paz
Ricardo H. Herrera
El aislamiento social obligatorio es el marco para la publicación
de esta nueva edición digital, que recopila artículos y poemas de
los últimos cinco números de Hablar de Poesía: el #36, el #37, el
#38, el #39 y el #40.

Quisimos, por un lado, sumarnos a la iniciativa de varias


editoriales y artistas y poner a circular parte de nuestros materiales
de manera gratuita. Pero, además, esta especie de antología es una
buena muestra de los intereses y la labor de nuestra revista. La
armamos siguiendo un procedimiento muy sencillo: cada miembro
del equipo seleccionó los poemas y textos que más le gustaron o
mayor impresión le causaron, y luego los ordenamos de manera
lúdica y particular, tratando de crear pequeños diálogos y afinidades.

Hablar de Poesía es una revista con historia. Nació en 1999 y


hasta la fecha ha publicado dos números por año (en http://
hablardepoesia-numeros.com.ar/ pueden consultar los índices y
algunos de los artículos). A lo largo de sus veinte años de vida tuvo
distintas etapas. La última comenzó en la segunda mitad del 2017,
con la publicación del número #36 en la editorial Audisea y la
inauguración del Portal Web (https://hablardepoesia.com.ar/) y
la presencia en redes sociales (Facebook, Instagram y Twitter).
Actualmente, el equipo de dirección está conformado por Alejandro
Crotto, Eleonora González Capria, Nahuel Lardies, Eugenia
Santana Goitia, Andrés Kusminsky y Paz Busquet.

Esperamos que la lectura sea una experiencia interesante y que


pueda, al menos, proporcionar algún alivio en medio de esta etapa
de encierro y distanciamiento social.

Quedemos en contacto para el futuro.

Hablar de Poesía
Salir a caminar de noche
W. G. Sebald

Nota y traducción de Mariano Goicochea1

Winifred Georg Sebald (1944–2001) o W. G. Sebald, como lo conocen


sus lectores, fue un escritor alemán nacido en Wertach, un pequeño
pueblo al pie de los Alpes. A principios de los 60 emigró a Inglaterra,
donde desarrolló su carrera académica y profesional hasta su muerte.
De ahí que su obra fuera primero difundida en el ámbito anglosajón.
Colaboraba obsesivamente con el proceso de traducción de sus libros, y
hasta agregaba notas en los márgenes a las ediciones inglesas que
regalaba a sus amigos.
 
Si bien Sebald es mundialmente reconocido como un original novelista,
autor de Los emigrados, Vértigo, Los anillos de Saturno y Austerlitz,
también escribió ensayos y poemas. De hecho, su primer libro es un poema
extenso intitulado Del Natural (1988). Dentro de su obra el interés
por lo visual es evidente: en sus libros encontramos constantemente
diferentes tipos de imágenes, en relaciones muchas veces problemáticas
con el texto escrito. A veces tienen un valor documental, e ilustran lo
que el texto dice, pero también pueden aparecer imágenes distantes y
misteriosas, casi autónomas, que desafían el espíritu de la letra. Fruto
de este interés, Sebald trabajó junto a su amigo, el pintor alemán Jan

1 Mariano Goicochea nació en Buenos Aires en 1976. Realizó estudios de Comu-


nicación Social y Filosofía.
11
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Peter Tripp, en un libro con litografías de miradas de escritores, pintores,


familiares y amigos de ambos2. El libro se público póstumamente, bajo
el título de Sin contar. En estos micropoemas, como Selbald los definió,
aparecen varios de sus temas y procedimientos usuales. La cita erudita
y levemente trastocada, que tanto desespera a traductores y editores, los
fogonazos de la memoria, el acto de ver y sus infinitas variaciones, las
inquietudes del sueño. Al final, bajo la atenta mirada del propio Sebald,
recibimos una enigmática escatología. A aquellos que seguramente no
estaremos entre los elegidos nos queda el consuelo de poder leer y mirar
estos poemas.

2 Las miradas que aparecen retratadas en la presente selección son las de: Ror Wolf;
Francis Bacon; Javier Marías; William Burroughs; Richard Hamilnton; Maurice
(Moritz); Rembrandt; La condesa de Haussonville (Rembrandt); Daniela Näger;
Robert Ryman; Jasper Johns; W. G. Sebald.

12
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Es como si
yo estuviera tendido
bajo un cielo
muy bajo y respirase
a través del ojo de una aguja

Es ist
als läge ich
unter einem niedrigen
Himmel und atmete
durch ein Nadelöhr

13
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

En la oscuridad
sobre la desembocadura
del río Somme las Pléyades
brillando
como en ninguna otra parte

In der Dunkelheit
über der Mundung
der Somme die Pleiaden
leuchtend
wie nirgendwo sonst

14
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Las manchas
rojas que se ven
en el
planeta
Júpiter
son huracanes
de
trescientos años
de antigüedad

Die roten
Flecken
auf dem
Planeten
Jupiter
sind drei
hundert
Jahre alte
Orkane

15
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Plinio dice
que el elefante es
inteligente y justo
venera a los astros
y adora al sol
y a la luna

Plinius sagt
der Elefant sei
klug und gerecht
verhere die Gestirne
und bete die Sonne an
und den Mond

16
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Veo
hombres pues
veo seres
como árboles
solo que
van de acá para allá

Ich sehe
Menschen den
ich sehe wesen
wie Bäume
nur dass
sie umhergehen

17
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Por favor mandame


de la región del Rin
el abrigo marrón
con el cual antes solía
salir a caminar de noche

Sende mir bitte


den brauen Mantel
aus den Rheingau
in welchem ich vormals
meine Nachtwandrungen machte

18
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Igual a un perro
dijo Cézanne
así debe el pintor
mirar
el ojo fijo y casi
apartando la mirada

Gleich einen Hund


sagt Cézanne
So soll der Maler
schauen das Auge
still und fast
abgewandt

19
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Al despertar
los párpados
aún entrecerrados
ella dijo que
soñó
con un tapiz
desgarrado

Beim Erwachen
die Lider noch
halb geschlossen
sagt sie sie habe
von einem zerfetzten
Teppich geträumt

20
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Hierba
azul
vista
a través de una fina
capa
de agua
congelada

Blaues
Gras
gesehen
durch eine dünne
Schicht
gefrorenen
Wassers

21
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Era un año
tan frío
que los campesinos
debían cosechar el cereal
envueltos en pieles

Es war ein Jahr


so kalt
dass die Bauern
im Pelz das Getriede
schneiden mubten

22
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Siete años
en el extranjero
y el gallo
no canta más

Sieben Jahre
In der Fremde
kräht der Hahn
nicht mehr

23
VERSIONES - G. W. SEBALD: SALIR A CAMINAR DE NOCHE

Al final
solo quedarán
tantos como
puedan sentarse
alrededor de un tambor

Zuletz
werden bloss soviel
uberbleiben als
herumsitzen können
um eine Trommel

24
Ancló una gran ballena…
por Pedro Mairal3

Hay poemas a los que uno vuelve una y otra vez, como si
fueran lugares. Yo vuelvo cada tanto a este poema del peruano
Antonio Cisneros (1942-2012):

ENTONCES EN LAS AGUAS DE CONCHÁN 


(VERANO 1978)
 
Entonces en las aguas de Conchán ancló una gran ballena.
Era azul cuando el cielo azulaba y negra con la niebla.
Y era azul.
Hay quien la vio venida desde el Norte (donde dicen que hay
muchas).
Hay quien la vio venida desde el Sur (donde hiela y habitan
los leones).
Otros dicen que solita brotó como los hongos o las hojas de
ruda.
Quienes esto repiten son las gentes de Villa El Salvador,
pobres entre los pobres. 

3 Pedro Mairal nació en Buenos Aires en 1970. Es poeta y narrador. Publicó, entre
otros títulos: Tigre como los pájaros (1996), Una noche con Sabrina Love (1998),
Hoy temprano (2001), Consumidor final (2003), Salvatierra (2008), El gran surubí
(2013) y Pornosonetos (2018).

25
DENTRO DEL POEMA - ANCLÓ UNA GRAN BALLENA

Creciendo todos tras las blancas colinas y en la arena: Gentes


como arenales en arenal. 
(Sólo saben del mar cuando está bravo y se huele en el
viento).
El viento que revuelve el lomo azul de la ballena muerta.
Islote de aluminio bajo el sol. 
La que vino del Norte y del Sur y solita brotó de las
corrientes.
La gran ballena muerta.
Las autoridades temen por las aguas: la peste azul entre las
playas de Conchán.
La gran ballena muerta.
(Las autoridades protegen la salud del veraneante). 
Muy pronto la ballena ha de podrirse como un higo maduro
en el verano. 
La peste es, por decir, 40 reses pudriéndose en el mar (o 200
ovejas o 1000 perros). 
Las autoridades no saben cómo huir de tanta carne muerta.
Los veraneantes se guardan de la peste que empieza en las
malaguas de la arena mojada.
En los arenales de Villa El Salvador las gentes no reposan.
Sabido es por los pobres de los pobres que atrás de las
colinas flota una isla de carne aún sin dueño.
Y llegado el crepúsculo –no del océano sino del arenal– se
afilan los mejores cuchillos de cocina y el hacha del
maestro carnicero. 
Así fueron armados los pocos nadadores de Villa El Salvador.
Y a medianoche luchaban con los pozos donde espuman las
olas.
La gran ballena flotaba hermosa aún entre los tumbos
helados. Hermosa todavía.

Sea su carne destinada a 10000 bocas. 


Sea techo su piel de 100 moradas.
Sea su aceite luz para las noches y todas las frituras del verano.

26
DENTRO DEL POEMA - ANCLÓ UNA GRAN BALLENA

Algunos datos de contexto: “Entonces en las aguas de Conchán”


es el último poema del libro Crónica del Niño Jesús de Chilca,
publicado en 1981. La floreciente comunidad de la salina de
Chilca, en Perú, tenía un acuerdo con otra comunidad de las
alturas en Huarochirí: sal a cambio de agua dulce en sus canales.
Pero un día una tempestad inunda la salina y el mar ya no se
retira. El acuerdo se corta, los canales se secan. La comunidad
intenta adaptarse, se muda, se traslada un poco tierra adentro,
levanta un caserío llamado Villa el Salvador. La crónica del
poemario de Cisneros habla de ese desplazamiento. De una
comunidad caída en desgracia: se secan sus jardines, se desdibuja
su identidad. Después llegarán a la zona, bajo el peso de la
modernidad urbanizadora, nuevos habitantes: los hoteles de
lujo que terminarán por lotear y ocupar la zona, reinventándola
como destino turístico. La playa estrella se llama Conchán.

El libro muestra a lo largo de su recorrido un coro de voces


quebradas y al final, en un último poema, aparece “Entonces
en las aguas de Conchán”. En ese contexto la palabra entonces
cobra sentido narrativo. Entonces en las aguas de Conchán ancló
una gran ballena. Ancló, dice, no dice quedó varada. Ancló como
si fuera una gran nave. El poema empieza con algo de canción,
de repetición: Era azul cuando el cielo azulaba y negra con la
niebla. Y era azul. El implacable ritmo anapéstico (tatatá tatatá
tatatáta) da cuenta de lo irrevocable, de lo ya sucedido. Está
ahí. No se sabe bien de dónde vino y hay distintas versiones.
Lo que es cierto es que la ballena se va a pudrir al sol. Están los
veraneantes, las autoridades, las gentes de Villa el Salvador. El
poema muestra primero la irrupción de algo extraño en una
comunidad, muestra los personajes, y plantea una intriga, un
conflicto. ¿Qué va a pasar con esa ballena, se va a pudrir al sol?
El poema nos atrapa desde el comienzo, con recursos líricos y

27
DENTRO DEL POEMA - ANCLÓ UNA GRAN BALLENA

recursos narrativos. Tiene algo de cuento, de cuento cantado,


abreviado, pulido por el mar hasta quedar en su estructura
esencial como un gran esqueleto blanco de ballena. Perdió todo
el relleno, la carne, quedó su arquitectura para que los lectores
imaginemos lo que falta. Crónica se llama el libro, es decir, el
relato de algo no ficticio, algo que sucedió y que el poeta intenta
rescatar en palabras. Poesía y crónica se cruzan en este poema.
Poesía y documental. Casi podemos imaginar un documental
hecho en base a este episodio, con imágenes de archivo. Un
cortometraje, o un cuento de unas diez páginas. Pero a Cisneros
le basta con un poema breve. 346 palabras.

Para las autoridades la ballena es carne muerta, un problema


para los veraneantes, peste, olor, podredumbre, que atentará
contra el turismo. (Las autoridades protegen la salud del veraneante,
es decir, no la de los pobladores). Para las gentes de Villa el
Salvador, en cambio, la ballena es carne sin dueño. Aparece ahí
la organización humana, las hormigas laboriosas que no reposan
y que tan bien muestra, por ejemplo, la fotografía de Sebastião
Salgado. Pero Cisneros no muestra acá el sometimiento brutal
del trabajo, sino un aire de revuelta clandestina y crepuscular.
Una oportunidad aprovechada. Y hay un cambio de escala. El
animal gigante, una isla de carne, el prodigio, el monstruo
venido de las profundidades, desde otra dimensión, ha recalado
en esas costas. Y los hombres mínimos, trabajan con sus hachas
y cuchillos sobre la ballena hermosa todavía, entre los pozos y
la espuma del agua helada.

“Entonces en la aguas de Conchán” propone, mediante cru-


ces líricos y sonoros, con sus endecasílabos y heptasílabos
disimulados en aparentes versos libres, una estampa con mucho
de realismo social y un soplo de realismo mágico. Todo dicho

28
DENTRO DEL POEMA - ANCLÓ UNA GRAN BALLENA

con emoción, fuerza y gracia. El yo del poeta se hace a un lado


para mostrar una especie de milagro. Porque el final, marcado
además gráficamente en el poema con la letra en bastardilla, es
una multiplicación de los panes, una oración, una expresión
de deseo: sea su carne... La ballena, manifestando la transformación
y la continuidad de la vida, se convertirá en alimentos, aceite,
luz, techos... Es la naturaleza y no el Estado la que por fin les
brinda algo a los pobres entres los pobres.

29
Serie ejercicios & otros poemas
Carlos Ríos4

EJERCICIO N° 23

Escriba un poema.
Bórrelo. Escríbalo
de nuevo. Bórrelo.
Escriba un poema.
Bórrelo. Escríbalo
de nuevo. Bórrelo.
Escriba un poema.
Bórrelo. Escríbalo
de nuevo. Bórrelo.
Escriba un poema.
Váyase. Escríbalo
de nuevo. Bórrelo.
Escriba un poema.
Váyase. De nuevo
bórrelo. Y váyase.
Escriba un poema.
Váyase. O Bórrelo.
Escríbalo de nuevo.
Váyase.

4 Carlos Ríos nació en Santa Teresita en 1967. Escribió libros de poesía y narrativa,
entre ellos Media romana (2001), La salud de W.R. (2005), La recepción de una forma
(2006), Nosotros no (2011) y Cucarachas (2017). Entre 2002 y 2009 vivió en México.

31
POEMAS - CARLOS RÍOS

EJERCICIO N° 134

Piense en el otoño.
Escriba un poema
donde haya hojas
secas del otoño
que provoquen
tristeza y deso-
lación. Piense
en este otoño
y en las hojas
secas y piense
la gran desola-
ción del poema
en el otoño don-
de caen las hojas
secas y desoladas.
Escriba el otoño del
poema seco de la de-
solación donde las ho-
jas provoquen tristeza.
Quédese triste dentro
del poema. Quédese
con una sensación
que podríamos lla-
mar “otoñal”. Qué-
dese en estado de
desolación y tome
fotos de las hojas
secas. Escriba el
poema. Póngale
un título, por ej.
“Otoño”. Léalo.
Y váyase.

32
POEMAS - CARLOS RÍOS

EJERCICIO N° 328

Piense en que no va a pasar nada con lo que escriba.


De nuevo piense que no va a pasar nada con lo que escriba
Por tercera vez piense que no va a pasar nada con lo que escriba.
Nada.
Nada de nada.
Nada de nada de nada.
Deprímase no más de media hora.
Después suelte una carcajada.
Ahora escriba un poema donde pase de todo.
Léalo.
Bórrelo.
Piense en cosas más importantes:
el país
el hambre
la mierda que nos gobierna
etcétera.
Despeje su mente.
A la media hora escriba otro poema donde pase de todo.
Léalo. Compruebe que en ese poema donde pasa de todo
en realidad no pasa nada como no pasa nada
con cualquier cosa que escriba.
Ahora desvístase.
Hable en tercera persona.
Hable en primera persona.
Hable de manera tácita.
Hable en otro idioma.
Regrese al comienzo del ejercicio
y compruebe en qué momento del desarrollo
algo salió mal. Si todo estuvo mal
pase al ejercicio siguiente.

33
POEMAS - CARLOS RÍOS

EJERCICIO N° 43

Desprecie a poetas cuyos apellidos terminen en UDA


por ej. Pablo Neruda o Luis Cernuda. Busque en sus poemas
una razón para el desprecio. Si no hay razones, invéntelas.
Busque cuántas palabras en sus poemas terminan en UDA
y exprópielas. Enójese. Escriba diez poemas en contra.
Tres poemas a favor. Dos poemas ni en contra
ni a favor. Siéntase mal por eso.
Después dese un duchazo de agua fría.
Regrese a su escritorio de trabajo.
Haga la operación inversa.
Pase del rechazo al amor incondicional.
Ame a poetas cuyos apellidos terminen en UDA
por ej. Pablo Neruda o Luis Cernuda. Busque en sus poemas
una razón para el amor. Si no hay razones, invéntelas.
Ahora mezcle los poemas de amor y de desprecio
hasta que ya no se distinga cuándo el poema desprecia
y cuándo el poema ama a Pablo Neruda y a Luis Cernuda.
Luego bórrelos. Escriba poemas a favor de Neruda
y en contra de Cernuda. Escriba poemas en contra
de Neruda y a favor de Cernuda. Si su apellido
termina en UDA, desestime este ejercicio.

34
POEMAS - CARLOS RÍOS

EL USUARIO SIEMPRE TOMA LAS DECISIONES


CORRECTAS

advertencia
< nunca pongas tu nombre de contraseña
o te irá mal, te desagregarán, agregarán estiércol
sobre la superficie de tu cuenta >
él hizo lo siguiente
puso
dfpvjdcdsonvndnj nvjfn v jdfo
y también
Если
Гавану[1]
окинуть мигом —
рай-страна,
страна что надо.
Под пальмой
на ножке
стоят фламинго.
que es el comienzo de un poema de v. m.
miró la pared
blanca (claro)
toda una vida
por delante
¿también suya?
copió la contraseña
para no olvidársela
imprimió mil copias
y se puso a repartirlas
en el centro
de la ciudad

35
POEMAS - CARLOS RÍOS

HABLA LA LIEBRE

Habla la liebre: soy con-


vertible soy invisible soy
la liebre de tu realidad mi-
rá como te escapo zum zic
trac shhh. Ahora duermo pe-
ro las lanzas están acá cerca:
soy liebre, sí, pero de zonza
ni un pelo y nunca duermo
porque hay mucha muer-
te en el país. Soy la in-
visibilidad y estoy en
crecimiento. Soy la
liebre que zumba
y te dice al oído, mal-
dito caracol, que las po-
sibilidades están a la vis-
ta: mirá, escuchá, poné
cara de lie-
bre y poné
play, shhh
(shhh).

36
POEMAS - CARLOS RÍOS

OTRA LIEBRE

Esa sí te la regalo,
envuelta en llamas.
Lo del crecimiento
se transformó en al-
go inesperado, ancla
en un mar de sequías.
No es romántico, aun-
que lo parezca. Es cata-
clismo y biología. Puros
límites, ya sin consignar.
Estaba, siempre, la obsti-
nación de esa enredadera
por hacer que todo fuera
el pálpito de una liebre
en una cabaña de
Skjolden o en la
casa de la herma-
na de Wittgenstein,
deslucidos gestos de
arquitectura y silencio
entre sombras. Querida
liebre: adiós.

37
POEMAS - CARLOS RÍOS

EJERCICIO N° 38

Sáquese la espina del pecho.


Escriba un poema. Coloque
la espina en el pecho. Escri-
ba un poema. Sáquese la es-
pina del pecho. Escriba otro
poema. Coloque el pecho
en otra espina. Sáquese
el pecho del poema.
Escriba
una es-
pina.
Sáque-
se el poe-
ma del pecho.
Coloque otra es-
pina en el poema.
Sáquese y escriba
un pecho. Escriba
una espina. Escriba
en su pecho la espina
del poema. Coloque el
pecho. Coloque la espina.
Sáquese el poema del pecho.
Espere afuera.

38
“Cerdo Largo” – La interconexión de lo
exótico, la muerte y lo fantástico en la
poesía de Elizabeth Bishop
Helen Vendler5
traducción de Eugenia Santana Gotia6

Cuando leí “En la sala de espera”7 por primera vez, reflexioné


mucho acerca de la representación que hace Bishop de un cadáver
masculino a punto de ser devorado por caníbales. En general,
se considera que el poema se centra en el descubrimiento de la
identidad femenina por parte de la poeta, puesto que subraya,
a lo largo del poema, la reticente conexión con su tía, con las
mujeres tribales de la National Geographic y sus horrendos pechos
colgantes, y con su nombre de mujer, “Elizabeth”. Pero,
objetivamente, la fotografía más repugnante que ve en la revista
la pequeña es la del ser humano a punto de ser cocinado, la carne
que los caníbales llaman, en forma reduccionista, “cerdo largo”.

5 Helén Vendler nació en 1933 en Boston. Es unánimemente considerada una de


las más importantes críticas de poesía en los Estados Unidos.
6 Eugenia Santana Gotia nació en Buenos Aires en 1990. Estudia Letras y se dedi-
ca a la poesía y a la traducción literaria.
7 Las traducciones de los títulos de poemas y los versos son de Juan V. Blanco.

39
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

Un hombre muerto colgado de un poste


–“cerdo largo” decía al pie de la foto.

Está claro que la pequeña Elizabeth se está concentrando en


los detalles más exóticos y sensacionalistas de la revista: destaca
los volcanes más que los arrozales, mujeres negras desnudas más
que mujeres vestidas o asiáticas, una comida basada en un “cerdo
largo” antes que una basada en un jabalí. El nexo entre estas
imágenes inquietantes y el yo poético es la apariencia relativamente
normal de Osa y Martin Johnson, exploradores blancos, en
medio de los paisajes tropicales. Aún así, la introducción del
“cerdo largo” y, al final del poema, “la guerra” (que no se
menciona antes) sugiere que Bishop tenía que incluir, incluso
en un poema acerca de, principalmente, la sexualidad y la
vulnerabilidad femenina, los hitos fundamentales de la crueldad
cultural: la caza y la ingesta del hombre por el hombre, y su
equivalente contemporáneo, la guerra moderna.

Pero la imagen del “cerdo largo” no es una mera instancia


de crueldad y muerte: es al mismo tiempo, y tal vez más
centralmente, una instancia de lo fantástico, o sea: una metáfora
que se señala a sí misma a través de su propia improbabilidad.
El “cerdo largo” introduce en el poema –no así la posterior
mención de la guerra– la inveterada fascinación de Bishop con
la diferencia cultural. En sus poemas, encontramos muchas
exhibiciones neutrales de esta fascinación –por ejemplo, los
zuecos hechos a mano, cada cual con una melodía distinta, en
“Asuntos de viaje”– pero lo que quiero señalar es cuán a menudo
lo fantástico se asocia, en Bishop, con lo enfermo o moribundo.
Otra forma de verlo es decir que los detalles que parecen más
innecesarios en sus poemas –como ese “cerdo largo”– a menudo
se encuentran al servicio de una compulsión que funde lo exó-

40
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

tico, lo fantásticamente imaginado y lo muerto, enfermo o


mutilado en un único objeto compuesto.

La instancia más salvaje de este compuesto ocurre en “Perra


rosa”, donde se imagina, de manera fantástica, a una perra bra-
sileña, llena de sarna y sin pelos, ataviada con un traje y una
máscara de carnaval:

No es que estés loca. Es un caso de sarna…


Ahora bien, lo más práctico y sensato
sería usar un disfraz de carnaval.
Esta noche no puedes darte el lujo de ser
una monstruosidad. Pero nadie ha de ver nunca
un perra con máscara esta época del año.

Así como la visión metafórica del cadáver humano como


“cerdo largo” lo aparta un grado de la realidad, también la perra
rosa se apartará un grado de la amenaza del asesinato disfrazándose
con trajes fantásticos. En cada caso, lo exótico lejano, lo
imaginativo fantástico, y lo muerto (o, en el caso de la perra,
la amenaza de la muerte) se elevan al mismo tiempo en una
única imagen. “En la sala de espera” esconde esa imagen
triplemente significativa (“cerdo largo”) en el medio del poema,
mientras que “Perra rosa” coloca la imagen de la perra con la
máscara en una posición culminante, al final.

Creo que Bishop se ve compelida, una y otra vez, a inventar


o adoptar imágenes como estas: lo exótico y lo fantástico por
separado, e incluso lo exótico y lo fantástico juntos, no bastaban
para expresar un compuesto de su sensibilidad. De alguna manera,
la muerte –y sus equivalentes en lo mutilado o lo espectral– tenía
que unirse a lo exótico y a lo fantástico para dar a este compuesto
una forma acabada.

41
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

En los primeros poemas de Bishop, descubrí que esta con-


vergencia triádica aparece representada como una gran ola capaz
de destruir una escena idílica. El poema acerca de la tentación
sexual “La ola”, de 1929, impide que la convergencia ocurra.
Le da espacio a lo exótico y a lo fantástico, pero rechaza la
amenaza de la autoaniquilación erótica, la “total inmersión” en
la ola inminente de la experiencia sexual. Al comienzo de “La
ola”, el exótico-erótico baudelairiano prepara el escenario: “¡Cuán
queda y cegadora es esta luz! / Hipnótica y dorada brilla la espuma”.
A medida que la ola, peligrosa e inminente, se acerca, encarna en
una serie de metáforas fantásticas: su “coraza” se eleva, es un “pá-
jaro radiante,” una “maravilla”. El mínimo gesto de reconocimiento
erótico por parte del yo poético hacia la otra parte del “nosotros”
del poema permitiría que la ola cayera sobre la tierra:

… un movimiento
de la mano,
un mínimo temblor
del corazón,
y caerá
y ya nada más podrá
a la tierra y el mar mantener separados.

Sin embargo, el gesto de aceptación no ocurre, y la ola retroce-


de, se vuelve sobre sí misma y se hunde en el mar: “Somos dema-
siado inocentes y astutos, / y nos reímos uno en los ojos del otro.”

Se permite que un ahogamiento subacuático acontezca en el


poema “La inundación”, de 1933, pero el ingrediente exótico,
como también cualquier tratamiento de la muerte, están ausentes.
Se da cuenta de la inundación como un fenómeno regional y
conocido, y el familiar pueblito de Nueva Inglaterra donde tiene

42
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

lugar solo se torna fantástico a través de la existencia subacuática


que sigue a la inundación:

Y lentos por las calles líquidas


los autos y tranvías, con sus ojos saltones,
brillantes y esmaltados como peces vivaces
flotan en la marea hacia sus casas.

En síntesis, en este poema Bishop doma la inundación, dando


lugar a lo fantástico pero a no a la aniquilación propiamente dicha.

Es recién en el torturado y barroco “Tres sonetos para los


ojos”, también escrito en 1933, que el compuesto triádico de
la muerte, lo exótico y lo fantástico se desarrolla por completo
por primera vez. Al comienzo, Bishop imagina las cuencas de
los ojos como recipientes en los que las ilusiones retroceden,
como cuando baja la marea, y luego vuelven a reponerse por
completo. Este universo de flujos y reflujos equilibrados se
destruye en el último de los tres sonetos. La locación exótica
del soneto final es un cementerio; los ojos están realmente
muertos; y lo fantástico se manifiesta en la imagen surrealista
de los ojos como máquinas orgánicas que prorrumpen desde
sus nidos de huesos hacia la anomalía y la desaparición:

Ya sea sobre ti o sobre los ojos del ángel de tu tumba,


me pararé y veré.

Y miraré perdida en esos nítidos nidos de hueso
donde los enrollados resortes pestañaron…

Aunque el compuesto de lo exótico, lo fantástico y la muerte


no ocurre, naturalmente, en todos los poemas de Bishop, aparece
lo suficiente como para destacarlo. En “El final de marzo” –para
citar una instancia posterior– el reino de lo exótico es el cielo,

43
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

habitado por un fantástico sol-león que ha descendido a dejar


sus majestuosas huellas en la playa antes de regresar al cielo.
Lo “muerto” en el poema es una maraña flotante de hilo blanco,
atisbado por Bishop y sus acompañantes en la bajamar, pero
transformado por la poeta en un espectro fantástico:

una blanca y espesa maraña, del tamaño de un hombre,


a flote, alzándose en cada ola, un fantasma empapado,
cayendo, empapado, dando su último aliento…
¿El hilo de un barrilete? Pero sin barrilete.

No es hasta al final de “El final de marzo” que la fantástica


masa inerte de hilo se reúne con el sol exótico, un sol-león “que
tal vez derribó un barrilete del cielo para jugar con él”. La
despreocupación hardyesca del destino celestial, entreteniéndose
con un barrilete pero luego “matándolo” junto con su cuerda, lleva
al poema a una resolución irónica.

Para Bishop, la cercanía de estos tres campos –lo exótico, lo


fantástico y lo mortal– parece encontrar una explicación, en
parte, en la extrañeza de la muerte misma, el destino más exótico.
Dado que es el país desconocido de cuyos confines jamás regresa
ningún viajero, genera las más intensas analogías fantásticas para
y alrededor de sí misma. En los poemas canónicos tempranos,
el compuesto se revela en el iceberg imaginario y exótico de
“nublosa roca” que “como la joyería de una tumba” sólo se adorna
a sí mismo; la conjunción también se vuelve evidente en la
apropiación de “Casabianca”, de Felicia Hemans, que lleva a cabo
Bishop. En manos de Bishop, el tableau “donde el pobre barco
en llamas se hundió” se convierte en un mosaico de representaciones
del amor, la muerte y la fusión fantástica de identidades:

Amor es el niño obstinado, y el barco,


y hasta los marineros que nadan.…
Y amor es el chico en llamas.
44
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

Así como el Nilo torna exótica la escena, Eros multiplicado


la torna fantástica; y el muchacho en llamas, como el bebé en
llamas de Southwell, unen la escena icónicamente a la muerte.

El compuesto puede verse, mitigado, en la comparación


fantástica –en “Cruzando el vado en Wellfleet”– entre las olas
de Cape Cod y las ruedas del carro asirio armadas con cuchillos.
No obstante, el mar “no ha puesto aún a funcionar” su potencia
destructiva, dirigida hacia los tobillos de quién camina por la
orilla, de modo que la muerte propiamente dicha, aunque
amenaza, se elude, como en “La ola”. De manera similar, en
“El caballero de Shalott” la destrucción imaginada del medio-
hombre fantástico –“si el espejo se desliza / él está complicado–
/ sólo una pierna, etc.”– se mantiene alejada, y su exótica
existencia en el país de los espejos continúa siendo viable. El
hombre-polilla, también, habitando sus exóticos reinos sub-
terráneos, conoce, pero no puede soportar confrontar, un deseo
genético y constante por el suicidio. En sus sueños, se precipita
dentro de un tren a través de túneles y:

No se anima a mirar por la ventana,


porque el tercer riel, el infranqueable torrente de veneno,
corre a su lado. Lo mira como a una enfermedad.
a la que él fuera propenso. Debe mantener
sus manos en los bolsillos, como otros llevar bufandas...

La comparación fantástica entre el tercer riel, inorgánico, y


una enfermedad heredada, orgánica, completa la tríada del
subsuelo exótico, la amenaza mortal y el fantástico hombre-polilla;
pero de nuevo, se evita lo peor ¿Qué haría el hombre-polilla con
sus manos si las sacara de los bolsillos? Tal vez no se suicidaría,
sino que cometería un asesinato. Un poema posterior, “Crusoe
en Inglaterra”, permite que las manos hagan el trabajo mortal,

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ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

en la realidad y en sueños. En la realidad, las manos de Crusoe


tiñen fantásticamente una cabra bebé de rojo, “tan solo para ver
/ algo un poco diferente. / Y luego su madre no lo reconocería”.
“Teñir” [to dye] se convierte en “morir” [to die] para la cabrita no
reconocida y por lo tanto no alimentada. En el sueño de Crusoe,
las manos hacen algo peor: “Soñaría con cosas / como cortar la
garganta de un bebé, confundiéndola / con la de un cabrito”.

Al insertar estas dos acciones fantásticas y mortíferas –una


en la realidad y otra en un sueño, ambas ausentes del original
de Defoe– dentro de la historia de Robinson Crusoe en su isla
exótica, Bishop concede a su compuesto tripartito plena actividad
creativa. En “Crusoe en Inglaterra” podemos ver cuánto tiempo
le lleva acercarse a la fascinante pero indecible escena de teñido
y asesinato, y decirla. Una demora semejante, seguida de un
pantallazo del compuesto, seguida del compuesto en su totalidad,
ocurre en “Más de 2.000 ilustraciones con su concordancia”.
En este poema, lo exótico sucede primero (“Las siete maravillas
del mundo… / un árabe acuchillado”), seguido rápidamente
de un gesto –no ornamentado por lo fantástico– hacia la muerte
(“La tumba el pozo, el sepulcro…”). Digo que estos objetos
realistas no están ornamentados por lo fantástico porque aún
están en el dominio del cliché de manual: todavía no han sido
internalizados en la imaginación de la poeta.

Mientras el poema se desplaza hacia México, encontramos


una formulación en pantalla del compuesto, en el que la palabra
muerto, después de emplearse en relación a un hombre, se
neutraliza al ser predicada sobre los volcanes:

En México el hombre muerto yacía


en una bóveda azul; y los volcanes muertos
resplandecían como lirios de Pascua.

46
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

Lo fantástico emerge a partir de la improbable comparación


de los volcanes con los lirios blancos, una imagen de resurrección
invocada para contrarrestar el perturbador cadáver en la bóveda.
Al fin, después de un nuevo aplazamiento plasmado en la digresión
acerca de los burdeles de lesbianas en Marruecos, el compuesto
entero de exótico-fantástico-mortal aparece, volviendo reales las
frívolas referencias turísticas a “La tumba, el pozo, el sepulcro”.
El hablante ve “lo que más me asustó”. Esto es una tumba, una
tumba “sagrada” situada, exóticamente, en el desierto, bajo un
dosel de piedra. Pero no es única –no es “La tumba”–, es una
entre tantas otras y no luce “especialmente sagrada”. Con lo
exótico y lo (decepcionantemente) sepulcral presentes, ya es
momento de que aparezca lo fantástico, y lo hace, con la
imprevisible comparación de la tumba, o sus inscripciones, con
–de todas las cosas– dientes de vaca amarillentos. Y la presencia
real de lo sepulcral (que nos recuerda a una de sus primeras
apariciones en “El monumento”. donde el monumento puede
contener, o no, “los huesos del príncipe-artista”) va más lejos al
transformarse en el sepulcro despojado: presuntamente, alguien
ha robado de la tumba el cuerpo del “pobre profeta pagano que
alguna vez allí yació”. Aquí, finalmente, encontramos la
coarticulación obligada de lo exótico, lo mortal y lo fantástico:

Un abierto abrevadero de arenoso mármol,


labrado, con una exhortación, amarillento
como dientes de ganado dispersos;
medio lleno de polvo, ni siquiera del polvo
del pobre profeta pagano que alguna vez allí yació.

¿Por qué este compuesto –una locación exótica, un cadáver,


un salto hacia lo fantástico– es tan frecuente en las excursiones
imaginativas de Bishop? Otra manera de formular esta cuestión
es preguntarnos ¿cuál es el contrario de este compelido compuesto

47
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

triádico, su antídoto, su exorcismo? Vendría a ser alguna cosa


no exótica, sino familiar, combinada con alguna otra cosa no
mortífera, sino llena de vida, expresada en una metáfora no
fantástica, sino natural. Vemos este antídoto en el tableau con
el que “Más de dos mil ilustraciones” llega a su nostálgico final:

¿Por qué no pudimos ver


esa Antigua Navidad mientras estuvimos ahí?
La oscuridad entornada, las piedras rompiéndose en la luz,
y la tranquila llama imperturbada,
sin color y sin chispas, alimentada por el heno,
y, cobijada en su interior, una familia con sus animales…

El santo sepulcro vacío es exorcizado por la poblada cueva


sagrada; la exótica Arabia es exorcizada por el familiar pueblito
cristiano de Belén; y la fantasía de muerte, con sus dientes de
vaca desperdigados, es exorcizada por la presencia reconfortante
del buey y el asno como animales domesticados. El exorcismo
de lo demoníaco es posible a partir de una forma especializada
de inspiración, representada –en una metáfora antigua y natural–
como luz y llama. La llama milagrosa –que es el sustituto de la
imagen del infante divino acostado sobre el heno, o del bebé
en llamas de Southwell– sale de las rocas, no tiene color ni
chispas, se alimenta del heno, y permanece al mismo tiempo
imperturbada ante el bullicio de la existencia e independiente
de la energía animada del aliento. La llama imperturbada, sin
aliento, de Bishop podría ser una descendiente de la llama
purgativa de “Bizancio” de Yeats:

A medianoche por las calles del emperador vuelan


llamas que de nada se alimentan, ni ha encendido el acero,
y que las tormentas no agitan, llamas nacidas de llamas,
donde llegan espíritus eternos
y donde la complejidad de la furia se aleja,

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ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

muriendo en un trance,
una agonía de baile,
una agonía encendida que no puede chamuscar una manga.

La “teología negativa” de definición a través de la sustracción,


empleada por Yeats bajo la forma de “no … ni … no”, reaparece
en Bishop en forma de “sin... sin...”. Ambos pasajes exploran
la temática de aquello que no puede ser perturbado, y ambos
adscriben esa cualidad a la llama.

La tríada luminosa, positiva, “normal” de lo familiar, lo vital


y lo ordinario revela por contraste, a partir de la forma que toma
en el pesebre cristiano, imaginado como una familia con mascotas,
el origen de la oscura tríada de lo exótico, lo mortal y lo fantástico.
Puede explicarse, a menos en parte, el tableau de vida en vez de
muerte, familiar en vez de exótico, como el reverso del estado de
orfandad de Bishop y su desplazamiento desde Massachusetts a
Nueva Escocia, y viceversa. Pero es más difícil explicar el elemento
fantástico. Por supuesto, lo fantástico es sólo lo metafórico elevado
hasta cierto nivel de exhibicionismo. Pero este exhibicionismo
confraterniza de manera extraña con el tono moderado de Bishop
y la modestia de sus autorepresentaciones. Uno podría aventurar
que lo fantástico es para Bishop un símbolo del campo de lo
estético. Sin embargo, a menudo representa el arte como un
encuentro reconfortante con lo conocido (como en “El mapa” o
“Poema”), o una forma de dar vida o celebrar (“El monumento”),
o como una “acuática, deslumbrante dialéctica” que resuelve los
contrarios (como en “Santarém”) antes que una confrontación
inquietante con lo extraño.

Lo fantástico debe ser, entonces, un subgénero especial de


lo estético. Cuando el arte se representa como una excursión a
lo fantástico, es porque la poeta ha estado evadiendo las demandas

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ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

implacables del arte. Cuando la poeta está “Durmiendo en el


techo”, está en paz: pero esta paz sólo puede sentirse en la
medida en que está evitando el encuentro necesario con los
demonios del inconsciente:

Debemos ir detrás del empapelado


para encontrar al insecto-gladiador
y pelear con un tridente y una red,
y dejar la fuente y la plaza.
Pero, ¡ay! si pudiéramos dormir allá arriba…

Los demonios internos de la poeta adquieren, cuando duda


de su fuerza para confrontarlos, la forma grotesca de un insecto-
gladiador esperando bajo el empapelado. “Perra rosa” exhibe la
misma dinámica: encontramos, dentro del disfraz y la máscara,
el demonio interno de Bishop bajo la forma de un perra sarnosa
que ha abandonado a sus hijos; en otros lugares, ornamentando
la tumba desierta, los demonios son exhortaciones amarillentas
como dientes de vaca desparramados. En otros lugares, como
“Llegada a Santos”, la ansiedad de Bishop produce el nido de
avispas –que otro viajero juzga “horrible”– en lugar del tradicional
panal de miel del poeta. En “Final de marzo”, grandes extensiones
de insignificante hilo blanco reemplazan a la vigorosa cuerda
que debería mantener al barrilete en el aire; y en “Yendo a la
panadería”, los demonios internos de la poeta han manchado
las confecciones de pastelería hasta tal punto que parecen estar
mortalmente enfermas:

Las tortas redondas están por desmayarse–


cada una con su glaseado ojo blanco.
Las tartas dulces están rojas y doloridas.…
las flautas de pan
yacen como víctimas de la fiebre amarilla
en un pabellón repleto.
50
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

La ansiedad detrás de la creación de tal pabellón fantástico de


tortas y tartas afiebradas sugiere que la mera visión de algo exótico
–masitas brasileñas desconocidas, en este caso– era para Bishop
un estímulo particularmente poderoso para liberar su terrores repri-
midos más primitivos: el abandono, la enfermedad y el fracaso.
En resumen, cuánto más evade un poema la confrontación, más
probable es que represente al arte como algo grotescamente
fantástico. A causa de la inesperada agitación interior que las vistas
desconocidas despertaban en ella, Bishop valoraba lo exótico como
la antesala para el autodescubrimiento y la escritura; a causa de
las resistencias y ansiedades primitivas que provocaba en ella, lo ex-
ótico la impulsaba a unir fantásticamente la muerte y la extrañeza.

Incluso cuando la tríada de muerte, exotismo y fantástico se


modifica, se sigue revelando a sí misma ante el ojo que ha apren-
dido a reconocerla. La casa de la abuela en Nueva Escocia es la
primera locación exótica para la niña de Nueva Inglaterra que
supo ser Bishop: no la habían educado para creer que su destino
era en permanecer en Great Village, sino que, más bien, ella
sabía que su destino estaba en Massachussets (como prueban
su posterior mudanza y la asistencia a Walnut Hill School). En
“Sextina”, “a child” sin nombre y sin género se empeña en
dibujar la generación parental que falta –no una “familia de
mascotas” sino un “un hombre con botones como lágrimas”
solo (la madre se suprime enteramente en una “muerte” no
reconocida). El almanaque fantástico, dejando caer pequeñas
lunas en el cantero de flores de la niña, y la taza surrealista de
la abuela, llena de lágrimas de color marrón oscuro, añaden el
elemento de lo inescrutable, mientras que la pequeña Elizabeth
–¿pues quién duda de que se trata de ella misma?– lucha contra
los demonios de la doble ausencia parental (que no se explica
en el poema, pero que se liga biográficamente a la muerte de

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ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

su padre y a la locura de su madre). Lo exótico, lo mortal, lo


fantástico: incluso en las formas más moderadas de “Sextina”,
se unen como células con receptores a medida.

En sus formas más violentas, como en “Brasil, 1 de enero


de 1502”, lo exótico se convierte en la arena de los conquistadores,
lo mortal se convierte en “L’homme armé” y lo fantástico se
convierte en el erótico paisaje-tapiz del Pecado, representado
como una lagarta excitada observada por cuatro lagartos:

Los lagartos apenas si respiran: sus ojos


fijos en una pequeña hembra, dada vuelta,
con su cola levantada que viene y va,
roja como un alambre incandescente…

Esta imagen demoníaca, que equipara el Pecado con la lujuria


animal, nos prepara para la violencia final, cuando los “cristianos,
duros como clavos” “arrancaron las telas colgantes”. “Arrancaron”
articula la no dicha “violación” puesto que los cristianos se
encuentran “ávidos de tomar una indígena–/ esas frenéticas
mujercitas que seguían gritando”. El lugar exótico, el ejército
mortífero y la imagen-emblema fantástica del Pecado motivan el
más duro poema de Bishop acerca de los enfrentamientos culturales
y los impulsos primitivos y eróticos de crueldad.

Bishop necesita, incluso, transmutar lo familiar en exótico


para escribir. O tal vez sería más verdadero decir que a menos
que la escena o el objeto familiar aparezca de manera desconocida,
no engendrará versos. La sala neoescocesa de “Primera muerte”
se vuelve exótica a partir de la coincidencia entre los congelados
ojos rojos del pájaro y el ataúd congelado de Arthur; incluso
un pez común puede volverse fantástico a causa de los cinco
ganchos y líneas sujetas en sus labios; la familiar orilla del

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ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

Atlántico en “En la aldea de los pescadores” se vuelve exótica a


medida que se pinta gradualmente de plata homogénea; y el
mismo Atlántico se torna fantástico porque se concibe como
un análogo ardiente y salado del conocimiento, y la inmersión
total implica la muerte. Lo exótico engendra lo fantástico, y lo
fantástico lo letal; o lo exótico engendra lo mortal, y lo mortal
lo fantástico, hasta que la tríada se completa.

El magnetismo involuntario entre estos tres términos se rompe,


en algunos poemas, no tanto evadiendo alguno de los tres
términos como en “La ola” o “La inundación”, sino más bien a
través del valiente examen que hace la poeta de una ansiedad
palpablemente presente en el poema. El poema preeminente de
esta clase es “En la aldea de los pescadores”. Torna exótica la
familiar escena en la costa, como dije, cubriéndola, de a
pinceladas, de plata omnipresente. Y aunque el poema traza
una imagen pasajera y fantástica de la muerte –se dice que el
cabrestante tiene manchas del “color de la sangre seca”– sus dos
fantasías más importante (enfatizadas por las elipsis introducto-
rias) son la de la foca y la de los abetos, que se invocan en tanto
lugares mentales de descanso de la ansiedad y ayudan a prevenir
el peligroso pasaje de la rampa al agua helada. La foca, ya
sumergida, no le tiene miedo al agua; los estáticos abetos no
tienen la movilidad necesaria para que el agua los ponga en
peligro. La nota del Atlántico suena prematuramente en dos
oportunidades: “la fría, oscura profundidad”, primero, pero en
ambos casos el yo poético huye hacia, primero, una reflexión
acerca de la foca y, después, una reflexión acerca de los árboles.
Finalmente, la nota del Atlántico descubre un ser ilimitado:
“oscuro, salado, nítido, moviéndose, completamente libre”. 
Esta es la nota de la muerte, dado que el agua es un “elemento
intolerable para los mortales”. Pero en vez de alejarse del océano,

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ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

como había hecho el yo poético juvenil de “La ola”, o en vez


de pretender que una forma alternativa de vida puede desarrollarse
bajo el agua, como en “La inundación”, Bishop osa enfrentar
el mar, porque ha comprendido que es “una creyente totalmente
sumergida”. Admite por completo el dolor y el ardor de la
indiferencia del mar, y el terror que le produce. Pero cuando,
al final, representa el océano, éste no sólo proporciona muerte
certera, sino también un sustento provisorio, “derivado de
los rocosos pechos para siempre”. El mar nos amamanta con
la leche de la necesidad y el reconocimiento de la necesidad y
la realidad –nuestro “dibujar” voluntario de esos “rocosos
pechos”– es una forma de vida, no de muerte. Ser “completa-
mente libre” es estar en el polo opuesto a la muerte, incluso si
nuestro conocimiento liberado eventualmente deja de fluir.
Al ver la falta de fluidez como parte de la corriente, Bishop
exorcizó su temor a la muerte, y la angustia de sus propios
demonios, a partir de esta gran conjunción de exótica costa
plateada y fantástica marea abrasadora. No podría haberlo
hecho sin antes haber advertido la naturaleza involuntaria
de las conjunciones anteriores de la tríada. Una vez que des-
articuló, consciente y deliberadamente, sus componentes,
pudo volver a reunirlos de manera voluntaria y majestuosa en
“En la aldea de los pescadorres”, claro retrato de una ansiedad
elegíaca enfrentada y superada.

Hay otras conjunciones “involuntarias” de este tipo en Bis-


hop, como las de lo doméstico y lo extraño, lo conocible y lo
inescrutable. En todos los casos, los mejores poemas son aquellos
en los que los magnetismos psicológicamente inevitables” se
reconocen como tales, se separan, se examinan cuidadosamente
y se vuelven a unir estéticamente. La profunda contribución de
lo exótico a la poesía de Bishop ya ha sido ampliamente

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ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

reconocida, y sólo he agregado aquí que, frecuentemente, se


nos figura inseparable de otros dos componentes importantes
de su obra: la muerte y lo fantástico. Su arte necesitó la abrasión
de lo exótico y las licencias del fantástico para exponer sus peores
temores. En “Edgar Allan Poe y la rocola”, encontramos a Bishop
elogiando a Poe –el connoisseur de lo exótico, lo fantástico y lo
mortuorio–por su exactitud. En el poema, Poe es elogiado por
contraste con la modernidad sexualmente mecánica de la rocola.
Bishop debe de haber intuido que para evitar volverse una esclava
de sus compulsiones, tenía que, como Poe, tratarlas con exactitud.

55
Dos poemas de elizabeth bishop

EN LA SALA DE ESPERA

En Worcester, Massachusetts,
acompañé a la tía Consuelo
a su turno con el dentista
y me senté a esperarla
en la sala de espera del consultorio.
Era invierno. Había oscurecido
temprano. La sala de espera
estaba llena de gente grande,
botas de goma y sobretodos,
lámparas y revistas.
Mi tía ya había pasado
su buen rato adentro, me pareció,
y mientras esperaba yo leía atenta
la National Geographic
(ya sabía leer) y estudiaba
con atención las fotografías:
el interior de un volcán,
negro, colmado de cenizas;
después se derramaba
en riachuelos de fuego.
Osa y Martin Johnson
con pantalones de montar,
borcegos y salacots.
Un hombre muerto que colgaba de un poste
–“Cerdo largo”, decía el pie de foto.
Bebés con las cabezas puntiagudas
enrolladas con vueltas y vueltas de cuerda.
Mujeres negras y desnudas con cuellos
enrollados con vueltas y vueltas de alambre
como los cuellos de los focos de luz.
Sus pechos eran horrorosos.
Lo leí todo, de punta a punta.
Era muy tímida para detenerme.
Después miré la tapa:
los márgenes amarillos, la fecha.

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ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

De repente, de adentro
llegó un adolorido ¡oh!
(la voz de tía Consuelo)
ni muy fuerte ni muy largo.
No me sorprendió;
sabía ya que entonces que ella era
una mujer ingenua y tímida.
Bien pude haberme avergonzado.
No fue el caso. Lo que sí me tomó
completamente por sorpresa
fue que era yo:
era mi voz, en mi boca.
Sin haberlo pensado
yo era la tonta de mi tía,
Yo –nosotras – caíamos y caíamos,
nuestros ojos pegados a la tapa
de la National Geographic,
Febrero, 1918.

Me dije a mi misma: en tres días más


vas a cumplir siete años.
Me lo decía para detener
la sensación de que estaba cayendo
del mundo, redondo y en movimiento,
hacia el espacio azul, oscuro y frío.
Pero lo sentía: sos una yo,
sos una Elizabeth,
sos una de ellas.
¿Por qué tendrías que serlo?
Apenas me atrevía a mirar
para ver qué era yo.
Miré de reojo
(no me atrevía a levantar la vista)
el gris sombrío en las rodillas,
los pantalones y las polleras y las botas,
los diferentes pares de manos
que descansaban a la luz de las lámparas.
Supe que nunca había sucedido
nada más raro, que nada
más raro que esto iba a suceder nunca.
¿Por qué habría yo de ser mi tía,

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ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

o yo o cualquiera?
¿Qué cosas similares
–botas, manos, la voz familiar
que sentí en mi garganta, o incluso
la National Geographic
y todos esos colgantes pechos horribles–
nos reunían a todas
o nos hacían una sola?
Qué (no conocía otra
manera de nombrarlo) qué “incierto”…
¿Cómo fue que llegué a estar acá,
como ellas, para escuchar
un grito de dolor que pudo haber
sido cada vez más alto y peor,
pero que no lo fue?

La sala de espera era resplandeciente


y demasiado calurosa. Se deslizaba
bajo una ola grande y negra,
y otra, y otra.

Entonces volví a estar ahí.


La guerra continuaba. Afuera,
en Worcester, Massachusetts,
la noche, la nieve derretida, el frío,
y era todavía el cinco
de febrero, 1918.

(Trad. Nahuel Lardies)

IN THE WAITING ROOM // In Worcester, Massachusetts,/ I went with Aunt


Consuelo/ to keep her dentist’s appointment/ and sat and waited for her/ in the dentist’s
waiting room./ It was winter. It got dark/ early. The waiting room/ was full of
grown-up people,/ arctics and overcoats,/ lamps and magazines./ My aunt was inside/
what seemed like a long time/ and while I waited I read/ the National Geographic/
(I could read) and carefully/ studied the photographs:/ the inside of a volcano,/ black,
and full of ashes;/ then it was spilling over/ in rivulets of fire./ Osa and Martin
Johnson/ dressed in riding breeches,/ laced boots, and pith helmets./ A dead man slung

58
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

on a pole/ --“Long Pig,” the caption said./ Babies with pointed heads/ wound round
and round with string;/ black, naked women with necks/ wound round and round with
wire/ like the necks of light bulbs./ Their breasts were horrifying./ I read it right
straight through./ I was too shy to stop./ And then I looked at the cover:/ the yellow
margins, the date./ Suddenly, from inside,/ came an oh! of pain/ --Aunt Consuelo’s
voice--/ not very loud or long./ I wasn’t at all surprised;/ even then I knew she was/
a foolish, timid woman./ I might have been embarrassed,/ but wasn’t. What took me/
completely by surprise/ was that it was me:/ my voice, in my mouth./ Without thinking
at all/ I was my foolish aunt,/ I--we--were falling, falling,/ our eyes glued to the
cover/ of the National Geographic,/ February, 1918.// I said to myself: three days/
and you’ll be seven years old./ I was saying it to stop/ the sensation of falling off/ the
round, turning world./ into cold, blue-black space./ But I felt: you are an I,/ you are
an Elizabeth,/ you are one of them./ Why should you be one, too?/ I scarcely dared
to look/ to see what it was I was./ I gave a sidelong glance/ --I couldn’t look any
higher--/ at shadowy gray knees,/ trousers and skirts and boots/ and different pairs
of hands/ lying under the lamps./ I knew that nothing stranger/ had ever happened,
that nothing/ stranger could ever happen.// Why should I be my aunt,/ or me, or
anyone?/ What similarities--/ boots, hands, the family voice/ I felt in my throat, or
even/ the National Geographic/ and those awful hanging breasts--/ held us all together/
or made us all just one?/ How--I didn’t know any/ word for it--how “unlikely”. . ./
How had I come to be here,/ like them, and overhear/ a cry of pain that could have/
got loud and worse but hadn’t?// The waiting room was bright/ and too hot. It was
sliding/ beneath a big black wave,/ another, and another.// Then I was back in it./
The War was on. Outside,/ in Worcester, Massachusetts,/ were night and slush and
cold,/ and it was still the fifth/ of February, 1918.

59
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

SEXTINA

Cae la lluvia otoñal sobre la casa.


Bajo la tenue luz, la anciana abuela
se sienta en la cocina con la niña
y, acurrucada al lado de la estufa,
lee los chistes en el almanaque
y ríe y charla para ocultar sus lágrimas.

Piensa que sus equinocciales lágrimas


y la lluvia en el techo de la casa
fueron predichas por el almanaque,
y sólo lo intuyó la anciana abuela
La pava canta encima de la estufa.
Corta el pan y después dice a la niña

ya es la hora del té, pero la niña


mira en la pava las pequeñas lágrimas
que bailan como locas en la estufa
como la lluvia arriba de la casa.
Cuando empieza a poner orden, la abuela
cuelga de nuevo el pícaro almanaque

del piolín. Como un ave, el almanaque


se cierne a medio abrir sobre la niña,
y se cierne también sobre la abuela
y su taza de té llena de lágrimas.
Tiembla y dice que piensa que la casa
se enfrió, y acomoda más leña en la estufa.

Tenía que pasar, dice la estufa.


Sé lo que sé, le dice el almanaque.
Con crayones, la niña hace una casa
y un caminito. Luego hace la niña
un hombre con botones como lágrimas
y se lo muestra muy alegre a la abuela.

Pero, en secreto, mientras que la abuela


se ocupa de las cosas de la estufa
las diminutas lunas, como lágrimas,
caen del interior del almanaque

60
ZONAS - “CERDO LARGO” - LA INTERCONEXIÓN DE LO EXÓTICO…

al cantero de flores que la niña


con cuidado trazó frente a la casa.

Planten lágrimas, dice el almanaque.


La abuela canta enfrente de la estufa
y la niña dibuja otra insondable casa.

(Trad. Eugenia Santana Goitia)

SESTINA // September rain falls on the house./ In the failing light, the old
grandmother/ sits in the kitchen with the child/ beside the Little Marvel Stove,/
reading the jokes from the almanac,/ laughing and talking to hide her tears.// She
thinks that her equinoctial tears/ and the rain that beats on the roof of the house/
were both foretold by the almanac,/ but only known to a grandmother./ The iron kettle
sings on the stove./ She cuts some bread and says to the child,// It’s time for tea now;
but the child/ is watching the teakettle’s small hard tears/ dance like mad on the hot
black stove,/ the way the rain must dance on the house./ Tidying up, the old
grandmother/ hangs up the clever almanac// on its string. Birdlike, the almanac/
hovers half open above the child,/ hovers above the old grandmother/ and her teacup
full of dark brown tears./ She shivers and says she thinks the house/ feels chilly, and
puts more wood in the stove.// It was to be, says the Marvel Stove./ I know what I
know, says the almanac./ With crayons the child draws a rigid house/ and a winding
pathway. Then the child/ puts in a man with buttons like tears/ and shows it proudly
to the grandmother.// But secretly, while the grandmother/ busies herself about the
stove,/ the little moons fall down like tears/ from between the pages of the almanac/
into the flower bed the child/ has carefully placed in the front of the house.// Time
to plant tears, says the almanac./ The grandmother sings to the marvelous stove/ and
the child draws another inscrutable house./

61
La casa de Lázaro y otros poemas
Paz Busquet8

LA CASA DE LÁZARO
Jugábamos a ser
vacas pero no éramos vacas.
No era necesario
aclarar.
Y lo mismo pasaba con “la casa de Lázaro”.
Si hacía falta garrafa
se buscaba allá, en “la casa de Lázaro”.
En invierno, la leña
se guardaba en “la casa de Lázaro”,
y en verano, el cloro
siempre estaba en “la casa de Lázaro”.
Todos decían “la casa de Lázaro”
y Lázaro y sus hijos
eran los que vivían ahí,
pero la casa no era suya
ni de su mujer,
la casa era nuestra.
Andábamos descalzos
nos mojábamos siempre
en el agua que hubiera,
de la pileta o de la lluvia.
Revolcándonos en el barro,
andábamos igual que cerdos,
nosotras con los hijos
del tal Lázaro.
Era “lo que toca-toca”
decidía la moneda,
dueño, peón, vaca.

8 Paz Busquet nació en Buenos Aires en 1985, publicó Crudas, su primer libro de
poemas, en 2015.
63
POEMAS - PAZ BUSQUET

Con Lina, la hija de Lázaro,


montamos una vez
los caballos de palo,
agarramos riendas de hilo
salimos en tropilla
arreando troncos chicos
y grandes.
Los chanchos, más cuadrados
tenían corteza áspera.
Las vacas de eucaliptus,
eran redondas, más grandes.
Las ovejas tenían los líquenes
bien pegados a la madera.
¿Cómo fue que empezamos la pelea?
Salí corriendo hasta el níspero
del jardín de Lázaro.
Lina me siguió. Nos miramos.
Y sin aviso, con la mano dura
y bien abierta, Lina
me pegó en la cara.
Algo no estaba bien.
No pude devolver el golpe.
Como un gato escapando
de los perros, subí
de la raíz hasta la copa.
Trepé y trepé.
Fui más alto que nunca.
Pasé la altura de las casas,
la del ficus, pase
la altura del ombú.
Y miré todo lo que había
encima de Lázaro,
Lo que nadie podía ver.
Pata podrida de caballo,
ropa mojada y vieja,
carozos, hojas secas.
64
POEMAS - PAZ BUSQUET

Miraba Lina desde abajo


y echó la cabeza hacia atrás
y me mostró los dientes grandes.
Los ojos, que se le habían corrido
hasta el borde de la cara,
enrojecidos como si llorara,
pero las mejillas, completamente
secas, se habían llenado
de puntos negros.
Y el pelo brotó de esos puntos,
y de la frente y del cuello.
De pronto, la nariz se abrió
en dos mitades y los labios
se separaron a ambos lados
como los de un conejo.
El tabique también
se alargó y redondeó
hasta que ya no fue más lo que era
sino un hocico gris y movedizo.
Pude ver cómo, las encías,
que se engrosaban en el rosa
húmedo de la boca,
envolvían de a poco,
a fuerza de crecer y crecer,
las raíces de dos paletas
amarillas, filosas.

Y con el último chillido,


que ya poco tenía de lenguaje,
me dijo: Ratas,
para ustedes
siempre fuimos las ratas.

65
POEMAS - PAZ BUSQUET

CUARZO Y CALIZA
Nos encontramos el cadáver
de una víbora partida en dos.
La cola estaba por un lado
y la cabeza y las vertebras del cuello
a unos pocos centímetros.
El sol había secado su gesto
como el mejor escultor.
Ojos fijos, boca abierta.

Inofensiva,
ya no tenía ni siquiera olor.
No existía diferencia alguna
entre ella y el cuarzo
o la caliza que la rodeaban…
excepto ese último intento,
conservado en el gesto,
esculpido, ya partida en dos,
por el que pude reconocer
en su final, un acto de fe,
levantar la cabeza,
abrir la boca.

66
POEMAS - PAZ BUSQUET

LA COMADREJA
Así como los faros del auto irrumpieron
la noche instintiva de la mulita
que descubierta apura el paso,
aparto los mechones de tu frente
y encuentro
una comadreja dormida
que sintiéndose amenazada
muestra los dientes y ofrece
la expresión aterrada
de quien puede destruir.

RASPADOS
Las gallinas alisaban la tierra,
rasqueteaban muy adentro de la ligustrina,
escondían sus huevos donde nadie llegaba.
Excepto yo.
Entraba agachada
haciéndome lugar
entre las ramas
y me raspaba toda.
Pronto reconocí la vida en el dolor.
Una gota de sangre espesándose en la tierra
era un detalle incorporándose al paisaje,
una mancha que nadie iba a limpiar.

67
POEMAS - PAZ BUSQUET

CACERÍA
Entre las hojas
llovidas del pajonal
puedo apenas distinguir
el final de la planta
donde empieza el zorrino.
Mirá los ojos de tu presa–me digo
describí en ellos el ansia,
el carácter, la dirección
y no la nombres
y no la nombres.
Y, como si reconociera, por un segundo,
mi propio rastro entre los yuyos,
permito que surja la necesidad
imperiosa de ocultarlo todo
y me dejo escapar, sin lastimarme.

UN INSTANTE DE ATARDECER EN LA SIERRA


Bestia negra que apenas
brilla en el lomo
por el último sol.

68
POEMAS - PAZ BUSQUET

VÍA LÁCTEA
Detrás del parabrisas,
la vía láctea, todas las estrellas.
Las luces de un camión desaparecen
en la fuga del retrovisor.
La línea blanca divide, funciona.
Click! Suelto el cinturón de seguridad,
apoyo la cabeza en tus rodillas.
Me acariciás el pelo, embriagás
y mi cabeza ondea.
Frenás
para esquivar cuises que cruzan
la ruta en familia,
la noche estrecha
la familia escapa
y la áspera luz gris,
la luna y todo, se desliza
por el único ojo.

69
POEMAS - PAZ BUSQUET

RAÍCES
El alambrado que separa el campo del camino, tapado por el
agua.
Y cada tanto,
aparecen las puntas de los postes.
Los árboles caídos son pasarelas de madera seca,
20 metros que usamos de muelle para ingresar
a la laguna que dejó la inundación.
Desde la raíz hasta la copa,
recorremos los eucaliptus ahogados.
La corteza lisa nos lame el cuero de las patas.
Arrancamos ramas finas y firmes como nuestra fuerza.
Pasamos el día pescando peces crecidos en agua estancada,
jugando en lo perdido; trigo que no fue cosechado.
Este es nuestro paisaje,
los restos del alambre que nos dividió.

70
Wallace Stevens: La ficción suprema
Nota introductoria y versiones:
Hernán Bravo Varela9

“La poesía, señora, es la ficción suprema”, escribe Wallace


Stevens (1879-1955) al inicio de su poema “Una mujer mayor,
pretenciosa y cristiana”. El concepto aparece aquí y allá a lo
largo de su obra como una declaración de principios. No es
que la poesía se desentienda de lo real. Por el contrario: la
realidad consigue apreciarse gracias a la imaginación y sus plenos
poderes. Así, y a diferencia del filósofo, el poeta no debería
aspirar a la verdad, sino a lo verosímil: el cuento que nos hacemos
de lo verdadero. 

Stevens trabajó buena parte de su vida como abogado en


compañías de seguros. Nada más lejano a estas labores, en las
que destacó por su gran capacidad ejecutiva, que la escritura
poética –especialmente de la suya, sustentada en paisajes de
9 Hernán Bravo Varela nació en México en 1979. Ha publicado varios libros de
poesía (entre ellos la antología Porque no sé empezar, editada en la Argentina en
2019) y de ensayo literario. También ha realizado traducciones de poetas de lengua
inglesa: Christina Rosetti, Emily Dickinson, Gerald Manley Hopkins, entre otros.

71
VERSIONES - WALLACE STEVENS: LA FICCIÓN SUPREMA

chocolate con una “obesa / máquina ociosa y lenta del océano”


de fondo, frascos animados de cristal, emperadores del helado
y el tabaco, trovadores de guitarra azul, pabellones de sandías,
planetas girando en una mesa o niños salvajes de un mundo
postapocalíptico–. Mayormente incomprendido por su opul-
encia y excentricidad verbales; acusado de redactar “fruslerías”,
según Robert Frost; opositor a la búsqueda pacata de una
“realidad objetiva” en el poema, Stevens fue siempre fiel a uno
de sus adagios: “El realismo es la corrupción de la realidad”.

De ahí que se tilde a su poesía de barroca. Y aunque no


resulte descabellado –sobre todo a la luz de José Lezama Lima,
con quien Stevens comparte “la abundancia justa” de una
suntuosa expresividad–, el juicio pide matices. Estamos ante
un “barroco mental”, donde el horror al vacío de los metafísicos
ingleses y sigloristas españoles se actualiza en la ansiedad ante
el progreso y la razón. Consciente de las caídas de su época,
Stevens no celebra las facultades técnicas de la inteligencia, sino
el esplendor sensorial de la mente. No hay paradoja alguna en
ello: una fiesta privada de la imagen no equivale a un simposio
público de ideas.

Como señala Harold Bloom en La escuela de Wallace Stevens,


este último ha marcado la pauta de la mejor lírica estadounidense
de nuestro tiempo: John Ashbery, Anne Carson, Louise Glück,
Charles Simic, Mark Strand… Entre la “tierra baldía” de Eliot
y la selva selvaggia de Pound, el jardín interior de Stevens ofrece
un refugio para los no tan estériles, un santuario exuberante
para los sensatos.

72
VERSIONES - WALLACE STEVENS: LA FICCIÓN SUPREMA

UNA MUJER MAYOR, PRETENCIOSA Y CRISTIANA


La poesía, señora, es la ficción suprema.
Tome la ley moral y haga de ella una nave,
y de la nave un cielo encantado. Es así
como nuestra conciencia se convierte en palmeras,
huracanadas cítaras que apetecieran himnos.
De entrada, concordamos. Es claro. Pero tome
la ley que se le oponga y haga un peristilo,
y con él organice algún baile de máscaras
allende los planetas. Así nuestra impudicia,
que no expió el epitafio y fue absuelta al final,
termina convertida de igual forma en palmeras,
garabateadas como saxofones. Y de una
palmera a otra, señora, volvemos al principio.
Permita que en la escena planetaria, por tanto,
sus flagelantes bien cebados, desafectos,
golpeándose las panzas borrosas que desfilan;
orgullosos de tales fruslerías sublimes
–tanto tun, tanto tan, tanto tunta-tuntán–;
puedan, señora, puedan arrebatarse un poco
en alegre jaleo allá entre las esferas.
Respingarán las viudas. Pero lo imaginario
parpadea como ellas, mucho más si respingan.

A high-toned old Christian woman // Poetry is the supreme fiction, madame. /


Take the moral law and make a nave of it / And from the nave build haunted heaven.
Thus, / The conscience is converted into palms, / Like windy citherns hankering for
hymns. / We agree in principle. That’s clear. But take / The opposing law and make
a peristyle, / And from the peristyle project a masque / Beyond the planets. Thus, our
bawdiness, / Unpurged by epitaph, indulged at last, / Is equally converted into palms,
/ Squiggling like saxophones. And palm for palm, / Madame, we are where we began.
Allow, / Therefore, that in the planetary scene / Your disaffected flagellants, well-stuffed,
/ Smacking their muzzy bellies in parade, / Proud of such novelties of the sublime, /
Such tink and tank and tunk-a-tunk-tunk, / May, merely may, madame, whip from
themselves / A jovial hullabaloo among the spheres. / This will make widows wince.
But fictive things / Wink as they will. Wink most when widows wince.

73
VERSIONES - WALLACE STEVENS: LA FICCIÓN SUPREMA

EL HOMBRE BUENO NO TIENE FIGURA

Durante siglos vivió en la pobreza.


Dios conformaba su única elegancia.

Generaciones tras generaciones,


se hizo más fuerte y libre, de buen ánimo.

Vivió todas las vidas, y si alguna


salía mal, otra buena era posible.

Y la tuvo: buen sueño, fruta tersa,


y Lázaro lo traicionó con todos,

quienes lo asesinaron y, en su carne,


para burlarse de él, pegaron plumas. 

Le dieron, de advertencia, un vino rancio;


para leer, un libro en blanco; encima, 

un epitafio: El Hombre Bueno No 


Tiene Figura —como si supieran.

The good man has no shape // Through centuries he lived in poverty. / God only
was his only elegance. // Then generation by generation he grew / Stronger and freer,
a little better off. // He lived each life because, if it was bad, / He said a good life
would be possible. // At last the good life came, good sleep, bright fruit, / And Lazarus
betrayed him to the rest, // Who killed him, sticking feathers in his flesh / To mock
him. They placed with him in his grave // Sour wine to warm him, an empty book
to read; / And over it they set a jagged sign, // Epitaphium to his death, which read,
/ The Good Man Has No Shape, as if they knew.

74
VERSIONES - WALLACE STEVENS: LA FICCIÓN SUPREMA

EL SITIO DE LOS SOLITARIOS

Dejen que el sitio de los solitarios


sea un sitio de ondulación perpetua.

Se encuentre en alta mar


sobre la rueda de agua oscura y verde,
o en las playas,
no debe cesar nunca 
el movimiento o ruido que hace el movimiento,
el ruido renovado,
la continuidad múltiple;

sobre todo, el que hace el pensamiento


y su incansable iteración

en ese sitio de los solitarios,


que debe ser un sitio de ondulación perpetua.

The place of the solitaires // Let the place of the solitaires / Be a place of
perpetual undulation. / Whether it be in mid-sea // On the dark, green water-wheel,
/ Or on the beaches,/ There must be no cessation / Of motion, or of the noise of
motion, / The renewal of noise / And manifold continuation; // And, most, of the
motion of thought / And its restless iteration, // In the place of the solitaires, /
Which is to be a place of perpetual undulation.

75
VERSIONES - WALLACE STEVENS: LA FICCIÓN SUPREMA

RAMO DE ROSAS A LA LUZ DEL SOL

Digamos que es un tosco efecto: rojos negros,


rosáceos amarillos, blancos anaranjados,
mucho para ser algo más a la luz de sol

de la habitación, mucho para que la metáfora


los cambie, muy auténticos; cosas que, al ser reales,
hacen algo menor cuando se las figura.

Pero este efecto es una consecuencia del modo


en que sentimos. No es real, por tanto, excepto
nuestro sentido de él, del rojo más fecundo,

del amarillo como primer color, del blanco


en que el sentido, como lo hace un hombre, se queda
inmóvil, y es enorme, al concluir su verdad.

Cambia nuestro sentido de estas cosas y cambian


ellas. No en la metáfora, sino en nuestro sentido
de ellas. El sentido supera a la metáfora,

a los pesados cambios de luz. Es como un flujo


de los significados que no tienen lenguaje,
y de tantos de ellos como hombres existen.

Somos dos los que usamos las rosas como somos,


únicamente al verlas. Esto es lo que las hace
parecer a distancia del tacto del retórico.

Bouquet of roses in sunlight // Say that it is a crude effect, black reds, / Pink
yellows, orange whites, too much as they are / To be anything else in the sunlight of
the room, // Too much as they are to be changed by metaphor, / Too actual, things
that in being real / Make any imaginings of them lesser things. // And yet this effect
is a consequence of the way / We feel and, therefore, is not real, except / In our sense
of it, our sense of the fertilest red, // Of yellow as first color and of white, / In
which the sense lies still, as a man lies, / Enormous, in a completing of his truth. //
Our sense of these things changes and they change, / Not as in metaphor, but in our

76
VERSIONES - WALLACE STEVENS: LA FICCIÓN SUPREMA

sense / Of them. So sense exceeds all metaphor. // It exceeds the heavy changes of
the light. / It is like a flow of meanings with no speech / And of as many meanings
as of men. // We are two that use these roses as we are, / In seeing them. This is
what makes them seem / So far beyond the rhetorician’s touch.

REAFIRMACIÓN ROMÁNTICA

Nada sabe la noche de los cantos nocturnos.


La noche es lo que es como yo soy quien soy,
y al percibirlo, puedo percibirme a mí mismo

mejor, y percibirte. Solo ambos podemos


intercambiarnos cuanto tenemos para dar.
Solo ambos somos uno, no así tú y la noche,

no así la noche y yo, sino tú y yo, a solas,


tan solos y hondamente por nuestra propia cuenta,
tan más allá de aquellas soledades fortuitas,

que la noche es el único fondo de nuestros seres,


fieles en grado sumo a su ser separado, 
a la pálida luz que arrojamos al otro.

Re-statement of a romance // The night knows nothing of the chants of night.


/ It is what it is as I am what I am: / And in perceiving this I best perceive myself
// And you. Only we two may interchange / Each in the other what each has to give.
/ Only we two are one, not you and night, // Nor night and I, but you and I, alone,
/ So much alone, so deeply by ourselves, / So far beyond the casual solitudes, // That
night is only the background of our selves, / Supremely true each to its separate self,
/ In the pale light that each upon the other throws.

77
VERSIONES - WALLACE STEVENS: LA FICCIÓN SUPREMA

POSTAL DESDE EL VOLCÁN

Los niños que recojan nuestros huesos


nunca sabrán que fueron, una vez, 
veloces como un zorro en la colina;

que en otoño, cuando las uvas tornan


más recio al aire recio con su olor, 
tenían un ser que respiraba escarcha;

y menos supondrán que, con los huesos, 


dejamos mucho más, lo que aún constituye
la visión de las cosas, todo lo que sentimos

sobre lo que miramos. Nubes primaverales 


se disipan arriba del palacio tapiado,
más allá de la puerta, y la borrasca, 

con un desánimo letrado, gime.


Mucho tiempo supimos del aspecto
del palacio; cuanto dijimos de él

formó una parte de lo que es. Los niños, 


entretejiendo aureolas florecidas, 
dirán nuestro discurso y nunca sabrán nada;

hablarán del palacio, en el que pareciera


que quien ahí vivió dejó su espíritu
tomando por asalto las paredes vacías,

una casa muy sucia en un mundo saqueado, 


sombras hechas jirones que llegaron a blancas, 
untadas con el oro del opulento sol.

A postcard from the volcano //b Children picking up our bones / Will never
know that these were once / As quick as foxes on the hill; // And that in autumn,
when the grapes / Made sharp air sharper by their smell, / These had a being,
breathing frost; // And least will guess that with our bones / We left much more, left
what still is / The look of things, left what we felt // At what we saw. The spring

78
VERSIONES - WALLACE STEVENS: LA FICCIÓN SUPREMA

clouds blow / Above the shuttered mansion-house, / Beyond our gate and the windy
sky // Cries out a literate despair. / We knew for long the mansion’s look / And what
we said of it bécame // A part of what it is…Children, / Still weaving budded
aureoles, / Will speak our speech and never know, // Will say of the mansion that
it seems / As if he that lived there left behind / A spirit storming in blank walls, //
A dirty house in a gutted world, / A tatter of shadows peaked to white, / Smeared
with the gold of the opulent sun.

EL VIENTO CAMBIA

Esta es la forma en la que el viento cambia:


como los pensamientos de un humano viejo
que piensa todavía con impaciencia
y desesperación. 
El viento cambia así:
como humana que no tiene ilusiones
y aún sintiera por dentro cosas irracionales. 
El viento cambia así:
como humanos que vienen con orgullo, 
como humanos que vienen con enojo. 
Esta es la forma en la que el viento cambia:
como humano, pesado y más pesado, 
al que le da lo mismo.

The wind shifts // This is how the wind shifts: / Like the thoughts of an old
human, / Who still thinks eagerly / And despairingly. / The wind shifts like this:
/ Like a human without illusions, / Who still feels irrational things within her. /
The wind shifts like this: / Like humans approaching proudly, / Like humans
approaching angrily. / This is how the wind shifts: / Like a human, heavy and heavy,
/ Who does not care.

79
VERSIONES - WALLACE STEVENS: LA FICCIÓN SUPREMA

LA CASA, SOSEGADA; EL MUNDO, EN CALMA 

La casa, sosegada; el mundo, en calma. 


El lector se hizo libro. La noche de verano

era como el consciente ser del libro. 


La casa, sosegada; el mundo, en calma. 

Se dijeron palabras cual si no hubiese libro


pero, sobre la página, el lector se inclinó, 

quería inclinarse y, sobre todo, ser


el erudito cuyo libro es cierto, y la noche

de verano, como una perfección de la idea. 


La casa, sosegada. Así tenía que ser. 

El sosiego integraba el sentido y la mente:


la entrada a lo perfecto por parte de la página.

Y el mundo, en calma. En un mundo de calma,


donde no hay más sentido, la verdad, en sí misma, 

es calma y, en sí misma, es verano y es noche, 


el lector que a deshoras se inclina y lee ahí.

The house was quiet and the world was calm // The house was quiet and the
world was calm. / The reader became the book; and summer night // Was like the
conscious being of the book. / The house was quiet and the world was calm. // The
words were spoken as if there was no book, / Except that the reader leaned above the
page, // Wanted to lean, wanted much most to be / The scholar to whom his book
is true, to whom // The summer night is like a perfection of thought. / The house
was quiet because it had to be. // The quiet was part of the meaning, part of the
mind: / The access of perfection to the page. // And the world was calm. The truth
in a calm world, / In which there is no other meaning, itself // Is calm, itself is
summer and night, itself / Is the reader leaning late and reading there.

80
poesía mundo animal
por Alejandro Crotto10

1.

Se sabe: las ideas nacen dulces y envejecen feroces. Así, la


intención luminosa de darle lugar a un enfoque procedimental
se fue transformando en la estrecha insensatez de equiparar el
poema a una máquina. Varios de esos manifiestos de hace cien
años, que formatearon buena parte del siglo XX, están como
atravesados por esa monomanía: el poema es una máquina y
debe ser construido como tal. Para ejemplo cercano, este
“membrete” de Girondo: “Un libro debe construirse como un
reloj y venderse como un salchichón”. Dejemos de lado lo de
vender un salchichón (que tiene su interés, por cierto): la
concepción funcionalista es lo que me importa destacar. En el
otro polo –un polo más primitivo, pero también más nuevo
después del interlunio mecanicista– está la idea de pensar el
poema como un ser vivo. Más precisamente: como un animal.

10 Alejandro Crotto nació en Buenos Aires en 1978. Publicó los libros de poemas
Abejas (2009), Chesterton (2013), Once personas (2015) y Francisco –un monólogo
dramático (2017).

83
ZONAS - POESÍA MUNDO ANIMAL

Ahora bien, ¿en qué sentido un poema puede ser un animal?


Ted Hughes escribe:

Pienso en los poemas como un cierto tipo de animal. Tienen su vida


propia, como los animales; es decir, parecen estar separados de cualquier
persona, incluso de sus autores, no se les puede adherir ni arrancar nada
sin mutilarlos o incluso matarlos. Poseen cierta sabiduría. Saben algo
importante… algo que despierta nuestra curiosidad.

Y agrega más adelante, en ese mismo ensayo que es sobre


escribir poesía y que se llama “Capturar animales”11:

¿Cómo puede un poema, por ejemplo, acerca de caminar bajo la lluvia,


ser como un animal? Bueno, tal vez no se parece mucho a una jirafa,
a un emú o a un pulpo o a nada que se pueda encontrar en un zoológico.
Es mejor decir que es un ensamble de partes vivas movidas por un solo
espíritu. Las partes vivas son las palabras, las imágenes, los ritmos.
El espíritu es la vida que los habita cuando trabajan todas juntas. Es
imposible decir cuál viene primero, si las partes o el espíritu.

Esa imposibilidad sobre la que llama la atención Hughes


está en el corazón de la pregunta clave: ¿qué son los animales?
Un misterio, claro. Ya la misma palabra animal deja entrever
el luminoso punto ciego: son materia animada y espíritu
encarnado; individuos a la vez que especie. Y siempre en su
presencia, antes que nada, la fascinación: están tan cerca y a la
vez tan lejos de nosotros… Desde la fauna roja iluminada por
el fuego en las antiguas cavernas hasta perdernos hoy en los ojos
de un gato que nos mira. Escribe Óscar de Pablo:

11 Publicado en Hablar de Poesía #31 (julio 2015). Disponible en http://hablar-


depoesia-numeros.com.ar/numero-31/capturar-animales

84
ZONAS - POESÍA MUNDO ANIMAL

PERSPECTIVA

En su caja de arena, nuestro gato,


nuestro gatito negro (que no mide
más de veinte centímetros),
me mira como el cielo
inmenso
miraría
al diminuto astrónomo
que intentara entenderlo.

2.

Umwelt, que suele traducirse por mundo circundante, es un


concepto central del zoólogo y naturalista Jakob Johnan von
Uexküll (Keblaste, 1864-Capri, 1944). Fue un celoso anti-
darwinista, pero una intuición suya es tan productiva para
enriquecer nuestra visión del mundo como la intuición central
del autor de El origen de las especies. (En ellos dos, por cierto,
sentimos al naturalista como un hombre todavía cercano: alguien
que no necesita para sus descubrimientos de un microscopio
computarizado en el laboratorio de un campus universitario,
sino ganas de aventura, un agudo poder de observación y una
chispa genial.) El concepto de Umwelt nos hace notar que el
sistema perceptivo de cada especie animal (incluyendo a los
vegetales, claro) crea para cada una un mundo. Nos hace ver
que el mundo sencillamente no es como nosotros creemos. El
mundo es así como es para nosotros, claro, pero otros sistemas
perceptivos viven literalmente en otros mundos12. No es solo

12 El Umwelt es a su vez parte de un concepto más amplio: la adecuación a plan


(Planmäßigkeit). Se trata, básicamente, de una inversión del punto de vista: así
como lo que llamamos materia es una interacción en el campo del espacio-tiempo,
así las formas de vida son manifestaciones fisiológicas en un plano teleológico que
solo podemos intuir sub specie aeternitatis. No hay evolución ciega, por lo tanto,
sino desenvolvimiento pautado: nada está librado al azar, cada especie se ajusta en
su desarrollo a ese plan.

85
ZONAS - POESÍA MUNDO ANIMAL

que nuestro gato no vea nuestra taza roja como roja, o que a la
noche nuestro gato pueda verla mientras nosotros no, o que el
murciélago que entra de noche por la ventana abierta perciba
la taza de una manera no visual que solo podemos imaginar,
pero que ciertamente existe, ya que la esquiva. El concepto de
Umwelt abarca también la percepción temporal. La percepción
mínima temporal, que von Uexküll llama “momento”, difiere
de especie en especie: a los insectos que viven solo unos días
(unos días que albergan para ellos la misma cantidad de “mo-
mentos” –si bien de otra duración objetiva– que nuestros ochenta
años) los sucesos del mundo les parecen extraordinariamente
lentos: “Así, la bala que sale volando de la pistola se mueve para
ellos largamente en el aire. Ignoran que los árboles crecen, al
igual que nosotros que crecen las montañas”. Para los árboles
milenarios, en cambio, “las estaciones se suceden como para
nosotros los días”. El mundo no es un mundo; o mejor: el
mundo no es el mundo circundante humano, sino la fuente
del armónico acorde de todas las perceptivas animales.

Veamos unos versos de César Mermet. Son sobre un perro


que va oliendo las marcas de orina que dejaron otros perros:

(…)
con el vidente hocico el perro
persigue abecedarios dislocados en árboles y muros,
restituye en lecturas instantáneas
un fragmentario texto, evanescentes testimonios
de ausentes persistentes,
descifrando en el aire un palimpsesto,
la pululante estela, la saga tumultuosa
en volvedor olvido,
del numeroso clan que el mundo orina:
delectación, saludo, reencuentro a pata alzada

86
ZONAS - POESÍA MUNDO ANIMAL

y siembra de aquí estuve,


en numinosos sitios convocantes.
Remonta el perro difusos parentescos,
el linaje, la crónica, el ácido mensaje
de olores solidarios y entusiastas.
Tenaz, certero, el perro sigue
contradictorios rumbos, inspiraciones diagonales;
pero actuando conjura el habitado tiempo,
teje y reintegra una coral figura,
leva un urgente censo
de espectros fraternales que invoca remedando,
y puntualiza, suma, funda especie,
el júbilo en la especie,
y él es la especie rescatada,
toda la tribu, la memoria entera;
y en temblorosa epifanía,
él es total, el uno en muchos
y todos los transitivos en el uno.
(…)

El poema se llama “Epifanía del perro” y no trata de la epifanía


que nos puede producir ver un perro (como, por ejemplo,
“Inagotable asombro” de Girondo), sino que el poema es la epifanía
vivida por un perro, su comprenderse perro al percibir mediante
el olfato a otros perros. Todo el poema está asomado a ese mundo
olfativo y a la rudimentaria psicología capaz de ese luminoso
reconocimiento. Construido así el perro desde su propia perritud,
será visto después desde afuera para cerrar el poema: “Ahora el
perro, sentado, se relame. / Altiva la cabeza, rotunda convencida,
iluminada” dicen los versos que abren la siguiente estrofa. ¿No
dilatan acaso así los poemas –mediante nuestra participación
imaginativa en su realidad– nuestra experiencia? ¿No hacen de
ese modo más rico, más diverso nuestro mundo?

87
ZONAS - POESÍA MUNDO ANIMAL

3.

Contemporáneo casi exacto de Jakob von Uexküll, el filólogo


y zoólogo escocés D’Arcy Wentworth Thompson (1860-1948)
fue otro admirable objetor del darwinismo. No es que negara
las pruebas de la acción mecánica de la selección natural, claro;
lo que le molestaba era que alguien creyera que la musaraña
que medró cuando cayeron los dinosaurios sea en algún sentido
menos evolucionada que una jirafa, por ejemplo. En el fondo,
al igual que von Uexküll, rechazaba a Darwin desde una visión
de eternidad. Es como dice Wittgenstein: “La obra de arte es
el objeto visto sub specie aeternitatis”, y el universo –objeto por
excelencia– visto desde la eternidad es un todo integrado: nuestra
teoría de un desarrollo regido por el azar se debe a nuestra
imposibilidad de ver desde afuera del tiempo –en un glorioso
instante continuo– el cumplido desenvolvimiento de lo Uno
según la secreta ley de sus leyes.

En 1917, D’Arcy Thompson publicó un monumental tratado


de ochocientas páginas: Sobre el crecimiento y la forma, que
ampliaría en una reedición de 1942. No era su primera
publicación, si bien sí su primera obra científica: antes había
publicado una traducción de la Historia de los animales, de
Aristóteles, y dos volúmenes con comentarios sobre todos los
peces y las aves que aparecen en los textos clásicos griegos. El
libro es desmesurado, mansamente genial. En su capítulo más
famoso, el noveno –“Sobre la teoría de las transformaciones o
la comparación de las formas relacionadas”–, se explica que si
tomamos un constituyente de una especie animal (por ejemplo
la pelvis de un ave), lo disponemos sobre un eje cartesiano y
realizamos sobre ese eje algunas alteraciones azarosas, se obtiene
un hueso que ya existe o existió, un hueso ya modulado en otras

88
ZONAS - POESÍA MUNDO ANIMAL

especies de aves. Esas formas, esas diversas expresiones de lo


mismo, son las llamadas “formas relacionadas”.

En algunos casos, la relación de las formas abarca los cuerpos


completos, así por ejemplo, en algunos peces:

89
ZONAS - POESÍA MUNDO ANIMAL

O esta otra, donde la variación es más compleja, siempre


dentro de una sencillez esencial:

Hay muchos otros ejemplos de estas felices formas relacionadas


en el capítulo: huesos de reptiles, cráneos de distintos mamíferos...
La participación de la poesía en el mundo animal trasciende
desde esta luz la identidad entre animal y poema para proyectarse
en una especie de “árbol de la vida” poético. Los poemas son
ahora algo así como variadas encarnaciones de una misma fuerza
operante que no está en ninguna de ellas en particular, sino en
todas y en cada una.

Así, Pedro Soto de Rojas escribe en el siglo xvii una égloga.


Al comienzo el pastor invita tópicamente a su amada a que se
vaya a vivir con él en la naturaleza (“vente, hermosa pastora, /
vente a los anchos horizontes míos…”), y –después de la
esperable promesa sobre la abundancia de frutas, miel y leche
que tendrá a su disposición–, comienza a prometer también

90
ZONAS - POESÍA MUNDO ANIMAL

distintos animales, primero domésticos, luego salvajes y


quiméricos, y dice, en un momento de esa extravagante
enumeración, que él le traerá “de mi venablo herido”:
al colmilludo jabalí cerdoso.

Detengámonos unos segundos en la espléndida inmediatez


de ese verso, en su concreto espesor material, en su animalidad.
Se trata ahora también de comprender y sentir cómo la fuerza
operante de su concreción es la misma que, dentro de las
variaciones de su ley, engendra la criatura livianísima que escribe
Neruda muchos siglos después al principio de su “Oda al picaflor”.

Al colibrí
volante
chispa de agua,
incandescente gota
de fuego
americano,
resumen
encendido
de la selva…

No se trata solamente de que el pulso rítmico de ambas


criaturas sea el mismo: ambas son formas relacionadas de una
misma sorpresa feliz, de una misma intensidad admirada.

4.

Esta concepción animal de la poesía me ha ayudado, según


creo, a escribirla algunas veces. Concebir el poema como un
ser animado que debe ser configurado por la fuerza del idioma
me resulta mucho más fructífero que concebirlo como un objeto
verbal a construir. Y también más verdadero. Un poema no se
crea desde la mera inteligencia procedimental: se trata, escribir

91
ZONAS - POESÍA MUNDO ANIMAL

poesía, de algo más misterioso, se trata de llevar el poema al


lugar donde parece modularse por sí mismo.

Comparto algunos ejemplos propios. Podemos imaginar, dentro


de esa concepción animal del poema, que su estructúra métrica
es algo así como el esqueleto. Ahora bien, el endecasílabo en sus
formas acentuales más recurrentes tiene adentro o bien un
heptasílabo (“resumen encendido de la selva”) o bien un eneasílabo
(“al colmilludo jabalí cerdoso”); entonces una forma relacionada
del endecasílabo –que descubrí mientras escribía– podría ser la
de un verso de quince sílabas que proporcionalmente llevara
adentro o bien un endecasílabo (“Esa fuerza que fija los colores en
las flores”) o bien un tridecasílabo (“pero el acero de su amor me
atravesaba toda”). En mi experiencia, escribir algo que esté vivo
tiene mucho que ver con encontrar nuevas modulaciones formales
desde una necesidad íntima. Ese verso de quince sílabas (no
acentual como el de los modernistas, sino métrico) terminó
encarnando buena parte de un monólogo dramático en la persona
de Simone Weil. Dentro del ritmo isosilábico que el principio del
poema requería, pude experimentar algunos efectos de este verso:

Porque esto quiso su ávida bondad: marcarme suya.

Y lo hizo emboscándose un verano de mi infancia


en los fresnos, filtrándose en el viento de las hojas,
susurrando su música imposible y verdadera
en mis pobres oídos, seduciéndome, tendiéndome
la trampa en que quería que cayera. Y yo caí…

Una nueva forma relacionada apareció después en la escritura


de otro monólogo dramático, un “sermón de la hormiga” en boca
de Francisco de Asís. Había que describir, en el poema, la hormiga
que el santo miraba en la palma de su mano y les mostraba a sus

92
ZONAS - POESÍA MUNDO ANIMAL

oyentes (“Y yo les aseguro / que ninguna catedral es más grande


que esta hormiga. // Esta hormiga que ahora se acicala / en la palma
desnuda de mi mano. // Porque las catedrales las construyen los
hombres / piedra a piedra; / pero a esta hormiga, Dios. // Ninguna
catedral está más finamente trabajada” decían los versos
inmediatamente anteriores), y en la escritura surgió la idea de
retomar el ritmo imparisílabo “cortado” del picaflor de Neruda y
de cruzarlo con rimas de paronomasia vocálica (de modo que
variara la vocal acentuada y cabeza rimara por ejemplo con maciza).
Es entonces –cuando encuentro un pulso nuevo, engendrado en
la tradición– que el poema me parece estar configurándose a sí
mismo, como si uno asistiera al desarrollo de una criatura viva:

una estructura 
fiera
y delicada
entretejida
con carbón 
y azafrán;
la cabeza 
maciza
toda 
pulida
y cada
antena
es una 
oscura
manera
de captar,
de ir 
percibiendo
el mundo.
Abajo,
el ojo
un fijo
punto 

93
ZONAS - POESÍA MUNDO ANIMAL

santo:
negrísima
milésima
de vida
concentrada.

Gota absoluta…

De eso se trata, creo, escribir poesía, o al menos una feliz mane-


ra de escribir poesía. De convocar en la escritura a esas fuerzas que
engendran nuevas formas vivientes. Partir –por poner un último
ejemplo propio– desde el tigre de Blake y buscar nuevas formas
relacionadas (en el caso, variaciones compactadas del soneto) para
encontrar el animal cuya principal característica es su tremenda
potencia mansa, expectante. O al menos intentarlo, claro:

ASÍ

Que sea pura desmesura compactada.


Armada la cabeza a ras del piso.
Macizo, la piel gruesa, un poco cosa:
una forma monstruosa de belleza.

Mucho, inquietante, gris blindado.


Potente, amontonado hacia delante.
Monte indolente. Así: rinoceronte.

94
El corazón es un cazador solitario
Sofía de la Vega 13

CAJÓN DE NARANJAS

Estamos calladas en la mesa de la cocina,


se caen las naranjas de los cajones
que acabo de traer del camión.
Una a una encienden el piso
todo blanco.
Hablamos de papá y de cuánto extrañamos
que nos dé respuestas a todo.
Pasó muy lento el tiempo en esta casa,
quiero salir y cruzar las montañas,
detrás de los basurales,
en los ríos oscuros.
Ahora nado aunque mi cuerpo se sienta incómodo,
creo y me hundo en ese poquito de agua,
que era todo mar,
las montañas eran islas, decías,
y lo siguen siendo.
Todo está tieso por el polvo,
en la caja, las naranjas
son ecos de brillos naturales.
El tiempo comienza a pasar más rápido,
mi piel está dura y no puedo respirar.

13 Sofía de la Vega nació en San Miguel de Tucumán en 1993. Es Profesora de


Letras por la Universidad Nacional de Tucumán. Organiza el Festival Internacional
de Literatura Tucumán (FILT) desde 2015. Publicó Blancas y plateadas (2018) y
La idea es vivir cerca pero no encima (2019). El título de la presente selección de
poemas está tomado de la novela homónima de Carson McCullers.

95
POEMAS - SOFÍA DE LA VEGA

CAZADORA

Mi padre y mi madre eran sombras dispares


que, ahora, muertas acaso se encuentran más
José Watanabe

Miro cómo subís la escalera de mi nuevo departamento,


gritaste mi nombre
cuando estaba abriendo la puerta.
Una montaña seca aparece en mis ojos,
zapatos llenos de piedras diminutas,
el pelo sucio y cálido.

¿Acaso no corrimos hacia el mismo lugar?


Los animales se arrastran como en otro tiempo,
sólo que ahora hace frío
y las sombras de los rascacielos
no me dejan ver tus manos.

Repito en voz alta:


El corazón es un cazador solitario.
The heart is a lonely hunter.
Este es un manifiesto para las montañas,
aunque me sonreíste en el mar.

La mesa está preparada para que nos sentemos


a una distancia considerable.
Esta es la casa en la que yo me imaginaba vivir,
te escucho en la cocina mientras
hago el café con movimientos suaves.

A los 25 años se empieza a sentir la finitud.


Mi cuerpo cae sobre la escalera,
yo subo por el ascensor.
Ahora sos una máquina de recibir
todo lo que el mundo te da.

96
POEMAS - SOFÍA DE LA VEGA

LA MONTAÑA

Soy una planta de balcón


lista para caer
en el cemento gris.
Me atrevo a decir que las circunstancias
prepararon este desborde.
No soy la poeta del litoral
que mira el río y se tranquiliza.
Estoy en busca de imágenes:
hombres de ojos rojos
recogen frutas inmaduras al pie del cerro,
dos yeguas hacen el amor en un barrial,
mellizos juegan con la ropa de sus hermanos difuntos.
¿Qué quieren decir las señales de esta ciudad?
Siempre supe que era parte de otra cosa,
extranjera,
mi tono es anticuado y viene del futuro.
Experimento sentencias de amor casi a diario
y miro cómo todos los perros
son hermosos cerca tuyo,
¿alguna vez podré tocarlos?
¿Son ellos a quienes verdaderamente sigo?
Todavía estoy lejos
pero arriba
o abajo
nunca a una distancia horizontal.
Pelando papas sobre mi estómago,
siento piedras que caen en mis pies,
una foto de mis padres en mi cabeza
me golpea.
Por la tarde, salgo al balcón
y barro lo que queda.

97
POEMAS - SOFÍA DE LA VEGA

VACAS QUE SON ÁNGELES

Un santo escala una montaña,


arrastra su cuerpo que nunca se quiebra.
Mira fijo al sol sin parpadear.

Todo lo que desea se alimenta de los árboles.


Una loba se acerca y huele su boca,
ninguno quiere irse
por eso los dos se van juntos.

El cielo está despejado


y las mujeres abajo de la montaña
lavan los pies de sus hijos.

Un cóndor parece un halcón,


un santo parece un hombre,
los ángeles son vacas.

98
Entrevista a Ted Hughes
Drue Heinz

Ted Hughes (Inglaterra, 1930-1998) es uno de los poetas más ex-


traordinarios del siglo veinte. Mientras se desvanecen las polémicas en
las que se vio envuelto tras el suicidio de su primera mujer, Sylvia Plath,
más y más entidad va ganado su poesía, viva: violenta y al mismo
tiempo delicada, como la naturaleza. Compartimos unos fragmentos
de la entrevista –inédita en castellano– que Drue Heinz le hiciera a
Ted Hughes para la Paris Review en 1995. Y luego el poema “The
Offers”, publicado en Howls & Whispers, un libro casi secreto que
Hughes publicó para sus amigos en una edición de solo cien ejemplares
en 1998, al final de su vida. En ese poema, una suerte de apéndice a
las Birthday Letters, Hughes imagina tres breves encuentros con
Silvia Plath después de que ella muriera.

99
PRESENCIAS - ENTREVISTA A TED HUGHES

Entrevistadora de poco más de veinte años,


¿Recuerda cuándo empezó interesada en la poesía. Yo tenía
a escribir? entonces catorce años, quince.
Y era muy sensible, obviamente,
Hughes a cualquier forma de aliento
Tenía catorce años cuando referida a mi escritura. Recuer-
descubrí los poemas de Kip- do que ella –probablemente
ling. Estaba obsesionado con intentando decir algo que me
su ritmo. Su entramado rít- alentara– señaló algunos ver-
mico, mecánico, me cautivó sos del poema y dijo: Esto es
por completo. Empecé enton- muy… interesante. Y agregó:
ces a escribir poemas rítmicos, es verdadera poesía. Se refería
largas sagas con “Mi entrenamiento a un adjetivo in-
consistía en lo obvio:
ritmos a lo Kipling. usual aplicado al
aprender de memoria
Y se los mostré a los poemas que me
percutor de un
mi profesora de gustaban, imitarlos, arma de caza en
Lengua -una joven leerlos y recitarlos el poema. Ese me
en voz alta”

101
PRESENCIAS - ENTREVISTA A TED HUGHES

sigue pareciendo un momento de Lengua me prestó su libro


crucial. De pronto yo estaba de Eliot y me dio tres o cuatro
muy interesado en producir poemas de Hopkins. Y después
más de ese tipo de cosas. Y al empecé a leer a Yeats. Encontré
poco tiempo –a esa edad todo en la tercera parte de su poema
sucede muy rápido– empecé a “Los vagabundeos de Oisin” el
pensar que tal vez eso era lo tipo de métrica que estaba bus-
que quería hacer. Y cuando cando. Yeats me introdujo en
tenía dieciséis años, era lo el mundo del los mitos ir-
único que quería hacer. landeses y el folclore iralndés
Mi entrenamiento consistía y cosas relacionadas con el
en lo obvio: aprender de me- ocultismo. Yeats fue mi pasión
moria los poemas que me principal en poesía a lo largo
gustaban, imitarlos, leerlos y de mis años en la universidad.
recitarlos en voz alta. Leer Yeats bajo el manto protector
poesía en voz alta me producía de Shakespeare y de Blake. A
una especie de euforia. Mis los veintiún años, mi canon
mayores placeres habían sido estaba ya fijado: Chaucer,
pescar y cazar, “El único poeta Shakespeare, Mar-
pero fui dejándolo extranjero que lowe, Blake, Words-
de lado mientras conocía era a Rilke. worth, Keats, Col-
Me fascinaba”
me iba interesando eridge, Hopkins,
más y más en la poesía. Seguía Yeats, Eliot. No había leído
yendo al bosque, pero para prácticamente nada de poesía
sentarme a leer, cuchicheando norteamericana, salvo a Eliot.
con mis libros. Recuerdo que Tenía las obras completas de
así leí La reina hada, de Whitman, pero no sabía cómo
Spencer. Todo Milton. Y tantas leerlo. El único poeta extranjero
otras cosas… Se volvió una que conocía era a Rilke. Me
especie de hobbie, un hábito. fascinaba. Mientras hice el
Y al mismo tiempo intentaba servicio militar leía y releía dos
escribir. Esa misma profesora antologías de sus poemas. Veía

102
PRESENCIAS - ENTREVISTA A TED HUGHES

los universos de posibilidades que me tomó materialmente


que podían desplegarse a partir escribirlos; los menos satis-
de su poesía. Pero no veía cómo factorios, algo así como dos o
podría yo entrar en ellos. Tenía tres años, o a veces menos, pero
también una Biblia, que me siempre al menos unos días de
había dado mi madre. Era una trabajo intenso y luego diversas
especie de antología bíblica: los correcciones a lo largo de los
Salmos, Jeremías, El cantar de meses. A algunos de ellos me
los cantares, Proverbios, Job y gustaría seguir cambiándolos.
fragmentos de otros libros,
todo dispuesto como si fuera Entrevistadora
verso libre. Leía toda la poesía ¿Se puede decir alguna vez
contemporánea que podía, que un poema está terminado?
pero más allá de Dylan Thomas
y Auden, no lograba inte- Hughes
resarme. No parecía que me Mi experiencia es que los
pudiera conducir a ningún la- poemas que surgen de pronto
do, o quizá yo simplemente no y escribo instantáneamente por
estaba preparado para leerla. lo general no admiten cambios:
están terminados. Hay un po-
Entrevistadora ema mío, uno bastante anto-
¿Cuánto le lleva escribir un logizado, “Halcón en reposo”.
poema? Imagino que depende Lo escribí de un tirón tal como
de la longitud y de otros fac- lo iba visualizando en mi inte-
tores, pero de todos modos… rior. Tiene una palabra en el
medio de la que no estoy
Hughes convencido. Cuando lo recito,
Si miro hacia “Mi experiencia es que siempre siento
atrás mi propia los poemas que surgen una duda interna
obra, veo que los de pronto y escribo cuando llego a ella
mejores me toma- instantáneamente por porque tengo que
lo general no admiten
ron solo el tiempo decidir si usar esa
cambios: están
terminados”
103
PRESENCIAS - ENTREVISTA A TED HUGHES

palabra en singular o plural y sé Neruda murieron con menos


que ninguna de las dos está bien. de una semana de diferencia en
septiembre de 1973. La revista
Entrevistadora de izquierda The New Statesman
¿Puedo preguntarle por su re- puso en su portada a Neruda,
lación personal con otros poetas? y metió a Auden en un rincón
Usted conoció a Auden y a Eliot. de las páginas interiores. Eso
me dolió, más allá de que Ne-
Hughes ruda me parece un poeta mayor.
Con Auden conversé dos Yo leí ávidamente a Auden a
veces. La primera fue en un mis veinte años, y mucho de
festival de poesía en 1966. No su trabajo me parece admira-
fue una conversación realmen- ble. Lo admiro –tiene algo de
te. El me preguntó: “¿Cuál es Goethe, algo así como un
su opinión sobre el Anathemata estremecimiento brillante en
de David Jones?”. Respondí: sus observaciones. Pero no lo
“Es una obra genial, una obra siento cercano en términos po-
maestra”. “Así es”, me dijo. Eso éticos. No estamos interesados
fue todo. La otra vez él estaba en las mismas cosas. A Eliot
indignado con Neruda. Leían tampoco lo frecuenté dema-
juntos en un fes- “Eliot me parece uno siado. Una vez él
tival en Londres, y de los grandes. Uno y su mujer Va-
de los pocos poetas
les habían pedido lerie nos invi-
grandes”
que leyeran doce, taron, a Silvia y
quince minutos cada uno. a mí, a cenar. Estábamos un
Auden leyó exactamente el poco aterrados. Por suerte tam-
tiempo que le habían asigna- bién estaba Stephen Spender,
do. Neruda leyó, además de los que hizo que todo resultara
quince minutos, media hora natural. De esa cena recuerdo
más, aparentemente de un pa- sus constantes y breves obser-
pelito de diez centímetros. vaciones humorísticas, su len-
Escuché su diatriba. Auden y titud para comer, sus manos,

104
PRESENCIAS - ENTREVISTA A TED HUGHES

que eran grandes. Una vez le desintegración. Pero muchas


pregunté si los Paisajes, esas de sus páginas de versos me
hermosas, breves piezas, tan parecen maravillosas en mu-
distintas al resto de su obra, chos sentidos.
eran una selección de otras
muchas inéditas. “No, esas son Entrevistadora
las que hay; me vinieron de ¿Qué opina de la poesía
pronto, es un misterio”, me confesional, y de la tendencia
dijo. Eliot supera enormes de que más y más poetas tra-
obstáculos con asombrosa bajen según esos parámetros?
facilidad… ¿y cómo decide los
cortes, cómo encuentra sus Hughes
formas? Me parece uno de los Goethe habló de su obra
grandes. Uno de los pocos como una gran confesión,
poetas grandes. ¿verdad? Y podríamos decir lo
mismo en un sentido amplio
Entrevistadora sobre la obra de Shakespeare:
¿Qué opina usted de Ezra un profundo examen de con-
Pound? ¿Le gustaba? ciencia, una
“Eso es lo más
placentero, creo:
profunda auto-
Hughes nunca saber qué es lo acusación: una
Sí, me gustaba. que terminará confesión com-
Y me gusta. Pero su sucediendo , verse pleta, desnuda
sorprendido”
personalidad no me y directa, creo,
fascina como sí lo hace, por cuando se la mira con atención.
ejemplo, la de Eliot o la de Tal vez sea siempre así con
Yeats. Quizá porque su desa- cualquier texto que tenga
rrollo interior se vio mezclado verdadera vida poética. Tal vez
con una militancia que ter- toda la poesía, en tanto nos
minó imponiéndosele desde conmueve y nos pone en con-
fuera. Quizá uno retrocede tacto con nosotros mismos, es
ante lo que percibe como una la revelación de algo que el

105
PRESENCIAS - ENTREVISTA A TED HUGHES

escritor tal vez no desea en analogías veladoras.


verdad decir pero que necesita
comunicar, sacárselo de en- Entrevistadora
cima. El escritor tal vez no se ¿Puede contarnos algo más
anima a ponerlo en palabras, sobre cómo se originan sus
por lo tanto eso se va filtrando poemas y cómo empieza a
oblicuamente, disimulado en escribirlos?
analogías. Tal vez sin esa
confesión secre- “En mi opinión, lo Hughes
ta no tenemos mejor del así llamado Todo empieza
un poema. Si la verso libre aspira con una especie de
siempre a esa
mayoría de la intuición abstrac-
inevitabilidad formal”
poesía no pare- ta, algo así como
ce confesional es porque las una punta de madeja de una
estrategias de ocultamiento idea. Si puedo sentir detrás un
pueden ser muy efectivas. Las impulso latente, algo cargado
analogías disimuladoras pue- que siento que se puede can-
den ser tan atractivas que pa- alizar, entonces simplemente
recen ser algo en sí mismas y me lanzo. Generalmente su-
atraer en sí mismas la atención, cede –casi siempre, le diría–
pero al fondo del Paraíso perdi- que una vez que he comenzado
do y de Sansón luchador, por las cosas toman un rumbo
ejemplo, Milton nos cuenta totalmente diferente. El dispa-
aquello por lo que casi fue rador ha desaparecido y estoy
ejecutado. Algunas de las pie- inmerso en aquello que estaba
zas más logradas de Robert allí esperando. Y luego las
Lowell en sus Estudios del cosas suelen irse ramificando.
natural, algunos de los poemas Eso es lo más placentero, creo:
de Anne Sexton, algunos de nunca saber qué es lo que
los poemas de Silvia [Plath] terminará sucediendo, verse
son el modo deliberado en sorprendido. Una vez que
el que ellos despojaron esas comienzo con algo, por lo ge-

106
PRESENCIAS - ENTREVISTA A TED HUGHES

neral lo termino. O más bien ta, aunque no recurra a la mé-


continúo terminándolo a me- trica regular ni a las estrofas
dida que presto atención a sus regulares ni a la rima no puede
necesidades. Así puedo estar de ningún modo ser llamada
días, meses. Muchas veces es “libre”. Tomemos cualquier
sólo después de mucho tiem- pasaje de La tierra baldía o
po que logro ver qué es lo que de Marina, de Eliot. Cada
es. Y entonces lo termino de palabra de esos poemas está
un tirón, por lo general sacán- cuidadosamente encastrada de
dole cosas. acuerdo a esa ley interna tan
profundamente como se pue-
Entrevistadora de estarlo. La música de esas
¿Cuál es su opinión sobre palabras, la música causada por
el verso libre en oposición al el tono, el ritmo, las inflexion-
verso formal? es… todo eso
“¿Y qué habría sido de es, en cierto sen-
Hughes Whitman si hubiera tido, absoluto,
seguido atado a sus
Por la manera sosas rimas?”
inalterable, una
en que se plantea la perfecta con-
pregunta pareciera que “for- tención debida a esas inusual-
mal” significa métrica regular, mente poderosas fuerzas po-
estrofas regulares y, en gran éticas. Hay muchos otros
parte, rima. Pero la palabra ejemplos: el Jubilate Agno de
“formal” también sugiere algo Smart, cualquier tirada de
más abstracto que no tiene que Shakespeare en pentámetros
ver con esos dispositivos es- no rimados, la prosa de
pecíficos. Sugiere cualquier Shakespeare. En mi opinión,
tipo de forma regida por una lo mejor del así llamado verso
poderosa e inflexible ley in- libre aspira siempre a esa
terna que el escritor encuentra inevitabilidad formal –una
que debe obedecer. Esa clase forma fija, inalterable, musical
de forma más profunda y ocul- y sin embargo oculta.

107
PRESENCIAS - ENTREVISTA A TED HUGHES

Una diferencia fundamen- ta, interior. Ahora si esa forma


tal entre este tipo de verso y el interna no existe, el poema
verso regular, isosilábico y con nunca atrapará al lector.
estrofas fijas, es la forma en Podrá interesarlo e incluso
la que posiciona al entusiasmarlo en
lector en la primera “Y no hay que olvidar
la primera lec-
lo que señaló Primo
lectura. El verso Levi: en el campo de tura, pero ese
regular lo coloca concentración, entusiasmo se
ante terreno co- cuando el desenterrar irá desvanecien-
nocido, el poema poemas de su memoria do. El lector no-
fue para él algo de
tiene un aspecto tará la ausencia
crucial importancia,
amigable y fami- los poemas de formas de necesidad
liar. Pero cuando fijas resultaron ser más interna, notará
no hay nada de lo leales, más íntimos” que el poema
conocido –ni mé- podría muy bien
trica fija, ni disposición en ser de esa manera o de otra…
estrofas regulares, ni rima notará la ausencia de un patrón
obvia al final del verso– el lec- formal de fuerzas ocultas. En-
tor necesita involucrarse más, tonces el poema ya no será
buscar lo que está oculto, ir más leído. Y a la larga les
más hondo en las leyes musi- sucede lo mismo –ser re-
cales que gobiernan ese poema. chazados y olvidados– a la
Para eso se requiere tiempo, mayoría de los versos estric-
repetidas lecturas, e imagina- tamente formales si carecen de
ción poética. Pero si esa ley esa necesidad interna. Los
oculta está allí, como lo está poemas metrificados y rima-
en Eliot, en Shakespeare, en dos, para perdurar y atrapar al
Smart, tarde o temprano eso lector, deben tener tan acaba-
irá abriéndose camino en la damente lograda la estructura
mente del lector, y el lector formal aparente como logra-
empezará a reconocer la pre- da la música oculta de su ley.
sencia de esta forma absolu- Dicho esto, uno tiene entonces

108
PRESENCIAS - ENTREVISTA A TED HUGHES

que posicionarse con respecto estimulen la imaginación –


a intentar usar o no los recur- cosa que por cierto hacen a
sos de la métrica regular, las cierto nivel–, sino sobre todo
estrofas, la rima. El mayor el extraño placer de construir
argumento para no usarlos, el cofre y el tesoro. De con-
creo, es obtener acceso para struir una medallón con su
la extraordinaria variedad de joya y un retrato. El placer
patrones musicales que, caso de construir una caja de pe-
contrario, quedan afuera. riscopio con los espejos dis-
Imaginemos que Shakespeare puestos con precisión. Hay
se hubiera limitado a los un misterio, estoy seguro.
sonetos y a los poemas rima- Tal vez se trate de una sa-
dos, sin aventurarse en la pro- tisfacción matemática. Lo
sa ni en los pentámetros sin vemos en la poesía tradicion-
rima, con esos increíbles vue- al, de raíz popular: basta al-
los musicales en sus diálogos. terar el metro o la rima para
Imaginamos qué podría haber que todo su encanto se pierda.
surgido del siglo dieciocho Y no hay que olvidar lo que
inglés si los pareados no señaló Primo Levi: en el cam-
hubieran sido hasta tal punto po de concentración, cuando
la forma dominante. ¿Y qué el desenterrar poemas de su
habría sido de Whitman si memoria fue para él algo de
hubiera seguido atado a sus crucial importancia, los poe-
sosas rimas? Este argumento mas de formas fijas resultaron
suena muy convincente. Pero ser más leales, más íntimos, y
el argumento principal para si no recuerdo mal, él dijo in-
trabajar con rima, estrofas y cluso que le resultaron más
métrica regular también es consoladores. Es algo a tener
muy convincente. No se trata en cuenta.
sólo de que estos dispositivos

(Traducción: León Vila)

109
El rinoceronte de Durero: diarios
por Nahuel Lardies14

11/4/16

Hojeo un libro del poeta escocés John Burnside. Elijo


“Dürer’s ‘Rhinoceros’” para ensayar una versión. La hago rápido,
arrodillado junto a la cama que uso de escritorio. Termino
acalambrado. Esta es la primera versión, que mando al correo
electrónico grupal de un taller:

EL RINOCERONTE DE DURERO

Esta es la bestia que imagina: triste


y peligrosa, tan disímil a ella misma
que le calzó armadura y un cuerno extra
para hacerla creíble.
Un animal de oído
vacila al borde de la matemática,
nos lleva al cuadro del Caballero y la Muerte;
y precisión es menos de lo que pretendió
al tomar tinta y pluma, darle nombre a las partes
deliberando sombras por el cráneo y el vientre,
como esa oscuridad entre las plumas
de las alas de un ángel.
14 Nahuel Lardies nació en 1987.

111
DENTRO DEL POEMA - EL RINOCERONTE DE DURERO: DIARIOS

Nunca vio la criatura por sí mismo


sino que la trazó desde un boceto
o desde la brumosa descripción de alguien;
y si bien pudo haber oído al barco
hundirse con la bestia que portaba,
no pensó en dibujar esa lenta caída
por el agua, al ahogarse,
estirando su cuello para ver
filtrarse entre la sal y el cielo
esa salvaje luz de la Creación.

Se me hace notar que “y si bien pudo haber oído al barco


/ hundirse con la bestia que portaba” debe significar en su
original inglés algo como “y si bien pudo haber oído sobre el
barco/ que se hundió con la bestia que portaba...”. Vuelvo a
los versos en inglés: and though he must have heard the ship
capsized / bringing it.... Desde la literalidad del poema se puede
leer lo que yo traduje, pero el sentido es otro. De todos modos,
respondo justificando mi versión: “La escucha (‘y si bien pudo
haber oído’) atiende a ese momento de soledad previo a que
Durero dibuje al rinoceronte, cuando decide qué plasmar y
qué no. Resumiendo: mi Durero escucha al barco, no sobre
el barco. Incluso podría poner: «y si bien pudo haber oído
hundirse adentro suyo / al barco con la bestia que portaba» o
«y si buen puedo haber oído al barco adentro suyo / hundirse
con la bestia que portaba». También el final es bastante mío:
‘estirando su cuello para ver / filtrarse entre la sal y el cielo /
esa salvaje luz de la Creación’. La infidelidad, acá, es medular”.
Y el anacronismo flagrante, además.

No resulto convincente. Se me responde: “Al ser real la


anécdota del barco que se hundió con el rinoceronte, eliminar

112
DENTRO DEL POEMA - EL RINOCERONTE DE DURERO: DIARIOS

la literalidad le quita poesía al poema y transforma una anéc-


dota poderosa en un episodio evanescente de la imaginación”.

15/9/18

La anécdota es que Durero nunca llegó a ver el rinoceron-


te que dibujó. El barco en que lo transportaban naufragó en
costas italianas.

El sultán Muzafar II se lo había obsequiado al gobernador


de las Indias portuguesas, Alfonso de Albuquerque, en un sutil
y evasivo intercambio: no se le permitió la edificación de un
fuerte para “resguardo de las rutas marítimas”, pero sí, en
compensación, se le obsequia una bestia que el Sultán, con la
astucia de un cortesano, otorga por las resonancias simbólicas.
Era una figurita difícil.

Desde la antigüedad, los libros de viajeros (de Estrabón a


Marco Polo) registraban y describían prodigios. Luego misiones
zarpaban a explorar el orbe y expandir las rutas comerciales,
políticas y simbólicas, basándose en una recopilación de testimo-
nios extraordinarios: un deseo expansivo se organizaba a través
de una imaginación que empezaba a cartografiar sus anhelos.

Así, en mayo de 1515 un rinoceronte indio desembarcó en


las costas de Lisboa.

La presencia del rinoceronte en tierras occidentales había


sido, durante muchos siglos, una etimología contaminada: en
el griego del geógrafo e historiador Estrabón (quien le otorga
el nombre con que aún hoy lo conocemos) rinóceros, que
significaba naríz más cuerno, por ejemplo, se confunde y dis-
torsiona, luego, con el monóceros, el unicornio de las fábulas y

113
DENTRO DEL POEMA - EL RINOCERONTE DE DURERO: DIARIOS

los bestiarios medievales. Durante el Renacimiento, redescubierta


la Historia Natural de Plinio, el rinoceronte aparece como otra
pieza del rompecabezas diseminado de la antigüedad, del mismo
modo que una estatua o un manuscrito.

Estrabón había escrito “yo cuento estos detalles a partir del


ejemplar que yo pude ver, pero Artemidoro se extiende más y
dice que este animal es particularmente proclive a combatir con
el elefante por lugares de pasto”. Plinio, más distante, anota
que en los juegos de Pompeyo Magno “se vio al rinoceronte de
un solo cuerno en la nariz […] Éste es el segundo enemigo
natural del elefante”.

Un radiante sábado de junio, entonces, con el pueblo


expectante, la corte y el rey de Portugal se reunieron en un
improvisado coliseo para admirar un espectáculo: el rinoceronte
iba a enfrentarse al elefante. Como una palabra que recupera la
dimensión de su significado, el rinoceronte es arrastrado a realizar
lo que los textos plasmaron en las citas, que lo habían pintado
como la parcialidad que fue hasta entonces; esto, básicamente:
después de afilar su cuerno contra las piedras [el rinoceronte] se
prepara para la lucha, buscando en el combate sobre todo el
vientre, que sabe que es más blando, escribe Plinio, la autoridad.

La cita, ahora, se animaba.

Valemtim Fernandes, tipógrafo e impresor, observaba la


escena con avidez. Envió un testimonio por carta a Conrad
Peutinger, bibliófilo alemán, experto en lenguas clásicas y amigo
de Durero. En dicha carta había un boceto, que no ha sobrevivido,
y una descripción del animal. Tres cuartas partes de lo que vio
es una cita de Plinio.

114
DENTRO DEL POEMA - EL RINOCERONTE DE DURERO: DIARIOS

Mientras el rinoceronte y el elefante se ignoraban mutua-


mente, a alguien (un cortesano, el rey mismo, un consejero)
se le ocurrió una idea. Ya sabían a quien le interesaban estas
cosas: el Papá León x, hijo de Lorenzo de Médici, el Magnífico.
A León x –que ya contaba en su zoológico con el pintor Rafael,
quien de hecho había dibujado a su, por entonces, bestia favorita,
el elefante Hanno (también ofrendado por Manuel x)– se le
enviaba ahora el rinoceronte indio para completar la cita, la
contienda, el cotejo. El elefante y el rinoceronte eran como un
cuerpo y su sombra. La Roma de Augusto y la Roma de los
Médici eran como la sombra que deja el cuerpo cuando huye.

Pero el barco en que lo transportaban naufragó en costas


italianas.

El mundo es un fenómeno movido por los hilos de la


traducción y la filología, a la sombra de las calamidades de la
Historia.

14/12/2016

El poema de Burnside sobre el rinoceronte de Durero está


en un libro llamado The Light Trap. Lo extraje de una antología
personal de su obra titulada Conjeturas y esperanza (1988-2008).
Ahora me doy cuenta de que no me esforcé demasiado en elegir
el poema. El grabado de Durero está en la tapa.

Por entonces, vivía yo en una piecita adaptada con el ter-


motanque y el lavarropas dentro. La bauticé “El Lavadero”.
Cuando alguien se bañaba abajo o abría el agua caliente para

115
DENTRO DEL POEMA - EL RINOCERONTE DE DURERO: DIARIOS

lavar los platos, “El Lavadero” parecía siempre a punto de hacer


erupción, de modo que pensaba en el Vesubio; no quería
terminar como Plinio, quien murió “queriendo observar los
fenómenos más de cerca, probablemente asfixiado por los gases
volcánicos del flujo piroclástico”.

Había láminas pegadas en la pared, retratos, grabados y


fotografías: dientes de narval, el exoesqueleto de un crustáceo,
las escamas en la piel estirada de un reptil, patas de ave, cola de
elefante, caracoles, un lago, la armadura de un caballero. Un
gabinete de curiosidades. Iba a ser mi estudio pero, cuando me
separé, se convirtió en mi casa. Ahí leía, comía, desayunaba y
dormía. Llevaba una vida silenciosa de insecto. Yo era mi propio
objeto de estudio. Una mañana, después de un sueño intranquilo,
me di cuenta al despertar de que no tenía nada para el taller.
El libro de Burnside estaba tirado junto a la cama, boyando en
la pinotea áspera, polvorienta. Tomé mi notebook, abrí la
antología. Empecé a traducir.

Después de enviar por correo electrónico la primera versión,


mandé imprimir la imagen de Durero y la clavé con unas
chinches en la pared. El grabado del mítico rinoceronte
sobrevolaba a los pies de la cama:

116
DENTRO DEL POEMA - EL RINOCERONTE DE DURERO: DIARIOS

“En el primero de mayo del año 1513 [sic], el poderoso Rey de


Portugal, Manuel de Lisboa, trajo semejante animal vivo desde la
India, llamado rinoceronte. Esta es una representación fiel. Tiene
el color de una tortuga moteada y está casi completamente cubierto
de gruesas escamas. Es del tamaño de un elefante, pero tiene las
patas más cortas y es casi invulnerable. Tiene un poderoso y
puntiagudo cuerno en la punta de su nariz, que afila en las rocas.
Es el enemigo mortal del elefante. El elefante se asusta del rinoceronte,
pues, cuando se encuentran, el rinoceronte carga con la cabeza
entre sus patas delanteras y desgarra el estómago del elefante, contra
lo que el elefante es incapaz de defenderse. El rinoceronte está tan
bien acorazado que el elefante no puede herirle. Se dice que el
rinoceronte es rápido, impetuoso y astuto”.

10/8/2018

Juan Pimentel afirma que el rinoceronte de Durero es el


producto de un testimonio de segunda mano; el resultado de

117
DENTRO DEL POEMA - EL RINOCERONTE DE DURERO: DIARIOS

una ausencia, no una presencia. No hubiera sido posible sin el


apoyo de una imaginación exuberante, ya que representar lo
que no se ha visto requiere no solo de la experiencia de otros
objetos o representaciones acumuladas, sino, y por sobre todas
las cosas, del artificio, de la capacidad de forjar una ficción. Para
los retóricos latinos, de esto se trataba la inventio, es decir, el
primero paso en toda composición: los pensamientos apropia-
dos para el discurso existen ya como copia rerum en el inconsciente
del orador y necesitan tan sólo ser evocados por una técnica del
recuerdo y ser mantenidos despiertos mediante el ejercicio
permanente. Esto es, propiamente, inventar algo.

05/03/2017

John Berger escribe que el arte de Durero es una reinvención


de la naturaleza: “su habilidad para representar, pintar y describir
nos parece milagrosa”. Este solía referirse a sus retratos como
konterfei, una palabra que pone énfasis en el proceso de hacerlo
del natural, ad vivum: hacia la vida.

Desde la literalidad de la experiencia se puede leer lo que yo


transcribo, pero el sentido es otro.

24/11/2016

Acostado en la cama, las inquietudes me zumban, se alejan


y vuelven a merodear. Me estoy quedando atrapado en una red
de asociaciones sin datos que las fundamenten. O con demasiados

118
DENTRO DEL POEMA - EL RINOCERONTE DE DURERO: DIARIOS

datos. Entonces, insomne, pienso en una relación entre el rino-


ceronte y la melancolía, el duelo: basta con mirarle los ojos y…

Sí, el rinoceronte se nos queda grabado. Parece simple pero


es eso, justamente, lo ominoso. Y por exactamente eso, la
melancolía de los ojos del animal logra imitar la de una mirada
perdida e interior que deambula, intentando aferrarse a algo.
¿Falacia patética de la lectura? Un episodio evanescente de la
imaginación. ¿Cómo decirlo? Se trata de un duelo. Así lo
transmitió la tradición: un constante duelo contra el elefante.

Hay tanto detalle que observar, pero solo uno de ellos nos
va a devolver la mirada.

Miramos al rinoceronte como reyes fascinados: exuberancia,


profusión, cotejo. Nuestros ojos se mueven como la pelotita
gris de un flipper mientras el rinoceronte tiene la mirada perdida,
como quien se sabe cautivo y suspira, resignado.

119
DENTRO DEL POEMA - EL RINOCERONTE DE DURERO: DIARIOS

1/10/2018

El poema de Burnside hace algo parecido al guía de una


muestra. ¿Qué pasa con el rinoceronte que muere, con ese
naufragio? ¿Y las personas que viajaban en el barco? ¿Y qué con
el Papa que ya no recibió su obsequio? Todo eso –hasta el
anacronismo de mi mirada y la proyección de mi melancolía
en la bestia que se hundió, incluso las respuestas a esas preguntas–
están en los ojos del animal. ¿Por qué Durero no retrató a la
bestia ahogándose? Hay un malestar que Burnside transmite
de manera velada: animamos las imágenes. No las vemos
sencillamente como algo exterior sino que somatizan el cuerpo,
levitan en nuestra imaginación y empiezan a moverse dentro
de nosotros, quienes las recordamos y asociamos; nos fuerzan
a tener un vínculo. Las imágenes prefiguran las experiencias
posteriores que hacemos de ellas. Son nuestros estados de ánimo,
las sombras de ideas que no llegamos a expresar del todo.

Según Plinio, una joven de Corintio inventó la pintura al


trazar el contorno de la sombra de su amado antes de que se
marchara a la guerra. De acuerdo con esta versión, la primera
creación en imágenes de la humanidad era la representación de
una sombra. O mejor: la de las personas que vamos a perder
en el naufragio.

26/10/2016

Esta es la bestia que imagina: triste


y peligrosa, tan disímil a ella misma
que le calzó armadura y un cuerno extra
para hacerla creíble.
Animal hecho de rumores,

120
DENTRO DEL POEMA - EL RINOCERONTE DE DURERO: DIARIOS

vacila al borde de la geometría


o nos evoca a “El caballero, la muerte y el demonio”.

Y ser preciso es menos de lo que pretendía


al tomar pluma y tinta, darle nombre a las partes,
deliberando sombras por el cráneo y el vientre,
como esa oscuridad que anida entre los huecos
de las plumas de un ángel.

Nunca vio a la criatura por sí mismo


sino que la esbozó desde un boceto,
o de la descripción que alguien hizo, difusa;
y si bien pudo haber oído sobre el barco que se hundió
trayéndolo de vuelta a Roma,
no pensó en dibujar
esa caída lenta por el agua mientras se iba ahogando
y alzaba la cabeza para entrever la luz salvaje
de la Creación, trabada entre la sal y el cielo.

18/09/2018

A Durero le llegaron rumores de que una ballena merodeaba


la costa de los Países Bajos. Escribe en su diario entre el 3 y el
14 de diciembre de 1520: “Quería avistar al Gran Pez, pero la
corriente parecía haberlo alejado”.

La zona estaba plagada de mosquitos; uno de ellos lo picó.


Murió años después de una malaria contraída en ese viaje.

Se trató de acercar a los fenómenos, demasiado quizá.

No llegó a reinventar la ballena encallada.

121
Entre el placer y la obligación
Miguel Ángel Petrecca15

 
1904. BA.

Comienza por el polvo de ladrillo,


el soplo de una excusa perfecta.

Un dedo acusador en una esquina,


o la fantasía de la casa en el árbol.

Una consigna viene al mundo


arropada entre signos de comillas,

un lema es bordado en un bolsillo interno.


Una persona intenta decirlo todo.

De los errores el más habitual,


de las virtudes la más concisa,

la que propagan sin darse cuenta


los cabeceos en la puerta de un colegio.

Empieza y no quiere, empieza pero igual:


suena el timbre, pasos en el patio: es hora.

La palabra conventillo empieza a viajar hacia nosotros.


La palabra fantasma se aleja para siempre.

Comienza por el polvo de ladrillo.


Por un ay en el que nadie cree.

15 Miguel Ángel Petrecca nació en Buenos Aires en 1979. Es poeta y traductor.


Publicó, entre otros, El Maldonado (2007), La voluntad (2013), El recuerdo de una
pared (2016), Pekín (2017) y Mastronardi (2018). Entre sus traducciones del chino
se destaca la antología Un país mental. 100 poemas chinos contemporáneos (2011) y
la antología de poemas de Xi Chuan, Murciélagos al atardecer (2017).  

123
POEMAS - MIGUEL ÁNGEL PETRECCA

Por un oh que no despierta simpatías.


Alguien que dice: hay un comienzo en todo,

y alguien que responde:


en cada hombre que entra a un kiosco

y sale con las manos vacías, un misterio se esconde.


Comienza, comienza de una vez, comienza.

Hay muertos que repiten sin parar: ya es hora.


Escaleras en las que se escucha

el eco de una voz que dice: qué esperas.

124
POEMAS - MIGUEL ÁNGEL PETRECCA

1900 (RM)

Giros que tardan uno o dos años


en llegar a la otra punta de la ciudad
terminan filtrándose en cartas de despedida
o una reflexión sobre el paso del tiempo.
Las paredes llenas de orina y sangre,
los jóvenes en los cafés con sus elipsis
y el doctor, extranjero en su ciudad,
dictando en pantuflas frente la chimenea.
“Cavó magníficas cloacas, levantó palacios,
abrió anchas avenidas por las que anduvo,
a menudo solo, hasta perderse de vista...”
Hay barcos hundidos como en todas partes
y alguien que los piensa y marca con punzón
la madera de un pupitre. Sombras, ecos,
presentimiento de una nieve futura, del año 1918.
Sí, debería nevar, piensa el doctor frente a la chimenea.
Con la regularidad del pájaro que emerge
de un artefacto que es también un recuerdo,
vuelve ahora esa puntada. Ah, un cuarto así, con vista a la calle,
y a una multitud que avanza en silencio
llevando carteles que anuncian el fin del pasado.
“Inventó una forma especial de entrar a un cuarto,
una manera elegante de abandonar la fiesta,
pero nunca pudo contar con gracia
el único chiste que sabía de memoria.”

125
POEMAS - MIGUEL ÁNGEL PETRECCA

SHHHH (1923)

Inválidos de guerra, gente


con perros y gatos, aspecto
de yoguis, que asienten despacio
cuando alguien hace una pregunta
y parecen a punto de responder
siempre con salidas inesperadas.
Algo como: no es el azar,
es el destino lo que convierte
a una persona común
en un pasajero
con un equipaje pesado,
y en la esquina hay siempre un uruguayo
que expone para un pequeño grupo
la situación del río de la Plata:
“Si los indios no son parte del problema...”
Sudando desnudo en uno de los baños
del Admiral’s Palace, ojos cerrados,
manos cruzadas bajo la nuca
pensabas en la novia abandonada
al pie del altar. Gente
lacónica: guardaparques
por ejemplo, que de aburridos
pasean de arriba abajo
por los caminos del único parque decente
(un decir) que le queda
a esta ciudad. Una apuesta
ha tenido lugar.
Un hombre ha dejado pasar
varios colectivos.
(Ninguno parece dejarlo bien).
Otro, tiranizado por un color,
ha bajado la cabeza. Oh tú
que pasas y miras:
por nada, nada del mundo,
por nada del mundo se te ocurra
abrir la bocota.

126
POEMAS - MIGUEL ÁNGEL PETRECCA

R (1965)

En tu biografía, que no es sórdida o escandalosa


pero sí larga y poblada y repleta de rincones,
hay meses y años enteros que buscan resumirse
en la imagen de un perro lamiendo los pies
de un hombre que se ha dormido frente al fuego.
Otros, con la de alguien que chasquea dedos,
obstinadamente, como tratando de sacarle
una chispa más a un encendedor vacío.
Las plazas estaban repletas en un momento,
y te viste arengando a un grupo de vándalos
capaces de arrancar el pasto y revolear los caniches
de las damas que hacían ahí su paseo diario.
Al siguiente, tirabas una moneda al borde del río:
cara o ceca. Escuchabas silbar afuera y pensabas
que venían por vos, que llegaba por fin el día,
porque la gente se acuerda solo de lo malo.
Te equivocabas: aun lo malo se olvida,
y así poco a poco volviste a caminar por la calle,
y dejaste de saltar ridículamente en tu asiento
cada vez que un niño cerca tuyo tiraba un chasquibum.
Te paseabas por la plaza vacía pensando en tus triunfos.
Y en una vida anterior a esa, en donde habías sido
el hijo mudo, el amigo afeminado, el estudiante ejemplar,
el que sale tarde de la biblioteca del pueblo y camina,
con un libro bajo el brazo, hasta la estación
para ver pasar el tren, el único tren del día.
Y luego no, no fue una épica lo que te permitió
salir de ahí: seguiste la corriente, aprendiste un libreto,
aceptaste el rol que te asignaban y poco a poco,
uno por uno, subiste los escalones hasta llegar
donde otros mejor calificados a veces se frenaban
a causa del vértigo. La historia de cómo cruzaste el charco,
casi impersonal: viáticos generosos, murmullos entre bambalinas,
discursos entre avión y avión. Era la primavera:
en todo sentido. Pasar la noche al aire libre, al pie
de la barricada, enseñándole palabras de tu lengua bárbara
a una polaca sofisticada, no era ningún sacrificio,
sino apenas un ejemplo más de cómo, en esos años,
la frontera entre el placer y la obligación se volvía difusa.

127
POEMAS - MIGUEL ÁNGEL PETRECCA

LUZ (1992)

Sos el árbitro caprichoso de tus debilidades


y no tenés nada que reprocharle a las estrellas.
Hace tiempo quedó atrás la época oscura
en que buscando congraciarte con un maestro
concluiste que el insulto y la indiferencia eran el mejor homenaje.
Cuando entendiste que estabas hablando con un muerto
ya era demasiado tarde. La suerte estaba echada.
La desesperación te alcanzó para inventar una excusa,
un viaje y la chance de esfumarte por un tiempo
de los lugares donde quizás se te extrañaría
como extrañan los habitués de un bar al mozo muerto.
¿O era cuestión de ofrecer la otra mejilla?
Frente a raras artesanías de sal que se deshacían entre tus dedos
hubieras querido hacer un comentario, levantar una ceja,
cualquier gesto capaz de concitar sino la simpatía,
al menos la curiosidad de un extraño,
y en cambio corriste asustado hacia la rambla,
entre arcadas que parecían a punto de derrumbarse,
tonos de ocre y amarillo que el tiempo y la humedad
mezclaban magistralmente en los muros de los conventos
cuyos habitantes desalojados a la fuerza décadas atrás
se habían llevado con ellos los manes del lugar.
Otros, en las afueras, habían enterrado tesoros o bombas,
a veces las dos cosas, y se habían tirado al mar.
Vagabas por la ciudad y a la noche soñabas con derrumbes,
con teléfonos pinchados, ídolos de bronces y personajes de
opereta,
en los cuales no era difícil reconocer la imagen de un enemigo,
alguien que tal vez, tras la máscara de un oficio inofensivo,
de un puesto marginal en una estructura decadente,
había movido desde el principio los hilos de tu vida,
menos por ambición, en el fondo, que por aburrimiento.
¿Cuánto duró todo esto? ¿Saliste de ahí alguna vez?
Tantas veces, de niño, dijeron que tenías una estrella,
que terminaste por creértelo, y mirabas el cielo
con la arrogancia de los elegidos o los dementes.
Te había tocado una luz, pero mucho más humilde.
No reconocerla fue tu desgracia y tu salvación.

128
POEMAS - MIGUEL ÁNGEL PETRECCA

EN OTRAS PALABRAS (1999)

Entonces empezás a contarte una historia.


Todo lo que es viejo y parece nuevo,
todo lo que es nuevo y parece viejo
entra en esa historia, y lo perdido
y lo encontrado, y lo que empezaste
sin saber si terminarías. Al principio
es una historia sobre vos, sobre el rencor:
celos, ideales abandonados, intuiciones,
la furia con la que mirabas aquel año
el atardecer desde un acantilado.
Luego, otras personas entran en la historia,
y la historia de alguna manera cambia de escala:
no es que no trate más de vos, pero ahora
también hay otros, y quedaste al margen,
por así decirlo, de tu historia. De nuevo
entonces, el rencor, las borracheras, arranques súbitos
que te hacen subir las escaleras a las zancadas,
para golpear en la puerta equivocada.
“Solo existen las puertas equivocadas”,
leíste más tarde ese día en una cara
de un sobrecito de azúcar en un café
donde esperabas la llegada de una persona.
Pero en su lugar lo que llegó fue una historia, otra,
que terminaba con alguien golpeando una puerta
y bajando la escalera en la oscuridad.
Al principio seguís golpeando puertas
con furia, reclamando lo que te corresponde.
¿Pero a quién reclamarle por un malentendido,
por la simple aplicación desinteresada
de un axioma? Es la vida, en otras palabras,
y siempre son otras palabras, de hecho. Días de lluvia,
olores que vuelven, aserrín en los escalones de un palacio:
hay una constante en todo eso. Tendrías que encontrarla.
Llegar a decir, con una voz triunfal:
“En otras palabras, esto es lo que quise decir.”

129
POEMAS - MIGUEL ÁNGEL PETRECCA

ALFILER

Los jóvenes ya no eran jóvenes según ciertos estándares.


Los viejos eran viejos para cualquier estándar.
Los niños se habían ido detrás de los perros.
Los buenos chistes se contaban con los dedos de la mano
y además no había nadie para apreciarlos.
(No tener secretos obliga a conversar en voz baja).
Como el agua y el aceite, dijo alguien, ¿pero qué quería decir?
Haber carecido de sentido alguna vez
era una etapa infaltable en el cursus honorum
de cualquiera que se preciara, la tragedia
de la incomprensión, sí, gozaba de prestigio
y era el preámbulo ideal para la apoteosis
que caía siempre al final sobre cada uno
dotándolo de un sentido, igual que una absolución.
Como el agua y el aceite, o como una amiga
que recorre todas las mercerías del barrio
buscando un tipo específico de alfiler
inhallable, usando una conversación
casual como pretexto para introducir
una palabra en la que pensó todo el día.

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Ocean Vuong: Algún día
voy a amar a Ocean Vuong
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg16

Ocean Voung nació en 1988 en Vietnam, cerca de Saigón, en una zona


rural. Emigró junto a parte su familia a los Estados Unidos (Connecticut)
en 1990. Su poesía ha tenido muy buena recepción, habiéndosele
concedido en 2017 el premio T.S. Eliot, uno de los más importantes
para la poesía en lengua inglesa. Compartimos como presentación
fragmentos de una entrevista y una selección de sus poemas traducida
por Ezequiel Zaidenwerg.

16 Ezequiel Zaidenwerg nació en Buenos Aires en 1981. Es poeta y traductor.


Publicó Doxa (Vox, 2007), La lírica está muerta (Vox, 2011), Sinsentidos comunes
(Bajo la luna, 2015), ilustrado por Raquel Cané y Bichos (Bajo la luna, 2017) en
colaboración con Mirta Rosenberg. Administra el blog zaidenwerg.com, dedicado
a la traducción de poesía, principalmente de los Estados Unidos.
Fragmentos de la entrevista https://thecreativeindependent.com/people/ocean-
vuong-on-being-generous-in-your-work/ (selección y traducción de León Vila)

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

Ocean Vuong, Entrevista con Amy Rose Spiegel

Spiegel:
¿Cuál es tu estado de ánimo critorio pensando en espirales,
preponderante al escribir? que es en lo que estuve pen-
sando esta mañana. El filóso-
Vuong:
fo italiano Giambattista Vico
Cuando estoy enfrascado
tenía esta teoría de que el
en el trabajo, siento curiosidad.
tiempo se mueve más bien
No sé si la curiosidad es algo
como un espiral que como una
bueno, porque a veces me trae
línea recta.
problemas, pero en la escritura
se convierte en un combustible, Spiegel:
y me saca de mí mismo y me En algunos de tus poemas
conecta con el mundo, inclu- el futuro ya ha sucedido, y el
so si estoy sentado en mi es- pasado sigue sucediendo.

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

¿Dirías que tienes una vi- Spiegel: ¿Y qué es lo que te


sión espiralada del tiempo? causa terror?

Vuong: Vuong:
Mi mayor problema con la El preguntarme si lo que
escritura siempre han sido los estoy haciendo tiene algún
tiempos verbales. En vietna- sentido. Es tal vez un resabio
mita, no tenemos participios de las raíces campesinas de mi
pasados, de modo que se usa familia. ¿No debería estar
siempre el tiempo presente, y haciendo algo más útil para la
si la acción ocurre en pasado o comunidad? Pienso el arte
no dependerá de otras palabras como un servicio mutuo que
de la oración. De modo que nos hacemos.
para decir ahora, que es
Spiegel:
mediodía, “he tomado un café”
Actualmente estás en-
diríamos algo así como “tomo
señando en un
un café esta maña- “Muchas veces programa de es-
na”. Siempre se usa cuando escribo me
critura creativa.
el tiempo presente. siento fuera del
tiempo lineal” ¿Cómo son tus
Muchas veces cuan-
clases?
do escribo me siento fuera del
tiempo lineal. Cuando sucede, Vuong:
simplemente prosigo con la Soy muy tímido, y al
escritura en presente, y retomo principio me sentí aterrado.
la cuestión de los tiempos Cuando empecé a hablar y vi
verbales más tarde. Es recién que los estudiantes tomaban
en la corrección cuando me notas tuve que decirles: “¡No
detengo en ese aspecto. Mien- anoten lo que digo, proba-
tras escribo, la curiosidad me blemente mañana piense algo
empuja hacia adelante. Y lo distinto!”. Lo que sí noto es que
que escribo sirve si mi urgencia hay una especie de ansiedad
logra ir por delante del terror. capitalista por “arreglar” los

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

textos: hay que enseguida de- bre de cualquier atadura, a ve-


cidir qué sacar, qué dejar, qué ces con más honestidad que
cambiar, qué reemplazar con con la que habla incluso con
qué. A mí me parece mejor ir sus seres más cercanos. Quise
lentamente. Obligo a los es- hacerme eco de la tradición de
tudiantes en las primeras cuatro los chicos y chicas queer es-
o cinco semanas a limitarse a cribiendo sus diarios. Me parece
hacer observaciones descrip- una forma tan legítima como
tivas sobre sus textos y los de el soneto, el canto o la sextina.
los otros, sin sugerir ningún Hay una libertad en esa forma
cambio: “Veo que se repite la de escritura. Lo hemos estado
palabra árbol. Veo que se usa haciendo desde siempre en
mucho el terceto. Creo que este nuestros diarios, ¿por qué no
poema intenta esto o esto otro”. puede ser también literatura?
Es claro que no hay recetas
Spiegel:
generales para la escritura.
Ese ejemplo sería una espe-
Spiegel: cie de diálogo con uno mismo,
¿Estarías de acuerdo si ¿qué significa el lenguaje en
alguien dijera que dos temas relación con los otros?
centrales en tus poemas son la
Vuong:
libertad y la pérdida?
Muchas veces tenemos que
Vuong: conformarnos con un nivel
Muy de acuerdo. En muy superficial de comuni-
mi último libro de “Es claro que no cación con los
poemas, uno de los hay recetas otros, del tipo,
poemas se llama generales para la “¿Cómo estás?”,
escritura”
“Fragmentos del “Bien”. Pero es
cuaderno”. Tiene la estructura extraordinario cómo peque-
de entradas de un diario ín- ños cambios en el lenguaje
timo. El diario es un espacio abren un terreno mucho más
donde uno puede hablar li- amplio. “¿Cuándo fue la últi-

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

ma vez que viste alguien y el escribir cuando escribo, elijo


solo hecho de verlo te hizo ahora pasar este tiempo así,
sentir feliz?”. Si uno empieza a creando juntos nuevas ideas.
preguntar esas cosas, al princi- Creo en la colaboración para la
pio te miran como si estuvieras creación. Simone Weil dijo: “La
loco, pero si uno atención es la más
“Me interesa
insiste, “de verdad desdibujar el límite rara y la más pura
me interesa sa- entre arte y vida” forma de gene-
berlo”, las personas rosidad”. Eso es
se abren y hablan. Siempre para mí un mantra: “Presta
recuerdo el lema “Nada de lo atención a las personas, sobre
humano me es ajeno”: me qué les preocupa, sus palabras,
interesa trabajar mis poemas sus mundos, sus posiciones
en esa dirección. Y considero estéticas, sus vidas”. Yo pienso
esto también parte de mi tra- en que podríamos editar la fra-
bajo: que estemos hablando se de Simone Weil, que
ahora, hablar con cualquiera. podríamos intentar decir: “La
Es una cooperación. Me inte- atención es la más común y la
resa desdibujar el límite entre más pura forma de genero-
arte y vida. De la misma ma- sidad”. Trato de trabajar en esa
nera en que elijo qué palabras dirección.

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

UMBRAL
En el cuerpo, donde todo tiene precio,
yo era un mendigo. De rodillas,
espiaba por la cerradura, no
al hombre en la ducha, sino a la lluvia
que al caer lo atravesaba: cuerdas de guitarra que se
cortaban
sobre sus espaldas terráqueas.
Cantaba, y por eso
me acuerdo. Su voz
me llenaba hasta lo más profundo
como un esqueleto. Hasta mi nombre
se arrodillaba dentro de mí, pidiendo
clemencia.
Cantaba. Eso es lo único que me acuerdo.
Porque en el cuerpo, donde todo tiene precio,
yo estaba vivo. No sabía
que hubiera una razón mejor.
Esa mañana, mi papá se detendría
–un potro oscuro, inmóvil bajo el aguacero–
a escuchar mi respiración aferrada
del otro lado de la puerta. No sabía que el precio
de entrar en una canción era extraviar
el regreso.
Así que entré. Así que perdí.
Lo perdí todo con los ojos
bien abiertos.

THRESHOLD // In the body, where everything has a price,/ I was a beggar. On


my knees,/ I watched, through the keyhole, not/ the man showering, but the rain//
falling through him: guitar strings snapping/ over his globed shoulders.// He was
singing, which is why/ I remember it. His voice// it filled me to the core/ like a

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

skeleton. Even my name/ knelt down inside me, asking/ to be spared.// He was
singing. It is all I remember./ For in the body, where everything has a price,// I was
alive. I didn’t know/ there was a better reason.// That one morning, my father would
stop/ -a dark colt paused in downpour-// & listen for my clutched breath/ behind
the door. I didn’t know the cost/ of entering a song -was to lose/ your way back./ So
I entered. So I lost./ I lost it all with my eyes// wide open.

TELÉMACO
Como todo buen hijo, rescato a mi papá
del agua, lo arrastro del pelo
por la arena blanca, sus nudillos abren un surco
que las olas se apuran en borrar. Porque la ciudad
del otro lado de la costa ya no está
donde la dejamos. Porque la catedral
bombardeada ahora es una catedral
de árboles. Me arrodillo a su lado para ver cuánto
me podría hundir. ¿Sabés quién soy,
Ba? Pero la respuesta no llega nunca. La respuesta
es el agujero de bala que tiene en la espalda, lleno
de agua de mar. Está tan quieto que pienso
que podría ser el padre de cualquiera, al que encuentran
como podría aparecer ante los pies de un chico
una botella verde que contiene un año.
que nunca tocó. Le toco
las orejas. No pasa nada. Lo doy
vuelta. Para hacerle frente. A la catedral
de sus ojos negros como el mar. A la cara
que no es la mía, pero que voy a poner
para darles a todos mis amantes el beso de las buenas
noches:
la manera en que cierro los labios de papá
con los míos & emprendo
la fiel labor del que se ahoga.

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

TELEMACHUS // Like any good son, I pull my father out/ of the water, drag
him by his hair// through white sand, his knuckles carving a trail/ the waves rush
in to erase. Because the city// beyond the shore is no longer/ where we left it. Because
the bombed// cathedral is now a cathedral/ of trees. I kneel beside him to see how
far// I might sink. Do you know who I am,/ Ba? But the answer never comes. The
answer// is the bullet hole in his back, brimming/ with seawater. He is so still I
think// he could be anyone’s father, found/ the way a green bottle might appear at//
a boy’s feet containing a year/ he has never touched. I touch// his ears. No use. I turn
him/ over. To face it. The catedral// in his sea-black eyes. The face/ not mine -- but
one I will wear// to kiss all my lovers good-night:/ the way I seal my father’s lips//
with my own & begin/ the faithful work of drowning.

DE CABEZA
Không có gì bằng cơm với cá.
Không có gì bằng má với con.
Proverbio vietnamita
¿No sabés? Que el amor de una madre
se desentiende del orgullo
como el fuego
se desentiende de los gritos
de lo que quema. Hijo mío,
mañana aún
tendrás el día de hoy. ¿No sabés?
Que hay hombres que tocan pechos
como quien toca
cráneos. Hombres
que cargan sueños
por las montañas, con los muertos
en la espalda.
Pero sólo una madre es capaz de caminar
con el peso
de un segundo corazón que late.
Nenito tonto.
Podrás perderte en cada libro
pero nunca te vas a olvidar de vos mismo
igual que dios se olvida
de sus manos.

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

Cuando te pregunten
de dónde sos,
deciles que tu nombre
se hizo carne en la boca sin dientes
de una mujer de la guerra.
Que no naciste,
sino que saliste de cabeza
al hambre de los perros. Hijo mío, deciles
que el cuerpo es un cuchillo que se afila
cortando.

HEADFISRST // Không có gì bằng cơm với cá./ Không có gì bằng má với con./
Vietnamese proverb/ Don’t you know? A woman’s love/ neglects pride/ the way fire/
neglects the cries/ of what it burns. My son,/ even tomorrow/ you will have today.//
There are men who touch breasts/ like the tops of skulls./ There are men who carry
dreams/ over mountains, the dead/ on their backs./ But only a mother can walk/
with the weight of a second/ stupid boy./ You can get lost in every book/ but you can
never forget yourself/ the way god forgets his hands.// When they ask you/ where
you’re from,/ tell them your name/ was fleshed from the toothless mouth/ of a war-
woman./ That you were not born -/ but crawled, headfirst-/ into the hunger of
dogs./ My son, the body is a blade/ that sharpens/ by cutting.

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

AUTORRETRATO COMO ORIFICIOS DE SALIDA


Que sea, en cambio el eco de cada paso
que la lluvia ahogó, que mutile el aire como un nombre
que se arroja a un barco que se hunde, que salpique la
corteza de la ceiba
y atraviese lo podrido y el hierro de una ciudad que trata de
olvidar
los huesos bajo las veredas, & recorra después
el campamento de refugiados con el aire viciado de humo &
himnos
a medio cantar, una casucha ennegrecida de óxido &
alumbrada con la última
vela de Bà Ngoại, las caras de los chanchos que alzábamos
& confundíamos con hermanos, que entre en una habitación
iluminada
por la nieve y amueblada únicamente con risas, pan lactal
& mayonesa que se acercan a los labios rajados en calidad de
testamento
a un triunfo del que nadie se acuerda, que roce la mejilla
sonrosada del recién nacido al que levantan en los brazos de
su papá,
envuelto en tripas de pescado & Marlboros, mientras todo el
mundo festeja
cómo otro vietnamita más se desmorona bajo la M16 de
John Wayne y Vietnam
arde en la pantalla, que les entre por un oído y les salga por
el otro,
limpio, como una promesa, antes de rasgar el póster
de Michael Jackson que brilla encima del sillón, hacia
el supermercado donde una mujer mezclada está dispuesta
a creer que cualquier hombre blanco que tenga su nariz
es su papá, que cante, un ratito, adentro de su boca,
antes de acostarla entre frascos de tomate

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

& cajas azules de pasta & de que la manzana rojo oscuro


salga
rodando de la palma de su mano, después al calabozo
donde su marido se sienta a mirar la luna
hasta que se convence de que es la última hostia
que dios le negó, que le pegue en el mentón como un beso
que olvidamos cómo darnos los unos a los otros, silbando en
el aire
de vuelta al 68, a la bahía de Ha-Long: fuego en lugar
de cielo, el cielo que sólo los muertos
pueden ver, que llegue hasta el abuelo que se está cogiendo
a la campesina embarazada en la parte de atrás de su jeep
del ejército,
con el pelo rubio parpadeando en la ventolera del napalm,
que lo sujete
contra el polvo del que surgen sus futuras hijas,
con los dedos ampollados de sal & Agente Naranja, que le
arranquen los pantalones verdes de fajina & agarren en un
puño el nombre
que le cuelga del cuello, el nombre que aprietan contra la
lengua
para aprender de nuevo la palabra vivir, vivir, vivir – pero
aunque sea, déjenme enhebrar este rayo de la muerte
como una ciega vuelve a coserle un retazo de piel
en las costillas a su hija. Sí: déjenme creer que nací
para desamartillar este rifle, brillante & terso, como un
verdadero
Charlie, como pasos de fantasmas condensados por la lluvia
mientras me arrodillo entre las miras –& rezo
por que nada se mueva.

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

SELF-PORTRAIT AS EXIT WOUNDS // Instead, let it be the echo to every


footstep/ drowned out by rain, cripple the air like a name//flung onto a sinking boat,
splash the kapok’s bark/ through rot & iron of a city trying to forget//the bones
beneath its sidewalks, then through/ the refugee camp sick with smoke & half-sung//
hymns, a shack rusted black & lit with Bà Ngoại’s/ last candle, the hogs’ faces we
held in our hands// & mistook for brothers, let it enter a room illuminated/ with
snow, furnished only with laughter, Wonder Bread// & mayonnaise raised to cracked
lips as testament/ to a triumph no one recalls, let it brush the newborn’s// flushed
cheek as he’s lifted in his father’s arms, wreathed/ with fishgut & Marlboros, everyone
cheering as another// brown gook crumbles under John Wayne’s M16, Vietnam/
burning on the screen, let it slide through their ears,// clean, like a promise, before
piercing the poster/ of Michael Jackson glistening over the couch, into// the supermarket
where a Hapa woman is ready/ to believe every white man possessing her nose// is
her father, may it sing, briefly, inside her mouth,/ before laying her down between jars
of tomato// & blue boxes of pasta, the deep-red apple rolling/ from her palm, then
into the prison cell// where her husband sits staring at the moon/ until he’s convinced
it’s the last wafer// god refused him, let it hit his jaw like a kiss/ we’ve forgotten how
to give one another, hissing// back to ’68, Ha Long Bay: the sky replaced/ with fire,
the sky only the dead// look up to, may it reach the grandfather fucking/ the pregnant
farmgirl in the back of his army jeep,// his blond hair flickering in napalm-blasted
wind, let it pin/ him down to dust where his future daughters rise,// fingers blistered
with salt & Agent Orange, let them/ tear open his olive fatigues, clutch that name
hanging// from his neck, that name they press to their tongues/ to relearn the word live,
live, live–but if// for nothing else, let me weave this deathbeam/ the way a blind
woman stitches a flap of skin back// to her daughter’s ribs. Yes–let me believe I was
born/ to cock back this rifle, smooth & slick, like a true// Charlie, like the footsteps
of ghosts misted through rain/ as I lower myself between the sights–& pray// that
nothing moves.

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

SIN TÍTULO (AZUL, VERDE Y MARRÓN): ÓLEO


SOBRE LIENZO: MARK ROTHKO: 1952
La tele dijo los aviones impactaron contra los edificios.
& yo dije que sí porque vos me pediste
que me quedara. Tal vez rezamos de rodillas porque dios
nos escucha solamente cuando estamos así de cerca
del diablo. Hay tantas cosas que te quiero contar.
Que mi máximo logro fue cruzar a pie
el Puente de Brooklyn
sin pensar en el vuelo. Que vivimos como el agua:
humedeciendo
una lengua nueva con andá a saber
lo que tuvimos que pasar. Dicen que el cielo es azul
pero yo sé que es negro si se lo mira de muy lejos.
Siempre te vas a acordar de lo que estabas haciendo
cuando más te duela. Hay tantas cosas
que necesito contarte: pero sólo me gané
una vida. & no me llevé nada. Nada. A lo mejor un par de
dientes
al final. La tele seguía diciendo Los aviones…
Los aviones... & y yo esperando de pie en la habitación
hecha de sinsontes rotos. Las alas palpitantes
eran cuatro paredes borroneadas & vos estabas ahí.
Vos eras las ventanas.

UNTITLED (BLUE, GREEN, AND BROWN): OIL ON CANVAS: MARK


ROTHKO: 1952 // The TV said the planes have hit the buildings./ & I said Yes
because you asked me/ to stay. Maybe we pray on our knees because god/ only listens
when we’re this close/ to the devil. There is so much I want to tell you./ How my
greatest accolade was to walk/ across the Brooklyn Bridge/ & not think of flight./
How we live like water: wetting/ a new tongue with no telling/ what we’ve been
through. They say the sky is blue/ but I know it’s black seen through too much distance./
You will always remember what you were doing/ when it hurts the most. There is so
much/ I need to tell you – but I only earned/ one life. & I took nothing. Nothing.
Like a pair of teeth/ at the end. The TV kept saying The planes…/ The planes...&
I stood waiting in the room/ made of broken mockingbirds. Their wings throbbing/
into four blurred walls. & you were there./ You were the window. 

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

FRAGMENTOS DEL CUADERNO


Una línea de tibieza, del ancho de una cicatriz, en el cuello
de un hombre gastado.
Es todo lo que siempre quise ser.
A veces pido demasiado sólo para sentir que se me inunda la
boca.
Descubrimiento: mi vello púbico más largo mide tres
centímetros.
¿Bueno o malo?
7:18 de la mañana. Anoche Kevin tuvo una sobredosis. Su
hermana me dejó un mensaje. No pude escucharlo
entero. Con ésta van tres en un año.
Prometo que ya voy a dejar.
Esta mañana se me cayó jugo de naranja en la mesa. Súbito
rayo de sol
que no fui capaz de limpiar.
Mis manos fueron luz del sol hasta entrada la noche.
Me levanté a la una de la mañana y, sin motivo, corrí por el
maizal de Duffy. En boxers y nada más.
El maíz estaba seco. Hacía ruido como de un incendio,
sin motivo.
La abuela dijo En la guerra agarraban un bebé, un soldado de cada
tobillo, y tiraban… Así nomás.
¡Por fin llegó la primavera! Narcisos por todas partes.
Así nomás.
Hay 13.000 partes de cuerpos no identificados de las Torres
Gemelas guardadas en un depósito subterráneo en Nueva
York.
¿Bueno o malo?
¿El paraíso no debería estar pesadísmo a esta altura?

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

Tal vez la lluvia sea “dulce” porque cae en tantas partes


distintas del mundo.
Hasta lo dulce te puede raspar la garganta, así que batí bien el azúcar.
La abuela.
4:37 de la mañana. ¿Cómo puede ser que la depresión me
haga sentir más vivo?
La vida es rara.
Recordatorio: si un tipo te dice que su poeta preferido es
Jack Kerouac, es muy probable que sea un pelotudo.
Recordatorio: si Orfeo fuera mujer, yo no estaría encerrado
acá abajo.
¿Por qué todos mis libros me dejan con las manos vacías?
En vietnamita, granada se dice “bom”, del francés
“pomme”, que significa manzana.
¿O era por “bomba” en estadounidense?
Me desperté con un grito mudo. El cuarto se llenaba de una
luz azulada que se llama amanecer. Fui a darle un beso
en la frente a la abuela
por las dudas.
Un soldado estadounidense se cogió a una campesina
vietnamita. En consecuencia existe mi madre. En
consecuencia existo yo. En consecuencia, sin bombas =
no existiría mi familia = ni existiría yo.
Qué asco.
9:47 de la mañana: ya me hice cuatro pajas. El brazo me está
matando.
Berenjena = cá pháo = “tomate granada”. En consecuencia,
la extinción define el alimento.
Esta noche conocí a un tipo. Un profesor de inglés de
secundaria, del pueblo de al lado. Un pueblo chico. Tal
vez

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

no debería, pero tenía las manos


de alguien que conocí. Alguien a quien estaba
acostumbrado.
A las mínimas iglesias que formaban
sobre la mesa mientras él buscaba las palabras justas.
Conocí a un tipo que no sos vos. En su cuarto, las Biblias se
sacudían en el estante por la luz de las velas. Su escroto,
una fruta machucada. Se lo besé
despacio, como uno besaría una granada
antes de arrojarla a la boca de la noche.
Quizá la lengua también sea una llave.
Qué asco.
Te comería, me dijo, rozándome la mejilla con los nudillos.
Creo que amo mucho a mi mamá.
Algunas granadas explotan con una imagen de flores
blancas.
Florecen gipsófilas sobre un cielo encapotado, a lo largo de
mi pecho.
Quizá la lengua también sea un alfiler.
Me voy a volver loco cuando se muera Whitney Houston.
Conocí a un tipo. Prometo que voy a dejar.
“Saquea una aldea” es un muy lindo ejemplo de rima
consonante. Dijo él.
Era blanco. O quizá yo sólo estaba fuera de mí, al lado de él.
En cualquier caso, me olvidé de memoria de su nombre.
Me pregunto cómo se sentirá moverse a la velocidad de la
sed: si será rápido
como estar tirado en el piso de la cocina con las luces
apagadas.
(Kristopher)
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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

6:24 de la mañana. Estación de ómnibus. Pasaje de ida a


Nueva York: 36,75 dólares.
6:57 de la mañana. Mamá, te amo.
Cuando los guardiacárceles quemaron sus manuscritos,
Nguyễn Chí Thiện no paraba
de reírse: los 283 poemas ya estaban dentro suyo.
Soñé que caminaba descalzo hasta tu casa en la nieve. Todo
era azul
como un borrón de tinta
y vos estabas vivo todavía. Hasta había una luz del tono del
amanecer
dentro de tu ventana.
Dios debe ser una estación del año, decía la abuela, mirando
por la ventana cómo la tormenta
de nieve le ahogaba el jardín.
Mis pasos sobre la vereda eran los vuelos más pequeños.
Dios mío, si sos una estación del año, que seas la que atravesé
para llegar acá.
Acá. Es donde siempre quise estar.
Lo prometo.

NOTEBOOK FRAGMENTS // A scar’s width of warmth on a worn man’s


neck./ That’s all I wanted to be.// Sometimes I ask for too much just to feel my
mouth overflow.// Discovery: my longest pubic hair is 1.2 inches.// Good or bad?//
7:18 a.m. Kevin overdosed last night. His sister left a message. Couldn’t listen/ to
all of it. That makes three this year.// I promise to stop soon.// Spilled orange juice
all over the table this morning. Sudden sunlight/ I couldn’t wipe away.// My hands
were daylight all through the night.// Woke up at 1 a.m and, for no reason, ran
through Duffy’s cornfield./ Boxers only.// Corn was dry. I sounded like a fire,/ for
no reason.// Grandma said In the war they would grab a baby, a soldier at each
ankle, and pull.../ Just like that.// It’s finally spring! Daffodils everywhere./ Just
like that.// There are over 13,000 unidentified body parts from the World Trade
Center/ being stored in an underground repository in New York City.// Good or
bad?// Shouldn’t heaven be superheavy by now?// Maybe rain is “sweet” because
it falls// through so much of the world.// Even sweetness can scratch the throat, so

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VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

stir the sugar well. – Grandma// 4:37 a.m. How come depression makes me feel
more alive?// Life is funny.// Note to self: If a guy tells you his favorite poet is Jack
Kerouac,/ there’s a very good chance he’s a douchebag.// Note to self: If Orpheus
were a woman, I wouldn’t be stuck down here.// Why do all my books leave me
empty-handed?// In Vietnamese, the word for grenade is “bom,” from the French
“pomme,” meaning “apple.”// Or was it American for “bomb”?// Woke up screaming
with no sound. The room filling with a bluish water called dawn. Went to kiss grandma
on the forehead// just in case.// An American soldier fucked a Vietnamese farmgirl.
Thus my mother/ exists. Thus I exist. Thus no bombs = no family = no me.//
Yikes.// 9:47 a.m. Jerked off four times already. My arm kills.// Eggplant = ca
phao = “grenade tomato.” Thus nourishment defined by/ extinction.// I met a man
tonight. A high school English teacher/from the next town. A small town. Maybe//
I shouldn’t have, but he had the hands/ of someone I used to know. Someone I was
used to.// The way they formed brief churches/ over the table as he searched for the
right words.// I met a man, not you. In his room the Bibles shook on the shelf/ from
candlelight. His scrotum a bruised fruit. I kissed it// lightly, the way one might kiss
a grenade/ before hurling it into the night’s mouth.// Maybe the tongue is also a
key.// Yikes.// I could eat you he said, brushing my cheek with his knuckles.// I
think I love my mom very much.// Some grenades explode with a vision of white
flowers.// Baby’s breath blooming in a darkened sky, across/ my chest.// Maybe
the tongue is also a pin.// I’m going to lose it when Whitney Houston dies.// I met
a man. I promise to stop.// A pillaged village is a fine example of a perfect rhyme.
He said that.// He was white. Or maybe, I was just beside myself, next to him.//
Either way, I forgot his name by heart.// I wonder what it feels like to move at the
speed of thirst/ if it’s as fast as lying on the kitchen floor with the lights off.//
(Kristopher)// 6:24 a.m. Greyhound station. One-way ticket to/ New York City:
$36.75.// 6:57 a.m. I love you, mom.// When the prison guards burned his
manuscripts, Nguyễn Chí Thiện couldn’t stop laughing - the 283 poems already inside
him.// I dreamed I walked barefoot all the way to your house in the snow. Everything
was the blue of smudged ink/ and you were still alive. There was even a light the
shade of sunrise inside/ your window.// God must be a season, grandma said, looking
out at the blizzard drowning/ her garden.// My footsteps on the sidewalk were the
smallest flights.// Dear god, if you are a season, let it be the one I passed through to
get here./ Here. That’s all I wanted to be.// I promise.

148
VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

Ocean, no tengas miedo.


El final del camino está tan lejos
que ya lo dejamos atrás.
No te preocupes. Tu papá es solamente tu papá
hasta que alguno de los dos se olvide. Igual que la columna
vertebral
no se acuerda de sus alas
por más veces que besemos
el asfalto con las rodillas. Ocean,
¿me escuchás? La parte más linda
de tu cuerpo es donde sea
que caiga la sombra de tu mamá.
Acá está la casa con la infancia
apenas reducida al cablecito rojo que hace saltar
la trampa. No te preocupes, vos hacé de cuenta
que es el horizonte & nunca lo vas a alcanzar.
Acá está el día de hoy. Saltá. Te prometo que no es
un bote salvavidas. Acá está el hombre
con los brazos lo suficientemente anchos para recoger
tu partida. & acá está el momento,
cuando se acaba de apagar la luz, en que todavía se ve
la antorcha tenue que brilla entre sus piernas.
Cómo la usás una & otra vez
para encontrar tus propias manos.
Pediste una segunda oportunidad
& te dieron una boca para que te vacíes.
No tengas miedos, que las balas
son apenas el ruido que hace la gente
al intentar vivir un poco más. Ocean, Ocean,
levantate. La parte más linda de tu cuerpo
es hacia donde va. & acordate,
la soledad sigue siendo el tiempo que pasás
con el mundo. Acá está
la habitación con todo el mundo adentro.
Tus amigos muertos te atraviesan
como el viento a esas campanas
llamadoras de ángeles. Acá hay un escritorio

149
VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

con una pata chueca & un ladrillo


para hacerlo durar. Sí, acá hay una habitación
tan cálida y cercana como sangre,
te lo juro, que te vas a despertar
& vas a confundir estas paredes
con piel.

SOMEDAY I´LL LOVE OCEAN VOUNG // Ocean, don’t be afraid./ The end
of the road is so far ahea/ dit is already behind us./ Don’t worry. Your father is only
your father/ until one of you forgets. Like how the spine/ won’t remember its wings/
no matter how many times our knees/ kiss the pavement. Ocean,/ are you listening?
The most beautiful part/ of your body is wherever/ your mother’s shadow falls./
Here’s the house with childhood/ whittled down to a single red trip/ wire./ Don’t
worry. Just call it horizon& you’ll never reach it./ Here’s today. Jump. I promise it’s
nota lifeboat. Here’s the man/ whose arms are wide enough to gather/ your leaving.
& here the moment,/ just after the lights go out, when you can still see/ the faint torch
between his legs./ How you use it again & again/ to find your own hands./ You
asked for a second chance/ & are given a mouth to empty into./ Don’t be afraid, the
gun/ fireis only the sound of people/ trying to live a little longer. Ocean. Ocean,/ get
up. The most beautiful part of your body/ is where it’s headed. & remember,/ loneliness
is still time spent/ with the world. Here’s/ the room with everyone in it./ Your dead
friends passing/ through you like wind/ through a wind chime. Here’s a desk/ with
the gimp leg & a brick/ to make it last. Yes, here’s a room/ so warm & blood-close,/
I swear, you will wake–& mistake these walls/ for skin.

150
VERSIONES - OCEAN VUONG - ALGÚN DÍA VOY A AMAR A OCEAN VUONG

Notas del autor sobre los poemas


“Umbral” toma prestada y modifica una frase de “Parable” de Carl Phillips.
“Fragmentos del cuaderno” toma prestada una frase de “The Dark
World” de Sandra Lim; Nguyễn Chí Thiện fue un poeta vietnamita di-
sidente que pasó un total de veintisiete años en la cárcel por sus escritos.
Mientras estaba preso, sin pluma ni papel, componía y memorizaba sus
poemas.
El título “Algún día voy a amar a Ocean Vuong” está inspirado en Frank
O’Hara y Roger Reeves.

151
La poesía del renga17
Por Alberto Silva18

Marco lingüístico de la poesía japonesa del renga

Para adentrarse en la poesía del renga, resulta fundamental


una breve consideración sobre la lengua en la cual se dio: cada
cultura forja la poética que merece y en el caso nipón la que
puede, dadas las dificultades que la lengua tuvo que vencer
en el archipiélago. Para desarrollar su sistema de escritura
(relativamente tarde, hacia el siglo iii), los japoneses se vieron
en la obligación de volver compatible el mecanismo nativo
oral, silábico, con el registro ideogramático chino, que les era
del todo ajeno. Lo que terminó siendo lengua japonesa resulta
de una sagaz combinación entre la nítida percusión local de
sonidos con predominio vocálico y la vaporosa textura
impresionista del kanji chino. Un trabajo de siglos sobre el
idioma permitió a los nipones engendrar otro, nuevo. Nuevo
en cuanto incomprensible para los chinos (chino y japonés se
acabaron distanciando en un grado comparable al castellano
respecto del alemán), por un lado, y nuevo por las posibilidades
expresivas que los nipones desarrollaron a partir de lo que se
presentaba como una limitación (es una modalidad muy
nipona: transformar un obstáculo en ocasión de crecimiento).

17  Este artículo se publicará próximamente en una versión más extendida en dos


revistas españolas: Mecanismo (de Mallorca) y Animal Sospechoso (de Barcelona)
18 Alberto Silva nació en 1943 en Buenos Aires. Es poeta y traductor. Doctor en
Letras por la Universidad de París, escribió muchos libros esenciales, como autor,
compilador y traductor, de los que vale destacar: El libro del Haiku (2005) y Mat-
suo Bashõ: Diarios de viaje (2016). Actualmente vive en Barcelona.

153
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

La lengua japonesa venció su pie forzado constitutivo


mediante el uso acompasado de tres alfabetos: el kanji permite
la mirada sintética, pictórica, abierta al pluri-semantismo; el
hiragana recupera la ordenación silábica, o sea la ubicación
de la lengua en un tiempo y un ritmo de elocución propicios
para los hablantes; y el katakana adapta el silabario anterior
a palabras especiales (p.ej.: vocablos extranjeros) 19. De a poco
fueron surgiendo los flexos, puentes y articulaciones necesarios.
El japonés los usa para que fluya la pluma y la lengua aspire
a una caligrafía tan asombrosa como su antecesora china.

Lo anterior importa: la escritura japonesa, y en particular


su poesía, pone en acción dispositivos propios del gesto
escriturario y de la mirada plástica. Componer un poema resume
un proceso de escritura donde prima lo sensitivo: lo que se
piensa, lo que se mira y lo que se escucha se conjugan en el
mismo ademán; se plasman formas que son vistoleídas en una
única ojeada o movimiento.

Por otra parte, la lengua nipona labró su territorio alternando


tendencias vernáculas y rasgos foráneos, ligados estos al modo
en que lo escrito se divulgó en el sudeste de Asia (vale decir:
gracias al magisterio del idioma que, por simplificar, llamamos
chino). Así, en japonés, las vocales finales i y e son más frecuentes
que en otras lenguas. Las rimas castellanas aprovechan nuestro
gusto más acentuado por la a y la o, englobando ésta la u frecuente
del latín. Ello permite, en particular a la poesía, jugar con rimas
próximas o lejanas, consonantes o asonantes. La poesía es antes
que nada canto: incluso impresa, siempre ha de estar pronta
19 Para hacer aún más complejo este asunto, notemos que hoy se difunde en
Japón un cuarto alfabeto, especie de inglés japonizado que permite nuevos modos
de escritura y hasta de literatura, gracias a su completa generalización vía teléfonos
celulares. Ciertos analistas aseguran que este novísimo ingrediente puede revolu-
cionar las bases mismas de la lengua japonesa.

154
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

para ser leída en voz alta. En el caso de la poesía renga, llaman


la atención sus asonancias vocálicas, así como la insistencia en
repetir consonantes que les resultan cercanas: r/l, n, la omni-
presente k, etc. Dicho lo anterior, la música de un poema nipón
es traducible desde la analogía (si se prefiere: desde la función
del ritmo interno en la estructuración del poema), pero
difícilmente desde la literalidad, ya que en japonés abundan las
palabras agudas, a menudo monosílabos, mientras que el
castellano se inclina por palabras más extensas y mayoritaria-
mente graves.

El entrelazamiento de la lógica extensa o analítica del hiragana


con la intensa o sintética del kanji permite el desarrollo de un
recurso característico de la poesía japonesa, por ende del renga: la
constante oscilación, vacilación o entrelazamiento entre homografía
(una palabra escrita designa distintos sonidos: alpaca se aplica a
un animal y a un metal) y homofonía (un mismo sonido se escribe
con palabras diferentes: ola es oleaje; hola es interjección). Usemos
como ejemplo japonés el término shin. El sonido shin admite
múltiples escrituras: jin (sujeto), mi (cuerpo), furu (vibrar, ondear),
ma (verdad), kokoro (emoción, corazón), hari (aguja), etc. Pero si
con una de las escrituras que corresponden a shin nos decantamos
por la acepción nueva/o, desde ese punto de partida podremos
leer vocablos que, según los étimos empleados, significan o están
relacionados con situaciones distintas: en una vertiente, innovación,
confianza en uno mismo, conciencia, entusiasmo, fervor, realidad;
en la otra, preocupación, psicología, infarto… En cuanto a la
métrica, el modo antiguo más usual de la poesía en Japón revela
una alternancia casi constante entre versos de 5 y de 7 sílabas.

155
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

Del tanka al renga

Recién ahora podemos entender mejor qué es un renga. Partamos


de una definición breve; luego la desgranaremos: renga constituye
una sucesión o colección de tanka anillados, articulados, concertados,
entrelazados.

El tanka es la estrofa por excelencia de origen chino. Luego


se extendió a Japón, al comienzo con el nombre de waka, nuevo20.
Visto desde su materialidad, un tanka constituye la decantación
más previsible, lógica, eficaz y sencilla de las características visuales
y sonoras de la lengua japonesa. Se presenta como un poema de
doble estrofa: la primera, con métrica de 5/7/5 sílabas (antecedente
directo y explícito del haiku21); la segunda, con métrica de 7/7.
Si luego lo miramos desde su funcionalidad poética, el tanka
permite juegos rítmicos y tímbricos que se acomodan con
espontaneidad al modo nipón que hemos destacado. En cuanto
a su temática, aparecen poemas tanka desde las primeras
recopilaciones poéticas japonesas, del siglo VI en adelante,
comenzando a fijar los tópicos y el vocabulario que serán propios
de la entera cultura japonesa: por ejemplo, atención a la naturaleza
y a la relación emocional del poeta al contemplarla y sentirse
inmerso en ella. Estas características fundantes explican dos rasgos
poéticos que más tarde serán decisivos para entender cómo
funciona un renga y qué papel cumple.

Por un lado, la estructura simple y repetitiva, 5/7/5-7/7, facilita


la experimentación de numerosas combinatorias dentro de un

20 Waka-shu significa poesía nueva; fue nueva por ser la primera escrita en lengua
vernácula. Los ardides semánticos hacen que actualmente waka siga designando
aquella poesía inicial, aunque hoy día se la considere antigua.
21 Ver: A. S., El Libro del Haiku, Buenos Aires, Bajo la Luna, 2005, varias edicio-
nes: Introducción.

156
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

registro limitado. Siglos más tarde, el haiku llevará más lejos ese
despojo retórico, a fin de acentuar lo que ya invitaba a hacer el
tanka: extremar la atención auditiva y visual, la cual debe plasmar
un momento, de la forma más instantánea posible. Del haiku,
Bashô solía decir algo que también se aplica al tanka: es algo que
ocurre en algún instante, en algún lugar.

Además, la red lingüística que plantea un tanka (en apariencia


siempre lo mismo, siempre el mismo) facilita la memorización,
clave para proseguir con voz-pluma propia lo que se acaba de
leer-escuchar. Que la poesía es canto, de pocos países se podría
decir más cabalmente que de Japón. Encadenar poemas requiere
tenerlos reunidos in mente: en la memoria, en los ojos, en la lengua.

El renga hereda los rasgos descriptos. Su modo de


funcionamiento favorece tanto la confección oral como el
entrelazamiento de voces, a los que con naturalidad ya abría el
tanka. Lo que cuenta en un poema anillado como el renga es el
ritmo y la música, más o menos sinfónicos, que varias voces
materializan. Téngase en cuenta que (salvo en el caso de Matsuo
Bashô, excepcional también en esto22) los poemas se componían
oralmente y luego eran (o no) recopilados por otros poetas, o por
amigos, o hasta por la administración imperial que reunía
antologías anuales centradas por costumbre en la estructura tanka.

Reflexionando a partir de los Diarios de Viaje de Matsuo


Bashô, vemos hasta qué punto escribir poesía tal vez se podría

22 Sus compañeros, discípulos u oyentes se encargaban de escribir, compilar e impri-


mir lo que Bashô dejaba a menudo librado a la volátil expresión oral. El poeta Mukai
Kyorai solía acompañarlo o reunirse con él, según anota Bashô en varios diarios de
viaje. Kyorai legó el Kyoraisho, la recopilación más amplia de versos de quien conside-
raba su maestro, así como cantidad de anécdotas de encuentros y viajes. Por otra par-
te, las andanzas de Bashô coinciden con la difusión de la imprenta en el archipiélago.
Todo parecía preparado para hacer de Bashô EL poeta nacional japonés.

157
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

definir de dos maneras que necesitan entreverarse. Por un lado,


es cierto que, desde antiguo, en Japón un poema pretende
destilar un momento de experiencia, de acuerdo a las costumbres
lingüísticas y las reglas estéticas de cada escritor. Por el otro, los
poetas japoneses valoran que, siendo esta experiencia algo
compartido, conviene encontrar maneras para que la elocución
se produzca en un formato compatible con la premisa anterior:
de modo anónimo, o por lo menos un poco entre paréntesis,
generando secuencias que permitan distraer al auditor/lector
del imperio del yoísmo, plaga de la expresión poética de todos
los tiempos.

De algunos renga japoneses

De todo lo antedicho puede comprenderse por qué algunos


de los renga más famosos fueron compuestos por tríos de
escritores. La primera antología de poesía renga fue Tsukubashu
(Antología de Tsukuba), recopilada en el siglo xiv por Nijô
Yoshimoto, y que alertó sobre este nuevo género poético, a veces
llamado por ello camino de Tsukuba. La idea de esos textos era
retomar una práctica que los autores acaso habían conocido
como lectores o escuchas de la famosa Historia de Genji (Genji
Monogatari; pron: Guényi Monogatari), novela augural de
Murasaki Shikibu en el siglo xi: cuando dos amantes se despiden,
cada uno compone su tanka, o improvisan a dúo una estrofa
que evoca un pareado. En el Genji Monogatari la escritura va
saltando de prosa a poesía, con frecuentes engarces de tanka
como duetos. Es su forma de intensificar el entrelazamiento
amoroso general de la novela23. Plantea un diálogo poético
sirviéndose de las reglas de la preceptiva china, por entonces ya
23 Ver traducción y estudio pormenorizado de los tanka del Genji Monogatari: A.S.,
Libro de amor de Murasaki. Poesía de la Historia de Genji, Valencia, Pre-textos, 2008.

158
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

vernaculizada. Podría parecer una payada, pero no plantea


competencia. Más bien entrecruza, complementa, cuando hace
falta enreda.

Un siglo después, en 148824, se reunían tres poetas, Sôgi


(pron: Sogui), Shôhaku (pron: Shojaku) y Sôchô. Los tres eran
de Minase25; desde ellos un grupo compositor de renga pasó a
tener por costumbre tres miembros. El contexto y la intención
con la que escriben estos poetas de Minase no podía diferir más
del de la novela de Murasaki Shikibu: hace rato que se acabó
el esplendor de Kioto; corren tiempos de guerra y destrucción;
un budismo espiritualista desplaza la sensualidad shintoista del
relato cortesano de los siglos x y xi; para colmo en los cuerpos
escuece la cincha de la ética samurái. La técnica sigue siendo la
misma. Pero la horma de Minase resulta distinta que la de
Shikibu: lo que había sido planteado como juego (galante, pero
juego al fin) se encorseta en gestos serios. Pese a ello, los poetas
de Minase continúan la estética del tanka con recursos que ya
formaban parte de la preceptiva nipona: cuatro estaciones,
captación del instante, ímpetu sonoro resolutivo exigido por
su métrica austera. Y así comienza a desenvolverse esta poesía:
llamemos a los poetas A, B y C. Arranca A con 5/7/5; B continúa
con 7/7; C prosigue con un nuevo 5/7/5 y B con el consiguiente
7/7; hasta que es C el que encara otra estrofa de 5/7/5… Además
del mero orden, hay otros elementos: el que comienza desarrolla
en su estrofa la temática previamente acordada (y que da título
al renga). El segundo lo continúa a su modo (modo temático
y compositivo): fiel al tema y a la vez a su propia voz. El tercero

24 Siglo y medio antes de la aparición de Bashô en la escena literaria japonesa.


25 De su renga existe edición castellana: Poema a tres voces de Minase. Renga, por
Sôgi, Sôkaku y Sôchô, traducción y posfacio de Ariel Stilerman, editorial sextopiso,
Madrid, 2016. Dos fragmentos sustanciales de esa renga fundacional se comparten
a continuación de este artículo.

159
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

hereda el acarreo anterior y, como todo heredero, lo asume a la


par que lo desarrolla y/o reorienta, siguiendo su estro. La
iniciativa y el protagonismo se reparten (se diluyen) equita-
tivamente entre los tres.

Pasan los años, las décadas, más de un siglo. Renace el deseo


de que la actividad poética sea compartida. Al hilo de las crónicas
de viaje de Bashô, uno va entendiendo que con frecuencia el
motivo de los encuentros poéticos reseñados era tramar juntos
algún renga. Se percibe de inmediato que el siglo xvii plantea
otro contexto, distinto del de los poetas de Minase. La poesía
y la estética japonesa suspiran por retornar a la libertad
compositiva de los textos de los siglos x (el diario de Sei
Shonagon) y xi (la novela de Murasaki Shikibu, así como un
buen racimo de diarios compuestos por mujeres). El deseo de
los creadores es desregular, tanto la preceptiva literaria como los
estilos de vida. Los poetas del haiku se lanzan al camino. Son
ellos, con Bashô a la cabeza, quienes impulsan un modo de
renga que aúna la excelencia compositiva con el juego. No hay
dogmática budista, ni corsé samurái, ni preceptiva china, ni
discípulos mirando de reojo al maestro literario para atinar su
verso. Claro que tampoco hay mujeres26: echarse al camino es
peligroso, se necesita fuerza y entrenamiento físicos; y sobre
todo los roles sociales todavía amarran a las mujeres a lo
doméstico. Mediante el renga, los poetas itinerantes masculinos
recobran un poco una tradición, la del tanka, que ya estaba (y
continúa hoy día) en manos más bien femeninas.

En los tres periodos mencionados, distantes en el tiempo,


bien distintos por su kimochi o sentimiento de las cosas, se
26 Una excepción que confirma la regla: Chiyo-ni, monja budista, discípula de
un compañero de Bashô. Ver este excelente estudio de Julia Guzmán: Chiyo-ni. La
cazadora de libélulas, Embajada de Japón, Buenos Aires, 2011.

160
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

repiten rasgos compositivos comunes. Preparar cada estrofa


insume un tiempo variable, no conocido de antemano: los
poetas componen con tranquilidad, en silencio. Cada uno espera
tranquilamente turno, mientras urde posibles continuaciones.
La relación entre los tres combina premeditación y sorpresa.
Abre al requiebro, al cuestionamiento, a la paradoja, a la gracia.
Sigue la forma nubosa de un tema de escritura (como Bashô
llama al renga en uno de sus diarios) y autoriza la asimetría del
modo singular. Es un ejercicio de compañerismo en la búsqueda
común. El poema final tendrá el número de estrofas que decidan
los poetas. Pero tienden a que no sea menor a alguna cifra que
asumen a modo de alusión: 36 (esta era la extensión de los renga
de Bashô, llamados kasen) o 18 (medio kasen), o los días de un
mes, de una estación del año, los 68 pasos de una célebre
peregrinación por la isla de Shikoku, el número 100 o, caso
raro, los 365 días de un año.

Renga en Occidente

Hace tiempo que en Japón dejaron de escribir renga en su


puridad original. Como en otros terrenos (en el Zen pasan cosas
por el estilo), los extranjeros acaban recogiendo la antorcha.
Conozco varios ejemplos de renga en lenguas occidentales,
ambos patrocinados desde América Latina. Me limito a reseñarlos
a modo de conclusión.

En 1972, Octavio Paz reunió un elenco internacional para


componer un renga en cuatro lenguas: el inglés de Charles
Tomlinson, el italiano de Edoardo Sanguineti, el francés de
Jacques Roubaud y el castellano del propio escritor de México.
Cada uno se expresó en su idioma, cada uno intentó seguir las

161
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

huellas del anterior o de los circundantes. El texto rezuma


generosidad y entusiasmo. A la vez decae en ciertos exotismos.
Su mérito es haber sido un proyecto bien pensado y preparado,
engalanado por esas cuatro voces potentes. Es grato leerlo y a
la vez arduo para ser leído como renga. Aparece demasiado la
idiosincrasia, amén del prurito occidental de dejar bien asentada
la autoría (a pesar de reivindicar lo contrario en jugosos estudios
introductorios).

En los años noventa, Haroldo de Campos persiguió la


posibilidad de un renga. Iba de la mano de su estética y hasta
de su ética. Una cita fallida en Nueva York lo condenó a escribir
una hermosa pieza algo oximorónica, paradójica por solitaria:
Renga em New York27.

¿Y ahora, qué?

Más allá de cualquier tecnicismo, estas notas desean plantear


dos asuntos sencillos. Uno es que el renga japonés se inscribe en
el devenir lingüístico de ese país oriental. Y, luego, que el renga
siempre es posible en otras latitudes, a condición de inscribirse
en la lengua de los poetas que lo escriben. Igual que les ha
pasado a los nipones con más o menos afortunadas cadenas de
versos, un renga castellano tendría que poner a vibrar su estro,
al punto de ser capaz de engendrar una nueva criatura poética.

Poeta es alguien que escucha y habla su lengua. Los poetas


japoneses se han mostrado conscientes de las posibilidades que
les ofrece el idioma de su país. Ocurre algo parecido con cualquier
lengua capaz de poesía, y para empezar la nuestra. Por eso, si

27 Ver: https://letramusicas.com/?artist=Haroldo-de-Campos&track

162
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

leer un renga japonés suponía situarse en el contexto lingüístico


de ellos, escribir un renga occidental exigiría no limitarse a aplicar
reglas retóricas ajenas para, en cambio, componer con celo intenso
un texto capaz de adueñarse del alma del castellano. El sitio para
un renga con todas las de la ley sigue vacante en nuestra lengua.

163
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

Sôgi, Shôkaku, Sôchô:


Poema a tres voces de Minase28

A veintidós días del primer mes lunar de segundo año de la era


Chôkyô (1488)
La cima está aún nevada
la base de la montaña se cubre de niebla
al anochecer
Sôgi
El agua corre a los lejos
por un pueblo fragante de ciruelos.
Shôkaku
En el viento sobre el río
un grupo de sauces:
la primavera dejándose ver.
Sôchô
El sonido de la pértiga que empuja un barco
en la claridad del alba.
Sôgi
¿Y la luna
en la noche cubierta de bruma
sigue aún allí?
Shôkaku
En los campos cubiertos de escarcha
el otoño llega a su fin.
Sôchô

28 El poema fue traducido al castellano desde el japonés por Ariel Stilerman y publi-
cado como libro en 2016: Sôgi, Shôkaku, Sôchô. Poema a tres voces de Minnase – Ren-
ga. Edición bilingüe; traducción y posfacio de Ariel Stilerman. Editorial Sexto Piso,
Madrid, 2016. El libro, extraordinario, viene con la traducción, el poema en lengua
original (y transliterada fonéticamente) y un posfacio del mismo traductor. Apro-
vechamos para recomendarlo calurosamente. Compartimos el principio y el final.

164
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

Los insectos cantan


indiferentes, sin corazón
la hierba se seca.
Sôgi

Al parar junto a un seto de ligustro,


se abre el camino.
Shôkaku

Profundo en la montaña
un pueblo envuelto en la borrasca
pasa el tiempo.
Sôchô

En una casa extraña


la soledad duele.
Sôgi

No olvides ahora
que tú no eres
el único.
Shôkaku

¿No sabes acaso por adelantado


que todo ha de cambiar?
Sôchô

Ver prendado
el rocío de las flores
es conmovedor.
Sôgi

Los últimos rayos del sol aún


brillan a través de la neblina.
Shôkaku

Pensando que ha caído la noche


los pájaros, cantando,
van de regreso.
Sôchô
165
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

Montaña adentro
el cielo no indica el rumbo.
Sôgi
Aunque hace buen tiempo,
mis mangas están húmedas
como ropas de viajero bajo la fría lluvia.
Shôkaku
Desde mi almohada de hierbas
la luna parece ajada.
Sôchô
En vano
muchas veces sin dormir
mientras avanza el otoño.
Sôgi
Interrumpe mis sueños, imperdonable
el viento sobre los juncos.
Shôkaku
Los que solía ver, todos,
gente de mi pueblo,
sus rastros ya vueltos penosos.
Sôchô
El destino de un anciano
¿a qué encomendarlo?
Sôgi
No queda sino la poesía:
descubrir emociones
aun en palabras descoloridas.
Shôhaku
Ésa es también una fuente de compañía:
el cielo del anochecer.
Sôgi

166
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

Las nubes hoy


resultaron ser flores caídas
cuando crucé la cima.
Sôchô

“Hasta ahora” suena


el graznar de los gansos en primavera.
Shôhaku

¡Tenue, extraordinaria
la luna! Vosotros también
esperad un momento.
Sôgi

Dormitando a la intemperie bajo el rocío


en un alba de otoño.
Sôchô

Al final de la pradera
en el pueblo a lo lejos
se levanta la bruma.
Shôhaku

El viento trae
el sonido de mazas que a golpes suavizan la tela.
Sôgi

Aun en días fríos


visto tan sólo mangas raídas
cada anochecer.
Sôchô

Mi sostén es precario:
Juntar ramas para leña en la montaña.
Shôhaku

Una y otra vez


los caminos de este mundo
he explorado hasta el final.
Sôgi
167
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

Con tanta tristeza en mi corazón,


¿hacia dónde he de ir?
Sôchô
El final de la vida
no me queda más que esperar
después de haberte dicho adiós esta mañana.
Shôhaku
¿Por qué siento entonces
aún amor?
Sôgi
¿Por quién sino por ti
insaciable sentiré
todo esto?
Sôchô
Su apariencia
no tiene punto de comparación.
Shôhaku
Hasta tus hierbas y árboles,
oh, antigua ciudad capital,
me provocan amargura.
Sôgi
Aun por mi penosa morada
siento nostalgia.
Sôchô
En la tumba de un padre
fallecido no hace mucho
encontrarás consuelo.
Shôhaku
Los días y meses últimos
vuelven en un sueño.
Sôgi

168
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

Desde esta costa


un barco rumbo a la lejana China
se despide.
Sôchô

Me gustaría escuchar una enseñanza


que me libere de la reencarnación.
Shôhaku

Mi deseo de verte
como el rocío una y otra vez
muere y vuelve a nacer.
Sôgi

El viento de otoño sabe al desamor


de una persona inconstante.
Sôchô

Los grillos, como si esperaran,


cantan, pero es inútil,
en el herbazal.
Shôhaku

Una cuerda anudada, señal en la montaña,


donde sólo la luna brilla clara.
Sôgi

Al sentir las campanadas


me despierto
anticipando lo que vendrá.
Sôchô

Cubierta la cabeza,
noche tras noche, de escarcha.
Shôhaku

169
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

En el invierno descolorido
una grulla, solitaria
de pie junto al mar.
Sôgi
Al anochecer en el viento salado
los navegantes más allá de la rompiente.
Shôhaku
Sin dirección
la niebla se extiende, ¿hasta dónde
llega?
Sôchô
No se ve por dónde ha llegado
al pueblo de montaña la primavera.
Sôgi
Entre las hojas ya espesas
quedan unas pocas
flores cayendo.
Shôhaku
Bajo los árboles, abriendo
camino, cubierto de rocío.
Sôchô
En el otoño, ¿por qué
en una cueva hermética
entra la lluvia?
Sôgi
Aunque viste mangas de musgo
se ha aficionado a la luna.
Shôhaku
Revela
su corazón sensible:
el ermitaño.
Sôchô
Sobre las olas calmas
se ve alejarse un barco.
Sôgi
170
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

La mar tranquila por la mañana


y el cielo sin rastros
de las nubes de anoche.
Shôhaku

Brillan nevadas
montañas lejanas en cuatro direcciones.
Sôchô

En la choza sobre la cima


ya no quedan hojas en los árboles
pero vivir allí no pierde su interés.
Sôgi

La soledad se aprende
del sonido del viento en los pinos.
Shôhaku

¿Quién puede tolerar


levantarse al amanecer
una y otra vez?
Sôchô

La luna conoce
la tristeza del viaje.
Sôgi

Al rocío copioso
se suma ahora la escarcha:
mangas de otoño empapadas.
Shôhaku

Que los penachos del carrizo


hayan de caerse es una pena.
Sôchô

Cantan las codornices


y anochece en los acantilados
en un día de frío.
Sôgi
171
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

En un pueblo vuelto descampado


vivir en soledad.
Shôhaku
Si ha de volver,
esa persona verá
la pasión con la que la he esperado.
Sôchô
Tan distante: ¿quién ha de ser
dueño de un corazón así?
Sôgi
Desde hace mucho tiempo
hay tan sólo decepción
en el camino del amor.
Shôhaku
Cuando olvidar parece imposible
incluso el mundo se vuelve detestable.
Sôchô
¿Qué puede saber
un rústico montañés
de la primavera y el otoño?
Sôgi
Pato silvestre,
maleza junto a una puerta hecha de leños.
Shôhaku
Más allá de la cerca
tierras baldías
abandonadas a medio arar.
Sôchô
Una persona camina en la niebla
bajo la lluvia del crepúsculo.
Sôgi

172
ZONAS - LA POESÍA DEL RENGA

La montaña esta mañana,


después de cuántas noches de escarcha,
se cubre de niebla.
Sôchô
Una choza improvisada desde donde se ve
elevarse el humo.
Shôhaku
En una vida de pobreza
aún es posible
la virtud.
Sôgi

Que para todos


el camino se extienda justo.
Sôchô

173
Espero que esto quiera decir algo
Mario Montalbetti29

BASTANTE MENOS QUE UNA IDEA

No creas en la verdad.
No creas en la belleza.
No creas en el amor.
Siéntate al piano
sopla el corno
rasga la cuerda
y quedamos a la par.
No me alcances un beserol
si me duele la cabeza.
No repitas conmigo
películas que ya viste.
No creas que hay algo
importante en lo que haces.
Ni siquiera una buena acción
es tan buena como ninguna acción.

Octava nube o noveno cielo apartes


algún día el cuerpo será un hecho suficiente.

29
Mario Montalbetti (Lima, Perú, 1953) es uno de los poetas latinoamericanos
más destacados de la actualidad. Publicó, en poesía, entre otros, Perro Negro, 31
poemas (1978), Llantos Elíseos (2002), Cinco segundos de horizonte (2005), El len-
guaje es un revólver para dos (2008), Ocho cuartetas para el caballo de paso peruano
(2008) y Apolo Cupinisque (2012). Los presentes poemas han sido seleccionados
por el poeta argentino Gerardo Jorge.

175
POEMAS - MARIO MONTALBETTI

EL LOCO DE ATAR

quien me haya traído hasta aquí


habrá de devolverme a casa

pienso en eso todo el día

cuando limpio la pérgola cuando


camino hacia los guindales
cuando regreso del mercado
entre mucha gente

pienso en eso todo el día


sin pronunciar una sola palabra

un momento antes de la medianoche


me retiro a mis pobres aposentos
y digo lo que entiendo

en verdad es muy poco


y es más bien ordinario

a veces digo que soy como un ave


de otra jaula golpeando con el pico
las barritas de oro de ésta

otras veces digo que voy a cruzar


la virtud a nado
hasta llegar temprano a los carrizales

apenas anoche dije que tengo ojos


buenos para juzgar distancias
como cuando alguien dice has llegado lejos

pero torpes cuando se trata de discernir amantes

quien me haya traído hasta aquí


habrá de devolverme a casa

pienso en eso todo el día

176
POEMAS - MARIO MONTALBETTI

DISCULPE, ¿ES AQUÍ LA TABAQUERÍA?

Nadie dice todo. Nadie dice nada.


Lo deseable es decir poquísimo.
Callar no es más radical.
Callar es como raparse la cabeza:
el pelo vuelve a crecer.
Pero decir poquísimo, decir lo mínimo
que uno puede decir,
eso es lo que nos permite decir algo.

Revisión (dos días después)

Somos lo que sabemos.


Sabemos que somos mortales.
Se dicen cosas.

IMÁGENES DE SEPARACIÓN

Tucson (sin fecha). Este desierto


horrible se interpone una vez más
entre nosotros. Es malo escribir,
saber que no nos veremos, y hacerlo
pasar por un poema, para que solo
lo bello duela. Pero así es. La guerra
ha tomado los puentes, las salas de cine.
Mis sueños están sucios de tu sangre.
Espero el fin del desierto, el fin
de la guerra. Los juicios por los crímenes.
Jamás olvides que un acto de amor
está más allá del bien y del mal.
Entonces te veré. Siempre tuyo, (sin firma).

177
POEMAS - MARIO MONTALBETTI

BILLY HARE
[19 versos]

espero que esto quiera decir algo


espero que repetir algo quiera decir algo
estas imágenes repiten algo que no se puede decir
dice algo repetir algo que no se puede decir
espero que esto quiera decir algo
estas imágenes son una de las cosas más bellas que he visto
en mi vida repiten algo
espero que repetir una forma quiera decir algo repetir una
forma
no repetir algo que se repite sino algo que se repite porque
no tiene forma
billy no había dicho nada que no sea repetir algo que no
tiene forma dice algo
después no se repite
billy jamás podrá alcanzar a la liebre
por más que quiera billy jamás podrá alcanzar a la liebre se
repite
quiere decir algo
o espero que quiera decir que alcanza a la liebre no se repite
jamás
lo que se repite no tiene forma
lo que se repite no tiene forma de imagen
lo que se repite no tiene forma de palabra
después no se repite
billy no se repite dice algo

178
POEMAS - MARIO MONTALBETTI

RESTO

Hay dos imágenes


que me han enseñado mucho
sobre la vida.
Una es una conferencia de prensa
durante un congreso de escritores
en la que no se dijo nada.
La otra es la niebla en San Isidro
cómo se parece a una hoja
de papel de arroz.

OBJETO Y FIN DEL POEMA

Es de noche y tiene que aterrizar


antes de que se acabe el combustible.
Así terminan todos sus poemas,
tratando de expresar con un lenguaje
público un sentimiento privado.

Su ambición es el lenguaje del piloto


hablándole a los pasajeros
en medio de una situación desesperada:
parte engaño, parte esperanza, parte verdad.

Todos los poemas terminan igual.


Hechos pedazos contra un cerro oscuro
que no estaba en las cartas.

Luego hallan los restos: el fuselaje,


la cola como siempre, intacta,
el olor a cosa quemada consumida por el fuego.

Pero ninguna palabra sobrevive.

179
POEMAS - MARIO MONTALBETTI

MOMENTOS ESTELARES DEL ESTADO-NACIÓN


PERÚ
[16 versos]

I
¿EN QUÉ MOMENTO EL PERÚ

es desde este momento


se jodió el Perú
es desde este momento libre
se jodió
el Perú es desde este momento se jodió
por la voluntad general e independiente es libre

ricas montañas?

II

el amor tiene algo del odio de dios


el amor siendo humano tiene algo del odio de dios
el odio de dios no es humano
el amor siendo humano tiene resaca y delito
el amor humano se empoza y se quema en la puerta del
horno
como el odio de dios
como el odio ciego de dios
su luces su luces el sol

180
POEMAS - MARIO MONTALBETTI

TRADUCCIÓN RADICAL

Enseñarle castellano a un perro


es la verdadera enseñanza.
“Nunca va a aprender”, dicen.
¿Por qué? ¿Acaso el castellano
es cuestión de inteligencia? Tal vez
sería mejor aprender a ladrar entonces.
¿Por qué no lo podemos hacer?
¿Porque somos demasiado inteligentes?
Me gustaría decir “Yo te quiero”
ladrando. Un perro es un verdadero
otro. Alguien que no comparte
mis reglas. Casi ninguna. A veces
decimos algo y el perro acude.
A veces el perro ladra y lo ignoramos.
En comparación, aprender aymara
(dialecto moqueguano, digamos)
es sencillo. Se puede hacer.
Tal vez la pronunciación no sea
perfecta, pero nos dejamos entender.
¿Cómo será ladrar con acento humano?
Los perros reirían sin parar.
“Y éste ¿de dónde salió?” dirán.

181
POEMAS - MARIO MONTALBETTI

INTRODUCCIÓN A LA METAFÍSICA

¿Por qué hay peruanos en lugar de no haber peruanos?


Tal vez sea una pregunta arbitraria. Tal vez no.
Pero ésa es la pregunta que los peruanos nos hacemos
a lo largo de nuestro pasaje histórico por el tiempo.
“¿Por qué hay peruanos en lugar de no haber peruanos?”
Algunos nunca se hacen la pregunta, pero la pregunta
está ahí. Algunos la cambian por otra: “¿Por qué adoramos
al felino en lugar de no adorar al felino?” pero no es lo mismo.
La pregunta, la primera pregunta, es “¿Por qué hay
peruanos en lugar de no haber peruanos?”. No todos
nos hemos hecho la pregunta pero todos hemos sido
tocados por la pregunta en algún momento de nuestras
vidas, sin saber exactamente de qué se trata. En momentos
de gran desesperación, por ejemplo, cuando vemos cómicos
en televisión, cuando escuchamos hablar a las autoridades
políticas, militares, sobre todo a las eclesiásticas, cuando
asistimos a un partido de fútbol, cuando leemos los diarios,
cuando el sentido de las cosas se oscurece verdaderamente,
entonces surge la pregunta. “¿Por qué hay peruanos en lugar
de no haber peruanos?”. La pregunta tal vez suene una sola vez
en nuestras vidas, como el tañido de una campana que luego
desaparece, pero todos la reconocen. Por eso, en el fondo,
se trata de una pregunta gozosa. Cuando la hacemos todo
a nuestro alrededor se transforma, todo se vuelve más fácil
de entender. “¿Por qué hay peruanos en lugar de no haber
peruanos?”. Ésa es la pregunta que se repite, ésa es la pregunta
que nos acompaña, la pregunta que llevamos con nosotros
como quien lleva un atado de ajos a la cocina. Ningún
peruano sabe la respuesta. Pero la pregunta nos permite
comer, hablar, y tener algo que contarle a nuestros hijos.

182
POEMAS - MARIO MONTALBETTI

LOS LÍMITES

El Perú limita al Este con un idioma


que no domina.

El Perú limita al Oeste con un carguero japonés


de 350000 toneladas.

El Perú limita al Norte con Chimbote


cuyos puertos nunca supo superar.

El Perú limita al Sur con gran rapidez.

183
Poemas - Alex Zani

185
Una casa celeste
Lara Segade30

Me preparo para verte


como un anfibio a punto
de dejar el agua.

Lo que pedís es preciso:


mi mano
en las partes blancas de tu mano
en el pozo del esternón
en cada sístole, una luz
de pecera
un diagnóstico
un poco de orden.

Que mis pies


queden sobre tus pies
como cachorros
sobre cualquier trapo tibio.

Que sea capaz


de abandonar
así, una parte.

30 Lara Segade nació en Buenos Aires en 1981. Es Doctora en Letras por la UBA y
docente en la UBA y en la UNA. Publicó los libros de poemas Lo que sobra (2006)
y Los animales domésticos (2013). 

187
POEMAS - LARA SEGADE

Quiero saber si vamos a dejar


la marca de los esqueletos
en la piedra, el dibujo
de un trébol, algo
de nosotros dos
juntos, en este planeta.

Tal vez en unos años


seamos agua negra bajo la tierra
y hagamos crecer todavía
algunos árboles.

Sobre el parqué del cuarto


en pleno invierno quedaron
la cucaracha que maté
y a su lado los gatos
todavía vibrando
como máquinas encendidas.
Después se durmieron
con un sentimiento
que no sabrían nombrar.

Como los perros


atados en la puerta del súper
a cada rato, el corazón
un vuelco y enseguida
la desilusión, la posibilidad
de que nunca venga
el que esperan
y de ahora en más
esto sea todo.

188
POEMAS - LARA SEGADE

II

Primero dijo que no se veía bien


después hizo unos gestos en el aire
con la mano libre
sin dejar de mirar la pantalla, como traduciéndome:
juntó los dedos en un pico y volvió a separarlos
desplazó la mano
juntó y separó los dedos
desplazó la mano
juntó y separó los dedos
diciendo paf paf paf, en un susurro.
¿Que eran pocos?
¿Que estaban desperdigados?
¿Que estallaban?
¿Que estallaban sin fuerza?
¿Que más que estallar se desinflaban?

Ni uno superaba los seis milímetros.

Vos estabas en la sala de espera


caminando en círculos
como un padre primerizo
de otro tiempo.

Leímos en el informe: la imagen muestra


una disposición en corona.

Y salimos
presintiendo en el cielo el resultado
de un big bang débil:
unos pocos planetas inhabitables
la luz de una corona de estrellitas
que va a extinguirse
paf paf paf
antes de que lleguemos a verla.

No hace falta descifrar


lo que un médico dibuja

189
POEMAS - LARA SEGADE

con una mano


en el aire
para reconocer
una mala noticia.

En la sala de espera,
siete ciervos corcovean
como si hubiesen llegado
corriendo y tardaran
en frenar, encandilados
por las luces blancas
las baldosas blancas
y las camisas blancas
de las enfermeras.

Me dijeron que me quedara quieta


y te hicieron pasar. Entre las máquinas,
nos miramos como dos astronautas
que se dan vuelta en el espacio y miran
la luz circular, homogénea
la proporción de la tierra
y los océanos
y no consiguen pensar
en el idioma, los edificios, las personas
que amaron
ni en los pájaros
que entre los destellos del agua
distinguen a su presa
y se lanzan
y se sumergen.

190
POEMAS - LARA SEGADE

III

Ahora caminamos mirando hacia arriba


el dibujo de los edificios sobre el cielo.
Buscamos anuncios en los balcones,
la parte más viva entre las plantas,
las rejas, la luz de las guirnaldas que titila
y después nos duelen las cervicales.
Si pudiéramos pedir, pediríamos ver todo:
en un pájaro que vuela al nido
el dije oscuro, liviano del corazón
y en los aviones
mujeres maquilladas que sonrían
como si estuviera todo bien.

Mujeres solas que nos muestran sus casas, llenas de odio,


lo que construyeron en otro tiempo más feliz,
y admiten que las paredes tienen humedad.
¿Fue eso lo que destruyó todo?
Tenemos diez, veinte años menos
y todavía nos decimos cosas en secreto.
Ellas escuchan y dicen que no
el edificio lindero no trastocó la luz, no.
Es la hora, llueve.
Sus hijas adolescentes
en camisón, nos dejan entrar y ver
la cama deshecha, su tibieza
piensan en otra cosa
algo que pasó anoche o hace un rato
el drama no les pertenece
les da lo mismo
si fuera por ellas, huirían.

191
POEMAS - LARA SEGADE

Los hombres nunca están solos.


Acá hay, por ejemplo, una mujer sentada, mirando la pared,
en un salón oscurecido, en pleno mediodía.
A su lado, un vaso con el logo de Stella Artois
retiene un fondito amarillo y tibio
(el otro ya está lavado, en la cocina).
Él va mostrándonos lo que hizo con sus manos:
los espacios ganados en cada cuarto ahora vacío,
los estratos de soluciones para problemas que conoce
como a las mañas de una esposa
y al final, después de una escalera empinada
y una puerta de metal, la azotea. Nos dice: esta es
la vedette de la casa.

Desde el patio, se ven los ambientes


apilados tras las rejas. Sentimos
una especie de vértigo
al revés: una fuerza que chupa
hacia arriba. Son las once.
La dueña y su novio,
mucho más joven,
desayunan, a media altura,
en la jaula de los cóndores.
Casi nadie sabe cómo vive
en realidad, hasta que pone
la casa en venta.

192
POEMAS - LARA SEGADE

Son dos casas simétricas


conectadas por el patio. Hace poco
murió una hermana y lo dividieron.
Podemos oír, del otro lado,
los chasquidos de las plantas,
los chorritos de agua
sobre las baldosas y ella,
la hermana que quedó, ¿oye?
El vendedor se está disculpando:
todavía nadie vació los placares.
Antes, se juntaban ahí
los hijos, los nietos
de las dos: la familia entera.
El patio era enorme,
bullicioso.

Después siempre quedamos solos


en cualquier esquina, mantenemos
una conversación de astronautas o conquistadores
con los pies semihundidos en el suelo
y las manos livianas
que dibujan en el aire trayectorias
de luz, pasadisos, cursos de agua.
¿Es que es esto un suelo? ¿Aire? ¿Luz?
¿Qué nos tomamos para volver a casa?

193
Canadá
Eleonora González Capria31

SÁBANA

Volvimos en un taxi
y adentro lo que había
no conocía el cielo.
Algunas cosas tienen que viajar siempre en tierra
y las que no
nacen igual a veces en cuartos bien cerrados.

Quizás el cielo le llegó entre sueños como una sábana


azul que se alejaba siempre, y al final
despertaba temblando, pesadilla crónica
del deseo o del instinto.

Después soñé también mis propias pesadillas


el arrepentimiento
lo que nadie me supo explicar de guardarse
lo que debiera andar alto.
Ya en casa por las noches
le cargábamos una manta encima
para que no soñara feo o despertara llorando.

Pero eso fue más tarde.

Primero nos lo dieron pájaro


adentro de una caja.

31 Eleonora González Capria nació en Buenos Aires en 1983. Licenciada en


Letras, traductora y profesora de Traducción, es poeta y narradora.

195
POEMAS - ELEONORA GONZÁLEZ CAPRIA

CANADÁ

Me imaginaba todos los días


hembra o macho si pardo o negro
con o sin crías manso
me imaginaba muerta.
Salí siempre a las horas avisadas
de luz pálida y sombra larga
sola en silencio de abeja y arándano
lleno el bolsillo con las entrañas frescas de los peces.

Hablaban todo el tiempo de la manada de lobos


que en el pueblo había cazado un alce
ahí sobre el puente, la carne que tembló
hasta quedarse quieta y los autos que pasaban.
Alguien lo había filmado y después lo vieron,
se oía claro el grito, clara la súplica.

En el bosque después del incendio


seguía latiendo un tronco blanco
de espasmo en la madera ardida
y en el glaciar
me llené los pies de barro buscando.

Cuando era chica si preguntaban por el miedo


yo respondía: oso.
Pero quedaba lejos, estaba a salvo, se reían.

Todas las noches desde casa interrogaban


si había cruzado al fin al oso,
preparé el espíritu para encontrarlo, dije,
pero él no quiso verme.

196
POEMAS - ELEONORA GONZÁLEZ CAPRIA

TEMA DE CONVERSACIÓN

Esa piedra, vos me decís, vino con la corriente


era la roca inaugural resto de monte suelto
cosa de siempre de tu infancia.

Estás mintiendo. Esa palabra, cuando vivía,


salió de conejeras, de una noche
sin luz artificial, yo me acuerdo.
Quedaba blanco allá adelante
una mancha entre dos árboles
y cambié de camino
para pasar protegida por la sombra.
A oscuras, te expliqué, no me persigue mi cara.
Después hubo viento y después
hablamos. Eso era antes, un cuerpo de sonidos.

Vos insistís: oíme si siempre fue una piedra,


la guardo para dispararles
a los camiones por la ruta si me aburro
o algún día levantar una casa.

197
POEMAS - ELEONORA GONZÁLEZ CAPRIA

VÍSPERA DE AÑO NUEVO

Lo que se mueve allá a lo lejos


es una procesión
de zorros blancos

en formación cerrada
de matorral a hocico pasa
leña y hacha
lengua de fuego

el año nuevo es árbol


y así
de rama al aire apenas viva.

Los campesinos bajo las piedras


hierba molida y fibra calcárea
ocultos
con la ropa entre los montes

no traen rifles

no hay perros
nada arranca nada
de madrigueras

de zorros solos se ocupa el ojo


en la última noche de diciembre.

Vinieron vigilando
esos hombres
de vientre en polvo,
si es que siempre
se acecha a distancia
lo sagrado,

hay fogatas
encendidas
bajo la luz azul del año

198
POEMAS - ELEONORA GONZÁLEZ CAPRIA

y cuentan ávidos o hambrientos


llenándose los dedos

y vacíos de nuevo se los llenan:


cada llama de zorro
es otro grano más de arroz
que dará la cosecha.

199
POEMAS - ELEONORA GONZÁLEZ CAPRIA

BORRADOR DE TRADUCCIÓN

La evolución de las especies tiene


barba de viejo
finas pilosidades
de árbol fueguino, hongo de alga,
tiene quince picos por capítulo
hijos de la misma madre.
Es la cara de un hombre
que antes no fue Dios.
Lo que hay que traducir es el recuerdo
de ese origen bajo el agua buscando palabras como
océano, transmutación, pinzones,
lo que sin forma avanza por el tiempo
multiplicado,
encontrar el estilo de epitafia simbiótica,
el rasgo variable de la lengua ajena.
Esta cola, por ejemplo, es más larga
y sobrevive.
Sobre el mundo material
podemos decir al menos esto
venimos a la Tierra por leyes generales,
así empieza.
Termina la traducción diciendo:
todos éramos peces al principio
y todavía tenemos branquias.

200
Emily Dickinson: El arte de la paz
Nota preliminar y versiones de Ricardo H. Herrera

Título no demasiado extraño el que he elegido para esta


nueva selección de la poesía de Emily Dickinson32, sobre todo si
se tiene en cuenta que las dos preciosas palabras que lo forman
–arte y paz– rematan un poema escrito en plena guerra de secesión
norteamericana, durante el año 1862. La paz entendida como
arte supone una tradición que la instaura como tal; en el caso de
nuestra poeta (“Emperatriz del Calvario”) la filiación de esa
tradición es cristiana. No es el suyo por lo tanto un programa
pacifista nacido de la coyuntura histórica, sino la reformulación
32
He hecho con anterioridad otra selección –“Si canta una oropéndola”– publicada
en el N° 20 de Hablar de poesía; el lector interesado hallará en ella un prólogo más
amplio que el presente. El mismo material, en edición aumentada (25 poemas
más), en: Emily Dickinson, Por ínfimas finuras. Traducción y prólogo de Ricardo
H. Herrera, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2009.

201
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

de un método tradicional, que estructura una poética profun-


damente vivida, en la que la experiencia estética encuen-
tra su fundamento en la purificación de las pasiones y en la
captación de imágenes naturales que renueven la agotada
fuerza psíquica.

El poema en cuestión –el “544” de la edición de Thomas


H. Johnson– se refiere a las cualidades inherentes a la poesía y
a la pintura. Son ellas: la propiedad terapéutica de la repro-
ducción de las imágenes naturales (“repeat the Summer day”,
“reproduce the Sun”) y la fuerza de trasformación que poseen
las sílabas sabiamente encadenadas en el verso (“Pang in
syllable”). En la prosa, la sílaba no significa absolutamente
nada; la unidad mínima es la palabra. En la poesía, en cambio,
la sílaba constituye un núcleo vital, ya que es de la fricción
generada entre sílabas tónicas y sílabas átonas de donde se
desprende la energía rítmica propia del verso. El poeta –lo dijo
Borges sin pudor alguno– es “el que cuenta las sílabas”: una
definición escueta y definitiva, absolutamente verdadera. Es
algo que constato de modo permanente, tanto al escribir como
al traducir: hay que descender hasta la sílaba si se pretende
darle tensión al verso.

Los poetas y los pintores no narran, no hablan, afirma


Dickinson; la poesía y la pintura son mucho más que charla,
mucho más que artes decorativas; están más cerca del logos y
de la intuición de lo edénico que de la conversación y de la
coyuntura histórica. El valor de representación poética y pictó-
rica de los crepúsculos de la naturaleza –alba y ocaso– es metáfora
de la representación del viaje del alma, de oriente a occidente
y aún más allá. También los libros antiguos tipifican la metá-

202
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

fora del viajero a través de los tiempos. Pintura, música y libros


se dan la mano en la obra de la poeta.

El núcleo de su inspiración es romántico y trascendentalista,


pero la tensión de la voz y su léxico no lo son en absoluto.
También su actitud hacia el mundo natural es extravagante,
como en el poema “436”, en el que el viento –cual si fuese un
hombre insólitamente tímido– aparece protagonizando una
visita de circunstancias. Se invierte el proceso imaginativo en
el poema “861”, en el que –zoomorfismo mediante– su pasión
de amor martirizado encarna en la figura de una alondra abierta
en canal. “Scarlet Experiment”, así denomina Emily Dickinson
a la autopsia que conduce a la matriz de su canto: constancia
en el amor, por un lado, y, por otro lado, un original modo de
afirmar que escribe con sangre.

No sé si cabe hablar en su caso de una poesía de corte


experimental, ya que su fundamento cultural es más bien arcai-
co; sin embargo, las palabras “Experiment” y “test” aparecen a
menudo en su obra. La “fe”, por ejemplo, es “the experiment of
Our Lord”. Más importante aún es el “Losses’ Test”, la “prueba
de la pérdida”, ya que “Las mejores ganancias – Deben pasar por
la Prueba de la Pérdida – / Para llegar a ser – Ganancias”. El
experimento y la prueba son por lo tanto las condiciones mismas
de la existencia, ya que la vida es enigma: “the finest secret”. Las
referencias a los Evangelios (Juan 20.24-25 en el poema “861”
y Juan 1.14 en el poema “1651”) ponen de manifiesto su apego
al logos joánico, “amada filología” según el poema “1651”. Mejor
que nadie ella sabe cuál es la piedra de toque de la poesía auténtica:
el “éxtasis furtivo” de reconocer en el poema “el alimento justo
y destinado a nuestra fortaleza personal”.33
33
Ricardo Herrera nació en 1949. Ha escrito numerosos libros de poesía, ensayo y
traducciones. Su obra poética ha sido recogida recientemente en el volumen Obra
en verso 1985/2017 (2017). Dirigió la revista Hablar de Poesía desde su primer
número hasta el número 35.
203
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

211 (CA. 1860)

¡Ven lentamente – Edén!


Labios deshabituados –
Tímidos – sorben tus Esencias –
Como la Abeja exhausta –

Llega tarde a su flor,


Zumba en torno del tálamo –
Considera sus néctares –
Entra – y se pierde en bálsamos.

211 // Come slowly – Eden! / Lips unused to Thee – / Bashful – sip thy
Jessamines – / As the fainting Bee – // Reaching late his flower, / Round
her chamber hums – Counts his nectars / Enters – and is lost in Balms.

291 (CA. 1861)

Cómo fluyen los viejos Cerros con el Ocaso,


Cómo arden los Abetos –
Cómo orna con Tizones el pardo Cañadón
El Brujo Sol –

Cómo brindan las viejas Cimas el Bermellón


Hasta llenar el Globo –
¿Tengo los labios de un Flamenco
Para poder decirlo?

Cómo baja después en Oleadas el Fuego


Tocando todo el Césped
Con el aspecto – declinante – de Zafiro
De una Duquesa al pasar –

Cómo el exiguo Ocaso se arrastra por el Pueblo


Hasta borrar las casas
Mientras la extraña Lumbre que ningún hombre lleva
Brilla sobre el Camino –

Cómo la Noche ahora – en Nidos y Guaridas –


Y adonde estaba el Bosque –
Cae cual una Bóveda de Abismo
Hacia la Soledad –

204
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

Estas son las Visiones que aletearon en Guido –


Que Tiziano – no dijo –
Domenichino dejó caer su lápiz –
Paralizado por el Oro –

291 // How the old Mountains drip with Sunset / How the Hemlocks
burn – / How the Dun Brake is draped in Cinder / By the Wizard Sun
– // How the old Steeples hand the Scarlet / Till the Ball is full – / Have
I the lip of the Flamingo / That I dare to tell? // Then, how the Fire ebbs
like Billows – / Touching all the Grass / With a departing – Sapphire –
feature – / As a Duchess passed – // How a small Dusk crawls on the
Village / Till the Houses blot / And the odd Flambeau, no men carry /
Glimmer on the Street – // How it is Night – in Nest and Kennel – / And
where was the Wood – / Just a Dome of Abyss is Bowing / Into Solitude
– // These are the Visions flitted Guido – / Titian – never told – /
Domenichino dropped his pencil – / Paralyzed, with Gold –

294 (CA. 1861)

Los Condenados – juzgan el Alba


De un Modo diferente –
Porque – dudan presenciarla –
Cuando relumbre afuera –

El Hombre – que morirá – mañana –


Teme oír el Pájaro Campestre –
Porque esa Música alarma el Hacha
Que reclama su cabeza –

¡Regocijo – para quienes el Alba


Depara un Día – de Amor –
Regocijo – para quienes el Pájaro
No canta una Elegía!

294 // The Doomed – regard the Sunrise / With different Delight – /


Because – when next it burns abroad / The doubt to witness it – // The
Man – to die – tomorrow – / Harks for the Meadow Bird – / Because its
Music stirs the Axe / That Clamors for his head – // Joyful – to whom the
Sunrise / Precedes Enamored – Day – / Joyful – for whom the Meadow
Bird / Has ought but Elegy!

205
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

307 (CA. 1862)

Aquél que supiese repetir un día de Verano –


Sería más grande que eso –
Aunque fuese el más pequeño de los Hombres –

Y Ese – el que supiese reproducir el Sol –


En el momento en que desciende –
Su Lenta Dilución – quiero decir –

Cuando el Oriente es superado


Y el Occidente – es Desconocido –
Su Nombre – permanecería.

307 // The One who could repeat the Summer day – / Were greater than
itself – though He / Minutest of Mankind should be – // And He – could
reproduce the Sun / At period of going down – / The Lingering – and the
Stain – I mean – // When Orient have been outgrown – / And Occident
– became Unknown – / His Name – remain –

315 (CA. 1862)

Él va a tientas y a ciegas hacia tu Alma


Como el Intérprete sobre el Teclado
Antes de precipitarse en la Música –
Te aturde gradualmente –
Prepara tu frágil Índole
Para el Embate Eterno
Con Martillos más débiles – oídos desde lejos –
Luego más cercanos – tan lentos después
Tu Aliento tiene tiempo de recuperarse –
Tu Cerebro – de Manso burbujeo–
Cae – imperial – tal Estallido
Que desuella tu Alma desnuda –

Cuando los Vientos alcanzan los Bosques con sus Zarpas


El universo – está en calma.

315 // He fumbles at your Soul / As Players at the Keys / Before they drop
full Music on – / He stuns you by degrees – / Prepares your brittle Nature
/ For the Ethereal Blow / By Fainter Hammers – further heard – / Then
nearer – Then so slow / Your Breath has time to straighten – / Your Brain

206
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

– to bubble Cool – / Deals – One – imperial – Thunderbolt – / That scalps


your naked Soul – // When Winds take Forests in their Paws – / The
Universe – is still –

371 (CA. 1862)

Es un placer precioso – sensual –


Hallar un Libro Antiguo –
Con el Atavío que se usaba en su Siglo –
Un privilegio – pienso –

Tomar su venerable Mano –


Y entibiándola en la nuestra –
Hacer un viaje – o dos – de regreso
Al Tiempo en que él – era joven

Inspeccionar – sus raras opiniones –


Conocer sus ideas
Sobre Temas que a ambos nos conciernen –
La Literatura del Hombre –

Lo que más les interesaba a los Estudiosos –


Qué Desafíos se proponían –
Cuando Platón – era una Certidumbre –
Y Sófocles – un Hombre –

Cuando Safo – era una Muchacha viva –


Y Beatriz llevaba
La Veste que Dante – deificó –
Hechos de Siglos pasados

Que él atraviesa – familiarmente –


Como Uno que viniese a la Ciudad –
A decirte que todos tus Sueños – son verdaderos –
Él vive – donde los Sueños nacen –

Su presencia es un Hechizo –
Le ruegas que no se vaya –
Los Viejos Volúmenes sacuden sus Testas de Piel –
Y subyugan – exactamente así –

207
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

371 // A precious – mouldering pleasure – ´tis – / To meet an Antique


Book – In just the Dress his Century wore – / A privilege – I think – //
His venerable Hand to take – / And warning in our own – / A passage
Back – or two – to make – / To Times when he – was young – // His
quaint opinions – to inspect – / His thought to ascertain / On Themes
concern our mutual mind – / The Literature of Man – // What interested
Scholars – most – / What Competitions ran – / When Plato – was a
Certainty – / and Sophocles – a Man – // When Sappho – was a living
Girl – / And Beatrice wore / The Gown that Dante – deified – / Facts
Centuries before // He traverses – familiar – / As One should come to Town
– / And tell you all your Dreams – were true – / He lived – where Dreams
were born – // His presence is Enchantment – / You beg him not to go – /
Old Volumes shake their Vellum Heads / And tantalize – just so –

436 (CA. 1862)

El Viento – golpeó como un Hombre exhausto –


Y como un Dueño de casa – “Adelante”
Respondí audazmente – cuando entró
En mi Residencia

Un Rápido – Huésped sin pies


Al cual ofrecerle una Silla
Era tan imposible como indicarle
Un Sofá al aire –

No tenía Huesos que Lo sostuvieran –


Su Discurrir fue como el Susto
Simultáneo de muchos Colibríes
En un alto Arbusto –

Su Aspecto – una Ola –


De sus Dedos, mientras Él pasaba
Surgió una música – cual melodías
Sopladas sobre un Vidrio temblante –

Su visita – sin dejar de revolotear –


Fue la de un Hombre tímido
Un golpecito, aún – estaba confundido –
Y yo me quedé sola –

208
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

436 // The Wind – tapped like a tired Man – / And like a Host – “Come
in” / I boldly answered – entered then / My Residence within // A Rapid
– footless Guest – / To offer whom a Chair / Were as impossible as hand /
a Sofa to the Air – // No bone had He to bind Him – / His Speech was like
the Push / Of numerous Humming Birds at once / From a superior Busch
– // His Countenance – a Billow – / His Fingers, as He passed / Let go
a Music – as of tunes / Blown tremulous in Glass – // He visited – still
flitting – / Then like timid Man / Again, He tapped – ´twas flurriedly – /
And I became alone –

544 (CA. 1862)

No hicieron prosa – los Poetas Mártires –


Transformaron su Dolor en sílabas –
A fin de que cuando su nombre mortal enmudeciese –
Su destino mortal – animase a Alguien –

No hablaron nunca – los Pintores Mártires –


Se entregaron – más bien – a su Obra –
Para que cuando sus dedos no se movieran más –
Alguno buscase en el Arte – el Arte de la Paz –

544 // The Martyr Poets – did not tell – / But wrought their Pang in
syllable – / That when their mortal name be numb – / Their mortal fate
– encourage Some – // The Martyr Painters – never spoke – / Bequeathing
– rather – to their Work – / That when their conscious fingers cease – /
Some seek in Art – the Arte of Peace

604 (CA. 1862)

Qué bueno es regresar – junto a mis Libros –


Lejano fin de Días extenuados –
Que hace casi querida la Abstinencia –
Y el Dolor – se disipa – en la Plegaria.

Tal como los Aromas – animan a Tardíos Invitados


Con Banquetes futuros –
Así las Especias – estimulan el tiempo
Hasta mi pequeña Biblioteca –

Puede estar Desierto – afuera –

209
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

Pasos lejanos de débiles Hombres –


Pero el día de Fiesta – excluye la noche –
Y hay Campanas – adentro –

Les estoy agradecida a estos Parientes del Estante –


Sus Semblantes de Piel –
Encantan – si Pregustados –
Y satisfacen – ya obtenidos –

604 // Unto my Books – so good to turn – / Far ends of tired Days – /


It half endears the Abstinence – / And Pain – is missed – in Praise – //
As Flavors – cheer Retarded Guests / With Banquettings to be – So Spices
– stimulate the time / Till my small Library – // It may be Wilderness
– without – / Far feet of failing Men – / But Holiday – excludes the night
– / And it is Bells – within – // I thank these Kinsmen of the Shelf – /
Their Countenances Kid / Enamor – in Prospective – / And satisfy – obtained

618 (CA. 1862)

Huelga – el Alma –
Que recibe un Golpe Alevoso –
La Anchura de la Vida – se dilata
Sin nada para hacer –

Suplica que le des una Tarea –


Colocar alfileres –
O un humilde pegote – como el que hacen los Niños –
A fin de Socorrer sus Hueras Manos –

618 // At leisure is the Soul / That gets a Staggering Blow – / The Width
of Life – before it spreads / Without a thing to do – // It begs you give it
Work – / But just the placing Pins – / Or humblest Patchwork – Children
do – / To Help its Vacant Hands.

815 (CA. 1864)

El Lujo de entender
El Lujo que sería
Mirarte una vez sola
Me vuelve una Epicúrea

210
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

Ante cualquier Presencia


Hasta el punto de que otro Alimento
Apenas si me tienta
Ya provista al principio –

El Lujo de pensar
El Lujo que fue
Banquetear de ese Rostro
Le da Suntuosidad

A los Días sencillos, cuyo Menú en la mesa


Por lo que es Evidente
Posee una sola Miga
De la Conciencia Tuya.

815 // The Luxury to apprehend / The Luxury ´twould be / To look at


Thee a single time / An Epicure of Me // In whatsoever Presence makes /
Till for a further Food / I scarcely recollect to starve / So first am I supplied
– // The Luxury to meditate / The Luxury it was / To banquet on thy
Countenance / A Sumptuousness bestows // On plainer Days, whose Table
far / As Certainty can see / Is laden with a single Crumb / The Consciousness
of Thee.

861 (CA. 1864)

Rompe la Alondra – y hallarás la Música –


Bulbo tras Bulbo, chapada en Plata –
Sobriamente ofrecida al Alba de Verano
Salvada para tu Oído cuando el Laúd envejezca.

Suelta la Marea – la encontrarás patente –


Chorro tras Chorro, para ti reservada –
¡Un Rojo Experimento! ¡Escéptico Tomás!
¿Aún dudas de que tu Pájaro es fiel?

861 // Split the Lark – and you´ll find the Music – / Bulb after Bulb, in
Silver rolled – / Scantily dealt to the Summer Morning / Saved for your Ear
when Lutes be old. // Loose the Flood – you shall find it patent – / Gush
after Gush, reserved for you – / Scarlet Experiment! Sceptic Thomas! / Now,
do you doubt that your Bird was true?

211
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

1068 (27-1-1862)

Más tarde en el Verano de los Pájaros


Patética en la Hierba
Una Nación menor celebra
Su Misa circunspecta.

Ningún otro Ritual se muestra


Tan gradual en su Gracia
Se transforma en un pensativo Hábito
Que la Soledad acrecienta.

Más Arcaico aún a Mediodía


Cuando arde Agosto al ras
Surge espectral el Cántico
Emblema del reposo

Todavía no entrega Gracia


Ningún Surco en el Resplandor
Sin embargo una Diferencia Druídica
Anima a la Naturaleza

1068 // Further in Summer than the Birds / Pathetic from the Grass / A
minor Nation celebrates / Its unobtrusive Mass. // No Ordinance be seen
/ So gradual the Grace / A pensive Custom it becomes / Enlarging Loneliness.
// Antiquest felt at Noon / When August burning low / Arise this spectral
Canticle / Repose to typify // Remit as yet no Grace / No Furrow on the
Glow / Yet a Druidic Difference / Enhances Nature now

1072 (ca. 1862)

¡Título divino – el mío!


¡La Esposa – sin el Símbolo!
Alto Grado – a mí conferido –
¡Emperatriz del Calvario!
¡Real – pero sin Corona!
Prometida – pero sin vahídos
Dios nos manda a nosotras las Mujeres –
Mientras tú – almacenas – Púrpura sobre Púrpura –
Oro – sobre Oro –
Nacida – Casada – Inhumada –
En un Día –

212
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

Una triple Victoria –


Dicen las mujeres – “Mi marido” –
Acariciando la Melodía –
¿Es este – el estilo?

1072 // Title divine – is mine! / The Wife – without the Sign! / Acute
Degree – conferred on me – / Empress of Calvary / Betrothed – without the
swoon / God sends us Women – / When you – hold – Garnet to Garnet
– / Gold – to Gold – / Born – Bridalled – Shrouded – / In a Day – /
Tri Victory / “My Husband” – women say – / Stroking the Melody – /
Is this – the way?

1261 (CA. 1873)

Una palabra caída al descuido en una Página


Puede estimular un ojo
Cuando plegado en eterna costura
Yazga el Marchito Autor

La infección se reproduce en la máxima


Podemos inhalar la Desesperación
A distancia de Siglos
De la Malaria —

1261 // A Word dropped careless on a Page / May stimulate an eye /


When folded in perpetual seam / The Wrinkled Author lie // Infection in
the sentence breeds / We may inhale Despair / At distances of Centuries /
From the Malaria –

1263 (1871-1874)

No hay Fragata como un Libro


Para llevarnos a Tierras lejanas
Ni Corceles como una Página
De impaciente Poesía —
Tal Viaje se les cede a los más pobres
Sin agobiarlos con Peajes —
Qué modesto es el Carruaje
Que transporta el alma Humana.

213
VERSIONES - EMILY DICKINSON: EL ARTE DE LA PAZ

1263 // There is no Frigate like a Book / To take us Lands away / Nor


any Coursers like a Page / Of prancing Poetry – / This Travel may the
poorest take / Without oppress to Toll – / How frugal is the Chariot / That
bears the Human soul.

1651 (S/F.)

Una Palabra hecha Carne rara vez


Y temerosamente es compartida
Y tal vez pase desapercibida
Mas si no me equivoco
Cada uno de nosotros ha gustado
Con éxtasis furtivo
El alimento justo y destinado
A nuestra fortaleza personal —

Una Palabra que respira plena


No posee el poder de fenecer —
Adherente como el Espíritu
Puede expirar como Él —
“Se hizo Carne y habitó entre nosotros”
¿Puede la condescendencia ser
Cual este consentimiento del Lenguaje
Esta amada Filología?

1651 // A Word made Flesh is seldom / And tremblingly partook / Nor


then perhaps reported / But have I not mistook / Each one of us has tasted
/ With ecstasies of stealth / The very food debated / To our specific strength
— // A Word that breathes distinctly / Has not the power to die / Cohesive
as the Spirit / It may expire if He — / “Made Flesh and dwelt among us”
/ Could condescension be / Like this consent of Language / This loved
Philology.

214
movimientos de defensa personal
Laura junowicz34

El truco fue sencillo, repetir


cada día un poco
ni tanto para no
perder el sentido o deformar
los recuerdos, como las palabras
si las decís demasiado
se alejan de lo que eran.

Aunque a veces
puede, al revés,
ser necesario
repetir para cambiar
un detalle, variar un gesto,
una respuesta, un personaje
para que pierda filo la escena,
hacerla más recordable.

La memoria lo practica
todo el tiempo sin querer
y yo ejercito desde niña,
son movimientos
de defensa personal.

34 Laura Junowicz nació en Buenos Aires, en 1984. Es Licenciada en Letras (uba)


y magíster en Escritura Creativa (untref ). Publicó Después del final (2017) y par-
ticipó de la antología Van llegando, premio de poesía de la Bienal de Arte Joven de
Buenos Aires 2017.

215
POEMAS - LAURA JUNOWICZ

Qué significan estos pájaros


volando en círculos
en la orilla de la cama.
En otros tiempos un prodigio
irrumpía maravilloso
en el cielo y los augures
tenían el saber,
podían descifrar, decir,
sobre todo
qué hacemos ahora,
la expiación. Como una madre:
tenés frío, criatura, tenés hambre,
te alimento, te abrigo, a dormir.

No estoy diciendo nada nuevo,


todos queremos expiar
la lluvia que no para en el estómago,
el silencio en el hueco del pecho.
Un instante encima
de otro instante,
no hay, no vendrán, nadie sabe.

216
POEMAS - LAURA JUNOWICZ

No es un dibujo
es algo así como un túnel.

Mientras presiono sobre el blanco


me dejo ir
en lo espeso del crayón
como si fuera la primera vez
que algo es fácil.

Lo hacía pensando que hoy


al mirar el dibujo
iba a volver al pasado, ese presente
en que no sabíamos cómo
resultaría todo,
igual que ahora mismo.

Cuando no sabíamos
en qué minuto, qué tendríamos puesto
en qué posición del cuerpo, en qué lugar
de la ciudad quedaríamos
congelados como en el juego
cuando pausa la música
ni qué objetos en las manos
habríamos de soltar
para taparnos la cara, salir,
una urgencia lenta
ya sin apuro.

A veces lo busco
para volver,
para ver si sigue,
el momento en que ella
estaba
por borrarse del mundo.

217
POEMAS - LAURA JUNOWICZ

EL GESTO MÁS ANTIGUO DEL MUNDO

Con qué artificio


iluminar ventanas,
marcar signos
en las paredes,
regresar de la guerra
después de haber tocado el hueso
con la yema de los dedos.

Sumerjo el cuerpo en el cuerpo


debajo de lo hondo.
Donde respiro nace el aire.

Mientras la canilla, el árbol


la ventana, la nuca
se revelan
buscás una
palabra que nombre.

Qué pobreza
no ser mutante
cebolla no ser
más que esta
al borde de mí
jaula de piel.

218
POEMAS - LAURA JUNOWICZ

El aire amasa
el cuerpo leva
se rompen las raíces
de las plantas.

Boca abajo escucho


algo lindo que no entiendo,
igual no importa la palabra
puede ser una u otra
repetirla y siempre
va a decir exactamente
eso que no podemos.
De espaldas es más fácil.
Trepás tu peso sobre el mío,
me muevo lento para no
espantarte, como un palomo
saldrías volando.
Los labios, ahora entiendo,
llevan la misma piel
de todo el cuerpo.

Soy la casa que espera


que sus habitantes
vuelvan de las vacaciones
prendan las luces
y enchufen
los electrodomésticos.

*
La ausencia es más
que esa porción de cama fría,
una prenda sin volumen.
Quisiera explicarlo mejor
pero no tengo con qué.

219
POEMAS - LAURA JUNOWICZ

Él no sabe sostener
con la punta de los ojos
el nombre breve de esta luz.
Mi límite, dice, pero
su silueta derrama por los bordes,
no cabe en la penumbra.
Él no sabe
mastica un verbo antiguo.
En los párpados guardo
una araña tejedora
para dar testimonio.

Habría que tirar


bombas como lágrimas
y huir de esta boca
antes que el humo,
pero el cuerpo vibrátil
no corre, se deja
tatuar las pupilas
de ojos abiertos.

220
Ósip Mandelshtam:
“Guardá por siempre mi palabra, por su
gusto a desventura y humo”
Nota preliminar y versiones de Lucas Brockenshire

Los poemas reunidos para esta publicación pertenecen al


poeta ruso Ósip Mandelshtam (1891-1938). Qué entendemos
por ese nombre, cómo encaja su figura en los mitos de la cultura
–por ejemplo, el del “poeta versus el imperio”– es y no es un
tema de la poesía. Lo es porque un poeta existe en el tiempo y
en los relatos históricos, y no lo es porque el poeta siempre es
un ser menos real e insustituible que cualquiera de sus poemas.

La relación entre mito y poeta es un tema importante en el


caso de Mandelshtam, un autor que fue famoso en Occidente
mucho antes de ser siquiera traducido. Como lector, creo que
los poemas de Mandelshtam bastan en sí mismos y deben ser
el eje irreductible de cualquier acercamiento al autor. Lo más
extraordinario, para ser realmente justos con su obra, no es que

221
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

Mandelshtam haya escrito lo que haya escrito en las condiciones


en que lo hizo, sino que haya escrito lo que escribió.

De todos los aspectos que se pueden destacar del verso de


Mandelshtam, sorprende en primer lugar la cercanía de su voz,
la ausencia de muletillas y clichés, la conmoción debajo del
control. No se puede decir que su poesía sea confesional. No es
específicamente un poeta vanguardista; tampoco un poeta clásico,
epigonal o militante. No fue un inventor de formas, como
Pushkin; no dio vuelta la versificación rusa, como Lomonósov,
Jliébnikov o Maiakovski. Al igual que Marina Tsvietáieva,
Mandelshtam es un poeta lírico que fructificó en todas las
estaciones, las más benévolas y las más crudas; sus libros tienen
la unidad endeble de los diarios personales; su tono, la intimidad
de una ética creada en los vaivenes del comienzo del siglo xx.
Mandelshtam fue un poeta lírico transhistórico: al leer su poesía
tenemos la impresión de estar escuchando un hombre real,
palpable, nervioso, que hizo que la poesía fuera más que ella
misma: que fuera, por un tiempo, el lugar donde alojar una vida.
Es imposible extraerlo a Mandelshtam de su época o de la poesía
rusa, y al mismo tiempo, no es raro pensar que sus poemas
conversan con Ovidio, Dante, Petrarca o Villon. Creo que esta
entrega radical a la poesía, esta decisión de confiar en nosotros
–los lectores– su palabra y su resurrección, es lo que Brodsky
llamó el “lirismo extremo” de Ósip Mandelshtam.

***

Estas traducciones de Mandelshtam abarcan un periodo


extenso: el primero de la serie, Insomnio. Homero. Velas tensas

222
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

de campaña, fue escrito en 1915, tras el encuentro entre


Mandelshtam y Tsvietáieva en Koktebel, un pueblo a orillas del
mar Negro. Este poema pertenece a Kamen (Piedra), un primer
volumen de veintitrés poemas breves publicado en 1913. Piedra
fue republicada en versiones ampliadas en 1916 y 1922; en este
último año también apareció Tristya (Tristia), un segundo libro.
Las otras publicaciones importantes de poesía que salieron en
vida de Mandelshtam son Stiji 1921-1925 (Poemas 1921-1925)
y Nobye Stiji (Poemas nuevos), ambas aparecidas en 1928, y
Puteshéstviye v Arméniyu (Viaje a Armenia), en 1933. El último
poema incluido aquí, titulado “Versos para N. Shtémpel” cierra
Cuadernos de Vorónezh, el último libro de Mandelshtam. Este
volumen, compuesto de tres cuadernos, fue publicado póstu-
mamente en 1980, pero escrito entre 1935-1937 en Vorónezh,
un pueblo en el que los Mandelshtam pasaron parte de su exilio.
Entre la fecha de la composición de este poema y la de su muerte,
el 27 de diciembre de 1938, Mandelshtam escribió unos doce
poemas más que no fueron conservados.

***

Hay un poema de 1921, no incluido en esta selección y sin


título, como la mayoría de los poemas de Mandelshtam, que
empieza con el verso: Yo estaba afuera, en la noche, lavándome.
Mandelshtam escribió el poema tras recibir la noticia del
fusilamiento de Nikolái Gumiliov. ¿Qué datos empíricos se
pueden desglosar del poema? Cuando mucho, podríamos decir
que una noche de invierno, Mandelshtam vio las estrellas, un
barril de agua, vio sal, un hacha, un portón: vio que estaba
cerrado. Volvía de lavarse las manos y el rostro, o quizá salía a

223
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

algún lugar. Entre estos datos imaginarios y el poema definitivo


no hay nada que podamos apresar, no existe un eslabón perdido:
solo hubo trabajo, ¿pero cómo fue ese proceso, de qué modo,
qué hilos se movieron al componer el poema? Esa cristalización
–la transformación súbita de la materia del mundo en material
poético, y del material poético en materia sonora–, es un misterio
de la poesía. Podemos someter cualquiera de los poemas incluidos
aquí a la misma pregunta por el origen y no encontraríamos
sino huellas secas. “El establecimiento de la génesis literaria del
poeta, sus fuentes literarias, su raza y sus orígenes nos llevan
enseguida a un terreno árido”, escribió Mandelshtam.

Un lugar donde poner atención es en las recurrencias de un


autor. En estas versiones encontramos ciertas continuidades o
nudos. La pregunta sobre la que gira Insomnio. Homero. Tensas
velas de campaña (1915), es uno, por ejemplo:

Como grullas en v hacia suelo enemigo –


la espuma de los dioses sobre nobles melenas –
¿hacia dónde navegan? ¿De no ser por Helena,
qué es Troya para ustedes, esposos argivos?

Как журавлиный клин в чужие рубежи, – / На головах царей


божественная пена, – / Куда плывете вы? Когда бы не Елена,
/ Что Троя вам одна, ахейские мужи?

La pregunta, cifrada en el presente del poema: “¿Hacia dónde


navegan?”, es el reverso poético de la pregunta que nos hacemos
en prosa al mirar hacia atrás: ¿a qué fueron?, ¿a morir, para qué?
Recordar es la acción elegíaca por excelencia; aquí el acto de
recordar, en pleno vuelo de las naves hacia Troya, transforma
este poema de aparente carácter épico en un memorial fúnebre.
Mandelshtam vuelve a este hilo épico-elegíaco en el poema “El
crepúsculo de la libertad” (1918). En este segundo poema, el

224
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

poeta ya no le advierte a los hombres que van hacia una muerte


inútil, como en Insomnio. Homero. Tensas velas de campaña, sino
que, a un año de la Revolución, son los mismos hombres,
anticipándose a las aguas del olvido, quienes advierten: “Hasta
en el frío del Leteo recordaremos / que nos costó diez cielos
nuestra tierra”.

Vale recordar una imagen de Dante, a quien Mandelshtam


leía a mediados de 1920: la de la flecha que se clava en el blanco
antes de salir de la ballesta. Es un símil de Paradiso, ii, 22-26,
en el que Dante invierte la secuencialidad del movimiento para
dar cuenta de la velocidad con la que sintió mover a su cuerpo:

e forse in tanto in quanto un quadrel posa


e vola e da la noce si dischiava,

El final de Tomá –desde mis palmas– para la alegría (escrito


en tercetos endecasilábicos sin rima, con clara influencia de
Dante) se articula en conformidad con una inversión similar
de causa y efecto:

Tomá, entonces –para la alegría– mi regalo salvaje:


este collar reseco y deslucido
de abejas muertas, que convirtieron la miel en sol.

Возьми ж на радость дикий мой подарок – / Невзрачное сухое


ожерелье / Из мертвых пчел, мед превративших в солнце.

¿Por qué las abejas transforman la miel en sol, y no el sol


en miel? Es posible que la inversión de Dante haya resonado
en Mandelshtam. Pero por otro lado, si leemos este poema
en continuidad con otros, llegamos a la imagen –muy repetida
en el joven Mandelshtam– del sol negro. El autor, consciente
del cisma mundial aconteciendo en esos años, vuelca el “sol

225
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

negro” sobre la figura clásica de Fedra, en quien, según Na-


diezhda Mandelshtam, el poeta vio rasgos de la Madre Rusia
contemporánea (“Hipólito, teme a tu madre”; “Nosotros, con
un canto fúnebre / mitigamos en el entierro / el terror cruel
e insomne / del sol negro”). Fedra, “la luminosa”, mancha con
su pasión negra el sol, y por eso, en el mundo de figuras
femeninas de Mandelshtam, es compañera de Perséfone, la
deidad que recorre la vida y la muerte en su tránsito anual
entre el Hades y el mundo terrenal.

Tomá –desde mis palmas– para la alegría pertenece a un ciclo


de poemas escritos para Nikolaya Arbénina, una actriz con la
que Mandelshtam tuvo un breve romance. La referencia a
Perséfone, “la flor visible del Hades”, y al monte Taigueto, el
lugar donde los espartanos abandonaban a los bebés considerados
no aptos para la vida, deja en claro que son las fuerzas del
submundo las que dominan esta vida vuelta al revés, donde la
miel es la de la medianoche y las abejas, las cultivadoras de un
sol infraterrenal.

Proserpina, la versión romana de Perséfone, aparece en un


poema anterior de Tristia como la nueva deidad del naciente
siglo xx. La imágen de Perséfone, que es central en Tomá –desde
mis palmas– para la alegría, reaparece en la primera parte de
“Versos para N. Shtémpel”, el último poema de Mandelshtam,
diez y siete años después. Ahí la primavera, pensada como la
unión de la vida y de la muerte en el ciclo de las cosas, vuelve
a ser expresada en la figura de una mujer. Esta vez, en una mujer
mortal, su amiga Natasha Shtémpel:

Avanza con la libertad insegura


que le dio la dolencia que la anima;
y, a lo mejor, aquello que adivina
226
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

ahora esté pesándole al andar:


la madre primavera, en su frescura,
va a darnos a nosotros sepultura
y esto volverá siempre a empezar.

Ее влечет стесненная свобода / Одушевляющего недостатка, /


И, может статься, ясная догадка / В ее походке хочет
задержаться – / О том, что эта вешняя погода / Для нас –
праматерь гробового свода, / И это будет вечно начинаться.

Como tantos otros, estos hilos no son solo una red de temá-
ticas en Mandelshtam, sino los hilos por medio de los cuales
analizó y desarrolló una posición respecto al mundo y su tiempo.

***

Unas palabras sobre el criterio general de esta traducción.


En primer lugar: decidí usar un lenguaje que se podría oír en
Argentina, que es donde yo vivo y hablo. Eso implica el uso
del “vos” y otras elecciones gramaticales. En segundo lugar:
quería que las traducciones fueran poemas; es decir, textos por
derecho propio. En términos prácticos esto significa que las
traducciones dan cuenta del sentido de los textos en ruso,
mientras que la prosodia extraléxica (ritmo, metro) e interléxica
(rima, asonancia, aliteración) se apoya en la sonoridad del verso
medido en castellano. En algunos poemas, he trabajado con
combinaciones de imparisílabos; en otros he utilizado los mismos
pies rítmicos que Mandelshtam. Intenté sostener el esquema
de rimas de los poemas originales; donde no pude hacer esto,
utilicé una combinación de rimas consonantes y asonantes. En
tercer lugar, decidí transliterar el apellido del poeta con una

227
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

“sh” en lugar de la “s” alveolar, que es la grafía estándar, para


trasladar la sonoridad del nombre en ruso.

Los poemas seleccionados son sencillos métricamente.


Biessónitsa. Gamier. Tuguíe parusá. (Insomnio. Homero. Velas
tensas de campaña) está escrito en yambos, el ritmo preponderante
de su obra. Entre sus últimos poemas hay varios de base
anapéstica, como Llevo a mis labios este verde (Ya k gubam
podnoshú etu zielen) y la parte n.° 7 de “Versos del soldado
desconocido” (“Stiji o Neizbiéstnom Soldatie”), un poema de
98 versos que forma parte del tercer cuaderno de Vorónezh. La
parte n.° 7 de “Versos del soldado desconocido” representa un
caso curioso porque la dominante rítmica del poema, que en
Mandelshtam suele ser regular, se invierte en el último verso,
precipitándose hacia el yambo. El giro prosódico articula el
final del poema, haciendo que sentido y sonido sean –por un
momento– una sola cosa:

Y, apretando en el puño mi fecha natal,


en manada, mezclado, en tropel,
en voz baja susurro con labios exangües:
–Yo nací a medianoche del dos
para el tres: en enero del noventa y uno,
aquel año inseguro – y los siglos
me cercan con su fuego.

И, в кулак зажимая истёртый / Год рожденья с гурьбой и


гуртом, / Я шепчу обескровленным ртом: / –Я рождён в ночь
с второго на третье / Января в девяносто одном. / Ненадёжном
году, и столетья / Окружают меня огнём.

Otro aspecto a observar: el final del segundo verso de este


poema (“y en las filas susurra una voz” [cfr. shepotkom]) rima
con el último verso de la parte n.° 6 (“¿Olés, noche, madrastra de
las tolderías estelares / lo que se viene ahora y a posterior?”

228
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

[potom]). La rima encadenada en “om” establece la dominante


sonora del último poema. Entre los once versos de la parte n.° 7
de “Versos del soldado desconocido”, hay seis rimas consonan-
tes masculinas con terminación en “om”; de las cinco palabras
terminales restantes, tres guardan alguna forma de semejanza
fónica con esta terminación. La declinación de los sustantivos en
instrumental le ofrece a Mandelshtam un sinnúmero de palabras
que riman con “om”, pero en vez de llenar la línea con esta rima
sencilla, Mandelshtam utiliza sustantivos en caso preposicional y
adverbios. Al igual que el último movimiento de la Sinfonía n.°
5 de D. Shostakóvich (compuesta en el mismo mes que este
poema), las rimas martillean el final del compás, cerrando y
cargando el verso con una energía sonora que marcha más que
fluye hacia adelante.

En “Versos para N. Shtémpel” (“Stiji k N. Shtémpel”), el


esquema de rimas alterna de modo tal que las distintas rimas
consonantes también riman de forma asonante entre sí. En este
poema Mandelshtam utiliza rimas internas y aliteraciones, doble
y triple sentidos, etc.

Por último, quiero aclarar algo sobre uno de los poemas más
curiosos de esta selección: Te pido que me largues, que me sueltes,
Vorónezh (Pustí menyá, otday menyá, Vorónezh), el quinto poema
de los Cuadernos. Este poema de cuatro versos condensa una
serie de resonancias semánticas en el nombre de su pueblo de
exilio, Vorónezh (pronunciado Va-ró-nesh, con una “v” inglesa
o italiana). Mandelshtam explota la semejanza entre el nombre
del pueblo y la palabra “vóron” o “cuervo”. Para Víktor Krivulin,
la selección del significante “vóron” no fue casual: remite por
un lado a “Chyorniy vóron” (“Cuervo negro”), una canción
popular cosaca utilizada en el film Chapáyev (al cual Mandelshtam

229
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

era muy afecto), cuya letra dice: “Mirá, mi muerte se acerca – /


cuervo negro, no soy tuyo”, y por otro, a las camionetas de
detención de la NKVD, conocidas popularmente con el nombre
de “chyórnye vórony” o “cuervos negros”. Mandelshtam trama
el poema alrededor de la raíz -(vó)ron, utilizándola en distintas
formas para crear sonoridades terminales e internas ligadas
paranomásicamente entre sí, como advierte Jesús García
Gabaldón en las notas de Cuadernos de Vorónezh. Tenemos, por
ejemplo: “urónit’” (“tirar”, “dejar caer”); “provorónit’” (“pasar
por alto”, “perder”, “dejar pasar”, “desperdiciar”) y “výronit’”
(“soltar”, “escapar”). Y complementando esta trama de
sonoridades, una estrofa de pentámetros yámbicos con un
esquema de rimas AABB.

La última línea del poema (“Vorónezh –blazh, Vorónezh –


vóron, nozh…”, v. gr.: “Vorónezh – raye, Vorónezh – cuervo,
sable…”) es completamente paratáctica; el sentido se completa
con el tono más que con las palabras. El poema cierra sobre el
filo de una tmesis o corte léxico; la palabra “Vorónezh”
reestrucurada en las formantes “vóron” (“cuervo”) y “nozh”
(“cuchillo”). “Blazh” (“capricho”, “antojo”, “locura”), la traduzco
como “raye” en atención a la rima, con significado de “delirio”
o “rapto de insensatez”.

Para recuperar aunque sea una parte de la construcción


semántica y sonora de este poema, elegí pasar las formas verbales
del indicativo futuro al presente del subjuntivo. Al poner los
verbos en el modo subjuntivo, esta versión potencia la cualidad
de ruego del poema, pero hay que tener en cuenta que este
poema es en verdad todo lo contrario. Es un acto de afirmación
de la vida que antecede otros poemas, entre ellos Aún no estás
muerto. Aún no estás solo, donde Mandelshtam escribirá:

230
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

Desdichado, una sombra de sí mismo,


quien teme los ladridos y el viento asola;
y pobre aquel que, más muerto que vivo,
le mendiga limosna a una sombra.

Несчастлив тот, кого, как тень его, / Пугает лай и ветер


косит, / И беден тот, кто сам полуживой / У тени милостыню
просит.

***

Quiero terminar con un fragmento de Ilyá Ehrenburg.


Pertenece a Gente, años, vida. Ósip E. Mandelshtam era un
hombre nervioso, contradictorio, amante de la vida y amado.
Cierro con esta imagen de su juventud que hace justicia a su
carácter villoniano:

Se sentaba en el borde de la silla y de pronto se marchaba a alguna parte,


soñaba con una buena comida, acariciaba planes fantásticos, aturdía con
su conversación a los editores. Un día, en Teodosia, tras haber reunido a
unos “liberales” ricos, les dijo con severidad: “En el Juicio Final les
preguntarán si comprendieron al poeta Mandelshtam y responderán que
no. Les preguntarán si le dieron de comer y contestarán que sí, y mucho
les será perdonado”.

231
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

[INSOMNIO. HOMERO. TENSAS VELAS DE


CAMPAÑA.…]

Insomnio. Homero. Tensas velas de campaña.


Leí hasta la mitad la lista de las naves:
esa larga camada, esa hilera de aves,
que levantaron vuelo un día hacia Dardania.

Como grullas en v hacia suelo enemigo –


la espuma de los dioses sobre nobles melenas –
¿hacia dónde navegan? ¿De no ser por Helena,
qué es Troya para ustedes, esposos argivos?

Y el mar, y Homero – todo lo mueve el amor.


¿Y ahora a quién escucho? Homero ha enmudecido,
y el negro mar, orante, se encrespa haciendo ruido,
y avanza hacia mi almohada con un hondo rumor.

Бессонница. Гомер. Тугие паруса. / Я список кораблей прочел до


середины: / Сей длинный выводок, сей поезд журавлиный, / Что
над Элладою когда-то поднялся. // Как журавлиный клин в
чужие рубежи –/ На головах царей божественная пена –/ Куда
плывете вы? Когда бы не Елена, / Что Троя вам одна, ахейские
мужи? // И море, и Гомер –все движется любовью. / Кого же
слушать мне? И вот Гомер молчит, / И море черное,
витийствуя, шумит / И с тяжким грохотом подходит к
изголовью.

232
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

[TOMÁ –DESDE MIS PALMAS– PARA LA


ALEGRÍA…]

Tomá –desde mis palmas– para la alegría


un poco de sol y otro poco de miel,
como ordenaron las abejas de Perséfone.

No se puede soltar un bote desprendido,


ni escuchar una sombra calzada con pieles,
ni uno sobreponerse –en esta vida espesa– al miedo.

Solamente nos quedan nuestros besos


hirsutos como abejas jóvenes
que mueren al volar de la colmena.

Susurran en las matas lúcidas de la noche,


su país es el bosque espeso del Taigueto,
su alimento – el tiempo, la melisa, la menta.

Tomá, entonces –para la alegría– mi regalo salvaje:


este collar reseco y deslucido
de abejas muertas, que convirtieron la miel en sol.

Возьми на радость из моих ладоней / Немного солнца и немного


меда, / Как нам велели пчелы Персефоны. // Не отвязать
неприкрепленной лодки, / Не услыхать в меха обутой тени, /
Не превозмочь в дремучей жизни страха. // Нам остаются
только поцелуи, / Мохнатые, как маленькие пчелы, / Что
умирают, вылетев из улья. // Они шуршат в прозрачных
дебрях ночи, / Их родина - дремучий лес Тайгета, / Их пища
- время, медуница, мята. // Возьми ж на радость дикий мой
подарок, / Невзрачное сухое ожерелье / Из мертвых пчел, мед
превративших в солнце.

233
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

[TE PIDO QUE ME LARGUES, QUE ME SUELTES,


VORÓNEZH:…]

Te pido que me largues, que me sueltes, Vorónezh:


que me dejes caer o que me arrojes,
que me guardes o que me desmorones, –
Vorónezh – raye, Vorónezh – cuervo, sable…

Пусти меня, отдай меня, Воронеж: / Уронишь ты меня иль


проворонишь, / Ты выронишь меня или вернешь, –/ Воронеж
–блажь, Воронеж –ворон, нож…

[AÚN NO ESTÁS MUERTO, AÚN NO ESTÁS


SOLO,…]

Aún no estás muerto, aún no estás solo,


mientras disfrutes con tu amiga la mendiga
de la grandeza de este polvo,
del frío y la tormenta y la neblina.

En la magna miseria, la pujante pobreza,


viví tranquilo y consolado.
Son benditos los días y las noches estas,
y la dulce labor de mi voz sin pecado.

Desdichado, una sombra de sí mismo,


quien teme los ladridos y el viento asola;
y pobre aquel que, más muerto que vivo,
le mendiga limosna a una sombra.

Еще не умер ты, еще ты не один, / Покуда с нищенкой-подругой


/ Ты наслаждаешься величием равнин / И мглой, и холодом,
и вьюгой. // В роскошной бедности, в могучей нищете / Живи
спокоен и утешен. / Благословенны дни и ночи те, / И
сладкогласный труд безгрешен. // Несчастлив тот, кого, как
тень его, / Пугает лай и ветер косит, / И беден тот, кто сам
полуживой / У тени милостыню просит.

234
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

VII1

Las aortas se llenan de sangre


y en la fila resuena una voz:
–Yo nací en el noventa y cuatro…
–Yo nací en el noventa y dos…
Y, apretando en el puño mi fecha natal,
en manada, mezclado, en tropel,
en voz baja susurro con labios exangües:
–Yo nací a medianoche del dos
para el tres: en enero del noventa y uno,
aquel año inseguro – y los siglos
me cercan con su fuego.

VII

Наливаются кровью аорты / И звучит по рядам шепотком:


/ –Я рожден в девяносто четвертом… / –Я рожден в девяносто
втором… / И в кулак зажимая истертый / Год рожденья с
гурьбой и гуртом / Я шепчу обескровленным ртом: / Я рожден
в ночь с второго на третье / Января в девяносто одном /
Ненадежном году –и столетья / Окружают меня огнем.

[LLEVO A MIS LABIOS ESTE VERDE,…]

Llevo a mis labios este verde,


este viscoso juramento de hojas,
llevo esta tierra traicionada: madre
de arces, campanillas, sicomoras.

Mirá cómo me vuelvo firme y ciego,


obedeciendo a las raíces mansas.
¿No es demasiado espléndido el siseo
de este jardín para los ojos?

Y como gotas de mercurio,


los tonos de las ranas convergen en uno,
las ramas se convierten en bastones
y los cuentos de leche – en humo.
1
Parte séptima y última de “Versos del soldado desconocido”

235
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

Я к губам подношу эту зелень –/ Эту клейкую клятву листов


–/ Эту клятвопреступную землю: / Мать подснежников, кленов,
дубков. // Погляди, как я крепну и слепну, / Подчиняясь
смиренным корням, / И не слишком ли великолепно / От
гремучего парка глазам? // А квакуши, как шарики ртути, /
Голосами сцепляются в шар, / И становятся ветками прутья
/ И молочною выдумкой пар.

VERSOS PARA N. SHTÉMPEL

Rengueando a su pesar por la tierra vacía,


con paso encantador y desigual,
va ella – adelántandose a su amiga
y a un joven de su misma edad.
Avanza con la libertad insegura
que le dio la dolencia que la anima;
y, a lo mejor, aquello que adivina
ahora esté pesándole al andar:
la madre primavera, en su frescura,
va a darnos a nosotros sepultura
y esto volverá siempre a empezar.

II

Hay mujeres nacidas de los suelos mojados,


a cada paso suyo brotan hondos lamentos:
les hacen compañía a los resucitados,
y dan las buenas noches a los muertos.
Reclamarles caricias es un crimen,
separarse de ellas, pedir mucho.
Hoy sos ángel, mañana – gusano en el sepulcro,
y pasado mañana – tan solo una silueta…
Se alejará lo andado – trecho a trecho…
Son inmortales las flores. Son uno los cielos.
Y todo lo que viene – tan solo una promesa.

236
VERSIONES - ÓSIP MANDELSHTAM: “GUARDÁ POR SIEMPRE MI PALABRA…”

Стихи к Н. Штемпелъ

К пустой земле невольно припадая, / Неравномерной сладкою


походкой / Она идет –чуть-чуть опережая / Подругу быструю
и юношу-погодка. / Ее влечет стесненная свобода / Одушевляющего
недостатка, / И, может статься, ясная догадка / В ее походке
хочет задержаться –/ О том, что эта вешняя погода / Для
нас –праматерь гробового свода, / И это будет вечно начинаться.

II
Есть женщины сырой земле родные, / И каждый шаг их –гулкое
рыданье, / Сопровождать воскресших и впервые / Приветствовать
умерших –их призванье. / И ласки требовать от них преступно,
/ И расставаться с ними непосильно. / Сегодня –ангел, завтра
–червь могильный, / А послезавтра –только очертанье… /
Что было –поступь –станет недоступно… / Цветы бессмертны.
Небо целокупно. / И все, что будет, –только обещанье.

237
La verdad de la herida
Elena Anníbali2

1.

soy tan de Dios como una hoja


un perro
un tramo de alambre

pero algo en mí
un monito parlante, un monito
ansioso y rebelado, no se conforma
con abrir la granada y ver
chorrear sus jugos

quiere, además, la gracia


del nombre, la gracia
de la garganta sin sus cuerdas
sin el buitre especular del silencio

sin el humo que ahoga, o la niebla


que enturbia el mundo

yo vine a exigir ese derecho

porque nada gano o pierdo


en todo lo perdido

porque no me importa, si en este salto,


el monito que soy, se cae
en la noche
y descubre, en la encía,
el sabor eterno de la sangre
la verdad de la herida

2
Elena Anníbali nació en Oncativo, Córdoba, en 1978. Publicó Las madres remo-
tas (2007), Tabaco mariposa (2009) y La casa de la niebla (2015).

239
POEMAS - ELENA ANNÍBALI

2.

compro azúcar, café, cigarrillos


pero no los toco

dejo que el deseo por eso o


lo otro
se vuelva
una piedra dura y consistente, una piedra
donde encerrar al demonio
o un guante
en que calce la tersa mano
de matar

no he aprendido nada del dolor


ni en el dolor

salvo la memoria de la noche, su tajo


de silencio
no he aprendido nada

compro azúcar, café, cigarrillos,


pero no los toco

¿qué haría con eso en la boca?

¿en qué saliva se diluye


la densa hostia de la felicidad,
su magro espejismo?

240
POEMAS - ELENA ANNÍBALI

3.

bien administrada, una lata de pintura


dura dos días, y el mismo tiempo
un paquete de 20 cigarrillos

afuera graniza, llueve, hace viento

sobre este aparador, al que devuelvo


el color rosa
mi hermanito puso sus manos, olvidó
sus caramelos

a este mueble, viejo ahora,


subió en simulación del cielo

allí andaba, muy alto, cuando vino


ese ángel o cuervo a buscarle los ojos
–un plato de largo aliento–

vino y se fue
por el mismo arco de pureza

241
POEMAS - ELENA ANNÍBALI

4.

te dio miedo la ahorcada en la pieza?


te dio miedo la grieta en la bañera?
la falta
de luz
en la casa?

alguna vez contaste a tus muertos que cuando pasan


a tu lado
dejan un perfume a rosa y podredumbre?

te corriste de la vereda de la loca


empuñando, no sé,
tus razones
tu lógica
tus bienes a resguardo del tiempo?

yo sé que abajo de mi rostro, un rostro


muere

que su cáscara, sus simetrías, dejan paso


a un desaliño de huesos
y flores

y que algo más alto, más oscuro, llega por mí


y no es el ángel

242
POEMAS - ELENA ANNÍBALI

5.

me enamoro de ud. señor juan gelman, me enamoro,


como las maestritas lo hacen del reader’s digest y de corín
tellado,
como las azafatas, de la luz violeta y las postales de rodolfo
valentino
como las adolescentes de ellas mismas cuando,
desnudísimas
se miran en los espejos nebulosos de sus baños

me enamoro de ud. señor juan gelman, desde este pueblo


enfermo
donde hiede la costra de los muertos
la fiebre de los vivos
mientras preparo el café de la mañana
y lavo el orinal de mi padre enfermo
y más tarde trabajo y a la noche escucho
big bill broonzy
poniendo en orden el huerto, quemando
las alimañas
haciendo que lo perdido valga
que la tía escolástica labore sus telares

si supiera señor juan gelman cómo los ojos de ud.


me parecen así de bonitos
y contando sus trapos, sus fulgores,
considerándolo a la luz amarga de mi amor
me veo no tan joven, no hermosa,
pero sí verdadera, y ya no me alcanza
el pudor mentiroso de los desnudos ante sí
o ante los otros
para callarme, señor juan gelman
para callarme

243
POEMAS - ELENA ANNÍBALI

6.

la primera vez que la casa tembló, esperábamos


al hijo no nato durmiendo en una cama alta

era amaneciendo, una luz rojiza


como de muerte, alumbraba
mi cara, mis piernas hinchadas

en el pueblo ocurrió un remezón


al que siguió otro
y otro más, intenso,
mas no como el primero
por el cual crujió la poca cristalería

la segunda
yo pensé por primera vez en mi padre, perdido
para siempre en la muerte, con su traje nuevo
y en cómo me decía que la inminencia de los terremotos es
predicha
antes por las ovejas
las vacas
las aves de corral

esa vez tintineó mi anillo nupcial en la taza

nuestro hijo ya estaba en este mundo


y respiraba bien, aun en el vaivén antinatural
de la cuna

la última vez, ya estábamos en la ruta:


los tres
desde allí vimos a una mujer hermosa
andar como un perro tras el rastro del auto
y luego revisar tras las cortinas
oler el aire
buscándonos
buscándonos.

244
Te dije que no ibas a escapar del amor:
las elegías eróticas de
Propercio y Ovidio
por Andrés Kusminsky3

Propercio nació cerca del 50 a. C., poco antes de que empe-


zara la guerra civil entre César y Pompeyo. Ovidio, en el 43 a.
C., cuando la facción que había asesinado a César se reagrupó
y movilizó un ejército, luego derrotado por el Triunvirato en la
batalla de Philippi. Ambos poetas fueron jóvenes y publicaron
sus libros después de que Octavio Augusto César estableciera
su Pax Romana. El clima era conservador. Los escritores tenían
como mandato, implícito o explícito, exaltar la ideología oficial
del Estado, o en todo caso, los valores morales de los mayores.
Horacio regresaba de Philippi a los veintidós años con la cabeza
gacha y se volvería luego un estoico celebrante de la mediocridad
del homme de lettres. Virgilio, después de un interesante período
de experimentación juvenil, compondría un manual de
agricultura en hexámetros –poema extraordinario, al mismo
tiempo– y una épica culta sobre los orígenes míticos de Roma
y la casa Julia: la impresionante Eneida. Los scholars antiguos,
medievales y renacentistas pusieron a estos dos estetas, cultores
de una poesía sintética y equilibrada, en lo más alto de la tra-
3 Andrés Kusminsky nació en 1989. Es poeta y se dedica a la traducción y a la
docencia. Es Licenciado en Letras por la UBA.

245
ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

dición. Son los poetas clásicos por antonomasia. Esto sigue


siendo el sentido común en los departamentos de clásicas de
todo el mundo.

Propercio murió cerca del 15 a. C., a los treinta y cinco


años. Entre el 25 y el 23 a. C. escribió los primeros tres libros
de las elegías. El tema de los libros es la historia de amor que
el hablante de los poemas tiene con una mujer, Cintia. Cintia
es nombre en clave y alusión: quiere decir “del monte Kynthos”,
y era un atributo de Artemis o Diana, la diosa de la caza, los
bosques, los animales salvajes y la luna. Propercio trabaja
un material evidentemente personal y piensa su escritura desde
ahí. Confronta directamente con la idea de poesía épica que
muchos poetas del círculo de Augusto intentaban practicar,
pero también con la idea de una poesía culta, filosófica o
naturalista. Pasar tanto tiempo leyendo libros de historia, filo-
sofía y naturaleza es un poco triste si uno es joven, pero valdrá
la pena ubi iam Venerem grauis interceperit aetas, “cuando la
vejez se interponga al placer”. La poesía, para Propercio, no
puede corresponder los mandatos conservadores de la alta
cultura. Debe venir de la corriente de la propia juventud. Es-
cribir a partir de la lectura es como pedirle agua a otros, en el
medio del río.

En el siglo xx Propercio circuló gracias al interés de Pound,


que hablaba bastante sobre él y escribió una extraña serie de
poemas titulada “Homage to Sextus Propertius”, traducciones
en verso libre que reagrupaban distintos fragmentos de algunas
elegías. En una entrevista, Robert Lowell dice sobre Propercio:
“Me llegó a través de Pound. Cuando lo leí en latín encontré
un Propercio que no está para nada en Pound. El Propercio de
Pound es una figura similar a Ovidio, con mucho del estilo de

246
ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

Pound, su humor y su ironía. El verdadero Propercio es un po-


eta muy enérgico, tenso y bastante desesperado. Sus experien-
cias, su historia de amor con Cynthia, son absolutamente
desgarradoras, destructivas. Es como un cristiano caído.”4

Propercio concentra su deseo y su escritura en la figura de


Cintia. Muchas veces sobrevuela la imagen fantasmagórica de
un rival. El rival es rico y tiene ambiciones militares. No hay
cuestionamientos éticos si ella toma a distintos amantes, algo
que se da por sentado. Los poemas de celos son expresión de
dolor y rencor, pero no se apoyan en un código de conducta.
Por otro lado, su dedicación a Cintia es total. La historia de
amor se va ahondando en sus episodios.

La poesía de Ovidio en Amores es completamente diferente.


Ovidio va delineando una comedia de andanzas sexuales. Corina
parece concentrar la atención de los primeros poemas, pero
después pierde nitidez. Lo que vemos es, en realidad, una
representación de la dispersión del deseo. Este movimiento, de
la concentración del deseo a su dispersión, se lee bien en el
contraste entre I, 5 y II, 4. En la mayoría de los poemas de
Amores Ovidio parece escribir desde un lugar de mayor libertad
y poder. Es muy autoconsciente de los mecanismos psicológicos
del amor y le gusta decir que los usa a su favor. De todas maneras,
aunque Ovidio coquetea con el escándalo –de hecho, se cree
que Augusto lo desterró de por vida por el provocador Arte de
amar y por un amorío con su sobrina Julia: un poema y un
error, carmen et error– Propercio es un poeta mucho más radical.
El donjuanismo produce en Ovidio una poesía cómica y
4 “I got him through Pound. When I read him in Latin I found a kind of Proper-
tius you don’t get in Pound at all. Pound’s Propertius is a rather Ovidian figure with
a great deal of Pound’s fluency and humor and irony. The actual Propertius is a very
excited, tense poet, rather desperate… His experiences, his love affair with Cintia,
are absolutely rending, destroying. He’s like a fallen Christian.”

247
ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

superficial. En cambio, Propercio entiende que su destino como


poeta está ligado a su destino como amante de Cintia. Los tres
primeros libros la tienen como protagonista casi absoluta. El
último poema del libro tercero es una renuncia, el fin del amor,
que coincide con el fin de la escritura.5 Todo esto no tiene nada
que ver con una ética ni con una defensa de la monogamia,
sino con la posición de deseo en que se ubica el hablante de los
poemas. La actitud poliamorosa de Ovidio, desde la perspectiva
de Propercio, parece reactiva, defensiva. En todo caso, hace del
amor una forma del narcisismo, del ejercicio de la autonomía.
En el centro de Amores está la persona poética de Ovidio. En
el centro de los Carmina, la imagen de Cintia.

Antes de la Pasión según Roland Barthes, la actitud del


crítico-scholar frente a la poesía amorosa y erótica era mayormente
una de censura moral. W. B. Yeats habla de esos críticos como
bald heads forgetful of their sins, “cabezas peladas, que han
olvidado sus pecados”. Escribiendo este artículo veo un evidente
cambio de modalidad en muchos scholars recientes. Barthes y
sus precursores formalistas parecen haber descubierto la manera
perfecta de cuidar su lugar y al mismo tiempo sostener una
peculiar fantasía neurótico-obsesiva y melancólica que podríamos
resumir así: “el autor ha muerto, o su vida es irrelevante, porque
la literatura no tiene nada que ver con la vida”. Esta fantasía
sigue estando más o menos vigente en los departamentos de
literatura y filología de todo el mundo. La tendencia es pegarle
a los críticos “románticos” por su biografismo ingenuo y
conjetural. El diálogo entre el fantasma del joven poeta y el
joven lector, su rivalidad incluso, es escamoteada por la idea
ridícula de que no existe ni el poeta, ni el lector. Solamente las
mediaciones del lenguaje y de la cultura. Se suponía que esto
5 El libro IV de las elegías de Propercio fue publicado cerca de su muerte –c. 15 a.
C– y parece escrito por otro poeta.

248
ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

iba a ser liberador. Que la lectura, que la interpretación se iba


a volver más gozosa, más interesante. En realidad, el objeto de
deseo es postergado hasta el infinito.

Los poetas elegíacos adoptaron una actitud algo contracultural.


Sin embargo, todos eran varones de clase alta, formados en
literatura y oratoria. Y la escritura, aunque adopta un estilo
medio, íntimo, se apoya a veces en recursos expresivos propios
de la cultura literaria de la época. Toda traducción no académica
implica una apuesta. La apuesta es que lo que se traduce no
forma parte de la historia de la poesía, sino de la poesía. Algo
que está más allá de las mediaciones literarias de una época que
la nuestra ya no puede compartir. Estas versiones tratan de
acercar a Propercio y Ovidio. Lo que se pierde no es tanto, me
parece, y lo que se gana, mucho. Se trata de encontrar un tono
equivalente al estilo medio de Propercio y de Ovidio. De
recuperar el diálogo entre el fantasma de los jóvenes poetas y
los lectores de hoy.

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ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

PROPERCIO – Carmina
I, 4

¿Por qué me hablás tan bien de otras mujeres, Basso,


y me pedís que cambie, que abandone la mía?
¿Por qué no me dejás en paz seguir viviendo
sumiso, como siempre, todo el tiempo que pueda?
Las mujeres famosas de antes no le llegan
ni a los talones. Menos te sirve compararla
con mujeres comunes de ahora. Además
mi locura no mira solamente la forma
del cuerpo. Hay otras cosas mucho más importantes:
el color de la piel, la gracia de sus muchos
talentos, y otros dones, debajo de la manta.
Y cuanto más intentes separar nuestro amor,
se va a volver más fuerte. Es difícil que puedas
salir impune. Cintia se va a enterar de todo,
y es salvaje, te advierto, la peor enemiga.
Nunca más va a dejar que te vea. Tu falta
no va a ser perdonada nunca más. Las mujeres
que puedan acercarse, las va a espantar, furiosa.
Nadie va a recibirte en su casa. Ni un altar,
no va a haber ni una piedra sagrada que no sepa
de sus enojos. Ella no concibe otro daño
más grave que la muerte del amor, cuando el dios
desaparece, Basso, nuestro amor sobre todo.
Que nunca se le ocurra cambiar. Que nunca tenga
nada que lamentarme.

I, 4 // Quid mihi tam multas laudando, Basse, puellas / mutatum domina cogis
abire mea? / quid me non pateris vitae quodcumque sequetur / hoc magis assueto
ducere servitio? / tu licet Antiopae formam Nycteidos, et tu / Spartanae referas laudibus
Hermionae, / et quascumque tulit formosi temporis aetas; / Cynthia non illas nomen
habere sinat: / nedum, si levibus fuerit collata figuris, / inferior duro iudice turpis
eat. / haec sed forma mei pars est extrema furoris; / sunt maiora, quibus, Basse, perire
iuvat: / ingenuus color et multis decus artibus et quae / gaudia sub tacita dicere veste
libet. / quo magis et nostros contendis solvere amores, / hoc magis accepta fallit uterque
fide. / non impune feres: sciet haec insana puella / et tibi non tacitis vocibus hostis

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ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

erit; / nec tibi me post haec committet Cynthia nec te / quaeret; erit tanti criminis illa
memor, / et te circum omnis alias irata puellas / differet: heu nullo limine carus eris. /
nullas illa suis contemnet fletibus aras, / et quicumque sacer, qualis ubique, lapis. / non
ullo gravius temptatur Cynthia damno / quam sibi cum rapto cessat amore deus, /
praecipue nostro. maneat sic semper, adoro, / nec quicquam ex illa quod querar inveniam!

I, 9

Te dije que no ibas a escapar del amor,


que no ibas a ser vos el que riera último.
Terminaste, sumiso, siguiendo una mujer
que te gobierna en todo. Ahora esos poemas
eruditos, que hablaban sobre los altos muros
de una ciudad perdida ¿te sirven para algo?
Te pido por favor, guardá esos libros tristes.
No quieras aburrir a una buena lectora.
Me decís “¿y de dónde saco el tema?” Estás loco,
en el medio del río le pedís agua a otros.
Esto recién empieza, es la primera chispa
de los males que vienen: los fuegos, los desmayos.
Pelear contra los tigres mano a mano, en la arena,
estar encadenado a las ruedas del infierno,
todo eso es preferible a sentir en la médula
el arco de Cupido.
Amor no ofrece a nadie sus alas, generoso,
si no es para tenerlo más tarde entre las manos.
¿Quién te creés que sos? Evitá sus favores,
pueden mover las piedras y los robles, incluso.
De vos ni hablar, espíritu liviano y volátil.
Es mejor admitir el error cuanto antes:
hablar de los fracasos del amor, los aplaca.

I, 9 // Dicebam tibi venturos, irrisor, amores, / nec tibi perpetuo libera verba fore:
/ ecce iaces supplexque venis ad iura puellae, / et tibi nunc quaevis imperat empta
modo. / non me Chaoniae vincant in amore columbae / dicere, quos iuvenes quaeque
puella domet. / me dolor et lacrimae merito fecere peritum: / atque utinam posito dicar
amore rudis! / quid tibi nunc misero prodest grave dicere carmen / aut Amphioniae

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ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

moenia flere lyrae? / plus in amore valet Mimnermi versus Homero: / carmina
mansuetus lenia quaerit Amor. / i quaeso et tristis istos sepone libellos, / et cane quod
quaevis nosse puella velit! / quid si non esset facilis tibi copia! nunc tu / insanus
medio flumine quaeris aquam. / necdum etiam palles, vero nec tangeris igni: / haec
est venturi prima favilla mali. / tum magis Armenias cupies accedere tigris / et magis
infernae vincula nosse rotae, / quam pueri totiens arcum sentire medullis / et nihil
iratae posse negare tuae. / nullus Amor cuiquam facilis ita praebuit alas, / ut non
alterna presserit ille manu. / nec te decipiat, quod sit satis illa parata: / acrius illa
subit, Pontice, si qua tuast, / quippe ubi non liceat vacuos seducere ocellos, / nec
vigilare alio limine cedat Amor. / qui non ante patet, donec manus attigit ossa: /
quisquis es, assiduas tu fuge blanditias! / illis et silices et possint cedere quercus, /
nedum tu possis, spiritus iste levis. / quare, si pudor est, quam primum errata fatere:
/ dicere quo pereas saepe in amore levat.

III, 5

Amor es dios de paz, nos impone la paz:


nuestra señora siempre nos impone la guerra.
Es obvio que no tengo ganas de hacerme rico.
No me interesa el lujo, no hacen falta tampoco
muchos bueyes (¿dos mil?) en nuestra poca tierra,
ni fui a sacar provecho de una ciudad en ruinas.
(El dios que les dio forma, del polvo, a los primeros
humanos, no sabía muy bien qué estaba haciendo:
ocupado en el cuerpo, se olvidó de la mente;
mejor hubiera sido empezar al revés.)
Ahora una borrasca nos sacude en el mar,
buscamos enemigos para hacer otras guerras.
No podemos llevarnos las riquezas al mundo
de los muertos. Entonces, para qué tanto esfuerzo.
No me arrepiento nunca del camino elegido,
la vocación poética, ni voy a arrepentirme
de llenar mi cabeza de vino. Falta mucho,
cuando la pesadumbre de la edad intercepte
el Amor, sólo entonces podría interesarme
aprender las costumbres de la naturaleza,
cuál es el dios que pone en orden nuestro mundo,
saber el recorrido de la luna, sus fases,
cómo afectan los vientos las corrientes del mar,

252
ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

si va a llegar un día el colapso de todo


el universo. Entonces voy a estudiar también
si bajo tierra existen las leyes de los dioses
o la furia Tisífone con las serpientes negras
en la cabeza; ruedas, piedras, sed entre aguas,
si hay un perro que tiene tres cabezas, y cuida
la entrada del infierno; si estas cosas, en cambio,
son fábulas que engañan a las generaciones
y después de la tumba no hay nada que temer.
Éste va ser el fin de mi vida: pero ustedes
que prefieren las armas, mejor traigan a casa
las banderas de Craso.

III, 5 // Pacis amor deus est, pacem ueneramur amantes: / stant mihi cum domina
proelia dura mea. / nec tamen inuiso pectus mihi carpitur auro / nec bibit e gemma
diuite nostra sitis / nec mihi mille iugis Campania pinguis aratur / nec miser aera paro
clade, Corinthe, tua. / o prima infelix fingenti terra Prometheo! / ille parum caute pectoris
egit opus. / corpora disponens mentem non uidit in arte: / recta animi primum debuit
esse uia. / nunc maris in tantum uento iactamur et hostem / quaerimus atque armis
nectimus arma noua. / haud ullas portabis opes Acherontis ad undas: / nudus ad
infernas, stulte, uehere ratis. / Victor com uictis pariter miscebitur umbris: / consule cum
Mario, capte Iugurtha, sedes. / Lydus Dulichio non distat Croesus ab Iro. / optima
mors, Parca quae uenit acta die. / me iuuat in prima coluisse Helicona iuuenta /
Musarumque choris implicuisse manus: / me iuuet et multo mentem uincire Lyaeo / et
caput in uerna semper habere rosa. / atque ubi iam Venerem grauis interceperit aetas /
sparserit et nigras alba senecta comas, / tum mihi naturae libeat perdiscere mores, /
quis deus hanc mundi temperet arte domum, / qua uenit exoriens, qua deficit, unde coactis
/ cornibus in plenum menstrua luna redit, / unde salo superant uenti, quid flamine
captet / Eurus et in nubes unde perennis aqua: / sit uentura dies mundi quae subruat
arces, / purpureus pluuias cur bibit arcus aquas / aut cur Perrhaebi tremuere cacumina
Pindi / solis et atratis luxerit orbis equis; / cur serus uersare boues et plaustra Bootes,
/ Pleiadum spisso cur coit igne chorus, / curue suos finis altum non exeat aequor /
plenus et in partis quattuor annus eat; / sub terris sint iura deum et tormenta Gigantum,
/ Tisiphones atro si furit angue caput / aut Alcmaeoniae furiae aut ieiunia Phinei; /
num rota, num scopuli, num sitis inter aquas, / num tribus infernum custodit faucibus
antrum / Cerberus et Tityo iugera pauca nouem, / an ficta in miseras descendit fabula
gentis / et timor haud ultra quam rogus esse potest. / exitus hic uitae superest mihi: uos,
quibus arma / grata magis, Crassi signa referte domum.

253
ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

III, 14

Es un modelo Esparta, por las leyes que rigen


su palestra. También hay gimnastas mujeres
compitiendo en los juegos con varones, peleando
desnudas como ellos, sin sentirse culpables:
la pelota, muy rápida, pasando entre los brazos
sin que nadie la agarre; el sonido metálico
del aro, que la vara hace girar; toda llena
de polvo la mujer, en la línea de meta;
ahora anuda sus brazos con los guantes de cuero,
soportando, después, los golpes del pancracio;
ahora gira, lanzando el proyectil del disco,
o grita a los caballos desde el carro, la espada
contra el blanco del muslo, el bronce protegiendo
su cabeza. Parecen un grupo de amazonas
poco antes de bañarse en el rio Termodón.
O Helena, que en la orilla del Eurota, con Pólux
y Cástor (uno bueno a caballo, otro en la arena),
de igual a igual, peleaba con el torso desnudo,
sin que se avergonzaran sus divinos hermanos.
Se prohíbe en Esparta la ausencia del amante.
No hay miedos ni guardianes que logren encerrar
a una mujer. Es fácil y seguro decir
uno mismo las cosas sin que haya intermediarios.
Cuando uno es rechazado no hay demoras eternas.
(Nuestro amor va rodeado de una turba imposible
de franquear. Las palabras o caras no consiguen
conmoverlo. El que ama va totalmente ciego.)
Si estas leyes y juegos se imitaran en Roma,
cuánto mejor sería vivir en la ciudad.

III, 14 // multa tuae, Sparte, miramur iura palaestrae, / sed mage uirginei tot
bona gymnasii / quod non infamis exercet corpore laudes / inter luctantis nuda puella
uiros, / cum pila ueloces fallit per bracchia iactus / increpat et uersi clauis adunca
trochi / puluerulentaque ad extremas stat femina metas / et patitur duro uulnera
pancratio; / nunc ligat ad caestum gaudentia bracchia loris, / missile nunc disci
pondus in orbe rotat, / gyrum pulsat equis, niueum latus ense reuincit / uirgineumque

254
ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

cauo protegit aere caput, / qualis Amazonidum nudatis bellica mammis /


Thermodontiacis turba lauatur aquis; / et modo Taygeti, crinis aspersa pruina, /
sectatur patrios per iuga longa canis, / qualis et Eurotae Pollux et Castor harenis, /
hic uictor pugnis, ille futurus equis, / inter quos Helene nudis capere arma papillis /
fertur nec fratres erubuisse deos. / lex igitur Spartana uetat secedere amantis / et licet
in triuiis ad latus esse suae, / nec timor aut ulla est clausae tutela puellae / nec grauis
austeri poena cauenda uiri. / nullo praemisso de rebus tute loquaris / ipse tuis: longae
nulla repulsa morae. / nec Tyriae uestes errantia lumina fallunt, / est neque adoratae
cura molesta domi. / at nostra ingenti uadit circumdata turba / nec digitum angusta
est inseruisse uia: / nec quae sint facies nec quae sint uerba rogandi / inuenias: caecum
uersat amator iter. / quod si iura fores pugnasque imitata Laconum, / carior hoc esses
tu mihi, Roma, bono.

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ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

OVIDIO – Amores
I, 5

Aplastaba el calor, cerca del mediodía.


Me hundí, amodorrado, en medio de la cama.
Había poca luz, las cortinas estaban
entreabiertas. Entonces aparece Corina,
con la túnica suelta. Oculta y deja ver
algo del cuello el pelo, cayendo a los costados.
No creo que algo así pueda haber visto el rey
cuando Semiramís entró a su cuarto, sola,
en la noche primera, o los muchos amantes
de Lais. Pude arrancarle la túnica, después.
Apenas la cubría. Sin embargo, al principio
se había resistido. Pero se resistía
como alguien que no quiere ganar, y me ayudaba
a que yo le ganara, su propia entregadora.
Vi su cuerpo sin velos, tanto tiempo deseado.
Qué hombros y qué brazos para ver y tocar.
La forma de los pechos, qué ganas de agarrarlos.
Qué cintura, cadera, qué jóvenes las piernas.
Y podría seguir. Era perfecta en todo.
Pude abrazarme, entonces, a su cuerpo desnudo.
Sin duda no hace falta que cuente lo demás.
Al final, nos quedamos dormidos. Ojalá
me toquen más seguido mediodías como éste.

I, 5 // aestus erat, mediamque dies exegerat horam; / adposui medio membra levanda
toro. / pars adaperta fuit, pars altera clausa fenestrae, / quale fere silvae lumen habere
solent, / qualia sublucent fugiente crepuscula Phoebo, / aut ubi nox abiit, nec tamen orta
dies. / illa verecundis lux est praebenda puellis, / qua timidus latebras speret habere pudor.
/ ecce, Corinna venit, tunica velata recincta, / candida dividua colla tegente coma, /
qualiter in thalamos formosa Semiramis isse / dicitur, et multis Lais amata viris. / deripui
tunicam; nec multum rara nocebat, / pugnabat tunica sed tamen illa tegi; / cumque ita
pugnaret tamquam quae vincere nollet, / victa est non aegre proditione sua. / ut stetit ante
oculos posito velamine nostros, / in toto nusquam corpore menda fuit: / quos umeros,
quales vidi tetigique lacertos! / forma papillarum quam fuit apta premi! / quam castigato
planus sub pectore venter! / quantum et quale latus! quam iuvenale femur! / singula quid

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ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

referam? nil non laudabile vidi, / et nudam pressi corpus ad usque meum. / cetera quis
nescit? lassi requievimus ambo. / proveniant medii sic mihi saepe dies.

II, 4

No voy defender actitudes erróneas.


Me declaro culpable. Lo odio aunque no puedo
cambiar eso que odio. No tengo suficiente
fuerza para frenarme a mí mismo, me muevo
como un barco, agitado por aguas turbulentas.
No hay una forma única que excite mi deseo.
Son miles los estímulos. Si una baja los ojos
su timidez me pierde. Si es directa me gusta
su actitud, imagino que es ágil en la cama.
Si es áspera en el trato, como si su modelo
fuera la rigidez de las Sabinas, creo
que en el fondo el orgullo disimula el deseo.
Su cultura y sus dones artísticos me atraen,
pero también me atrae la sencillez en otra.
Para una soy mejor que el poeta Calímaco:
si gusto, de inmediato correspondo el favor.
Para otra mis poemas son mediocres. Igual
no puedo no mirarle las piernas todo el tiempo.
Su voz tiene inflexiones tan suaves, le daría
mil besos mientras canta. Si toca bien la lira
cómo no amar sus manos tan cultas. Por el ritmo
de los brazos, el modo de quebrar la cintura
cuando baila, el más casto se volvería un sátiro.
La que es alta parece una heroína antigua:
acostados tendríamos que usar toda la cama.
Otra es más baja y ágil. Me atraen por igual.
Si no se viste bien no es grave, aunque mejor
que sea elegante y sepa cómo hacer ver sus dotes.
Me gusta sea rubia o morocha: mi deseo
se adapta sin problemas a todos los modelos.
Me llama la edad tierna y también la madura.
Si hay apenas un hombre en toda la ciudad
que hable de la mujer, me mueve la ambición
de poseerla.

257
ZONAS - LAS ELEGÍAS ERÓTICAS DE PROPERCIO Y OVIDIO

II, 4 // non ego mendosos ausim defendere mores / falsaque pro vitiis arma movere
meis. / confiteor, siquid prodest delicta fateri; / in mea nunc demens crimina fassus
eo. / odi, nec possum, cupiens, non esse quod odi: / heu quam, quae studeas ponere,
ferre grave est! / nam desunt vires ad me mihi iusque regendum; / auferor, ut rapida
concita puppis aqua. / non est certa meos quae forma invitet amores: / centum sunt
causae cur ego semper amem. / sive aliqua est oculos in se deiecta modestos, / uror,
et insidiae sunt pudor ille meae; / sive procax aliqua est, capior quia rustica non est
/ spemque dat in molli mobilis esse toro. / aspera si visa est rigidasque imitata Sabinas,
/ velle sed ex alto dissimulare puto. / sive es docta, places raras dotata per artes; /
sive rudis, placita es simplicitate tua. / est quae Callimachi prae nostris rustica dicat
/ carmina: cui placeo, protinus ipsa placet; / est etiam quae me vatem et mea carmina
culpet: / culpantis cupiam sustinuisse femur. / molliter incedit: motu capit; altera
dura est: / at poterit tacto mollior esse viro. / huic, quia dulce canit flectitque facillima
vocem, / oscula cantanti rapta dedisse velim; / haec querulas habili percurrit pollice
chordas: / tam doctas quis non possit amare manus? / illa placet gestu numerosaque
bracchia ducit / et tenerum molli torquet ab arte latus: / ut taceam de me, qui causa
tangor ab omni, / illic Hippolytum pone, Priapus erit. / tu, quia tam longa es, veteres
heroidas aequas / et potes in toto multa iacere toro. / haec habilis brevitate sua est.
corrumpor utraque; / conveniunt voto longa brevisque meo. / non est culta: subit quid
cultae accedere possit; / ornata est: dotes exhibet ipsa suas. / candida me capiet, capiet
me flava puella, / est etiam in fusco grata colore uenus. / seu pendent nivea pulli
cervice capilli, / Leda fuit nigra conspicienda coma; / seu flavent, placuit croceis
Aurora capillis. / omnibus historiis se meus aptat amor. / me nova sollicitat, me tangit
serior aetas; / haec melior specie, moribus illa placet. / cenique quas tota quisquam
probet urbe puellas, / noster in has omnes ambitiosus amor.

258
Stendhal: treinta y tres proposiciones
del amor1
Manuel Alemián2

1.
Cualquiera, si las ideas novelescas se le suben a la cabeza,
piensa que está enamorado.

2.
Algo está mal: en la pasión del amor, el recuerdo de lo que se
perdió parece de más valor que lo que se puede esperar del futuro.

3.
El placer físico, basado en la naturaleza, es conocido por
todo el mundo; pero tiene muy poca importancia para las almas
tiernas y apasionadas.

4.
La esperanza en el amor. En esos momentos, la pasión es
tan fuerte que se traiciona por señales sorprendentes.

1 Del amor es un compendio de las observaciones y reflexiones acerca de los senti-


mientos amorosos y las relaciones eróticas que Stendhal (1783-1842) fue reunien-
do a lo largo de buena parte de su vida. La presente selección se hizo a partir de la
traducción de Consuelo Berges, editada por Alianza Editora.
2 Manuel Alemian nació en Buenos Aires en 1971. Es escritor, músico y escultor.
Publicó varios libros de poesía, entre ellos Oreja Tomada (1993),  Zapping (2008)
y Bambú y ombú (2012).

259
ZONAS - STENDHAL: TREINTA Y TRES PROPOSICIONES DEL AMOR

5.
Los placeres aumentan con las perfecciones del objeto amado
y la idea de que esa persona es para nosotros.

6.
Basta un pequeñísimo grado de esperanza para causar el
nacimiento del amor.

7.
Yo preferiría soñar con la casualidad más incierta de agradarle
algún día, a recibir de otra persona todo lo que esta pueda darme.

8.
Ser amado o morir. Cuanto más fuerte es un carácter, menos
sujeto está a la inconstancia.

9.
El ser humano no es libre para dejar de hacer lo que le causa
mayor placer.

10.
El amor, como la fiebre, nace y muere sin que la voluntad
tenga en ello la menor parte.

11.
Antes, el hombre atacaba y la mujer se defendía. Uno pide y
la otra niega. Uno es atrevido y la otra tímida. Ahora, ya no es así.

12.
Siendo que los dos en principio se aman, ¿cómo es el avan-
ce, el progreso de ese amor? ¿Quién va tanteando el terreno,
arriesgando, temiendo estropearlo todo con una sola palabra?

260
ZONAS - STENDHAL: TREINTA Y TRES PROPOSICIONES DEL AMOR

13.
Él mira los ojos de su amada; una sola sonrisa puede ponerlo
en el colmo de la dicha, y él busca sin cesar esa sonrisa.

14.
Hago todo lo posible por parecer seco. Quiero imponer
silencio a mi corazón, que piensa tener que decir muchas cosas.
Cuando creo haber anotado una verdad, tiemblo siempre por
si no escribí un suspiro.

15.
¿Por qué se goza con cada nueva belleza que se descubre en
el ser amado? Porque cada nueva belleza nos da la satisfacción
plena y entera de un deseo.

16.
Ella es único juez de nuestro mérito.

17.
El hombre más sabio, desde el momento en que ama, no ve
ningún objeto tal como es.

18.
Para el hombre enamorado, una cosa imaginada es ya una
cosa existente.

19.
Las desgracias favorecen el nacimiento del amor, porque la
imaginación, abatida por las otras circunstancias de la vida, que
solo suministran amargura, se lanza por completo al amor.

261
ZONAS - STENDHAL: TREINTA Y TRES PROPOSICIONES DEL AMOR

20.
Soñar con una cosa extraordinaria es ya la mitad del mo-
vimiento cerebral necesario para el nacimiento del amor.

21.
El alma tierna nada consigue por la fuerza, y debe resignarse
a no conseguir nada, como no sea por la caridad de la amada.

22.
Hay que acordarse de que con frecuencia, un ser enamorado
no advierte la emoción de la persona que causa la suya.

23.
En los pueblos salvajes sólo se halla un amor bárbaro.

24.
El exceso de vergüenza desalienta a las almas tiernas y tí-
midas, precisamente las que están hechas para dar y recibir las
dichas del amor.

25.
Las miradas son el gran arma de la coquetería.

26.
Todos los hombres pierden la cabeza; ése es el momento en
que las mujeres toman sobre ellos una innegable superioridad.

27.
¿Cómo escribir de manera sencilla esa inexplicable indife-
rencia hacia todo lo que no es la mujer amada?

262
ZONAS - STENDHAL: TREINTA Y TRES PROPOSICIONES DEL AMOR

28.
Mi amor, siento que no depende más que de una palabra y
una sonrisa.

29.
Si tuviera la suerte de hacer algo por ella, mi primer deseo
sería ocultárselo.

30.
Todo objeto relacionado con lo que se ama conmueve
profundamente.

31.
El partido estaba perdido para él. Sin embargo, cuánta fuerza
tenía su alma.

32.
En el amor-pasión, dicha más perfecta que la intimidad
es el último paso que se da para alcanzarla.

33.
Todo el arte de amar se reduce a decir exactamente lo que
el grado de embriaguez del momento requiera, o expresado en
otras palabras, a escuchar al alma.

263
Antonia Pozzi: una cosa de nadie
Nota introductoria y versiones de Macarena Balagué
y Gabriel Caldirola1

Antonia Pozzi nació en Milán en 1912. Su padre era un


abogado notorio y su madre una condesa, sobrina del poeta
Tommaso Grossi -cuyos versos cita Manzoni en un capítulo de
Los Novios-. Su educación incluyó el estudio de lenguas modernas
y clásicas, música, pintura, escultura y equitación. La contracara
del ambiente ilustrado en el que se crió fue una rigidez sofocante
de la cual intentó huir durante toda su vida.

Estudió filología en la Universidad de Milán, de la que se


graduó con una tesis sobre la formación literaria de Gustave
Flaubert. Posteriormente se dedicó a viajar: visitó Inglaterra,
Austria, Alemania, Grecia y el África mediterránea, además de
recorrer su propio país, con predilección por los pequeños pueblos.
En ellos encontró una vida popular y sencilla, en las antípodas
1 Gabriel Caldirola nació en Buenos Aires en 1986. Publicó los libros de poesía Hilo
(Paradiso, 2014) y Tapias (Aguablanda, 2019), en colaboración con Diego Spivacow.
Macarena Balagué nació en 1991. Estudia Letras y se dedica a la docencia y la
traducción del italiano.

265
Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

de su ambiente familiar, por la que desarrolló una especial


sensibilidad. Este constante movimiento queda explicitado en
sus poemas: de hecho, cada uno consigna, junto con la fecha, el
nombre de la ciudad o del pueblo en el cual fue escrito. Su afición
a la fotografía, otra forma de testimonio, dejó una producción
nada desdeñable en la que prevalece el paisaje abierto. El contacto
con la naturaleza no solo es explorado a través de la poesía y la
fotografía, sino también, y con igual intensidad, con el cuerpo:
Pozzi, además de esquiadora, fue una alpinista experimentada.

Un mediodía de diciembre de 1938 abandonó el colegio en


el que daba clases de literatura y se dirigió a la abadía de
Chiaravalle, en cuyas adyacencias tomó una dosis mortal de
barbitúricos y se recostó a esperar su muerte.

Sus poemas, escritos y conservados en tres cuadernos, fueron


publicados de manera póstuma en 1939 por la editorial Mondadori
con el título Parole, por decisión de su padre. La tercera edición
cuenta con un prólogo de Eugenio Montale, en el cual el poeta
señala el deseo de reducir al mínimo el peso de las palabras que
prevalece en la escritura de Pozzi. Como la de Ungaretti, dice,
su poesía tiende a quemar las sílabas en el espacio de la página.

Su obra poética trasluce una intensidad -y necesidad- de


experiencia que se nutre del paisaje: sus ríos, las laderas salpicadas
de azaleas, las cumbres heladas, los líquenes de las rocas, la
desnudez de una rama seca, el temblor de una flor de azafrán
o el escándalo discreto de una golondrina, son, según una visión
muy personal de lo divino, cifras del infinito o, como escribe
en su propio diario, una herida a través de la cual mi personalidad
querría fluir para darse.

266
Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

CANCIÓN

Cada uno su tristeza


la compra donde quiere

también en un local oscuro


austero
entre libros polvorientos
en liquidación a mitad de precio.

Libros inútiles
todas las tragedias griegas,
–pero si ya no te acordás
nada de griego,
¿querés decirme por qué
los compraste?

libros inútiles: Poesía para niños

con monigotes
de colores
–pero si no tenés
niños
¿querés
decirme por qué los
compraste?

Si nunca más vas a tener


bebés

¿querés decirme
por qué
malgastaste
así
tu dinero?

Cada uno su tristeza


la compra donde quiere
como quiere
incluso
acá.

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Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

Canzonetta // Ciascuno la propria tristezza / se la compra dove vuole – // anche


in una bottega nera / austera / tra libri impolverati / che si liquidano a prezzi
dimezzati – // libri inutili – / tutti i Tragici Greci – / ma se il greco non lo sai
/ più – / mi sai dire perché li hai / comprati? // libri inutili – / Poesie Per I
Bambini – / coi fantoccini / colorati – / ma se non hai / bambini / tu / mi sai
dire perché li hai / comprati? // se non avrai dei bimbi mai / più / mi sai dire per
chi / li hai / sciupati / i tuoi soldi / così? // Ciascuno la propria tristezza / se la
compra dove vuole – / come vuole – / anche / qui –

YACER

Ahora, el aniquilamiento suave


de nadar boca arriba,
con el sol en la cara
–penetrado el cerebro de rojo
a través de los párpados–.
Esta noche, en la cama, en la misma postura,
el candor ensoñado
de beber,
las pupilas abiertas,
el alma blanca de la noche.

Giacere // Ora l’annientamento blando / di nuotare riversa, / col sole in viso /


– il cervello penetrato di rosso / traverso le palpebre chiuse –. / Stasera, sopra il letto,
nella stessa postura,/ il candore trasognato / di bere, / con le pupille larghe, / l’anima
bianca della notte.

268
Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

DESPERTAR NOCTURNO

Resurgida quién sabe de qué sombras,


recuperás apenas la noción
de tu peso,
de tu calor,
y la noche no ofrece
a tu cansancio
más que este estruendo demencial
de lluvia negra
y el aullido del viento en la ventana.
¿Dios dónde estaba?

Risveglio notturno // Riemersa da chissà che ombre, / a pena ricuperi il senso /


del tuo peso / del tuo calore / e la notte non ha, / per la tua fatica, / se non questo
scroscio pazzo / di pioggia nera / e l’urlo del vento ai vetri. / Dov’era Dio?

NOSTALGIA

Hay una ventana entre las nubes:


podrías hundir
en los cúmulos rosas los brazos
y asomarte
de ese lado
al oro.
¿Quién te lo impide?
¿Por qué?
De ese lado está tu madre
–lo sabés–,
tu madre con el rostro tendido
que espera tu rostro.

Nostalgia // C’è una finestra in mezzo alle nubi: / potresti affondare / nei cumuli
rosa le braccia / e affacciarti / di là / nell’oro. / Chi non ti lascia? / Perché? / Di là
c’è tua madre / – lo sai – / tua madre col volto proteso / che aspetta il tuo volto.

269
Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

MIEDO

Desnuda como una rama


en la llanura nocturna
con la mirada perdida escarbás la sombra
enumerando emboscadas.
Como una flor de azafrán
con tu corola violeta de espectros
temblás
bajo el peso negro del cielo.

Paura // Nuda come uno sterpo / nella piana notturna / con occhi di folle scavi
l’ombra / per contare gli agguati. / Come un colchico lungo / con la tua corolla
violacea di spettri / tremi / sotto il peso nero dei cieli.

EL GRANERO

Concéntrica, una franja


de pasto cortado
rodea el granero.
Parece que quisiera
reflejar en la tierra
el círculo de cumbres
que ciñen
el cielo.

En el umbral oscuro
dos nenas miran
una jarra de leche;
una se ríe.

Frente a ellas, la montaña


en la noche serena,
es como un ángel grande
con las alas cerradas
que esconde la mirada mientras reza.
270
Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

La grangia // Concentrica una frangia / d’erbe recise / circonda la grangia – /


pare che voglia / rispecchiare in terra / il cerchio di cime / che serra / il cielo – //
Presso la nera soglia / due bambine / guardano un bricco di latte – / una ride – //
La montagna – davanti a loro / nella quieta sera – / sembra un grand’angelo / con
chiuse le ali / e il viso nascosto in preghiera –

DOLOMITAS

No son montes, son almas de los montes


estos pálidos picos congelados
que buscan ascender. En la ignota firmeza
nos arrastramos: paso a paso
con la tensión arqueada de los dedos,
con la llana adherencia de los miembros,
conquistamos la roca; con el hambre
de los depredadores, izamos en la piedra
nuestros dóciles cuerpos; ebrios de inmensidad,
enarbolamos en la cumbre ríspida
nuestra fragilidad ardiente. Abajo,
la roca dura llora. De las negras,
hondas grietas llega un llanto frío
de gotas claras: y enseguida se extingue
bajo las piedras derrumbadas. Pero allí
un florecer azul de nomeolvides
delata la humedad, y se oye lejos
un lamento, como el sollozo
contenido, incesante, de la tierra.

Dolomiti // Non monti, anime di monti sono / queste pallide guglie, irrigidite / in
volontà d’ascesa. E noi strisciamo / sull’ignota fermezza: a palmo a palmo, / con
l’arcuata tensione delle dita, / con la piatta aderenza delle membra, / guadagnamo
la roccia; con la fame / dei predatori, issiamo sulla pietra / il nostro corpo molle;
ebbri d’immenso, / inalberiamo sopra l’irta vetta / la nostra fragilezza ardente. In
basso, / la roccia dura piange. Dalle nere, / profonde crepe, cola un freddo pianto /
di gocce chiare: e subito sparisce / sotto i massi franati. Ma, lì intorno, / un azzurro

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Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

fiorire di miosotidi / tradisce l’umidore ed un remoto / lamento s’ode, ch’è come il


singhiozzo / rattenuto, incessante, della terra.

HERMANAS, ¿LES MOLESTA…?

Hermanas, ¿les molesta


si también esta noche sigo
su camino?
Es tan dulce pasar
sin palabras
por los caminos oscuros del mundo,
por los caminos blancos de sus pensamientos,
es tan dulce sentirse
una pequeña sombra
a orillas de la luz,
es tan dulce estrechar
contra el pecho el silencio
como la vida más profunda
solo escuchando el paso de sus almas
simplemente captando
con la mirada fija
el alma de las cosas.
Hermanas, si no les molesta
voy a seguir todas las noches
su camino
pensando en un cielo nocturno
por el que dos estrellas blancas conduzcan
a una estrellita ciega
al regazo del mar.

Sorelle, a voi non dispiace... // Sorelle, a voi non dispiace / ch’io segua anche
stasera / la vostra via? / Così dolce è passare / senza parole / per le buie strade del
mondo – / per le bianche strade dei vostri pensieri – / così dolce è sentirsi / una
piccola ombra / in riva alla luce – / così dolce serrarsi / contro il cuore il silenzio /
come la vita più fonda / solo ascoltando le vostre anime andare – / solo rubando /

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Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

con gli occhi fissi / l’anima delle cose – / Sorelle, se a voi non dispiace – / io seguirò
ogni sera / la vostra via / pensando ad un cielo notturno / per cui due bianche stelle
conducano / una stellina cieca / verso il grembo del mare.

LARGO

Déjenme, dejen que yo sea


una cosa de nadie
por estas viejas calles
donde la noche se ahonda.

Déjenme, dejen que me pierda,


sombra en la sombra,
dos cálices mis ojos
que se elevan
hacia la última luz.

No me pregunten, no me pregunten
qué es lo que quiero,
qué es lo que soy,
si para mí en la multitud está el vacío
y el vacío es la arcana multitud
de mis fantasmas.
Y no busquen, no busquen
lo que busco
si el más pálido cielo
ilumina la puerta de esta iglesia
y me hace entrar.

No pregunten si rezo
y a quién rezo
y por qué rezo.

Entro solamente
para tener un respiro
y un banco y el silencio
donde las cosas hablen hermanadas.
Porque soy una cosa,
una cosa de nadie
que vaga por las calles antiguas de su mundo,
273
Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

dos cálices mis ojos


que se elevan
hacia la última luz.

Largo // O lasciate lasciate che io sia / una cosa di nessuno / per queste vecchie
strade / in cui la sera affonda – // O lasciate lasciate ch’io mi perda / ombra
nell’ombra – / gli occhi 7 due coppe alzate / verso l’ultima luce – // E non chiedetemi
– non chiedetemi / quello che voglio / e quello che sono / se per me nella folla è il
vuoto / e nel vuoto l’arcana folla / dei miei fantasmi – / e non cercate – non cercate
/ quello ch’io cerco / se l’estremo pallore del cielo / m’illumina la porta di una chiesa
/ e mi sospinge a entrare – // Non domandatemi se prego / e chi prego / e perché
prego – // Io entro soltanto / per avere un po’ di tregua / e una panca e il silenzio
/ in cui parlino le cose sorelle – / Poi ch’io sono una cosa – / una cosa di nessuno
/ che va per le vecchie vie del suo mondo – / gli occhi / due coppe alzate / verso
l’ultima luce –

OTRA PAUSA

Apoyame la cabeza en el hombro:


para que te acaricie con un gesto lento,
como si acompañara con la mano
una larga puntada imperceptible.
No solo en tu cabeza: también en cada frente
dolida de tormento y de cansancio
que caigan mis caricias ciegas,
como hojas amarillas del otoño
a un charco que refleja el cielo.

Un´altra sosta // Appoggiami la testa sulla spalla: / ch’io ti carezzi con un gesto
lento, / come se la mia mano accompagnasse / una lunga, invisibile gugliata. / Non
sul tuo capo solo: su ogni fronte / che dolga di tormento e di stanchezza / scendono
queste mie carezze cieche, / come foglie ingiallite d’autunno / in una pozza che riflette
il cielo.

274
Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

REGRESOS

Volví a entrar, en el campo, esta mañana


al estudio, después del largo invierno.
Un olor casi sofocante, olor
a pared vieja; me golpeó como esas
canciones que despiertan en el alma
los más nostálgicos recuerdos.
En ese silloncito lloré tanto
cuando supe que no ibas a volver.
Y hoy parada en la puerta me atrapó
mi alma de antes; volví a revivir
en un instante toda mi historia.
Imaginaba estar asomada
a un estrecho balcón, veía abajo
un infinito enjambre hundido
en el vacío y el azul. Me dio vértigo
y tuve que salir: afuera, en el umbral,
había una golondrina que se asustó
y pegó un grito tan agudo
que me dio un sobresalto estúpido.

Ritorni // Stamattina, in campagna, sono entrata, / dopo tutto l’inverno, nel mio
studio. / C’era un odore quasi soffocante: / odor di muri vecchi; mi ha investito /
come le melodie che ci risuscitano / in cuore i più nostalgici ricordi. / Sai: su quel
divanetto ho tanto pianto / quando ho saputo che tu non tornavi. / Ed oggi, sulla
porta, mi ha avvinghiato / la mia anima di allora; ho riassistito / in un istante a
tutto il mio passato. / Mi sembrava di essere affacciata / a una terrazza stretta e di
guardare, / sotto di me, un brulichio infinito, / affogato nel vuoto e nell’azzurro. /
Una lieve vertigine mi ha colto / e sono uscita: fuori, sotto il portico, / c’era una
rondine, che s’è spaventata / ed ha squittito tanto acutamente / che ne ho avuto uno
stupido sobbalzo.

275
Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

PAUSA

Esperaba que este día


sin vos
fuese inquieto,
oscuro. Sin embargo está lleno
de una extraña dulzura, que se alarga
mientras pasan las horas.
Tal vez como la tierra
tras un diluvio,
se queda sola en silencio bebiendo
el agua que cayó
y de a poco
en las venas más íntimas se siente
penetrada por ella.

La alegría que ayer fue angustia,


tormenta,
ahora vuelve con breves
ruidos sordos al corazón,
como un mar en reposo:
bajo el sol que renace dócil brillan,
cándidos,
los caracoles que las olas
dejaron en la arena.

Pausa // Mi pareva che questa giornata / senza te / dovesse essere inquieta, /


oscura. Invece è colma / di una strana dolcezza, che s’allarga / attraverso le ore – /
forse com’è la terra / dopo uno scroscio, / che resta sola nel silenzio a bersi / l’acqua
caduta / e a poco a poco / nelle più fonde vene se ne sente / penetrata. // La gioia
che ieri fu angoscia, / tempesta – / ora ritorna a brevi / tonfi sul cuore, / come un
mare placato: / al mite sole riapparso brillano, / candidi doni, / le conchiglie che
l’onda / lasciò sul lido.

276
Fuerza:
Los símiles de Homero
Daniel Lipara1

Las olas cuelgan en silencio sin saber de qué lado caer y entonces
llega el viento. Así está Néstor, un hombre paralizado en un
momento difícil de la Ilíada. Y yo también, meses atrás, sin poder
dormir porque me había enterado de la enfermedad de una gran
amiga, cuando la idea llegó. Buscaba algo que me pusiera en
movimiento y encontré los símiles de Homero. Me imaginé
recolectándolos: tormentas, bichos, estrellas y animales. Como
un catálogo. Pero enseguida vi que todos esos símiles, además de
ayudarme, formaban un mundo autónomo y orgánico. Fuerza
es el poema de ese mundo. 

Los símiles de la Ilíada y la Odisea son escenas de la naturaleza.


El poeta (alguien como Homero) los heredó de la poesía pastoral
y los insertó para iluminar un pasaje de su poema, transmitir
una experiencia emocional, sugerir su punto de vista. Nos damos

1 Daniel Lipara nació en Buenos Aires en 1987. En poesía tradujo Aprender a


dormir (2017) de John Burnside y Memorial de Alice Oswald, junto a Mirta Rosen-
berg (2018). En 2018 publicó su primer libro de poemas, Otra vida.

281
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

cuenta de que estamos frente a un símil porque, a diferencia


de la metáfora, empieza con un como y termina con un así
también que nos devuelve a la historia. Las viñetas –agrícolas,
meteorológicas, predatorias– son fórmulas que se repiten porque
son imágenes tan significativas como sorprendentes para la
poesía épica. Los símiles están hechos con la materia de los
recuerdos y la imaginación, y son el catálogo implícito de una
sensibilidad remota. 

Las vacas, el rocío, los chicos jugando en la playa, las amapolas,


los amantes conversando, las montañas nevadas, los álamos, un
pastor que mira las estrellas y es feliz: esta es la vida que se llevó
la guerra. Los símiles son un espejismo nostálgico, una paz que
perdura en la memoria y reaviva el dolor del presente. Pero el
bucolismo de Homero es ambiguo. El lugar ameno es peligroso,
como un reflejo diagonal del campo de batalla: acecha la tormenta,
el río se llevó a los niños y los leones entran al corral. Los símiles
son hermosos y amargos. La forma en que condensan alegría y
sufrimiento cristaliza una mirada sobre la condición humana.
En la Ilíada, la vida es traumática y tal vez por eso proyecta un
esplendor irrepetible. Sentí eso más de una vez, y me cuesta
explicarlo. Durante la internación de mi padre, sus últimas
semanas tuvieron momentos luminosos. Ahora me pregunto si
la cercanía de la muerte cambia la manera de percibir las cosas.
(Por ejemplo, nunca vi a mi padre disfrutar tanto y tan abiertamente
una comida.) El placer y la ternura, la brutalidad y la pérdida,
son también el tema de los símiles y el núcleo imaginativo de
una conciencia trágica –un “fatalismo feliz”, como dice John
Irving–. Todo lo que se pierde es lamentado. 

El ejercicio fue volviéndose extraño. Un mediodía, mientras


almorzaba, se apareció un leñador que hacía lo mismo. Otra

282
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

mañana, el día en que falleció mi amiga, Agamenón lloraba


con el corazón destrozado. Proyección o coincidencia, este
mundo paralelo me recibe día a día y parece que seguirá
haciéndolo hasta que termine el catálogo. Al mismo tiempo,
mi percepción de los símiles homéricos cambió en los últimos
meses y mi atención fue desplazándose de las cosas al
movimiento. Los árboles se desploman, los soldados se
persiguen, las vacas huyen despavoridas. La relación entre la
trama y la comparación (lo que suele llamarse fundamento)
engloba cierto flujo, cierta dinámica. Entonces aparece la
pregunta por el movimiento.

Encontré la respuesta en un ensayo de Simone Weil: “La


Ilíada o el poema de la fuerza”. El verdadero héroe, el tema y
el centro de la Ilíada es la fuerza –dice Weil–, la energía vital
que empuja a los guerreros, a las olas y a las llamas que corren
por el bosque. Cuando la fuerza está en un hombre, lo desborda
de violencia y de coraje; quien no la tiene es víctima, cosa,
cuerpo muerto. La fuerza transforma al yo e inclina la balanza
de la guerra. No hay decisión, acción o emoción que no esté
provocada por la presencia (o la ausencia) de esta energía: el
cuerpo es un campo intervenido y ni siquiera Aquiles, el mejor
de los aqueos, es el dueño de su famosa cólera. El impulso es
el soplo de los dioses, y en los símiles, las fuerzas naturales, ya
sean dioses (los ríos y los vientos) o enviadas por ellos (el fuego
y los rayos). Visto así, el movimiento del poema es más claro:
aqueos y troyanos van de un lado a otro, a veces vencedores, a
veces vencidos. Un vaivén que transforma al guerrero en
incendio, viento, inundación, bestia feroz, causa ciega de
desastre; en animal aterrado, en árbol, en espigas, en las olas
indecisas que aparecen al comienzo de esta introduccion. La
fuerza, entonces, resulta ser el centro de los símiles homéricos. 

283
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

La poeta inglesa Alice Oswald dice que Homero la incentivó


a ser jardinera porque en el mundo antiguo, especialmente en
la poesía arcaica, hay una continuidad extraordinaria entre lo
humano y la naturaleza. Los símiles proyectan esa fluidez a
través del montaje cinematográfico de la imaginación, pero
también expresan una continuidad biológica a través de la
fuerza. De las siete palabras que usa Homero para “fuerza”, la
que más se aproxima a la idea de Weil es ménos. Ménos es el
fuego metabólico dentro del cuerpo y el calor que regula los
fenómenos fisiológicos del yo, incluyendo el movimiento, la
conciencia, la percepción (nóos) y el órgano de las pasiones y
los deseos (thúmos). Cuando Homero dice que una llama sale
de la cabeza de Aquiles o que flamea en los ojos de Héctor (o
de un jabalí), no es una metáfora. Los dioses soplan y avivan
el fuego (ménos) del héroe para llenarlo de impulso y decisión;
el organismo humano es un catalizador de la respiración divina.
Pero no es el único: el ménos es la cualidad de los vientos y los
ríos, el calor del sol, la energía de los animales; es el fuego.
Quiero decir, el mismo viento que mueve al hombre empuja
las olas, arranca las hojas y esparce los copos de nieve. El fuego
que crece en el pecho y lo llena de fuerza es el mismo que avanza
en el bosque. Agamenón y Aquiles son el incendio que arrasa
el monte. Además de una comparación, el símil homérico es el
desplazamiento de esa fuerza orgánica de un escenario al otro,
y, quizás, el terreno de la transfiguración.

Todo esto es lo que estudio y vivo ahora desde mi lenguaje


poético. Los fragmentos a continuación son versiones al mismo
tiempo irreverentes y directas de los versos homéricos. Trabajo
con el griego procurando no frenar la fluidez ni la energía vital
que en él respira. Me acompañan varias traducciones, entre las
que destaco la extraordinaria Ilíada de Caroline Alexander, la

284
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

primera mujer que tradujo este poema al inglés. También el


Memorial de Alice Oswald fue fundamental para mi propia
excavación de Homero. La amiga a la que me referí al comien-
zo de esta nota es Mirta Rosenberg. Este trabajo es mi manera
seguir conversando con ella.

285
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

y Apolo vino

como la noche

los ojos de Agamenón

como fuego 

la voz de Néstor

como la miel 

Tetis llega

como niebla

286
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

el ejército se mueve

como cuando un denso enjambre de abejas sale del hueco de una


piedra racimos acá y allá zumbando sobre las flores

gritan los argivos

como rompe la ola contra un peñasco el viento sur la levanta ese


gran acantilado que nunca descansa de las olas cuando los vientos
llegan por todos lados

las tribus aqueas salen de los barcos y las carpas se encuentran en la llanura

como bandadas de aves de gansos y grullas y cisnes de cuello largo


volando acá y allá sobre el valle y el río orgullosas de sus alas sueltan
un agudo chillido cuando se posan y sus gritos resuenan en el
campo

y se reúnen en el prado florido del río Escamandro

como las hojas y las flores que nacen en primavera

como densos enjambres de moscas en el corral del pastor miles de


moscas que zumban cuando los baldes rebalsan de leche en
primavera

287
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

los aqueos marchan en silencio levantando una nube de polvo

como cuando el viento sur esparce niebla en la cima del monte al


pastor no le gusta para el ladrón es mejor que la noche y más allá
de un tiro de piedra no se ve 

Menelao ve a Paris y se alegra

como un león hambriento que se cruza un cadáver un ciervo con


cuernos o una cabra montés y se alegra y lo devora aunque los
perros y los muchachos corran tras él 

Paris ve a Menelao y retrocede

como un hombre da un paso atrás vio una serpiente en el barranco


del monte las piernas tienen miedo retroceden la palidez se aferra
a sus mejillas 

los viejos príncipes troyanos ya no pelean son buenos oradores y se sientan en


la torre

como cigarras en los árboles del bosque soltando su voz de lirio

Príamo dice Ulises recorre las filas

como un carnero parece un carnero de lana gruesa que cruza un


rebaño de ovejas blancas

288
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

Atenea se tira del cielo y cae en medio del campo

como cuando el dios rayo lanza una estrella para los marineros o
las tropas de soldados un milagro de chispas en el cielo

y se para delante tuyo Menelao y aparta la flecha que va directamente hacia


tu piel

como una madre que ahuyenta una mosca de su hijo mientras


duerme tranquilo

Agamenón le dice a los soldados por qué se quedan ahí desorientados y no


pelean

como ciervitos que corren por el campo y de golpe se cansan y se


quedan parados sin fuerza en el pecho

tropas y tropas de dánaos van hacia combate

como las olas se lanzan a la playa ruidosa una tras otra arrastradas
por el viento oeste al principio se encrespan en el mar abierto luego
estallan en la tierra en el risco y rugen con fuerza y se doblan en
lo alto del aire y escupen espuma salada

la lanza de Ayax traspasa el pecho de Simoesio y él que nació en las orillas


del río se derrumba

como el álamo negro que nace a orillas del pantano el tronco liso
ramas en la copa y un constructor de carros las corta y las dobla
para hacer las ruedas y el álamo queda secándose a orillas del río

289
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

Diomedes avanza por la llanura

como un río invernal que desborda con agua de deshielo y corre


rápido los diques no pueden detenerlo las vallas de los huertos
frondosos no pueden detenerlo cuando llega y arrasa de golpe
cuando la lluvia del dios de las nubes cae y el río destruye los
campos hermosos que labran los jóvenes 

las cabezas y los hombros de los aqueos emblanquecen bajo la nube de polvo
que levantan las patas de los caballos que regresan a la batalla

como el viento esparce la paja por el lugar sagrado de la trilla los


hombres lanzan al aire las espigas y Deméter está ahí con el pelo
rubio separando el grano de la paja entre las ráfagas de viento y
un fino polvo blanco cubre todo 

los caballos de los dioses vuelan entre la tierra y el cielo y cada salto que dan
llega tan lejos

como todo el espacio brumoso que abarcan los ojos de un hombre


que mira al mar sentado en la montaña

Hera y Atenea caminan por el campo de batalla

como palomas tímidas

las drogas calmantes coagulan la sangre en la herida de Ares

como el jugo de higo exprimido cuaja la leche que va espesándose


mientras la revuelven

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PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

Glauco dice una generación nace y otra muere

como familias de hojas que el viento derrama en el suelo y que


brotan cuando florece el bosque en primavera

Héctor le dice a Andrómaca me daría vergüenza lo que pudieran pensar las


mujeres y los hombres de Troya si esquivara la guerra

como un cobarde

Paris cruza la ciudad corriendo

como un caballo rompe la correa sale galopando del establo los


cascos retumban en el campo y él se hunde en la corriente de su
río favorito con la cabeza en alto las crines sueltas sobre el cuello
y sabe que es hermoso mientras sus patas ligeras lo llevan al lugar
donde pastan las yeguas

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PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

Héctor y Paris aparecen entre los troyanos

como un dios envía viento a los navegantes cuando sus miembros


se aflojan de cansancio y ya no pueden empujar el agua con los
remos gastados

troyanos y aqueos se sientan en la llanura erizados con escudos y cascos y


lanzas

como cuando el viento oeste se despierta y esparce sus ondas por


el mar y el mar se oscurece bajo el viento

Héctor y Ayax se lanzan uno contra otro

como leones que comen carne cruda o jabalíes que desbordan de


fuerza

292
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

Teucro dispara una flecha y se oculta tras el escudo de Ayax

como un niño se esconde detrás de su madre

Georgitión recibe un flechazo y su cabeza se hunde bajo el peso del casco

como una amapola de jardín martillada por la lluvia en primavera 

Héctor persigue a los aqueos de pelo largo

como un perro de patas rápidas corre a un león o un jabalí le


muerde el muslo la cadera pero está atento por si se da vuelta

los troyanos se quedan en el campo fuera de Troya y encienden fuegos que


arden entre los barcos y la corriente del río

como estrellas encendidas alrededor de la luna una noche sin viento


pueden verse los picos de las montañas los valles cada acantilado
y la luz indescriptible estalla del cielo todas las estrellas están ahí
y el pastor es feliz

293
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

un dolor insoportable sacude el corazón de los aqueos

como cuando el viento norte y el viento oeste exhalan con la boca


abierta el fondo del mar se desgarra las olas negras cuelgan en el
aire y vomitan algas en la orilla

Agamenón llora

como un manantial de agua oscura la humeante cascada que cae


por las piedras escarpadas

Aquiles dice mi corazón se inflama de ira cuando recuerdo el menosprecio


con el que Agamenón me trató delante de todos

como a un vagabundo 

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PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

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Agamenon no puede dormir

como la noche se desvela cuando el marido de Hera de pelo


hermoso llena el cielo de relámpagos porque viene una tormenta
o granizo o miles de copos de nieve que tapan los campos o está
por abrir la mandíbula enorme de la guerra

los aqueos duermen alrededor de Diomedes con las cabezas apoyadas en los
escudos y las lanzas clavadas en la tierra y sus puntas de bronce refulgen a
lo lejos

como relámpagos

el sueño huye de los párpados de los aqueos que vigilan de noche y esperan
oír el ataque troyano

como los perros vigilan inquietos a sus ovejas presienten que un


animal feroz se acerca entre las matas del monte el establo se llena
de gritos y el sueño se va de los perros

Ulises y Diomedes persiguen a Dolón

como perros de caza que corren a un ciervo una liebre que huye
chillando por el bosque

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PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

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ahora Héctor aparece entre las primeras filas y ahora entre las últimas

como una estrella funesta que aparece entre las nubes y se oculta
de nuevo entre las nubes 

los aqueos rompen las falanges troyanas al mediodía

cuando el leñador prepara su almuerzo entre los árboles de la


montaña las manos y los brazos no pueden cortar más troncos su
pecho se llenó de cansancio y un deseo de comida deliciosa le
atrapa el corazón 

los troyanos no pueden socorrer a Iso y a Antifo porque huyen de Agamenón

como un león destroza a las frágiles crías de una cierva rompe las
pequeñas columnas que crujen entre los dientes desgarra los
corazones blandos mientras su madre mira pero qué puede hacer
para salvarlos a ella también la sacude un terrible temblor y de
repente corre con todas sus fuerzas cruza los bosques empapada
de sudor para salvar su vida

Ayax retrocede paso a paso dándose vuelta cada tanto a mirar los barcos
aqueos

como cuando los perros y los pastores ahuyentan a un león del


establo lleno de ganado no dejan que se acerque a los bueyes pasan
toda la noche haciendo guardia pero el león quiere carne se lanza
una y otra vez y no consigue nada las jabalinas y las antorchas
brillantes vuelan de las manos fuertes y llueven sobre la cara del
león asustando su furia y cuando amanece se va con tristeza

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PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

12

los aqueos se encierran en los barcos mientras Héctor pelea entre la multitud
y alienta a sus compañeros a cruzar la fosa

como un león o un jabalí que se enfrenta a los perros y a los


cazadores está orgulloso de su fuerza no importa que los hombres
se agrupen como un muro no importa que tiren su nube de lanzas
y que puedan matarlo él va de un lado a otro embiste acá y allá
haciendo que los hombres retrocedan

Polidamante le dice a Héctor no luchemos tan cerca de los barcos porque si


vamos ahora y rompemos las puertas del muro y los aqueos retroceden no
vamos a lograrlo y los troyanos van a quedar tirados en el suelo

como el águila que pasó volando a nuestra izquierda una señal


llevaba una enorme serpiente rojo sangre con sus garras viva
todavía y la dejó caer antes de llegar al nido no pudo alimentar a
sus pollitos

y Sarpedón siente el impulso de saltar el muro y destruir las barricadas

como un león de la montaña que no come hace días su corazón


intrépido lo alienta a saltar el corral y abalanzarse sobre las ovejas
y qué le importa si hay pastores que rodean los rebaños con perros
y lanzas él va a intentarlo igual o se lleva una oveja ensangrentada
o una lanza le arranca la vida

la pelea entre aqueos y troyanos está igualada

como cuando una tejedora meticulosamente carga la balanza con


lana de un lado y  peso del otro hasta encontrar el equilibrio hasta
poder llevarle un poco de dinero a sus hijos sin padre

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PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

13

Telamón clava su lanza bajo la oreja de Imbrío y él cae

como el fresno que se ve en lo alto del monte cuando el hacha lo


corta y sus hojas se acercan a la tierra

y Ayax le corta la cabeza a Imbrío y la tira rodando por el polvo hasta los
pies de Héctor

como una pelota

Idomeneo espera a Eneas que va hacia él

como un jabalí de la montaña oye los gritos de los cazadores


acercándose y espera está seguro de su fuerza los pelos del lomo
se erizan el fuego flamea en los ojos y él afila los colmillos para
defenderse de los hombres y los perros

Harpalión cae en los brazos de sus amigos exhala su vida y se queda tirado
en la tierra

como un gusano

filas y filas de troyanos avanzan impulsados por Zeus

como cuando hay truenos y un viento de tormenta corre por el


campo el mar es un estruendo inexplicable y las olas bordadas de
blanco gritan por todos lados  

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PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

14

Néstor sale de la tienda y ve a sus amigos huyendo despavoridos y el muro


destrozado y no sabe si lanzarse a la muchedumbre de los troyanos o ir a
buscar a Agamenón

como cuando el oleaje resplandece el mar presiente la tormenta


y las olas enormes cuelgan en silencio sin saber de qué lado caer
y entonces llega el viento

nada ensordece más que los gritos de guerra de los troyanos y los aqueos

ni la ola que estalla en la orilla cuando el viento oeste exhala y la


despierta 

ni el fuego que crepita en la montaña cuando el incendio corre


por el bosque

ni el viento que aúlla en las encinas 

Peneleo perfora el ojo de Ilioneo con la lanza corta su cabeza y viendo que la
lanza sigue clavada en la cabeza la levanta mostrándosela a los troyanos

como una amapola

299
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

15

y vos Apolo derribás el muro de los aqueos

como un chico que juega en la playa armando castillos de arena


y después se divierte tirándolos con los pies y las manos

los troyanos escuchan el trueno de Zeus cruzan el muro y pelean junto a la


popa de los barcos

como una ola gigante cae sobre el costado de un barco cuando la


fuerza del viento la levanta 

Héctor está furioso larga espuma por las comisuras de la boca sus ojos arden
bajo las cejas tupidas y el casco vibra sobre las sienes

como Ares

como un incendio que ruge en la montaña y en el bosque espeso

300
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

16

Aquiles le dice a Patroclo por qué llorás

como cuando una madre está apurada y su hija corre detrás quiere
que la lleve en brazos no la deja caminar se aferra a su vestido y
llora hasta que la levanta

los jefes y príncipes se reúnen alrededor de Patroclo

como lobos que destrozan a un ciervo por el monte y corren en


manada hasta el estanque con el hocico manchado de rojo sus
lenguas delgadas lamen agua negra mientras eructan sangre con
la barriga hinchada y el pecho sin miedo

Patroclo le clava su lanza a Sarpedón traspasa el tejido que envuelve el


corazón y él se desploma y gime junto a sus caballos

como cae una encina un álamo blanco un pino enorme en la


montaña cuando los carpinteros cortan con las hachas recién
afiladas para hacer un barco

como un toro de gran corazón se muere entre las vacas aterradas


un león lo apartó del rebaño y ahora muere mugiendo bajo las
mandíbulas del león 

aqueos y troyanos chocan

como cuando el viento sur y el viento este se disputan un bosque


en la montaña hacen temblar los fresnos los cornejos de corteza
suave y las encinas que se agitan de acá para allá golpeando y
rompiendo sus ramas entre sí con el sonido de los dioses

301
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

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Menelao avanza al frente de batalla y rodea el cadáver de Patroclo

como una vaca se inclina mugiendo ante su cría por primera vez 

Atenea se esconde en una nube y anima a los aqueos

como el arcoíris que el dios de las nubes irradia en el cielo


anunciando la guerra o el invierno crudo para que todos dejen de
labrar la tierra y se inquieten los rebaños 

Atenea infunde fuerza en los hombros y las rodillas de Menelao llena su


pecho de coraje

como el mosquito obstinado que vuelve a picar aunque lo espanten


el mosquito enloquecido con la sangre humana

302
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

18

Tetis dice parí a un hijo y él creció

como un árbol

como una planta en el jardín 

Aquiles pone las manos asesinas sobre el pecho de Patroclo y empieza a


cantar su lamento sacudido por ráfagas de llanto

como el león que vuelve a la espesura demasiado tarde un cazador


se llevó sus cachorros dónde están y él sale de vuelta lleno de dolor
dónde están y vaga por el valle siguiendo las huellas del hombre
la furia se aferra a su pecho

las ayudantes de Hefesto están fundidas en oro pero pueden hablar tienen el
corazón lleno de inteligencia y los miembros fuertes

como chicas de carne y hueso

en el escudo de Aquiles las chicas y los chicos bailan y corren en círculos

como cuando el alfarero se sienta frente al torno y lo mueve con


la palma de la mano para ver si gira

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PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

19

Atenea se tira del cielo

como un halcón que vuela chillando con las alas abiertas 

el escudo de Aquiles resplandece hasta el cielo

como la luna 

como cuando los marineros ven una luz distante titilando en la


cima del monte una fogata que brilla en alguna granja solitaria y
piensan en las personas que aman mientras el viento los aleja de
sus casas no los deja volver

su casco brilla

como una estrella

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PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

20

Aquiles se revuelve con su lanza persiguiendo a todos los que están


destinados a morir

como cuando estalla el incendio en el valle de la montaña y el


bosque arde y el viento mueve las llamas que giran para todos
lados

y sus caballos pisotean a los muertos

como los bueyes machacan la cebada blanca con las patas durante
la trilla y los granos se rompen bajo las patas de los bueyes

la corriente del Janto se llena de los hombres y los caballos perseguidos por
Aquiles y sus cuerpos quedan atrapados en los remolinos del río

como una nube de langostas vuela sobre los campos incendiados


huyendo de las ráfagas de fuego y se mete en el río

los troyanos van por la corriente del río y se esconden bajo las rocas de la
orilla

como cuando el delfín se acerca al puerto y los peces pequeños se


esconden en los recovecos huyen aterrados de esa enorme boca
hambrienta

Aquiles se zambulle en el río Escamando y el río lo ataca se revuelve y


arrastra los cadáveres que flotan y los tira a la orilla mugiendo

como un toro

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PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

21

Aquiles huye del río pero el río es más rápido

como cuando el jardinero cava una zanja y lleva el agua de la


fuente entre las plantas y las flores rompiendo terrones de tierra
con el pico al principio es un hilo de agua que empuja las piedritas
ahora murmura la corriente y corre cuesta abajo más y más dejando
atrás al jardinero

y dice mi destino es morir atrapado en este río enorme

como un chico que cuida cerdos trata de cruzar el río durante la


tormenta y se lo lleva la corriente

Hefesto prende fuego la llanura y los olmos y los sauces y los juncos y los
cuerpos de los muertos y el río habla

como una olla hierve sobre el fuego y la grasa de cerdo se derrite


y burbujea por todos lados

Apolo le dice a Poseidón pensarías que estoy mal de la cabeza si peleara con
vos por los hombres que mueren

como las hojas encienden sus llamas verdes se alimentan de la


tierra y mueren

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PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

22

Héctor espera a Aquiles y se dice a sí mismo no puedo hablar con él

como una chica y un chico se dicen palabras de amor apoyados


en un árbol o una roca

Aquiles persigue a Héctor

como cuando corrés en un sueño no podés acercarte al hombre


que se escapa y el hombre no puede escaparse de vos

y le dice no me propongas pactos vos y yo no podemos ser amigos hasta que


alguno caiga y llene con su sangre al dios de la guerra

como leones y hombres no pueden aliarse como lobos y corderos


que se odian

Héctor ataca a Aquiles

como el águila cae en picada entre las nubes grises para llevarse
un cordero o una liebre agazapada

brilla la lanza de Aquiles

como la estrella que sale al atardecer la más hermosa del cielo

Andrómaca corre por el palacio le tiembla el corazón

como loca

307
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

23

el espíritu de Patroclo se disipa y penetra la tierra chillando

como humo

Aquiles quema los huesos de su amigo y llora

como un padre llora a su hijo quemando sus huesos en el fuego


un hijo muerto el día de su boda ahora sus padres están desesperados

el corazón de Menelao se derrite

como el rocío en las espigas cuando los tallos se levantan y se eriza


el campo

308
PRESENCIAS - FUERZA - LOS SÍMILES DE HOMERO

24

Aquiles mira Príamo

como cuando la locura se aferra a un hombre que asesinó en su


patria y después huye al extranjero y llega a la casa de un rico y
todos lo miran estupefactos

Hécuba llora frente al cadáver de Héctor y le dice ahora estás conmigo en el


palacio y parecés tan fresco y húmedo

como quien muere por la suave flecha del dios sol

309
Cinco poemas de Louise Glück
(versiones de Eugenia Santana Goitia)

GRANADA

Primero me dio
su corazón. Era
una fruta roja con
muchas semillas, de piel
coriácea, improbable. 
Yo preferí
pasar hambre, para seguir con
mi entrenamiento. 
Después él me dijo Mirá
como se ve el mundo, pensando
en tu madre. Yo 
me asomé por debajo de su brazo:
¿Qué había hecho
con el color & el olor?
Con lo cual él dijo
Esta es una mujer que ama
con ganas, y agregó
Considerá que está en su elemento:
los árboles se vuelven hacia ella, pueblos
enteros se hunden
aunque en el infierno
los arbustos aún 
arden con granadas. 
En ese punto
cortó una & empezó
a chuparla. Cuando al fin me miró
fue para decirme Mi querida
ahora sos tu propia
mujer, por fin, pero examiná
este dolor que tu madre
hace desfilar sobre nuestras cabezas
y recordá
que a ella nadie
le ofreció estas profundidades.

311
ZONAS - CONTRA LA SINCERIDAD & CINCO POEMAS

Pomegranate // First he gave me / his heart. It was / red fruit containing / many
seeds, the skin / leathery, unlikely. / I preferred / to starve, bearing / out my training.
/ Then he said Behold / how the world looks, minding / your mother. I / peered
under his arm: / What had she done / with color & odor? / Whereupon he said /
Now there is a woman who loves / with a vengeance, adding / Consider she is in her
element: / the trees turning to her, whole / villages going under / although in hell /
the bushes are still / burning with pomegranates. / At which / he cut one open &
began / to suck. When he looked up at last / it was to say My dear / you are your
own / woman, finally, but examine / this grief your mother / parades over our heads
/ remembering / that she is one to whom / these depths were not offered.

LA CARGA DE TELÉMACO

Nada 
era del todo difícil porque
surgen rutinas, compensaciones
para las aparentes
ausencias y omisiones. Mi madre
era la clase de mujer
que te hacía saber que sufría y después
negaba ese sufrimiento porque para ella 
sufrir era cosa de esclavos; cuando
trataba de consolarla, 
de aliviar su tristeza, ella 
me rechazaba. Ahora me doy cuenta
de que de haber sido capaz de honestidad
hubiera sido una estoica. Por desgracia,
era una reina, quería que todos entendieran
en todo momento que ella había elegido
su propio destino. Tendría que haber estado
loca para elegir ese destino. Bueno,
buena suerte a mi padre, en mi opinión
un hombre estúpido si espera 
que su regreso atenúe
su soledad; tal vez
volvió por eso.

312
ZONAS - CONTRA LA SINCERIDAD & CINCO POEMAS

Telemachus´Burden // Nothing / was exactly difficult because / routines develop,


compensations / for perceived / absences and omissions. My mother / was the sort
of woman / who let you know she was suffering and then / denied that suffering since
in her view / suffering was what slaves did; when / I tried to console her, / to relieve
her misery, she / rejected me. I now realize / if she’d been capable of honesty / she
would have been/a Stoic. Unfortunately / she was a queen, she wanted it understood
/ at every moment she had chosen / her own destiny. She would have had to be /
insane to choose that destiny. Well, / good luck to my father, in my opinion / a stupid
man if he expects / his return to diminish / her isolation; perhaps / he came back
for that.

DOLOR ADULTO

Porque fuiste tan tonto como para amar un solo lugar


ahora sos un vagabundo, un huérfano
en una sucesión de hogares.
No te preparaste lo suficiente. 
Delante tuyo, dos personas se hacían viejas;
podría haberte dicho que sus muertes estaban por llegar.
El amor de un hijo
jamás mantuvo a un padre con vida. 

Ahora, claro, es demasiado tarde–


estabas atrapado en un idilio de fidelidad. 
Volvías una y otra vez, aferrado
a dos personas que casi no reconocías
después de todo lo que habían sufrido.

Tal vez hubieras podido salvarte


pero ahora ya está: fuiste terco, patético
con tu ceguera al cambio. Y ahora no tenés nada:
tu casa, para vos, no es más que un cementerio.
Te vi apretar la cara contra las inscripciones de granito–
Sos el liquen que intenta crecer ahí.
Salvo que nunca vas a crecer
no vas a permitirte
obliterar alguna cosa.

313
ZONAS - CONTRA LA SINCERIDAD & CINCO POEMAS

Adult Grief // Because you were foolish enough to love one place, / now you are
homeless, an orphan / in a succession of shelters. / You did not prepare yourself
sufficiently. / Before your eyes, two people were becoming old; / I could have told you
two deaths were coming. / There has never been a parent/ kept alive by a child’s love.
// Now, of course, it’s too late – / you were trapped in the romance of fidelity. / You
kept going back, clinging / to two people you hardly recognized / after what they’d
endured. // If once you could have saved yourself, / now that time’s past: you were
obstinate, pathetically / blind to change. Now you have nothing: / for you, home is a
cemetery. / I’ve seen you press your face against the granite markers – / you are the
lichen, trying to grow there. / But you will not grow, / you will not let yourself/
obliterate anything.

MATRIMONIO

Esta semana volvieron al mar


y el sonido del mar colorea todo.
El cielo azul ocupa la ventana.
Solo se escuchan las olas golpeando la orilla—
enojadas. Enojadas por algo. Debe ser
lo que hizo que él se diera vuelta. Enojado, aunque nunca le
pegaría,
seguro no diría nada.

De ella depende conseguir la respuesta, por otro medio


tal vez, del mar, y de las nubes grises que de pronto
lo cubren. El olor del mar se siente en las sábanas,
el olor a sol y viento, el olor a hotel, frescos y dulces
porque cambian todos los días.

Él nunca usa palabras. Para él, sirven para hacer acuerdos,


negocios. Nunca para el enojo, o para la ternura.

Le acaricia la espalda. Apoya la cara


aunque es como apoyarla contra una pared.

Y el silencio entre los dos es ancestral: dicta


estos son los límites.

314
ZONAS - CONTRA LA SINCERIDAD & CINCO POEMAS

Él no está dormido y ni siquiera finge.


Su respiración es irregular: inhala reticente,
no quiere comprometerse a estar vivo. 
Y exhala rápido, como un rey que destierra a un sirviente.

Bajo el silencio, el sonido del mar,


la violencia del mar se propaga por todas partes, no termina,
no termina
su aliento impulsa a las olas.

Pero ella sabe quién es, y qué quiere.


Entonces algo tan natural no puede herirla.

Marriage // All week they’ve been by the sea again / and the sound of the sea colors
everything. / Blue sky fills the window. / But the only sound is the sound of the waves
pounding the shore— / angry. Angry at something. Whatever it is / must be why he’s
turned away. Angry, though he’d never hit her, / never say a word, probably. // So
it’s up to her to get the answer some other way, / from the sea, maybe, or the gray
clouds suddenly / rising above it. The smell of the sea is in the sheets, / the smell of
sun and wind, the hotel smell, fresh and sweet / because they’re changed every day.
// He never uses words. Words, for him, are for making arrangements, / for doing
business. Never for anger, never for tenderness. // She strokes his back. She puts her
face up against it, / even though it’s like putting your face against a wall. // And the
silence between them is ancient: it says / these are the boundaries. // He isn’t sleeping,
not even pretending to sleep. / His breathing’s not regular: he breathes in with reluctance;
/ he doesn’t want to commit himself to being alive. / And he breathes out fast, like a
king banishing a servant. // Beneath the silence, the sound of the sea, / the sea’s
violence spreading everywhere, not finished, not finished, / his breath driving the
waves— // But she knows who she is and she knows what she wants. / As long as
that’s true, something so natural can’t hurt her.

315
ZONAS - CONTRA LA SINCERIDAD & CINCO POEMAS

QUEMAR HOJAS

No lejos de la casa y el establo


el labrador está quemando hojas muertas.
No es que se esfuman voluntariamente
hay que empujarlas un poquito
como el granjero que cada año azuza las hojas
hasta que largan olor a humo.
Y por una hora más o menos, están muy animadas,
y arden como algo vivo. 
Cuando el humo se va, la casa está segura.
Una mujer está en el fondo
doblando ropa seca para un cesto de mimbre.
Termina, así, hasta el año próximo,
la muerte haciendo lugar para la vida, 
todo el lugar posible,
pero quemar la casa sería demasiado. 
Atardecer. Al otro lado del camino, 
el labrador está barriendo la ceniza fría. 
En ocasiones algunas escapan, vuelan inofensivas en el viento. 
Después el aire vuelve a estar quieto. 
Donde hubo fuego, queda tierra desnuda cercada por rocas.
Sin nada entre la tierra y la oscuridad

Burning Leaves // Not far from the house and barn, / the farm worker’s burning
dead leaves. / They don’t disappear voluntarily; / you have to prod them along / as
the farm worker prods the leaf pile every year / until it releases a smell of smoke into
the air. / And then, for an hour or so, it’s really animated, / blazing away like
something alive. / When the smoke clears, the house is safe. / A woman’s standing in
the back, / folding dry clothes into a willow basket. / So it’s finished for another year,
/ death making room for life, / as much as possible, / but burning the house would
be too much room. / Sunset. Across the road, / the farm worker’s sweeping the cold
ashes. / Sometimes a few escape, harmlessly drifting around in the wind. / Then the
air is still. / Where the fire was, there’s only bare dirt in a circle of rocks. / Nothing
between the earth and the dark.

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Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

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Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

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Versiones - Antonia Pozzi: una cosa de nadie

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