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Juicio Oral o Juzgamiento

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JUICIO ORAL O JUZGAMIENTO

1. PARTE GENERAL

1. MARCO CONCEPTUAL. -

La etapa del Juicio Oral o Juzgamiento es la etapa del Proceso Penal más importante,
en tanto las funciones político criminales ya mencionadas en la parte introductoria de
la presente. En esta etapa del proceso se practican verdaderamente los actos de
prueba que de modo directo o indirecto determinaran en el Juzgador la convicción –o
duda- respecto de la realización o no del delito y su vinculación para con el sujeto
procesado en términos de responsabilidad penal.

A diferencia de otros países, en el Perú la Constitución Política no ha consagrado


literalmente el derecho a un juicio previo.

Sin embargo, para Servigon1, “en nuestra Carta Magna se consagra la garantía de no
ser penado sin proceso judicial”, lo que implica que ninguna persona sea afectada o
sancionada si antes no se inició, tramitó y concluyó el proceso o procedimiento
correspondiente, garantizando su intervención o participación en él.

Asimismo, tal omisión ha sido suplida en el artículo I inciso 2 del Título Preliminar del
Código Procesal Penal del 2004, el cual establece que: “Toda persona tiene derecho a
un juicio previo, oral, público y contradictorio, desarrollado conforme a las normas de
este Código”.

Es un mito, considero, sin embargo, que el juzgamiento en el Nuevo Código Procesal


Penal es radicalmente diferente del anterior modelo de 8 procesamiento penal, en su
fase oral. Ciertamente son diferentes, aunque mantienen niveles de similitud que las
aproximan, con lo que el correcto conocimiento de las reglas del proceso penal en su
apartado oral y carácter definitorio sustancial, que son el de los caracteres
fundamentes de Oralidad, Inmediación, Contradicción y Publicidad, son válidos para
ambos modelos, el de 1940 y el del 2004.

Este derecho al juicio previo ha sido desarrollado a través de la denominada fase


procesal: juzgamiento (o juicio oral), cuyo objetivo es la demostración de la acusación
1
SERVIGON NAKASAKI, Cesar “Juicio Oral”, Editorial GACETA JURIDICA, Miraflores, Lima –
Perú.
penal a través de la actuación y análisis de los medios probatorios, siendo dentro de
un modelo acusatorio la etapa central del proceso penal.

Todo lo anterior, según Mellado2 “cuenta con un presupuesto básico y fundamental;


analizado en el apartado correspondiente de la Etapa Intermedia. Y es que el
Juzgamiento se construye sobre la base de la Acusación, la cual determina el ámbito
de actuación probatoria que habrá de darse lugar en el Juicio Oral, a la vez que
Deduce e Introduce la Pretensión Penal del Estado (solitud de pena y reparación civil –
asignación de responsabilidad penal y civil- sobre base de hechos penalmente
relevantes)”, construida no como una mera deducción particular efectuada por una
parte en el proceso (propio del modelo civil en cuanto a interposición de demanda se
refiere), sino de un procedimiento previo incoado por el propio Estado y revestido con
las garantías del debido proceso y atentos al principio de oficialidad en tanto que el
objeto del proceso (el delito), es de naturaleza pública.

2. CARACTERISTICAS DEL JUICIO ORAL

Las características del juicio oral son:

 Es judicial. - Su dirección y realización está a cargo del órgano jurisdiccional.


 Es pública. - Porque la audiencia puede ser presenciada por terceras
personas que velan por el cumplimiento de los principios y garantías que
rodean al juicio oral.
 Es oral. - Porque para garantizar la inmediación del juez con los órganos de
prueba y facilitar la actividad de las partes, el medio de comunicación verbal es
el más adecuado.
 Es dialéctica. - Porque en la fase del juicio oral se desarrollan los actos de
prueba, los que descansan en el examen y contraexamen que las partes
realizan sobre los órganos de prueba.
 Es dialógica. - Porque las partes tratarán de comunicar al juez que fallará que
su teoría del caso es la más certera o, al menos, que la de su contraparte no lo
es tanto.

3. ROL DEL FISCAL EN EL JUICIO ORAL

2
MELLADO ASENCIO, Jose. (2010) Derecho Procesal Penal 5° Edicion, Editorial VALENCIA.
Con la Constitución de 1979 es que el Ministerio Público nace como un organismo
autónomo del Poder Judicial. Años después, con la Ley Orgánica del Ministerio
Público del año 1981 (art. 1º) -así como también la Constitución de 1993, art. 158º- es
que la Fiscalía reafirma dicha autonomía.

El nuevo Código Procesal Penal nos indica que el único titular de la acción penal
pública-derecho público subjetivo de acudir ante la autoridad jurisdiccional competente
para así requerir su intervención- es el Ministerio Público (art. IV. 1º TIT. PRELM.).

Éste debe ejecutar la acción penal de oficio a instancia de la víctima, por acción
popular o por noticia policial (art. 1º y 60º del NCPP en concordancia con el art. 159º
de la Constitución). Lo dicho implica que la investigación del delito, además, se
encuentra conducida por el Fiscal.

Hay que recalcar que el Fiscal es titular exclusivo de la acción penal pública, sin
perjuicio de que el ejercicio privado de la misma –regulado por el art. 459º del NCPP y
los subsiguientes de la sección IV del Libro V del mismo- esté reservado a la parte
agraviada de los delitos referidos mayormente al honor y regulados por los artículos
130ª y 138ª del Código Penal.

A diferencia de la acción pública, la acción privada es relativa ya que el particular tiene


solo facultades que se enmarcan dentro del control penal estatal, en cuanto la
administración de todo el proceso y en especial de la capacidad de ejercitar el ius
puniendi corresponde únicamente al Estado.

En el NCPP 2004 art. 61º -en cuanto a las atribuciones y obligaciones del Ministerio
Público- se es bastante claro en que el Fiscal debe actuar con independencia de
criterio y rigiéndose únicamente por la Constitución y la Ley. Dicho aspecto es más
evidente si se recuerda que el Fiscal no es solo quien se encarga de acusar y
representar a la sociedad en el proceso, sino que además debe “velar por la
independencia de los órganos jurisdiccionales y por la recta administración de justicia”.

En base a ello es que el representante del Ministerio Público deberá actuar con arreglo
a los siguientes principios:

3.1. PRINCIPIO DE LEGALIDAD


Nos indica que todo hecho que presente las características suficientes para ser
considerado un delito debe ser investigado y, de ser pertinente, acusado por el
Ministerio Público. Este principio rige durante todas las etapas del proceso
penal.

Su contraparte es el principio de oportunidad –Art. 2º del NCPP-, en virtud del


cual el Fiscal tiene la potestad de decidir entre todas las conductas delictivas
aquéllas que no conllevan mayor daño social para aliviar así la carga procesal
judicial y facilitar la solución del conflicto por una vía alterna, siempre –claro
está- con la intervención fiscal.

3.2. PRINCIPIO DE OBJETIVIDAD

El principio de objetividad se encuentra recogido en el Art. IV del TIT PRELM.


Éste debe regir en el Fiscal al decidir sobre el inicio de una investigación
preliminar o acerca de las diligencias restrictivas de derechos que se
necesitarán en la misma durante la etapa preparatoria. Sin embargo, su
importancia se manifiesta también durante la fase de Juicio Oral, a la que sólo
podrá llegarse en base a la objetiva formulación de la ACUSACIÓN escrita por
parte de la Fiscalía.

El principio de objetividad se encuentra relacionado también con el deber de


lealtad que tiene el Ministerio Público para con la defensa, en tanto es su deber
no esconder información disponible que pueda favorecer a ésta y que se
encuentre en su poder.

Por otro lado, el principio de objetividad se vincula con el deber del Fiscal de
actuar de buena fe, no sólo en lo que se refiere al inicio de la investigación,
sino durante todo el proceso; puesto que nos indica el art. 61º del NCPP que
“el Fiscal actúa en el proceso penal con independencia de criterio”.

3.3. PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA


Es por este principio que el Fiscal debe mantener siempre una actitud
transparente con lo referido al proceso. Se manifiesta por ejemplo en el deber
del Fiscal de asegurar el derecho de defensa y el respeto de los Derechos
Fundamentales no sólo de la víctima a la que representa, sino también del
acusado durante la investigación del delito (art. 65º.4 NCPP); como también en
el art. 159º de la Constitución en tanto el Ministerio Público debe “velar por la
independencia de los órganos jurisdiccionales y por la recta administración de
justicia”.

En lo que respecta al Juicio Oral, podemos encontrar una manifestación del


principio de transparencia en tanto el Fiscal tiene permitido interponer un
recurso de impugnación a favor del imputado como bien lo reconoce el art.
405º del NCPP.

Según J. Andres3, “el nuevo proceso penal el Ministerio Público se presenta


como uno de los protagonistas centrales del modelo acusatorio”, ya que en
ellos recaerá la responsabilidad no sólo de dirigir la investigación de los delitos
y de acusar a los presuntos responsables, sino también de probar a nivel de
Juicio Oral la responsabilidad de sus acciones ejerciendo, a la vez, facultades
de negociación y de simplificación procesal tal como la aplicación del principio
de oportunidad, los acuerdos reparatorios, la conformidad y el proceso de
terminación anticipada.

Sin embargo, el Fiscal tiene también la facultad durante el Juicio de ampliar la


acusación introduciendo para ello un escrito de acusación complementaria
siempre que para eso medie alguna circunstancia o hecho nuevo que no haya
sido mencionada anteriormente; como lo indica el art. 374º.2 del NCPP.

Durante todo el Juicio la presencia del Fiscal es obligatoria para poder instalar
la audiencia (art. 369º), puesto que el Ministerio Público se desenvolverá como
la defensa técnica de la víctima.

En este sentido, al fiscal no sólo le corresponderá interrogar a los órganos de


prueba y alegar, sino que también se encontrará en la obligación de preparar

3
J. BAYTELMAN, Andres A. y DUCE, Mauricio (2005) Litigacion Penal, Juicio Oral y Prueba,
Editorial INCIPP, Lima – Perú, p. 17.
su intervención en el juicio conforme a su propia teoría del caso. Esto quiere
decir que el Fiscal deberá preparar –de manera similar a la defensa del
imputado- a sus testigos y peritos, la prueba material que utilizará, los
interrogatorios a los testigos y los contrainterrogatorios para los testigos de la
parte contraria.

En la apertura del mismo el Fiscal será el primero de las partes en tomar el uso
de la palabra (art. 371º.2). Expondrá de manera resumida los hechos objetos
de la acusación, así como también la calificación jurídica de los mismos y las
pruebas que fueron admitidas; es decir, presentará su teoría del caso.

AQUÍ VA TU PARTE “ojo”

2. ETAPAS DEL JUZGAMIENTO


1. ETAPA INICIAL

La etapa de juzgamiento, siguiendo lo dicho por el NCPP 2004, se inicia con el auto
de citación a juicio recogido en el artículo 355º del mismo cuerpo legal. Dicho auto
debe incluir tanto el lugar donde se llevará a cabo la audiencia como la fecha y hora
de ella, con el especial énfasis en que la fecha debe ser la más próxima posible,
pero con un intervalo no menor a diez días. Es de responsabilidad del Juez que las
partes sean notificadas para así no propiciar la ausencia de alguna de ellas, pues el
emplazamiento del acusado se hará bajo apercibimiento de declararlo reo
contumaz en caso de inconcurrencia injustificada (art. 355º.4)

Durante el periodo inicial deben efectuarse los actos previos e iniciales del Juicio
Oral. Para Villanueva4, “La primera actividad que debe llevarse a cabo para poder
iniciar el Juicio radica en la integración del tribunal, esto es, en la determinación
concreta y anticipada de los Jueces o del Juez que se resolverá el caso”.

Luego, deberá procederse con el ofrecimiento de pruebas. Esto quiere decir que las
partes deben señalar concretamente cuáles serán los medios de prueba que
utilizarán en el debate para poder sustentar sus teorías del caso.

Es tras el ofrecimiento de pruebas que se puede considerar la opción de unir,


separar o dividir el juicio según lo que se requiere en caso concreto. Por ejemplo,
una manera de dividir el juicio es la cesura del mismo. Se procede en base a este
mecanismo procesal en dividir el debate en dos partes: una referida al análisis de la
existencia del hecho y el discernimiento de la culpabilidad; y otra dedicada a la
determinación e individualización de la pena.

En lo que respecta al lugar de la audiencia, cabe destacar que si bien el sitio natural
donde se celebra suele ser la sede judicial; no obstante, cabe la posibilidad de
realizarse en todo o en parte en algún otro lugar donde el proceso se encuentre
enfermo o en la sede judicial ubicada adyacente o dentro de los establecimientos
penitenciarios.

Es propicio indicar también que la información con la que los actores del Juicio
contarán antes de la apertura del Juicio deberá ser la que consta en el expediente

4
VILLANUEVA CUBAS, Victor (2009) El Nuevo Proceso Penal, Editorial PALESTRA, Lima-
Perú.
judicial, el mismo que incluye todo lo actuado en el expediente fiscal y en el
cuaderno de investigación preparatoria.

Sin embargo, dicho expediente será distinto a aquél comúnmente conocido en el


Código de Procedimientos Penales pues en el expediente judicial del nuevo
Proceso Penal sólo constarán las piezas más importantes para el Tribunal o el
Juez.

1.1. INSTALACIÓN DE LA AUDIENCIA

Al respecto, es necesario contar con una sala de audiencias, la que debe tener
un diseño especial y los espacios requeridos para el propio juzgador, el
representante del Ministerio Público, el acusado y su defensor, así como para el
público.

Para Oronoz5, “Además, debe existir una sala de testigos en los que en forma
aislada pero cómodamente permanezcan mientras se desarrolla el juicio y
tengan que declarar. Deben estar aislados el uno del otro y no tener medio
alguno de comunicación ni antes ni después de haber declarado”, ya que lo que
importa es que sus versiones puedan coincidir o darse cuenta que alguno de
ellos miente, o no concuerdan las circunstancias de tiempo, de modo o de lugar
que señalan.

Otra cuestión importante es el registro de la audiencia; para ello se recomienda


el uso de la videograbación. Lo registrado en audio y video coadyuvará, por un
lado, a la validez de las sesiones que se vayan practicando, dado que las partes
podrán revisar lo sucedido y señalar cualquier incidencia que afecte la validez
del juzgamiento; por otro lado, como fuente de información o consulta, tanto para
las partes como para el juzgador e, incluso, para el órgano de segunda instancia
que resuelva la apelación de la respectiva sentencia.

Resueltas estas cuestiones, y llegado el día y la hora de celebración de la


audiencia del juicio oral (según lo indicado en el auto de citación a juicio), esta
tendrá lugar en la sala de audiencias que designe el juzgado penal, salvo que,

5
ORONOZ SANTANA, Carlos (2006) El Juicio Oral en Mexico y en Latinoamerica 2° Edicion.
Editorial CARDENAS BLASCO, Mexico.
por razones de enfermedad u otra causa justificada, sea imposible la
concurrencia del acusado a la sala de audiencias.

La audiencia solo podrá instalarse con la presencia obligatoria del juez penal o,
en su caso, de los jueces que integran el juzgado penal colegiado, el fiscal, el
acusado y su defensor. Para ello, el juez penal verificará la correcta citación a las
partes, así como la efectiva concurrencia de los testigos y peritos emplazados.
La inasistencia de las demás partes y de los órganos de prueba citados no
impide la instalación de la audiencia.

Por otro lado, y con respecto a la ubicación de los sujetos procesales, existen
dos modelos:
 Latinoamericano Tradicional
 Norteamericano

El primer modelo descansa en la tradición inquisitiva latinoamericana que en los


últimos siglos conllevó a la siguiente ubicación de los sujetos procesales en la
sala de audiencia: el magistrado tiene al frente al acusado, a su derecha al fiscal
y al abogado del acusado coadyuvante (conocido en otros países latinos como el
abogado de la parte civil), y a su izquierda al abogado defensor del acusado.
Asimismo, los testigos y peritos ocupan un ambiente contiguo a la sala de
audiencias.

I. Modelo Latinoamericano (Tradicional)


Este primer modelo de ubicación de los sujetos procesales en la audiencia del
juicio oral tiene la desventaja de no permitir una comunicación continua entre
el acusado y su abogado defensor la cual es un derecho reconocido en las
normas internacionales de protección de los derechos humanos y que forma
parte del contenido del derecho constitucional a la defensa. Igualmente,
semejante ubicación trae a la mente las audiencias del otrora tribunal de la
santa inquisición, donde el acusado tenía que estar al frente del tribunal,
purgando sus faltas y culpas. Por otro lado, está el modelo de ubicación
norteamericano, donde a la derecha del magistrado están sentados el
acusado junto con su abogado defensor, a su izquierda el representante del
Ministerio Público conjuntamente con la víctima u ofendido y el abogado de
este; detrás de ellos está el público y en una sala contigua están los testigos o
peritos que han sido llamados para declarar. Asimismo, y en el caso de que
hubiera jurado, los integrantes del mismo se ubican a la derecha del acusado
y de su abogado defensor.

II. Modelo Norteamericano

La ventaja de este segundo modelo de ubicación de los sujetos procesales


en la audiencia del juicio oral es que permite la constante comunicación
tanto entre los integrantes de la parte acusadora como entre los de la parte
acusada, sin que se perturbe el desarrollo de la audiencia.

Por otro lado, y sea el modelo de ubicación adoptado el auxiliar jurisdiccional


tomará las medidas necesarias para que los testigos no puedan dialogar
entre sí. Los testigos y peritos solo serán introducidos a la sala de
audiencias cuando sean llamados para ser examinados.

Finalmente, instalada la audiencia, el juez unipersonal o el presidente del


juzgado colegiado enunciará el número del proceso, la finalidad específica
del juicio, el nombre y los demás datos de identidad personal del acusado,
su situación jurídica, el delito objeto de acusación y el nombre del agraviado.

1.2. ALEGATOS DE APERTURA

En lo que respecta a la posición de las partes durante las audiencias del Juicio
Oral, cabe resaltar que el artículo 370ª del NCPP 2004 señala que el Fiscal,
junto con la defensa de la parte civil, deberá estar a la derecha del Juez o
Tribunal; el acusado, frente a él o ellos; y su defensa técnica, a la izquierda de el
o los mismos.

Para que la audiencia se instale debemos contar estrictamente con la presencia


de:
 El Juez o Tribunal Colegiado
 El Fiscal
 El acusado y su defensor

Esto quiere decir que si no concurren las demás partes la audiencia no se


suspenderá. Sobre la presencia de los imputados en especial debe tenerse en
cuenta lo dicho en el artículo 367º del NCPP 2004:

 Es necesaria tanto la presencia del imputado como de su defensor


técnico. Si el primero de ellos no justifica su inasistencia será declarado
reo contumaz y tendrá que sufrir todos los efectos que la ley regula para
tal situación jurídica.
 Sin embargo, si se trata de varios acusados se continuará con la
audiencia si alguno de ellos concurre. En caso ninguno lo haga, sin
justificar dicha ausencia, se señalará un nuevo día y una nueva hora
para retomar la audiencia, sin perjuicio –claro está de declararlos
contumaces.
 En caso el acusado ausente o contumaz haga presencia en el juicio –ya
sea porque lo capturaron o porque voluntariamente asistió a las
audiencias- se le incorporará a la misma siempre que no se haya
cerrado la actividad probatoria. Tras haberle informado de los cargos
que se le atribuyen e informarle de la situación del proceso hasta el
momento, se le dará la oportunidad de declarar y de pronunciarse sobre
las actuaciones del juicio, y se actuarán -de ser el caso- las pruebas
compatibles con el estado del proceso.

Una vez instalada la sala se procede a los alegatos preliminares (art. 371º).
Estos constan de las exposiciones resumidas de la fiscalía y de la defensa
de imputado en tanto ambos presentan sus teorías del caso
correspondientes; es decir, un resumen de los hechos, sus argumentos
jurídicos y las pruebas que utilizan para demostrar dichos argumentos.

Al respecto, debe resaltarse la importancia de los alegatos preliminares


(también llamados iniciales o de apertura), pues son el momento procesal
que tienen las partes para presentar ante el juzgador el caso que está a
punto de conocer, señalando qué es lo que la prueba demostrará y desde
qué punto específico ella debe ser apreciada.

En efecto, a diferencia de los alegatos finales, los iniciales no pretenden


analizar el peso o la credibilidad de la prueba, pues está todavía no se ha
presentado. El objeto de estos alegatos de apertura es otro: presentar al
juzgador la teoría del caso de cada parte y hacer una cierta “promesa”
acerca de qué hechos, en términos generales, quedarán acreditados a
partir de la prueba.

No obstante, ¿Qué es la teoría del caso?

Según J. Andres6, “La teoría del caso es el planteamiento que la acusación


o la defensa hace sobre los hechos penalmente relevantes, las pruebas que
los sustentan y los fundamentos jurídicos que lo apoyan”. Se presenta en el
alegato inicial como una historia que reconstruye los hechos con propósitos
persuasivos hacia el juzgador. Es el guion de lo que se demostrará en el
juicio a través de las pruebas. La teoría del caso sire para pensar
organizadamente el caso y monitorear cada etapa del juicio.

La importancia de la exposición de la teoría del caso está en que es


irremediable que los Jueces no se sientan influidos por la primera impresión
que les produjo el relato o argumento de las partes, por lo que muchas

6
J. BAYTELMAN, Andres A. y DUCE, Mauricio (2005) Litigacion Penal, Juicio Oral y Prueba,
Editorial INCIPP, Lima – Perú, p. 40-41.
veces de una buena exposición de la teoría del caso se desprenden efectos
positivos para el resto del proceso.

Regularmente el orden de exposición inicial para las partes es, primero, la


Fiscalía; luego, el actor civil y el tercero civil; y, finalmente, el abogado
defensor del acusado (art. 371º.2).

Nos indica el NCPP en su artículo 371º.3 que: “culminados los alegatos


preliminares, el Juez informará al acusado de sus derechos y le indicará
que es libre de manifestarse sobre la acusación o de no declarar sobre los
hechos. El acusado en cualquier estado del juicio podrá solicitar ser oído,
con el fin de ampliar, aclarar o complementar sus afirmaciones o declarar si
anteriormente se hubiera abstenido. Asimismo, el acusado en todo
momento podrá comunicarse con su defensor, sin que por ello se paralice
la audiencia, derecho que no podrá ejercer durante su declaración o antes
de responder a las preguntas que se le formulen.”

Es durante esta etapa –y luego de que el Juez haya instruido al acusado de


sus derechos y consultado si admite o no su responsabilidad en el acto
delictivo- que se presenta la oportunidad por parte del procesado de
conferenciar brevemente con el Fiscal para así optar por la solución del
conflicto a través de la conclusión anticipada del proceso. De optarse por
esta medida, el representante del Ministerio Público deberá llegar a un
acuerdo con el acusado respecto a la pena que se le impondrá.

En caso no se opte por una terminación anticipada del proceso, el Fiscal


continuará en su posición no sólo de representante de la víctima y de la
sociedad en general, sino que –sin perder de vista su finalidad como
perseguidor del crimen- deberá velar por el respeto de los Derechos
Fundamentales y de las garantías tanto de la víctima como del imputado, el
actor civil del proceso, los testigos, peritos, etc.
2. ETAPA DE PRODUCCION DE PRUEBA

Es durante este periodo que prima el principio de aportación de parte en tanto los
medios probatorios que serán actuados deben ser –por regla general- los aportados
por las partes del proceso y admitidos por el Juez de la etapa intermedia.

No obstante, el NCPP 2004 en su art. 373º indica que las partes pueden ofrecer
nuevos medios de prueba bajo la condición de que han entrado a la esfera de su
conocimiento tras la audiencia de control de acusación y sean conducentes, útiles y
pertinentes. Debe recordarse que no pueden ser consideradas como pruebas las
máximas de la experiencia, las Leyes naturales, la norma jurídica interna vigente,
aquello que es objeto de cosa juzgada, lo imposible y lo notorio; así como tampoco
ninguna prueba que haya violentado algún derecho fundamental en su etapa de
obtención (art. 156º).

Así, en la etapa probatoria del nuevo Código el Juez Penal, escuchando a las
partes, decidirá el orden en que deben actuarse las declaraciones de los imputados,
si fueran varios, y de los medios de prueba admitidos (art.375º.2).
Según Velarde7, “Esto quiere decir que durante la etapa de actuación probatoria las
partes ya conocerán la secuencia de la misma por lo que podrán reforzar sus
teorías del caso”.

En su inciso 3 el art. 375º nos indica que el interrogatorio durante esta etapa es
directo y se encuentra a cargo tanto de los defensores como del Fiscal, sea que se
den para acusados, testigos o peritos. Sin embargo, el Juez deberá controlar las
preguntas realizadas a dichas personas en tanto éstas deben ser pertinentes y
nunca capciosas ni sugerentes. Además, en base al artículo 375º.4 del NCPP 2004,
“puede intervenir cuando lo considere necesario a fin de que el Fiscal o los
abogados de las partes hagan los esclarecimientos que se les requiera o,
excepcionalmente, para interrogar a los órganos de prueba sólo cuando hubiera
quedado algún vacío.”

Se debe seguir el siguiente orden para la presentación de los elementos de prueba


siguiendo al art. 375º.1 del NCPP:

2.1. EL EXAMEN DEL ACUSADO

En base a su derecho a la presunción de inocencia y a guardar silencio, es


posible que el acusado y su defensor opten por no brindar mayor declaración
durante el examen al que es sometido. En este caso el Juez debe pese a esto
el Juicio continuará su rumbo regular y se leerán las declaraciones que
previamente ya haya dado (art. 376.1º).

Si, en cambio, el acusado decide declarar el examen debe darse bajo las
siguientes normas (art. 376º.2):

 El acusado debe aportar libre y oralmente los relatos, declaraciones y


explicaciones sobre su caso.
 El interrogatorio estará orientado a aclarar las circunstancias del caso
y demás elementos necesarios para la medición de la pena y de la
reparación civil.

7
VELARDE SANCHEZ, Pablo (2009) El Nuevo Proceso Penal, Editorial IDEMSA, Lima-Perú,
p.186.
 El interrogatorio está sujeto a que las preguntas que se formulen sean
directas, claras, pertinentes y útiles, por lo que no serán admitidas
preguntas que traten sobre lo que el acusado ya haya declarado
anteriormente excepto –obviamente- que sea necesaria una
aclaración.

En caso que sean múltiples acusados, los mismos serán examinados según
el orden que el Juez haya preestablecido. Es viable también que el examen
de los mismos se dé de forma separada, ya sea de oficio o a pedido de parte,
bajo la condición que –de ser éste el caso- el Juez deberá públicamente
hacer una síntesis oral de los puntos más importantes de lo dicho por cada
acusado.

2.2. ACTUACIONES DE LOS ELEMENTOS DE PRUEBA ADMITIDOS

En este rubro se encuentra el examen de testigos y peritos, así como el


examen de la prueba material.
2.2.1. EXAMEN DE LOS TESTIGOS Y PERITOS

Es la prueba por excelencia en el juicio oral. Se trata del interrogatorio


hecho a testigos –entendidos como personas que han percibido
directamente hechos que son relevantes para la resolución del caso
concreto-, y a peritos –quienes son una particular clase de testigos en
tanto son personas que cuentan con información relevante y
especializada sobre el objeto del proceso.

Para J. Andres8, “Los peritos se diferencian de los testigos en general


en tanto ellos no irán a dar testimonio de hechos, sino que emitirán
juicios acerca de los mismos”, acto que requiere de una determinada
experticia- por lo que sus opiniones son altamente relevantes.

En ella el Juez moderará el interrogatorio, por lo que evitará que el


declarante –sea un testigo o un perito conteste preguntas capciosas,

8
J. BAYTELMAN, Andres A. y DUCE, Mauricio (2005) Litigacion Penal, Juicio Oral y Prueba,
Editorial INCIPP, Lima – Perú, p.74.
sugestivas o impertinentes, y procurará que el interrogatorio se
conduzca sin presiones indebidas y sin ofender la dignidad de las
personas. Las partes, en ese mismo acto, podrán solicitar la reposición
de las decisiones de quien dirige el debate cuando limiten el
interrogatorio, u objetar las preguntas que se formulen (art. 378º.4).

Para el examen de testigos y peritos el Juez deberá identificar


adecuadamente a cada uno de ellos para así disponer que preste
juramento o promesa de decir la verdad (art. 378º.1).

Si sucede que el perito o testigo no comparece a la audiencia pese a


haber sido notificado adecuadamente indica el art. 379º que el Juez
ordenará su conducción compulsiva y el apoyo de quien propuso a
dicha persona como testigo o perito. No obstante, si el perito o testigo
no puede ser localizado a pesar de la medida de coacción el Juicio
deberá continuar prescindiendo de esa prueba.
Situación diferente se da cuando la inasistencia es justificada
(art.381º). En estos supuestos el Juez deberá proceder al examen del
perito o testigo en el lugar en que se encuentre el interrogado bien
trasladándose el Juez hasta allí –opción en la que los defensores
podrán representar a las partes- o bien optando por un sistema de
videoconferencia.

No obstante, el NCPP 2004 también regula en el art. 381º.3 una


excepción que es interesante mencionar:
“En casos excepcionales, el juez comisionará a otro órgano
jurisdiccional para la práctica de la prueba, pudiendo intervenir en la
misma los abogados de las partes. El acta deberá reproducir
íntegramente la prueba y, si se cuenta con los medios técnicos
correspondientes, se reproducirá a través de video, filmación o audio.”

Sin embargo, la inasistencia de los peritos o testigos no es el único


inconveniente que puede darse durante el examen a testigos y peritos.
Es muy concurrente que el perito o testigo indique no recordar la
información sobre la que se le examina. El código soluciona dicho
inconveniente indicando que se leerá la parte correspondiente del acto
sobre su interrogatorio anterior para hacer memoria. Lo mismo se
tendrá que llevar a cabo si durante la declaración surge alguna
contradicción con la declaración anterior que no es posible constatar o
superar de manera diferente (art. 378º.6).

A solicitud de alguna de las partes, el Juez podrá autorizar un nuevo


interrogatorio de los testigos o peritos que ya hubieran declarado en la
audiencia (art. 378º.10).

 EXAMEN DE TESTIGOS
Corresponde, en primer lugar, el interrogatorio de la parte que
ha ofrecido la prueba y luego las restantes. Cabe destacar que
antes de declarar los testigos no podrán comunicarse entre sí,
ni deberán ver, oír o ser informados de lo que ocurriere en la
sala de audiencia. Además, no se puede leer la declaración de
un testigo interrogado antes de la audiencia cuando hace uso
de su derecho a negar el testimonio en el juicio.
En caso el testigo que se interrogará sea un menor de 17 años
es factible que se acepte el auxilio de un familiar y/o psicólogo,
más se continuará con el proceso regular –sin perjuicio de
revocar esta decisión en el transcurso del proceso- si se
considera que el interrogatorio directo al menor no perjudica su
serenidad (art. 378º.3)

 EXAMEN DE PERITOS
Se inicia con la exposición breve del contenido y conclusiones
del dictamen pericial, el cual deberá ser leído si así resulta
necesario. Luego, se pasará a consultar con el perito
examinado si efectivamente el dictamen que se presenta es de
su autoría, si no ha sido modificado y si, finalmente, reconoce
la firma en la parte inferior del mismo (art.378º.5)

De ser afirmativo, el perito procederá explicando las


operaciones periciales que ha realizado, y será interrogados
por las partes en el orden que establezca el Juez, comenzando
por quien propuso la prueba y luego los restantes.
Para su examen se encuentra permitido que los peritos
consulten documentación, notas y publicaciones. Si se llega a
la situación en que los peritos expiden dictámenes diferentes u
opuestos se realizará un debate pericial. Para efectuarlo se
ordenará la lectura de los dictámenes periciales o informes
científicos o técnicos que se estimen convenientes (art. 378º.7).

2.2.2. PRUEBA MATERIAL


Según Velarde9, “Se entiende por prueba material aquella que de
manera directa o indirecta se encuentra vinculada al hecho delictivo”,
por lo que será expuesta ante el juzgador y analizada por las partes en
tato facilitará el esclarecimiento y comprensión sobre lo ocurrido.

Puede ser presentada tanto por los acusados y testigos como por los
peritos.

El NCPP 2004 define como pruebas materiales a “los instrumentos o


efectos del delito, y los objetos o vestigios incautados o recogidos, que
obren o hayan sido incorporados con anterioridad al juicio, siempre
que sea materialmente posible” su exhibición en el debate. (Art. 382º).

En ese sentido, en lo referente a la prueba material, los instrumentos o


efectos del delito y los objetos o vestigios incautados o recogidos, que
obren o hayan sido incorporados con anterioridad al juicio, siempre
que sea materialmente posible, serán exhibidos en el debate y podrán
ser examinados por las partes.

La prueba material podrá ser presentada a los acusados, testigos y


peritos durante sus declaraciones, a fin de que la reconozcan o
informen sobre ella.

2.3. ORALIZACION DE LA ACTIVIDAD PROBATORIA

En virtud de los principios del proceso acusatorio formal, la prueba


documental es incorpora al proceso sólo luego de su oralización en el Juicio.

9
VELARDE SANCHEZ, Pablo (2009) El Nuevo Proceso Penal, Editorial IDEMSA, Lima-Perú,
p.190
La oralización incluye, además del pedido de lectura, el de que se escuche o
vea la parte pertinente del documento o acta (art. 383º.1).

Esta actuación de medios probatorios puede darse a lugar bien a pedido de


la fiscal o bien a pedido de los defensores (art. 384º.1). Si bien se realizará
sea cual sea la parte que lo solicite, deberá seguirse un orden ya
establecido: primero, la Fiscalía; seguida por el abogado de actor civil y del
tercero civil; y –finalmente- el defensor del imputado.

Son oralizables según el artículo 383º del nuevo Código Procesal Penal los
siguientes medios probatorios:

1. Las actas conteniendo la prueba anticipada.


2. La denuncia, la prueba documental o de informes, así como también
las certificaciones y constataciones.
3. Los informes o dictámenes periciales. De igual manera lo serán que
las actas de examen y de debate pericial actuadas con la
concurrencia o el debido emplazamiento de las partes, siempre que
el perito no hubiese podido concurrir al juicio por fallecimiento,
enfermedad, ausencia del lugar de su residencia, desconocimiento
de su paradero o por causas independientes de la voluntad de las
partes. También se darán lectura a los dictámenes producidos por
comisión, exhorto o informe.
4. Las actas que contengan la declaración de testigos actuadas
mediante exhorto. También serán leídas las declaraciones prestadas
ante el Fiscal con la concurrencia o el debido emplazamiento de las
partes, siempre que se den las condiciones ya mencionadas de
fallecimiento, enfermedad, ausencia del lugar de residencia,
desconocimiento de paradero o en general cualquier causa que no
dependa de la voluntad de las partes del proceso.
5. Las actas levantadas por la Policía, el Fiscal o el Juez de la
Investigación Preparatoria que contienen diligencias objetivas e
irreproducibles (prueba pre constituida) actuadas conforme a lo
regulado en la ley. Ejemplo de esto serán las actas de detención,
reconocimiento, registro, inspección, revisión, pesaje, hallazgo,
incautación y allanamiento, etc.
Además, el art. 383º.2 dice que: “no son oralizables los documentos o actas
que se refieren a la prueba actuada en la audiencia ni a la actuación de ésta.
Todo otro documento o acta que pretenda introducirse al juicio mediante su
lectura no tendrá ningún valor”.

Por otro lado, debe mencionarse también que es antes de que finalice la
actividad probatoria que el Juez tiene la potestad de ampliar los cargos de la
incriminación en virtud del artículo 374º.2 del NCPP 2004.

Para que concurra este supuesto es necesario que el Juez Penal observe la
posibilidad de una calificación jurídica de los hechos objeto del debate que
no haya sido considerada por el Ministerio Público, en caso deberá advertir
tanto al Fiscal como al imputado de la existencia de dicha posibilidad para
así esperar que las partes se manifiesten sobre ello. Si alguna de las partes
anuncia que no está preparada para pronunciarse sobre la amplitud de los
cargos de incriminación, el Juez Penal suspenderá el Juicio hasta por cinco
días para dar oportunidad a que exponga lo conveniente transcurrido dicho
plazo.

CONTINUA CON TU 2° PARTE “OJO”


CONCLUCION

Podemos concluir, que la vulneración de los principios, establecidos en el


artículo 356 del NCPP. Como la oralidad, publicidad, inmediación,
contradicción, continuidad del juzgamiento, concentración de los actos del
juicio, identificación del juzgador y la presencia obligatoria del imputado y su
defensor, conlleva a la anulación del juicio o de la sentencia según sea el
caso; por ser arbitraria, ilegal, al ir en contra del debido proceso, el derecho
de defensa, la presunción de inocencia, la igualdad; derechos y garantías
fundamentales que no solo se encuentran amparadas en nuestra
constitución sino en los tratados de derechos internacionales de Derechos
Humanos, ratificados por el Estado Peruano, y que forma parte de la
legislación peruana; por lo tanto toda autoridad o persona debe cumplir o
hacer cumplir dichos principios.

BIBLIOGRAFÍA:
 J. BAYTELMAN, Andres A. y DUCE, Mauricio (2005) Litigacion Penal, Juicio
Oral y Prueba, Editorial INCIPP, Lima – Perú, p. 17.

 MELLADO ASENCIO, Jose. (2010) Derecho Procesal Penal 5° Edicion,


Editorial VALENCIA.

 ORONOZ SANTANA, Carlos (2006) El Juicio Oral en Mexico y en


Latinoamerica 2° Edicion. Editorial CARDENAS BLASCO, Mexico.

 SERVIGON NAKASAKI, Cesar “Juicio Oral”, Editorial GACETA JURIDICA,


Miraflores, Lima Perú.

 VELARDE SANCHEZ, Pablo (2009) El Nuevo Proceso Penal, Editorial


IDEMSA, Lima-Perú, p.186.

 VILLANUEVA CUBAS, Victor (2009) El Nuevo Proceso Penal, Editorial


PALESTRA, Lima-Perú.

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