Discurso Nikita
Discurso Nikita
Discurso Nikita
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"INFORME SECRETO" DE KRUSCHEV AL XX CONGRESO DEL
PCUS FEBRERO DE 1956
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vista y la exacti tud de su posición, quedaba sentenciado a la exclusión del
mando colectivo y a la correspondiente aniquilación moral y física.(...)
Debemos afirmar que el Partido libró una severa lucha contra los trostskistas,
los derechistas, los burgueses nacionalistas, y que desarmó ideológicamente a
todos los enemigos de Lenin. Esta lucha ideológica se llevó a cabo con éxito, y
así el Partido se vigorizó y templó. En esto Stalin representó un papel positivo
(...)
Ese enfermizo recelo creaba en él una desconfianza general, aun con respeto
a eminentes trabajadores del Partido a quienes habíamos conocido durante
años enteros. Por doquier veía «enemigos», «espías» y «traidores».
Así Stalin sancionaba en nombre del Comité Central del Partido Comunista de
la Unión Soviética (Bolchevique) la más brutal violación de la legalidad
socialista, la tortura y la opresión (...)
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La obstinación de Stalin se mostró asimismo no solo en decisiones
concernientes a la política interior del país, sino también en las relaciones
internacionales de la Unión Soviética (...)
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Soviética, para combatir la arbitrariedad de individuos que abusen del poder.
(...)
Político soviético
Desde estos cargos participó en las purgas estalinistas. En 1953, seis meses
después de la muerte de Stalin, llegó a la Primera Secretaria del Partido
Comunista de la Unión Soviética, y tres años más tarde, en el vigésimo
congreso del partido, denunció el stalinismo y el "culto de la personalidad".
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Los acontecimientos más destacados de su administración son los alborotos de
Poznán, la sublevación húngara (1956), y la tentativa fallida de instalar los
misiles en Cuba (1962).
Este discurso significó la ruptura de la línea oficial del Partido con los
postulados reflejados en el llamado estalinismo, de manera que se intenta
regresar al PCUS a su leninismo oficial e inicial, repudiando el culto a la
personalidad.
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Su nombre lo adquiere de la sesión en la cual fue pronunciado, ya que era una
sesión reservada en la cual no participaron los invitados extranjeros del
Congreso. Además su texto original sólo fue publicado en su totalidad en la
gaceta oficial del Comité Central del Partido el 3 de marzo de 1989, como
producto de la apertura realizada por Gorbachov en el proceso conocido como
glásnost.
El último día del Vigésimo Congreso del Partido Comunista [14 – 25 de febrero,
1956] de la Unión Soviética se celebró a puerta cerrada. Los delegados tenían
prohibido tomar notas. No había taquígrafo y no se esperaba ninguna
discusión. Fue en ese entonces que Nikita Khrushchev, Primer Secretario del
Partido Comunista, dio lectura a su ponencia sobre el culto del individuo. Se
trata de un documento extraordinariamente franco, en particular si se tienen en
cuenta los estándares de la neolengua comunista: Khrushchev va al grano e
identifica a Stalin, que había fallecido tres años antes, como el individuo en el
“culto del individuo”. Considerar a Stalin como un tipo de superhombre infalible
era ajeno a los preceptos del Leninismo-Marxismo. Y ahí, ya desde el
comienzo, está el problema: éste es un documento muy autosuficiente. Años
más tarde Khrushchev admitiría que tenía las manos manchadas de sangre,
pero que estaba convencido que presentar el informe secreto había sido lo
correcto: la locura tenía que parar. Sin embargo, el documento constituía a la
vez un ataque a la vieja guardia estalinista y como tal podía amenazar su
posición dentro del partido. Khrushchev muestra la prudencia de alabar al
comunismo (en particular a Lenin), mientras que perjudica a Stalin y, en menor
medida, a Beria.
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Sin duda alguna se podía hablar del “culto del individuo”, y Khrushchev atacó
mucho más que la mera glorificación de Stalin y las películas militares e
históricas que, según él, “nos enferman”. Echándole toda la culpa a un
individuo, Khrushchev tenía la esperanza de llevar a cabo un cambio, aunque
no muy grande. De acuerdo a sus propias palabras, “Estábamos asustados,
muy asustados. Teníamos miedo de que el descongelamiento ocasionara una
inundación que no fuéramos capaces de controlar y que nos ahogara”.
Durante su discurso Khrushchev leyó una carta que había estado suprimida y
que se había llegado a conocer como “el testamento de Lenin”. En la misma,
Lenin se queja de las malas maneras de Stalin, recomendando que no lo
nombren Secretario General (“conmoción en la sala”). Khrushev llega
rápidamente al párrafo que menciona los “graves abusos” de poder cometidos
por Stalin y las represiones a las masas de la década de los treinta. Aquí
también se anda con cuidado y compara a Lenin, cuyas malas maneras
estaban dirigidas a las clases enemigas, con Stalin, quien no tenía esos límites
y que era responsable de la muerte de camaradas comunistas aún cuando ya
se había ganado la revolución. Lenin había abolido la pena de muerte incluso
antes que se hubiera derrotado a la Guardia Blanca.
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CONCLUSIÓN
Pese a sus importantes méritos, para muchos miembros de la élite del Partido
Comunista y del aparato administrativo soviético, al final de su mandato
Jruschov había ido demasiado lejos. Sus errores en la política exterior y sobre
todo sus numerosos y mal pensados “experimentos” precipitaron su caída.
Su hijo Serguéi registró con una grabadora las memorias de su padre que,
sacadas clandestinamente del país, se publicaron en Occidente. En ellas,
Jruschov aseguraba no saber nada de las purgas estalinistas de los años 30.
Para el ex primer secretario, que había pertenecido al círculo de colaboradores
más íntimo de Iósif Stalin, fueron pasados por las armas o aniquilados en los
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campos de concentración siberianos solo los “enemigos acérrimos del poder
soviético”.
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