INSTITUCIÓN EDUCATIVA ALIANZA PARA EL PROGRESO

GUÍA #6 CIENCIAS RELIGIOSAS GRADO 9

DOCENTE: IVIS FIGUEROA.
PREGUNTAD DEL MATRIMONIO

Primera ¿NOS ATRAEMOS FISICAMENTE? ¿experimentamos magnetismo, enamoramiento,

pasión, agrado corporal? Si con el tiempo alguno de los conyugues abandona su cuidado físico
para agradar al otro, si se vuelve sucio, tosco o grosero, la rueda pasional avería y el vehículo se
estanca.

Segunda: ¿ME CONVIENE COMO PAREJA? En la expedición, ¿será una carga o una ayuda? ¿la
persona es física y mentalmente sana, trabajadora, ingeniosa, decisiva, agradable a los ojos de los
demás, posee recursos económicos, es responsable e independiente de sus padres? Esta segunda
rueda puede averiarse y estancar el vehículo si uno de los conyugues se niega a trabajar o a cumplir
sus responsabilidades, si adquiere un vicio, comete fraudes, es encarcelado o se vuelve destructivo.
Los conflictos por falta de dinero se originan en esta rueda.

Tercera: ¿NOS COMUNICAMOS BIEN? ¿Es interesante conversar con mis compañeros de viaje?
¿Nos complementamos intelectualmente, nos comunicamos con fluidez, somos espiritualmente
afines, compartimos los mismos anhelos? ¿Nuestra convivencia es constructiva pues aprendemos
uno del otro? Si en el matrimonio se pierde el gusto por charlar y compartir sentimientos, si el
conyugue ve la televisión en exceso, se niega a escuchar, se vuelve egoísta o abandona su
preparación intelectual o espiritual, la tercera rueda daña y se estanca el vehículo.

Cuarta: ¿ESTOY DECIDIDO A AMAR A ESA PERSONA? ¿He involucrado al máximo mi voluntad?
¿Poseo una conciencia de renuncia al pasado, acepto que nada volverá a ser igual, que todo lo
propio será de mi compañero, que mi tiempo, mi dinero y bienes los compartiré con él de por vida?
¿He tomado esa decisión libremente, sabiendo que implica sacrificio, amor incondicional y entrega
total y sin reservas? Si en el matrimonio sobrevendrán los malos tratos, los desprecios e incluso la
infidelidad. El verdadero amor es producto de la voluntad y no del romanticismo.

Si en una pareja existe atracción física, sus relaciones sexuales serán instintivas y superficiales. Si
sólo hay conveniencia, el sexo se parecerá mucho a la prostitución, al intercambio de mercancía.
Si sólo hay comunicación espiritual, el sexo se convertirá en “un sucio trámite carnal”: Si sólo existe
voluntad, el acto sexual será un sacrificio, parte de las obligaciones e imposiciones maritales. Una
relación sana debe ser a la vez pasional, de convivencia, de complemento y voluntad.

Existe la idea errónea de que la mayoría de las uniones conyugales fracasa por acoplamiento
sexual, pero esta es una gran mentira. El sexo, solo, no puede ser causa de divorcio, ya que la vida
sexual plena depende de la unión de los cuatros factores. Si existen los cuatro elementos (pasión,
convivencia, comunicación y voluntad) ninguno se atreverá a lastimar o exigir al que está fallando
sexualmente. Tomados de la mano en un ambiente de complicidad, lucharán juntos y, a menos que
tengan una rara disfunción física, resolverán sus problemas sexuales siempre. El sexo en el
matrimonio implica una convivencia de compromiso que funde las personalidades de los conyugues;
por tanto, crece y mejorará con el tiempo.

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A la unión libre le falta el cuarto elemento: decisión. La unión libre es una señal de duda. Es como
vivir como conyugues, pero sin compromiso matrimonial, disfrutarse en total intimidad sin promesa
de fidelidad. La relación es una relación a prueba y puede acabar en cualquier momento, sin muchas
complicaciones. El término “amor libre” es contradictorio en sí mismo: el que ama se compromete
con su pareja. Cuando se procura emprender un amor libre, la pareja se vuelve esclava de la
incertidumbre, la manipulación, el egoísmo. El verdadero amor no ésta libre, porque los seres
humanos comprometidos pueden amarse sin límites de entrega ni de tiempo.

Muchas personas piensan que la misión del ser humano es ser feliz. Pero la felicidad por sí mismo
no puede ser el objetivo de la vida. Quien cree que nació sólo para ser feliz es el más propenso a
las juergas, los desmanes sexuales, las orgias, las comilonas, el culto al dinero, el alcohol, la droga
y la unión libre. La misión del ser humano no es sólo ser feliz sino ser maduro, y en la madurez halla
la felicidad verdadera. La madurez se logra mediante la responsabilidad de nuestras decisiones y
asumiendo decisiones responsables. Todos estamos fallando a la madurez. Quien deja de madurar
deja de crecer, y quien deja de crecer empieza a envejecer.

En la vida cada quien escala su propia montaña. Algunas personas prefieren hacerlos solas para
sentir la satisfacción individual de conquistar cada risco sin ayuda y sin compartir el éxito con nadie.
A menos que se viva una experiencia espiritual muy intensa, el soltero se torna cada vez más
egoísta e intolerante, les exasperan a los niños y se irrita con gran facilidad ante los errores ajenos.

EL MATIMONIO COMO SACRAMENTO

El matrimonio es la unión estable entre varón y mujer (cónyuges), que tienen como objeto el bien
de los mismos cónyuges y la procreación y educación de los hijos, todo matrimonio es signo de la
alianza de Dios con toda la humanidad desde el principio de la creación. En el matrimonio se
expresa de modo especial la realidad que el ser humano, hombre y mujer, han sido creado como
imagen de Dios, para la fecundidad y la convivencia sobre la tierra. El amor mutuo entre los esposos
es signo del amor incondicional de Dios por su pueblo, por eso, por ser signo, es que es un
sacramento.

En el cristianismo el matrimonio es sacramento, es decir, signo eficaz que refleja el amor de Cristo
por su esposa la Iglesia. Los esposos son mutuamente signo personal de Jesús, de amor y de su
presencia. Con su consentimiento, libre y responsable, ante los testigos, los mismos esposos son
los ministros del sacramento, y por tanto se dan el consentimiento en nombre de Cristo.

La presencia de Cristo, especialmente a partir del sacramento, hace posible la unidad, fidelidad,
indisolubilidad y fecundidad. El amor entre esposo y esposa encuentra en el mismo Cristo, esposo
de la Iglesia, modelo de entrega y amor sin límites. Se trata del amor como Cristo amó a la Iglesia
y se entregó a sí mismo por ella. El amor de Cristo es punto necesario de referencia, como amor de
donación gratuita, perenne, irrepetible y fiel. A ejemplo de Cristo se busca el bien de la persona,
amada por sí misma, sin utilizarla. La donación implica todo el ser. En la vida matrimonial, todo el
ser, cuerpo y alma, expresa esta donación fecunda. El amor de donación tiende siempre al olvido
de sí mismo, para buscar el bien de la persona amada, sin condicionarla.

El amor matrimonial, a la luz del amor de Cristo, es fecundidad responsable en el número y

educación de los hijos. Para los cristianos el matrimonio no sólo es una elección para realizar la

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vida, sino que es sobre todo respuesta a su vocación, es decir a un llamado de Dios a vivir el amor
y ejemplo de su Hijo Jesús. Pero en la vida cristiana, de acuerdo con las enseñanzas de Jesús y de
la Iglesia, los creyentes, a esta vocación o forma de amar, suma otras dos formas más: el celibato
y la virginidad.

EL BIEN COMUN Y LA JUSTICIA

En todas las culturas existe el valor “justicia”, aunque puede tener diversos significados y
aplicaciones. Siempre indica el respeto de una realidad que es más allá de uno mismo, que puede
ser Dios, la historia, el cosmos, la humanidad, la sociedad en que se vive, los demás hombres y
mujeres. En este sentido se puede hablar de derechos y deberes, cuando se trata de personas
humanas, como miembros de la comunidad humana donde debe respetarse y armonizarse el bien
común y el bien de cada uno. En el campo jurídico, moral y sociológico, la justicia se concreta en
justicia distributiva, conmutativa y legal. Actualmente se habla mucho de justicia social.

Según el significado original que la Sagrada Escritura da en el Antiguo Testamento, la justicia es

ante todo la justicia de Dios que no se limita a la esfera jurídica. Es entendida como la acción
salvadora de Dios a su pueblo con quien ha hecho una alianza. La justicia en la Biblia es una acción
salvadora de Dios o de la persona humana como instrumento divino a favor de los pobres, humildes
y demás necesitados. Dios es un Dios justo que reclama justicia a favor de los pobres y
desamparados. Jesús muestra el amor de Dios por los pobres y exige igualmente justicia para con
ellos. La pobreza es una situación de injusticia social no querida por Dios. Es injusta la desigualdad
de los seres humanos, Dios quiere la igualdad de todos.

RESPETO A LA VIDA HUMANA

En todos los países, en todos los ambientes se habla del respeto a la persona como una realidad
fundamental que debe regir la vida, pero hoy como nunca se atropella a la persona, se le agrede y
se le violan sus derechos. Partiendo de la casa, la familia, del colegio, hemos de preguntarnos cómo
y en qué momentos respetamos a los demás y nos respetamos a nosotros mismos.

La sociedad actual atenta con facilidad contra la vida, ésta no es respetada en integridad, en muchos
casos se cree que un ser humano puede ser atacado o eliminado en el seno materno, porque no
tiene todas las condiciones de una persona.

Todos hemos vivido, en una u otra medida, durante periodos más o menos largos, experiencias en
las cuales la vida humana es atacada., no valorada y hoy más que nunca pareciera que la vida
humana no vale y se le puede terminar de cualquier forma. Son muchas las personas de nuestro
tiempo que han nacido y han vivido siempre sometidos al desprecio, que no han conocido otra cosa:
a nosotros compete el rescate del valor de la vida, respetar y hacer que sea respetada, desde el
niño más pequeño, pasando por el joven, el adulto y el anciano, la vida vale independientemente
de la condición de cada persona, todos merecemos respeto por el simple hecho de ser persona,
hijos de Dios y hermanos de Cristo.

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ETICA POLITICA

La ética índice fuertemente en la realidad política y la hace ver desde los problemas morales de
esta última. La política ha tenido a lo largo de la historia y en los distintos pueblos aceptaciones
diferentes, algunos la han entendido desde su perspectiva particular como beneficio de unos pocos,
pero en su verdadero sentido la política es la búsqueda del bien común, este es el bien de las
personas en cuanto que están abiertas entre sí a la realización de un proyecto unificador que
beneficia a todos.

La Iglesia promueve la participación de los laicos en la política como una oportunidad de

participación en los destinos de la humanidad, con ética y compromiso. Existen movimientos de los
laicos que trabajan por la defensa de los derechos de todos, por la igualdad social y por la justicia.

Así, en cualquier campo de la vida personal, familiar, social y política, la moral que se basa en la
verdad y que a través de ella se abre a la auténtica libertad ofrece un servicio original, insustituible
y de enorme valor no sólo para cada persona y para su crecimiento en el bien, sino también para la
sociedad y su verdadero desarrollo.

ETICA ECONOMICA

Son muchas las corrientes económicas que rigen a los pueblos, a todas las naciones. Todos los
países, en todas las épocas han tenido una organización para responder a sus necesidades; en los
últimos tiempos las más fuertes han sido el capitalismo y el socialismo.

Economía hace referencia a la distribución de los bienes, de forma tal que todos participen de ellos
por eso se establecen sistemas sociales que busquen la igualdad entre las gentes, en ellos se
mezclan muchos intereses, en la mayoría de los casos no todos los miembros de esa sociedad
participan igualitariamente de los recursos.

Existe una estrecha relación entre economía y ética. Los sistemas económicos surgen como
necesidad de organizar los bienes y recursos con el fin de repartirlos equitativamente entre todos.

El principal capital, sin duda alguna, de esta doctrina afirma que el hombre es necesariamente
fundamento, causa y fin de todas las instituciones sociales; el hombre repetimos en cuanto y
sociable por naturaleza y ha sido elevado a un orden sobrenatural.

De este transcendental principio, que afirma y defiende la sagrada dignidad de la persona, la santa
Iglesia, con la colaboración de sacerdotes y seglares competentes, ha deducido, principalmente en
el último siglo, una luminosa doctrina social para ordenar las mutuas relaciones humanas de
acuerdo con los criterios generales, que responden tanto a las exigencias de la naturaleza y a las
distintas condiciones de la convivencia humana, como el carácter específico de la época actual,
criterios que precisamente por esto pueden ser acertados por todos.

Las sociedades tienen sus propios sistemas. La injusticia y el desequilibrio social no surgen
únicamente de las relaciones personales, sino, ante todo, estructurales, es decir responden a los
sistemas económicos sociales.

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Lee detenidamente el texto y responde las siguientes preguntas en tu
cuaderno, las respuestas deben ir basadas en el texto anterior y contener
mínimo 10 líneas o renglones.
1.- ¿Explique las posibilidades del éxito del matrimonio?

2.- ¿Explique las relaciones de las parejas?

3.- ¿Explique los cuatro elementos de la unión conyugal?

4.- ¿Explique la unión libre?

5.- ¿Explique el matrimonio como sacramento?

6.- ¿Explique el significado de la justicia según la sagrada escritura en el antiguo testamento?

7.- ¿Explique la justicia?

8.- ¿Explique el respeto a la vida humana?

9.- ¿Explique la ética política?

10.- ¿Explica la ética económica?