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Como Aprendemos

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SIEMPRE APRENDEMOS

El aprendizaje es un proceso muy complejo, cuya definición teórica ha sido


tema de debate durante el último siglo.

Por este motivo no es de extrañar ver que, en psicología y ciencias


relacionadas, como es el caso de las ciencias de la educación, no se hayan
puesto de acuerdo en definir qué es el aprendizaje y cómo se da.

Existen muchas teorías del aprendizaje, todas ellas con sus ventajas e
inconvenientes. A continuación, vamos a verlas más a fondo, conociendo su
definición sobre lo que es el aprendizaje y conociendo algunos de sus más
grandes representantes.

 Artículo relacionado: "Psicología educativa: definición, conceptos y


teorías"

¿Cuántas teorías del aprendizaje hay?

En psicología existen muchas corrientes teóricas, hecho el cual repercute


sobre ciencias con las que tiene mucha relación, como las ciencias de la
educación. Por este motivo no es de extrañar que, a la hora de abordar qué es
y cómo se da el aprendizaje, muchos psicólogos y psicopedagogos hayan
propuesto diversas teorías, cada cual con sus seguidores y sus detractores.

Aunque todos hemos experimentado lo que es el aprendizaje, tratar de


definirlo no es tarea sencilla. Es un concepto difícil de delimitar, que puede
ser interpretado de formas muy diversas y la propia historia de la psicología es
una demostración de ello. No obstante, grosso modo podemos entender que el
aprendizaje son todos los cambios, tanto conductuales como mentales,
fruto de la experiencia, difiriendo bastante de persona en persona en función
de sus propias características y la situación.

De teorías del aprendizaje hay tantas como formas de verlo. Es difícil dar un
número exacto de cuántas teorías hay, dado que incluso dentro de una misma
corriente dos autores pueden diferir sobre cómo se da y qué es el aprendizaje.
Igualmente, lo que sí podemos decir es que su estudio científico surgió a
principios del siglo XX y que, desde entonces, se ha tratado dar una respuesta
a cómo se da este proceso tan importante en educación.

Las teorías del aprendizaje, resumidas y explicadas

A continuación, veremos las principales teorías del aprendizaje planteadas


desde principios del siglo pasado hasta el momento actual.

1. Conductismo

El conductismo es una de las corrientes psicológicas más antiguas, teniendo


sus orígenes a principios del siglo XX. La idea fundamental de esta corriente
es que el aprendizaje consiste en un cambio en el comportamiento, ocasionado
por la adquisición, refuerzo y aplicación de asociaciones entre los estímulos
del ambiente y las respuestas observables del individuo.

El conductismo deseaba demostrar que la psicología era una auténtica


ciencia, centrándose en los aspectos puramente observables de la conducta
y experimentando con variables estrictamente controladas.

De tal forma, los conductistas más radicales asumieron que los procesos
mentales no son necesariamente los que causan los comportamientos
observables. Dentro de este enfoque destacan Burrhus Frederick Skinner,
Edward Thorndike, Edward C. Tolman o John B. Watson.
Thorndike planteó que una respuesta a un estímulo se refuerza cuando a este
fenómeno le sigue un efecto positivo de recompensa, y que una respuesta a un
estímulo se volverá más fuerte a través del ejercicio y repetición.

La figura de Skinner es bien importante en el conductismo, siendo uno de sus


más grandes representantes con su condicionamiento operante. En su opinión,
recompensar las acciones correctas de la conducta las refuerzan y estimulan su
recurrencia. Por lo tanto, los reforzadores regulan la aparición de los
comportamientos deseados.

Otro de los referentes del conductismo lo tenemos en la figura de Iván


Pávlov. Este fisiólogo ruso es célebre por sus experimentos con perros,
aportando grandes influencias para el conductismo en general.

A Pávlov le debemos agradecer sus planteamientos sobre el condicionamiento


clásico, según el cual el aprendizaje se produce cuando se asocian de forma
simultánea dos estímulos, uno, el condicionado, y el otro, el incondicionado.
El estímulo incondicionado provoca una respuesta natural en el cuerpo y el
condicionado la empieza a desencadenar cuando se vincula a este.

Tomando como ejemplo sus experimentos, Pávlov mostraba a sus perros la


comida (estímulo incondicionado) y hacía sonar la campana (estímulo
condicionado). Al cabo de varios intentos los perros relacionaron el sonido de
la campana con la comida, lo cual les hacía emitir como respuesta a este
estímulo saliveo, como el que hacían cuando veían la comida.

 Quizás te interese: "Los 10 tipos de conductismo: historia, teorías y


diferencias"

2. Psicología cognitiva
La psicología cognitiva tiene sus orígenes a finales de la década de los 50.
Bajo esta corriente las personas dejan de ser vistas como meros receptores de
estímulos y emisores de respuesta directamente observable, como lo habían
entendido los conductistas.

Para la psicología cognitiva, los seres humanos actuamos como


procesadores de información. Así pues, los psicólogos cognitivos tienen
especial interés en el estudio de los fenómenos mentales complejos, que
habían sido bastante ignorados por los conductistas, quienes llegaron a afirmar
que el pensamiento no se podía considerar conducta.

La aparición de esta corriente en los años cincuenta no es casual, dado que fue
por aquel entonces que empezaron a aparecer los primeros ordenadores. Estas
computadoras tenían finalidades militares, y distaban mucho del potencial que
tienen ahora, pero que dieron pie a pensar que los seres humanos podíamos ser
comparados con estos aparatos, en tanto que procesamos la información. El
ordenador se convirtió en análogo de la mente humana.

En psicología cognitiva el aprendizaje es entendido como la adquisición


de conocimientos, es decir, el alumno es un procesador de la información que
absorbe contenidos, llevando a cabo operaciones cognitivas durante el proceso
y almacenándola en su memoria.

3. Constructivismo

El constructivismo emergió entre los años 1970 y 1980, como respuesta a la


visión de la psicología cognitiva. A diferencia de esa corriente, los
constructivistas no veían a los estudiantes como simples receptores pasivos de
la información, sino más bien como sujetos activos en el proceso de
adquisición de nuevos conocimientos. Las personas aprendemos interactuando
con el medio ambiente y reorganizando nuestras estructuras mentales.
Los aprendices son vistos como los responsables de interpretar y darle
sentido al nuevo conocimiento, y no simplemente como individuos que
almacenan, de forma puramente memorística, la información recibida. El
constructivismo implicó un cambio de mentalidad, pasando de tratar al
aprendizaje como la mera adquisición de conocimiento a la metáfora de la
construcción-conocimiento.

Aunque esta corriente maduró en los años setenta, ya existían unos cuantos
antecedentes sobre las ideas constructivistas. Jean Piaget y Jerome Bruner
anticiparon la visión constructivista varias décadas atrás, en los años trenta.

Teoría del aprendizaje de Piaget

Piaget elaboró su teoría desde una postura puramente constructivista. Este


epistemólogo y biólogo suizo afirmaba que los niños y niñas tienen un rol
activo a la hora de aprender.

Para él, las diferentes estructuras mentales van modificándose y combinándose


a través de las experiencias, mediante la adaptación al entorno y la
organización de nuestra mente.

El aprendizaje se da como resultado de los cambios y las situaciones


novedosas. Nuestra percepción del mundo se va renovando a medida que
vamos creciendo. Este proceso se compone por esquemas que nosotros
ordenamos mentalmente.

La adaptación tiene lugar mediante un proceso de asimilación, que modifica la


realidad externa, y otro de acomodación, que es el que cambia nuestras
estructuras mentales.
Por ejemplo, si descubrimos que nuestro amigo tiene un perro y hemos tenido
una mala experiencia previa con estos animales, como que nos han mordido o
ladrado, pensaremos que el animal nos va a hacer daño (asimilación).

Sin embargo, al ver que se nos acerca y hace gesto como que quiere que le
acariciemos la barriga, nos vemos obligados a cambiar nuestra clasificación
previa (acomodación) y reconocer que hay perros más simpáticos que otros.

Teoría del aprendizaje significativo de Ausubel

David Ausubel es también uno de los máximos exponentes del


constructivismo, recibiendo muchas influencias de Piaget. Opinaba que para
que la gente aprenda es necesario actuar sobre sus conocimientos previos.

Por ejemplo, si un docente quiere explicar qué son los mamíferos, primero
debe tener en cuenta qué saben sus alumnos sobre lo que son los perros, los
gatos o cualquier animal que esté dentro de esta clase de animales, además de
conocer qué piensan sobre ellos.

Así pues Ausubel tenía una teoría muy centrada en la práctica. El


aprendizaje significativo contrasta con el aprendizaje puramente memorístico,
como el retener largas listas sin discutir. Se defiende la idea de producir
conocimientos mucho más duraderos, que se interiorizan más profundamente.

4. Aprendizaje social de Bandura

La teoría del aprendizaje social fue propuesta por Albert Bandura en


1977. Esta teoría sugiere que las personas aprenden en un contexto social,
y que el aprendizaje se facilita a través de conceptos tales como el modelado,
el aprendizaje por observación y la imitación.
Es en esta teoría que Bandura propone el determinismo recíproco, que
sostiene que el comportamiento, el medio ambiente y características
individuales de la persona, se influyen recíprocamente. En su desarrollo
también afirmó que los niños aprenden observando a los otros, así como del
comportamiento del modelo, los cuales son procesos que implican atención,
retención, reproducción y motivación.

 Quizás te interese: "La Teoría del Aprendizaje Social de Albert


Bandura"

5. Constructivismo social

A finales del siglo XX la visión constructivista cambió aún más por el


aumento de la perspectiva de la cognición situada y aprendizaje, que hacía
hincapié en el papel del contexto y de la interacción social.

La crítica en contra del enfoque constructivista y la psicología cognitiva se


hizo más fuerte con el trabajo pionero de Lev Vygotsky, así como la
investigación realizada en la antropología y la etnografía de Rogoff y Lave.

La esencia de esta crítica es que el constructivismo y la psicología cognitiva


observan la cognición y el aprendizaje como procesos “atrapados” dentro de la
mente, de forma aislada del entorno, considerándolo autosuficiente e
independiente de los contextos en los que se encuentra.

El constructivismo social surgió como respuesta a esta crítica, defendiendo la


idea de que la cognición y el aprendizaje deben entenderse
como interacciones entre el individuo y una situación donde el
conocimiento es considerado como situado, es decir, producto de la
actividad, el contexto y la cultura en la que se forma.
6. Aprendizaje experiencial

Las teorías del aprendizaje experiencial se basan en las teorías sociales y


constructivistas del aprendizaje, pero situando a la experiencia como el centro
del proceso de aprendizaje. Su objetivo es entender cómo las experiencias
motivan a los estudiantes y promueven su aprendizaje.

De esta manera el aprendizaje se ve como un conjunto de experiencias


significativas, ocurridos en la vida cotidiana, que conducen a un cambio en los
conocimientos y la conducta del individuo.

El autor más influyente de esta perspectiva es Carl Rogers, quien sugirió


que el aprendizaje experiencial es el que se da por iniciativa propia, y con el
cual las personas tienen una inclinación natural de aprender, además de
promover una actitud completa de involucramiento en el proceso de
aprendizaje.

Rogers defendía la visión de que el aprendizaje debe ser facilitado. No se


puede amenazar al alumnado con castigos dado que, de esa forma, se vuelven
más rígidos e impermeables a los nuevos conocimientos. El aprendizaje es
más probable que se dé y sea más duradero cuando se da por iniciativa propia.

7. Inteligencias múltiples

Howard Gardner elaboró en 1983 la teoría de las inteligencias múltiples, en la


cual sostiene que la comprensión de la inteligencia no está dominada por
una sola capacidad general. Gardner afirma que el nivel general de
inteligencia de cada persona se compone de numerosas y distintas
inteligencias.
Aunque su trabajo es considerado algo muy innovador y, a día de hoy, no son
pocos los psicólogos quienes defienden este modelo, cabe decir que su trabajo
es también considerado especulativo.

Aún así, la teoría de Gardner es apreciada por los psicopedagogos, que han
encontrado en ella una visión más amplia de su marco conceptual.

8. Aprendizaje situado y comunidad de práctica

La teoría del aprendizaje situado y comunidad de práctica desarrollada por


Jean Lave y Etienne Wenger recoge muchas ideas de las teorías del
aprendizaje de varias corrientes psicológicas.

La teoría del aprendizaje situado destaca el carácter relacional y negociado del


conocimiento y del aprendizaje, cuya naturaleza se desprende de una acción
de compromiso hacia el conocimiento, que se da con mayor eficacia dentro de
las comunidades, sean del tipo que sean.

Las interacciones que tienen lugar dentro de una comunidad de práctica son
varias, como la cooperación, al resolución de problemas, la comprensión y las
relaciones sociales. Estas interacciones contribuyen al capital social y la
adquisición de conocimientos dentro de la propia comunidad, dependiendo del
contexto.

Thomas Sergiovanni refuerza la idea de que el proceso de aprendizaje es más


eficaz cuando se da en las comunidades, afirmando que los resultados
académicos y sociales mejorarán solo cuando las aulas pasen de ser meros
lugares a los que los alumnos tienen que ir obligados a verdaderas
comunidades de enseñanza y aprendizaje.

9. Aprendizaje y habilidades del siglo XXI


En la actualidad sabemos que aprender conocimientos teóricos y prácticos
debe ir más allá de lo que hay en los libros. La inmersión en nuevas
tecnologías y en capacidades sociales y creativas es algo fundamental en
un mundo que está en constante cambio. Uno de los referentes de esta
corriente es la Asociación para las Habilidades del Siglo 21 (P21) o
Partnership for 21st Century Skills

Entre las competencias valoradas hoy en día, además del dominio de las
nuevas tecnologías, están el pensamiento crítico, la mejora de las habilidades
interpersonales y el aprendizaje autodirigido, entre otras muchas más.

No es solo conocer datos o ser crítico con ellos, sino que también es la
adquisición de habilidades que resulten útiles para que el alumno, una vez sea
adulto pueda desempeñarse como un ciudadano con capacidad de
pensamiento. Es hacerle consciente de cuál es su huella ambiental, cómo
puede mejorar la humanidad, ser creativo o cómo desempeñarse como
buen vecino y padre.

DISEÑADOS PARA APRENDER

Está demostrado que las emociones son fundamentales para aprender.


¿Por qué no se suelen incluir en la enseñanza estándar?

David Bueno es director de la Cátedra de Neuroeducación en la Universidad


de Barcelona, que reúne a varios profesionales del área de datos para cerrar la
brecha entre neurociencia y educación.
Para ello, quieren recopilar los datos que tenemos sobre el cerebro
humano y utilizarlos para optimizar y mejorar las capacidades de los
niños a través de los propios mecanismos de aprendizaje del cerebro.
Como David cuenta, el cerebro humano es un órgano que ha sufrido un largo
proceso de evolución, aprendiendo del entorno y adaptándose a los cambios.
Ese propio proceso de evolución, innato en el cerebro, se puede aprovechar
para aprender nuevo conocimiento.
El trabajo de David también sugiere que conociendo qué áreas del cerebro
maduran en cada etapa, los alumnos pueden beneficiarse de una mejor
enseñanza. Está demostrado que las emociones son fundamentales para
aprender. ¿Por qué no se suelen incluir en la enseñanza estándar? De acuerdo
con la genética del aprendizaje, los genes influyen en nuestra capacidad
mental. Si tuviéramos en cuenta esas diferencias, el sistema de
enseñanza sería distinto a como es hoy, sería personalizado y más útil para
todos los alumnos.
¿Cuál debería ser el principal propósito de la enseñanza? Según la cátedra
de Neuroeducación que David dirige, debería ser “educar con
dignidad”. Como el mismo explica “Se refiere a los problemas profesionales,
a los problemas sociales, al respeto por las diferencias, a darle a todo el mundo
las mejores oportunidades posibles para aprender y conocerse a sí mismos”.
La idea de la educación con dignidad comprende algunos principios como el
entendimiento del origen de las diferencias biológicas y la manera en la que el
cerebro aprende, ofrecer a los distintos alumnos las mejores oportunidades
para desarrollarse cognitivamente y mejorar esas capacidades de manera ética.

Sin embargo, como David plantea, debemos tener en cuenta los límites


éticos a la hora de monitorizar la actividad de los alumnos durante el
proceso de aprendizaje. Se trata de un asunto muy importante que se debe
abordar desde la perspectiva de la neurociencia aplicada al aprendizaje.

¿CONOCES EL CONCEPTO LIFELONG LEARNING?

La necesidad de tener pasión por aprender

Dicen que el aprendizaje del ser humano debe tener lugar toda su vida. José
Antonio María, filósofo español, afirma que existe un principio del
aprendizaje que se ha cumplido a lo largo de los siglos y que ha regido
siempre en la sociedad, lo que él llama “La Ley Universal del Aprendizaje”,
que dice así:

“Toda persona, institución, sociedad, para sobrevivir, necesita aprender al


menos a la misma velocidad a la que cambia el entorno, y si quiere
progresar, tiene que aprender a más velocidad.”

Hace algún tiempo, en un post anterior dimos la bienvenida al planeta VUCA,


nuestro planeta, este que cambia constantemente a una intrépida velocidad. Y
al mismo tiempo que evoluciona, lo hace también todo conocimiento o
tecnología que lo compone: se quedan obsoletos en un abrir y cerrar de ojos.
Tiempo atrás no había ni tanta información ni esta corría tan rápido como
ahora, sin embargo, en el contexto actual, la información se multiplica
exponencialmente día tras día y se renueva antes de que podamos
interiorizarla. Frente a esta circunstancia, no nos queda otro remedio que
seguir aprendiendo. Y si somos capaces de hacerlo a una mayor rapidez de lo
que lo hace nuestro entorno, nos podremos adelantar y cogerle ventaja.

En su momento, Charles Darwin, gran científico evolucionista, ya lo


decía: “No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el
más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al
cambio”. Y así es como debemos ser nosotros.

Bajo esta idea de adaptación a un contexto que nos exige actualizar nuestras
habilidades para no quedar fuera de juego, surge el concepto lifelong learning.
El lifelong learning es este nuevo paradigma educativo que consiste en
aprender a lo largo de toda tu vida. De esta manera, vas ajustando todos los
conocimientos a la necesidad del entorno, sobretodo, en lo que respecta el
mercado laboral.

Este concepto engloba la idea que se puede aprender siempre y en todas partes
e implica tener una actitud receptiva hacia nuevos aprendizajes. No obstante,
muchas veces nos carece esta actitud. ¿Por qué? Como ya hemos dicho, el
aprendizaje durante toda nuestra vida es fundamental para el progreso. Sin
embargo, muchas veces asociamos “aprender” con el hecho de “estudiar”. Es
como si confundiéramos “salud” con “dieta de adelgazamiento”, no es lo
mismo.
A nivel social, e incluso personal, es imprescindible educar en una cultura del
aprendizaje, se debe transmitir pasión por aprender. La buena noticia es que
cada vez hay más ofertas educativas de programas de cursos y estudios. Pero
no basta con eso.  Necesitamos un sistema que potencie y nos eduque para
dejar de ver el aprender con mentalidad de opositor.

Tener la sensación de estar progresando, tener una actitud curiosa y tener un


sentimiento de autoeficacia, ayuda a ampliar las ganas de aprender. Hacerlo,
nos proporciona crecimiento intelectual, cultural, personal  y nos abre la
mente.

No debemos olvidar que siempre tendremos algo que mejorar, inquietudes que
resolver y habilidades por adquirir. Y no solo porque queramos matar el
gusanito que pica nuestra curiosidad sino porque la sociedad nos lo exige. Y el
antídoto para nuestro angustioso tiempo de incertidumbre es la mentalidad del
aprendizaje. Y recordad:

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