Sentencia C-621 de Julio 29 de 2003
Sentencia C-621 de Julio 29 de 2003
Sentencia C-621 de Julio 29 de 2003
TEMAS ESPECÍFICOS: RESPONSABILIDAD DEL REVISOR FISCAL, RESPONSABILIDAD PENAL DEL REVISOR
FISCAL, DESIGNACIÓN DE REPRESENTANTE LEGAL DE LA SOCIEDAD, RESPONSABILIDAD DEL
REPRESENTANTE LEGAL DE LA SOCIEDAD, RESPONSABILIDAD TRIBUTARIA DEL REVISOR FISCAL,
AUSENCIA DEL REVISOR FISCAL
SALA: PLENA
SALA: PLENA
PONENTE: MONROY CABRA, MARCO GERARDO
REVISTA JURISPRUDENCIA Y DOCTRINA N°: 381 DE SEPTIEMBRE DE 2003, PÁG.1690
legal.legis.com.co/document/Index?obra=jurcol&document=jurcol_75992041e3f4f034e0430a010151f034 1/5
26/8/2020 SENTENCIA C-621 DE JULIO 29 DE 2003
Por ello, la ley impone al comerciante la obligación de dar publicidad a tales hechos o actos, así
como su propia condición de comerciante (5) . Este interés de terceros, señala acertadamente
Garrigues, no es un interés difuso, sino concreto (6) .
(5) La ley mercantil distingue entre la “matrícula mercantil”, que es el registro de la condición de
comerciante, y el registro mercantil que es la anotación de los actos, libros, y documentos respecto
de los cuales la ley exige publicidad.
(6) Cf. Garrigues, Joaquín. Curso de Derecho Mercantil, Pág. 63, Bogotá, Ed. Temis, 1987. Explica
este autor que no todos los hechos de la vida profesional del comerciante se llevan a la publicidad,
pues hay sectores de su actividad que permanecen completamente cerrados a la publicidad legal,
como los que se refieren a los negocios que lleva a cabo, a sus posibilidades de venta, etc. Otras
actividades o situaciones tampoco son objeto de publicidad sin motivo suficiente, aun cuando su
conocimiento afecte el interés general, como sucede con la situación financiera del negocio: el
legislador en principio protege el secreto de la contabilidad mercantil y solo excepcionalmente su
publicación. En cambio, cuando el legislador impone la obligación de registrar determinado acto, lo
hace en defensa del interés concreto de un tercero, que puede verse afectado con él.
A diferencia de otros registros que son de naturaleza real, como el registro inmobiliario, el registro
mercantil es de naturaleza personal porque lo inscrito es la persona misma en su condición de
comerciante y los hechos y actos que a él lo afectan frente a terceros. Usualmente se le reconoce
un carácter meramente declarativo, en cuanto es simplemente un mecanismo de publicidad de
ciertos hechos o actos relevantes en el tráfico mercantil. Es decir, la inscripción en el registro no es
un requisito de aquellos que son necesarios para la existencia o para la validez de los actos
jurídicos inscritos, sino que únicamente los hace conocidos y por lo tanto “oponibles” a los terceros.
Así, una vez hecho el correspondiente registro, el acto tendrá efectos no solo entre quienes
participaron en él, sino erga omnes, por lo cual en adelante nadie podrá alegar su desconocimiento.
Este es el principio que se conoce como de “publicidad material del registro”, en virtud del cual, una
vez inscrito, el acto se supone conocido de todos. Por lo anterior, la doctrina señala que la finalidad
inmediata del registro es dar seguridad a las relaciones que implican la responsabilidad jurídica del
comerciante.
Ahora bien, a pesar de que los efectos del registro de manera general son simplemente
declarativos, la doctrina se ha percatado de que en ocasiones la inscripción obra como condición
sine qua non para la producción de los efectos jurídicos del acto inscrito, es decir como condición
de su eficacia jurídica. En este caso las inscripciones han sido llamadas “constitutivas” (7) . Dentro
de esta clase de inscripciones constitutivas se reconocen tres posibilidades: (i) aquellas cuya
omisión impide de manera absoluta la producción de efectos jurídicos; (ii) otras inscripciones cuya
falta no impide la producción de efectos jurídicos, pero sí ocasiona la imposibilidad de registrar
otros actos posteriores, como sucede cuando se omite el registro de la calidad de comerciante, o
matrícula mercantil propiamente dicha; y, (iii) aquellas cuya omisión permite que se produzcan
efectos jurídicos entre las partes que intervinieron el acto llamado a registrarse, mas no frente a
terceros. De esta clase son, por ejemplo, el registro de las escrituras de constitución de las
sociedades o de reforma del contrato social, a que se refieren los artículos 112 y 158 del Código de
Comercio, respectivamente (8) .
(7) Cf. Garrigues, Joaquín. Curso de Derecho Mercantil, Pág. 78. Bogotá, Ed. Temis, 1987. En el
mismo sentido, Cf. Luis Gonzalo Baena Cárdenas, Estudios de Derecho Mercantil, Bogotá, Escuela
Superior de Administración Pública ESAP, 1989, Pág. 161.
(8) ART. 112.—Mientras la escritura social no sea registrada en la cámara correspondiente al
domicilio principal de la sociedad, será inoponible el contrato a terceros, aunque se haya
consumado la entrega de los aportes de los socios.
ART. 158.—Toda reforma del contrato de sociedad comercial deberá reducirse a escritura pública
que se registrará como se dispone para la escritura de constitución de la sociedad, en la cámara de
legal.legis.com.co/document/Index?obra=jurcol&document=jurcol_75992041e3f4f034e0430a010151f034 3/5
26/8/2020 SENTENCIA C-621 DE JULIO 29 DE 2003
(9) De conformidad con lo dispuesto por el artículo 22 de la Ley 222 de 1995, son administradores
el representante legal, el liquidador, el factor, los miembros de juntas o consejos directivos y
quienes de acuerdo con los estatutos ejerzan o detenten esas funciones.
(10) Código de Comercio. ART. 163.—La designación o revocación de los administradores o de los
revisores fiscales previstas en la ley o en el contrato social no se considerará como reforma sino
como desarrollo o ejecución del contrato y no estará sujeta sino a simple registro en la cámara de
comercio mediante copias del acta o acuerdo en que conste la designación o la revocación.
Las cámaras se abstendrán no obstante de hacer la inscripción de la designación o revocación
cuando no se hayan observado respecto de las mismas las prescripciones de la ley o del contrato.
La revocación o reemplazo de los funcionarios a que se refiere este artículo se hará con el quórum
y la mayoría de votos prescritos en la ley o en el contrato para su designación.
Destaca la Corte que del texto de los artículos acusados no se deduce con claridad si los efectos
de la falta de inscripción del “nuevo nombramiento” se producen únicamente frente a terceros. En
efecto, las normas no solo no lo señalan, sino que el artículo 164 dice que el representante o
revisor “para todos los efectos legales” continuará siendo el que aparece inscrito. Aunque es
dable pensar que el conocimiento que tengan los socios respecto de la causa que puso fin al
ejercicio del cargo hace que frente a ellos y a la sociedad sí sea oponible la desvinculación y que
por lo tanto ante ellos no exista la responsabilidad inherente a la función de representante legal o
revisor fiscal, en cierta clase de sociedades, especialmente en las anónimas, no es presumible el
conocimiento general por parte de los socios respecto de la renuncia, remoción, muerte o cualquier
otra causa de retiro del cargo.
Lo anterior hace que en virtud de lo dispuesto por las normas acusadas pueda decirse que el
registro del nombramiento de representante legal o revisor fiscal tiene un carácter no simplemente
declarativo, sino también constitutivo, en cuanto los efectos jurídicos de la designación no se
producen ante terceros sino con la inscripción en la cámara de comercio, y en ocasiones
posiblemente esos efectos jurídicos tampoco podrán ser oponibles a los asociados o la misma
sociedad.
Por último, los alcances de las normas acusadas, especialmente de la expresión “para todos los
efectos legales”, hacen que el representante legal y el revisor fiscal sigan considerándose como
tales en todo sentido. Es decir en cuanto al cumplimiento de las obligaciones y funciones inherentes
al cargo, como a la responsabilidad personal por el incumplimiento o extralimitación en las mismas.
5. En este punto es necesario anotar que sobre el tema de la continuidad en la responsabilidad
inherente al cargo que le cabría al representante legal o al revisor fiscal después de la renuncia o
destitución, cuando estos actos han sido inscritos en el registro mercantil pero aún no se ha
registrado el nuevo nombramiento de la persona llamada a reemplazarlos, la Superintendencia de
Sociedades y aun la jurisprudencia ha propiciado una interpretación del artículo 164 del Código de
Comercio, ahora bajo examen, según la cual una vez inscrita la renuncia o la destitución, aunque
no se haya registrado un nuevo nombramiento, cesa la responsabilidad del representante legal o el
revisor fiscal respectivo. En efecto, la superintendencia sobre el punto expresó:
“El artículo 164 (...) quiere significar que frente a terceros se da prevalencia del orden externo de la
compañía sobre el orden meramente interno. El artículo 164 se refiere entonces a la publicidad que
requiere el nombramiento respectivo al exigir su inscripción en el registro mercantil, mas no al
desconocimiento de la elección
legal.legis.com.co/document/Index?obra=jurcol&document=jurcol_75992041e3f4f034e0430a010151f034 5/5