Tema 7 Mercantil
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Tema 7 Mercantil
LA PUBLICIDAD REGISTRAL
1. PUBLICIDAD EN GENERAL Y SUS MANIFESTACIONES TÉCNICO-JURÍDICAS
La publicidad surge como consecuencia de la necesidad del empresario de dar a conocer ciertos aspectos
relevantes de su actividad económica. Esta publicidad puede manifestarse de forma privada (también
llamada comercial) o bien de forma oficial o legal, que la que tiene lugar mediante la inscripción en registros
públicos.
Entre esos registros, el que más importancia tiene ahora para nosotros es el Registro mercantil, que es tanto
un mecanismo de publicidad como un instrumento de protección del tráfico mercantil.
Los Registros tienen, en nuestro derecho, carácter de fedatarios públicos (es decir, dan fe sobre la
autenticidad de aquello que se inscribe). Importante es tener en cuenta que el Registro Mercantil es un
registro de personas (hojas o folios personales), pero no de cosas. Se inscribirán por tanto los empresarios,
pero también ciertos hechos o aspectos relativos a su actividad, como por ejemplo los límites al poder del
factor o representante.
La regulación del Registro Mercantil se sitúa en los artículos 16 a 24 CCom, así como en el Reglamento del
Registro Mercantil (RRM) de 1996, reglamento que, por otra parte, se encuentra desfasado porque las leyes
de sociedades han cambiado y la parte de inscripción de sociedades se encuentra obsoleta.
a) Funciones y organización
En cuanto a su organización, el Registro consta de un Registro mercantil Central con sede en Madrid, y de
varios Registros Mercantiles territoriales con sede en cada capital de provincia y en otras ciudades de
especial actividad (Ceuta, Melilla, Ibiza).
b) Objeto de la inscripción
Existe en este caso una cierta incertidumbre, al existir diferentes criterios entre el Código de Comercio y el
RRM.
3º Las entidades de crédito y de seguros, así como las sociedades de garantía recíproca.
7º Las Sociedades Civiles Profesionales, constituidas con los requisitos establecidos en la legislación específica
de Sociedades Profesionales.
Así, nos encontramos con la siguiente situación: por un lado el RRM parece reflejar una lista abierta del
objeto del registro, es decir, los empresarios en general y otras personas que determine la ley. Sin embargo,
el CCom refleja una lista cerrada de sujetos que pueden acceder al Registro (sujetos determinados y
aquellos que determine la ley). El problema es que en esta enumeración del Código no se recogen todas las
modalidades de empresario, como por ejemplo, la Fundación-empresa.
Esta contradicción ha sido tratada por la doctrina en el siguiente sentido: cualquier empresario puede
inscribirse siempre que una ley, entendida en sentido formal, se lo permita, o cuando lo haga un reglamento
con habilitación legal. Así pues, dado que el RRM permite la inscripción a cualquier empresario en general,
todo empresario, incluidos los no mencionados expresamente en el artículo 16 CCom, puede inscribirse en
el Registro.
(En esta cuestión, se plantea también el problema de los emprendedores. La ley de emprendedores autoriza a
inscribir en el RM para limitar la responsabilidad de su patrimonio. Así, teniendo en cuenta que no todos los
emprendedores son empresarios, sino que los hay que son profesiones liberales, éstos también pueden
inscribir en el RM porque la ley de emprendedores así lo permite)
También podrán inscribirse los actos, hechos o negocios de los empresarios, previa habilitación legal en
cada caso.
c) Sujetos sometidos al deber de inscripción
El artículo 4 RRM establece que la inscripción en el Registro mercantil será obligatoria, salvo en los casos en
que expresamente se disponga lo contrario. Con esto se quiere decir que la inscripción es obligatoria para
que se produzcan los efectos de la misma.
Por otro lado, el artículo 19 CCom establece que la inscripción será potestativa para los empresarios
individuales, con excepción del naviero (empresario que organiza viajes en barco). En realidad, no es que el
naviero tenga la obligación de inscribirse. Lo que sucede es que este tipo de empresario individual, en caso
de estar inscrito, solo ha de responder de sus deudas empresariales con el buque y demás bienes adscritos al
ejercicio de su actividad, pero no con sus bienes personales. Por tanto, la no inscripción solamente trae
como consecuencia el no poder beneficiarse de la limitación de responsabilidad.
Así lo establece el artículo mencionado: “el empresario individual no inscrito no podrá pedir la inscripción de
ningún documento en el RM ni aprovecharse de sus efectos legales”.
Al margen del supuesto de los empresarios individuales, el carácter obligatorio al que hace referencia el RRM
no significa que la inscripción del acto, hecho o negocio tenga carácter constitutivo (constitutivo: el acto nace
con su inscripción, y no existiría hasta el momento de la misma ). En realidad, la regla general en Derecho español
es que la inscripción tiene carácter declarativo (el acto, hecho o negocio nace extrarregistralmente, y la inscripción
da constancia del mismo, desplegando sus efectos) , salvo las excepciones previstas en la ley.
-Publicidad material: se refiere a los efectos de la inscripción sobre el acto, hecho o negocio inscrito, aunque
esto lo analizaremos más adelante.
-Titulación pública (art.5 RRM): al RM solo pueden acceder hechos, actos o negocios que consten en
documentos públicos, salvo excepción prevista en la ley con respecto a los privados. Por tanto, destaca una
exigencia de forma, no como requisito ad solemnitatem ni ad probationem, sino como presupuesto de la
inscripción.
-Principio de legalidad (art.6 RRM): se traduce en un doble control del documento que pretende acceder al
registro. Por un lado, el control realizado por el fedatario público o notario que eleva a escritura pública el
acto, hecho o negocio que se quiere inscribir. Por otro, el control llevado a cabo por el propio registrador
mercantil. Ahora bien, éste doble control no excluye el control de legalidad realizado por los jueces, ya que el
doble control mencionado solo abarca la legalidad externa o formal del documento (capacidad de las partes,
requisitos esenciales…), correspondiendo al juez el control material o del contenido del documento.
-Principio de legitimación (art.7 RRM): significa que el acto, hecho o negocio inscrito se presume exacto y
válido. Ahora bien, la inscripción no produce efectos sanatorios o convalidantes, es decir, no subsana los
vicios que pueda tener el negocio inscrito. Se trata de una simple presunción iuris tantum, en protección del
tráfico y fundado en el doble control de legalidad ya explicado.
- Principio de fe pública (Art.8 RRM): se basa en que la declaración de inexactitud o nulidad de los asientos
del RM no perjudicará a los derechos de terceros adquiridos de buena fe conforme a Derecho,
entendiéndolos adquiridos conforme a derecho cuando se adquieran en virtud de acto o contrato que
resulte válido con arreglo al contenido del Registro.
-Principio de prioridad (Art. 10 RRM): no puede inscribirse un documento posterior que sea incompatible u
opuesto a otro anterior. Asimismo, implica que el documento que acceda primeramente al Registro será
preferente sobre los que accedan con posterioridad, debiendo el Registrador practicar las operaciones
registrales correspondientes según el orden de presentación.
a) Para inscribir actos o contratos relativos a un sujeto será precisa la previa inscripción del sujeto.
b) Para inscribir actos o contratos modificativos o extintivos de otros anteriores será precisa la previa
inscripción de éstos.
c) Para inscribir actos o contratos otorgados por apoderados o administradores será precisa la previa
inscripción de éstos.
-Principio de publicidad formal (Art. 12 RRM): EL RM, como hemos dicho, opera como un Registro público.
Existen dos técnicas jurídicas de acceso al Registro: la nota informativa o una certificación. A ellas debe
añadirse la posibilidad hoy en día del acceso telemático al Registro.
e) Procedimiento de inscripción
El procedimiento se inicia mediante la presentación del documento o documentos que se quiere que
accedan al Registro. Estos documentos serán sometidos a calificación (el doble control de legalidad externa
o formal al que nos hemos referido). Si esta calificación es positiva, se procede a la inscripción inmediata; si
es negativa, existe la posibilidad de impugnación ante la DGRN.
La publicación en este diario oficial sirve como mecanismo para facilitar al tráfico jurídico el conocimiento
de los actos, hechos o negocios que acceden al Registro Mercantil. Ahora bien, en este Boletín no se publica
la totalidad del documento inscrito, sino solo unextracto del mismo, lo que produce una cierta
indeterminación an algunos casos. La publicación, en todo caso, corresponde al Registro Mercantil Central,
cuyos registradores serán los encargados de determinar qué partes o extractos de lo inscrito deben ser
objeto de publicación.
Por un lado, la inscripción produce un EFECTO POSITIVO: El acto, hecho o negocio inscrito es oponible frente
a terceros de buena fedesde el momento de su publicación en el BORME (Art. 9 RRM). Ahora bien, la
oponibilidad juega respecto de lo inscrito en el Registro, no de lo publicado en el BORME, a pesar de que la
misma juegue desde el momentode la publicación.
No obstante, hay una excepción, prevista en el artículo 9.2 RRM: “Cuando se trate de operaciones realizadas
dentro de los quince días siguientes a la publicación, los actos inscritos y publicados no serán oponibles a
terceros que prueben que no pudieron conocerlos”. Se trata, sin embargo, de una excepción con muy poca
importancia en la práctica, ya que es muy difícil demostrar que no se pudo conocer algo que ha sido
publicado en el BORME.
Por otra parte, en el artículo 9.3 se prevé la posibilidad de discordancia entre lo inscrito y lo publicado. En
estos casos, los terceros de buena fe podrán invocar la publicación si les fuera favorable. Quienes hayan
ocasionado la discordancia (normalmente el registrador) quedarán obligados a resarcir al perjudicado.
Debemos precisar que se entiende por tercero de buena fe a estos efectos. Es aquel tercero que:
Por último, hay también un EFECTO NEGATIVO: el acto, hecho o negocio inscribible pero no inscrito no es
oponible a terceros de buena fe. Si lo será a los terceros de mala fe, es decir, aquellos que, pese a la falta de
inscripción, tuvieran conocimiento por cualquier otro medio del acto, hecho o negocio correspondiente.
-Buques y aeronaves.
Asume las funciones del Registro de venta a plazos de bienes muebles y del Registro de condiciones
generales de la contratación.