ESTEREOTIPO Y FETICHISMO La Construcción Del Cuerpo
ESTEREOTIPO Y FETICHISMO La Construcción Del Cuerpo
ESTEREOTIPO Y FETICHISMO La Construcción Del Cuerpo
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AGRADECIMIENTOS
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AUTORIZACIÓN DE LA AUTORÍA INTELECTUAL
Yo, Diego David Oscullo Yépez en calidad de autor del proyecto de investigación sobre
“Estereotipo y fetichismo: la construcción del cuerpo femenino en la producción del cine
pornográfico”, por la presente autorizo a la UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR, hacer
uso de todos los contenidos que me pertenecen o de parte de los que contiene esta obra, con fines
estrictamente académicos o de investigación.
Los derechos que como autor me corresponden, con excepción de la presente autorización,
seguirán vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los artículos 5, 6, 8, 19 y
demás pertinentes de la Ley de Propiedad Intelectual y su Reglamento.
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ÍNDICE DE CONTENIDO
Dedicatoria ii
agradecimientos iii
Autorización de la Autoría Intelectual iv
Índice de contenido v
Índice de anexos vi
Resumen vii
Abstract viii
Introducción 1
CAPÍTULO I
EL CUERPO: UNA ENCRUCIJADA CULTURAL
1.1 El cuerpo deseado: la perspectiva que no puede faltar 8
1.2 El cuerpo pornográfico 13
CAPÍTULO II
VISUALIDAD Y COMUNICACIÓN: UNA CONTIENDA EPISTÉMICA
2.1 Las imágenes y la cultura visual 18
2.2 Lo monstruoso y la representación: la vía para llegar al cuerpo ideal 23
2.3 Del estereotipo al fetichismo: la imagen femenina en construcción 25
2.4 Comunicación: el espacio donde se construyen sentidos 28
CAPÍTULO III
EL CUERPO FEMENINO PORNOGRÁFICO: UN PUNTO DE VISTA EPOCAL
3.1 Porno de los 70: linda lovelace, el cuerpo que habla 33
3.2 El cuerpo en la época del glamour y la sofisticación 38
3.3 El cuerpo joven, estereotipo de belleza 41
3.4 El cuerpo monstruoso de nuestros días 45
CAPÍTULO IV
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
4.1 Conclusiones 49
BIBLIOGRAFÍA 53
v
ÍNDICE DE ANEXOS
Anexo 1. Fotos 55
vi
TEMA: “Estereotipo y fetichismo: la construcción del cuerpo femenino en la producción de cine
pornográfico”
RESUMEN
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TITLE: “Stereotype and fetishism: construction of the feminine body in the production of
pornographic films”
ABSTRACT
The current work is intended to expose and understand how the body in pornography goes beyond
beauty stereotype and becomes a fetish; in other words a sexual object, departing from an analysis
of diverse contexts, where pornography is exposed, as well as platforms where it is reproduced. The
body becomes a thing, because it is reduced to minimum characteristics, which considers the body
a part of the social and cultural stuff, to observe the building of realities. In this sense, the body is
understood as meanings phenomenon, regardless of the place where it is expressed, the same occurs
from the virtual anthropology, because there is a reflection on the body and social relations to it.
Regarding communication, it departs from functionalist proposals, because a matching with culture
is made; hence, considering it is a social field intended to build realities.
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INTRODUCCIÓN
Los debates alrededor del cuerpo se producen en distintos lugares y con enfoques variados como
el posestructuralista. En espacios como el teatro, el deporte, la fiesta, el cine y la vida cotidiana el
cuerpo se exhibe en todo su esplendor, crea un sinnúmero de sentidos no solo en el sujeto que
realiza la acción, sino también en el espectador que está involucrado en la construcción de
realidades por medio de lo que observa y vive. El cuerpo no es el lugar que aprisiona al alma como
dice Platón, o peor aún un instrumento que se utiliza para el trabajo. El reflexionar sobre este tema
permite la interrelación entre disciplinas como la comunicación y la antropología, porque se
estudiará al cuerpo como un concepto, o mejor dicho como un punto de vista que crea sentidos y
erige imaginarios en la sociedad y en cada época.
En este sentido juega un papel importante la comunicación, porque como disciplina de estudio
abarca todo lo social, en el que se constituyen distintas realidades que no pertenecen solo a la idea
de comunicación como medios de información, sino también a un proceso cultural donde hay un
diálogo de las manifestaciones corporales y el individuo que crea imaginarios alrededor de lo que
mira y siente.
El cuerpo no es solo un organismo biológico que atraviesa un ciclo sin crear sentidos en el proceso,
sino también es un fenómeno sociocultural que encierra y genera discursos. Además, se construye
en gran parte por un lenguaje hegemónico que se posiciona como única verdad. En tiempos del
filósofo griego Platón, el cuerpo es visto como la prisión de lo importante, el alma. De igual manera
se lo considera un objeto que se puede dañar y que sin lo espiritual sería similar a un animal o a
cualquier objeto inanimado, y más no como un espacio necesario para comprender la realidad social
de cada época. De esta manera habrá un análisis del cuerpo en la pornografía, un espacio
importante en el que se crea imaginarios en cuanto a la relación sexual y a la apariencia de la mujer.
En este mismo sentido se reflexionará en torno a la pornografía desde definiciones básicas
propuestas por médicos hasta la lucha epistemológica. Es decir, considerar que es un concepto de
acuerdo a contextos y no una definición fija y totalitaria. En otras palabras, se la observará como
un punto de vista que pertenece a cada época y puede cambiar con el t i e m p o .
Por otro lado, también, se analiza a la comunicación junto con la visualidad y representación para
acercarse a la comprensión de las tres categorías referente al cuerpo. La comunicación ha sido
vista netamente desde un enfoque funcionalista (Emisor, mensaje, receptor). Sin embargo, la
disciplina va más lejos, tanto así que no existe un solo concepto que englobe su objeto de estudio.
De igual manera se aborda el tema de visualidad, donde se intenta dejar en claro que la imagen se
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distancia de ser puramente una imagen sola, sino que forma parte de una cultura visual capaz de
mostrar múltiples realidades por medio del conglomerado de lenguajes.
Por último, se hace un análisis del cuerpo pornográfico en diferentes épocas. Cabe recalcar que no
se realiza solo una descripción de cómo se manifestó el cuerpo, sino una relación entre cada década
hasta la actualidad. Se tiene en cuenta videos y actrices como referentes para que la investigación
se enriquezca y se exhiba de mejor manera el cambio del cuerpo desde los 70 hasta la actualidad.
En el primer capítulo “El cuerpo: una encrucijada cultural” se hace un análisis del cuerpo como un
fenómeno social y cultural y se deja de lado la idea de que es una máquina que no sirve después de
sufrir algún daño. Después realizar un abordaje teórico sobre el cuerpo dentro de un campo donde
se manifiesta y es creador de sentidos y realidades. En otras palabras, se estudia al cuerpo
pornográfico, teniendo en cuenta que ambos son conceptos que cambian con el tiempo, y no
permanecen fijos.
De igual manera, se explicará el cuerpo pornográfico, un espacio que sobrepasa el deseo colectivo
y se hace cada día más individual. En primer lugar, se realizará un estudio de la pornografía. Se
tomará definiciones para aclarar a qué nos referimos cuándo hablamos del cuerpo pornográfico.
Las primeras tesis, que no son menos importantes que las más contemporáneas, las formularon
personas relacionadas al campo de le medicina y de la jurisprudencia. Los individuos vieron al
porno como lo insalubre y conceptualizaron desde ese enfoque.
Al tener en cuenta las definiciones propuestas por los médicos, se planteará que existe una lucha
epistémica para esbozar una sola definición de pornografía, lo que nos permitirá decir que se la
entiende como un punto de vista, así como la muestra del sexo en demasía y el cuerpo expuesto.
El cuerpo pornográfico es una estatua que se muestra desnuda dispuesta a que no solo le miren, sino
que busquen, que analicen. Es un cuerpo que está dispuesto y abierto a ser escudriñado por el
observador.
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se detiene ahí, sino que se reflexiona sobre la imagen, no como única, sino como todo un conjunto
de lenguajes que dialogan juntos para crear sentidos.
En el tercer capítulo “El cuerpo femenino pornográfico: un punto de vista epocal”, se hace un
análisis de tres filmes pornográficos de diferentes épocas y del cuerpo en cada una de estas. No
solo se desarrolla una descripción, sino una comparación entre los cuerpos de los 70, 80, 90 y los
contemporáneos. También se intenta comprender la construcción del cuerpo de la mujer de acuerdo
a diferentes contextos y épocas, como el cambio que atraviesa la producción de pornografía en
internet.
El desarrollo de esta investigación intenta ir más lejos de los estudios cuantitativos. Es decir, no
proponer datos de medición que sustenten un análisis social, sino ir a algo más subjetivo, que al
igual que los hechos (cifras) son importantes para tener una idea sobre los problemas de la sociedad
actual. De igual manera la investigación no pretende plantear una solución en relación a la
construcción del cuerpo femenino en el cine pornográfico, sino abrir un diálogo sobre situaciones
conflictivas como la corporalidad, estereotipo y fetichismo. Asimismo, al abandonar las
comprobaciones cuantitativas se propone ir a un análisis cualitativo, donde las opiniones de los
observadores de pornografía son importantes, el mirar el cuerpo de las mujeres en el porno crea
sentidos en las personas sobre la belleza y la sexualidad, ya que es un referente por ser de los lugares
más visitados por las personas. La investigación cualitativa es importante porque se hace una
investigación del cuerpo como constructor de sentidos en cada época.
Al tener en cuenta esto, se utilizará como metodología de estudio la etnografía virtual, porque se
quiere alejar de los planteamientos obsoletos que señalan que la única forma de comprender
realidades se lo hace con métodos objetivos. Es así que se plantea la etnografía como un modelo
de estudio, en primer lugar, porque la comunicación puede abordar otras metodologías que no
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sean encuestas o focus group, sino observar las prácticas cotidianas de los usuarios de la web, en
este caso usuarios de portales pornográficos.
También la etnografía es significativa en la investigación porque nos permite acercarnos con las
realidades de muchos usuarios de internet que cada día crean más categorías en cuanto al cuerpo
pornográfico, tomando en cuenta lo que buscan en internet. Dentro de la pornografía, hacer una
búsqueda de lo que provoca más líbido y por medio de lo que se forma un imaginario de belleza y
deseo sexual.
“la etnografía consiste en que un investigador se sumerja en el mundo que estudia por un tiempo
determinado y tome en cuenta las relaciones, actividades y significaciones que se forjan entre
quienes participan en los procesos sociales de ese mundo” (Hine, 2004)
Se observa las relaciones que existen entre modos de mirar pornografía, comprender el cambio del
cuerpo de acuerdo a épocas y puntos de vista. Es fundamental señalar que, al considerar la
construcción del cuerpo como una perspectiva, nos permite dejar de lado el medir por números
cuál es el cuerpo deseado, porque en la investigación se considera a la belleza y al deseo como no
eternos y que pueden cambiar. Nos acercamos a la idea de que el cuerpo en la pornografía es un
objeto para cada persona, cada usuario tiene sus preferencias y sus perspectivas por las que
construye su mundo. Clasifica a la mujer en relación a sus deseos.
La etnografía virtual permite comprender cómo la tecnología puede crear sentidos en las personas,
por ejemplo, buscar cada día una mujer inexistente, con atributos exagerados, que solo es real para
la persona que mira el video, pero que es una representación falsa. El uso de internet aleja a las
personas de sucesos reales y crea imaginarios que sustituyen esa realidad. La pornografía desde esa
perspectiva remplaza al sexo real, entre dos personas de carne y hueso y lo sustituye por la relación
hipersexual entre dos o más personas, haciendo que el sexo se convierta en algo solo alcanzable
por medio de la mirada. De igual manera se puede observar cómo el cuerpo estereotipado y
fetichizado de la pornografía hegemónica, la heterosexual, remplaza los cuerpos, lo que provoca
que la idea de belleza cada día cambie. O peor aún que el concepto de belleza permanezca en el
cuerpo como objeto sexual, y se olvide del sujeto.
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CAPÍTULO I
La pregunta, ¿De qué hablamos cuando hablamos de cuerpo? Podría suponerse que se la hace de
forma retórica, o, también podría generar respuestas sencillas y desde un carácter netamente
biológico. Mas esta cuestión es complicada, y, a cualquier persona que estudie esta categoría lo
lleva a un análisis profundo, que no está exento de dificultades, ya que el concepto cuerpo ha
generado varias nociones desde diferentes sectores sociales, y desde diversas disciplinas y
contextos. Sin embargo muchas de estas, como la sociología, entienden al cuerpo como fenómeno
sociocultural, el cual encierra discursos y se construye por medio de un lenguaje hegemónico.
Ahora bien, el cuerpo, en un principio, solo es considerado una herramienta, la cual sirve para
muchas cosas, como el trabajo. Pero también es un mecanismo que se puede dañar con facilidad.
Según el pensamiento de Platón el cuerpo no es nada más que lo que impide ser totalmente libre
al pensamiento, lo que detiene y desvía a la mente de su verdadero propósito, ya que este debe
mantenerse sano. De igual manera, René Descartes aborda al cuerpo desde las mismas
perspectivas, es decir material/espiritual. En otras palabras el cuerpo como una máquina, que sin
lo espiritual el ser humano no sería tan diferente que un animal.
Si este pensamiento se mantuviera en la actualidad, el cuerpo pornográfico sería esa máquina que
funciona sin su alma. Se mueve y actúa como cualquier otro ser vivo, deja a un lado todo discurso
y llega a ser semejante a un animal. Estos pensamientos fueron correctos en sus diferentes
contextos, pero si observamos al cuerpo como algo cultural y social desviamos la mirada hacia
otro lado.
Este cuerpo no es solo algo material que siente dolor y placer, que se corrompe y enferma, sino es
un campo sociocultural donde el sexo y el género juegan o luchan con discursos establecidos, los
cuales definen qué es uno, de acuerdo a categorías binomiales, es decir hombre-mujer, femenino-
masculino. El cuerpo llega a importar más si pertenece a un lado de la frontera. Esto quiere decir
que, el hombre por las características físicas, por su sexo, es más importante que otros sujetos.
El sexo es un elemento que no se puede separar del cuerpo, y es, a lo largo de la historia, lo que ha
definido al sujeto, es decir si este es masculino o femenino. La mujer desde esta perspectiva tiene
un cuerpo sexuado en femenino. En otras palabras tiene y vive en un cuerpo femenino que se define
por medio del sexo. (Torras, 2007, pág. 11)
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Si se comprende esto, se observa que el cuerpo es un fenómeno, que se quiera o no, se constituye
por estos parámetros en la realidad social. De esta forma se es hombre o se es mujer, “se pertenece
a una de las dos categorías y se participa irremisiblemente de una mayoría substancial de sus
atributos más definitorios (en tanto que el otro se define por la falta de ellos)” (Torras, 2007, pág.
12) Es así que el cuerpo viene a ser identificado por esos elementos que tiene y se define a una
persona de acuerdo a estos. Sin embargo este binomio también es una construcción y no solo una
cuestión biológica. Si alguien nace con características femeninas será definida como mujer, pero
la cuestión cultural y social serán las últimas por especificar esto, ya sea que exista una marca de
femineidad. Esto no quiere decir que yo elegiré cada día que quiero ser, sino que existe una
imbricación de la cultura y la sociedad que definen a una persona.
Esto lleva a la reflexión que hace Pierre Bourdieu sobre los órganos sexuales masculino y
femenino. Este se refiere a que las partes sexuadas son una construcción social que se origina en
la razón androcéntrica, y que se fundan a partir de los estatutos sociales que se les atribuye.
Bourdieu explica cómo la conformación de un cinturón1 es la que divide, la que traza un límite
simbólico entre lo puro y lo impuro. En otras palabras una división de lo masculino y femenino.
Ahora bien, vemos cómo es sustancial tener en cuenta esta noción del cuerpo. Es decir el carácter
biológico, cultural y social se entrelazan para así dar una significación a lo corpóreo. Se observa
cómo este se construye de acuerdo a factores heterosexuales y heteronormados, los cuales dan
valor, tomando en cuenta las características físicas. De esta forma al cuerpo le rige una
heterosexualidad obligatoria, y si este no se sujeta a esto, es rechazado, oculto, en otras palabras,
es un tabú. (Hablando desde la sociedad occidental)
¿Por qué el cuerpo debe ser de una forma para llegar a ser importante y deseado? En lo social, este
cuerpo se construye bajo algunos factores para ser aceptado. En primer lugar, este cuerpo, como ya
se dijo, es femenino o masculino por su materialidad, por su sexo. Esto quiere decir que estamos
frente a un cuerpo de binomios. Y según esto nos situaremos en un lado o en otro, queramos o no.
O como dice Meri Torras: “Una no puede deshacerse de su propio cuerpo, ni siquiera transformarlo
tan fácilmente, no podemos pretender ser completamente otros/as en un mismo cuerpo ni
completamente los/as mismos/as en otro cuerpo, porque el cuerpo dice quiénes somos. (Torras,
2007, pág. 17)
Continuando con esta misma idea, Michel Foucault en su libro “El orden del discurso” (1970)
reflexiona sobre el cuerpo y dice que este es un lugar donde los dispositivos de poder juegan y se
1
“El cinturón es un signo de cierre del cuerpo femenino, que se impone a las mujeres en sociedades
occidentales. Asimismo simboliza la barrera sagrada que protege la vagina, socialmente constituida como
un objeto sagrado y sometido a reglas de evitación y acceso, que determinan las condiciones del contacto
aceptado” (Bourdieu, 2000, pág. 29)
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articulan. Estos son los que dan una marca de importancia al cuerpo, ya que parte de discursos
institucionalizados y que norman; que se debe hacer, cómo se debe ser, que se debe escuchar o
ver, etc. Instituciones que construyen un cuerpo estereotipado por medio de diversas
representaciones, por ejemplo el cine pornográfico.
Por otro lado nos encontramos frente a un cuerpo fronterizo, es decir que de acuerdo a cada lugar
el cuerpo significará algo distinto, o por otro lado se construirá de forma diferente. En otras
palabras, cada lugar tiene su forma de ver y construir el cuerpo y considerarlo importante. Por
ejemplo, Umberto Eco en la historia de la fealdad explica como la belleza del cuerpo es un punto
de vista contextual y epocal. Este explica a partir de obras arquitectónicas, la diferencia de lo que
es bello o feo en cada siglo, la imagen de la mujer en este tipo de representación tiene diferencias
en cada época. El cuerpo, según los tiempos y lugares tienen sus características, este puede
provocar deseo en el espectador de acuerdo a lo que él considere bello. Bourdieu explica la idea
de la arbitrariedad cómo algo sin definir, así el cuerpo como deseo entra en este espacio.
Sin embargo “la atribución de belleza o de fealdad se ha hecho atendiendo no a criterios estéticos,
sino a criterios políticos y sociales”. (Eco, 2007, pág. 11) Lo que nos remite a lo ya mencionado.
Eco explica claramente como la belleza y fealdad de los cuerpos tienen que ver con la construcción
social y cultural de cada lugar y época. Lo que yo considero importante y lo que después llego a
desear (lo sexuado del cuerpo) no fue lo mismo en otros siglos. Así también “Decir que belleza y
fealdad son conceptos relacionados con las épocas y con las culturas no significa que no se haya
intentado siempre definirlos en relación con un modelo estable” (Eco, 2007, pág. 14)
Y dentro de este modelo está el sexo, normando la formación de un sujeto. Por otro lado también
existe un individuo que intenta, con fuerza, una identificación, y lo logra o lo hace por medio de
la exclusión y la abyección a esa regla. Esto ayuda y es necesario para que exista una identificación
y que ese cuerpo rechace las dos únicas formas de representarse. Este es un postulado que gran
parte del feminismo reflexiona acerca de la materialización del cuerpo.
Ahora bien, vemos como lo social y cultural actúan sobre lo natural, por medio de la imposición
de parámetros. Pero esto no significa que lo natural queda por completo ausente o no tenga
importancia, por el contrario este necesita de lo social y cultura para adquirir un valor. Esto no
quiere decir en palabras de Judith Butler que “lo natural se construye como aquello que además
carece de valor…. Asume su valor al mismo tiempo que asume su carácter social, es decir, al
mismo tiempo que la naturaleza renuncia a su condición natural.” (Butler, 2002, pág. 22) Esto
significaría que lo natural, el sexo queda anulado, y vemos con lo señalado anteriormente que no
es así.
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El sexo no es algo que queda oculto por el género, o por lo social, este también es construido ya
que es algo que existe por el lenguaje. En otras palabras el lenguaje es ese acto que construye de
manera firme por medio de la reiteración y de la norma. Es decir que “La construcción no es un
acto único ni un proceso causal iniciado por un sujeto y que culmina en una serie de efectos
fijados”. (Butler, 2002, pág. 29)
En conclusión, el cuerpo viene a ser una construcción social, pero no una única que se produce en
un solo tiempo, sino que está en constante cambio ya que es un proceso temporal que responde a
normas de acuerdo a contextos. De esta forma se entiende al sexo como el que da una materialidad
a lo corporal, pero que este sigue en construcción de acuerdo a lo social y cultural de cada época.
Por esta razón Eco no se cansa de mencionar que el carácter de lo bello o lo feo del cuerpo es una
cuestión de perspectiva y que este se construye de forma epocal. A esto se añade que lo corporal es
una frontera, término acuñado por Manuel Delgado, y un laberinto de significados.
El cuerpo deseado es un cuerpo sexuado, en otras palabras, no todo el cuerpo tiene el mismo valor
de deseo, existen partes que produce más lascivia que otras. Esto quiere decir que, hay partes con
más carácter sexual. Pero esto no aparece de la nada, es decir que existe una suerte de antecedente
para designar qué es y no lo codiciado. El cuerpo del deseo responde a un proceso histórico, en el
cual se establecieron normas para dominar a unos y privilegiar a otros. Las reglas definen un
cuerpo, así como un modelo, el cuál es aceptado y deseado. La historia ha ayudado a que esta
dominación masculina sea reconocida y natural. Los hombres, son quienes imponen un canon, lo
que Bourdieu señala (Además de otras cosas), como violencia simbólica, ya que esta dominación
se da de manera puramente simbólica.
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La violencia se legitima por la dominación en las relaciones sociales. El hombre crea inseguridad
en la mujer a través del lenguaje y así resaltar su figura de poder frente al otro. Bourdieu en “La
dominación masculina” señala que la violencia simbólica no tiene un carácter de género, sin
embargo en este caso se observa el control del hombre sobre la mujer. La violencia simbólica se da
en diferentes espacios, como la escuela, o en el hogar. Se busca un actor débil que naturalice las
relaciones de dominación. Bourdieu lo explica con la categoría habitus. Es decir las relaciones que
se dan entre los actores sociales en los múltiples campos donde se construyen sentidos.
Ahora bien, un ejemplo más claro de violencia simbólica se da en cómo el hombre, a lo largo de la
historia, ha decidido sobre el cuerpo femenino, cuál es más bello, cuál es más excitante, y todo esto
con relación al gusto o interés masculino. La frase, las mujeres quieren ser así (Mujer delgada)
mientras a los hombres nos gustan así (Mujer con el cuerpo voluptuoso). Es una forma de control
sobre el cuerpo del otro, de seleccionar de acuerdo al punto de vista masculino el cuerpo del deseo
de la mujer, y que esta no tenga capacidad de decisión, a más de ser y tener lo que el hombre decide.
La construcción del cuerpo tiene que ver, como ya se dijo, con una cuestión social. De esta forma
se erige la corporalidad de los sujetos, dando más valor a lo masculino que a lo femenino. O mejor
dicho proporcionar diferente valor al cuerpo de acuerdo a su posición en el orden social. Lo
sexuado aparece de esta forma, o en palabras de Bourdieu, se construye en posiciones, dentro-
fuera, arriba-abajo, abierto-cerrado, seco-húmedo. Donde las primeras palabras se sitúan a un lado
de la línea y las segundas al otro. El cuerpo femenino está dividido, según la consideración
masculina, en dos partes, la parte sexuada y la otra pasiva, pero que igual está sometida. Por
ejemplo “El cuerpo tiene su parte delantera, lugar de diferencia sexual, y su parte trasera,
sexualidad indiferenciada y potencialmente femenina, es decir, pasiva y sometida.” (Bourdieu,
2000, pág. 30)
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El cuerpo del deseo aparece desde esta diferencia androcéntrica, “fundada a su vez en la división
de los estatutos sociales atribuidos al hombre y a la mujer”. (Bourdieu, 2000, pág. 28) Se da valor
al cuerpo del hombre desde un punto de vista, el dominante, y al de la mujer desde otro, la
dominada, y se la construye desde estereotipos, dos principalmente. La una, la mujer madre,
protectora pasiva y la segunda, la mujer que expresa una sexualidad con libertad, la femme fatale.
Los estereotipos no aparecen en estos días, si recordamos nuestra infancia y la publicidad que
existió nos damos cuenta la cantidad que adornaron la televisión, vallas, revistas y hasta buses. De
igual manera ahora podemos ingresar a videos que muestran publicidad de tiempos anteriores y ver
que hay una variedad de estereotipos, no solo de la mujer, sino de niños y niñas, afrodescendientes,
indígenas, asiáticos, entre otros. A todos estos se los reduce a características generalizadoras y
denigrantes. “Tanto los estereotipos como la construcción de la belleza obedecen a una
manifestación de superioridad y opresión de los fuertes hacia los débiles. El prejuicio y la mentira
serían los elementos desde donde se difunde el estereotipo”. (Celi, 2010)
La mujer y su cuerpo se crean como un ideal y este concepto es el que lleva al hombre a desear a
esa mujer. La pasión, el deseo, la ilusión de tener ese ideal cerca, aparece cuando el hombre quiere
al otro y hacerlo de su propiedad. Esa mujer para convertirse en deseo debe cumplir con
estándares, convertirse en objeto, uno para mirar.
Volviendo a lo anterior ¿Qué cuerpo es deseado? O mejor dicho ¿Por qué aparece este deseo?
¿Qué hace que la corporalidad (en este caso femenina) sea objeto de ambición? El ser femenino en
el inicio es un ser, al igual que su cuerpo, para otro. Es decir que opera por la mirada y discursos de
los otros. Para los hombres, la mujer debe ser de una forma para ser bella o sensual. (Sin dejar de
lado que esto es cultural) El despreciar partes del cuerpo que son muy grandes no importa, ya que
la opinión y aceptación es del hombre, él es el que da valor de acuerdo a su peso social. Esto hace
que la construcción del cuerpo deseado sea una forma de complacencia, para cumplir expectativas
masculinas. “La dominación masculina, que convierte a las mujeres en objetos simbólicos, cuyo
ser es un ser percibido, tiene el efecto de colocarlas en un estado permanente de inseguridad
corporal…de dependencia simbólica” (Bourdieu, 2000, pág. 86) Es así que se entiende como en
las producciones visuales, como la publicidad y la pornografía, el cuerpo femenino es algo
percibido, el cual responde a un canon cultural.
Teniendo en cuenta esto, es importante aclarar que el deseo solo es a la imagen, y no a lo que
representa o lo que significa. Esto quiere decir que mientras más deseable es, la información queda
excluida, ya que se fija la atención en ese objeto que se desea, en este caso ese objeto es el cuerpo,
que se aleja de su significación. El ser femenino, como señala Isabel Clua (2007), es artificial en
tanto es un objeto de deseo. El hombre desea aquel individuo por ser él quien lo crea y lo hace
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observable, consumible y desechable. A partir de esto aparece lo abyecto, un ser que se aleja, un
ser cada vez más artificial, que sin embargo sigue siendo una construcción del hombre, ya que el
deseo es infinito.
Clua, para explicar el deseo del hombre hacia una figura femenina retoma la fábula de Galatea y
Pigmalión, la cual describe la aspiración hacia una mujer que es la creación de un hombre, una
mujer que tiene lo que el hombre desea. La construcción del cuerpo del deseo es una figura
artificial, ambigua que al final es rechazada y abominada. La figura, al ser desplazada se convierte
en un ser abyecto, que es ansiado, pero ya no por su creador.
Es de esta forma que el deseo es una cuestión de perspectiva y de épocas. El hombre coloca
estándares, como si fuera el creador de una imagen, de una escultura, para luego botarla y
convertirse en un objeto extraño, perturbador y que está al margen de esa construcción de cada
época. Lo que deja de ser bello, deja de ser deseo, y ese ímpeto de poseer cambia a otro objeto.
El cuerpo que es deseado viene a existir solo como algo imaginario, que no es material, a pesar de
existir. En el caso del cine porno, el cuerpo que es la causa del deseo, solo está en la pantalla, como
imagen, y en el caso de materializarse el deseo continuará por otros cuerpos que continúan como
figuras digitales. Es decir que el deseo se dispara al infinito, porque la pornografía da al espectador
lo que algo que en la realidad es impensable. Por ejemplo, la parodia de películas de Disney, como
“Blanca nieves y los siete enanitos”. Es así que el deseo continúa con la característica de infinito
e inalcanzable. La pornografía hace que las aspiraciones estén más a nuestro alcance.
El deseo aparece cuando consideramos a algo bello, sublime, cuando queremos que eso sea nuestro.
Sin embargo Eco dice que existen cosas o acciones buenas que desearíamos sean de cada uno, pero
otras que igual consideramos buenas pero nos resulta ajeno y no lo deseamos. El cuerpo en este
sentido está en los dos ámbitos, el uno que provoca lujuria pertenece a ese apetito de poseerlo y el
otro, que en mi opinión se encuentra en el arte, en su mayoría, es el que no deseamos pero nos resulta
atractivo.
El cuerpo bello, que se quiere poseer es aquel que satisface a los sentidos, principalmente a la
mirada. La construcción del cuerpo del deseo debe cumplir ese carácter, por medio de los atributos
de carácter sexual. Los senos en este sentido, provocan más excitación que los pies (En nuestra
cultura) al igual que las nalgas causan un mayor deseo que el rostro. De esta forma el cuerpo
atractivo que complace sentidos viene a ser un cuerpo sexual y estereotipado.
Los estereotipos que se construyen en cuanto al cuerpo han naturalizado la dominación y por lo
tanto la violencia. El hombre infringe un control sobre la mujer, selecciona que le gusta y que no,
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y así crea una mujer adecuada para la satisfacción del hombre. La dominación masculina se
fortalece por medio de estos mecanismos de poder. El considerar al cuerpo de la mujer o la mujer,
como tal, como un objeto a consumir.
Ahora bien, el cuerpo de la mujer deseado llegó a ser como una suerte de ícono, por su vigencia en
culturas y épocas. Sin embargo la utilización o generalización de elementos provoca un conflicto
en la sociedad. “Tanto los estereotipos como la construcción de la belleza obedecen a una
manifestación de superioridad y opresión de los fuertes hacia los débiles. El prejuicio y la mentira
serían los elementos desde donde se difunde el estereotipo”. (Celi, 2010)
En este sentido, el estereotipo del cuerpo femenino se forma por medio de lo que el hombre quiere
para todas las mujeres. “El estereotipo es una práctica representacional y significante que reduce a
la gente a características mínimas, simples y esenciales, representadas como fijas por la naturaleza;
sin posibilidad de cambio o desarrollo, los eterniza”. (Celi, 2010) De esta forma, las películas
pornográficas reproducen un cuerpo como único, el cual presenta características físicas esenciales,
El cuerpo bello o excitante es aquel que tiene estas facultades. Senos grandes, nalgas de igual
manera, una mujer voluptuosa o una delgada con sus partes sexuales del cuerpo que sobresalen de
las demás. Una mujer que le gusten los mismos placeres que al hombre, y permita el acceso de los
caprichos del que desea.
El cuerpo está ahí para el que mira, para el observador, esa persona que intenta satisfacer un deseo,
ya sea por medio de la imagen. Por eso busca al ser perfecto a su mirada, detallado, brillante, que
todo lo de su alrededor convine con su forma, un ser sin rastros de imperfección mortal, aquel que
esté dispuesto a complacer sus sentidos, cada que él lo quiera.
Por esta razón el cuerpo femenino cada vez es más artificial, por la búsqueda de belleza con
relación a cada perspectiva, la exploración de cuerpos complacientes a cada ojo. La concepción
de belleza de los griegos da inicio a una idea sobre qué es lo bello para occidente. Lo exacto y
sublime queda de lado para mostrar un cuerpo que pasa por una metamorfosis, que se aleja de la
idea de belleza clásica, es decir un cuerpo perfecto para ser valorado, pasa a ser consumible. El
Cuerpo bello, por su forma, ahora vemos que se mantiene en aspectos como la publicidad, aunque
el estereotipo influye para la construcción de este. Por el contrario, en el porno, la forma cambia,
ya no es un cuerpo único, sino un cuerpo en un todo, el cual reproduce estereotipos, pero incluye
fetiches para que la pretensión sea más intensa. El espectador ya no solo se fija en lo corporal para
desear, sino en los objetos exteriores e interiores que adornan al cuerpo. El cuerpo pornográfico
es otra forma de belleza y el cual sabe cómo provocar al observador.
12
1.2 El cuerpo pornográfico
Antes de empezar, es importante aclarar qué es lo pornográfico, ya que es una noción que se ha
estudiado desde diversos enfoques a lo largo de la historia, y el cuerpo en este aspecto ha cambiado
en cuanto a su representación y construcción. La pornografía, dentro de un marco contextual, es
considerada algo completamente diferente a lo erótico. Algo que puede resultar banal e
insignificante, lo totalmente obsceno, que perturba la mente de una persona por su contenido. Pero
los detalles de los cuerpos, el disfrute que existe entre el espectador y ese individuo virtual, donde
la privacidad crea una ceremonia en secreto, hacen que lo porno vaya más allá de una penetración,
donde las relaciones de poder ya no solo están en la fotografía, sino en la interacción entre esos
individuos, uno virtual y otro tangible o explícito.
Esta categoría no tiene un concepto general, cada individuo puede considerar pornográfico a algo,
de acuerdo a su construcción. O como señala Steven Marcus, literato y crítico del género, “la
pornografía caracteriza un punto de vista, no una cosa”. Es decir que este es un concepto que puede
cambiar en cada momento. Es así que cada época establece su acepción de pornografía, las personas
definen a esta categoría de acuerdo a su perspectiva, de esta forma se puede decir que lo que ayer
fue porno hoy no lo es, porque la gente decide que nombrar como pornográfico. El advenimiento
del internet cambia toda la idea de lo obsceno y el exceso. “La instalación del porno en nuevos
medios como el video, internet o el teléfono móvil ha cambiado la naturaleza del fenómeno y ha
vuelto irrelevante la cuestión del grado de censura deseable respecto a la pornografía”. (Andrés
Barda y Javier Montes, 2008, pág. 12)
En la literatura como en el cine ha existido contenido que se lo ha categorizado como porno. Los
textos de Henry Miller y del Marques de Sade, al igual que films como “Garganta profunda” o el
imperio de los sentidos permiten ver qué fue considerado porno, sin embargo; este concepto se
remonta a tiempos más lejanos. El American Heritage Dictionary propone una sola definición:
“forma escrita o gráfica de comunicación que intenta despertar la lascivia” (Kendrick, 1995, pág.
19) es decir, el deseo sexual en exceso.
Antes de esta definición existieron imágenes que ya fueron consideradas pornográficas. En los
inicios de una colina existieron representaciones que, una de las consecuencias era provocar placer
en la persona que miraba. Estas figuras fueron encontradas en lo que era Pompeya y llevadas a un
lugar oculto llamado el museo secreto. Entre estos objetos que se encontraron,
13
existieron reliquias que permiten pensar el descanso de la moralidad romana. Cada imagen
relataba historias de la gente del lugar, de los placeres lascivos que buscaban y los cumplían.
En 1870, gente como el arqueólogo Ernest Breton consideraron a estas imágenes como groseras y
representaciones de vicios. Así también se discurrió que cualquier lugar con este tipo de figuras
eran lugares obscenos y que las actividades que realizan deben ser obscenas. De esta forma la
pornografía aparece como lo obsceno, la única acepción del tiempo. Pero aunque no se lo decía, el
problema estaba en lo que causaban estas imágenes y eran consideradas más escabrosas cuando
más lascivia provocaba. Andrés Barba dice que la pornografía es lo que causa lujuria en la persona,
sin embargo la intención que cada individuo tiene, de que al ver algo le provoque lascivia es lo que
se considera pornográfico. La intención no debe provocarse por algo exterior al sujeto, sino este
debe ser aquel que provoque este deseo.
De acuerdo a esto aparece la primera definición que se le dio a la palabra pornografía en un libro
llamado “Manual de arqueología del arte” de C. O. Müller. Este considera que a los autores que
traten o trabajen sobre el tema se los debe llamar pornógrafos, el cual viene del griego
pornographoi, es decir pintores o escritores de putas.
La pornografía y los conceptos que le rodeaban eran tratados sobre prostitución y las personas que
pertenecían al medio eran consideradas prostitutas, es por esto que las personas que reflexionaban
sobre el tema tenían recelo de establecer una definición que englobe a la pornografía. De esta forma
la acepción de pornografía que se constituye es la del Oxford English Dictionary; “descripción de
la prostitución o de las prostitutas en cuanto a asunto de higiene” (Kendrick, 1995, pág. 19) el cual
es propuesto por un diccionario médico, y parte de la idea moderna de limpieza e higiene, las cuales
formaban parte de la salud. La segunda definición que se establece es propuesta por la Académie
Française, es decir aquel que trata de temas obscenos o producción de temas obscenos.
En el texto el Museo Secreto el autor señala que no hay que considerar sinónimos a la pornografía
y a lo obsceno, sin embargo para aclarar un poco el concepto más colectivo de pornografía. Andrés
Barba dice que “No hay porno sin reacción lasciva; el porno desaparece cuando desaparece la
excitación, o se niega a aparecer sino aparece la excitación”. (Andrés Barda y Javier Montes, 2008)
Es importante señalar esto, ya que se considera a lo obsceno lejos de lo porno, y se piensa a esto
como el material que se refiere al sexo de una manera que suscita un interés lascivo.
Los cuerpos y las relaciones cambian, los espectadores buscan cada vez más excesos. El rose entre
dos sujetos, los besos en lugares considerados prohibidos, la penetración simultánea ya no es lo
único que se busca. Las imágenes en revistas dejan de ser interesantes por la falta de explicitud y
de acciones. Las personas consumidoras de pornografía no se conforman con cuerpos
14
considerados perfectos, es decir que los senos sean un poco grandes al igual que las nalgas. Estos
buscan algo más extraordinario, en otras palabras un acercamiento a la voluptuosidad o a lo
pequeño, las relaciones entre personas que no tienen alguna de las partes del cuerpo o individuos
(en la mayoría mujeres) que tienen relaciones sexuales con animales o simplemente que la violencia
sea esa razón de placer. “La fase de la liberación del sexo es también la de su indeterminación, ya
no hay carencia, ya no hay prohibición, ya no hay límite: es la pérdida total de cualquier principio
referencial (Baudrillard, 1981, pág. 7)”. La superproducción de contenidos sexuales provoca cada
vez más definiciones, esto cae en que cada exceso sea considerado pornografía.
Autoras feministas hablan sobre la pornografía desde las relaciones de poder que se generan entre
hombre y mujer, y que estas se reproducen y se muestran de forma más expresa. Esto ya lo señala
Bourdieu, la mujer en la actualidad dentro de la pornografía es ese sujeto social que debe mostrarse
para satisfacer un deseo, en su mayoría masculino.
Bourdieu señala que: “La sumisión femenina parecía encontrar una traducción natural en el hecho
de inclinarse, de agacharse, de doblar el cuerpo, de someterse, las posiciones curvadas, flexibles y
considerar que la docilidad a ellas asociada es más adecuada para la mujer.” (Bourdieu, 2000, pág.
42) De esta manera la vestimenta y la pose del cuerpo, a pesar de que en la pornografía se vuelve
un fetiche, es un acto de complacencia, estos deben ser “adecuados para honrar al hombre”. Así se
observa cómo la ropa y las formas de posición del cuerpo frente a una cámara forman parte de la
construcción en el acto sexual, donde la relación de poder se evidencia a partir de lo que el hombre
decide que hacer y con qué ver a la mujer.
La noción de pornografía de insultar el sexo y ofender a la decencia dio paso, a considerar que este
es un tipo de obscenidad sexual en donde se degrada al ser humano y su cuerpo es llevado al
extremo. (Kendrick, 1995) Las definiciones que empiezan a regarse de la pornografía empiezan a
perder bases conceptuales, es decir que se establecen mirando la moral del ser humano, y que esta
no se ofenda. Al igual que las piezas de Pompeya, la pornografía de los 70 es considerada algo que
perturba a las personas y puede causar que actúen de forma agresiva. En este mismo tiempo la
pornografía es diferenciada del erotismo. Y antes que los grupos feministas empiecen a
reflexionar sobre el género se dice que: “lo erótico es la muestra de la descripción verosímil de las
realidades básicas de la vida del ser humano. Por el contrario la pornografía solo es capaz de
estimular una respuesta erótica en el lector o espectador. “
Ahora bien, si consideramos lo que platea George Bataille sobre el erotismo, es decir que se parte
de la actividad sexual, del deseo, y la independencia del goce sexual. Así también se considera algo
prohibido y que transgrede, es decir llevar más lejos el acto sexual a lo que se acostumbra.
15
Por ejemplo en “El imperio de los sentidos”, film de Nagisa Oshima, se muestra una transgresión
cultural de la vida y del placer sexual de los sujetos. La claridad de las relaciones sexuales entre
los personajes al contar una historia permite decir que esta obra es erótica. Sin embargo en el
tiempo que se expone el video este provoca una ruptura en la cultura japonesa. El llevar los cuerpos
y la explicitud a tal nivel, en el tiempo se le consideró algo aberrante que debía eliminarse ya que
era una película que daña el acto del sexo.
Los cuerpos en la pornografía son un espectáculo para el voyerista, para el vigilante que no se
pierde ese acto ficticio y real al mismo tiempo. No se puede negar la verdad de los actos sexuales
de los cuerpos, no obstante estos son ese objeto que actúa para un observador, que intenta ser parte
de ese performance mediante su excitación. En la pornografía la corporalidad se vuelve un objeto
en sí mismo, ya que las acciones, que se observan en la pantalla, niegan al sujeto.
Barba dice que, en el porno no existe esa caricia en el rostro, ya que ese acto es darle significación
al sujeto, encarnar a la persona. Por otro lado, el cuerpo pornográfico es un juego entre cuerpos
cohesionados, sobredimensionados, que se vuelve un objeto, un monumento que solo está ahí para
ser mirado, alabado. En otras palabras ese cuerpo es una figura en movimiento que está
constantemente vigilada, y que debe complacer a la mirada de un espectador, por medio del sexo
explícito. En la ceremonia del porno, los autores hacen una relación entre una casa, que no se puede
hacer nada sin ser visto y lo compara con la pornografía, la cual ya no solo muestra lo oculto, sino
que permite ver más allá del ocultamiento, y que esta es esa habitación o lugar donde todo el mundo
puede ver lo que haces. Foucault, señala que todo se encuentra en constante vigilancia, la
pornografía es la evidencia más clara de la existencia de un panóptico.
Ahora bien, esos cuerpos que solo están ahí para ser observados, forman parte de un cuerpo en
grande. Esto quiere decir que la pornografía hace de los cuerpos un fenómeno modificado, que
cambia para cada perspectiva. “El cuerpo pornográfico es un cuerpo móvil y estático a la vez.
Sobredimensionado y girando constantemente sobre sí mismo. Un cuerpo fanático, que solo puede
ser contemplado desde el fanatismo para sostenerse.” (Andrés Barda y Javier Montes, 2008, pág.
131)
16
Ese cuerpo fanático es indisoluble, el cual solo hace referencia a sí mismo, y cada parte es grande
en relación al espectador. Sin embargo, ese cuerpo está ahí gracias a la excitación del observador,
y es aclamado mientras mi deseo permanezca, y cuando este termine, ese cuerpo se reduce a nada,
deja de ser grande, y pasa al rechazo. De esta forma el cuerpo pornográfico es momentáneo e
infinito.
Kendra Lust, la actriz de treinta y siete años, es un ejemplo de la muestra del cuerpo
sobredimensionado. La cual, en cada film, muestra diferentes partes del cuerpo como un todo. No
solo da al espectador su cuerpo desnudo, sino que hace que cada fragmento se perciba como un
sexo. Es lo que Barba señala del cuerpo pornográfico y sobre lo que pide el pornófilo de su
personaje.
El cuerpo pornográfico es una estatua que se muestra desnuda dispuesta a que no solo le miren, sino
que busquen, que analicen. Es un cuerpo que está dispuesto y abierto a ser escudriñado por el
observador. Un primer plano de la penetración y de los fluidos son parte de la construcción de ese
objeto que llamamos cuerpo. El que mira, espera que cada parte esté en toda la pantalla, el plano
general es inútil sin que, en el futuro de la película, no exista la presentación de un fragmento en
primer plano o detalle. El espectador espera con hacia esa estatua que salió de lo oculto, y que no
solo está desnuda, sino que se presenta por medio del baile, del juego, de la unión de todo un
conjunto de objetos que provocan la excitación a un observador impaciente por terminar y buscar
otro cuerpo dispuesto a más cosas para él. Esto quiere decir, dispuesto a más perversiones del
deseo de una persona.
“La perversión del cuerpo pornográfico consiste en que no se desea el evento real, sino su
espectáculo, jamás las cosas, sino su signo… Para ello solo es necesario que el secreto pase a la
superficie, sino que sea puesto a la vista en el ejercicio efectivo de su funcionamiento, que esté
moviéndose” (Andrés Barda y Javier Montes, 2008, pág. 143)
Con esto volvemos a retomar lo que señala Baudrillard sobre el deseo, que este es infinito, y no
importa si este llega, o parece materializarse, el deseo continuará. En el caso del cuerpo
pornográfico, el deseo existe en ese cuerpo mientras dure la excitación. Cuando esta termina el
deseo termina por un momento, y vuelve cuando otro cuerpo se presente y actúe para él.
17
CAPÍTULO II
Las categorías que dan el nombre al capítulo reflexionarán no solo desde el objeto o lo
metodológico o desde la imagen como fondo separado de la forma. Sino que se las estudiará como
conceptos o puntos de vista. Es decir analizarlas desde lo epistémico y no recaer en que
comunicación y visualidad son información y mensaje.
Estos dos términos como categorías de estudio cambiaron con el tiempo, unos que permanecen
hasta este momento como es el funcionalismo, el cual analizó tanto a la comunicación como a la
visualidad desde lo superficial. El funcionalismo estudia a la visualidad no como una cultura de lo
visual, sino como una imagen alejada del lenguaje escrito. Es decir una imagen sola que se expresa
de forma autónoma. De igual manera sucede con la comunicación y confunde comunicación con
medios de información. Es por este motivo que autores como Eduardo Vizer piensan desde un
enfoque distinto. Por otro lado está Josep Catalá quien estudia a las imágenes como parte de la
cultura visual, en otras palabras las imágenes se relacionan con las culturas y no generan solas un
concepto, lo hacen por medio de un conglomerado de imágenes.
La visualidad se encuentra en una lucha epistémica, porque se reflexionó sobre este término desde
muchos ángulos, épocas y discursos. Incluso hoy se aborda al concepto a partir de
superficialidades, como un medio donde se comunica el emisor y el receptor, dejándolo como una
simple imagen que no profundiza para un mayor análisis. No obstante, se puede observar que la
visualidad aparece en ámbitos como el arte plástico, el cine y hasta en las relaciones sociales2. Es
por esto que ya no se habla de una imagen, sino de cultura visual.
¿Qué es la cultura visual? Josep Catalá explica que el término aparece ya que se le consideraba a
la imagen como un lenguaje distinto al del texto. Sin embargo el autor redefine la función y el
concepto del texto y de la imagen. Señala que trabajan conjuntamente, pues son lenguajes que
rompen esa línea divisoria que se creó en lugares como el cine, en el que se plantea una diferencia
entre lo visual y lo escrito, haciendo de menos a una de ellas. Por otro lado, al exponer que son
2
Las culturas urbanas y su relación con el cuerpo, por medio de vestimenta y deformaciones (como
tatuajes y perforaciones) son un ejemplo de cómo se puede analizar la cuestión visual en las relaciones
sociales.
18
las imágenes las que se deben estudiar, se habla de perspectivas, de distintas formas de pensar y
proponer ideas. Lo visual como un conglomerado, prácticamente sin límites, de percepciones, de
recuerdos, de ideas”. (Català, 2005, pág. 43)
Pensar en la imagen era pensar en la estructura pictórica como emblema, era pensar en
un objeto interpuesto entre el autor y su espectador, era referirse, tanto en el ámbito del
emisor como en el del receptor, a la racionalidad del texto para comprender los procesos
cognitivos y estéticos que estaban en funcionamiento, para comprender la labor de la
imagen en sí.” (Català, 2005, pág. 43)
Esto quiere decir que la imagen se expresa por sí sola, y el espectador tendrá una reacción después
del mensaje que le dio la pintura sin necesidad de nada más que la imagen a su vista. Por otro lado
la cuestión visual llega a redefinir a la imagen y al texto. La cultura visual, como lo presenta Catalá,
no se refiere a la imagen como objeto, sino que intenta redefinir y analizar el texto y la imagen,
alejarse de la linealidad de emisor-mensaje-receptor. Para comprender la cultura visual es
necesario tener en cuenta a las imágenes como un conjunto. Por esta razón no se puede mirar a
una imagen aislada de otra, dicho de otra forma, lo visual como un lenguaje aparentemente distinto
al texto no puede estudiarse separado, porque ambos conforman un todo para su análisis.
Catalá explica la imagen en la pintura, donde es necesario que la información de cada cuadro
cumpla su papel de dar un sentido. Lo mismo pasa con la curaduría en el arte. Estas son
fundamentales para la comprensión de una obra. Si el observador se encuentra en una exposición
y no existe este medio que crea el curador, aparece un conflicto entre obra y la persona que visita
la muestra. Una imagen o las imágenes no se expresan por sí solas, como se pensaba, sino que
necesitan de los otros lenguajes para crecer. Este es un ejemplo de lo que propone la cultura visual:
las imágenes no están aisladas.
El autor de “la imagen compleja” señala que las imágenes al no estar aisladas, tampoco son
cerradas, sino que están abiertas ya que “proponen significados a través de nuevas conexiones,
todos estos válidos, estables en su particular momento”. (Catalá, 2005, pág. 47) Es decir, la imagen
ha servido para dar distintas interpretaciones sobre la realidad de las cosas en cada período. Por
ejemplo, si nos ponemos a pensar en el caso de la pornografía, las imágenes que se muestran en cada
video, son diferentes, y para cada persona tiene un sentido. El cuerpo femenino
19
se lo muestra tomando en cuenta el contexto, como es el caso del vello púbico en la mujer. Este
significa o presenta una intensión distinta al vello en el hombre, el cual da cuenta de masculinidad.
De igual manera, la imagen permite mostrar realidades de acuerdo a lo que uno quiere, y la
evolución de los aparatos tecnológicos permite que se reproduzca aparentemente de forma
objetiva. Se observa a la imagen como la muestra de la verdad. No obstante la cultura visual se
detiene sobre la afirmación para reflexionarla. Por ejemplo, en el caso de los medios de
información, una noticia no es lo real o el espejo del suceso, sino presenta una realidad de acuerdo
a sus intereses, línea política, económica y cultural del medio.
Los textos tenían esta función antes que llegue la imagen. Las personas llegaron a confiar
fielmente en ellos por su legitimidad, pues solo un grupo específico tenía la capacidad de escribir,
tanto que se confundió la realidad con la ficción. Por ejemplo, la crónica y literatura, por la forma
en que estas se escriben, es decir por los elementos que ambas usan. Lo mismo pasó con las
imágenes. En un primer momento se pensó que la pintura daba cuenta de lo real, ésta fue sustituida
por la fotografía y así pasó con la imagen en movimiento. Ninguna fue o es objetiva como se
especuló, sin importar la época, sino que se expresaban de acuerdo a intensiones.
“La imagen ya no es una ventana al mundo, un lugar de tránsito hacia una determinada
realidad, sino que por el contrario, debe considerarse como una estación término, en la
que hay que detenerse para iniciar una exploración que nos llevará a comprender
profundamente lo real”. (Catalá, 2005, pág. 71)
De esta forma se construyen las historias. En el caso del periodismo, depende mucho la línea
política del medio de comunicación o del periodista para observar cómo presenta un hecho. Para
comprender mejor, vemos el caso de Ecuador TV y Ecuavisa. Ambos con ideologías distintas y
cuentan la misma noticia, sin embargo, las imágenes son diferentes. De igual manera ocurre con
el cine, sin importar el género que sea. Los conocidos filmes de guerra que produce Hollywood,
cuentan lo que ellos creen necesario; ya se sabe que no son reales, no obstante en estos se muestra
una sola visión de acuerdo a factores distintos, como por ejemplo el político. Es por eso que existen
varias formas de contar historias, todas válidas, y se mira cómo todas las imágenes trabajan en
conjunto para que se comprendan.
Algo similar ocurre con el cine pornográfico. Cada video presenta una historia y crean referentes
por medio de las acciones y escenarios. En el caso del filme, “El imperio de los sentidos”, del
director Negisa Oshima no solo cuenta la historia de dos personajes que no pueden dejar el sexo
como único placer que los mantiene unidos, sino da una mirada de un tiempo y una cultura, que
para países occidentales es conservadora. El director simplemente pudo mostrar la relación sexual
de estas dos personas, no obstante da a conocer un mundo. El filme, en la actualidad, es considero
20
erótico, empero este fue criticado y prohibido por su contenido sexual explícito, ya que lleva el
acto sexual de lo privado a lo público, por lo cual es considerado pornografía. Es por eso que,
cada imagen genera significados en distintas épocas.
La representación de realidades por medio de los diferentes métodos, como el cine, es conocida
como mímesis, porque existen cosas que se toman de la realidad y se las presenta como una parte
de la realidad. Por otro lado las imágenes no solo se presentan de forma mimética, sino que en la
contemporaneidad son referentes. En este caso los estereotipos se refuerzan como factores que
definen una sociedad. Según Carlos Celi “El estereotipo es una práctica representacional y
significante que reduce a la gente a características mínimas, simples y esenciales, representadas
como fijas por la naturaleza; sin posibilidad de cambio o desarrollo, los eterniza”. (Celi)
La cultura visual aparece en un tiempo líquido, que fluye y se presenta de manera instantánea. Ya
no es esa imagen fija, sino que se expresa en un lugar sin tiempo y espacio, donde la forma y el
fondo son uno solo. Junto con la imagen como referente, avanza de manera veloz. Jean Baudrillard
(1929-2007) analiza a las imágenes mediante el concepto de simulacro. Es decir imágenes como
referentes que sustituyen la realidad. El cuerpo femenino considerado estético debe cumplir
cánones, los cuales son impuestos por los hombres en su mayoría. Es el caso de la mujer de los 90,
la cual debía fijar una medida para entrar en la norma de belleza. Es decir estaba obligada a tener
noventa de busto, sesenta de cintura y noventa de cadera, lo que le permitía estar dentro del grupo
destacado.
Ahora bien, en el caso del cine, no solo existen estereotipos que establecen la realidad, sino que
este empieza a crearse conjuntamente con la historia y las personas toman como verdad gran parte
de las cosas que se cuentan en estos videos. Como es el caso de la descripción de guerras. En las
películas de ficción y en documentales se cuenta historias basadas en hechos que sucedieron. Por
ejemplo el golpe de Estado en Chile. El documental “La batalla de Chile”3 muestra todo el proceso
predictadura y posdictadura. El video es un referente de la realidad, ya que no muestra lo ocurrido
en el periodo de la presidencia de Salvador Allende, pero si una parte del gobierno. Por otro lado
está “Allende en su laberinto”4, el cual cuenta desde el mismo contexto pero desde un punto de
vista diferente. Ambos son válidos en la medida que son imágenes tomadas como objetos para
explicar un proceso de la realidad. No hay que leer los filmes solo desde los actores, escenarios,
arte, montaje y una serie de elementos cinematográficos, sino desde su contexto, desde la cultura.
Es decir desde su historia.
3
Guzmán, P. (Dirección). (1972-1979). La batalla de Chile [Película].
4
Littín, M. (Dirección). (2014). Allende en su laberinto [Película].
21
El cine porno, para su análisis debe observarse de la misma forma que se hace con el cine
histórico. Es decir el cine como campo, el lugar donde se cruzan y se producen discursos. Es
verdad que el cine porno a través de la cantidad de cuerpos desnudos penetrados y penetradores,
puede parecer que quita todo significado, sin embargo si comprendemos el cuerpo como un
concepto y una mirada epocal, entendemos cómo nos cuentan una historia, nos muestran una
época y gustos de las personas.
Ahora bien ¿Cuál es la importancia de la cultura visual en el cine? Los elementos que se expresan
en la pantalla como un conjunto son los que permiten comprender de mejor manera lo que nos
quieren contar. El teórico Robert Rosenstone señala que:
“¿Por qué no mirar las cosas que el cine le hace al pasado que resultan imposibles para la
historia escrita? Me refiero al color, el sonido, el movimiento, los escenarios, las texturas
y las emociones; el usar estos, sus elementos constitutivos, el cine nos entrega un mundo
que es en muchos sentidos más cercano a nuestro mundo cotidiano que aquel creado por
las palabras en una página”. (Rosenstone, 2013, pág. 30)
Gran parte de lo que explica Rosenstone da cuenta de la importancia de lo visual. Por otro lado
este autor separa lo escrito de la imagen, y la cultura visual lo hace desde otro enfoque, es decir,
las imágenes conjuntamente con lo escrito. Sin embargo, se observa cómo es fundamental los
elementos en el cine y como trabajan de forma unida, y no aislados. Más que los datos que nos
entrega la historia escrita y visual, el valor está en los sentidos que se crea o sensaciones que se
trasmite al espectador.
El cine hace que los espectadores se identifiquen con los videos. No solo una relación con el
personaje, sino con los elementos, la música, el contexto, la compresión del presente por medio
del pasado, etc. “Las películas quieren hacernos pensar, que ellas son la realidad” (Rosenstone,
2013, pág. 43) La construcción de la realidad en el cine se lo hace por medio de códigos de la
representación. Es decir, convenciones del cine que han sido desarrolladas para crear lo que podría
llamarse realismo cinematográfico. De esta forma el espectador no se siente distante a su realidad.
Este concepto, se aplica al tema de estudio, ya que se dijo en un principio, que no solo se trata de
analizar a la imagen desde el arte, o lo estético, sino a todas las imágenes. Ahora bien, en el cine
porno, el realismo cinematográfico se presenta en las formas de representación de los cuerpos, los
cuales quieren hacer creer a su espectador que son reales, y que eso es lo que existe afuera de la
pantalla. Así también las acciones, el penetrado y el penetrador, son dos formas que intentan ser
referentes.
La cuestión de lo visual es un espacio por explorar, ya que no solo está en un tema, que en este
caso sería la pornografía, sino que se encuentra en lugares, como el cine histórico, ficción,
22
fotografía, entre otros. Es por esto que la cultura visual engloba a todas las disciplinas, como el
cine, para hacer un análisis y una crítica a la construcción de la imagen y a cómo esta se muestra,
qué cuenta por medio de sus elementos. Así también la cultura visual estudia la importancia de lo
social, porque es fundamental conocer el contexto para realizar un análisis.
Pero así también hay que ver cuáles son las imágenes que son referentes ¿Por qué unas se pueden
representar y otras son excluidas, categorizadas como anormales, y encerradas como los locos o
los ancianos en las instituciones de control? ¿Qué imágenes y porqué pueden ser representadas en
la pornografía? En la pornografía no se presenta un cuerpo completo sino fragmentos cargados de
significación, es decir cada parte es un todo sexuado.
“Lo informe es lo dionisiaco como aquello que aterra y fascina en tanto que exige sobrepasar la
identidad del sujeto, los hombres dionisiacos son los que viven felices, no como individuos, sino
como lo único viviente, con cuyo placer estamos fundidos”. (Barrios, 2010, pág. 248)
Ahora bien, el cuerpo que está en la norma es aquel que respeta el manejo de su sexualidad, el cual
no se sale del estereotipo presente, de ese cuerpo aparentemente natural. Por ejemplo, la imagen
femenina, bella, que se representa en el arte renacentista, es el cuerpo virgen, que permite observar
la figura superficial de la mujer, que enseña y se oculta a la vez. Por otro lado está el cuerpo que
abandona esa figura, y se revela al estereotipo, como ejemplo está la venus rajada o la venus
médica, la cual ya no presenta su cuerpo perfecto, sino un cuerpo mutilado, abierto.
Este es un ejemplo de cómo la imagen del cuerpo se libera de la norma, y es considerado anormal,
monstruoso. El arte es uno de los que muestran tal característica. Sin embargo en los aparatos
hegemónicos, “lo informe debe mantenerse oculto… en su registro ontológico-cósmico- es
23
imposible que se manifieste en la representación”. (Barrios, 2010, pág. 33) Por consiguiente causa
un conflicto en lo que es permitido mostrar.
Lo anormal debía mantenerse escondido porque podía causar deseo, y era considerado obsceno. De
esta forma se mantiene oculta la imagen desnuda que fue creada con el fin de provocar lascivia en
aquel que la observaba. Nietzsche señala que “en todo caso la obscenidad se mantiene oculta en lo
trágico, es un atributo que solo corresponde a lo irrepresentable, es decir, a lo sagrado.” (Barrios,
2010, pág. 33) No obstante en la actualidad, no se considera a lo obsceno sagrado, sino impuro.
Por otro lado, lo llamado obsceno, se piensa que es irrepresentable, más se lo oculta por el
significado que tiene y las sensaciones que provoca en el observador.
Ese cuerpo grotesco es el que logra llegar a la imagen corporal referencial, por medio del abandono
de los límites, dejar lo natural y pasar a lo artificial. Por ejemplo uno de los medios para ser parte de
la idealización del cuerpo son las cirugías estéticas, las que transforman a la persona a través de la
mutilación de los órganos, es decir lo monstruoso. La imagen pornográfica muestra al observador
estas características en los cuerpos del deseo. No es un objeto ideal, por medio de lo natural, sino
de la transformación, del desapego de los límites estéticos que se establecen como norma, en otras
palabras del cuerpo natural.
Ahora bien, no solo son las cirugías las que permiten entrar en esa esfera de la belleza, sino otros
mecanismos violentos, que también son regidos por el mercado, como los gimnasios. Estos lugares
pertenecen a los nuevos aparatos de control y explotación que se describen en el texto, “La
sociedad del cansancio” de Byung-Chul Han, que señala una nueva forma de explotación para
llegar a ese cuerpo perfecto. De esto se hablará más adelante.
Las partes y lados por donde él se desborda, rebasa sus propios límites y activa la formación de
otro (o segundo) cuerpo: el vientre y el falo; estas partes del cuerpo son objeto de la predilección
de una exageración positiva, de una hiperbolización; estas partes pueden también separarse del
cuerpo, tener una vida independiente, suplantan al resto del cuerpo relegando a un segundo plano.
[…] todas estas excrecencias y orificios están caracterizados por el hecho de que son el lugar donde
se superan las fronteras entre dos cuerpos y entre el cuerpo y el mundo, donde se efectúan los
cambios y las orientaciones recíprocas”. (Bajtín M. en Barrios, 2010, pág. 35)
24
los primeros planos. “Este sentido de lo monstruoso […] Esta magnitud es monstruosa cuando la
imaginación estética no puede captarla como un todo […] La captación del todo excluye la
fragmentación y el caos”. (Barrios, 2010, pág. 43)
Por otro lado, esta mutilación del cuerpo, en lugares como la pornografía, programas de televisión,
y en algunos casos la publicidad, ha provocado que esta imagen sea un referente y que muchas de
las personas sean los principales autores de esa transformación, ya que en nuestra cultura lo
deseado es la estandarización del cuerpo.
En el caso de la pornografía, ya dijimos cómo se muestra y por qué. Pero lo que se rescata es el
apego, a lo que Barrios describe como el cuerpo informe, y el cual es un fetiche, por este motivo
el deseo es un punto de vista, al igual que lo pornográfico. Por lo tanto, comprendemos que esa
imagen que se representa como ícono de deseo no es aceptada por su explicitud, pero se quiera o
no tiene una significación cultural, genera deseo, y se intenta ocultarlo por el horror que causa a la
moralidad. Por lo tanto en culturas como la occidental el cuerpo es la imagen de culpa, de pecado,
y el cual debe mantenerse invisible.
En el mundo de la pornografía el cuerpo se muestra a un paso del margen que coloca la norma. Se
presenta como estereotipo por un cierto tiempo, para luego huir y pertenecer a otra categoría como
es el fetichismo. Stuart Hall describe al estereotipo como práctica significante para la
representación de la diferencia racial. Así como este aparece para excluir al otro, sea negro o indio,
también lo hace con la mujer, y de forma permanentemente.
La imagen de la mujer que se presenta es aquella hermosa pero santa, con su cuerpo provocador
pero tapado. La figura femenina con un cuerpo a la medida de la industria del modelaje es el
estereotipo de belleza. Senos y nalgas son las partes por las que se identifica a una mujer, y de
acuerdo al canon de belleza es más deseada. La imagen que nos muestran crea un referente en
nosotros y lo tipificamos, y damos razón de la persona a través de factores superficiales. Por
ejemplo, la mujer rubia es tonta, la mujer negra o mulata es exótica, así clasificamos y
generalizamos de acuerdo a características físicas. El estereotipo, según Michel Foucault, es el
“juego entre saber y poder, clasificar a la gente según una norma y construye al excluido como
otro”. (Foucault en Hall, 1997)
La mujer es solo un cuerpo, y cada parte del mismo es un referente para clasificarlo. La mujer es
el otro para el hombre y para la mujer, ya que somos todos los que construimos al individuo de
25
acuerdo a la figura, y más aún cuando pertenecen a otra cultura. ¿Cómo se representa a la mujer
oriental, cómo a la afrodescendiente? En el primer caso, seguimos diciendo chinos o chinas a todas
las personas que tienen rasgos achinados, sin importar el lugar o la personalidad, Así también se
muestra un agrandamiento de las partes del cuerpo, como los ojos, los senos, y la mujer llega a tener
una semejanza con la mujer occidental. De igual manera pasa con el negro o negra, es decir los
clasificamos con respecto al sexo; en otras palabras, el hombre negro debe tener el pene grande, y
la mujer negra debe ser sexualmente activa por su cuerpo. Estamos dentro del juego entre saber y
poder de Foucault. El hombre blanco controla el discurso sobre el otro, y él sabe cómo
representarlo.
La representación establece una diferencia como en el caso del cine para adultos. ¿Cómo se
construye lo femenino? Se lo hace por medio de la violencia simbólica, creando una diferencia por
medio de la clasificación. Por un lado lo normal, y por el otro lo extraño, exótico, lo de afuera. En
este grupo entran todas las mujeres pertenecientes a países llamados del tercer mundo, así también
están en este grupo todos los que son considerados raros, como por ejemplo el cine pornográfico
Quer, lésbico.
Ahora bien, esto no queda de esta forma, ya que cada contexto permitió que se construya una imagen
para clasificar a las personas. La mujer ya no solo es rechazada, sino se convierte en un objeto de
deseo, un ser exótico. El cuerpo y cada parte son cosas y se muestran como tal. Los hombres
extranjeros buscan esto no porque es la mujer con la que buscan casarse, sino con la que
26
intentan satisfacer sus deseos. El trasero grande tiene una gran carga sexual y la mujer de este lugar
se la representa de esa forma. “El poder siempre funciona en condiciones de relaciones
desiguales”. (Hall, 1997) Lo mismo ocurre en la pornografía, por eso se observa la cantidad de
cuerpos, que a más de estar mutilados por medio de los primeros planos, son partes protuberantes
que bailan en la pantalla. El cuerpo se objetiviza, y pasa a ser parte del fetiche. Por ejemplo, el
negro en la pornografía es el ser hiper-sexuado.
“El punto importante es que los estereotipos se refieren tanto a lo que se imagina en la fantasía
como a lo que se percibe como real. Y lo que se produce visualmente, por medio de las prácticas
de representación, es solo la mitad de la historia, la otra mitad, reside en lo que no se dice, pero
está siendo fantaseado, lo que se infiere pero no se puede mostrar”. (Hall, 1997)
El cine para adultos y su entrada en el internet hace que lo que antes solo era fantaseado pueda
representarse. La imagen que cada individuo desea hoy en día está presente en una pantalla. La
virtualidad hizo que sea más real el concepto de cultura visual, porque ya no solo tenemos una
imagen de lo que puede ser pornografía, sino tenemos cantidades de cosas que hacen real la idea
de que lo porno es un punto de vista y no un objeto que tenga una única definición.
Lo anterior da la bienvenida al fetiche, porque propone una imagen de la mujer que corresponde
a la fantasía de un espectador. Hall describe la historia de la “Venus de Hotentote”, una mujer que
fue ilustrada por una cantidad de personas y en las imágenes se resaltaba tres cosas, pero una de
esas era la más llamativa. En primer lugar la mujer medía un metro con cuarenta centímetros,
segundo, alargamiento en los labios vaginales, ya que son considerados bellos por los Hotentotes.
Por último y el cuál causó deseo en más de una persona, el gran tamaño de sus nalgas. Esta mujer
no fue considerada una mujer, sino solo un cuerpo sexual y se marcó la diferencia desde ese punto.
“Fue reducida a su cuerpo y su cuerpo fue reducido a sus órganos sexuales. Estos se convirtieron
en los significantes esenciales de su lugar en el esquema universal de las cosas […] Lo que se veía
como su genitalia sexual “primitiva” significaba su apetito sexual “primitivo” y viceversa. (Hall,
1997)
De igual manera en las figuras que se exhibían en el museo secreto que describe Walter Kendrick
se resaltaban características similares a la “Venus de Hotentote”, como por ejemplo la muestra del
macho se lo representa con el gran tamaño del falo, el cual legitima el significado de poder del
hombre. También está la figura de un macho cabrío como la personalización de la zoofilia. Hoy en
día ya no hace falta que esas esculturas estén en un museo oculto para que las personas no tengan
pensamientos lujuriosos, ahora cada imagen se presenta para cada persona. Los cuerpos se reducen
a objetos sexuales. La vestimenta, o los espacios no son suficientes para complacer el fetiche del
observador, las modificaciones corporales y las acciones en cada filme son lo más importante para
que la ceremonia se cumpla.
27
De esta forma se ve la importancia de la cultura visual, de cómo se construyen las imágenes de
cada época, y cómo dan cuenta de un contexto y una cultura. Cada imagen corporal que es
representada por la cultura occidental muestra cómo se reduce a cosas a los sujetos en la
pornografía. El fetiche muestra esa realidad en la representación, porque ya no solo está presente el
estereotipo para la construcción del cuerpo, sino también el convertir cada parte corporal en un
objeto sexual. Es decir que la carga sexual de la vagina o los senos pasa a otros lugares, como
pueden ser los pies o la boca. Asimismo la cultura visual muestra cómo la pornografía es el lugar
donde se representan los deseos que se niegan en la realidad.
La comunicación atraviesa el mismo problema que los dos conceptos que se trataron de explicar,
es decir pornografía y visualidad. Esto quiere decir que, así como las dos categorías deben ser
analizadas por medio del cambio epistémico la comunicación también, porque no tiene un solo
concepto, uno que englobe todo, sino que existen propuestas en torno a las categorías. Por esta
razón es importante señalar que la comunicación no solo es medios de información o solo puede
ser estudiada desde los presupuestos básicos del funcionalismo o el estructuralismo. Hay que
observar a la comunicación dentro de otra lógica, en otras palabras mirarla como una constructora
de sentido, sin olvidar las culturas.
La Comunicación al ser interdisciplinaria puede ser abordada desde diferentes lugares. Jesús
Marín Barbero afirma que la comunicación es inseparable de la cultura, ya que ambas son
procesos sociales que producen sentidos y realidades. A partir de esta afirmación se distingue
cómo la disciplina toma distancia de los mecanismos de difusión. Al ser parte de la cultura es un
dispositivo que se refiere a estructuras que pueden ser estructurantes, ya que forman un cuerpo
que se relaciona a partir de códigos y símbolos.
Según Eduardo Vizer, hay que pensar “la comunicación como una fase contemporánea dentro de
la construcción histórico, social y epistemológicamente de las ciencias sociales”. (Vizer, pág. 9)
La comunicación va más lejos, porque su forma de comprender al mundo ocurre a través de las
relaciones entre sujetos. Vizer, al retomar conceptos de la Escuela de Chicago dice que ésta se la
entiende como lenguaje y como conducta:
Por ello, no solo se trata de la relación individual sino de grupos sociales, los cuales producen
sentidos al relacionarse. La comunicación es un acto del vivir diario que está cruzado por la forma
28
de ser del individuo y de la sociedad, pues presenta cómo el individuo actúa y se desenvuelve en
un mundo de la vida. Al igual que la cultura la comunicación “es un proceso social total donde las
personas y las sociedades configuran por completo sus vida” (Willians, 2009). Este concepto
pertenece a los debates en torno a la cultura, empero, al mantener relaciones interdisciplinarias y
al ser procesos sociales, la definición es válida.
La relación que existe entre la pornografía y el observador, como señala Barda, es la ceremonia5.
Por esta razón es importante comprender la comunicación como un campo de conocimiento que
no tiene una definición total. El sentido de la comunicación en la pornografía es la representación
de los cuerpos y cómo provoca, no solo acciones en la otra persona, sino también una complacencia
de fantasías que solo se pueden dar por medio de la conexión con la imagen que se muestra.
La comunicación en la lógica de la virtualidad permite que la realidad ya no sea una sola, como se
decía antes de los medios de comunicación. La variedad de contenidos presenta diferentes sentidos,
realidades que obligan a las personas a concentrarse en más elementos. Como por ejemplo, en el
caso de la búsqueda de satisfacción de fantasías, los medios, como la internet logran que esos deseos
ya no estén ocultos. Las imágenes que se muestran en grandes cantidades en la pornografía
permiten que el espectador no solo tenga una sola referencia de lo que es el cuerpo de la mujer,
sino que consigue que el sujeto conozca distintos contextos.
Los seres humanos construyen sus realidades por medio de lo que observan, forman un vínculo
con lo que ven. En el caso de la pornografía, se crea un referente de las relaciones sociales dentro
de lo sexual y un imaginario del cuerpo perfecto como ícono sexual. Esto no viene de la nada, sino
de cómo las sociedades construyen sus realidades. No es lo mismo la pornografía occidental que la
oriental. El cuerpo estereotipado y fetichizado es distinto culturalmente, y cada persona
5
Andrés Barba y Javier Montes reflexionan sobre la pornografía como ceremonia pues establecen que
para todo el mundo existe una pornografía que no puede verse sin lujuria, y tiene el carácter de ceremonia
porque implica un compromiso emocional y físico que se produce en lo privado.
29
crea su realidad en cuanto a su perspectiva. La pornografía es para la sociedad y para el observador
una representación, una idealización, sobre la cual construimos nuestras certezas.
Vizer señala que se propone explorar “los fundamentos culturales e imaginarios, ciertos
dispositivos socioculturales y simbólicos por medio del cual se reconstruyen en nuestras mentes,
en nuestras prácticas y en las instituciones, las condiciones de existencia, las realidades
cotidianas” (Vizer), como es el caso de la pornografía. Es decir que el porno es una práctica que
construye sentidos de acuerdo a las realidades de las personas y así como construye también toma
cosas de las culturas para su propia creación y ser un referente en la vida o en lo social. Estas
realidades en la pornografía se erigen en este sentido por medio del lenguaje visual, de la cultura
visual, procesos de comunicación, los cuales proporcionan una comprensión de la realidad social,
tanto del observador como de los cuerpos representados en los filmes.
Así también la comunicación permite concebir cómo en la construcción del cuerpo y más aún, en
ese espacio de la pornografía, lo que importan son las reglas mediante las cuales se establece un
cuerpo y quién es el responsable de esto. Es decir, cuáles son esos mecanismos de representación
de lo femenino, como la fragmentación de los cuerpos, Por esa razón se ve que no son cosas sueltas,
sino que todo tiene un sentido, como la fetichización del cuerpo, o buscar que el observador se
sienta parte del video, por ejemplo el porno POV, que es un género donde el espectador puede ser
parte de la película, pues toda la relación sexual se realiza por medio del plano subjetivo.
De acuerdo a la cita la pornografía como ritual hace que el espectador construya su sentido y su
realidad por medio de la ceremonia. Todo ese mundo es parte del individuo, el cual interpreta su
vida a través de códigos culturales. Las TICs permitieron no solo mostrar las realidades culturales,
sino que dieron cuenta de cómo la cultura y la comunicación no están separadas, por lo cual estas
dos permiten la construcción de los sentidos.
En este mismo contexto la comunicación permite comprender la lógica de los cuerpos dentro de
los mecanismos de control. Ya no solo son los medios de comunicación los que señalan cómo debe
ser un hombre o mujer perfecta, sino que los nuevos referentes de explotación son las personas. En
otras palabras cada uno de nosotros nos autoexplotamos en varios campos, puede
30
ser el trabajo, por medio del emprendimiento, o en el caso del cuerpo, ya no existe la necesidad
de que alguien externo nos diga cómo hay que ser, sino que cada uno se esfuerza por tener un
cuerpo ideal.
31
CAPÍTULO III
Pertenecemos a una época donde la visualidad, virtualidad e inmediatez son los medios de
aprendizaje, conocimiento y también son una forma por los cuales la gente se relaciona y crea
sentidos de su realidad. En otras palabras, la forma de dar sentido a nuestra vida ya no es una sola,
pueden ser varias formas, en este caso la virtualidad. De igual manera es importante señalar que la
pornografía, tanto en discos, cines e internet, genera y construye un referente en las personas. No
lo hace solamente con la representación de la relación sexual, sino también con la imagen del
cuerpo femenino.
Además, en este capítulo se hace un recorrido en la pornografía para conocer cómo el cuerpo de
la mujer tiene diversas connotaciones sexuales. Se lo hará de forma visual y virtual, es decir que
un estudio etnográfico, el cual nos servirá para reflexionar sobre la corporalidad en el capo del
porno. ¿Es posible realizar una etnografía sin ir al sitio donde se realizará la investigación? Si esta
pregunta se formulara en tiempos de Pastuer quizá fuera desconcierta. No obstante, el personaje
hizo algo que para los investigadores de la época no era posible o fue visto como descabellado.
Llevar el laboratorio al campo y hacer la investigación por medio de la vinculación con la gente.
La observación directa fue lo que Pasteur realizó. Uno de los primeros trabajos de etnografía fue
el llevar el laboratorio al espacio donde se realiza el estudio.
De igual manera se intenta llevar la investigación al campo de estudio, la diferencia radica en que
no es una etnografía cara a cara, sino virtual. La etnografía permite comprender las interrelaciones
en los distintos espacios, por ejemplo comunidades. En este caso las relaciones que se estudiarán
son las que se dan en la red. Asimismo, se observa a internet como el espacio donde se crea sentidos
porque se lo puede ver desde dos perspectivas, como señala Christine Hine. La primera estudia la
web como cultura y en segundo lugar como artefacto cultural. De igual manera asimilar la cuestión
del cuerpo dentro de los dos campos señalados, los que se complementan.
6
La palabra cine se utiliza en el párrafo para referirse al espacio o lugar donde se observan filmes.
32
No se quiere dialogar con los espectadores de pornografía para saber qué consideran o qué piensan
sobre el tema, sino observar cuáles son los imaginarios sobre la mujer en el porno, así cómo el
cuerpo femenino que tiene varias connotaciones de acuerdo a la categorización del espectador, ya
que el porno no solo es un referente, sino también una construcción que se establece con respecto
a lo que cada persona gusta y desea.
Es así que se utilizará la etnografía virtual para comprender cómo internet provoca un cambio en
la construcción del cuerpo pornográfico que se representa de forma distinta en espacios como el
cine y en épocas pasadas donde el guion cinematográfico era una parte importante para la
elaboración del filme porno en los años setenta.
Los protagonistas del presente capítulo son, en primer lugar, tres películas que marcaron un hito
dentro del cine porno. De igual manera, en un segundo momento se presenta a internet como un
espacio que satura, no solo de información a los usuarios, sino también de videos obscenos que
permiten observar ya no películas como tal, sino actrices y categorías que son los nuevos
protagonistas del análisis.
Los videos para el análisis son “Garganta profunda” (Gerard Damiano 1972) Taboo I (Steven
Knight 1980) House of Drems (Andrew Blake 1990). Estos muestran un cambio significativo en
la construcción y representación del cuerpo femenino, por ejemplo la eliminación de grasa corporal
y tener un cuerpo esbelto. Por otro lado, y como segunda parte del análisis, no se observará
películas, sino la saturación de pornografía y categorías con más entradas dentro de la web, como
POV, anales, felaciones, etc. Así también se tomará en cuenta a actrices referentes para la
representación del cuerpo. Por ejemplo, Kendra Lust, la que tiene relación con la venus de
hotentote7.
El cuerpo, desde la postura de Pierre Bourdieu, es un sistema cargado de sentidos, los que no
necesariamente deben ser sexuales. Asimismo, señala que son construcciones sociales y el sexo
7
La venus de Hotentote es el referente al fetiche ya que solo se le da una carga sexual por el tamaño de
sus nalgas, y el sujeto se reduce a esas partes.
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es el que define. Es decir que está condenado a tener distintas cargas simbólicas o sentidos
dependiendo del sexo. Con respecto a lo planteado, el cuerpo se origina en la razón androcéntrica.
En otras palabras, el ser masculino, por estar en el centro, define lo que está a su alrededor. El
cuerpo de la mujer no se le atribuye los significados que tiene el del hombre, como el de tener
poder, sino se lo carga de sentidos sexuales y sometidos.
En esta lógica la mujer no es sujeto, sino una cosa con un solo sentido. Dentro de la pornografía,
el cuerpo se reduce aún más. No es solo un objeto, sino varios y cada uno con el mismo
significado. Así también cada parte es un todo, pero no quiere decir que está completo, sino que
todos los lugares del cuerpo mutilados representan o sustituyen a las partes que, en tiempos de
Pompeya, eran las únicas con el valor sexual, es decir vagina y senos.
La mujer al reducirse a cuerpo deja de ser sujeto, y por tanto no dialoga con sus semejantes. Sin
embargo, en el porno de los setenta la mujer es la protagonista y la que construye los diálogos.
Empero, no le conduce a ser igual que el actor (masculino), sino que es un cuerpo que habla,
porque no cambia la forma de representarse, permanece la figura complaciente, donde lo
importante es su cuerpo como medio de trabajo y satisfacción. Esto ocurre porque el porno
hegemónico en la industria es el heterosexual realizado por hombres y para hombres, los cuales
ven un referente en los videos y crean un imaginario social en cuanto al sexo y a la mujer.
“La principal tesis sobre el porno desde la disciplina sociológica consiste en considerarlo un reflejo
del modelo sexual heterosexual dominante o hegemónico en occidente. El porno heterosexual viene
a ser un espejo convexo de las características que modelan el imaginario sexual hetero”. ( (Araujo,
2015)
La pornografía como un medio subversivo para representar el sexo no abandona el estereotipo que
se construye desde el androcentrismo y en lo heteronormado. Se continúa pensando que la relación
sexual que provoca algo en el espectador es la de un hombre y mujer, siendo la mujer la pasiva y la
penetrada, la que utiliza su cuerpo para satisfacer al otro dominante. Así también es ella la que debe
mostrar una figura que sea excitante y por ende bella para el hombre. Linda Lovelace es el personaje
que rompe en una parte con el estereotipo, porque no muestra totalmente su cuerpo como símbolo
sexual, pero implementa un nuevo lugar de deseo y donde el que más se satisface es el ser
masculino.
Es fundamental señalar que en la pornografía de los setenta se exhibe a la mujer no solo desde el
cuerpo, sino también se valora la actuación y el papel que tiene en la cinta. “Garganta Profunda”
como ícono del cine porno muestra un personaje femenino distinto al de los videos de hoy en día
(Desde la actuación en su mayoría). La actriz, Linda Lovelace (Ver imagen 1), conduce la historia,
y no es su cuerpo el que entretiene al espectador, sino su rostro, porque el primer plano se enfoca
en sus afecciones. Así también, ella no es la modelo de mujer enaltecida por su figura como sería
34
el caso de actrices actuales como Alexis Texas, la que es un símbolo por su voluptuosidad. Por el
contrario, la actriz de “Garganta Profunda” se muestra con su voz, así como también con su boca,
porque es el lugar clave para que la trama se desarrolle, la que abre una ventana nueva de placer
sexual.
Así como a la literatura se clasificó en géneros por características semejantes entre las obras y se
ubicó en escuelas o movimientos, la pornografía tiene un proceso similar. En otras palabras, el
porno se categorizó por su contenido, época y lugar. Por ejemplo, en la época dorada de la
pornografía francesa (1974-1980), el director Gérard Kéköine fue uno de los precursores del
género que daban voces a las actrices. El director en una entrevista señaló que. “Nuestras películas
durarán porque las hicimos con humor, vitalidad, amor y respeto por las mujeres”. (Pillault, 2016)
Los cuerpos femeninos en la época dorada no son diferentes a los detallados por escritores como
Goerge Bataille. Es decir, cuerpos con una carga de sensualidad, cuerpos obscenos y glorificados,
la mujer comparada con Dios8. Bataille escribe. “Madame Edwarda me fascinaba, jamás había
visto una mujer más hermosa –ni más desnuda (…) Ella era Dios. Su presencia adquiría la
simplicidad ininteligible de una piedra”. (Bataille, 2009) Las actrices de los videos de Kéköine
tienen características semejantes en los filmes. No presentan el cuerpo estereotipado para
significar belleza, sino cada una presenta una figura distinta, más delgada o más robusta. Así
también, se muestran los rostros de las protagonistas, exponen el placer que fingen sentir, ojos
cerrados y labios entre abiertos.
Es así que, los videos de Kéiköine o “Garganta profunda” de Damiano no creen necesario la figura
de senos grandes o caderas anchas, sino una mujer más que un cuerpo, una persona que exprese lo
que siente con su rostro, y que no solo haya una fijación por partes específicas del cuerpo. El
director puede mostrar su ideal de belleza porque no existe la saturación de pornografía que hoy en
día tenemos en la web. Con esto no se quiere decir que no existen categorías en cuanto a fetiches,
sino que las personas veían lo que un gran director porno les daba en una pantalla gigante.
Kéköine señala que, “entre 1977 y 1982, mis películas vendieron más de cuatro millones de
entradas. Fue muy bien y las distribuyeron en cerca de treinta países. Estábamos en todas partes”.
(Kéköine, G. en Pillailt, 2016)
Ahora bien, el cuerpo en el cine porno de los setenta se representa en diferentes facetas. En primer
lugar, es un cuerpo lejos del estereotipo de belleza de nuestra época, sin embargo pertenece al
canon de su tiempo. Con respecto a esta lógica se mantiene la postura que, tanto pornografía como
lo bello son puntos de vista y no conceptos rígidos. También hay que señalar que las perspectivas
8
Goerge Bataille en el texto “Madame Edwarda” describe a la protagonista y la compara con Dios.
35
son epocales, y cambian en relación a este. Por otro lado, si se observa al cuerpo de los setenta en
“Garganta profunda” existe un distanciamiento con la representación del cuerpo en otros videos,
los que muestran personajes femeninos mayores. Es el caso del filme “Taboo I”, la que presenta
actrices de mayor edad, por ejemplo, Kay Parker (Ver foto 2) con cuarenta años aproximados entró
al cine pornográfico.
La belleza del cuerpo femenino se categoriza, a pesar de que se les atribuye voz a personajes como
Linda Lovelace o a protagonistas de la época de oro del porno francés. El cuerpo de la mujer, de
acuerdo a lo planteado por Bourdieu con relación a “Anne- Marie Dardigna, hace del cuerpo
femenino un objeto evaluable e intercambiable, que circula entre los hombres de igual manera que
una moneda.” (Bourdieu, 2000, pág. 60) De esta manera se comprende la actuación de Linda
Lovelace, que puede dialogar con sus coprotagonistas, pero continúa representando al cuerpo
femenino como mercancía, con un valor sexual.
La existencia de vellos en la parte púbica, más que una cuestión biológica es algo cultural y
contextual. Sin embargo, no deja de ser importante la funcionalidad en el individuo y en las
relaciones interpersonales. Según el zoólogo Desmond Morris, el vello púbico tiene tres
principales funciones. La primera se remonta a épocas primitivas, donde este actúa como un
indicador de adultez, y las mujeres están listas para procrear.
Desde esa época se observa cómo se asocia a la existencia de vello con la maduración, así como la
falta del mismo es señal de juventud. Por otro lado este retiene olores, el cual sirve como trampa,
es decir que el aroma que se impregna atrae la atención de otros sujetos (feromonas). Así también
la existencia de vello púbico sirve para cubrir el rose en la relación sexual.
Cada individuo en la actualidad tiene un punto de vista sobre el vello al momento de tener sexo o
verlo. Dejárselo o decirle a la pareja que se lo deje o quite es una cuestión personal. Los Roses,
fluidos, olores, objetos y partes del cuerpo son un todo sexuado al momento de la práctica sexual.
No obstante, esto no es así al mirar pornografía, ya que se mira porno en la red de forma categórica.
En otras palabras, se busca y ve lo que la persona gusta. Si al individuo le provoca un deseo excesivo
observar una vagina con vellos exuberantes, él buscará lo que complazca sus deseos.
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Ahora bien, el vello significó en el hombre y en la mujer cosas distintas. Por ejemplo, en el macho
es una señal de masculinidad. Es decir que el que no tenía era femenino. Por eso en el proceso
colonial en América el indio era un ser feminoide (semejante a la mujer). Por el contrario, en la
mujer el vello es señal de lo salvaje. Por esta razón, con el rasurado, el cuerpo femenino pasa, por
fin, a ser civilizado
Esto ocurre en su totalidad en los 90, y se lo evidencia con más claridad en el campo de la
pornografía. En un principio vemos a una de las empresas más grandes de porno como private que
da a su público lo que buscan, mujeres con vellos excesivos en los 60 y a finales de los 80 e inicios
del 90, el vello desaparece o adquiere forma por medio del rasurado. Hoy en día los vellos como
uno de los fetiches preferidos no dejan de existir. Es verdad que cada día hay más actrices que
dejan sus vellos para ser más estéticas, pero el observador eso no le importa, busca con ímpetu lo
que no puede tener en la realidad. En la página orgasmatrix.com las categorías están ordenadas: por
qué video tiene más votos, cual más comentarios, por fecha y también por género. En uno de los
videos más comentados de la página se refleja esa búsqueda de la fantasía por un usuario que habla
sobre la actriz Peta Jensen. “La sigo amando digan lo que digan, es una Diosa del porno en la nueva
ola del xxx” (orgasmatrix, 2016)
La boca de Linda Lovelace es la entrada a la pornografía actual, porque en la mayoría de videos las
felaciones no faltan como el inicio de la relación sexual entre los protagonistas. De esta manera
“Garganta Profunda” no excluye totalmente la idea de cuerpo mutilado que está presente en la
pornografía. En otras palabras, al fijarse en el sexo oral como algo fundamental en el video se
mutila al cuerpo, y la boca de la actriz es un símbolo sexual. El cuerpo con respecto a esta lógica
es un objeto. La idea del cuerpo convertido en objeto y expuesto para ser escrutado y finalmente
controlado, se erige como ideal normativo. (Clúa, 2007, pág. 185) Es decir que la protagonista,
37
junto con el video, solo propone o muestra un cambio en el sentido de la composición
cinematográfica y en la importancia del diálogo en la actriz, lo que en el porno actual no existe.
Pero continúa representándose como un objeto expuesto para el disfrute de otros.
Si se lo observa desde la perspectiva de lo que es pornografía según Andrés Barba y Javier Montes,
el cuerpo de Linda Lovelace es un objeto y no representa una persona, porque en el porno está
presente lo que provoque un deseo sexual. Si eso no existe no es pornografía. El cuerpo que habla
en la pornografía de los setenta se asemeja a los filmes de directoras como Annie Sprinkle que
retoma lo estético en las cintas de video, por medio de la creación de una historia y que no solo lo
corporal atrape al espectador, sino que la película y su composición atraigan la visita a la pantalla.
Private, una de las páginas web más grandes e importantes en la pornografía, recopiló videos y
fotos de actrices desde los sesenta hasta la actualidad. Así como tiene una clasificación por escenas,
películas, actrices y una de las más destacadas es classics. La plataforma permite observar el
cambio y la distancia que se evidencia en cada periodo. Cada sección empieza con una reseña la
que da la bienvenida a los usuarios y visitantes. En el caso de los sesenta se escribe:
“Todo esto empezó en 1965, cuando Berth Milton padre empezó a difundir la revolución sexual
en la primera revista porno a todo color. Los lectores de Private disfrutaban de los primeros aires
de auténtica libertad viendo a nuestras espectaculares modelos explorando a fondo su sexualidad”.
(Private)
Las mujeres expuestas en esa década no son lo que hoy en día vemos como actrices pornográficas.
Son personas que no arruinan su peinado después de un video, o chicas que no dañan su apariencia
para que salga una buena foto. Una de las cosas más notorias que distingue al cuerpo femenino de
los sesenta de los setenta es la existencia de vello púbico y por supuesto el cabello de la época. Por
otro lado, en los setenta existe una muestra del abandono del vello, y no solo por la actriz de
“Garganta Profunda”, sino por la mayoría de actrices del tiempo, como es el caso de Marianne, una
chica con cabellos dorados y piel rosada, con rubor en sus mejillas para no solo resaltar su cuerpo
sino también su rostro.
Las fotografías que recopila Private permiten dar cuenta también del cuerpo hermoso de un
tiempo y de un lugar. Mery Torras señala que “un cuerpo no puede comportarse de cualquier
manera en cualquier contexto: cada encrucijada sociocultural actualiza determinados cuerpos”.
(Torras, 2007, pág. 23) Y en el contexto que analizamos se evidencia esa brecha epocal.
¿Qué es glamour y sofisticación en la pornografía? Los dos términos no tienen una diferencia en
el porno o fuera de él. Ambos se refieren a que se presenta a una persona de forma elegante,
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apuesta, adinerada y ostentosa. Es decir, exhibir a un personaje ilustre, conocido, y que su
vestimenta y apariencia represente una clase alta. Dentro de la pornografía las actrices se muestran
de forma similar. Mujeres con una apariencia de personajes famosos y adinerados, con sombreros
de copa, peinados sobresalientes y brillantes, también se muestra un maquillaje que no se corre
del rostro a pesar del sudor presente después de cada escena.
La pornografía de los ochenta da a conocer a mujeres que representan a una clase social, y que no
solo se identifica por su apariencia, sino por los espacios donde se desenvuelven las acciones del
video. De acuerdo a lo señalado, la pornografía actual es un símil del porno de los ochenta, porque
de igual manera existe una diferenciación de clase. Ninguna actriz que trabaje para una productora
muestra signos de pertenecer a una clase inferior, ya que viste ropa elegante, y la relación sexual,
se da en casas lujosas con piscinas, y salas amplias con puertas de vidrio. Por ejemplo, en las
producciones de Bangbros9 los videos no solo están divididos por categorías, sino también
muestran una variedad de escenarios lujosos en una de las ciudades más adineradas, como Los
Ángeles. Las locaciones son mansiones con piscinas donde las actrices toman el sol como parte de
las escenas de las cintas que propone el director.
Por otro lado, hay una diferencia en cuanto a los cuerpos. La mujer de las cintas pornográficas de
hoy en día son jóvenes, tanto para el actor como para muchos de los pornófilos. Por el contrario,
el cine para adultos de 1980 exhibe a un personaje femenino mayor, adulto, símbolo de la
experiencia sexual, es el personaje que puede enseñar a sus amantes. Es un cuerpo en un nuevo
estado, ya no es el cuerpo que habla, sino el que enseña. En otras palabras, la mujer como referente
del aprendizaje y modelo para los jóvenes novatos.
Ahora bien, en la cinta “Taboo I” los personajes femeninos no abandonan el vello púbico, porque
es un símbolo de madures en el video. Kay Parker, protagonista de la película es la representación
de la edad adulta como signo de experiencia y belleza. Ya que la persona que representa el papel
de hijastro la observa como a una pintura, con distancia y, en un momento, solo para admirar.
La pornografía en los ochenta cambia la forma de mirar el porno, porque se muda de un espacio a
otro. Los videos de los setenta llegan al cine, el cual es un espacio público, porque muchas personas
pueden entrar a estos espacios. Además, no eran cines para adultos, sino cines comunes y
corrientes. Por otro lado, en los ochenta se da un salto, y no solo en la cuestión del cuerpo, sino en
el espacio de ver películas. Aparece el VHS y la pornografía cambia de dispositivo. Ahora es posible
observar en lo privado, es decir en la casa de cada uno. El cambio que ocurre en ese año se acerca
a la reflexión de Barba y Montes en la “Ceremonia del porno”, ya que señalan que el
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Bangbros.com es una de las primeras productoras que implementó en sus videos la alta resolución y una
de las más grandes a nivel mundial.
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porno es la ceremonia que ocurre en lo privado. Esto permite que las personas puedan comprar los
videos que escojan, es decir que buscarán cintas que se apeguen más a sus deseos. Lo que
caracteriza a la mayoría de películas de la década de los ochenta es la búsqueda de una mujer con
experiencia, una mujer mayor, pero con un cuerpo joven. En la narrativa cinematográfica existen
cambios socio-culturales y la pornografía no se queda exenta de eso. Los cuerpos atraviesan este
cambio en cada época, y desde la perspectiva de Humberto Eco la designación de lo bello y feo es
cultural y epocal. Por esta razón el porno de los ochenta continúa con la línea heteronormada, es
decir que sigue reproduciendo al cuerpo femenino desde una mirada masculina y heterosexual.
¿Por qué? Porque la industria pornográfica predominante es la que provoca un deseo sexual en el
hombre. Por esta razón los cuerpos que más se muestran, en los cuales recae la cámara con sus
planos es en el femenino. La mujer en las cintas pornográficas de los años ochenta no se alejan
del estereotipo de la época, pero lo que hay que rescatar es el cambio que tiene en relación a la
anterior década y a las que le siguen.
La actriz principal de “Taboo I” no solo es la mujer mayor que representa a la mayoría de videos
de los ochenta, sino también un referente para la búsqueda del placer sexual. Porque aún
permanece la experiencia como símbolo de belleza. Por otro lado, el cuerpo es semejante al de las
actrices actuales, es decir la voluptuosidad ya se presenta en esta cinta. La actriz tiene los senos
grandes al contrario de Linda Lovelace de “Garganta Porfunda”, que tiene un cuerpo delgado, y la
atención recae en su boca. Hay que señalar que en cuanto a Garganta Profunda la pornografía
representa un problema médico para que la trama continúe. El sexo bien visto era aquel relacionado
a la medicina y a las artes, y Garganta Profunda toma de esto para exhibir acciones poco vistas en
el tiempo.
Así también, dentro de la pornografía de los setenta y ochenta existe una antítesis con porno actual
que tiene características similares con el de los noventa. Es decir que, en las películas de hoy en
día hay una fijación por las mujeres menores, las lolitas del cine para adultos. El actor masculino
representa la preparación sexual. Hay una suerte de pedofilia por la búsqueda de lo joven. “los
señores y señoras de edad avanzada generalmente hacen el papel de voyeurs… Los papeles
femeninos se les atribuyen un estado de disponibilidad sexual permanente.” (Araujo, 2015) En los
ochenta no son como tal los adultos los voyeurs, porque ellos son los principales en el
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desarrollo de los videos. Las protagonistas en la década de los ochenta no es la niña, sino la mujer
adulta, el caso de la cinta Taboo. La adolescente no es el símbolo de la belleza y la sexualidad sino
aquella que tiene dinero, la que presume lujos y en su mayoría casadas. Recordemos que uno de los
estereotipos femeninos es la mujer como esposa y después como madre. La pornografía no
representa a la mujer esposa y madre desde el cuerpo, sino con la actitud del personaje y la
construcción de este.
En todas las especies vivas, o en la mayoría, así como en los seres humanos la juventud es símbolo
de belleza, bienestar y fuerza. En animales como los caballos el ser joven representa fortaleza y
duración (Dentro del sistema capitalista dinero). De igual manera sucede con las personas,
indistintamente de ser hombre o mujer. La belleza en la actualidad se expresa en el cuerpo joven,
para el anciano o el mayor la juventud es envidiada. “Todo joven es bello” señalan en una
conversación familiar. “Hasta el más feo es agradable físicamente para el viejo”.
Empieza una nueva época en la pornografía. La mujer ya no tiene o muestra experiencia en las
cintas de video. Llega la mujer joven, las “Lolitas”, la chica de alado, las colegialas vírgenes que
empiezan su sexualidad como toda mujer desde el discurso machista, la mujer dispuesta a los
placeres del hombre. La niña como símbolo sexual. En los videos pornográficos de los años
noventa no solo el cuerpo de la mujer presenta la juventud, sino también juegan otros elementos.
La ropa como en todo cine porno es importante para marcar un referente y caracterizar a las actrices.
Por ejemplo, aparecen videos como “Italiano con adolescentes”, donde desde el nombre se
evidencia un nuevo estereotipo para una época. La ropa de colegialas o los peinados forman parte
de la nueva búsqueda para los muchos espectadores. De igual manera, así como se muestra el vello
abundante en las anteriores décadas, en los noventa hay un abandono. Porque parte de la juventud
es el no mostrar características que simbolicen madurez sexual.
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Asimismo, el cambio estético-corporal se da por crear un referente de belleza, por la intromisión
de una segmentación mercantil en la industria del porno. Es decir que, la industria cada día busca
o analiza los deseos de las personas para crear nuevas categorías. La llegada del internet fue igual
que la del VHS, un cambio en la forma de mirar pornografía. Ya se lo hizo de forma privada, la
diferencia es que ahora con internet se puede buscar y ver varias cosas a la vez. Puedo complacer
mis gustos, y dentro de lo privado, solo yo y el buscador se dará cuenta de mi deseo. De esta forma
el cuerpo empieza a categorizarse cada vez más. Los cuerpos jóvenes son el principal cambio, pero
ahora se busca no solo la actriz que inicia su sexualidad sino un cuerpo más expuesto, más abierto.
“La fragmentación narrativa del porno para Deleuze supondría una apertura despersonalizada
desde la que reconstruir los sentidos privados, mutables y des-sujetados de la experiencia erótico-
sexual de cada individuo”. (Araujo, 2015, pág. 9)
Es decir que el cuerpo es visto (de los noventa en adelante) desde un plano médico. El cuerpo
mutilado y expuesto es el objeto de deseo sexual que aparece con más notoriedad en la pornografía.
Desde la cinta “Garganta Profunda” se presenta tal cualidad. La temática del video gira en torno a
un problema médico, más no solo centra la atención en el plano de la felación, sino también en su
cuerpo. Por otro lado, en el cine porno de los noventa se pierde la fijación por un cuerpo completo.
Cada parte de un cuerpo es un todo para el espectador. Los videos en esta década empiezan a
centrarse en una sola parte corporal, por varios minutos solo se verá una acción. Hoy en día es más
clara la mutilación del cuerpo femenino y el desapego entre los sujetos que protagonizan la historia.
No son sujetos o mejor dicho la mujer es menos sujeto que el hombre, ya que el cuerpo se
objetiviza, se fetichiza.
En el cine de los noventa no se abandona lo que en los ochenta aparece, es decir el glamour y la
sofisticación en sus videos. Tanto en los escenarios como en el maquillaje de las actrices se puede
observar el intento del porno por reflejar una distinción de clases. Las actrices con sus ropas de
diseñador, prendas brillantes y maquillaje sin correrse juegan con su cuerpo para que el observador
se complazca. Existe en esta época, no solo la niña o la chica con dinero, también las actrices están
dispuestas al sadomasoquismo. Los golpes y las penetraciones exageradas son parte importante del
cine pornográfico de los noventa y de la actualidad. Desde los setenta el porno representa al ser
masculino con características como el vello en su rostro, músculos y lo más importante el pene
grande. Aquel actor pornográfico (en la cultura occidental) que no presente las cualidades
nombradas o por lo menos dos de ellas no es el referente de masculinidad. De igual manera sucede
con las actrices (la década de los noventa no queda excluida). Las mujeres se transforman para
acercarse al canon de belleza. Cada vez hay más cirugías para llegar a tener el
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cuerpo perfecto, hermoso y nítido. La época del hard Glamour10se legitima en la pornografía de
los noventa. Porque la apariencia en las mujeres es fundamental para atraer al observador. Las
actrices no aparecen totalmente vestidas, sin embargo, son pocas las prendas que usan para mostrar
un status en el video. El porno de los noventa se parece a las fotografías de modelos, las cuales
destacan diferentes cualidades del cuerpo, el rostro y la ropa extravagante que no se usaría
comúnmente. En la pornografía se destaca esta ropa y el cuerpo, pero no completo, sino por partes,
el que juega en una suerte de contraste con prendas de vestir. Por ejemplo, la ropa de animalaprint,
los tacones altos, el color de los labiales exagerados, maquillaje para cubrir cualquier imperfección
de la persona, ligueros y ropa brillante, de cuero o todo lo que sea atractivo a la vista.
House of Dreams es una película pornográfica de los años noventa que muestra a las actrices con
las cualidades mencionadas. Se observa el estereotipo de belleza más cercano a nuestra época. Es
decir, un cuerpo simétrico, las mujeres son delgadas de ciertas partes corporales, como la cintura.
Por el contrario, hay otros lugares del cuerpo que deben presentar una medida para ser
consideradas bellas. Los senos y las caderas en la cultura occidental son importantes en la
construcción de belleza femenina.
En el texto “La sociedad del cansancio”, Byung-Chul (1959) señala que, existe una explotación
autónoma, desde diferentes lugares. Por un lado en el trabajo, ya no tenemos solamente al jefe o
líder que nos explota, sino somos cada uno de nosotros los que lo hacemos. Aquí exigimos un
esfuerzo propio y a veces exagerado tanto que la persona termina agotada. Como una segunda
reflexión presente en el texto está la preocupación por el cuerpo y el cómo estar para ser bien visto,
ser hermoso y pertenecer a un grupo social. La cuestión del cuerpo, es decir, el tratar de cambiar
nuestro aspecto físico para entrar al canon ya se evidencia con más claridad en los noventa. Porque
vemos la sobresaturación de imágenes del cuerpo femenino, y la configuración de lo bello.
Observar modelos en publicidades nos da una idea de lo que el hombre desea, de lo que considera
atractivo. Así también se presenta en la pornografía, pero menos censurada. Entonces vemos como
el cuerpo o la construcción de este se vuelve una obsesión. Porque tanto en hombres como en
mujeres no existe una conformidad con la imagen, continúa el desvelo por ser como lo que vemos,
porque se considera que eso es lo hermoso. Dentro de la pornografía hay algo más grave, las
personas construyen su realidad de acuerdo a lo que tienen de referente. La pornografía es el
referente del sexo y el cuerpo femenino. Se crea un imaginario alrededor de la
10
Hard Glamour se refiere a la sofisticación de la puesta en escena, es decir el espacio, las acciones, el
arte. Así también se trata de implementar tonos de maquillaje en las actrices, luces que permitan ver al
espacio como una suerte de paraíso para el espectador y lo más importante el montaje invisible está
presente en la mayoría de películas. Lo que crea un imaginario sobre el sexo en las personas, en su
mayoría hombres heterosexuales.
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relación sexual y de la mujer. El hombre quiere hacer lo que mira y observar lo que hace. Porque
en la pornografía el cuerpo se fragmenta por las técnicas del cine, es decir por los planos. Entonces
el cuerpo que se tiene como referente es el mutilado y ese es el ideal de deseo.
“El fragmentarismo presenta una función estética y una finalidad excitante: los cuerpos aparecen
recortados para la percepción; la hipervisibilidad del genero desmenuza las corporalidades y nos
entrega ángulos imposibles, dislocamientos perceptivos y perspectivas panópticas”. (Gonzalo,
2011)
La intranquilidad por tener un cuerpo perfecto aparece por la lluvia de imágenes, ya que el que
construye la belleza femenina es el hombre. Ahora bien, En el porno de los noventa,
específicamente en “House of Dreams” se evidencia esta preocupación por el cuerpo perfecto y
hermoso. Existe una búsqueda de la belleza, del hedonismo tanto en los hombres como en mujeres.
Los señores con el bigote, delgados y bien vestidos son remplazados por los jóvenes musculosos
y bien dotados. La autoexplotación en el cuerpo se da en dos partes, la primera con la
manipulación de los músculos en los gimnasios, y por otro lado la intervención quirúrgica. En los
setenta, la mujer presenta un cuerpo más natural y menos voluptuoso como el que aparece en los
noventa, ya que no solo es sofisticado, sino también más sexual porque centra más la atención en
partes del cuerpo como los senos, nalgas y vagina. La búsqueda de la belleza por medio de lo
monstruoso, por la mutilación11 y la transformación.
En los noventa, dentro de la pornografía, ya existe una evidencia clara del cambio corporal que se
dan en las diferentes épocas. Por un lado, la mujer natural, delgada y por el otro la mujer con senos
que destacan, y un cuerpo que ya considera a la cirugía plástica como una herramienta de
11
Se habla de mutilación del cuerpo no desde el sentido de la fragmentación por medio de los planos,
sino por el cambio corporal en la mayoría de actrices. Los cortes y las intervenciones quirúrgicas forman
parte de las mutilaciones para buscar la perfección y le belleza física.
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cambio o de paso a la belleza y ¿por qué no? de más ganancia. Los cuerpos del porno de los noventa
según el análisis de Araujo son “mucho más ‘sexuados’ e hiperintervenidos, de constitución
fibrosa, con curvas exageradas por la cadera y los pechos”. (Araujo, 2015) Sin embargo, el análisis
de Araujo es entre el porno de los ochenta con el del dosmildoce. Pero existe ya esta diferencia
entre el cine de los setenta con el de los noventa, porque ya se evidencia este cambio corporal. Las
intervenciones quirúrgicas en este tiempo son solo un paso para todo el cambio corporal en las
actrices de hoy en día. El porno actual es el lugar donde el cuerpo se fetichiza.
Por ejemplo, en House of Dreams la actriz principal desde el inicio del video exhibe su cuerpo
“perfecto”. Senos redondos, piel bronceada y sin manchas. Hace contraste con los accesorios como
el color de sus labios, el collar dorado, y la ropa transparente que deja y no ver totalmente su
cuerpo. En comparación con los otros videos, el cuerpo se presenta de forma más viva y más
“limpio”, ya no es la piel pálida de las actrices de los años setenta o el cubierto de vellos púbicos,
sino que ya hay una eliminación de estos o la reducción. El vello en la época de los noventa hasta
la actualidad se caracteriza por ser antihigiénico, así como también porque la eliminación o su
disminución permite ver más claramente el sexo de la actriz.
“Alexis Samper o Alexis Texas como más le conocen, camina junto a Anikka Albrite alrededor de
una gran piscina. El suelo se hace blanco con la luz del sol. Los árboles forman un contraste con
el césped sintético de la casa. Algunos parasoles adornan el espacio junto con sillones y almohadas
por todo el lugar. Es difícil distinguir la mayoría de objetos que adornan el set, porque tanto Alexis
como Anikka ocupan todo el cuadro de la cámara. Son dos jóvenes totalmente rubias, la una con
ojos verdes y la otra, azules. Usan trajes de baño, celeste y roza. Tienen zapatos taco aguja para ser
más altas y levantar sus nalgas. Alexis acaricia y da suaves golpes a al trasero de Anikka. La
cámara sigue en contrapicado a las dos chicas por todo el lugar por donde caminan. En ciertos
momentos disminuye el tiempo para hacer más placentero el caminar de las dos actrices. Llegan
a un sillón beige, Alexis se coloca en cuclillas y mueve las nalgas de Anikka. La cámara no pierde
un instante de la acción. Pocos son los planos de los rostros de las dos jóvenes, la atención recae
en los glúteos prominentes de las actrices. El video continúa, por diez minutos no se filma más que
el trasero de cada una de las chicas. Acto seguido, ambas empiezan a besar sus cuerpos hasta que
llegue el actor”.
La escena descrita es de un video de la actriz Alexis Texas, una de las más representativas en la
pornografía de hoy en día. Por varios minutos no se hace más que grabar las nalgas de las dos
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personas. En los minutos restantes (ya que las películas porno de nuestros tiempos no duran más
de media hora12) la cámara continuará filmando las nalgas y las continuas penetraciones. En ciertos
momentos habrá tomas de otras partes del cuerpo, sin embargo, la acción se centra en el trasero.
En el video se observa cómo se clasifica a la actriz por su cuerpo, más no por quién es,
especialmente por una parte corporal. Se busca provocar placer solamente en el hombre. La mayoría
de videos de Alexis Texas son de este tipo, y en comentarios de portales web pornográficos solo
señalan la grandeza de la parte trasera de la actriz. Es así que se evidencia cómo el cuerpo en la
pornografía se objetiviza, así como la mutilación del cuerpo por la cámara y la forma de invisibilizar
a la actriz por una parte corporal.
“Uno de los culos más adorados del porno americano y una de las starlets llamadas a hacer historia
entrando en el salón de la fama. Su trasero proverbial es muy posiblemente fruto de la mezcolanza
de etnias que personifica Alexis, con sangre puertorriqueña, alemana y noruega circulando por sus
venas”. (orgasmatrix, 2016)
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La pornografía actual disminuye el tiempo de proyección porque ya no existe una historia que contar
como se lo hizo en videos como “Garganta Profunda”, sino solo hay una muestra de sexo explícito sin
otro fin. De igual manera se debe tener en cuenta la plataforma y el medio que se utilizan para la muestra
de pornografía. Se vive en un tiempo veloz, de inmediatez, y la pornografía, así como otros lugares del
cine, deben acoplarse a estas características.
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otra de las actrices más conocidas, es la representación de la venus de Hotentote, la que exhibe
nalgas prominentes, símbolo sexual en nuestra cultura. La mujer que presente cualidades
semejantes a los de Lust, provoca un deseo exagerado en la mayoría de hombres occidentales.
Hay una transformación en cada actriz, los cuerpos perfectos y referentes sexuales, son cuerpos
deformes, organismos mutilados para la satisfacción de unos. Mía Khalifa, presenta un claro
cambio en relación al cuerpo. Khalifa en un momento exhibe un cuerpo no voluptuoso, tampoco
bronceado y delgado. Por el contrario, al avanzar en la industria el cuerpo de la actriz es
hipersexuado. Labios delicados, senos grandes, pequeña cintura, caderas anchas y Nalgas
levantadas. Mía Khalifa es la representación del cuerpo bello de hoy en día.
Michel Houellebecq en su libro “El mapa y el territorio” narra desde la perspectiva del
protagonista, Jed, lo que considera bello en una mujer. Analiza a la mujer desde las épocas, cada
contexto presentó un tipo de belleza relacionado al cuerpo femenino. Sin embargo, existe algo que
predomina para que una mujer sea o no hermosa. Se refiere a la adoración de un arquetipo el que
construye, después, el estereotipo. Se refiere a “La belleza expresada en su plenitud en la mujer, el
poderío físico en el hombre”. (Houellebecq, 2011)
En otras palabras, el cuerpo femenino es el que domina al hombre, además que, el ser masculino
es que el señala que es bello en la mujer. Y de esta forma él es quien queda susceptible, no a la
mujer sino a su cuerpo. La pornografía como referente refuerza la idea de belleza en la mujer y la
reduce a un cuerpo. Las actrices pornográficas de hoy en día no son personas, sino un cuerpo
deseado por un tercero, el que crea un imaginario sobre la mujer hermosa y sobre el sexo. Existe
una gran responsabilidad en la pornografía, es así que aparecen debates en torno al porno y posturas
desde el postporno, un discurso feminista, como una lucha para apropiarse de la sexualidad y el
cuerpo de la mujer.
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que tienen relaciones sexuales con hombres mayores, una suerte de pederastia. La violación es
aceptada en la pornografía, y se naturaliza la relación sexual entre un menor que quiere y no
descubrir su sexualidad y un adulto que busca los medios para tener relaciones sexuales con la
menor.
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CAPÍTULO IV
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
4.1 Conclusiones
El cuerpo es una construcción social, pero no solo que se produce en un solo tiempo, sino
que está en constante cambio ya que es un proceso temporal que responde a normas de
acuerdo a contextos y a culturas. En otras palabras, el cuerpo, ya sea de la mujer o del
hombre responde a tiempos, es un proceso que se transforma con respecto a una época, y a
un pensamiento, en este caso al heterosexual y masculino. El hombre es el que designa cómo
deber ser un cuerpo hermoso. Se lo hace desde un pensamiento androcéntrico, es decir
con una sola visión. La construcción del cuerpo está atravesada por una dominación
masculina, la que legitima y naturaliza cómo hay que ser, es decir una violencia simbólica.
El cuerpo femenino deseado dentro de la pornografía no solo es el que está dentro del
canon, sino es una encrucijada entre estereotipos y fetiches. Porque ya no solo se lo desea
por ser hermoso, también por ser ansiado sexualmente, sin importar tener el cuerpo
simétrico, sino una parte corporal que guste al observador de pornografía. La mujer deja de
existir como sujeto y es ahora una categoría en los portales web pornográficos. El cuerpo
pornográfico es otra forma de belleza y se lo construye como un objeto para provocar al
observador. En otras palabras, un cuerpo deseado. En este caso, la pornografía hace que el
deseo se dispare al infinito, ya que hace realidad fantasías y las coloca en una pantalla. El
espectador por primera vez tiene a su alcance lo que ansía, y en la realidad jamás podrá
tener.
La pornografía no excluye los estereotipos del cuerpo femenino. Entre los principales que
se encuentran son:
1. La mujer sumisa, es decir la débil, que protege a la familia con amor. La virgen
María es una representación de este estereotipo. Así también la sumisa no puede
expresar su sexualidad con libertad, debe ser reservada y ocultar lo que siente.
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2. La mujer fatal por el contrario es aquella que muestra una suerte de libertad,
aunque se convierte en cuerpo, porque se le observa como un personaje sexual,
que puede controlar y decidir. En la época de glamour se evidencia con más
claridad. La feme fatale es el inicio de otro estereotipo que en la publicidad no
tiene mucha fuerza como en la pornografía. La mujer como carne, como objeto
sexual. El cuerpo voluptuoso y exagerado es la imagen de deseo.
Por otro lado, la pornografía lo que más presenta son fetiches. A continuación una suerte
de clasificación.
2. Por otro lado están los senos, estos deben ser grandes, capaces de remplazar las
manos para masturbar al actor.
3. La ropa es otro fetiche, los tacones, ligueros y ropa que resalte el cuerpo de la
actriz hasta ropa de cuerpo, o látex que se utiliza en la pornografía sadomasoquista.
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4. Los fluidos al igual que el sexo oral son otros fetiches deseados por los
observadores de pornografía. La saliva, el semen son lo que más se presenta en las
cintas porno. Por el contrario existen otros fetiches con fluidos, por ejemplo la
coprofilia.
El cuerpo pornográfico, un objeto, una estatua para ser contemplada y deseada por alguien
fuera de este. Es decir que la pornografía muestra a la mujer como algo para observar y
desear, por partes. El observador no podrá ir más lejos que el mirar eternamente, construye
una imagen de la mujer y del sexo.
La cultura visual permite mirar al cuerpo como un campo de significación sin importar
dónde se encuentre y se manifieste. En la pornografía el cuerpo no es solo un objeto
estático, sino uno que puede construir imaginarios y sentidos en las múltiples realidades
con relación al sexo o a la belleza. La visualidad no solo estudia o analiza procesos
aceptados por la academia, como el teatro, sino a todo lo que es un discurso. Porque
entendemos como cultura visual a todo ese conglomerado de imágenes que pueden
construir sentidos, en este caso la pornografía también puede ser estudiada.
La comunicación debe ser estudiada lejos de los enfoques funcionalistas que la miran
como medios de información y desde una suerte de causa efecto. Es decir que se estudia
a la disciplina como el proceso social-cultural donde se crean sentidos, ya sea por
relaciones interpersonales o diversos lenguajes como los corporales. En este caso la
comunicación como una forma de comprender las formas de significación de los cuerpos,
su relación tanto entre ellos como con los observadores.
El cuerpo que habla en la pornografía de los setenta retoma lo estético en las cintas de
video, por medio de la creación de una historia y que no solo lo corporal atrape al
espectador, sino que la película y su composición atraigan. Los setenta presentó un cuerpo
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médico y limpio. Primero por la temática e incluir las felaciones como un futuro fetiche y
segundo por el abandono del vello como antiestético.
Así también, el cuerpo sofisticado y adulto termina con el rasuramiento del vello púbico,
y da la bienvenida a la juventud. El que se muestra liso, limpio, sin errores en la piel o
arrugas en su rostro. Llega una nueva etapa, las Lolitas de Vladimir Nobokov, que en el
tiempo del texto literario es aberrante, pero en los noventa es aceptado y hasta legítimo.
El cuerpo ochentero pornográfico naturaliza las relaciones pederastas, así como incluye la
representación de sectores sociales por medio de su apariencia, sin embargo es más
fragmentado que en los setenta.
El cuerpo en los noventa tiene características similares a las anteriores épocas, como el
representar una clase social alta, y la juventud como señal de deseo y belleza. Por otro
lado, en la época el cuerpo es simétrico. Es decir que, la mujer para ser hermosa debe estar
en el canon, tener las medidas establecidas por la industria de modelaje y por lo tanto por
el hombre. En la pornografía sucede de la misma forma, el cuerpo ansiado es aquel que
presente senos redondos, cintura delgada, y caderas anchas, y por supuesto la intervención
quirúrgica.
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BIBLIOGRAFÍA
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24. Vizer, E. (n.d.). La Trama invisible de la vida social: comunicación, sentido y realidad.
Buenos Aires.
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ANEXOS
Anexo 1. Fotos
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