Isabel de Moctezuma
Isabel de Moctezuma
Isabel de Moctezuma
12, nº 47 (1952)
Moteczuma 9 que había visto la luz a los cuatro o cinco meses del
cuarto connubio de su madre.
Era el novio Juan Cano de Saavedra, hidalgo de Cáceres, que
contaba unos treinta y un años de edad (4). Hijo de Pedro Cano,
alcaide de ]as fortaJezas cacereñas, y de CataJina Gómez de Saa
vedra. Nieto de Juan Cano el Prieto (que casó con Catalina Ruiz)
y de Gonzalo de Saavedra, que habían servido a los Reyes CaMlicos
en las guerras de Granada y de Italia. Cano, como todos los mozos
extremeños de su tiempo, sintió la tentación de las Indias Occiden
tales (5) y dieciocho años tenía cuando pasó a ellas. A Nueva Es
paña 11egQ en las filas de Pánfilo de Nárvaez; pero después de la
derrota de éste se adhirió a Cortés y participó en ]a conquista del
país. Por sus servicios le había sido adjudicado, en encomienda, el
pueblo de Macuilsuehilco.
El nuevo hogar, que por lo menos en un principio, cobijó tam
bién a doña Francisca de Moteczuma, hermana menor de doña
Isabel, debió de instalarse en un principio en Tacuba ( 6) y más
tarde en la gran Tenochtitlán (7). Y en él vieron la luz, antes de
1543 (8), don Pedro, don Gonzalo, don Juan (en Cáceres el 2 de
me ha dado Dios tres hijos e dos hijas q ue �e llaman Pedro Cano, Gon�alo Cano
de Saavedra, Johan Cano, doña Isabel y doí'ía Catalina,i l Gonzalo Femández de
Oviedo: Historia general y natural de las Indi-0s. Tomo III, págs. 547-553; Diá
logo del alcaide de la fortale<;a de la cibdad de Sancto Domingo de la isla
Española, auctor e chronista desta,� historias de una �rte, e de la otra un cava
llero vecino de la gran cibdad de Mé.1:ico llamarlo Johun Cano).
(9) Hija de doña Leonor de Moteczuma (a su vez hija de Moteezuma y de
su esposa Acallan) y de su s·egundo marido (el primero había ddo Juan Páez)
Cristóbal de Valderrama, el cual finó en noviembre de 1537, dejando por albacea
testamentario y curador y tutor de sus hijos al hidalgo ·-eacercño.
( 10) Hacia el 30 de abril de 1532, partía para España fray Juan de Zuma
rraga, de la Orden de San Franciseo, único obispo de la diócesis mejicana, de Ja
que sería primer arzobii-,po. Llevaba dos relarfones, escrita!! por franciscanos, a
petición de Juan Cano de Saavcdra, y en la segunda de ellas, se encomia 1� reli
giosidad de las princesas aztecas, que «doctrinan y cns'eñan en sus casas y el
t�oncierlo que tienen de hacer rezar a sus criadas en not·he y mañana. Doña Isabel
den mujere, y más tiene y ese ejercicio y una maestra, con el azote en la mano,
para las enseunar· y asimismo doña Leonor, que está casada con el dicho Cris
tóbal de Vald•�rrama» (Joaquín García lcalbazccta : Nueva colección de documen
tos inéditos para la historia de México. Méxiro, 1886-1892. Tomo III).
(11) Fcrnández de Ovicdo: Op. cit., diálogo dtarfo.
del quinto de los bienes de Doña Isabel, seisdentos pesos que según su viudo lle
emplearon en «enterramientos e misar e obsequias e oirendas de cera», el rema
nente se entregó a la joven (Archivo de Indias. Justicia, 181).
(17) Sevilla. Archivo de Indias. Justicia, 181, folios 202 v.º-209 r.0
Existe otra copia en el archivo de protocolos de Sevilla, oficio de Mateo de
* * *
(26) De su himeneo con Ana de Arriaga, tuvo Pedro Cano Moteczuma una
hija llamada María, que dió su numo a Gonzalo de Salazar, -hijo del regidor de
México, Juan Velázquez de Salazar y de doña Ana de Esquibel.
(27) Gonzalo ,se unió en sacramentaled vínculos con la mejicana Ana de
Prado Calderón, hija de Rodrigo Calderón, d1: Mérida, y de Josefa Núñez de
Prado, de Badajoz. Dt! sus hijos, Juan Cano Moteezuma fué, sucesivamente,
cónyuge de Mariana' de Bocanegra y de Isabel Mexía Figueroa (hija de Alonso
Contreras Figueroa y de María Villegas Quixadal, mejicana8 ambas.
Juan Cano de Saavedra, estaba soltero el 5 de marzo de 1601.
Y María Cano Moteczuma, que por dos veces recibió la bendición nupdal.
Una de ellas con Jerónimo A�ustín Espínola, sargento mayor del presidio de
La Habana ( de los cuales deó:cendía María Josefa de los Dolores, que en 1746
era religiosa de un convento de San Jerónimo). Y la otra con Antonio Agudelo,
hijo de Juan Agudelo y de María de Zaragoza).
(28) Fruto del connubio de Juan Cano Motcczuma con doña Elvira de To
ledo (verificado en Cáceres el 6 de ••nero de 1559¡, fueron don Juan y don Pedro
de Toledo Moteczuma. Casó el primero con doña Mariuna de Carvajal y, entre
sus hijos fi guran :
Juan, que se unió con Isabel Pizarro, de quienes desciende don José Manuel
de Zuleta y de Carvajal, actual duque de Ahrantes y de Linares, marqués del
Duero, de la Revilla y de Sardoal, conde de Cancelada y de Lences, tres veces
grande de España.
Don Francisco de Torres, que tomó por esposa a su prima hermana doña
Isabel (unigénita del citado don Pedro de Toledo y de doña Magdalena de Sa
lazar). Entre sus descendientes' figura don Manuel de Aguilera y Ligués, actual
marqués de Cerralbo, de Flores Dávila y de Almarza, conde de Alcudia, de
Casasola del Campo y de Villalobos, dos veces grande de España, y don Javier
Escrivá de Romani y Aguilera, marqués de Benalúa, que también posee la
grandeza del Reino.
Don Remando de Toledo, religioso, primeramente del hábito de Alcántara y,
después, del de San Francisco.
Y doña Catalina, monja de Jesús.
Sepan quantos esta carta vieren como yo, Doña Cathalina Cano, hija lexítima
de Juan Cano, vezino de esta gran ciudad de Tenuxtitlan México, de esta Nueva
España y de Doña Isabel de Montezuma, digo que por quanto, por servir a
Nuestro Señor, mi intención y voluntad es renunciar el siglo y entrar en reli
gión y ser monja profesa en el monasterio de Nuestra Señora de la Concepción,
en la collación y vezindad del monasterio de Santo Domingo, y porque a mi
pertenese la sesma parte del pueblo de Tacuba y rns sujetos, con la sesma
parte de todos los tributos, en lo qual entran Capulusio. y Cuiacaque (37) Quau
panaya y todas las aemás estancias, y caserías que están y se incluyen en el
título de encomienda que fué dada a la dicha Doña Isabel Montezuma, mi
madre, por el Marqués del Valle, Don Fernando Cortés, capitán general que
fué por Su Magestad en esta Nueva España, la qual se dió y vinculó por su
patrimonio. Y porque a el tiempo que la dicha Doña Isabel, mi madre, casó
con el dicho Juan Cano, mi señor y padre, trajo el dicho pueblo y los dichos
sus sujetos y pueblos y estancias en dote y patrimonio y a su poder, e a mí,
como a uno de seis herederos que quedamo•s al tiempo que la dicha Doña
Isabel, mi madre, murió y pasó de e,ta presente vida por elde (sic) (38¡ como
quiero y acuerdl) de tener para siempre la relación y dejar el mundo y siglo
presente, por esta presente <·arta haziendo lo que al tiempo de mi muerte pu•
diere ha,cer, ante, eesando el primer juicio y voluntad en la mejor vía y forma
que puedo y de derecho devo, otorgo y conozco que hago de facción consinua•
ción de la dicha sesma parte del dicho pueblo y pueblos-, de los dichos/ /suj,·•
tos, estancias y caseríos y con la sesma parte tic todos los tributos que son o
fueron obligados a dar, en Pedro y Juan Cano, mis hermanos e hijo¡,, de los
dichos mis señores padres, para ellos y para ;;u, herederos y suse,ore,, por
iguales partes, tanto a el uno como al otro y, si 11uale,quicra de lo, diehos
(37) Por este signo indicamos el cambio de página del manuscrito. <JUC
están sin foliar.
(31!) Por ende.
Pedro y Juan Cano, mis hermanos, muriesen, quede con el que v1v1ere y
pueda disponer de ellos como bienes de patrimonio, con tal condición, que
los tributos y frutos, rentas y aprovechamientos que se hubiere, de los dichos
pueblos, según dicho es, pueda gozar de ellos el dicho Juan Cano, mi padre,
para ayudar a su sustentación, casa y familia todos los días de su vida, para
lo qual doy poder cumplido, según que de derecho en tal easo se requiere, al
dicho Juan Cano, mi ,señor y padre, para que pueda cobrarlos de su propia
autoridad, según y como II él Je par�iere y bien visto le fuere, y así todos los
tributos rei,agados que me pertenescan de mi sesma parte, como de todo· lo
corri-do y lo que corriere de aquí adelante, sin que los dichos Pedro Cano/ /y
Juan Cano, mis hermanos, ni otra persona alg-qna, se lo perturbe, hasta el fin
de sus días, como djcho cs. Y con esta condición cedo y traspaso en los susodi
chos, la dicha sesma parte ,de pueblos y tributos y la posesión y propiedad y se
ñorío de ellos, en la parte dél, todo el derecho y propiedad y señorío y posesión
que tengo, según que mejor y más cumplidamente me podían y pueden perte
necer. Y en señal y manera de cntregamiento y tradicción de la posesión .de todo
lo susodicho, hago entregamiento y tradicción de esta carta y escriptura, a los
dfohos Pedro Cano y Juan Cano, mis hermanos. Y si es necesario, para mayor
seguridad mía, me constituyo por heredera y poseedora de lo dicho en nombre
de los dichos mis hermanos y prometo y me obligo, que en vida de los dichos mis
hermanos ni después de su muerte, por testamento ni ab-intestato ni por pre•
tención ni aseleración ni por 'otra caus.a ni recurso ni remedio ninguno, perderé
la dicha sesma parte de pueblos ni �ujetos ni tributos ni cosa alguna de ellas
y, desde ahora, renum;io la suseción futura de ellos en los dichos mis//herma
nos, según dicho es, y puedan testar y haser de ellos y con ello, todo lo que
quisieren bien y así tan libremente como si yo fuese fallecida de esta presente
vida, antes de la muerte de los di<iho� mis hermanos, de la manera que de suso
está dicha y declarada, lo qual hago sin premia ni fuerza ni otro consenti
miento ni indusimiento que me sea herho, antes soy c-ertificada que así me
combiene y lo hago de mi propria voluntad, por el amor que les he tenido y
les tengo a los susodichos tiara con que se puedan casar y honrar los dichos
mis hermanos y sustentar en adelante. Y si necesario es ,de derecho para la
validación de esta dicha escriptura, ser insinuada ante juez competente, yo la
insinuo y por insinuada ante qualesquiera juezes y justicias de Su Magcstad
que pareciese y le 11i1lo que ponga ella su autoridad y decreto judicial y pro�
meto y me obligo de tener y guardar y mantener y haver por firme esta escrip
tura y todo lo en ella contenido y de no la redamar ni �ontradecir ni ir ni
pasar contra ella en ningún tiempo ni por alguna mane//ra, causa ni razón
que sea o ,ser pueda, yo ni otro por mí y si contra ella fuere o pasare o aten•
tare de ir o pasar, que m,· non hala ni aproveclw ni sobre ella sea oída en juicio
ni fuera de i,J, para lo <¡ual todo lo que dicho es, así tener y guardar, cumplir
y haver por firme, obligo mi persona y todos mis vienes, muebles y rai,es havi
dos y per havcr y doy poder cumplido a todos y qualesquier justicias y jueces
de Su Magestad para que me eomtringan, complan y apremien que asi lo
guarde y cumpla bien y así como lo susodicho fuese cosa juzgada y pasada en
pleito por demanda y por respuesta y sobre ello fuere dada Rentencia difinitiva
por juez competente y la tal seaitencia fue.se consentida de las partes en jui
cio, serca de la qual renuncio todas y qualquiera leyes, fueros y derechos,
cartas, mercedes y privilegios, partidas y 9rdenamieotos, auxilio& y remedios,
execeiones y defenciones, beneficios, restituciones que en mi favor y contra lo
que dicho es y parte de ello sean o pueda ser aun/ /que les alegue yo o otro
por mí, que non baian ni aprovechen en jnicio ni fuera dél. Y otrosi re
nuncio ·en esta razón las leyes del emperador Justiniano y del senatus con
sultus, Beleiano y de cualesquier leyes de Partida que hablan en favor y
ayuda a las mugeres, por qnanto de ellas y de so efecto fui acusada y Ber
vidora por el escribano de estas rartas y para mayor seguridad y validación
y firmeza de todo lo que dicho es, y porque soi mayor de doce y menor de
veinte Y, cinco años: juro por Dios Nuestro Señor, por la Santa Maria y
por la señal de la cruz sobre que puse mi mano derecha y por las palabras
de los Santos Evangelios, donde quiera que más largamente son escritos, de
tener, guardar y cumplir y haver por finne todo lo que dicho es y en esta
carta se contiene, y de no la revocar ni reclamar ni contradecir ni oponer
cootra ello por razón de ser, como soy, me�-OI" de la dicha edad de veinte
y sinco años y alegar ni dolo ni lesión ni pedir beneficios integrum ni otro
remedio ni rer�irso alguno ; aunque i;ea de ad modum ad finem adgendi por razón
de la IDllnor edad// me competa o pueda competir, i;o pena de perjura e
informe fementida y de caer en caso de menos valor, so cargo del qual dicho
juramento prometo de no pedir absolución ni ;elacción a Nuestro muy Santo
Padre ni a otro prelado ni otro juez eclesiástico delegado ni subdelegado que
de derecho me la pueda conseder y, aunque de su proprio . motivo me s ea
consedida la tal absolución y relajación, que de ella no usare ni me aprove
chare en ninguna manera que sea, so la dicha pena de .perjuramento'. En tes•
timoni.o de lo qual la e�-criptura o la �resente carta, ante el escribano y te s
tigos de yuso· escritos, que fué fecha y otorgada esta carta en la dicha ciudad
de México, a quatro días del mes de mayo, año del nacimiento de Nuestro
Señor Jesucristo de mil quinientos y sinqueota y tres años, a todo lo qual
fueron presentes a lo que dicho es, Grazian de Balsola, natural de la pro
vin.,ia de Guipúzcoa, y Alonso Gutiérrcz, natural de la ciudad de Cádiz, y
Hernán García Avarca, natural de Cáseres, vezino de esta ciudad y porque
dixo que no sabía escribir, firmi por él un testigo de esta car/ /ta en el re
xistro de ella y a su ruego de la dicha Doña Cathalina y por testigo Gracián
de Balsola. Pasó ante mí; Juan de Zaragoza, escribano público. E yo, Juan
de Zaragoza, escribano público y uno del número de esta ciudad de México,
fuí presente a lo que dicho e& en uno con los dichos testigos y lo escribí se
gún que ante mí pasó y por ende fice aqu�te mi signo a tal en testimonio de
verdad. Juan de Zaragoza, csrribaro público.
II
Ill
Sepan quantos e;;ta carla vieren como nos, monjas deste monesterío de
Nuestra Señorn de la Conce.. ión desta gran ciudad de México desta Nueba
España combiene a sauer Bárbara de la Com.;esión, abadesa Ana de San Buena
ventura, Juana de San Miguel, Antonia de San Joseph, Paula de San Gerónimo,
monjas professas discretas deste monestcrio y conbentto, estando como eslamo;;
juntas y congregadas detrás de las rejas de nuestro locutorio, en nuestro capí
tulo a campana tañida, c•omo lo auemos y tenemos de vsso y de costunhre, y
estando todas de vnánime y de vn acuerdo y por birtud de la licencia que te•
nemos para otorgar este poder, del ilustrísimo y reverendo señor//Don Pedro
Moya de Contreras, arc,obispo de México y del Consejo de Su Magestad, la
qual nos an dado y otorgado en la supplicacióo, oy día de la fecha desla carta,
ante el ,presente escribano, como por ella pareze, el tenor ,de la qual es el
que sigue:
En la ynsine y gran ciudad de México .desla Nueua España, a XXIX días
del mes -de mayo de MDLXXV año, el ilustrísimo y reverendísimo señor Don
Pedro Moya de Contreras, por la grac,ia de Dios ari.obispo deste arcobispa de de
7
ynbentario, la qual este dicho monesterio y conhento, a de auer por auer pro
fessado en el, las dichas Doña Isauel y Doña Catalina Cano, el que así se a
de cobrar es los réditos corridos asta oy y que de aquí adelante corrieren de
la renta quel dicho Juan Cano, dexó a las dichas sus hijas y a este dicho' mo
nesterio por ellas, conforme al testamento que otorgó, con que falleció, y to•
dos los demás biemes que a este dicho monesterio y conbento pertenezen por
las dichas dos monxas, como herederae del dicho su padre//y todo ello pueda
pedir y tomar quenta a la persona o personas en cuio poder an entrado los
dichos bienes, de todo lo que a las dichas dos monjas y a ste conbento pueda
pertenecer, de la renta que el dicho difunto les dexó, desde el día que falleció'
asta el día del entrego, y todos los demás bienes que nos perten�en de los
quel dicho difunto dexó, confforme al testamento e ynbentario y los demás
recaudos que Jiy y hazerles cargo de todo ello y receuirles- los descargos con•
uenientes y cobrar y receuir,· auer y cobrár todos l<Ml réditos corridos asta oy
y que adelan e corrieren del censo que tenemos//que huuimos de los here
deros del licenciado Benabente, difunto, fiscal que fué desta Real Audiencia
de México, que falleció en Castilla, por la parte que de sus bienes vbo de
aver este dicho conbento por Doña Isabel del Rincón, monja profei!Sa en él,
hija legítima y eredera del dicho Ucenciado Benavente, la qual rcciua y cobre
de la persona o personas quen nombre deste dicho convento y como estos
padres la an cobrado. Y pedirles que den quenta con pago de todo ello, ha
ziéndoles cargo de la que cobraren, cobrar y rezeuirles los descargos conhe
nientes y cobrar y rezeuir el alcance y desde oy en adelante, reziua y cobre
de los bienes y .rentas del dicho señor duque de Alcalá y de quien//y con
derecho deva, todos los réditos corridos y que adelante corrieren del dicho
censso. Y ansimismo reciua y cobre otros qualesquier bienes y cossas que a
este dicho monesterio y conuemto se deuan y nos pertenezcan por e6'Crituras·
públicas, conocimientos, sentencias, trespassos, dotes de monjas o por limos
nas y mandas, testamentos- o en otra quel quier manera y para q..ie .de lo que
reciuiere y tomare y quenta que tomare, pueda dar y otorgar la carta o, cartas
de pago y finquifo que 'fueren necessarias, las quales y cada vna dellas halgan
y sean firmes como si este dicho conbento las diere y otorgare. Y pa ra que
pueda pedir y sacar de poder de qualesquier scriuano y de otros//per$onas,
qualesquier, scrituras y otros recaudOIS que nos competan y las pasadas y chan
cellar y dar por ningunas. Y para lo que todo ansí se cobrare y reciuiere, no
les pueda ( 39) ynhiar y enbie a esta dicha N ueua Spaña en qualesquier nao
o naos que le pareziere enpleado con las cosas que por nuestra•s cartas o me•
morias le anisemos, cargado en las tales nao,s o qualesquier delJas a �stc dicho
monesterio. consinado y a nuestra costa y riesgo y, si es nezesario en razón
de lo que dicho es o de qualquier cossa de lo que fuere nezesario contienda
de juicio, pueda parezer y parezca ante qualesquier jueces y justicias de qua.
lesquier ÍU&o y juridición que sean//o ante ellos o qualesquier dellos, hazer
qualesquier pedimentos, reque,rimientos, cita,;iones, protestaciones, enbargos ni
juramentos, execu,;iones, prisiones, ventas, remates de vienes y presentar qua
lesquier escritos, escrituras, testigos, y prouan,;as y her, presentar, jurar y co
n&;er lo de contrario pressentado y lo tachar y contradezir y adicionar. Y lo