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DIA 05 - Ing. Rubén Ángel Sierra Palomino - Lecciones de La Ingeniería Civil Prehispánica

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Florentino Roberto

Araujo Sotomayor

Visita Virtual – Experiencias Profesionales – Ing. Rubén Ángel Sierra Palomino –


Lecciones de la Ingeniería Civil Prehispánica
¿Cómo lo hicieron?
Las obras de ingeniería en el
continente Americano
prehispánico, no han recibido de
parte de los sabios occidentales ni
de su propio pueblo, el respeto y la
consideración que merecían,
posiblemente porque los
occidentales sólo se preocupaban
en saquear su inmensa riqueza
mineral y trasplantar un esquema
político totalmente dependiente de
los polos del poder económico, ajenos a su ambiente. Los pueblos de América, la mayoría
mestizados y entrenados a glorificar la “civilización” impuesta por los conquistadores, seguían
desconociendo y a veces destruyendo su propio pasado. Sólo recién, durante el último medio siglo,
ha despertado en los países de América un interés por encontrar una identidad propia, basado en
las culturas prehispánicas. De allí surge la necesidad de un redescubrimiento y revalorización de
los sistemas antiguos de desarrollo económico y político. Desafortunadamente la mayor parte de
las investigaciones sobre las obras de ingeniería, han tenido una orientación arqueológica u
antropológica pero no han sido sobre los conocimientos tecnológicos de las civilizaciones antiguas,
peor una intención de difusión de estos entre la comunidad de ingenieros modernos.
¿Cómo desarrollaron su tecnología?
la enseñanza y práctica de la ingeniería actual en los países
Americanos es una trasplantación directa de la ingeniería,
evolucionada en los últimos dos siglos en Europa y en los
Estados Unidos. Las obras públicas de un país son la espina
dorsal de su desarrollo económico y sus diseños deben
fundamentarse en su estructura socioeconómica y política.
La geografía y el clima de una región también determinan la
factibilidad y la efectividad de un proyecto de desarrollo.
Los diseños y las fórmulas de ingeniería, desarrollados en
otros países, con bases socioeconómicas, políticas,
ambientales y geográficas muy diferentes, han sido
impuestos aquí muchas veces por la fuerza del poder
económico de los donantes, a través de sus “expertos”
importados. Tales “ayudas” han transformado los débiles
países Americanos en museos de elefantes blancos y por
consiguiente en eternos deudores. Los técnicos locales también, formados con textos importados,
Florentino Roberto
Araujo Sotomayor

se sienten más cómodos en buscar “soluciones” de afuera, que adaptar sus conocimientos básicos
a las condiciones locales.
Este trabajo es un esfuerzo, un paso inicial, para reevaluar la ingeniería actual e incorporar la
sabiduría milenaria de la zona, en la práctica. Comenzamos con un análisis de los principios básicos
de la ingeniería prehispánica, evaluando sus obras en general; después, examinamos sus técnicas
de diseño y construcción en relación con obras específicas, divididas en cuatro categorías por
conveniencia, como ingeniería estructural, vial, hidráulica y agrícola. Algunas obras civiles de gran
envergadura, ejecutadas en tiempos modernos, también están descritas dentro de estas categorías,
con el fin de indicar la falta de criterios adecuados para la realidad local. En algunas instancias,
comparaciones directas entre las soluciones de desarrollo dadas en tiempo antiguo y moderno serán
posibles. En otras, los proyectos modernos serán analizados comparando con los conceptos
manejados por los antepasados.
¿Qué enseñanzas nos dejaron?
La ingeniería moderna está
fundamentada en dos conceptos
básicos: el eficiente uso de los recursos
disponibles y la efectividad de la obra.
Un análisis profundo de las obras
públicas prehispánicas nos muestra
que los antepasados han respetado
estos dos principios casi al pie de la
letra. Sabemos que las herramientas
disponibles en esa época eran muy sencillas: nada de hierro, algunas de cobre y otros metales y la
mayor parte eran de piedra y de madera. Tampoco había medios de transporte sofisticados, sólo
algunos animales de carga en algunas zonas. La mayor fuerza de trabajo era producida
manualmente por los trabajadores, el cual nos parece, era un recurso bastante abundante, al menos
cuando la organización política era suficientemente fuerte para asegurar su movilización. Otro
recurso que podemos considerar que era abundante, en comparación a la actualidad, es “el tiempo”,
porque el periodo de construcción de muchas obras prehispánicas hay que contarlos no en años,
sino en décadas o siglos.
Podemos generalizar que los ingenieros antiguos supieron manejar muy eficientemente estos dos
recursos, el tiempo y la mano de obra, para construir obras tan monumentales que aún hoy, con
tanta maquinaría, son muy difíciles de lograr. Para manejar el tiempo, ellos dividieron la obra en
varias etapas de construcción, desde el momento de conceptualizar el proyecto. Diseñaban de tal
manera que la obra tuviera su utilidad al final de cualquier etapa de construcción y se pudiera
edificar la siguiente etapa sin destruir ningún componente de la anterior. El mayor desafío era
organizar el masivo ejército de trabajadores, compuesto por numerosos grupos pequeños, oriundos
de distintas aldeas. Pensamos que la posibilidad de aglutinar estos grupos alrededor de una gran
tarea era mínima, porque como el trabajo no era remunerado sino sólo en cumplimiento de
obligaciones “tributarias”: cada grupo respondía a las órdenes de su propio líder, probablemente
los obreros también eran rotativamente reemplazados por otro grupo de la misma aldea.

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