Salvando El Capitalismo - Análisis
Salvando El Capitalismo - Análisis
Salvando El Capitalismo - Análisis
Robert Bernard Reich, ex secretario del trabajo de Estados Unidos, plantea una idea algo
controversial: salvar el capitalismo, lo que supone un problema con este sistema económico, Reich
menciona al capitalismo como un sistema viciado por otras fuerzas, se refiere al poder de las
grandes corporaciones en la consecución de sus propios intereses, señalando la manipulación de
las reglas a su favor.
Una de las temáticas abordadas es el libre mercado donde las interacciones deben darse
según los movimientos de oferta y demanda sin intervención del gobierno u otro agente externo,
al respecto el autor señala la ilusión que esto representa, pues el gobierno crea las reglas del juego
bajo intervención del sector empresarial que a través de su apoyo accede al poder, esto conduce a
un desbalance en la distribución de los recursos, la riqueza se ve acumulada en las esferas más
poderosas, mientras la clase media y baja carga con el mayor peso, al respecto y en contraste con
algunas economías latinoamericanas la Revista Dinero (2019) menciona:
En los últimos 60 años, Colombia no ha logrado avanzar en términos de equidad y
distribución del ingreso como si lo han hecho Costa Rica, Chile o Panamá (…) para hablar
de bienestar hay dos factores determinantes que son el ingreso per cápita (…) y la
distribución de ese ingreso entre las personas.
Lo anterior se debe a que en dichos países el crecimiento del ingreso en los hogares con
menores recursos superó el crecimiento de los de mayores recursos (Naciones Unidas, 2019). De
darse en igual proporción esta situación no podría superarse.
Actualmente, el capitalismo es el orden económico más extendido en el mundo, siendo el
capital el factor central de todo este sistema a diferencia de otras formas de organización, el rol del
Estado es limitado, solo regula las disposiciones legales para que las empresas tengan libertad de
acción en el mercado.
En Colombia se puede identificar fácilmente el capitalismo, la gran mayoría de las
organizaciones productivas están en manos del sector privado, pero también las hay de capital
mixto, o sea del sector público y privado y empresas públicas.
En este contexto se puede notar que por encima de los tratados de libre comercio, aun los
intereses de ciertos empresarios priman sobre el interés general y el bienestar social, así mismo
por encima del bienestar de los asalariados del país, su única garantía es que el progreso social
sólo ocurra sin perjudicar a los intereses rentistas que dominan a la economía colombiana y en
muchos casos de orden mundial.
Sin embargo, muchas de las soluciones por parte del Estado requieren impuestos altos,
aquellos de los que se excluyen a algunas empresas y son asumidos por la clase asalariada, sin
hablar de la política fiscal pues a simple vista se puede ver que en Colombia el mayor esfuerzo
contributivo lo hacen los individuos de rentas medias y bajas, todo con el fin de que el Estado
supla su obtención de ingresos mediante estos impuestos, a fin de impulsar la creación de riqueza
para una posible reducción de desempleo y procurar un bienestar y una sociedad igualitaria.
El capitalismo en realidad ha mostrado como se acentúan constantemente las brechas de
desigualdad existentes en la sociedad, mientras los grandes empresarios llenan sus arcas con
grandes sumas de dinero a expensas de la fuerza de trabajo de sus empleados, constantemente se
pueden vislumbrar miles de historias que hacen referencia a como la sociedad ha perdido
credibilidad de los altos mandos del sector político, estos han sometido al pueblo fortaleciendo a
sectores empresariales a fin de que estos puedan ganar más recursos económicos y la sociedad de
clase media y baja sean quienes deban responder de manera mayoritaria en cuestiones tributarias.
Actualmente la mayoría de las personas debido a factores como la corrupción, los extensos
horarios laborales poco o nada se interesan en las leyes que rigen el país que habitan y esto conlleva
a que muchas veces ciertos sectores se aprovechen del desconocimiento de la ley.
Un caso cotidiano donde se puede ver reflejada esta situación son las pequeñas donaciones
o compra de bonos en supermercados de cadena que presumen de ayudar a fundaciones a nombre
de varias causas sociales, esto representa un descuento tributario del 25%, con respecto al tema el
periódico la Republica (2019) menciona:
En Colombia (…) la reforma tributaria de 2016 determinó que las donaciones darán lugar
al descuento tributario del impuesto sobre la renta y complementario equivalente a 25%
del valor donado. Sin embargo, en el estatuto tributario se estipuló que estos descuentos no
podrán exceder 25% del impuesto a cargo de cada contribuyente.
De acuerdo a lo anterior se puede deducir que las donaciones que son certificadas por estos
grupos empresariales ante la dirección de impuestos en realidad las solventan los usuarios.
Respecto a la distribución del ingreso en Latinoamérica, cabe mencionar a países como El
Salvador cuya reducción de desigualdad en los últimos 30 años pasando de 54 a 38 en el índice de
Gini, se debe al cambio en los salarios, sin embargo, estos en general son muy bajos y la mitad de
la población tiene un ingreso cercano al umbral de la pobreza, por otro lado, la baja de la pobreza
se debe a remesas que provienen del exterior, aun así se considera una de las sociedades más
igualitarias de la región, mientras que Uruguay pasando de 42,4 a 39,5 vio reducida la desigualdad
gracias a las negociaciones entre sindicatos y empleadores que dieron pie a una reforma fiscal
comprensiva y un cambio salarial, esto mientras que Colombia cuenta con un sistema fiscal que
realizan una inadecuada redistribución del ingreso.
Robert Reich en su visión del capitalismo hace una reflexión valiosa respecto al poder de
la sociedad como generadora de cambios, anotando que surgen de la tensión entre la realidad y lo
ideal, al respecto invita a hacer parte de ese motor de cambio que convierta al capitalismo en
productor de oportunidades para todos y no solo para unos pocos.