en Espíritu y en Verdad
en Espíritu y en Verdad
en Espíritu y en Verdad
En Espíritu y en verdad
“Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa
manera. Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y
en verdad.” Juan 4:23 NTV
Introducción
Al calor del mediodía una mujer solitaria llegaba al pozo de Jacob en Samaria, para llenar
su cántaro de agua. Nunca se imaginó que aquél día tendría una cita con la eternidad,
nunca pensó que a esa hora tan inusual, se encontraría con un visitante, aún mas inusual e
inesperado. En la agenda de Dios estaba preparado aquél encuentro, que marcó para
siempre la vida de aquella mujer, dejando para toda la humanidad una lección
incomparable del amor y el propósito de Dios hacia nosotros.
Los preceptos y tradiciones religiosas sin vida, suelen ser aceptados por muchos, a pesar
de no dar resultados para la mayoría de las personas. La mujer samaritana estuvo
convencida que su cultura y su religión eran correctos, aunque vivía bajo la condena de la
culpa, el vacío y la soledad. Los preceptos religiosos sembrados en ella, seguían ahí para
cegarla y condenarla, antes que para darle vida y esperanza para su vida diaria.
“Jesús contestó: —Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás
hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva.” Juan 4:10 NTV
Una mujer de Samaria está sola en el pozo de Jacob, en una hora en la cual no había mas
personas. Por algunas razones ella eligió ese momento tan poco común para llevar agua a
su casa. “La hora sexta del día” era cerca del mediodía. Quizás lo menos que deseaba en
su vida era la compañía de personas que le hicieran sentir señalada, culpable y rechazada.
▪ Jesús está interesado en trastocar nuestro ser interior, tan profundo como
nosotros lo permitamos, porque es ahí donde reside la mayor necesidad que
debe ser atendida.
16 “Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder
en el ser interior por medio de su Espíritu. 17 Entonces Cristo habitará en el corazón de
ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas
los mantendrán fuertes.” Efesios 3:16,17 NTV
▪ El quiere darnos su “agua viva” que satisface y calma nuestra necesidad, y para
ello debe tratar con todos nuestros esquemas de pensamiento, nuestras
heridas y temores, nuestras predisposiciones mentales y emocionales, y todo
aquello que nos impide “…echar raíces profundas en el amor de Dios, para
mantenernos fuertes…”
2. En Espíritu y en verdad
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad…” Juan 4:23a RV60
“Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en
verdad.” Juan 4:24 NTV
▪ Aquella mujer tenía “su propia verdad”, pero no era la verdad de Dios. Cada
uno de nosotros abraza “verdades” o argumentos en nuestro corazón, los
cuales a veces terminan siendo prisiones que nos atrapan o vendas que nos
impiden ver la verdad de Dios.
▪ Necesitamos experimentar la verdad de su Palabra. Necesitamos dejar entrar
su verdad a nuestro corazón y permitir que esta renueve nuestra mente.
“Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz;
pero si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad. Asegúrate de que la luz que crees
tener no sea oscuridad.” Lucas 11:34,35 NVI
4 Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; 5 no que seamos competentes
por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra
competencia proviene de Dios, 6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un
nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.
2 Corintios 3:4-6 RV60
4 “Estamos seguros de todo esto debido a la gran confianza que tenemos en Dios por
medio de Cristo. 5 No es que pensemos que estamos capacitados para hacer algo por
nuestra propia cuenta. Nuestra aptitud proviene de Dios. 6 Él nos capacitó para que
seamos ministros de su nuevo pacto. Este no es un pacto de leyes escritas, sino del Espíritu.
El antiguo pacto escrito termina en muerte; pero, de acuerdo con el nuevo pacto, el
Espíritu da vida.” 2 Corintios 3:4-6 NTV
2 “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los
malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado
mentirosos; 3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor
de mi nombre, y no has desmayado. 4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer
amor. 5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras;
pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres
arrepentido.” Apocalipsis 2:2-5
▪ La iglesia de Efeso estaba muy “activa” en la obra del Señor, pero se habían
olvidado del Señor de la obra. Ellos dejaron la gracia, descuidaron la comunión
con el Espíritu Santo y se apartaron de su intimidad, para involucrarse en un
activismo asfixiante, agotador y sin fruto.
▪ Aunque fueron elogiados por su esfuerzo y celo doctrinal, Cristo Jesús les llama
y les urge al arrepentimiento. Nosotros igualmente, debemos humillarnos ante
el Señor, reconociendo que, a veces las responsabilidades, las actividades y las
tradiciones de la iglesia, nos han apartado de Él mismo.
▪ Necesitamos con urgencia los dos “motores” que impulsan a la iglesia, los dos
recursos poderosos que Jesús nos dejó para hacer discípulos y establecer su
reino aquí en la tierra: La verdad de la Palabra y el poder del Espíritu Santo.