Taller 7. El Discurso Narrativo
Taller 7. El Discurso Narrativo
Taller 7. El Discurso Narrativo
Escuela de Idiomas
Carrera de Medicina
TALLER DE LENGUAJE
NOMBRE(S):
Quintero Ivan
Osorio Felipe
FECHA: 07/02/2020.
El discurso narrativo
…la narración o discurso narrativo se enmarca en la clasiicación del discurso según Adam.
Su intención es contar, relatar un suceso.
El hablante corriente tiene una competencia narrativa oral que lo lleva a contar anécdotas,
chistes, rumores, leyendas. En el campo de la literatura, la narración ha sido el discurso más
explotado desde la antigüedad: comenzó con la epopeya, siguió con el relato de hazañas de
héroes (cantares de gesta) y culmina en la actualidad, con el cuento y la novela.
Hay dos formas básicas de narración: fáctica o de hechos reales y la narración ficticia o
literaria donde se cuentan hechos imaginarios. Entre estos dos polos están las narraciones
cotidianas de sucesos personales, chistes, rumores y anécdotas. Como ejemplo de narración
fáctica está la noticia. Y como ilustración de narración literaria, el cuento.
1
Pérez Grajales, Héctor. Comprensión y producción de textos educativos. Bogotá: Cooperativa Editorial
Magisterio. 2006.
Otro aspecto importante de la narración son sus características. En primera instancia. Un
hablante sólo relatará suceso o acciones que en cierta manera sean interesantes. No se narra
una historia sobre el almuerzo, o un viaje en bus, si no van ligados con algo especial. Este
interés constituye el núcleo de la complicación.
En segundo lugar, dice Van Dijk: "El texto narrativo se refiere ante todo a acciones
humanas de manera que las descripciones de personas, de circunstancias, objetos u otros
sucesos le quedan claramente subordinados" (Van Dijk, 1978:154). Bajo esta óptica, la
descripción pierde la independencia que tradicionalmente se le había conferido y pasa a ser
un recurso subordinado al relato de acciones.
Elementos de la narración
La perspectiva
Se refiere al propio acto de narrar y a la clase que pertenecen el narrador y lo narrado. Los
sucesos pueden ser anteriores o posteriores al relato o se pueden narrar mientras suceden
como en la novela epistolar.
Desde una perspectiva tradicional, el narrador o punto de vista puede ser presentado así:
✔ Narrador omnisciente: Conoce a sus personajes por dentro y por fuera. Es como un dios
que se pasea por el presente, pasado y futuro de los acontecimientos. Como ejemplo
tenemos El paraíso en la otra esquina de Mario Vargas Llosa.
✔ Narrador observador: Sólo conoce a los personajes por fuera a través de lo que hacen y
dicen. Como ilustración tenemos Boquitas pintadas, de estilo epistolar, escrita por
Manuel Puig.
Superestructura de la narración
Según Van Dijk la superestructura se define así:
Hay dos enfoques básicos para el tratamiento de la misma: el de van Dijk y el de Labov y
Waletzky. Pero en este libro partimos del esquema dc Labov, aunque no se toman todas las
categorías.
La casa de Asterión
Sé que me acusan de soberbia. Y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales
acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo, son irrisorias). Es verdad que no salgo de
mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día
y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará
pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios pero sí la quietud y la sociedad.
Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la tierra. Mienten los que declaran
que en Egipto hay una parecida. Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble
en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy prisionero. ¿Repetiré que no hay
una puerta cerrada, añadiré que no hay cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado
la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la
plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero
el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían
reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unas se encaramaban al estilóbato del
templo de las Hachas. Otros juntaban piedras. Algunos, creo, se ocultaron bajo el mar. No
en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia
quiera.
El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda transmitir a otros
hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Las
enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo
grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa
no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo deploro porque las noches y los días
son largos.
Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las
galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la
vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer,
hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados
y la respiración poderosa. ( A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del
día cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el del otro Asterión.
Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le
digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro
patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó
de arena o Ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos
buenamente los dos.
No sólo he imaginado esos juegos; también he meditado sobre la casa. Todas las partes de
la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un
abrevadero, un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios,
aljibes. La casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza
de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris he alcanzado la calle y
he visto el templo de las Hachas y el mar. Esto no lo entendí hasta que una visión de la
noche me reveló que también son catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo está
muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola
vez: arriba, el intrincado Sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el Sol y la
enorme casa, pero ya no me acuerdo.
Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo
sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La
ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos.
Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro
quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez
llegaría mi redentor. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi
redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara todos los rumores del
mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá que me lleve a un lugar con menos galerías y menos
puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez
un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?
Actividades
Plebe: __________
Minucia: ___________
Vulgo: ____________
Modestia: __________
Noche: __________
SOLUCIÓN
1.Asterion se siente tan único como el sol, permanece encerrado en su casa por miedo a las
horrendas caras de la plebe, que permanece abierta para quien quiera entrar, aunque no es
un sitio encantador como un castillo allí podrá encontrar quietud y sociedad, su esperanza
está puesta en que pronto conocerá a su redentor que, aunque no sabe cómo será empieza a
imaginarlo.
Cada nueve años (para el) conocía a personas que iban a ser redimidas por él y relata cómo
caía una a una sin él ni siquiera ensangrentar sus manos, cadáveres que le ayudaban a
distinguir los pasillos de la galería. La obra finaliza con un fragmento de otro relato en el
que Teseo le habla a Ariadna de los pocos esfuerzos que tuvo que emplear para acabar con
el minotauro.
2.
Bizarro: Osado
Detractores: Difamadores
Plebe: Pueblo
Grey: Manada
Prosternado: Hincaban
Estilóbato: Gradería
Deploro: Lamentar
Aljibe: Tanque
Encrucijada: Dilema
Bifurca: Divide
Abrevadero: Estanque
Ceremonia: Rito
4.
Detractor radical, problemático, inhibidor.
Grey: inseparable, unida, temerosa.
Azotea: alta, fresca, amplia.
Plebe: pobre, discriminada, abandonada.
5. No fui admitido en la universidad al año antepasado, después de estar tan triste y
desconsolado al no saber qué haría con mi futuro ya que mi única oportunidad de estudiar
era en una universidad pública y en Bucaramanga, comencé a explorar posibilidades de ser
admitido en la Universidad Industrial de Santander y descubrí el Instituto Marco que es
unos de los mejores cursos preicfes de la ciudad; así que sin pensarlo dos veces me inscribí.
Fueron dos meses muy duros, de mucho trasnocho y de madrugadas todos los días, todo el
día , lloré mucho, muchas veces quería dejar el curso pero lo terminé, meses después fui
admitido en la UIS y ahí fue donde caí en cuenta que todo el sacrificio económico y
personal valió totalmente la pena.
6. — El monstruo estaba prisionero, encarcelado, acorralado, enclaustrado, sin alternativa
alguna
7.
Plebe: Las hijas del rey parecen plebeyos saludando aquella gente.
Minucia: Con minuciosos detalles me contaron en realidad como fueron los hechos
Vulgo: Si no te educas terminarás como los vulgos que se creen todo lo que les dicen.