Introduccion DSI (Texto)
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Introduccion DSI (Texto)
I. Introducción
¿Cuáles son los problemas sociales, económico, políticos más relevantes en el mundo,
país, región? (se puede llevar portadas de periódicos para agilizar la observación.)
¿De qué modo afectan la vida de las personas?
Desde el punto de vista económico, encontramos que el Informe OXFAM1 del 2017 muestra una
realidad demoledora.
“El equipo de Oxfam realizó cálculos para América Latina y el Caribe, donde mientras aumentó
la riqueza de los milmillonarios, la pobreza extrema continuó creciendo, alcanzado su nivel más
alto desde 2008 y afectando a 62 millones de personas (10,2% de la población):
1
Oxford Committee for Famine Relief (Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre)
El 10% de los más ricos paga solo un 4,8% de impuesto sobre la renta, aunque debería
pagar en promedio un 28%.
Con el dinero que las empresas dejan de pagar cada año por beneficios fiscales en el
impuesto sobre la renta, se podría contratar a 93 000 médicos en Guatemala o 349 000
en Brasil, construir 120 000 viviendas en República Dominicana o 70 000 en Paraguay, y
contratar a 94 000 docentes en Bolivia o 41 000 en El Salvador.
Es evidente que estamos cada vez más en un contexto global que pone en cuestión la realidad
de lo nacional, se borran las fronteras nacionales, en consecuencia, se limita a los Estados su
capacidad de ser la forma última de la organización social y política. Paradójicamente la
globalización, a pesar de su sentido abarcador, es selectiva, porque no todos participan de la
misma manera. Los capitales se mueven en el mundo al ritmo que desean, por eso, se puede
decir que tenemos “capitales sin fronteras”, pero curiosamente, no existen “trabajadores sin
fronteras”.
Por todo el planeta se extiende la injusticia, con consecuencias visibles que nadie quiere ver:
pobreza, marginación, exclusión, desigualdades sociales, explotación laboral, discriminación
corrupción, insensibilidad social, mentalidad economicista.
Hoy los excluidos sociales son personas grupos, países que son descartados, arrojados fuera del
sistema, porque ya no encajan, no sirven “ni siquiera para ser explotados”, de este modo
trabajar en situación de explotación se convierte casi en un privilegio, porque significa “tener un
trabajo”. Además, hay que resaltar que, respecto al trabajo, la situación de la mujer es más
precaria todavía, persiste la discriminación en la remuneración por ser mujer, es común la
eventualidad del trabajo, etc.
2
https://www.oxfam.org/es/notas-prensa/la-fortuna-de-los-milmillonarios-crecio-un-ritmo-
de-2500-millones-de-dolares-al-dia-el Con acceso el 17 de marzo del 2018.
estructuras sociales y se perpetúa a través de ellas, tanto que se “normaliza” y por eso ya nada
nos mueve, ni conmueve, lo peor es que muchas veces estas estructuras se revisten de un
cristianismo inventado.
“No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo
sea una caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión. No se puede tolerar más que se tire
comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es inequidad. Hoy todo entra dentro del juego
de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como
consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas:
sin trabajo, sin horizontes, sin salida. Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de
consumo, que se puede usar y luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del «descarte» que,
además, se promueve. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la
opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a
la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino
que se está fuera. Los excluidos no son «explotados» sino desechos, «sobrantes»” EG, 53.
El único mandato que Jesús dejó a sus apóstoles y en consecuencia a todos los cristianos, fue “Id
por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (Mc 16,15). En efecto, “la misión
esencial de la Iglesia es la evangelización de todos los hombres” (EN, 14).
Esto significa ir al centro de la vida de Jesús: “buscar primero el Reino de Dios y su justicia y el
resto se os dará por añadidura” (Mt 6, 33). Se trata de una justicia anhelada, reflexionada y
celebrada como parte del sueño de Dios para la humanidad “desde los que padecen la
injusticia”. Las víctimas y los excluidos son el lugar de la universalización ya que cuando ellos
tienen garantizados sus derechos los tienen todos los demás. Con razón decían las comunidades
primitivas que el Mesías no volverá hasta que todos estén sentados a la mesa.
FE INJUSTICIA
Evangelio Sociedad
- Desde el punto de vista de la injusticia, lo que interesa es salir de esa situación en A.L.
se habla mucho de este esfuerzo de liberarse es decir de superar las situaciones y
estructuras injustas que determinan la explotación de los pobres, la marginación de
tantos sectores de la sociedad, campesinos, obreros gentes sin trabajo, niños,
hambrientos.
En realidad, las estructuras injustas reflejan en el fondo, las personas injustas; es decir
la realidad de pecado, ahí está la raíz de la injusticia estructural, es el pecado y el pecado
está en el corazón de las personas y sólo la gracia de Cristo nos libera del pecado.
Los problemas sociales no solo tienen que ver con aspectos técnicos, en los campos de
lo social, económico o político, sino que éstos tienen dimensiones éticas.
Los problemas sociales se originan en el corazón del ser humano, en el pecado personal
y social, en la descristianización, en el olvido de los valores cristianos.
Como lo plantea el Compendio de la doctrina social de la Iglesia, la Iglesia con su doctrina social
quiere anunciar y actualizar el Evangelio en la compleja red de las relaciones sociales. El asunto
no es sólo llegar al hombre en la sociedad, de lo que se trata es de fecundar y fermentar la
sociedad misma con el Evangelio. Por esta razón, preocuparse por el ser humano y su bienestar
significa también velar por la sociedad.
Según esto, la misión de la iglesia comprende dimensiones que incluyen todos los aspectos de
la vida del ser humano. Para la Iglesia, evangelizar el ámbito social significa infundir en el corazón
de la persona humana la carga de significado y de liberación del Evangelio, para promover así
una sociedad acorde con las exigencias del Evangelio, una sociedad más humana, más conforme
al Reino de Dios, “en cuanto evangelio que resuena mediante la Iglesia en el hoy del hombre, la
Doctrina Social es palabra que libera” (CDS, 63). De ahí que, su misión se realiza de dos maneras
fundamentales que forman parte de su misión profética: el anuncio del evangelio y la denuncia
de las situaciones de injusticia.
Por eso, la D.S.I. puede considerarse un camino muy peculiar, donde se puede ejercer el
ministerio de la Palabra y el ejercicio profético “en efecto, para la Iglesia enseñar y difundir
Doctrina Social pertenece a su misión evangelizadora y forma parte esencial del mensaje
cristiano, ya que esta doctrina expone sus consecuencias directas en la vida de la sociedad y
encuadra incluso el trabajo cotidiano y las luchas por la justicia en el testimonio a Cristo
Salvador” (CA, 5).
Ideas conclusivas3
3
J.P. GARCIA MAESTRO, Conferencia: "Evangelizar la Cuestión Social: una aproximación teológica".
Pontificia Universidad de Salamanca (Madrid)
4
J. L. SEGOVIA BERNABÉ, “Evangelii Nuntiandi: evangelización y promoción de la justicia”, en J. Mª
MARDONES, F. ELIZONDO, J. MARTÍN VELASCO y otros, Evangelizar, esa es la cuestión. En el XXX
aniversario de la Evangelii Nuntiandi, PPC, Madrid 2006, pp. 123-157.