Pub Umbrales PDF
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Imagen de la cubierta:
Dibujo preparatorio para el cartel Contra la Ley de Peligrosidad Social,
Manolo Quejido, 1977
Índice
7 Presentación
Dario Malventi
66 La otra memoria
Philippe Artières
78 Pasos
Ixiar Rozas
84 Umbrales críticos
Willy Thayer
108 Intersticios
Esteban Zamora
136 Condena b
Carlos Gomis
146 Antibiografías
Jordi Arola
154 Las otras galerías. Quico Rivas, la cárcel y las bellas artes
José Luis Gallero
205 Fotogramas
Presentación
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Este libro reúne escrituras y testimonios sobre el presente de diferentes instituciones. Un
itinerario de diecinueve artículos transporta al lector hacia una multiplicidad de análisis
sobre los procedimientos de subjetivación de algunas formas de gubernamentalidad
contemporánea.
El esqueleto que mantiene unido el cuerpo de la narración son las jornadas Umbrales,1
organizadas por UNIA arteypensamiento, celebradas en noviembre de 2009 en Sevilla.
Durante una semana se discutió el ahora de instituciones encargadas de la custodia,
el tratamiento, la curación, la formación, el adiestramiento y la segregación. Las perso-
nas invitadas se centraron en el análisis de los procedimientos de examen, vigilancia,
captura, encierro, disciplina que circulan en y mediante la acción cotidiana de estas
instituciones. Umbrales de nuestra contemporaneidad, la cárcel, el hospital, la universi-
dad, la clínica, el geriátrico, la fábrica, emergieron como instituciones fundamentales de
la soberanía contemporánea, verdaderos laboratorios en los que el poder se materializa
en las prácticas rituales de gobierno.
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Empezamos entonces por las preguntas que quedaron abiertas en Umbrales. ¿Por qué
todo lo que se relaciona con lo humano, su soma, su bios y su zoé, ha devenido un
producto de mercado que alimenta una nueva economía punitiva? ¿Por qué a través del
consumo de salud se multiplican las clínicas del orden? ¿De qué manera un poder poli-
cial se ha instalado en el centro de la regulación, conservación y destrucción de la vida
social? ¿Dónde queda expulsada la permanente institucionalización de la alteridad?
¿Qué significa resistir en medio de procesos multiformes de eclosión de la existencia?
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Para que una determinada clase/grupo de poder instituya un régimen específico de obe-
diencia, para la protección de sus sistemas de valores éticos/morales, precisa de un saber
operativo que organice y legitime sus instituciones. Curiosamente, toda institución siempre
es lo que una determinada tecnología de poder, para instituirse, instituye. En su esencia,
la acción de una institución siempre se inicia con un encierro que opera como prolegó-
meno de regulación, mediación, pacto o contratación del conflicto entre quien instituye y
quien es instituido. La eficacia de toda acción institucional, de todo encierro, depende del
volumen y grado de obediencia que produce. Como gesto de potencia que demarca un
territorio de fuerzas, el encierro sanciona una distancia, prescribe un límite. Cada vez que
la acción instituyente aumenta el grado de adhesión al comando del grupo/clase de poder,
la institución se legitima como instrumento de gobierno y se disemina como máquina de
producción de obediencia. Institución y encierro son uno el dispositivo del otro, ambos
se refuerzan en su operatividad, su resonancia deviene una técnica, un saber de poder.
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3 que toma forma, se traduce, la lesión orgánica de quien es instituido (su pobreza) en el
Para entender como se estructura la acción de gobierno del actual régimen neoliberal crimen permanente de quien instituye. En el actual proceso de valorización del capital,
y hacerle frente, es importante analizar la función estratégica de las instituciones como la obediencia es el plus-valor fluctuante indispensable para mantener una producción
máquinas de coerción. La acción institucional de capturar la alteridad y eliminar la di- estable de gobierno.
sidencia no se restringe solo al ámbito del crimen sino que dramatiza un conjunto de
contenidos estratégicos como la autoridad, la legitimidad, la moralidad, la normalidad, 6
la realidad, etc. Si pensamos el poder como la acción de poner en escena estos conte- Como una tibia sonora de Roussel, los artículos que siguen sugieren una forma de “ha-
nidos, se puede decir que las instituciones son su representación, su forma colectiva de cer ver y hacer hablar” las zonas grises de nuestra contemporaneidad. El lector decidirá
visibilidad. El campo epistémico en el que operan diariamente diferentes técnicas de go- si seguir la rítmica del libro o construir su propio discurso. El libro está dividido en tres
bierno se compone de una inmensa acumulación de procesos de subjetivación. Cuando partes. Todos los artículos se han escrito para la edición de este volumen, con la excep-
el grupo/la clase dominante decide trasladar la efectividad del encierro (penitenciario ción del artículo de Alessandro Dal Lago que se ha insertado como ritual de pasaje entre
y/o clínico) hacia un corpus de enunciados constituyentes del sentido común de la lega- la primera y segunda parte. La tercera es un plano secuencia de fotogramas extraídos
lidad, de la seguridad y de la normalidad, lo hace desplegando en todo el campo social de los materiales audiovisuales del trabajo de campo desarrollado, entre el año 2003 y
sus herramientas hermenéuticas y ontológicas. Gobernar entonces es instituir las formas el 2007, en una institución total.
del sujeto, su ser y estar en el mundo, y mediante una acción cotidiana de homologación
del habitus uniformar en un lugar común su estar en el ser. En los intersticios hay túneles, hilos que entrelazan los artículos: el libro está organizado
para que el lector dibuje su mapa y pueda desplazarse de un artículo a otro, sin ninguna
4 lógica progresiva. Los textos comparten un suelo común: el poder es un flujo que se
Flotamos entre una dura acción de represión física de los cuerpos y una capilar acción de expande mediante relaciones de fuerza. Estas relaciones son diferenciales, producen
“apartheid” íntimo (Bourgois) del yo. El ideal nunca realizado de la modernidad, que hacía campos de fuerza: sus conexiones o curvaturas no son dialécticas sino que determinan
depender la soberanía del grado de violencia ejercido sobre la sangre del gobernado, unas singularidades. Foucault llama afecciones a estas singularidades y analiza el po-
ha pasado a otro umbral gubernamental. El ideal del “buen gobierno” se realiza hoy en der de afección de las instituciones. Mediante diferentes procesos de integración, las
la utopía de la normalización, esto es, en la curación y disolución del conflicto mediante instituciones trazan una línea de fuerza que estabiliza y estratifica las afecciones. Hay
la multiplicación de los rituales de iniciación a la norma. Otras instituciones han crecido poder cada vez que mediante un ejercicio de captura, integración y expulsión se ponen
en oposición a la utopía del ejercicio soberano del castigo corporal y se hacen promo- las afecciones en serie, se alinean las singularidades. Hay gobierno cada vez que una
toras de nuevas políticas de la vida. No se trata de nuevas instituciones, sino de prótesis institución, mediante un ejercicio de captura, integra las singularidades, las valoriza y
de instituciones existentes: son “extituciones” (Ibarra), instituciones que parasitan otras ya las hace converger en afecciones. Gobernar es entonces una acción de afección que,
existentes. En el entre, en los intersticios, en las fisuras de diferentes dispositivos de me- determinando las singularidades, fija los poderes. En función de la naturaleza de la
diación relacional circula una nueva matriz de gobierno. Un caso singular y específico es institución, las visibilidades y los enunciados llegan a un umbral que los hará políti-
el crecimiento de la red de ONGs que han ocupado un nuevo “umbral extitucional” que cos, económicos, estéticos, morales, culturales... Las instituciones que aquí se analizan
une y separa la prisión, el psiquiátrico, la escuela, la fábrica y el geriátrico. En tiempos de emergen en su materialidad, desde un poliedro de vivencias, como máquinas de go-
biopoder, la obediencia, el grado de adhesión al comando, se produce mediante el uso de bierno que determinan los campos de visibilidad y los regímenes de enunciados de las
la violencia policial y militar pero se administra gestionando la vulnerabilidad, controlando singularidades. Los poderes que establecen (y sancionan) la microfísica de lo legal y lo
las formas de secuestro y reinserción de una vida. Si bien la obediencia pasa por nuevos ilegal, del bien y del mal, de lo incluido y lo excluido, del adentro y el afuera, circulan en
dispositivos relacionales mediados por la acción de nuevas agencias gubernamentales, este umbral, como agencias de gobierno del orden social. Precisamente por esta razón
su “valor” consiste todavía en mantener la hegemonía del vigilante sobre el vigilado. La este libro se cierra con fotogramas que buscan compartir una “visión” de la vida en el
asimetría entre los dos ha crecido tanto que hoy día la violencia que el primero ejerce sobre interior de una institución de encierro. Devolver visibilidad a lo ocultado, desvelar cada
el segundo aparece como natural. La transmutación del castigo a evento social dinámico gramo de su realidad, es una forma política de enunciar todo lo intolerable del encierro:
que opera mediante una concreta producción cotidiana de subjetividad, renueva el destino su cotidianidad.
y el destinatario de diferentes “extituciones”. Nuevas heterotopías de desviación se encar-
gan de encerrar y/o reinsertar, en un movimiento de perpetua enclosure, a una masa cada 7
vez más extensa de población. ¿Cuáles son estas “extituciones”? ¿Qué efectos produce Al revelar la equivalencia entre norma y desviación, este libro quiere ser una denun-
la acción de sus dispositivos de captura, encierro, homologación, curación, eliminación? cia de la organización productiva de la diversidad. Internando la pobreza, eliminándola
de la cotidianidad, ocultándola en el organismo social, la acción cotidiana de distintos
5 aparatos institucionales altera la relación entre visible e invisible. Esta espacialización
Este libro llama a discutir el crimen mediante el cual la paz se afirma como condición es posible mediante el uso de la fuerza policial pero también a través de una verbali-
de posibilidad del orden. La paz es el contexto en el que se reorganiza un nuevo frente zación de lo patológico: cambia el espacio de representación de la pobreza y el len-
de alteridad; el territorio de manifestación de la patología del sistema capitalista en el guaje del castigo. Un nuevo programa de evangelización institucional opera a través
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de una praxis ascética gobernada por nuevas figuras de mando, superponiéndose a Desde el seguimiento y la desclasificación de diferentes signos y significados, las pá-
las herramientas técnicas que el antiguo poder soberano establecía sobre la muerte. ginas que siguen proponen un análisis sobre la racionalidad de gobierno, captada en
Mediante el tratamiento institucional de la pobreza se pretende reinsertar una vida en la su estructura operativa, esto es, en el régimen de prácticas institucionales que forma
existencia. La peligrosidad de una institución depende precisamente de nuevos rituales un sistema de racionalidades. Devolviendo el derecho de tomar la palabra a las múlti-
de iniciación y de sometimiento mediante los cuales se promueven diferentes prácticas ples intencionalidades de los sujetos narradores, y pensando el cuerpo no solo como
de adiestramiento de los “pacientes”, dispositivos institucionales de subjetivación, que objeto de prácticas sociales sino también como fuente de conocimiento, efecto de una
separan el concepto de persona y ser humano. biografía, frente de luchas y frontera de poderes, este libro es un esfuerzo para pensar
las instituciones como contra-lugares de lo tolerable y desvelar sus dispositivos de pro-
Diferentes procesos de evaluación de la obediencia y de administración del currícu- ducción de obediencia.
lum sostienen nuevas técnicas de mercantilización del conflicto. Por decirlo en pocas
palabras, el mismo sistema que produce pobreza dicta las condiciones de paz para
encerrar la pobreza producida. Un ejemplo concreto es la espacialización médica que
muta la cárcel en clínica, y viceversa. El registro y el castigo de la pobreza deviene Nota
examen taxonómico y control moral de la enfermedad social. Es importante subrayar
que España es, después de EE.UU., la segunda cárcel del mundo por número de 1. http://ayp.unia.es donde se pueden descargar en formato pdf los artículos de algunos de los participan-
tes en las jornadas no recogidos en está publicación.
habitantes y personas privadas de libertad, y que la terapia está en el centro de la
política de construcción de nuevas macrocárceles. Emergiendo como una religión de
Estado que apunta a un proceso interminable de neutralización de los derechos de la
persona privada de libertad, la terapia carcelaria es hoy una de las políticas de la vida
que, en territorios pacificados, legitima una nueva economía de guerra a la pobreza.
No debería sorprender entonces que tanto la terapia como la resocialización sean hoy
procesos instituyentes mediante los cuales diferentes instituciones, determinando el
campo de visibilidad y el régimen de enunciados de la persona internada, alinean sus
afecciones, forman su singularidad y fijan sobre ella sus poderes. Ya que el objetivo
es curar personas improductivas, que por lo menos produzcan beneficios para la em-
presa solidaria de las ONGs encargadas de administrar, fuera de las instituciones, la
nueva economía punitiva.
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Estas reflexiones, que surgen en el marco de la investigación sobre el restyling terapéu-
tico de la cárcel española y representan los múltiples comienzos de un diálogo con los
autores invitados a las jornadas Umbrales, se entrelazan con muchas de las preguntas
que los artículos de este libro despliegan. ¿Cuál es el espacio invisible del castigo?
¿En qué consiste la práctica secreta del internamiento? ¿Por qué la flexibilidad y la mo-
vilidad de las prestaciones laborales acompañan a la mercantilización del saber? ¿La
Quiero dedicar este libro a Ixiar eta Lur, nire azalak, gure lurrak.
proliferación de los dispositivos de seguridad y de control, la gestión militar de los flujos Questo libro è una scintilla, salta dove in noi brucia da sempre.
migratorios, la maxi-encarcelación de la pobreza, la normalización de la desviación, la
Y agradecer especialmente a Esteban, Álvaro, Claudio: compañeros, amigos.
construcción de nuevas estructuras de internamiento, el nacimiento de una industria de A Alicia, porque tu trabajo y afecto han hecho posible este libro.
la solidaridad son fenómenos que se superponen y reflejan la formalización de la guerra A Santi, lo que empezó en las periferias atravesó los umbrales.
como dispositivo de integración de la vida social? ¿La memoria es un engranaje colec- A BNV, línea de frente a toda práctica de homologación.
A las personas que participaron en las jornadas Umbrales y a las que han colaborado para que
tivo de resistencia? ¿El arte es una manera de intervenir el encierro? ¿La poesía es una estas páginas se sientan un libro.
respuesta al castigo?
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Renato Curcio//Philippe Bourgois//Álvaro Garreaud//
Manuela Ivone P. Da Cunha//Philippe Artières//Ixiar
Rozas//Willy Thayer//Claudio Ibarra Varas//Esteban
Zamora//Alessandro Dal Lago
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01 Donde se encamina la búsqueda
En la cárcel de Palmi podíamos estar juntos, en grupos muy pequeños, durante un par
Donde todo comenzó de horas al día. En el patio o en una celda. Decidimos aprovechar este tiempo para re-
copilar historias relativas a nuestros deterioros psico-físicos y los de los demás presos.
Sólo historias. Ningún análisis, ningún juicio. Fue así como instituimos nuestro primer
Renato Curcio “astillero”. Antiguamente el cantarium era un dispositivo para la construcción o el care-
naje de los barcos. El barco que queríamos construir era el que nos serviría para irnos,
para marcharnos de aquellas orillas.
Recopilar las historias de nuestras vivencias de torsión6 se reveló con el tiempo como
un proceso simple y sorprendente. Cualquiera que atravesara el umbral del “astillero”
llevaba consigo su talega colmada de historias. Y con estas, empezaron a llegar, “como
si fueran historias”, también dibujos, garabatos, escrituras, sueños, ensueños, estre-
mecimientos. Los prisioneros narraban sus malestares recurriendo a una infinidad de
Comenzaré narrando una historia. En 1984 estaba todavía en la cárcel especial de lenguajes. Pero una sorpresa aún más grande llegó cuando nos dimos cuenta de que
Palmi, Calabria, y en mi celda no podía tener más de un libro. Los demás estaban en un algunas de las historias eran especiales: se paraban justo en la punta de la lengua. No
almacén, muy lejos de donde estaba encerrado. La operación de restituir el libro que te- querían salir. O quizás no podían. Habría sido muy peligroso contarlas mientras todavía
nía y hacer que me trajeran otro requería varios días, a veces semanas. Así, de acuerdo se estaba en la institución. Si hubiesen circulado habrían podido ocasionar un daño a
con otros presos, pedimos al director que nos pusiera a disposición una pequeña celda quien las contaba o a quien aparecía en el cuento. Claro que se podían enmascarar.
vacía como depósito de libros. De esta manera la operación de intercambio sería más Pero un oído fino, un refinado entendedor, siempre tendría alguna probabilidad de llegar
rápida. El director aceptó la propuesta y después de un breve tiempo hizo llegar al cubí- a arrancar la máscara. Chocamos con lo que no es fácilmente decible, con lo indecible,
culo nuestros libros, que hasta entonces estaban depositados en el almacén. y con las densas zonas de violencia y miedo que habitan el silencio.
El mismo día intenté ver con qué tipo de dificultades podíamos encontrarnos para ac- Cuando ya estaba fuera de la cárcel, muchísimos años después, un amigo al que llama-
ceder a ellos pero me quedé sorprendido de que, en la hora de aire en el patio, el ré Tony, un día me dijo: “Sabes, una vez los guardias me llamaron para ir a un vis a vis
guardia me permitiera entrar en la “biblioteca”. Pero no fue este el hecho más importante con el abogado. Pero cuando llegué a la sala en la que se hacían, me encontré con un
ya que, junto a los libros conocidos, me encontré un cajón que contenía un fondo de tipo desconocido que a bocajarro me dijo: ‘Tu condena es muy alta pero todavía no es
viejas publicaciones que la cárcel ponía a nuestra disposición. Con enorme curiosidad definitiva. Si me haces un favor puedo hacer que te la bajen muchos años, muchísimos’.
las hojeé, una a una, y finalmente mi atención fue capturada por un boletín editado por Los guardias me llevaron al pasillo y el graduado de aquella pandilla uniformada se me
el Centro Studi del Ministero di Grazia e Giustizia, cuyo título era realmente sugestivo: acerca y me susurra pocas pero muy claras palabras: ‘No digas nada de este encuentro
“Deterioramento mentale da detenzione”.1 a tus compañeros porque si no te molemos a palos’. Cuando volví a la celda caí en una
profunda angustia. Si hubiese hablado del encuentro con el desconocido habría podido
El volumen pasaba revista a las principales investigaciones sobre los efectos del encar- pensarse que el hecho mismo de que me hubieran convocado se debía a que creían
celamiento en las instituciones totales. Clemmer,2 Sommer y Osmond,3 Goffman,4 Cohen posible que colaborara. Y esto me hacía inmediatamente sospechoso, más allá de que
y Taylor5 y otros más. Por muy diversos que fueran los dispositivos de investigación mi rechazo fuera verdadero o falso. Con el aire que se respiraba en aquellos días, está
puestos como fundamento de sus estudios, todos estos investigadores coincidían sobre claro que me habrían aislado. Y por esto mismo, precisamente porque habría estado
un elemento esencial: los efectos del encarcelamiento sobre la persona eran irreversi- aislado, la pandilla de guardia habría podido vengarse fácilmente. Así que no dije nada
bles y destructivos. Y además, se atribuía a estos efectos la mayoría de las responsabili- a nadie y hasta hoy nunca he querido contar esta historia”.7
dades de la inadaptación postcarcelaria. En fin, la cárcel hacía realmente daño.
Relato este caso para ilustrar que instituir un astillero narrativo en una cárcel –o en fami-
Una vez leída la revista, Nicola Valentino y yo nos miramos a los ojos. En nuestra mirada lias, empresas, comunidades, instituciones, etc.– para que se libere la palabra social es
estaba escrito: “Poveri noi”. ¿Qué destrucciones psico-físicas se habían producido en un reto que tiene que ajustar cuentas con los dispositivos contra-narrativos que el poder
nosotros a lo largo de nuestros diez años de segregación en régimen de máxima segu- instituido gestiona con atención; ajustar cuentas con el miedo y con la silenciosa deman-
ridad? Decidimos no dejar caer una pregunta que no era fácil de responder, porque a da de la ley del silencio, complicidad que mana de la institución. Violar esta demanda
su vez planteaba otra: ¿Qué camino habríamos tenido que abrir para acercarnos a una supone habitualmente severas consecuencias y en algunos casos también la muerte.
respuesta parcial y provisoria? En todos los astilleros de socioanálisis narrativo que he organizado en los últimos años
el problema se ha manifestado siempre. Esto hace entender por qué, en el caso de
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las instituciones totales, métodos de investigación más externos como la observación establecida, impersonal y superior a los individuos y a los grupos, fundamento y garantía
participante encuentran en el camino unos obstáculos insuperables. del orden social.
Cohen y Taylor, autores, a principios de los años setenta, de una importante investiga- En cambio, en la segunda vertiente sobresalen George Lapassade y René Lourau que,
ción sobre el deterioro psicológico debido a la segregación durante largos periodos, en una perspectiva dinámica, han representado la institución como un proceso de auto-
dicen haber empleado la observación participante como método principal de su estu- transformación perpetua que se produce por la interacción entre lo que es instituido (y
dio.8 Pero, ¿qué presos han podido observar estos dos famosos psicólogos? Solo un quien lo gestiona) y los impulsos instituyentes (y quien los interpreta).10 Estos impulsos
pequeño grupo seleccionado de presos-estudiantes a los que se pudieron acercar en instituyentes se ponen en marcha por los actores insatisfechos de la institución que
calidad de profesores. Esto es precisamente lo que hizo Erving Goffman, entre 1955 y buscan innovar y transformar su condición.
1956, en el hospital psiquiátrico St. Elizabeths de Washington. Se le permitió frecuentar
algunas secciones del hospital y luego obtuvo el permiso para acceder a la gran área En cuanto a mí, puedo decir que camino por la vertiente iluminada por estos últimos,
del manicomio como profesor de gimnasia: aunque no ocultaré que, por lo que concierne a la cárcel, caminar por esta vereda
complica las cosas. En el conjunto de las instituciones, la cárcel presenta algunas pe-
Pasaba todo el día con los pacientes, evitando entablar relaciones sociables con culiaridades a las que que Ervin Goffman ha asignado el adjetivo “total”.11 Pero también
el staff y tratando de no tener llaves. No dormía en las secciones y la dirección este adjetivo presenta muchas ambigüedades. Limitando el marco a tres importantes
del hospital conocía el objetivo de mi estancia. [...] Participar en el ciclo de la aproximaciones, Goffman, Foucault y Basaglia no atribuirían a este adjetivo los mismos
vida cotidiana a la que los internados están sujetos es un buen método para significados. En su elasticidad semántica y en cualquiera de sus aproximaciones, “total”
aprender algunas cosas sobre estos mundos.9 remite a la extensión, intensidad y modalidad de ejercicio de un poder de control que
unos ejercitan sobre otros. En otras palabras, una institución –¡cualquier institución!–
Al instituir un astillero aumentan las probabilidades de rozar los dispositivos contra-narra- se hace total cuando en su interior quien administra (gobierna, gestiona) su corpus
tivos: las historias narradas llaman a las historias calladas y lo no dicho por algunos pue- instituido, imposibilita a otros actores ejercer un poder de crítica, de transformación y
de ser narrado por otros. En un astillero con trabajadoras y trabajadores de los grandes de mutación. Lo que conlleva inevitablemente, para quien está despojado de toda ca-
supermercados, por ejemplo, el jefe de sección pedía a los encargados del puesto de pacidad instituyente, un sufrimiento sistemático y un constante e irreversible deterioro
verduras biológicas llenar las cajas temporalmente vacías también con verduras no bioló- psico-físico. Por esta razón, porque generan de manera persistente penas y dolores, las
gicas. Decía: “Si están vacías, perdemos clientes”. Y añadía: “Pero esto que no salga de instituciones totales son intrínsecamente mortificantes.12
aquí”. Los empleados del puesto, todos con contratos precarios, estaban coaccionados.
Y por esto callaban. Realizaban un acto ilícito y, por no perder su trabajo, sucumbían a
la ley del silencio. Uno de los participantes de nuestro astillero, encargado de la sección Donde se inicia el socioanálisis narrativo
de las carnes, quiso contar esta historia que había oído en los vestuarios. Su relato fue
muy importante, porque de aquí surgió un proceso de narraciones cruzadas que acabó Volviendo a nuestro primer astillero, tengo que subrayar que recopilamos las primeras
con la de la coloración artificial de las carnes expuestas en el puesto en el que trabajaba historias sin ninguna dirección. Quien tenía algo que contar lo contaba. Todo se trans-
y que hasta entonces, por algunas razones, se había silenciado. cribía. En esta falta de orden emergía rápido un orden imprevisible marcado por lo que
algunos años después bautizamos como “urgencias narrativas”. Las historias que llega-
ban al principio eran las que transitaban por los territorios más inflamados. Descubrimos
Donde se encuentra la palabra institución así que las narraciones breves de eventos problemáticos que se producían en la rela-
ción cotidiana entre lo que está instituido y los sujetos instituyentes verbalizaban una
Permitidme un pequeño paréntesis para aclarar algo que considero importante. A veces tensión. Porque hospedan el código de un conflicto, la dialéctica de una crisis. El campo
las palabras esconden más cosas de lo que dicen o nos arrastran a una tierra de nadie narrativo en su constitución reconducía sin demasiadas mediaciones a los momentos
en la que irónicamente nos enseñan, a la vez, su significado y su contrario. Es el caso de críticos que la institución y sus actores estaban atravesando. Como dice un antiguo
la palabra “institución” que, según cómo se tome, puede significar el acto de instituir o proverbio: “la lengua late donde el diente duele”.
el resultado de este mismo acto. Se puede entonces entender el empacho de los soció-
logos que, sin lograr un acuerdo, han acabado dividiéndose en distintas escuelas, a su De aquí a considerar las historias recopiladas como unos indicadores de los mecanismos
vez alineadas en dos opuestas vertientes. de poder y de los procesos que reproducen el dominio y el malestar a ellos conectado,
el paso ha sido consecuente. En cada historia se escondía un dispositivo que trascendía
En la primera encontramos a “los partisanos” de la visión estática de la institución y de la implicación personal del narrador y que la actividad reflexiva del grupo podía llevar
manera especial a Emile Durkheim. En este marco la institución aparece como un con- a su transparencia. Para estimular el desarrollo de este proceso cognitivo utilizamos el
junto instituido de actos o de ideas, normas, obligaciones de conductas, reglas, códigos juego de las asociaciones. Podían ayudarnos muchísimas otras historias, contadas por
que los individuos se encuentran delante y se les imponen; algo como una forma social escritores, filósofos, investigadores sociales, poetas o recogidas en los testimonios de
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experiencias extremas y en las autobiografías de quienes las habían vivido. Cada narra- Creo que quizás esta última historia sea la más importante también para nosotros.
ción recopilada nos reenviaba a otras narraciones: asociarlas, ponerlas frente al espejo, Anwar, con sus palabras, quería decirnos que los astilleros socio-analíticos restituyen
podía abrirnos a una inteligencia más amplia de las experiencias vividas. ¿No era esta la siempre y solo un proceso inconcluso. Pero lo inconcluso, por mucho que nos parezca
tarea que se había impuesto el astillero en el propio acto de instituirse? Sí, claro, esta era paradójico, tiene que ser narrado. Ya que muchas veces, como en este caso, es preci-
una de las competencias, pero en sí no era suficiente. Evocar la palabra “social”, en su samente de lo incompleto de donde despegan las miradas y las palabras del narrador.
amplio y extenso sentido, comportaba también el acto de abrirla a una vida más vasta: Volver a ver el trabajo del astillero, y partir de su inconclusión, quizás facilitaría el paso
liberarla fuera de las fronteras del grupo. Restituirla. Ponerla en condición de encontrar del pensamiento narrativo al reflexivo, obligándonos a no olvidar que también los as-
otras experiencias, otras historias, otros espejos en los que mirarse. tilleros son procesos que un día hacemos terminar solo porque somos incapaces de
hacerlos continuar.
En resumen: vivir en libertad. Con este empeño pensamos en un momento traducir la
experiencia del astillero a un libro y titularlo En el bosque de Bistorco.13 Una antigua Sea como sea, siempre circularan en todos los astilleros muchas historias que aún no
fábula narra que este bosque es un bosque especial: quien lo atraviesa puede perderse han sido narradas. Historias de las que, en el momento de restitución del trabajo hecho,
para siempre o reencontrarse. Es lo que acontece en la cárcel y, como hemos visto, en no nos podremos fugar.
cualquier otra institución.
Como el astillero, también el libro inventó su camino y en vez de buscar un editor deci- 1. “Deterioramento mentale da detenzione”, Quaderni dell’ufficio studi e ricerche, núm. 13, Ministero di
dió que para hacer bien su trabajo debía hacerse empresario de sí mismo. Apuntar a Grazia e Giustizia,1976.
2. D. Clemmer, The prison community, Nueva York, 1940.
lo posible que él mismo entraña. Mientras, se cierran los astilleros pero esto no quiere
3. R. Osmond; H. Sommer, “Symptom of institutional care”, Social Problem, vol. 8, 1961.
decir que con ellos se termine también la práctica social por la que han sido instituidos. 4. E. Goffman, Asylum, 1951.
Y luego, si era verdad que cualquier institución, en circunstancias específicas, podía 5. J. Cohen; L. Taylor, Psycological survival, Londres, 1972.
transformase en una institución total, ¿acaso no se hacía necesario proponer a otros 6. Generalmente se piensa que quien termina encerrado en una institución total sufre muchas privaciones.
territorios una práctica social nacida para contrastar los efectos mortificantes de una Esto no es falso, pero en las narraciones de todos los reclusos con los que me he encontrado lo que sobre-
sale con más fuerza es más bien el impacto con los dispositivos de torsión. Torsión de los sentidos y de las
cárcel especial?
identidades. Actualmente, en Italia, las modalidades de torsión carcelaria se articulan alrededor de cuatro
dispositivos portantes. Resumiré su perfil esencial.
De este impulso arranca Sensibili alle foglie: una cooperativa de investigación y de re- El primero por importancia es el dispositivo tratamental. De formulación explícitamente disciplinar, este
copilación de “documentos” producidos en las instituciones totales y en situaciones dispositivo interviene sobre el presidiario para inducirlo a transformarse en un reproductor obediente de
extremas. Además de los libros publicados, ha dado impulso en los últimos diez años a rituales vacíos e intercambiables. Para acceder a cualquier beneficio carcelario, este dispositivo relacional
pide como contrapartida sujeción y obediencia a las prescripciones, a las órdenes y a los comandos.
muchos astilleros socioanalíticos: en los nuevos guetos para gitanos, en las empresas
Pero, ¿qué es la obediencia sino una adaptación pasiva a las solicitudes autoritarias? Este dispositivo es
que prosperan precarizando la vida de los trabajadores, en los hospitales en los que el operador de la cárcel ordinaria.
la despersonalización se mide por los euros ahorrados, en los territorios de trabajo mi- Un segundo dispositivo es el terapéutico, que se crea sobre la idea de explotar “con fines terapéuticos”
grante y de los menores extranjeros “re-expulsados a la calle”.14 Precisamente de este las condiciones de encarcelamiento y se fundamenta sobre la premisa de que el preso que sea admitido
último astillero, organizado en Milán en 2009, nos llega la siguiente historia que os quiero a tratamiento esté afectado por una patología. Por ejemplo, el consumo de sustancias prohibidas por la
ley. Consecuentemente, la terapia tiene que consistir en una torsión identitaria orientada a que desista de
contar para cerrar mi intervención.
las prácticas reprobadas. Cuando el preso reconozca que una parte de sí está enferma y que la curación
consiste en sacrificar esta parte, será juzgado “convertido” y entonces “curado”. El dispositivo terapéutico
Anwar, catorce años, un chaval de origen egipcio, asiduo participante del astillero, cuan- opera sobre todo en la cárcel de custodia atenuada.
do ya nos había contado muchas historias sobre su viaje para cruzar el Mediterráneo, Existe un tercer dispositivo que llamaremos actuarial, tomando prestado el término de los modelos del
de sus noches agitadas en los vagones estacionados en los hangares ferroviarios, el cálculo de probabilidades. El dispositivo actuarial consiste en la intervención preventiva sobre personas
que pertenecen a grupos que se consideran, desde un punto de vista probabilístico, fuentes de riesgo y
choque con los policías que en las noches de invierno le despertaban para entregarlo
de peligro. Se les quiere eliminar antes de que actúen tal como se sospecha que harán. Este dispositivo
a la calle, en nuestro último encuentro, quiso añadir algo: “Todo lo que os he contado que viola en sus bases uno de los fundamentos básicos del derecho moderno, es decir, el principio de la
hasta ahora son historias verdaderas que he vivido sobre mi piel. Pero la más importante responsabilidad personal, consiste en subsumir a una persona en un grupo y castigarla preventivamente
de todas todavía no os la puedo contar. Y lo siento mucho”. Todos retuvimos un instante sobre las condiciones de su probable adhesión a la etiqueta desaprobada que identifica el grupo. Por
el aliento. Y luego alguien dijo: “¿Por qué no puedes, Anwar? ¿Qué es lo que te impide ejemplo, en Italia, el hecho de ser considerado por la magistratura como afiliado a una organización de
mafia o terrorista conlleva un encarcelamiento especial: el régimen 41bis. Quien acabe “entrampado” en
contarla? ¿No confías lo suficiente en nosotros?”. Se tomó su tiempo y se estremeció con
este régimen penitenciario, en el que la torsión evoluciona abiertamente a tortura, podrá salir solamente
una sonrisa melancólica, diciendo: “No es esto, queridos amigos. Es que la historia más “colaborando activamente con la magistratura”. Algo que para muchas personas, al no ser verdadera la
importante para mí todavía no ha llegado”. sospecha, resulta además imposible.
18 19
Un cuarto dispositivo que quiero mencionar es el de discriminación a priori. Actualmente son víctimas de
este dispositivo: los Rom, los gitanos, los “clandestinos” (incluyendo en este término a las personas extran-
jeras más pobres que están de viaje en las carreteras infinitas de la Tierra a la búsqueda de un lugar y de
fortuna). A diferencia del dispositivo actuarial, este no aguarda tampoco una sentencia de la magistratura
para encerrar sus blancos en una jaula, ya que lo que se castiga no es el hecho de haber cometido un
delito sino la pertenencia a categorías humanas no gratas a las instituciones políticas de gobierno. A este
dispositivo corresponde el nuevo instituto carcelario denominado Centro de identificación y expulsión.
7. Hubiera podido sustituir esta historia carcelaria por cualquier otra. Por ejemplo la de Dolores, que tra-
bajaba en un gran centro comercial, recopilada en un astillero que tuvo lugar en Milán en 2002. Dolores,
pensando que era su derecho poder contar sus condiciones normales de trabajo, un día cualquiera, en
las filas de las cajas, envió su testimonio a una web muy leída que recoge distintas narraciones de las
condiciones de vida de los trabajadores. Pensando que había hecho algo bueno, puso también su firma.
El día siguiente a la publicación en la web, Dolores fue despedida. La empresa justificó así su decisión: la
trabajadora ha violado el secreto empresarial y por eso se ha terminado la relación de confianza. No es el
único caso.
8. Op. cit.
9. Op. cit.
10. G. Lapassade; R. Lourau, Clés pour la sociologie, Seghers, 1971.
11. Goffman, op. cit.
12. ¿Mortificantes también en el sentido de causar muerte? Desde el 1 de enero de 2000 hasta ahora, han
muerto 1.365 personas privadas de libertad. De estas, 501 han sido por suicidios. Solo en 2009 los muertos
han sido 147 y los suicidios 61. Se puede ver que su frecuencia es casi 20 veces más alta de la que se
registra en la sociedad italiana extramuros.
13. R. Curcio; S. Petrelli; N. Valentino, Nel Bosco di Bistorco, Sensibili alle foglie, Roma, 1990.
14. La mayoría de los astilleros de socioanálisis narrativo se han convertido en textos publicados por
Sensibili alle foglie en la colección “Cuadernos di investigación social”. El último astillero instituido por
Renato Curcio se ha publicado en 2009 con el título de Respinti sulla strada.
20 21
02
La lumpenización de los sectores
vulnerables en la guerra contra la
droga en Estados Unidos
Philippe Bourgois
Righteous dopefiend es una expresión que
los heroinómanos usan con orgullo ambi-
valente para referirse a su dedicación a la
inyección de heroína. Se podría traducir
No existe una traducción exacta para
con la frase “drogo empedernido”, “drogo
Righteous Dopefiend en castellano. Esto
consagrado” o “drogo hasta la muerte”.
se debe a que el righteous dopefiend, re-
presenta una subjetividad impuesta por el
modelo punitivo y abusivo de gubernamen-
talidad que ha venido a caracterizar a Es-
tados Unidos en las últimas tres décadas.
22 23
las últimas dos décadas, que ha desen- países europeos parecen insignificantes
cadenado el auge del sector financiero bajo la sombra carcelaria que proyecta
mundializado y provocado un exceso de Estados Unidos. A lo largo de dos genera-
mano de obra como consecuencia de la ciones, la tasa de encarcelamiento en Es-
desindustrialización. Grandes grupos de tados Unidos ha sido de seis a doce veces
población se ven excluidos del sector mayor que la de cualquier país de la Unión
productivo y caen en vidas de desnutri- Europea.
ción y degradación física a pesar de la
riqueza sin precedentes que los rodea, in- La mayor parte de los reos en Estados
capaces de interactuar productivamente Unidos encarcelados por drogas han sido
con la economía contemporánea. arrestados por el simple delito de pose-
Para los indigentes de San Francisco, el sión, no por venta ni por actos de violen-
Sin embargo, Marx utilizó el término lum- único beneficio de la economía digital del cia. Los Estados y municipios con leyes
pen con cierta torpeza e inconsistencia, en famoso Silicon Valley son los desechos más leves representan raras excepciones.
ocasiones como una categoría de clase y que se pueden recoger de la basura, A pesar de la extraordinaria inversión en
a veces como un mero insulto contra sus como por ejemplo las pantallas obsoletas recursos y fuerzas de seguridad, la heroí-
enemigos políticos. que sirven como asientos en los puntos na es ahora más barata que nunca en las
de inyección conocidos con el nombre de calles de Estados Unidos. De hecho, el
Las ideas de Michel Foucault me han re- shooting galleries. precio callejero de la heroína cayó más de
sultado útiles para releer este aspecto de un 60% entre 1993 y 2004 según la DEA
la obra de Marx. En efecto, me parece útil Estados Unidos representa una caricatura (la oficina antidrogas estadounidense).
redefinir la categoría de lumpen como una de los procesos abusivos de la guberna-
subjetividad formada entre los grupos de mentalidad que producen sufrimiento inútil
población para los cuales los efectos del y subjetividades lumpenizadas. Estoy al
biopoder y la gubernamentalidad han asu- tanto de que España es diferente y menos
mido cualidades destructivas. Según la de- neoliberal. Sin embargo, temo que esta si-
finición de Foucault, la subjetividad no es tuación pronto se volverá más pertinente
una identidad voluntaria, sino una manera en la era de la mundialización neoliberal
de ser y de desear que se impone sobre y antiterrorista, a medida que los países
nosotros en nuestro momento histórico. El ricos desmantelan el estado benefactor y
término lumpen, por lo tanto, se entiende aumentan la inversión en la llamada segu-
mejor no como una categoría de clase de- La subjetividad lumpen del righteous do- ridad pública.
terminada y circunscrita, sino como un ad- pefiend, el “drogo consagrado”, es una
jetivo o un modificador que toma la forma subjetividad que todos los toxicómanos La guerra contra la droga ha suscitado un
de subjetividades vulnerables, violentas y de nuestra red social en San Francisco aumento vertiginoso de la población en-
a menudo autodestructivas. comparten de diferentes formas. Esta ma- carcelada en Estados Unidos: 500% en Al margen de la guerra contra las drogas,
nera de ser y de concebirse expresa las los últimos 30 años. En la actualidad, la los indigentes heroinómanos no han sido
dinámicas abusivas que penetran todas población de reclusos sobrepasa los dos disciplinados como ciudadanos dóciles o
sus relaciones personales, entre ellas las millones de personas y continúa creciendo productivos ni tampoco se controlan efi-
interacciones con los compañeros, las fa- a cada minuto. La magnitud y la severidad cazmente como parias rechazados. Por el
milias, las instituciones que les persiguen de la estrategia carcelaria estadounidense contrario, mantienen relaciones destruc-
(como la policía) y las que les prestan dificultan la labor de representarla gráfica- tivas consigo mismos y con la sociedad
ayuda (como el hospital), las fuerzas eco- mente. Las grandes diferencias entre los que los rodea, drogándose compulsiva y
nómicas, los mercados laborales que les extáticamente y maltratando sus cuerpos
rechazan y los valores culturales e ideoló- de manera evidentemente antihigiénica. A
gicos que se oponen a ellos, así como la corto y a largo plazo, le infligen violencia,
relación que mantienen consigo mismos y dolor y gastos económicos a la sociedad
con su propio cuerpo. que los excluye.
24 25
El problema más grave es de naturaleza
estructural. La retracción del Estado bene-
factor ha transformado a los departamen-
tos de urgencias de los hospitales públi-
cos en uno de los pocos lugares financia-
dos con fondos públicos donde los indi-
gentes, los adictos y los enfermos menta-
les todavía pueden buscar un mínimo de
atención en momentos de crisis personal.
Sin embargo, la decisión a nivel federal de
reducir significativamente los subsidios
para el cuido de indigentes –producto
Como ejemplo de un servicio público que
de una ley federal aprobada en 1997, de
ha sido desfigurado por el Estado neo-
nombre “Equilibrio del Presupuesto”, cuya
liberal y la guerra contra las drogas pue-
meta oficial era rebajar el presupuesto de
do analizar los servicios de urgencias de
Medicare en 112 mil millones de dólares–
los hospitales, que presuntamente existen
ha mermado los servicios hospitalarios di-
para ayudar a los indigentes, pero en reali-
rigidos a los sectores de bajos recursos.
dad reflejan una dinámica perversa de gu-
Actualmente, tales servicios se manejan
bernamentalidad según la cual la mano iz-
mediante un sistema hostil y burocrático
quierda y blanda de la salud pública se ve
de clasificación y priorización de los casos
abrumada por el puño derecho de las fuer-
(triage) que obliga a los pacientes poten-
zas de seguridad. En lugar de auxiliar a las
ciales a esperar largas horas en la sala de
personas indigentes, la mano médica aca-
espera. Abrumados, los recepcionistas y
ba abofeteándolos y poniéndoles parches
demás empleados subalternos de las sa-
que en muchos casos únicamente logran
las de urgencias se han convertido en tira-
prolongar su agonía. Hank trabajaba para Las facultades de medicina enseñan en
nos en contra de su voluntad. Los médicos
Todos ellos se transforman paulatinamen- una compañía de mudanzas que carecía las universidades que es contrario a toda
suelen sentirse agobiados y denigran a los
te en “junkies hasta la muerte”. Es común del permiso oficial necesario para operar indicación científica recetarles medica-
indigentes, a quienes llaman “viajeros fre-
que repitan la expresión “moriré con las conforme a la ley. El dueño tenía ochenta mentos analgésicos a pacientes que ten-
cuentes” y “manipuladores” y de quienes
botas puestas”, como dicen los indigentes años y toleraba el consumo de drogas a gan un historial de consumo de heroína u
sospechan que sus dolencias son meras
heroinómanos en San Francisco cuando cambio de una paga inferior. Hank se frac- otros derivados del opio, independiente-
confabulaciones. Desesperados, los pa-
están de buen humor y celebran su esta- turó una vértebra un día en que le encarga- mente del dolor que sufran. Tal lógica es
cientes contraatacan a los enfermeros y
tus como renegados. En otros casos, se ron trasladar varios pianos. Logró arrastrar- consecuencia directa de la guerra contra
doctores con insultos sexistas y homofóbi-
desmoronan y se deprimen. Se bañan ra- se hasta la sala de urgencias del hospital las drogas.
cos. Es común que llamen “putas” y “mari-
ramente y el cuerpo se les cubre de llagas municipal, pero los doctores únicamente le
machas” a las enfermeras.
y cicatrices. dieron un bastón y lo despacharon.
26 27
Como resultado, los indigentes de nuestra Todo esto ocurría en pleno auge de la eco-
red social solían posponer la decisión de nomía puntocom, cuando San Francisco se
buscar atención médica hasta que esta- transformaba en una de las ciudades más
ban a las puertas de la muerte para así ricas de los Estados Unidos y los residen-
asegurar su admisión en el hospital. En tes locales alcanzaban la mayor acumu-
tales condiciones, cumplían con los requi- lación de riqueza en el país. El alcalde de
sitos para recibir medicamentos analgési- San Francisco celebraba un superávit
cos derivados del opio. En aquellos casos de 102 millones de dólares mientras el
en que acudían al hospital en mejores hospital municipal implantaba medidas
condiciones de salud, corrían el riesgo de de austeridad. Las autoridades médicas
acabar en la calle tras haber desperdicia- cesaron el contrato de dieciséis emplea-
do de seis a ocho horas en la fila de la sala dos de mantenimiento y cerraron una de
de urgencias, sin dinero para adquirir la las farmacias. El hospital se vio forzado a
próxima dosis de heroína y destinados a contratar a cuatro guardias de seguridad
sufrir síntomas de abstinencia. para controlar a las multitudes de indigen-
tes que ahora hacían fila de dos a cuatro
horas para adquirir medicinas por “tarifas
reducidas”. Por primera vez en 35 años,
el hospital instauró un plan de pago com-
Quisiera continuar la historia sobre la vér- partido, lo que obligó a los pacientes que
tebra fracturada de Hank que los doctores carecían de seguro médico a pagar parte
atendieron con nada más y nada menos del costo de las medicinas.
que un bastón. Un mes después de la visita Mientras tanto, Petey, el “socio” inseparable
de Hank al hospital, el fluido de la espina de Hank, debió internarse en el hospital mu-
dorsal se le infectó y la dolencia se le trans- nicipal cuando le diagnosticaron un caso
formó en una inflamación cerebral. A partir severo de insuficiencia renal. Su hospita-
de entonces, Hank emprendió una larga ca- lización duró más de dos meses debido a
dena de visitas a la sala de urgencias que una infección con estreptococo que contra-
se extendió por dos años, por lo general jo por medio de la sonda de alimentación
a bordo de una ambulancia luego de que intravenosa y que le agravó significativa-
alguien lo encontrara convulsionando en la mente la enfermedad.
acera y llamara al 911. La infección respon-
día bien al tratamiento con antibióticos, pero
en cuanto la fiebre se le reducía el hospital
lo daba de alta por orden administrativa,
debido a la reducción del presupuesto para
pacientes no asegurados.
28 29
Hank regresa a su habitación en el cuarto
piso dando zapatazos. Se arranca la son-
da y se marcha en dirección a la Avenida
Edgewater con la bata del hospital a cues-
tas bajo la chaqueta de cuero. De camino,
Durante el segundo mes de hospitalización roba un arreglo floral de una tienda y cami-
de Petey, la infección cerebroespinal de na donde Sal, el vendedor de drogas de la
Hank empeoró nuevamente y este último calle, para tratar de intercambiar el ramo
acabó en el cuarto piso del hospital, en la de rosas por una papelina de heroína de
sección de enfermería especializada. Petey diez dólares.
permanecía en el tercer piso, recién dado
de alta de la Unidad de Cuidados Intensi-
vos. Los socios se visitaban mutuamente,
remolcando tras de sí las sondas de alimen-
tación intravenosa.
30 31
Yo les dije: “¿Me devuelven las medici-
nas?” Y me dijeron: “No. Estas son prue-
bas. Creemos que usted distribuye narcó-
ticos aquí”. “¿Que distribuyo narcóticos?
¡Pero vean el nombre en el frasco!” “¿En-
tonces por qué lo esconde aquí, en pro-
piedad del Estado?”
32 33
grados centígrados. Un guarda me co- represión física, alejándola de las interven-
mentó que dicha práctica es una medida ciones tradicionales del biopoder rehabi-
rutinaria diseñada para asegurar la docili- litador o productivo dirigidas a fomentar
dad de los presos. la vida. El biopoder, como forma moder-
na de gubernamentalidad, interiorizado
En la celda junto a la mía, un hombre vo- por ciudadanos que desean ser norma-
mitaba aún más violentamente. Luego de les, saludables y modernos, acaso haya Existe la posibilidad de retomar los espa-
varias horas, el hombre comenzó a gritar caracterizado a la socialdemocracia y al cios institucionales y los servicios que les
al aire: “¿Qué hago? ¿Qué hago?”. Y otra capitalismo fordista, pero es la represión han sido arrebatados a los campos de la
voz respondió: “Golpéate hasta que te más amigable les preguntó a los dos guar- violenta la que caracteriza cada vez más salud y los servicios sociales, así como de
desmayes”. De repente empezamos a es- das cómo de mal estaba la situación, y el la relación entre los indigentes y la nueva revertir las distorsiones que los modelos
cuchar: “¡Pun! ¡Pun! ¡Pun!”. Las vibracio- guarda más bullicioso le respondió, des- gubernamentalidad neoliberal y punitiva. represivos y punitivos de cero tolerancia,
nes continuaron a medida que el hombre preocupado: “No mucho, solo que mucha Esto transforma a una sociedad en una enfocados en el encarcelamiento de las
se golpeaba la cabeza contra las paredes sangre”. olla de presión en la que se generan sub- personas narcodependientes y los sectores
de fibra de vidrio de la celda. Luego, se jetividades lumpen y en la que se produce populares indisciplinados, les han impues-
dio por vencido y suspiró: “No puedo. No En las calles y las cárceles de las ciuda- sufrimiento inútil, para utilizar la frase de to a los programas de bienestar social, para
tengo suficiente fuerza”. des estadounidenses, los parias de la so- Emmanuel Levinas, o la zona gris, para así crear intervenciones más humanas e in-
ciedad han tocado fondo. Han sido expul- usar la frase de Primo Levi. cluso más eficaces en términos de costo-
De pronto, empecé a escuchar gritos y sados de sus familias y de la fuerza laboral beneficio (una de las supuestas lógicas del
pasos fuertes en el pasillo. Un grupo de y se hallan excluidos de los servicios pú- Quiero terminar de manera pragmática neoliberalismo). Incluso puede que haya
guardas invadía una celda tres pisos más blicos. Las fuerzas de seguridad los per- con la pregunta de qué se puede hacer a campo para bailar con el diablo e incitar a
abajo. Las palabras que intercambiaban siguen y los hostigan. Sin embargo, como corto plazo en el campo político. Foucault las fuerzas de seguridad a promover el tra-
parecían indicar que un recluso se había la mayor parte de los estadounidenses, llama a los intelectuales a ser agentes in- tamiento médico como un procedimiento
cortado las venas. Un poco más tarde, los indigentes suelen culparse a sí mismos tersticiales, agentes positivos o aun sub- obligatorio.
otro guarda se reía y le decía a otro: “Eso por la situación en que se encuentran. versivos del biopoder.
es lo que yo llamo un hombre enfermo”. Ellos también participan en la práctica he- Si quisiéramos ser más audaces, desa-
Y el otro guarda le respondió con tono de gemónica de culpar a los individuos de su Creo que el campo de la salud posee tre- rrollaríamos procedimientos, por ejemplo,
burla: “Bueno, pues ahora no le damos propia vulnerabilidad. mendo potencial político para revertir el para hacerle frente al impacto catastrófico
nada. Ni siquiera le vamos a dejar las ta- desequilibrio entre las fuerzas policiales y de la brutalidad policial en las salas de ur-
pas en las botellas de agua”. Al parecer, La existencia de comunidades de hom- las políticas sanitarias en la prestación de gencias. Ya existen protocolos obligatorios
el prisionero se había intentado cortar las bres y mujeres como Hank y sus compa- servicios a las poblaciones vulnerables. El para lidiar con el abuso infantil y la violen-
venas con la tapa de las botellas de agua ñeros –dedicados al consumo de drogas campo de la salud goza de enorme credi- cia doméstica: ¿por qué no con la brutali-
que nos daban una vez al día. Otro oficial hasta el punto de acabar en la indigencia bilidad entre la población en general. Su dad policial? Turquía, por ejemplo, bajo la
y de acoger la subjetividad de “drogos aporte se percibe como neutral y ajeno a la presión de la Unión Europea, actualmente
consagrados”– no es un misterio ni una política, lo que aumenta su potencial sub- está desarrollando un procedimiento fo-
aberración protagonizada por unos cuan- versivo, aun si es susceptible de convertir- rense que obliga al Estado a documentar
tos individuos psicópatas. La trayectoria se en el arma disciplinaria por excelencia casos de tortura. Asimismo, las condicio-
de estos grupos de población, como la de del biopoder y la gubernamentalidad. nes insalubres de las cárceles y las celdas
los más de dos millones de personas en- de detención deben permanecer sujetas
carceladas en los Estados Unidos, debe a inspecciones por parte de la Cruz Roja.
entenderse como un fenómeno sobrede- Los enfermos mentales y los heridos de-
terminado de manera estructural, política ben trasladarse a hospitales, no a unida-
y cultural, tramado por tejidos de abuso des de detención ni cárceles de alta se-
identificables. guridad donde a menudo son víctimas de
abuso y en ocasiones se transforman en
Las guerras contra las drogas y contra la monstruos maniáticos vociferantes, confi-
inseguridad han desequilibrado la balan- nados en celdas acolchadas y dedicados
za de la gubernamentalidad a favor de la a lanzarles heces a los guardias.
34 35
03 repiten, pero dicha repetición no implica tanto la identidad de los hechos recordados
como la iteración de un marco o un habitus en el que estos recuerdos adquieren
significación en el presente.2 Los tonos, gestos, concatenaciones y liberaciones en que
Biopolítica y prisión. Umbrales de las narraciones y las experiencias duran, se despliegan en un espacio-tiempo que les es
propio, no solo diferente si lo comparamos con el de la experiencia de los que estamos
trabajo “en la calle”, sino que se expresa diferenciándose, repitiéndose, volviendo a empezar,
afirmándose como diferencia consigo misma.3
36 37
cuerpo/sociedad. El biopoder es un poder no disciplinario que se aplica al hombre vivo, Segundo umbral: el gobierno
al hombre ser viviente y en extremo al “hombre especie”. El biopoder toma lo viviente,
interviene entonces para conservar, para –en palabras de Foucault– “realzar la vida, Autores como E. Goffman, H. Becker, D. Matza, F. Basaglia, D. Cooper, entre los más
controlar sus accidentes, sus riesgos, su deficiencias, y en el que por lo tanto la muerte, notables, han mostrado cómo los mecanismos de despojamiento y mortificación de
como final de la vida, es evidentemente el término, el límite, el extremo del poder”. la subjetividad que generan las instituciones totales, tienen por objeto eliminar las
De esta manera, el biopoder se halla más y más implicado en cómo debe vivirse y distinciones significativas que dotan al internado de una energía productiva. En la
debe hacerse cargo de regular las condiciones de esa vida. Podemos preguntar: ¿no toma en custodia la institución penal o psiquiátrica, más que contener la desviación,
es acaso la prisión únicamente analizable en el campo de la biopolítica, ya que en ella la construye o produce dotando al internado de una gramática de conducta y de medios
el poder del Estado se enfrenta cada día con la vida y la muerte de los prisioneros?7 expresivos a través de los que se configura una identidad y se codifica su conducta.10
Es una identidad negada pero integrada en la ideología dominante a través de su
Debido a esta condición radicalizada, relatos como los de Livrozet son relatos contra exclusión.11
la ley, pero no en el sentido de que sean subversivos para un determinado y particular
orden moral o político, sino que están contra la ley porque expresan una singularidad En este contexto, el interés político de Foucault, aun compartiendo muchas de las
eterna que no es cambiable: nos entregan tonos, miradas, ecos, gritos, almas conclusiones de la llamada sociología de la desviación, es un poco diferente. Los modos
inasimilables a la necesaria y permanente constancia de la ley. Frente a la obligación de codificación que encontramos en unas y en otras instituciones circulan precisamente
de cambiar que el régimen carcelario le impone al preso, relatos como los de Livrozet a través de la subjetividad, si se quiere del sujeto; es él un importante “medio” de
permanecen en su excepcional profundidad, en ellos las historias se repiten no una, ni perpetuación institucional y por ello mismo la institución se abre, contra la imagen común
dos, ni diez veces, se repiten por enésima vez, como si cada vez fuese la vez primera, de algo cerrado y estático, como un campo de batalla dinámico entre el sujetado y el
por ello, también, cada repetición es única, diferente. Lo importante es que la condición sujeto. Para Foucault, como para Goffman o Basaglia, en el análisis de la producción
de posibilidad de estas narraciones apunta a que pueden volver a recomenzar sobre subjetiva es determinante entender los conjuntos normativos y los ámbitos institucionales,
sí mismas y esta posibilidad surge del hecho de que las evoca un pensamiento que los juegos rituales y las resistencias simbólicas que se dan en determinados campos de
no está coaccionado por la ley. Son pensamientos que traen consigo la repetición en interacción o de batalla. Pero Foucault va un poco más allá, en dos sentidos: hacia los
contra de todas las mediaciones, equivalencias, sustituciones y cambios que supone la regímenes de verdad que codifican esta producción de subjetividad (como visibilidad y
ley. Aún más, ellos suponen entender que no se transita desde una subjetividad servil a como discurso) pero, aún más importante, abre una línea de análisis de las relaciones de
otra libre o rebelde, o se lucha contra los estigmas, tranquila y voluntariamente, sino por sujeto (Sujet) consigo mismo. Al delinear un espacio abierto y relativamente autónomo
medio de la explosión de algún tipo de violencia, que muchas veces comienza como respecto del código de comportamiento y de las acciones que derivan tanto de la
violencia hacia uno mismo. Precisamente esta reivindicación del uso de la violencia es lo observancia como de la transgresión, la mirada foucaultiana introduce un espacio que
que la institucionalidad estatal proscribe. No la aceptaría ni el ala más progresista de los será el espacio de transformación de sí, donde el sujeto se constituye propiamente
gobiernos liberales. Pero un proceso de liberación es violento o no es nada. Otra cosa como sujeto (ético) para sí. La problemática, entonces, se desplaza: sin duda uno de
es que la violencia no garantice nada por sí sola, como bien saben los presos, pero a los problemas sigue siendo –como justamente explica Goffman– el de las formas en que
pesar de que no tiene un valor intrínseco es un signo de autenticidad del proceso de los sujetos presos (el internado) participan en la producción de un orden, interactuando
liberación; no hay que engañarse, no hay sueño de liberación sin violencia.8 con él y en él; incluso en las formas a través de las que hace frente y se sitúa en “contra”
del gobierno de la prisión. Pero más determinante es cómo, dentro de este proceso, el
Por ello, además, los escritos carcelarios no representan, si representación quiere decir sujeto (el sujetado) lucha por liberarse a sí mismo de la formas de individualidad y de
espacio extenso que se ofrece a la mirada voyerista de los que venimos de afuera. subjetividad que le son impuestas.
No son tampoco representaciones en el sentido en que lo que acontece en ellos no
viene a añadirse a un modelo, texto o paradigma que entregaría la trama. No son re- Desde la perspectiva de las relaciones entre sujeto y poder, en la prisión es donde
presentaciones de una realidad que estaría en otra parte, sino la emergencia de un los efectos del poder son más extremos y sancionados, y a la vez donde el poder
espacio cerrado, de un vacío que es irrepresentable precisamente porque indica el deja de ser sujeción, donde se rompe el código que lo sostiene como dominio moral
momento de una afirmación terrible y necesaria. Los relatos carcelarios muestran aquello y como significante; en el umbral en que su propio efecto, el sujeto (el sometido, el
que es irrepresentable porque están, para usar una expresión de Artaud, tocados por castigado) se “libera” a través de múltiples procesos de desclasificación, negatividad,
el sufrimiento, que es una especie de fuego que todo lo quema. La repetición de esta de diferenciación, de vaciamiento y des-nombramiento. El castigo de prisión repite sin
afirmación como primera vez rompe, agujerea y produce una escena que hace visible cesar un límite, una frontera antropológica: en la cárcel es donde la experiencia está
una lucha que quiebra la infinita cadena de sustituciones y de mediaciones que implica más cerca de la determinación (absoluta) y por lo tanto es donde muestra también, más
la noción dominante de representación, porque esta lucha es la manifestación de la radicalmente, su negatividad, su alteridad, sus fugas.
vida.9 El escenario de la cárcel posee la dramática particularidad de mostrar el límite en
el que el pensamiento no es ya posible, cuando deviene grito, cuando está desmoronada Por ello, también, para Foucault el problema no era tanto constatar que la institución crea
y desmantelada toda su ontología. En la cárcel pensar es medirse con el dolor. a su objeto de captura, en este caso el preso; sino colaborar en articular su contestación,
38 39
ayudar a que sus resistencias sean claras, a que no queden en la oscuridad, el silencio El reclamo de un estatuto autónomo, en cuanto a su racionalidad (y por lo tanto del análisis)
y la exclusión. En este escenario debemos situar la constitución del GIP12 y su intento de las tecnologías de poder se completa allí con la polémica distinción que puede trazarse
de articular una repolitización de ciertos problemas carcelarios poniendo, precisamente, entre poder y fuerza. Porque cuando un preso es arrastrado, con golpes y violencia, a la
de manifiesto el carácter político de prácticas institucionales y de saberes científicos, celda de aislamiento, o cuando es conducido esposado o con camisa de fuerza a la sala de
aparentemente neutros. Bajo esta mirada, la acción de informar se transformaba por sujeción mecánica, podemos preguntar: ¿está siendo sometido por la fuerza o gobernado?
sí misma en una acción política: la comida, las condiciones de la celda, el acceso a
medicamentos y atenciones médicas, el trato y contactos con los familiares, etc., incluso
el mero hecho de intentar colectivamente una encuesta sobre estas cuestiones, cobraron Tercer umbral: la escena carcelaria
una significación política.
En prisión, la repetición cotidiana del castigo nos entrega la oportunidad de analizar el
En esta línea de análisis, tal como explica H. Arendt en sus escritos políticos, el poder acontecimiento, netamente político, que ocurre en el “lugar” o “punto” en que la ley y
de “nadie”, burocrático y anónimo, que caracteriza la forma más social del gobierno su anverso se tocan y condensan, en el momento en que las prácticas de la “justicia”
del Estado-nación, no significa escapar de las arbitrariedades del despotismo y del dejan ver lo que excluyen y abaten, donde la relación amigo/enemigo aparece menos
absolutismo, porque: clara, allí donde el poder se reclama a sí mismo, más abiertamente, como verdad moral
y por eso mismo, paradójicamente, convive con la perversión, la crueldad y el abuso.15
…el gobierno de nadie no es necesariamente no gobierno; bajo ciertas Al escenificar cada día el castigo y la corrección, la prisión permite separar, discriminar,
circunstancias, incluso puede resultar una de sus versiones más crueles y alterar, deconstruir; puesto que nos muestra el umbral de las relaciones virtuales entre la
tiránicas.13 norma y la praxis, entre el poder y el cuerpo, entre el saber y la subjetividad, etc.
Arendt aclara que para que la institucionalidad estatal funcione es necesario que la Los detalles precisos del castigo carcelario se desenvuelven en un terreno que podemos
sociedad excluya la posibilidad de la acción, y en su lugar exija o espere una cierta llamar infrapenal porque se desarrollan en el interior del orden legal, pero independiente
conducta regida por complejos sistemas normativos. Por una parte, la esfera social de él y a veces en su contra. Son prácticas, detalles sistemáticos, que se imponen y
subsume y engloba el espacio de lo público, mientras por otro el sujeto político, el colonizan la experiencia y que acaban por devenir hegemónicos en la gramática de
Estado, subsume la diferencia y los conflictos sociales propios de la sociedad civil. la conducta en el interior del espacio carcelario. Detalles ínfimos, gestos en apariencia
En este segundo movimiento el Estado se vuelve totalitario en tanto deja de mediar insignificantes, pero que significan castigos directos y crueles, y que actualizan esa
conflictos o intereses exteriores a su dominio, y se convierte en un interior absoluto famosa frase de Surveillier et punir: “La disciplina es una anatomía política del detalle”.16
cuya lógica ya no es la mediación sino la separación.14 Esta relación diferencial entre Una anatomía y una microfísica del poder que permiten el control al detalle de la
acción y conducta está en la base, también, de las reflexiones de Foucault sobre lo conducta y el cuerpo de los presos, que sujetan sus fuerzas y atraen su atención, que
que es gobierno, aunque en un registro diverso. Podemos tomar lo expuesto en las intentan someterlos en una “relación de docilidad-utilidad”. Ahora bien, en tanto punto
páginas finales de Omnes et singulatium: hacia una crítica de la razón política (que es de subjetivación la prisión implica un proceso de subjetivación/objetivación que es
una verdadera bitácora de futuro), donde dice Foucault: unívoco, clasificatorio y jerárquico. La individualización y la construcción de la identidad
del condenado son la contraparte de la vigilancia, sin ellas todo el sistema de control
El poder no es más que un tipo particular de relaciones entre individuos, y estas entraría en crisis. Pero se trata de una individualización “descendente”, pues supone la
relaciones son específicas […] El rasgo distintivo del poder es que algunos entrada en circulación de relaciones de poder anónimas, automáticas y funcionales que
hombres pueden más o menos íntegramente determinar la conducta de otros implican la puesta en juego cotidiana de la relación sojuzgador/sojuzgado.
hombres […] un hombre encadenado y golpeado se somete a la fuerza […]
no al poder. Pero si se puede conducirlo a hablar, cuando su último recurso En este estrato de la cárcel, la guerra de verdades penológicas (disciplinares,
hubiera sido callarse, prefiriendo la muerte, sucede entonces que lo han llevado correccionales o terapéuticas) no reclama el fundamento de una doctrina, sino la
a comportarse de determinada manera. Su libertad ha sido sujetada por el arbitrariedad y la violencia de la fuerza, o en todo caso la eficiencia de una estrategia.
poder. Ha sido sometido por el gobierno […] el gobierno de los hombres por los Pero esto ocurre no solo por una confusión o superposición ideológica entre los fines, los
hombres […] supone una forma determinada de racionalidad y no una violencia medios del derecho penal y la ejecución penitenciaria, o de una deliberada confusión
instrumental […] Como consecuencia, los que resisten o se rebelan […] no entre lo descriptivo y lo prescriptivo. De un modo radical, podemos decir que el gobierno
podrían contentarse con denunciar la violencia o criticar una institución […] lo de la prisión es posible gracias a esta fractura, en este límite en el que la práctica del
que hace falta volver a poner en cuestión es la racionalidad presente […] los castigo funciona “liberada” del límite formal de la retribución o de la prevención. Gracias
que impugnan el poder de castigar no podrían contentarse con denunciar las a este vacío, a esta distancia, en la prisión vemos cómo el modelo jurídico (la retórica
prisiones como instituciones totales. La cuestión es: ¿cómo son racionalizadas de los derechos) muchas veces oculta y sanciona el ejercicio de la violencia que hay
las relaciones de poder? Plantearla es la única manera de evitar que otras actuando en su interior. De allí, sin duda, la insistencia de Foucault en atender a las
instituciones [...] ocupen su lugar. relaciones microfísicas del espacio carcelario, atención que significa pasar del estatuto
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teórico que define un dominio de poder al campo de su ejercicio, de sus tecnologías y Archivo y debate”, la intención fue desmontar la falsa idea de la prisión como un mundo
prácticas. En prisión no nos enfrentamos a un poder unitario y esencial, sino a múltiples cerrado y en suspenso, y considerarla en el centro de las transformaciones políticas
formas y mecanismos de poder que están localmente constituidos, compuestos no solo contemporáneas, y de este modo repensar las relaciones entre prisión y sociedad. Por
por los elementos negativos del poder (coerción, dominación, violencia, imposición, solo referirnos a los “países desarrollados”, tras un breve lapso en que pareció perder
prohibición, etc.), sino que además producen realidades, discursos, sujetos. centralidad, la prisión ha vuelto a tener una importante presencia. El desmantelamiento
de las funciones protectoras y previsoras del Estado, la desregulación de la economía,
Desde una perspectiva antropológica, las instituciones se presentan como un sistema el incremento de la pobreza en zonas metropolitanas, las migraciones masivas han
de medios, en esto la institución se distancia o diferencia de la ley puesto que esta supuesto un incremento considerable de la desigualdad, y un aumento de las actividades
limita las acciones, mientras que aquella es un medio positivo para la acción. Sin económicas informales e ilegales, en una palabra, ha habido un aumento de la inseguridad
embargo, la relación de la institución con las tendencias que se supone satisface es social. El resultado paradójico ha sido que al mismo Estado que se intenta reducir en
problemática. Problemática en un doble sentido: ni la tendencia explica la diversidad sus funciones protectoras se le exige un aumento de sus funciones represivas como
de instituciones (por ejemplo la reproducción y la familia), ni tampoco –y tal vez más forma de combatir esta inseguridad.21 Paralelamente el discurso mediático distribuye en
importante para analizar la prisión (el castigo)– la tendencia se resuelve por medios la sociedad la amenaza de una criminalidad despiadada y patológica sobre la que debe
que no dependen de ella. Lo propio de la institucionalización es permitir que no exista aplicarse una política de tolerancia cero. Ya no se trata de un problema político o social
sino un modo indirecto de satisfacción, en el que las tendencias sociales se encuentran (estructural), sino de un nuevo tipo de grupos peligrosos sobre los que es necesario
constreñidas, sublimadas u oprimidas. Debido a ello, no basta decir que tal institución actuar para controlarlos. Al separar la inseguridad “criminal” de la inseguridad social que
satisface tal tendencia; en nuestro caso la simple pregunta de si la prisión satisface el provocan los fenómenos mencionados, el “programa” neoliberal crea una especie de
deseo de castigo ha de extenderse y dirigirse más: ¿a quién le es útil? ¿A ciertos grupos, teatro moral y binario: los villanos (inmigrantes, marginales, drogadictos, anti-sistema) y
al “cuerpo social”? ¿A la propia institución? ¿A los que ejercen el “poder” o a los que los héroes (la clase política, los jueces, la policía, los buenos ciudadanos). De este modo,
este poder representa? ¿Cómo actúa, a través de qué tecnologías y saberes? ¿Con qué la inflación de políticas penales y policiales aparece como “guerra justa” y necesaria
efectos sobre los sujetos que la componen? contra el delito, y como una forma de asegurar el “bien común”.
En esta escenificación, el análisis microfísico del poder significa considerar las relaciones En el proceso de transición –en verdad de fractura– desde un modelo de la seguridad de
de sometimiento en una dimensión que les es propia, en tanto que conexiones a la vez los derechos hacia el derecho a la seguridad como bien privado, las agencias punitivas
móviles y localizadas, a un nivel molecular.17 A partir de ello, el planteamiento de la prisión de los Estados occidentales se han fortalecido, coordinado y extendido. Hacia ambos
como un conjunto de escenas evita ciertos problemas derivados de la excesiva atención lados del Atlántico se ha diversificado el espectro de acciones sociales susceptibles de
a su realidad institucional. En las escenas de la prisión podemos, en cambio, observar ser penalizadas, se ha fortalecido el cumplimiento efectivo de las penas, han crecido y
–y analizar– las formas en las que se organiza el poder frente a urgencias, amenazas o se han diversificado los cuerpos policiales, crece una tendencia hacia la privatización
resistencias y cómo estas formas implican batallas y estrategias. Así, analizar el poder del ejercicio y hacia la socialización de la responsabilidad en el castigo. Por último,
en sus escenas nos aleja del análisis institucional en la medida en que nos sumerge, ha cambiado algo central: la semiótica carcelaria. Hemos pasado de una episteme
precisamente, en un espacio que no es regular, estable, sino desequilibrado y variante: propiamente correctiva o disciplinar, con su correspondiente formación de subjetividad
(padre de familia, trabajador, ciudadano, etc.), hacia otra que se vuelve pura exterioridad
Lo importante, entonces, no son las regularidades institucionales sino, mucho y administración instrumental del riesgo al centro de una relación virtual, y totalmente
más, las disposiciones de poder, las redes, las corrientes, los relevos, los puntos lábil, entre el público, la víctima y las opiniones.22
de apoyo, las diferencias de potencial que caracterizan una forma de poder y que
son, creo, precisamente constitutivos a la vez del individuo y de la colectividad.18 Precisamente, sobre este punto, el trabajo presentado por Manuela I. Cunha titulado
Cuerpo y disciplina, población y riesgo. Isomorfías del poder y de la seguridad,
nos permitió entender la lógica profunda que vincula, en dos extremos, una enorme
Cuarto umbral: la prisión flexible heterogeneidad y flexibilidad en los sistemas carcelarios contemporáneos, con la
dureza del “derecho posmoderno” a la seguridad como bien privado de consumo, en el
En los encuentros Umbrales19 nuestro interés estuvo centrado en conocer y debatir ciertas que lo central no es la reducción del riesgo sino su distribución. Siguiendo una línea de
escenas en las que es posible ver actuando nuevas racionalidades y formas de control trabajo foucaultiana Cunha ha analizado –para el caso portugués, pero no solo– cómo
social. Partíamos del hecho de que las transformaciones de las instituciones de control las estrategias generales del poder punitivo se hallan determinadas por las tecnologías
y de las agencias punitivas están asociadas a la caducidad de las figuras de lo interno20 de la seguridad y cómo ellas implican una transformación radical de las “constelaciones
–de las categorías políticas que suponían un medio de interioridad (soberanía, sujeto, carcelarias”.23 A partir de las imágenes, significaciones y distinciones temporales
contrato, representación, etc.)– y a la crisis de la racionalidad segmentaria (tiempo de que realizan las presas del penal de Tires en Lisboa,24 sostiene que se ha producido
trabajo, tiempo de ocio, ámbito privado, ámbito público, infante, estudiante, trabajador, un cambio en la temporalidad dominante de la reclusión, y que este cambio figura o
etc.). En la mesa de trabajo que tuve ocasión de coordinar, “Genealogías carcelarias. contiene el nuevo espacio de la prisión en la vida social. En un lapso de 10 años, entre
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dos trabajos de campo realizados en el mismo penal, el tiempo de la reclusión ha dejado intentado decodificar las prácticas del castigo terapéutico considerándolas parte de
de ser experimentado como un tiempo aparte, separado o robado de la vida, para una estrategia a largo plazo a través de la que (o con la que) la máquina penal pone en
transformarse en un tiempo molecular en el que pasado, presente y futuro convergen marcha una gubernamentalidad biopolítica que recodifica las funciones y transforma
en la reclusión. La cárcel ya no constituye un intervalo, muy por el contrario, se abre las tecnologías de la prisión.33 Hemos investigado la matriz epistemológica de un
como un continuo –práctico y analítico– en el que se implican, de modo desigual y gobierno que plantea la progresiva asimilación de la exclusión social con la patología
diferenciado, las redes sociales “pre-carcelarias” de residencia, parentesco y amistad.25 y, paralelamente, introduce un discurso sobre la salud a través del que moviliza a la
“población” hacia la construcción de consensos.34 Por medio de esta operación
En este sentido, la importancia de los trabajos de Cunha radica en que lejos de abstracta el gobierno terapéutico hace posible una alianza inédita entre presos, guardias
quedarse en una explicación general, muestran la forma, la mutación morfológica y cuadros técnicos en el interior de un nuevo régimen de verdad que elimina toda
específica –como ella dice de la “erosión de la institución carcelaria”– que permite que referencia a la conflictividad o el enfrentamiento social (de clases), y en el que, inclusive,
la prisión se extienda en el territorio a través de redes sociales, barriales y de parentesco pasa a segundo plano la distinción entre lo legal y lo ilegal. Emerge una moral clínica de
generando verdaderos circuitos cerrados.26 El título de uno de sus más conocidos consenso: el horizonte de la enfermedad como sentido común y la cura como técnica de
trabajos, Closed circuits, sigue con precisión analítica la indicación de Foucault: en acceso a la ciudadanía y al disfrute de los derechos. Desde esta consideración, no solo
el diagrama de poder dominado por la lógica (o la racionalidad) de la seguridad, los se desvincula la responsabilidad personal de las condiciones económicas y sociales del
efectos y las causas se confunden, unos parecen y advocan a las otras.27 En efecto, la delito y la criminalidad, contribuyendo con ello a una disolución (y despolitización) de
obsesión por la seguridad, es decir, la forma en que la vida social es habitada por el lo común o lo colectivo, sino sobre todo, el gobierno terapéutico realiza esta separación
miedo, ha tenido sobre la racionalidad punitiva importantes efectos. Quizá más que en en cuanto al destino, al futuro (tiene por ello la estructura de una salvación). Nuestra
ninguna otra época histórica la institución carcelaria asume funciones extrapenales y, hipótesis es que este paradigma afirma una nueva fase punitiva y un nuevo derecho de
por lo mismo, se desliza hacia el conjunto de la sociedad con una potencia desconocida. violencia legítima o soberana en el conjunto del sistema carcelario.35
Una transformación de los sistemas carcelarios que combina de modo flexible la
expansión cuantitativa con la transformación cualitativa. Como afirman los principales La gubernamentalidad terapéutica sustituye el régimen de enfrentamiento, eliminando la
especialistas en la materia, la prisión contemporánea se articula y organiza cada vez noción de enemigo, por un sistema de pactos y de alianzas estratégicas cuyo horizonte
más de acuerdo a una lógica que descarta la moralización disciplinaria, en favor de la último es la cura o la salud. Ante el enemigo común identificado como la enfermedad,
gestión y la contención externa del “riesgo social” y de su incapacitación a través de presos y guardias consienten en unirse y “luchar” juntos, se asocian, y hasta devienen
acciones selectivas y preventivas.28 Así, cada vez el complejo represivo-punitivo del que amigos. Luego se transforma esa condición en razón suficiente para la acción; lo apolítico
es parte la prisión es más público, pero más inconfesable. Tal como previó Foucault, las se vuelve política activa. Con esta política apolítica la prisión terapéutica produce una
sociedades contemporáneas, en las que la economía general del poder pasa a estar “inédita” alianza entre estratos, clases y cuerpos carcelarios tradicionalmente en guerra.
dominada por el paradigma de la seguridad,29 las prácticas y estrategias de control Dicha alianza solo es posible, concebible, si se atiende a un hecho fundamental que subyace
adquieren otras formas de desterritorialización/territorialización, y se muestran cada vez a todo este experimento político, médico, penal: la institución carcelaria no solo “recibe”
menos vinculadas a las instituciones del encierro. A partir de la construcción de figuras gente “enferma” socialmente (del mundo de la delincuencia y el consumo de drogas),
extrañas y peligrosas (a las que se les aplica el llamado derecho penal del enemigo30 y además enferma a quienes pasan por ella (los internos), pero aún más determinante: ella
por lo tanto se justifica la suspensión de las garantías constitucionales y la aplicación de misma está enferma en su organicidad, en sus cuadros técnicos y humanos. De este modo,
“adelantamiento de la punibilidad”) se producen segregaciones sociales, espaciales y la intervención terapéutica reintroduce y recodifica aquí la guerra como “guerra curativa”,
temporales que permiten formas de difusión del control como la prevención situacional, mientas su gobierno se hace cargo del cuidado de la vida.
el control de identidad preventivo o las tecnologizadas formas de control ambiental y
de autogestión de la seguridad como los llamados Neighbourhood Wacht (brigadas Al introducir un cociente patológico entre los internos y funcionarios la gubernamentalidad
vecinales de vigilancia comunicadas y coordinadas con la policía), entre otras.31 No terapéutica legitima un proceso de reforma política a través del que se transforma
obstante la proclamada “crisis del encierro”, las prisiones continúan creciendo.32 su estatus ontológico: no sujetos de derechos sino objetos de terapia. El gobierno
terapéutico es una práctica organizada en la que el poder carcelario se ocupa de la vida
En este escenario de análisis y debate, nuestro propio trabajo de campo al interior de los individuos de modo directo, pero además, por tratarse de una terapia ejercida en
del sistema carcelario español ha mostrado otra forma de sujeción que merece ser y desde la prisión, la vida adquiere relevancia jurídica y económica para el Estado. Así,
considerada: lo que hemos llamado el gobierno terapéutico, implementado a través de la la vida prisionera se vuelve un asunto de gobierno. Si en la prisión represiva el orden
distribución de unidades terapéuticas y educativas (UTE) y de módulos de respeto (MR). soberano se ocupa de la vida a través de una distribución de la muerte, en la prisión
La expansión del proyecto terapéutico emerge como “alternativa” ante la lamentable terapéutica es la amenaza de muerte la que impone la necesidad de la normativización
situación de las prisiones españolas y expresa la intención de reorganizar la entropía de la vida como forma de salvarla. Pero este movimiento debe ser entendido o explicado
que crece en el interior mismo del sistema penal-carcelario. Contra-pone en circulación no solo en el plano de su efectividad particular, sino en su función simbólica, es decir, en
una forma diferente de poder que intenta el gobierno de la cuestión carcelaria a través su intento de crear una vez más la imagen de la cárcel como una institución coherente con
de una lucha por humanizar las prisiones. Siguiendo esta lucha, nosotros hemos un fin unitario. La cárcel terapéutica, en su singularidad, manifiesta un agotamiento de la
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racionalidad integradora del Estado y dibuja un horizonte en el que la acción punitiva es portadoras de deseo, como movidas por oscuras intenciones, por la ignorancia o la
ubicua, no institucional, flexible. Produce el orden gestionando la vida y simultáneamente desviación. Así, el castigo que significa estar en prisión supone un desalojo de las
invierte o desplaza el control desde lo objetivo al control subjetivo, es decir, un control que verdades, una censura y una represión sobre aquellos aspectos de la vida de los presos
el propio preso sostiene y reproduce por el solo hecho de intentar vivir. En el umbral de que a la institución le parecen impresentables y, por lo mismo, irrepresentables.
crisis de esta sociedad de la seguridad, nuestra hipótesis es que la gubernamentalidad
terapéutica problematiza el concepto de biopoder porque lo lleva al límite, allí donde el La idea de una escena en la prisión –y de las escenificaciones de sus diferentes
poder está al servicio de un objetivo inmanente o intrínseco: la gestión –movilización– verdades– nos parece otra vez adecuada en la medida en que nos inyecta en un juego
de la propia vida. En el contexto de la emergencia de estrategias actuariales y de de fuerzas, visibilidades y estrategias en las que se libra una batalla por la verdad. Por
“neutralización selectiva o preventiva” en la gestión del riesgo social, la prisión terapéutica una parte, el escenario de la cárcel es interesante porque al plegar la verdad a una
problematiza otra vez la relación entre disciplina, soberanía y biopolítica, entre sociedad fuerte prescripción permite considerar las formas en que la verdad es verdad práctica,
y poder.36 Por supuesto, las tecnologías y discursos disciplinarios no desaparecen, mas se realiza y se repite (representa) cotidianamente, cada día. Sin tomar demasiado
ellos han entrado en una mutación, en un diagrama diferente con el que comúnmente se estéticamente esta afirmación, podemos pensar otra vez la cárcel como un teatro de la
los ha relacionado: cárcel fábrica o cárcel territorio;37 pues lo carcelario presenta ahora verdad, o sea, una representación de la verdad (filosófica, clínica, punitiva, finalmente
un movimiento hacia la vida abstracta, hacia la potencialidad de lo viviente. Terapia en moral) que la des-institucionaliza (porque hace visible el proceso de su veridicción)
las prisiones se ha hecho mucho, por no decir siempre, sobre todo durante el auge de y la muestra precisamente en los dos extremos que intenta negar: como voluntad de
la penalidad welfarista y correccional, pero ahora la terapia ha entrado en un diagrama poder y como efecto de una victoria, una dominación o una exclusión. En este proceso
diferente, en un diagrama que podemos llamar posdisciplinario o pospanóptico, y cuyo de lucha de verdades, las relaciones de poder en el interior del espacio-tiempo de la
horizonte de realización es, no ya la corrección o la moralización, sino la movilización prisión inciden y afectan en primer lugar las bio-grafías de aquellos que son capturados,
global.38 Nuestra propuesta es que la posibilidad de una cárcel humanista produce un pero, por su mismo carácter beligerante, hay que cuidarse de considerar estas grafías
“síntoma” que, seguido en su mutación genealógica, puede ayudarnos a entender cómo del bios de un modo personal, sino más bien entenderlas como escenas en las que se
el dispositivo de regulación, de control y de represión, del que es parte toda prisión, expresa lo que hemos llamado la interioridad común de la experiencia en prisión. Esta
aparece en ella tanto menos localizado, delimitado, administrado, temporalizado. Cuando subjetividad común habla de una experiencia que permanece afuera, que rompe el
hay violencia, como habitualmente ocurre en las prisiones, todo está bastante claro, la régimen de visibilidad y de la producción subjetiva que le es impuesto desde tecnologías
obediencia deriva de la coerción y de la amenaza. Pero cuando encontramos adhesión totalitarias de la institución carcelaria.40
por parte de los presos “gobernados”, lo que se siente es más bien el efecto de una
violencia interior que se niega y se oculta en el fondo de este consentimiento.39 En el centro de este esfuerzo deben considerarse los trabajos de P. Artières, pues ellos
van tras el rastro de lo perdido, de la existencia anónima, de las bio-grafías en las que
podemos observar el despliegue de la vida de los mauvais garçons y que constituyen
Quinto umbral: verdad y bio-grafía el “Patrimonio Negro” de nuestra sociedad.41 También Artières sigue aquí una línea de
trabajo profundamente foucaultiana. Inspirado en trabajos como Moi, Pierre Rivière
La cárcel es, además del lugar del castigo, un lugar de producción de verdad, la propia; ayant égorgé ma mère…, o La vida de los hombres infames, Artières nos propone
y su voluntad de dominio puede medirse tanto en las formas de control que ejerce trabajar sobre las historias in-visibles social y epistemológicamente; pero no únicamente
sobre la producción de verdades, como en la exigencia de unos “requisitos” que impone declara esta intención o señala el campo, también nos propone un método: las trazas,
al sujeto de la enunciación, sin los cuales está excluido, deslegitimado y abatido. En las marcas del pasado en los cuerpos y las cosas, las escrituras desclasificadas, en
este punto hay que tener siempre presente otra de las indispensables indicaciones de suma, las inscripciones que componen lo que él llama archives mineures, construidos
Foucault: aquello que enmarca y que concede eficacia a las relaciones de poder, lo en los márgenes.42 Se hace evidente aquí, otra vez, la centralidad biopolítica de la
que les permite distribuirse y circular por diferentes ámbitos de la praxis social, por la prisión, pero desde una perspectiva diferente. En su artículo de este volumen, titulado
economía, la moral, las instituciones y agencias, por sujetos y superficies socioculturales “La otra memoria”, Artières nos enfrenta una vez más con las trampas y las dificultades
de gran variedad, es el régimen por el que se afirma como verdadero, a través del que del trabajo genealógico y nos advierte de las seducciones de la historia hipostasiada.
crea su propia condición de posibilidad y por el cual se legitima. En este sentido, si tomamos la correlación teórica entre Nietzsche y Foucault, podemos
afirmar que el principal objeto de la investigación histórica (o biográfica) no es consagrar
El juego de verdades que tiene lugar y que circula por las cárceles, muestra al menos una identidad protegida por verdades mezquinas y advenedizas, sino mostrar y analizar
dos rasgos que nos permiten observar la constitución de la verdad como estrategia y las alteraciones, las diferencias y las batallas que yacen invisibles en la quimera
fundamento de dominación: a) la desigualdad y b) la exclusión. Podrá imaginarse, sin del origen, la pureza o la legitimidad.43 En esta línea, y recogiendo los esfuerzos de
mucho esfuerzo, que en la cárcel la lucha por la verdad es una lucha desigual: de un lado Lombroso y Lacassagne por constituir un archivo de antropología criminal, un archivo
la verdad institucional de la prisión, apoyada y distribuida en una base administrativa con forma de palimpsesto, es decir, de trazas sobre trazas, de gramáticas fragmentarias
y sancionada por el conocimiento jurídico, criminológico, sociológico, pedagógico, e incompletas, de pilas de documentos ordinarios, Artières considera posible articular
psiquiátrico, etc., y por otro, las verdades de los presos, denunciadas siempre como una cierta forma para que el sujeto vigilado, castigado y examinado pueda reivindicar el
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derecho a producir un saber sobre sí mismo.44 Toca aquí Artières un delicado problema: universalidad de la verdad-presa no se refiere o remite a un concepto de universalidad
el de la restitución del derecho a la palabra para aquellos a quienes esta les ha sido metafísica, abstracta o eterna, ni tan siquiera a una cuestión de fuerzas, sino a la verdad
negada. Toca por lo tanto, también el peligro, ya denunciado por Foucault, de hacer de una situación o posición a la vez parcial (izada) y extrema: la exclusión. Desde
entrar el saber desclasificado y rebelde que hay en las prisiones en la implacable esta perspectiva la prisión no enuncia una verdad universal ni tampoco una verdad
rueda unitaria de los saberes científicos y, por lo tanto, recolonizarlo, filtrarlo y hacerlo personal, subjetiva, sino la verdad de una situación: el enunciado de la exclusión, de
predecible.45 Efectivamente, la propia escritura de estas “historias mínimas e imaginarias” la captura, del castigo, de la violencia. A partir de allí, como ha dicho certeramente
de las que nos habla Artières supone confrontarse con la responsabilidad, las trampas J. Butler, la crítica es siempre crítica de una práctica y deja de serlo cuando se ve
y las funciones políticas de la escritura. Tal vez por ello Artières –y en esto se mantiene encerrada en un saber, aislada, abstraída, generalizada. La relación de la crítica con
lealmente foucaultiano– apela al poder del silencio: la institución será crítica en el sentido de transgresión o desacato solo si mantiene
abierta la interrogación o el cuestionamiento sobre las categorías que permiten esta
En el fondo, no creo que se pueda dar voz a los sin-voz. Aunque sea duro de institucionalización, en la medida en que cuestione el horizonte epistemológico sobre
aceptar, el historiador debe admitir que hay muros de silencio que jamás podrá el que sus prácticas se forman.48
franquear.
Y esta crítica, pienso, pasa por reivindicar aquellas relaciones que podemos llamar
El hecho de restituir el poder de palabra de los presos y presas puede convertirse en un políticas porque en ellas se juegan los fundamentos y las formas de nuestra sociabilidad
acto político si esta palabra encuentra los medios de interpelarnos y de confrontarnos, cotidiana, pero que han perdido el estatus de verdaderas relaciones políticas, que han
mostrándonos cuán parte somos del sistema que los ha condenado y cuán poco sido expulsadas como condición de la coherencia del sistema político estatal. Sujetos o
originales son las razones por las que una persona puede entrar en la cárcel. En la colectivos de acción política “impuros”, que literalmente contaminan el espacio tradicional
palabra de los recluidos habla lo forcluido, lo negado, lo abatido. Cuando esta palabra de la cultura política. La acción de los que no están clasificados (o de los que lo están
se expresa todo tiembla. Por detrás de este temblor es que hay que plantear el problema hasta tal punto que no tiene otra opción que desclasificarse), que no se dejan integrar
del archivo, que es de un orden un poco diferente. El archivo se construye en el ámbito en la “Política”, que mantienen su autonomía o que están excluidos y que, confrontados
de los enunciados y allí lo determinante no es el orden discursivo, y pocas cosas con la “política pura”,49 aparecen como desautorizados e incluso clandestinos. En
pueden ser dichas. Como explica Deleuze, los enunciados están más bien señalando este sentido, la vida del preso común en el interior del espacio político, debe ser vista
una topología: constituyen un espacio de rareza, su estructura lacunar se articula en como una presencia clandestina (furtiva) debido a que no solo su memoria rechaza la
espacios colaterales, correlativos y complementarios, donde relaciones discursivas temporalidad dominante (porque está robado, separado del tiempo, sometido al tiempo
están ligadas a medios no discursivos, allí donde también los cuerpos y las cosas ritual del sacrificio), sino sobre todo porque su aparición (presentación), su presencia
recuperan su “voluntad” comunicadora; y donde los lugares de sujeto, objeto y concepto anormal o desviada hace visible la ley como represión.
son derivados y, por lo tanto, pueden ser repetidos.46
Esta pequeña precisión nos puede ayudar a entender por qué el trabajo de archivo en la Umbral de salida
prisión comienza por los muros, los cuerpos y las memorias moleculares y por qué sólo
secundariamente estos enunciados pueden ser integrados en un sistema descriptivo. Creo que la posibilidad de un saber activo sobre las cárceles requiere del esfuerzo
El archivo se abre a lo bio-gráfico porque es gráfico, es decir, un archivo de las marcas, de perforar, de excavar, de sacar afuera el saber de aquellos que las habitan. En esta
los gestos, inscripciones, las memorias moleculares, las huellas, los desplazamientos, excavación quien conoce, el sujeto cognoscente, no sale incólume puesto que es
las resistencias, los accidentes, las victorias, las derrotas de la guerra que atraviesa y afectado por una fuerza que está más allá de toda representación. El saber de la prisión
constituye la estratigrafía de la cárcel. Los archivos carcelarios conforman enunciados es spinoziano porque en él las ideas están atravesadas por la fuerza de la existencia
y uno muy importante es: desde la tozudez de la alteración y el abatimiento es donde es y porque no se nos revela más que por el afecto de cuerpos e intensidades. Por otra
posible articular la verdad de una situación completa. De hecho explica por qué no se parte, la crítica activa de la prisión se encuentra en una especie de “primer grado”, es
debe oponer la situación parcial del preso a la verdad de la sociedad que lo apresa, sino decir, incomunicada, confinada, aislada. La gente afuera no sabe lo que pasa dentro de
hacerlos condición recíproca, parte del mismo enunciado. Es que las verdades de los las prisiones, mientras que para los que están dentro es difícil transmitir su experiencia.
presos no desaparecen, están solo reprimidas, censuradas, desplazadas, en “reserva”, Pero ello no se explica por la máxima de “quien no lo vive no lo entiende”, sino que hay
están en la sombra (la expresión bastante conocida de hablar de la experiencia en una fractura más importante, una fractura política que impide que la guerra que hay en
la cárcel como “estar a la sombra”, debe entenderse, entonces, radicalmente como las prisiones pueda ser conocida y enfrentada.
el estar privado de una verdad y por lo tanto de una visibilidad). Las verdades de
los presos que han sido confinadas a una posición excluida y, por esta misma razón, El conocimiento de las prisiones debe fundarse en el patrimonio de experiencias
son verdades torcidas o afectadas como explican Curcio, Petrelli y Valentino,47 pero y saberes colectivos de las personas afectadas, pero ello no significa que debamos
precisamente por ello procuraremos afirmar el primer –y tal vez el único– gesto a través defender lo que los presos y presas piensan sobre la justicia, el castigo, la rehabilitación
del que se reivindican como tales: su carácter total, universal. Se entenderá que esta o la propia cárcel. Significa algo diferente. Significa, como dijimos al comienzo, defender
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la primera persona no solo como un recurso de testificación, de memoria, sino como 8. Guardando obviamente las diferencias del caso, podemos decir que al tomar la palabra y pensar
algo políticamente mucho más profundo: reconocer la primera persona como productora políticamente su condición, el preso iniciaba un proceso de descolonización en el que estas palabras de
F. Fannon no están del todo alejadas: “La descolonización no pasa jamás inadvertida puesto que afecta
de pensamiento. Significa que una reflexión seria sobre la prisión no puede negar o
al ser, transforma a los espectadores aplastados por la falta de esencia en actores privilegiados […] El
ignorar el gesto del delincuente cuando rechaza activamente la ley, cuando habla de colonizado que decide realizar ese programa, convertirse en su motor, está dispuesto en todo momento a la
ella y de la sociedad que esta encarna. Que es necesario rescatar o recoger el gesto violencia. Desde su nacimiento le resulta claro, que ese mundo estrecho, sembrado de contradicciones, no
de un condenado cuando no acepta hablar de sus recuerdos separadamente de sus puede ser impugnado sino por la violencia absoluta”. F. Fannon, Los condenados de la tierra, FCE, México,
derechos, de su historia de enfrentamientos, de sus verdades. 1963, págs. 26-27; también puede consultarse D. Cooper; R. Lain, Razón y violencia, Paidós, Barcelona,
1984 y S. Zizek, “El club de la lucha”, Archipiélago, Madrid, 2002.
9. No me parece artificial decir que nuestra escena muestra aquello que Antonin Artaud llamó el “Teatro
Ninguna reflexión seria sobre la prisión y, menos aún un análisis de su gobierno, puede de la Crueldad”; por ejemplo en sus cartas sobre la crueldad de 1932, dice: “Desde el punto de vista
emprenderse sin el patrimonio cognitivo, sin los saberes de los gobernados, de aquellos del espíritu crueldad significa rigor, aplicación y decisión implacable, determinación irreversible, absoluta
que han sido sistemáticamente capturados, castigados, violentados, reformados, vueltos [...] En el ejercicio de la crueldad hay una especie de determinismo superior, a la que el mismo verdugo
a castigar. En este gesto, los que trabajamos para saber qué ocurre en las prisiones supliciador se somete llegado el momento.” Y en la segunda carta agrega: “Empleo la palabra crueldad
en el sentido de apetito de vida, de rigor cósmico, de necesidad implacable [...] de ineluctable necesidad
tendremos por fuerza que dejar de reivindicar la representación de lo que piensan los
fuera de la cual no puede continuar la vida”. Véase también J. Derrida, “El teatro de la crueldad y la
encarcelados, para ponernos con ellos del lado de los que luchan contra la sociedad
clausura de la representación”, La escritura y la diferencia, Anthropos, Barcelona, 1989.
que los condenó por pobres, por “enfermos” o por diferentes, la misma que hoy legitima 10. En su texto Outsiders (1963), Becker expone un punto de vista que se ha hecho patrimonio de los
y extiende el encarcelamiento. estudios sobre la desviación: la desviación –escribe– resulta de la aplicación de una regla a un acto, no
es algo inherente al acto. Es decir, para que una conducta pueda ser clasificada como desviada, debe
existir una “audiencia” que acepta tres factores: a) una regla de comportamiento normal o estándar, b) que
determinados tipos de actos se consideren transgresores de esta regla, y c) que está dispuesta a infligir
Notas castigos significativos a quienes la hayan violado.
11. Franco Basaglia, que intentó por muchos años la subversión de la institución psiquiátrica, a través
1. S. Livrozet (n. 1939) representa una de las figuras centrales en la lucha por el reconocimiento político de de la crítica práctica de sus funciones médicas y de control, escribe en el prólogo al trabajo colectivo
la prisión en Francia. Su pasado de delincuente juvenil y su proceso de maduración a través de la escritura La institución negada. Informe de un hospital psiquiátrico: “cualquier intento de abordar el problema
se articula en un esfuerzo colectivo por hacer de la prisión un lugar de lucha dirigida a la emergencia del solo servirá para demostrar que esta empresa es posible, pero quedará inevitablemente aislada –y, por
preso común como su protagonista. Livrozet junto con Foucault y otros antiguos presos fundan en 1972 lo tanto, ausente de la menor significación social–, mientras no vaya unida a un movimiento estructural
el Comité d’action des prisonniers en medio de un clima de gran agitación en las cárceles francesas de base que tenga en cuenta las realidades que encuentra el enfermo mental a su salida del hospital:
(del que tal vez el hecho más llamativo fue el motín de la prisión Charles III en Nancy en enero de 1972). el trabajo que no encuentra, el medio que lo rechaza, las circunstancias que, en vez de ayudarle a
Desde entonces a la actualidad Livrozet ha publicado más de siete novelas, además de libros de ensayo y reintegrarse, le empujan poco a poco hacia los muros del hospital psiquiátrico. Considerar una reforma
artículos periodísticos, relacionados con la experiencia de la prisión. de la ley psiquiátrica actual significa no solo enfrentarse con otros sistemas y otras reglas sobre las cuales
2. En el contexto español no podemos dejar de mencionar, al menos, dos estremecedores e instructivos fundar la nueva organización, sino, sobre todo, atacar los problemas de orden social que van unidos a ella
libros: Xosé Tarrío, Huye, hombre, huye. Diario de un preso FIES, 1997, y Patxi Zamoro, A ambos lados del […] [marzo 1965]. Cualquier sociedad cuyas estructuras se basan únicamente en diferencias de cultura y
muro, 2005. Dos referencias más, entre muchas: E. Cleaver (Black Panthers), Soul on ice, 1999, y Jean- de clase, así como también en sistemas competitivos, crea en sí misma áreas de compensación para sus
Marc Rouillan, Je hais les matin, 2001. propias contradicciones, en las cuales puede concretar la necesidad de negar o de fijar objetivamente
3. Véase G. Deleuze, “La concepción de la diferencia en Bergson”, en La isla desierta y otros textos, Pre- una parte de su subjetividad…”.
Textos, Valencia, 2005. 12. El GIP (Groupe d’Information sur les Prisons) fue una plataforma creada por Foucault, Domenech y
4. “A forcé de lire et d’entendre á longueur d’années des inepties doctement formulées on finit par en perdre Vidal-Naquet, quienes junto a otros intelectuales y personalidades ayudaron al movimiento anti-carcelario
l’humanité, que voulez vous? J’ai donc perdu la mienne. Ou bien, plus précisément, disons que je l’ai, pour en Francia. Véase P. Artières; Q. Laurent, Le groupe d’information sur les prisons. Archives d’une lutte, IMEC
la durée de ce livre, pendue au clou de la nécessité […] Qui parle des délinquants, des criminels? Les Editions, París, 2003.
juges, les psychiatres, les psychologues, les policiers, les médecins, á la rigueur les avocats; bref, tout le 13. H. Arendt, La condición humana, Paidós, Barcelona, 2009, pág. 63.
monde sauf les premiers concernés: les délinquants et les criminels eux-mêmes. Eh bien, je me présente 14. Esta es una de las transformaciones políticas más importantes que destacan Negri y Hardt como parte
sans honte ni forfanterie, avec mes rares qualités et mes vilains défauts pour tenter de combler cette lacune, del imperio posmoderno, la subsunción real de la sociedad por el Estado. M. Hardt; A. Negri, El trabajo de
Je suis á la fois délinquant et criminel”. S. Livrozet, Aujourd’hui la prison, Hachette, París, 1976, págs. 17-19. Dionisio, Akal, Madrid, 2003.
5. J.P. Sartre, Crítica de la razón dialéctica, Losada, Buenos Aires, 1965, pág. 130. 15. Foucault decía de la prisión que es el lugar donde: “El poder puede manifestarse en su desnudez,
6. Véase O. Wilde, The Complete Works of Oscar Wilde, vol. II: De Profundis; Epistola: In Carcere et Vinculis, en sus dimensiones más excesivas, y justificarse como poder moral. Tengo razón en castigar, puesto
Clarendon Press, 2005. También esta otra sentencia: “Un homme qui n’a pas fait la guerre, de la prison que tú sabes que está mal robar, matar [...] Esto es lo fascinante de las prisiones; por una vez el poder
et de l’internement, n’est pas un homme…” [Un hombre que no hace la guerra, contra la prisión y el no se oculta, no se enmascara, se muestra como feroz tiranía en los más ínfimos detalles, cínicamente,
internamiento, no puede llamarse realmente un hombre] en B. Crémieux, Anthologie: Ecrivants en prison. In y al mismo tiempo es puro, está enteramente justificado, puesto que puede formularse enteramente en
memorian, Seghers, París, 1945, pág. 54. el interior de una moral que enmarca su ejercicio: su bruta tiranía aparece entonces como dominación
7. No se trata del enfrentamiento con un gobierno determinado, sino con una razón de Estado, como dice serena del Bien sobre el Mal, del orden sobre el desorden”. M. Foucault, Un diálogo sobre el poder,
Livrozet: “La prison dont nous allons parler en toute liberté, en toute vérité et en toute connaissance de cause Alianza, Madrid, 1994, pág. 12.
pour y avoir séjourné, ce n’est donc pas celle d’un régime politique particulier, mais bien celle tous régimes 16. M. Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI, México, 2003, pág. 143.
quels qu’ils soient”. [La cárcel de la que nosotros vamos a hablar con total libertad, con toda verdad y 17. En estrecha relación con el análisis microfísico, Deleuze y Guattari hablan de relaciones políticas
conocimiento de causa, por haberla habitado, no es la de un régimen político particular, sino más bien la de moleculares, refiriéndose a los niveles menos generales del ejercicio del poder: “cada centro de poder
todos los regímenes, cualquiera que sean] D. Cooper; R. Lain, Razón y violencia, Paidós, Barcelona, 1984. es molecular, se ejerce siempre sobre un tejido micrológico en el que ya solo existe como difuso,
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disperso, desmultiplicado, miniaturizado, constantemente desplazado, actuando por segmentaciones 31. Véase W. Bogard, The simulation of surveillance, Cambridge University Press, 1996; J. Roberts, The
finas, operando en detalle y en el detalle de detalles”. G. Deleuze; F. Guattari, Mil Mesetas, capitalismo y Virtual Prison, Cambridge University Press, 2004; C. Shearing; J. Wood, Imagining Security, Willam, 2007.
esquizofrenia, Pre-Textos, Valencia, 2000, pág. 228. Interesante en este sentido es el artículo de M.I. Cunha incluido en este volumen: “Droga, ambigüedades
18. Puede bastar con leer las dos primeras clases del curso Le Pouvoir psychiatrique. Cours au Collége de de la seguridad y mutaciones de la represión”.
France, 1973-1974, París, Gallimard, 2003. 32. Véase R. Matthews; P. Francis (eds.), Prisons 2000. An international Perspective on the Current State
19. Se pueden consultar los resúmenes de todas las intervenciones en las jornadas en http://ayp.unia.es and Future of Imprisonment, 1996; M. Tonry, The future of Imprisonment, Oxford University Press, 2004;
20. G. Deleuze, “Posdata sobre las sociedad del control”, 2006. Trad. Martín Caparrós, fuente electrónica. C. Emsey (Ed.), The persistent Prison, Francis Boutle Publishers, Londres, 2005 y H.-J. Albrecht, Prison
21. Véase L. Wacquant, “Ordering Insecurity: Social Polarization and the Punitive Upsurge”, Radical Overcrowding, 2010.
Philosophy Review, vol. II, núm. I, Virginia, 2008. 33. Investigación antropológica realizada con Dario Malventi en el interior de módulos terapéuticos entre
22. La llamada justicia actuarial tiende a reducir las circunstancias ambientales que favorecen los 2004 y 2007.
comportamientos desviados (prevención primaria), en favor de métodos dirigidos contra los delincuentes 34. Incluimos, dentro de la población “recluida”, a los funcionarios de vigilancia.
potenciales (prevención secundaria) y sobre los que ya han sido condenados, pero que se considera que 35. Véase A. Garreaud; D. Malventi, “Manifiesto sobre el poder terapéutico”, Víscera, núm. 2, Barcelona,
aún son generadores de riesgo (prevención terciaria). Sobre ellos establece límites, físicos y sociales, y 2007; A. Garreaud; D. Malventi, “Curar y reinsertar. El fenómeno de la deslocalización terapéutica en el
despliega la vigilancia y el control. Entre otras referencias, véase Garland, 2007; P. O’Malley, Governing engranaje penitenciario”, Espai en Blanc, núms. 1-2, Barcelona, 2007.
Risks, Ashgate, Alderhot, 2005; A. Rutherford, Growing out crime, Waterside Press, 2002. 36. En principio estoy de acuerdo con la opinión de algunos criminólogos críticos, como De Giorgi, Rivera
23. Debe referirse aquí el lector al curso que Foucault impartió en el Collège de France en 1977-78: Sécurité, Beiras, o Pavarini, quienes afirman que la prisión posfordista, de tendencia actuarial, significa una ruptura
Territoire et Populations, en el que despliega un análisis de las interrelaciones entre el poder pastoral, entre disciplina y biopolítica en la medida que la acción penal deja de basarse y de perseguir objetivos
las regulaciones biopolíticas y los dispositivos de seguridad. Véase M. Foucault, Sécurité, Territoire et etiológicos, de normalización o de control, para centrarse en la construcción de espacios, de guetos y de
Populations, Gallimard, París, 2004. órdenes “sin norma”. La penalidad posmoderna contiene, “inocuiza”. Con todo, el gobierno terapéutico
24. La prisión de Tires, en el Concelho de Cascais, es el principal establecimiento carcelario femenino en introduce otra dimensión de complejidad al problema en la línea de N. Rose, Governing the soul. The
Portugal. shaping of the private self, Routledge, Londres, 1989.
25. “A través de estas redes de relaciones previas a la prisión, las nociones de progresión interna y 37. Como explica Pavarini, el ideal de la “ciudad disciplinaria” pasó de un período de “bulimia”, en el que
externa convergen […] la reclusión deja de ser vista como una suspensión de la trayectoria personal y los la prisión “tragaba” la desviación para cumplir su función disciplinar (cárcel-fábrica); a otro período de
acontecimientos que tienen lugar en su transcurso no poseen un estatuto diferente de los acontecimientos “anorexia”, en el que la prisión “vomitaba” la misma desviación hacia la sociedad bajo el supuesto de que
exteriores […] Las relaciones externas, previas a la cárcel, no se interrumpen con la detención, y las ésta estaba ya suficientemente disciplinada (cárcel-territorio).
relaciones [carcelarias] no cesarán con ella […] Las amplias redes de inter-conocimiento previo la colocan 38. Véase S. López Petit, La movilización global. Breve tratado para atacar la realidad, Traficantes de
en continuidad con el mundo exterior antes, durante y después de la reclusión, y transformaron las sueños, Madrid, 2009. En este trabajo López Petit, con quien hemos compartido materiales y discutido
naturaleza de las relaciones carcelarias”. M. I. Cunha, “El tiempo que no cesa. La erosión de la frontera sobre la gubernamentalidad terapéutica, la sitúa como parte del poder terapéutico, que junto al Estado de
carcelaria”, Renglones, noviembre-abril, 2004, págs. 39-40. guerra permiten la movilización global, y dice: “Cuando hablamos de política todos sabemos a qué nos
26. M.I. Cunha, “Closed circuits. Kinship, neighborhood and incarceration in urban Portugal”, Ethnography, referimos. Si hablamos de terapia también sabemos de qué estamos hablando. La política es la actividad
vol. 9 (3), 2008. En la misma línea analítica podemos situar el trabajo de L. Wacquant Deadly simbiosis, que, en principio, sirve para organizar la sociedad. La terapia, a su vez, es una práctica que tiene que
Polity Press, EE.UU. 2007. ver con la curación de alguna enfermedad. Pero cuando decimos ‘Política y Terapia’, cuando ponemos
27. En la clase del 11 de enero de 1978, Foucault dice: “Los dispositivos de seguridad trabajan, fabrican, la política y la terapia en relación todo se complica. Por un lado, significa que el poder se hace poder
organizan, construyen un medio antes incluso de que esta noción haya sido formulada y aislada. El medio terapéutico en la medida que nos impone tener una vida. Vivir es cargar con una vida que tenemos que
va a ser pues el ámbito en el que se establece la circulación. Es un conjunto de datos naturales, ríos, gestionar, convertir en proyecto. Vivir, en definitiva, es trabajar la propia vida para que pueda inserirse en
pantanos, colinas, y un conjunto de datos artificiales, aglomeración de individuos, aglomeración de casas, la movilización global y no quede así excluida. Por otro lado, toda verdadera politización comporta una
etc. El medio es un cierto número de efectos; efectos masivos que afectan a todos los que residen en él. transformación interna que nos acerca a una cierta curación. Hoy politizarse no es tener conciencia de
Es un elemento en cuyo interior se produce una espiral circular de los efectos y las causas, puesto que lo clase sino una autotransformación que nos hace ser más libres y con menos miedo. Politizarse tiene por
que es efecto por un lado se convertirá en causa por otro lado. […] A través del medio se tiende, por tanto, tanto algo de terapéutico. Cuando afirmamos: ‘No podremos cambiar el mundo pero sí podemos cambiar
a ese fenómeno de circulación de las causas y los efectos”. nuestras vidas’. ¿No se acerca mucho la práctica política a una cierta terapia? Este resultado tiene mucho
28. Como explica M. Pavarini, la neutralización selectiva y preventiva solo se explican en el contexto de un de autocontradictorio y es inaceptable, por cuanto la ‘forma’ terapia implica la existencia de un experto y,
estado de guerra, de guerra contra un enemigo interno, y dice: “En última instancia, la transición de un en definitiva, una relación jerárquica”.
modelo incluyente a otro excluyente en la política criminal está marcada por la persistencia en negar 39. El problema de la prisión terapéutica, y sus efectos políticos, está desarrollado in extenso en
progresivamente a la delincuencia, la dimensión misma de cuestión: no se trata de nada problemático que, nuestras dos tesis doctorales: Curar y reinsertar. Líneas de fuga de la máquina penal contemporánea y El
por lo tanto, deba ser estudiado, comprendido y eventualmente resuelto atacando las causas. No existe gobierno terapéutico. Subjetividad, cuerpo y resistencia en la prisión contemporánea, presentadas en el
de hecho alteridad posible a la normalidad del actual desorden social. Aceptando a priori esto último, Departamento de Antropología Cultural y de Historia de América y África de la Universidad de Barcelona,
la criminalidad es solo un inevitable costo social que, en los límites de la compatibilidad ofrecida por el en 2009 y 2010, respectivamente.
sistema político-económico en su complejidad, deber ser combatido militarmente”. M. Pavarini, “Prólogo” 40. Podemos entender mejor este aspecto si pensamos en el trabajo sobre los “astilleros” presentado por
en I. Rivera Beiras, La cuestión carcelaria. Historia, Epistemología, Derecho y Política penitenciaria, Editores Renato Curcio en esta publicación. Al referirse a la diferencia básica entre lo instituido y los procesos o
Del Puerto, Buenos Aires, 2006. Véase también R. Bergalli, “Globalización y control social: posfordismo y acciones instituyentes, Curcio explica cómo la institución impone dispositivos totalizantes cuando niega la
control punitivo”, Sistema, núm. 160, Madrid, 2001. participación del sujeto en el proceso instituyente y cuando ejerce sobre él la administración de un poder.
29. A partir del curso lectivo de 1975-76 en el Collège de France: Il faut defendre la societè y luego en Para ello le niega su calidad de sujeto autónomo a través de lo que él llama mecanismos contranarrativos,
Sécurite, Territoire et Population (1977-78), para acabar con Naissance de la biopolitique (1978-1979), mecanismos que suponen un fuerte sufrimiento.
Foucault comienza a otorgar un lugar privilegiado al problema de la seguridad en las relaciones de poder. 41. En el ámbito español merece destacarse el trabajo de I. Terradas sobre las anti-biografías: “Antibiografía
Interés que lo llevará a investigar la guerra como analizador de las mismas. es esa parte de vacío o negación biográfica, pero susceptible de revelarnos aspectos importantes del trato
30. Noción, en principio descriptiva, propuesta por el jurista alemán Günter Jakobs para designar el trato que una civilización tiene con las personas concretas. Este reverso aparece precisamente en las vidas
penal para las personas que se encuentran fuera de la “norma” o del marco normativo dominante. menos visibles biográficamente y sin embargo patentes y significativas en su imposibilidad biográfica,
52 53
en su antibiografía [...]. La antibiografía nos revela el silencio, el vacío y el caos que una civilización ha
proyectado sobre una persona, haciéndola convencionalmente insignificante”. I. Terradas, Eliza Kendall.
Reflexiones sobre una antibiografía, Servei de Publicacions de la Universitat Autònoma de Barcelona,
Barcelona, 1992, pág. 13.
42. “El archivo menor es un archivo secundario, un archivo que no logra alcanzar la mayoría de edad, en
el sentido en que no habría podido existir como archivo sin el archivo mayor al que está ligado. El archivo
mayor sería el del autor (en este caso el de un sabio). Mientras que el archivo menor sería, quizá, como el
fondo de la carpeta, aquello que no se ha seleccionado en un primer momento, lo que estaba ahí y se ha
plagado en el proceso del archivo. El archivo menor, archivo desecho, residuo, aglomeración, polvareda”.
P. Artières, “A. Lacassagne: de l’archive mineure aux Archives d’anthropologie criminelle”, 2005, pág. 2,
www.criminocorpus.revues.org
43. “…hacer la genealogía de los valores, la moral, del ascetismo, del conocimiento, no será jamás partir
a la búsqueda de su origen, despreciando como inaccesibles todos los episodios de la historia; será, al
contrario, insistir en las meticulosidades y azares de los comienzos; prestar una atención escrupulosa a su
irrisoria mezquindad; prepararse a verlos surgir, al fin sin máscaras, con la cara del otro; no tener pudor e ir
a buscarlos allí donde están –registrando los bajos fondos–, darles tiempo para ascender del laberinto en
el que jamás verdad alguna los ha tenido bajo custodia”. M. Foucault, Nietzsche, la genealogía, la historia,
Pre-Textos, Valencia, 2004, pág. 23.
44. Refiriéndose al archivo antropológico de Lacassagne, Artières escribe: “Hasta entonces el sujeto de
observación raramente había sido considerado en la investigación científica. Aquí, como en otros casos
más contemporáneos, se considera la palabra de los marginales como fuente de saber. En este sentido es
particularmente interesante señalar que algunos años más tarde los sociólogos de la Escuela de Chicago
utilizaron un método muy parecido para sus trabajos sobre la delincuencia urbana”. Op. cit., pág. 5
45. Veáse M. Foucault, “Clase del 7 de enero de 1976”, op. cit.
46. Remito a la brillante explicación que hace Deleuze en Foucault, “Un nuevo archivista”, 1998.
47. Véase R. Curcio, S. Petrelli; N. Valentino, Nel bosco di Bistorco, Sensibili alle foglie, Roma, 1990.
48. Veáse también, L. Wacquant, “Pensamiento crítico y disolución de la doxa”, Archipiélago, núm. 53,
Madrid. 2002 y M. Foucault, “Qu’est-ce que la Critique”, 1978.
49. Es bueno recordar que la teoría política hegemónica, de izquierda y derecha, ha tomado acríticamente
la noción de lo político derivada del esquema hegeliano. En efecto, en sus Lineamientos básicos de la
filosofía del derecho, Hegel elabora un cuadro en el que distingue tres momentos, estratos o niveles
superpuestos de la actividad política: “sociedad natural o familia”, “sociedad civil o burguesa” y “sociedad
política o Estado”. Estos tres niveles se integran a través de la superación (aufheben) dialéctica que es una
superación absoluta, es decir, un movimiento por el cual la sociedad civil “es” la “verdad” de la sociedad
natural, como el Estado es la verdad de la sociedad civil. Hoy, las evidencias aclaran que estas zonas
sistemáticamente denegadas por la verdad del Estado, son cada vez más determinante y para analizar los
fenómenos políticos contemporáneos.
54 55
04 acusados y el tratamiento judicial de los procesos. Así, parientes, amigos y vecinos,
por estar presentes en un lugar donde se ha encontrado droga, pueden ser detenidos
preventivamente en conjunto por este motivo mientras no se individualice al responsable
Droga, ambigüedades de la seguridad de la posesión de la sustancia, al igual que diferentes grupos de personas sin relación
entre ellos pueden encontrarse yuxtapuestos en el mismo proceso judicial. Esta manera
y mutaciones de la represión de reelaborar y reunir casos particulares en procesos conjuntos con base en conexiones
relativamente tenues, así como la fluidez con la que se determinan jurídicamente
Manuela Ivone P. Da Cunha los propios hechos juzgados, ya ha sido apuntada por varios autores como una
característica recurrente en el tratamiento penal del tráfico de drogas, sin paralelo
en otras formas de control de la criminalidad.4 Uno de sus efectos, además de los de
naturaleza propiamente judicial, como la posibilidad añadida de llegar a plasmarse en
una acusación de “asociación criminal” o de “banda”, acusaciones estas especialmente
gravosas por las consecuencias que tienen para los acusados, es el de alimentar
la percepción pública de que las coaliciones del tráfico de drogas se organizan en
“grandes redes”. Sin embargo, es infrecuente que esas redes correspondan a alguna
Una operación policial de gran envergadura, llevada a cabo recientemente en uno de realidad sociológica.5 En palabras de Duprez y Kokoreff:
los barrios pobres considerados problemáticos de la periferia de Lisboa, fue motivo
de escándalo público y dio lugar a reacciones de indignación por parte de diversas figuras En muchos juicios recientes, la simultaneidad de detenciones policiales en un
de la política, la justicia y de organizaciones de derechos humanos.1 Se condenó el aparato sector geográfico es lo que permite llevar ante el juez a una treintena de presos
militar con el que se cercó el barrio, la desproporción de los medios utilizados (casi 600 preventivos. Si viven y/o trabajan en un mismo barrio, se trata de microrredes
agentes, muchos de ellos miembros de la Unidad de Intervención Policial) tanto en relación de unas pocas personas que trabajan cada una por su cuenta. Muchos de los
al modo como se realizaron los registros domiciliarios y se abordó indiscriminadamente casos juzgados [en los tribunales] se presentan como […] la desarticulación de
a los habitantes del barrio, en una especie de presunción de culpa colectiva, como en lo “grandes redes”, cuando son simplemente las operaciones policiales las que las
que se refiere a los pobres resultados obtenidos, lo cual convertiría a la operación en una constituyen como tales.6
demostración de fuerza sin consecuencias (fueron aprehendidas 19 armas prohibidas y
se detuvo a 10 personas, más tarde puestas en libertad). Pero si su impacto público fue Esto nos lleva, en segundo lugar, a la cuestión de la espacialización de un determinado
inédito, lo cual se explica en parte por la proyección mediática de la operación, no se tipo de control policial en algunos barrios urbanos, así como a la selectividad que da
puede decir lo mismo de las características de la intervención en sí misma. Dejando a un lugar a esta espacialización. El complejo delictivo de la droga induce a la policía a una
lado el ingrediente escénico de su filmación por las cámaras de televisión,2 este tipo de actuación de tipo más proactivo que reactivo, es decir, que se desencadena más a partir
incursiones estaba lejos de ser una novedad para aquellos que, directa o indirectamente, de opciones policiales que de la denuncia de víctimas. Es en parte por esto por lo que los
convivían con la realidad de estos barrios y con la intensa atención policial de la que se citados barrios han llegado a convertirse en objetivos colectivos. De hecho, en la inevitable
habían convertido en objeto. A pesar de que esta operación en particular tenía como selectividad que rige todas las opciones, las fuerzas policiales tienden a revelarse más
objetivo las armas prohibidas, reproduce un patrón de actuación que la represión del proactivas en relación a determinadas categorías socioespaciales y étnicas, con lo
tráfico de drogas ha convertido en relativamente rutinario en estos territorios urbanos. que se elevan las probabilidades de detención para los miembros de esas categorías.
Sin embargo, y de acuerdo con la literatura especializada, el estatuto colectivo de una
En efecto, ha sido sobre todo el combate contra el tráfico de drogas o contra el eje delictivo comunidad residencial parece ser más decisivo que el estatuto étnico o socioeconómico
de la droga, en torno al que se sitúan delitos conexos como la receptación de artículos de sus miembros considerados individualmente. En este sentido, diversos autores han
robados, el que ha inducido o acentuado lógicas masificantes en el funcionamiento de las indicado que la tasa de detención de miembros de algunas minorías étnicas es menor para
esferas policial y judicial. La masificación de la represión en este ámbito se debe en gran delitos cuya investigación se desencadena por la denuncia de víctimas desconocedoras
medida a la modificación cuantitativa y cualitativa que el panorama carcelario sufrió en los de las características o de la inserción étnica del delincuente; es mayor, en cambio,
últimos años del siglo pasado.3 Además de un notorio aumento de la población reclusa, para delitos cuya detección se debe sobre todo a la discrecionalidad y la investigación
el flujo de entrada en las cárceles pasó a organizarse en muchos casos, simultánea o proactiva de la policía –como es el caso, precisamente, de los delitos relacionados con las
sucesivamente, en grupos de individuos relacionados entre sí antes de su reclusión por drogas–. En este caso, la tasa de detención es especialmente elevada, en parte porque
lazos de parentesco, vecindad o simple conocimiento. Estos lazos, además, pueden sería habitual que las fuerzas policiales eligieran determinados sectores de la población
articular extensamente tanto redes de relaciones intra-barrio como inter-barrios. como objetivos preferenciales.7
En primer lugar, las circunstancias que producen estas nuevas configuraciones tienen Así, aludiendo a las tendencias evolutivas de la distribución genérica de delitos entre
que ver con ciertos mecanismos judiciales relacionados con el procesamiento de los blancos y negros norteamericanos desde 1965, Robert Sampson y Janet Lauritsen8
56 57
refieren específicamente que las disparidades “raciales” en las tasas de detención En cualquier caso, donde esa inclinación parece mostrarse con cierta nitidez es en
fueron disminuyendo en las décadas siguientes. Con todo, la gran excepción a esta los primeros momentos del trayecto, es decir, en los encuentros con la policía y en las
tendencia se registra en los delitos relacionados con la droga. Aquí, por el contrario, intervenciones a las que esta procede en el ejercicio de sus poderes discrecionales. Las
las discrepancias se acentúan: las probabilidades de que los negros sean detenidos citadas intervenciones se manifiestan, por ejemplo, en controles policiales (acompañados
pasaron a ser cinco veces superiores a las de los blancos, cuando anteriormente se o no de registros en vehículos y cacheos) llevados a cabo en carretera o en la calle.
mantenían estables en el doble. Sin embargo, según los mismos autores, Esta actuación policial puede tener como objetivo desde infracciones de tráfico hasta
robos y delitos relacionados con las drogas. Es precisamente en este tipo de encuentros
Es muy improbable que estas diferencias raciales representen patrones en los que ciertas categorías étnicas se encuentran sobre-representadas en diversos
de consumo generales, ya que las detenciones relacionadas con la droga contextos. Además, Fielding, Kemp, Norris,1 demostraron que los negros, por ejemplo,
aumentaron en un período en el que las encuestas nacionales de autorrevelación son más susceptibles de ser abordados con base más en sospechas genéricas que en
mostraban que el consumo de droga decaía tanto en blancos como en negros. indicios específicos, mientras que las actuaciones policiales en relación a los blancos se
Tales diferencias reflejan más bien que se han elegido como objetivo de control fundamentan en razones menos especulativas. Es más, según Wesley Slogan,14 una vez
policial tipos específicos de consumo y tráfico.9 abordados, los negros corren un riesgo muy superior de ser cacheados.
Julian Roberts y Anthony Doob10 llegaron a una conclusión similar en el caso de Canadá. Pero, investigaciones de otros autores corrigen un poco el sentido de estas conclusiones,
El momento en el que los mecanismos discriminatorios genéricamente más se hacían estableciendo la hipótesis de que tal vez la “raza” y la etnicidad no constituyan por sí
notar era en el encuentro con agentes policiales. Sin embargo, en la etapa siguiente, solas una influencia decisiva en la selección de los objetivos de las prácticas policiales.
cuando los sospechosos comparecían ante un juez, desaparecían las diferencias, una Así, Tony Jefferson15 verificó que en Gran Bretaña los estilos de intervención policial
vez que los índices de liberación de blancos y negros se equilibraban. Pero también aquí variaban según las áreas donde realizaban sus incursiones. En efecto, la frecuencia
se registraba una excepción notoria, referente a los delitos relacionados con las drogas, de los abordajes policiales era muy superior en zonas urbanas deprimidas, fuesen del
donde la divergencia persistía. De hecho, Norval Morris,11 después de poner de relieve tipo que fuesen, aunque era precisamente en estas zonas donde tendía a ser mayor la
esta misma divergencia ligada a esta categoría delictiva, sostiene que si la población concentración de británicos de origen afrocaribeño. Por eso la acción policial afectaba
reclusa de EE.UU. se presenta étnicamente tan desequilibrada, ello se debería al hecho más a esta minoría debido a ese catalizador que era la composición sociorresidencial
de que las minorías tienen problemas con la justicia sobre todo por los delitos que más de una determinada área. En el mismo sentido, Douglas Smith,16 a su vez, demostró que
inflaman a la opinión pública y que conducen a menudo a la cárcel, entre los que se en EE.UU. lo que pesaba en las decisiones policiales de detención era sobre todo el
encuentran precisamente los relacionados con las drogas. contexto residencial de los posibles sospechosos. Si bien es cierto que la probabilidad
de uso de las diversas modalidades de autoridad coercitiva es mayor en barrios de
Para entender cómo determinados barrios se convierten en objetivo colectivo de control, minorías o étnicamente mixtos, no es menos cierto que, dentro de estas zonas, los
es importante que primero nos detengamos en dar cuenta de estas relaciones entre referentes étnico-“raciales” dejan de constituir un indicador posible del comportamiento
etnicidad y procesamiento represivo de la criminalidad. En la abundante bibliografía policial, es decir, parece que ya no influencian ese comportamiento. Por añadidura, los
que examina estas relaciones, especialmente desde el punto de vista de los eventuales sospechosos negros eran objeto de menor severidad si residían en barrios “blancos”
mecanismos discriminatorios que producirían el encarcelamiento desproporcionado de que si lo hacían en barrios de minorías. En consecuencia, se deduce que la actuación
las minorías, parece que actualmente encontramos algunos puntos de consenso. En policial se ve menos influenciada por las características individuales de los afectados
efecto, tanto si se refieren a EE.UU. como a diversos países europeos, varios autores que por el estatuto del barrio de residencia considerado como un todo. Este mismo
convergen en la conclusión de que no se verificaría en el balance de este procesamiento patrón ha sido también observado por otros autores a propósito de intervenciones y
criminal una inclinación étnico-“racial” sistemática, directa y generalizada que permita dar transgresiones específicas. Ronald Flowers,17 por ejemplo, apunta que, en casos de
cuenta en su totalidad de las discrepancias proporcionales minorías-mayoría constatadas incidentes relacionados con disputas entre individuos, la decisión policial de intervenir y
al final del proceso judicial.12 Ahora bien, se reconocería, por una parte, una cierta las modalidades de intervención adoptadas variaban según la posición socioeconómica
discriminación en algunas etapas del proceso y, por otra parte, la aplicación universalista e del barrio en que se daban. Richard Hollinger18 notó la misma parcialidad a propósito de
imparcial de ciertos criterios legales aparentemente neutros, pero que acaban por resultar la conducción bajo los efectos del alcohol, donde las marcas de clase son más relevantes
de hecho e indirectamente en detrimento de esas minorías. Por ejemplo, los tribunales que las “raciales”/étnicas en la influencia que manifiestan en el comportamiento policial.
de justicia optarían más fácilmente por la prisión preventiva para aquellos con vidas
menos estables (en lo que se refiere a residencia, trabajo y familia), situación en la que se Así, en este como en otros niveles del procesamiento de la criminalidad, la “raza”/
encontrarían, por vía de una precariedad genérica, muchos de los miembros de minorías etnicidad podría operar indirectamente a través de otros factores o en interacción con
étnicas; y, en los sistemas en los que la declaración de culpa por parte del acusado le estos. En parte por este motivo, se opta cada vez más por análisis más contextuales,
es favorable, esos mismos tribunales impondrían penas más severas cuando el acusado que apelan a cuestiones relativas al espacio recuperando y desarrollando en términos
niega su culpabilidad, lo cual tendería a suceder en el seno de estas minorías, dada su diferentes algunas de las posibilidades teóricas ya consideradas por Clifford Shaw y
desconfianza respecto al sistema legal y las sospechas de parcialidad que le atribuyen. Henry McKay en 1942,19 cuyo enfoque incidía sobre la comunidad y las condiciones
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socioecológicas que pueden mediar la relación etnicidad-delito20 o etnicidad- Regresamos ahora al barrio teniendo presentes los hechos a los que nos condujo este
criminalización.21 Son análisis que inciden sobre los procesos que a nivel local modulan desvío por las cuestiones de la “raza” y etnicidad, particularmente el de que la selectividad
factores globales de orden histórico, social y político, y que, en este sentido, alían en la actuación proactiva de las fuerzas policiales pueda estar condicionada en último
en cierto modo las perspectivas clásicas de la Escuela de Chicago, centradas en la término menos por las marcas individuales de los sospechosos (i.e., étnicas) que por
“comunidad”, a perspectivas que se derivan, por ejemplo, de la economía política.22 el estatuto colectivo de las zonas donde estos habitan o transitan. De esta forma, es
No se trata solamente, pues, de acoplar la “clase” a la “raza”, dado que a una misma sobre todo el barrio el que será sospechoso, tratándose por consiguiente de un objetivo
posición estructural en el espacio de las clases pueden corresponderle inserciones generalizado. Determinados lugares han pasado a ser asociados pura y simplemente
contextuales en medios diversos, evidenciando cada uno de ellos una conjunción con el delito y la droga, atrayendo por este motivo una atención policial particular. Pero la
particular de varias características (entre las que se pueden contar la concentración intensificación de la acción de estas fuerzas policiales puede no limitarse estrictamente
de la pobreza, el desempleo, la segregación racial, etc.). En palabras de Sampson y a prevenir y a elucidar delitos concretos, revistiéndose en muchas ocasiones de un
Lauritsen: carácter más demostrativo del poder policial, sobre todo destinado a transmitir hacia el
exterior el mensaje de que se controlan esos barrios. Se pretende, además, responder
[Las] diferentes distribuciones ecológicas por raza condujeron a la confusión a las acusaciones que regularmente surgen en los medios de comunicación al hilo de
sistemática de correlaciones entre [barrios] y delito con correlaciones entre incidentes ocurridos en barrios urbanos de las grandes ciudades, según las cuales la
raza y delito. Al igual que ocurre en la investigación sobre pobreza urbana, policía ya no conseguiría entrar en ellos. En este sentido, un comisario de policía británico
comparaciones simples entre blancos pobres y negros pobres eluden el hecho citado por Dorn y Nigel26 se refiere a este tipo de lugares convertidos en sinónimos de
de que los blancos pobres residen en áreas ecológica y económicamente muy criminalidad como “lugares simbólicos de intervención policial”, y un alto mando de la
diferentes de las de los negros pobres […]. Así, las relaciones observadas entre PSP me indicó que en ciertos barrios de la ciudad de Oporto los agentes de este cuerpo
raza y delito tienden a reflejar ventajas existentes en los nichos ecológicos que policial se desplazan en pelotón […] para mostrar fuerza, bien para restablecer el orden
ocupan los blancos pobres, unas ventajas que no se miden.23 o para simples rondas. Por otra parte, las Brigadas Anti-Crime (BAC) de la PSP que
intervienen en la aprehensión de drogas van equipadas de tal manera que provoca que a
Esta observación es justa sobre todo para contextos norteamericanos, donde estos menudo sean confundidas en los barrios sociales con el Corpo de Intervenção (conocido
territorios se encuentran más nítidamente delimitados de acuerdo con líneas étnico- coloquialmente en español como antidisturbios) por usar, al igual que este, cascos, viseras
“raciales”. Es aquí donde esta segregación urbana de minorías subproletarizadas y porras. Es más, en algunos barrios a ambos cuerpos policiales se los denomina de la
parece revelarse internamente más homogénea que en coordenadas europeas, donde misma forma: Ninjas. En Francia, por su parte, el uniforme de las BAC, con competencias
la penuria económica, por el contrario, tiende a congregar residencialmente –y no a idénticas a las de sus homónimas en Portugal, se ha vuelto semejante al de las fuerzas de
separar– poblaciones étnicamente más diversificadas.24 choque.27 En esa indumentaria invierten regularmente las cités o los barrios problemáticos,
bien como sus correspondientes portuguesas, lo que provoca con frecuencia quejas
Ahora bien, habría que añadir que, en el caso de EE.UU., la real espacialización de sus residentes sobre el ambiente de “estado de sitio” y de intimidación que aquella,
étnica de la pobreza se ha visto compactada por la “racialización” de ciertas drogas, por sí misma, genera, cuando no incita reacciones de confrontación en los jóvenes. En
como el crack, que ha pasado a asociarse en las representaciones dominantes a la cualquier caso, el complejo-droga que en diferentes contextos nacionales asocia ciertas
población negra de estratos sociales bajos. Conviene recordar que fue precisamente áreas urbanas a las sustancias ilegales ha propiciado la acentuación de la componente
en el marco de los delitos relacionados con la droga donde más se manifestaron en demostrativa de las incursiones policiales, cuya afirmación de poder y autoridad se puede
las prácticas policiales y judiciales tendencias discriminatorias de acuerdo con la leer como uno de los términos de una confrontación simbólica.
adscripción racial de los sospechosos, delitos estos que hoy día se encuentran en la
base de la creciente desproporción entre las tasas de encarcelamiento de blancos y Este aspecto expresivo se encuentra particularmente indisociado de la componente
negros americanos. Así, tal como indican Sampson y Lauritsen para este contexto,25 investigadora en esa modalidad de acción policial que son las redadas. Se trata de
en los años 90 del siglo pasado, “raza”, clase y drogas se encontraban entrelazadas intervenciones generalizadas acompañadas frecuentemente de registros y detenciones
de tal modo que resultaba difícil, si no imposible, separar los diferentes elementos para identificación e interrogación. Estas incursiones tipo “guerra relámpago”, relativamente
del problema. Una vez más, en contextos europeos esta triple superposición es rutinarias en los barrios asociados al tráfico y consumo de narcóticos, pueden producir
menos destacada y sistemática, diseñándose en su lugar cruces parciales. En el caso un gran número de detenciones (eventualmente seguidas de una acusación o con el
que nos ocupa, estas intersecciones se van a dar a nivel de barrio, donde gente de resultado de ser fichado para una futura vigilancia), aunque el número y la importancia
diferentes adscripciones étnicas participan conjuntamente, y con papeles semejantes, de las aprehensiones de sustancias prohibidas o de bienes susceptibles de proceder de
en la economía legal e ilegal. Incluso la minoría gitana tiende a dejar de constituir ganancias ilícitas no siempre se corresponden con la envergadura de la operación. En lo
una excepción a medida que se va integrando en barrios de viviendas sociales o referente a estos últimos, para tener noción del tipo de bienes confiscados durante estos
barrios de chabolas ya étnicamente mixtos, aunque ciertos segmentos permanezcan registros, mencionaremos algunos de los que figuran en la relación de aprehensiones
residencialmente segregados, por ejemplo, en campamentos en la órbita de diversas contenidas en un proceso colectivo que implicó a varias reclusas de la cárcel en la que
localidades. realizamos un trabajo de campo. El proceso afectaba a veintiún acusados; estas reclusas
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se encontraban en prisión preventiva y posteriormente fueron absueltas (los bienes pasan Ahora bien, al igual que los bienes afectados por los registros pueden ser objeto de
a poder del Estado en caso de condena y de que se demuestre que resultan de ganancias una confiscación relativamente indiscriminada –como pone de manifiesto, entre otras
ilegales). Entre otros artículos de mayor o menor valor se encuentran: insólitas menudencias extraídas de la lista que más arriba destacamos, el detalle de los
seis cepillos de dientes–, los individuos abordados en las redadas también parecen serlo
[…] 1 par de pendientes de oro para niño, con el valor de [10 euros]; un de una manera poco selectiva. En las ilustrativas palabras de Dorn,33 que suscriben lo
pendiente en forma de aro sin valor; 1 pendiente con piedras de imitación sin que otros ya habían caricaturizado, “todo lo que se mueve sobre dos piernas, y a veces
valor; 1 gemelo sin valor; 1 par de pendientes de fantasía sin valor; una caja cuatro, es detenido”. Ya sabemos que es una determinada área la que se convierte
de pañuelos blancos bordados y una caja de pañuelos también blancos; un en objetivo colectivo. Por otra parte, debido a la sospecha genérica que pende sobre
frutero de metal, un frutero de barro castaño ceniza con asa, una ensaladera esa área, suelen darse en ella otras modalidades de intervención policial más dirigidas
con flores pintadas [y otras con un valor pericial atribuido (VPA) de un total de a individuos específicos, sobre todo por medio de la utilización de informadores y
15 euros]; dos fuentes de cristal rectangulares, una sopera cerámica con asas y agentes de paisano. Por este motivo, no sorprende que las poblaciones de estas áreas
sin tapa [VPA 10 euros]; un centro de mesa, un salero de plástico, ocho tazas de desarrollen un imaginario persecutorio y evolucionen en una “atmósfera de tensión
diversos tamaños/forma y color [VPA 15 euros]; […] un llavero con el escudo del generalizada”.34 No son estos, por lo demás, los únicos efectos de este tipo de presión
F. C. Oporto, tres mecheros BIC, PROF y DENIN, un mando de TV, un cenicero, policial. Considerando la economía minorista de la droga que tiene asiento en estos
una cartera de caballero y una cartera de señora con algunos documentos territorios, semejante presión también tiende a eliminar del mercado, inadvertidamente,
personales [VPA 10 euros]; […]; 10 monedas de 50 céntimos; […]; un cuadro a los participantes inexpertos e “irregulares”, y a dar lugar a “especialistas en el mercado
de Cristo [VPA 1 euro]; dos marcos de barro para fotografías [VPA 7,5 euros]; minorista” más “profesionales”, además de otras consecuencias espurias registradas en
[…] una botella de vino tinto sin marca, una botella de vino espumoso […]; seis diversos contextos. Lisa Maher,35 por ejemplo, refiere el aumento de la violencia que se
cepillos de dientes […]. produjo en un barrio neoyorquino después de detenciones masivas. La subsiguiente
escasez de mano de obra “de confianza” en este comercio ilegal, una mano de obra
Esta extensa y monótona lista, de la cual uso un fragmento como documento etnográfico, que antes se reclutaba en redes sociales y de parentesco que ejercían una influencia
aún prosigue durante varias páginas con igual minuciosidad, que seguramente mediadora en caso de disensiones, obligó a recurrir a empleados ocasionales y
supusieron muchas y pacientes horas de redacción y de evaluación pericial. relativamente desconocidos. Los conflictos se multiplicaron y, desaparecidos los
antiguos mecanismos de contención, la violencia se propagó. La misma autora enuncia
En lo referente a las sustancias aprehendidas, bastará cierta atención a la prensa escrita también los efectos colaterales de este tipo de abordaje policial en la salud pública, al
para darnos cuenta de que el volumen de narcóticos detectados en estas incursiones contribuir a promover un ambiente de riesgo asociado al aumento de la incidencia de las
es generalmente irrisorio, si lo comparamos con operaciones que suponen una mayor sobredosis y de las enfermedades que se transmiten por vía sanguínea.36
selectividad, vigilancia e investigación previa –probablemente esta será una de las
razones por las que en esa prensa las redadas figuran normalmente en las secciones En lo que se refiere a la cuestión que aquí nos ocupa, ya se trate de esas embestidas
dedicadas a curiosidades–. Algunos autores, por lo demás, han señalado también en masivas que son las redadas, ya de repetidas intervenciones más individualizadas, o
otros contextos las cantidades limitadas de estupefacientes que este tipo de operaciones de una combinación de ambas como ocurre en algunos registros, la acción policial
reportan. Es por esto que Dorn28 defienden para el marco británico que “la intención intensa desarrollada en ciertos segmentos socioespaciales supuso un incremento
principal de estas incursiones es demostrar que la policía controla un problema y un de las probabilidades de detención de sus residentes y, por consiguiente, constituye
área. El tipo y la cantidad de las aprehensiones son criterios secundarios, aunque hayan uno de los factores destacados de la transformación del perfil de la población reclusa
podido turbar a la policía”. Añaden que semejantes operaciones son concebidas para contemporánea. Estos territorios son, en cualquier caso, un lugar privilegiado de
perturbar mercados localizados, al dificultar a vendedores y compradores la realización mise-en-scéne de la seguridad por parte del Estado, que así demuestra ejercer una
de un negocio.29 Esta parece ser una perspectiva defendida por las fuerzas de policía capacidad de intervención que ha perdido, o de la que ha ido abdicando, en la esfera
portuguesas cuando un oficial superior de la GNR declara, a propósito de una redada económica y social.37
llevada a cabo en dos barrios de una ciudad norteña en el marco del combate al tráfico/
consumo de drogas (en esta acción se aprehendieron 66 dosis individuales de heroína y Esto nos lleva, finalmente, a algunas ambigüedades que han venido acompañando la
se realizaron 44 denuncias por infracciones del código de la circulación): “Es necesario evolución reciente de los modelos de acción policial y las nuevas concepciones sobre la
transmitir confianza a los residentes honrados de aquellos barrios y, además, crear un clima relación entre la policía y la población. En este ámbito proliferan las designaciones –debidas
de inestabilidad en el ámbito de los traficantes y consumidores de droga”.30 En otro contexto, a la diversidad de los abordajes o a diferentes raíces nacionales–, que van desde la de
sobre el que Mike Davis describe el proceso de institucionalización de las redadas como “policía de proximidad” y “policía de orientación comunitaria”, a la de “policía orientada
“ocupaciones semipermanentes de los barrios”,31 un mando policial americano corrobora a a la resolución de problemas”38 y “policía de calidad de vida”. Esta última designación es
su vez esta estrategia al afirmar: “creo que se piensa que la única estrategia que tenemos probablemente la que evoca de manera más paradigmática la ambigüedad significativa
es la de poner mucha policía en las calles y abordar a la gente y hacer detenciones por que estas expresiones pueden encerrar, en la medida en que no solo amalgama estrategias
cosas insignificantes. Bueno, eso forma parte de la estrategia, sin duda”.32 distintas, aunque relacionadas, de intervención policial y mantenimiento del orden público,
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10. J. Roberts; A. Doob, “Race, Ethnicity and Criminal Justice in Canada”, en M. Tonry (Ed.), Ethnicity, Crime
sino que también acabó por acoger la idea de “tolerancia cero”, de la que en algunos
and Immigration, University of Chicago Press, Chicago, 1997, págs. 469-522.
casos se ha convertido en un eufemismo.39 Pero la citada denominación no es sino un 11. N. Morris, “The Contemporary Prison”, en N. Morris y D. Rothman (Eds.), The Oxford History of the
ejemplo extremo del tipo de derivas que otras han sufrido. Para indicar solo la designación Prison, Oxford University Press, Oxford, 1995, págs. 227-259.
quizás más genérica –y de uso más generalizado–, la etiqueta “policía de proximidad” ha 12. M. Tonry, “Ethnicity, Crime and Immigration”, en M. Tonry (Ed.), Ethnicity, Crime and Immigration,
sido objeto de las más diversas apropiaciones sociales y políticas, hasta tal punto que University of Chicago Press, Chicago, 1997,págs. 1-29.
13. C. Norris; N. Fielding; C. Kemp; J. Fielding, “Black and Blue: An Analysis of the Influence of Race on
en ocasiones su sentido actual contrasta radicalmente con su espíritu inicial. Algunas de
Being Stopped by the Police”, British Journal of Sociology, vol. 43, núm. 3, 1992, págs. 207-224.
estas derivas prácticas o apropiaciones espurias muestran cómo se han ido produciendo 14. Op. cit.
desvíos sucesivos en las ideas que el modelo de policía de proximidad pretendía promover 15. T. Jefferson, “The Racism of Criminalization: Policing and the Reproduction of the Criminal Other”, en
y que resultaron en su desvirtuación en algunos contextos contemporáneos. Por ejemplo, L. Gelsthorpe; W. McWilliam (Eds.), Minority Ethnic Groups and the Criminal Justice System, University of
de la idea de que todas las funciones que la policía asume, incluso la resolución de los Cambridge Institute of Criminology, Cambridge, 1984.
16. D. Smith, “The Neighborhood Context of Police Behavior”, en A. Reiss y M. Tonry (Eds.), Communities
problemas más triviales, son componentes igualmente legítimos o dignos del trabajo
and Crime, University of Chicago Press, Chicago, 1986.
policial, puede pasarse a la idea de que todos los problemas son igualmente graves y 17. R. B. Flowers, Minorities and Criminality, Greenwood Press, Nueva York, 1988.
que por eso todos deben ser tratados con idéntica severidad (el resultado es la represión 18. R. C. Hollinger, “Race, Occupational Status and Pro-Active Police Arrest for Drinking and Driving”,
desproporcionada de los pequeños desórdenes, como ha sucedido con la implantación Journal of Criminal Justice, núm. 12, 1984, págs. 173-183.
de la “teoría” de los cristales rotos);40 de la idea de una mayor cercanía a la comunidad, en 19. C. Shaw; H. McKay, Juvenile Delinquency and Urban Areas, University of Chicago Press, Chicago,
1969 [1942].
la que la comunidad es considerada como sujeto de su seguridad, puede pasarse a una
20. F. Peebles; R. Loeber, “Do Individual Factors and Neighborhood Context Explain Ethnic Differences in
focalización en ciertas comunidades que se convierten en objeto de una mayor represión Juvenile Delinquency?”, Journal of Quantitative Criminology, núm. 10, 1994, págs. 141-158.
(es el caso de algunos barrios en los que la idea de proximidad de la policía ha adquirido 21. T. Chiricos; C. Crawford, 1995, “Race and Imprisonment: A Contextual Assessment of the Evidence”, en
un sentido totalmente diferente); de una idea de proactividad que consiste en intervenir D. Hawkins (Ed.), Ethnicity, Race and Crime: Perspectives Across Time and Place, State University of New
antes de que los problemas se produzcan, puede pasarse a una idea en la que se trata de York Press, Albany, 1995.
22. Véase también los “neochicaguianos” R. Bursik; H. Grasmick, Neigborhoods and Crime, Lexington
intervenir solo ex post en aquello que, habiendo ocurrido, no es denunciado. En este caso,
Books, Nueva York, 1993 y W. L. Wilson, The Truly Disavantaged, Chicago University Press, Chicago, 1987.
se pasa a una idea de selección de objetivos que a menudo crea las condiciones para la 23. Op. cit.
intensificación de la represión y que en muchas ocasiones es un factor de multiplicación 24. L. Wacquant, “Banlieues Françaises et Ghetto Noir Américain: Elements de Comparaison Sociologique”,
de incidentes (es decir, en lugar de ser una modalidad de prevención, la proactividad en M. Wieviorka (Ed.), Racisme et Modernité, Editions la Découverte, París, 1993, págs. 263-277 y L.
acaba por figurar como una nueva modalidad de represión). Finalmente, del incentivo a la Wacquant, “The Comparative Structure and Experience of Urban Exclusion: ‘Race’, Class and Space in
Paris and Chicago”, en K. McFate et ál. (Eds.), Poverty, Inequality, and the Future of Social Policy: Western
participación de la población en su propia vigilancia, existe el riesgo de que se pase a que
States in the New Orld Order, Russell Sage Foundation, Nueva York, 1995, págs. 542-570.
el Estado se desentienda de este cometido. 25. Op. cit.
26. N. Dorn; M. Karim; N. South, Traffickers. Drug Markets and Law Enforcement, Routledge, Londres y
Nueva York, 1992, pág. 103.
27. Ibíd., pág. 99.
Notas 28. Ibíd., pág. 98.
29. Ibíd., pág. 100.
1. Consistió en una redada en el Bairro da Torre, en Camarate, conducida en los comienzos del mes 30. Citado en el periódico Público en su edición del 28 de julio de 2001.
de mayo de 2006 por el Comando Metropolitano de Lisboa de la Polícia de Segurança Pública (PSP). 31. M. Davies, City of Quartz. Excavating the Future in Los Angeles, Verso Londres y Nueva York, 1990,
La operación movilizó a unos seiscientos agentes policiales, muchos de ellos del Grupo de Operações pág. 277.
Especiais y del Corpo de Intervenção. 32. Ibíd., pág. 284.
2. La “puesta en escena de la seguridad”, en palabras de Loïc Wacquant, que destaca en este contexto la 33. Op. cit., Dorn et ál., pág 100.
reducción contemporánea de la idea de seguridad a una estricta dimensión criminal, reduciéndose esta a 34. M. Chaves, “Dar à Fuga: Comunidade e Sujeito num Contexto de Narcotráfico”, Análise Social, vol. 34,
su vez a la dimensión de delincuencia callejera. L. Wacquant, Punir les Pauvres. Le Nouveau Gouvernement núm. 153, 2000, págs. 893-932.
de l’Insécurité Sociale, Agone Marsella, 2004, pág. 269. 35. L. Maher, Sexed Work. Gender, Race and Resistance in a Brooklin Drug Market, Clarendon Press,
3. Manuela P. Da Cunha, Entre o Bairro e a Prisão: Tráfico e Trajectos, Fim de Século, Lisboa, 2002. Oxford, 1997.
4. Véase D. Kaminski, “Toxicomanie: Le Mot qui Rend Malade”, Déviance et Société, vol. 14, núm. 2, 36. L. Maher y D. Dixon, “Policing and Public Health: Harm Minimization and Law Enforcement in a Street-
1990, págs. 179-196 y E. Maia Costa, “Direito Penal da Droga: Breve História de um Fracasso”, Revista do Level Drug Market”, British Journal of Criminology, vol. 39, núm. 4, 1999, págs. 488-512.
Ministério Público, núm. 74, 1998, págs. 103-120. 37. Op. cit., Wacquant, 2004.
5. Op. cit. 38. Véase A. Normandeau, Une Police Professionelle de Type Communautaire, Du Méridien, Quebec, 1998;
6. D. Duprez; M. Kokoreff, Les mondes de la Drogue, Odile Jacob, París, 2000. H. Goldstein, Problem Oriented Policing, McGraw Hill, Nueva York, 1990 y J. P. Brodeur, Comparisons in
7. D. Smith, “Ethnic Origins, Crime and Criminal Justice”, en M. Maguire; R. Morgan; R. Reiner (Eds.), The Policing. An International Perspective, Ashgate, Aldershot, 2001.
Oxford Handbook of Criminology, Clarendon Press, Oxford, 1997, págs. 703-759. 39. E. B. Silverman y O’Connell, “Organizational Changes and Decision Making in the New York City Police
8. R. Sampson; J. L. Lauritsen, “Racial and Ethnic Disparities in Crime and Criminal Justice in the United States”, Department”, International Journal of Public Administration, vol. 22, núm. 2, 1998, págs. 217-259.
en M. Tonry (Ed.), Ethnicity, Crime and Immigration, University of Chicago Press, Chicago, 1997,págs. 311-376. 40. Op. cit.
9. Ibíd., pág. 327.
64 65
05 comprenderlo todo, proponer una visión de conjunto que se apoye en esas zonas incier-
tas. Lo contrario de un retrato robot: uno de fotomatón movido. Convertirse en el torpe
miniaturista de los hombres sin cara.
La otra memoria
Ir en busca de esas frágiles figuras del pasado, ni por curiosidad ni por gusto del ayer,
por necesidad. Reencontrar la comunidad perdida, cuyos somos.2 Esos que pasan son
Philippe Artières nuestros muertos.
Si esos son hombres sin huella, ¿cómo reencontrar a tal pueblo invisible? En un momen-
El cuerpo de un desconocido que aparentaba unos 65 años ha sido hallado ahorcado en to u otro de sus existencias, todos han caído en las trampas de la escritura. La prisión, el
el bosque de Clamart; el difunto no llevaba encima documento alguno que permitiera esta- hospital, el asilo, el cuartel, no producen escrituras pero se sirven de las existentes, las
blecer su identidad. Se ha fotografiado el cadáver y se encuentra expuesto en el depósito. arrancan a sus autores… Garabatos, dibujos, borraduras o aun borradores, caen en los
hilos de la red. Esa inmensa literatura que nunca pasó del muro. Restituir esas palabras
Ocurre con ese desconocido, hallado el 9 de Enero de 1894 entre los árboles, como con que fueron confiscadas. Desleer esas escrituras demasiado aprisa establecidas como
la gran mayoría de las personas en el siglo XIX; tienen existencias vegetales. Desapare- síntoma. No partir en busca de escritos escondidos, interesarse en lo aparente, lo que
cen sin dejar nada. Han vivido con poco, y llegada su hora, lo que poseen desaparece se dejó por ahí, sobre la mesa, lo publicado. Lista infinita de tales escrituras pequeñas:
con ellos. Vidas verdaderamente efímeras. Lo suyo sí es pasar. el diario íntimo de un médico morfinómano; las inscripciones de presos italianos; los ta-
tuajes de los soldados del III Batallón de África; la autobiografía de un joven seminarista
Loca idea, haber partido hace quince años en busca de esos “hombres sin nada”. convertido en asesino. Fragmentos de los archivos menores de la gran historia.
Convertirse en biógrafo de esos transeúntes de la historia. Seguir los pasos de ilustres
predecesores: Marcel Schwob y sus vidas imaginarias. Jorge Luis Borges y su historia Leer y hacer leer. Tratar de captar los ritmos que los habitan. Sentirlos bullir. Percibir
universal de la infamia. Las vidas infames de Michel Foucault. Las vidas minúsculas de esos sucesos de tinta como cuerpos, cuerpo desdoblado de sus autores o sin duda
Pierre Michon. Las vidas frágiles de Arlette Farge. otro cuerpo con existencia propia. Guardarse de tomarlos por escritos rudimentarios: no
vienen de ningún afuera de la escritura, al contrario, lo que tienen de extraño les viene
Idea loca que, sin embargo, siempre atrapa de nuevo; pasado el umbral, imposible de su pertenencia a lo escrito.
retroceder; empeñarse, no soltar presa, aguantar. Ponerse en marcha como los ilustres
siguiendo el rastro, el que atraviesa el país de parte a parte, el que lleva a reencontrar Recuperar el exceso, la violencia que los hizo nacer, para escribir uno a su vez sobre
a esos pueblos del medio. ellos. Romper con nuestra propia escritura y producir cada vez una forma que pudiera
hacer oír a cada uno de esos arrendatarios de escritura. Emplear una escritura de histo-
Contrariar al olvido, y con una serie de gestos conjurar los rostros de esos hombres y ria que conjugue poesía, noticia, soliloquio, descripción... Soñar una historia que haga
mujeres de finales del XIX. Componer una galería de retratos de aquellos a quienes la oír el insulto, la confidencia, la oración y la amenaza. Imaginar, un instante, esa historia.
historia no ha conservado. No aislar, relacionar esas existencias, agenciárselas1 por vías
insólitas para que se respondan. Romper el aislamiento que la muerte produce para 17 de Enero de 1894: “...el cuerpo de un desconocido que aparentaba unos 60 años, falle-
volver a dar un puesto a cada uno, su puesto entre los demás. cido a resultas de un balazo que se disparó en la boca a orillas del Sena, en el muelle de
las Tullerías, aguas arriba del Puente de Solferino. Una carta hallada en uno de sus bolsillos
Tomarlos en serio. Ser por un instante más fuerte que el trabajo del tiempo, y hacer oír dejando constancia de que se trataba de un suicidio permitirá establecer su identidad”.
sus diálogos, sus murmullos y sus gritos. No singularizar su palabra, tratar de captar a
través de ella un momento de nuestra historia. Buscar cada vez la distancia buena. A ***
partir de unos cuantos puntos confeccionar esbozos de retratos cuyo trazo sería tem-
bloroso, dejaría a cada uno alguna opacidad. Reivindicar y asumir la fragilidad de la Redactemos como hacemos con nuestros santos, con igual cuidado, con idéntico celo,
línea y el carácter fragmentario, forzosamente incompleto de mi discurso. Trabajar con con parecida minuciosidad, las vidas de quienes tomaron el camino opuesto, el sendero
espacios en blanco y con silencios, aceptarlos como parte del reparto. No tratar de del mal.
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Compilemos memorias, cartas, notas e inscripciones en los muros de esos hombres, que lleva a crear el Comité d’action des prisonniers;6 en el curso del invierno 1971-1972,
olvidado reverso de la santidad; rebusquemos todas las huellas marcadas en esos indi- sobre todo a raíz de la circular de René Pleven que suprimía los paquetes de Navidad,7
viduos que forman la sombra de la aureola de Teresa de Lisieux, Bernadette Soubirous tuvieron lugar no menos de cuarenta motines en establecimientos penitenciarios, en-
y tantos otros. tre los que se cuentan el de la Central Ney en Toul, en diciembre de 1971,8 y el de la
Charles-III de Nancy en enero de 1972, al que seguirá una movilización sin precedentes
Escribamos las pequeñas vidas de esos santos malogrados siguiendo un programa tanto en el exterior como en el interior de las prisiones.9
hagiográfico a lo Jacques de Vitry, pero con una meta exactamente opuesta: “Describir
obras y virtudes de los santos del pasado a fin de robustecer la fe de los débiles, instruir Por la novedad de su proceder, la actuación del GIP marca considerablemente en más
a los ignorantes, estimular a los perezosos, incitar a los devotos a imitar ejemplos tan de un aspecto la historia de las cárceles, y más en general, de los movimientos sociales
gloriosos, y confundir a réprobos e infieles”. en los años 70. Treinta años después, ¿qué queda de esa experiencia? ¿Tuvo su mo-
mento en una época revuelta, o hay que ver en cierto número de movimientos sociales
Demos a leer, en fin, el extraño mundo que construyeron sobre su malogro, sus existen- actuales la sombra de aquellos presos subidos al tejado de su prisión durante el invierno
cias colmadas de rabia y cólera. Se verá entonces que los santos, sin esas otras líneas de 1971 a 1972?
trazadas por los amigos de su contrario, probablemente no lo serían. Es contra esas
inquietantes figuras y sus reliquias, sí, contra lo que se edificó nuestro culto a los santos.
Otra historia del sujeto. El agujero en la memoria
Dejemos que nos cautive la belleza e intensidad de sus existencias rotas.3 Opongamos En enero de 2000 la médico jefe de la prisión de La Santé, Dra. Vasseur, da testimonio
los malos ejemplos a los buenos… Me parece que establecer los archivos de lo que de la crítica situación de los internos en su centro en una obra publicada por las éditions
podría calificarse de levantamiento a comienzos de los años 70 es parte de esa empresa du Cherche-midi.10 Crónica de siete años de actividad. Largos extractos salen primero a
de rememoración. la luz pública en las páginas de Le Monde antes de que el libro conozca un éxito edito-
rial importante y provoque en la opinión pública una ola de indignación, según se dice,
*** “sin precedentes”, que sobre todo lleva a ambas cámaras a investigar el estado de las
prisiones francesas. En la estela de la Dra. Vasseur, la prensa publica numerosos repor-
La formación del Groupe d’information sur les prisons (GIP)4 en febrero de 1971 por obra tajes sobre establecimientos penitenciarios del país. Un grupo de “cuellos blancos” que
de Michel Foucault, Jean-Marie Domenach y Pierre Vidal-Naquet constituye una ruptura han conocido la cárcel (en él se incluyen varios exministros o exdiputados) publica a su
en la historia de las luchas de postguerra y aun de aquellas de 1968.5 vez su indignado testimonio en las columna del Nouvel Observateur.11
Cierto que el nacimiento del grupo se inscribía en una doble continuidad: la de los tri- La Francia de finales de los años 90 descubre el frío carcelario.12 De repente, periodis-
bunales populares de militantes llamados “izquierdistas”, ese de Fouquière-les-Lens en tas, observadores y políticos se interesan por la realidad al otro lado de los muros. Se
que médicos de empresa testimonian contra las hulleras tras la muerte de mineros; la suceden coloquios, publicaciones y programas de radio.13
prolongación de las luchas de los maoístas presos que reclaman su estatuto de presos
políticos con una serie de huelgas de hambre. En diciembre de 1971 había alzado su voz otro médico además de mujer: Edith Rose,
psiquiatra de la Centrale Ney de Toul. Había publicado en La Cause du Peuple una
Pero ese suceso también establece una ruptura: por una parte, hace por vez primera de carta abierta en la que denunciaba una serie de hechos particularmente intolerables a
la prisión un lugar de lucha, y de los presos comunes, actores de la misma; siendo así sus ojos;14 Michel Foucault se había hecho eco de su palabra en el llamado “discurso
que hasta hoy se considera a los comunes como subproletariado no politizado y a ve- de Toul”.15 La toma de la palabra por parte de la Dra. Rose se inscribía en un vasto
ces reaccionario. Por otra, el GIP se desmarca radicalmente del proceder de los établis movimiento, no de petición de reformas penitenciarias, sino de cuestionamiento de la
(esos jóvenes intelectuales que van a trabajar a las fábricas); no se trata de ponerse en existencia misma del internamiento. Desde hacía casi un año la prisión había entrado
el lugar de los presos –ninguno de sus miembros trataría de hacerse encarcelar–, el ob- en los campos de lucha, se la reconocía “intolerable”: “son intolerables escuelas, asi-
jetivo es hacer salir información de su reclusión llevando a cabo una serie de encuestas los, cuarteles, prisiones...”.16 El discurso médico de la doctora venía a encontrarse así
en establecimientos penitenciarios franceses, bebiendo la información en sus fuentes. con el de otros actores: los reclusos, pero también asistentes sociales como la Srta.
D’Escrivain17 e incluso abogados. Participaba pues de una palabra colectiva, fruto de
¿Cómo procedieron para ello? Muy flexible en su funcionamiento y no jerarquizado, el saberes individuales.
grupo está concebido como transversal, según la formulación de Gilles Deleuze. Hay
en él periodistas, abogados, intelectuales y antiguos reclusos. Su objetivo, permitir que Foucault y el GIP habían logrado hacer salir información de la reclusión gracias a una
emerja un discurso propio de los reclusos para llevar una lucha local. Y de hecho la ac- serie de encuestas y hacer entrar la cárcel en el campo de la actualidad. Entre 1970 y
tuación del GIP se correspondería con un vasto movimiento de revueltas en las cárceles 1973 aparecieron a cientos en la prensa encuestas y artículos sobre la reclusión. Perso-
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nalidades tan dispares como Jean-Marie Domenach, Claude Mauriac y Gilles Deleuze ¡Información siempre!
participaron en ese movimiento. En el manifiesto del GIP, Foucault caracterizaba a la
prisión como una de las “regiones escondidas”, una caja negra de nuestra sociedad En los meses siguientes a la creación del GIP se constituyeron otros grupos que
que era necesario sacar a la luz. Ahora bien, leyendo hoy el libro de la Dra. Vasseur y siguiendo idéntico modelo se negaban a reunir solamente a individuos proceden-
los comentarios que ha provocado, parece que treinta años después la cárcel sigue tes de un mismo sector e intentaron llevar adelante otras luchas locales. Fueron el
siendo una caja negra. Y sin embargo, entre historiadores se suceden desde hace Groupe d’Information Asile (GIA), el Groupe d’Information des Travailleurs sociaux o
treinta años una serie de trabajos particularmente ricos, en la estela de Surveiller et el Groupe d’Information Santé (animado sobre todo por los doctores Zitoun y Carpen-
punir. Michelle Perrot, Robert Badinter, y luego Jacques-Guy Petit, fueron los principales tier). Esos grupos pusieron en primer plano la cuestión de la información.
artífices del desarrollo de ese campo historiográfico.18 La prisión tiene una historia y de
treinta años a esta parte los historiadores la han escrito. Para el GIP, la lucha en torno a las prisiones pasaba primero y ante todo por la capaci-
dad del grupo para producir información objetiva sobre la situación; no se trataba de
Ahora bien, treinta años más tarde, siendo así que buen número de quienes descubren trazar un cuadro aproximado del encarcelamiento; convenía disponer de datos proce-
la cárcel fueron contemporáneos del GIP, la cárcel parece sin embargo una fortaleza dentes del mayor número posible de personas y establecimientos.
ancestral, extraña a la sociedad a la que sirve. Las luchas de presos, ya se trate de quie-
nes a finales del XIX se amotinaban por las malas condiciones de trabajo,19 de miembros Foucault, Passeron, Donzelot y Defert no concebían la encuesta como algo previo sino
del FLN presos durante la guerra de Argelia que lucharon por obtener la condición de directamente como lucha: así, el GIP colocaba la lucha por la información en el centro
prisioneros políticos, o de esos amotinados de Nancy que reclamaban el cese de las de su actuación, y desde su creación llevó a cabo una serie de encuestas llamadas
vejaciones corporales, todas esas luchas están hoy olvidadas. En efecto, la cárcel ha enquête-intolérance, que tomaban por modelo las realizadas en el siglo XIX sobre la
salido del campo político. Solo los sindicatos de celadores se hacen oír. Ya nadie pone condición obrera por los propios obreros:23
en cuestión su existencia. Si este o aquel la sacan episódicamente de la sombra, por
la proximidad que tengan con la reclusión, hay que reconocer que la situación de los Esas encuestas [...] están destinadas a atacar al poder opresivo allá donde se
presos ya no moviliza a nadie. ejerce bajo otros nombres –sea el de justicia, técnica, saber u objetividad–. Así
pues, cada una de ellas debe ser un “acto político”. Apuntan a blancos preci-
Constituye una excepción un pequeño grupo que trabaja en la sombra: creado a co- sos, instituciones con un nombre propio y un lugar, con gerentes, responsables
mienzos de los años 90, el Observatoire Internationale des prisons20 prosigue el trabajo y dirigentes, y que también causan víctimas y provocan revueltas aun entre
del GIP; constituido como él en grupo transversal, trata de seguir día a día la vida en el quienes las tienen a su cargo. Cada encuesta debe ser pues primer episodio
interior de esos establecimientos; en cada prisión hay informadores que hacen encues- de una lucha.
tas a partir de las cuales producen en beneficio de los reclusos informes y pequeñas
guías sobre sus derechos, y tratan así de luchar contra esa amnesia social. Otro tanto Así, como dice uno de sus principales artífices, Daniel Defert, la información era en
ocurre con el Groupe multiprofessionnel sur les prisons, que no ha dejado de reunirse sí misma una lucha:24 “La encuesta misma es una lucha. Como tal la ven los reclusos
desde que se creara a comienzos de los años 70.21 cuando pasan las hojas del cuestionario de celda en celda como pasquines, a despe-
cho de amenazas o castigos. Así la entienden quienes corren grandes riesgos entrando
En resumen, extrañeza y sorpresa actuales ante la cárcel contemporánea han de leer- y sacando los cuestionarios”. Y lo mismo en el exterior: “Mezclarse en la cola, discutir,
se como resultado de una falta de memoria de nuestras sociedades. La cárcel se des- dar cuestionarios, no hablar de uno mismo. Esto no es sociología. La policía está ahí,
cubre como uno de los lugares más sometidos a amnesia social. En ese sentido puede sin quitar ojo a la cola: a los jóvenes se les percibe enseguida como izquierdistas, no
decirse que es un agujero en la memoria; así como un antiguo recluso todavía debe en- se ha borrado el recuerdo de la huelga de hambre. La inversa, aceptar el cuestionario,
mascarar en su curriculum vitae sus años de reclusión, así nosotros hacemos de manera hablar en voz alta de la cárcel antes o después de la visita, participar en las reuniones,
que el problema de las prisiones quede borrado cuanto sea posible de la vida social. no es nada sencillo para las familias de los presos: es aceptar reagruparse con gentes
que no tienen a nadie cercano en prisión [...] es aceptarla sobre una base política: es
El acontecimiento editorial que constituyó el libro de Véronique Vasseur no revela la un acto político”.25
situación de nuestras cárceles, cuyos datos eran conocidos, sino la amnesia de que es
objeto. La experiencia del GIP no es una excepción, y también su rastro es cada vez Fundándose en este principio fue como el GIP, en las semanas siguientes al motín de
menos visible. Paradójicamente, la experiencia del GIP ha irradiado más allá de la pri- Nancy y más activamente aún a raíz de la presentación de cargos contra los seis amo-
sión, y si alguna herencia queda de su actuación se deja sentir particularmente en otros tinados, indagó qué había ocurrido realmente el 15 de enero. En el asunto de Nancy
lugares. Comentando su compromiso con el GIP algunos años después de su final,22 el GIP no trató de juzgar la acción de los reclusos: “El GIP no es un tribunal intelectual
Foucault señalaba que en ese período inmediatamente posterior al 68 la prisión había que juzgue lo bien fundado de esas acciones [...] Los presos ya son bastante mayor-
sido objeto de un formidable esfuerzo por hacer saber. Ese “hacer saber” es precisa- citos”.26 Esa encuesta fue la de los propios presos, sin que el GIP hiciera más que
mente lo que nos parece interviene en cierto número de luchas actuales. asegurar la coordinación.
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Es útil subrayar aquí que el GIP no era una organización estructurada y jerárquica; en reforma es necia e hipócrita. O bien la elabora gente que se pretende representativa y
torno a un núcleo duro (Daniel Defert, Michel Foucault, Jean-Marie Domenach, Claude hace profesión de hablar por otros y en su nombre, y es un maquillaje del poder, una
Mauriac, Danièle Rancière, Jacques Donzelot), intervenían ocasionalmente personalida- redistribución que viene pareja a un incremento de represión, o bien es una reforma re-
des procedentes de horizontes muy diversos (desde Jean Genet hasta Jean Gattegno). clamada, exigida por aquellos a quienes concierne, y entonces deja de ser tal reforma,
Creado en París, el grupo se extendió a algunas ciudades de provincias. Aquí o allá se es una acción que desde el fondo de su carácter parcial está determinada a poner en
formaron grupos casi autónomos que hicieron encuestas y produjeron informes suma- cuestión la totalidad del poder y su jerarquía”.30 La orientación actual está precisamente
mente bien documentados. Se concibieron tres encuestas nacionales: una, entre los por institucionalizar esos observatorios y adoptar una posición de neutralidad.
reclusos, de que da cuenta el primer número de Intolérable con el título Enquête dans 20
prisons (Champ Libre, 1971), pero también otra entre las familias y una última destinada Hacer de la información objeto de lucha es también una de las miras de movimientos
a los abogados. A continuación, el GIP se interesó por un establecimiento penitenciario como el de la lucha contra el SIDA. Uno de los artífices principales del GIP, Daniel De-
en particular, la nueva prisión de Fleury-Mérogis, y por una práctica, el suicidio de reclu- fert, retomó ese principio al crear la asociación AIDES en 1986.31 Se trata de producir
sos (Intolérable, Suicides en prison, 1972). Pero la información no provino solo de esas un saber colectivo a partir de saberes individuales. Así, desde que estuvo a punto la
encuestas, sino también del envío de documentos: el expediente sobre el suicidio se asistencia domiciliaria se pidió a los voluntarios de la asociación que llevaran un diario
apoya en particular en la correspondencia de un recluso que se dio muerte. Igualmente cuyas entradas se enviarían a la organización, a fin de que esta pudiera evaluar los
llegaron a manos del grupo autobiografías y diarios. problemas pero también hacer de relé con la prensa para transmitir las dificultades
con que se tropiezan en su vida cotidiana los afectados por el VIH. En adelante AIDES
Recopilada la información, el papel del GIP consistía en servir de relé; era preciso que no dejaría de hacer encuestas a los enfermos; en 1997-1998 se preparó una encuesta
esos datos pudieran trasmitirse y difundirse con la mayor rapidez posible. Ayudó a ello sobre cómo vivían sus tratamientos: “Para ayudar a las personas, defender sus dere-
la contemporánea creación de la Agence de Presse Libération (APL) por obra de Mau- chos, alzar una palabra fuerte en pro de su reconocimiento, es preciso conocer sus
rice Clavel. Pero sobre todo, habiéndose adelantado sus primeras encuestas por unas necesidades. La encuesta sobre las mil y una maneras de vivir su tratamiento es parte
semanas a las revueltas, y demostrado válido lo constatado en ellas (sobre todo por el integrante de ese trabajo de objetivación de informaciones que sustenta la actuación
informe oficial del fiscal Schlmek), en pocas semanas el GIP se convirtió para el conjunto de AIDES. Por esa vía, a partir de la palabra de las personas afectadas puede valorar
de los medios de comunicación en una fuente seria de información sobre las prisiones. la pertinencia de una u otra actividad y de sus luchas políticas”, escribe uno de los
Así llegó el GIP a introducir la cárcel en la actualidad, y lo que es más, a atraer la aten- responsables en el prefacio al libro que la asociación sacó a raíz de esa encuesta. Y
ción de los medios de comunicación y de los poderes públicos sobre objetos totalmente de hecho, desde el comienzo de la epidemia del VIH en Francia las asociaciones y
ignorados hasta entonces: “Había que hacer entrar a la cárcel en la actualidad, no en señaladamente AIDES dispusieron de datos de campo que no tenían ni los poderes
forma de problema moral o de gestión en general, sino como lugar en que ocurre his- públicos ni los periodistas. Y serían ellas quienes les informarían de la evolución de los
toria, cotidianidad, vida, sucesos del mismo orden que una huelga en una fábrica, un problemas sociales ligados a la epidemia. En este sentido, piénsese en las consignas
movimiento reivindicativo en un barrio, etc.”.27 de Act-up: silence = death, o knowledge is a weapon.
Por su trabajo de informador, de “camello”,28 al hacer existir las cosas más cotidianas Pero en AIDES como en el GIP la producción de información no tiene a la prensa por primer
el grupo logró constituirlas en objeto de lucha: “Esa bulliciosa vida de la cárcel –dice destinatario: la publicación de folletos informativos debe servir a la lucha y en primer lugar
Foucault– que literalmente no existía, aun para quienes habían escrito cosas muy bue- a sus actores. La encuesta tiene una función interna: ofrecer a cada quien medios de
nas sobre las cárceles, es lo que se ha tratado de dar a conocer a la luz del día”.29 luchar, informándole de sus derechos pero asimismo de luchas que otros llevan en otras
partes. Se trata tanto de informar como de informarse constituyendo una red eficaz y rá-
Hacer de la información el centro de su actuación es uno de los aspectos de la expe- pida de circulación de información. En el caso de la lucha contra el SIDA ese imperativo
riencia del GIP presentes en la actualidad. Presencia particularmente sensible en el es capital: la prioridad es producir folletos de prevención y esa sería la primera acción
surgimiento, desde comienzos de los 80, de observatorios, de organizaciones cuya de AIDES desde el día siguiente a su creación.
función principal es indagar y hacer encuestas para estar en disposición de producir
en cualquier momento un cuadro lo más exhaustivo posible de una situación. En el Se podría encontrar de nuevo en otros movimientos sociales actuales esa misma preocu-
ámbito de los derechos humanos, esas organizaciones se han multiplicado: como en el pación por “hacer saber”, entendido como lucha por producir información y difundirla.
GIP, se prefiere a la petición o incluso a la manifestación la publicación de un informe Pensemos por ejemplo en los colectivos opuestos a las expulsiones de personas que se
documentado. encuentran en el territorio sin haber regularizado su situación y en que han logrado hacer
de la expulsión de un individuo todo un acontecimiento mientras que por largo tiempo se
Tal evolución depende ciertamente del considerable auge de los medios de comunica- la pasaba en silencio.
ción, señaladamente Internet. Pero se vuelven a encontrar ahí los principios promulga-
dos por el GIP. No obstante, se produce un cierto cambio de rumbo: la encuesta tenía Pero la herencia del GIP no se limita, sin duda alguna, a la recuperación de esa lucha
para el GIP una función de denuncia. No se trataba de proponer reformas: “esa idea de por la información: si la experiencia del GIP es importante en la historia de los movi-
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mientos sociales es por la relación que eligió establecer con los individuos concerni- pecto. Pese al hecho de que fueran organizaciones como el GISTI las que estuvieron
dos por esa lucha. presentes, fue siempre la palabra de los sin-papeles la que se puso por delante; el gru-
po tenía sus portavoces y nadie los representó.
La indignidad de hablar por otros Pero el GIP fue también la experiencia de una palabra singular, preocupación que apa-
rece en los movimientos sociales sobre todo de tres maneras: surgimiento de asociacio-
Como señala luminosamente G. Deleuze, una de las contribuciones mayores de nes de usuarios y consumidores, desarrollo de las asistencias telefónicas permanentes
Foucault a través de su compromiso con el GIP fue “ser uno de los primeros en ense- y celebración de asambleas generales. En el GIP siempre se prestó atención a lo par-
ñarnos lo indigno de hablar por otros”. En efecto, uno de los principios de acción del ticular, al caso singular, como muestran los archivos del grupo. Se tomaba en su espe-
GIP era dar la palabra a los reclusos: “Se trata de transferir a los reclusos el derecho y la cificidad la situación en cada establecimiento penitenciario pero asimismo la de cada
posibilidad de hablar de las cárceles. Se trata de qué quieren hacer saber ellos, dicho recluso. En los movimientos de usuarios y consumidores surgidos desde hace algunos
por ellos, de decir lo que solo ellos pueden decir”.32 Para Foucault nada debe añadirse años –de pacientes en los hospitales, de enfermos en tratamiento, de consumidores de
a la palabra de los reclusos, y en ese sentido el informe de 1972 sobre el suicidio en estupefacientes– se vuelve a encontrar esa misma preocupación por lo singular. Pero lo
la cárcel estaba formado enteramente por correspondencia de presos. “Las masas no que atestigua la presencia de esa herencia del GIP, dar valor a la palabra, es sobre todo
necesitan intelectuales para saber”, escribe Foucault, “saben perfecta y claramente, el desarrollo de asistencias telefónicas permanentes (las de AIDES y luego el Sida-info-
mucho mejor que ellos, y lo dicen fuerte y bien. Pero hay un sistema de poder que cierra service, pero asimismo las dedicadas a consumidores de estupefacientes). El trayecto
el paso, que prohíbe, que invalida ese discurso y ese saber”.33 de una figura de la lucha contra el sida como Pierre Kneip es ejemplar a este respecto.
Profesor de letras durante largo tiempo, participante en la toma de la palabra de los años
Ese ceñirse a la palabra de los sujetos revela la misma cuestión que le llevó a emprender 70, Pierre Kneip, fallecido en 1995, entró como voluntario en AIDES a finales de los años
la redacción de su historia de la locura: “¿Qué es hablar?”. Lo que más impresiona a 80 y sería uno de los que hicieron centro de la lucha la palabra de las personas afecta-
Foucault en los vuelcos que siguieron al 68 es la toma de la palabra que en ellos se pro- das. Para empezar, desarrolla en el seno de AIDES un servicio de asistencia telefónica
duce. De repente, estima, “gente que desde generaciones y generaciones había estado permanente en que los afectados pueden llamar para dar testimonio o hallar consejo e
excluida no solo del poder político sino también del derecho a hablar redescubre en sí información.35
misma la posibilidad de hablar, por una parte, y al hacerlo, por otra parte descubren que
el poder estaba de alguna manera ligado al derecho a la palabra”.34
Conclusión
Con el GIP, Foucault va a llevar al extremo esa experiencia de la toma de la palabra,
pues toma conciencia de que esta hace estremecer al poder. A la vista está cuánto participa la historia del GIP de “esta gran historia de sombras”,
como la llama Michelle Perrot. A nosotros, historiadores, nos toca primeramente consti-
En suma, el objetivo del GIP al que D. Defert y M. Foucault estuvieron tan vinculados po- tuir sus archivos.
dría resumirse en una imagen, la de los reclusos subidos al tejado de una prisión: el de
la Charles-III en Nancy, el 15 de enero de 1972, amotinados que ondean una pancarta Patrimonio negro de nuestras sociedades contemporáneas, la prisión junto con el asilo
en que puede leerse: “Aquí se pasa hambre”. es una institución que regularmente se vacía de su memoria. Recopilar los archivos,
patrimonializar esos lugares, es deber nuestro.
Presos que lanzan por los muros panfletos que exponen sus reivindicaciones. Si la ac-
ción de esos jóvenes presos representa ejemplarmente ese momento foucaultiano, lo Pienso aquí en el caso de Valparaíso en Chile. Habiendo sido escogida la ciudad por-
hace en varios aspectos: primero, por la posición que decidieron ocupar, el techo, único tuaria a comienzos de los años dos mil para convertirse en Patrimonio Mundial de la
lugar de la prisión en que se puede ver y ser visto. Luego, por lo que hacen: por primera UNESCO, el perímetro de la zona a conservar no comprendía la vieja cárcel, por juz-
vez toman la palabra y se dirigen a quienes están fuera. Lo ejemplar de esta escena garse sin interés. Y sin embargo en ese establecimiento penitenciario se desarrolló una
radica también en la manera en que se opera esa toma de la palabra: no se les da, la to- parte de la historia chilena contemporánea. Tras esos muros vivieron seres humanos, y
man; en esto, bien diferente de las contemporáneas tomas de la palabra de los obreros. sobrevivieron, y no habían de tener sitio en el gran relato de la historia mundial.
Y por último, ejemplar por el contenido de su discurso: de la más cotidiana de las cosas,
comer, hacen objeto de acción política. Más suerte tuvieron los presos de la abadía de Fontevraud, en el centro de Francia Loire.
Por largo tiempo el negro pasado del monumento fue evacuado, escondido, negado.
La sombra de los presos en el tejado nos parece pesar sobre cierto número de movi- Una memoria de 150 años, negada, luego viene el momento del reconocimiento de ese
mientos sociales actuales: ese rehusarse a hablar en lugar de otro de que el GIP hizo pasado penitenciario; así, muy recientemente se colocó en el patio de entrada una placa
regla está presente sobre todo en el surgimiento de los movimientos de los sin-papeles. con esta cita de la novela Le miracle de la rose, del escritor Jean Genet, en homenaje a
El caso de los sin-papeles de la iglesia de Saint-Bernard en 1998 es un ejemplo al res- cuantos pasaron por esa prisión:
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De todos los centros penitenciarios de Francia, Fontevraud es el más inquietan- 28. [N. del T.] El sentido ortodoxo de “passeur”, entrecomillado en el original, es “barquero” de un transbordador.
te. Es el que me ha causado la mayor impresión de desamparo y desolación, 29. Ibíd.
30. Cf. Dits et écrits, tomo II, pág. 309.
y sé de presos que han conocido otras prisiones y solo con oírla nombrar han
31. Cf. entrevistas con D. Defert en AIDES solidaire, Le Cerf, París.
sentido una emoción y un sufrimiento comparables a los míos. 32. Cf. “Quand l’information est une lutte”, La Cause du peuple/J’accuse, mayo de 1971.
33. Cf. Dits et écrits, tomo II, 1972, pág. 308.
34. Conversación tras una entrevista en Radio Canadá, abril de 1971.
35. Retomada luego en el seno del Sida-info-service.
Notas
1. [N del T.] Agencement. Como se sabe, la ubérrima semántica de tan complejo término da para muchos.
Hay quien a la hora de traducir lo ha supuesto “más o menos” equivalente a dispositif, y hay quien ha pro-
puesto recientemente traducir por “componendas”; término al que, a mi entender, traiciona precisamente
el “con-” cuando la prefijación social del “ponerse” a discurrir es el problema. Basta desustantivar –desco-
sificar–, y usar el viejo verbo que la gramática conjugó en todo tiempo, persona y modo frente a la oficial.
2. [N. del T.] A quien le parezca mejor “de la cual”, substitúyalo sin esfuerzo; a quien la confusión genitiva
entre origen y pertenencia le siga pareciendo inaudita como la historia o los pronombres personales, le
remito a Miguel Espinosa, Tríbada. Por lo mismo, poco más abajo traduzco “qui nous sommes” por “quién”
y no “quiénes” somos.
3. [N. del T.] Pese al tema, el uso de saisir [cautivar] es figurado; aunque la frase me parezca una entrada
de la historia de la infamia antes citada, no puedo acreditarlo.
4. Véase sobre todo el capítulo que le dedica D. Eribon en la biografía de M. Foucault.
5. Al respecto, léase el hermoso artículo de Michelle Perrot “La leçon des ténêbres” en Actes, Cahiers
d’action juridique, verano de 1986.
6. El CAP vio la luz en el curso del año 1972, por iniciativa de Serge Livrozet y antiguos presos.
7. Cf. Circular de 12 de noviembre de 1971.
8. Cf. Comité Vérité-Toul, La Révolte de la Centrale Ney, Gallimard, La France sauvage, París, 1973. Véase
también el estudio general de Claude Faugeron en Histoire des bagnes et prisons, Privat, Toulouse, 1991.
9. El motín de Nancy acarreó la presentación de cargos contra 6 presos; en varias prisiones, señalada-
mente en Melun y Grenoble, los presos manifestaron su solidaridad; en Nancy se constituyó un comité que
reunía sobre todo a antiguos miembros de la Resistencia, encarcelados por su apoyo al FLN durante la
guerra de Argelia, y que publicó un “Libro negro” sobre los sucesos de la Charles III.
10. Véronique Vasseur, Médecin-chef à la prison de la Santé, éd. du Cherche-midi, París, 2000.
11. Se trata del Groupe Mallet.
12. “le froid carcéral”, según la expresión de Simone Buffard, Le Froid pénitentiaire. L’impossible réforme
des prisons, Le Seuil, París, 1973.
13. Así, en otoño de 2000 France-Culture dedicó una semana a ese tema.
14. Su testimonio se recoge en el folleto publicado por el GIP con el título de Cahiers des revendications
sorties des prisons, 1972.
15. Texto recogido en Dits et écrits, tomo II, Gallimard, París, 1995.
16. Cf. contraportada de los folletos Intolérable.
17. Asistente social en la cárcel de Fresnes, la Sra. D’Escrivain fue cesada tras sus declaraciones a propó-
sito de los malos tratos a un recluso. Su informe se publicó de nuevo en los Cahiers des revendications...
18. Un ejemplo es el seminario de R. Badinter y M. Perrot en el EHESS; otro, numerosos trabajos en el
departamento de Historia de la Univ. Denis-Diderot-Paris VII. Véase asimismo el trabajo de J.G. Petit en
Angers, Ces Peines obscures, Fayard, París, 1990.
19. Jacques-Guy Petit, cf. Ces peines obscures, Fayard, París,1990, págs. 494-495.
20. Además de una revista (Dedans dehors), la OIP (asociación Ley 1901, rue d’Hauteville, 75010 París)
publica diversas guías prácticas para los reclusos.
21. El GMP está animado sobre todo por Antoine Lazarus.
22. Cf. “Les luttes dans les prisons”, mesa redonda, 1979, en Dits et écrits, tomo III, Gallimard, París, 1995.
23. Enquête dans 20 prisons, Champ libre, París, mayo de 1971.
24. “Quand l’information est une lutte”, La Cause du peuple, 24 de mayo de 1971.
25. La Cause du peuple, 24 de mayo de 1971, pág. 6.
26. [Nota del T] “En nombre del GIP quisiera deshacer un malentendido”, notas dactilográficas; fondos del
GIP/IMEC.
27. Cf. Dits et écrits, tomo III, pág. 809.
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06 Habitar el entre, la posibilidad de mantenerse en/ser devenir. Si todo fuera apertura,
nuestro cuerpo escaparía de sus propios resquicios como una exhalación. Vivir en el
afuera desborda, puede convertir la intensidad en desp(g)arramiento. Regreso a las
Pasos palabras, las interrogo, me hago un limen con ellas. Interrogantes entrelazados. El tejido,
el interior de la carne que se vuelve sobre sí misma para envolver el afuera.
Ixiar Rozas Abrir el espacio del entre, mantener abierta la tensión de ese pie que se suspende en el
umbral y está a punto de tomar alguna dirección.
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En La comunidad que viene Giorgio Agamben escribe sobre el afuera: “Cualsea es la
figura de la singularidad pura […]. Esto que el cualsea añade a la singularidad es solo
un vacío, solo un umbral; cualsea es una singularidad más, una singularidad finita […].
Pero una singularidad más, un espacio vacío, no puede ser otra cosa que una exteriori-
dad pura, una pura exposición. Cualsea es, en este sentido, el suceso de un afuera. […]
1 Importante es que la noción de ‘afuera’ se expresa en muchas lenguas con una palabra
Umbral. (1) Pieza, empotrada o no, o escalón, que forma la parte inferior de una puerta. que significa ‘a las puertas’ (fores en latín es la puerta de la casa, thyranten, en griego,
(Sinónimos) Busco, limen, lumbral, tranco, tranquillo. (2) (sing. o pl.) Lo que constituye equivale a ‘en el umbral’). El afuera no es un espacio diferente que se abre más allá de
el principio. Familia que forman. DUE de María Moliner. un espacio determinado, sino que es el peso, la exterioridad que le da acceso, en una
palabra: su rostro, su eidos. […] El umbral no es […] una cosa diferente respecto del
El diccionario RAE, añade: (3) Valor mínimo de una magnitud a partir del cual se produ- límite; es, por así decirlo, la experiencia del límite mismo, el ser dentro de un afuera. Este
ce un efecto determinado. (4) Arq. Madero que se atraviesa en lo alto de un vano, para ek-tasis es el don que la singularidad recoge de las manos vacías de la humanidad”.2
sostener el muro que hay encima.
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Umbra, sombra. Umbráculo, dispositivo con que se da sombra a un lugar. La danza que habla se sitúa en un dentro que es un afuera. Cuando la danza rompe
el silencio que la ha caracterizado durante siglos y el cuerpo se hace lingüístico en
2 escena, se sitúa en el umbral del cuerpo, la voz y el lenguaje. La danza se emancipa,
“En los umbrales del / desierto respiran los / presos, / escucha el rompeolas arrullar el renuncia a ser codificada y aprehendida por un lenguaje que viene desde el exterior:
campo”, escribe Mónica Valenciano.1 pasa a escuchar sus propias voces. La danza ha agotado su relación con el movimien-
to, puede bailar y puede no hacerlo. El cuerpo ya no busca expresar, no busca inter-
3 pretar, habla pero no necesariamente cuenta, se desapega de sí mismo. Deconstruye,
En euskera, umbral se dice atari, palabra que está relacionada con la entrada, con la descompone. La voz y el lenguaje deshacen sus palabras. El cuerpo que baila, en su
puerta. Atari no tiene el significado de sombra que incluye umbral. movimiento y en su quietud, es en el presente: luego desaparece. Así, el cuerpo pasa
a ser lo que es, una acción en el presente. Lo mismo sucede con la voz y el lenguaje:
Sin embargo, sombra se dice itzal y tiene varios significados. (1) Amparo, protección, se trabajan como una parte más del cuerpo, forman parte de la dramaturgia como un
abrigo. (2) Prestigio, fama, reputación. (3) Cárcel, prisión. (4) Parte sombría, negativa, elemento más. Así, la danza que rompe a hablar hace visibles y audibles a la voz, al
terrible. (5) Tristeza. (6) Defecto, fallo, imperfección. (7) Triste, lúgubre, melancólico. cuerpo y al lenguaje. Hace un uso menor del lenguaje. Saca la lengua de los caminos
Diccionario Elhuyar. trillados: la hacen delirar.3 El lenguaje, ese murmullo incesante. La voz, eso que ata el
cuerpo al lenguaje y el lenguaje al cuerpo.
En euskera, el verbo itzali significa apagar(se), sombrear, desaparecer, disipar,
esfumar(se), ocultar, callarse, enmudecer. 7
Imaginemos por un momento la voz de G. Deleuze mientras escuchamos: “A de ani-
4 mal: […] escribir es siempre escribir para los animales, es decir, ‘no por ellos’, sino ‘en
Enmudecer, por un instante. Situarse en un umbral donde un pie se levanta, se suspen- su lugar’, lo que los animales no podrían hacer, saber escribir […] Liberar la vida, libe-
de, está a punto de moverse en alguna dirección. El pie, la voz, el gesto esperan en ese rar la vida de las cárceles que el hombre... eso es resistir. No resulta difícil entenderlo
límite, buscan cobijo en el limen del entre. cuando vemos lo que hacen los artistas, quiero decir que no hay arte que no sea una
liberación de una potencia de vida, y ante todo no hay arte de la muerte”.4
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En otra de las letras de su particular abecedario, Deleuze se refiere a la “J” de joie, 11
alegría. Spinoza hizo de la alegría un concepto de resistencia y de vida. “Evitemos La voz es un misil corporal. La voz es pura alteridad. Irrumpe de manera imprevisible
las pasiones tristes”, explica Deleuze retomando las palabras de Spinoza, “y vivamos e incluso cuando escuchamos nuestra propia voz, esta nos produce cierta extrañeza.
con la alegría para alcanzar nuestra máxima potencia; así, pues, hay que huir de
la resignación, la mala conciencia, la culpabilidad, de todos los afectos tristes que Cuando el cuerpo rompe a hablar y emancipa su voz, se rompe la estabilidad de la
explotan sacerdotes, jueces y psicoanalistas”. Los textos de Spinoza están llenos de danza. Además de provocar extrañamiento la voz se convierte también en una potencia
afectos. Los afectos alegres provocan un aumento de potencia, mientras que los tris- de apertura.
tes la disminuyen. “Es eso: colmar una potencia, efectuar una potencia: he colmado
una potencia”, dice Deleuze a su entrevistadora. “Por el contrario, ¿qué es la tristeza? Una vez que se descomponen los elementos que estaban tensamente ajustados en las
Se da cuando estoy separado de una potencia de la que, con razón o sin ella, me creía dramaturgias del teatro o de la danza más clásica, cuando el sonido y la voz se separan
capaz. ¡Ah, podría haber hecho eso! […]. Eso es la tristeza; habría que decir: toda y se organizan siguiendo su propia lógica, cuando el espaciocorporal, el espacio es-
tristeza es el efecto de un poder sobre mí”. cénico y el espacio del espectador están divididos, redistribuidos y nuevamente unidos
por el sonido y la voz, la palabra y el ruido, emerge una experiencia específica de la
Un cuerpo es lo que este puede hacer. dimensión auditiva. La voz se convierte en un asunto de todo el cuerpo, este deviene
voz. El eje voz/espacio se hace determinante en las estrategias dramatúrgicas en las
8 que la intriga, la historia o el drama han dejado de ser lo principal. Los espacios del entre
“Un cuerpo, cuerpos: no puede haber un solo cuerpo, y el cuerpo lleva la diferencia. Son pasan a ser protagonistas.
fuerzas situadas y tensadas las unas contra las otras. El ‘contra’ […] es la principal ca-
tegoría del cuerpo. Es decir, el juego de las diferencias, los contrastes, las resistencias, Mladen Dolar define la voz como una suerte de proyectil que se ha separado de su
las aprehensiones, las penetraciones, las repulsiones, las densidades, los pesos y las fuente de origen, el cuerpo, y se ha emancipado, si bien sigue perteneciendo a este.9
medidas. Mi cuerpo existe contra el tejido de su ropa, los vapores del aire que respira,
el resplandor de las luces o los roces de las tinieblas”. En nuestra vida diaria la voz es omnipresente, toda nuestra vida social está mediada por
la voz: usamos nuestras voces y las escuchamos a cada momento. “Tenemos que hacer
“[…] un cuerpo es una colección de piezas, de pedazos, de miembros, de zonas, de nuestra vida cotidiana en una jungla de voces y tenemos que usar todo tipo de mache-
estados, de funciones. Cabezas, manos y cartílagos, quemaduras, suavidades, chorros, tes y brújulas para no perdernos. Tanto es así que se hace difícil soportar la ausencia
sueño, digestión, horripilación, excitación, respirar, digerir, reproducirse, recuperarse, de voces y sonidos”.10 Así, el silencio completo enseguida se nos hace extraño, casi
saliva, sinovia, torsiones, calambres y lunares. Es una colección de colecciones […] lo asociamos con la muerte, mientras que la voz es un signo de vida. Pero nos sucede
cuya unidad sigue siendo una pregunta para ella misma. Aun a título de cuerpo sin órga- que incluso en el silencio de la soledad, continuamos escuchando una voz: nuestra voz
nos, este tiene al menos cien órganos, cada uno de los cuales tira para sí y desorganiza interior, una voz que no puede ser silenciada.
el todo que ya no consigue totalizarse”.5
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9 Diciembre de 2008: Filipa Francisco explica en un taller desarrollado en el espacio de
Las prácticas coreográficas experimentales son procesos de producción de subjetivi- creación Azala (La Sierra, Araba) su experiencia con los presos y presas de Castelo
dades. Provocan en nosotros un cambio de atención en el presente. La escritura tam- Branco y el proceso de creación de la pieza escénica (R)existir. Está presente en el
bién tiene que ver con activar el presente. Un presente entendido como el momento de taller, entre otros artistas, el colectivo libanés Zoukak, que además de desarrollar su
encuentro y participación en el que la obra emerge. Para Peggy Phelan la única vida trabajo artístico, trabaja en prisiones libanesas y campos de refugiados palestinos. Tras
de la performance sucede en el presente, luego desaparece.6 “El futuro es tan solo un varias jornadas de trabajo en común hay un elemento que une las experiencias compar-
cambio de atención en el presente”, escribió Gertrude Stein.7 O cuando somos capaces tidas: aunque se trate de un espacio privado de libertad se trabaja sin paternalismos,
de mantenernos en el entre, en la incertidumbre, en la duda. Cuando la danza habla se sin rebajar el discurso ni las pretensiones artísticas. Se trata de activar todo el potencial
convierte en una coreografía de la atención que despliega el ser del lenguaje y de la voz. crítico, estético y clínico –entendido como liberación de una potencia de vida y no como
Tal vez nos corresponde estar atentos a esas interrogaciones. terapia–. Cuenta Filipa las dificultades de trabajar con la escritura y con la palabra en
sus talleres de la prisión. A ellos les falta la palabra y por este motivo, Filipa decide que
10 todo pase por el cuerpo.
La forma, el lenguaje del arte, tiene la posibilidad de afectar al cuerpo: con la distribu-
ción de tiempos y espacios.8 Redistribuye también sensorialidades y afectos. Noviembre de 2009: Filipa desarrolla un taller en Sevilla, a partir de su experiencia en
Castelo Branco. (R)existir se sitúa en el umbral de la danza y del teatro. Hay en esta
performance un trabajo del lenguaje y de las voces, pero sobre todo, hay un trabajo del
cuerpo. El tiempo, ese gran escultor, ha sido fundamental en el proceso de creación,
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como explica Filipa. El día del estreno en un teatro de Lisboa, ellos bailan sin apenas
movimiento. Cantan descalzos, hablan con cuerpos. El trabajo de la voz y el cuerpo en
(R)existir, ¿subvierte los límites del dentro/fuera?
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Cuando la danza rompe el silencio, se abre un campo de experiencia en el que pode-
mos hacer una experiencia de lenguaje y una experiencia de la voz. La danza subvierte
su silencio, es pura potencia de apertura. Potencia entendida no como algo personal,
sino como algo que supera nuestras propias vidas.
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El afuera no es un lugar que reside más allá de un espacio determinado: es más bien un
pasaje, una exterioridad que da acceso a. A su rostro, a su eidos. Cuando enmarcamos
algo también estamos desplegando el espacio del presente. Abrimos presencias que
son trazos, sombras, remanentes. El umbral como pasaje, como inicio de la búsqueda
de ese rostro que hace posible lo que puede emerger.
Notas
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07 del tablado, lejos del espectáculo. El foso señalaba estructuralmente la autonomía de
la puesta en escena, de los actores y de las luces; y a la vez, el margen, la platea, la
oscuridad silenciosa, inmóvil, apenas susurrante. El foso posibilitaba no sólo la autono-
Umbrales críticos mía de las esferas, sino también, el trasvase de cosas de un lado al otro, un intercambio
compensado entre lugares que el mismo foso hacía posible. Freud describió esa muralla
lábil, fragmentaria y discontinua entre platea y escena, conciente e inconsciente, como
Willy Thayer una rica rompiente de cargas y contracargas, una pasarela de travestimientos, disfra-
ces, eufemismos y velamientos, en que el vestido está siempre, milímetro a milímetro,
desplazándose, transigiendo y no transigiendo en el trance de cruzar o no cruzar la
barrera. Aquella frontera, posibilitaba la tópica escena/platea; posibilitaba, también, la
dialéctica invasora de un lado al otro, desde las tímidas incursiones del actor en la pla-
tea, las exclamaciones a veces cautivas, a veces desencantadas del público anónimo,
los ruidos incomodantes, hasta el asalto totalitario de la platea sobre la escena, la poli-
tización totalitaria de la escena, o el asalto inverso de la escena sobre la platea, como
estetización de la platea o coreografía total.6
Ritual y teatro
La extenuación estructural del foso no solo dice relación a intentos empíricos del fascis-
“En el ritual, chamánico, religioso, la palabra proferida, el gesto, no emanan de una voluntad mo y a la vanguardia, o movimientos esenciales de la revolución industrial. Estructural-
individual. Encaminan, más bien, lo que otras fuerzas y poderes establecen para los tiempos mente la filosofía, de Platón a Artaud, de Platón a Nietzsche, ha sido, a contrapelo de sí
que siguen, repitiéndose según un esquema que demanda ser recibido del mismo modo en misma, teatro, teatro de la representación. Teatro de la representación que representa
que es enunciado, aun cuando resulte oscuro e irreconocible”.1 El ritual proscribe las miradas una y otra vez el fin del teatro, “salidas de caverna” como escribe Blumemberg. Filo-
o escuchas infieles, reticentes, críticas. Admite solo “practicantes devotos según distintos sofía y teatro, parafraseamos a Badiou, no mantuvieron sino relaciones distantes, hasta
grados de iniciación”.2 Cualquier distanciamiento abre un tiempo sacrílego; la separación en execrables (aunque fatalmente ineludibles, constitutivas de ambas, hay que añadir) en
que el culto, sin distancia consigo mismo, se excede a sí mismo alejándose de sí; emergien- lo que se refiere al gobierno de los hombres. Platón le objeta al teatro su práctica de la
do, en ese alejamiento, un diferendo de lugares entre escena y platea, una división del trabajo máscara, su polimorfía sospechosa, su vacilación de la apariencia, porque aleja la esta-
entre acción y expectación, presencia y representación, irrumpiendo el teatro. “En el origen bilidad solar de la idea al instalar el foso, la partición, ahí donde de lo que se trata es de
está la fisura, la separación, la diferencia que inquieta la identidad [...] Se sabe que la historia acabar con el foso, el intercambio, remontar la apariencia, el consumo y la expectación
se acaba cuando la diferencia originaria ha cesado de trabajar, cuando se ha sobrepasado en lo que “es”, la verdad, el consumo absoluto, sin teatro. De ahí que la filosofía instruye
la escisión original y se puede reafirmar, a pesar de la diferencia, la identidad de la identidad una didáctica teatral contra el teatro. Mientras la muerte del teatro en la verdad no se cum-
y de la diferencia. El fin de la historia es el deseo saciado, lo Mismo convertido en idéntico”.3 ple, entonces el teatro filosófico ha de vigilar la representación y conducirla a la presencia,
operar la orthótes. En la Carta a d´Alambert, seguimos la paráfrasis, Rousseau criticó al
El término griego theatrón (teatro) nombra, primero que nada, el momento “en que un teatro de la democracia. Debiendo este último ser la presentación inmediata de la voluntad
público contempla una acción a distancia, de modo que ese público es ya un punto de general, la fiesta cívica en que el pueblo está por sí mismo ante sí mismo sin mediaciones,
vista respecto del acontecer”.4 Habla de un desdoblamiento voyeurista, perspéctico, de se habría convertido en una máquina que difiere la presencia a sí de la voluntad popular
una instancia en que al ritual le brota un vector exhibitivo, una repetición que lo precipita en una presencia diferida: la re-presentación. Algo análogo había sido expuesto por San
fuera de sí, a la vez que lo devuelve sobre sí, pero ya no en la inmediatez de su acon- Agustín en La ciudad de Dios cuando lamenta la similitud entre la acción de la peste que
tecimiento, sino mediado en una representación, como teatro. Teatro, desdoblamiento, mata sin destruir órganos y el teatro que sin matar provoca en el espíritu, no solo de un indi-
que puede tener lugar en la propia víctima del ritual, cuando mira por un instante a su viduo sino de todo un pueblo, peligrosas alteraciones: “Sabed –dice–, quienes lo ignoráis,
verdugo o a sí misma; o la escena del sacrificio que integra, partiéndose en dos, en que esas representaciones, espectáculos pecaminosos, no fueron establecidos en Roma
actor y espectador, antes de que la partan.5 No es azaroso que la víctima tenga los ojos por los vicios de los hombres, sino por orden de vuestros dioses. Sería más razonable
vendados o el rostro cubierto. Sobre todo se trata de que sus ojos no se crucen con los rendir divinos honores a Escipión –que mandó quemar los tablados y allanar con tierra los
del verdugo, la platea primera. fosos– que a dioses semejantes”. (Artaud, El teatro y su doble)
Lo mismo Nietzsche que Artaud –y seguimos con Badiou– critican al teatro en tanto
Teatro y crítica representación. No por diferir la presencia de la idea, ahora, sino por diferir la potencia
de la danza, el uno, y los movimientos de la crueldad, el otro, sin el bloqueo que la
En el orden del teatro lo que se denominó crítica se alojó tradicionalmente fuera del es- tragedia y el teatro aristotélico impusieron a la danza y al movimiento, a la vida como
cenario, del otro lado del foso que pone a distancia la platea, situándose en la periferia movimientos. Nietzsche condena al teatro nihilista de Eurípides que encadena la danza
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al teatro, que es la danza, la vida arruinada. Para Nietzsche, para Artaud, el teatro es es posible. La operación crítica en pintura, análoga a la de Kant en metafísica, habría
vida representada, estetizada. sido emprendida por Manet (según Greenberg, Danto y Foucault). Greenberg exige de la
crítica la tematización de la ley del campo, como la única operación que engendra crisis
significativas. Exigencia, trabajo intelectual de percutir, tematizar el tímpano en el que se
Soberanía desenvuelve incautamente la tupida división de las ocupaciones consuetudinarias en un
campo dado. Sin esa percusión de tímpano, sin ese trabajo intelecto-manual, todo lo que
Muchos hispano-hablantes que pasaron por el curso de literatura o filosofía en la secun- se haga no hará más que abastecer y fomentar las reglas, los hábitos de dicho campo,
daria recordarán la Alegoría de la caverna de Platón, texto sobre la educación de los trabajo de fomento, crítica consular o policial que resguarda y conserva lo dado, la cons-
hombres hasta no hace mucho imprescindible en la directriz escolar. En él se exponía un titución política, el estado de cosas del arte, en cada caso.
teatro de lugares y distancias, fronteras y umbrales, tránsitos y tráficos, ingresos y egre-
sos, fuentes de luz, grados de iluminación y penumbras, centros y periferias, direcciones
y enfilamientos de enfoque y orientación, disposiciones cautivas-recluidas, movimientos La crítica como revolución en el lenguaje y no como juicio estético
de soltura, cambios súbitos o lentos de actitud, variaciones y desplazamientos paulatinos
en la postura de las cabezas, la posición de los cuerpos; inversiones de vista preñadas de “Nuestra época es, de modo especial, la época de la crítica (kritik). Todo ha de some-
consecuencias penales de vida o muerte, consecuencias teológicas de salvación o con- terse a ella” escribió Kant en 1781. ¿Cómo se traduce esta exigencia en su contexto?
dena, consecuencias lógico-morales de verdad y mentira. En esta tramoya de vaivenes
resultaba decisivo establecer el centro, el alma que tensa, ordena, jerarquiza y da sentido La crítica, consabidamente, se opone al dogmatismo. Pero este último, el dogmatismo,
a los movimientos y lugares. Se trataba de la dirección correcta de la mirada (orthótes), comprendido a lo Kant, a lo Greenberg, es mucho menos la afirmación intransigente de
del reconocimiento del principio (arché), del príncipe que se debe seguir y obedecer. El una opinión, de un juicio o de una doctrina, que la aplicación incauta de condiciones, for-
texto platónico exponía un teatro del gobierno de los hombres, de la inquietud permanente mas y marcos imprevistos. El más liberal, flexible y tolerante respecto de hábitos, juicios
entre lo suelto y lo sujeto, lo audible y lo inaudible, según una invarianza; teatro que estruc- y discursos heterogéneos, suele ser, al mismo tiempo, incauto y desprevenido respec-
turalmente repetía, por precario que fuera, ese otro teatro de la sala de clase. to del marco, la gramática, la sintaxis en que hábitos, juicios y discursos se vierten. El
dogmatismo tiene menos relación con el contenido figurativo de los juicios, doctrinas y
Esta cuestión del gobierno de los hombres, de las reglas para la dirección de los cuer- representaciones, que con la forma pre-judicativa, pre-doctrinaria y pre-discursiva que los
pos7 y la consecuente multiplicación de las artes disciplinarias, no puede ser disociada posibilita y gobierna en silencio, obligándolos a decir y figurar de cierta manera cuando,
del gesto, de la “actitud crítica”, que se expresa en la pregunta indócil “¿cómo no ser se supone, incautamente, se ejercen en libertad. “Se cree con mayor firmeza en lo que
gobernados?”.8 Pregunta constitutiva del principio, del príncipe moderno, del teatro so- menos se advierte”, escribe Montaigne. Es así que los adversarios que chocan tejiendo
berano, cuya ecuación primera puede resumirse en la exigencia de no ser gobernado una red humana de banderas y heráldicas antagónicas, abastecen, sin percatarse, “el
para gobernar, no estar sujeto para constituirse como sujeto. mismo estilo que tiene la tela en la que están pintados”. Una crítica no incauta no se diri-
girá a los pretendientes ni a las usurpaciones, sino al dominio mismo, escribe Deleuze. Un
idioma “se define menos por lo que permite decir que por lo que obliga a decir. En cada
Crítica del marco signo duerme el monstruo del estereotipo”, escribe Barthes, los dualismos, las dicotomías,
las divisiones binarias: masculino/femenino, singular/plural, nombre/verbo, particular/uni-
“Quien ha sido formado universalmente es a nuestro juicio el que propiamente se llama versal. La crítica como repercusión o revolución del lenguaje en el lenguaje, se desmarca
crítico, y lo es no sobre esto o aquello, sino respecto de todas las cosas”. Este sintagma de la crítica como juicio estético o exegético, juicio que se intercala entre la obra y el lector
aristotélico subraya un rasgo sobresaliente en la comprensión tradicional de la crítica. o el espectador, valorando qué y cómo debe leerse, haciendo, a fin de cuentas, inútil la
Según este rasgo, la crítica no prospera entre los que investigan el interior de un campo lectura de la cifra efectivamente escrita. La crítica ha de encaminarse más hacia la su-
específico, subordinándose a los términos últimos de la politecnia del campo. La crítica perficie inmediata, la sonoridad de las palabras, el ritmo, el montaje, la materialidad de la
solo tendría lugar cuando los límites, el marco, la ley del campo, fuera tematizada. instalación. Le importa menos el qué dice, que el cómo suena, adhiriendo a la imagen en
su testificación y singularidad. En esa adhesión, en el hundimiento alegre o melancólico
Si poiesis (producción, creación) quiere decir convencionalmente “dar a luz”, “parir”, “sa- en la imagen, suelen romperse todos los contratos.
car”, exhibir, revelar, la crítica sería un tipo de poiesis que saca a la luz la ley, el marco, el
tímpano del campo. Para Greenberg fue Kant el que llevó a concreción ejemplar ese gesto
crítico, al no proponerse añadir más conocimiento al conocimiento, y proponerse, en cam- Crisis de la distancia crítica
bio, interrogar el marco, las condiciones de posibilidad del conocimiento mismo, en cada
caso”. De modo análogo, dice Greenberg-Danto, la crítica en pintura (y la pintura aquí Si el comportamiento crítico responde al régimen teatral de la distancia; si la distancia ha
opera como epítome del arte) no consistiría en añadir pintura a la pintura (o arte al arte), sido la pasión constitutiva y la condición posibilitante de la crítica, el régimen, la tecnolo-
sino al contrario, en interrogar en pintura cómo es posible la pintura o el arte que de hecho gía hacia la que nos dirigimos ahora, no es ya la teatral de la distancia. “El momento de
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la crítica –escribe Benjamin en 1923– hace mucho que pasó. La crítica, cuestión de justa metonimizada en la fotografía y el cine, la que consumaría la clausura performativa del
distancia, se hallaba en casa en un mundo donde lo importante eran las perspectivas y foso, de la distancia, del aura.
visiones de conjunto, y en el que aún era posible adoptar un punto de vista”. “El foso que
separa a los actores del público como a los vivos de los muertos, ese abismo cuyo silencio Son varios los pasajes de La obra de arte en la era de su reproducitibilidad técnica, en
acrecienta la nobleza en el drama y cuya resonancia aumenta la embriaguez en la ópera, los que la matriz industrial comparece como un modo de producción que en su desplie-
abismo que comporta más-imborrablemente-que-cualquier-otro-elemento de la escena, gue copa la totalidad de la existencia histórica subsumiendo la presencia idealizada, el
las huellas de su origen sacral y sacrílega, ha perdido su función”. aura en que se reúne lo singular único e irrepetible, en la presencia masiva inalejable de
mercancías seriales, satisfaciendo así el “todo a la mano” de las masas, consumando la
presencia idealizada (lejana) del aura burguesa, en la cercanía inalejable de la mercan-
La crítica como fenómeno de masas cía serial. Partiendo por la subjetividad como “sí mismo” (self) pos-producido, montado
con experiencias estereotipadas, “sí mismo” con el que cada cual se encuentra ready-
“El momento de la crítica hace mucho que pasó”, escribe Benjamin, en 1923. Y en to-wear, y que hace suyo porque ya circulaba.
1936 escribe: “la crítica está más presente que nunca como fenómeno de masas”. La
contradicción entre estos enunciados resulta de una ilusión de paralaje. Depende del
modo de producción a partir del cual cada uno de los sintagmas gana su perspectiva, Deleuze y Benjamin como antídotos del nihilismo
exponiéndose también al vértigo del choque entre tales perspectivas, choque que abre
instantes de legibilidad en los que el valor del enunciado queda vacilando fuera y dentro Pero resulta poco político nihilizar, a lo Heidegger, el modo de producción de la reproducti-
de su verosímil, fuera y dentro de su modo de producción, out of joint. bilidad técnica, metonimizado en la fotografía y el cine, convirtiéndolo en un trascendental
fáctico, como meta-técnica efectiva que todo lo carcome y subsume, uniforma y homoge-
El momento de la crítica “que hace mucho ya pasó” sería, entonces, aquel inscrito en el neiza, en un despliegue planetario incontenible y multiforme, presente en todas partes, y
orden teatral, que tenía lugar en una platea con respecto a una escena, en “un exterior en relación al cual toda crítica clama al vacío, integrándose a su multiformidad como una
con respecto a un interior”, momento propio de una “dialéctica de lugares [...] en que, más de sus mercancías. También resulta poco político nihilizar el modo de producción de
o bien la periferia conquistaba el centro (primer destino de la crítica por derrocamiento la reproductibilidad técnica, como un trascendental fáctico, a lo Marx, es decir: como un
y toma del poder); o bien el centro le asignaba un lugar subordinado a la periferia y la proceso de subsunción real de todo valor-uso-trabajo, o todo valor-uso-vida, en valor-uso-
utilizaba por cuenta propia, para su dinámica interna”. de-valor, en valor-uso-de-capital; o bien nihilizarlo en el devenir de la máquina herramienta
compleja (la Jenny), máquina proteica y protética cuya traza planetaria Marx expone en
Que la crítica esté “más presente que nunca como fenómeno de masas” remite a unas El Capital y en los Grundrisse; máquina que subsumiría en su devenir “plus”, a todos los
condiciones en que su posibilidad, ya no se ciñe a la tecnología aurática de la distancia, sectores del trabajo, del saber y la cultura, incluyendo el sector arte, el sector literatura,
la lejanía inaproximable, ni a las categorías ni a las funciones que la interfaz aurático- la poesía, el sector astrología, o las poluciones nocturnas estériles, indiferenciando toda
teatral presupone (distancia, puntos de vista, visiones de conjunto, lugares autónomos, actividad específica, sea física o intelectual, en el trabajo, el tiempo abstracto de capital.
transferencia, dialéctica, organismo); sino a un plano sin distancia, sin foso, y en cuya
interfaz lo que rige es la tactilidad inalejable de la más próxima de las cercanías en que Lejos del vanguardismo contestatario, es conocida la erosión del nihilismo heideggeria-
todo alejamiento hace pliegue, no foso, no distancia. Plano que exige la re-elaboración no o marxiano, que conllevan las nociones deleuzianas de deseo, afirmación, devenir,
de la categoría de crítica, y en general de todas las categorías. movimiento, creación, pensamiento.
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tienen ya lugar, excepto como fetiches y embrujos empíricos de mayor o menor expan- montaje supone, pero sobre todo la co-implicación de los límites de tiempos-materias-
sión, propios de las trazas y derivas contenedoras del cinematógrafo aristotélico con sus memorias que el montaje dispone, debería interrumpir performativamente los contratos
instantáneas del género y la especie, la causa y el efecto, la sustancia y el accidente. que la interfaz del caso garantiza. Contrario a la fascinación, Brecht persigue la desilu-
sión construyendo un espectador vidente que se vea a sí mismo y al teatro que lo pre-
Benjamin se había puesto a resguardo del “nihil” que traía consigo la potencia invasiva condiciona a ver sin ver, a ver ciegamente de una determinada manera. “El espectáculo
de la reproductibilidad técnica en tanto modo de producción totalitario que lo envuelve de esa gente fascinada, que escucha sin oír, que fija la mirada sin ver”, es lo que Brecht
y prefigura todo; desplazando la comprensión de su acontecer desde la lógica del tras- quiere interrumpir a través de una pedagogía del despertar: “Despertar” no significa
cendental fáctico a la lógica del singular relativo que co-existe y choca con otros modos pasar de una condición de durmiente a una condición de vigilia, del letargo del sueño a
de producción y temporalidades en cruce, en un environment de heterocronismos y la rutina cotidiana. Tal cosa equivaldría a pasar de una tecnología, de un tiempo a otro.
policronismos. Interpretar la facticidad de modo materialista, significaba para Benjamin, Despertar consiste en perseverar vacilante en la frontera de ambas, sin enajenarse en
no abordarla nunca bajo las máscaras mortuorias del universal inmanente y la totalidad, ninguna; y sin quedarse, a la vez, fuera de ambas, como en un tercer espacio autónomo.
sino desde la co-existencia de la singularidad monádica. El despertar no se localiza ni en la tecnología del sueño ni en la tecnología de la vigilia, ni
en ese tercer espacio autónomo del primero y del segundo. El despertar persevera en la
zona indecidible, vacilante e infectada, entre el primero, el segundo y el tercero, que no
Patchwork hace síntesis ni suma los anteriores; ni tampoco constituye una mera resta. Zona indeci-
dible, que relanza los términos unos sobre otros desestabilizando su homogeneidad, su
“El paradigma de lo contemporáneo es el collage, tal como fue definido por Max Ernst. identidad, su propiedad; haciendo sitio a la virtualidad de lo singular.
Pero Ernst dijo que el collage es el encuentro de dos realidades distantes en un plano
ajeno a ambas”. Lo que limita al planteamiento de Ernst, es que ya no hay un plano (tras- Como en la Alegoría de la caverna platónica, se trata para Brecht de liberar a los espec-
cendental) en que se encuentran realidades distantes. Ese plano es ahora una esquirla tadores, de soltar las cabezas, de averiar la orthótes, la dirección de la mirada: “destruir la
más que se “encuentra” con otras esquirlas en un plano de multiplicidades, plano que es relación inmediata que se establece en el teatro entre actores y espectadores, adheridos
también una esquirla. Se trataría de un encuentro entre planos sin plano de encuentro, en los unos a los otros como el hipnotizador y los hipnotizados [...] contigüidad abyecta que
la instalación en que no hay simplemente un plano en que se recorten e inscriban realida- reitera en silencio las relaciones reales, tal como sucede en las relaciones inflamadas, en
des distintas. El mosaico, la instalación, la actualidad patchwork –y esta sería la exigencia que la pasividad está a su máximo [...] Brecht hará todo para poner un intervalo entre los
en que hay que considerar las preguntas del coloquio acerca de la posibilidad del arte diferentes elementos que configuran el teatro: intervalo entre el autor y la fábula, entre el
y de la crítica– configura un encuentro de tecnologías, fibras, modos de producción, po- juego y el acontecimiento, entre el actor y el personaje, y sobre todo el intervalo mayor en-
licronismos, alejados entre sí, que están, a su vez, ellos mismos, distantes de sí mismos, tre el actor y el público, entre las mitades del teatro. Esta operación, escribe Blanchot, re-
distantes de la unidad, distantes de la identidad; y que así, dislocadas de sí mismas, fuera cibió de Brecht un nombre en tono argótico: el efecto de extrañeza (verfremdungseffek)”,
de sí, se encuentran, es decir, se distribuyen sin una superficie de encuentro. nombre que se hizo demasiado célebre. En La excepción y la regla escribe Brecht: “De-
bajo de lo cotidiano descubran lo inexplicable. Detrás de la regla consagrada, disciernan
lo absurdo. Desconfíen del menor gesto, aunque fuese simple en apariencia. No acepten
Brecht-Benjamin como tal la costumbre recibida. Vuelquen su necesidad [...] ante los acontecimientos de
cada día nunca digan ¡es natural! [...] a fin de que nada pase por inmutable”. “Cada se-
En El autor como productor Benjamin expone la exigencia que Brecht hace al autor- gundo es una pequeña puerta por la que puede entrar el Mesías”.
actor, al actor-trabajador de no meramente abastecer, con su performance, las tecnolo-
gías, las máquinas de espectacularización, los contratos, las relaciones de producción La tarea del autor, del director, del actor, en cualquier ámbito, consistirá en activar una per-
que hacen posible su circulación de modo fascinante, sin dejar de interrumpir tal fasci- formance que al mismo tiempo de abastecer las tecnologías y contratos que pre-distribu-
nación en la medida de lo posible. Abastecer tales tecnologías, máquinas y contratos, yen y posibilitan su circulación y consumo inercial, interrumpa tales tecnologías y contra-
sin interrumpirlas en la medida de lo posible, representa “un comportamiento inercial in tos a través de ellos mismos, en la medida de lo posible. La performance crítica se define
situ políticamente impugnable”. Más impugnable aún, si los materiales, las viñetas, los estructuralmente por el desobramiento de la fascinación que la inercia de los contratos y
ánimos que equipan tal fascinación, proyectan ser de naturaleza revolucionaria. tecnologías mercantiles ponen en obra. Desobramiento que no funda ni estabiliza nuevos
contratos y tecnologías, nuevas fascinaciones, mercancías u obras. Que no funda otra
En páginas célebres, Poe aspiraba a escribir un poema como mercancía absoluta, calcu- vez el teatro. En tanto desobramiento, la performance crítica lo es sobre todo del teatro.
lando previamente para ello “los contratos de la sensibilidad sobre los cuales ese poema Performance transversal, entonces, que ha de activarse, en cada caso, en cualquier zona
debería actuar a ciencia cierta”, fascinando absolutamente. El embrujo y la fascinación, de actividades de la politecnia en curso. Ver haciendo ver a través de su actividad las
no el despertar, no el distanciamiento, es lo que cualquier mercancía persigue tautoló- distribuciones y gramáticas al desenvolverse en ellas, gestionando un espaciamiento, una
gicamente. Brecht persigue algo parecido pero en dirección diferente. El montaje, la imagen dialéctica, un montaje, un choque de tecnologías, un aura, una singularidad inma-
co-implicación de tiempos-materias-memorias, cortados los unos con los otros que el nente, barroca, no burguesa, que no admite la más mínima espiritualización de lo físico.
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Erosión deleuziana 6. Lo que Benjamin denominó aura como manifestación [...] de una lejanía, constituye una modulación del foso,
una distancia irreductible que posibilita el ritual estético burgués, su intercambio estructural. Para que dicho
intercambio perdure, el foso, la distancia, no puede suprimirse. Esto quiere decir que la mercancía y la obra
“El pensamiento, o lo que Deleuze denomina creación, es inseparable de una ‘crítica’”. Y para
aurática no pueden exhibirse absolutamente sin extenuarse, porque en el proceso de su absoluta exhibición
Deleuze, serían dos las maneras de criticar. Una que recae sobre creencias, conocimientos, desaparecería el espectador, consumido y estetizado en ella, desapareciendo el foso y el teatro, y con ello, la
principios determinados, los cuales se juzgan falsos por contraposición a otros que se juzgan condición misma del intercambio. Quiere decir también que el espectador-consumidor no puede consumir-
verdaderos. Esta manera deja intacto el género conocimiento, el género principio, el género contemplar absolutamente la obra-mercancía, porque terminaría esta subsumida en él (como le ocurrió al pintor
creencia. La otra, en que se critican los géneros mismos, y no ya contenidos empíricos o figu- chino que desapareció contemplativamente en su obra).
7. “Conociendo la fuerza y las acciones del fuego, del agua, del aire, de los astros, de los cielos y de todos los
rativos. La “crítica” comienza ejerciéndose continua, respecto de los géneros sin más.36 Pero
demás cuerpos, que nos rodean, tan distintamente como conocemos los oficios varios de nuestros artesanos,
esto nos retrotrae fatalmente a la comprensión de la crítica como actividad negativa que al podríamos aprovecharlas del mismo modo, en todos los usos a que sean propias, y de esa suerte hacernos como
presuponer el género, como aquello sobre lo que se ejerce, lo niega, lo afirma denegándolo, dueños y poseedores de la naturaleza. Lo cual es muy de desear, no solo por la invención de una infinidad de
reponiéndolo estructuralmente al pretender superarlo, volviéndose resorte de su continuum. artificios que nos permitirían gozar sin ningún trabajo de los frutos de la tierra y de todas las comodidades que
Nos retrotrae a la crítica como “crítica de...”. Lo crítico en Deleuze, no es nunca crítica de...; hay en ella, sino también principalmente por la conservación de la salud, que es, sin duda, el primer bien y el
fundamento de los otros bienes de esta vida, porque el espíritu mismo depende tanto del temperamento y de la
nunca acción ni reación en contra de un estado de cosas, sean relaciones de producción
disposición de los órganos del cuerpo, que, si es posible encontrar algún medio para hacer que los hombres sean
determinadas, o mediaciones generales, sobreentendidos estructurales, modos de com- comúnmente más sabios y más hábiles que han sido hasta aquí, creo que es en la medicina en donde hay que
prensión o de pre-comprensión que habría que desfetichizar. No sanciona la liquidación de buscarlo”. (Descartes, Discurso del método).
un pasado como generación muerta que oprime el cerebro de los vivos. No niega una forma 8. M. Foucault, “¿Qué es la crítica?” [Critica y Aufkläurung], originalmente conferencia pronunciada en la Société
anterior avanzando hacia una nueva forma, según pretensiones fundacionales. No se activa Française de Philosophie el 27 de mayo de 1978.
a partir de; carece de punto de partida. Erosiona por el medio (y por el medio del medio),
sin anterioridad (o presupuesto) y sin posterioridad; sin estabilizar un antes respecto del que
corta, en relación a un después que inaugura. No reacciona ni progresa; no hace duelo ni
triunfa; no niega ni funda. Como el deseo, el pensamiento, la creación, que en Deleuze nunca
son deseo, pensamiento, ni creación “de”, la crítica nunca será “critica de”. Tampoco “sín-
toma” que expresa historias anteriores, necesidades, insuficiencias, saturaciones, excesos.
En cualquiera de esos casos su positividad se bloquea y reduce a negaciones, reacciones,
intenciones, descargas. La crítica crece como devenir menor, como devenir menos negati-
vidad. Crece por la mitad, como los arroyos, erosionando las orillas, los lechos, las fronteras,
divisiones fuertes y cortes significativos, averiando topologías en cascadas virtuales.
La noción de medio (crecer por el medio), pero también de intervalo y entre, miden
su posibilidad con las nociones de origen, principio, fundamento, negatividad; la fun-
ción centro. Deleuze vincula devenir, deseo, crítica, creación, a construcción. La crítica
construye siempre, sin fundar, sin edificar, sin obrar, como devenir o construir menor.
No producción fabril-industrial de mercancías, sino actividad de instalador, montajista,
ensamblador, de patchwork. En este sentido es máquina conjuntiva que desobra los
bordes que engendra.
Notas
1. Cf. J. Starobinski, La relación crítica, Gallimard, París, 1970 y 2001; Nueva Visión, Buenos Aires, 2008.
2. Ibíd.
3. P. Lacoue-Labarthe, “La fábula (literatura y filosofía)” en J. Derrida, Teoría literaria y deconstrucción, Arco
Libros, Madrid, 1990.
4. H.G. Liddell; R. Scotty; H.S. Jones, Greek English Lexicon, Oxford University Press,1976.
5. Como en el descuartizamiento de Damiens, en Vigilar y Castigar, donde este, a ratos, era espectador y platea
de su propio suplicio: “Después de estos atenaceamientos, Damiens que gritaba mucho aunque sin maldecir,
levantaba la cabeza y se miraba [...] a pesar de todos los sufrimientos dichos, levantaba de cuando en cuando la
cabeza y se miraba valientemente” en M. Foucault, Vigilar y castigar citando a A.L. Zevaes, Damiens le régicide.
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08 que marca una emergencia a modo de nudo de complejidades, desde el cual proble-
matizar procesos que tienen relación con las maneras de entender las formaciones del
saber y del poder en relación con el neoliberalismo. Como sugiere el informe, creemos
Captura y vida en el contexto que es a la luz de las transformaciones que se dan en el saber, que podemos ver el reflejo
de reforma universitaria del cambio en las relaciones de poder y de subordinación que se dan en el interior de las
instituciones de producción, transmisión y comercialización del saber. En esta dirección
la entrada de la universidad en el flujo de circulación neoliberal, o mercadización4 (como
Claudio Ibarra Varas la denominan los operadores de la educación superior), es signo del deslizamiento del
influjo del Estado sobre el saber. Por lo tanto se inicia una relación heterónoma, de nuevo
orden, ya no en relación del saber y la universidad con el Estado, sino del saber y la uni-
versidad con los mercados neoliberales. Podemos notar, de acuerdo a las disposiciones
que rigen la educación superior, que existe una tendencia cada vez mayor, como un viaje
sin retorno, del influjo y determinación de los mercados sobre su actuar.
Para situar esta problemática en el debate respecto a la relación de nuevo orden en-
El fin de las escuelas modernas deberá ser precisamente ese: hacer progresar a cada individuo en la
medida en que su naturaleza le permite llegar a ser “corriente”, desarrollar a todos los individuos de tal tre los mercados y las universidades, en un documento del año 2004 emitido por la
modo, que a partir de su cantidad de conocimiento y de saber obtengan la mayor cantidad posible de Asociación Internacional de Universidades (AIU), cuyo título es “Compartiendo la ca-
felicidad y de ganancia. Todo el mundo deberá estar en condiciones de valorarse con precisión a sí mismo lidad de la educación superior entre naciones: una declaración en nombre de las ins-
[…] se necesita de una cultura rápida, que capacite a los individuos deprisa para ganar dinero, y, aun así,
suficientemente fundamentada para que puedan llegar a ser individuos que ganen muchísimo dinero.
tituciones de educación superior a nivel mundial”, podemos identificar, de acuerdo al
documento, que los imperativos para la educación superior son:
Friedrich Nietzsche
En primer lugar, la necesidad de las instituciones de educación superior de inter-
nacionalizar –es decir, de integrar a la enseñanza, la investigación y el servicio a
Hace ya varias décadas que se viene advirtiendo en lo que respecta al saber, un cambio la comunidad una dimensión internacional e intercultural– para poder aumentar
radical que marca una transformación epocal, entendida y comprendida bajo la noción su excelencia académica y la relevancia de su contribución a la sociedad […] La
de posmodernidad. Esta implica una serie de modificaciones respecto a la producción, segunda tendencia es el crecimiento de las actividades mercantiles, estimula-
circulación y comercialización del saber. En efecto, ya al final de la década de los setenta, das por la demanda cada vez mayor de educación superior a nivel mundial, con
Jean François Lyotard daba cuenta de este cambio epocal en el informe que realizó para una disminución cada vez más patente del financiamiento público en muchos
el Conseil des Universités del gobierno de Québec titulado La condición posmoderna. contextos nacionales, la diversificación de los proveedores de educación supe-
Informe sobre el saber. En este informe, Lyotard nos señala como primera cuestión a tener rior y la aparición de nuevos métodos de entrega.5
en cuenta que “el saber cambia de estatuto al mismo tiempo que las sociedades entran en
la edad llamada posindustrial, y las culturas en la edad llamada posmoderna”.1 La transnacionalización puesta en relación con la mercadización es la base de los
procesos de modernización de la educación superior a nivel mundial. Modernización
Para Lyotard, el cambio de estatuto del saber trae consigo una serie de cambios a nivel que dentro de la lógica de la globalización, en relación con los mercados regionales
cultural, lo que afecta al interior de las instituciones, condiciones y modos de producción y locales, demanda de forma acelerada el tránsito del Estado nacional a un Estado
del saber; ahora bien, este tránsito implica una transformación en las relaciones entre el transnacional dominado por mercados que se tornan cada vez mas posnacionales. Una
Estado y los mercados. En palabras del filósofo Willy Thayer nos encontramos ante un cuestión que se consuma globalmente, en el caso que nos interesa, bajo la estrategia
“desplazamiento del Estado como centro-sujeto de la historia nacional, al mercado excén- de privatización de las instituciones de educación superior y la comercialización de
trico posestatal y posnacional”,2 del cual ya somos testigos fieles. Esta condición es la que sus servicios. El efecto de estas disposiciones es propiciar la entrada a ciertas modu-
genera, en la actualidad, un desplazamiento de las relaciones que se tejen en el plano laciones del capitalismo que posa su mirada en el conocimiento. De esta manera, del
compositivo y relacional del saber con el Estado, pues en la relación heterónoma que proceso acelerado de virtualización en que vivimos emerge un capitalismo basado en
mantiene con las formas de producción y circulación del saber, este comienza a aparecer el conocimiento, en donde este ha quedado separado de su soporte material y que por
con más fuerza “como un factor de opacidad y de ruido para una ideología de la ‘transpa- lo tanto transforma al saber mismo en un elemento (re)producible, cambiable, transable
rencia’ comunicacional, la cual va a la par con la comercialización de los saberes”.3 como mero producto de consumo. En este estado de cosas, el sistema de educación
superior, dada su antigua estructura que no se encuentra preparada para los radicales
Treinta años después del informe de Lyotard, este sigue apareciendo como punto de cambios que le acontecen, en el contexto de aceleración del capitalismo, entra en una
partida obligado a la hora de iniciar cualquier análisis respecto del rol del saber en las so- nueva crisis a nivel global. Asistimos desde hace un tiempo a un doble desplazamiento:
ciedades avanzadas. A pesar del tiempo el informe sigue siendo una herramienta válida, por un lado la universidad entra en el proceso de mercadización total; y por otro, el cono-
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cimiento comienza a producirse como quien produce y pone a circular una mercancía. creación de este universo intangible. En este sentido el eje que estructura la educación
En este sentido, ¿cuáles son las implicaciones actuales que tienen estos movimientos en superior es una economía-política-académica basada en la publicidad, el marketing y
el interior de las instituciones de educación superior? ¿Cómo se dan las series de modi- la comunicación.
ficaciones que trae consigo este nuevo régimen capitalista en las relaciones laborales y
educativas en las sociedades avanzadas? Volviendo a la idea a la que aludíamos anteriormente, y que se refiere al capitalismo
basado en el conocimiento, entendido como nuevo estadio del capital, recogemos las
En tiempos en que el trabajo ha pasado a ser fundamentalmente trabajo inmaterial, ha- ideas de Olivier Blondeau, para quien:
ciendo que este vaya tomando cada vez más presencia en los nuevos ciclos de produc-
ción, este proceso trae como consecuencia un cambio en lo que respecta a la producción La información y el conocimiento son la fuente de otras formas de riqueza y se in-
y circulación del saber, lo que afecta directamente a la universidad y su misión.6 Lo que cluyen entre los mayores bienes económicos de nuestra época, podemos enca-
ha acarreado que el trabajo no se reproduzca bajo el paradigma de la disciplina o bajo rar la emergencia de una economía de la abundancia, en la que los conceptos, y
la forma de la explotación (solamente), pues cada vez más vemos cómo estos cambios sobre todo las prácticas, estarán en una profunda ruptura con el funcionamiento
en las relaciones de la producción implican una transformación del ciclo reproducción/ de la economía clásica. De hecho, vivimos ya más o menos bajo este régimen,
consumo. El consumo ya no apunta a que el consumidor se limite a consumir un produc- pero continuamos sirviéndonos de los instrumentos, que resultan ahora inade-
to o un sustrato material entendido como mercancía. La particularidad que produce el cuados, de la economía de la escasez.9
trabajo inmaterial, y las mercancías que se producen a partir de este nuevo ciclo, con-
siste en el hecho de que la mercancía no se destruye en el acto del consumo sino que Todo el régimen de la escasez que ha dominado el paradigma económico de la moder-
se amplía y transforma en el acto de consumir, creando el medio cultural y el universo nidad se vuelca hacia una economía de la abundancia, la cual ha de entenderse, no
multicomponencial del consumidor. No reproduce la capacidad física de la fuerza de como una economía del Potlatch, al modo batailleano,10 sino más bien como una nueva
trabajo, transforma a su utilizador.7 forma de acumulación capitalista que se presenta a partir de la transformación de la
mercancía en un elemento inmortal y perenne. Ahora bien, es preciso tener presente
Las nuevas mercancías son más bien de orden inmaterial y aluden específicamente que el Capitalismo Mundial Integrado (CMI), como modulación del capital, tal como
a la producción de un universo intangible, pues como nos sugiere Idelber Avelar lo plantea Felix Guattari en su texto Capitalismo mundial integrado y la revolución mo-
en su texto Alegorías de la Derrota, la mercancía se vuelve alegórica. El mercado lecular de 1981, se encuentra clausurado en al menos uno de sus aspectos. No tiene
opera bajo la fórmula de la infinita sustitutibilidad: cada información y cada producto movilidad en el plano global, dado que ha dejado de ser un capitalismo colonialista o
perennemente reemplazables, metaforizables por cualquier otro. Pero este producir imperialista que se expande sin más (extensivo). Hoy el capitalismo no se mueve en el
y desechar mercancías provoca la producción y acumulación de residuos, restos, puro espacio geopolítico, ya que todos los lugares ya han sido integrados a su red. Una
ruinas, cadáveres que apuntan al pasado y exigen restitución. La mercancía aban- de las consecuencias principales es que ya no quedan espacios por conquistar: el ca-
donada en su devenir alegoría exhibe en su superficie las marcas de su tiempo de pital ha territorializado la totalidad del globo. Por lo tanto adquiere máxima importancia
producción. Un tiempo que solo se deja leer en la cruda materialidad de los objetos. para la gestión capitalista desarrollar una mirada que profundiza en cada territorio ya
Es como si en la alegoría las singularidades se refirieran demasiado deprisa a las uni- dominado, ya ocupado, al modo de una extensión intensiva. Nos encontramos ante un
versalidades que evocan, en donde el comienzo de esta transformación e indefinición capitalismo que se encuentra obligado a hundirse sobre los procesos de dominación
de los límites hará que: que impone, organiza y administra, debe volcarse sobre aquello que “lo obliga a recom-
ponerse constantemente sobre sí mismo, sobre los mismos espacios, profundizando sus
El tratamiento informático de los bienes y servicios cognitivos se coloque en el modos de control y sujeción de las sociedades humanas”.11
centro de un (nuevo) ciclo virtuoso, capaz de multiplicar su valor, lo cual se debe,
al menos en parte, a que la información transmitida no se deteriora con el uso y Esta recomposición del capitalismo sobre sí mismo es la base de la relación de nuevo
a que es reproducible casi infinitamente. El carácter eventualmente “inmortal” de orden del consumidor con la mercancía, en donde vemos que una nueva positividad
los bienes inmateriales y de los saberes, o sea el hecho de que no se consuman desplaza la mera dimensión negativa destructiva que tenía el consumo. No pensamos
por mucho que se usen, sino que permanezcan inalterados, y su reproductibili- en una relación simplemente productiva, sino que más bien, en una relación donde mer-
dad sea infinita, inclusive el propio hecho de que el uso sea “productivo” (en el cancía y conocimiento, como manifiesta Yann Moulier-Boutang, es aquella que:
sentido de que “aumenta su valor”), hace pensable la proliferación en una escala
inimaginable.8 Desborda la esfera productiva [...], pues define una nueva dinámica de las so-
ciedades salariales. Pone en primer término la parte creativa y no simplemente
Hoy, lo que hacemos cada vez que consumimos un producto no es –valga la contra- reproductiva de la acción social, lo que permite caracterizar el nuevo régimen de
dicción– consumar el consumo, pues el acto propio de la consumición se precisa en el acumulación partiendo de ella, pues es en ella que la sociedad se transforma y
despliegue de la información y la comunicación. En donde las principales estrategias en la que manifiesta su creatividad. El capitalismo se enfrenta a la fuerza cogni-
vienen dadas respecto a nuevas disciplinas de conocimiento técnico en el orden de la tiva colectiva, al trabajo vivo.12
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La problemática abierta por Yann Moulier-Boutang sugiere pensar el conocimiento en el En resumen, lo que tenemos es la subsunción de la producción en el consumo (que no
desplazamiento hacia su dimensión cognitiva, dado que el problema del trabajo vivo es anula en ningún caso su anverso). De hecho, lo que hace un consumidor hoy cuando
lo que permite que el conocimiento sea efecto de la explotación de riquezas capitalistas. consume un producto, en el mismo instante de su consumición, es no solo consumirlo,
En efecto, en la actualidad el conocimiento deja de tener un sentido, ya no es lo impor- sino en cierta manera, también producirlo. En este sentido vale lo mismo decir “consu-
tante en la producción de saber, como producción de sentido ha sido completamente midor” o “productor de consumición”, pues la frontera, el umbral móvil que separa al
desplazada, dado que el conocimiento, el saber, circula como una mercancía más den- productor del consumidor, tiende cada vez a tornarse más difusa. El plan es ir incor-
tro del comercio mundial, “en su forma de mercancía informacional indispensable para porando los deseos de los consumidores bajo la forma de innovaciones. Para realizar
la potencia productiva, el saber ya es, y lo será aún más, un envite mayor, quizá el más dicha operación los productores utilizan técnicas de encuesta y marketing. En efecto
importante en la competición mundial por el poder”.13 esta cuestión se reafirma en el momento mismo de la consumación de la consumición y
de la apertura de nuevos ciclos productivos que se alternan, adaptan, integran, alteran
La mercancía informacional como efecto de una “competición por el poder” anunciada en la medida de los consumidores, cada vez que estos últimos demandan y sugieren
por Lyotard, nos abre al modo de efectuación de la transformación de la educación su- nuevos productos. Con la acción de los consumidores, el capitalismo materializa el
perior en universidad-empresa, entendida como estrategia de poder en relación con la imaginario, los deseos y los gustos del individuo que se transforma, bajo la forma de la
comercialización del saber. Su intercambio será estratégico en el juego de las relaciones mercadotecnia, en productor y consumidor de sus propias fantasías. Para que tenga
de poder, pues: lugar este proceso es necesaria la existencia de un poderoso aparato de comunica-
ción-información que permita recoger las sugerencias del consumidor y materializarlas
En lugar de ser difundidos en virtud de su valor “formativo” o de su importancia incluso en su virtualidad. De esta manera se integran los consumidores al proceso de
política (administrativa, diplomática, militar), puede imaginarse que los conoci- producción de nuevas prestaciones y servicios, y a la vez, como ya hemos subrayado,
mientos sean puestos en circulación según las mismas redes que la moneda, y se transforman en productores de nuevos imaginarios, deseos y gustos. Es la puesta
que la separación pertinente a ellos deje de ser saber/ignorancia para convertirse, a producir de los propios consumidores. Como consecuencia de esto, a lo que nos
como para la moneda en “conocimientos de pago/conocimientos de inversión”, enfrentamos, es a un ciclo que obra bajo la modalidad de un círculo, una vuelta y un
es decir: conocimientos intercambiados en el marco del mantenimiento de la vida retorno, y opera bajo la fórmula I-P-I, que es la de Imaginario-Producto-Imaginario.
cotidiana (reconstitución de la fuerza de trabajo, “supervivencia”) versus créditos
de conocimientos con vistas a optimizar las actuaciones de un programa.14 El ciclo del I-P-I parte desde la subjetivación del consumo que termina como producción
en la subjetividad misma sin necesidad de destruir la mercancía creada, pues la amplía,
Como vemos, incorporando en esta operación una dimensión creativa al modo de trabajo produce y reproduce. De hecho, la torna alegórica en el interior del territorio existencial
vivo, la información entra a formar parte del conocimiento. Tanto el emerger de un dispo- del sujeto consumidor. Con la ayuda de la publicidad y del marketing, el deseo del con-
sitivo auto-organizativo, al modo de Pequeña y Mediana Empresa de uno mismo (PYME), sumidor es recogido, recopilado y expuesto en las vitrinas del conocimiento. La necesi-
como la dimensión comunicativa del trabajo en red se ven realizados en este paradigma. dad y el deseo se vuelven procesos de trabajo en la creación de mercancías. De lo que
Por otra parte la codificación y el tratamiento de la información son sin duda los elemen- se trata es de “aprender a aprender”, un “aprender haciendo”, pero en ningún caso de
tos más importantes en la producción de conocimientos. Se producirá conocimiento en “aprender cómo se hace” o “cómo se deben hacer” las cosas.17 Cuestión que se con-
la medida en que el saber será insertado en un proceso de apropiación y aprendizaje por suma en el eslogan pedagógico del “aprender a aprender” que se ha instalado como
parte de los propios consumidores-creadores o, a la inversa, creadores-consumidores. nuevo régimen de conocimiento-aprendizaje-producto, donde la creación de nuevos
circuitos de conocimiento determina y determinará las nuevas formas organizacionales
Si hacemos un corte que nos transparente el proceso de producción de mercancías de la universidad en su relación con la empresa.
en el ámbito del conocimiento, podemos darnos cuenta de que para que un producto
comience a incubarse, en la transformación de la universidad en empresa,15 debe tener Es a partir del “aprender haciendo” o el “aprender a aprender” que emergen lugares
asegurada su venta. Cuestión que es posible lograr tanto por medio de la comunicación intersticiales que se caracterizan por ser zonas de la emergencia de la relación universi-
y la circulación del conocimiento, como por medio de la capacidad de auto-organizar dad-empresa. Lugares intersticiales que operan bajo la forma de redes que median entre
su circulación a través de encuestas y estadísticas tendentes a la interpretación de los los sectores público y privado, tanto en el ámbito de la formación profesional, donde
deseos productivos del consumidor.16 De este modo, el capitalismo tendrá que encon- se funciona bajo la forma de capacidades gerenciales, como en las instituciones uni-
trar medios de expansión y de crecimiento intensivos: fenómenos de búsqueda que irán versitarias, que operan con el currículum por competencia. De esta forma el vínculo, la
creando una nueva formación de poder que, a su vez re-transforma progresivamente complicidad gubernamental, la alianza empresarial de ambas instituciones, modifica las
las relaciones sociales y el desarrollo de los mercados. Una consecuencia es que cada relaciones laborales de académicos, administrativos y estudiantes, los que bajo nuevas
vez más los mercados tienden a ser artificiales y virtuales, no solo en el ámbito de los formas de gerenciación impulsadas por la acreditación, son la base de la explotación
bienes, sino también de los afectos. Son estas las cuestiones principales de las que del conocimiento técnico avanzado. Nos encontramos entonces en un punto de tránsito,
deberá hacerse cargo la educación como aparato del mercado del conocimiento en la desde un régimen de conocimiento-aprendizaje-producto, que piensa el conocimiento
relación de captura y puesta en circulación del conocimiento. como un bien público, a un régimen que trata al conocimiento como un bien de apro-
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piación privada, que se da en la lógica del mercado como valor de cambio. El valor de una reestructuración cabal de todos los espacios compositivos de las universidades, los
cambio se impone como valor de saber, de acuerdo al valor mismo de las mercancías cuales operan no solo en el interior de ellas, sino también en su extrarradio.
cognitivas, transformadas estas en producto. Al establecerse una nueva serie de relacio-
nes entre la universidad y sus conocimientos bajo una nueva forma de valor, lo que se Es a partir del derrumbamiento de sus muros, que dividían el adentro del afuera uni-
sostiene es aquello que Lyotard augurara 30 años antes: esa relación de los proveedores versitario, que las relaciones inter-universitarias y las estrategias con su afuera se
y de los usuarios del conocimiento con el saber tiende y tenderá cada vez más a revestir presentan cada vez más en función de las capacidades que tiene cada universidad
la forma que los productores y los consumidores de mercancías mantienen con estas para acceder a determinados segmentos del mercado estudiantil. Contando con nue-
últimas, es decir, la forma valor. El saber es y será producido para ser vendido, y es y vos procedimientos en el ámbito de los servicios y conocimientos, este proceso va
será consumido para ser valorado en una nueva producción: en los dos casos, para ser aparejado con la aparición de flujos de recursos que se relacionan con los nuevos pro-
cambiado. Deja de ser en sí mismo su propio fin, pierde su “valor de uso”. El telos de la ductos que las universidades ponen en el mercado. Los dispositivos que encontramos
universidad, su fin, su razón, sus vistas, etc., se ciñen a este valor de cambio, el cual su- para el desarrollo del régimen conocimiento-aprendizaje-producto en la estrategia de
planta al valor de uso que tenía el saber dentro de la modernidad, aun cuando este valor transformación de la universidad, se reflejan nítidamente en la Estrategia de Lisboa
tuviera como consecuencia siempre un valor de cambio. El valor-saber es lo que importa de la Unión Europea para la educación superior. La finalidad de esta estrategia es la
en la medida en que puede ser transformado en mercancía que puede ser expuesta en creación de un Espacio de Educación Superior que adopta las formas de una compe-
las vitrinas académicas. Operación que trae un consiguiente cambio de las vistas, las titividad global, dentro de la intervención neoliberal en la educación, cuya pretensión
pupilas, la mirada, pues en la transformación en vitrina y el conocimiento en mercancía es convertir a la Unión Europea en “la economía basada en el conocimiento más com-
se pone en juego la producción y la comercialización del saber como resultados coexten- petitiva y dinámica del mundo”.19
sivos en la actualidad, pues valor de saber y valor de cambio quedan fusionados en este
movimiento. Por lo tanto, en la axiomática gerencial del conocimiento, que transforma el Paralelamente a la transformación del espacio de educación superior, se están reali-
conocimiento en mercancía, en valor de cambio, este tránsito no suplanta un régimen zando una serie de procesos de modernización que afectan a diversos planos de esta
por otro, sino más bien supone una complementariedad. Nos encontramos ante la su- institución: desde las leyes de financiación estudiantil, que han ido adoptando la forma
perposición operativa de ambos modelos, que entienden por una parte el conocimiento de incentivos en los créditos de educación, a la implementación de nuevas políticas y
como bien de cambio público, y por otra, como bien de uso privado. Insistimos en la legislaciones que cubren las áreas de propiedad intelectual y de derechos de autor, que
complementariedad de los modelos en cuanto que el conocimiento como bien público, a guardan relación con las patentes de inventos y descubrimientos; pasando por la aplica-
pesar de su transformación en bien privado, no es sustituido. En la “libre” circulación del ción de nuevas políticas en el campo de la tecnología informática, la habilitación de aulas
mercado, el conocimiento, como bien público o privado, se ve realizado. virtuales, campus virtuales; interviniendo la publicación por la indexación y la creación de
comunidades académicas; la imposición de procesos de acreditación gerenciados. Por
Lo que interesa a la máquina de subsunción neoliberal es capturar y rentabilizar dicho otro lado, se modernizan las esferas de la administración universitaria que cada vez más
proceso, en el intersticio en que la producción se vuelve un ciclo creación-consumo. Se tienden a la profesionalización y a la corporativización de las decisiones. A medida que
excede la mera apropiación de la información, pues esta última es solo un medio para se implementan bajo la forma de evaluaciones externas, crecen los procesos de rees-
la captura general del conocimiento como bien privado. De hecho, en el capitalismo tructuración de las facultades y de las plantas académicas, con el objetivo claro de llevar
cognitivo, de acuerdo al modelo de análisis propuesto por Moulier-Boutang, los conoci- a una reducción de costos. Uno de los resultados es la precarización del trabajo docente
mientos quedan restringidos a: por medio de la flexibilización de las plantas académicas y los contratos a tiempo par-
cial, verdaderos contratos basura. Otro objetivo de esta serie de intervenciones, dada la
1) aquellos que pueden ser objeto de patente; 2) aquellos que son necesarios irrupción de la gestión neoliberal en el espacio universitario, es hacer que el poder de
para el desarrollo de las tareas y que incluyen determinadas competencias; tomar decisiones de los consejos académicos decrezca al mínimo. De hecho, si algo
3) aquellos que son necesarios para la gestión y la toma estratégica de de- podemos decir de todo esto, es que lo que hacen todas estas estrategias es allanar el
cisiones, o sea que incluyen competencias y habilidades de tipo interactivo y terreno para una mercantilización definitiva del espacio universitario. Un claro ejemplo es
comunicativo.18 la intervención sobre la configuración del currículo universitario, que se ha venido reor-
ganizando de acuerdo a las competencias de captabilidad estudiantil y empleabilidad,
Podemos decir entonces que el capitalismo cognitivo, en tanto régimen que determina, en consonancia con estrategias de marketing. Nos encontramos ante un capitalismo
pero también rompe, cortocircuita y desplaza las relaciones en el interior de las institu- que se sustenta a partir del:
ciones de producción de saber, opera bajo el agenciamiento conocimiento-aprendizaje-
producto, siendo este agenciamiento lo que lleva inevitablemente a las instituciones de Desarrollo de una economía basada en la difusión del saber y en la que la pro-
educación superior a asumir formas de mercado, bajo condiciones acríticas de su ac- ducción de conocimiento pasa a ser la principal apuesta de la valorización del
tual condición. Nos encontramos ante la modificación de aspectos tales como: el trabajo capital. En esta transición, la parte del capital inmaterial e intelectual, definida
académico, las investigaciones, las publicaciones y la docencia misma, así como tam- por la proporción de trabajadores del conocimiento –knowledge workers– y de
bién del aparato administrativo en todos sus niveles. Cuestiones que ponen en marcha las actividades de alta intensidad de saberes –servicios informáticos, I+D, ense-
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ñanza, formación, sanidad, multimedia, software– se afirma en lo sucesivo, como son mucho más que simples programas de intercambio, pues encierran formas que
la variable clave del crecimiento y la competitividad de las naciones.20 anticipan la preparación y la creación de una adaptabilidad desvinculada de cualquier
interdependencia en el estudiante, el cual podrá contar en el futuro con herramientas
Siguiendo a Blondeau, podemos decir que la educación superior en tanto que pro- que le permitan una correcta inmersión en un contexto laboral en constante mutabilidad,
ductora de trabajadores altamente especializados, debe cumplir tareas referidas a la reforzada en la idea de educación continua. Es a partir de la capacidad de movilidad,
implantación y proliferación de actividades de alta intensidad de saberes. De ahí que que la Unión Europea está desarrollando la formación de un mercado estudiantil, el cual
la institución universitaria cobre una importancia decisiva en la implantación del capi- se convierte como un atractivo foco de capitalización, neoliberalización y ampliación
talismo cognitivo, que bajo el impulso de los gobiernos y de los espacios privados de en la cobertura universitaria, bajo la forma del Espacio Europeo de Educación Superior.
producción de los saberes, están acelerando los procesos de transformación de las
instituciones de todo orden. La universidad, como oikia del conocimiento, se ha transfor- Volviendo a Virno, respecto de la movilidad, este la considera como:
mado en la principal muestra de un proceso coextendido de comercialización del saber.
Por otra parte constatamos que el tiempo del trabajo, lejos de disminuir, se ha prolon- La más destacada de las cualidades profesionales. A la espera de un trabajo,
gado incluso a los tiempos que parecían improductivos. El trabajo como dispositivo de se desarrollan esos talentos genéricamente sociales y ese hábito de no adquirir
control y sujeción a partir de la captación general de toda actividad, nos pone de mani- hábitos duraderos, que harán más tarde las veces, una vez encontrado empleo,
fiesto la tendencia cada vez mayor del neoliberalismo a que ninguna actividad humana de auténticos instrumentos de trabajo.23
escape a su control. Reducción, por tanto, del tiempo de trabajo efectivo debido a la
introducción de nuevas tecnologías, como por ejemplo la robotización del proceso de Estas formas de la cotidianidad del vivir, respecto de la movilidad, enmarcadas dentro
producción, y ampliación del mismo tiempo de trabajo a partir de bonos e incentivos de un campo absolutamente desvinculado de toda actividad, se encuentran puestas
a la producción. Ahora bien, es necesario consignar que el tiempo “libre”, tiende cada en red como materia prima para nuevas formas de capitalización; estamos frente a una
vez más a aumentarse y el tiempo de trabajo inmediato tiende a disminuir (Marx). Otros forma de acumulación capitalista, que como bien nos señalaba Marx, no se basa sola-
conceptos de tiempo reemplazan al tiempo de trabajo inmediato, como por ejemplo, mente en la explotación del trabajo industrialmente entendido, pensado como actividad
el que se deja entrever en los conceptos de flexibilidad y movilidad laboral. Es preci- organizada en una línea de mando, sino que el capitalismo se sostiene en la apropiación
samente a esto a lo que se refiere Paolo Virno, en Virtuosismo y revolución, cuando de la vida, en lo vivo. Nos referimos a un biocapitalismo que se apropia del “tiempo
pregunta y responde: libre”, se apropia de la movilidad, se afirma en el autocuidado del cuerpo, en la terapia,
en la creación de nuevos lenguajes que ponen en marcha formas de comunicación
¿Cuáles son los requisitos principales exigidos a los trabajadores dependientes otras, redes sociales que establecen comunidades de individuos atomizados, puestos a
hoy día? Las comprobaciones empíricas coinciden en la respuesta: disposición circular en red, bajo la captación del imaginario de los individuos devueltos como mer-
a la movilidad, capacidad de mantenerse al paso de las reconversiones más cancía. El sueño está puesto bajo vigilancia. La vida es la mercancía, compra y venta de
bruscas, adaptabilidad desvinculada de cualquier interdependencia, ductilidad un producto estandarizado, ya sea diferencial u homogéneamente. De esta manera nos
en el cambio de un conjunto de reglas a otro, predisposición a una interacción encontramos con dispositivos que gestionan, controlan, producen y comercian formas
lingüística tan banalizada como omnilateral, un cierto control de los flujos de infor- de vida, apropiadas de manera individual o en su conjunto. En este estado de hechos
mación, la costumbre de manejarse entre ilimitadas posibilidades alternativas.21 podemos decir que tanto la defensa de los espacios naturales, como la reproducción
biológica, constituyen elementos diferenciales transables dentro del homogéneo plano
Podemos comprobar de acuerdo a estas exigencias que el trabajador hoy día debe del neoliberalismo. Estos elementos vitales son puestos a circular “como quien pone a
generar una capacidad cada vez mayor para asumir desafíos en planos tales como la la venta un paquete de tallarines” (Deleuze).
reconversión, capacidad de adaptabilidad, introducción en terrenos laborables cada
vez más inestables, manejos de lenguajes banales, lo que se refleja en el aumento en Este “poner a trabajar” a la vida por parte de un capital cada vez más globaliza-
el desarrollo de habilidades en el ámbito de la decodificación de la información, etc. do, hecho posible por las lógicas neoliberales, genera inseguridad. Inseguridad
Todas estas capacidades que se constituyen como exigencias al trabajador, correspon- y riesgos de la vida en su globalidad, y ya no del trabajo como ocurría en el
den a las verdaderas competencias y habilidades que persiguen los procesos de refor- fordismo: de la pobreza a las vacas locas, de la exclusión al sida, del problema
ma educativa a nivel global. Estos planos componen las estrategias establecidas para de la vivienda a la “identidad sexual”. Son los fundamentos de la misma vida lo
la educación actual, las cuales son planteadas por ejemplo en el programa “Erasmus que se está rompiendo.24
Mundus” creado en julio de 2001 por el Parlamento Europeo, con la finalidad de estimu-
lar el proceso de convergencia de las estructuras de titulaciones y aumentar el atrac- La relación que establece el capital con la vida misma, cuestión que nos advierte Marx
tivo internacional de la educación superior europea, erigiéndose de este modo, como en los Grundrisse y en el Sexto Inédito, lleva a la apropiación de la vida por medio de la
uno de los pilares fundamentales del llamado Plan Bolonia,22 el cual es a su vez efecto gestión, a través de la puesta en marcha de complejos mecanismos de captura, decodi-
de las reformas introducidas por los Estados miembros del plan en el diagrama de la ficación, autopoiesis, codificación, desterritorialización, información, encuestas, comu-
educación superior. Ahora bien, estas estrategias de la llamada “movilidad estudiantil” nicación, territorialización, etc., de aquello que se produce en lo cotidiano, así la vida es
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por una parte mercancía y por otra saber acumulado. La vida y su plusvalor componen Ahora bien, el miedo que generan las nuevas disposiciones del trabajo, plantea la crea-
la economía de la abundancia, logrando que la cotidianidad cobre el valor, expresado ción de un dispositivo de sujeción permanente al interior de la educación:
como: valor de vida = valor de cambio.
A diferencia de lo que sucede en la parábola hegeliana sobre las relaciones
El desarrollo de la relación entre trabajo, movilidad y flexibilidad, nos arroja a formas de entre amo y esclavo, el miedo no es ya aquello que empuja a la sumisión antes
vida cada vez más precarias, que nos hacen movernos entre la incertidumbre y el miedo del trabajo, sino que es una componente activa de esa inestabilidad estable que
producto de la inestabilidad que genera. Eduardo Galeano en su poema El tiempo glo- distingue todas las articulaciones internas del proceso productivo.27
bal, lo enuncia de la siguiente manera: “Es el tiempo del miedo. Los que trabajan tienen
miedo de perder el trabajo. Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca Lo que activa esta “inestabilidad estable” es la posibilidad de acceso a la educación su-
trabajo”. Virno, respecto de lo mismo nos dice: perior como dispositivo aceptado y deseado, como parte de los dispositivos de control,
cuestión que viene a confirmar este andamio inestable que pretende el capital. Más que
El miedo ante peligros determinados, aunque solo sean virtuales, habita el tiem- imponer disciplinas lo que pretende es el control, recordemos a Deleuze en su Post-
po de trabajo como una tonalidad ineliminable. Pero también este, por otra parte, scriptum sobre las sociedades de control:
se transfigura en requisito operativo o virtud especial de trabajo. De hecho, la
inseguridad respecto del propio puesto frente a innovaciones periódicas, el te- En las sociedades de disciplina siempre se estaba empezando de nuevo (de
mor a perder prerrogativas recién conseguidas, el ansia de “mantenerse al día”, la escuela al cuartel, del cuartel a la fábrica), mientras que en las sociedades
todo esto se traduce en flexibilidad, ductilidad, disposición a la reconversión.25 de control nunca se termina nada: la empresa, la formación, el servicio son los
estados metaestables y coexistentes de una misma modulación, como un defor-
Esta modulación del miedo es la que impulsa y la que opera el capitalismo, el cual hace mador universal.28
uso de él bajo la forma de lo posible o de la inminencia inmanente de un “aún no”, que
se despliega como peligro de perder el empleo, miedo al otro, amenaza de guerra, Podemos entender la educación continua, desplegada a lo largo de la vida, como
invasión de migrantes no deseados, etc., y que en el caso de la educación se plantea formación de la precariedad, y la precariedad como aquello que falta, que obliga, con-
como educación o paro. trola, somete. De esta manera la instalación de la precariedad, es aquel espacio donde
la vida no queda nunca realizada y por el contrario queda siempre capturada, no-lugar
Nos encontramos frente a frente con una economía del miedo, que comenzó desarro- en el que nos movemos en una suerte de tejido inestable, de probabilidades diversas,
llándose bajo la escena del trabajo expandido, entendida como apropiación del “tiempo puestas a la venta en escaparates que nos ofrecen una vida. De esta manera la condi-
libre”, para propagarse luego al tiempo de estudio, así como también hacia la intrincación ción de “no acabado” en el reemplazo de la educación tradicional, por una educación
entre educación superior permanente y trabajo, la cual cobra fuerza en el régimen de permanente que tiende a fines difusos, por medio de la formación continua, es esto
adaptabilidad en que hoy vivimos, en el contexto de reformas educacionales, donde el lo que nos permite leer el actual régimen de inestabilidad (ya sea laboral, emocional,
miedo es el elemento constitutivo para la adquisición de una vida consagrada al aprendi- etc.), lo que nos sitúa en la figura de la precarización leída bajo la figura del miedo.
zaje-trabajo-aprendizaje, al aprender a aprender. Siendo precisamente este círculo virtuo- En esta clave el “currículo para la vida” viene a aportar ciertas dosis paliativas de se-
so del aprendizaje-trabajo-aprendizaje aquello que nos ata; lo que permite en primer lugar guridad en el tejido inestable del trabajo, pero por otro lado potencia y convierte esta
que la educación permanente se instale como requisito que opera el centro de las nuevas inestabilidad estable en miedo, en otra forma de presión, otro círculo vicioso, que se
ofertas de productos y servicios de la educación, bajo la forma de la capacitación laboral impone sobre cada individuo: la relación educación permanente y trabajo, a partir de
legitimada por instituciones de educación; y en segundo lugar, sea aquello que agrega las posibilidades de acceso a la educación abre la hipoteca de la vida por una vida.
el elemento de inseguridad, volviendo a la educación como un dilema decisional entre: Manifiesta, por ejemplo, en la adquisición de créditos de educación superior renova-
“educación superior o paro”, cuestión que se suma a la presión que tiene desde ya la bles constantemente. Podemos señalar que existen nuevos conceptos en la organiza-
conservación del puesto de trabajo, lo que hace que las condiciones laborales sean cada ción y la misión que el capital impone a las universidades, dados principalmente en
vez más precarias, pues las instancias anteriores a la ejecución de un trabajo, ante la ne- su externalización, en su extitucionalización,29 en donde la implicancia del “currículo
cesidad de perfeccionarse y de hacer frente a las innovaciones constantes que se están para la vida” nos sugiere la idea de que la educación ya no es solo un momento de
desarrollando, hacen que la puesta al día respecto a la serie de innovaciones acelere la la vida, sino que se apareja con ella, está ahí presente, inscribiéndose en el papel del
necesidad de plantear una reconversión de los trabajadores constantemente. currículum vitae, como elemento bios-gráfico a la espera de la obtención de un puesto
de trabajo. Aunque debemos reconocer que esta inscripción del currículo permanente,
En la actualidad, el debate acepta cada vez más que la enseñanza permanente es siempre una escritura evanescente, ya no representa una cadena perpetua, sino
dura toda la vida: empieza en la cuna y termina en la tumba, abarca la partici- una fuga permanente de la cual somos siempre cautivos, reactualizados y legitimados
pación democrática, la realización personal/aprendizaje recreativo y el proceso universitariamente como puro capital humano.
de envejecimiento, además de los imperativos económicos y relacionados con el
empleo. La educación a lo largo de toda la vida es una condición sine qua non.26
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Notas 18. Moulier-Boutang citado por Montserrat Galcerán, op.cit. pág. 91.
19. Ibíd, pág. 4.
1. Jean-Françoise Lyotard, La condición postmoderna, traducción Mariano Rato, Cátedra, Madrid (primera 20. Olivier Blondeau et ál., Capitalismo cognitivo. Propiedad intelectual y creación colectiva, Traficantes de
edición 1984), 2006, pág. 13. Sueños, Madrid, 2004, pág. 36.
2. Willy Thayer, La crisis no moderna de la Universidad moderna, Cuarto Propio, Santiago de Chile, 1996, 21. Paolo Virno, Virtuosismo y revolución, la acción política en la época del desencanto, Traficantes de
pág. 76. sueños, Madrid, 2003, pág. 46.
3. Op. cit., Lyotard, 2006, pág. 18. 22. En el cuarto punto de la Carta Magna de la configuración del Espacio Europeo de Bolonia se escribe:
4. “La mercadización de la educación superior ha de entenderse como un desplazamiento que, si bien “Las universidades –y en particular las europeas– ven, tanto en el intercambio recíproco de información y
tiene una dirección general u orientación común, transcurre por diferentes carriles y es siempre tributario de documentación como en la multiplicación de iniciativas científicas comunes, los instrumentos fundamen-
una mezcla de condiciones que provienen de los contextos nacionales, de la historia de los sistemas y las tales para un progreso continuo de los conocimientos”. Es por lo que las universidades, encontrando en
instituciones, de las medidas de política empleadas por los gobiernos y del propio comportamiento estraté- ello sus fuentes, alientan la movilidad de profesores y estudiantes y consideran que una política general
gico de las instituciones una vez que ellas son expuestas a las fuerzas del mercado o sujetas a mecanismos de equivalencia en materia de estatus, títulos, exámenes (aun manteniendo los diplomas nacionales) y de
de cuasi mercado, por ejemplo, para la asignación de los recursos o la evaluación de su efectividad”. José concesión de becas, constituye el instrumento esencial para garantizar el ejercicio de su misión actual.
Joaquín Brunner, Mercados Universitarios, Universidad Diego Portales, Santiago de Chile, 2006, pág. 13. 23. Op. cit., Virng., pág. 47.
5. Asociación Internacional de Universidades (AIU). “Compartiendo la calidad de la educación superior 24. Antonella Corzani; Maurizio Lazzarato, “Le revenu garanti comme processus constituant”, Multitudes,
entre naciones: una declaración en nombre de las instituciones de educación superior a nivel mundial”, núm. 10, 2002, págs. 178-179.
2004, pág. 2. Disponible en: http://www.iesalc.unesco.org.ve/documentosinteres%5Cotros%5CCOMPARTI 25. Virno, op. cit., 2003, pág. 51.
ENDO%20LA%20CALIDAD%20DE%20LA%20EDUCACI%C3%93N.pdf 26. Oficina Internacional del Trabajo (OIT). “La educación permanente en el siglo XXI: nuevas funciones
6. La serie de modificaciones en el interior de la producción, reproducción, circulación, flujos y comerciali- para el personal de educación. Informe para el debate de la reunión paritaria sobre la educación perma-
zación del saber, obliga a las instituciones de educación superior a asumir formas empresariales en cada nente en el siglo XXI: nuevas funciones para el personal de educación”, Ginebra, 1998, pág. 6. Disponible
uno de sus estratos (administración, docencia, investigación, publicación, etc.), lo que implica modificar en: http://www.oit.org/public/spanish/dialogue/sector/techmeet/jmep2000/jmepr1.htm
sus enunciados, además de dislocar su mirada. La misión universitaria es el aspecto imposible de definir 27. Virno, op. cit., 2003, pág. 51.
bajo parámetros modernos, categoriales –como proponía Kant en el Conflicto de las Facultades–, ya que 28. Gilles Delleuze, “Post-scriptum sobre las sociedades de control”, Conversaciones, traducción José Luis
su misión, su razón, sus vistas (Derrida), se definen hoy por los intereses de los mercados, con lo cual la Pardo, Pre-Textos, Valencia, 1999, pág. 281.
universidad pierde esta propiedad que detentaba sobre la creación de sus propios intereses, reconvertida 29. La extitucionalidad universitaria se entiende como desborde y relevo de la moderna institucionalidad
hoy en empresa productora de mercancías, que se exponen en las vitrinas del neoliberalismo como fetiche; universitaria en su despliegue hacia diversos lugares y prácticas. Esto es producto de la serie de agencia-
pierde con ello la capacidad de autodeterminación, además de la dimensión autopoiética de la construc- mientos que realiza, apareciendo en todas partes, atópicamente, como terminal de poder, como ojo del
ción de un saber autónomo, puesto que la doctrina que antes imponía a la sociedad, hoy en todos sus poder, como sistema panóptico. Al quedar la universidad expuesta en la lógica del mercado, se expande la
niveles le es impuesta desde su afuera, que la atraviesa y disuelve. La universidad queda descentrada, vigilancia profesional que ejercen sus egresados –que en el paradigma de la educación permanente nunca
dislocada, atravesada en la mirada que aplica sobre ella el mercado. egresan– sobre el espacio específico al cual se enfoca su mirada, de ahí que la práctica profesional para el
7. Maurizio Lazzarato, “El ciclo de la producción inmaterial” Derive Approdi, núm. 4, s/p. Disponible en: desarrollo del capitalismo sea también una práctica de supervisión. Tenemos por tanto una institución que
http://www.sindominio.net/contrapoder/article.php3?id_article=13 se sale de sus márgenes, que desborda por sobreabundancia de objetos a los cuales legitima y captura.
8. Montserrat Galcerán, “Reflexiones sobre la reforma de la universidad en el capitalismo cognitivo”, Nóma- Bajo la forma de extitución, queda esta determinada por su éxtasis, por quedar fuera de sí, destituida en
das, núm. 27, Universidad Central de Colombia, octubre 2007, pág. 88. la proliferación hacia otros sectores orbitantes en los que se desarrolla la difusión y producción del cono-
9. Olivier Blondeau et ál., Capitalismo cognitivo. Propiedad intelectual y creación colectiva, Traficantes de cimiento (centros de investigación para-universitarios que responden a las demandas de los mercados).
Sueños, Madrid, 2004, pág. 36. A modo de ejemplo la transformación de institución a extitución pone de relevancia la incapacidad para
10. Para abordar la noción de Potlatch ver George Bataille, La parte maldita. decidir sobre aquello que debe investigar, lo que debe enseñar, lo que debe publicar, ya que esta imposi-
11. Felix Guattari, Cartografías del deseo, traducción Francisco Zegers, Ed. Francisco Zegers, Santiago de ción le viene dada desde fuera. Aunque la serie de reformas, como el Plan Bolonia por ejemplo, hace que
Chile, 1989, pág. 41. se re-afirme como elemento primordial para el desarrollo del capitalismo basado en el conocimiento, el que
12. Yann Moulier-Boutang, “Riqueza, propiedad, libertad y renta en el capitalismo cognitivo”, Multitudes, opera su desborde extitucional total(itario).
núm. 5, pág. 56.
13. Op. cit., Lyotard, 2006, pág. 17.
14. Ibíd, pág. 19.
15. La transformación de la universidad en universidad-empresa, en su modificación espacial, se da a
partir de la proliferación de parques científicos y tecnológicos, los que impulsados por la administración
empresarial en su fusión con la gestión universitaria, alojan a centenares de empresas, creando la indistin-
ción entre campus universitario y empresa. Estas nuevas alianzas representan verdaderas incubadoras de
estudiantes/trabajadores en un proceso de formación continua, centradas específicamente en la obtención
de patentes que puedan ser vendidas como bienes principalmente inmateriales al modo de la University of
St. John’s Park de Cambridge.
16. La transparencia de la producción en todos sus niveles, como espacio resultante de una mezcla de
comercio, teatro, museo y fábrica, ha instalado en la universidad el modelo de la transparentación posmo-
derna, cuestión que ha permitido la anticipación del consumo por medio de la exposición del proceso de
producción. De esta manera, bajo este modelo las mercancías salen a la venta mucho antes de ser puestas
en el mercado, pues el proceso de fabricación es ya el mercado mismo.
17. Cf. Montserrat Galcerán, “Reflexiones sobre la reforma de la universidad en el capitalismo cognitivo”,
Nómadas, núm. 27, Universidad Central de Colombia, octubre 2007, pág. 88.
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09 segmentan y recortan la posibilidad de libre tránsito por el espacio y la ciudad. Por otra
parte el caso de las prisiones, cuya exteriorización traspasa los límites de los muros con
toda la maquinaria de seguimiento, acompañamiento y redes de “reinserción”, en donde
Intersticios lo que se captura finalmente es la vida mediante el proceso de in-corporación de esta
exterioridad en los cuerpos y las existencias, es decir, la exteriorización de la institución
en el espacio social extracarcelario tiene como objetivo la interiorización de los disposi-
Esteban Zamora tivos intracarcelarios de control en el espacio de la vida.
2
La constante segregativa de nuestra cultura capitula voces, cuerpos y discursos. Ello
evidencia que la experiencia corporal en occidente acarrea una relación nueva con
la crueldad institucional y con el dolor infligido: en el aire viciado de las fábricas y la
academia, en la asfixia de las prisiones y los hospitales. En estos espacio-tiempos nos
adentramos en los suplicios insospechados de la modernidad, en donde la letra entra
por la sangre y la sangre entra por la letra.
Ante la Ley hay un guardián. Un campesino se presenta frente a este guardián y solicita que le permita entrar
en la Ley. Pero el guardián contesta que por ahora no puede dejarlo entrar. El hombre reflexiona y pregunta
si más tarde lo dejarán entrar. La modernidad al constituirse a partir de la separación sujeto-objeto (espectador-espec-
táculo), sienta las bases para diseccionar lo normal de lo anormal y el poder de delimitar
–Es posible –dice el portero–, pero no ahora. lo irregular, lo desviado, lo ilícito y lo criminal. Aquí se abre un primer umbral de lo que
queda emplazado y desplazado de los contornos del pensamiento moderno. Todo lo
La puerta que da a la Ley está abierta, como de costumbre; pero el guardián se hace a un lado, el hombre se
inclina para espiar. El guardián lo ve, se ríe y le dice: que se considera extraño recibe, en virtud de esta conciencia, el estatuto de la exclusión
cuando se trata de juzgar y de la inclusión cuando se trata de explicar. Se abre aquí el
–Si tanto es tu deseo, haz la prueba de entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda que soy poderoso. conjunto de dicotomías fundamentales que en nuestra cultura se distribuyen a ambos
Y solo el último de los guardianes. Entre salón y salón también hay guardianes, cada uno más poderoso
lados de ese límite divisorio, zona umbral de las conformidades y las desviaciones que
que el otro. Ya el tercer guardián es tan terrible que no puedo soportar su aspecto.
encuentra así una justificación y la apariencia de un fundamento.
Parábola de Franz Kafka en Ante la Ley.
Deleuze, en su texto dedicado a Foucault, nos señala: “El adentro como operación del
afuera: a lo largo de toda su obra, Foucault parece estar obsesionado por ese tema de
1 un adentro que solo sería el pliegue del afuera, como si el navío fuese un pliegue del mar,
Lo que nos sugiere esta parábola es que el campesino, aunque no traspase el umbral a propósito del loco abandonado en su nave en el renacimiento, Foucault decía ‘se lo ha
físico de la ley –comprendida esta como alegoría de la institución de encierro–, está puesto en el interior del exterior’”2 e inversamente… prisionero en medio del más libre, del
atravesado por el umbral simbólico de la misma, y por lo tanto, nos advierte que la or- más abierto de los caminos, sólidamente encadenado a la infinita encrucijada. El loco es el
denación contemporánea ha roto la barrera entre el adentro y el afuera, entre el interior pasajero por excelencia, es decir, el prisionero de la travesía. Es en este sentido que el ser
y el exterior. Por lo tanto para pensar la ubicación y el rol de las actuales instituciones, del pensamiento es ese loco y la empresa de la modernidad es encerrar el afuera, “es decir
debemos transitar de un análisis topográfico a uno topológico;1 este es un pasaje com- constituirlo en la interioridad de espera o de excepción”, como nos recuerda Blanchot.
plejo y pasa por descifrar la frase de Blanchot, “el adentro es el afuera”, como en la cinta
de Moebius. En este caso, el intento es desvelar cómo operan las instituciones totales 3
en la territorialización de la vida. “Que la literatura moderna nace con Baudelaire, Heine y Flaubert como consecuencia de
la masacre de Estado de junio de 1848, es una tesis defendida y defendible. Las modernas
Nos serviremos de dos instancias para ahondar en esta problematización: el surgimiento formas literarias, spleen, ambivalencia, fetichismo de la forma e indiferencia mórbida, na-
de la ciudad moderna y el campo de concentración, las cuales nos otorgarán posiblemen- cen de la sangre de los insurgentes parisinos y contra el silencio que rodea la matanza”.3
te una de las claves para pensar el umbral entre la vida y la muerte, lo humano y lo animal.
El arte y la política moderna se fundan en un espacio de excepción; la ciudad y el campo
A propósito, dos ejemplos: por una parte la extensión de la frontera, esta ya no es solo de concentración son, respectivamente, sus espacios paradigmáticos, y ambos se fundan
una línea divisoria sino que se ha exteriorizado y comienza más allá de los límites de en la paradoja del límite. El fenómeno del capitalismo es constitutivo de la ciudad moderna,
sus respectivos países. Es el caso de la composición de la Europa Fortaleza, que es tal como el del fascismo lo es al campo de concentración. En cuanto maquinarias de domi-
parte de la frontera simbólica que el norte traza contra el sur. A la vez, la frontera se ha nación, ambos innovaron en la producción de espacios en donde la separación entre inte-
interiorizado en los controles internos que se transforman en verdaderos checkpoint que rior y exterior no tiene lugar. Así como en los pasajes de la ciudad moderna se suspende la
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diferencia entre exterior e interior, en el pliegue entre el adentro y el afuera que acontece en ciudadanos y meras vidas, entre la vida y la muerte. La institución emerge siempre
el campo de concentración, se torna indiscernible el adentro del afuera: “quien entraba en una tierra de nadie, interregno que delimita arbitrariamente quiénes son personas y
en el campo se movía en una zona de indistinción entre interior y exterior, excepción y quiénes no. En este sentido cabe recordar que el concepto de persona se remonta a la
regla, lícito e ilícito en la cual toda protección jurídica se minimizaba”.4 “máscara” teatral de la Grecia antigua y lo que está en juego hoy en la construcción de la
zona umbral entre la vida y la muerte, lo humano y lo animal, es el estatuto de persona en
Así como el transeúnte, el “ciudadano de a pie” se mueve en la experiencia del shock de su dimensión y acepción estrictamente jurídica. Surgen así dos tipos de máscaras: una
la ciudad, el paria, la no-persona, se mueve en el despojo del campo de concentración, intocable y otra sacrificable, es decir, una vida que merece vivir y otra vida consagrada
allí está la correlación entre el arte mnemónico y la biopolítica: el primero se caracte- a la muerte: “crece el concepto de asimetría antropológica y se forman dos conceptos
riza por un duelo entre el acontecimiento y la memoria, la segunda se caracteriza por operativos de humanidad, una intocable y una sacrificable, directa consecuencia de un
el duelo entre lo lícito y lo ilícito; en el umbral entre ambos, lo que está en juego como doble dispositivo de regulación social, que se traduce en una ‘militarización de la vida
existencia estética y política, es la propia vida biológica. social y socialización de la vida militar’”.7 En esta doble escisión es que las instituciones
totales se instalan efectivamente como escenario de un teatro de la crueldad.
Cuando hacemos alusión a la experiencia del shock en la ciudad hoy día nos referimos,
por ejemplo, al 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, al 11 de marzo de 2004 en 5
Madrid, al 7 de julio de 2005 en Londres. Pero el shock es también la tanqueta pasando Que la cima de la sociedad de control sea la sociedad del espectáculo, se visualiza en
sobre el cuerpo de Carlo Giuliani en julio de 2001 en Genova, es París sitiado por las el ejemplo que veremos a continuación, en donde no solo el lenguaje sino también la
Banlieues, es Grecia ardiendo después del asesinato del joven Alexandros. realidad, está subsumida en un efecto de descomposición en el que no sabemos qué
es lo real y qué es lo aparente, qué es lo real y qué es lo virtual.
Si tomamos la ciudad y el campo de concentración como modelos de la indistinción
o indiferenciación entre el adentro y el afuera comprenderemos mejor que hoy día Esta relación entre ciudad y campo de concentración o la ciudad como elemento inte-
la dominación y la resistencia se juegan en esos intersticios, en ese limen en donde grado e integrante del universo concentracionario, es lo que se manifiesta con la guerra
“el adentro es el afuera”. Esa zona intramuros, donde las relaciones de inclusión y posmoderna en la cual nos instalamos en el umbral entre campo de batalla y sociedad
exclusión ya no son simples, no son oposiciones binarias, sino que se dan como civil, que responde a una indiferencia mayor aún entre realidad y simulacro, que se
relaciones complejas, disyuntivas, entrecruzadas, yuxtapuestas. Por ejemplo, en la pone de manifiesto en el concepto táctico utilizado en la prevención del enemigo interno
ciudad posmoderna la mayor marginalidad no es periférica, sino que se encuentra en llamado “Teatro de operaciones”.
sus centros; de la gramática de este tipo de operaciones, se desprenden las actuales
formas de autoprotección de las instituciones: incluir excluyendo (gentrificación), de- Esto lo podemos vislumbrar en el peculiar ejercicio de red imaginaria que es el mundo
fenderse atacando y proteger matando (guerra preventiva); esto es lo que se denomi- inventado por los militares en Estados Unidos. En su propio territorio dan lugar a Pine-
na “paradigma de la inmunidad”, cuya estructura paradojal se ilustra en el hecho de land, el país ficticio en donde los marines luchan contra enemigos internos simulados,
que los mismos aviones que lanzan las bombas a la sociedad civil son los que luego y que provocó el asesinato por parte de un sheriff real de un militar real, pero que
lanzan la comida en su cruzada de ayuda animalitaria. hacía el papel de delincuente ficticio. Apenas tres semanas después del incidente del
sheriff que disparó contra los soldados-delincuentes, el presidente, George Bush visitó
4 el lugar, como parte de su campaña por lograr que el Congreso aprobase un enorme
La emergencia de este estado de excepción permanente5 sirve para explicar la lógica presupuesto de 379 millones de dólares para la lucha contra el terrorismo.
institucional más allá del derecho constitucional y penitenciario, desde donde supues-
tamente procede, y se entiende mucho mejor en su nexo constitutivo con el campo de La caravana presidencial transitaba por una tranquila carretera flanqueada de árboles
concentración, como su topos, su lugar umbrálico. El campo de concentración es el en la que un cartel pintoresco anunciaba: “Welcome to Pineland”, Bush se topó ense-
espacio que se abre cuando el estado de excepción comienza a devenir la regla, lo cual guida con dos autobuses escolares incendiados y entró en una improvisada ciudad
nos señala que el estado de excepción tiene su despliegue en el campo de concentra- invadida por manifestantes amenazadores que rodeaban un tanque destruido y se mo-
ción como su lugar originario, que se construye en el límite entre “lo dentro y fuera de la faban del presidente. Trepado en lo alto de un gran bloque de cemento –marcado con
ley”, constituyéndose de este modo en espacio político paradigmático de la contempo- un letrero que indicaba que era la embajada de Estados Unidos–, Bush observó los
raneidad: “En verdad el estado de excepción, no es ni interior ni exterior al ordenamiento acontecimientos protegido por un casquete de beisbolista, anteojos protectores y ore-
jurídico y el problema de su definición, se refiere propiamente a un umbral o una zona de jeras amortiguadoras. Varios comandos descendieron por unas cuerdas desde un heli-
indiferencia, en que dentro y fuera no se excluyen sino que se indeterminan”.6 cóptero, seis paracaidistas saltaron con precisión desde una altura de dos mil metros,
llegaron varios rangers, algunos en moto y otros en vehículos “todo terreno”, mientras
Las instituciones totales materializan dicho estado de excepción, ya que ellas nos abren desde otro helicóptero era ametrallada una multitud que agitaba palos contra Bush y
esa zona umbral de indiferenciación e indistinción que nos permite pensar los actuales gritaba: “Go home! Go home!”; en las inmediaciones, fuertes explosiones levantaban
modos de relación entre democracia y autoritarismo, entre lo jurídico y lo político, entre nubes de polvo; grupos de fuerzas especiales asaltaban, cuarto por cuarto, un edificio
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adyacente lanzando metralla y explosivos contra los revoltosos que allí se escondían.
Después de quince minutos el presidente Bush avisó por radio al comandante que la
batalla había terminado. El campo de Pineland estaba lleno de cuerpos y escombros.
“Fue emocionante –declaró Bush–; creo que están bien entrenados. Me alegro de que
estén de nuestro lado”. Más se habría emocionado el presidente si se hubiese enterado
de que un valeroso sheriff estaba vigilando el camino que separaba el mundo “real” del
mundo “ficticio” desde su patrulla. Tampoco sospechó que el espectáculo que acababa
de ver lo presentaba a él mismo como el simulacro de un presidente actuando en un
escenario donde se mezclan lo auténtico y lo imitado, lo real y lo imaginario.
Notas
1. La topografía (de topos, “lugar”, y grafos, “descripción”) es la ciencia que estudia el conjunto de prin-
cipios y procedimientos que tienen por objeto la representación gráfica de la superficie de la tierra. Esta
representación tiene lugar sobre superficies planas, limitándose a pequeñas extensiones de terreno. Un
mapa topográfico es una representación, generalmente parcial, del relieve de la superficie terrestre a una
escala definida. Los mapas topográficos representan amplias áreas del territorio: una zona provincial,
una región, un país, o el mundo. La topología es el estudio de aquellas propiedades de los cuerpos que
permanecen inalteradas por transformaciones continuas. La topología se interesa por conceptos como
“proximidad”, “número de agujeros”, el tipo de “consistencia” (o textura) que presenta un objeto, comparar
objetos y clasificar, entre otros múltiples atributos donde destacan conectividad, compacidad, metricidad,
etcétera. Un espacio topológico es una estructura que permite la definición formal de conceptos como
convergencia, conectividad y continuidad.
2. Gilles Deleuze, Foucault, Paidós, Barcelona, 1986.
3. La Insurrección que Viene, Comité invisible, París, 2007.
4. Giorgio Agamben, Homo Sacer, el Poder Soberano y la Nuda Vida, Pre-Textos, Valencia, 1998.
5. Que se manifiesta en la guerra social de baja intensidad y el Estado policial de alta intensidad, el au-
mento de la seguridad privada, los centros de internamiento para extranjeros (CIE), los centros cerrados de
menores, la reforma y endurecimiento del Código Penal como estrategia global, la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, la Ley del Menor, la Ley de Extranjería, etc.; la subordinación de todos los ámbitos de la vida o,
mejor, de todas las capacidades y pasiones humanas, a la cadena del mercado; el vacío existencial que
esto provoca y el retorno de las ciencias “psi” como elemento integrador en la expansión de un poder tera-
péutico cuyo soporte material es la industria farmacológica, que administra el miedo, el riesgo, el peligro,
a través de los media e instala el paradigma de la seguridad a través de las normativas cívicas o de “tole-
rancia cero”, pero sobre todo en la guerra global contra el terrorismo que legitima las zonas de detección
de los aeropuertos y las zonas de detección de migrantes “ilegales”, tierras de nadie situadas también en
las interfases fronterizas como Tijuana, y que abre la condición de Palestina como lugar emblemático de
esta estructuración. Los extrarradios de los muros fronterizos entre Ceuta y Melilla, donde anualmente unos
50.000 africanos intentan saltar las vallas hacia Europa; Guantánamo y el centenar de bases militares y
prisiones clandestinas norteamericanas expandidas por el planeta.
6. Giorgio Agamben, Estado de excepción, Pre-Textos, Valencia, 2000.
7. Alessandro Dal Lago, Conflitti globali, núm. 1, Génova, 2005.
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10 saberes. Sobre la base de estos indicios, liberando la fantasía, ellos dibujan esce-
narios que luego nos encadenan al cine, para nuestro disfrute masoquista y para los
copiosos provechos de los productores de películas. Han abatido muchas veces los
La guerra de los filósofos* rascacielos de Los Ángeles y Nueva York; han propagado el virus Ébola en el Midwest;
han soltado terroristas balcánicos y árabes que diseminan bombas en nuestras ciuda-
des; y cómo no, han enviado la fuerza aérea norteamericana a bombardear dictadores
Alessandro Dal Lago de Oriente Medio.
Por otro lado, los artistas tampoco bromean. En la portada de un libro de arquitectura
futurista en Nueva York, publicado antes del 11S, se ven dos rascacielos gemelos de-
rrumbados, aplastados.
De todas formas impresiona que en EE.UU. se hayan realizado tan pocas películas sobre
las guerras y las intervenciones militares llevadas a cabo en los últimos años (desde la
Guerra del Golfo de 1991 en adelante). Está la mediocre excepción de Black Hawk Down
Las cosas me van todavía bien, aunque la batalla del 30 de octubre, en la que he participado, me ha
de Ridley Scott y poco más. Casi como si la realidad que tenemos bajo nuestras narices
casi ensordecido con el estruendo de sus veinticuatro baterías de cañones. A pesar de esto [...] sigo
en la idea de que la tercera antinomia kantiana es más importante que toda esta guerra mundial y fuese incapaz de mantener el ritmo de la imaginación.3
que la guerra se relaciona con la filosofía como la sensibilidad con la razón. No creo para nada que
los acontecimientos de este mundo corpóreo estén en condición de tocar, ni mínimamente, nuestras Pero, después del 11S de 2001, el gobierno norteamericano debe de haber entendido
componentes trascendentales, y no me lo creería ni siquiera si un fragmento de granada francés se
que también la fantasía estaba en las últimas. De ahí el inmediato reclutamiento de guio-
clavara en mi cuerpo empírico.
nistas cinematográficos, empleados no como agentes de la propaganda (la televisión y
¡Viva la filosofía trascendental!1 la prensa ya cumplen dignamente con este objetivo), sino para configurar escenarios
estratégicos.
A partir de la segunda posguerra, la ciencia ficción ha imaginado invasiones de mar- A juzgar por los eslóganes como Enduring Freedom o Global War on Terror, es probable
cianos e insectos gigantes, metrópolis que se derrumbaban, cataclismos que trans- que, a partir del 11S, la política de guerra permanente a la que G. W. Bush ha arrastrado a
formaban el mundo en un desierto, o en un pantano, guerras atómicas y crónicas la gran mayoría de la humanidad, tenga varias deudas con la fantasía de estos hombres
pos-atómicas.2 de Hollywood.
En fechas más recientes, en pleno auge de la informática y de la globalización, el movi- Un claro ejemplo de imaginación cinematográfica que se adelanta a la realidad estraté-
miento cyberpunk ha narrado algo aún más siniestro y que nos afecta directamente: el gica viene de la película Sexo y poder de Levinson, en la que un brillante consejero de
dominio de la realidad virtual sobre la material. Jugamos con el ordenador y nos encon- la Casa Blanca inventa una guerra contra Albania para distraer la atención de la opinión
tramos de golpe en un mundo paralelo en el que se traman complots contra la humani- pública del escándalo sexual en el que está implicado el presidente de EE.UU.
dad. Descubrimos por ejemplo que las corporations están manipulando científicamente
las mentes para vender, a escala global, los productos alimenticios genéticamente altera- Lo que sigue es un diálogo (de la película) entre el consejero y una funcionaria del De-
dos. O que terribles terroristas se han infiltrado en la Red de redes y su objetivo es hacer partamento de Estado encargada de convencer a la población norteamericana de que es
explotar el mundo. O que generales felones cultivan virus a escondidas de la población justo declarar la guerra a Albania.
civil para obtener armas letales.
Funcionaria: ¿Albania?
Es un imaginario tan difuso del que se ha apropiado también la literatura no de género, Consejero: Ya.
como por ejemplo el libro de Don De Lillo, Rumore blanco, en el que un indefinido “evento F: ¿Por qué?
tóxico aéreo” irrumpe establemente sobre la vida de la middle class norteamericana. C: ¿Por qué no? ¿Qué sabes de los albaneses?
F: Nada.
Siendo realistas, hay que admitir que todo esto, si bien ligeramente diferente, ha acon- C: Esto es. Es un pueblo huidizo, es decir, no es transparente. ¿Qué sabe usted
tecido y está aconteciendo, de manera parecida a lo que la ciencia ficción había pro- de Albania y de los albaneses? ¿Quién se fía de los albaneses?
nosticado. Esto no quiere decir que los escritores o los guionistas de películas apoca- F: He entendido. Pero, ¿qué daño nos han hecho los albaneses?
lípticas sean más inteligentes. Simplemente, recogen indicios a los que nosotros no C: Pero tampoco nos han hecho nunca algo bueno. Esta es la razón por la que
damos mucha importancia, porque estamos supeditados a los anteojos de nuestros hay que calentar los reactores de los B3.
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Pocas horas después del ataque a las Torres Gemelas, algún consejero de G.W. Bush En la caverna
debe de haber pensado en Sexo y poder. “¿Por qué no acusamos a Sadam de tramar la
destrucción de EE.UU. y le declaramos una buena guerra?”. Resumiendo, se puede decir que a partir del 11S la guerra ha entrado en una dimensión
literalmente metafísica, esto es, capaz de trascender la realidad empírica. De manera
Entre las imágenes inolvidables del inicio del tercer milenio está sin duda la del desordenada se podría aludir al Imaginario que gana sobre lo Real, a la Verdad que no
Secretario de Estado Colin Powell que exhibe frente al Consejo de Seguridad de la encuentra su morada en el mundo, al Poder global que naufraga en los desiertos, a la
ONU, con una mirada de conmiseración frente a la incredulidad de los otros miem- Justicia cada vez más ciega, a lo Religioso que irrumpe, al conflicto de la Civilización, al
bros, las “pruebas” de las armas iraquíes de destrucción masiva y de la colusión de Espíritu del mundo que se ha mudado a Washington, y cómo no a la Alteridad, al Mal...
Sadam con Osama bin Laden. Estamos en febrero de 2003, pocos días antes del Todos son topoi que cualquier estudiante de filosofía puede reconocer. Topoi que desde
ataque anglo-norteamericano en Iraq. Poco tiempo después se ha sabido que las siempre han llevado a los filósofos a reflexionar, especialmente cuando sus civilizaciones
pruebas eran el resultado de una “fabricación” pueril en la que habían trabajado con- se encontraban en el ocaso.
juntamente la CIA, los famosos servicios secretos ingleses (que emplean para ello un
paper de un doctorando en relaciones internacionales) y los muy poco prestigiosos Las grandes obras filosóficas-políticas de los griegos se escribieron cuando la idea de
servicios secretos italianos, que difundieron la famosa trola del uranio comprado polis estaba atravesada por una crisis sin solución. ¿Se puede pensar la República
por Sadam Hussein en Níger.4 Pero lo importante es que mientras la mayoría de los platónica, con su planteamiento más bien extravagante de los filósofos-reyes, sin tener
habitantes del planeta no creía las razones invocadas por Bush y Powell para invadir en cuenta las dificultades en las que se debatían Atenas y Esparta después de sus
Iraq, los medios de comunicación norteamericanos y del resto del mundo (cuya fuer- interminables conflictos? Y pasando a Aristóteles, ¿cuál es el contexto de la Política
za es infinitamente más contundente que la de millones de escépticos y pacifistas) y de la Constitución de los Atenienses, si no la conquista del poder en toda la Grecia
se lo creyeron: al menos hasta que la estrategia de Bush en Iraq no se reveló como de los macedonios, los reyes semi-bárbaros que estuvieron a un paso de acabar con
un clamoroso fracaso. Wag the dog, título original de la película que he citado antes, las innumerables contiendas de las pequeñas poleis? Y también me viene a la me-
es una expresión coloquial que significa algo como “Haz que el perro mueva la cola”. moria San Agustín, que escribe su descripción visionaria del Reino celeste, La ciudad
Es indiscutible que la gran mayoría de la opinión pública internacional (prensa, tv, de Dios, cuando el imperio terrenal de Roma sucumbe al asalto de gentes que llegan
etc.) movió su cola frente a Bush, Cheney, Rumsfeld, Blair (para no hablar de sus de las regiones más extremas del mundo. Los filósofos encontraban su razón de ser
epígonos Berlusconi, Aznar, etc.). dando cuenta de estos tiempos tumultuosos. Y si bien casi siempre se han sometido a
los poderes emergentes, o se han alejado del mundo, porque lo consideraban indigno
Dicho de otra manera, la realidad virtual (o si preferimos, imaginaria, fantástica o de ellos, perseguían en todo caso la idea de que de la observación del cosmos y de la
inventada) ha devorado la realidad efectiva. A fin de cuentas, sin creer en la historia valoración de los hechos históricos se debía extraer una esencia teórica: la armonía o
de las armas de destrucción masiva de Sadam, muchos están convencidos de que las proporciones en el caso de la naturaleza, el significado de los conflictos humanos, y
la justificación principal de la guerra en Iraq ha sido la creación de una democracia. cómo no, la verdad de sí mismos.
Existe todo un mundo de sabios (filósofos, juristas, expertos en ciencias políticas,
etc.), capaces incluso de definirse (o están convencido de serlo) como progresistas Hoy se buscan los lúmenes de todo aquello que he denominado el triunfo del imaginario
o pacifistas, que han publicado libros y artículos que van en la misma dirección. Tal militar, pero es bien difícil encontrarlos en el discurso filosófico. Más que un desinterés ge-
como pasó en 1991, cuando se armó la coalición contra Sadam, y en 1999, durante neral por la temática de la guerra –que, como mostraré más adelante, es propio de la tra-
la guerra aérea contra Serbia, existe un intervencionismo militar de estilo liberal que dición filosófica– se advierte una especie de estupefacción atónita, que poco tiene que ver
podría hacer propio el eslogan: “Hay que bombardearlos para enseñarles la demo- con la maravilla, el thaumazein del que, según el Platón del Teeteto, emergería la filosofía.
cracia”.5 Si se generalizara este método de exportación de la democracia, Occidente
debería declarar la guerra a las dos terceras partes del mundo (inclusive a algunos Se puede describir esta afasia filosófica ante la guerra con otro ejemplo cinematográfi-
Estados que han participado en distintas ocasiones en las guerras contra Sadam). co. En la película 11 de septiembre 2001, dirigida entre varios autores, hay un episodio
Pero el punto principal es otro. A muchos pensadores se les ha escapado que propo- genial, filmado por Sean Penn. En un apartamento permanentemente en penumbra de
ner la guerra para obtener la democracia (y por ende la paz, el fin del terrorismo, etc.) Manhattan habita un anciano jubilado que da sentido a la vida que le queda mediante pe-
es una solución filosófica no demasiado brillante. ¿Quién es el que establece cuándo queños gestos melancólicos: afeitarse, hacer la compra, estirar sobre la cama el vestido
la democracia es madura y por lo mismo es necesario que se deje de disparar? Nueve de su difunta esposa, vigilar si las flores secas de su balcón se reaniman. Una mañana,
años después del inicio de la guerra en Afganistán, y a siete de la invasión de Iraq, esta sombra que enreda su vida baja hasta la pared y desaparece. Las dos torres se es-
estos dos países supuestamente “democratizados” están todavía en guerra, hay aten- tán derrumbando y el anciano, todo feliz, contempla las flores que renacen, bendecidas
tados a diario y los EE.UU. mantienen casi doscientos mil soldados desplegados en el por una nueva luz. Pensándolo bien, el cortometraje de Sean Penn es la manifestación
campo de batalla, por no hablar de un número probablemente superior de contractors, invertida del mito de la caverna platónica, que en realidad describe perfectamente la
los mercenarios contemporáneos. situación de la filosofía contemporánea. En vez de mirar lo que está pasando fuera, se
dedica al cultivo de sus flores y de su huerta.6
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En realidad estamos frente a una estupefacción que sabe a repliegue y no a curiosidad. He contado esta anécdota para recordar que han existido, ya desde aquellos tiempos
Como si los filósofos hubiesen respondido a una intimación que proviene de ellos mismos lejanos, filósofos que dicen la verdad frente al poder. Por lo tanto, ¿por qué no hacerlo
más que del mundo: Silete philosophi in munere alieno!, “¡Callad, oh filósofos, sobre lo también hoy? Hoy que además no existen grandes riesgos, por lo menos en el Occidente
que sucede fuera de vosotros!”. Las crónicas revelan que la filosofía está muy de moda democrático. Solo faltaría que el comandante en jefe del Imperio o sus procónsules eu-
entre los jóvenes y que los festivales de filosofía obtienen mucho éxito, si bien las refor- ropeos se preocuparan de los filósofos. En todo caso, el riesgo de los filósofos es otro: la
mas universitarias, pragmáticamente orientadas a lo útil y no a lo verdadero, le dan cada costumbre, el taken for garanted, la pasividad cognitiva. Si es verdad que la historia no se
vez menos espacio. Pero en los programas o en los trípticos de estas manifestaciones ha acabado, y que nos reserva sorpresas casi cotidianas, ¿por qué no empezar a criticar
filosóficas no encuentro más que un escaso interés hacia temas como el conflicto y la los cimientos del mundo en el que vivimos? ¿Estamos seguros de que las categorías con
guerra. Es verdad que de vez en cuando un filósofo reflexiona sobre la deriva de nuestro las que estamos operando –Democracia, Economía global, Capitalismo, Imperio– están
mundo, como Derrida (2003), que ha analizado las premisas teóricas de la “guerra con- realmente fundamentadas sobre alguna necesidad, o destino manifiesto? ¿O al contrario,
tra el eje del mal”, Sloterdijk (2004) o Zizek (2004). Me parece que la filosofía es aún y son los nombres que asignamos a las contingencias, a una dirección histórica que está
en gran medida reacia a discutir en profundidad las cuestiones políticas y las militares. pero podría no estar, a una divulgación arbitraria y por esto reversible del cepo humano?
Políticas, obviamente, quiere decir relativas a la polis, esto es, a nuestra condición de ciu- Es difícil tener certezas en este asunto. Pero queda claro que para madurar una reflexión
dadanos de nuestro tiempo, o súbditos o átomos sociales o habitantes del mundo o viejos sobre estos cimientos no podemos apelarnos a los que –pensadores de la corte, conse-
jubilados, como queráis. Está claro que no espero respuestas de la erudición filosófica o jeros del príncipe, funcionarios imperiales y escribas de distintos tipos– no podrían vivir
de la historia de las ideas, pero sí de la filosofía. Porque si no, ¿de qué se ocupan los fi- sin creer en estas categorías. Entonces, ¿quién más que los filósofos puede mostrar qué
lósofos, los que teorizan, los que extraen de la contemplación algún sistema conceptual? es transitorio, no necesario, ni digno de alternativas, de estas categorías? En definitiva,
¿quién más que ellos, tiene las herramientas para establecer si otro mundo es posible?
Antes de ofrecer algunas indicaciones sobre lo que los filósofos podrían pensar, y sobre
las dificultades en las que inevitablemente incurrirían, propongo un excursus. En la gran
mayoría de los casos, la historia de la filosofía no abandona los leones. El filósofo ama Filósofos en guerra
el poder, real o imaginario que sea. O de alguna manera lo acepta, porque de algo tiene
que vivir.7 Quitando Zenón de Elea o Sócrates, o excepciones luminosas como Spinoza (y He empezado por la guerra como triunfo de la imaginación militar y por esto mismo de
Marx, que vivió siempre en la pobreza y bajo el control de todas las policías europeas), la un tipo de pensamiento productivo. En este sentido, entre los problemas a los que me
corriente dominante entre los pensadores, desde Atenas hasta Friburgo, no se ha opuesto gustaría que los filósofos se enfrentaran, hay uno que me parece más urgente discutir:
gran cosa al poder, sobre todo a la tiranía. Y quiero citar un caso menor. Callistene de ¿realmente la filosofía ha pensado la guerra? Digo “pensado” y no solo producido ensa-
Olinto (probablemente nieto de Aristóteles y de alguna manera uno de sus recomendados) yos sobre la guerra (aunque en verdad tampoco existe una inmensa bibliografía).11 Yo
acompañó a Alejandro en calidad de histórico oficial de la campaña bélica asiática (en creo que la respuesta es no. Precisamente porque parto del hecho de que la tradición filo-
sus notas de viaje se fundamentan los relatos de Arriano y Curzio Rufo). Callistene fue sófica se ha pensado a sí misma –sus orígenes y su propio desarrollo– sin problematizar
testigo de la involución de Alejandro, que identificándose con la figura del Rey de Reyes, el ambiente histórico social en el que operaba y en el que la guerra siempre ha tenido un
comenzó a pretender homenajes que los rudos macedonios consideraban indignos de papel esencial. Es decir, sin tomar demasiada distancia de esta o sin verla.
hombres libres. Entre ellos, la proscinesis o genuflexión. No parece que los generales del
estado mayor macedonio –los futuros diádocos que tras la muerte de Alejandro lucharán Adelanto la hipótesis de que la filosofía no ha dejado de lado la guerra por pereza o
por la sucesión y se repartirán el imperio– manifestaran mucha oposición. Pero sí que se miopía, sino más bien porque la guerra es una experiencia constitutiva del contexto en el
opusieron los miembros más jóvenes del ejército, y Callistene los apoyó. Parece que él que nace la filosofía occidental. Tan constitutiva que el acto mismo de desvelar su función
mismo se encargó de contestar vigorosamente la pretensión de deificación avanzada por habría significado algo parecido a un eterno auto-análisis, con consecuentes y reiteradas
Alejandro y –con escaso sentido de la proporción– contrapuso sus conquistas teoréticas a depresiones e incapacidad de trabajo.
las pretensiones militares del rey. Es un hecho que a la primera oportunidad (una conjura),
el rey lo condenó a muerte.8 Aristóteles había profetizado que la libertad de palabra le De esta manera, los filósofos exhiben dos actitudes complementarias hacia la guerra, distin-
costaría cara a su protegido: “De rápido destino serás, oh hijo, por las cosas que dices”.9 tas, pero igualmente dogmáticas. La primera es el entusiasmo nacionalista, del que la filoso-
fía alemana, y no solo,12 ha ofrecido amplias pruebas entre 1914 y 1918.13 Más que de patrio-
A fin de cuentas, si comparamos la ocurrencia de Callistene con la prudencia que Carl tismo en su sentido más estricto (del que muy pocos intelectuales europeos de rango se han
Schmitt recomienda cuando se trabaja para los tiranos (non possum scribere in eum qui librado), en este belicismo teorético entra en juego la facilidad con la que algunos filósofos
potest proscrivere, “no puedo escribir en contra de quien me puede proscribir”), con el ven en los personajes de su tiempo, no importa si generales o héroes, la encarnación de sus
secreto con el que, según Leo Strauss, la filosofía se debería proteger del poder o con la categorías filosóficas, que de esta manera logran unas condiciones de concreción plástica.
diferencia heideggeriana de la Führertum, el bizarro filósofo solo puede resultarnos sim- ¿Será solo una casualidad que Hegel se entusiasmara por un personaje tan poco idealizable
pático.10 He aquí un pensador minúsculo (Diógenes Laercio apenas lo menciona), pero como Napoleón14 y que hoy (es más que sabido que las tragedias siempre retornan en forma
un hombre independiente y sin pelos en la lengua. de farsa) sedicentes hegelianos se hayan entusiasmado por George W. Bush?15
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La segunda actitud es un verdadero aparentar, o más aún, una clase de distracción que soldado de ventura y gran conocedor de temas de guerra, a la que dedicó tratados
hace que la guerra no entre nunca en el horizonte del pensamiento. específicos.22
Es destacable lo ausente que está la memoria del primer conflicto mundial en aquel mo- Pero aun depurada de la actitud encomiástica de sus discípulos más conocidos, la ima-
mento extraordinario de la filosofía (sobre todo alemana) en el que maduraron la fenome- gen de Sócrates soldado nos lleva a un hecho estructural de la cultura griega. Se tiene
nología y una obra capital como Ser y tiempo de Heidegger (que fue concebida y escrita la condición de ciudadano solo si se es capaz de llevar armas. Y se es soldado solo si
en la primera posguerra). En esta obra maestra de teorética, una de las constelaciones se es titular de derechos políticos. Esto es lo más notorio, como se afirma en la célebre
conceptuales determinantes gira alrededor de la “muerte” (“finitud”, Sein zum Tode o definición weberiana de la polis como comunidad de guerreros.23
“ser-para-la-muerte”, etc.) sin que se examine mínimamente el problema de la muerte en
masa, en un momento en el que Alemania estaba afectada por los lutos y las consecuen- Como una herma, la imagen del hombre griego (obviamente hablo del hombre libre y pro-
cias sociales y económicas de la guerra.16 pietario) se desdobla en dos perfiles: el ciudadano que delibera sobre la cosa pública y el
guerrero que tiene su sitio en la falange hoplítica.24 Si eres ciudadano eres un soldado: el
Un ejemplo probablemente caricaturesco pero no menos revelador de este supremo des- soldado no debe olvidar que es un ciudadano, esto es, un miembro de una comunidad
interés viene justamente de Hellmuth Falkenfeld, el joven filósofo citado en el epígrafe, de que legisla y pretende ser obedecida. En la cultura político-militar de los griegos no hay
tendencias fenomenológicas, voluntario del ejército alemán y héroe de guerra.17 espacio para el heroísmo individual (hablo de la grecidad madura y no de la homérica).
El espartano que buscó y obtuvo la muerte en batalla porque, sin culpa alguna, había
Debido probablemente a las fuertes oscilaciones de la filosofía entre patriotismo y pers- sobrevivido a la muerte de Leónidas y de sus Trescientos, no tuvo el encomio de Esparta:
pectivas lunares, en el siglo XX nos encontramos con un número limitado de análisis y esto porque tenía que anteponer los intereses de la ciudad a su sentir.25 Se recordará el
filosóficos (realmente dignos de su nombre) sobre la guerra contemporánea. Más allá epitafio que Simónides dictó para los caídos de las Termópilas: “Oh, extranjero, anuncia
de los apologistas de la guerra, destacan pocos autores capaces de reflexionar sobre el a los lacedemonios que aquí yacemos todavía obedientes a sus órdenes”.26
problema histórico y ontológico de la guerra: Alain y, entre los más cercanos a nuestros
tiempos, Günther Anders y Jan Patočka.18 Son numerosos los ejemplos en este sentido. Honrando a sus caídos, la ciudad se honra
a sí misma, como Pericles en la famosa oración fúnebre para los primeros muertos de la
Parece entonces estar fuera de discusión que, en la gran mayoría de sus autores, la filo- guerra del Peloponeso.27 He aquí cómo la apología de Sócrates, en Platón y Jenofonte,
sofía ha ignorado la guerra. Y por lo mismo me parece obvio cuestionar el problema de la va más allá de la admiración por el filósofo. Como si ellos dijeran a la democracia ate-
naturaleza o de la constitución del discurso filosófico. niense que le ha condenado a muerte: “Veis, él no era extraño a la ciudad, ha combatido
por Atenas porque era su ciudadano a pleno título (Jenofonte) y, por lo tanto, ha aceptado
Empiezo a ilustrar el problema utilizando una referencia clásica. Abrimos el Simposio pla- la condena que la ciudad le ha injustamente infligido (Platón)”. Aun ocasional, el reco-
tónico y nos topamos con el pasaje en el que Alcibíades elogia a Sócrates por la firmeza nocimiento del ciudadano Sócrates como combatiente es totalmente coherente con la
demostrada en la batalla perdida por los atenienses.19 Las palabras de Alcibíades des- inmanencia de la guerra en la cultura griega. Esto vale para la lírica y obviamente para
criben a un Sócrates en su mesurada retirada, mientras protege con su escudo al amigo la filosofía. Hay pocos pasajes platónicos en los que se describan escenas de batalla,
Lachete. Podemos ver al maduro maestro (que tiene casi cincuenta años), acorazado pero la guerra siempre es el trasfondo natural del pensamiento político de Platón. Cuando
por su armadura de hoplita, mientras asesta miradas tan amenazantes y persuasivas que Sócrates, en la República, sugiere leyes y convenciones para limitar los conflictos entre
ningún enemigo tiene la osadía de atacarle (“Erguido y lanzando miradas de través”, dice los griegos (con los bárbaros, cómo no, es otra cuestión), y prohíbe los saqueos y las
Platón).20 Sócrates presta servicio en la infantería pesada por su rango de ciudadano, devastaciones de las cosechas, la masacre de los ciudadanos de género masculino y la
titular de plenos derechos políticos aunque de modesto patrimonio. Pero hay más. Como venta de las mujeres y de los niños, piensa evidentemente en el declive causado por las
resulta evidente en una parte conspicua de las Memorables de Jenofonte, Sócrates es guerras fratricidas entre las poleis, y en particular entre las polis del Peloponeso.28
también un experto en temas militares. No solo ofrece sugerencias de buen sentido, diría-
mos filosóficas, sobre la organización del ejército y sobre las cualidades indispensables a Por un lado el pólemos, entendido como lucha sin limitaciones contra los bárbaros. Por
los estrategas. Además da prueba de saber tanto de crianza de caballos de guerra como el otro la stasis, es decir, el conflicto interno a cada ciudad y entre ciudades griegas, que
de táctica: propone que Atenas se provea de infantería ligera, más móvil y flexible que la debería tener unas limitaciones.29 En Las Leyes, Platón juzga con el término stasis la más
hoplítica. Esto es un filósofo que, como se esfuerza en demostrar Jenofonte, es ciudada- “dura” entre las guerras, no tanto por ser necesariamente la más sangrienta, sino por la
no con todo derecho: un experto guerrero.21 fuerza que tiene en la disgregación de los lazos sociales. En realidad, su punto de vista
oscila entre considerar stasis cualquier conflicto entre griegos (República) y aplicar este
Los intentos apologistas de Platón y Jenofonte son evidentes. Además de ser discí- concepto solo a la guerra civil en cada ciudad (Leyes). La oscilación se debe probablemen-
pulos de Sócrates, ambos son, en diferente medida, filo-espartanos y por lo tanto no te a la diferente formulación de las dos obras. En Las Leyes se toma en cuenta el desorden
sorprende que, directamente o no, exalten en el filósofo malquerido por la democracia y la confusión30 en los que viven las ciudades griegas, eternamente en lucha unas con otras
su lado de combatiente. Añado que Jenofonte, diversamente de Platón, era un tipo de (cabe destacar que la guerra civil siempre está conectada a la guerra con otras ciudades).31
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En La República, hay un intento de superar esta fase patológica e imaginar algo parecido a un legado implícito de la filosofía de los orígenes. Como si polis y guerra se implicasen de
una regulación del conflicto entre los griegos. Pero regulación no significa eliminación. Sea manera constituyente. Me atrevo a decir que es precisamente el carácter constituyente
como sea, Platón asume que el conflicto entre ciudades está destinado a la eternidad.32 de la guerra lo que ha debido causar un cierto empacho en la filosofía. Sorprende que
los filósofos griegos –gente capaz de indagar y enseñar el arte, la política, la metafísica,
Combatir es la condición normal del verdadero ciudadano griego porque la guerra, póle- la ética, la lógica, la geometría, la estética, la biología, y más– no hayan dejado tratados
mos o stasis, es el centro de su mundo, sobre el que todo gira.33 Pero Platón va más allá. sobre estrategia (lo que sabemos del arte de la guerra en Grecia es herencia de histo-
Precisamente porque la guerra es connatural a la existencia misma de la polis, además riadores o de especialistas como Jenofonte y algunos de los menores como un Eneas el
de una incumbencia necesaria, es una actividad honorable. Como se dice en el Protágo- Táctico, un Asclepiodoto de Alejandría, un Polieno, un Onosandro, pero no por filósofos
ras (359e) ir a la guerra es “bello” (kalon, en el sentido de “noble”) y por lo tanto también stricto sensu).38 Por otro lado hay que prestar atención al hecho de que según Platón en
es algo bueno. El Político, el arte de la guerra es complejo y “terrible”, inferior solo a la “ciencia política”,
de la que depende estrictamente.
En La Política, Aristóteles revela que las dos actividades principales de los hombres libres
son la política y la guerra.34 Dos historiadores contemporáneos advierten que un ciudada- Es posible entonces formular dos hipótesis complementarias para explicar la reticencia
no griego dedicaba la mitad de su vida a los quehaceres militares.35 No se entendería la de los filósofos griegos en materia de guerra y arte militar. Se puede pensar por un lado
democracia griega si no se recordara que el “ciudadano” era en primer lugar un “militan- que los filósofos, hasta que fueron ciudadanos de pleno título, fueron tan naturalmente
te”, es decir, en definitiva, un mílite, un soldado. ¿Es posible entonces pensar una ciudad guerreros que no percibieron la necesidad de hablar de una actividad tan familiar como
en la que sus ciudadanos no sean soldados? la respiración o la alimentación. Y por otro lado también se puede pensar en que, en una
fase posterior (cuando la gran política fue secuestrada a los griegos por los macedonios
La cuestión tiene una importancia filosófica, además de histórico-política. La filosofía occi- y los romanos), los pensadores, privados de una ciudadanía real, hayan decidido sim-
dental nace en el contexto único de la polis, y por lo tanto en un ambiente de ciudadanos- plemente dejarlo pasar. Lo que para ellos durante un tiempo, en el cinturón de la polis,
guerreros. Preocupado por exaltar el mito y la tragedia entre los griegos, en su panfleto fue natural e implícito, devino superfluo cuando las ciudades se redujeron al rango de
contra Sócrates (que define como el hombre teorético), Nietzsche minimiza el hecho de que burgos imperiales en los que como mucho estaba permitido cultivar el estudio. Comienza
si por un lado la enseñanza socrática era probablemente anti-religiosa y anti-musical, no hay así aquel desinterés por la guerra que a mi parecer acompaña constantemente la filo-
duda alguna de que no era pacifista. Y esto porque se situaba de manera natural en la polis sofía occidental, con algunas aisladas erupciones de belicismo patriótico. No se habla
(a Nietzsche no le interesaba gran cosa la polis, con todos sus problemas “banales” como de la guerra sino para rechazarla o aceptarla ambiguamente: así es en el pensamiento
la democracia, la isonomía, o igualdad frente a la ley, la eunomía o buen gobierno, etc.).36 cristiano, heredero del espíritu clásico (Minois). Discutirán sobre la guerra, más adelante,
humanistas (Erasmo), teóricos políticos imbuidos de patriotismo comunal (Maquiavelo),
Por otro lado, el utopista Platón no soporta la demagogia, pero a la vez está interesado juristas, generales dotados de talante filosófico (Clausewitz, que es autor del único verda-
en la constitución de una sociedad estable. Asimismo quiere acabar de una vez por todas dero tratado occidental de filosofía y teoría de la guerra) y, de manera ocasional, filósofos,
con la turbulenta democracia al estilo ateniense, pero no considera que hay que poner en pero solo de rebote y casi siempre para legitimarla (es cierto que existe la excepción de
cuestión la guerra, que para él es el fundamento de la ciudad. Por esta razón su modelo Kant, sobre la que volveré más adelante). Como si la guerra fuera una prerrogativa natu-
es una especie de Esparta teorética, algo parecido a una sociedad armada guiada por los ral del ser humano y por lo tanto una necesidad que es evidente de por sí e interesa solo
filósofos (aquí, en las pretensiones de los filósofos de comandar, nacen los malentendi- cuando se transfigura en el “Genio” capaz de dominarla (Federico II, Napoleón, dos seres
dos con Dionisio I el Viejo y con Dionisio II el Joven, tiranos de Siracusa). muy queridos por los filósofos alemanes).
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de la libertad está en la punta de la espada o en el cañón del fusil. Estoy hablando de los Melos que, como saben los dioses, los hombres tienen que esforzarse para entender que
cañonazos de Valmy que entusiasmaron a Goethe, de Napoleón después de la batalla de en el planeta Tierra solo está vigente la ley de la fuerza.41 Y nos reencontramos con la
Jena tan admirado por Hegel, de los voluntarios alemanes de la Primera Guerra Mundial Atenas del ocaso, donde emergieron los sofistas y los escépticos.
que conservaban los libros de Nietzsche en sus mochilas y de sus hijos en el frente orien-
tal, durante la Segunda, que leían Ser y Tiempo. Una libertad que podríamos interpretar Detengámonos en las afinidades: hoy como ayer hay finalmente paz entre las democra-
como “libertad de ser ciudadanos (de Occidente) por ser capaces de hacer la guerra”.39 cias occidentales y está garantizada por un gran Tutor armado al otro lado del océano, el
nuevo Filipo o Alejandro. Y en el exterior están los bárbaros, perseguidos en sus santua-
En otras palabras, como ya proclamaba Tirteo en el siglo VII a.C., la posibilidad de obte- rios y combatidos hasta su exterminio. ¿Será solo por casualidad que los dos casos de
ner la ciudadanía está en el combatir por la patria, matar o dejar que te maten. De otro guerra permanente más recientes, Iraq y Afganistán, se combaten exactamente en los
modo el destino será el miserable destierro, la infame condición de desarraigado. mismos lugares donde Alejandro cazaba a Darío y a sus últimos defensores persas, de
Babilonia hasta Bactriana, esto es, de Bagdad hasta las montañas de Tora Bora?
Es algo que todavía hoy tiene su valor manifiesto en los Estados Unidos, la más bélica
entre las poleis occidentales contemporáneas. ¿Quiénes son los combatientes de parte Existe una guerra de civilizaciones, la guerra justa, la única admisible, y existen los re-
norteamericana y occidental que combaten en Iraq y/o en Afganistán? Ciudadanos de henes prisioneros, devueltos o asesinados. Existe todo el ajuar de visiones, heroísmos,
pleno título, reservistas y guardias nacionales, o gente privada de ciudadanía que aspira vileza, estupidez, masacre, saqueos y ejercicios teóricos que desde siempre acompañan
a tenerla, a merecerla en el campo de batalla. La presencia de pretendientes ciudadanos la guerra. Resumiendo, tengo la fuerte sensación de que, más allá de las transformacio-
entre los marines norteamericanos, ¿no recuerda de cerca lo que acontecía en las ciu- nes incomparables y de las diferencias de la historia, de las geografías y de las épocas,
dades griegas en los momentos difíciles, cuando de manera excepcional se prometía la esté resurgiendo obstinadamente algo así como una estructura mental. Llamaré “espada
ciudadanía a los esclavos, los metecos y los ilotas que participaban en la lucha contra un constituyente” a esta estructura.
enemigo externo?
Nosotros, los modernos, nos hemos aficionado a la idea de que las constituciones nacen
Si creemos que existe lo que llamamos el inconsciente, esta parte de nosotros que nos de algún tipo de contrato o pacto entre poder y súbditos. El poder a veces nace de los
determina pero que conocemos solo al precio de problemáticas introspecciones, ¿por ciudadanos y a ellos retorna (es la excepción luminosa de la democracia directa) y a ve-
qué no admitir que en nuestra cultura, y por ende en la filosofía, existe algo así como un ces son los ciudadanos los que lo delegan a una entidad superior que lo administra en su
inconsciente “militar”? Un inconsciente que no está relacionado con un grumo arcaico nombre o en su interés. Por excelente que sea como expediente teórico-político, el pacto
sino más bien con algo incógnito, oculto a la luz del sol, que siempre nos ha acompañado fundacional tiende a ocultar sus orígenes bélicos. Diferentes, abismalmente diferentes en
en el camino del conocimiento (si es que realmente quisiéramos detectarlo). sus consecuencias, ambas variantes tienen en común lo de surgir de la posibilidad de
matar. Este poder, que en origen poseían solo los héroes y los reyes semi-legendarios,
La destructividad de la guerra, toscamente estimada sobre el número de los caídos, au- los soberanos históricos y los tiranos reales, se extiende paulatinamente a los habitantes
menta de manera paralela al desarrollo de la racionalidad, sigue sus andanzas exponen- de la ciudad por ser capaces de vestir la coraza y llevar la lanza y la espada.
ciales. Hasta tal punto que las víctimas de las guerras del siglo XX superan con creces el
producto de casi todas las guerras anteriores. El próspero debate griego sobre la democracia gira esencialmente en torno al grado de
poder de los que tienen el derecho de llevar la espada. Se elige entre dejar el poder a
De todas formas es difícil pensar que la guerra moderna sea consecuencia de la repre- uno solo (tirano), a un grupo (oligarquía) o de repartirlo entre un número más amplio de
sión de los instintos, como pensaba Freud. Todo lo contrario. La guerra es el desencade- portadores de espadas (democracia). Queda aludido que el uso de la espada, tal como
namiento de la inteligencia, esto es, del pensamiento organizado, productivo, articulado, desea Platón, está restringido para los conflictos que se generan entre ciudadanos, pero
lo que se concibe como un problem solving universal y que algunos han llamado metafísi- se puede ejercer libremente sobre los esclavos (como muestra el asesinato ritual de los
ca realizada.40 Y volviendo al problema de lo político, este es el tipo de pensamiento que ilotas en Esparta) y de manera aún más relevante en el exterior de la ciudad.
es propio de una sociedad democrática global en la que todos pueden, más bien deben,
emprender, producir, vender y, de acuerdo a la posición específica ocupada, comprar o En su ingeniosa idealización de la democracia directa griega,42 Hannah Arendt no se
ser comprados, saquear o ser saqueados, dominar o ser dominados. Hoy y más que ayer, detiene en el hecho de que, en la polis, la libertad de palabra se establecía mediante la
Ares vela sobre esta libertad global. libertad de usar la espada hacia abajo (sobre el esclavo) y hacia el exterior (sobre el bár-
baro). (Como es obvio, siempre había alguien que proponía extender el poder de muerte
En este sentido no encuentro nada de irracional, de patológico, en el hecho de que de- también a los ciudadanos: una hipótesis que Platón discute apasionadamente como uno
mocracia y mercado se exporten mediante la guerra. Nos reencontramos con el mismo de los posibles modos de gobernar).43
ambiente en el que floreció la filosofía clásica, la Atenas que emprendía comercios y
conquistas, que invitaba a los filósofos de todo el mundo griego y promovía las artes y Pero en todo caso queda claro que el juego político consiste esencialmente en el acto de
la arquitectura, inventaba la democracia y al mismo tiempo explicaba a los habitantes de definir los límites del uso legítimo de la espada. Creo que es aquí, en este poder de dar la
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muerte mediante la espada, donde nace la distinción entre bíos, o vida humano-social, y tencia de los Estados europeos bien porque estos no estaban en condición de sostener
zoé, o vida desnuda sacrificable, sobre la que Agamben detecta el cimiento de la sobera- económicamente el control del mundo (el Imperio inglés), o bien porque, en cuanto po-
nía. Así que la soberanía no sería algo misterioso, es decir, excepcional, sino normativo, tencias continentales, estaban vinculadas a una angosta geo-política de la tierra, en una
y por lo tanto normal, por el hecho de declinar directamente del carácter fundacional, fase histórica en la que el agua, el aire y, hoy día, la info-esfera global, devenían el am-
constituyente, de la guerra. biente natural de la expansión. Aquel “exterior” en el que, precisamente, guerra y política,
masacre y diplomacia, se afirman como dos alternativas prácticas y de hecho legítimas.
Si para algunas categorías de seres humanos considerados ilegítimos (migrantes, pró- En este sentido EE.UU. no representa una deriva de Occidente, sino su realización más
fugos, combatientes “irregulares” o enemies combatants, según la bizarra expresión in- auténtica (de la misma manera que Roma realizó las premisas políticas que incubaban
ventada por la administración Bush) la soberanía, en tiempo de globalización, se ejerce en la turbulenta, y en el fondo fugaz, vida de las poleis griegas).
en los campos de internamiento es porque como sin patria, stateless persons, metecos,
bárbaros, no merecen ningún reconocimiento.44 Si se atienen a vivir en los intersticios
de las patrias o atraviesan los mares sin autorización, serán susceptibles de detención ¿Desarmar a los filósofos?
extra-legal (como si en tiempo de guerra se internaran unos civiles de un país enemigo).
En cambio, si combaten serán sujetados a procedimientos indiscriminados, secretos, mi- En las páginas anteriores he tratado de mostrar que la filosofía de los orígenes (sobre
litares, de internamiento y eventualmente de eliminación. Dicho de otra manera, en las todo, la filosofía política) ha mantenido una cierta cohibición a la hora de pensar la guerra.
poleis contemporáneas, en el afuera de sus murallas materiales o inmateriales, siempre Y por el hecho de creer, como Hannah Arendt, que comprender es un deber que no debe
está vigente aquel estado de guerra que por lo general, en su interior, está suspendido o estar condicionado por la pertenencia a tradiciones, escuelas y facultades universitarias,
inmanente.45 trato de investigar esta dificultad, y formular el problema de las relaciones entre guerra
y pensamiento. Está claro que la guerra es muerte en masa, dolor y miedo y todo lo
Las formas de soberanía que se han desarrollado en la historia –las distintas formas de demás. Pero también es algo tremendamente intelectual. Es el éxito de pensamientos
la politeia griega, el universalismo romano, hasta llegar a las monarquías y a los imperios y cálculos complejos (y que en realidad casi siempre se revelan equivocados).51 Aparté-
de la Edad Media, a los Estados nacionales modernos y a la confusión actual entre Es- monos un instante del horrible producto de la guerra, las atrocidades que nos enredan
tados soberanos y las formas emergentes de soberanía global– han tratado de limitar el cotidianamente, y hagamos que no nos condicionen las imágenes de los bombardeos
conflicto interno, stasis, pero nunca han logrado inventar algo parecido a la koyné eirène, y las degollaciones. De esta manera podremos entender fácilmente que los instintos
jamás han imaginado poner al bando el pólemos. ferinos no tienen mucho que ver con todo esto. Y que en nuestra época dominada por la
guerra electrónica y comunicativa, celeste y a largas distancias, podemos llevar a juicio a
Fijémonos en Clausewitz, que es mucho más que un teórico militar. Su tan citada máxi- sicarios o a fanáticos para analizar sus motivaciones, pero cada vez menos.
ma, según la cual “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, no se
puede entender si no se le incorpora esta otra: “la guerra es la continuación de la política En cambio, en la guerra contemporánea, lo que vale es la informática, la ingeniería, la
[exterior] por otros medios”. Así leída, significa simplemente que en el afuera de la “socie- matemática, la química, la física, la biología, la estrategia, la logística, la teoría de la orga-
dad política”, en su exterior, campo de las relaciones internacionales, política y guerra son nización, la propaganda, todo lo que Foucault llamaba “sistemas de pensamiento”. Como
opciones igualmente legítimas, y por lo tanto es verdad que “la política es la continuación ya he dicho al principio, en la época de Platón todo iba por sí solo; pero hoy día la cues-
de la guerra por otros medios”.46 tión es más complicada porque la mayoría de los que piensan dentro de estos sistemas
no saben lo que hacen. Está claro que piensan, pero en realidad tienden ellos mismos a
En todo caso se podrán establecer unas reglas de recíproca limitación de daños (ve- ser pensados por sus sistemas de pensamiento. Me pregunto sin ironía: ¿alguien cree
dando, o solamente anunciando sin llegar realmente a prohibirlo, el uso de operaciones todavía que Bush ha pensado realmente la guerra en Iraq?
militares sobre la población civil; perdonando a los prisioneros, etc.). Pero estas limita-
ciones eventuales siempre han sido contingentes porque nunca, tampoco en la breve Lo que valen son los sistemas. Algo que Deleuze y Guattari comprendieron perfecta-
experiencia de guerra del siglo XVIII,47 se han articulado sobre una realidad política san- mente cuando hablaron de la guerra como una clase de sistema pensante y agente,
cionatoria.48 móvil, productivo y mutante. En definitiva la guerra no es una trágica anomalía sino
una estructura normativa. He aquí entonces el lazo que hay que verificar entre guerra y
De por sí la democracia, entendida como una de las formas posibles de organización de pensamiento, en el sentido de filosofía. Los sistemas evolucionan, se innovan, se per-
los “portadores de espada”, no implica ningún pacifismo. Es más: hay mucho que fan- feccionan, engendran “maravillosas” máquinas de muerte, devoran una inconmensura-
tasear sobre las singulares afinidades entre la democracia ateniense –tan vivaz intelec- ble cantidad de riquezas (solo por poner un ejemplo el balance militar norteamericano
tualmente, creativa, aventurosa y atrevida–49 y el belicismo de la democracia más grande es igual al producto interior bruto de Francia), organizan y disciplinan a centenares
de nuestro tiempo, con su enraizado culto al heroísmo cívico, su pretensión de encarnar de miles de seres humanos dispuestos a morir, hasta que alguien decide activarlos,
lo Justo y más pragmáticamente la Fuerza, con su tendencia a imponer su hegemonía y condicionar nuestras vidas. Esta decisión se da en un contexto que no dispone de
cultural y su continuo recurrir a las armas.50 Esta democracia se ha librado de la compe- limitaciones, vínculos y sanciones. Hoy, como ayer, si la fuente de la política es la mis-
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ma que la de la guerra, no hay que ilusionarse por la existencia de reglas que inhiben escuche, y en función del artículo secreto, esto es, embarazoso, de un proyecto suscrito
las decisiones militares. ¿Qué puede hacer la carta de las constituciones si es tan fácil entre Estados.
camelar su prohibición de la guerra?52 Nadie controla los sistemas de pensamiento de
la guerra y nadie tiene el poder de inhibirlos o limitarlos. Entonces, vuelvo a repetir la A nosotros, los hiper-modernos, que sabemos lo poco que se escucha a los filósofos (a
pregunta: ¿a quién hay que pedir explicaciones? veces, solo por sus estudiantes), todo esto puede hacernos sonreír. Ya sabemos que
siempre deciden los Bush y los Cheney, y no los Fukuyama, de la misma manera
He dicho que la filosofía ha estado lejos de pensar la guerra. Pero tengo que precisar. Si qui- que Federico II o Catalina de Rusia no se dejaban supeditar demasiado por Voltaire.
tamos a Clausewitz (que considero un filósofo) y a los posmodernos como Foucault, Deleuze Pero la cuestión central no es esta. Detrás de la ingenuidad y el legalismo de Kant,
o Derrida, un gran filósofo que se ha puesto radicalmente frente al problema de la guerra ha reaparece la idea de que la filosofía tiene algo verdadero que decir a la política. Me
sido Kant.53 Según Kant la guerra forma parte del estado de naturaleza (exactamente lo mis- parece una idea en absoluto peligrosa, pero sustancialmente inútil. Y no en nombre
mo que plantea Platón). Pero, por el hecho de que, después de un largo peregrinaje, la huma- del realismo, sino por el hecho de que tampoco Kant, el más cosmopolita y pacifista
nidad ha conquistado la razón, esta se puede emplear para limitar los daños de la guerra me- entre los filósofos de su tiempo, se desprende del rol de súbdito fiel a una autoridad.
diante las instituciones. Kant, que vivía en Prusia, el Estado-cuartel por antonomasia, aplica Pero si esta autoridad se instituye mediante la espada, ¿cómo puede Kant hablar
a los conflictos entre Estados que acontecieron en el siglo XVIII (con el mismo lenguaje de la racionalmente de paz a quien la impugna? No hay nada que hacer: la espada pende
Ilustración) algo que Platón solo hubiera aplicado a la guerra civil o, como mucho, a la guerra sobre el filósofo, aunque le dejen hablar de paz.
entre griegos. Kant inventa una serie de artículos que, en línea de principios, y si queremos,
en términos trascendentales, permiten llegar, antes o después, a una paz perpetua. Estos Por lo tanto, ¿no se trataría entonces de pensar en una separación radical entre filosofía
artículos contemplan la eliminación en los tratados de las cláusulas reservadas, la prohibición y espada? Creo que esto será posible solo cuando la filosofía, además de renunciar a
de la anexión de un Estado por parte de otro Estado, el fin de los ejércitos permanentes, la la utopía de guiar los asuntos humanos, deje de someterse a una polis, a un Estado o
prohibición de las formas desleales de guerra, la constitución republicana, la creación de una a una autoridad. Pienso entonces en una filosofía an-archica, en una dúplice acepción.
confederación entre Estados, etc. Se trata de artículos que a pesar de que todavía se pueden Una “técnica”, familiar a los comentadores de Heidegger, de un pensamiento nunca más
compartir en largas partes,54 en realidad revelan una debilidad. Ya que un Estado mundial sujetado a los fundamentos metafísicos;59 una “política”, de ruptura de todo lazo con las
no es deseable y que de hecho no existe, ¿quién será el que haga observar estos artículos? autoridades constituidas, por estar estas condicionadas por su estatuto ontológico militar.
¿Quién sancionará cualquier acto de violación? ¡Por caridad!, nada de subversivo. Un filósofo se replantea constantemente la ontología
y la metafísica, sin ser por esto expulsado de la cofradía filosófica o universitaria. Como
Este es el verdadero obstáculo de la argumentación kantiana. De hecho Kant sugie- ciudadano, no puede hacer otra cosa que seguir las usanzas, las costumbres y las leyes
re algunas vías para la realización de su proyecto.55 En una de estas plantea volver a civiles de su país, aunque se disocie de todo lo que concierne la guerra. Y solo desde
asignar un papel efectivo a la naturaleza. Debido a que el comercio (hoy diríamos la esta condición anárquica –que obviamente tiene que ver con la anarquía política, aun sin
globalización) es por naturaleza hostil a la guerra, la fuerza del dinero solo podrá trabajar coincidir necesariamente con esta– podrá dirigirse a sus conciudadanos con la razonable
en perspectiva de la paz. Santa ingenuidad, entran ganas de decir con Marx, que, como pretensión de que le escuchen.
sabemos, pensaba de manera totalmente contraria, en tanto en cuanto veía justo en la
economía capitalista una fuente inagotable de conflictos.56 Pero quedaba igualmente el En cualquier momento el filósofo podrá decir a todos sus semejantes: “Amigos, puedo
problema de una garantía fuerte, algo que vinculase realmente los Estados a suscribir hablar con vosotros, discutir, y tratar de persuadiros, pero solo porque no tengo nada
el proyecto. Es por esto que en la segunda edición Kant introduce un artículo “secreto”. que ver con la guerra”. Si el filósofo es capaz de pensar la guerra en tanto en cuanto
Citémoslo: está relacionada con su oficio, este no será pensado por la guerra. Y podrá pensarla en
su objetividad, naturaleza e historia como un problema que afecta a la ciudadanía en su
Las máximas de los filósofos sobre las condiciones de posibilidad de la paz sentido más amplio: el mundo. Este mundo que hoy, más que nunca, es “uno” pero a la
pública deben ser tomadas en consideración por los Estados preparados para vez está articulado en una pluralidad de Estados que practican la guerra. Siendo uno
la guerra.57 (mediante el poder unificador del dinero, tal como pensaba Kant), el mundo (y con él los
filósofos) ya está en condición de pensarse más allá de las ciudadanías locales, ya que
Pero, ¿por qué este artículo tiene que ser “secreto”? Kant ofrece dos respuestas. La pri- todas se fundamentan sobre la guerra. Así que la paz, que parece “bandida” 60 del mundo,
mera es porque quien formula este artículo puede considerarlo subjetivamente contrario emerge como su destino: como algo muy lejano pero no imposible. Remover las barreras
a su dignidad.58 La segunda es que la autoridad legislativa de un Estado podría verse que impiden la unificación de la humanidad, pensar una política sin guerra, es una gran
mermada por recurrir a la opinión de sus súbditos, como son los filósofos. tarea para los filósofos desmilitarizados.
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Notas 15. Me refiero al denominado filósofo norteamericano Francis Fukuyama. Cuando la guerra en Iraq se ha
puesto fatal, Fukuyama se ha arrepentido y ha empezado a criticar a G. W. Bush. Nada nuevo bajo el sol:
1. Carta de H. Falkenfeld citada en R. Safranski, Un maestro de Alemania: Martín Heidegger y su tiempo, todo poderoso tiene el filósofo de corte que se merece.
Tusquets, 2003. [Traducción ligeramente modificada por el autor]. 16. En las obras que preceden a la Segunda Guerra Mundial, Heidegger ha sido mucho más sensible a la
2. Una novela de P. K. Dick se titula Dr. Bloodmoney o cómo nos la apañamos después de la bomba, Edi- dimensión histórica del nihilismo, y la guerra emerge en su reflexión, aunque a menudo de manera discuti-
torial Acervo, 1974, 1982. Pero la edición original, Dr. Bloodmoney. Or how we got along after the bomb, es ble e indirecta. Sobre este conjunto de problemas véase R. Schneps, Martin Heidegger und die ‘Musik der
de 1965, en plena guerra fría. Schlachten’ von Hellmuth Falkenfeld, in Deutsche Zeitschrift für Philosophie, 2, 2006.
3. Películas como En el valle de Elah, de P. Haggis (2007) o Redacted, de B. De Palma (2007), representan 17. Falkenfeld se ganó una cruz de hierro y fue gravemente herido. Sucesivamente publicó un librito sobre
intentos valientes, y en cierta medida logrados, de hacer cine sobre la guerra en Iraq, pero no han tenido “Música de la batalla” y practicó la profesión de periodista. Inscrito en el partido socialdemócrata, después
mucho impacto en EE.UU. de la llegada del nazismo emigró a EE.UU. Sus palabras citadas al principio de este artículo se compren-
4. Sobre las campañas de mentiras usadas para “vender” al mundo la guerra en Iraq, véase Isikoff; den perfectamente en el ámbito de lo que Hannah Arendt ha definido como el desinterés hacia el mundo
Corn, Hubris: The Inside Story of Spin, Scandal, and the Selling of the Iraq War, Crown, Nueva York, típico de la tradición dominante de la filosofía. (H. Arendt, La vita della mente, en A. Dal Lago (Ed.), Il Mulino,
2006; Secunda; Moran, Selling war to America: from the Spanish American War to the global war on Bologna, 1987)..
terror, Praeger, Nueva York, 2007. Acerca de la contribución de los servicios secretos italianos, véase 18. Alain (seudónimo de Emile Chartier), “Mars, ou la guerre jugée”, La Nouvelle Revue française, Paris,
Bonini; D’Avanzo, Il mercato della paura. La guerra al terrorismo islamico nel grande inganno italiano, 1921; J. Pato ka, “Le guerre del XX secolo e il XX secolo come guerra”, en Saggi eretici sulla filosofia della
Einaudi, Torino, 2006. storia, Centro Studi Europa Orientale, Bolonia, 1981. Sobre la obra de J. Pato ka en el contexto de las
5. Se pueden citar pensadores profesionales como Habermas, Walzer, Glucksmann, etc. Dos ejemplos reflexiones del siglo XIX sobre la guerra, véase M. Guerri, “La mobilitazione globale. Lo spazio planetario
característicos de pensadores “liberales” que han apostado su reputación (que obviamente han perdido) della Guerra in Ernst Jünger”, Conflitti globali, 2006.
justificando la guerra en Iraq de 2003, son P. Berman, Terror and liberalism, W. W. Norton & Company, 2003, 19. Platón, Simposio, 220a-e. Una descripción análoga está en el Simposio de Jenofonte. El coraje de
y M. Ignatieff, Empire Lite: Nation-Building in Bosnia, Kosovo and Afghanistan, Penguin Books Canada, 2003. Sócrates en la batalla está evocado también en el Carmide y en el Lachete platónicos.
6. [N.del T.] El autor añade:“no sorprende entonces que en los últimos veinte años la única verdadera 20. Platón, Simposio.
novedad relevante en el campo teorético sea la consulta filosófica, cuyo objetivo principal es explicar a los 21. Jenofonte, Memorabilia, III, passim.
jóvenes más perplejos cómo salir de sus pequeños problemas existenciales”. (Dal Lago, 2007). 22. Jenofonte es autor de opúsculos sobre la equitación, la caza y la táctica ecuestre, entre estas, Ipparchi-
7. M. Foucault, Le courage de la verité. Le gouvernement de soi et des autres II, Cours au Collège de Fran- co o El comandante de caballería. Es posible entonces que él atribuya a Sócrates sus opiniones.
ce, 1984. Foucault investiga las difíciles relaciones entre parrhesia (uno de sus significados es “libertad de 23. Véase L. Canfora, “Il cittadino”, en J.-P. Vernant (Ed.), El hombre griego, Alianza Editorial, 2000. Esparta,
palabra” y filosofía en la cultura griega. por ejemplo, no tenía murallas porque era una auténtica guarnición, “un campamento al aire libre” de los
8. El episodio está narrado en Arriano, Anábasis de Alejandro Magno, IV, 11-12. espartanos (M. Weber, Economía y sociedad, Sociología politica, Fondo de Cultura Economica, 1996).
9. Diógenes Laercio, Vidas de los filósofos, V, 5. Aristóteles cita, de manera abreviada, Ilíada, XVIII. 24. En general sobre la figura del combatiente en la Grecia clásica, véase los estudios recopilados en
10. La referencia es obviamente a la afamada Rektoratsrede, el discurso en el que Heidegger ponía la J.-P. Vernant, Problèmes de la guerre en Grèce ancienne, Ecole des Hautes Etudes en sciences sociales,
filosofía al servicio de Hitler, “La autoafirmación de la universidad alemana; El rectorado, 1933-1934”. La París, 1985. Sobre la figura del ciudadano-guerrero, véase M. Vegetti, “Il guerriero e il cittadino”, Conflitti
broma de Schmitt, extraída de las Saturnalia de Macrobio, se puede leer en Schmitt, Ex Captivitate Salus. globali, 2006.
Experiencias de la época 1945-1947, Trotta, 2010. La apología strausiana de la disimulación filosófica está 25. El episodio es narrado por Heródoto, Historia, Libros VII y VIII.
en Strauss, La persecución y el arte de escribir, Amorrortu, 2009. 26. Heródoto, Historias, Libro VII. Simónides define a Leónidas como “testigo” del heroísmo espartano
11. En la cultura de finales del siglo XIX, los filósofos que se han ocupado a menudo de la guerra han (véase F. Sisti, Lirici greci, Garzanti, Milán, 2002, pág. 281).
asumido una posición “realista”, considerándola como una característica no eliminable de la humani- 27. Tucídides, La guerra del Peloponeso, II, 35-46.
dad. A menudo su realismo ha llegado hasta los límites de la apología. Véase por ejemplo Steinmetz, 28. Véase Platón, República, 4 470d , 471a, b, c.
Die Philosophie des Krieges, 1907. Opiniones no muy diferentes en W. James, The Moral Equivalent 29. Para un análisis de esta distinción en el pensamiento político a partir de Platón, véase G. Miglio (Ed.),
of War, in Writings 1902-1910, Literary Classics of the United States, Nueva York, 1987. Entre nuestros Amicus (inimicus), hostis. Le radici intellettuali della conflittualità privata e della conflittualità politica, Giuffré,
contemporáneos que se han ocupado de la guerra, véase A. Philonenko, Essais sur la philosophie de la Milano, 1992. La distinción remonta a Solón (F. Sisti, Lirici greci, Garzanti, Milano, 2002).
guerre, Vrin, París, segunda edición, 2003. Tengo que precisar que entre los ensayos sobre las guerras 30. Recuérdese el juicio desconsolado que cierra las Helénicas de Jenofonte. Después de la batalla de
ocasionales (y bastante convencionales) de este estudioso de Hegel prefiero su Storia della boxe, Il Mantinea, entre los tebanos por un lado y los atenienses, espartanos, etc., por el otro, “En toda Grecia la
melangolo, Génova, 1997. incertidumbre y el desorden fueron más graves que antes”.
12. Para una comparación entre el militarismo filosófico alemán y la cultura británica en la Primera Guerra 31. H. J. Gehrke, “La stasis”, 1997, en S. Settis, I Greci. Storia, cultura arte, società, vol. II, tomo II: Una storia
Mundial, véase P. Hoeres, Krieg der Philosophen. Die deutsche und die britische Philosophie im ersten greca. Definizioni, Einaudi, Turin, 1997. Véase también D. Musti, Storia greca, Laterza, Roma-Bari, 2003.
Weltkrieg, Ferdinand Schöningh, Paderborn, 2004. Más allá de los dos opuestos patriotismos, señalo que 32. Platón, Leyes, I, 625a.
Inglaterra conoció casos clamorosos de pacifismo, como es el de Bertrand Russell. 33. Se calcula que solo en el siglo y medio que transcurre entre las guerras persas y la hegemonía ma-
13. El caso más sintomático es el del fenomenólogo y católico Max Scheler, según el cual –y no diversa- cedonia, Atenas haya combatido un promedio de dos cada tres años. En línea general, se han calculado
mente de Hegel– la guerra es la fragua en la que se forja la voluntad colectiva de la nación, un lugar común en el mismo periodo alrededor de sesenta conflictos de distinta importancia en el área griega (Y. Garlan,
muy difuso en la cultura alemana entre el siglo XVIII y XIX. Véase M. Scheler, Der Genius des Krieges und Guerra e società nel mondo antico, Il Mulino, Bolonia, 1987. La bibliografía sobre el tema es muy amplia,
der Deutsche Krieg, Verlag der Weissen Bücher, Leipzig, 1915. Inclusive un filósofo y sociólogo escéptico pero hay que señalar, además del clásico W. I. Pritchett, The Greek States at War, University of California
como Simmel aprobó la entrada en guerra de Alemania en 1914: véase G. Simmel, Sulla guerra, Armando, Press, Berkeley, 1974, el muy documentado K.-J. Holkeskamp, “La guerra e la pace”, en S. Settis, op. cit.
Roma, 2003. Como he intentado mostrar en una monografía dedicada a este pensador, sus desencantados Un historiador militar, nuestro contemporáneo, ve en la actitud de los griegos ante el conflicto y en sus ma-
análisis sobre la conflictividad cultural de la modernidad no incluían, sino ocasionalmente, la guerra: véase neras específicas de combatir la esencia de la libertad occidental (V. D. Hanson, L’arte occidentale della
A. Dal Lago, Il conflitto della modernità. Il pensiero di Georg Simmel, Il Mulino, Bologna, 1994. guerra, Mondadori, Milán, 1996).
14. Según Hegel, Napoleón estaba en la categoría de los individuos “cósmico-históricos”, es decir entre 34. Aristóteles, Política, 1254 B30 y 1333 A30.
los que saben encarnar la voluntad de sus tiempos, en otras palabras, los “héroes” (Hegel, Lecciones de 35. C. Meier, Die Rolle des Krieges im Klassischen Athen, Theodor Schieder Gedächtnisvorlesung, Stiftung
Filosofía de la Historia, vol. I). Historisches Kolleg, München, 1994; C. Meier, P. Veyne, L’identità del cittadino e la democrazia in Grecia, Il
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Mulino, Bolonia, 1999. La ilustración más completa de esta edición es sin duda la Ciropedia de Jenofonte. 51. No existe ninguna guerra que se haya desarrollado tal como los estrategas la han planificado, ha ob-
Novela pedagógica ante litteram, este tratado sobre la Bildung griega se fundamenta esencialmente sobre servado quien es considerado el historiador militar más importante de nuestro tiempo (J. Keegan, Historia
la caza y la guerra. Tomando un persa como ejemplo de monarca ideal (algo que hoy, en la época del “cho- de la guerra, Planeta, 1995). Es una pena que el mismo autor haya decidido que la guerra de 2003 en Iraq
que de civilizaciones”, sería impensable), Jenofonte parece trascender el espacio político-cultural de las ha sido no solo una guerra justa sino perfectamente llevada a cabo por el ejército norteamericano e inglés
poleis griegas. En realidad, su modelo de formación es de impronta espartana, como revelan las continuas (J. Keegan, Iraq War, Knopf, Nueva York, 2003). ¿Cómo se explica un juicio tan ligero y erróneo sino como
referencias a Licurgo. Véase Jenofonte, Ciropedia. una señal evidente del militarismo atávico de los intelectuales?
36. La referencia es obviamente a F. Nietzsche, El nacimiento de la tragedia. 52. Los filósofos que en 1991 sostuvieron que había buenas razones para iniciar la guerra en el Golfo, y los
37. Se piensa tradicionalmente que el ateniense Demóstenes se batió en contra de Filipo por la libertad que pensaron lo mismo para la guerra de 1999 en los Balcanes, a pesar de sus estudios, no han sospe-
de los griegos. Es indiscutible. Si se leen sus famosas arengas políticas se ve que le interesaba exclusi- chado que, con la pretensión de restaurar el Derecho Internacional, detrás de las máscaras de Bush y de
vamente la libertad de Atenas (Demóstenes, Oraciones). Vale lo mismo por la paz. Cuando los oradores Madeleine Albright, de Massimo D’Alema o del ex gauchiste Fischer, estaba la mueca satisfecha de Ares,
Demóstenes e Isócrates hablan de paz, piensan claramente en el bien de sus poleis. pues era una guerra que les pensaba mientras ellos se engañaban pensando en ella.
38. Véase los tratados militares griegos recopilados en Illinois Greek Club (Ed.), Aeneas Tacticus, Asclepio- 53. Alguien podría preguntar: ¿y dónde está Hobbes? Es lícito, pero Hobbes piensa sobre todo en la stasis,
dotus, Onosander, Harvard University Press-Heinemann, Cambridge-Londres, 1986. la guerra civil como efecto del estado de naturaleza. Leviatán anula la guerra civil pero no la guerra entre
39. De Occidente, ya que, si se excluye Homero (a quien se debe reconocer una notable imparcialidad), en Estados, esto es, entre Leviatanos. Kant ha profundizado mucho más en la cuestión pero, como mostraré
las guerras de los otros, es decir, de los bárbaros, raramente se reconoce algo parecido. enseguida, ha incurrido en alguna dificultad.
40. Con razón un historiador de la cultura ha señalado que Freud no se aleja demasiado de la consolidada 54. Para una discusión del “Proyecto” en su relación con la contemporaneidad, véase los ensayos reco-
tradición occidental que ve en la guerra algo como una incomprensible desviación del justo proceder del pilados por K.-M. Kodalle, (Ed.), Der Vernunft-Frieden. Kants Entwurf im Widerstreit, Königshausen und
progreso. (D. Pick, La guerra nella cultura contemporanea, Laterza, Roma-Bari, 1994). Neumann, Würzburg (fascículo especial del Kritisches Jahrbuch der Philosophie), 1996.
41. Tucídides, La guerra del Peloponeso, V, 105. 55. Hegel, por su lado, era mucho más realista que su sucesor. Además de la habitual exaltación de la
42. H. Arendt, Vita activa. La condizione umana, a cargo de A. Dal Lago, Bompiani, Milán 1989. (En cas- guerra como fragua de la nación, la guerra nace, según Hegel, del hecho de que la soberanía del Estado
tellano: La condición humana, Paidós, 2003). Se le ha reprochado a Hannah Arendt el haber pasado por se puede ejercer solo en el interior (de sus fronteras), pero es impensable hacia el exterior (he aquí también
alto, o minimizado, el hecho de que su polis idealizada es esencialmente masculina. Pero, como trato de la fuente del realismo político de Clausewitz). En otras palabras, Hegel no se engaña –como hace Platón–
demostrar en otro artículo (“La rimozione de la guerra”), esto se debe al hecho de que Arendt no reconoce pensando que la situación del conflicto entre Estados sea enmendable. Véase los párrafos 321 y siguientes
la guerra como condición de existencia de la politeia. Por otra parte, la cuestión es bastante oscura en de la Rechtsphilosophie.
algunas de sus fuentes. Por ejemplo, Burckhardt construye su retrato de la civilización griega sobre la ago- 56. Véase I. Kant, Sobre la paz perpetua, Tecnos, 1994. Sobre este asunto, Kant está en compañía de un
nalidad. Pero, ¿esta civilización acaso no se fundamentaba sobre la educación en la beligerancia? Véase número inmenso de pensadores modernos y contemporáneos, asimismo con casi todos los dirigentes de
J. Burckhardt, Historia de la cultura griega, Iberia, 2006. las instituciones actuales como el WTO, la Banca Mundial, el FMI, etc., que, como es bien sabido, tienen
43. Platón, Político. un cierto sentido de la realidad.
44. He llamado no-personas a estos seres humanos privados de existencia social reconocida y por ende 57. La primera edición del ensayo es de 1795, la segunda de 1796.
humana. Son seres que oscilan entre la condición de metecos y la de esclavos, por estar desprovistos de 58. Ibíd.
ciudadanía efectiva. Se les puede utilizar, internar, expulsar o cañonear, según el provecho de las socieda- 59. R. Schürmann, Dai principi all’anarchia. Essere e agire in Heidegger, Il Mulino, Bolonia, 1995. No me
des en las que acaban. Véase, A. Dal Lago, Non-persone. L’esclusione dei migranti in una società globale, siento particularmente atraído por la exégesis heideggeriana, pero sí en este caso, por un cierto método
Feltrinelli, Milán, 1999. que puede derivar de ella.
45. Una analogía. Los supervivientes de la expedición ateniense a Sicilia fueron arrojados en las Latomías 60. [N. del T.] Se mantiene el término italiano bandita, traducido por “bandida” en el sentido de sujeta al
de Siracusa. Algunos de ellos fueron rescatados por sus familiares o amigos (Tucídides, La guerra del bando, puesta en una situación de bando, exiliada, desterrada, vedada.
Peloponeso, VII, 87). Hoy día los ciudadanos europeos arrojados a Guantánamo son rescatados por los
Estados mediante negociaciones directas con las autoridades norteamericanas.
46. K. von Clausewitz, De la guerra, AGEBE, Terramar, 2005. Foucault ha sido quien, en otro contexto,
ha sugerido la legitimidad de esta vuelta. Véase M. Foucault, Hay que defender la sociedad, Ediciones
Akal, 2003.
47. Schmitt insiste sobre la guerra como conflicto no ilimitado. Véase C. Schmitt, El nomos de la tierra: en el
derecho de gentes del ‘Ius publicum europaeum’, Centro de Estudios Constitucionales, 1979.
48. El mismo Clausewitz, cuando teoriza (retomando a Napoleón) que el único fin de la guerra es la aniqui-
lación o la destrucción total del enemigo, no parece creer demasiado en la limitación de la guerra. En las
primeras décadas del siglo XIX se ponen las condiciones teóricas para la guerra “total” que luego se ha
realizado en la primera mitad del siglo XX. El mayor experto alemán en la guerra total reconoce su deuda
con Clausewitz. Véase E. Ludendorff, Der Totale Krieg, editado en propio, Berlín, 1936. (Este texto se ha
vuelto a editar en impresión anastática: Archiv Verlag, 1986).
49. Según la definición bastante romántica que le atribuye C. Meier, Atene, Garzanti, Milano, 1996.
50. Las películas de Michael Moore, sea cual sea el juicio individual, son una excelente ilustración del
continuum que existe en EE.UU. entre una democracia armada en su frontera interna (Bowling for Colum-
bine) y una imposición armada de la democracia en el frente externo (Fahrenheit 9/11). No comparto la
suficiencia con la que muchos intelectuales, sobre todo en Italia, han recibido estas películas. En todo caso
nos deberíamos preguntar si el desinterés de la mayoría de la producción cinematográfica europea hacia
las guerras globalizadas contemporáneas, es un reflejo de la reducción de Europa a una pequeña huerta
cultural bajo protección armada de EE.UU.
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Carlos Gomis//Cándido Gónzalez//Jordi Arola//
José Luis Gallero//Filipa Francisco//aufBruch//David
Campos//Asociación Artes Plásticas Línea Paralela//
Nicola Valentino
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11 do desde mi celda veía a los chiquillos jugar en el patio del colegio durante los recreos,
después se iban cada uno a su aula.
Condena b Silencio.
Carlos Gomis Y pensaba: estoy aquí, encerrado en esta celda, esos niños a su vez están encerrados
en sus aulas, los trabajadores están encerrados en sus fábricas y oficinas, los enfer-
mos en los hospitales, psiquiátricos, centros de ancianos. Todos estaban encerrados.
Unos voluntariamente, otros a la fuerza, pero todos encerrados. Algunos dicen que
así es la vida, pues yo digo que no, que así no es la vida ni el mundo en el que de-
beríamos vivir.
Las sociedades actuales, tal y como están diseñadas, caminan en un sentido opuesto al
que deberían. El camino que el ser humano debe emprender es hacia una liberación total.
Desde mi punto de vista el propio hecho de nacer es una liberación, un camino que
Opción abolicionista debemos seguir.
Este escrito no tiene grandes ambiciones. Ni siquiera pretende llegar a muchas perso- Primero son las guarderías infantiles, donde ya nos pasamos encerrados muchas
nas. Solamente a quienes les importa el mundo en el que vivimos y sus habitantes. Esa horas. Después viene la escuela donde estamos encerrados muchos años. Llegamos
minoría que se pregunta sobre el sistema en el que, obligatoriamente, tenemos que vivir; a la universidad y más de lo mismo. Por fin conseguimos trabajo y nos encerramos
que ve más allá de sus narices y a la que a veces le inquieta este pensamiento, esta en fábricas y oficinas, la mayor parte de la vida. Y terminamos en una residencia de
pregunta: ¿podría haber otra forma de vivir? ancianos encerrados, hasta morir. Total: el nacimiento es liberación, lo que vivimos
es encierro.
Entonces es cuando este escrito cobra sentido. La opción abolicionista nace casi al
mismo tiempo que la opción de encierro. Antagónicamente una de las dos triunfa frente Si hay algo que tengo claro es que el encierro, que se produce en los tres sistemas
a la otra. El encierro gana. (educativo, laboral y punitivo) es totalmente estéril para la búsqueda de una vida feliz
y satisfactoria. Más bien nos está conduciendo a la total destrucción del ser humano:
Las consecuencias las estamos sufriendo cuatro mil millones de personas que vivi- precariedad, infelicidad, competitividad, insatisfacción, exclusión, estigmatización,
mos la precariedad y la tristeza de ver cómo millones de mujeres, hombres y niños vi- desigualdad, pobreza, guerras, y un largo etcétera.
ven con menos de un euro al día mientras que los poderosos, los capitalistas, dueños
totales y absolutos del planeta y de sus gentes, almacenan cantidades insultantes de El encierro es estéril, un sufrimiento estéril que no es beneficioso para nadie: ni para
dinero y bienes. aquel a quien se encierra, ni para su familia, ni para la sociedad. Las reglas del sis-
tema sociedad-encierro, hacen prevalecer las relaciones de pasividad-agresividad y
¿Es posible el cambio? de dependencia-dominación. No dejan prácticamente lugar alguno para la iniciativa,
alimentando el desprecio de la persona, el individualismo, y todo lo demás que nos hace
Son cada vez más los que se hacen la misma pregunta y afirman: tan infelices.
¡¡Qué mierda de vida!!
Nada es inmutable. Vivimos en un mundo dinámico en constante cambio y evolución. Sistema laboral
Eso es lo que defiende este escrito: el cambio desde los cimientos que soportan lo inso-
portable. Así, quienes leáis estas líneas, no dudéis de que sí, es posible. Llego cansado a mi vivienda de alquiler. Cansado de patear calles en busca de un tra-
bajo que ni siquiera estoy seguro de querer encontrar. Ni vivir para trabajar, ni trabajar
para vivir.
Liberación
El otro día me comentó un vecino que se levanta todos los días a las cuatro de la mañana
Allá por el año 1978 conocí la cárcel de Vigo. Era pequeña, con altos muros que ais- y vuelve a casa a las nueve de la noche, donde su esposa le tiene preparada una cena
laban del exterior a todos los que estábamos dentro. Uno de estos muros que daba al frugal para inmediatamente acostarse e intentar dormir seis horas. “Joder, amigo, no sé
exterior servía de muro limítrofe de un colegio público colindante con la cárcel. A menu- cómo aguantas”, le dije yo. “Ya, ¿pero qué quieres? Así es la vida”, me contestó.
136 137
Se denomina precariedad laboral a la situación que viven las personas trabajadoras gran oportunidad reside en una sociedad civil realmente comprometida y empeñada
que, por unas razones u otras sufren unas condiciones de trabajo dolorosas y angustio- en conseguirlo.
sas. El gran problema está en que estamos normalizando esta precariedad, aceptando
que “así es la vida”. Y no es así. La vida no es así, ni lo debe ser.
Condena b
La precariedad laboral cobra especial crueldad cuando los ingresos económicos que
se reciben por el trabajo no cubren las necesidades básicas de una persona, ya que es A mí nunca me han preguntado si quiero reinsertarme en esta sociedad. El poder pe-
la economía el factor con el que se cuenta para cubrir las necesidades de la gente. Los nitenciario simplemente me lo impone de la misma manera con la que el poder ju-
fines de las personas están basados en la satisfacción de sus necesidades. Los medios dicial me impone la condena. ¿Y si no deseo reinsertarme en una sociedad injusta?
son los recursos con los que se cuenta. ¿Entonces qué?
En las sociedades “desarrolladas” las necesidades a satisfacer con los ingresos salaria- Cada día que vivo dentro de esta sociedad me convenzo más de que mis actos delicti-
les no implican solo aquellas que están relacionadas con la mera supervivencia biológi- vos están más que justificados. Más aún, no solo están justificados sino que son nece-
ca (alimentos, cobijo, vestido, etc.), sino que incluyen un numeroso grupo de demandas sarios. Deberían aumentar cada día las expropiaciones de bancos, empresas y riquezas
que están relacionadas con nuestra naturaleza social: afectos, ocio, cuidados, cultura, desmesuradas. Es una forma de lucha legítima contra los abusos del poder que vivimos
educación, comunicación, etc. desde hace tiempo. El 80% de la población mundial vivimos en precariedad, somos in-
felices, estamos atemorizados, descontentos y cansados de tantas mentiras y engaños.
El capitalismo, en su actual proceso de globalización, ha acrecentado y generalizado Cuando la propiedad privada está en manos de un 20% de la población mundial todos
las condiciones de precariedad en el modus vivendi, tanto en los países desarrollados los delitos contra esta propiedad son legítimos.
como en los que están en vías de desarrollo. El objeto es acelerar la mercantilización
global de todas las relaciones humanas (sociales, inter-individuales, familiares, grupa- “El castigo legal recae sobre un acto, la pena punitiva sobre una vida”, escribe Michel
les, internacionales, etc.). La precarización laboral se puede entender como un subcon- Foucault.
junto de la precarización global de la vida y de la dignidad humana.
La precariedad laboral puede producir un aumento del sufrimiento psicológico y un Esta historia es una historia real
empeoramiento de la salud y de la calidad de vida de las personas que dependen del
trabajo, o de su carencia. La incertidumbre sobre el futuro, propia del trabajo precario, La pérdida de la libertad es como la amputación de un brazo o una pierna. Tienes la
altera el comportamiento social del individuo porque aumenta las dificultades para con- sensación de que sigue estando ahí pero solo ves un vacío, una ausencia que te durará
formar y afianzar identidades individuales y colectivas en torno al trabajo. toda la vida. Cuando sales de la cárcel tras una larga condena, la libertad que recuperas
es totalmente ortopédica y las consecuencias del castigo y de la exclusión, impuestos
La estabilidad en el empleo es uno de los elementos que más se valoran por parte de los por el peso de una maquinaria punitiva heredada de los siglos pasados, son infinita-
trabajadores. Así que el trabajo temporal es percibido como una anomalía, y si persiste en mente más destructivas que el acto que ocasionó la pena. Destruye tanto al condenado
el tiempo, se vuelve un estigma. Las personas con trabajo precario se sienten permanen- como a los que aplican la condena, y pone una camisa de fuerza a la propia evolución
temente inseguras porque sienten la amenaza abstracta de la pérdida de empleo o las del ser humano.
amenazas concretas de la pérdida de ciertos aspectos del trabajo que están valorados
muy positivamente, como la carrera profesional, las retribuciones, el estatus... Un sistema penal que no asegura, ni defiende a las víctimas de delitos, no puede per-
durar demasiado tiempo.
Según el famoso sociólogo Ulrich Beck, el futuro del trabajo en Europa se puede ver
ya materializado en Brasil. Y no se trata de una afirmación hecha a la ligera: su pro- Antonio me comentó que cuando salió de la cárcel nunca recuperó “su” libertad. Desde
nóstico es que, en muy pocos años, tan solo uno de cada dos empleados tendrá un antes de salir lo que “generosamente” la Institución le hace vivir es un autentico chanta-
puesto de trabajo fijo a tiempo completo. La otra mitad, continúa afirmando, deberá je: obtendrás libertad a cambio de que cumplas el manual que te vamos a exigir; si no
arreglárselas batallando con las más precarias condiciones laborales. De este modo, lo cumples volverás a la cárcel. Has de pasar por el aro y dejar que te domestiquemos.
es evidente que los cimientos del Estado asistencial y de la propia democracia están
corriendo un grave peligro. Por supuesto el manual implica una reinserción totalmente precaria y estigmatizante en
una sociedad que te da asco.
Pues bien, la tesis de Beck es que no sirve de nada aferrarse al pasado, que necesita-
mos un nuevo modelo social capaz de recoger el testigo de la actual sociedad laboral La acción de la prisión sobre los presos siempre ha sido la de despertar en el ánimo de
cada vez más deteriorada. Y su gran desafío para el futuro es afirmar que nuestra los reclusos la noción del bien y del mal mediante la recompensa. Corregir arbitraria-
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mente a los presos desde una institución trasnochada para hacernos servibles para la
sociedad. Hoy día, este sistema reprogramador no se limita al interior de la cárcel sino
que continúa en el exterior.
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12 ejemplarizar para lo que pueda pasar en el futuro con otros colectivos. El proceso judi-
cial ha sido un auténtico montaje político y judicial. Es decir, el Ayuntamiento denuncia
los daños, la policía pone nombres y el juez ejecuta la represión con una sentencia
¿Por qué nos metieron en la cárcel? condenatoria, tras un juicio plagado de irregularidades, porque lo que se pretendía era
un castigo ejemplar, no solamente a Cándido y Morala sino al Sindicato CSI y a la lu-
cha del sector naval, con el fin de que no siguiese siendo un obstáculo para los planes
Cándido Gónzalez especulativos que se estaban desarrollando. Tras varios meses de movilizaciones y
manifestaciones multitudinarias en contra de nuestra condena, el juez decide mandar-
nos a prisión el 16 de junio de 2007, siendo así los primeros trabajadores que entrába-
mos en prisión, lo que generó una gran presión social y movilización pidiendo nuestra
liberación. Esta se produjo 20 días más tarde, suspendida temporalmente la condena
y a expensas de una posible resolución de indulto solicitada por 13.000 personas,
partidos políticos, ayuntamientos y organizaciones sociales. Dos años más tarde, el
Gobierno nos concede un indulto trampa, que consiste en rebajarnos la condena de
tres a dos años, condicionado al pago de la responsabilidad civil al ayuntamiento de
Las razones de nuestro encarcelamiento el 16 de junio de 2007 en la UTE 1 en el centro Gijón y a que en cuatro años no volviéramos a incurrir en ningún otro delito laboral.
penitenciario de Villabona en Asturias, han sido claramente de represión política contra Ante nuestra negativa a pagar, el juez decide darnos un plazo para hacer efectivo el
personas y movimientos sociales que ponen en cuestión las actuales medidas del Go- pago. Al finalizar dicho plazo el Ayuntamiento de Gijón, para evitar un nuevo conflicto
bierno contra la clase trabajadora y el conjunto de la sociedad. En este caso, podríamos social, acuerda efectuar el pago de los 5.624 euros que ellos denunciaron por el valor
definir que es el castigo a 30 años de lucha colectiva del sector naval en Asturias, contra de la cámara, evitando de nuevo nuestro ingreso en prisión, pero sin resolver defini-
su desmantelamiento y contra la especulación urbanística. tivamente el problema por nuestra negativa a hacer efectiva la multa de 2.160 euros,
impuesta por el juez, exigencia que no contempla la resolución de indulto aprobada
En concreto, los astilleros de Gijón eran unos de los más potentes, llegó a haber cinco por el Consejo de Ministros.
que daban trabajo a más de 6.000 personas. Hoy sin embargo ya no queda ninguno,
como consecuencia del proceso de reconversión sufrido y por los intereses especula- La situación actual en estos momentos es que en cuatro años nos pueden volver a meter
tivos del ayuntamiento de Gijón y los constructores que cierran la industria naval para en prisión, por el simple hecho de que nos puedan acusar nuevamente por desórdenes
construir viviendas de lujo. Este cierre es un claro ejemplo de la importancia central públicos.
de la construcción en la economía de este país, pues una de las principales fuentes de
ganancia de la burguesía española es la especulación urbanística. Una vez cerrados El juez Lino Rubio Mayo, represor del sistema, ante nuestra negativa a pagar la multa,
los astilleros situados en terrenos privilegiados a la orilla del mar, el patrón los vende a resuelve el embargo de la vivienda de Cándido y el embargo de las cuentas de Morala
un elevado precio y el Ayuntamiento gobernado por el PSOE-IU los recalifica y el terreno y su familia para cobrar la multa impuesta, estando aún pendiente la ejecución de esta
industrial se transforma en terreno urbanizable para construir viviendas de lujo, como resolución por los recursos presentados.
ha ocurrido en otros astilleros cerrados con anterioridad al de Naval Gijón. Con esto se
demuestra que nuestra lucha contra la especulación urbanística también es la lucha Alrededor de nuestro encarcelamiento, se han movido fundamentalmente dos hechos
para evitar más cierres de empresas y más trabajadores despedidos. Por el contrario, importantes: primero, el saber que gobierne quien gobierne, se aplica la más dura re-
la respuesta de las instituciones políticas a la lucha obrera, en defensa del empleo es presión contra personas o entidades sociales que ponen en cuestión el actual modelo
represión policial y cárcel. político y social, al igual que se hiciera en la época franquista. Nos dicen que vivimos en
un Estado libre y democrático, pero no lo es. Segundo, el aspecto más positivo en todo
Tras las últimas luchas protagonizadas por los trabajadores de Naval Gijón, Morala y este proceso ha sido la gran respuesta social contra nuestro encarcelamiento, lo que
yo fuimos acusados de dos delitos de desórdenes públicos, y posteriormente juzgados posibilitó que a los 20 días de nuestro ingreso en la UTE 1 del centro penitenciario de
falsamente, por los cuales se nos pedía un total de seis años de condena. De uno nos Villabona en Asturias, el sistema represivo tuviese que articular fórmulas para ponernos
absolvieron y por el otro fuimos condenados por el juez Lino Rubio Mayo a tres años en libertad, y la certeza de saber que contra el abuso de poder, la injusticia social y la
de prisión, por haber destruido una cámara de vídeo-vigilancia, y a pagar de manera represión, la única alternativa es la lucha de clases, hecho que no podemos olvidar para
inmediata al ayuntamiento de Gijón la cantidad de 5.624 euros y una multa de 2.160 hacer frente a los recortes y pérdida de derechos que hoy se producen como conse-
euros, a lo que nos negamos, claro está, porque en todo momento, nuestra lucha ha cuencia de la crisis capitalista, que ahora nos hacen pagar a los más débiles.
sido colectiva y tanto Morala como yo hemos reconocido la participación en todas las
movilizaciones colectivamente, pero la acusación se basaba única y exclusivamente Narro la experiencia del tiempo que el compañero Morala y yo hemos estado privados
en nosotros dos. Era una idea planificada con el fin de erradicar la lucha del Naval y de libertad por cometer el “grave delito” de defender el empleo en los astilleros, sin
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pretender con ello destacar ningún protagonismo personal, sino señalar cómo se ca-
lifican los delitos y cómo se reprime la desobediencia civil. Hemos sido dos víctimas
más, como la mayoría de reclusos trabajadores/as, estudiantes, del sistema represivo
que hoy golpea a las clases más desfavorecidas. Pero con la suerte de contar con
un fuerte respaldo social, por ser los primeros obreros que entrábamos en prisión, por
un problema laboral, precisamente en el momento en que se celebraban los actos y
conmemoraciones de los 30 años de democracia en nuestro país. Durante este corto
espacio de tiempo en prisión, hemos podido comprobar que las cárceles y el sistema
carcelario actual, se diferencian muy poco de los de la época de la dictadura franquista,
que también pudimos conocer y por los mismos motivos. Se les llena la boca a muchos
gobernantes y a las instituciones políticas cuando nos hablan de reinserción, Estado
de derecho, democracia y libertad. La cárcel es todo lo contrario, sea en las llamadas
prisiones modelo (de esas que dicen que son casi como hoteles) o en los denominados
módulos terapéuticos. En ambos casos hay que decir que son centros de castigo, don-
de los internos, bien sean presos políticos, laborales, o por motivos de droga, cumplen
largos y duros años de condena en lamentables condiciones de atención sanitaria y
todo tipo de carencias que no facilitan para nada esa reinserción social de la que tanto
nos hablan los responsables de estas prisiones. La prueba más evidente de que el sis-
tema carcelario no facilita la reinserción ni la atención necesaria a las personas privadas
de libertad son las elevadas cifras de fallecimientos que se producen dentro de las
prisiones, por suicidios y por las graves deficiencias de atención sanitaria.
Hoy día, con la excusa de la modernidad, los centros penitenciarios están alejados de
las zonas urbanas, lo que dificulta aún más el acercamiento de la realidad penitenciaria
al conjunto de la sociedad y de sus familias. Cabe destacar en este sentido el enorme
trabajo que están realizando algunas organizaciones sociales que vigilan el respeto de
los derechos humanos dentro de las prisiones, mediante el asesoramiento y la asis-
tencia jurídica a las personas privadas de libertad y de sus familiares, promoviendo
denuncias sobre los malos tratos y las violaciones de derechos fundamentales, como
el derecho a la asistencia sanitaria. Un trabajo indispensable para desenmascarar la
hipocresía de nuestros políticos, cuando hablan de programas eficaces de educación,
terapia e integración social y laboral que solo sirven para lavar su imagen deteriorada.
144 145
13 denarlos. Son viejos y de metal gris, desbordados de papeles, carpetas y fanzines, de
esos que recuerdan a la escuela y que nunca acaban de cerrar bien al primer intento.
Conrad me comenta que es toda la información que han podido ir reuniendo estos últi-
Antibiografías mos diez años sobre cárceles. Empezamos por desplegar todos aquellos documentos
encima de la mesa, agrupándolos por países y temáticas concretas.
Jordi Arola La idea en este acercamiento inicial al archivo es realizar una discriminación bási-
ca para poder crear, en primer lugar, un registro de noticias de prensa sobre materia
carcelaria de diferentes países de Europa, Norte de África, Estados Unidos, etc. En
segundo lugar, una compilación de documentación de las cárceles de España y Ca-
taluña; en esta categoría se incluye material muy diverso: testimonios directos de la
vida en prisión, cartas, textos judiciales, partes a internos, informaciones sobre salud
dentro de prisión, etc. En tercer lugar, una relación de materiales de todas las campañas
en contra de las prisiones en todo el mundo o a favor de la mejora de condiciones de
vida de los presos, casos represivos de los movimientos sociales también. Y por último,
Esta escasa fiabilidad de nuestros recuerdos se explicará de modo satisfactorio sólo cuando sepamos
un inventario de revistas, fanzines, carteles, pegatinas, diversos materiales gráficos y
en qué lenguaje, con qué alfabeto están escritos, sobre qué materia, con qué pluma: hoy por hoy es una
meta de la que estamos lejos.
temáticos sobre cárceles. Todo se guarda ordenadamente en carpetas clasificadoras
para digitalizar posteriormente aquellos materiales que se consideren más relevantes.
Primo Levi
***
Archivo y memoria frente al olvido Por la calidad y cantidad de información, los archivos privados se convierten cada vez
más en fuentes indispensables para el conocimiento histórico y antropológico de la ins-
Eran las 19:00 h de un viernes de marzo. Doblo la esquina y llego a la librería donde había titución penitenciaria. Son un recurso casi inagotable que funciona como complemento
quedado. Entro, saludo y pregunto por Conrad, la persona con quien debo verme. Con unas imprescindible a los archivos oficiales, en tanto que posibilitan trabajar con testimonios
pocas palabras la mujer me dice que aún no ha llegado y que espere. Me decido a ojear directos (cartas, partes disciplinarios, sentencias, etc.) y que escapan, en muchos ca-
algunos libros que tienen dispuestos en mesas y estanterías, qué mejor modo de pasar sos, de la ideología del poder. Nos permiten contrastar muchas de las informaciones y
desapercibido. ¡Salvado! Encuentro la misma edición de 2008 de Los invisibles que había discursos que desde la institución se nos han ofrecido. Se trata de archivos que se ge-
expropiado tiempo atrás. Siempre alegra reencontrarse con un relato así. Recordé en un neran gracias a un trabajo político colectivo de recopilación de crónicas de resistencia
segundo ante aquellas fotos del interior del libro las experiencias de vida y lucha de aquellos (o de lucha) y de producción de contra-información con la finalidad clara de combatir el
valientes de los setenta y, sobre todo, la represión que sufrieron en las cárceles italianas discurso oficial y la ideología que entrañan los espacios de encierro y castigo.
aquellos mismos jóvenes escondidos tras seudónimos como cebolla, morera, avellana, etc.
El acceso a los archivos privados de un colectivo libertario requiere, entre otros, dos
En estas llega Conrad, nos damos un abrazo, subimos por la estrecha escalera que nace compromisos básicos. El primero, propio de un conocimiento que se pretenda meto-
detrás del mostrador de la librería y lleva a una planta superior. Una vez en la primera dológico y científico, es el compromiso con la documentación y las personas que en
planta estamos en el local del sindicato, atravesamos diferentes habitaciones, solo en ella aparecen, que hace innegociable un tratamiento riguroso, prudente y afinado de
una hay gente reunida, hablando tranquilamente. Las paredes están llenas de carteles, la información. El segundo tiene que ver con la difusión de la información obtenida du-
pósters, fotos, etc. Supongo que el pulso político de la ciudad de estos últimos años se rante el trabajo de compilación. Este propósito, que acaba siendo una autoexigencia,
podía tomar a partir de todo aquel material. Había dejado la quietud de las estanterías, conlleva un posicionamiento crítico per se con el consenso que rodea a la institución
las mesas y los libros para pasar a un espacio político. Llegamos a lo que parecía una penitenciaria y a los agentes que lo gestionan y patrocinan, en tanto que desvela y por
sala de reuniones, había una mesa grande, muchas sillas, tres ceniceros y presidiendo lo tanto denuncia, la prisión como recurso disciplinario que organiza la gobernabilidad
la habitación una pancarta negra que decía: “Si dios existe, el hombre y la mujer son de nuestras sociedades.
esclavos; ahora bien, el hombre y la mujer pueden y deben ser libres; por consiguiente
dios no existe”. Luego llegué a descubrir que el silogismo era de Bakunin, pero que no Siendo fiel a ambos compromisos se trata, en última instancia, de estudiar con detalle
se contemplaba a la mujer en el mismo. Otra manera de revisar a los clásicos. y recopilar metódicamente, pero también de sacar a la luz y desclasificar1 toda aquella
información que se fuga de dentro y del entorno de las prisiones. Extraer toda aquella
Una vez dejamos en las sillas, mochilas, chaquetas y demás, Conrad me muestra los documentación que posibilite una doble mirada, diacrónica y sincrónica, para perfilar
dos armarios. Habíamos hablado de ellos la semana anterior porque había que reor- una historia de las prisiones en Cataluña, en España, en Europa, para profundizar en la
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aprehensión del funcionamiento íntimo de la institución. En definitiva para dar cuenta de que el concepto de libertad no tiene que ver con la mayor parte de las cosas que
cómo la prisión tiene un rol central en el gobierno penal de la desviación en cualquiera yo escucho. ¿Eres libre de qué y para qué?
de sus formas: pobreza, inmigración, violencia, etc.
***
Es entonces cuando asumimos otro desafío, que es restituir una memoria de las prisio-
nes, constituyéndonos en recuerdo frente al olvido. Haciendo frente al relato interesado Entre la historia oral y la historia de vida, recuperando una temporalidad de presente, po-
de la memoria oficial que reelabora el pasado decretando aquello que debe ser recor- demos encontrar un método que nos ayude a interpelar a las voces y testimonios de los
dado y aquello que debe ser olvidado. Tratando de proclamar esta buena memoria2 en que han vivido la institución penitenciaria. Se trata de recuperar la memoria a través de
historia y de esta manera convertir las ausencias de la historia institucional en amnesia la oralidad, al mismo tiempo que construimos una historia de vida en busca de un origen
colectiva. Únicamente aceptando este reto nos podremos convertir en depositarios de la familiar, un contexto social, cultural, político, económico, etc. Así entramos en contacto
memoria de aquellos que han vivido o sucumbido anónimamente en prisión. El fin último con el peso de aquellas voces que brotan de la experiencia vivida, de lo imbricado en
es no hacer de las prisiones fosas comunes donde las vidas, los testimonios y las voces la existencia personal, en el “yo estuve allí”.
de aquellos que las han vivido se disuelvan en la operación política que hay detrás de
la sumisión de la memoria. Pero cómo preguntar al testimonio, cómo dejar que la voz emerja, cómo tejer la red que
sostenga el relato de la experiencia vivida. Pierre Bourdieu nos advertía, en Historia
y fuente oral,3 respecto de la ilusión biográfica. Nos avisaba de las biografías de los
Historia oral, historias de vida y antibiografía grandes hombres, de los títulos como “fulano y su época” o “mengano y su tiempo”. Nos
prevenía de la coherencia que guía constantemente los relatos biográficos o autobiográ-
Extracto de una entrevista realizada a Dante en un centro penitenciario asturiano en ficos, porque en estos el curso de los acontecimientos se da bajo la premisa: aquello su-
octubre de 2007: cedió en la manera como se nos explica porque él lo vivió, esto es, la experiencia directa
del protagonista, todo enriquecido y adornado con casualidades, destinos, méritos, etc.
El suicidio ayuda a pasar muy malas noches, créelo, ayuda a pasar muy malas
noches, ayuda a vencer esas malas noches, pensando: si quiero mañana se aca- Nosotros, en cambio, sin caer en un juego de ilusiones e ilusionistas, nos acercamos a
ba todo y a tomar por culo todo el sufrimiento, pongo punto y final. El suicidio en biografías o autobiografías que carecen de lo que comúnmente se entiende por rique-
mi opinión es un estado emocional, no tiene nada que ver con el valor ni con la za biográfica, porque nos acercamos a la voz y al relato de aquellos que en el conjunto
cobardía, porque cuando escucho a la gente decir: es que hay que ser cobarde de la sociedad no representan nada, ni nadie, son un vacío para la misma. Nos refe-
para escaparse del mundo así de esta manera, o cuando escucho hay que tener rimos a las vidas de aquellos encerrados en las prisiones de la sociedad posfordista
dos cojones, porque preparar fríamente tu ejecución, hay que estar muy templado durante uno, tres, cinco, veinte años. Generalmente vidas precarizadas expulsadas
para eso. Pero no es una cuestión de tener valor o de no tenerlo, es un estado del mercado laboral a las cuales se castiga y estigmatiza (lumpen). Ocuparnos de
emocional. Cuando el hombre llega al hartazgo, cuando te saturas de todo, a lo ese vacío que la propia sociedad genera para entenderla en su reverso punitivo. Nos
mejor de experiencias malas, no has visto la luz nunca, todo ha sido oscuridad ocupamos de la antibiografía4 de los borrados del mapa para acudir a una perspectiva
en tu vida, llega un momento que si lo que tengo que hacer es explotar como un que escape de la ilusión biográfica.
cohete y caer, se hace. El suicidio forma parte del hombre de intuición, hay quien
nunca piensa en ello, no sé, yo creo que todos en un momento de angustia o de La antibiografía nos desvela el trato que una sociedad depara a una persona convencio-
frustración han pensado en tirarse al abismo directamente. Yo he pensado en ello, nalmente insignificante, es el relato de las vidas que no merecen ser tenidas en cuenta,
no lo he llegado a hacer pero es lo que te digo: me ha ayudado a pasar alguna por tanto recordadas, porque no son significativas. La antibiografía no relata la vida de
mala noche, porque al final todo se acaba si tú quieres. Si quieres se terminó todo, nadie pero habla de las condiciones a las que está sometida, dice lo que se puede
lo mandas todo a… Bueno, lo que te digo, parad el mundo que me bajo, y ya todo hacer en contra de una vida. Así en el relato de Dante, como en el de muchos otros que
al carajo: no pasa nada más. Yo no lo contemplo ni siquiera como algo negativo. han vivido la prisión, intuimos la crudeza de su voz pero también la rebeldía frente a la
Lo que pasa es que hay gente que te produce una ansiedad, aquí hay... ¿Cómo situación de castigo y marginación del sistema social.
se llaman? Los internos de apoyo. Hay gente que no puede vivir sola porque aten-
ta contra su vida, en cuanto los dejan solos en el chabolo dos minutos se están Se trata de hacer de lo marginal el centro, hacer de una nota al pie de página el objeto
haciendo cortes. Ocurre así. Aquí realmente hay gente autodestructiva. Pero a la de un trabajo etnográfico y ortográfico, porque es en la experiencia de la marginación
gente que no piensa en ello, como todo el mundo piensa alguna vez, es hasta del sistema cultural (exclusión del mercado laboral, de la vivienda, bienes de consumo,
terapéutico pensar que tú los tienes en tus manos. Hoy que no decidimos casi etc.) donde encontramos el valor que una sociedad atribuye a la vida o a la muerte de un
nada, porque no decidimos casi nada, todo lo deciden por nosotros. Me refiero en determinado individuo, el último uso que hace de la misma, su consumo final. Hablamos
la calle, me refiero en general. Porque el hombre es un animal dependiente de su de vidas marginadas, que nos dan las claves de la versión extrema del sistema social,
cuerpo y luego de la sociedad. La libertad no es que sea un fantasma, lo que pasa esto es, nos topamos con los límites de la propia dinámica económica, social y cultural.
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Resistencias: el cuerpo y la palabra las palabras “amenazaron” e “intentaron leer” y escribe encima, entre renglones,
“advertimos” y “leímos”. Finalmente añade tras “hipocresía judicial” a final de frase
El tiempo con Conrad discurre entre conversaciones personales y dudas sobre dónde “y penitenciaria”. Así la versión de Orfeo queda de la siguiente manera: “Ustedes
depositar cada material. En un momento, Conrad me da una carpeta que parecía tener forcejearon con los funcionarios y les advertimos diciéndoles que les íbamos a con-
guardada pero sin saber muy bien dónde. Me dice: “creo que tú lo conoces”. Efectiva- tagiar el sida. Tras el forcejeo habido, ustedes accedieron al salón de actos y leímos
mente, la carpeta contenía diferentes papeles que hablaban de Orfeo, un compañero, ante los demás internos un comunicado reivindicativo sobre la hipocresía judicial y
un amigo que ha pasado largo tiempo en las prisiones de este país y ha sobrevivido penitenciaria”.
a la historia de las mismas, entre los motines de finales de los 70 y la lucha contra el
régimen FIES. Orfeo me explicó posteriormente, cuando le mostré el material, que de aquellas él
mantenía contacto con una abogada vinculada a la CNT en Barcelona y que era del
Son un par de hojas de papel vegetal en un estado muy precario, desgastadas, casi tiempo en que se reivindicaban mejoras de las condiciones de vida en prisión. “¿Re-
translúcidas. A pesar de estar perfectamente alineadas dentro de la carpeta tienen muy cuerdas? Ni FIES, ni dispersión, ni enfermos en prisión. Por la vida y la libertad: abajo
marcados los dobleces, se nota que han sido enviadas por carta o escondidas. Uno los muros de las prisiones. Todo este tipo de documentos los enviaba a la abogada
de aquellos impresos es un pliego de cargos de un penal de Madrid, donde tras un para que alguien afuera supiera de la lucha que se estaba librando dentro. Nada más
encabezado lleno de datos propios del centro penitenciario y del anónimo funcionario y nada menos”.
denunciante, se lee: “Conforme previene el artículo 242 del vigente régimen penitencia-
rio se formula el presente pliego de cargos al interno”. ¿Es inherente la resistencia a la imposición de una disciplina? ¿Cómo aparece la resis-
tencia en las versiones disciplinarias más agresivas? ¿Bajo qué formas se da el enfren-
No cabe duda, allí aparece el nombre y los apellidos de Orfeo. Sigue el pliego: tamiento? ¿Qué esconde el mismo?
A tenor de lo dispuesto en los artículos 44.2 de la Ley orgánica general peniten- Goffman hablaba de la importancia de muros y rutinas en la totalización de la institu-
ciaria y 242.2 del régimen penitenciario se formulan los presentes cargos contra ción, así como del papel pro-activo que internos y profesionales tenían en la misma.
usted. Sobre las 17:30 h del 1 de agosto de 2000, Orfeo junto con otro preso De hecho complejizaba la cuestión, en lo que se refiere propiamente a los internos,
regresaban del W.C. del área sociocultural, los funcionarios comprobaron que hablando de una fluctuación de posiciones en y frente a la institución. El ordenamiento
se habían autolesionado sangrando por algunas de sus extremidades. Ante tal institucional, con sus reglas y rutinas, genera en las personas privadas de libertad dos
situación los funcionarios les prohibieron el acceso al salón de actos donde se procesos: por un lado, a través de mecanismos de integración se les desvincula de
estaba celebrando una actividad, pero ustedes resistiéndose forcejearon con los su yo anterior, su yo civil; y por otro, a través de las rutinas se re-habilita un yo insti-
funcionarios y les amenazaron diciéndoles que les iban a contagiar el sida. Tras tucional, se les ofrece la posibilidad de ser un yo institución. El funcionamiento de la
el forcejeo habido, ustedes accedieron al salón de actos e intentaron leer ante institución se basa en forzar una normalización de la conducta a través de un proceso
los demás internos un comunicado reivindicativo sobre la hipocresía judicial. de subjetivación coactivo del individuo. Así las personas privadas de libertad pueden
oscilar entre una posición de identificación y una posición de rechazo de la institución
Finalmente el pliego de cargos se cierra con dos párrafos: dependiendo de una negociación estratégica diaria.
Merece provisionalmente la calificación 108-B y 108-D recogida reglamentaria- Pero las formas de oposición a la institución, ya sean colectivas o individuales, más o
mente como: amenaza o coacción a funcionarios, resistencia activa y grave al menos radicales, presentan una dimensión política, que pone al descubierto la relación
cumplimiento de las órdenes recibidas de los funcionarios. A dicha conducta, que existe entre violencia y política. La relación entre violencia y política es básicamen-
de ser tenida por probada, le puede recaer una sanción de aislamiento en celda te esencial. La política en sí misma implica conflicto, esconde una relación de antago-
de 6 a 14 días. Es órgano competente para la resolución de este expediente la nismo entre amigo/enemigo para Schmitt, o de lucha de clases para Marx, o para Hegel
comisión disciplinaria (artículo 232.1 del Régimen Penitenciario); una relación amo/esclavo, entendiendo la misma como una lucha por el reconocimiento,
una dialéctica entre ambas categorías. Cuando este enfrentamiento adquiere dimensión
Recibido este pliego de cargos dispone de tres días hábiles para presentar un histórica es cuando se radicaliza, se convierte en un duelo a muerte, esto es, la des-
pliego de descargos, por escrito o presentar alegaciones verbales ante el ins- trucción del enemigo, la muerte del burgués y la liberación del esclavo (el amo muere,
tructor. En el desarrollo del presente procedimiento sancionador puede Vd. ser el esclavo renace). La guerra es el punto crítico, al mismo tiempo que una tendencia y
asesorado por letrado, funcionario o por cualquier persona que Vd. designe, un límite de la relación entre violencia y política, es la máxima intensidad y polarización
pudiendo ser asistido de intérprete, caso de desconocer el castellano. en dos bandos. No hay más opciones. Es en este punto que se descubre una situación
paradójica, porque se impone la lógica de la guerra, esto es, ganar o perder. El juego
Observo la exposición de los hechos del pliego de cargos, emergen en el papel político se reduce a una sola posibilidad omnipresente. ¿Eso es política o es simplemen-
tres anotaciones en bolígrafo azul y mayúsculas hechas por Orfeo, donde subraya te una relación de agresión continua?
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Aunque el combate discurre dentro de instituciones socialmente aceptadas, o mejor
dicho, institucionalizadas, contiene siempre esa naturaleza conflictiva, un potencial
de violencia, cuya contención está regulada justamente por esos mismos cauces o
instituciones.
Del motín a la huelga de brazos caídos, pasando por las huelgas de hambre, la denun-
cia en los juzgados de vigilancia penitenciaria o la circulación de cartas o comunicados
de denuncia, todas son formas de lucha que se traducen en un desafío a la disciplina de
la institución que se desata en la institución. Son declaraciones de guerra que alimentan
un funcionamiento social y que desvelan el Estado como un poder para la guerra. La
prisión emerge entonces como un espacio invisibilizado de guerra y por eso no son
menos extremas las soluciones represivas que se desatan en la institución: dispersión,
aislamiento, contención (eufemismo de la paliza), tortura, etc.
De aquí que las luchas que nos plantea el pliego de cargos de Orfeo, abran la posi-
bilidad de dos estrategias en la declaración y el mantenimiento de la guerra contra
la institución. Primera, la autolesión, que usa el propio cuerpo como arma porque es
lo único de lo que se dispone. Y paralelamente la denuncia a través del pliego y la
substracción de información a la institución, la cual se mueve, sin duda, en el terreno
propio del lenguaje de la institución. La unilateralización del gesto, que expone la propia
corporalidad y rompe los esquemas de la institución hasta que propicia su represión. La
asunción del modo y el medio de protesta que desvela su efectividad cuando la insti-
tución reconoce el régimen de aislamiento que impone a Orfeo. Las dos estrategias de
guerra responden a momentos distintos de conflictividad, pero ponen de manifiesto el
territorio político, de conflicto, de guerra, de la prisión.
Notas
1. Por “desclasificar” entiendo hacer pública, en la medida de lo posible, toda la documentación relativa
al paso de un individuo por una institución. Se trata de extraer de una esfera privada (o secreta) todas
aquellas informaciones que un individuo ha ido reuniendo durante el tiempo de internamiento, con ello se
busca abrir una vía para compartir el relato, contrastar historias y conocer, en última instancia, realidades
inmediatas de la institución desde dentro.
2. “El general Della Rovere, amable cortesía de Bernat Muniesa”, http://leondelbajoebro.wordpress.com/
3. P. Bourdieu, Historia y fuente oral, Revista semestral del Seminario de Historia Oral del Departamento
de Historia Contemporánea de la Universidad de Barcelona y del Institut Municipal d’Història, Publicacions
Universitat de Barcelona, Barcelona, 1989-1995.
4. I. Terradas, Eliza Kendall: reflexiones sobre una antibiografía, Bellaterra, Publicaciones de la Universidad
Autónoma de Barcelona, Barcelona 1992. Terradas habla de la vida y trágico final de una trabajadora textil
del s. XIX y define Antibiografía “como esa parte de vacío o negación biográfica, pero susceptible de reve-
larnos aspectos importantes del trato que una civilización tiene con las personas concretas, en este reverso
aparecen justamente las vidas menos visibles biográficamente y sin embargo más patentes y significativas
en su imposibilidad biográfica, en su Antibiografía”.
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Las otras galerías
Este capítulo es una síntesis literal de “Las otras galerías. La cárcel y las bellas artes en
Las otras galerías. la época moderna”, memoria redactada por Quico Rivas en 2001:
Quico Rivas, la cárcel y las bellas artes* “Como en la Unidad de Habitación de Le Corbusier, unidad mínima de vivienda mo-
derna proletaria, las celdas serán la unidad mínima expositiva. Partiendo de que la
José Luis Gallero idea general del montaje es recrear, en la medida de lo posible, una cárcel modelo,
transformándola en un modelo de cárcel, junto al sistema panóptico y la unidad mínima
expositiva, un tercer nivel no menos importante será la recreación del resto de depen-
dencias carcelarias. Algunas de ellas –patios, galerías– servirán para mostrar grandes
conjuntos de obras y documentación. Los espacios que consideramos de momento son
los siguientes: biblioteca, comedor, locutorios, sala de vis a vis, enfermería, celdas de
castigo, cantina, economato, garitas...
Editada por primera vez en 1750, la impresionante serie de trece aguafuertes de Pira-
En noviembre de 2001, Quico Rivas, en colaboración con el arquitecto Rafael Zarza, nesi sobre las prisiones –de carácter visionario y muy reivindicadas por la modernidad–
redacta la memoria de una visionaria propuesta expositiva para el Museo Español e será el primer bloque o celda de la exposición, al menos cronológicamente.
Iberoamericano de Arte Contemporáneo, con sede en el antiguo penal de Badajoz: “Las
otras galerías. La cárcel y las bellas artes en la época moderna”. Más adelante, en 2005, Ben Shann, pintor y fotógrafo norteamericano, es uno de los máximos representantes
declara: “Me he pasado los últimos diez años preparando una exposición en el penal de la estética social en Estados Unidos durante la década de 1920. Dedicó numerosas
de Badajoz. El tema de la cárcel es constante en mi vida”.1 El guión de aquel proyecto obras a los presos condenados a trabajos forzados e hizo una famosa serie de retratos
nos brinda la oportunidad de adentrarnos en una muestra que nunca llegó a realizarse, de los anarquistas Sacco y Vanzetti, finalmente ejecutados en la silla eléctrica. Sería un
salvo en la propia imaginación de Quico. Concluida la visita, nuestra lectura proseguirá puntazo dedicarle una celda.
en clave de ensayo biográfico: “Lo que dura una canción” (1953-1980), “Cárceles y
paraísos” (1981-1996), “Reírse de uno mismo” (1997-2007) y “El último farol” (2008-...). Entre la derrota de la Primera Guerra Mundial y el ascenso del nazismo al poder en 1933,
Alemania fue uno de los países donde los artistas abrazaron con mayor entusiasmo las
“Mientras la crítica no se convierta en un arte a la par que las demás artes, no dejará de ideas revolucionarias. Expresionistas, abstractos, dadaístas, realistas de la Nueva Ob-
ser mezquina, parcial, injusta e indigna”. No hay duda de que esta afirmación de Rilke2 jetividad: por encima de sus diferencias estéticas, les unía una concepción semejante
era plenamente compartida por alguien que puede considerarse como el crítico de arte del arte como arma de combate. La represión policial, la violencia política y las cárceles
más innovador de su generación. Artista de la crítica, Rivas encarnó una corriente de fueron, en consecuencia, temas recurrentes en muchos de ellos. Reunir una galería bien
pensamiento y escritura que, como quería Joseph Brodsky, hace posible transformar la surtida de obras de esta época sería un punto fuerte de la exposición.
crítica en un género literario autónomo. Las mejores páginas que durante cuatro turbu-
lentas décadas dedicó a recrear el trabajo de innumerables artistas, conducen al lector Helios Gómez. Este gitano de Sevilla, trianero por más señas, posee una biografía polí-
por una senda imprevisible, en la que convergen lo político y lo poético, lo filosófico y lo tica y personal cuajada de sucesos y anécdotas inverosímiles: anarquista primero, co-
cotidiano, la gravedad y el humor, la cita selecta y la sutil ningunería, fórmula literaria de munista después, falangista durante un tiempo y, finalmente, de nuevo anarquista. En
su invención, que definió como “devaneo reflexivo de índole moral”.3 1933 tuvo que huir de España por su participación en el asalto y liberación de presos
de la cárcel del Pópulo de Sevilla. Viajó por Alemania y Rusia, donde conocería a los
A modo de collage –esa técnica que con tanta pasión cultivó a lo largo de los años–, re- ilustradores radicales de vanguardia. Después de la guerra estuvo preso varios años en
construiremos una trayectoria en la que serpentean tres hilos conductores: la aventura bio- la Modelo de Barcelona, donde pintó los murales de la llamada capilla flamenca. Tiene
gráfica, la apuesta creativa y la experiencia política. Para la composición de ese mosaico, una celda en esta exposición.
nos serviremos de un conjunto de documentos y testimonios –susceptible en todo momen-
to de ampliarse y recombinarse– que incluye textos críticos, conferencias, entrevistas, car- El pintor Luis Quintanilla, una de las figuras sobresalientes de la escuela realista durante
tas, poemas, memorándums, papeles póstumos y fragmentos diversos. Siempre que sea los años treinta, fue encarcelado con decenas de sindicalistas y políticos de izquierda
posible, nos serviremos de las propias palabras de Rivas como base del relato, sin dejar tras el fracaso de la revolución de Asturias de 1934. Durante su estancia en la cárcel
de evocar simultáneamente las de algunos de sus más entrañables compañeros de viaje. realizó una impresionante galería de retratos de sus compañeros de presidio: Amaro del
Rosal, Wenceslao y Santiago Carrillo, Juan Zugazagoitia, Rafael Henche, Gassol, Com-
[...] panys y un largo etcétera. Unos cincuenta de esos retratos se reunieron en un álbum de
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gran formato titulado La cárcel por dentro. Una de las tareas de esta exposición sería la Detenido en 1976, Renato Curcio, ex jefe de las Brigadas Rojas y uno de los pocos
de intentar localizar estos dibujos, nunca expuestos, y puede que destruidos durante la brigadistas que nunca se acogió al programa de arrepentidos, fundó con otros doce
guerra. Habría que concederles, al menos, una celda doble. socios una cooperativa editorial llamada Sensibili alle foglie, desde la cual vienen impul-
sando diversos proyectos colectivos relacionados con la memoria de la lucha armada,
José Manaut Viglietti. Pintor y profesor durante la segunda República, militante del Par- así como un archivo de las experiencias y sueños de las personas encerradas, tanto en
tido Comunista, fue encarcelado al final de la guerra en Madrid, desterrado luego a Du- manicomios como en cárceles. Contactar con este grupo y dar testimonio de sus mate-
rango y confinado finalmente en Madrid. A lo largo de esos años realizó una amplia serie riales nos parece indispensable.
de dibujos y lienzos de pequeño formato que constituyen uno de los testimonios gráficos
más estremecedores de la vida en las cárceles franquistas durante la posguerra. Esta México. Servicio Médico Forense. Desde 1990, este colectivo, que se fue reduciendo
obra había permanecido oculta hasta este año. Merece una celda. paulatinamente a una sola artista, Teresa Margolles, presenta trabajos realizados a
partir de cadáveres y despojos humanos procedentes de la morgue de México DF.
Además del material reunido en las celdas individuales dedicadas a algunos artistas Tatoo, de 1996, es una serie de tatuajes carcelarios recortados directamente de la piel
que visitaron las cárceles franquistas entre los años cuarenta y setenta, se mostraría de los cadáveres. Estudio para ropa de cadáver, de 1997, es una colección de camisas
un corpus documental de considerable interés –boletines, pasquines, carteles, poe- que llevaban puestas algunas personas en el momento de ser asesinadas. Conservan
mas, cartas, caricaturas, planos de fugas, fichas policiales–, presidido por la famosa los orificios de bala y las manchas de sangre.
litografía de Picasso sobre la libertad de los presos políticos de 1959. Su importancia
sentimental y su cercanía histórica serían más que suficientes para merecer una celda, Otros artistas españoles: Rogelio López Cuenca, Pedro G. Romero, Preiswert, Carlos
seguramente doble. García Alix, Arturo Marián Llanos, Víctor Aparicio, Luis Claramunt y su serie de dibujos
sobre los verdugos...
A pesar de su reputación de artista frívolo, existe un Warhol trágico, negro, el de los
accidentes de coche y las catástrofes de aviación, el de las sillas eléctricas y los cri- Un símbolo: La Bastilla, la Revolución Francesa y el Marqués de Sade. La toma de La
minales más buscados de América. Su retrato del lado oscuro de la sociedad opulenta Bastilla por el pueblo de París, el 14 de julio de 1789, marcó el inicio de la Revolución
resulta más crítico que el de muchos artistas aparentemente más concienciados. Sería Francesa y, en consecuencia, puede considerarse el hecho histórico que determina el
estupendo poder dedicarle una celda en la que se reunieran al menos dos de sus obras: fin del Antiguo Régimen y el comienzo de la Época Moderna. Desde el punto de vista
una silla eléctrica y uno de los criminales más buscados. arquitectónico, La Bastilla no era ni mucho menos un edificio moderno; su construcción
es muy anterior a la creación del sistema panóptico. La Bastilla era una típica fortaleza
El escultor norteamericano Casebere se dedica exclusivamente a construir maquetas a medieval de carácter defensivo, que posteriormente fue transformada en cárcel sinies-
escala de cárceles y penales de su país. Es, desde luego, uno de los candidatos más tra, lo que se entiende por lóbrega mazmorra. Sin embargo, su enorme fuerza simbólica
idóneos para disfrutar de una celda individual o doble. en tanto que bisagra histórica, así como el hecho de que el Marqués de Sade fuese uno
de sus últimos inquilinos, la convierten en un motivo privilegiado al que dedicaremos un
El pintor estadounidense de ascendencia china Martin Wong murió prematuramente. espacio monográfico en el marco de la exposición. Relación aproximada y provisional
Su biografía se confunde con la leyenda y es, sin duda, uno de los que ha tratado el de materiales y obras que podrían reunirse en esta sala del primer patio: Retrato del Mar-
tema de los presos y de la cárcel con un punto de vista más moderno y original. Pudie- qués de Sade por Man Ray, en el que se nos muestra un busto del marqués esculpido
ron verse varios cuadros suyos en Barcelona, en la exposición colectiva El humor y la en ladrillos sobre el propio edificio de La Bastilla; publicaciones y grabados populares
rabia, comisariada por Mireia Sentís. Es de los pintores a los que se concede una celda de época sobre la toma de La Bastilla depositados en la Biblioteca Nacional de París,
monográfica. así como en otros archivos e instituciones, que muestran paso a paso todos los aconte-
cimientos de aquel 14 de julio...”.4
Sandow Birk, pintor norteamericano hiperrealista, realizó durante el año 2000 una serie
de vistas panorámicas de todas las prisiones de California: 33 estatales y ocho federa-
les. Imprescindible. Lo que dura una canción (1953-1980)
Aunque la fotografía de prensa ocupará un gran patio de esta cárcel nuestra, algunos Nacido el 29 de mayo de 1953 en Cuenca, pero vinculado por parte de las dos ramas
fotógrafos y reporteros dispondrán de sus propias celdas. Entre ellos, Bernardo Pérez de su familia a la localidad gaditana de Grazalema –“Un lugar en lo más escarpado de
–autor en 1995 de una serie de retratos de Mumia Abu Jamal en el corredor de la muerte, la sierra de Ronda, al que considero mi pueblo, aunque no nací allí”5–, Francisco de
de donde ha sido liberado al cabo de 16 años–, Ricki Dávila –que realizó un impresio- Rivas Romero-Valdespino se traslada a Sevilla en 1955. Primogénito de cinco hermanos
nante reportaje de las cárceles colombianas por dentro– y Lucinda Devlin, fotógrafa varones, estudia los últimos cursos de bachillerato –1968-69– en el recién inaugurado
estadounidense que publicó en el año 2000 el libro The Omega Suites, en el que reúne Instituto Fernando de Herrera, donde conoce a Juan Manuel Bonet (París, 1953), futuro
fotografías de las salas de ejecución de treinta prisiones americanas. director de la Galería Buades, el Instituto Valenciano de Arte Moderno y el Museo Reina
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Sofía de Madrid. Ambos fundan el Equipo Múltiple (1969-1972). Quico Rivas: “Dibujá- Cárceles y paraísos (1981-1996)
bamos a cuatro manos, sin un plan previo, improvisando sobre la marcha. La tensión, el
pulso entre ambos, nos sorprendía con soluciones inesperadas y extraños compromi- En 1981, de nuevo en Madrid, conoce al fotógrafo Alberto García-Alix (León, 1956):
sos. A base de humor, nos vacunábamos contra nuestras grandes limitaciones técnicas. “Quico Rivas viene un día a verme y me dice que quiere estudiar la biblioteca de mi
Ironía culturalista le llamábamos entonces a ese juego”.6 abuelo. En aquella época yo tenía una hepatitis. Recuerdo que mi madre le pone un
whisky y me dice: ‘Tú, Alberto, no bebas, que estás enfermo’. Quico me pasaba el vaso
[…] por debajo de la mesa. Yo me decía: Este tipo se enrolla. Un tipo con gafitas, vestido con
chaqueta, que acababa de abandonar un partido marxista y tenía lo que se dice savoir
A partir de 1976 comienza a publicar en las páginas del recién fundado diario El País. Un faire. Quico lleva mis fotos a Buades, y de repente me encuentro con una exposición”.10
año después entra a formar parte del equipo de guionistas del programa de TVE Trazos,
revista de arte, dirigido por Paloma Chamorro, y se afilia al sindicato anarquista CNT, de […]
cuya sección de televisión será tesorero. Juan Manuel Bonet: “En la primavera se cele-
braron los actos del cuarto aniversario de la Galería Buades. La segunda de las mesas En 1986 participa en una expedición memorable, el Encuentro Madrid-Vigo: “Quizás fue
redondas estuvo dedicada a El orden cotidiano, organizada por nuestro efímero colecti- la última ceremonia colectiva de la Movida, la fiesta de despedida. Después de la madri-
vo de crítica cultural, Margen, y presentada por Quico Rivas. Intervinieron los colectivos leña, la movida de Vigo era la más original y la que había dado más juego. Por un lado,
de apoyo a los presos en lucha, grupos feministas y gays. Era el momento de la lucha se trataba de organizar un concierto; por otro, una exposición, en la que había sobre todo
contra la Ley de Peligrosidad Social y, con tal motivo, aquel mismo año le encargamos pintura, algo de moda y algo de fotografía. Y después, digamos, un intercambio huma-
a Manolo Quejido un pavoroso cartel verdinegro”.7 Rivas: “Un momento fundamental de no. El intercambio humano consistía en fletar un tren especial: cuatro vagones, más la
lo que se llamó Movida es, por ejemplo, el primer concierto de Dr. Feelgood en Madrid. máquina y el restaurante-bar, con barra libre, por supuesto. A mí me tocaba organizar la
Recuerdo que nos pasamos todo el puñetero concierto repartiendo panfletos del colec- exposición, así que el viaje de ida no lo hice en el tren, pero, por lo que cuentan, todo el
tivo Margen. Éramos un grupo de chalados, empachados de Deleuze y Foucault, que mundo se apalancó en el bar. Tampoco estuve en la recepción, porque, justamente en el
participábamos en la campaña contra la Ley de Peligrosidad Social, por la cual se su- momento en que iba a llegar el tren, apareció la policía y me sacó del hotel esposado. En
ponía que te podían detener con la simple presunción de no tener ingresos reconocidos. la comisaría me dicen que piensan conducirme a Madrid para ponerme a disposición de
Colaborábamos con la Coordinadora de grupos marginales en lucha, junto al Colectivo no sé qué juzgado. Así pues, según llegaba el tren de Madrid, yo me iba a cruzar en el tren
de Presos en Lucha (COPEL), la Asociación de familiares y amigos de presos comunes, contrario, esposado y con una pareja de la Guardia Civil. Al llegar al hotel, la gente pregun-
colectivos de homosexuales y lesbianas, grupos de psiquiatrizados en lucha, etcétera. ta por mí, y no les dan más explicaciones, sino que a ese señor se lo ha llevado la Guardia
La noche antes del concierto se había producido uno de los motines más sangrientos Civil. Hubo un momento de gran desconcierto, hasta que logré salir. Los periódicos del día
de la cárcel de Carabanchel. Aquello era bastante demencial: una mezcla de COPEL hablaban del evento, y con ellos en la mano amenacé con cataclismos en las más altas
con Dr. Feelgood... Se vivía un momento de renacimiento libertario. Mi novia de entonces instancias. Más por no oírme que por otra cosa, me soltaron a eso del mediodía”.5
era de la CNT y dirigía en la facultad de Filosofía un seminario sobre Stirner, el filósofo
ácrata más radicalmente individualista. Entre sus alumnos se encontraban José Luis […]
Brea y Santiago Auserón”.5
A partir de 1993, pasa largas temporadas en “la isla de las dos chimeneas”, como la defi-
[…] ne en alusión a su origen volcánico: “Estuve viviendo durante cinco años en La Palma, La
Isla Bonita, como la llaman, y no exageran. Casi un paraíso. Vivía en el borde mismo de la
En 1979 publica sus primeros poemas en la revista catalano-aragonesa Diwan. Ese mis- Caldera de Taburiente, entre el pueblo de Los Llanos de Aridane y el de Tazacorte”.11 “La
mo año, junto a Juan Manuel Bonet y Ángel González, comisaría para la galería Juana Palma ha sufrido dos erupciones volcánicas muy recientes: en 1949 y 1971. Las huellas
Mordó la exposición itinerante 1980, con obras de Alcolea, Broto, Campano, Cobo, Del- aún palpitantes de esos episodios volcánicos hacen que el paisaje irradie una extraña
gado, Ortuño, Pérez Villalta, Enrique Quejido, Manuel Quejido y Ramírez Blanco. En un personalidad, como un alma emboscada bajo la verde y exuberante espesura”.12 Tiene
texto a seis manos, los responsables declaran: “Ahora que afortunadamente no está de cuarenta años, y sin duda recuerda la sentencia de Chamfort: “Los grandes hombres han
moda el arte político, es urgente replantear la política del arte”.8 Durante la presentación escrito sus obras maestras pasada la edad de las pasiones, tal como la tierra llega a ser
de la muestra en Las Palmas de Gran Canaria, Quico puntualiza: “Decidimos que 1980 más fértil tras la erupción de los volcanes”. Son tiempos propicios para la poesía. Algunos
fuese una exposición de pintura y nada más que de pintura, es decir, quedarían fuera de sus libérrimos haikus aparecen en las páginas de la revista madrileña Amén.13
todas aquellas prácticas artísticas que en las últimas décadas han intentado desplazar-
la o sustituirla”.9 Jaiqú con luna llena
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Una nueva constelación Reírse de uno mismo (1997-2007)
De estrellas dobles.
Pagué sus copas Concluida su estancia en las islas Canarias, se instala en La Isla, una casa con chime-
Y está de acuerdo nea en Los Molinos, localidad de la sierra madrileña.
En bautizarla con tu nombre.
Jaiqú de Rascafría13
Hay Luna Llena
En el Valle del Sueño, As de Copas se cambia
También llamado Aridane. Por unos troncos de leña
Y Reina de Corazones
Jaiqú de “La Vita Nuova”
Organiza una muestra de Quejido para el IVAM. Bonet: “Manolo Quejido politizaría su
Todo lo dantesca imaginable discurso en sintonía con la evolución del propio Quico Rivas. Acabar de una vez con la
Y la tranquilidad más absoluta. banca, la monarquía y el ejército, era la propuesta, por ejemplo, con la que se desayu-
naron una mañana de 1997 los lectores de El Mundo, gracias al titular de una entrevista
Así la vida en la isla con Quejido, concedida con motivo de la retrospectiva que le dedicó el IVAM de Valen-
De las dos chimeneas. cia, comisariada por Quico Rivas, y que llevaba el enfático título de 33 años en resisten-
cia”.15 Rivas: “La ocasión se prestaba a una de esas retrospectivas que tantas veces ci-
Víspera de Todos los Santos mentan la fama de un artista, y de camino, lo jubilan. La recapitulación que precede a la
capitulación. En el sitio de donde venimos, a los muertos no los enterramos, convivimos
Sobre la isla los aviones con ellos, son nuestros interlocutores. Risa y revuelta, esa es la consigna. Que la pin-
Y la bendición del sol. tura interese de verdad cada día a menos gente, nunca ha sido un problema. Mientras
tanto, lo único que nos cabe es cumplir con nuestro deber. El de los pintores, conservar
Morirse, ¡qué falta encendida la sagrada llama de la pintura. El de los comisarios, avivar el sagrado fuego
de educación! de la discordia”.16 Carlos García-Alix: “Con Quico me reencontré en Valencia en el otoño
de 1997, en alguna de las exposiciones irrepetibles del IVAM de Juan Manuel Bonet.
[…] Aquella noche me ofreció colaborar en un proyecto de periódico libertario de nuevo
cuño. Me subí al barco con la euforia alcohólica de la fiesta que celebraba la exposición.
Un texto de 1994 dedicado a la pintura de Carlos García-Alix subraya el constante inte- Para financiar la nueva singladura organizamos una colectiva de pinturas y dibujos en
rés de Quico por el mundo penitenciario: “La celda número 40 de la cárcel Central de una taberna. Con la bolsa recogida se acondicionó un local cedido por la inolvidable y
Sevilla estaba ocupada por un ilustre preso: el escritor británico Arthur Koestler. En La llorada Blanca Sánchez (1948-2007). A los pocos días se definió la cabecera: Refractor.
escritura invisible, quinto tomo de su célebre autobiografía, Del cero al infinito, Koestler Algún día tendré que contar en detalle la deriva refractaria de aquel periódico. Las es-
hace un retrato pormenorizado de su aventura sevillana: ‘Pasé incomunicado en mi celda cenas tendrían todo el sabor de un sainete rojinegro”.17 En una carta de ese año, Quico
los primeros sesenta y seis días, durante los cuales no se me permitió realizar ejercicio confiesa: “Pienso mucho en política. No pienso nada en poesía”.18
alguno. Después permanecí confinado y solo, pero me autorizaron a realizar ejercicios
físicos durante dos horas al día en compañía de otros presos. Uno de ellos era Agapito En enero de 1998, el pintor de ascendencia moldava Arturo Marián Llanos le escribe
García Atadell...’. Empezaré poniéndoles a ustedes en antecedentes sobre el tal Aga- desde la cárcel de Tenerife: “Me ha causado un tremendo impacto recibir tu carta y ma-
pito, pues ese pájaro no va a encontrar otro que lo defienda... Al retrato de Agapito terial refractario. Llegó como regalo de Reyes, el día 6 de enero y precisamente cuando
García Atadell, lo ha titulado Carlos García-Alix Uno de los nuestros. Otorgar un papel estaba bastante bajo de moral. No te imaginas lo importante que es para mí recibir
protagonista a malvados y canallas, incluso a los seres más abyectos o cobardes de vuestro apoyo; de paso, podemos romper otro tópico más, según el cual el preso común
la creación o a los más desgraciados, no significa, forzosamente, comulgar con ellos, siempre está solo aunque esté acompañado y el preso político siempre está acompaña-
entre otras cosas porque ni ellos ni nosotros comulgamos. Supone, tan solo, hacerles do aunque esté solo. Bueno, la verdad es que soy un preso poco común, un comando
justicia, reconocer que la familia es muy amplia y los vínculos familiares nos llevan autónomo surrealista. No hace mucho me quejaba a un compi de que no tengo nadie
a emparentar con gente de muy diversa catadura. Recordad que la única Ley con con quien hablar y me contestó: ‘Claro, porque eres el único narcointelectual aquí’. Me
mayúscula es la que no está escrita”.14 gustó mucho la definición, así que ahora a veces firmo mis cartas como Narcointelectual
Número 1”.19 El economista Alberto Donis escribe a los refractarios desde un presidio
[…] madrileño: “Estoy solo y en la cárcel, camaradas. Han muerto compañeros en mis bra-
zos por falta de atención médica. Han sufrido palizas, torturas, tratos inhumanos y de-
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gradantes. Lo he vivido y lo estoy viviendo. Sí, es duro lo que digo. Ahora estoy próximo […]
a una prisión más grande, pero no más libre; estoy próximo a salir a un mundo que no
es de los hombres y mujeres que viven en él, sino tan solo de unos pocos. Muchos se En 2003 dicta en Cuenca una conferencia titulada “La risa como forma de acción direc-
quedan aún entre estos muros. Vosotros estáis esperándome entre otros”.20 ta”, en la que afirma: “La capacidad para reírse de uno mismo denota un grado superior
de cultura. ¿Por qué cabrearse cada día ante el bochornoso espectáculo de la política?
“A lo que yo he perdido respeto no es al arte, sino al mundo del arte. Se me ocurren Indignarse, calentarse los cascos, hacerse mala sangre, ¿no supone un reconocimiento
pocos mundos más tenebrosos que ese”, declara en 1998.21 Ese mismo año, junto a de impotencia que no conduce a ninguna parte? Día a día, temporada a temporada,
un nutrido grupo de artistas e intelectuales, funda Refractor, “periódico anarcofuturista” legislatura a legislatura, el espectáculo político y mediático con que nos desayunamos y
del que aparecerán seis números a lo largo del curso. Firma sus comunicados con los acostamos se supera a sí mismo, hasta el punto de que los clarividentes análisis de los
pseudónimos de Víctor Nero y Segundo Mateo: “La Idea es la Acción y la Acción no da situacionistas sobre la Sociedad del Espectáculo se quedaron cortos. Que cada vez nos
tregua. La Idea es negra. Las ideologías son turbias. La Idea es turbulenta. Las ideo- reímos menos es un dato estadísticamente comprobado. Qué lejos estamos de reírnos
logías están estancadas. La Idea es una. Las ideologías son demasiadas. La Idea es al menos treinta veces al día, como recomendaban los sabios chinos. Para contrarrestar
pura. Las ideologías son infecciosas. La Idea siempre engendra nuevos partidarios. Las de alguna forma el espíritu de estulticia reinante en nuestra vida pública y cultural, pro-
ideologías solo engendran partidos políticos. La Idea es potente. La política es la prepo- pongo organizar una especie de Guerrillas de la Risa”.28
tencia organizada. Los refractarios vamos a por el todo, porque no aspiramos a nada.
El futuro se ve tan negro que nadie duda de que será nuestro”.22 Bonet: “La temporada […]
1998-99 se vio en Buades la rareza política de la Primera Columna del Segundo Salón
Refractario, de un Quico Rivas ya definitivamente embarcado en la aventura anarquis-
ta”.7 Carlos García-Alix: “En el verano de 1998 salió un número doble del Refractor. En un El último farol (2008-...)
recuadro de la última página se anunciaba mi depuración. La bufonada llegaba a su fin
con un último estrambote: ‘Por inconsistencia teórica y dejación de funciones, los cama- En abril de 2008, en el curso de una revisión médica, Rivas es diagnosticado de cáncer.
radas Gardenias y Oxy han sido excluidos del Comité Peninsular Provisional y relevados Los médicos le conceden tres meses de vida. No avisa a nadie, pero el 25 de mayo, en una
de sus tareas en la escuela de militantes Juan García Oliver y al frente de la edición del entrevista publicada por el diario ABC de Sevilla, anuncia su jubilación como crítico de arte:
Refractor. Hasta un próximo aviso, Víctor Nero continúa siendo el director provisional. “Muchos artistas y críticos intentan legitimar su trabajo con una retórica pseudofilosófica y
¡Camaradas, esto es solo el comienzo!’”.17 abracadabrante que, las más de las veces, produce vergüenza ajena. Siempre he procura-
do escribir para todos los públicos. El próximo 29 de mayo cumplo 55 años, y tras cuarenta
Dos circunstancias ponen a prueba su entusiasmo: una maltrecha salud y el incendio de servicio, que se dice pronto, me jubilo definitivamente como crítico de arte”.29 El 29 de
de su casa de Los Molinos, cuyas llamas devoran trabajos en curso, diarios personales, mayo celebra en Sevilla su cumpleaños con la exposición Before the Poison. En el folleto
libros, cuadros e infinidad de documentos. Procura encajar el golpe con aplomo: “D. Fran- conmemorativo, María Vela señala: “Esta peligrosa vida de Quico no le ha convertido en un
cisco Rivas. Falleció el martes 13 de noviembre de 1998, en Los Molinos, donde resultó canalla satinado. Ahora confía en que retirándose apagará el fuego de su bondadosísimo
incinerado”.23 “Candela, ceniza y carbón”, titula su primer texto crítico tras el desastre.24 corazón. A sus cincuenta y cinco años, lo deja”.30 María Escribano: “En los últimos días de
Rivas: “Su patria es la calle, frase que acuñó Jules Vallès para referirse tanto a los deshere- mayo de 2008, recibí una llamada de Quico Rivas desde Sevilla en la que me anunciaba su
dados de la fortuna como a la pléyade de bohemios y artistas románticos que combatieron intención de dejar la exposición que estaba preparando desde hacía meses para el Museo
junto a ellos en las barricadas de París durante la Comuna de 1870. Para el autor de Los Reina Sofía [Los esquizos de Madrid, Madrid, 2009] y en la cual Juan Pablo Wert y yo cola-
Refractarios, esta frase suponía, por supuesto, una alabanza”.25 El Diccionario Seco ofrece borábamos como asesores. Con voz serena, explicó que su estado de salud no le permitía
dos acepciones interesantes del término refractario: 1) Material o cuerpo que resiste, sin seguir adelante con el proyecto, que su decisión era irrevocable y que dejaba el asunto
alteraciones notables, elevadas temperaturas; 2) Inmune a una enfermedad. en nuestras manos. Ni siquiera el título de la exposición que preparaba, Before the Poison,
a cuya inauguración me invitó, me hizo presagiar lo que ocurriría unos días después”.31 El
Bajo el epígrafe de El poeta sordo, recopila sus poemas con destino a una edición fa- 1 de junio, poco antes del inicio de un documental sobre su vida proyectado por Carlos
llida: “Los poetas sordos deben de ser algo así como la tercera regional de la poesía. García-Alix, Quico Rivas fallece en Ronda. Sus cenizas son depositadas en la ermita de
Ser un mal poeta inédito es más digno que ser un mal poeta publicado”, afirma en una Grazalema, lugar que, en palabras de Francisco Navarro Rivas, Paquico, “Transpira paz y
epístola de 1997.26 Rivas, que durante su estancia en Canarias se había familiarizado sosiego, que es lo que Quico transmitió desde que se enteró de su cáncer terminal hasta el
con unos versos del poeta Domingo Rivero –“El poeta mejor soy de mi calle, pero mi último suspiro”.32 En 1995, el propio Quico recapitulaba: “Nos nacen, nos crían, nos echan
calle, la verdad, no es larga”–, reconocía como su máxima aspiración poética realizar al mundo y, al final de todo, nos recogen en paladitas y meten lo que queda de nosotros
“un trayecto largo en una calle corta”.27 En la exposición Los Correctores (Madrid, 1999), en un nicho familiar en este bonito cementerio, donde ya reposan –dicen– los huesos de
muestra una serie de dibujos en el reverso de las páginas manuscritas de su frustrada un montón de Rivas, todos por el mismo precio”.33 Y antes aún, en 1989, en una ningunería
biografía de Gálvez. En Sweet Home (Madrid, 2000), dirige un último guiño a sus arra- inspirada en la obra de Miguel Ángel Campano, discurría: “El alma que arde con más fuer-
sados sueños domésticos. za, en menos tiempo habrá de consumirse. Luego, brasas, rescoldos y, por fin, cenizas”.34
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Bonet: “Precisamente cuando estaba terminando estas líneas, me llega la noticia de la Noche tras noche
muerte, un par de días después de celebrar sus cincuenta y cinco años, de mi viejo ami- la fortuna me ha dado
go Quico Rivas, a quien hacía cuatro que no veía, si exceptuamos el abrazo sin palabras de lado.
que nos dimos en el entierro de Blanca Sánchez. De nuestros desencuentros y de los
rumbos tardíos de Quico, nada diré. De los años fraternales, de los años compartidos, sin Más de media vida
embargo, se agolpan los recuerdos... Por desgracia, y aunque en su día lo tentó Enrique he vivido de milagro,
Murillo, Quico Rivas no alcanzó a escribir sus memorias. Alguien tendría que escribir un día y la otra media de fiado.
un libro sobre él, un poco al modo de su investigación detectivesca sobre Greco o la que
siempre quiso escribir sobre nuestro común amigo Carlos Castilla, otro que se fue”.15 José Tuve crédito y lo fundí.
María Parreño: “Escribir una biografía de Quico Rivas sería darle su merecido; a él, que El resto, me lo bebí.
prometió varias y no las llevó a cabo. Quico es el espejo bohemio –solo uno de ellos, pero Nadie se sienta ya
el más brillante– en que puede reflejarse la Movida sobre aquella otra movida madrileña en el bar junto a mí.
que fue el Ultraísmo y alrededores. También por otra razón: nadie como él supo ser a la
vez actor y narrador de esos años”.35 De la Torre: “Es hora de implicar a administraciones, He doblado la esquina fatal,
instituciones, colectivos e individuos. Hora de devolver lo que de él recibimos y dar lo que tras la cual
de nosotros esperaba: generosidad”.36 Carrasco: “Pensador, poeta, activista político, editor, un hombre de verdad
crítico de arte, comisario de exposiciones, explorador de la frontera entre el arte y la vida, no puede volverse atrás.
la importancia de su labor en el universo de las vanguardias artísticas de este país durante
los últimos treinta años será celebrada por firmas más solventes y con mejores palabras Esta en que me apoyo
que las que yo puedo enhebrar ahora. Escribió las más bellas líneas sobre arte y literatura, es la última farola.
desperdigadas en cientos de catálogos. Fiel a un estilo de francotirador, jamás vendió su ¡Nada importa ya!
alma al diablo, aunque a veces se la alquilara, a tiempo parcial, a demonios menores si la
ocasión lo requería. Impulsó a creadores de cualquier signo y vocación. Su reino estaba en Antes de marchar,
sus carpetas, atestadas de apuntes y proyectos”.37 Santiago Eraso: “Hace unas semanas permitidme tan solo
murió en Ronda, cerca de su querida Grazalema, Quico Rivas, principal artífice y promotor un último farol.
político del Refractor. En su labor colectiva lo acompañaron una amplia red de colabora- ¡El último farol!
dores heterogéneos, excéntricos y entusiastas anarquistas que configuraron un proyecto
sin geografía concreta, movedizo, eventual, adaptado a contextos diferentes, siempre de la
mano de complicidades personales, dispuestas a reformular el presente y a llevar el futuro El último farol (II)
hasta las mismas entrañas de la vida”.38 Emilio Sola: “Quico Rivas murió al día siguiente de
festejar por todo lo alto su 55 cumpleaños, en plena forma de lucidez e insaciable en sus Yo, que nada guardé,
ganas de acción. Salud para el Q, y hasta su centenario”.39 Rafael Zarza: “El camarada Ri- que cuanto tuve gasté
vas manejaba como nadie la sintaxis colectiva. Había eliminado de su gramática la palabra con mujeres y amigos
yo, viviendo a años luz de esa vanidad de las vedettes de izquierdas o derechas. Vivía para de toda clase y condición.
sus camaradas y luchaba como un compañero más. Continuaremos escuchando su voz”.40
Yo, que nada escondí,
que cuanto tuve pulí
El último farol13 en copas y convites
sin mirar nunca el reloj.
Noche tras noche
mi destino he sellado ¿Cerró el último bar?
entre cortes de baraja ¿La fiesta terminó?
y repicar de dados. Mientras haya una calle
vacía, yo seguiré
Noche tras noche de esquina en esquina
a la fortuna de frente buscando el abrazo
he citado. del último farol.
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Notas 34. Quico Rivas, “La doble estrategia de Campano”; Miguel Ángel Campano, Pinturas, Galería Juana de
Aizpuru, Madrid, 1989.
1. Patrick Smith, “Cárcel de mujeres”, CNT, núm. 312, mayo 2005. 35. José María Parreño, mensaje a J. L. Gallero, 26-8-2009.
2. Rilke, Diario florentino, 1898. 36. Iván de la Torre, “Refugiado tras una máscara”, ABC, 4-6-2008.
3. Quico Rivas, “Ningunerías”, Buades, Periódico de Arte, enero, 1986. Véase también el epígrafe “Ningu- 37. Diego Carrasco, “Quico Rivas, un crítico que jamás vendió su alma al diablo”, El País, 6-6-2008.
nerías sobre la llama”, en “La doble estrategia de Campano”, Miguel Ángel Campano, Pinturas, 1988-89, 38. Santiago Eraso, “El Refractor”, Culturas, La Vanguardia, 2-7-2008.
Galería Juana de Aizpuru, Madrid, 1989. 39. Emilio Sola, Alí Calabrés, “Kiko Rivas”, CNT, núm. 347, julio 2008.
4. Quico Rivas; Rafael Zarza, Las otras galerías. La cárcel y las bellas artes en la época moderna, memoria 40. Rafael Zarza, “Círculo La Unión”, CNT, núm. 347, julio 2008.
de exposición, Madrid, noviembre 2001.
5. Quico Rivas, “Lo que dura una canción”, conversación con J. L. Gallero, Sólo se vive una vez. Esplendor
y ruina de la movida madrileña, Árdora Ediciones, Madrid, 1991. * Este texto presenta algunos fragmentos de la lectura realizada por José Luis Gallero dentro del programa
6. Quico Rivas, “Historia de una carpeta. El Equipo Múltiple revisado a la vuelta de treinta años”, Equipo de Umbrales (6/11/2009) en La Carbonería (Sevilla). Puede visionarse el vídeo con la lectura completa en
Múltiple, 1969-1972, Universitat de València, 2001. http://ayp.unia.es/index.php?option=com_content&task=view&id=622
7. Juan Manuel Bonet, “Para un mapa de la Galaxia Buades”, Galería Buades. Treinta años de arte contem-
poráneo, Museo Patio Herreriano, Valladolid, 2008.
8. Bonet; González; Rivas, “1980”, 1980, Galería Juana Mordó, Madrid, 1979; reproducido en Los esquizos
de Madrid. Figuración madrileña de los 70, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, 2009.
9. “Cronología, 1970-1985”, Los esquizos de Madrid. Figuración madrileña de los 70, Museo Nacional
Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, 2009.
10. Alberto García-Alix, “El logotipo de un sueño”, conversación con J. L. Gallero, Sólo se vive una vez.
Esplendor y ruina de la movida madrileña, Árdora Ediciones, Madrid, 1991.
11. Quico Rivas, “El arte y el dinero”, conferencia pronunciada en el Museo Municipal de Málaga, 2001.
12. Quico Rivas, “Cómo nace y se hace una exposición”, Corona Roja sobre el volcán, Centro Atlántico de
Arte Moderno, Las Palmas, 1996.
13. Quico Rivas, El poeta sordo, 1999, libro inédito.
14. Quico Rivas, “Dos perros hicieron justicia. Una historia ejemplar y varias pinceladas sobre la pintura de
Carlos García-Alix”, texto inédito destinado a la exposición Carlos García-Alix. Pinturas, Círculo de Bellas
Artes, Madrid, 1994. Una versión del mismo fue publicada en El Canto de la Tripulación, núm. 9, Madrid,
1995; y un fragmento, en el catálogo de la muestra de Carlos García-Alix, Noticias de Madridgrado y otras
fantasmagorías, Galería Siboney, Santander, 2001.
15. Juan Manuel Bonet, “Un cierto Madrid: mapa en forma de diccionario”, Los esquizos de Madrid. Figu-
ración madrileña de los 70, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, 2009.
16. Quico Rivas, “Q por Q: R que R (Irritación y resistencia)”, Manolo Quejido, Pintar, Pensar, 33 años de
resistencia, IVAM, Valencia, 1997.
17. Carlos García-Alix, El honor de las injurias, T Ediciones & No hay penas, Madrid, 2007.
18. Quico Rivas, carta a José Luis Gallero, La Isla, 1-8-1997.
19. Arturo Marián Llanos, carta a Quico Rivas, Centro Penitenciario Tenerife II, 7-1-1998.
20. A. Donis, “Economista refractario, preso en Madrid”, carta a Refractor, 1998.
21. “El mundo del arte es tenebroso. Dis Berlin conversa con Quico Rivas”, Manuel Calderón, ABC, 5-6-
1998.
22. Víctor Nero, “La idea es la acción”, Refractor, núm. 1, Madrid, febrero 1998.
23. Quico Rivas, Sindiosnipatrianiley, Huelva, julio 1999.
24. Quico Rivas, “Candela, ceniza y carbón”; Sergio Gay y José Rubio, Un poeta en Nueva York, Sala Ma-
ruja Mallo, Las Rozas, Madrid, 1999.
25. Quico Rivas, “El fotógrafo furtivo”, Baylón, La Fábrica & Tf Editores, Madrid, 1999.
26. Quico Rivas, carta a J. L. Gallero, La Isla, 10-5-1997.
27. Quico Rivas, “Come y calla. A propósito de una exposición de Marcus Oehlen”, El Europeo, núm. 51,
Madrid, febrero 1995.
28. Quico Rivas, “Ciscarse de la risa”, Universidad de Valencia, agosto 2003.
29. Quico Rivas, “La crítica de arte da vergüenza ajena”, entrevista con Alfredo Valenzuela, ABC, Sevilla,
25-5-2008.
30. María Vela, “Quico Rivas está que arde”, Before the Poison, La Carbonería, Sevilla, 2008.
31. María Escribano, “Pinturas que nunca se hubieran hecho”, Los esquizos de Madrid. Figuración madri-
leña de los 70, Museo Nacional Centro de Arte Nacional Reina Sofía, Madrid, 2009.
32. Francisco Navarro Rivas, Paquico, mensaje a José Luis Gallero, 1-11-2009.
33. Quico Rivas, carta a Galsen, escrita en el reverso de una fotografía del cementerio de Grazalema, La
Palma, 20-11-1995.
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procede de los años 1960-1970. Aquí el cuerpo se encuentra en el centro del trabajo, un
cuerpo que podrá no tener una formación técnica específica, pero que se debate con
los acontecimientos cotidianos, que considera el individuo como voz activa que puede
El arte de los afectos hacer de esa voz un instrumento creativo.
Se pretende que en estos proyectos todos sean creadores e intérpretes y por eso es tan
Filipa Francisco importante que se establezca un tiempo amplio de formación y creación. Un dramaturgo
dijo que “la danza es como una escultura en el tiempo”. Asimismo ha sido y sigue siendo
determinante que estos proyectos tengan un carácter continuo; solo de esta manera es
posible dejar raíces en cada una de las personas que participa y, posteriormente, en el
público. Para que se dé una ruptura, una transformación, para que todo el proceso sea
de todos, el tiempo es uno de los factores de mayor importancia.
También es esencial que se preste atención al proceso de trabajo, que se ponga de re-
Tengo la impresión de que vamos a regresar a aquella época en que el arte era algo de vida tan anónima lieve y que el enfoque no se centre en el producto final. ¿Por qué es importante mostrar?
que no existía el artista como nombre, como mito. La gente crearía naturalmente, casi como el acto Solo así el ciclo se completa, la energía de los que miran con la de los que hacen. Son
de comer, de hacer el amor, de vivir, pero sin preocuparse por ser artista. En mi opinión todo el mundo proyectos en los que la formación se alía a la creación, es decir, en los que la pedagogía
posee, potencialmente, la capacidad de crear. Ahora bien, si está condicionada por un medio que no la
aparece unida a los procesos creativos. Son encuentros intensos que ponen en cuestión
favorece, acaba por no crear. Y el bloqueo, la sociedad de consumo, el condicionamiento actual, hacen
la relación entre arte y vida, y que han influido en mi trabajo coreográfico en el sentido
que mucha gente coja esa sensibilidad y se la guarde para sí misma.
de que este pueda llegar a reflejar el mundo.
Lygia Clark, O mundo de Lygia Clark.
Proyecto (R)Existir
Como creadora me interesa:
Crear territorios de controversia. (R)existir se desarrolló durante ocho años (2000-2008) en el Centro Penitenciario de
Posibilitar un acceso a las artes en lugares en los que sería más improbable. Castelo Branco, producido y financiado por la estructura cultural CENTA, con sede en
Que mi trabajo refleje el mundo. Vila Velha de Ródão, en Portugal. Tenía como objetivos la promoción de la creatividad y
Profundizar en las relaciones entre el arte y la vida. la reflexión sobre la relación entre el arte y la vida, contribuyendo así al desarrollo perso-
Me interesa construir lugares de acción, discusión, construcción, resistencia. nal e interpersonal de los reclusos. En 2005 el proyecto mereció, por parte del Ministério
Generar el debate: ¿La danza como motor de cambio? da Cultura, el estatuto de “Interesse Cultural” y el trabajo realizado a lo largo del año,
titulado Mais peças para rir e chorar, fue representado en el Museo Francisco Tavares
En mi trabajo he procurado profundizar en la reflexión e investigación sobre la función so- Proença Júnior de Castelo Branco y en el Centro Penitenciario de Covilhã. En 2006 la
cial y política del arte. Así, he participado en proyectos de creación artística con grupos en obra Nus meios fue representada en el Teatro Camões. En 2007 y 2008 fueron invitadas
un contexto carcelario y, recientemente, con jóvenes menores en proceso de reinserción las artistas Margarida Mestre y Lara Soares que, en co-creación con los reclusos, repre-
social, en centros educativos. En el proyecto (R)Existir con reclusos del Centro Penitencia- sentaron sus obras en el centro penitenciario.
rio de Castelo Branco y en el proyecto Nu Kre Bai Na Bu Onda (yo quiero ir en tu onda), con
jóvenes del barrio de Cova da Moura. Son proyectos que unen la pedagogía a la creación Después de trabajar durante varios años en el proyecto (R)Existir en el Centro Peniten-
artística, que buscan reflejar una vinculación entre el arte y la vida. En todos se pretende ciario de Castelo Branco, fue posible crear una relación de confianza con las personas
trabajar en colaboración, promoviendo la imaginación individual y la creación en grupo. de la institución: reclusos, guardias, directores y profesores. Solo así fue posible llevar el
espectáculo Nus meios fuera de los muros de la prisión, lo que significó abrir mentalida-
A partir de la experiencia en el Centro Penitenciario de Castelo Branco, trato de abrir des, efectivamente romper muros.
un espacio de reflexión. Por medio de pequeños ejercicios prácticos (el calentamiento
como ritual, voz y cuerpo, la improvisación como descubrimiento del otro en uno mis- La obra Nus meios fue creada con el objetivo de encontrar al otro en nosotros mismos.
mo), de la proyección de vídeos y del intercambio de ideas. De esta experiencia concre- Los hombres hacen de mujeres y las mujeres hacen de hombres; de una forma humorís-
ta llego a la pregunta: ¿puede el arte abrir espacios de resistencia? tica, se pretendía presentar el conflicto en la pareja tradicional portuguesa. Investigamos
gestos partiendo de películas portuguesas como Pai tirano de António Lopes Ribeiro o
Mis proyectos artísticos entrelazan la formación con la creación artística. Estos proce- O leão da estrela de Arthur Duarte. La verdadera ruptura fue superar el miedo al ridículo,
sos artísticos pasan por la idea de una democratización del cuerpo, un concepto que a estar ante el público. La obra se ensayó separadamente con los reclusos hombres y
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mujeres. Ambos ya conocían los respectivos trabajos a través del vídeo, pero para los úl- Trabajar a partir de la idea de proceso de investigación donde el cuerpo y la voz ocupan
timos días de trabajo la dirección del centro penitenciario autorizó el ensayo conjunto. La un lugar central. Estar atenta al contexto y a las personas con las que trabajo y proponer
motivación ayudó a superar ciertas dificultades, como la falta de tiempo para una buena que la práctica diaria sea creada por todos. Para cada grupo o contexto la aproximación
adaptación a esta nueva situación. Un ejemplo de la destrucción de ciertas barreras lo al cuerpo puede ser diferente. En general, se persigue el objetivo de entrar en un pro-
simbolizan los guardias, que acompañaban a los reclusos cantando las canciones de la ceso de investigación que puede llegar a su conclusión por medio de la representación
obra fuera de la escena. Lo cierto es que el público acogió la obra con gran entusiasmo y de un objeto artístico. Este proceso incluye la improvisación libre o con temas, en
al final todos sentían que un gran momento había tenido lugar. Es en este contexto donde grupo o individualmente, la dramaturgia, la composición y los ensayos.
cobra todo su sentido la pregunta: ¿puede el arte ser motor de cambio?
La investigación sobre la voz y el cuerpo se realiza a través de ejercicios técnicos, pero
también creativos. De estos ejercicios creativos surgen materiales que yo llamo colecti-
Programa de trabajo en (R)existir vos. Estos materiales (movimientos, imágenes, textos, palabras) se graban en vídeo, se
guardan en cuadernos o en la memoria del cuerpo, para luego volver a ser examinados.
Se pretende incentivar a los participantes a buscar autoconocimiento y conocimien-
to, a desarrollar y valorizar el pensamiento propio, la práctica de una actitud crítica y La dramaturgia pasa por la selección de estos materiales colectivos y su organización.
constructiva, y la contribución de cada uno al grupo y a la sociedad. Paralelamente, se Pasa por ver si tienen una historia o, si son más abstractos, qué intenciones les que-
procura aumentar el abanico de referencias sobre las prácticas artísticas, promover el remos dar y cómo se unen en un todo. Los ensayos, además de ser un entrenamiento
placer de hacer, de construir, de crear, y estimular la práctica artística/creativa de cada sobre la repetición y el detalle, hacen que el grupo pueda dirigirse a sí mismo y alcance
uno, valorizándola por sus características únicas y por las posibilidades que abre en un ritmo de trabajo común.
términos de comunicación y expresión de ideas y sentimientos. Toda la metodología
del proyecto se basa en una perspectiva multidisciplinaria de la danza y el teatro, en un Al final, si el grupo está de acuerdo, se realiza una representación en la que se establece
trabajo práctico en grupo y en el valor de la comunicación, en un proceso que busca la un diálogo con el público y se le explica el proceso de trabajo. Como este pertenece a
colaboración, la reciprocidad y la responsabilidad mutua. todos, todos tienen autoridad para hablar sobre él.
Asimismo, se pretende que los participantes hagan su apropiación de las prácticas Este cambio de papeles, en el que ya no existe un papel fijo de coreógrafo y de intér-
artísticas y de los procesos creativos, por esto resulta tan importante la “creación de un prete, pretende establecer bases para estas reflexiones: la confianza, los territorios, la
espectáculo”, del que los participantes son autores e intérpretes. Precisamente por me- negociación, la autoridad, las reglas, la libertad, la resistencia, temas tan presentes en
dio de este proceso de apropiación, en el que los participantes se convierten en agentes la reclusión.
de su propia formación, nos parece que resulta más efectiva la contribución que este
proyecto puede proporcionar en la vida de cada uno, presente y futura. Un ejemplo de este cambio de papeles: uno de los grupos de trabajo pidió hacer una
obra de teatro, con personajes y enredo. Después de esta petición, presenté en clase
El programa de trabajo se divide en tres fases: formación específica; creación, montaje una serie de propuestas y le pedí al grupo que también presentara propuestas o que
y representación de un espectáculo; difusión del espectáculo. escribiera su propia obra. Al final, nos quedamos con dos obras, pues no se conseguía
llegar a una decisión para excluir una de ellas. La representación final consistió en una
En cada una de ellas se les pedirá a los participantes su participación activa: en la lectura dramatizada en la que el público y los actores discutían sobre las dos obras y el
propuesta de materiales de apoyo a la investigación, en la elección del tema, en la dis- porqué de la elección y/o exclusión de una de ellas o de las dos. En este caso incluso el
cusión sobre las perspectivas desde las que se desea abordar ese tema y en la decisión público cambió de papel, ya que fue colocado en el centro de la acción como esencial
sobre las formas más adecuadas de transmitir esos puntos de vista. para el desarrollo de la propuesta.
El tema general propuesto es la resistencia. Este tema surgió de la experiencia de las Se pretende no borrar singularidades. No obligar a decir de cierta manera, bien sea el
formaciones anteriores, en las que los participantes escogían sistemáticamente la liber- contenido bien la forma de aquello que estamos haciendo. Cada uno deberá descubrir
tad como tema a tratar. Así, y siempre con la intención de ir al encuentro de sus moti- su voz y su lugar en el grupo. Cada uno tendrá espacio para ser creador e intérprete,
vaciones y preocupaciones, se procuró encontrar un tema derivado o paralelo a aquel, para elegir el contenido y formato de aquello en lo que trabajar. Con el tiempo se fueron
que pudiese aportar una perspectiva más amplia y menos condicionada por el contexto presentando sucesivos objetos artísticos que contenían una dimensión pluridisciplinar
carcelario. La “resistencia” se aborda aquí desde una perspectiva humana, en la que y transdisciplinar (artes plásticas, vídeo, instalación, teatro, danza). Se conseguía así
cada uno de nosotros se convierte en un “resistente” a partir del momento en que existe crear territorios comunes, hechos de singularidades y diversidades.
y está abocado a constituir una identidad, a ser una persona. Resistir se convierte, así,
en la necesidad de construir, de crear un territorio, de encontrar un lugar, material y me- Se utiliza el método del collage que pone de relieve la diversidad de materiales e
tafórico, donde nos sintamos a gusto, completos y cohesionados. ideas. Se pide a todo el mundo que entre en un mundo real y ficticio en el que los sueños
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y las historias personales son materiales creativos con los que se trabaja. Se produce
entonces un distanciamiento de este material, que se vuelve colectivo y poético, dán-
dole una dimensión artística. Hablamos así de aquello que nos toca profundamente por
medio del arte. También así nos protegemos de nuestros fantasmas más profundos.
La obra co-creada entre los reclusos y la artista plástica Lara Soares es un ejemplo de
este trabajo entre la realidad y la ficción. El tema giraba en torno a las marcas corpora-
les. Se improvisaron varias historias ficticias y reales de las marcas corporales (marcas
de accidentes, tatuajes, señales); cada marca tenía que ver con una historia, con una
biografía. Se trata de un trabajo de afectos, sobre cómo afectar al otro, cómo conocer al
otro, cómo nos ponemos en lugar del otro. Yo le llamo el arte del afecto.
Últimas palabras
La primera vez que entré en el Centro Penitenciario de Castelo Branco tuve la sensación
de estar en un espacio claustrofóbico, pero donde los reclusos tenían cara, es decir, los
que conocí en las clases durante varios años de formación fueron siempre personas con
unas ganas enormes de crecer, aprender y reflexionar. A partir de estos ejemplos puedo
decir que también mi visión del mundo y del arte ha cambiado. Creo que la función del
arte es poder ser un instrumento de transformación del mundo. Y así tanto mis clases de
formación artística, como mis propuestas de enseñanza dentro del arte consideran a la
persona una entidad libre, poseedora de una infinita capacidad de cambio.
Futuro
¿Hablar de deseos para el futuro? Dejar aquí escrito: espero que se realicen muchos
“Umbrales”. ¿Dar voz a estos temas puede generar posibilidades de crear lugares de
“resistencia”?
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16 Tras su asociación con el Prison Arts Network y su vinculación, desde el inicio, con el
proyecto Teatro y prisión de la Unión Europea, aufBruch sigue desempeñando un papel
principal en el movimiento europeo de teatro carcelario, comprometido con el desarrollo
Arte ciudad prisión futuro de estos foros. Asimismo, aufBruch ha mantenido lazos de colaboración e inter-
cambio con el San Quentin Drama Workshop (SQDW) de California, cuna del movimien-
to de teatro carcelario.
aufBruch
En 2006 y 2007 la cárcel Tegel acogió las representaciones al aire libre de Los nibe-
lungos y Robbers Goetz, empresa pionera que exigió de la institución penitenciaria
cambios estructurales. A lo largo de los últimos años ha crecido gradualmente tanto el
número de producciones como el de espectadores.
El espacio escondido
Historia Como es bien sabido, la prisión es un lugar de castigo y aislamiento para los que han
infringido la ley y para los criminales violentos que amenazan la seguridad de nuestras
aufBruch es un proyecto teatral alemán de singular importancia con una trayectoria de sociedades. La cárcel cumple así una función importante al dejar que el Estado prosiga
diez años. Sus producciones se han presentado en numerosos festivales, y la reputación su trabajo como guardián del bienestar de todos sus ciudadanos.
del proyecto se ha extendido mucho más allá de Alemania gracias a la atención mediá-
tica nacional e internacional. Por consiguiente, la cárcel también representa el control total de ese mismo Estado so-
bre el espacio de la libertad personal. La prisión es un espacio que está más allá de la
Desde su inicio en 1997, el proyecto aufBruch ha interactuado con procesos sociales y normalidad, y al mismo tiempo ejerce una importante influencia sobre esta, no solo por-
políticos. En el plano artístico, su trabajo se centra en proyectos teatrales con presos: que es una amenaza concreta sino también porque simboliza la maquinaria del Estado
a lo largo de los años ha llevado a cabo más de veinte representaciones en la cárcel de la que no hay escapatoria. Es así como la prisión encarna el potencial de control de
berlinesa de Tegel, vinculadas en ocasiones a representaciones paralelas celebradas la aniquilación que posee la sociedad en su conjunto respecto al individuo, y al hacerlo
en espacios más públicos, como la plaza principal de Berlín, la Alexanderplatz, en un crea muchas metáforas sobre la convivencia humana.
barco de carga en el río Spree o, hace poco, en los tribunales de justicia de la ciudad.
Las representaciones potencian el debate público sobre la relación entre la prisión y
En 2000, aufBruch creó un festival internacional de teatro carcelario en colaboración con la sociedad, los crímenes, la culpa y el castigo, promoviendo así una conexión entre
el teatro Volksbuehne y siete prisiones berlinesas. Por primera vez en Alemania se con- las dos partes basada en convicciones respecto a la dignidad humana, la democracia
gregaron autores de teatro encarcelados y otros artistas de toda Europa y los Estados progresista y la autoridad de la ley. La realidad inexorable y la inmediatez del mundo car-
Unidos, junto a políticos, funcionarios del departamento de justicia penal, presos y aca- celario agudizan la visión del mundo “exterior” y así pueden ayudar a encontrar nuevas
démicos de los campos de las ciencias sociales y culturales. En esa ocasión también se respuestas a las preguntas apremiantes sobre la función del teatro y del arte; un teatro
celebraron varias exposiciones y se inauguró el primer sitio web participativo de presos. que se quiere contemporáneo debe repetirse esta pregunta una y otra vez.
Las contribuciones más importantes de aufBruch a muestras internacionales de tea- Pero, aparte de este valor añadido en términos sociales, es también el valor artístico del
tro han sido Tegel Alexanderplatz (basada en fragmentos de la novela Berlin Alexan- género del teatro carcelario lo que consigue que aufBruch mantenga su compromiso
derplatz de Alfred Doeblin), presentada en 1999 en festivales de Berlin y Stuttgart; la con este campo. El preso que se sube a un escenario ya se convierte, debido a su
presentación de Endgame de Samuel Beckett en el Festival Beckett de Berlín en 2000; propia biografía, en un personaje de interés dramático, y gracias a la combinación de
la producción de la obra Ofendiendo al público de Peter Handke para el congreso personalidad y texto teatral las representaciones adquieren su autenticidad y precisión.
nacional de la abogacía alemana de 2002; y la participación en la exposición Timeless Asimismo, el contexto carcelario y los prisioneros ejercen una influencia directa sobre el
celebrada en el P.S.1 de Nueva York. material dramático clásico, y la presencia colectiva de presos crea una realidad ejem-
plar y estéticamente intensa de un coro teatral.
En el marco del programa de intercambios culturales entre Alemania y Rusia, en 2004
aufBruch trabajó durante casi tres meses en un campo de prisioneros ruso cerca de Por último, está la teatralidad de la visita a la cárcel, que se convierte en parte integral
Moscú. La producción basada en la obra El dragón de Yevgeny Schwartz, interpretada de la experiencia interpretativa, creando así nuevos niveles de percepción y reflexión
por veinticinco jóvenes delincuentes, fue un gran éxito internacional. en el público.
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La estética del “teatro carcelario” El poder simbólico y la realidad de la institución penitenciaria no son evocados por la
elección de obras o la creación de una estética basada explícitamente en la prisión: sur-
La estética del teatro de aufBruch tiene una base formal y se caracteriza por la pre- gen por sí mismos a través del potencial expresivo del lugar. Esto no solo justifica este
sencia de un coro ante el que se erige el individuo. Esta constelación absolutamente trabajo, sino que es también un elemento constitutivo del género del teatro carcelario.
clásica es el motor principal de las representaciones y la esencia de su enfoque con- Así, es la combinación de la oposición dramática entre el coro y el individuo y la situa-
ceptual y práctico. ción específica de la cárcel lo que forma la base conceptual del trabajo de aufBruch.
También hace alusión a determinadas tradiciones teatrales expresionistas y simbolistas,
El coro es el núcleo y escribe las escenas. Todos los ensayos tienen lugar bajo la y eso permite aproximarse tanto a los mitos antiguos como a los cristianos, y darles es-
mirada atenta del coro. El hecho de que en la cárcel los espacios personales sean pecial relevancia social. Ciertamente hay afinidades con el trabajo de otros artistas en la
mínimos explica el predominio de temas personales dentro del coro, que surgen historia más reciente del teatro alemán, como Einar Schleef o Heiner Mueller.
durante los ensayos y se convierten en parte de la representación. Formar parte
de una multitud es lo que permite que el individuo piense que tiene un futuro. El
individuo forma parte de un grupo de personas en su misma situación, y solo al El interés público
aceptar este mismo estatus sobre el escenario puede surgir un elenco de presos y,
por consiguiente, el teatro. El coro como cuerpo colectivo oprimido que habla, chilla La popularidad y la estética y la solidez expresiva de estas producciones carcelarias
y da patadas llega directamente al subconsciente del público, y alude a información explican el compromiso de larga duración del público con ellas. Siempre se agotan las
básica sobre la violencia y la sexualidad almacenada de manera individual, pero entradas a las producciones, a pesar del constante esfuerzo por incrementar tanto el
también a experiencias colectivas como la guerra, las epidemias y los desastres número de representaciones como el número de localidades disponibles. Pero no es
naturales. solo cuestión de números: lo que reviste especial interés es la composición específica
de este público. En términos generales, hay tres grupos de espectadores: los presos
La presencia colectiva del coro hablado crea un corpus de experiencia que le permite al y sus familiares y amigos, la gente que asiste por compromiso social o político, y los
público introducir tales asociaciones directamente en el contexto de la representación, aficionados al teatro.
acercándolo así a la experiencia de todo lo que acontece.
Para los miembros del primer grupo lo más importante es el contacto con sus familiares
El héroe se enfrenta al coro, el individuo se enfrenta a la multitud y el trabajo más indivi- o amigos, aunque este solo se produzca a través del medio teatral. El precio que los
dual de los actores se contrapone a la voz coral. Cada intérprete disfruta de un apoyo presos están preparados a pagar por ello es un período de ensayos de seis o siete
individual para cada producción, y encuentra su lugar dentro del proceso global según semanas, durante el cual deben lidiar con varios temas que les son completamente nue-
sus capacidades. vos. Lo mismo puede decirse del grupo de espectadores compuesto por los familiares.
Muchas veces se trata de su primera aproximación a determinados temas, o incluso al
Tan solo el uniforme y los gestos rituales del coro pueden hacer posible el drama propio medio teatral.
individual del héroe, el cual contradice el statu quo que es supervisado por perso-
najes divinos e interpretado por el coro. A través de sus acciones, el héroe busca un El segundo grupo consiste en personas interesadas principalmente en el fenómeno tea-
proceso individual de conocimiento, proceso que desemboca en su propia destruc- tral. Su preparación cultural en ese campo es la habitual de las clases medias. Aunque
ción. La aniquilación del héroe individual, del forastero, lleva a su reintegración en el su interés primordial pueda ser la institución teatral, también se relacionan con el teatro
cuerpo colectivo del coro. La multitud absorbe al que infringe la ley, sea en forma de para satisfacer su curiosidad. De nuevo, el medio teatral les permite empezar a relacio-
mito cuando “muere”, sea como alguien que regresa voluntariamente al redil, o quizá narse con los prisioneros, dialogando o “interpretando” la institución teatral.
incluso como un nuevo líder contrario a los representantes actuales del poder.
El tercer grupo lo forman los aficionados urbanos. Saben que no verán una representa-
Las acciones conscientes o inconscientes del protagonista que resultan en su neutra- ción al uso en un espacio diseñado ex profeso, y sin embargo a menudo se encuentran
lización propician un cambio social que, a su vez, beneficia al coro, al colectivo. Por ante situaciones muy especiales creadas por la maquinaria carcelaria de dominio y
tanto, muchas veces el sacrificio del héroe es un aspecto central de las representa- control. Por ejemplo, no es posible decidir de forma “espontánea” ir a ver una obra de
ciones montadas por aufBruch, que expresan valores culturales que tienen categoría teatro a una prisión; las reservas siempre requieren planificación previa. Finalizadas las
de mitos, es decir, son holísticos. Los temas centrales son los destinos individuales representaciones, la única manera de descubrir más sobre las obras es hablando con
dentro de los mitos de nuestra historia, como los nibelungos, el caballero alemán Götz los presos, algo que muchas veces implica cruzar las barreras de clase. De nuevo, el
von Berlichingen o la epopeya de los átridas. Sin embargo, para aufBruch los mitos no teatro ofrece una plataforma para la comunicación.
solo crean una base de autopercepción cultural, sino que también nos abren la puerta
por la que pasarán los individuos y las sociedades para poder afrontar los cambios La existencia de estos tres prototipos de público en las representaciones teatrales car-
que nos deparará el futuro. celarias implica la posibilidad de que se den encuentros insólitos entre personas de
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distintas procedencias, religiones o posiciones sociales. Esto solo es posible con una
buena dosis de automotivación.
Relevancia
El género específico del teatro carcelario practicado por aufBruch enriquece la ciudad
teatral de Berlín. A lo largo de los últimos diez años, la prisión como lugar ha suscitado
creciente interés público. Debido al hecho de ser un recinto cerrado constituye un punto
de referencia para la “sociedad abierta”, modelo que ha tenido que preocuparse por su
propia apertura dentro de los procesos de cambio globales acontecidos desde el final
de la guerra fría.
La condición previa del éxito de esta labor teatral ha sido la preparación del sistema
de justicia penal y los funcionarios que trabajan en él, para abrir este espacio cerrado
y volverlo visible.
Con el tiempo podría establecerse una colaboración realmente confiada entre los pre-
sos, los funcionarios de prisiones y los artistas por el bien del arte, lo cual es bastante
novedoso. Se trata de un importante proceso de negociación y de creación de rela-
ciones sociales. Sin embargo, a pesar de esta estrecha colaboración con la institución
penitenciaria, aufBruch es una organización completamente independiente. A través de
su labor, construye un lugar de relación entre aquellos que están “dentro” y aquellos que
están “fuera”. Además del trámite del acceso y de la actuación propiamente dicha, los
espectáculos siempre comprenden una hora completa de conversación tras la repre-
sentación, durante la cual el público tiene la oportunidad de hablar con los intérpretes.
La visita al teatro no se da por terminada hasta que finalizan las conversaciones y se
acaba el trámite de salida, tan laborioso como el de entrada. Así no solo promueve
la reflexión artística, sino que también se provoca un enfrentamiento entre las esferas
pública y privada de nuestra sociedad. En este caso el teatro no es solo un medio de
comunicación sino también un medio para la comunicación.
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17 no soy capaz de abordar lo incomunicable ni tan siquiera un momento, y sufro, la-
mentándome, quejándome, vomitando pretextos de reflexiones inútiles, abarco ciertas
deficiencias y las miro con lupa, se revuelven en mi cabeza y explotan sin control, en la
Selección de poemas deliberación, en la expresión absurda del más absoluto de los vacíos. Si las verdades
relinchan, el llanto hiede. Cuando aludes a mí, visitante asiduo de todo lo que conlleve
David Campos un cierto índice de marginalidad, sospecho que lo haces simplemente como un juego,
una manera de ponerte un eslabón por encima y así poder ser admirada por el imbécil
y adquirir por instantes una posesión más, Hiede y esta diversión de tío vivo es un todo
absoluto que no desaparece de nuestro cosmos en ningunas circunstancias. Pero
he decidido mirarte, he decidido hablar. ¿Cuánto tiempo he permanecido callado?
¿Cuánto no he sido más que un espejo en el que se refleja la codicia de un paisaje
muerto? La patología encubierta despierta inclinaciones demagógicas. No me agrada
saber de la superficialidad de nuestras pretensiones. No me agrada saber que somos
seres humanos, limpios y vestidos, dispuestos a la benevolencia y sonrisa sin más.
Dañinos, locuaces, dañinos, locuaces... Prefiero pensar en nosotros como en un zoo-
Balbuceo. Lloro ridiculez abierta, lloro trastorno agitado, lloro música indefinida, y no lógico abandonado donde los animales, ya libres, quebrados los barrotes correctivos,
digo nada, se me va, se me escapa el tiempo infinito, suficiente para justificarme, ne- deambulan a sus anchas en el centro de la ciudad, en medio del peligro, y pensando
cesito un cerebro lúcido y la retrospectiva pertinente, necesito cumplidos, eternos, oní- así subyace la languidez íntima de la subsiguiente introversión en este círculo abstrac-
ricos, muestras de agradecimiento, hasta la saciedad absoluta, circular, gravitatoria. to que es la vida. Patológico hiede. Podríamos haber sido altruistas que creen en la
Tengo la imagen de tus ojos inquietantes clavada como una tarde desesperada en la palabra, la palabra que define, la palabra que libera, pero no, descansábamos juntos
memoria del niño próvido, y hay una sombra de ti en el aire viciado de tabaco, conta- nuestras tímidas preocupaciones, en la cama, sin dormir, escuchaba con paciencia el
minado, enfermo, como un velo que no deja ver claro. ¿Quién tiene ojos grandes para ritmo de tu respiración y puse mi cabeza en tu cuello para oír mejor la pulsión de tus
poder abarcarlo todo? Mi vida es una laguna aceitosa donde ningún objetivo estático, enervadas venas de vida y regocijarme en la más absoluta oscuridad, sin el menor
indestructible, llega a su fin, donde la comedia no hace reír, donde la esencia queda ruido tergiversador. Callé. Si las verdades relinchan, el llanto hiede. Fue un momento
diluida entre el estiércol, donde el sereno cansado, obsoleto, no descansa nunca. Y no volátil como el viento y que no sugiere nada concreto y estable, como mi vida, como
pregunto quién soy, no pregunto, solo sé que abro los ojos todos los días, desayuno, ciertos recovecos de mi mente. Y es así como me identifico en ti. Pocas veces veo el
tomo baños de agua caliente. Estoy obcecado, estoy delirante, sin rebelarme, resig-
nado, triste, asustado, asustado de lo artificial que para mí supone la totalidad de mi
contacto con la realidad, recelado de creerme solo en el laberinto que es la feria del
camino quebrado, desde la adicción engañosa, triste, melodramática, llorona, llorona,
llorona... Sí, balbuceo. Es la función lacrimosa del ascensor que baja pero no sube y
sigue bajando después de terminada la gran obra, a los subterráneos, al subsuelo,
donde ya nadie llega. Estoy en la plaza de la intromisión paralizante, me he entrometi-
do y no puedo ofrecer nada para compartir en el último momento, en el momento cru-
cial, de la suciedad, de la química, de la medicina. Estoy para pasar, pasar mudo sin
poder replicarle a la puerta cerrada herméticamente que para mí suponen los demás.
No sé qué significa una apreciación ilimitada de las virtudes de los demás. Balbuceo.
Lloro y no digo nada claro. ¿Quién tiene ojos grandes para poder abarcarlo todo?
***
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sol, ciertas tardes, ciertas noches, acudo al mar, y acudo como el peregrino en ayunas mos en silencio. La casa es muy bonita, la comida muy buena, el círculo, la forma. No
que busca un signo evidente que pueda ofrecer algún tipo de arbitrariedad a su exis- sé que hablo. ¿Es que reciclas quimeras y las guardas junto a tus lágrimas de paisaje
tencia estática, y de este resquicio de romanticismo idealista surge mi dependencia imaginado?
de ti, mis extrapolaciones, azul, verde y amarillo no son los colores primarios. Y es así
como me identifico en ti. ¿O desnudas avatares y los conviertes en dueños de sí mismos? Nada está relacionado.
*** ***
Estirado en el suelo, no sé que hablo. La contradicción es el cambio plácido para el Trato de hacer literatura y os escupo mi desencanto. La salida está ocupada, pero es
que no está absolutamente solo. Para el que está solo, nada más que confusión y des- mentira. Es una fijación de muerte, de desaparición, cuando todo lo que me ahoga es
esperanza. Yo pregunto, pregunto: ¿Es que reciclas quimeras y las guardas junto a tus mío. Yo decido las palabras que me reconstruyen, las emociones las cago cada día
lágrimas de paisaje imaginado? ¿O desnudas avatares y los conviertes en dueños de sí porque todo es lo mismo. La ventana sirve para tirarse por ella. La vía del ferrocarril
mismos? Pregunto: ¿Hay alguien sobre la faz de la tierra que no se encuentre desam- para poner la cabeza y vosotros estáis para desconcertar, porque no respetáis a nadie
parado en este vómito de desavenencias? ¿Hay alguien que llore encima del púlpito? y dictamináis que nada tiene sentido. Para mí sí, para mí es importante, mi ridículo tiene
Nada está relacionado, nada, ni tú, ni yo, y mi más profunda obcecación me hace la- un precio. Tengo la soga al cuello, no puedo defenderme, mis hilaridades son ya muy
mentar de la palabra falsa, pero hablo, hablo, digo que el dolor se pasea entre zapatos efímeras, ni siquiera sé lo que creo, lo que pienso, pero sé que no hablo por hablar,
ávidos de llegar a tiempo, zapatos nuevos que se destiñen al cruce de tus ojos oscuros, porque todo es un teatro al que renuncio. Mi violencia no es una provocación ni un
indescriptibles, iluminando, muriendo, desesperando, cayendo, bajando, cercenando... dolor que se expresa, es una reconstrucción de los hechos, es una forma geométrica
Miro hacia atrás y me veo sentado solo en un vagón de metro buscando la descarga que está en la vida y que no desaparecerá nunca, ni la cólera, ni la saliva. La infancia
patológica desde un tipo de tristeza extraña. Vuelvo y oigo música cerrada por doquier de hombres, todo un mundo de hombres, un mundo asqueroso, al que renuncio cada
de aislamiento indefinido, y no estás tú, no estás allí, afortunadamente, y miro ahora con día vomitando mis inflexiones, y que resuelvo con la imagen de un coño o una mentira
la mandíbula relajada y veo a otro agonizando encontrando indiferencia alrededor del que va por dentro y que solo apunta hacia el pasado. La luz me molesta, me molesta
refugio, y pienso, y frío... Los veo llorando a todos, y ando sin rumbo por calles desen- mucho, porque no tengo lo que quiero. Y qué me importa la luz o vuestras tazas de té,
cantadas de su propia belleza, pero no puedo hablar, no puedo, los veo postrados de si no tengo lo que quiero. Yo sí creo que se puede. Yo siempre creeré que se puede,
insolvencia aparente, indeterminada, pero válida en el dominio matemático insuficiente aunque sufra, me pelee, llore, o muera, esa es mi única iluminación, ponerme por enci-
y relativo. Me veo a mí mismo desesperando del detalle modificado eternamente. Esta- ma de vicisitudes, emociones y pasajeros y creer que sí, aunque no tenga nada. Pero
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tú eres bonita, no sé si existes, yo estoy loco. Pero hay algo que sigue y sigue y sigue. tóteles, y saber por dónde andas, decirte cuando te lo creas que eres preciosa y que
Yo estaba por la calle un día, y miraba algo que me recordaba a ti, y me hacía pensar he muerto solo para que sepas por dónde ando yo, entonces sabrás que te quiero, y yo
que solo con una línea, o con un crucifijo, yo puedo pensar, pero me hacía sentir solo, pronunciaré las letras con gesto de ridículo sin saber qué vas a hacer tú porque no sé
y entonces soñaba con tu abrazo, y entendía que un gesto me hace sentir, y si siento, pensarlo, sufriré cada segundo, cada segundo, y si no te tengo de alguna manera me
a veces sufro y a veces me regocijo o lloro como hacen los perros, y aunque no dure volveré loco, absolutamente loco, volviendo al origen de la vida...
mucho, me hace olvidar mis palabras, e imagino tu sonrisa lánguida y no pienso en
ninguna familia ni en nada y sé que tú me forzarás y yo me imaginaré tu presencia ***
otorgante, y me perderé en todas las interpretaciones que recluye tu presencia, y tú
mirarás mi cara ensimismada pensando en ayudar a alguien que no se sabe quién es, El sentido no es el dolor. Tampoco el vestigio. Y yo me río. El vestigio es la risa. La risa
y nadie sabrá si estamos perdiendo el tiempo en este mundo proxeneta y público. Si es el dolor también. Hay que evitar la obsesión por el cerdo-vestigio. Todos están ya
esto pasa deprisa, no habrá descanso, seguiremos y seguiremos en esta dinámica observando, acumulando mierda para su tesoro-vestigio. Porque el cerdo-vestigio está
absurda pero privada hasta que nuestros cuerpos clamen algún tipo de bandera para en los museos y en los despachos y se mete en tu casa con cuchillos y viola a tu mujer
ondear en el tejado, mientras nos cansamos de nuestra indiferencia ante el tiempo y dulce. A tu querida mujer-valoración. Tú sabes que ella se enfadará un poco. Y llamará a
nos deleitamos de nuestro mutuo respeto, al que no le sobra nada, ni la muerte. Si todo su amigo tiempo para juntos joderte en un espasmódico orgasmo. Y la mayoría-multitud
pasa lento, la preocupación siempre será yo por ti y tú por mí, y el dolor se multiplicará que está tomando cerveza en los antros para ser más sádicos, se enorgullecerán. El
sin caer en la frivolidad. Yo intentaré sufrir por ti y tú por mí, pero será tan violento y dolor genera sentido pero el cerdo no deja que eso pase porque hay hedonistas-vestigio
desmedido que a veces tendremos la parálisis de la derrota, hasta que otra vez nos muy simpáticos. Y los colores de los cuadros pictóricos del neurótico se te meterán por
toquemos la piel para regresar a la existencia de lo sublime. Entonces todo perderá su el ano hasta salir por la boca y hacerte vomitar palabras descompuestas a tus seres
importancia, y llegará la duda. La duda llevará al diálogo, al trabajo, incluso a la fiesta, queridos para que te perdonen. Y todo esto es lo que comentan en el centro comercial,
y mediremos nuestro tiempo con el mejor reloj. Lo material aparecerá borroso, todo las dependientas feas y antipáticas para tener conversación con la gente educada y
requerirá de explicaciones y todo será insuficiente. El alma marcará su ritmo, la estra- ganarse la vida. Y tú te quedas boquiabierto ante la falta de sensibilidad y pelos en el
tegia lo embrutecerá todo y nosotros jugaremos en el tiempo y con el hombre al juego pecho. Mientras tu mujer-vestigio-huella te dice: –Sé valiente y quítate de en medio, que
del poder, al juego de lo resolutorio, pero siempre será un juego muy aburrido, un juego yo continúo. Más vale un muerto-marido que una familia no-productiva. Y con lo que yo
al que no le importa nada, al que no le importa lo sublime. Un juego que se pierde en tenía pensado, que es todo y nada, mejor le huelo el culo al cerdo-cobarde y adivino el
el todo sin saber que el todo no existe, que el cambio es continuamente secuencial y camino. –Todas mis emociones están en el vestigio –dice el cerdo-multitud-juguete. –La
empieza en la flor, en la piedra, en lo pequeño, en tanto tiempo perdido en un mundo mentira no existe –continúa la mayoría-valoración. –Esto es lo que hay que explicarles
de hombres. Y yo creo, yo creo que es verdad pero es mentira, según convenga a la
verdad del momento, pero de la flor no dudo. Y esto lo que imagino.
***
Mi papa compró una furgoneta grande que no servía para nada mi papa se iba solito
con su furgoneta grande mi papa por lo visto iba con malas mujeres y las sentaba y
hacía cosas malas en su furgoneta grande y familiar sin permiso de la mama mi papa
un día iba un poco borracho mi papa conduce muy mal mi papa se ve que se pegó tal
ostia con la furgoneta familiar que lo tuvieron dos meses en la UCI mi papa se ha queda-
do parapléjico en una silla de ruedas y ya no puede conducir y yo me pregunto ahora:
¿para qué sirven los papas?
***
...si te dijera que te quiero, te estaría engañando, porque sé que tú sabes que cada
palabra tiene una connotación, incluso cada letra, incluso cada ruido que hacemos al
pronunciarla, y es increíblemente hermoso, que se mueran los filósofos, que se caigan
por lo menos una vez al mar, que intenten medir la profundidad del agua si pueden, que
se ahoguen, que sufran, y si logran sobrevivir, que piensen, y si alguien les escucha, que
hablen, y si alguien quiere obedecer, entonces el poeta habla, que nunca obedezca,
porque yo quiero medir el comportamiento, escuchando de mal humor una vez a Aris-
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así el jefe-maestro se va de putas y viola a diestro y siniestro, sin que el mundo se entere.
Luego se dedica a coleccionar mierda y la junta con cerebros en formol. Y la naturaleza
queda totalmente erosionada, y los discursos se engrandecen para que la multitud-
valoración justifique su masoquismo. Al final Jesucristo aparece con el culo sangrando y
todo el mundo cambia de estrategia. Todos piensan que hay que hacer algo, y empiezan
a eliminar a los malos de acuerdo con el sistema productivo. Van quedando cada vez
menos personajes-singulares con lo cual el maestro se pone nervioso y piensa. Lo peor
que podía pasar. Deduce que lo de Jesús es una aparición y un ejemplo, aparte ya rati-
ficado de su experiencia violadora. Y así, así, todo el mundo empieza a darse por culo.
Y vosotros os sorprenderéis, pero no os creáis que es tan diferente. Y al final el ideal-
vestigio es sangre coagulada. Porque, ¿alguien sabe lo que es un vestigio?
a los niños. La técnica-madre está jugando con fuego. Ha destruido ya medio mundo.
Y el cerdo-vestigio se aprovecha para producir su discurso. Luego se obsesiona con el
error. Le dice al panadero-error que es un gusano, que todo el mundo se equivoca, pero
que él ha trabajado mucho. Y el mundo llama a la mujer para que se obsesione con el
sexo, que es la indiferencia en el proceso. El general-justicia te exhorta a que te equivo-
ques en tu cama con tu mujer violada. Y todos contentos empiezan a cantar un himno
colectivo de hermandad surrealista y convenida por todos los cerdos. El policía no sabe
lo que hace, la verdad, pero también está allí, y ha vuelto del cine de ver las hazañas de
Bruce Lee. Y así, así, la gente va muriendo, y el pavimento de la ciudad, incluso los pue-
blos, va acumulando la mierda de los cerdos. La luna ya no tiene reflejo, porque la luz
la necesitan las antenas de televisión que emiten telenovelas románticas-justificadoras.
Y el dolor se mete muy adentro y mucha gente se suicida en un vano intento de crítica
no coherente. Y las madres convienen en dólares y humillaciones. Porque la disciplina-
orden se mete en lo colectivo y en la muñeca de porcelana. Y ya todos follados, creen
que lo mejor es que todo lo conozca el jefe-maestro, evidentemente, gratuitamente... Y
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18 dernos de dibujo, amontonados y arrinconados. De ahí fueron recuperados por miem-
bros de la Asociación Artes Plásticas Línea Paralela, formando parte, posteriormente,
del fondo de obra de la Asociación.2 Actualmente estos dibujos están siendo mostrados
Saltando tapias en la exposición de la Pinacoteca Psiquiátrica (Universidad de Valencia), como antes lo
fueron en el CAAC y en el itinerario por México y Brasil de la exposición Vivir en Sevilla.
Asociación Artes Plásticas Línea Paralela Para José, esa actividad plástica cotidiana era una de sus muy pocas posibilidades de
expresión. Posiblemente no creaba esas formas para exponerlas o ser mostradas; más
bien partía de una necesidad de expresión plástica, una forma de romper un silencio
cotidiano. El silencio estuvo a punto de reproducirse en los sótanos de la institución
manicomial dejando sepultados sus dibujos.
Esta realidad fue reflejada en la sala de exposiciones del CAAC con documentación y Con esta misma motivación nos reunimos posteriormente en la Asociación Línea Para-
fotografías del antiguo manicomio. Junto a una serie de obras plásticas, ahí estaban los lela (1996), con el objetivo de llenar un vacío en el conocimiento y comprensión de esa
dibujos de José Díaz, y el cartel Salta la Tapia de Rafael González, entre otras obras. obra plástica que permanecía arrinconada, total o parcialmente, y cuya marginación
Aquí surge otra historia. venía en muchos casos de la mano de la marginación de su autor,4 marginación aumen-
tada por las etiquetas y distorsiones provenientes del observador.
José: dentro de la tapia Seguimos en el empeño de “saltar tapias”, aunque muchas de ellas actualmente no es-
tén hechas con ladrillos. Compartir estas obras nos ayuda a saltar barreras, tanto para el
José acudía asiduamente al taller de rehabilitación del Hospital Psiquiátrico de Miraflo- artista “marginal”, como para el que observa su obra “desde la otra orilla”.5 Asumiendo
res. Día tras día trazaba líneas, construía figuras geométricas que luego coloreaba; y así, para ello la creación y desarrollo de espacios de reflexión y debate. En esta tarea de
día tras día, creó numerosas composiciones. Pasado el tiempo, el Hospital Psiquiátrico desvelar, mostrar…, consideramos imprescindible un análisis permanente sobre en qué
se cerró. El sótano se convirtió en depósito de desechos; entre ellos estaban sus cua- podemos reproducir aquello a lo que intentamos oponernos.
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Se cerraron manicomios, se hizo la llamada Reforma Psiquiátrica; ahora continuamos observamos el riesgo de caer en el estereotipo. Hablamos del riesgo de exposiciones
con la tarea de facilitar la integración social, de luchar contra el ostracismo. Pero todos “estigmatizadas”, donde se les trate a ellos mismos y a sus obras como “recursos hu-
sabemos que los valores y prácticas de las antiguas instituciones (la exclusión, el es- manos”, sin la debida reflexión, sin el necesario diálogo, sin el adecuado acercamiento
tereotipo del rol de loco, “lo manicomial”…) se reproducen hasta con nombres nuevos. y sobre todo, prescindiendo definitivamente de las consabidas etiquetas. La reiteración
Los cambios y logros no eximen, sino al contrario, requieren de la necesidad de una en colocar todas estas manifestaciones bajo un denominador común o una etiqueta
revisión permanente. En este sentido hay algunos interrogantes que nos hemos ido plan- reconocible para el espectador, puede alejarnos del sentido y la razón de ser de cómo
teando, y que compartimos en este espacio: y por qué fueron producidas.
¿De qué nos hablan unos dibujos realizados por un interno en el taller del ma- Cambian las formas, cambian los arquetipos culturales. Parece que lo que era marginal
nicomio? en la etapa anterior, ya no es tal. Sin embargo, la integración de lo marginal a veces es
¿Qué trasmiten algunas expresiones plásticas de quien las realiza desde el su- más bien una falacia, que tiene más que ver con un intento de ocultar y negar. De esta
frimiento, y qué somos capaces de captar quienes las observamos o compar- manera, las formas de marginación se reproducen con otros nombres, con otras estruc-
timos? (El no captar no tiene que ver con que no se exprese, sino con la no turas organizativas e institucionales.
capacidad o voluntad de escucha).
¿Cómo y en qué desvirtuamos una obra cuando se la descontextualiza de su Queremos aportar un grano de arena sacando a la luz una obra plástica cuya margina-
momento creador y del contexto institucional y social de quien la creó? ción viene en muchos casos de la mano de su autor. Y además, reivindicar un concep-
¿Tiene sentido hablar de arte marginal, centrado básicamente en la biografía to de lo marginal en el arte, mantener espacios críticos, de análisis y de observación
del autor? respetuosa, acerca de una obra plástica, y lo que intenta decir. Y a veces gritar, de la
realidad de sus autores. Seguimos pensando que hay barreras que saltar, por ambos
Una vez que se rescataron los cuadernos de José, ya los pudimos compartir. Sin este lados: el artista “marginal” y el observador “desde la otra orilla”. Mantener una ventana
hecho el olvido sería evidente. Pero, ¿y después? Es cierto que se rescataron. Pero, ya abierta puede hacer posible un mayor acercamiento a esta obra plástica y sus autores.
las hojas no están en los cuadernos, están enmarcadas; ¿para conservarlas y compar-
tirlas? Esa fue una de las bienintencionadas intenciones. Pero se nos ha hecho evidente
con la experiencia, que ese enmarcado y colgado posterior en una pared puede conver-
tirse en una muestra parcial, que a la vez oculta la verdadera realidad de esos dibujos Notas
o partes significativas de esa realidad. Observamos que cierta forma de mostrar estas
obras puede facilitar que no oigamos de qué nos hablan realmente. De qué hablan real- 1. El País, Carlos Funcia, 02-07-1984.
2. Dibujos de José Díaz. Fondo de obra de la Asociación Artes Plásticas Línea Paralela, Sevilla.
mente tanto acerca de su autor como del contexto en el que se realizaron.
3. Prólogo del catálogo de la exposición La imagen que siembra palabras, Fondo de obra de la Asociación
de artes plásticas Línea Paralela, Mancomunidad Valle del Ricote, Murcia, 2005, pág. 6.
Por un lado, se produce una descontextualización del origen. Y por otro, una contextua- 4. Prólogo del catálogo de la exposición Línea Paralela, Centro Cultural Diputación Provincial de Málaga,
lización en otras instituciones que van insertando en esas obras miradas e intereses, a 1999.
modo de veladuras en un cuadro. 5. M. Pérez Báñez y F. Vallejo Jiménez, “Línea Paralela: un lugar de encuentro del arte marginal”, en Arte y
Psiquiatría: la enfermedad mental en el arte y la literatura, II Jornadas de humanismo sanitario de Sevilla,
Ed. MAFRE, 2004, págs. 145-164.
Desde las experiencias de estos años podemos ver, incluyéndonos nosotros mismos,
las pátinas que vamos poniendo a la obra surgida de la necesidad y el deseo de una
persona, con su trastorno y sufrimiento, y desde sus situaciones personales, familiares
e institucionales muy concretas. Desde la parte que observa la obra, experimentamos
y analizamos cómo se intercalan intereses (personales e institucionales) que velan y
ocultan el significado real de esa obra. Se la descontextualiza, se transfigura hasta su
formato y se le añaden visiones, análisis que corresponden a lecturas muy alejadas del
momento creativo inicial y de las circunstancias tanto personales como institucionales
de su autor. De esta manera hemos comprobado cómo la mirada del observador repro-
duce estereotipos que creemos colocados muy a distancia.
Desde estas reflexiones, nos parece muy evidente que puede tener sentido potenciar
exposiciones, certámenes: donde el hecho de compartir una producción plástica acom-
pañada de la circunstancia de su autor (psicótico), supone a su vez una forma de ata-
car esa marginalidad, de tender puentes, de poder entender. Pero también desde aquí
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por los límites de los materiales que se tienen a disposición y por el hecho de que el
diferente acercamiento a los distintos lenguajes no está supeditado al deseo de producir
una obra, sino que toma vida de la necesidad de auto-cuidado. Se trata de un proceso
El recurso de la creatividad en las creativo que no tiene en cuenta demasiado el producto final pero sí su realización.
instituciones totales
La disposición histórica de la investigación
Nicola Valentino
Entre el final del siglo XIX y los inicios del XX, en Europa toma relieve un interés espe-
cífico por la producción creativa de las personas etiquetadas como “enfermas menta-
les” y “locas”: personas internadas en instituciones psiquiátricas o penitenciarias. Se
enfrentan dos miradas: la de la psiquiatría y la del mundo del arte, esto es, la mirada
psiquiátrico-criminológica y la estética. La relación entre arte y locura será el binomio
que guiará la reflexión a lo largo de todo el siglo.
La recopilación de las obras que constituyen el patrimonio expositivo del Archivio di Hacia finales del siglo XIX, en el contexto del positivismo científico, prevalece la pers-
scritture, scrizioni e arte irritata se ha iniciado hace más de veinte años. Desde su na- pectiva médico-legal. Los psiquiatras serán llamados a justificar las medidas de interna-
cimiento (1990) la cooperativa Sensibili alle foglie ha creado un “Archivo de escrituras, miento y a la vez se les convocará como expertos en los tribunales. Serán ellos los que
inscripciones y arte irritado” con el objetivo de contribuir a la valorización social y cultural determinen el grado de responsabilidad de los imputados y los encargados de fabricar
de los lenguajes expresivos producidos en las instituciones totales y en otras condicio- los partes probatorios tangibles, tomando los escritos y los dibujos como pruebas. De tal
nes extremas de vida. La invención de nuevos mundos simbólicos es, en el acto de manera que empiezan a relacionar ciertas características expresivas con distintas afec-
creación, un recurso vital que permite a las personas institucionalizadas reaccionar a su ciones mentales homologadas.1 A partir de este momento las producciones creativas se
condición aflictiva y no dejarse morir. verán como signos de enfermedad mental o de desviación criminal.
Hasta ahora se han recopilado alrededor de seiscientas producciones creativas de per- En Italia Cesare Lombroso dará inicio a esta corriente: la mentalidad del loco, del crimi-
sonas institucionalizadas. Las instituciones totales actualmente “representadas” en el nal y del genio, según Lombroso, derivan todas de una degeneración originaria de la
Archivo son: la cadena perpetua, la galería de la muerte, la cárcel, el psiquiátrico judicia- epilepsia.2 En este sentido son emblemáticas sus consideraciones durante el juicio del
rio, las instituciones psiquiátricas (en sus diferentes formas), el campo de concentración, anarquista Giovanni Passanante3 al que define como grafómano solo por el hecho de
el geriátrico. que “no es propio de un pinche avivar el ingenio escribiendo continuamente y proyec-
tando repúblicas ideales”. Una mirada que todavía continúa vigente si se piensa que
Además de las obras de las personas institucionalizadas el Archivo también ha recopi- en 1994, en un congreso celebrado en Milán sobre las actividades del Atelier del ex
lado los lenguajes expresivos que han nacido en condiciones de exclusión social y de hospital psiquiátrico Paolo Pini, se continúa hablando de “pintura esquizofrénica” cuyas
abandono: obras procedentes de la calle y del mundo de los sin techo. características serían: perseverancia (en el sentido de aparición repetitiva de signos),
bourrage (presencia de trazas que apuntan a llenar toda la página), asimetrías o bús-
Muchos autores del Archivo han participado en los laboratorios de creatividad más sig- queda exasperada de simetrías.4
nificativos que han surgido en Italia en diferentes instituciones psiquiátricas y carcela-
rias: el laboratorio de pintura del Pabellón nº 8 del hospital psiquiátrico Sta. María de la Hans Prinzhorn (Hermer Westfalia, 1866 - Munich, 1923), psiquiatra, licenciado en
Piedad de Roma; el centro de actividad expresiva “La Tinaia” del ex hospital psiquiá- Historia del Arte, crea un puente entre la mirada psiquiátrica y la estética. Recibe un
trico San Salvi de Florencia; los laboratorios nacidos en los departamentos de salud encargo del director de la clínica de Heidelberg para inventariar las obras gráficas y
mental de Ischia (Nápoles), Ponticelli (Nápoles), Giugliano (Nápoles), Castelnuovo nei pictóricas de los pacientes siguiendo los criterios nosográficos tradicionales. Prinzhorn
monti (Reggio Emilia); el laboratorio del “Progetto Ulisse” en la Casa de Reclusión de hace caso omiso de este encargo y se deja guiar por las investigaciones de estética
Rebibbia (Roma); el Atelier del hospital psiquiátrico judiciario de Castiglione delle riviere experimental en las que se había formado. Entre 1919 y 1921 se dedica a la recopila-
(Mantova) y finalmente del hospital psiquiátrico judiciario de Nápoles. ción, catalogación y análisis de lo que él mismo denominará la “Colección plástica de la
clínica psiquiátrica de Heidelberg”. La elaboración prinzhorniana gira alrededor del prin-
Se trata en la mayoría de los casos de manuscritos, dibujos, pinturas, trazados en los cipio de Gestaltung (construcción, creación): “Un proceso que opera según una puesta
soportes más diversos: del papel higiénico a todo tipo de papel, de la tela clásica a las en forma privada de objetivo final y que no guarda en sí ningún valor específico”. Desde
sábanas y los estropajos en dotación en las cárceles y en los manicomios, de la madera esta perspectiva observará en las obras de los pacientes el grado de manifestación del
de los vestuarios a las puertas. En situaciones extremas se utilizan todo tipo de soportes proceso de Gestaltung plástica que es común a todos los individuos.
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El mundo del arte Las características culturales de la investigación desarrollada con el Archivo
Desde principios de los años veinte del siglo pasado, en pleno clima innovador del Nos proponemos como punto de partida de la investigación una mirada sobre la ex-
surrealismo, el artista Jean Dubuffet se interesa por la creatividad de las personas psi- presión creativa entendida como resultado de una “disociación identitaria” a través de
quiatrizadas y elabora un nuevo código interpretativo: el art brut. Se inicia una nueva la cual brota inesperadamente un componente identitario de la persona reclusa que le
colección, la Colección del Art Brut, con Lozana como centro de recopilación y expo- ayuda a lenificar la condición de sufrimiento y a no dejarse morir.
sición. Dubuffet rompe el nexo que une la creatividad de estos autores y la patología
psiquiátrica que se les atribuye. Escribirá: “No existe más arte de locos que el de los Un ejemplo lo encontramos en la historia de Franco, un recluso condenado a cadena
dispépticos y de los artríticos”, añadiendo que el arte no habita los cómodos hogares perpetua: “Franco colgaba en una esquina de la celda unas botellas vacías, restos de
construidos para él. El verdadero arte podrá ser creado solo por quien es ajeno al siste- plástico de los botes del detergente, de la coca cola, en fin, de todo lo que pasaba por
ma de las Bellas Artes, a sus ceremoniales y a sus dispositivos de promoción, autores sus manos. Colgaba las botellas a un hilo atado al techo de la celda y lo llamaba la es-
cuyas obras están elaboradas en su soledad dramática y solo para su propio encanto. quina de los ahorcados. Nunca le he oído desear la muerte pero en su celda la muerte
Dubuffet considera entonces el art brut como el arte auténtico por el hecho de estar estaba presente en estas botellas colgadas”.9
producido espontáneamente por personas ajenas a los acondicionamientos culturales,
a los ambientes artísticos profesionales y a las adulaciones del mercado. La cadena perpetua es una forma de esclavitud. Para aclarar esta afirmación se puede
decir que si con la condena a muerte el Estado quita la vida a una persona, con la cade-
Esta codificación del art brut hace que Michel Thévoz, uno de los directores del museo na perpetua la captura, se apodera de ella.10 Con lo cual, para una persona reclusa con-
de Lozana, haya declarado este arte en peligro de extinción en una sociedad altamen- denada a la pena de esclavitud, quitarse la vida puede ser una manera de reapropiárse-
te mediatizada donde es difícil asumir posiciones de marginalidad, de incontamina- la. Para enfrentar cotidianamente esta posibilidad y de esta manera, quizás, descartarla,
ción cultural. Según Thévoz en la actualidad habría que buscar el art brut entre las Franco la disocia de sí. Inventa una narración simbólica y dramáticamente poética del
personas que han conservado antiguas maneras de sentir y pensar, como por ejemplo suicidio que induce el dispositivo de reclusión. Y todo esto sin tener en cuenta las prohi-
los ancianos.5 biciones vigentes en la cárcel que vedan personalizar la celda. ¿La conducta de Franco
constituye entonces un medio de disociación vital o un delirio que hay que patologizar?
En Italia el debate sobre arte y locura se retoma a raíz de una exposición celebrada
en Pavía y Génova a finales de los años noventa.6 La idea de fondo de esta propuesta A finales del siglo XIX el filósofo y médico francés Pierre Janet es el primero en usar
es rechazar que el arte de “los locos” acabe confinado en secciones específicas. La el término “disociación” para indicar una condición ordinaria de la existencia humana.
perspectiva es crear un nuevo estatuto disciplinar en el que situar todas las prácticas Frente a los sufrimientos psicológicos del hospital de la Salpetriére de París, Janet in-
artísticas de la historia del arte moderno, incluyendo también las obras de los autores terviene sobre el mito del Yo para representar la unidad personal como un conjunto de
que tradicionalmente están situados en el seno del art brut. existencias psicológicas simultáneas. La existencia simultánea de personalidades dife-
rentes en cada uno de nosotros pone en crisis la idea de unidad personal proyectada
La reflexión de Antonin Artaud sobre su producción creativa de internado se sitúa fuera en un solo Yo. En su lugar operarían, según Janet, una multiplicidad de conocimientos y
del binomio arte-locura. Aislado durante nueve años en un manicomio, Artaud denuncia configuraciones identitarias que, en el marco de las relaciones que producen, exploran
en sus cartas su continuo asesinato a través del electroshock y del veneno de los fárma- de manera incesante experiencias de agregación y disgregación, de construcción y
cos. Gracias a sus cuadernos llenos de escritura y dibujos, ha encarado la muerte por deconstrucción. Con lo que podemos decir que la identidad, así como la conciencia, se
internamiento a través de la reconstrucción de su identidad personal asesinada por el presenta como un flujo continuo, que tiene unas características propias de una micro-
manicomio. Su rechazo está dirigido tanto a la mirada psiquiátrica como a las categorías sociedad interior, múltiple y compleja como la sociedad externa. De hecho, las configu-
técnico-artísticas: “Yo no aguanto más que me digan, sin cometer un homicidio, señor raciones identitarias, antes de singularizarse y operar en nuestro interior, actúan y viven
Artaud, usted delira, como me ha pasado muchas veces. Y Van Gogh lo ha oído decir. en nuestro afuera, en la sociedad. Las conductas disociadas son entonces el modo y la
Es por esto que se le ha estrechado alrededor de la garganta aquel nudo de sangre que forma de expresión cotidiana de la psique ordinaria, en la que la disociación ocupa el
lo ha matado”.7 Y añadió: “Mis dibujos no son unos dibujos. Son documentos que hay centro del fenómeno humano.
que mirar para entender lo que hay dentro”.8
En la estela de los trabajos de Janet y de otros investigadores contemporáneos (Hilgard,
La mirada que propone el “Archivo de escrituras, inscripciones y arte irritado” se sitúa Ludwig, Lapassade), en el Archivo que presentamos se hace uso de la palabra disocia-
fuera de este binomio arte-locura, y también de la orientación psiquiátrico-criminológica ción en clave no patológica.11 Garabatear, por ejemplo, es una de las experiencias de di-
y estética, acercándose más bien a la mirada propuesta por Artaud. sociación más común y frecuente además de ser una demostración ejemplar de nuestra
multiplicidad identitaria. Hablando por teléfono, en la escuela, en el trabajo, durante una
reunión, cuando una parte de nosotros está absorbida en una tarea rutinaria, acontece,
retomando las palabras de una de las autoras del Archivo, “que el bolígrafo escribe solo,
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como suspendido por otro pensamiento, y en el cerebro aparece un mundo paralelo, Algunos de los autores del Archivo
que lo invade y se lo lleva consigo”. Esto significa que otra configuración identitaria
se apodera del hombro y traza, sobre estos pensamientos, sus sugestivos grafismos.
Garabatografías que sorprenden y que a veces incluso inquietan a las personas que
las trazan. Una disociación profunda, durante la cual una parte de nosotros no sabe lo
que está haciendo la otra, aunque el automatismo gráfico del garabato ordinario parece
brotar de la exigencia de nuestras diferentes identidades de ponerse en comunicación
entre ellas.
En cada persona puede emerger una identidad creativa, esto es, que resiste a un con-
texto mortificante o amplía su conciencia individual. Al contrario de las identidades simu-
ladas, que las instituciones totales y también el mundo laboral demandan como unifor-
mes que hay que vestir provisionalmente para seguir las rígidas exigencias cotidianas,
las identidades creativas tienen otro origen: se autoproducen generando una nueva
narración y con esta una distinta posibilidad vital de sentido.
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Sebastiano Tafuri
Los Cuentos del volátil plumeado consti-
tuyen su obra principal. Al autor le gusta
definirse como maestro de Bellas Artes.
STEFANO BOMBACI El volátil plumeado es el alias que crea
Se pasa los años ochenta en las cárceles Sebastiano para poder vivir, al menos en
especiales. La intensa experiencia interior el mundo imaginario, todo lo que la vida
de Bombaci se desplaza en miles de di- no le permite. Un vuelo igualmente apri-
bujos que introduce entre las líneas de las sionado. El Sebastiano maestro de Bellas
cartas intercambiadas con otros prisione- Artes construye una fábula para aliviar los
ros. “Me estoy quemando sin restos. Pero sufrimientos del Sebastiano Tafuri recluso.
demasiadas quemaduras devastan la mi- En las diferentes tablas que componen sus
rada”, escribe un día a uno de los desti- cuentos, aparecen las letras-dibujos de
natarios. su sugestivo alfabeto. La operación artís-
tica de Tafuri consiste en metamorfosear
¿Dónde miran las figuras que Bombaci ad- el signo alfabético en dibujo, en visión, en
junta en las cartas? “Cuando dibujo visuali- NICOLA VALENTINO sueño. Un arte en búsqueda de las poten-
zo algo que está dentro de mí y las figuras Condenado a cadena perpetua en 1979, cialidades gráfico-visuales encerradas en
que nacen muestran un conflicto. Un con- comienza a pintar en la primavera de la función ordinaria, gráfico-auditiva, de la GIULIO VANACORE y ANTONIO
flicto en la figura pero también en quien la 1990. Hasta entonces no lo había hecho escritura alfabética. VENEZIANO
observa. Un conflicto que no se decide en nunca. Su primera materia ha sido la tie- “El contacto físico es el impacto que se
la figura y que solo tú que miras puedes re- rra diluida con agua: lo descubrió cuando produce cada vez que la persona está
solver, porque se ha desplazado en ti, por- le trasladaron a una sección de la cárcel atada. Gritamos no porque estemos locos
que ahora es tu conflicto. No existe catarsis de Rebibbia donde había una pequeña sino porque conocemos los métodos y la
liberatoria, solo un conflicto en acción”. cancha de fútbol. Ha rescatado la materia duración de la coerción. Es alucinante en-
esencial para sus obras de la cal con la contrarte ahí inerme sin poder mover libre-
que se delimita el terreno de juego. Luego mente tu cuerpo”.
ha elegido colores naturales, como el aza-
frán, a los que ha podido acceder aun es- Las obras de Giulio Vanacore y Antonio
tando en la cárcel. Tres obras al atardecer, Veneziano repiten la condición mortifican-
al cierre de las celdas. Es esta la medida te de las personas reclusas en los psiquiá-
del fervor creativo que ha tenido entre tricos judiciales. En los años noventa han
1990 y 1994, año desde el que, saliendo participado en la experiencia del labora-
en semilibertad, no ha vuelto a tener la torio artístico del “Proyecto Ulisse” en la
misma urgencia de pintar. Casa de Reclusión Rebibbia (Roma).
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GIUSEPPE PANZICA
Dibuja construcciones urbanas. Antes crea NICOLA FANIZZI
las obras: con sus camiones, grúas y ladri- “Este estado de semilibertad y mis capa-
llos. Luego dibuja el andamio para cons- cidades artísticas, junto con la ayuda que
truir el palacio: finalmente lo pinta y cuando me dan mis amigos, poco a poco me están
termina de pintar borra todas las obras. No llevando a enamorarme de la vida y a re-
es un artista que representa sino un arqui- conquistar confianza en mí mismo y en los
tecto que edifica. Se hace cargo de toda demás”. Así escribía Nicola Fanizzi cuan-
la empresa y a través de este “hacer” se do todavía se encontraba en el Pabellón
siente edificado. nº 16 del hospital psiquiátrico Sta. María
de la Piedad de Roma. Sus ingresos en
Ha participado en el laboratorio de pintura los institutos psiquiátricos se inician con
del Pabellón nº 8 del hospital psiquiátrico el rechazo del servicio militar. Le despiden
Sta. Maria de la Piedad de Roma. pero las dificultades de la vida lo empujan
al suicidio: con 22 años se lanza de un an- LUCIANO NARDO
damio de la construcción y desde enton- A final de los años setenta llega el viento
ces entra y sale de diferentes pabellones innovador de Franco Basaglia y Luciano
del Sta. María de la Piedad. Su genio crea- interpreta al pie de letra la demanda co-
tivo explota como recurso contra la inercia lectiva de abatir los manicomios: le sor-
GIUSEPPE TRADII del manicomio. Participa en la creación de prenden mientras excava los cimientos
Ha estado internado durante treinta años dos laboratorios históricos de creatividad del hospital psiquiátrico. Disuadido de
en una sección del ex hospital psiquiátrico de escritura y pintura del Sta. María de la esta acción se traslada a los desvanes
Lolli de Imola. El Ayuntamiento de Imola ha Piedad. Hoy vive en un asilo. del hospital llevando consigo lo necesa-
reconocido como bienes culturales los mu- rio para vivir. Sale a finales de los años
rales que ha pintado en casi todo el hospi- ochenta y lo confinan a una residencia
tal y en las puertas de la sección. protegida. En la nueva casa, improvisa-
damente y sin parar, empieza a pintar lo
que según él no hay que olvidar del ma-
nicomio: el electroshock. Sus dibujos na-
rran el momento en el que las descargas
eléctricas llegan al paciente mientras los
médicos mueven las máquinas de donde
salen telarañas de cables.
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GIANFRANCO BAIERI
Después de unos años en el colegio, el 16
de enero de 1946, con siete años de edad,
ALESSANDRO RICCI
lo trasladan al pabellón de niños del hos-
También está ingresado en la casa de cura
pital psiquiátrico Sta. María de la Piedad
para ancianos de Nemi (Rimini). Antes
de Roma. Y desde entonces no vuelve a
Alessandro estuvo institucionalizado du-
salir. La historia de Baieri es la misma de
rante dieciocho años en diferentes centros
muchos otros niños “fuera de lugar” en la
religiosos. Su propuesta pictórica es el
sociedad: reclusos en las secciones in-
lago que ve desde la ventana de la institu-
fantiles de los manicomios entre los años
ción donde se encuentra actualmente: es
cincuenta y sesenta. Para Gianfranco los
el paisaje que reproduce constantemente
muros del manicomio serán las fronteras
como un mundo externo que ya se hace
del mundo.
inalcanzable.
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fotogramas
“El fotograma no termina el movimiento sin ser también el principio de su aceleración, de su
aminoración, de su variación. Es la vibración, la solicitación elemental de la que el movimiento
se compone a cada instante, el clinamen del materialismo epicúreo. Además, el fotograma es
inseparable de la serie que lo hace vibrar, en relación con el movimiento resultante”.
La materia y el intervalo según Vertov, Gilles Deleuze
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Si el Ser es lo Abierto, aquí todo está cerrado. Una reja, un cuerpo, otra
reja, muchos cuerpos en partes, y campo abierto detrás de esa alambrada.
Un movimiento cortado, paralizado, un horizonte de gestos. Como unidad
de medida de lo interior, estos gramos de fotografías son un corte móvil de
una realidad, el plano de inmanencia de la vida cotidiana de una cárcel del
Estado español. Líneas y figuras de luz con nombre propio. Percepciones
de experiencia, estas imágenes no son representaciones. Lo que en ellas
podemos ver no viene a doblar una realidad que está dentro. Son más bien
la señal de un foso, un espacio vaciado en lo abierto, el intervalo, una fisura.
Una sucesión de fotos que se entiende, que no se extiende, que se abre
dentro de sí, se lesiona. La secuencia de una secuencia es, quizá, una ca-
dena de alteraciones. Entre el entre, eppur si muove. ¿La prisión se fuga?
*Fotogramas recopilados por Dario Malventi y Álvaro Garreaud entre 2003 y 2007 durante el trabajo de
campo realizado en el interior de un módulo terapéutico de una prisión del Estado español.
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Agradecimientos
Nuestro agradecimiento a todos l*s autor*s de los textos aquí publicados, así como a
Valentín Aguilar, Mónica Aranda, Pedro Dono, Manuel Ledesma, Isabel Mora, Manolo
Quejido, Iñaki Rivera, Julian Vicente, Jana Vidal, APDHA, Bar Las Sirenas, CSOA Sin
Nombre, DjDog, El Akelarre, Oficina Social, Onda Cerebral, Salhaketa, revista Víscera.
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Universidad Internacional de Andalucía
Rector
Juan Manuel Suárez Japón
Directora
Isabel Ojeda Cruz
Publicación
Responsable de la edición
Dario Malventi
Diseño gráfico
Estudio Manolo García
Traducciones
Del francés: José Luis Arántegui Tamayo (pp. 66 – 77) y María Unceta (citas de las pp. 37,40,48,50)
Del inglés: Fernando Montero Castrillo (pp. 22 – 35) y Josephine Watson (pp. 174 – 178)
Del italiano: Dario Malventi (pp. 14 – 20; 114 – 133 y 192 – 203)
Del portugués: Pedro Dono (pp. 56 – 65 y 168 – 172)
Correcciones
Milhojas servicios editoriales
Impresión
Gráficas Alhambra
D.L.: GR-3015/2011
ISBN: 978-84-7993-216-9
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ciones de la licencia Creative Commons “Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España”. Por lo tanto se permite
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contenido de los textos, se respete su autoría y se mantenga esta nota. Cualquier uso que no sea el descrito en la licencia antes
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