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Tema 4

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La filiación

La filiación Es un derecho jurídico que existe entre dos personas donde una es descendiente de la

otra, sea por un hecho natural o por un acto jurídico. Es el estado de familia que se deriva de la

relación de parentesco reconocida por la Ley entre dos personas de las cuales una es el hijo (a) y

otra el padre o la madre del mismo, de la que se derivan una serie de derechos y obligaciones.

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA FILIACION

a) No existe filiación, si ésta no está legalmente probada: En efecto, nadie puede alegar a su favor

los efectos derivados de la filiación que pretenda respecto a determinada o determinadas

personas, si no la ha probado fehacientemente, por cualquier medio idóneo reconocido por el

derecho.

b) Los efectos de la filiación son independientes del medio de prueba aportado: Es decir que,

probada que sea la filiación, aunque la Ley exija medios específicos en ciertos casos, nacerán

todos los efectos que de ella derivan.

c) Los efectos de la filiación son independientes del momento de su prueba: De tal manera que,

probada la filiación, sus efectos abarcan tanto el presente como el futuro, sin que sea exigible que

tal prueba deba tener lugar en determinado momento.

MOMENTOS DE LA FILIACIÓN

Son dos: El nacimiento y la concepción.

 El nacimiento es un hecho cierto, fácil de determinar con toda precisión; pero en principio

no tiene relevancia para establecer la filiación, ni aun la certeza de ésta, respecto del

padre. En cuanto a la madre, si se comprueba la identidad del producto del parto con la
persona que pretende ser tenido como hijo de ésta, habrá quedado establecida la filiación

materna.

Tiene importancia, en cambio, el nacimiento, para calcular el momento de la concepción.

 La concepción, no obstante ser un hecho cuyo momento es de casi imposible

determinación y de muy fácil prueba, es el único hecho capaz de servir para establecer la

filiación y su certeza, por lo que el legislador se ha visto obligado a tomarla como prueba

fundamental para fijar el carácter de filiación. De ahí que, partiendo del hecho cierto del

nacimiento, se calcule este momento de la concepción, fijándolo en uno cualquiera de los

121 días que transcurren entre los 300 y los 180 anteriores al parto.

CLASIFICACIÓN

Desechada ya que en nuestro Código Civil la distinción entre hijos nacidos dentro o fuera del

matrimonio, puesto que a todos por igual atribuye los mismos derechos, no cabe hablar de hijos

legítimos o naturales

 sólo puede hoy clasificarse la filiación en paterna y materna

PRESUNCIONES RELATIVAS A LA FILIACION

Estas presunciones aparecen contenidas en la sección I, capitulo III del titulo V, articulo 213 al

216 del Código Civil, a saber:

a) Se presume, salva prueba en contrario, que la concepción tuvo lugar en los ciento veinte un

días de los trescientos que precedieron al del nacimiento.

b) La posesión de estado de hijo se establece por la existencia suficiente de hechos que indiquen

normalmente las relaciones de filiación y parentesco de un individuo con las personas que se
señalan como sus progenitores y la familia a que dicen pertenecer. Los principales entre estos

hechos son: que la persona haya usado el apellido de quien pretende tener por padre a madre. Que

estos la hayan dispensado el trato de hijo y él, a su vez, la haya tratado como padre o madre, y

que haya sido reconocido como hijo de tales personas por la familia o la sociedad.

c) La demanda para que se declare la paternidad o la maternidad, puede contradecirse por toda

persona que tenga interés en ello.

d) El hijo nacido fuera del matrimonio, una vez reconocido, no puede ser llevado a la residencia

familiar sin el consentimiento del otro conyugue.

Pruebas de la filiación

En principio, por la ley natural, todos tenemos un padre y una madre. Sin embargo, desde el

punto de vista del Derecho no es así; pues si bien podemos tener ambos progenitores, puede

suceder también que solo tengamos uno solo de ellos, el padre o la madre, según hayamos podido

probar la vinculación con él o ella. Así pues, la filiación depende esencialmente de su prueba y

esta prueba variará según se trate de hijos nacidos de matrimonio o fuera de él, y también según

se deba probar la paternidad o la maternidad. En efecto, esta ultima depende del hecho notable

del parto (mater Semper certa est), por lo que basta probar la identidad de la persona con el

producto del parto de la mujer que se pretende por madre. La prueba de paternidad, en cambio,

depende de la concepción y requiere demostrar:

1) Las relaciones carnales del presunto padre con la madre que dio a luz. Y que tales relaciones

tuvieron lugar en la época de la concepción; prueba ésta casi imposible o bastante difícil.
2) Que durante la época de la concepción la mujer no tuvo relaciones con otros hombres; prueba

imposible por ser negativa. Por tanto, sólo podrá probarse la concepción por expresa confesión

del padre o como consecuencia de una sentencia judicial que le establezca.

La filiación del hijo nacido del matrimonio, es un hecho natural reconocida por el derecho

amparado por la Ley. Nuestro legislador favorece esta filiación y el hijo nacido de padres casados

no necesita probar su condición, pues, "el marido se tiene como padre del hijo nacido durante el

matrimonio o dentro de los trescientos días siguientes a su disolución o anulación" (Art. 201 C.C)

(perte is est quem nuptiae demostrant).

Sentado ya que la filiación debe probarse, que esta prueba resulta necesaria en el caso de los hijos

extramatrimoniales, y que en los nacidos del matrimonio existe la presunción iuris tantum, que

solo puede desvirtuarse mediante juicio contradictorio, vamos a comentar tales pruebas, la

primera de las cuales nace de la manifestación del progenitor, expresa o tácita, en el sentido de

reconocer como hijo a determinada persona; y la segunda, de una decisión judicial que así lo

determine.

Reconocimiento voluntario

El reconocimiento del hijo por sus padres, para que tenga efectos legales, de constar:

1) En la partida de nacimiento del Registro Civil de Nacimientos.

2) En la partida de matrimonio de los padres.

3) En Testamento o en cualquier otro acto publico o autentico otorgado al efecto en cualquier

tiempo (Art. 217 C.C); pero puede resultar también tal reconocimiento de una declaración o

afirmación incidental en un acto realizado con otro objeto, siempre que coste por documento
público o autentico y la declaración haya sido hacha de un modo claro e inequívoco (Art.218

C.C).

El reconocimiento es declarativo de filiación y no puede revocarse, pero podrá impugnarse por el

hijo o por quien tenga interés legitimo en ello (Art. 221 C.C). Para reconocer un hijo mayor de

edad se requiere su consentimiento, y si hubiese muerto, el de su cónyuge y sus descendientes, si

los hubiere, salvo prueba, en este ultimo caso, de que el hijo gozo en vida de posesión de estado

(Art.220 C.C).El reconocimiento hecho separadamente por el padre o por la madre sólo produce

efectos para quien lo hizo y para los parientes consanguíneos de éste. Pero el simplemente

concebido sólo podrá ser reconocido conjuntamente por el padre y la madre (Art. 223 C.C). El

menor que haya cumplido dieciséis años podrá reconocer válidamente a su hijo; y entes de

cumplir esta edad, también podrá hacerlo previamente autorizado por su representante legal o en

defecto de éste por el Juez (Art. 222 C.C.). En caso de muerte del padre o de la madre, el

reconocimiento de la filiación puede ser hecho por el ascendiente o ascendientes sobrevivientes,

de una o otra línea, del grado más próximo que concurran en la herencia, de mutuo acuerdo si

pertenecen a la misma línea, en las mismas condiciones que han quedado expuestas y con los

mismos efectos (Art. 224 C.C).

Cuando la mujer casada ha permanecido separada de hecho de su marido, por mas de cinco años

y obtiene la disolución del vinculo matrimonial de conformidad con lo dispuesto en el Art. 185 –

A del Código Civil, el padre verdadero puede reconocer al hijo concebido durante este periodo,

cuando la concepción coincida con dicho periodo. Es así como interpretamos la confusa

redacción del artículo 225 del C.C.*


Establecimiento judicial de la filiación

Cuando no existe el reconocimiento voluntario, toda persona tiene acción para reclamar

judicialmente su filiación paterna o materna (Art. 226 C.C). esta acción puede ser intentada, en

vida del hijo y durante su minoridad, por su representante legal; y en su defecto, por el Ministerio

Público, por los organismos encargado de la protección del menor por órgano de quien ejerza su

personería, por el progenitor respectivo dl cual la filiación esté establecida, o por los ascendientes

de éste.

Después que el hijo haya contraído matrimonio o alcanzado la mayoridad, la acción corresponde

únicamente a él (Art. 227 C.C.). Estas acciones de inquisición de paternidad y de maternidad son

imprescriptibles frente al padre y a la madre, pero contra los herederos de éstos no podrá

intentarse sino dentro de los cinco años siguientes a su muerte (Art. 228 C.C.). Y deberá

intentarse por ante el Juez de Familia de la jurisdicción a que corresponda el domicilio del hijo,

con intervención del Fiscal del Ministerio Público y conforme al procedimiento establecido en el

C.P.C. para el juicio ordinario, salvo las especialidades contenidas en el Código Civil y en otras

leyes (Art.231 C.C.).

Cuando el hijo haya muerto siendo menor de edad sin haber reclamado su filiación, sus herederos

no podrán intentar la acción contra los herederos del progenitor respecto del cual la filiación deba

ser establecida, sino hasta los años siguientes a la mayoridad de aquél (Art. 229 C.C.).

El reconocimiento del hijo por la parte demandada pone término al juicio sobre la filiación,

siempre que el reconocimiento sea admisible (Art. 223 C.C.). En los conflictos de filiación, el

Tribunal decidirá la filiación que le parezca mas verosímil, en atención a la posesión de estado y

tomando en cuenta los medios de prueba establecidos (Art. 223 C.C.).


Comprobada su filiación, el hijo concebido y nacido fuera de matrimonio, tanto respecto de sus

progenitores como de los parientes consanguíneo de estos (Art. 234 C.C.).

La filiación materna

Conforme a lo expuesto en el tema anterior, se hable de filiación materna cuando se hace

referencia a la relación de parentesco consanguíneo en línea recta, de primer grado, entre una

mujer y su hijo o viceversa.

CARACTERES:

Son dos los caracteres esenciales de la maternidad:

1) Es prioritaria frente a la maternidad.

2) Vale, tanto para la filiación derivada de uniones matrimoniales, como para las provenientes de

uniones extramatrimoniales.

En efecto, para determinar la filiación paterna del hijo habido en matrimonio, es indispensable

probar el parto de la mujer y la identidad del individuo con el producto de este parto; con lo que

se establece la presunción "pater is est.".

Mientras que basta probar la identidad del individuo con el producto del parto de la mujer, para

establecer la filiación materna tanto para el hijo habido en matrimonio, como para el nacido fuera

de él.
PRUEBAS:

Base legal ante cualquier caso que amerite la circunstancia ante pleitos diferentes que surja en la

vista del camino.

Las pruebas de la maternidad pueden ser primarias y secundarias.

Son pruebas primarias:

a) La partida de nacimiento.

b) El reconocimiento hecho por la madre o por sus ascendientes.

c) La posesión de estado del hijo.

Y son secundarias, a falta de las primarias:

a) La sentencia recaída en juicio, y

b) La declaración de testigos.

PRIMARIAS

a) La partida de nacimiento; o sea, la copia certificada del Acta de la declaración de nacimiento

inscrita en los libros del Registro Civil, con identificación de la madre, es la prueba fundamental

de la filiación materna (Art. 197 C.C.).

b) En defecto de la partida de nacimiento, se prueba la maternidad con la declaración que hiciere

la madre, o después de la muerte de ésta sus ascendientes, con el fin de reconocer la filiación, en

las condiciones y con las formalidades que señala el Código civil en su (v. Capitulo III, Titulo V,

Libro Primero del C.C.).


c) La posesión de Estado se establece ésta por la existencia suficiente de hacho que indiquen

normalmente las relaciones de la filiación y parentesco del hijo con su madre y con la familia a

que pertenece o dice pertenecer. Siendo los principales entre estos hechos:

1. Que el hijo haya usado el apellido de quien pretende tener por madre;

2. Que esta le haya dispensado en trato de hijo, y

3. Que haya sido reconocido como tal por la familia o por la sociedad.

Son estos los tres elementos, denominados nomen, tractatus y famma, bien conocidos ya por

nosotros.

SECUNDARIAS:

a) Sentencia judicial: "cuando el hijo fue inscrito bajo falso nombres, o como nacido de padres

inciertos, o bien si se trata de suposición o sustitución de parto, la prueba de la filiación materna

puede efectuarse en juicio, con todo género de pruebas" (Art. 199 C.C.).

b) La declaración de testigos para probar la maternidad, sólo será admisible cuando exista un

principio de prueba por escrito, o cuando los indicios resultantes de hechos ya comprobados, sean

bastante graves para determinar su admisión. El principio de prueba por escrito resulta de

documentos de familia, de registros y de cartas privadas de los padres, de actos privados o

públicos provenientes de una de las partes empeñadas en la litis o de persona que tuvieren interés

en ella (Art. 199 C.C.).

La prueba contraria puede hacerse por todos los medios propios para demostrar que la persona de

quien se trata no es realmente el hijo de la mujer que el pretende tener por madre (Art. 200 C.C.).
Consideraciones de estos medios probatorios:

a) Cuando existe partida de nacimiento, pero no posesión de estado, puede ejercerse acción de

impugnación de estado, para demostrar que la mujer que se señala como madre en la Partida no

lo es en realidad.

b) Cuando haya posesión de estado, pero no exista partida de nacimiento, bastará esta posesión

para probar la maternidad; los interesados pueden también ejercer acción de impugnación de

estado.

c) Cuando existiendo partida de nacimiento y posesión de estado estas se contradicen, privará la

partida en principio; pero el hijo puede siempre ejercer acción de reclamación de estado para

probar su filiación conforme con la posesión de estado, si es que estima que esta su verdadera

filiación.

d) Cuando coincidiendo la partida de nacimiento con la posesión de estado, necesitare probar

quien es su madre, deberá intentar acción de reclamación de estado, a fin de probar en juicio su

filiación, utilizando cualquier genero de prueba.

e) Igualmente podrá intentar esta acción, quien no tenga posesión de estado y la partida de

nacimiento fuere falsa o le hiciere aparecer como hijos de padres inciertos.

f) También podrá intentar quien, careciendo de partida de nacimiento, alegare que su posesión de

estado es falsa por hacerle aparecer como hijo de otra mujer.


La paternidad

Se entiende por paternidad la relación de parentesco consanguíneo, de primer grado en línea

recta, entre un hombre y su hijo o viceversa.

PRUEBAS DE LA PATERNIDAD

Las pruebas para determinar la paternidad, son distintas cuando se trata de hijos habidos en

matrimonio o fuera de él.

1) En efecto, la prueba de la filiación respecto del hijo nacido del matrimonio de su padre, se

establece por una presunción iuris tantum, que solo puede ser destruida en juicio contradictorio,

mediante prueba en contrario; según esta presunción, "el marido se tiene como padre del hijo

nacido durante el matrimonio, o dentro de los trescientos (300) días siguientes a su disolución o

anulación" (Art. 201 C.C.). es decir; que a no ser que el marido pruebe en juicio que le ha sido

físicamente imposible tener acceso a su mujer durante el período de la concepción o que en ese

mismo período vivía separado de ella, se le tendrá como padre del producto del parto de su

conyugue.

Esta presunción, según la cual "pater is est quem nuptiae demonstrant" requiere, entonces, la

previa prueba de los elementos: matrimonio y maternidad. Partiendo del principio de que los

cónyuges cohabitan y se guardan fidelidad, el legislador presupone que el hijo de la mujer casada

lo es también de su marido, cualquiera sea la realidad de los hechos; y para desvirtuarlo, será

necesario demostrar lo contrario. Esta presunción es imperativa y esta imperatividad impone las

siguientes consecuencias:

a) No importa que la partida de nacimiento señale otro padre, y


b) Funciona aun en los matrimonios anulados, exceptuando sólo el caso en que la mujer

divorciada o viuda no espere el lapso de diez meses para contraer nuevas nupcias, el caso

de bigamia de la madre y el caso de ausencia declarada del padre.

Requisito sine qua non para que la presunción tenga vigencia es la concepción del hijo dentro del

matrimonio. Puesto que, si ha tenido lugar antes, aunque el hijo haya nacido durante éste, no

podrá imputársele al marido.

Para determinar el momento de la concepción, por ser éste un hecho imposible de probar, se ha

recurrido a una hipótesis médica, conforme a la cual, el ser humano solo puede nacer vivo y

viable si su gestación ha durado no menos de 180 días (6 meses); y que el máximo periodo de

vida intrauterina es de 300 días (10 meses). Es de acuerdo con esta hipótesis (que sabemos no

siempre es exacta y hay numerosas pruebas de ello), como el legislador venezolano, al que lo de

los otros muchos países, ha establecido (Art. 201 y 202 C.C.) la presunción de paternidad,

ubicando el periodo de la concepción en el lapso de 121 días que corresponde desde los 180 días

mínimos a los 300 días máximo de vida intrauterina. O sea, que, si a 300 días restamos 180, nos

quedaran 120; pero se fija el lapso en 121 porque se tiene en cuenta el dies ad quem, que también

debe ser computado.

Los términos de 180y 300 días y también el periodo legal de gestación, son presunciones iuris et

de iure y, por tanto, no admiten prueba en contrario.

2) La filiación paterna de los hijos concebidos y nacidos fueras del matrimonio, se establece

legalmente por declaración voluntaria del padre. O después de su muerte por sus ascendientes

(Art. 209 C.C.).


Cuando no exista declaración voluntaria del padre, podrá probarse la paternidad judicialmente,

con todo género de pruebas, incluidos los exámenes o las experticias hematológicas y

haredobiologicas que hayan sido consideradas por el demando; siendo de advertir que la negativa

de este a someterse a tales pruebas será considerada como una presunción en su contra (Art. 210

C.C.).

Así mismo, quedara establecida la paternidad cuando se pruebe la posesión de estado de hijo o

cuando se demuestre la cohabitación del padre durante el periodo de la concepción.

La declaración de la madre no basta para excluir la paternidad (Art. 212 C.C.).

Inseminación artificial

Se caracteriza porque se colocan en el útero de la mujer los espermatozoides del hombre por un

medio distinto al coito, es muy común en aquellos casos en que los fluidos de la mujer tienen

mucha acidez o cuando los espermatozoides del hombre no tienen suficiente movilidad, siendo en

ambos casos la consecuencia que los espermatozoides mueren rápidamente, por lo cual se

colocan artificialmente en el lugar adecuado para aumentar las probabilidades de embarazo.

Puede producirse en vida o ya fallecido el hombre con semen de éste que haya sido previamente

congelado, algunos autores llaman a los hijos de estas uniones "post-póstumos". Consiste

entonces en la colocación de espermatozoides frente al cuello del útero o dentro del mismo por

un medio distinto al acto sexual.

a) Homóloga: Es el caso en el que se utilizan los gametos de la pareja que intenta tener hijos,

es decir, los espermatozoides del hombre y el óvulo de la mujer. Es la que se hace con

semen del marido.


b) Heteróloga: En este caso se utiliza un gameto de alguno de los integrantes de la pareja y el

otro gameto es de un tercero Ej. Ovulo de la mujer y semen de un hombre distinto al

marido.

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