Hidalguia Conquense
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SUMARIO
1. INTRODUCCIÓN:
NOBLEZA Y CARGOS REALES EN ÉPOCA TRASTÁMARA
1
Remitimos a las acertadas directrices metodológicas e historiográficas que sobre este tema
expone M.ª J. GARCÍA VERA, Poder nobiliario y poder político en la Corte de Enrique IV (1454-
1474), “En la España Medieval”, 16 (1993), pp. 223-237.
2
La nobleza se asentó en el territorio conquense gracias a donaciones y mercedes regias, fue
incrementando su patrimonio señorial —afianzado gracias a la fundación de mayorazgos que
garantizaron la transmisión de su poder económico y social— y disfrutó de una privilegiada
posición política en la ciudad, donde desempeñó relevantes cargos concejiles. Esta temática ha
constituido la investigación central de mi tesis doctoral, “La acción política y la proyección
señorial de la nobleza territorial en el obispado de Cuenca durante la baja Edad Media”,
desarrollada bajo la dirección de la Profª Mª Concepción Quintanilla Raso y defendida en la
Universidad Complutense de Madrid en junio de 2006.
3
Para los cargos que componían la Casa Real ver los trabajos de J. de SALAZAR Y ACHA, La
Casa del Rey de Castilla y León en la Edad Media, Madrid, Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales, 2000, M.Á. LADERO QUESADA, La Casa Real en la Baja Edad Media,
“Historia. Instituciones. Documentos”, 25 (1998), pp. 327-356, M.ª J. GARCÍA VERA, La
nobleza en la sociedad de Corte de Enrique IV (1454-1474). Una perspectiva de aproximación,
en La nobleza peninsular en la Edad Media, VI Congreso de Estudios Medievales, León,
Fundación Sánchez Albornoz, 1999, pp. 549-561 y A. FERNÁNDEZ DE CÓRDOVA MIRALLES, La
Corte de Isabel I. Ritos y ceremonias de una reina, Madrid, Dykinson, 2002.
ANUARIO DE ESTUDIOS MEDIEVALES (AEM), 37/2, julio-diciembre 2007, pp. 563-595. ISSN 0066-5061
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4
F. TOMÁS Y VALIENTE, Origen bajomedieval de la patrimonialización y enajenación de los
oficios públicos en Castilla, en “Actas del I Simposium de la Historia de la Administración”,
Madrid, 1970, pp. 125-159. Sobre los abusos cometidos en la gestión de cargos y oficios públicos
de nivel intermedio ver los artículos de M.C. CARLÉ, La corrupción en la función pública.
Castilla siglo XV, “Estudios de Historia de España”, 3 (1990), pp. 131-158 y Á. RIESCO
TERRERO, Los oficios públicos de gobierno, administración, justicia y recaudación y los de
garantía de la fe documental a la luz de una disposición en tiempos de los Reyes Católicos de
finales del siglo XV (a. 1494), “Documenta & Instrumenta”, 3 (2005), pp. 77-108.
5
Una visión sintética de la actuación del grupo nobiliario castellano en el contexto político de
la época en la obra de M.-C. GERBET, Las noblezas españolas en la Edad Media. Siglos XI-XV,
Madrid, Alianza Universidad, 1997, pp. 182 y ss.
6
Algunas consideraciones sobre estos señoríos en los trabajos de S. de MOXÓ, Los Albornoz.
La elevación de un linaje y su expansión dominical en el siglo XIV, en El Cardenal Albornoz y
el Colegio de España, vol. I, Zaragoza, 1972, pp. 17-80; C. MIGNOT, Evolución de la estructura
jurisdiccional en la región alcarreña (siglos XI-XV), “Hispania”, XLVI/163 (1986), pp. 245-281;
Mª C. QUINTANILLA RASO, El condado de Priego de Cuenca. Un ejemplo de estrategia señorial
en la Baja Edad Media castellana, “Historia. Instituciones. Documentos”, 19 (1992), pp. 381-
402; Marcos y formas de proyección de la nobleza conquense en su entorno urbano y territorial,
“Congreso Internacional de Historia. El Tratado de Tordesillas y su época”, Valladolid, 1995,
I, pp. 131-154; Estructuras y relaciones de poder en la tierra de Cuenca a fines de la Edad
Media, en La Península Ibérica en la Era de los Descubrimientos (1391-1492), “Actas III
Jornadas Hispano-Portuguesas de Historia Medieval”, Sevilla, 1997, I, pp. 707-736; Implantación
de la nobleza en la tierra de Cuenca, en J.S. García Marchante y Á. L. López Villaverde
(coords.), Relaciones de poder en Castilla: el ejemplo de Cuenca, Cuenca, Universidad de
Castilla-La Mancha, 1997, pp. 103-132, y J.I. ORTEGA CERVIGÓN, La proyección política y
señorial de los Hurtado de Mendoza en Cuenca y su tierra durante el siglo XV, en IIOS y IIIOS
Premios de Investigación Juan Giménez de Aguilar, Cuenca, 2003, pp. 9-84; Títulos, señoríos
y poder: los grandes estados señoriales en la Castilla centro-oriental, en Mª C. Quintanilla Raso
(dir.), Títulos, Grandes del reino y grandeza en la sociedad política. Fundamentos en la Castilla
medieval, Madrid, Sílex, 2006, pp. 265-307 y El arraigo de los linajes portugueses en la Castilla
bajomedieval: el caso de los Acuña en el obispado de Cuenca, “Medievalismo”, 16 (2006), pp.
73-92.
7
Mª C. QUINTANILLA RASO,"Los grandes nobles", El mundo social de Isabel la Católica,
“Medievalismo”, 13-14 (2004), pp. 138-141.
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2. OFICIOS CORTESANOS
DESEMPEÑADOS POR LA NOBLEZA CONQUENSE
El Mayordomo mayor
8
Mª J. GARCÍA VERA, La nobleza en la sociedad de Corte de Enrique IV (1454-1474). Una
perspectiva de aproximación, ob. cit., pp. 556-557 y Poder nobiliario y poder político en la Corte
de Enrique IV (1454-1474), ob. cit., pp. 229-230. El oficio de Mayordomo mayor viene recogido
en las Partidas, II, 9, 17 y II, 13, 2.
9
P. LÓPEZ DE AYALA, Crónica del rey don Juan, primero de Castilla, Crónicas de los Reyes
de Castilla, II, Madrid, BAE, LXVIII, 1953, año 1391, caps. XXVII y XXIX, pp. 749 y 751.
Juan Hurtado de Mendoza era también “tutor e guarda del rey”, ibídem, p. 753, cap. XXX.
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10
Ibídem, año 1392, cap. VI, pp. 767, 770, 777 y 785; cap. VIII, p. 786; cap IX, p. 788; cap.
X, p. 789; año 1393, cap. V, p. 805. El duque de Benavente tomó a un hijo de Juan Hurtado de
Mendoza como rehén, año 1393, cap. XII, p. 820; año 1394, cap. IV, p. 843 y cap. VI, p. 846.
11
J. de SALAZAR Y ACHA, La Casa del Rey de Castilla y León en la Edad Media, ob. cit., pp.
324-326. En 1447 constan asentados en los libros Juan de Tovar, Íñigo Ortiz de Estúñiga, Juan
Pacheco, Juan de Luna, Pedro Álvarez de Osorio y Pedro de Acuña, quienes, además, habían
hecho hereditario el cargo en sus familias.
12
Sobre el linaje Acuña, además de la bibliografía citada en la nota 6, destacamos nuestro
trabajo Notas sobre los señoríos palentinos de los Acuña, condes de Buendía, a finales de la Edad
Media, “Publicaciones de la Institución Tello Téllez de Meneses”, en prensa.
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oficios solían ser remunerados con rentas “situadas” sobre los impuestos del
reino castellano, en tierras de los obispados de Cuenca y Palencia:
Pedro de Acuña, guarda mayor del Rey. Mandóle el Rey librar en quitaçión
cada año con el dicho ofiçio por su alualá firmado de su nonbre el año que
pasó de IU ccccxxxvi años e dende en adelante en cada año xx U, segúnd
que los tenía de quitaçión cada año cada uno de los otros sus guardas
mayores, en esta guisa: x de los xl U que Ferrand Péres de Ayala tenía por
merçed en cada año, por quanto es finado, e los otros x U13.
13
A(rchivo) G(eneral) (de) S(imancas), Q(uitaciones) (de) C(orte), leg. 4, fol. 427.
En 1456 Pedro de Acuña distribuyó así los 26.000 mrs. de sus oficios de Guarda mayor y
oficial del cuchillo: 6.000 mrs. del repartimiento de los señoríos del obispado de Jaén le fueron
librados “en las villas e lugares que tiene en el adelantamiento” y 19.000 mrs. del repartimiento
de los señoríos de la merindad de Campos con Palencia le libraron “sennaladamente en la su villa
de Dueñas”, Palencia, 20 diciembre 1456, AGS, QC, leg. 4, fol. 181r.
En 1457 le fueron librados 4.000 mrs. del repartimiento de los señoríos del partido de Huete
“en la su villa de Buendía”, 16.000 mrs. del repartimiento de los señoríos de la merindad de
Campos con Palencia en Dueñas y 5.000 mrs. del repartimiento de los señoríos del obispado de
Jaén “en las villas e lugares del adelantamiento de Caçorla”, Madrid, 20 noviembre 1457, AGS,
QC, ibidem.
En 1458 le fueron librados en su villa de Dueñas 6.000 mrs. del repartimiento de los señoríos
de la merindad de Campos con Palencia, 10.000 mrs. del repartimiento de los señoríos de
Campos y 10.000 mrs. en el repartimiento de los señoríos de las tercias del adelantamiento,
Medina del Campo, 25 enero 1459, AGS, QC, leg. 4, fol. 181v.
En 1459 le fueron librados 3.000 mrs. del repartimiento de los señoríos del obispado de Jaén
en las villas y lugares del adelantamiento de Cazorla, 3.000 mrs. del repartimiento de la merindad
de Cerrato “en su lugar de Cubillas de Çerrato” y 20.000 mrs. del repartimiento de los señoríos
de la merindad de Campos con Palencia en las alcabalas de Dueñas, 28 noviembre 1459, AGS,
QC, ibidem.
En 1461 le fueron librados 10.000 mrs. en el repartimiento de los señoríos de las tercias del
adelantamiento en su villa de Dueñas, 6.000 mrs. del repartimiento de los señoríos de la merindad
de Campos con Palencia en su villa de Dueñas y 10.000 mrs. del repartimiento de la merindad
de Campos en ¿?, Madrid, 20 febrero 1461, AGS, QC, leg. 4, fol. 182r.
En 1462 le fueron librados 10.000 mrs. en el repartimiento de los señoríos de la merindad de
Campos con Palencia en su villa de Dueñas, 10.000 mrs. del repartimiento de las tercias del
adelantamiento en su villa de Dueñas y 6.000 mrs. del repartimiento de los señoríos del partido
de Huete en su villa de Buendía, Madrid, 20 diciembre 1464, AGS, QC, leg. 4, fol. 182v.
En 1463 le fueron librados 10.000 mrs. en el repartimiento de los señoríos de la merindad de
Campos con Palencia en su villa de Dueñas, 10.000 mrs. del repartimiento de los señoríos de las
tercias del adelantamiento en su villa de Dueñas y 6.000 mrs. del repartimiento de los señoríos
del partido de Huete en su villa de Buendía, Madrid, 20 agosto 1464, AGS, QC, ibidem.
14
28 octubre 1465, AGS, QC, leg. 4, fols. 41r-42r. En 1294 Sancho Sánchez, Guarda mayor
de Sancho IV, cobraba una quitación de 3.600 mrs., J. de SALAZAR Y ACHA, ob. cit., p. 326.
15
26 marzo 1489, R(eal) A(cademia) (de la) H(istoria), Salazar y Castro, D-13, fol. 50r-v.
Lope Vázquez de Acuña tenía asentada esa cantidad el 23 de julio de 1481; dos días antes aparece
en la documentación que tenía 14.400 mrs. de ración como Guarda mayor.
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Cuadro 1. Distribución de los mrs. que Pedro de Acuña obtenía por sus
oficios de Guarda mayor y oficial del cuchillo (1456-1463)
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3.000 mrs.16. El propio Pedro Vázquez de Acuña figuraba en los libros de los
contadores reales entre los años 1455-1459 y 1461-146317. Los guardas eran
hombres armados y montados a la brida, con el caballo encubertado. La
guarda del rey se componía de doce individuos en tiempos de Sancho IV.
Durante la minoría de Alfonso XI las Cortes encomendaron su guarda a
veinticuatro caballeros, que eran escogidos en grupos de seis por regiones
—Castilla, León, Extremadura y Andalucía— y hacían servicio en grupos de
ocho cada cuatro meses. En el reinado de Enrique III la guarda real estaba
formada por tres capitanías con cien lanzas cada una, y alcanzaron el número
total de mil lanzas en época de Juan II, por lo que las Cortes negociaron su
reducción hasta cien. A mediados del siglo XV la documentación especifica
que los guardas constituían un número fijo, cuarenta en 1447 y sesenta en
144818; podemos suponer que la cifra restante hasta alcanzar las cien lanzas era
ocupada por diversos grupos de escuderos, ballesteros y Monteros de
Espinosa, que también velaron por la seguridad del monarca a lo largo de la
baja Edad Media.
El Ballestero mayor
Los ballesteros eran oficiales de la guarda del rey que estaban a las
órdenes de un Ballestero mayor, que era un oficial auxiliar encargado de
cumplir las funciones abandonadas por los oficiales mayores tradicionales. El
uso de la ballesta fue popularizada en Europa durante el siglo XII. En época
de Sancho IV existía un Ballestero mayor o Mayoral de los ballesteros, Fernán
Yáñez. En el siglo XIII existían 60 ballesteros, que asumieron también
funciones policiales a las órdenes del Alguacil mayor. En el siglo XIV
surgieron los ballesteros de maza, que pertenecían al círculo más cercano del
monarca y desarrollaban funciones similares.
Durante el reinado de Alfonso XI conocemos al Ballestero mayor
Sancho Sánchez de Rojas; con Pedro I fueron ballesteros mayores Martín Díaz
de Albarracín, Pedro López de Padilla y el tártaro Zorzo; Enrique II nombró
a Juan de Avendaño, cuyos sucesores fueron obteniendo el oficio por
confirmación real. También consta el noble conquense Fernán Carrillo, señor
16
Pedro Vázquez de Acuña, hijo del mencionado Pedro de Acuña, obtuvo 3.000 mrs. de
quitación como guarda del rey en 1447, en lugar de Gonzalo Docales, que había fallecido, AGS,
QC, leg. 4, fol. 238. Juan de Cabrera recibió dos décadas después 10.200 mrs., 3 noviembre
1465, AGS, QC, leg. 3, fol. 477.
17
“Pedro Vásques de Acuña, fijo de Pedro de Acuña, guarda del Rey. Tiene del Rey en
quitaçión cada año con el dicho ofiçio iii U, segúnd más largamente se contiene en el año de iU
cccc lv años”, AGS, QC, leg. 4, fol. 453.
En 1456 y 1457 a Pedro Vázquez de Acuña le fueron librados los 3.000 mrs. de su oficio de
guarda del Rey del repartimiento de los señoríos del partido de Atienza en la villa de Berlanga,
Palencia, 20 diciembre 1456 y Madrid, 3 diciembre 1457, AGS, QC, ibídem. En 1458, 1459,
1461, 1462 y 1463 le fueron librados los 3.000 mrs. del repartimiento de los señoríos del
obispado de Jaén en el adelantamiento de Cazorla, Madrid, 25 enero 1459, Madrid, 28 septiembre
1459, Madrid, 20 diciembre 1460, Madrid, 21 mayo 1463 y Madrid, 11 mayo 1464, AGS, QC,
ibídem.
18
J. de SALAZAR Y ACHA, ob. cit., pp. 326-328.
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19
Ibídem, pp. 333-336 y 565.
20
Este apartado ha sido publicado, con un contenido más pormenorizado, en nuestro trabajo
La funcionalidad política de la nobleza castellana: el oficio de Montero mayor durante el siglo
XV, “Historia. Instituciones. Documentos”, 30 (2003), pp. 419-448.
21
D. TORRES SANZ, La administración central castellana en la Baja Edad Media, Valladolid,
1982, p. 273.
22
J. VALLÉS, Libro de la montería, F. Osuna Lucena (ed.), Universidad de Córdoba, 1995,
cap. I, p. 63. Esta obra de 1556 se basa para su elaboración en el tratado de Alfonso XI, cuyo
Libro de la Montería es una auténtica guía de la práctica cinegética: equipación, cuándo ir a
correr el monte, crianza y cuidado de los canes, etc. El libro tercero ofrece una detallada
descripción geográfica de los montes de Castilla y León. Existen varias ediciones de la obra: J.
GUTIÉRREZ DE LA VEGA, Libro de la Montería del Rey Alfonso XI, Biblioteca Venatoria, t. I y
II, Madrid, 1877 (int. J.E. Casariego, ed. Madrid, 1976); G. ARGOTE DE MOLINA, Libro de la
Montería que mandó escrevir el Muy Alto y Muy Poderoso Rey Don Alonso de Castilla y de León,
último deste nombre, Sevilla, Andrea Pescioni, 1582. Más información sobre el ejercicio de la
montería —o caza mayor— en la obra del Duque de ALMAZÁN (A. DE MARIÁTEGUI Y PÉREZ DE
BARRADAS), Historia de la montería en España, Madrid, 1934 (ed. fac-simil 1981).
23
L. GARCÍA DE VALDEAVELLANO, Curso de Historia de las Instituciones españolas. De los
orígenes al final de la Edad Media, Madrid, Alianza, 1968, p. 495.
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572 JOSÉ IGNACIO ORTEGA CERVIGÓN
24
D. TORRES SANZ, ob. cit., pp. 273-275. Sobre un fabuloso origen de los Monteros en
tiempos del III conde castellano Don Sancho Fernández, P. DE LA ESCALERA GUEVARA, Origen
de los Monteros de Espinosa, Madrid, 1632. Las funciones auxiliares que desarrollaron en
materia judicial aparecen descritas en el Ordenamiento de Alcalá, XX, 5. A fines del siglo XV
los Monteros de Espinosa desempeñaban funciones domésticas de vigilancia armada de los
aposentos reales, G. FERNÁNDEZ DE OVIEDO, Libro de la Cámara Real del Príncipe Don Juan
e offiçios de su casa e seruiçio ordinario, Madrid, Sociedad de Bibliófilos Españoles, 1870, pp.
126-128. Esta obra del primer tercio del siglo XVI describe detalladamente las tareas de todos los
oficiales que estaban al servicio de la Corte regia.
Durante el reinado de Isabel I, efectivamente, los Monteros de Espinosa se encargaban de la
guardia nocturna del palacio. En la casa de la reina había 24 monteros permanentes, pero en 1495
aumentaron a 64 y se modificó su servicio a tiempo parcial, seis meses, distribuidos de la
siguiente forma: 36 en la corte, 12 en la casa del rey, 12 en la casa de la reina y 12 en la del
príncipe Juan, Á. FERNÁNDEZ DE CÓRDOVA MIRALLES, ob. cit., pp. 201-203.
25
M. Á. LADERO QUESADA, La Casa Real en la Baja Edad Media, ob. cit., p. 337. Los
monteros de la guarda aparecen en las cuentas a mediados de la década de 1490, cobrando un
buen salario: en 1498 eran 26, pero su número se redujo a 12 en 1504, Á. FERNÁNDEZ DE
CÓRDOVA MIRALLES, ob. cit., p. 195.
26
En 1379 Juan I confirmó un privilegio otorgado por Enrique II en las Cortes de Toro de
1373 a Fernán Carrillo, por el que podía tomar doce monteros de las tierras de Cuenca libres de
todo pecho y tributo, A(rchivo) H(istórico) N(acional), NOBLEZA, Priego, C. P. 53, D. 17, 20
agosto 1379, cit. A. LAFUENTE URIÉN, Inventario del Archivo de los Condes de Priego,
Salamanca, 1999, p. 55. Fernán Carrillo era Montero mayor del infante don Juan, al menos desde
1371, ya que, trascurrida la batalla de Nájera, Enrique II le concedió la aldea de Cañaveras,
ibídem, C. P. 53, D. 17, 20 septiembre 1371, cit. ibídem, p. 61.
27
Juan Hurtado de Mendoza fue designado Montero mayor en 1455 por renuncia de su padre,
AGS, QC, leg. 1, fol. 434 y AGS, E(scribanía) (Mayor) (de) R(entas), leg. 682, fol. 341, 1 junio
1453. Los señores de Cañete asumieron el oficio de guarda mayor de la ciudad de Cuenca durante
la mayor parte del siglo XV, J. I. ORTEGA CERVIGÓN, El intrusismo nobiliario en los concejos
castellanos: el oficio de guarda mayor de Cuenca durante el siglo XV, en J.F. Jiménez Alcázar,
J. Ortuño Molina y J. A. Eiroa Rodríguez (eds.), “Actas I Simposio de Jóvenes Medievalistas
Lorca 2002”, Murcia, 2003, pp. 147-162.
28
Segovia, 28 enero 1428, AGS, QC, leg. 4, fols. 648r-650v.
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grand debdo que con Juan Furtado de Mendoça, mi fijo mayor legítimo,
conmigo tyene, e asy mesmo, entendiendo que es tal persona que guardará
lo que cunple a vuestro seruiçio, e yo querría e quiero, e por la presente
renunçio e traspaso en el dicho ofiçio de montería mayor que de vuestra
altesa tengo, con los marauedís e raçión e quitaçión que yo he de vuestra
altesa con el dicho ofiçio. Por merçed, muy poderoso Rey e señor,
omillmente suplico a vuestra señoría que acatando los dichos buenos e leales
seruiçios que aquellos onde yo vengo fesieron a los reyes de gloriosa
memoria, vuestros progenitores, e asy mesmo ellos e yo avemos fecho e
fasemos de cada día a vuestra altesa, que vuestra señoría faga merçed al
dicho Juan Furtado de Mendoça, mi fijo, del dicho ofiçio de montero
mayor, e le mande poner e asentar en vuestros libros29.
29
Cañete, 20 junio 1437, AGS, EMR, leg. 682, fol. 341, fols. 1v-2r.
30
Medina del Campo, 30 agosto 1437, AGS, EMR, leg. 682, doc. 341, fols. 1r-2r. El
traslado de esta carta se hizo en Torrijos, el 28 de mayo de 1453, cuatro días después de que Juan
II volviera a mandar a sus contadores que asentaran en sus libros a Juan Hurtado de Mendoza
como Montero mayor. La confirmación de la merced de montería también viene recogida en otro
documento:
31
AGS, QC, leg. 4, fol. 648r.
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32
J. de SALAZAR Y ACHA recoge una quitación de corte de 1460 en la que aparece Esteban
Pacheco como Montero mayor de Enrique IV, ob. cit., p. 539. Gonzalo de Ledesma fue Montero
mayor desde el 13 de febrero de 1460 y su hijo Pedro de Ledesma figura aún como tal el 4 de
agosto de 1462, AGS, QC, leg. 3, fols. 362-365 y leg. 4, fol. 327, cit. ibídem, p. 539.
33
AGS, R(egistro) G(eneral) (del) S(ello), 4 febrero 1475, fols. 128 y 129 y 10 marzo 1475,
fol. 253; AGS, EMR, leg. 682, fol. 248, 6 abril 1478.
34
AGS, EMR, leg. 682, fol. 247, 15 abril 1477; AGS, RGS, 24 septiembre 1485, fol. 165;
ibídem, 27 agosto 1486, fol. 4; ibídem, 18 agosto 1491, fol. 139; ibídem, 6 abril 1498, fol. 25.
35
AGS, RGS, 25 marzo 1499, fol. 417.
36
M. Á. LADERO QUESADA, 1462: un año en la vida de Enrique IV, rey de Castilla, “En la
España Medieval”, 14 (1991), pp. 255 y 271.
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con que çercan el monte para los oxeos y matar las saluaginas, de qualquier
genero o calidad que sean y subçedan en la monteria37.
REINADO MONTEROS
37
G. FERNÁNDEZ DE OVIEDO, ob. cit., p. 110. Este cronista de comienzos del siglo XVI
comenta que el oficio de Montero mayor “era muy honroso y de gran salario”.
38
AGS, EMR, leg. 1, fol. 82, cit. M. Á. LADERO QUESADA, La Hacienda Real de Castilla
en el siglo XV, Universidad de La Laguna, 1973, p. 272. L. SUÁREZ FERNÁNDEZ menciona que
Diego Hurtado de Mendoza y su mujer cobraron 87.525 mrs. durante 1447, cantidad tenida por
salvado, mantenimiento, tierra, quitación, ración, juro, ayuda de costa y otros conceptos, aunque
no especifica si era este mismo Montero mayor o el hijo de Íñigo López, marqués de Santillana,
AGS, Mercedes y Privilegios, leg. 1, fols. 30-100, Un libro de asientos de Juan II, “Hispania”,
XVII/68 (1957), pp. 323-368.
39
“Iohan Furtado de Mendoça, montero mayor del Rey, fijo de Diego Furtado. Tiene del Rey
en quitaçión cada anno, con el dicho ofiçio de montero, viii mill mrs. segund mas largo se
contiene en el año de miiiilv años”, AGS, QC, leg. 3, fol. 516, leg. 4, fol. 648.
40
J.I. ORTEGA CERVIGÓN, La funcionalidad política de la nobleza castellana: el oficio de
Montero mayor durante el siglo XV, ob. cit., p. 404. Esteban Pacheco obtuvo la merced de
Montero mayor del príncipe Enrique en 1445, tras cuya coronación suponemos que continuaría
desarrollando su labor. Honorato de Mendoza falleció en 1489 en la lucha contra los nazaríes,
aunque no podemos constatar documentalmente si desempeñó el oficio hasta esa fecha.
ANUARIO DE ESTUDIOS MEDIEVALES (AEM), 37/2, julio-diciembre 2007, pp. 563-595. ISSN 0066-5061
576 JOSÉ IGNACIO ORTEGA CERVIGÓN
41
4 agosto 1462, AGS, QC, leg. 4, fols. 327-328, publ. J. de SALAZAR Y ACHA, ob. cit., pp.
587-588.
42
10 marzo 1475, AGS, RGS, fol. 253. Diego de Valderrábano, que ya había sido designado
Montero mayor un mes antes junto a Honorato de Mendoza, recibió la confirmación de tal favor
en un documento fechado en Medina del Campo.
43
AGS, EMR, leg. 682, fol. 255. Este legajo contiene diversas nóminas, en su mayor parte
completas, de los monteros mayores de Juan II y Enrique IV. De Diego Hurtado de Mendoza se
conservan nóminas de 1428, 1432, 1437 y 1438.
44
Cortes de Madrid de 1433, pet. 15, Cortes de los antiguos Reinos de Castilla y León,
Madrid, Real Academia de la Historia, 1866, III, pp. 169-170.
45
Cortes de Valladolid de 1451, pet. 41, ibídem, p. 629.
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PRESTIGIO POLÍTICO Y OFICIOS REALES 577
46
G. ARGOTE DE MOLINA, ob. cit., p. 170.
47
25 marzo 1499, AGS, RGS, fol. 417.
48
Segovia, 11 agosto 1439, AGS, EMR, leg. 682, fol. 52. Los monteros decían que “sy asy
pasase, ellos resçebirían gran agrauio e daño, e non podrían mantener canes” ni servir al rey “en
la dicha montería”.
49
12 abril 1499, Libros de Acuerdos del Concejo Madrileño, C. Rubio Pardos, R. Sánchez
González y C. Cayetano Martín (eds.), t. IV (1498-1501), Madrid, 1982, fol. 133r, p. 103.
50
El Montero mayor Diego de Valderrábano “toma e nombra por montero del dicho señor
Rey en cuenta de los ccvi monteros de la sierra” a Benito Sánchez de la Vaqueriza, hijo de García
Fernández de la Vaqueriza, vecino de Madrid, en lugar de Pedro García, hijo de Martín García,
vecino de La Cañada del Hoyo, “que fallesçió el día de Sant Juan de iunio del año que pasó de
lix,” 23 julio 1462, AGS, EMR, leg. 682, fol. 3. También sustituyó a Alfonso Fernández y
Martín Alfonso “en logar e por vacaçión” de Juan Garçía de la Verdeseca, vecino de Escalona,
y de Alfonso García Paraíso, vecino de Nombela, “por quanto son finados segúnd paresçió por
un testimonio signado de escribano público”, 24 mayo 1462, ibídem. En otra ocasión, Diego de
Valderrábano nombró por montero del príncipe Alfonso a Juan de Ortega, vecino de Pinto, “en
logar e por priuaçión” de Diego de Orduña, vecino de Cuenca, 20 enero 1463, ibídem.
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578 JOSÉ IGNACIO ORTEGA CERVIGÓN
López, vecino de Aravaca, porque “es viejo e tal que non puede seruir el
dicho ofiçio e lo renunçió en el dicho Diego Furtado para que lo diese a quien
quisiese”51.
Gracias a la afición cinegética de Enrique IV, recogida por algunos
cronistas y diversos estudios historiográficos, conocemos algunas facetas de
la práctica cotidiana de las monterías. Este monarca las realizaba con
frecuencia, especialmente en los bosques de Valsaín y El Pardo, donde tenía
instaladas reservas campestres cercadas con tapia y edificios en los que
descansar de sus cacerías. La guarda de los montes segovianos de Valsaín, su
lugar predilecto, estaba encargada a monteros de a caballo, que cobraban entre
450 y 600 mrs. mensuales. Enrique IV realizaba, sin embargo, sus monterías
bimensuales en los montes de Robledo, San Martín de Valdeiglesias, Escalona
y Adrada, donde habitaban jabalíes, osos, ciervos, cabras monteses y gamos.
Las monterías, que duraban habitualmente entre 5 y 10 días, movilizaban a
numerosas personas y requerían operaciones previas, como algunas rozas de
las comarcas próximas donde se realizaban. Los monteros se contrataban en
los pueblos comarcanos y cobraban ocho maravedís diarios52.
Los reyes debían contar con hombres de auténtica confianza para
realizar las monterías, pues compartían con ellos muchas horas de conversa-
ción durante las batidas y cacerías, sobre todo con los monteros y ballesteros.
Así, Enrique IV ordenó que fueran francos de pedidos y monedas los monteros
que ya nombró en Cuenca siendo príncipe: Fernando de Peñafiel, Diego de la
Cueva, Diego de Orduña, Juan de Villarreal, Juan Vázquez, Diego del
Castillo, Pedro el Rejero y Alonso de Madrid53.
El príncipe Enrique y Juan de Navarra disfrutaron de su propia nómina
de monteros —cada una de doscientos— durante el reinado de Juan II de
Castilla54. En ocasiones algún noble del entorno cortesano también disponía de
un número determinado de monteros para realizar sus propias jornadas de
cacería. El condestable Álvaro de Luna recibió en 1431 una merced de juro
de heredad de Juan II para disponer de veinte monteros “de quales quier que
dél tenía el Rey de Nauarra e el ynfante don Enrrique, por quanto los yo priué
dellos e de todo lo otro que de mí tenían por çiertas legítimas e sufiçientes
cabsas”. Álvaro de Luna solicitó tal cantidad de monteros para llevarlos a su
villa de Escalona y su tierra, “como en algunos otros lugares de vuestra tierra
51
Cuenca, 28 abril 1458, AGS, EMR, leg. 682, fol. 264.
52
M. Á. LADERO QUESADA, 1462: un año en la vida de Enrique IV, rey de Castilla, ob. cit.,
pp. 252-256. Enrique IV también realizó monterías eventuales en la zona de Ágreda, en las que
contó con los servicios del Montero mayor de Juan Ramírez de Arellano, señor de Los Cameros,
Juan Fonte, así como de otros monteros de aquel noble y de vecinos de la comarca. En 1462 la
suma total de gastos por la realización de monterías regias ascendió a 120.000 mrs.
53
20 diciembre 1454, A(rchivo) M(unicipal) (de) C(uenca), leg. 193, exp. 1, fols. 28v-29, cit.
C. OLIVERA SERRANO, Inventario de la documentación medieval de las Cortes de Castilla y León
en el Archivo Municipal de Cuenca (1250-1500), “En la España Medieval”, 19 (1996), doc. 160,
p. 383. En las monterías de Enrique IV se contrataban los servicios de entre 200 y 600 campesinos
de los pueblos cercanos para obtener mejores resultados al “correr monte”, M.Á. LADERO
QUESADA, La Casa Real en la Baja Edad Media, ob. cit., p. 337.
54
Existen numerosas nóminas de monteros del rey Juan de Navarra y del príncipe Enrique en
AGS, EMR, leg. 682.
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PRESTIGIO POLÍTICO Y OFICIOS REALES 579
Este oficio tenía a su cuidado los servicios de la mesa del rey, tal vez
en calidad de Copero mayor, al que estaban subordinados diversos coperos y
55
Medina del Campo, 26 febrero 1431, ibídem, s. n. Sancho de Escalante, un criado del
Condestable Álvaro de Luna, se presentó ante el alcalde de Medina del Campo —“de la tercia
poco o más o menos tiempo”— con un albalá firmado por el monarca el 20 de noviembre de 1430
en el que hacía merced de juro de heredad de esos veinte monteros a Álvaro de Luna.
56
18 enero 1444, ibídem, fol. 279.
57
Sobre este personaje el profesor J. TORRES FONTES realizó diversas investigaciones, El
halconero y los halcones de Juan II, “Murgetana”, 15 (1961), pp. 9-20 y Mayorazgo y
Testamento de Pedro Carrillo de Huete, halconero real y cronista de Juan II de Castilla,
“Anuario de Estudios Medievales”, 17 (1987), pp. 437-453.
58
J. de SALAZAR Y ACHA, ob. cit., pp. 320-322. Miguel Lucas de Iranzo, posteriormente
Condestable de Castilla, ejerció el oficio entre 1455 y 1458, 27 diciembre 1458, AGS, QC, leg.
3, fols. 439-440, publ. ibídem, pp. 586-587.
59
En 1455 cobraba 4.000 mrs. como quitación por el oficio, AGS, QC, leg. 4, fol. 244,
publ. ibídem, p. 593.
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580 JOSÉ IGNACIO ORTEGA CERVIGÓN
60
L. GARCÍA DE VALDEAVELLANO, ob. cit., p. 492. En la alta Edad Media este cargo era
denominado exclusivamente copero del rey (scanciarius).
61
Á. FERNÁNDEZ DE CÓRDOVA MIRALLES, ob. cit., p. 142.
62
J. de SALAZAR Y ACHA, ob. cit., pp. 284-287. Entre otros, algunos de estos hidalgos
maestresalas fueron micer Ventolín, Juan Delgadillo, Álvaro de Luna —cuando era solo un
mozo—, Fernán Pérez de Illescas, Nicolás Fernández de Villamizar, Gonzalo de Castillejo, Pedro
de Luzón, mosén Pedro Osorio, Juan de Luján, Diego de Tapia, etc.
63
“Yo, el Rey, fago saber a vos, los mis contadores mayores, que mi merçed e voluntad es
de tomar por mi maestresala a Andrés de Cabrera, mi criado”, 10 mayo 1462, AGS, QC, leg.
2, fols. 241r-242r. Los 29.429 mrs. le fueron librados durante los años de 1462 a 1464, entre
otros, en los repartimientos de las tercias del arzobispado de Sevilla con el de Tuy, de los diezmos
y aduanas de los obispados de Cuenca y Cartagena, de los diezmos y monedas del obispado de
Osma y Sigüenza y de las alcabalas y tercias de la merindad de Campos con Palencia.
64
“Sepades que Diego Hurtado de Mendoça, nuestro montero mayor, e maestresala e nuestra
guarda mayor desa dicha çibdad de Cuenca”, AGS, RGS, 25 septiembre 1499, doc. 417; “Diego
Hurtado de Mendoça, mi maestre sala e montero mayor”, AGS, Cámara de Castilla, Personas,
25 febrero 1503, leg. 13.
65
M.Á. LADERO QUESADA, La Casa Real en la Baja Edad Media, ob. cit., p. 347.
66
E. DE VILLENA, Arte cisoria, e tratado del arte del cortar del cuchillo, Madrid, 1766.
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PRESTIGIO POLÍTICO Y OFICIOS REALES 581
Diego González Messía67. De los nobles conquenses que ejercieron este cargo
figuran Sancho de Jaraba en 1422 y en la década de los cuarenta68, Pedro de
Acuña69, conde de Buendía, en 1427, Gómez Carrillo de Albornoz, señor de
Torralba y Beteta, en 1455, su hijo Juan de Albornoz en 1457 y Lope de
Acuña en 1466:
Yo el Rey fago saber a vos, los mis contadores mayores, que mi merçed e
voluntad es que los seys mill mrs. que de mí auía e tenía Juan de Albornos,
fijo de Gómes Carrillo de Albornos, en quitaçión cada año por mi ofiçial
del cuchillo asentados en los mis libros, que los aya e tenga de mí en
quitaçión cada año con el dicho ofiçio Lope de Acuña, fijo de Lope
Vásques de Acuña, mi camarero mayor de las armas, por quanto el dicho
Juan de Albornos es finado70.
67
J. de SALAZAR Y ACHA, ob. cit., pp. 282-283.
68
J.A. JARA FUENTE, “Que memoria de onbre non es en contrario”. Usurpación de tierras
y manipulación del pasado en la Castilla urbana del siglo XV, “Stvdia Historica. Historia
Medieval” (= En memoria de José Luis Martín (1936-2004), 20-21 (2002), nota 35, p. 87 y
Elites urbanas en Cuenca en la Baja Edad Media. Estructura y procesos internos de diferencia-
ción (siglo XV), en Ier Premio de Investigación Juan Giménez de Aguilar, Cuenca, 1998, nota 74,
p. 52.
69
AGS, QC, leg. 4, fols. 189 y 427. Pedro de Acuña sustituyó a Pedro de Torres por
fallecimiento de éste: “Iohan de Albornos, fijo de Gómes Carrillo de Albornos, allcalde mayor
de los fijosdalgo e ofiçial del cuchillo del Rey [...], tiene más en quitaçión cada año con el dicho
ofiçio del cuchillo vi U”.
70
6 marzo 1466, AGS, QC, leg. 4, fol. 3.
71
L. SUÁREZ FERNÁNDEZ, Un libro de asientos de Juan II, ob. cit., pp. 342, 348 y 365;
AGS, QC, leg. 1, fol. 187 y leg. 4, fol. 181; RAH, Salazar y Castro, M-40, fols. 19-23.
72
26 marzo 1489, RAH, Salazar y Castro, D-13, fol. 50r-v. Lope Vázquez de Acuña tenía
asentadas esas cantidades el 23 de julio de 1481.
73
J. de SALAZAR Y ACHA, ob. cit., pp. 278-280. Alonso Enríquez percibió en 1465 26.400
mrs., aunque esta cantidad incluía quitación y ración.
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582 JOSÉ IGNACIO ORTEGA CERVIGÓN
su hijo Álvar García el Mozo y su nieto Juan de Albornoz lo fueron bajo Juan
I74. Durante el siglo XV el oficio fue patrimonializado por la familia de origen
aragonés, los Zapata, aunque otros caballeros desempeñaron simultáneamente
el oficio: varios parientes de Álvaro de Luna, como Pedro de Luna en 1446;
el primer conde de Alba de Tormes; Alonso Enríquez, hijo del conde de Alba
de Lieste; Juan de Haro en 146675.
El Camarero mayor de las armas
74
S. de MOXÓ, Los Albornoz. La elevación de un linaje y su expansión dominical en el siglo
XIV, en El Cardenal Albornoz y el Colegio de España, Zaragoza, 1972, I, pp. 37-39. Álvar
García de Albornoz ejerció primero el cargo de Copero mayor junto a la reina doña Blanca de
Borbón.
75
J. de SALAZAR Y ACHA, ob. cit., p. 280.
76
Mª J. GARCÍA VERA, La nobleza en la sociedad de Corte de Enrique IV, ob. cit., p. 558.
77
AGS, QC, leg. 4, fol. 239. Lope de Acuña sustituyó a Pedro de Perea, a quien el
monarca había privado del oficio “porque estaua contra su deseruiçio en el regno de
Nauarra”.
78
Estremera, noviembre 1474, RAH, Salazar y Castro, D-13, fols. 296-297. Carta de
“vendida e robra” otorgada por Lope Vázquez de Acuña, “camarero mayor de las armas del rey
y del su Consejo”, Fortaleza de Castil de Acuña, 30 enero 1480, AHN, Nobleza, Priego, C. 7,
D. 24.
ANUARIO DE ESTUDIOS MEDIEVALES (AEM), 37/2, julio-diciembre 2007, pp. 563-595. ISSN 0066-5061
PRESTIGIO POLÍTICO Y OFICIOS REALES 583
79
M. Á. LADERO QUESADA, 1462: un año en la vida de Enrique IV, rey de Castilla, ob.
cit., pp. 239, 247 y 262-263. Andrés de Cabrera recibió 30 doblas del rey para el juego de dados,
que se realizaba en Nochebuena y los días siguientes. Además recibió 30 enriques de aguinaldo.
80
26 marzo 1489, RAH, Salazar y Castro, D-13, fol. 50r-v. Lope Vázquez de Acuña tenía
asentada esa cantidad el 21 de julio de 1481 y los había empezado a cobrar en 1478.
81
Gómez Carrillo, “alcallde mayor de los fijosdalgos de los reynos de Castilla”, se encontraba
en una reunión que tuvo lugar en la capilla del obispo don Álvaro en la catedral de Cuenca, junto
al teniente de corregidor y algunos alcaldes y regidores para debatir cierta cantidad de maravedís
que debía el concejo por el arrendamiento de la moneda forera, 30 noviembre 1403, AMC, leg.
4, exp. 2, publ. A. CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO, Colección diplomática del Concejo de Cuenca,
1190-1417, Cuenca, 1998, doc. 177, p. 407. También aparece mencionado en un documento
concejil de época de Juan II, 12 octubre 1417, AMC, leg. 185, exp. 1, fol. 18v, publ. A.
CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO y P. MARTÍNEZ ESCRIBANO (dir. M. Jiménez Monteserín), Actas
municipales del ayuntamiento de Cuenca (Años 1417, 1419 y 1420), Cuenca, 1994, p. 23.
En varios documentos del Archivo de la Villa de Madrid, el monarca recordaba a las villas
y ciudades castellanas que respetaran a los oficiales y alcaldes designados por Gómez Carrillo de
Albornoz, que alcanzó la mayoría de edad en 1432 , T. PUÑAL FERNÁNDEZ, La ganadería lanar
en Madrid y su tierra durante la Edad Media, “Espacio, Tiempo y Forma”, 11 (1998), pp. 357-
358.
82
17 septiembre 1457, AGS, QC, leg. 4, fol. 189.
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584 JOSÉ IGNACIO ORTEGA CERVIGÓN
83
6 marzo 1466, AGS, QC, leg. 4, fol. 43. En esta fecha consta también como alcalde mayor
de los fijosdalgo Sancho de Rojas, señor de las villas de Monzón y Cabia, H. CASADO ALONSO,
La propiedad rural de la oligarquía burgalesa en el siglo XV, “En la España Medieval”, 6
(1985), pp. 586-587.
84
Guadalajara, 30 enero 1497, AGS, Cámara de Castilla, Personas, leg. 6, doc. 40. En 1495
Luis Carrillo de Albornoz era el titular de este oficio, según consta en una escritura redactada en
Tendilla en la que su madre doña Mencía aparecía como su legítima tutora, Burgos, 30 febrero
1497, AGS, RGS, fol. 1.
85
AMC, leg. 413, exp. 1, publ. A. CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO, Colección diplomática, ob.
cit., doc. 179, pp. 411-420. La sentencia de Enrique III no se conoce porque el documento está
incompleto.
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PRESTIGIO POLÍTICO Y OFICIOS REALES 585
Alegaron que tenían “quatro e çinco mill ovejas e tenían omnes que
las llevavan a los estremos e las trayan dellos”, y no por ello perdían su
hidalguía. El concejo presentó los mismos testigos que en el pleito anterior de
Gonzalo López86.
El Alcalde entregador mayor de las mestas y las cañadas
86
Fuente del Sango, 13 noviembre 1413, AMC, leg. 413, exp. 2, publ. ibídem, doc. 199, pp.
460-470. Juan II dio sentencia en que debía reunir a ambas partes y probar cada una de ellas sus
afirmaciones.
87
F. MARÍN BARRIGUETE, Archivo de la Mesta: tipologías documentales y posibilidades de
investigación (ss. XVI-XVIII), “Cuadernos de Historia Moderna”, 17 (1996), pp. 194-195.
88
Valladolid, 10 octubre 1415, AMC, leg. 185, exp. 1, fol. s. n., publ. A. CHACÓN GÓMEZ-
MONEDERO y P. MARTÍNEZ ESCRIBANO, Actas municipales, ob. cit., pp. 25-26. El documento
tiene los folios 21r-v y 22r en blanco.
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586 JOSÉ IGNACIO ORTEGA CERVIGÓN
Sepan quantos esta carta de poder vieren, commo yo, Gómez Carrillo,
alcallde mayor del Rey de los fijosdalgo de los Regnos de Castilla, e su
alcallde entregador mayor de las mestas e cannadas en todos los sus regnos
e sennoríos, otorgo e conosco que do e otorgo todo mi poder cunplido,
segunt que mejor e más conplidamente lo puedo e devo dar de derecho, e
segunt que lo yo he del dicho sennor Rey, a vos Lope Vázquez de Acuña,
sennor de Azennón e de Buendía, e a los alcalldes e lugares tenientes que
vos por vos en mi nombre pusiéredes89.
89
Valladolid, 19 septiembre 1417, AMC, leg. 185, exp. 1, fol. 19v-20v, publ. ibídem, pp.
24-25.
90
Segovia, 10 noviembre 1425 y Cáceres, 24 marzo 1426, RAH, Salazar y Castro, M-5,
fols. 165r-167r.
91
Palencia, 25 enero 1431, Á. PÉREZ CHOZAS (ed.), Documentos del Archivo General de
la Villa de Madrid, tomo II, Madrid, 1943, doc. XXX, pp. 153-157.
92
Arévalo, 15 noviembre 1454, RAH, Salazar y Castro, D-13, fols. 3r-v y Arévalo, 19
diciembre 1454, ibídem, D-13, fols. 86r-87r y M-5, fol. 272r. Juan II le instaba a usar la
jurisdicción de la justicia civil y criminal que era propia al oficio: oír, juzgar y librar para hacer
ejecución en las personas.
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PRESTIGIO POLÍTICO Y OFICIOS REALES 587
93
Salamanca, 20 mayo 1465, RAH, Salazar y Castro, D-13, fols. 87r-88r.
94
Madrid, 6 marzo 1477, AGS, RGS, fol. 210 y RAH, Salazar y Castro, D-13, fol. 88r-v
y Madrid, 18 abril 1478, ibídem, fol. 89r-v.
95
J. Mª SÁNCHEZ BENITO, El poder en una pequeña ciudad castellana: el ejemplo de Huete
en el siglo XV, “En la España Medieval”, 25 (2002), p. 193. Alfón de la Muela celebraba, más
adelante, “con procesión y toda solemnidad, la fiesta de la Ascensión, incluyendo el oficio de
difuntos por Gómez Carrillo de Albornoz y su mujer”.
96
Los Reyes Católicos solicitaron a Lope Vázquez de Acuña que “seades nuestro alcalde e
entregador mayor de las Mestas e Cañadas en el reino de Castilla en lugar de Pedro de Acuña
[…]. E podáis llevar todos los derechos e salarios, e mostrenco e mesteño e otras cosas a su oficio
de alcaldía”, Medina del Campo, 16 septiembre 1480, RAH, Salazar y Castro, D-13, fol. 112r-v.
97
Zaragoza, 31 enero 1488, AGS, RGS, fol. 247, cit. Mª C. QUINTANILLA RASO, El pastoreo
en Cuenca a fines de la Edad Media. Bases y lógicas de un sistema económico en la compleja
realidad agraria, en J. Gómez-Pantoja (ed.), Los rebaños de Gerión. Pastores y trashumancia
en Iberia antigua y medieval, Madrid, Collection de la Casa de Velázquez, 2001, nota 55, p. 60.
Véase apéndice documental.
ANUARIO DE ESTUDIOS MEDIEVALES (AEM), 37/2, julio-diciembre 2007, pp. 563-595. ISSN 0066-5061
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merçed que agora, e de aquí adelante, para en toda vuestra vida, seays
nuestro alcalde y entregador mayor de las mestas y cañadas destos nuestros
reynos y señoríos de Castilla e de León en lugar e por vacaçión del dicho
conde don Lope Vásques de Cuña, vuestro padre, por quanto es finado e
pasado desta presente vida. E por esta nuestra carta mandamos al conçejo
de la mesta e cañadas destos dichos nuestros reynos y a todos los dueños de
ganados y pastores y rabadanes e mayorales, e otras quales quier personas
de los que agora son o serán de aquí adelante, que los reciban e ayan e
tengan por nuestro alcalde e entregador mayor de las dichas mestas e
cañadas de los dichos nuestros reynos e señoríos. E vsen con vos en el
dicho ofiçio e con vuestros lugares tenientes, e os den e recudan, e fagan
dar e recudir con todos los derechos e salarios e otras cosas al dicho ofiçio
anexas e pertenesçientes. E que por rasón dél podedes e deuedes aver e
leuar, e los guarden e fagan guardar todas las onras e graçias e merçedes
e franquesas e libertades e preuillejos, e todas las otras cosas e cada vna
dellas que por rasón del dicho ofiçio podedes e deuedes aver e gosar e vos
deuen ser guardadas [...]. E vos damos la posesión e casy posesión dél e
poder, e avtoridat, e conplida facultat para lo vsar e exerçer por vos e por
vuestros lugares tenientes, en caso que por el dicho conçejo de la dicha
mesta e cañadas de los dichos nuestros reynos e señoríos, ni por los dueños
de ganados e otras personas suso dichas dellos, a él non seades resçebidos.
Y por esta nuestra carta o por su traslado sygnado de escribano público,
mandamos al yllustre prínçipe don Juan, nuestro muy caro e muy amado
fijo, e a los ynfantes, duques, prelados, marqueses, condes, ricos onbres,
maestres de las órdenes, priores, comendadores e subcomendadores,
alcaldes de los castillos e casas fuertes e llanas, e a los del nuestro Consejo
e oydores de la nuestra avdiençia, alcaldes, alguasiles, e notarios e otras
justiçias e ofiçiales quales quier de la nuestra casa e corte e chancillería, e
atodos los conçejos e corregidores, asystentes, alcaldes, alguasiles,
merinos, regidores, jurados, caballeros, ofiçiales y onbres buenos de todas
las çibdades, e villas e lugares de nuestros Reynos e señoríos, e otras quales
quier personas, nuestros vasallos e súbditos e naturales de qual quier ley,
estado, preheminençia o dignidat que sean, e a cada vno dellos que agora
son o serán de aquí adelante, que los guarden e cunplan, e fagan guardar e
cunplir esta nuestra carta e la merçed en ella contenida, según que de suso
en esta nuestra carta se contiene, e declara e vos defiendan e anparen en
ella. E contra el tenor e forma della ni de lo en ella contenido vos non
vayan, ni pasen, ni consientan yr ni pasar en tienpo alguno ni por alguna
manera, cavsa ni rasón ni color que sea o se r pueda. E los vnos ni los otros
non fagades ni fagan ende al por alguna manera, so pena de la nuestra
merçed e de dies mill maravedís para la nuestra cámara. E cada vno por
quien fyncare de lo asy faser e conplir. E demás mandamos al ome que les
esta nuestra carta mostrare que los enplase que parescan ante nos en la
nuestra corte, do quier que nos seamos, del día que los enplase fasta quinse
días primeros siguientes so la dicha pena, so la qual mandamos a qual quier
escribano público que para esto fuere llamado, que dé ende al al que la
mostrare testymonio sygnado con su signo por que nos sepamos en cómo
se cunple nuestro mandado98.
98
Juan de Acuña recibió el título “por quanto” su padre Lope Vázquez de Acuña “es finado
y pasado desta presente vida”. La merced de la alcaldía mayor de las entregas de la Mesta le fue
concedida en Medina del Campo, 26 marzo 1489, AGS, RGS, fol. 51 y RAH, Salazar y Castro,
D-13, fol. 118r-v.
ANUARIO DE ESTUDIOS MEDIEVALES (AEM), 37/2, julio-diciembre 2007, pp. 563-595. ISSN 0066-5061
PRESTIGIO POLÍTICO Y OFICIOS REALES 589
99
“Muy poderosa señora: Don Juan de Acuña, conde de Buendía, veso las manos de vuestra
alteza”, s. f., AGS, Cámara de Castilla, Personas, leg. 152, doc. 202.
100
Madrid, 12 enero 1498, AGS, RGS, fol. 122. En este año aparecen Pedro de Gavarcos y
Luis González de Sepúlveda como alcaldes entregadores de las cañadas reales por el conde de
Buendía, Valladolid, 20 septiembre 1498, AGS, RGS, fol. 81 y Valladolid, 5 octubre 1498, AGS,
RGS, fol. 71.
101
Las principales villas del Adelantamiento durante la Baja Edad Media fueron Cazorla,
Quesada, Iznatoraf, La Iruela, Villanueva del Arzobispo y Villacarrillo. Son fundamentales los
estudios de J. F. RIVERA RECIO, El Adelantamiento de Cazorla. Historia General, Toledo, 1948
y, especialmente, Mª del M. GARCÍA GUZMÁN, El Adelantamiento de Cazorla en la Baja Edad
Media. Un señorío eclesiástico en la frontera castellana, Universidad de Cádiz, 1985. Sobre el
mismo ámbito temático y geográfico son los trabajos de la profesora Mª del M. GARCÍA
GUZMÁN, Colección Diplomática del Adelantamiento de Cazorla (1231-1495), Cádiz, 1991;
Régimen municipal en el Adelantamiento de Cazorla, “Boletín del Instituto de Estudios
Giennenses”, 168 (1998), pp. 99-121; Úbeda y Cazorla en la Baja Edad Media: enfrentamientos
por el control del espacio en el alto Guadalquivir, en Estudios sobre Patrimonio, Cultura y
Ciencias Medievales, vol. I, Cádiz, 1999, pp. 77-96 y La guerra de Granada en las probanzas
de hidalguía: los Amador de Lezcano, hidalgos de Cazorla y Quesada, “Anuario de Estudios
Medievales”, 32/1 (2002), pp. 333-359.
ANUARIO DE ESTUDIOS MEDIEVALES (AEM), 37/2, julio-diciembre 2007, pp. 563-595. ISSN 0066-5061
590 JOSÉ IGNACIO ORTEGA CERVIGÓN
102
Pedro de Acuña había sido nombrado adelantado el 26 de mayo de 1448, según un
documento datado en Alcalá de Henares, M.ª del M. GARCÍA GUZMÁN, El Adelantamiento de
Cazorla en la Baja Edad Media, ob. cit., nota 90, p. 154. Sobre Alfonso Carrillo de Acuña
consúltese el trabajo de J.M. NIETO SORIA, Dos prelados en la encrucijada de un trono: Alfonso
Carrillo de Acuña y Pedro González de Mendoza, “Torre de los Lujanes, Boletín de la Real
Sociedad Económica Matritense de Amigos del País”, 54 (2004), pp. 49-64.
103
S.f., RAH, Salazar y Castro, D-13, fol. 108v-109v.
104
Madrid, 13 marzo 1477, RAH, Salazar y Castro, D-13, fol. 104r-v; J. F. RIVERA RECIO,
El Adelantamiento de Cazorla. Historia General, ob.cit., p. 73 y Mª del M. GARCÍA GUZMÁN,
El Adelantamiento de Cazorla en la Baja Edad Media, ob. cit., pp. 79 y 138-140.
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PRESTIGIO POLÍTICO Y OFICIOS REALES 591
105
26 marzo 1489, RAH, Salazar y Castro, D-13, fol. 50r-v. Lope Vázquez de Acuña tenía
asentada esa cantidad el 26 de julio de 1481 como Adelantado de Cazorla.
106
La batalla del cerco de Quesada tuvo lugar el 10 de marzo de 1469. Las tropas cristianas
del arzobispo —acaudilladas por Pedro de Acuña y su hijo Lope Vázquez de Acuña— y las
musulmanas del rey de Marruecos se enfrentaron en El Retamar. De los 3.500 atacantes
perecieron 700, Lope Vázquez de Acuña persiguió a los que huyeron y les arrebató 2.500
caballos y 13 banderas, que en adelante orlarían el escudo de don Lope y la Iglesia de la Merced
de Cazorla, ibídem, p. 72.
107
Mª del M. GARCÍA GUZMÁN, El Adelantamiento de Cazorla en la Baja Edad Media, ob.
cit., pp. 84-86, 156-161 y 164-177.
108
El 10 de julio de 1489 Antón de la Fuente, adalid, vecino de Cazorla, presentó una
demanda contra el conde de Buendía —ya difunto— porque él y otros vecinos cautivaron a Farax,
adalid en Baza, vendiéndolo posteriormente al conde de Buendía por 13.500 mrs. Luego el dicho
Antón de la Fuente cayó prisionero y se estableció su canje por Farax; el adalid de Cazorla tuvo
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que comprar al adelantado el adalid granadino, por el que le pidió 89.000 mrs., teniendo que
vender todos sus bienes para obtener su liberación. La protesta se basaba en una ordenanza por
la que el propietario de un esclavo musulmán canjeable por un cristiano del Adelantamiento solo
podía pedir un tercio más de su precio de compra. Los Reyes Católicos ordenaron al entonces
adelantado Hurtado de Mendoza que hiciera justicia al adalid Antón de la Fuente, ibídem, pp.
213-214. En 1476 Lope Vázquez de Acuña solicitó el envío de dos moros, vecinos de Huesa, que
fueron cautivados por almogávares cristianos en período de treguas y que habían sido vendidos
en Jaén, para devolverlos al reino granadino, ibídem, p. 215.
109
Ibídem, pp. 245, 250 y 261-262. Los concejos de Cazorla y La Iruela debatieron por
mantener sus privilegios en años sucesivos, hasta que en 1497 alcanzaron una concordia.
110
Medina del Campo, 13 septiembre 1480, AGS, RGS, fol. 242.
111
“Diego Furtado de Mendoça, mi Montero maior e del mi Consejo”, 30 agosto 1437,
RAH, Salazar y Castro, M-95, fol. 85v; “Juan Furtado de Mendoça, del mi Consejo e mi
guarda mayor de la çibdad de Cuenca”, AGS, RGS, 15 noviembre 1475, doc. 740.
112
E. MITRE FERNÁNDEZ, Mecanismos institucionales y poder real en la Castilla de Enrique
III, “En la España Medieval. Estudios dedicados a Julio González”, 1 (1980), pp. 322-324. Entre
otras disposiciones, se exponía que la cámara del Consejo estuviera donde morara el rey, que en
caso de no llegar a un acuerdo en las deliberaciones —que no debían exceder de tres horas salvo
casos excepcionales— el monarca tuviera la última palabra y que se guardara registro de todas
las peticiones, atendidas conforme iban llegando.
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PRESTIGIO POLÍTICO Y OFICIOS REALES 593
4. CONCLUSIONES
113
S. de DIOS, El Consejo Real de Castilla (1385-1522), Madrid, 1982, especialmente pp.
105-115 y 254-302. Juan Hurtado de Mendoza, Mayordomo mayor de Juan II y padre del primer
señor de Cañete, tuvo gran peso en el Consejo Real, ibídem, p. 123.
114
Fortaleza de Castil de Acuña, 30 enero 1480, AHN, Nobleza, Priego, C. 7, D. 24.
115
M.C. QUINTANILLA RASO, El protagonismo nobiliario en la Castilla bajomedieval. Una
revisión historiográfica (1984-1997), “Medievalismo”, 7 (1997), p. 200.
116
L. SUÁREZ FERNÁNDEZ, Nobleza y monarquía. Entendimiento y rivalidad, Madrid, La
Esfera de los Libros, 2003.
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594 JOSÉ IGNACIO ORTEGA CERVIGÓN
APÉNDICE DOCUMENTAL
1
1488, enero, 31. Zaragoza.
Los Reyes Católicos se dirigen a Lope Vázquez de Acuña, Alcalde entregador mayor
de las mestas y cañadas, para ordenarle cómo deben actuar sus lugartenien-
tes en el desempeño del oficio.
AGS, Registro General del Sello, Zaragoza, 31 enero 1488, fol. 247.
Don Fernando e doña Isabel, etc. A vos don Lope Vásques de Acuña, conde
de Buendía, adelantado de Caçorla, del nuestro Consejo e nuestro alcalde entregador
mayor de las mestas y cañadas, e a vuestros alcaldes e lugares tenientes, y a cada una
e qual quier de los a quien esta nuestra carta fuere mostrada o el traslado della sygnado
de escribano público, salud e graçia. Sepades que por çiertas quexas que nos fueron
dadas de los lugares tenientes de vos, el dicho conde, en el ofiçio de alcaldía mayor
de las dichas mestas y cañadas, nos mandamos faser çierta pesquisa en el marquesado
de Villena y en otras partes, la qual fue trayda ante nos, e asimismo los preuillejos e
ordenanças por donde se regía e devía regir el dicho ofiçio de la dicha alcaldía, e
mandamos aver e fue avida información çerca del vso e guarda dellas. E todo visto en
el nuestro Consejo fue acordado escusar estorsiones e agravios que nuestros súbditos
e naturales recibían a cavsa del dicho ofiçio de vuestros lugares tenientes, que se deuía
de proueer en la forma syguiente:
Primeramente, que ningún lugar teniente no pueda ir a vsar y exerçer el dicho
ofiçio saluo a pedimiento de la dicha mesta o de procurador espeçial al que para esto
tenga poder e sobre agrauios e cosas ciertas. E que en tal caso vaya el dicho vuestro
lugar con vuestro poder a vsar el dicho ofiçio en aquellas cosas para que fuere
requerido e no en otras. E quel dicho vuestro lugar teniente no pueda dar poder a otro
para que faga cosa alguna que toque al dicho ofiçio. E lo que contra esto fuere fecho
que sea en sy ninguno y el que lo fisiere sea ynabile para vsar este ofiçio ni otro
alguno.
Yten que vos ni los dichos vuestros lugares tenientes no podays confirmar ni
confirmeys dehesas algunas a ningunos concejos ni personas particulares de nuestros
rey- // [fol. 1v] nos, ni faser otras de nuevo ni por rasón dello lleuar derechos algunos.
E si de fecho lo fisieredes o fisieren que sea en sy ninguno. E quel que lo procurare
aya e yncurra en pena de veynte mill maravedís para que sean dados a nuestro
limosnero para destribuyr en obras pías y quel alcalde que contra esto fuere o pasare
pague lo que lleuare con las sentençias e sea ynabile para aver el dicho ofiçio.
Yten que quando vos, el dicho conde, oviéredes de [en blanco] algún lugar
teniente que primero y ante todas cosas tome consygo un alcalde de la çibdat, o villa
o lugar donde fuere a vsar y exerçer el dicho ofiçio e amos a dos juren solepnemente
de guardar la justiçia a las partes e faser bien e fielmente lo que devieren. E que no
lleuaran derechos demasiados a ningún otro conçejo ni persona particular. E que no
lleuaran penas algunas sin la parte llamada, e oyda e condenada por sentençia. E la tal
sentençia pasada en cosa judgada y esecutado aquello por que fuere dada la dicha
sentençia. E que estonçes el acompañado del dicho vuestro lugar teniente no lleue
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PRESTIGIO POLÍTICO Y OFICIOS REALES 595
parte ni derechos algunos de las dichas penas, e quel escribano que con él fuere non
lleue salario alguno saluo sus derechos como los lleuan los escriuanos de los alcaldes
ordinarios de la çibdat, villa o lugar do exerçiere el dicho ofiçio, todo so las dichas
penas.
Yten que el dicho vuestro lugar teniente non pida, ni demande ni lleue la
costa que fisiere a los lugares donde fuere, ni tome dádiva ni presente saluo sus
derechos a las penas en que condenare, como dicho es, so las dichas penas.
Yten por quanto en las ordenanças por donde se a de vsar el dicho ofiçio ay
en muchos capítulos pena de çient maravedís de los buenos e ay dubda a quánto se a
de pagar por estos çien maravedís, por ende, conformándonos con el valor de la
moneda de estonçes e con la de agora, e con las leyes de nuestros Reynos que sobre
esto fablan, mandamos que por çien maravedís de los buenos, se lleuen seisçientos
maravedís de los que agora corren o corrieren de aquí adelante, e no más ni allende.
Yten quel dicho vuestro alcalde no pueda faser yguala ni contenençia con persona
alguna, ni lleuar pena antes de ser roturado e restituydo las cañadas, e heredamientos,
e dehesas e otras cosas que fallaren que están tomadas e ocupadas de lo público e
conçejil. E que tornado e restituydo lo suso dicho, puedan lleuar las penasen que
fueren condepnados quales quier conçejos e personas e dellas [...] lo que quisiere so
las penas. //
[fol. 2r] Porque vos mandamos que con las limitaçiones suso dichas e con
cada vna dellas vseys y fagays vsar el dicho ofiçio a vuestros lugares tenientes e
pongays para ello personas ábiles, e sufiçientes, e abonadas e tales que den cuenta e
rasón de lo que deuieren faser de aquí adelante. E mandamos a todos los conçejos,
justiçias, regidores, caballeros, escuderos, ofiçiales y onbres buenos de todas las
çibdades, e villas e lugares de los nuestros reynos y señoríos que esta nuestra carta de
declaraçión guarden e cumplan. E guardando lo en ella contenydo, los dexen e
consienten a vos e a vuestros lugares tenientes vsar del dicho ofiçio según e por la vía,
e forma e manera que se contiene en las cartas e prouisyones que de nos para ello
tenes. E que esta nuestra declaraçión e que qual quier procurador que la mesta enviare
a cosas generales de las mestas e cañadas lleue consygo el traslado desta nuestra carta,
e que asy mismo lo lleue el vuestro lugar teniente. E los vnos ni los otros non fagades
ende al so pena de la nuestra merced e de dies mill maravedís para la nuestra cámara.
Además mandamos al omne que vos esta nuestra carta mostrare que vos enplase que
parescades ante nos en la nuestra corte do quier que nos seamos, del día que vos
enplasare fasta quinse días primeros siguientes so la dicha pena, so la qual mandamos
a qual quier escribano público que para esto fuere llamado que dé ende al que ge la
mostrare testimonio sygnado con su sygno, por que nos sepamos en cómo se cunple
nuestro mandado. Dada en la çibdat de Çaragoça, a treinta e vn días del mes de enero,
año del nasçimiento del nuestro señor Iehuxristo de mill y quatroçientos y ochenta y
ocho años. Yo el Rey, yo la Reyna. Yo Diego de Santander, secretario del rey e de
la Reyna, nuestros señores, la fis escreuir por su mandado. Rúbrica. [...].
Johanes doctor, Andrés doctor, Alonso doctor.
Fecha de recepción del artículo: mayo 2007
Fecha de aceptación y versión final: agosto 2007.
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