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La Confirmacion Del Don Profetico en El Ministerio

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RESUMEN

“La confirmación del don profético en el ministerio de Elena de White: Una


perspectiva bíblica”— Considerando que la presencia del don profético es una
promesa para nuestros tiempos y una caracterísctica que posee la iglesia
remanente, el presente estudio describirá brevemente las evidencias bíblicas que
confirman el don de profecía en el ministerio de Elena de White con el objetivo de
fortalecer nuestra confianza en sus escritos y comprender su importancia para el
tiempo del fin.

Palabras clave: Elena de White - don de profecía - evidencias bíblicas - profetas

ABSTRACT

“The confirmation of the prophetic gift in the ministry of Ellen White: A Biblical
Perspective”— Whereas the presence of the prophetic gift is a promise for our time
and a characteristic that has the remnant church, the present study will briefly
describe the biblical evidence confirming the gift of prophecy in the ministry of Ellen
White, with the aim of strengthening our confidence in her writings and understand
its importance for the end time.

Keywords: Ellen G. White - gift of prophecy - biblical evidence - prophets

Berit Olam 12/1 (2015): 10-24 / ISSN 2305-5588


2 Wilson Cabrera

La confirmación del don profético en el ministerio de Elena de


White:
Una perspectiva bíblica

Introducción
“Dios habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro
tiempo a los padres por los profetas, en éstos postreros días nos ha
hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por
quien asimismo hizo el universo” (Heb 1:1).1

Esta declaración podría resumir las formas en que Dios se ha revelado a través de
la historia,2 con el fin de mantener una relación estrecha con la humanidad y de
reestablecer la comunicación que fue interrumpida a consecuencia de la
desobediencia de nuestros primeros padres.
Con el fin de reestablecer el contacto con su Creación, Dios decidió revelarse al
mundo empleando muchos medios,3 entre ellos, el don de profecía (Nm 12:6; 1 Sam
10:2-10; Ez 11:24,25). En el Antiguo Testamento (AT), se dice que el método empleado
con mayor frecuencia es el don de profecía, pues éste revela la voluntad de Dios a
través de los profetas y da a conocer, entre tantas otras cosas, los acontecimientos
futuros.4 El don profético fue otorgado al pueblo de Dios con un propósito especial: 5
prepararlo para la venida del Mesías (Mt 3:2, 3; Is 40:3-5). 6 Sin embargo, este don no
se muestra solo en el AT, sino también en el Nuevo Testamento (NT) y se extiende
como una promesa bíblica para la iglesia del tiempo del fin (Jl 2:28,29). 7 Considerando
que la presencia del don profético es una promesa para nuestros tiempos, ¿cuáles son
sus características? ¿Qué lineamientos presenta la Biblia sobre la veracidad de este
don? Y, de manera especial, ¿podemos considerar a Elena de White como una
profetisa?
En efecto, el presente estudio describirá brevemente las evidencias bíblicas del
don de profecía en el ministerio de Elena de White, con el objetivo de fortalecer
nuestra confianza en sus escritos y comprender su importancia para el tiempo del fin.
1 A no ser que se muestre lo contrario, todas las citas bíblicas fueron tomadas de la versión Reina-
Valera, revisión de 1960. Énfasis añadido.
2 En hebreos existe dos palabras para describir muchas veces y muchas maneras. La primera es
polímeros, y la segunda polítropos. Estas declaraciones manifiestan que Dios siempre ha estado
buscando salvar al hombre. Ver William Barclay, Comentario al Nuevo Testamento: Hebreos
(Barcelona: Clie, 1970), 22.
3 El conflicto de los siglos, 9.
4 George E. Rice, Los dones espirituales, en Teología: fundamentos Bíblicos de nuestra fe
(Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2007), 100; William Sanford Lasor, David Allan
Hubbard y Frederic William Bush, Panorama del Antiguo Testamento: Mensaje, forma y transfondo
(Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2004), 7-9; Josef Schreiner, Palabra y mensaje del Antiguo
Testamento (Barcelona: Editorial Herder, 1972), 164,165; Robert H. Pfeliffer, Introduction to the Old
Testament (Ney York: Harper & Brothers Publishers, 1948), 3,4.
5 Denton E. Rebok, Believe His Prophets (Washington, DC: Review and Herald, 1956), 33.
6 Jemison, 24.
7 Fracis D. Nichol, ed., The Sevent Day Adventist Bible Comentary (Hagerstown, MD: Review
and Herald, 1976), 946. La profecía sobre el don profético, es sustentada por Pablo en la relación de
los dones espirituales en el tiempo del fin.
El don profético es una promesa para la iglesia del tiempo del
fin

“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán


vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros
jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas
derramaré mi Espíritu en aquellos días” (Jl 2:28).
Está profecía describe al derramamiento del Espíritu Santo como la lluvia
temprana y tardía en el tiempo del fin. 8 La Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD),
considera que la lluvia temprana alcanzó su cumplimiento con la iglesia apostólica, en
el Pentecostés (Hch 2:16-21)9 y, con respecto a la lluvia tardía, ésta será derramada en
el tiempo del fin, en el contexto de la proclamación del mensaje de los tres ángeles
(Ap 14:6-12).10
Sin embargo, esta promesa nos se cumple en cualquier grupo religioso, sino
que se manifiesta en un pueblo peculiar de los últimos días que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo (Ap 12:17; cf. Ap 19:10).11
Partiendo de esta premisa, se entiende que la IASD es el remanente del tiempo del
fin.12 Asimismo, se señala que el don profético se cumple en la persona de Elena de
White, quien fue llamada por Dios a los 17 años de edad. Mientras oraba con otras
cuatro mujeres, el Espíritu de Dios cayó sobre ella y recibió la primera de
aproximadamente dos mil visiones en circunstancias similares a los profetas bíblicos
(Nm 12: 6),13 aunque, sin embargo, debemos resaltar que ella nunca pretendió
acreditarse el título de profetisa.14
Durante su vida, hubieron varias personas que le preguntaron si ella se consideraba
una profetiza. Sin razón a discusión, ella contestaba “soy la mensajera del Señor, enviada para
dar un mensaje del Señor a su pueblo”. 15 Su testimonio demostró que fue llamada por Dios y
no solo se ocupó de ser una ferviente predicadora, sino que también se desempeñó como
escritora, orientadora y guía para la iglesia. 16 Raramente se defendía así misma. A pesar de las
críticas, ella se mantuvo en la obra misionera. 17
Al igual que los profetas bíblicos, su ministerio aparece en un tiempo de
abundante necesidad.18 El gran chasco Millerita de 1844, dejó a muchas personas
confusas y perplejas. A partir de ese momento, Elena de White se convertiría en una

8 J. R. Coggins & J.L. Houlden Eds., A Dictionary of Biblical Interpretation (Philadelphia, PE:
Trinity Press International, 1990), 556-559; Doiuglas Stuart, Word Biblical Comentary, Hosea- Jonah Vol.
31 (Waco, TE: Words Books Publisher, 1987), 229,230.
9 The Sevent Day Adventist Bible Comentary, 4:497.
10 Aldo D. Orrego, ed., Tratado de teología adventista del séptimo día (Buenos Aires:
Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), 711, 712,
11 Ranko Stefanovic, La revelación de Jesucristo: Comentario del libro del apocalipsis (Berrien
Springs, MI: Andrews University Press, 2013), 402,403.
12 Tratado de teología adventista, 715.
13 Nolan B. Harmon, ed., The Interpreters Bible (Nashville, TE: Abingdon Cokesbury Press,
1953), 2:200, 201; Graig A. Evans, Stanley E. Porter, Dictionary of the New Testament Background
(Downers Glove, IL: Inter Varsity Press, 2000), 385.
14 Rebok, 79; Review and Herald, 26 de enero de 1905, 5, 6.
15 Elena de White, Mensajes Selectos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana,
2005), 1:39.
16 Arthur L. White, Elena de White: Mujer de visión (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2003), 516.
17 Creencias de los adventistas del séptimo Día, 246.
4 Wilson Cabrera

guía para la iglesia. Durante su vida, escribió miles de páginas y su obra misionera la
desarrolló en Estados Unidos, Europa y Australia. Finalmente, murió en Santa Elena,
California, el 16 de julio de 1915, a los 87 años. En el Congreso mundial de
Indianápolis, Indiana, el 13 de julio de 1990, se tomó un voto reconociendo a Elena de
White como la manifestación del don profético, asunto que forma parte de las 28
doctrinas de la IASD.19

Características bíblicas de un verdadero profeta

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de


ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis.
¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo
buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No
puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así
que, por sus frutos los conoceréis” (Mt 7:15-20).

Estos principios dados por Cristo sirven para comprobar el don profético. Siguiendo
estas premisas, consideraremos algunas evidencias bíblicas que nos permitirán tener
una mejor claridad sobre la veracidad de este don mediante la aplicación de un test
para identificar las características de un verdadero profeta.

1) Probados conforme a la Biblia

“¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha


amanecido” (Is 8:20). El profeta verdadero debe de estar de acuerdo con la ley de
Dios.20 Esta prueba era muy común en el pueblo de Israel (Dt 8:21-22). La declaración
es contundente y explícita. La ley y el testimonio representan a las Escrituras reveladas
por Dios, conformadas por el AT y NT. En otras palabras, esto muestra que un profeta
verdadero tiene respeto hacia las Escrituras como palabra autoritativa de Dios.
La predicación de estos profetas estaba cimentada en la Palabra de Dios. Su mensaje
era: “Así dice Jehová”. Este principio es explícito en la vida de Elena de White. Ella
exaltó las Escrituras durante todo su ministerio y recomendó que la leamos
asiduamente.21 Invitó a considerar con seriedad las promesas de este Libro y, además,
debía ser admitido como la regla de fe y práctica. 22 Con respecto a sus escritos, Elena
de White declaró: “El Señor desea que estudiéis vuestras Biblias. Él no ha dado
ninguna luz adicional para tomar el lugar de la Biblia. Esta luz [los escritos de ella] se
da con el propósito de concentrar en su Palabra, las mentes confundidas. . .”. 23 Estos
solamente fueron necesarios para tener una mayor comprensión de la Palabra de
Dios, pues la gente, en aquel entonces, estaba olvidándose de leer la Biblia. 24

18 Gnana Robinson, Let us be Like the Nations: A Commentary on the Books of 1 and 2 Samuel
(Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1993), 22, 23.

19 Tratado de teología adventista, 713, 714.


20 Rebok, 97.
21 Rebok, 163, 164.
22 Elena G. de White, Primeros escritos (Mountain View, CA: Pacific Press, 1962), 76.
23 Elena de White, Mensajes Selectos (Mountain View, CA: Pacific Press, 1986), passim.
24 Mensajes Selectos, 3:31; Rebok, 175.
2) A un profeta verdadero se lo conoce por sus frutos

El ministerio verídico de un profeta es probado por sus frutos. Este principio indica
que un profeta de Dios, da evidencias externas que ha sido redimido por Cristo y vive a
la altura del mensaje que predica.
No solo da enseñanza teórica, sino que ejemplifica sus enseñanzas con su propia
vida.25 Los profetas canónicos dieron evidencias explícitas de sus creencias, pues estas
fueron dadas por Cristo en el sermón del monte (Mt 7:20). En otras palabras, la vida
de un profeta debe glorificar a Dios, pues estos son sus representantes. 26 Elena de
White vivió a la altura de cualquier profeta bíblico. Fue una madre tierna y una esposa
amante, aun en los dos años de enfermedad de su esposo. 27 Tenía en alta estima a sus
hijos, y continuamente oraba por ellos.28 El afecto y respeto hacia ellos era tan grande,
que uno de sus hijos la llamó “su consejera”. 29 Por su estilo de vida, muchos llegaron a
conocer a Cristo. Su vida fue un ejemplo para muchas familias, y fue como una madre
para algunos amigos cercanos, especialmente para sus asistentes.
Asimismo, Elena de White vivió de acuerdo a las normas que predicaba. Por ejemplo,
no solo estimuló el desarrollo de la reforma pro salud, sino que la hizo parte de su
estilo de vida.30

3) Por el cumplimiento de sus predicciones


“si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que
dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con
presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él” (Dt 18:22).
Esta es la recomendación que nos da las Escrituras para probar a un profeta. Sus
predicciones deben alcanzar su cumplimiento (Jer 28:9). Esta prueba era indispensable
para comprobar si el mensaje venía de parte de Jehová. 31 Obviamente, había que
diferenciar entre una profecía condicional y una incondicional (Jer 18:7-10). 32 Al
evaluar a Elena de White, encontramos muchas evidencias que la califican como
profetisa. Por ejemplo, el sueño sobre el desarrollo mundial del ministerio de
publicaciones, en 1848.33 La visión del terremoto de San Francisco, se cumplió
inmediatamente al día siguiente de su visión (martes). Una evidencia de esto es que el
miércoles por la mañana, todos los periódicos anunciaban este acontecimiento. 34 En
1890, Elena de White predijo las terribles devastaciones y la perdida de millones de
vidas humanas a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. 35 Este evento sucedió

25 Rebok, 117.
26 Jeminson, 104, 105.
27 Roger W. Coon, Ellen White: A pessoa. En O que realmente significa ser um adventista do
séptimo día (Sau Pablo, 1988), 25-32.
28 Jerry Allen Moon, W. C. White and Ellen G. White, the Relationship Between the Prophet
and his Son (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 1993), 34, 35.
29 Moon, 225, 226.
30 George Knight, Ellen White's World (Berrien Springs, MI: Review and Herald, 1998), 28-30.
31 Douglass, 29.
32 Ibíd., 30.
33 Rebok, 82.
34 Elena de White, Testimonies for the Church (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana), 446, 447.
35 Sings of the Times, 21 de abril de 1890, 242.
6 Wilson Cabrera

con todos los detalles predichos, que hoy nosotros no tenemos necesidad de una
explicación.36

4) Confiesa que Jesús es el hijo encarnado de Dios


“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de
Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto
conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha
venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del
anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en
el mundo” (1 Jn 4:2, 3).
La recomendación de Juan sobre probar a los espíritus, va más allá del tiempo en el
que Jesús vivió sobre la tierra. 37 Es un indicativo que describe a Jesús verdaderamente
como Dios, que existió desde la eternidad, y es el Creador y Sustentador de todas las
cosas. Que nació de una virgen, que fue crucificado y muerto, que resucitó de los
muertos, ascendiendo a los cielos, y que ahora ministra como nuestro abogado
celestial.
Los profetas desde los tiempos antiguos, predicaban al Dios encarnado, “Emanuel”
como el Salvador del mundo. Esa misma predicación fue la característica de los
profetas del NT y uno de los temas centrales del mensaje que predicaba Elena de
White. Ella describe a Cristo como el Dios encarnado. 38
Estas pruebas, sin duda, muestran que Elena de White es una profetisa como los
profetas bíblicos. Sus conceptos sobre el Cristo, en efecto, están en armonía con la
Palabra de Dios.

Modelos bíblicos de inspiración que concuerdan con el ministerio de Elena de


White

Douglass, propone seis modelos, o estilos comunes de los profetas de la Biblia. 39

a) Modelo visionario

Este modelo muestra las experiencias de las visiones que cada profeta tenía en el
momento de recepcionar el mensaje. Este modelo también es llamado, “teofanía”, por
el cual se ve u oye la presencia real de un ser celestial. Tal es el caso de Moisés en la
zarza ardiente (Ex 3:4), de Josué en Jericó (Jos 5:13-15), y de Isaías cuando estuvo en la
presencia de Dios (Is 6:1-8). 40 Estas mismas experiencias fueron vividas por Elena de
White. Ella tuvo muchas visiones y sueños, que generaron momentos abrumadores
como Daniel o Ezequiel.41

36 Rebok, 85.
37 Race, 135.
38 Mensajes selectos, 3:158. Ella también nota que “La encarnación de Cristo siempre ha sido, y
continuará siendo, un misterio” (Ibíd., 142).
39 Herbert E. Douglass, La mensajera del señor (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2003), 412.
40 Mensajes selectos, 3:38.
41 Primeros escritos, 14.
b) Modelo del testigo

Muchos escritores del canon bíblico escribieron sus libros como consecuencia de su
testimonio personal. Tal es el caso de Juan (1 Jn 1:1-4). En este modelo los profetas no
recibieron una visión para redactar el mensaje que querían comunicar, sino que
tuvieron la asistencia del Espíritu Santo en el proceso de su composición literaria. 42
Elena de White cumple este modelo profético. Ya que , iluminada por el Espíritu
Santo, escribió muchas páginas como consecuencia de sueños y visiones.43

c) Modelo del historiador

Muchos autores bíblicos no escribieron sus libros basados en su experiencia personal,


sino en la revisión de otros documentos existentes. 44 La evidencia de este modelo, por
ejemplo, se haya en Lucas y Marcos. Marcos dependió de Pedro para redactar sus
escritos puesto que él nunca conoció a Cristo (Hch 15:37; 2 Ti 4:11). Lucas escribe su
libro después de haber revisado con cautela los documentos existentes que trataban
sobre Jesús. Como resultado de su trabajo, redactó los eventos del ministerio de Cristo
(Lc 1:1-4). La Sra. White, hizo uso de este proceso para la composición de la serie del
Conflicto de los Siglos, y otros escritos.
d) Modelo del consejero

Este modelo muestra la función específica del profeta en relación a la preparación y


orientación de la iglesia. 45 El propósito de Dios al llamar a los profetas, era el de
orientar y amonestar a los creyentes. Este método es muy común en el ministerio de
Pablo. Por medio de cartas, realizaba su consejería pastoral. Los temas que abordaba
eran circunstanciales, es decir, estaba direccionados a la necesidad del aconsejado.
Tito, Filemón, Timoteo, son ejemplos claros de este modelo. Además, aconsejaba a la
iglesia sobre asuntos teológicos, familiares y de liderazgo.
La mensajera del Señor no estuvo ajena a este modelo.
Durante todo su ministerio realizó consejería cristiana. Padres, hijos, maestros,
administradores o ministros fueron amonestados ya sea como fruto de una visión o
cualquier motivo específico.46 Su presencia atendía a la iglesia y a sus miembros
especialmente en los periodos de crisis.47

e) Modelo epistolar

Esta metodología es muy común en el ministerio de los escritores del NT. Las cartas
congregacionales o personales, tenían el propósito de edificar a la iglesia o de algún
miembro en particular. Con la dirección del Espíritu Santo, a través de los escritos se
trataban temas teológicos, asuntos administrativos y orientaciones oportunas para
alguno de los creyentes. Las cartas y manuscritos de Elena de White, cumplieron los
mismos propósitos que los libros bíblicos. Durante todo su ministerio, escribió miles

42 Douglas., 412.
43 Mensajes selectos, 2:41.
44 Ibíd., 412.
45 Douglass, 413.
46 Ibíd., 413.
47 Jemison, 148.
8 Wilson Cabrera

de manuscritos que trataban asuntos personales, públicos y de la iglesia. La Sra.


White, cumple las mismas funciones de los profetas canónicos. 48 Su labor de
direccionar al pueblo de Dios y de amonestar asuntos propios de los creyentes, son
características vitales que lo califican como profetisa.

f) Modelo literario

Por medio de este modelo, el profeta expresa sus sentimientos y emociones, a fin
comunicar el mensaje para beneficio de los creyentes. 49 Al igual que algunos escritores
bíblicos que utilizaron, en la poesía y la prosa, los Salmos y Proverbios para expresar
sus emociones, Elena de White expresó sus emociones por medio de sus escritos. 50
De este modo, podemos ver que no todos los profetas tuvieron sueños y visiones, ni
todos escribieron cartas. Sin embargo, es importante reconocer que, por estos
diferentes modelos, Dios comunicó su voluntad.
Siguiendo los modelos propuestos por Douglass, evidenciamos que Elena de White
reúne todas las condiciones para ser una profetisa de Dios. Todas las evidencias
mostradas alimentan nuestra posición sobre el don profético del tiempo del fin.

Conclusiones

Por medio del don profético, Dios se ha mantenido en continuo contacto con la
humanidad.51 Utilizando a varones y mujeres como instrumentos y portavoces en la
transmisión de su voluntad, busca que todos conozcan su plan de salvación (Nm
12:6).52 Mientras que los sacerdotes eran los representantes del pueblo ante Dios, los
profetas eran los representantes de Dios ante el pueblo y los responsables de
transmitir los enunciados divinos a la raza humana.53

48 Ibíd., 42,43.
49 Douglas, 414-415.
50 Ibíd., 413,414.
51 Rebok, 30-32.
52 Armando Collins, Miguel A. Valdivia, Trads., Creencias de los adven-
El don de profecía ocupa un lugar prominente en el direccionamiento y desarrollo de
la IASD. Este don forma parte de las promesas especiales que Dios nos ofreció por
medio de su Espíritu Santo. Su valor se ha evidenciado en la vida y obra de la Sra.
White, quien ha desarrollado un ministerio tan importante como el de los profetas del
AT y NT.54 Sus escritos inspirados por el mismo Espíritu que inspiró las Escrituras, han
ayudado a la Iglesia en su comprensión de las enseñanzas bíblicas. 55
Así como los escritores bíblicos, la mensajera del Señor, ha sido y sigue siendo de gran
beneficio para la IASD alrededor de todo el mundo. 56 Su aporte, no solo ha sido en la
predicación del evangelio, sino también en el establecimiento de las instituciones, en
el desarrollo de las doctrinas, etc. 57 En 1915, en el momento de su muerte, ella había
se había publi-

tistas del séptimo día: Una exposición bíblica de las doctrinas fundamentales de la
iglesia adventista del séptimo día (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2007), 246, 247.
53
Daniells, 22.
54
James Joiner, These Were the Courageous (Nashville, TN: Southern Publishing
Association, 1968), 46; Francis Foulkes, The Tyndale Wew Testament Commentaries:
Ephesians (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans Publishing Company, 1989), 125-
130.
55
Roger W. Coon, ed., Antología de Artículos y monografías sobre asuntos en
orientación profética (Washington, DC: White State, 1998), 172.
56
Richard W. Schwarz, y Floyd Greenleaf, Portadores de luz: Historia de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2002), 214.
57
Ibíd., 160, 191. Véase también Jerry Moon, “O papel de Ellen G. White no
desenvolvimento das doutrinas da Igreja Adventista do Sétimo Día”, en Espíritu de
profecía: Orientacoes para a igreja remanescente, ed. Renato Stencel (Engeneiro
Coelho, SP: Imprenta Universitaria Adventista – UNASPRESS, 2012), 113-120.
cado alrededor de 100.000 páginas.53
Como iglesia del tiempo del fin, nos ha tocado vivir el cumplimiento de las
declaraciones escatológicas del profeta Joel. Los principios bíblicos estudiados en la
palabra de Dios sobre el don de profecía encajan concreatmente en la vida y
ministerio de Elena de White.
Las indicaciones dadas por Cristo sustentan de manera indiscutiblemente que la Sra.
White fue una profetiza del Señor. Así como los profetas bíblicos fueron llamados en
momentos de necesidad, Elena de White fue llamada en tiempos de emergencia.
Gracias a su labor fructuosa y experiencia espiritual, hoy la IASD es una organización
con principios sólidos, que acrecienta su desarrollo en todo el mundo, hasta el
cumplimiento de la misión.

53 Ibíd., 356

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