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Palau Güell

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Palacio Güell

Nou de la Ramb la, 3-5


08001 Ba rce lona
Cata lunya, España
Tel. (93) 317 51 98
Visita al
Palacio
Horario
De lunes a sábado,
de lOa 14 y de 16 a 20 h
Domingos y festivos, ce rrado.

Güell

Diputació de Barcelona
Visita al Palacio Güell VISITA AL PALACIO

El palacio Güell de Barcelona 1. Vestíbulo


(Cataluña, España) La entrada prin cipa l al palacio Güe ll forma un vestí-
bulo dob le, para facilitar la entrada y sa lida de los
carruajes . Sus elementos más interesantes son las
El palacio se construyó entre 1886 y grandes puertas ca ladas de hierro forjado, el pavi-
mento de adoqui nes de madera, los techos de ladri-
1890 por iniciativa de Eusebi Güell i
llos concéntri cos y los peldaños para subir al caba llo
Bacigalupi (1846-1918), primer conde o al coche.

de Güell, como ampliación de la resi- 2. Antiguas cocheras


Dos grandes puertas de rob le dan acceso al espacio
dencia familiar de la vecina Rambla de de las antiguas cocheras, en el que hallamos de
nuevo el pavimento de adoqu ines de pino rojo. El
Barcelona, unida al nuevo edificio a tra- sitio actual es una f idel reproducción del origina l,
vés de un pasillo, todavía existente. realizada en 1995. El techo es de cerámicas proce-
dentes de la fábrica "Pujo l i Baucis" de Esp lugues de
El señor Güell encargó la obra al arqui- Ll obrega t, hoy en día desaparecida.

tecto Antoni Gaudí i Cornet (1852- 3. Rampa para los caballos


Era el lugar por el que bajaban los caba ll os hasta el
1926). sótano, donde se encontraban las caba llerizas y el apo-
sento del palafrenero.
El palacio fue declarado Monumento
5. Carruaje
Nacional en 1969 y distinguido como Ca rru aje tipo cupé, de fi nales del siglo XIX, proceden-
Patrimonio de la Humanidad por la te de la co lección del Museo de las Artes Decorativas
del Ayuntamiento de Barcelona, que había perteneci-
UNESCO en 1985 (era el primer edificio do a la familia Bertrand. Este modelo es el mismo que
utilizaba la familia Güell durante los primeros años
moderno que recibía esta distinción). en que v ivi ó en el palacio.
14. Antiguas caballerizas 22. Escalera de honor
Las co lumnas y los ca piteles fun giformes de obra v ista Al subir por la esca lera de honor que condu ce a la
co nstitu yen uno de los paisajes arquitectó nicos más pl anta nobl e, pu ede verse en uno de los ángulos una
co nocidos de la obra gaudiniana. En la pared izquier- v idriera polícrom a en la que están dibujadas las in i-
da (a poniente) habían existido los espac ios indi v i- ci ales EG del promotor. La lámpara que cuelga del
duales de los caballos co n las artesas, separados por techo es ori gi nal del palacio.
mamparas de madera.
29. Distribuidor de la planta noble
15. Rampa de peatones De este espac io destaca la barandill a-banco de made-
El acceso de los peatones a las caballerizas se rea lizaba ras nobles y el artesonado de madera con adorn os de
por esta rampa helico idal pavimentada con guijarros. forj a.

17. Escalera principal 30. Antesala

Se hall a en medio del vestíbul o, marca ndo el eje de A medida que se avanza por la pl anta nobl e, los
simetría de la entrada. espac ios van abri éndose al vi sitante de fo rm a suces i-
va, a través de pu ertas, arcos y column as. La riqu eza
Al subir por la esca lera y antes de franquear la pu erta espaci al de estos ámbitos queda potenciada po r el
de la izq uierd a, recomendamos al v isitante que se dé tratamiento de la tribun a que corre paralela a la ca lle.
la vuelta para co ntempl ar el espac io de la planta baja Pu eden ir descubri éndose los arteson ados de madera,
a través de las co lumnas de pi edra a cada lado de la que en cada estanc ia adquieren form as y di bujos dis-
esca lera. Desde el rell ano se pasa a un distribuidor tintos. En esta antesala ex isten dos vitrales polícro-
(delimitado por un a mampara de cr istal bi co lor que mos, rea li zados co n cri stal pl aqué y catedral, co n dos
representa las cuatro bandas roj as sobre fondo dora- medallones que representan a personajes atavi ados a
do del escudo de la coron a catalana-aragon esa) que la moda de fin ales del siglo XV I. El sofá y las sill as
conduce a la viv ienda. moderni stas, que amuebl an la estanc ia, di señados
por Joan Bu squets a prin c ipios del siglo xx, no son ori -
20. Vestíbulo de la vivienda ginales del palac io .
Por una pu erta de pl acas de metal repuj adas se acce-
de al vestíb ulo de la v iv ienda, que está forrado de már- 31 . Sala de paso (o de los "pasos perdidos")
moles de Garraf, de diferentes colores. A un lado La sala de paso co rrespond e al centro de la tribuna
pu ede verse un banco con respaldo de guadamecí pin - que se proyecta sobre la ca lle. Desde ahí, el visitante
tado y, al otro lado, un sofá diseñado por el co nstru c- pu ede ca ptar la riqu eza de perspectivas que van
tor de muebl es Joan Bu squets, de fin ales del siglo XIX. generándose hac ia el exterior y el interior del palac io,
sin apenas interrupc ión . Las sillas de brazos que se ébano e incrustaciones de marfil cond uce a la tribu-
exhiben en esta estanc ia son las mismas que había na-mirador, en la que solían tocar los músicos los días
cuando la familia Güell vivía en el palacio. Los res- de concie rto. A la derecha del salón, aparte de la
paldos de guadamecí son piezas del siglo XVIII . capi ll ~, se encuentra el teclado del antiguo órgano
que estaba situado debajo de uno de los arcos de la
32. Sala de visitas cúpu la.
En esta pequeña estancia, el visitante debe prestar
El sa lón está decorado con una serie de pinturas al
atenc ión al magnífico trabajo de talla de madera y de
óleo sobre tela, realizadas por Aleix Clapés, que
hierro forjado que forma el arteson ado, y al friso, tam-
representan, de derecha a izquierd a (entrando desde
bién de madera, así como a los medallones de vitra-
la sa la de los pasos perdidos): a santa Isabel, reina de
les polícromos que representan al rey Lear y a Ber-
Hungría; a una familia de campesinos orando al pie
trand, conde de Rosellón, personajes ficticios de dos
de una cruz; al filósofo Jaume Balmes, ya unas niñas
obras teatrales de Shakespeare. El sofá, guarnecido de
jugando.
guadamecíes del siglo XVIII, es original del palacio.
A través de la puerta de cr istal, puede verse la antigua 35. Capilla-oratorio
sa la del tocador de I ~s señoras, en la que se exhibe un Se trata de un pequeño recinto cerrado con dos gran-
baúl de novia forrado con guadamecí y cartón pinta- des puertas de madera de zapatero o boj de
dos al ó leo (p iezas del siglo XVII I reaprovechadas) y Maracaibo (Cossypiospermum praecox), decoradas
decorado con aplicaciones de hierro . Este mueble for- con placas de cuern o y concha y con recuadros de
maba parte del mobiliario del palacio en tiempos de pinturas al ó leo sobre cob re rea li zadas por Aleix
la fami li a GÜe ll .
Clapés . Al abrirse las puertas, se veía la mesa de altar
y una pequeña tribuna con as ientos desde donde
34. Salón central
podía asistirse a las funciones litúrgicas.
Desde la sala de paso se entra al sa lón central a tra-
vés de dos grandes puertas, magníficas obras de mar- 36,37. Comedor y sala de confianza
quetería. El elemento esencial del sa lón es la gran
En esta crujía, paralela a la fachada posterior del pala-
cúpu la de perfil parabólico que lo cubre. Se sustenta
c io, se halla un espac io dividido en tres estancias
sobre cuatro arcos torales, también paraból icos, e
mediante ca nce les-ce losía de madera, en el que se
interiormente está revestida de placas hexagonales de
ubicaban originari amente el comedo r y la sa la de
alabastro rojizo. La luz natural y la artificia l penetran
confia nza. La decoración de estas estanc ias, así como
a través de unos ócu los que la perforan.
la ch imenea y la vidriera emplomada, fueron diseña-
A la izquierda del sa lón, una escalinata limitada por das por el arqui tecto Camil Oliveras, uno de los co la-
una barandilla y un cance l de ce losías de madera de boradores de Gaudí. El mobiliario del comedo r es el
original y se realizó en el ta ller del con stru ctor de 6 0. Escalera de servicio
muebles Francesc Vid al i Jevel lí. El acceso a la azotea se realiza por la esca lera de ser-
vici o del palacio, que arran ca de la pl anta baja y
La pi eza más interesante de la sa la central es su tri-
con ecta todos los pi sos y las entrepl antas del palac io.
bun a, que, separada del ámbito interi or a través de un
La esca lera está rea lizada con perfil es metálico s, pel-
palco de cuatro arcos parabólicos sobre co lumnas, se
daños de pi edra y pasamanos de madera de haya, co n
proyecta hac ia la fachada posterior. Las persianas de
una ingeniosa d ispos ición de los hierros en suspen-
libri llo aba tib les y el banco se adaptan a la forma
sión, que son las propias jambas de las barand ill as y
abombada de la tribuna . El cordobán que decora el
que, empalmadas, cuelgan de una vi ga situ ada en el
respaldo del banco es una f iel reprod ucción del ori-
penúltimo tramo de la esca lera. A la altura del primer
gin al, que se había perd ido. Por enci ma del as iento
piso, una reja-co rtin a rep legabl e, de hierro forj ado,
hay un conjunto de doce ventadas termin adas en arco
separa las estanc ias del serv ici o de las de la residen-
apuntado y separadas por pequeñas co lumnas de
cia.
ébano.

71. Azotea
39. Terraza
(primer nive l: chimeneas 7 a 74)
Desde la terraza pu ede contemplarse toda la riqueza
arquitectónica y decorativa de la fachada posterior. La La co ncepción general de la azotea res ponde al tipo
tr ibun a emerge en med io de la planta noble y está de cubierta tradici on al de las casas mediterráneas,
coron ada por un balcón de fragu a, cub ierto, a su vez, pero se co nvirtió en una " azotea fantásti ca" grac ias a
por- un umbráculo realizado con li ston es de madera, la imaginac ión de Gaudí. Sobre una solera de baldo-
al modo de un brise-so leil. El cuerpo medio de la tri- sas bastard as y junto a cajas de escalera y barandi ll as
bun a, que sobresale del resto, está coronado por pi e- corri entes en aquella época aparecen las form as que
zas de ce rám ica esmaltada, reproducid as de las ori gi- son recreac ión de formas inveteradas . La cúpu la cl á-
nales, que forman una si lueta serpenteante con cres- sica se ha convertido en una aguj a có ni ca singul ar
tas y cumbreras y, en la parte inferi or, pequeñas gár- flanqueada por cuatro lunetas en form a de co ncha y
golas que vi erten hac ia fuera el agua de la ll uvia. co ronada por el pararrayos-veleta de hierro, lató n y
co bre, mientras que las chimeneas tradici on ales se
El rec into de la terraza está ce rrado po r una mampa- han transform ado en veinte bell as esculturas de ladri-
ra de ce losía reti culada, inspirada en la ori ginal y rea- llo vi sto o decoradas.
lizada con madera de sipo abebay de Guinea, que fue
co locada en 199 1. La base, el tronco y el sombrerete de las catorce chi-
meneas decoradas poseen una notable diversidad de
form as, y también son diferentes los materi ales de
revestimi ento : trozos [trencadís] de ce rámi ca (chime- El ce rami sta l oa n Gardy Arti gas, en su taller de
neas nº 1, 5, 6, 7, 8, 10, 12 Y 14), loza (nº 9), mármol Ga lli fa, rea lizó el dibujo del sombrerete de la núme-
(nº 13), cri stal (nº 2, 3 Y 4), o fragmentos de pi edra ro 1. Los de las números 2 y 4 son diseño del pintor
areni sca esmaltada procedentes del revestimiento Robert Ll imós y del escultor l oa n M ora, respectiva-
interi or de v iejos hornos de ca l (nº 11 y aguja). El mente; el de la número 10, del pintor Gustavo Carbó
trencad ís de ce rámica está realizado con baldosas Bertho ld, y el de la número 3 es una idea co lectiva de
cata lanas esmaltadas de la primera m itad del siglo XIX los cuatro y de los arquitectos responsabl es de la res-
y co n otras produ c idas por la fábri ca " Puj o l i Baucis" tauración del edificio.
de Esplu gues de Ll obregat, durante el último cuarto
Las chimeneas 5, 6, 7 Y 8 conserva n la decorac ión
del mi smo siglo, y por la fábri ca La Esperanza, de
ce rámica ori ginal de los sombreretes, los tron cos y las
O nda (Castell ón). El trencadís de loza prov iene, en su
ari stas de la base. Los lienzos de las bases se revi sti e-
mayoría, de pl atos de la fábri ca Pickm an de la Ca rtuj a
ron co n ce rámica durante la restauración de 1972 (l a
de Sev ill a y de otras español as y europeas.
nº 8) y la de 1992, en este caso según los diseños de
En la restaurac ión de las chimeneas, realizada en los arquitectos Pau Carbó (l a nº 5), A ntoni González
1992, se utiliza ron ce rámicas de la mi sma época y de (la nº 6) y Domingo García-Pozuelo (la nº 7) .
los mi smos fa bri ca ntes y, en algún caso, se reprodu-
jeron artesanalmente. La chimenea de trencadís de 72. Azotea
loza (nº 9) fue restaurada co n fragmentos de pl atos (segundo nivel: chimeneas 15 a 20 y acceso a la
viejos de la propi a fábri ca Pi ckm an, siguiendo la aguja)
co~pos i ció n ori gin al, excepto en la ca ra sur de la
En el segundo nivel de la azotea pu ede co ntemplarse
base, en que se incorporaron dos di bujos: la mascota
el co njunto de chimeneas reali zadas co n ladrillo
(Cobi) y el emblema de la Barce lona o límpica, para
mac izo, que rec rean geometrías diferentes. Se trata de
record ar el acontec imiento de 1992.
las números 15, 16, 17, 18, 19 Y 29, que fu eron tam-
Las chimeneas alineadas enc ima de la fac hada prin - bi én restauradas en 1992. Desde este segundo nive l,
c ipal y la prim era que sobresa le po r la fac hada este el personal de mantenimiento puede acceder al inte-
(nº 1, 2, 3, 4 Y 10) todavía con serva n la decorac ión ri or de la aguj a a través de una pasa rela de cri stal que
ori ginal de las bases y de los tron cos, pero, en ca m- ti ene grabado el escudo de la Diputación.
bi o, habían perdid o la de los sombreretes. D urante
la restauració n rea li zada entre 1992 y 1995, las chi -
meneas se rev isti eron con materi ales tradi c io nales,
y el nuevo dibujo se confió a cuatro arti stas ca tala-
nes .

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