Caso Puma
Caso Puma
Caso Puma
La Historia
Desde que famosos como Madonna o la tenista Serena Williams empezaran a llevar
zapatillas Puma a finales de los noventa, la marca se ha convertido en un accesorio de
rigor para todos aquellos que quieren lo último en moda pero de un estilo desenfadado.
Cuando Jochen Zeitz fue nombrado presidente y consejero delegado de Puma a la tierna
edad de 30 años, su sueño era convertir Puma en la marca deportiva y de estilo de vida
más codiciada del mundo. Más de diez años después, parecía que su sueño se había
hecho realidad. Ahora que puede vender zapatillas a 200 euros y está presente en
eventos deportivos de élite como la Fórmula 1 o las regatas, Puma ha definido un nuevo
segmento de mercado en el que Adidas y Nike no han sido tan rápidos.
Sin embargo, Puma se encontraba en una encrucijada en 2007. Las cosas iban bien, pero
¿cuál debía ser su siguiente paso?
Puma no siempre ha disfrutado de una posición tan envidiable. La marca que hoy
conocemos fue fruto del amargo distanciamiento entre dos hermanos, los alemanes
Adolf y Rudolf Dassler, a raíz de sus diferencias políticas, exacerbadas por la Segunda
Guerra Mundial. La fatídica pelea de los hermanos Dassler marcó la desaparición de la
fábrica de calzado de la familia y el nacimiento de dos de las marcas deportivas más
importantes del mundo: Adolf rebautizó su empresa como Adidas, en referencia a su
apodo, Adi Dassler, mientras que Rudolf fundó una empresa rival a la que llamó -tal vez
proféticamente- Puma, un felino que evoca elegancia y estilo.
Aun así, a ambas empresas les fue bastante bien hasta los ochenta, cuando dejó de
sintonizar con el público joven, el más importante para su negocio. Lejos de ser las
zapatillas más codiciadas, el precio de las Puma cayó en todas partes. A principios de
los noventa, tanto Puma como Adidas estaban al borde de la quiebra. No les quedó más
remedio que salir y pedir ayuda.
1
Breve resumen del caso escrito por Johana Mair del IESE. Tomado del foro de la Revista Iese Ingshit
en enero de 2010.
La encontraron en Robert Louis-Dreyfus y Jochen Zeitz. El primero, un hombre de
negocios franco-suizo, en su nuevo puesto de consejero delegado de Adidas, se dispuso
a internacionalizar la marca. El fichaje de Zeitz por parte de Puma saltó a los titulares de
prensa por ser el presidente de una empresa cotizada más joven de toda la historia de
Alemania. Formado en una escuela de negocios, Zeitz hizo sus pinitos en Colgate-
Palmolive, en Nueva York y Hamburgo. A tenor de su ambicioso plan para revitalizar
Puma, el chico prodigio estaba ávido de éxitos y dispuesto a luchar todo el tiempo que
hiciera falta.
En 1999 Puma irrumpió en las pistas de baloncesto cuando nueve equipos de la NBA
eligieron la marca. También anotó puntos con su asociación con Porsche para crear
calzado ignífugo y el patrocinio de eventos de carreras como el Gran Premio de
Fórmula 1.
Por último, Zeitz inició una expansión masiva y se introdujo en el terreno del fútbol,
dominado habitualmente por Adidas. Puma equipó a la mayoría de las selecciones en el
Mundial de 2006, incluida la ganadora, Italia. La empresa abrió cada vez más tiendas en
todo el mundo y alcanzó durante diez años seguidos un crecimiento de dos dígitos.
¿Hacia dónde?
A pesar de estos avances, Puma sigue por detrás de Nike y, lo que es peor, de Adidas. A
principios de 2007, Puma tenía la posibilidad de asociarse con Nike, la marca más
fuerte, con diferencia, del mercado. ¿Debería unir fuerzas con Nike frente a su
archirrival Adidas o seguir diferenciándose de ambos gigantes apostando aún más por el
segmento del lujo?
Puma ha demostrado que puede crecer ella sola, pero ¿podrá hacerlo en los próximos
diez años sin recursos adicionales? Si usted fuera Zeitz, ¿seguiría con la fórmula
ganadora que le ha permitido crecer o aceptaría la mano que le tienden Nike o PPR?
Para Puma, la combinación de deporte y estilo de vida ha sido un éxito hasta ahora, pero
corre el riesgo de desequilibrar la balanza con cualquiera de esos dos aliados
estratégicos. Si se alía con el lujo exquisito de PPR, ¿podrá seguir siendo una marca
deportiva e informal? Si lo hace con Nike, ¿no perderá el favor de su público?
Se dice que los pumas pueden ver muy bien en la oscuridad, cuando están de caza.
¿Hará honor este Puma a su reputación?