HOLOS-Introd. La Obra de Carl Rogers
HOLOS-Introd. La Obra de Carl Rogers
HOLOS-Introd. La Obra de Carl Rogers
Susana Appollonio
Mariela Hermann
UNIDAD 1
Carl Rogers. Vida y obra. Psicología humanística. Origen y postulados
“He tenido siempre la convicción de formular mis ideas de forma provisional y como algo que
puede ser aceptado o rechazado. No tengo ninguna intención de presentar mis
descubrimientos como una guía válida para los demás”.
Existen 3 períodos en la elaboración de su método terapéutico:
La terapia no directiva
La terapia centrada en el cliente o período fenomenológico
El período existencialista
Participación emotiva
Creación de un clima favorable al crecimiento interior
Insiste en la importancia de dos actitudes del terapeuta, más que al papel del mismo:
La consideración positiva
La comprensión empática
“Las técnicas son secundarias frente a las actitudes y parece que también una técnica
corriente puede ser eficaz, si las actitudes del terapéuta son adecuadas a la situación”
AL LECTOR
Sé que me dirijo a un sector reducido de psicólogos. La mayoría, cuyo pensamiento se puede
reducir mediante expresiones tales como estímulo-respuesta, teoría del aprendizaje o
condicionamiento operante, tienden a considerar al individuo como un objeto.
Pienso que mis trabajos forman parte de una tendencia que ya tiene y seguirá teniendo
influencia sobre la psicología, la psiquiatría, la filosofía y otras esferas del pensamiento. No
sabría bautizar a esta tendencia, pero al pensar en ella la asocio con adjetivos y expresiones
tales como fenomenológico, existencial, centrado en la persona, con conceptos como
autorrealización, llegar a ser, crecimiento…
ESTE SOY YO
Me crié en un hogar caracterizado por estrechos lazos familiares, en una atmósfera ética y
religiosa muy estricta e intransigente, que se sintetizaba en la veneración del trabajo arduo.
A los 12 años mis padres compraron una granja.
Durante los primeros años de su profesión hubieron 3 hechos significativos que lo marcaron,
todos referidos a desilusiones, con una autoridad, con materiales y consigo mismo:
1) Trabajando con un joven piromaníaco, relacionó su problema con ciertos conflictos
sexuales masturbatorios del joven. Esto coincidía con las enseñanzas del Dr. Healy que
relacionaba la delincuencia con conflictos sexuales, asegurando que si se lograba hacer
aflorar estos conflictos, podía desaparecer conducta delictiva. se desilusionó dado que
el joven piromaníaco reincidió aún después de haber descubierto su conflicto sexual.
2) El 2do. Hecho impactante fue cuando descubrió enfoques coercitivos en las relaciones
clínicas y se dio cuenta que él se estaba alejando de esos enfoques pues los consideraba
superficialmente eficaces.
3) El 3er hecho fue el darse cuenta que el cliente sabe qué es lo que lo afecta, hacia donde
dirigirse, cuáles son sus problemas fundamentales… y que a menos que él necesitara
demostrar su propia inteligencia y sus conocimientos, lo mejor sería confiar en la
dirección que el cliente mismo imprime al proceso.
creencias que manifiesta como una persona real y vital de sí mismo, lo estoy ayudando a
convertirse en una persona y a mi juicio esto es muy valioso
6) Mientras más me abro hacia las realidades mías y de la otra persona, menos deseo
“arreglar las cosas” y más cambios parecen suscitarse.
7) Puedo confiar en mi experiencia cuando siento que una determinada actividad es
valiosa, efectivamente vale la pena. Es decir he aprendido que mi percepción de una
situación como organismo total es más fidedigno que mi intelecto.
8) La evaluación de los demás no es una guía para mí merecen ser escuchados y
considerados por lo que son, nunca pueden servirme de guía.
9) Mi experiencia es mi máxima autoridad mi experiencia es más confiable cuanto más
primaria se torna. No es que sea infalible. Su autoridad surge de que siempre puede ser
controlada mediante nuevos recursos primarios. De esta modo sus frecuentes errores
pueden ser siempre corregidos
10) Gozo al encontrar armonía en la experiencia la razón por la que me dedico a
investigar reside en mi deseo de satisfacer mi búsqueda de orden y significado, que
constituye una necesidad subjetiva
11) Los hechos no son hostiles
12) Aquello que es más personal es lo que resulta más general si es expresado y
compartido, lo más personal y singular de cada uno de nosotros puede llegar más
profundamente a los demás
13) La experiencia me ha enseñado que las personas se orientan en una dirección
básicamente positiva (constructiva, hacia la autorrealización, maduración…)
14) La vida en su óptima expresión, es un proceso dinámico y cambiante, en el que nada
está congelado (siempre se encuentra en un proceso de llegar a ser)
UNIDAD 2
Enfoque centrado en la persona. Hipótesis fundamental: Tendencia actualizante
Concepción de la persona. La relación interpersonal: estructuración y características
Por consiguiente, la relación que encontré de ayuda se caracteriza de mi parte, por una especie
de transparencia que pone de manifiesto mis verdaderos sentimientos, por la aceptación de la
otra persona como individuo diferente y valioso y por una profunda comprensión empática,
que me permite observar su propio mundo tal como él lo ve. Una vez logrado estas
condiciones me convierto en compañero de mi propio cliente en el transcurso de la aterradora
búsqueda de sí mismo que ya se siente capaz de emprender.
La motivación el cambio
El individuo posee en sí la capacidad y la tendencia – en algunos casos latente – de avanzar en
la dirección de su propia madurez. Cualquiera sea el nombre que le pongamos –tendencia al
crecimiento, impulso hacia la autorrealización, etc.- ella constituye el móvil de la vida y
representa, en última instancia, el factor del que depende toda psicoterapia.
Los resultados
Según mis hipótesis, el individuo reorganizará su personalidad, tanto en el nivel consciente
como en los estratos más profundos; de esa manera, se hallará en condiciones de encarar la
vida de modo más constructivo, más inteligente y más sociable a la vez que más satisfactorio.
Una hipótesis amplia sobre las relaciones humanas
Parece justificado suponer que la relación terapéutica es sólo un tipo de relación personal, y
que la misma ley gobierna todas las relaciones de esta clase pienso que estamos asistiendo
a la emergencia de un nuevo ámbito de relaciones humanas, en el que podemos afirmar que,
en presencia de ciertas actitudes básicas, se producirán determinados cambios.
Conclusión
Si puedo crear una relación que, de mi parte, se caracterice por:
1) Una autenticidad y transparencia y en la cual yo pueda vivir mis verdaderos
sentimientos;
2) Una cálida aceptación y valoración de la otra persona como individuo diferente, y
3) Una sensible capacidad de ver a mi cliente y su mundo tal como él se ve:
Entonces, el otro individuo:
1) experimentará y comprenderá aspectos de sí mismo anteriormente reprimidos;
2) logrará cada vez mayor integración personal y será más capaz de funcionar con
eficacia;
3) se parecerá cada vez más a la persona que querría ser;
4) se volverá más personal, más original y expresivo;
5) será más emprendedor y se tendrá más confianza;
6) se tornará más comprensivo y podrá aceptar mejor a los demás y
7) podrá afrontar los problemas de la vida de una manera más fácil y adecuada.
Relaciones fabricadas
Se descubrió que en una relación es posible lograr un condicionamiento operante de la
conducta verbal. Es decir, si el experimentador dice “ajá”, o “bien”, o asiente con la cabeza
después de cierto tipo de palabras o afirmaciones, esas clases de palabras quedan reforzadas y
su número tiende a aumentar.
La vida es un proceso activo y no pasivo. Sea que el estímulo venga de adentro o de afuera,
sea que el medio ambiente sea favorable o desfavorable, se puede confiar en que las conductas
de un organismo están dadas en la dirección de mantenerse, mejorarse y reproducirse. Esta es
la naturaleza misma del proceso que llamamos vida.
Esta tendencia opera siempre, en todo los organismos. De hecho es la presencia o ausencia de
este proceso total direccional lo que nos capacita para poder decir si un organismo
determinado está vivo o muerto.
de la experiencia interna y los datos provenientes de la experiencia del mundo exterior. Esta
persona está en el polo opuesto del individuo disociado.
Hay dos grandes grupos acerca de hacia dónde debe apuntarse para la solución de la
conflictiva psicológica:
1. “conoce tus tendencias regresivas inherentes, pero renuncia a ellas” (aquí se ubica
Freud)
2. “Percátate de tu poderío inherente, de tus potencialidades constructoras y acéptalas,
con la satisfacción que te pueden traer y con el dolor y carga que suponen” (aquí se
ubica Rogers)
La teoría de la personalidad divide a los enfoques en tres:
1. Modelo de Conflicto considera que existe una tendencia hacia la homeostasis
(autorregulación hacia la estabilidad), donde la tensión tiende a aliviarse en mayor o
menor medida.
2. Modelo de Realización (Rogers). Existe una tensión constante, motivadora ,
propia de todos los seres vivos, y por supuesto del hombre, orientada hacia la
realización del plan genético, sea cual fuere la dificultad creada por el medio.
3. Modelo de Consecuencia
En el modelo de realización no se persigue una reducción de la tensión, sino por el contrario,
un aumento de la misma Tendencia hacia la realización del yo
El Yo, como noción de sí mismo, está en continuo cambio, disponible a la conciencia,
aunque no sea necesariamente consciente.
Así como todo ser vivo necesita condiciones adecuadas para su desarrollo, así el hombre
precisa las suyas:
1. Consideración positiva de sus semejantes (ser aceptado)
2. Autoconsideración positiva (aceptarse)
La estructuración de su noción de sí mismo se da en relación con la autovaloración y ésta se
conforma en el interjuego con la valorización que otros le hacen. Si ésta coincide con la
propia, el desarrollo es hacia la congruencia y la salud. Si este no ocurre, empieza a valorarse
condicionalmente, es decir de acuerdo al criterio de los otros, alejándose de su propia
valorización se instala la incongruencia.
Para ser más claro: hablamos aquí de acuerdo (congruencia) o desacuerdo (incongruencia),
entre la noción de sí mismo y la experiencia vivida.
UNIDAD 3
Actitudes Rogerianas. Clima y modo de ayuda
Rogers no admite la disociación entre lo que el terapeuta “es” y lo que “hace”. La modalidad
terapéutica no puede ser sino el brote, el florecimiento, de una realidad profundamente mía
en la cual tiene sus raíces.
Podríamos decir que se trata simple y profundamente de dejarse ser ante el otro como una
persona a quien el otro invoca como auxiliar necesario y transitorio en determinado
momento de su vida; momento en el cual es justamente esa presencia personal el recurso al
que puede acceder para liberar sus propias capacidades y hacer su propia existencia.
ACTITUD = la tendencia constante a percibir y reaccionar en un determinado sentido. La
actitud rogeriana implica:
1. la tendencia constante a percibir al “paciente” como una persona con las
capacidades adecuadas para la actualización de las mismas.
2. La tendencia a reaccionar, por parte del terapeuta, con: congruencia, aceptación
positiva incondicional y comprehensión empática
Rogers se preguntó cómo personas cuyos caracteres, orientación teórica, métodos, eran tan
distintos, podían resultar eficaces en la relación terapéutica y cómo cada una de ellas podía
inducir a un cambio constructivo todas aportaban ciertos componentes de actitud.
Lo que Rogers hace es estructurar una modalidad terapéutica donde tales actitudes están
facilitadas y potenciadas al máximo.
Las actitudes de toda persona siempre traducen su propio cuadro de valores. Toda conducta
está cargada de intencionalidad y traduce los valores a los cuales, consciente o
inconscientemente se ajusta el terapeuta esto marca la responsabilidad de la “conciencia
de”, de la lucidez, con la que debo asumir la tarea.
Rogers habla de 3 “creencias fundamentales o valores”:
1. El valor del individuo
2. Su dignidad de persona
3. Su capacidad de autodeterminación
LA CONGRUENCIA
Esta actitud se puede resumir en la expresión: autenticidad personal. renunciar al
personaje (apariencias) para poder establecer una relación persona a persona.
500046210.doc Norberto Ithurralde Argerich
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En resumen-
Si puedo crear una relación que, de mi parte, se caracterice por:
1. Una autenticidad y transparencia en la cual pueda yo vivir mis verdaderos
sentimientos (Congruencia)
2. Una cálida aceptación y valoración de la otra persona como individuo diferente
(Aceptación incondicional)
3. Una sensible capacidad de ver a mi cliente y su mundo tal como él lo ve (Empatía)
LA AUTENTICIDAD
Autenticidad en terapia significa que el terapeuta es realmente él mismo durante la relación
con el cliente; sin esconderse detrás de una fachada, expresa abiertamente los sentimientos y
las posturas que están presentes en él en ese momento. Esto implica una cierta conciencia de
uno mismo; es decir, que el terapeuta tenga conciencia de sus propios sentimientos y de que
se encuentre en grado de vivirlos y de experimentarlos durante la relación y sea capaz de
comunicarlos, si estos perduran.
Esto no significa que esté obligado a comunicar al cliente cualquier estado de ánimo. Rogers
aconseja esta comunicación siempre que:
1. estos sentimientos sean persistentes
500046210.doc Norberto Ithurralde Argerich
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CONSIDERACION POSITIVA
Es aceptar con calor cualquier aspecto de la experiencia del cliente. El tipo de amor que se
debe nutrir hacia el cliente tiene que tener el significado del término “ágape” y no el
habitual significado romántico y posesivo que se le da.
La consideración positiva y afectuosa cuando es vivida con sinceridad y madurez por parte
del terapeuta, trae consigo para el cliente notables ventajas. Sobre todo éste tiene ganas de
entrar en su propio mundo interior y tiene de esa manera la posibilidad de explorarse y de
conocerse más a fondo.
COMPRENSION EMPATICA
Es un modo particular de comprender a una persona que puede ponerse en práctica sólo por
quien tiene la capacidad deponerse verdaderamente en el lugar del otro, de ver el mundo
como el otro lo ve esto implica ser sensibles, momento a momento, al cambio de los
significados experimentales que fluyen en la otra persona.
Empatía es diferente a simpatía:
1. La simpatía se basa esencialmente en la emoción y la participación está fuertemente
determinada por alguna experiencia personal
2. La empatía se relaciona con aspectos cognitivos y emotivos de la experiencias de los
demás y se traduce en una participación en la experiencia del otro, vivida tal como
este la vive es considerada como un proceso cerebral y emotivo
A través de la postura empática, el terapeuta se transforma en un compañero del cliente,
acompañándolo en el descubrimiento de significados desconocidos de aquellas experiencias
particularmente amenazantes que no podían entrar en el campo de la conciencia.
B – El Calor
Implica una relación auténticamente personal. No se trata de amistad, ni de amabilidad, ni de
benevolencia, sino de una cualidad hecha de bondad, de responsabilidad de interés
desinteresado.
El papel del calor es reforzar el sentimiento de seguridad que se desprende de la actitud de
no juzgar, condición esencial de esta terapia. Parece que el calor actúa como un elemento
revitalizante.
Rogers comenta: “parece ser que lo que experimenta el sujeto es la experiencia de ser
amado”
Lo que hace falta es que sus actitudes impregnen la estructura y el contenido de todas sus
respuestas sin estar, sin embargo, formuladas en ninguna explícitamente
Cinco categorías de respuestas, según Porter:
1. Estimativa: expresa una opinión acerca de cómo debería o podría actuar el cliente
500046210.doc Norberto Ithurralde Argerich
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La persona, no el problema:
La respuesta que se dirige a la persona comprometida en la interacción es terapéuticamente
superior a la que se dirige a cualquier aspecto del problema el cambio terapéutico se
relaciona, esencialmente, con la noción o la imagen que el sujeto tiene de su “yo”.
El papel ideal del terapeuta es que se sumerja plenamente en el mundo subjetivo del cliente.
500046210.doc Norberto Ithurralde Argerich
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Las respuestas del terapeuta deben orientarse hacia lo que el sujeto comunica de sí mismo,
no a lo que el sujeto pueda ir revelando en forma accesoria, que no es realmente lo que desea
comunicar para que sus respuestas sean fructíferas deben ser dadas en un tono de voz que
confirme las intenciones y actitudes del que se expresa, de manera que:
1. El terapeuta trate de comprender lo que su interlocutor le comunica sobre sí mismo
2. El terapeuta respete el derecho a opinar del sujeto
3. Que no sienta, de modo particular, la necesidad de expresar su punto de vista
personal, respecto de lo que se está hablando.
El límite entre la comunicación y la revelación no suele estar claro el papel del terapeuta
no es enfrentar al cliente con sus sentimientos sino crear la seguridad necesaria para que él
mismo los exprese
La consideración, no la perspicacia:
Esta regla, al igual que la anterior tiende a proteger al cliente contra toda amenaza, pero en
este caso se refiere no a una percepción respetuosa, sino a una expresión respetuosa.
El cliente estará predispuesto a admitir los elementos tácitos (incluso amenazadores) de su
comunicación, si la admisión de tales elementos tiende a revalorizarlo más de lo que lo
revalorizaría el desmentirlos.
Si el terapeuta formula su comprensión del cliente en términos respetuosos, éste estará en
condiciones de reconocer lo que el terapeuta le propone y de admitirlo.
Cuando la comunicación no parece seguir a las palabras, conviene tener en cuenta que el
contexto inmediato puede implicar varias dimensiones y que se trata de poner de manifiesto
la más adecuada se debe desarrollar la capacidad de:
1. Dar con la comunicación implícita, pero aceptable
2. Formularla de modo que permita al sujeto a confirmarla
UNIDAD 4
Teoría de la personalidad