Glutamato
Glutamato
Glutamato
principales
El glutamato es el principal neurotransmisor del sistema nervioso central, participando
en cerca del 90% de los procesos químicos que ocurren en nuestro cerebro.
Los seres humanos y todo el resto de seres vivos somos pura química. Y es que
absolutamente todo lo que sucede en el interior de nuestro organismo, desde lo físico
hasta lo mental, está mediado por distintas sustancias químicas que, dependiendo de sus
propiedades y concentraciones, incitarán unos cambios fisiológicos u otros.
Y en el campo de la biología, estas moléculas son principalmente de dos tipos:
hormonas y neurotransmisores. Las primeras son unas sustancias químicas que se
sintetizan en distintas glándulas del cuerpo (como por ejemplo las tiroides) y que,
fluyendo por la sangre, van regulando la actividad de los órganos y tejidos diana.
Los neurotransmisores, por su parte, son también moléculas pero que se sintetizan en las
neuronas y que modifican la actividad del sistema nervioso, que es nuestra red de
telecomunicaciones y el centro de control de todo lo que sucede en el organismo.
Uno de los neurotransmisores más importantes es el glutamato. Y en el artículo de hoy
hablaremos de las características y funciones que esta molécula sintetizada en el sistema
nervioso desempeña en el cuerpo, pues toma un papel imprescindible en todo aquello
que nos hace humanos y, en definitiva, que nos mantiene vivos.
¿Qué son los neurotransmisores?
Como hemos dicho, el glutamato es un neurotransmisor, cosa que significa que es una
molécula sintetizada por las neuronas y que regula la actividad del sistema nervioso.
Pero antes de detallar con exactitud qué es, debemos entender bien tres conceptos:
sistema nervioso, sinapsis y neurotransmisor.
De algún modo, podemos entender nuestro sistema nervioso como una red de
telecomunicaciones que comunica nuestro cerebro, que es el centro de mandos, con
todos los órganos y tejidos de nuestro cuerpo, permitiendo una comunicación
bidireccional, es decir, desde el cerebro hasta el resto del cuerpo y desde los órganos
sensoriales hasta el cerebro.
5. Fomentar la memoria
Al estar involucrado en la mayor parte de sinapsis neuronales en el cerebro, el glutamato
es muy importante a la hora de determinar si la vivencia de un suceso determinado
queda almacenado en la memoria a largo plazo o si se olvidará rápidamente. De igual
modo, el glutamato también tiene un papel muy importante en lo que se refiere a
recuperar nuestros recuerdos, es decir, “sacarlos del disco duro”.
6. Propiciar la neuroplasticidad
El glutamato es imprescindible para el desarrollo cerebral y la adquisición de unas
correctas habilidades mentales. Y es que este neurotransmisor no solo es importante
para agilizar la comunicación entre neuronas, sino para crear nuevas conexiones. Esto es
lo que se conoce como neuroplasticidad, un concepto que hace referencia a la
consolidación de una red neuronal muy amplia con muchas conexiones, lo que propicia
un correcto desarrollo mental.
7. Fomentar el aprendizaje
En relación con la consolidación de la memoria y el desarrollo de la neuroplasticidad, el
glutamato también es muy importante para fomentar el aprendizaje, es decir, la
adquisición de información y habilidades que quedan retenidas en nuestro cerebro y que
nos van a acompañar de por vida.
8. Dar energía al cerebro
El glutamato también es uno de los principales combustibles para el cerebro, y no porque
este se alimente de él, sino porque este neurotransmisor consigue que el cerebro
disponga de más glucosa. Y es que el glutamato regula la actividad del páncreas,
propiciando la síntesis de insulina, una hormona que se encarga de regular la cantidad de
glucosa en sangre. Haciendo esto, el glutamato consigue que el cerebro disponga de más
glucosa, que es de lo que se alimenta.
Referencias bibliográficas
TÓPICOS
CEREBRO
ARTÍCULO DESTACADO
Pares craneales:
anatomía, características y funciones
Pol Bertran Prieto
Microbiólogo y divulgador
¿Qué es el glutamato?
Posiblemente ha sido uno de los neurotransmisores más
exhaustivamente estudiados del sistema nervioso. En los últimos años su
estudio ha ido en aumento debido a su relación con diversas patologías
neurodegenerativas (como por ejemplo la enfermedad de Alzheimer), lo que
le ha convertido en una potente diana farmacológica en diversas
enfermedades.
También nos suelen enseñar en primero de carrera que existen dos tipos de
receptores principales: los ionotrópicos y los metabotrópicos. Los ionotrópicos
son aquellos en los que cuando se une su ligando –la “llave” del receptor–
abren canales que permiten el paso de iones al interior de la célula. Los
metabotrópicos, en cambio, cuando se une el ligando ocasionan cambios en
la célula por medio de segundos mensajeros. En esta revisión hablaré de los
principales tipos de receptores ionotrópicos del Glutamato, aunque
recomiendo el estudio de la bibliografia para el conocimiento de los
receptores metabotrópicos. A continuación cito los principales receptores
ionotrópicos:
Receptor de NMDA.
Receptor de AMPA.
Receptor de Kainado.
4. Epilepsia
La relación entre el glutamato y la epilepsia está bien documentada. Se
considera que la actividad epiléptica se relaciona especialmente con los
receptores de AMPA, aunque a medida que la epilepsia progresa los
receptores de NMDA adquieren importancia.
¿El glutamato es bueno? ¿El glutamato es
malo?
Habitualmente, cuando uno lee este tipo de textos acaba humanizando las
moléculas poniéndole etiquetas de “buena” o “mala” –eso tiene un nombre y
se llama antropomorfismo, muy de moda allá en la época medieval–. La
realidad dista bastante de estos juicios tan simplistas.
Y como siempre, ¿por qué estudiar esto? En este caso creo que la respuesta
está muy clara. Debido al rol que tiene el glutamato en diversas
patologías neurodegenerativas resulta en una importante –aunque
también compleja– diana farmacológica. Algunos ejemplos de estas
enfermedades, aunque no hayamos hablado de ellas en esta revisión porque
considero que se podría escribir una entrada exclusívamente sobre ésto, son
la enfermedad de Alzheimer y la Esquizofrenia. Subjetivamente, encuentro
especialmente interesante la búsqueda de nuevos fármacos para la
esquizofrenia por dos razones básicamente: la prevalencia de esta
enfermedad y el coste sanitario que conlleva; y los efectos adversos de los
actuales antipsicóticos que en muchos casos obstaculizan la adherencia
terapéutica.
Libros:
E-mail: sicontreras@cantv.net
Resumen
Típicamente los canales iónicos se encuentran cerrados en el estado de reposo, pero se abren en
respuesta a la unión del agonista, permitiendo que iones específicos fluyan a través de sus
gradientes electroquímicos a través de un poro interno(9). Tras la activación, los canales pasan por
una desensibilización espontánea, cerrándose incluso en la presencia continua del agonista. En la
sinapsis la función de estos canales iónicos es la despolarización o hiperpolarización de la
membrana plasmática, dependiendo de la selectividad iónica del canal y la naturaleza de los
gradientes transmembrana correspondiente.
Las tres familias de receptores ionotrópicos fueron definidas en principio por su farmacología y
posteriormente por su biología molecular, esto último a finales de los años 80s(10). Posterior a la
caracterización de las subunidades, y al hallazgo de su papel primordial en cuanto a las sinapsis
excitatorias del cerebro, se le comenzó a dar mayor importancia a la investigación de
antagonistas y agonistas.
Es así entonces que se definieron tres subtipos de receptores en razón de su afinidad por
agonistas sintéticos: NMDA, AMPA y Kainato.
El receptor de NMDA tiene como característica especial ser voltaje - bloqueado por el Mg2+, y
debido a este mismo aspecto se le resta importancia dentro de las neurotransmisiones del SNC.
Otra característica específica de este receptor es su necesidad de Glicina como coagonista(2,11).
Estos receptores están compuestos de un ensamble heterómero de subunidades NR1 y NR2. Son
permeables al influjo de Ca2+ y al flujo retrógrado de K+. El sitio de unión del glutamato está
localizado en la subunidad NR2, mientras que el sitio de unión de su coagonista obligatorio
glicina está situado en la subunidad NR1, (ver Figura 2)(5,7).
Figura 2
El receptor AMPA está compuesto de cuatro subunidades, cada subunidad está compuesta a la
vez de 3 dominios transmembrana y una solo dominio intra citoplasmático (ver Figura 3). Cada
receptor puede existir como un receptor homomérico, es decir con cada subunidad del mismo
tipo (ya sea GluR1, GluR2, GluR3 o GluR4), o como un heterómero conformado por 4
subunidades distintas.
Figura 3
Estructura de un receptor AMDA
Los receptores de Kainato, comparten la misma topología y estoiquiometría que los receptores
AMPA, por lo que están compuestos de tetrámeros, con cada monómero conteniendo cuatro
segmentos transmembrana (M1-M4). El segmento M2 ayuda a formar el poro como en los otros
receptores.
Los receptores metabotrópicos comprenden una familia heterogénea de receptores que están
vinculados a varias vías de señales de transducción vía proteínas G. A diferencia de los
receptores ionotrópicos, la unión de glutamato a receptores metabotrópicos, no activa la apertura
de un canal intrínseco sino que regula la transmisión sináptica y excitabilidad neuronal a través
de la activación o inhibición de varios sistemas efectores acoplados a proteínas G. Por esta razón,
los efectos de la activación de esta clase de receptores son considerablemente más lentos al inicio
y su duración de acción es mayor, por lo cual pueden modular actividad neuronal a través de un
mayor período de tiempo(5). La estructura de estos receptores es la típica estructura de los
receptores acoplados a proteína G, y consta de siete dominios transmembrana, separados por
pequeñas asas intra y extracelulares (ver Figura 4).
Figura 4
Transporte de glutamato