Unidad VI SALCE
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Unidad VI SALCE
Con este proceso de modernización se hace posible que las instituciones y las
organizaciones que componen la Jurisdicción de Tierras, puedan responder
apropiadamente a los esfuerzos del desarrollo económico y social de la
República Dominicana, obteniendo a su vez la descentralización del sistema,
con la separación de funciones y con una apropiada asignación de niveles de
responsabilidad, jerarquía y relaciones adecuadas entre las unidades
operativas de la institución.
Con la Orden Ejecutiva 511 del año 1920 se creó un tribunal especial, con el
objeto de registrar todos los terrenos que formaran parte del territorio de la
nación, las mejoras construidas o fomentadas sobre los mismos, y los otros
derechos reales que puedan afectarlos; el deslinde, mensura y participación de
los terrenos comuneros y la depuración de los títulos de las acciones de pesos
que se refieran a dichos terrenos. Con la Orden Ejecutiva No.511, se introduce
en nuestro territorio, el Sistema Torrens de Registro de la Propiedad
Inmobiliaria, uno de los sistemas más seguros y confiables en el registro y
tenencia de la tierra. A pesar de estar establecido en dicha Orden, no fue sino
hasta la promulgación de la Ley 1542 del año 1947, cuando inicia la verdadera
funcionalidad de este tribunal especializado, el Tribunal Superior de Tierras,
con asiento en la capital de la República. El desarrollo inmobiliario del país,
incrementado sustancialmente en los últimos años, ha contribuido a desbordar
la capacidad de servicios de la Jurisdicción Inmobiliaria, haciéndola ineficiente
y lenta para resolver los procesos pendientes y los que surgen cotidianamente.
Para mayor seguridad de la inversión extranjera, se hizo necesaria la
modernización de la Jurisdicción de Tierras, promulgando el
6.4 COMPARACION HISTORICA DE LEYES INMOBILIARIA ANTIGUAS Y
MODERNAS
Luego sigue la Ley Sobre Registro de Tierras No. 1542, de fecha 11 de octubre
de 1947, que estableció el régimen legal de la tenencia de la tierra. En el 1997,
una de las grandes preocupaciones era la inseguridad jurídica que se derivaba
de las operaciones inmobiliarias y de las tenencias de la tierra. La mayoría de
los certificados de títulos a nivel nacional se encontraba en condiciones
deplorables, lo que se agrava con el crecimiento desordenado de la ciudad de
Santo Domingo, contribuyó a complicar la situación de la titulación. Muchas
fincas en la ciudad se convirtieron en urbanizaciones. Se vendían por pedazos,
lo que ocasionaba que había tierra de más o de menos, casi siempre de
menos, pero nunca se tuvo la precaución de que antes de venderse un pedazo
se deslindara, y de ahí vino el problema de las constancias anotadas.
OPINION PERSONAL WENDY CRUZ