Trabajo Academico 2 de Contaminacion Ambiental
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Por supuesto, para completar una medición era necesaria una suerte de recursividad. Primero
había que obtener un valor aproximado para decidir cuál de las tres redes había que utilizar, y
luego realizar la medición con la ponderación adecuada.
La segunda dificultad importante proviene del hecho de que las curvas de Fletcher y Munson (al
igual que las finalmente normalizadas por la ISO, Organización Internacional de Normalización)
son sólo promedios estadísticos, con una desviación estándar (una medida de la dispersión
estadística) bastante grande. Esto significa que los valores obtenidos son aplicables a
poblaciones no a individuos específicos. Más aún, son aplicables a poblaciones jóvenes y
otológicamente normales, ya que las mediciones se realizaron con personas de dichas
características.
La tercera dificultad tiene que ver con el hecho de que las curvas de Fletcher y Munson fueron
obtenidas para tonos puros, es decir sonidos de una sola frecuencia, los cuales son muy raros
en la Naturaleza. La mayoría de los sonidos de la vida diaria, tales como el ruido ambiente, la
música o la palabra, contienen muchas frecuencias simultáneamente. Esta ha sido tal vez la
razón principal por la cual la intención original detrás de las ponderaciones A, B y C fue un
fracaso.
Estudios posteriores mostraron que el nivel de sonoridad, es decir la magnitud expresada en
una unidad llamada fon que corresponde al nivel de presión sonora (en decibeles sin
ponderación) de un tono de 1 kHz igualmente sonoro, no constituía una auténtica escala. Por
ejemplo, un sonido de 80 fon no es el doble de sonoro que uno de 40 fon. Se creó así una nueva
unidad, el son, que podía medirse usando un analizador de espectro (instrumento de medición
capaz de separar y medir las frecuencias que componen un sonido o ruido) y algunos cálculos
ulteriores. Esta escala, denominada simplemente como sonoridad, está mejor correlacionada
con la sensación subjetiva de sonoridad, y por ello la ISO normalizó el procedimiento (en realidad
dos procedimientos diferentes según los datos disponibles) bajo la Norma Internacional ISO 532.
En la actualidad existen inclusive instrumentos capaces de realizar automáticamente la medición
y los cálculos requeridos para entregar en forma directa la medida de la sonoridad en son.
Ponderación A y Efectos del Ruido
Desde luego, lo anterior no resoponde la pregunta de cuán molesto o perturbador resultará un
ruido dado. Es simplemente una escala para la sensación de sonoridad. Varios estudios han
enfocado esta cuestión, y existen algunas escalas, como la escala noy que cuantifica la
ruidosidad bajo ciertas suposiciones, y por supuesto, en función del contenido de frecuencias
del ruido a evaluar.
Podemos apreciar, por lo tanto, que no hay disponible en la actualidad ninguna escala que sea
capaz de dar cuenta exitosamente de la molestia que ocasionará un ruido a través de mediciones
objetivas, simplemente porque la molestia es una reacción muy personal y dependiente del
contexto.
¿Por qué, entonces, ha sobrevivido y se ha vuelto tan popular y difundida la escala de
ponderación A?
Es una buena pregunta. La razón principal es que diversos estudios han mostrado una buena
correlación entre el nivel sonoro A y el daño auditivo, así como con la interferencia a la palabra.
Sin otra información disponible, el nivel sonoro con ponderación A es la mejor medida única
disponible para evaluar y justipreciar problemas de ruido y para tomar decisiones en
consecuencia. También exhibe una buena correlación, según han revelado diversos estudios,
con la disposición de las personas afectadas por contaminación acústica a protestar en distintos
niveles.
Es interesante observar que a pesar de que la escala de decibeles A fue originalmente concebida
para medir sonidos de bajo nivel, ha demostrado ser más adecuada para medir daño auditivo,
resultado de la exposición a ruidos de nivel elevado. Ignoro cómo se descubrió esta relación,
pero probablemente se pueda atribuir a la carencia de otros instrumentos de medición, a la
suerte accidental, o al uso consciente de todos los tipos de instrumentos disponibles para
superar las circunstanciales fronteras del conocimiento.
Con respecto a su utilización en cuestiones legales, por ejemplo en la mayoría de las ordenanzas
y leyes sobre ruido, es porque proporciona una medida objetiva del sonido de alguna manera
relacionada con efectos deletéreos para la salud y la tranquilidad, así como la interferencia con
diversas actividades. No depende en el juicio subjetivo de la policía ni del agresor ni del agredido
acústicamente. Cualquiera en posesión del instrumental adecuado puede medirlo y decir si
excede o no un dado límite de aceptabilidad legal o reglamentario. Esto es importante, aún
cuando no sea la panacea. Probablemente en el futuro irán surgiendo mediciones más
perfeccionadas y ajustadas a diferentes situaciones.
Para medir la contaminación sonora, se siguen las pautas contenidas en el Decreto Supremo Nº
085-2003-PCM - Reglamento de Estándares Nacionales de Calidad Ambiental para Ruido (en
adelante, Reglamento ECA Ruido), documento a través del cual se establecieron los estándares
nacionales de calidad ambiental para ruido (ECA Ruido) y los lineamientos para no excederlos.
Los ECA Ruido son instrumentos de gestión ambiental prioritarios para prevenir y planificar el
control de la contaminación sonora. Representan los niveles máximos de ruido en el ambiente
que no deben sobrepasarse para proteger la salud humana, según cuatro zonas de aplicación:
Zonas de protección especial (es decir, áreas donde se encuentren ubicados
establecimientos de salud, centros educativos, asilos y orfanatos)
Zonas residenciales
Zonas comerciales
Zonas industriales
LEGISLACIÓN NACIONAL E INTERNACIONAL
ORDENANZA Nº 000353-2017-MDI
LA LLUVIA RADIACTIVA
La lluvia ácida en sí no es perjudicial para el ser humano, es decir, el contacto de la piel con
el agua o la nieve contaminada no supone un riesgo para la salud. Sin embargo, los gases que
provocan esta lluvia (óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y trióxido de azufre), sí son nocivos.
Estos gases, que contienen partículas de sulfato y nitrato que son transportadas por el viento e
inhaladas por las personas, pueden provocar enfermedades respiratorias. La única manera
de detener la lluvia ácida es reduciendo las emisiones contaminantes que la provocan. Esto
supone apostar por fuentes de energía renovable y disminuir el uso de combustibles fósiles en
el sector industrial, automovilístico y en el día a día de cada ciudadano.
Ilustración 1 Lluvia radiactiva tras el ensayo nuclear Ivy Mike en el atolón Eniwetok, en 1952,
mostrando niveles de intensidad (en rad/hora), una hora después de la explosión.
Lluvia radiactiva tras el ensayo nuclear Ivy Mike en el atolón Eniwetok, en 1952, mostrando
niveles de intensidad (en rad/hora), una hora después de la explosión.
La producción de electricidad en las centrales nucleares y las operaciones del ciclo del
combustible nuclear, como la fabricación del combustible y otras actividades del ciclo, por
ejemplo la extracción y el procesamiento de las menas de uranio y torio, generan desechos
radiactivos. En algunos países, el combustible nuclear gastado se considera un desecho
radiactivo, ya que no se prevé darle ninguna otra utilización. En otros, es un recurso que se
destina al reprocesamiento. Este, a su vez, producirá desechos generadores de calor y muy
radiactivos, que suelen acondicionarse en matrices de vidrio, además de otros tipos de desechos
radiactivos, como las vainas de metal que se retiran de los elementos combustibles antes del
tratamiento.
Posibles contaminaciones
1. La contaminación de las personas. Esta puede ser interna cuando han ingerido,
inyectado o respirado algún radioisótopo, o externa cuando se ha depositado el material
radiactivo en su piel.
2. La contaminación de alimentos. Del mismo modo puede haberse incorporado al interior
de los mismos o estar en su parte exterior.
3. La contaminación de suelos. En este caso la contaminación puede ser solo superficial o
haber penetrado en profundidad.
4. La contaminación del agua. Aquí la contaminación aparecerá como radioisótopos
disueltos en la misma.
Las fuentes de biomasa para dar origen al biogás son muy versátiles: lodos de plantas de
tratamiento de aguas servidas (PTAS); los residuos sólidos urbanos (RSU) de rellenos sanitarios
y vertederos; estiércoles, purines y riles de la actividad pecuaria; los restos de la actividad
agrícola o industrial, y las plantaciones energéticas. Estos materiales se suelen llamar sustrato
orgánico.
El biogás se utiliza en calderas, para producir calor, como combustible para vehículos en el
transporte, en motores o turbinas para generar electricidad, purificado para introducirlo en
redes de gas natural, o como material base para la síntesis de metanol, un producto de alto valor
agregado.
Ilustración 2Valor energético: un m3 de biogás con un 60% de metano y un 40% de CO2 equivale a 0,7 litros de
gasolina; 2,4 kW-hora de electricidad; 0,6 m3 de gas natural o 1,3 kg de madera.
Para hacerse una idea básica de la productividad del biogás, la figura 5 muestra un ejemplo a partir de un
estudio de caso en el que se aprecia que el estiércol de 10 bovinos permite generar el equivalente a 4
balones de gas licuado de 15 kilos al mes, y fertilizar 300 m2 a razón de 160 unidades de nitrógeno/ha.
Ilustración 3 Estudio de caso tomado de María Teresa Varnero, 2012: Manual de Biogás (MINENERGIA / PNUD / FAO
/ GEF). Estimación de biogás y bioabonos en una explotación agropecuaria que dispone de 10 bovinos.
Un impacto ambiental positivo del tratamiento anaeróbico en la producción de biogás es evitar la emisión
descontrolada de metano, uno de los gases con mayor efecto invernadero. Por otra parte, al reemplazar
combustibles fósiles el biogás evita el aumento de la concentración de CO 2 que estos provocan en la
atmósfera. La digestión anaerobia, además, disminuye la emisión de malos olores.
ENERGÍA EÓLICA
La energía eólica es la energía obtenida del viento. Es uno de los recursos energéticos más antiguos
explotados por el ser humano y es a día de hoy la energía más madura y eficiente de todas las energías
renovables. El término “eólico” proviene del latín “aeolicus”, perteneciente o relativo a Eolo, Dios de los
vientos en la mitología griega.
La energía eólica consiste en convertir la energía que produce el movimiento de las palas de
un aerogenerador impulsadas por el viento en energía eléctrica.
La energía eólica es una fuente de energía renovable, no contamina, es inagotable y reduce el uso de
combustibles fósiles, origen de las emisiones de efecto invernadero que causan el calentamiento global.
Además, la energía eólica es una energía autóctona, disponible en la práctica totalidad del planeta, lo que
contribuye a reducir las importaciones energéticas y a crear riqueza y empleo de forma local.
Por todo ello, la producción de electricidad mediante energía eólica y su uso de forma eficiente
contribuyen al desarrollo sostenible.
De todas estas ventajas, es importante destacar que la energía eólica no emite sustancias tóxicas ni
contaminantes del aire, que pueden ser muy perjudiciales para el medio ambiente y el ser humano. Las
sustancias tóxicas pueden acidificar los ecosistemas terrestres y acuáticos, y corroer edificios. Los
contaminantes de aire pueden desencadenar enfermedades del corazón, cáncer y enfermedades
respiratorias como el asma.
La energía eólica no genera residuos ni contaminación del agua, un factor importantísimo teniendo en
cuenta la escasez de agua. A diferencia de los combustibles fósiles y las centrales nucleares, la energía
eólica tiene una de las huellas de consumo de agua más bajas, lo que la convierte en clave para la
preservación de los recursos hídricos.
La energía eólica suministra actualmente más del 3% del consumo mundial de electricidad y se espera
que para 2020 se supere el 5%. A más largo plazo (2040), la Agencia Internacional de la Energía prevé que
la energía del viento pueda cubrir el 9% de la demanda eléctrica mundial y más del 20% en Europa.
La energía eólica representa aproximadamente el 80% de la electricidad que produce el grupo ACCIONA
anualmente. En 2014, la compañía produjo a partir del viento un total de 17.482 gigavatios hora (GWh),
equivalente al consumo de cerca de cinco millones de personas. Por ámbitos geográficos, el 60% de la
producción eólica estuvo destinada al mercado español, con 10.378 GWh, mientras que el 40%
correspondió a otros países: EE.UU (2.278 GWh), México (2.174 GWh), Australia (932 GWh), Canadá (516
GWh), Portugal (417 GWh), Italia (239 GWh) e India (226 GWh), como principales mercados.
GEOTERMIA
La geotermia es una rama de la ciencia geofísica que se dedica al estudio de las condiciones térmicas de
la Tierra. La palabra es de origen griego, deriva de "geos" que quiere decir tierra, y de "thermos" que
significa calor: el calor de la tierra. Se emplea indistintamente para designar tanto a la ciencia que estudia
los fenómenos térmicos internos del planeta como al conjunto de procesos industriales que intentan
explotar ese calor para producir energía eléctrica o calor útil para una estufa.
La energía termal usada consiste en parte de la corriente permanente de calor desde el núcleo de la tierra,
a través del manto y hasta la superficie, dónde la energía está desprendido a la atmósfera. La otra parte
forma procesos de desintegración radiactiva que suceden naturalmente en el manto y liberan energía.
VENTAJAS
Comodidad y confort:
Sin humos.
Sin hollín.
Sin polvo.
Sin depósitos para combustible.
Bajas emisiones de CO2. Hasta un 75% menos sistemas que emplean combustibles
fósiles.
Sin chimeneas.
Sin espacios para depósitos ni cuartos de calderas.
Sin conexiones a la red de gas. No hay combustión.
Revalorización de la edificación, gracias a una fuente energética propia.
Posibilidad de subvenciones.
Ahorro de energía: