Práctica 8 - Huella Plantar
Práctica 8 - Huella Plantar
Práctica 8 - Huella Plantar
PRÁCTICA 8
Fórmula digital:
Pie egipcio: el primer dedo es más largo que el segundo; éste es más largo que el
tercero y así progresivamente. En un pie con esta fórmula digital y especialmente
cuando el primer dedo es muy largo, hay que prestar atención a las lesiones
producidas en la falange distal del mismo, ya sea en la uña por presión del
calzado, en la zona lateral de la articulación interfalángica, o en la parte más
distal del pulpejo del dedo, ya que la presión que el zapato ejerce en la parte
distal de la falange repercute en esta zona, pudiendo llegar a producirse una úlcera por presión.
Pie griego: el primer dedo es más corto que el segundo y éste más largo que
todos los demás. Este tipo de pie puede producir lesiones a nivel del segundo
dedo, tanto en el pulpejo como en las articulaciones interfalángicas, ya que
en la mayoría de los casos va acompañado por una posición en garra.
Pie cuadrado: el primer dedo es igual que el segundo y los tres restantes decrecen progresivamente. Es
el que suele presentar menos problemas, ya que los dedos se colocan dentro
del zapato de una forma ordenada, recibiendo todos ellos la misma presión en
función de su acción durante la marcha.
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Otras formas estructurales del pie:
Pie cavo: se caracteriza por el aumento anormal de la bóveda plantar, un incremento de apoyo en las
cabezas metatarsales y de dedos en garra. Las zonas de riesgo son: las plantares de las cabezas
metatarsales, el talón, el dorso y el pulpejo de los dedos, y la prominencia de la segunda cuña en el
dorso del pie.
Pie plano: se caracteriza por una deformidad en valgo del retropié, asociada generalmente a un
hundimiento de la bóveda plantar. Las zonas de riesgo son: el arco interno, la prominencia del
escafoides y la zona interna del calcáneo. En este apartado hay que incluir la neuroartropatía de
Charcot, que se caracteriza por la destrucción progresiva de las articulaciones tarsianas,
tarsometatarsiana y metatarsofalángica. La pérdida de la sensibilidad al dolor y las alteraciones
propioceptivas conllevan a la aparición de esta artropatía que, además, va acompañada por rotación
externa, eversión y pérdida del arco longitudinal interno, que traslada la carga al primer radio.
OBJETIVOS DE LA PRÁCTICA
Hernández – Corvo. Para ello tendremos que obtener primero la impresión de la huella. Ésta
Trazamos una línea que una las dos prominencias más internas (A y B) de la huella plantar
(línea AB) sin tener en cuenta los dedos. 2. Desde la línea AB trazamos dos líneas
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Trazamos línea perpendicular a AB desde el punto A (línea c) y obtenemos el valor de la
medida principal (MP), distancia entre líneas a y c. El valor MP es transportado sobre la línea
AB las veces que sea posible (MP’, MP’’, .......) y sobre cada intersección trazamos una línea
perpendicular, en nuestro caso las líneas d y e. 4. Sobre el borde externo de la huella trazamos
tres perpendiculares más: la primera desde la línea b y que corte a e; la segunda desde la línea
e y que corte a d; la tercera desde la línea d y que corte a c. Y por último sobre el borde
interno del arco plantar una línea perpendicular más que corte desde e a d.
% X = ((X – Y) / X) * 100