Fallos Tributarios Resumen
Fallos Tributarios Resumen
Fallos Tributarios Resumen
Doctrina de la Corte Suprema sobre la prestación efectiva del servicio . Al cobro de la tasa debe
corresponder siempre la concreta, efectiva e individualizada prestación de un servicio relativo a
algo no menos individualizado (bien o acto) del contribuyente. La no adecuación del art. 120 de
la ordenanza 229/1977 de la Municipalidad de Tucumán (Código Tributario municipal) a estos
principios, los cuales hallan sustento en el art. 17 de la CN, torna ilegítimo el cobro de la tasa
que debía ser pagada por cualquier actividad comercial, industrial y de servicios por las que se
usen o aprovechen las obras y demás prestaciones que hacen al progreso regular y continuo de
la ciudad, en virtud de los servicios municipales de contralor, seguridad, higiene, salubridad,
moralidad y de cualquier otro no retribuido por un tributo especial, pero que prevenga, asegure y
promueva el bienestar general de la población (Corte Sup., 1989, "Cía. Química SA v.
Municipalidad de Tucumán" y sus citas, Fallos 312:1575).
En 1991 en "Estado nacional v. Arenera El Libertador SRL" (Fallos 314:595), la Corte Sup. se
expidió nuevamente en relación con el peaje, esto es, el cobro de una suma al usuario para
sufragar los gastos de construcción o conservación de una vía que éste utiliza. En el
pronunciamiento de la mayoría se declaró que constituye una de las contribuciones a que se
refiere el art. 4º de la CN, y que para el usuario es "una contribución vinculada al cumplimiento
de actividades estatales (como puede serlo la construcción de una vía, o su mejora, ampliación,
mantenimiento, conservación, etc., aun de vías preexistentes). Para el concesionario constituirá un
medio de remuneración de sus servicios. De este modo, en los hechos, puede concluir el peaje
por ser sustancialmente similar al precio pagado por un servicio, lo que no debe inducir por ello
al error de considerarlo desde un punto de vista meramente contractual". Y se agregó que "en
cuanto a la libertad de tránsito del art. 14 de la CN, ella sólo puede verse afectada por
medidas fiscales o parafiscales cuando éstas tornen en ilusorio aquel derecho, lo que no impide
en modo alguno al Estado establecer los tributos que razonablemente requiera el sostenimiento de
sus actividades y repartir su carga de un modo que también, razonablemente, estime adecuado, y
conforme al art. 16 de la Constitución Nacional (...). Que (...) el tributo debe ser razonable
de modo que no torne a aquélla [la libertad de circulación] en ilusoria (...). Que lo que haría
al tributo inaplicable o a la existencia de vías alternativas exigible es la demostración por la
recurrente de que la necesidad indispensable del uso de la vía gravada, unida a un monto
irrazonable tornase en ilusorio su derecho de circular, cosa que en modo alguno ha demostrado
en la causa" (la bastardilla es nuestra). Por su parte, el voto de los Dres. Petracchi, Nazareno
y Moliné O'Connor, en el pronunciamiento citado en el párrafo anterior, expresó que "la cuestión
de las vías alternativas cobra relevancia, en la medida en que la existencia de tales vías pueda
incidir en los eventuales planteos acerca de la razonabilidad o confiscatoriedad del monto del
peaje" (la bastardilla es nuestra). Consignó también dicho voto que nada hay en el texto o en
el espíritu de la CN que obste al establecimiento del "peaje"; pero, a la luz de los preceptos
constitucionales (arts. 9º a 12), sólo será compatible con éstos el peaje que, con rasgos que
lo aproximan a las tasas y lo alejan decisivamente de los impuestos, corresponda siempre a la
concreta, efectiva e individualizada prestación de un servicio o realización de una obra.
Sumarios:
1. La sentencia que revocó la resolución de AFIP que estableció la responsabilidad solidaria de
un contador en el IVA debido por el contribuyente debe ser confirmada, pues, al no haber sido
juzgada la conducta infraccional del deudor principal, por estar pendiente la causa penal, no se
verificó el presupuesto exigible para que pueda atribuírsele válidamente responsabilidad, en los
términos del art. 8°, inc. e, de la ley 11.683, esto es la existencia de una resolución
sancionatoria de la conducta del responsable por deuda propia, y haya tenido por configurada una
"evasión del tributo".
2. El art. 8 de la ley 11.683 establece la responsabilidad solidaria "con los deudores del tributo"
de terceros que, aún cuando no tuvieran deberes tributarios a su cargo, faciliten por su culpa o
dolo la evasión del gravamen, y, para fundar esa responsabilidad, además de haber determinado
el impuesto al deudor principal, el organismo recaudador debe demostrar que respecto de éste
tuvo lugar una "evasión del tributo" y que el tercero, por su culpa o dolo, la facilitó, resultando
insoslayable la existencia de una resolución sancionatoria que haya juzgado la conducta del
responsable por deuda propia, y haya tenido por configurada una "evasión del tributo".
Considerando: 1°) Que el Tribunal Fiscal de la Nación, por mayoría, revocó la resolución 82/03
de la División Revisión y Recursos de la Dirección Regional Mercedes de la AFIP, por medio de
la cual se determinó de oficio la responsabilidad solidaria del contador José Luis Lavezzari, en
los términos del arto 8°, inc. e, de la ley 11.683, respecto de la deuda oportunamente
determinada a Guillermo Fernando Posadas, en su carácter de contribuyente, por el IVA
correspondiente a los períodos fiscales diciembre de 1996 a diciembre de 1997.
2°) Que para así decidir, el mencionado tribunal, en lo que aquí interesa, destacó que la AFIP
había determinado la deuda del S~. Posadas -para quien el actor había prestado servicios como
contador público- pero no había evaluado su comportamiento desde el punto de vista infraccional.
Indicó, en ese sentido, que se había realizado la correspondiente denuncia penal, en los términos
de la ley 24.769, originándose una causa que tramitó ante el Juzgado Federal n° 2 de San
Nicolás en la cual no hubo condena alguna para los mencionados responsables.
Puntualizó que la evaluación de la conducta por parte del ente recaudador fue oportunamente
suspendida, a tenor de lo dispuesto por el art. 20 de la citada ley penal.
1. En tales condiciones, concluyó que no podía fundarse la responsabilidad solidaria del actor en
el hecho de haber facilitado una evasión que no había sido tenida como tal, en los términos del
arto 8°, inc. e, de la ley 11.683.
Sin perjuicio de ello, afirmó que la postura del organismo recaudador, al endilgar al actor una
responsabilidad solidaria, se encontraba en pugna con las imputaciones a él formuladas y con el
hecho de considerar al Sr. Posadas como un "hombre de paja", en tanto importaban tener al
Sr. Lavezzari como un verdadero contribuyente oculto.
3°) Que la Sala 1 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal confirmó lo resuelto por el Tribunal Fiscal.
Para pronunciarse en el sentido indicado, señaló que la causal de responsabilidad en que se
funda la determinación efectuada por el organismo recaudador es de carácter represivo y
condicional pues nace a raíz de la violación de un deber impuesto al tercero, por lo que, al no
haberse juzgado la conducta infraccional del contribuyente -el señor Posadas-, mal puede
sustentarse la responsabilidad solidaria de otro en el inc. e, del arto 8° de la ley 11.683, en
tanto la supuesta evasión no tiene respaldo en ninguna resolución administrativa ni judicial. Señaló
al respecto que por el período diciembre de 1996.no surgía de la decisión administrativa los
detalles de la sanción que se habría aplicado al deudor principal, en tanto que por los restantes
períodos se dispuso la suspensión prevista en la ley 24.769.
Agregó que la AFIP, al cuestionar la conducta del actor, endilgándole haber sido el organizador
de distintas maniobras ardidosas tendientes al ocultamiento de operaciones de compraventa de
cereales a través de la interposición de contribuyentes formales -en el caso, personas físicas
insolventes-, le estaba asignando, indirectamente, el carácter de un auténtico contribuyente que
pretendía mantenerse oculto ante el Fisco con dicho proceder, lo que resultaba contradictorio con
la imputación formulada de responsabilidad en facilitar el accionar de otro.
4°) Que contra lo así decidido, el Fisco Nacional interpuso recurso extraordinario (fs.
253/264), que fue concedido por el a quo a fs. 277. El recurrente sostiene que la sentencia
interpretó indebidamente el alcance del inc. e, del art. 8° de la ley 11.683, desentendiéndose de
su cabal sentido. Afirma que el actor, en su carácter de contador público, participó directa y
personalmente en la evasión de tributos en que incurrió el deudor principal, toda vez que
favoreció materialmente esa acción a través de un auxilio indispensable. Por lo tanto, aduce que
se encuentran acreditados los requisitos subjetivos para atribuirle la responsabilidad solidaria. Con
tal comprensión, afirma que el a quo "exigió un requisito que la ley no contempla, al señalar
que debe ser juzgada la conducta del deudor principal para poder aplicar la solidaridad de los
terceros, en los términos del arto 8°, inc. e, de la ley ritual" (fs. 260 vta.).
5°) Que el recurso deducido es formalmente admisible, en tanto se ha puesto en tela de juicio
la inteligencia de una norma de carácter federal (art. 8°, inc. e, de la ley 11.683) y la
sentencia definitiva del superior tribunal de la causa ha sido contraria al derecho que el recurrente
sustenta en ella (art. 14, inc. 3°, de la ley 48).
6°) Que el citado arto 8° de la ley 11.683 establece la responsabilidad solidaria "con los
deudores del tributo" de una serie de sujetos, en los supuestos contemplados en sus diversos
incisos. En lo que tiene relevancia para la decisión del caso de autos, el inciso e de ese
artículo hace responsables a "los terceros que, aun cuando no tuvieran deberes tributarios a su
cargo, faciliten por su culpa o dolo la evasión del tributo".
7°) Que en el sub examine, la determinación tributaria apelada, se funda en el citado inciso e.
Resulta indudable entonces que la responsabilidad atribuida a Lavezzari es por deuda ajena. El
contribuyente -y respecto de quien se verifica el hecho imponible- es Guillermo Fernando
Posadas. Al ser ello así, para fundar esa responsabilidad -además de haber determinado el
impuesto al deudor principal- el organismo recaudador debe demostrar que respecto de éste tuvo
lugar una "evasión del tributo" y que el tercero -en este caso Lavezzari-, por su culpa o dolo,
la haya facilitado.
8°) Que para satisfacer ese recaudo, resulta insoslayable la existencia de una resolución
sancionatoria que haya juzgado la conducta del responsable por deuda propia, y haya tenido por
configurada una "evasión del tributo". Además, la demostración de que el deudor principal incurrió
en una infracción o un delito que pueda calificarse en esos términos es un presupuesto
indispensable para que -sobre la base de la resolución o sentencia que así lo haya establecido-
pueda juzgarse si el tercero -por su culpa o dolo- ha facilitado la maniobra evasiva.
9°) Que, en el caso de autos, en lo referente a los períodos correspondientes al año 2007
-enero a diciembre- al no haber sido juzgada la conducta infraccional del señor Posadas por
estar pendiente la causa penal en los términos de la ley 24.769 (art. 20), resulta claro que
no se verificó el indicado presupuesto exigible para que pueda atribuirse válidamente
responsabilidad a un tercero en los términos del arto 8°, inc. e, de la ley 11.683. 10) Que al
ser ello así, los agravios de la AFIP, en cuanto insiste en que Lavezzari ha participado
activamente, en forma personal y directa, en una serie de maniobras tendientes a' ocultar la
actividad comercial realizada -compraventa de cereales- son ineficaces para alterar la decisión del
pleito. 11) Que, finalmente, en lo atinente al tributo correspondiente al mes-de diciembre de
1996 el recurso extraordinario resulta improcedente, por cuanto la representación fiscal no refuta el
argumento sobre cuya base el a qua desestimó la posibilidad de aplicar la responsabilidad
solidaria al aquí actor en ese período mensual, consistente en que de los actos administrativos
por los cuales se determinó de oficio la responsabilidad solidaria al señor Lavezzari no surgen
con claridad los detalles de la sanción que se habría aplicado al deudor principal -5en ese
período, anterior a los comprendidos en la denuncia penal (conf. sentencia de cámara a fs.
240/249 vta., en especial considerando 4°, fs. 248/248 vta. y el recurso extraordinario glosado
a fs. 253/264). Por ello, habiendo dictaminado la señora Procuradora Fiscal, se declara
formalmente procedente el recurso extraordinario con los alcances que surgen de lo expuesto y se
confirma la sentencia apelada en cuanto pudo ser materia de dicho recurso. Con costas.
Considerando: 1) Que conforme a reiterada doctrina de esta Corte, resulta esta causa de
competencia originaria del tribunal, por ser parte una provincia y tener la materia un manifiesto
contenido federal (arts. 100 y 101, Constitución Nacional; entre otros: L. 125.XXI., Lavalle,
Cayetano, A. y Gutiérrez de Lavalle, Juan, del 30 de abril de 1987 --La Ley, 1987-D,
506--; comp. núm. 617.XXII., American Express Argentina, S. A. c. Dirección Provincial de
Rentas de la Provincia de Buenos Aires, del 18 de octubre de 1988).
2) Que en el caso, la municipalidad accionante tacha de inconstitucionales las normas
provinciales que disponen la afectación de determinado porcentaje de las sumas recaudadas en el
ámbito local, con fines de interés público en materia educacional en las áreas provincial,
municipal o comunal.
Afirma que, de aceptarse la legitimidad de esa imposición, el acatamiento de la provincia a lo
dispuesto en el art. 5° de la Constitución Nacional sería sólo formal, pues se hallaría habilitada
para ahogar financieramente a los municipios, aniquilando virtualmente la vigencia del requisito
exigido en el precepto constitucional mencionado. Añade que la autarquía municipal resulta
contrariada en su esencia frente a cualquier intromisión provincial en la administración y
disposición de las rentas comunales.
3) Que esta Corte ha expresado (in re: R.593.XXI., Rivademar, Angela D. B. Martínez Galván
de c. Municipalidad de Rosario, del 21 de marzo de 1989), que la necesaria existencia de un
régimen municipal impuesta por el art. 5° de la Constitución Nacional, determina que las leyes
provinciales no sólo deben imperativamente establecer los municipios, sino que no pueden privarlos
de las atribuciones mínimas necesarias para desempeñar su cometido. Si tales entes se
encontrasen sujetos en esos aspectos a las decisiones de una autoridad extraña --aunque se
tratara de la provincial--ésta podría llegar a impedirles desarrollar su acción específica, mediante
diversas restricciones o imposiciones, capaces de desarticular las bases de su organización
funcional.
Este principio encuentra apoyo en la propia jurisprudencia de este tribunal, que reconoce a las
municipalidades su calidad de organismos de gobierno de carácter esencial (Fallos: 154:25).
4) Que en lo relativo al alcance y límites de las facultades municipales, ha señalado esta Corte
que éstas surgen de la Constitución y las leyes provinciales, cuya correlación, interdependencia y
conformidad entre sí, no incumbe decidir a la Nación, en tanto ellas no violen los principios,
derechos y garantías establecidos en la Constitución Nacional, las leyes de la Nación o los
tratados con las potencias extranjeras (art. 31, Constitución Nacional). La Constitución Nacional
se limita a ordenar el establecimiento del régimen municipal, como requisito esencial para la
efectividad de la autonomía de las provincias (art. 5°), pero en manera alguna les ha prefijado
un sistema económico-financiero al cual deban ajustar la organización comunal, cuestión que se
encuentra dentro de la órbita de las facultades propias locales conforme a los arts. 104, 105 y
106 de la Constitución (Fallos: 199:423 --La Ley, 36-521--; Cía. Swift de La Plata, S. A. c.
Municipalidad de San Miguel de Tucumán s/ cobro de pesos, fallo del 17 de febrero de 1961).
5) Que la adecuada aplicación de los principios enunciados precedentemente, exige invocar y
demostrar que las normas provinciales cuya constitucionalidad se cuestiona, comprometen
efectivamente la existencia misma del municipio afectado por el accionar de la provincia en cuyo
territorio se halla asentado.
No basta, la simple manifestación de que el gobierno provincial, mediante los actos legislativos
atacados, ponga en peligro la subsistencia de la comuna, pues el interesado en la declaración de
inconstitucionalidad de una norma debe demostrar claramente de qué manera ésta contraría la
Constitución Nacional, causándole de ese modo un gravamen y, debe probar, además, que ello
ocurre en el caso concreto (esta Corte, entre otros: S.387.XIX., Sosa, Aristóbulo y otros c.
Provincia de Neuquén y Agua y Energía, Soc. del Estado, de 10 de febrero de 1987;
B.660.XXI, Banco del Chaco c. Quiña, Segundo N., suc. y/o herederos declarados s/ ej.
hipotecaria, del 15 de setiembre de 1988 --La Ley, 1989-E, 593--).
6) Que en el caso, estas exigencias vitales no se cumplen, porque la interferencia del poder
provincial en el ámbito municipal, es planteada por la actora como una amenaza de futuros
avances que podrían desarticular su autonomía gubernamental; sin invocar ni mucho menos
demostrar, que la aplicación actual de las normas provinciales que impugna, constituya un
impedimento para subsistir como unidad política autónoma.
En las condiciones descriptas, la pretensión deducida no puede prosperar, ya que de este modo
no ha logrado acreditarse que el sistema financiero impuesto por la provincia exceda las
limitaciones que el art. 5° de la Constitución Nacional impone al orden jurídico interno del Estado
demandado, lo que excluye la declaración de inconstitucionalidad perseguida.
7) Que, por lo demás, el art. 107 de la Constitución de la Provincia de Santa Fe ha
establecido los ingresos que corresponden a los municipios, precisando que éstos son organizados
por la ley sobre la base de ciertos requisitos, entre los que se incluyen un gobierno dotado de
facultades propias, sin otras injerencias sobre su condición o sus actos que las establecidas por
la Constitución y la ley con las atribuciones necesarias para una eficaz gestión de los intereses
locales, a cuyo efecto la ley los proveerá de recursos financieros suficientes. Asimismo, dicha
Carta Fundamental prescribe que con la finalidad aludida, los municipios pueden crear, recaudar y
disponer libremente de recursos propios, provenientes de las tasas y demás contribuciones que
establezcan en su jurisdicción, asegurándoseles participación en los gravámenes directos o
indirectos que recaude la Provincia, con un mínimo del 50 % del producido del impuesto
inmobiliario, según un sistema de coparticipación.
En tales condiciones, los preceptos legales que regulan lo concerniente a las fuentes de ingreso
de los municipios, cuya incompatibilidad con la Constitución Nacional invoca la demandante,
aparecen emitidas por la Legislatura local con base en una norma habilitante contenida en la
Constitución de la Provincia, la cual, empero, no ha merecido igual tacha de inconstitucionalidad
por parte de la actora, circunstancia que añade otro obstáculo a la admisibilidad de su
pretensión.
Por las consideraciones expuestas, se rechaza la demanda.
RESUMEN
La Municipalidad de Rosario, solicita la declaración de inconstitucionalidad de las leyes y decretos
provinciales que originaron la creación del F.A.E. (Fondo de Asistencia Educativa), por lo cual
se obliga a cada Municipio a destinar un mínimo del 10 % de sus rentas anuales, que serán
administradas por una comisión especial y se destinarán a construír, ampliar y mantener los
establecimientos educativos de la propiedad Provincial, Municipal y comunal.
La Municipalidad, funda el pedido de inconstitucionalidad sosteniendo que la Provincia desconoce
el art. 5 de la C.N; al imponerles compulsivamente a los Municipios el porcentaje de sus rentas
que deben destinar al F.A.E; impidiéndole la libre administración y disposición de sus recursos,
que de aceptarse podrían sucederse otras imposiciones que vaciarían financiarieramente al sistema
comunal.
Agrega que cuando la C.N; le impone a las Provincias asegurar el régimen Municipal, ello
implica dotar a los Municipios de personalidad jurídica, y otorgarles atribuciones de gobierno y
administración propia. Además, en refuerzo de su postura cita el precedente Rivademar.
Por su parte, la Provincia de Santa Fe discrepa con la interpretación constitucional realizada por
la Municipalidad de Rosario, y afirma que según la constitución provincial los Municipios son
entidades autárquicas, con base territorial y con la competencia que le asignan las leyes
provinciales. Por tanto, no se estaría lesionando su autarquía.
Asimismo, cuestiona la interpretación de fallo Rivademar, y descarta que el Municipio se encuentre
imposibilitado de atender sus funciones como consecuencia del aporte cuestionado, dado el gran
comportamiento económico financiero del Municipio.
La CSJN, por voto mayoritario, rechaza la demanda de la actora, sosteniendo que si bien la
C.N; ordena a las Provincias establecer un régimen Municipal, no le establece un régimen
económico financiero a los Municipios, cuestión que queda en la órbita de sus facultades por los
arts. 104; 105; 106, de la C.N. Es decir, las facultades municipales surgen de las constituciones
y leyes provinciales.
Concluye, sosteniendo que la actora sólo invoco el peligro de subsistencia como Comuna, pero
no probó el gravamen en el caso concreto, cuestión insuficiente para declarar la
inconstitucionalidad de una norma.
El voto minoritario, se remite a la causa Rivademar, sosteniendo que las Municipalidades son
autónomas, y que el art. 5 de la C.N; determina que estén dotadas de atribuciones necesarias
para su cometido. De admitirse la injerencia Provincial, se violaría ésta norma.
Vistos los autos: "Gasnor S.A. c/ Salta, Provincia de s/ acción declarativa de certeza", de los
que
Resulta: I) A fs. 143/171 vta. se presenta Gasnor S.A. y promueve ACCIÓN DECLARATIVA DE
CERTEZA contra la Provincia de Salta, a fin de que SE HAGA CESAR EL ESTADO DE
INCERTIDUMBRE que le genera la existencia de mandatos contrapuestos en cuanto a la manera
en que corresponde que distribuya la base imponible del impuesto sobre los ingresos brutos entre
las jurisdicciones en las cuales desarrolla su actividad, ya que la provincia demandada considera
que debe tributar conforme con el régimen especial del artículo 9° del Convenio Multilateral del
Impuesto a los Ingresos Brutos y el artículo 24 de la Resolución General 1/2007 de la Comisión
Arbitral del Convenio Multilateral que preven para las "Empresas de Transporte de Gas por
Gasoducto", por lo que atribuye el total de la base imponible a la jurisdicción de origen; o si
por el contrario, debe hacerlo según el régimen general del artículo 2° de ese pacto,
"distribuyendo la base imponible entre las distintas jurisdicciones donde desarrolla su actividad
(Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Jujuy)". Asimismo solicita se declare la improcedencia,
por ilegítima e inconstitucional, de la pretensión fiscal de la Dirección de Rentas de la Provincia
de Salta, ya que no es aplicable a su parte lo previsto en el citado artículo 9° del Convenio
Multilateral, porque no es una empresa de transporte (fs. 144).
II) A fs. 173/174 vta. DICTAMINA LA SEÑORA PROCURADORA FISCAL, y sobre la base de
esa opinión, a fs. 175 el Tribunal declara que la causa corresponde a la competencia originaria
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Asimismo, ordena la citación como terceros, en
los términos del artículo 94 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, de las Provincias
de Tucumán, Jujuy y Santiago del Estero. III) A fs. 185/191 la parte ACTORA AMPLÍA LA
DEMANDA y alega como hecho nuevo el dictado de la resolución general interpretativa 2/2008
de la Comisión Arbitral, de fecha 18 de marzo de 2008, que dispuso, a partir del período fiscal
2009, que el servicio de traslado de gas por gasoducto se encuentre comprendido en las
disposiciones del régimen general del Convenio Multilateral, y que se deban distribuir los ingresos
brutos totales de los contribuyentes que se dediquen a esa actividad conforme a lo normado por
el artículo 2° del Convenio Multilateral.
IV) A fs. 423/425 se presenta la Provincia de Tucumán y contesta su citación como tercero.
Sostiene que el artículo 9° del Convenio Multilateral es un régimen especial que no rige la
actividad objetiva del transporte, sino a las "empresas" cuya primordial actividad es el transporte
de pasajeros o de cargas. Añade que Gasnor S.A. obtuvo su licencia para la prestación del
servicio público de distribución de gas a través del decreto 2451/92, lo que demuestra que no
es una empresa de transporte y no se le puede aplicar el citado artículo 9°.
V) A fs. 431/446 se presenta la Provincia de Jujuy y contesta su citación.
Afirma que de acuerdo con las pautas de la ley 24.076 y de sus normas reglamentarias, Gasnor
S.A. no es "transportista" de gas sino una "distribuidora". Recuerda también que mediante el
decreto 2452/92 se otorgó a Distribuidora de Gas del Norte -actual Gasnor S .A.- la licencia
para la prestación del servicio público de distribución de gas natural por redes.
Aclara que, en el caso, si bien no le ha practicado una determinación de oficio a la actora, la
eventual repetición que esta pudiera intentar contra ella, en virtud de la corrección en la
distribución de la base imponible promovida por la Provincia de Salta, no le sería concedida
administrativamente ya que debe pagarle el gravamen de acuerdo con su actividad, que es la de
distribución de gas.
VI) A fs. 454/461 se presenta la Provincia de Santiago del Estero y responde la citación
cursada.
Sostiene que Gasnor S .A. no le vendió gas a Pluspetrol Energy S.A., sino que contrató con
Transportadora de Gas del Norte la carga de gas desde los yacimientos hasta el sistema de
distribución, y que luego lo trasladó por su red de distribución hasta el domicilio del consumidor.
Concluye -de manera coincidente a las Provincias de Tucumán y Jujuy- que el artículo 9° del
Convenio Multilateral se aplica subjetivamente para empresas de transporte y que Gasnor S.A. no
tiene tal condición.
Recuerda, por último, que la resolución general 56/95 de la Comisión Arbitral (posteriormente
artículo 24 de la resolución general 1/07), interpretó que el servicio de traslado de gas por
gasoductos era actividad de transporte, y que se debía aplicar a su respecto el artículo 9° del
Convenio Multilateral, pero sin ampliar su alcance a las empresas distribuidoras, las que deben
seguir dividiendo su base de acuerdo con el régimen general (fs. 458/458 vta.).
Durán, Salta) hasta el punto de entrega ubicado en la Progresiva km 599, percibiendo una
determinada contraprestación por cada metro cúbico (fs. 466 vta.).
Recuerda que el objeto de dichos contratos es la oferta irrevocable para la contratación del
servicio de transporte firme de gas y reproduce -a continuación- sus artículos 1° y 8º. Sostiene
además que se trata de un servicio de transporte de gas, más allá que no está habilitada para
ello de acuerdo con el artículo 11 de la ley 24.076.
Niega, por tanto, que la actora, en su carácter de "distribuidora", no pueda realizar actividad de
"transporte de gas". En este sentido, añade que de acuerdo con el artículo 17 del decreto
2255/92, anexo B, la distribuidora puede prestar a sus clientes el servicio de transporte,
contratando la capacidad necesaria a tal fin con la transportista, estando el cliente obligado a
aceptar todas las condiciones aplicables con relación a dicho servicio (fs. 467 y 471).
Rechaza que el artículo 9° del Convenio Multilateral tenga una aplicación meramente subjetiva
para empresas de transporte, sino que encuadra en él toda actividad que involucre el traslado de
personas o mercancías.
CONSIDERANDO:
1º) Que este juicio es de la competencia originaria de esta Corte (artículos 116 y 117 de la
Constitución Nacional) y se hallan reunidos los recaudos del artículo 322 del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, tal como lo puso de relieve la señora Procuradora Fiscal en el
apartado XI de su dictamen de fs. 577/582, a cuyas consideraciones corresponde remitir en
razón de brevedad.
2°) Que la cuestión en debate requiere determinar si Gasnor S.A., licenciataria del servicio
público de distribución de gas, y que desarrolla su actividad económica en las Provincias de
Salta, Santiago del Estero, Jujuy y Tucumán, siendo, por ende, contribuyente del impuesto sobre
los ingresos brutos sujeta al régimen del Convenio Multilateral, debe aplicar las pautas de su
artículo 2° a los fines de distribuir la base imponible, o si como lo pretende la demandada, con
relación a los ingresos provenientes de sus contratos suscriptos con la firma Pluspetrol Energy S.
.A. debe hacerlo conforme al régimen especial que el artículo 9° del citado convenio reserva para
las empresas de transporte, atribuyendo la totalidad de la base imponible a la jurisdicción de
origen (Provincia de Salta) (v. las copias obrantes a fs. 48/58, 59/69, 70/81, 82/90 y
91/99).
Cabe agregar que la Provincia de Salta sostiene -en base a los contratos que la actora firmó
con Pluspetrol Energy S.A.- que la obligación asumida por Gasnor S.A. consiste en la prestación
de servicio de transporte y entrega de gas, es decir, que no desarrolla como única actividad la
distribución de gas luego de su adquisición a los productores, sino que se extiende también al
transporte del producto, realizándolo de manera permanente y continua, responsabilizándose
directamente si el servicio no se presta (v. fs. 137 del expediente administrativo 294.171/04
acompañado). 3°) Que, en primer término, es dable recordar que este Tribunal sostuvo en el
precedente de FALLOS: 306:516 con relación a la CLÁUSULA DEL INCISO 13 DEL ARTÍCULO
75 DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL, que LOS IMPUESTOS PROVINCIALES AFECTAN EL
COMERCIO ENTRE LAS PROVINCIAS "CUANDO UNA LEY OPERA O PUEDE OPERAR
DESVIACIONES EN LAS CORRIENTES DE CONSUMO DE TAL O CUAL PRODUCTO DE UNA
PROVINCIA", POR CREAR DIFERENCIAS EN SU TRATAMIENTO "YA SEA LIBERANDO DE
GRAVAMEN AL PRODUCTO LOCAL O ESTABLECIENDO TASAS DIFERENTES SEGÚN SEA SU
ORIGEN". En esa oportunidad, también señaló que "no puede menoscabarse el derecho primario
de las provincias a formar el tesoro público con la contribución de su riqueza y cuya forma más
evidente es, sin duda, su población y su capacidad de consumo" y que "de la inequívoca
intención constitucional de eliminar los gravámenes discriminatorios infiérese la de preservar a las
actividades que se desenvuelven en dos o más jurisdicciones del riesgo de que puedan verse
sometidas a una múltiple imposición que las obstruya o encarezca, como resultado de aplicar
tributos semejantes sobre la misma porción de la base imponible, tornándolas por tanto
desventajosas con relación a otras similares desarrolladas dentro de cada provincia (considerandos
7° y 8°). 4°) Que ESTA CORTE HA CONSIDERADO AL CONVENIO MULTILATERAL, vigente
desde el 18 de agosto de 1977, COMO UN RÉGIMEN CONTRACTUAL ENTRE LOS ESTADOS
PROVINCIALES Y LA CIUDAD DE BUENOS AIRES CON ARREGLO AL CUAL SE DISTRIBUYE
LA BASE IMPONIBLE EN EL IMPUESTO SOBRE LOS INGRESOS BRUTOS entre las distintas
jurisdicciones (arg. Fallos: 329:59 y su cita). LA FINALIDAD DEL MENTADO CONVENIO, ha
dicho este Tribunal, CONSISTE EN EVITAR LA SUPERPOSICIÓN TRIBUTARIA RESPECTO DE
AQUELLOS CONTRIBUYENTES QUE EJERCEN ACTIVIDADES EN MÁS DE UNA JURISDICCIÓN
FISCAL, fijando una determinada esfera de imposición para cada una de estas (Fallos: 298:
392, considerando 6° y 329:5 que remitió al dictamen del señor Procurador Fiscal). 5°) Que
asimismo cabe destacar el IMPORTANTE ROL QUE CUMPLE EL CONVENIO MULTILATERAL
COMO HERRAMIENTA DE COORDINACIÓN FINANCIERA, norma a la que se refiere el artículo
9°, inciso b, ap. I, de la ley 23.548, que prescribe la obligación de las provincias que adhieran
al régimen de coparticipación vigente a suscribir y a respetar el citado Convenio (ver también el
dictamen de la señora Procuradora Fiscal de fs. 580 vta.). En este contexto, SE HAN
ARBITRADO DOS MECANISMOS DE COORDINACIÓN FINANCIERA INTERJURISDICCIONAL; UNO,
DE SENTIDO VERTICAL, ES EL DE COPARTICIPACIÓN FEDERAL, QUE VINCULA A LA
NACIÓN Y A LAS PROVINCIAS, PARA DISCIPLINAR EL EJERCICIO DE SUS RESPECTIVAS
ATRIBUCIONES, ESPECIALMENTE EN EL AMPLIO CAMPO EN EL CUAL SON CONCURRENTES
Y PARA EVITAR SUPERPOSICIONES IMPOSITIVAS. Y EL OTRO, DE SENTIDO HORIZONTAL,
ES EL CONVENIO MULTILATERAL PARA EVITAR QUE SUS RESPECTIVOS IMPUESTOS SOBRE
LOS INGRESOS BRUTOS, EN LOS CASOS DE ACTIVIDADES INTERJURISDICCIONALES,
GRAVEN MÁS DE UNA VEZ LA MISMA MATERIA IMPONIBLE.
6°) Que en el artículo 1°, primer párrafo, del Convenio Multilateral se estableció que: "Las
actividades a que se refiere el presente Convenio son aquellas que se ejercen por un mismo
contribuyente en una, varias o todas sus etapas en dos o más jurisdicciones, pero cuyos
ingresos brutos, por provenir de un proceso único, económicamente inseparable, deben atribuirse
conjuntamente a todas ellas...".
Como ya se dijo precedentemente, ES PRECISAMENTE MISIÓN DEL CITADO CONVENIO
"MEDIR" CUÁNTO DE LA ACTIVIDAD CORRESPONDE A CADA JURISDICCIÓN Y
"DISTRIBUIRLA" ENTRE ELLAS. Lo hace por intermedio de dos formas: el denominado régimen
general (artículos 2° a 5°), o por alguno de los llamados regímenes especiales (artículos 6° a
13).
15) Que las consideraciones precedentes son suficientes para resolver el caso y tornan
innecesario el tratamiento de los restantes argumentos expuestos por las partes.
Por ello, y concordemente con lo dictaminado por la señora Procuradora Fiscal, se decide: Hacer
lugar a la demanda seguida por Gasnor S.A. contra la Provincia de Salta y, en consecuencia,
declarar que corresponde aplicar en el sub lite la previsión contenida en el artículo 2° del
Convenio Multilateral. Con costas (artículo 68, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación).
Notifíquese, remítase copia de esta decisión a la Procuración General y, oportunamente, archívese.
Por último, en relación con el derecho de propiedad, sobre la base del art. 17 de la Carta
Magna, indica que la propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado
de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley y que no resulta óbice a ello el hecho que
lo puesto en tela de juicio sea la potestad de disponer unilateralmente medidas cautelares, pues
ellas, cualquiera sea su naturaleza, afectan concretamente el derecho de propiedad del individuo,
ya que si bien no importan —en principio— una ablación de su patrimonio, su función es,
precisamente, limitar de manera efectiva otros atributos no menos importantes de ese derecho,
cuales son los de usar y disponer de él, con función de garantía.
Sobre tales premisas —concluye que el régimen establecido en el art. 92ley 11.683 en cuanto
otorga a los funcionarios del organismo recaudador la potestad de disponer y trabar unilateralmente
medidas cautelares—, en la medida en que no se adecua a los principios y garantías
constitucionales de la división de poderes, la defensa en juicio y la propiedad, es inconstitucional.
Conclusión: "no sólo violenta el principio constitucional de división de poderes, sino que además
desconoce los más elementales fundamentos del principio de tutela judicial efectiva y de la
defensa en juicio, consagrados tanto en el art. 18 del CN como en los Pactos Internacionales
incorporados con tal jerarquía en el inc. 22 de su art. 75", agregando luego el alto cuerpo que
"las disposiciones del art. 92 tampoco superan el test de constitucionalidad en su confrontación
con el art. 17 de la Norma Suprema, en cuanto en él se establece que la propiedad es
inviolable y ningún habitante puede ser privado de ella sino en virtud de una sentencia fundada
en ley".
Caducidad de instancia
Traemos a colación la doctrina de Corte en la citada causa "Intercorp SRL", donde con gran
acierto considera "Que no resulta admisible que a la hora de establecer procedimientos destinados
a garantizar la normal y expedita percepción de la renta pública se recurra a instrumentos que
quebrantan el orden constitucional. Es que la mera conveniencia de un mecanismo para conseguir
un objetivo de gobierno por más loable que este sea, en forma alguna justifica la violación de
las garantías y derechos consagrados en el texto constitucional (consid. 15).
Sobre la norma legal que resultaba violatoria del bloque de constitucionalidad federal, integrado
por la Constitución Nacional y los Tratados de Derechos Humanos
Párr. 15 del art. 92 de la ley 11.683, evidenciaba uno de los aspectos más controvertidos en la
aplicación de las desmedidas facultades asignadas al agente judicial, que claramente importan una
intromisión del Poder Ejecutivo en el ámbito del poder Judicial. La Carta Magna, amén de
establecer como base de la República el principio de división de poderes, consagra en su art. 17
la garantía del derecho de propiedad, al disponer que "...ningún habitante de la Nación puede
ser privada de ella, sino en virtud de una sentencia fundada en ley".
A varios años del fallo de Corte "Intercorp SRL", la enmienda parlamentaria subsana esta
aberración jurídica, dejando sentado que una vez vencido el plazo sin que se hayan opuesto
excepciones, procederá el dictado de la sentencia, dejando expedita la vía de ejecución del
crédito reclamado, sus intereses y costas.
En cambio, no habría justificación alguna para dejar subsistentes medidas precautorias dispuestas
por los funcionarios de la AFIP con posterioridad a la presente sentencia puesto que a partir de
que esta Corte se pronuncia declarando el vicio constitucional que afecta el procedimiento previsto
por la citada norma, nada obsta a que las medidas cautelares que el organismo recaudador
considere necesario adoptar en lo sucesivo, sean requeridas al juez competente para entender en
el proceso ejecutivo, y que sea tal magistrado quien adopte la decisión que corresponda.
Atento a ello se resolvió declarar la inconstitucionalidad del inc. 5º del art. 18 de la ley 25.239,
sustitutivo del art. 92 de la ley 11.683 con los alcances indicados en la presente.
Nuestro más Alto Tribunal, receptando la Teoría Penalista del ilícito tributario, ha sentenciado en
importantes causas —hoy consideradas leading case—, que estimamos de mención obligatoria.
Veamos: a) "Parafina del Plata": CS, 2/9/1968
Constituyó un verdadero leading case en cuanto al reconocimiento de la necesaria presencia del
elemento subjetivo para la configuración de la defraudación fiscal; destacamos el considerando en
el que se expresaba: "La mera comprobación de la situación objetiva en que se halle el infractor
no basta para configurar el delito, ya que las normas punitivas de la ley 11.683 consagran el
principio de la personalidad de la pena, que responde en esencia al concepto fundamental de
que solo puede ser reprimido quien sea culpable, es decir aquel a quien la acción punible puede
serle atribuida tanto objetiva como subjetivamente" .
Autos Parafina del Plata (CS 2/9/1968) en su consid. 5º sentenciaba "5) Que, en forma
coincidente, el art. 46 de la ley se refiere "a la intención de defraudar al Fisco". Y el art. 51
dispone que las sanciones previstas en los arts. 43, 44 y 45 no serán de aplicación en los
casos en que ocurra el fallecimiento del infractor, aun cuando la resolución respectiva haya
quedado firme y pasada en autoridad de cosa juzgada; con lo que se consagra el criterio de la
personalidad de la pena que, en su esencia, responde al principio fundamental de que sólo
puede ser reprimido quien sea culpable, es decir, aquel a quien la acción punible le pueda ser
atribuida tanto objetiva como subjetivamente" .
Los ilícitos tributarios, ya sean formales o materiales necesitan, para su configuración, la presencia
de dos elementos —objetivo y subjetivo—, reconociendo, como eximentes de responsabilidad, el
error de hecho y de derecho, el caso fortuito o la fuerza mayor, así como también, las
incapacidades —previstas expresamente en el art. 54 de la Ley de Rito Fiscal—, resultando todo
ello oponible para eliminar su configuración.
Va de suyo, que todos los ilícitos contenidos en la ley 11.683 son de naturaleza penal, por
ende rige respecto de ellos el principio de personalidad de la pena , según el cual sólo puede
ser punido quien sea culpable, es decir aquel que realice una acción punible (por comisión u
omisión) que pueda serle atribuida tanto objetiva como subjetivamente (cfr. "Parafina del Plata",
CS, 2/9/1968)
En los ilícitos que se mencionan en el texto del artículo sub examen, y dado su carácter formal,
es decir que dañan el bien jurídico tutelado "deberes de colaboración para con la Administración
Tributaria", el elemento subjetivo requerido es la culpa, representada por la negligencia o impericia
en la conducta del obligado.