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Fallos Tributarios Resumen

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TASAS

Falta de importancia del destino de lo recaudado


El Dr. Augusto C. Belluscio, en su voto in re "Cía. Química SA v. Municipalidad de Tucumán"
(Corte Sup., 1989, Fallos 312:1575), ha expresado que el art. 120 del Código Tributario
municipal (ordenanza 229/1977 de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán) ha
desnaturalizado, en forma indebida, las facultades estatales en la materia, al impedir, a quienes
se ven obligados a sostener económicamente la prestación de los servicios, conocer de modo
fehaciente cuáles son los servicios públicos cuya manutención específica les exige en forma
imperativa el ente municipal. Ese artículo resulta irrazonable, al cargar sobre aquellos
contribuyentes que realizan actividades comerciales, industriales o de servicios, la supuesta
manutención de servicios públicos indiscriminados, que beneficiarían a toda la comunidad,
consagrando así una manifiesta iniquidad.

Irrelevancia de la voluntad del contribuyente. Obligatoriedad del servicio. Interés público . En


consonancia con lo dicho al examinar el referido ejemplo de Glogauer, se ha sostenido que la
sola circunstancia de que el contribuyente carezca de interés en el servicio estatal no basta para
eximirlo del pago de la tasa respectiva. La validez de las tasas, como la de todos los tributos,
depende de un interés público que justifique su aplicación (Corte Sup., 1989, "Cía. Química SA
v. Municipalidad de Tucumán" y sus citas, Fallos 312:1575).

Doctrina de la Corte Suprema sobre la prestación efectiva del servicio . Al cobro de la tasa debe
corresponder siempre la concreta, efectiva e individualizada prestación de un servicio relativo a
algo no menos individualizado (bien o acto) del contribuyente. La no adecuación del art. 120 de
la ordenanza 229/1977 de la Municipalidad de Tucumán (Código Tributario municipal) a estos
principios, los cuales hallan sustento en el art. 17 de la CN, torna ilegítimo el cobro de la tasa
que debía ser pagada por cualquier actividad comercial, industrial y de servicios por las que se
usen o aprovechen las obras y demás prestaciones que hacen al progreso regular y continuo de
la ciudad, en virtud de los servicios municipales de contralor, seguridad, higiene, salubridad,
moralidad y de cualquier otro no retribuido por un tributo especial, pero que prevenga, asegure y
promueva el bienestar general de la población (Corte Sup., 1989, "Cía. Química SA v.
Municipalidad de Tucumán" y sus citas, Fallos 312:1575).

COMERCIO INTERJURISDICCIONAL ~ CONCESION DE OBRA PUBLICA ~ CONSTITUCION


NACIONAL ~ CONSTITUCIONALIDAD ~ CONTRIBUCION ESPECIAL ~ IMPUESTO ~
INTERPRETACION ~ LIBERTAD AMBULATORIA ~ LIBERTAD DE TRANSITO ~ NATURALEZA
JURIDICA ~ OBRA PUBLICA ~ PEAJE ~ PODER TRIBUTARIO ~ PRECIO ~ PRINCIPIOS
CONSTITUCIONALES ~ SERVICIO PUBLICO ~ TASAS ~ TRAFICO INTERPROVINCIAL ~
TRANSPORTE ~ TRANSPORTE INTERJURISDICCIONAL ~ VIA ALTERNATIVA GRATUITA
La Corte Sup., por mayoría, en 1991, en "Estado nacional v. Arenera El Libertador SRL", ha
dicho que a la palabra "impuesto", utilizada en el art. 16 de la CN, cabe interpretarla en
contraposición a "cargas públicas", de modo que uno o las otras puedan —desde la óptica de la
CN— constituir "formas en que se hacen efectivas las 'contribuciones'" (Fallos 314:595).

En 1991 en "Estado nacional v. Arenera El Libertador SRL" (Fallos 314:595), la Corte Sup. se
expidió nuevamente en relación con el peaje, esto es, el cobro de una suma al usuario para
sufragar los gastos de construcción o conservación de una vía que éste utiliza. En el
pronunciamiento de la mayoría se declaró que constituye una de las contribuciones a que se
refiere el art. 4º de la CN, y que para el usuario es "una contribución vinculada al cumplimiento
de actividades estatales (como puede serlo la construcción de una vía, o su mejora, ampliación,
mantenimiento, conservación, etc., aun de vías preexistentes). Para el concesionario constituirá un
medio de remuneración de sus servicios. De este modo, en los hechos, puede concluir el peaje
por ser sustancialmente similar al precio pagado por un servicio, lo que no debe inducir por ello
al error de considerarlo desde un punto de vista meramente contractual". Y se agregó que "en
cuanto a la libertad de tránsito del art. 14 de la CN, ella sólo puede verse afectada por
medidas fiscales o parafiscales cuando éstas tornen en ilusorio aquel derecho, lo que no impide
en modo alguno al Estado establecer los tributos que razonablemente requiera el sostenimiento de
sus actividades y repartir su carga de un modo que también, razonablemente, estime adecuado, y
conforme al art. 16 de la Constitución Nacional (...). Que (...) el tributo debe ser razonable
de modo que no torne a aquélla [la libertad de circulación] en ilusoria (...). Que lo que haría
al tributo inaplicable o a la existencia de vías alternativas exigible es la demostración por la
recurrente de que la necesidad indispensable del uso de la vía gravada, unida a un monto
irrazonable tornase en ilusorio su derecho de circular, cosa que en modo alguno ha demostrado
en la causa" (la bastardilla es nuestra). Por su parte, el voto de los Dres. Petracchi, Nazareno
y Moliné O'Connor, en el pronunciamiento citado en el párrafo anterior, expresó que "la cuestión
de las vías alternativas cobra relevancia, en la medida en que la existencia de tales vías pueda
incidir en los eventuales planteos acerca de la razonabilidad o confiscatoriedad del monto del
peaje" (la bastardilla es nuestra). Consignó también dicho voto que nada hay en el texto o en
el espíritu de la CN que obste al establecimiento del "peaje"; pero, a la luz de los preceptos
constitucionales (arts. 9º a 12), sólo será compatible con éstos el peaje que, con rasgos que
lo aproximan a las tasas y lo alejan decisivamente de los impuestos, corresponda siempre a la
concreta, efectiva e individualizada prestación de un servicio o realización de una obra.

CONTADOR PUBLICO ~ EVASION ~ EVASION FISCAL ~ INTERPRETACION DE LA LEY ~


PROCEDIMIENTO TRIBUTARIO ~ RESPONSABILIDAD SOLIDARIA ~ TERCEROS
Para satisfacer el recaudo del inc. e del art. 8º de la ley 11.683, resulta insoslayable la
existencia de una resolución sancionatoria que haya juzgado la conducta del responsable por
deuda propia, y haya tenido por configurada una "evasión del tributo" (Corte Sup., 2014,
"Lavezzari, José Luis").

Sumarios:
1. La sentencia que revocó la resolución de AFIP que estableció la responsabilidad solidaria de
un contador en el IVA debido por el contribuyente debe ser confirmada, pues, al no haber sido
juzgada la conducta infraccional del deudor principal, por estar pendiente la causa penal, no se
verificó el presupuesto exigible para que pueda atribuírsele válidamente responsabilidad, en los
términos del art. 8°, inc. e, de la ley 11.683, esto es la existencia de una resolución
sancionatoria de la conducta del responsable por deuda propia, y haya tenido por configurada una
"evasión del tributo".
2. El art. 8 de la ley 11.683 establece la responsabilidad solidaria "con los deudores del tributo"
de terceros que, aún cuando no tuvieran deberes tributarios a su cargo, faciliten por su culpa o
dolo la evasión del gravamen, y, para fundar esa responsabilidad, además de haber determinado
el impuesto al deudor principal, el organismo recaudador debe demostrar que respecto de éste
tuvo lugar una "evasión del tributo" y que el tercero, por su culpa o dolo, la facilitó, resultando
insoslayable la existencia de una resolución sancionatoria que haya juzgado la conducta del
responsable por deuda propia, y haya tenido por configurada una "evasión del tributo".
Considerando: 1°) Que el Tribunal Fiscal de la Nación, por mayoría, revocó la resolución 82/03
de la División Revisión y Recursos de la Dirección Regional Mercedes de la AFIP, por medio de
la cual se determinó de oficio la responsabilidad solidaria del contador José Luis Lavezzari, en
los términos del arto 8°, inc. e, de la ley 11.683, respecto de la deuda oportunamente
determinada a Guillermo Fernando Posadas, en su carácter de contribuyente, por el IVA
correspondiente a los períodos fiscales diciembre de 1996 a diciembre de 1997.
2°) Que para así decidir, el mencionado tribunal, en lo que aquí interesa, destacó que la AFIP
había determinado la deuda del S~. Posadas -para quien el actor había prestado servicios como
contador público- pero no había evaluado su comportamiento desde el punto de vista infraccional.
Indicó, en ese sentido, que se había realizado la correspondiente denuncia penal, en los términos
de la ley 24.769, originándose una causa que tramitó ante el Juzgado Federal n° 2 de San
Nicolás en la cual no hubo condena alguna para los mencionados responsables.
Puntualizó que la evaluación de la conducta por parte del ente recaudador fue oportunamente
suspendida, a tenor de lo dispuesto por el art. 20 de la citada ley penal.
1. En tales condiciones, concluyó que no podía fundarse la responsabilidad solidaria del actor en
el hecho de haber facilitado una evasión que no había sido tenida como tal, en los términos del
arto 8°, inc. e, de la ley 11.683.
Sin perjuicio de ello, afirmó que la postura del organismo recaudador, al endilgar al actor una
responsabilidad solidaria, se encontraba en pugna con las imputaciones a él formuladas y con el
hecho de considerar al Sr. Posadas como un "hombre de paja", en tanto importaban tener al
Sr. Lavezzari como un verdadero contribuyente oculto.
3°) Que la Sala 1 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal confirmó lo resuelto por el Tribunal Fiscal.
Para pronunciarse en el sentido indicado, señaló que la causal de responsabilidad en que se
funda la determinación efectuada por el organismo recaudador es de carácter represivo y
condicional pues nace a raíz de la violación de un deber impuesto al tercero, por lo que, al no
haberse juzgado la conducta infraccional del contribuyente -el señor Posadas-, mal puede
sustentarse la responsabilidad solidaria de otro en el inc. e, del arto 8° de la ley 11.683, en
tanto la supuesta evasión no tiene respaldo en ninguna resolución administrativa ni judicial. Señaló
al respecto que por el período diciembre de 1996.no surgía de la decisión administrativa los
detalles de la sanción que se habría aplicado al deudor principal, en tanto que por los restantes
períodos se dispuso la suspensión prevista en la ley 24.769.
Agregó que la AFIP, al cuestionar la conducta del actor, endilgándole haber sido el organizador
de distintas maniobras ardidosas tendientes al ocultamiento de operaciones de compraventa de
cereales a través de la interposición de contribuyentes formales -en el caso, personas físicas
insolventes-, le estaba asignando, indirectamente, el carácter de un auténtico contribuyente que
pretendía mantenerse oculto ante el Fisco con dicho proceder, lo que resultaba contradictorio con
la imputación formulada de responsabilidad en facilitar el accionar de otro.
4°) Que contra lo así decidido, el Fisco Nacional interpuso recurso extraordinario (fs.
253/264), que fue concedido por el a quo a fs. 277. El recurrente sostiene que la sentencia
interpretó indebidamente el alcance del inc. e, del art. 8° de la ley 11.683, desentendiéndose de
su cabal sentido. Afirma que el actor, en su carácter de contador público, participó directa y
personalmente en la evasión de tributos en que incurrió el deudor principal, toda vez que
favoreció materialmente esa acción a través de un auxilio indispensable. Por lo tanto, aduce que
se encuentran acreditados los requisitos subjetivos para atribuirle la responsabilidad solidaria. Con
tal comprensión, afirma que el a quo "exigió un requisito que la ley no contempla, al señalar
que debe ser juzgada la conducta del deudor principal para poder aplicar la solidaridad de los
terceros, en los términos del arto 8°, inc. e, de la ley ritual" (fs. 260 vta.).
5°) Que el recurso deducido es formalmente admisible, en tanto se ha puesto en tela de juicio
la inteligencia de una norma de carácter federal (art. 8°, inc. e, de la ley 11.683) y la
sentencia definitiva del superior tribunal de la causa ha sido contraria al derecho que el recurrente
sustenta en ella (art. 14, inc. 3°, de la ley 48).
6°) Que el citado arto 8° de la ley 11.683 establece la responsabilidad solidaria "con los
deudores del tributo" de una serie de sujetos, en los supuestos contemplados en sus diversos
incisos. En lo que tiene relevancia para la decisión del caso de autos, el inciso e de ese
artículo hace responsables a "los terceros que, aun cuando no tuvieran deberes tributarios a su
cargo, faciliten por su culpa o dolo la evasión del tributo".
7°) Que en el sub examine, la determinación tributaria apelada, se funda en el citado inciso e.
Resulta indudable entonces que la responsabilidad atribuida a Lavezzari es por deuda ajena. El
contribuyente -y respecto de quien se verifica el hecho imponible- es Guillermo Fernando
Posadas. Al ser ello así, para fundar esa responsabilidad -además de haber determinado el
impuesto al deudor principal- el organismo recaudador debe demostrar que respecto de éste tuvo
lugar una "evasión del tributo" y que el tercero -en este caso Lavezzari-, por su culpa o dolo,
la haya facilitado.
8°) Que para satisfacer ese recaudo, resulta insoslayable la existencia de una resolución
sancionatoria que haya juzgado la conducta del responsable por deuda propia, y haya tenido por
configurada una "evasión del tributo". Además, la demostración de que el deudor principal incurrió
en una infracción o un delito que pueda calificarse en esos términos es un presupuesto
indispensable para que -sobre la base de la resolución o sentencia que así lo haya establecido-
pueda juzgarse si el tercero -por su culpa o dolo- ha facilitado la maniobra evasiva.
9°) Que, en el caso de autos, en lo referente a los períodos correspondientes al año 2007
-enero a diciembre- al no haber sido juzgada la conducta infraccional del señor Posadas por
estar pendiente la causa penal en los términos de la ley 24.769 (art. 20), resulta claro que
no se verificó el indicado presupuesto exigible para que pueda atribuirse válidamente
responsabilidad a un tercero en los términos del arto 8°, inc. e, de la ley 11.683. 10) Que al
ser ello así, los agravios de la AFIP, en cuanto insiste en que Lavezzari ha participado
activamente, en forma personal y directa, en una serie de maniobras tendientes a' ocultar la
actividad comercial realizada -compraventa de cereales- son ineficaces para alterar la decisión del
pleito. 11) Que, finalmente, en lo atinente al tributo correspondiente al mes-de diciembre de
1996 el recurso extraordinario resulta improcedente, por cuanto la representación fiscal no refuta el
argumento sobre cuya base el a qua desestimó la posibilidad de aplicar la responsabilidad
solidaria al aquí actor en ese período mensual, consistente en que de los actos administrativos
por los cuales se determinó de oficio la responsabilidad solidaria al señor Lavezzari no surgen
con claridad los detalles de la sanción que se habría aplicado al deudor principal -5en ese
período, anterior a los comprendidos en la denuncia penal (conf. sentencia de cámara a fs.
240/249 vta., en especial considerando 4°, fs. 248/248 vta. y el recurso extraordinario glosado
a fs. 253/264). Por ello, habiendo dictaminado la señora Procuradora Fiscal, se declara
formalmente procedente el recurso extraordinario con los alcances que surgen de lo expuesto y se
confirma la sentencia apelada en cuanto pudo ser materia de dicho recurso. Con costas.

AUTONOMIA MUNICIPAL ~ AUTONOMIA PROVINCIAL ~ CONSTITUCION NACIONAL ~


CONSTITUCION PROVINCIAL ~ CONSTITUCIONALIDAD ~ FACULTADES DE LA MUNICIPALIDAD
~ FEDERALISMO ~ GARANTIAS CONSTITUCIONALES ~ IMPUESTO MUNICIPAL ~ LEY
PROVINCIAL ~ MUNICIPALIDAD ~ PODER TRIBUTARIO ~ PODER TRIBUTARIO MUNICIPAL ~
PODER TRIBUTARIO PROVINCIAL ~ PRINCIPIO DE LEGALIDAD ~ PROVINCIA
Partes: Municipalidad de Rosario c. Provincia de Santa Fe.
Hechos:
La municipalidad accionante tacha de inconstitucionales las normas provinciales que disponen la
afectación de determinado porcentaje de las sumas recaudadas en el ámbito local, con fines de
interés público en materia educacional en las áreas provincial, municipal o comunal. Afirma que,
de aceptarse la legitimidad de esa imposición, el acatamiento de la provincia a lo dispuesto en el
art. 5° de la Constitución Nacional sería sólo formal, pues se hallaría habilitada para ahogar
financieramente a los municipios. La Corte Suprema de Justicia de la Nación, por mayoría,
rechazó la demanda.
Sumarios:
1. - En lo relativo al alcance y límites de las facultades municipales, éstas surgen de la
Constitución y las leyes provinciales, cuya correlación, interdependencia y conformidad entre sí, no
incumbe decidir a la Nación, en tanto ellas no violen los principios, derechos y garantías
establecidos en la Constitución Nacional, las leyes de la Nación o los tratados con las potencias
extranjeras (art. 31, Constitución Nacional).
2. - La Constitución Nacional se limita a ordenar el establecimiento del régimen municipal, como
requisito esencial para la efectividad de la autonomía de las provincias (art. 5°), pero en
manera alguna les ha prefijado un sistema económico-financiero al cual deban ajustar la
organización comunal, cuestión que se encuentra dentro de la órbita de las facultades propias
locales conforme a los arts. 104, 105 y 106 de la Constitución.
3. - La necesaria existencia de un régimen municipal impuesta por el art. 5° de la Constitución
Nacional, determina que las leyes provinciales no sólo deben imperativamente establecer los
municipios, sino que no pueden privarlos de las atribuciones mínimas necesarias para desempeñar
su cometido. Si tales entes se encontrasen sujetos en estos aspectos a las decisiones de una
autoridad extraña --aunque se tratara de la provincial-- ésta podría llegar a impedirles desarrollar
su acción específica, mediante diversas restricciones o imposiciones, capaces de desarticular las
bases de su organización funcional (del voto en disidencia de los Doctores Fayt, Belluscio y
Petracchi)
4. - El art. 107 de la Constitución de la Provincia de Santa Fe ha establecido los ingresos que
corresponden a los municipios, precisando que éstos son organizados por la ley sobre la base de
ciertos requisitos, entre los que se incluyen un gobierno dotado de facultades propias, sin otras
injerencias sobre su condición o sus actos que las establecidas por la Constitución y la ley con
las atribuciones necesarias para una eficaz gestión de los intereses locales, a cuyo efecto la ley
los proveerá de recursos financieros suficientes. Asimismo, dicha Carta Fundamental prescribe que
con la finalidad aludida, los municipios pueden crear, recaudar, y disponer libremente de recursos
propios, provenientes de las tasas y demás contribuciones que establezcan en su jurisdicción,
asegurándoseles participación en los gravámenes directos o indirectos que recaude la Provincia,
con un mínimo del 50% del producido del impuesto inmobiliario, según un sistema de
coparticipación.

Considerando: 1) Que conforme a reiterada doctrina de esta Corte, resulta esta causa de
competencia originaria del tribunal, por ser parte una provincia y tener la materia un manifiesto
contenido federal (arts. 100 y 101, Constitución Nacional; entre otros: L. 125.XXI., Lavalle,
Cayetano, A. y Gutiérrez de Lavalle, Juan, del 30 de abril de 1987 --La Ley, 1987-D,
506--; comp. núm. 617.XXII., American Express Argentina, S. A. c. Dirección Provincial de
Rentas de la Provincia de Buenos Aires, del 18 de octubre de 1988).
2) Que en el caso, la municipalidad accionante tacha de inconstitucionales las normas
provinciales que disponen la afectación de determinado porcentaje de las sumas recaudadas en el
ámbito local, con fines de interés público en materia educacional en las áreas provincial,
municipal o comunal.
Afirma que, de aceptarse la legitimidad de esa imposición, el acatamiento de la provincia a lo
dispuesto en el art. 5° de la Constitución Nacional sería sólo formal, pues se hallaría habilitada
para ahogar financieramente a los municipios, aniquilando virtualmente la vigencia del requisito
exigido en el precepto constitucional mencionado. Añade que la autarquía municipal resulta
contrariada en su esencia frente a cualquier intromisión provincial en la administración y
disposición de las rentas comunales.
3) Que esta Corte ha expresado (in re: R.593.XXI., Rivademar, Angela D. B. Martínez Galván
de c. Municipalidad de Rosario, del 21 de marzo de 1989), que la necesaria existencia de un
régimen municipal impuesta por el art. 5° de la Constitución Nacional, determina que las leyes
provinciales no sólo deben imperativamente establecer los municipios, sino que no pueden privarlos
de las atribuciones mínimas necesarias para desempeñar su cometido. Si tales entes se
encontrasen sujetos en esos aspectos a las decisiones de una autoridad extraña --aunque se
tratara de la provincial--ésta podría llegar a impedirles desarrollar su acción específica, mediante
diversas restricciones o imposiciones, capaces de desarticular las bases de su organización
funcional.
Este principio encuentra apoyo en la propia jurisprudencia de este tribunal, que reconoce a las
municipalidades su calidad de organismos de gobierno de carácter esencial (Fallos: 154:25).
4) Que en lo relativo al alcance y límites de las facultades municipales, ha señalado esta Corte
que éstas surgen de la Constitución y las leyes provinciales, cuya correlación, interdependencia y
conformidad entre sí, no incumbe decidir a la Nación, en tanto ellas no violen los principios,
derechos y garantías establecidos en la Constitución Nacional, las leyes de la Nación o los
tratados con las potencias extranjeras (art. 31, Constitución Nacional). La Constitución Nacional
se limita a ordenar el establecimiento del régimen municipal, como requisito esencial para la
efectividad de la autonomía de las provincias (art. 5°), pero en manera alguna les ha prefijado
un sistema económico-financiero al cual deban ajustar la organización comunal, cuestión que se
encuentra dentro de la órbita de las facultades propias locales conforme a los arts. 104, 105 y
106 de la Constitución (Fallos: 199:423 --La Ley, 36-521--; Cía. Swift de La Plata, S. A. c.
Municipalidad de San Miguel de Tucumán s/ cobro de pesos, fallo del 17 de febrero de 1961).
5) Que la adecuada aplicación de los principios enunciados precedentemente, exige invocar y
demostrar que las normas provinciales cuya constitucionalidad se cuestiona, comprometen
efectivamente la existencia misma del municipio afectado por el accionar de la provincia en cuyo
territorio se halla asentado.
No basta, la simple manifestación de que el gobierno provincial, mediante los actos legislativos
atacados, ponga en peligro la subsistencia de la comuna, pues el interesado en la declaración de
inconstitucionalidad de una norma debe demostrar claramente de qué manera ésta contraría la
Constitución Nacional, causándole de ese modo un gravamen y, debe probar, además, que ello
ocurre en el caso concreto (esta Corte, entre otros: S.387.XIX., Sosa, Aristóbulo y otros c.
Provincia de Neuquén y Agua y Energía, Soc. del Estado, de 10 de febrero de 1987;
B.660.XXI, Banco del Chaco c. Quiña, Segundo N., suc. y/o herederos declarados s/ ej.
hipotecaria, del 15 de setiembre de 1988 --La Ley, 1989-E, 593--).
6) Que en el caso, estas exigencias vitales no se cumplen, porque la interferencia del poder
provincial en el ámbito municipal, es planteada por la actora como una amenaza de futuros
avances que podrían desarticular su autonomía gubernamental; sin invocar ni mucho menos
demostrar, que la aplicación actual de las normas provinciales que impugna, constituya un
impedimento para subsistir como unidad política autónoma.
En las condiciones descriptas, la pretensión deducida no puede prosperar, ya que de este modo
no ha logrado acreditarse que el sistema financiero impuesto por la provincia exceda las
limitaciones que el art. 5° de la Constitución Nacional impone al orden jurídico interno del Estado
demandado, lo que excluye la declaración de inconstitucionalidad perseguida.
7) Que, por lo demás, el art. 107 de la Constitución de la Provincia de Santa Fe ha
establecido los ingresos que corresponden a los municipios, precisando que éstos son organizados
por la ley sobre la base de ciertos requisitos, entre los que se incluyen un gobierno dotado de
facultades propias, sin otras injerencias sobre su condición o sus actos que las establecidas por
la Constitución y la ley con las atribuciones necesarias para una eficaz gestión de los intereses
locales, a cuyo efecto la ley los proveerá de recursos financieros suficientes. Asimismo, dicha
Carta Fundamental prescribe que con la finalidad aludida, los municipios pueden crear, recaudar y
disponer libremente de recursos propios, provenientes de las tasas y demás contribuciones que
establezcan en su jurisdicción, asegurándoseles participación en los gravámenes directos o
indirectos que recaude la Provincia, con un mínimo del 50 % del producido del impuesto
inmobiliario, según un sistema de coparticipación.
En tales condiciones, los preceptos legales que regulan lo concerniente a las fuentes de ingreso
de los municipios, cuya incompatibilidad con la Constitución Nacional invoca la demandante,
aparecen emitidas por la Legislatura local con base en una norma habilitante contenida en la
Constitución de la Provincia, la cual, empero, no ha merecido igual tacha de inconstitucionalidad
por parte de la actora, circunstancia que añade otro obstáculo a la admisibilidad de su
pretensión.
Por las consideraciones expuestas, se rechaza la demanda.

RESUMEN
La Municipalidad de Rosario, solicita la declaración de inconstitucionalidad de las leyes y decretos
provinciales que originaron la creación del F.A.E. (Fondo de Asistencia Educativa), por lo cual
se obliga a cada Municipio a destinar un mínimo del 10 % de sus rentas anuales, que serán
administradas por una comisión especial y se destinarán a construír, ampliar y mantener los
establecimientos educativos de la propiedad Provincial, Municipal y comunal.
La Municipalidad, funda el pedido de inconstitucionalidad sosteniendo que la Provincia desconoce
el art. 5 de la C.N; al imponerles compulsivamente a los Municipios el porcentaje de sus rentas
que deben destinar al F.A.E; impidiéndole la libre administración y disposición de sus recursos,
que de aceptarse podrían sucederse otras imposiciones que vaciarían financiarieramente al sistema
comunal.
Agrega que cuando la C.N; le impone a las Provincias asegurar el régimen Municipal, ello
implica dotar a los Municipios de personalidad jurídica, y otorgarles atribuciones de gobierno y
administración propia. Además, en refuerzo de su postura cita el precedente Rivademar.
Por su parte, la Provincia de Santa Fe discrepa con la interpretación constitucional realizada por
la Municipalidad de Rosario, y afirma que según la constitución provincial los Municipios son
entidades autárquicas, con base territorial y con la competencia que le asignan las leyes
provinciales. Por tanto, no se estaría lesionando su autarquía.
Asimismo, cuestiona la interpretación de fallo Rivademar, y descarta que el Municipio se encuentre
imposibilitado de atender sus funciones como consecuencia del aporte cuestionado, dado el gran
comportamiento económico financiero del Municipio.
La CSJN, por voto mayoritario, rechaza la demanda de la actora, sosteniendo que si bien la
C.N; ordena a las Provincias establecer un régimen Municipal, no le establece un régimen
económico financiero a los Municipios, cuestión que queda en la órbita de sus facultades por los
arts. 104; 105; 106, de la C.N. Es decir, las facultades municipales surgen de las constituciones
y leyes provinciales.
Concluye, sosteniendo que la actora sólo invoco el peligro de subsistencia como Comuna, pero
no probó el gravamen en el caso concreto, cuestión insuficiente para declarar la
inconstitucionalidad de una norma.
El voto minoritario, se remite a la causa Rivademar, sosteniendo que las Municipalidades son
autónomas, y que el art. 5 de la C.N; determina que estén dotadas de atribuciones necesarias
para su cometido. De admitirse la injerencia Provincial, se violaría ésta norma.

AUTONOMIA MUNICIPAL ~ CONSTITUCION NACIONAL ~ CONSTITUCIONALIDAD ~ CONTROL


DE CONSTITUCIONALIDAD ~ EMPLEADO MUNICIPAL ~ EMPLEADO PUBLICO ~ ENTIDAD
AUTARQUICA ~ ESCALAFON ~ FEDERALISMO ~ GOBIERNO DE FACTO ~ MUNICIPALIDAD ~
NORMA DE FACTO ~ PROVINCIA ~ SUPREMACIA CONSTITUCIONAL
Tribunal: Corte Suprema de Justicia de la Nación(CS)
Fecha: 21/03/1989
Partes: Rivademar, Angela D. B. Martínez Galván de c. Municipalidad de Rosario

En 1978, A. Rivademar es contratada por la Municipalidad de Rosario como pianista profesional.


En 1983, A. Rivademar es incorporada a la planta permanente de empleados, por decreto Nº
1709 dictado conforme a lo dispuesto en el art. 133 del anexo 1 de la ley provincial de facto
Nº 9286 (Estatuto del Personal de Municipalidades de la Provincia de Santa Fe) por el cual se
le imponía al Municipio admitir en forma permanente al personal contratado por mas de tres (3)
meses.
En 1984, el intendente en base al decreto Nº 1737 (que anula el decreto Nº 1709, y por ende
el art. 133 de la ley provincial Nº 9286) y autoriza a revisar todas las incorporaciones; deja sin
efecto el nombramiento de A. Rivademar.
Rivademar, impugna el decreto Nº 1737 por considerarlo contrario al decreto Nº 1709 y a la ley
provincial Nº 9286.
Por su parte, la Municipalidad de Rosario afirma que la ley provincial Nº 9286, es
inconstitucional por violar los arts. 106 y 107 de la constitución provincial, al impedir a la
Municipalidad organizar a su personal; y que también viola el art. 5 de la CN; al asumir la
Provincia funciones que corresponden a los intereses de cada localidad, por lo que se
“desnaturaliza el régimen Municipal”, puesto que todo lo referido al estatuto y escalafón del
personal del Municipio, es facultad que pertenece a la Municipalidad y no a la Provincia.
La Corte Suprema de la Provincia de Santa Fe, dispone reincorporar a A. Rivademar, y anula la
decisión Municipal sosteniendo que la ley Nº 9286 era constitucional, toda vez, que la Provincia
podía regular el empleo público Municipal creando un régimen uniforme.
La Municipalidad de Rosario interpone recurso extraordinario.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, revoca la sentencia recurrida, dando razón y
respaldo al planteo de la Municipalidad de Rosario, dejando sin efectos la sentencia anterior, por
entender que UNA LEY PROVINCIAL NO PUEDE PRIVAR AL MUNICIPIO DE LAS
ATRIBUCIONES NECESARIAS PARA EL CUMPLIMIENTO DE SUS FINES, entre los que se
encuentra la facultad de designar y remover su personal.
Afirma, que LOS MUNICIPIOS SON ÓRGANOS DE GOBIERNO, CON LÍMITES TERRITORIALES
Y FUNCIONALES, Y NO MERAS DELEGACIONES ADMINISTRATIVAS que desnaturalizarían su
razón de ser, poniendo en riesgo su existencia.
Agrega, que son varios los CARACTERES DE LOS MUNICIPIOS QUE NO ESTÁN PRESENTES
EN LAS ENTIDADES AUTÁRQUICAS, entre ellos; su origen constitucional (por oposición a legal
de la entidades autárquicas) lo que impediría su supresión; su base sociológica (población) de
cual carecen los entes autárquicos ; la posibilidad de legislar localmente (las resoluciones de los
entes autárquicos son administrativas) comprendiendo en sus relosuciones a todos los habitantes
de su circunscripcion territorial; el carácter de persona de derecho público (art. 33 del C.C.) a
diferencia de los entes autárquicos que son contingentes; la posibilidad de que los Municipios
puedan crear entidades autárquicas, lo que obliga a reconocerlos como autónomos; y la elección
popular de sus autoridades, inconcebibles en las entidades autárquicas.

IMPUESTOS PROVINCIALES. INGRESOS BRUTOS. CONVENIO MULTILATERAL. TRANSPORTE


DE GAS. DISTRIBUCIÓN DE LA BASE IMPONIBLE
PARTE/S: Gasnor SA c/Provincia de Salta s/acción declarativa de certeza
TRIBUNAL: Corte Sup. Just. Nac.
FECHA: 15/09/2015
Sumario:
La cuestión radica en resolver si la compañía, licenciataria del servicio público de distribución de
gas, y que desarrolla su actividad económica en las Provincias de Salta, Santiago del Estero,
Jujuy y Tucumán -siendo, por ende, contribuyente del impuesto sobre los ingresos brutos sujeta
al régimen del Convenio Multilateral-, debe aplicar las pautas de su artículo 2 o bien del artículo
9 (como lo pretende la demandada).
Se resolvió hacer lugar a la demanda en virtud de que la compañía no vende pasajes ni realiza
los fletes previstos en el artículo 9 del Convenio Multilateral, sino una actividad consistente en
trasladar gas natural por la red de ductos de su concesión, indefectiblemente desde el punto en
que la “transportista” le hace entrega, hasta el lugar convenido con sus clientes, dentro del área
asignada. Ello involucra una actividad físicamente unidireccional con un único “origen” y sin
posibilidad de retorno a través del mismo recorrido, de forma tal que otra jurisdicción pueda, por
aplicación del mismo criterio en forma simétrica, compartir la base imponible.
En este orden se concluyó que corresponde aplicar el artículo 2 del Convenio Multilateral.

Vistos los autos: "Gasnor S.A. c/ Salta, Provincia de s/ acción declarativa de certeza", de los
que
Resulta: I) A fs. 143/171 vta. se presenta Gasnor S.A. y promueve ACCIÓN DECLARATIVA DE
CERTEZA contra la Provincia de Salta, a fin de que SE HAGA CESAR EL ESTADO DE
INCERTIDUMBRE que le genera la existencia de mandatos contrapuestos en cuanto a la manera
en que corresponde que distribuya la base imponible del impuesto sobre los ingresos brutos entre
las jurisdicciones en las cuales desarrolla su actividad, ya que la provincia demandada considera
que debe tributar conforme con el régimen especial del artículo 9° del Convenio Multilateral del
Impuesto a los Ingresos Brutos y el artículo 24 de la Resolución General 1/2007 de la Comisión
Arbitral del Convenio Multilateral que preven para las "Empresas de Transporte de Gas por
Gasoducto", por lo que atribuye el total de la base imponible a la jurisdicción de origen; o si
por el contrario, debe hacerlo según el régimen general del artículo 2° de ese pacto,
"distribuyendo la base imponible entre las distintas jurisdicciones donde desarrolla su actividad
(Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Jujuy)". Asimismo solicita se declare la improcedencia,
por ilegítima e inconstitucional, de la pretensión fiscal de la Dirección de Rentas de la Provincia
de Salta, ya que no es aplicable a su parte lo previsto en el citado artículo 9° del Convenio
Multilateral, porque no es una empresa de transporte (fs. 144).
II) A fs. 173/174 vta. DICTAMINA LA SEÑORA PROCURADORA FISCAL, y sobre la base de
esa opinión, a fs. 175 el Tribunal declara que la causa corresponde a la competencia originaria
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Asimismo, ordena la citación como terceros, en
los términos del artículo 94 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, de las Provincias
de Tucumán, Jujuy y Santiago del Estero. III) A fs. 185/191 la parte ACTORA AMPLÍA LA
DEMANDA y alega como hecho nuevo el dictado de la resolución general interpretativa 2/2008
de la Comisión Arbitral, de fecha 18 de marzo de 2008, que dispuso, a partir del período fiscal
2009, que el servicio de traslado de gas por gasoducto se encuentre comprendido en las
disposiciones del régimen general del Convenio Multilateral, y que se deban distribuir los ingresos
brutos totales de los contribuyentes que se dediquen a esa actividad conforme a lo normado por
el artículo 2° del Convenio Multilateral.
IV) A fs. 423/425 se presenta la Provincia de Tucumán y contesta su citación como tercero.
Sostiene que el artículo 9° del Convenio Multilateral es un régimen especial que no rige la
actividad objetiva del transporte, sino a las "empresas" cuya primordial actividad es el transporte
de pasajeros o de cargas. Añade que Gasnor S.A. obtuvo su licencia para la prestación del
servicio público de distribución de gas a través del decreto 2451/92, lo que demuestra que no
es una empresa de transporte y no se le puede aplicar el citado artículo 9°.
V) A fs. 431/446 se presenta la Provincia de Jujuy y contesta su citación.
Afirma que de acuerdo con las pautas de la ley 24.076 y de sus normas reglamentarias, Gasnor
S.A. no es "transportista" de gas sino una "distribuidora". Recuerda también que mediante el
decreto 2452/92 se otorgó a Distribuidora de Gas del Norte -actual Gasnor S .A.- la licencia
para la prestación del servicio público de distribución de gas natural por redes.
Aclara que, en el caso, si bien no le ha practicado una determinación de oficio a la actora, la
eventual repetición que esta pudiera intentar contra ella, en virtud de la corrección en la
distribución de la base imponible promovida por la Provincia de Salta, no le sería concedida
administrativamente ya que debe pagarle el gravamen de acuerdo con su actividad, que es la de
distribución de gas.
VI) A fs. 454/461 se presenta la Provincia de Santiago del Estero y responde la citación
cursada.
Sostiene que Gasnor S .A. no le vendió gas a Pluspetrol Energy S.A., sino que contrató con
Transportadora de Gas del Norte la carga de gas desde los yacimientos hasta el sistema de
distribución, y que luego lo trasladó por su red de distribución hasta el domicilio del consumidor.
Concluye -de manera coincidente a las Provincias de Tucumán y Jujuy- que el artículo 9° del
Convenio Multilateral se aplica subjetivamente para empresas de transporte y que Gasnor S.A. no
tiene tal condición.
Recuerda, por último, que la resolución general 56/95 de la Comisión Arbitral (posteriormente
artículo 24 de la resolución general 1/07), interpretó que el servicio de traslado de gas por
gasoductos era actividad de transporte, y que se debía aplicar a su respecto el artículo 9° del
Convenio Multilateral, pero sin ampliar su alcance a las empresas distribuidoras, las que deben
seguir dividiendo su base de acuerdo con el régimen general (fs. 458/458 vta.).
Durán, Salta) hasta el punto de entrega ubicado en la Progresiva km 599, percibiendo una
determinada contraprestación por cada metro cúbico (fs. 466 vta.).
Recuerda que el objeto de dichos contratos es la oferta irrevocable para la contratación del
servicio de transporte firme de gas y reproduce -a continuación- sus artículos 1° y 8º. Sostiene
además que se trata de un servicio de transporte de gas, más allá que no está habilitada para
ello de acuerdo con el artículo 11 de la ley 24.076.
Niega, por tanto, que la actora, en su carácter de "distribuidora", no pueda realizar actividad de
"transporte de gas". En este sentido, añade que de acuerdo con el artículo 17 del decreto
2255/92, anexo B, la distribuidora puede prestar a sus clientes el servicio de transporte,
contratando la capacidad necesaria a tal fin con la transportista, estando el cliente obligado a
aceptar todas las condiciones aplicables con relación a dicho servicio (fs. 467 y 471).
Rechaza que el artículo 9° del Convenio Multilateral tenga una aplicación meramente subjetiva
para empresas de transporte, sino que encuadra en él toda actividad que involucre el traslado de
personas o mercancías.
CONSIDERANDO:
1º) Que este juicio es de la competencia originaria de esta Corte (artículos 116 y 117 de la
Constitución Nacional) y se hallan reunidos los recaudos del artículo 322 del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, tal como lo puso de relieve la señora Procuradora Fiscal en el
apartado XI de su dictamen de fs. 577/582, a cuyas consideraciones corresponde remitir en
razón de brevedad.
2°) Que la cuestión en debate requiere determinar si Gasnor S.A., licenciataria del servicio
público de distribución de gas, y que desarrolla su actividad económica en las Provincias de
Salta, Santiago del Estero, Jujuy y Tucumán, siendo, por ende, contribuyente del impuesto sobre
los ingresos brutos sujeta al régimen del Convenio Multilateral, debe aplicar las pautas de su
artículo 2° a los fines de distribuir la base imponible, o si como lo pretende la demandada, con
relación a los ingresos provenientes de sus contratos suscriptos con la firma Pluspetrol Energy S.
.A. debe hacerlo conforme al régimen especial que el artículo 9° del citado convenio reserva para
las empresas de transporte, atribuyendo la totalidad de la base imponible a la jurisdicción de
origen (Provincia de Salta) (v. las copias obrantes a fs. 48/58, 59/69, 70/81, 82/90 y
91/99).
Cabe agregar que la Provincia de Salta sostiene -en base a los contratos que la actora firmó
con Pluspetrol Energy S.A.- que la obligación asumida por Gasnor S.A. consiste en la prestación
de servicio de transporte y entrega de gas, es decir, que no desarrolla como única actividad la
distribución de gas luego de su adquisición a los productores, sino que se extiende también al
transporte del producto, realizándolo de manera permanente y continua, responsabilizándose
directamente si el servicio no se presta (v. fs. 137 del expediente administrativo 294.171/04
acompañado). 3°) Que, en primer término, es dable recordar que este Tribunal sostuvo en el
precedente de FALLOS: 306:516 con relación a la CLÁUSULA DEL INCISO 13 DEL ARTÍCULO
75 DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL, que LOS IMPUESTOS PROVINCIALES AFECTAN EL
COMERCIO ENTRE LAS PROVINCIAS "CUANDO UNA LEY OPERA O PUEDE OPERAR
DESVIACIONES EN LAS CORRIENTES DE CONSUMO DE TAL O CUAL PRODUCTO DE UNA
PROVINCIA", POR CREAR DIFERENCIAS EN SU TRATAMIENTO "YA SEA LIBERANDO DE
GRAVAMEN AL PRODUCTO LOCAL O ESTABLECIENDO TASAS DIFERENTES SEGÚN SEA SU
ORIGEN". En esa oportunidad, también señaló que "no puede menoscabarse el derecho primario
de las provincias a formar el tesoro público con la contribución de su riqueza y cuya forma más
evidente es, sin duda, su población y su capacidad de consumo" y que "de la inequívoca
intención constitucional de eliminar los gravámenes discriminatorios infiérese la de preservar a las
actividades que se desenvuelven en dos o más jurisdicciones del riesgo de que puedan verse
sometidas a una múltiple imposición que las obstruya o encarezca, como resultado de aplicar
tributos semejantes sobre la misma porción de la base imponible, tornándolas por tanto
desventajosas con relación a otras similares desarrolladas dentro de cada provincia (considerandos
7° y 8°). 4°) Que ESTA CORTE HA CONSIDERADO AL CONVENIO MULTILATERAL, vigente
desde el 18 de agosto de 1977, COMO UN RÉGIMEN CONTRACTUAL ENTRE LOS ESTADOS
PROVINCIALES Y LA CIUDAD DE BUENOS AIRES CON ARREGLO AL CUAL SE DISTRIBUYE
LA BASE IMPONIBLE EN EL IMPUESTO SOBRE LOS INGRESOS BRUTOS entre las distintas
jurisdicciones (arg. Fallos: 329:59 y su cita). LA FINALIDAD DEL MENTADO CONVENIO, ha
dicho este Tribunal, CONSISTE EN EVITAR LA SUPERPOSICIÓN TRIBUTARIA RESPECTO DE
AQUELLOS CONTRIBUYENTES QUE EJERCEN ACTIVIDADES EN MÁS DE UNA JURISDICCIÓN
FISCAL, fijando una determinada esfera de imposición para cada una de estas (Fallos: 298:
392, considerando 6° y 329:5 que remitió al dictamen del señor Procurador Fiscal). 5°) Que
asimismo cabe destacar el IMPORTANTE ROL QUE CUMPLE EL CONVENIO MULTILATERAL
COMO HERRAMIENTA DE COORDINACIÓN FINANCIERA, norma a la que se refiere el artículo
9°, inciso b, ap. I, de la ley 23.548, que prescribe la obligación de las provincias que adhieran
al régimen de coparticipación vigente a suscribir y a respetar el citado Convenio (ver también el
dictamen de la señora Procuradora Fiscal de fs. 580 vta.). En este contexto, SE HAN
ARBITRADO DOS MECANISMOS DE COORDINACIÓN FINANCIERA INTERJURISDICCIONAL; UNO,
DE SENTIDO VERTICAL, ES EL DE COPARTICIPACIÓN FEDERAL, QUE VINCULA A LA
NACIÓN Y A LAS PROVINCIAS, PARA DISCIPLINAR EL EJERCICIO DE SUS RESPECTIVAS
ATRIBUCIONES, ESPECIALMENTE EN EL AMPLIO CAMPO EN EL CUAL SON CONCURRENTES
Y PARA EVITAR SUPERPOSICIONES IMPOSITIVAS. Y EL OTRO, DE SENTIDO HORIZONTAL,
ES EL CONVENIO MULTILATERAL PARA EVITAR QUE SUS RESPECTIVOS IMPUESTOS SOBRE
LOS INGRESOS BRUTOS, EN LOS CASOS DE ACTIVIDADES INTERJURISDICCIONALES,
GRAVEN MÁS DE UNA VEZ LA MISMA MATERIA IMPONIBLE.
6°) Que en el artículo 1°, primer párrafo, del Convenio Multilateral se estableció que: "Las
actividades a que se refiere el presente Convenio son aquellas que se ejercen por un mismo
contribuyente en una, varias o todas sus etapas en dos o más jurisdicciones, pero cuyos
ingresos brutos, por provenir de un proceso único, económicamente inseparable, deben atribuirse
conjuntamente a todas ellas...".
Como ya se dijo precedentemente, ES PRECISAMENTE MISIÓN DEL CITADO CONVENIO
"MEDIR" CUÁNTO DE LA ACTIVIDAD CORRESPONDE A CADA JURISDICCIÓN Y
"DISTRIBUIRLA" ENTRE ELLAS. Lo hace por intermedio de dos formas: el denominado régimen
general (artículos 2° a 5°), o por alguno de los llamados regímenes especiales (artículos 6° a
13).
15) Que las consideraciones precedentes son suficientes para resolver el caso y tornan
innecesario el tratamiento de los restantes argumentos expuestos por las partes.
Por ello, y concordemente con lo dictaminado por la señora Procuradora Fiscal, se decide: Hacer
lugar a la demanda seguida por Gasnor S.A. contra la Provincia de Salta y, en consecuencia,
declarar que corresponde aplicar en el sub lite la previsión contenida en el artículo 2° del
Convenio Multilateral. Con costas (artículo 68, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación).
Notifíquese, remítase copia de esta decisión a la Procuración General y, oportunamente, archívese.

ACTA DE FISCALIZACION ~ DEDUCCION IMPOSITIVA ~ DEDUCCION IMPOSITIVA NO


ADMITIDA ~ DETERMINACION DE OFICIO ~ DETERMINACION DEL TRIBUTO ~ FISCALIZACION
DE TRIBUTOS ~ IMPUESTO A LAS GANANCIAS ~ IMPUGNACION DE LA DETERMINACION
TRIBUTARIA ~ IMPUGNACION DEL GASTO ~ NULIDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO ~ OBRA
CIVIL ~ PROCEDENCIA DE LA DEMANDA ~ PROVEEDOR
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contenciosoadministrativo Federal, sala
III(CNFedContenciosoadministrativo)(SalaIII)
Fecha: 30/08/2016
Partes: Enrique Martin Rossi S.A. (TF 35321-I) c. Dirección General Impositiva s/ recurso
directo de organismo externo
Hechos:
El fisco nacional determinó de oficio el impuesto a las ganancias a una empresa dedicada a la
prestación de servicios de diagnóstico, al impugnar la deducción de gastos correspondientes a
compras y pagos por refacciones en dos de sus sedes. El Tribunal Fiscal de la Nación revocó la
resolución determinativa. La Cámara confirmó el pronunciamiento.
Sumarios:
1. La determinación de oficio del impuesto a las ganancias efectuada por el fisco a un
contribuyente, al impugnar la deducción de gastos correspondientes a refacciones, debe ser
revocada, pues la impugnación de los gastos de las obras civiles cuya ejecución no se encuentra
negada se basa en cuestiones que resulta factible reprochar a los proveedores, tales como la
inconsistencia en su domicilio fiscal, la falta de declaración de relaciones laborales o la
presentación de declaraciones juradas impositivas.

Texto Completo: 56540/2015


2ª Instancia.- Buenos Aires, agosto 30 de 2016.
Considerando: I. Que se inician las presentes actuaciones a raíz de la fiscalización practicada
sobre la documentación secuestrada en virtud de lo dispuesto por el juzgado nacional en lo penal
económico n° 3, en la causa n° 1831/00, “Vizzo Roberto y otros s/infracción ley 24.769”.
En el informe final de inspección el Fisco Nacional expuso que la firma Enrique Martín Rossi
S.A., cuya actividad principal es la prestación de servicios de diagnóstico, había deducido gastos
correspondientes a compras y pagos por refacciones de dos de sus sedes y que dos de sus
proveedores merecían ser observados: Furtano Construcciones S.A. y Fedein S.A. (cfr. fs.
94/98, el cuerpo I antecedentes de ganancias).
Como consecuencia, la Jefa Interina de la División Revisión y Recursos II de la Dirección
Regional Palermo mediante la resolución 216/2011, del 31 de agosto de 2011, determinó de
oficio el impuesto a las ganancias por el período fiscal 2005, deduciendo las sumas
correspondientes a retenciones y/o percepciones, y en concepto de anticipos, saldo a favor,
deuda reconocida y pago a cuenta sobre los débitos y créditos en cuenta bancaria, liquidando
intereses resarcitorios y aplicando una multa graduada en tres veces el impuesto a las ganancias
por dicho período fiscal evadido, de conformidad con lo dispuesto por los arts. 46 y 47, incs.
b) y d) de la ley de procedimiento tributario.
II. Que el Tribunal Fiscal de la Nación, por mayoría, revocó en todas sus partes la resolución
216/2011, imponiendo las costas a la AFIP-DGI.
Para así decidir consideró que el Fisco no desconoció que las obras de construcción y/o
refacción fueron realizadas y que los gastos han existido, como así también admitió que la actora
emitió sendos cheques a nombre de los proveedores observados y que fueron efectivamente
cobrados por estos. Luego de efectuar un pormenorizado repaso por la prueba informativa —
oficios librados a entidades financieras—, testimonial —el arquitecto de la obra y el gerente de la
firma—, coincidentes con las declaraciones prestadas en la causa penal, concluyó que el
organismo recaudador se basa en presunciones vinculadas con situaciones fácticas atribuidas a
terceros-proveedores— pero que por vía indirecta le han sido atribuidas a la recurrente, sin
considerar que las empresas proveedoras se encontraban inscriptas ante la AFIP y que la
circunstancia de que éstas no cumplan con su obligaciones tributarias no puede ser imputada a la
contribuyente, como así tampoco el hecho de que las empresas no pudieron ser halladas en los
respectivos domicilios denunciados ante el ente fiscal y/o consignados en las facturas, ni que no
presentaban declaraciones juradas. Añadió el tribunal que “tampoco resulta motivo suficiente para
impugnar el gasto el hecho de que los proveedores estuvieran incluidos en la base e-APOC del
organismo, puesto que, conforme surge de las constancias agregadas en las actuaciones
administrativas labradas por el Fisco (fs. 177 y 178 cpo de ganancias), ello ocurrió con
posterioridad a la fecha en que fueran emitidas las facturas observadas, lo que evidencia que aún
en el caso de que el apelante hubiera consultado la citada base antes de contratar los servicios
a fin de chequear tal información, hubiera obtenido como resultado que las firmas aquí
involucradas no presentaban las inconsistencias que el Fisco invoca.” También sustenta su
decisión en que el fisco no formuló observación alguna respecto del CUIT de los proveedores, ni
la actividad que registraron ante la AFIP, ni respecto del CAI o las imprentas que figuran en los
comprobantes observados. Por todo ello, reitera, la actora cumplió con todos los recaudos legales
exigidos siendo desacertada la impugnación del gasto en virtud de una supuesta falta de
capacidad operativa del proveedor que no figuraba en la base de facturas apócrifas al momento
de las operaciones.
III. Que la representación del Fisco Nacional argumenta en contra de lo decidido que el
organismo ha sustentado la determinación efectuada en que se detectaron comprobantes que no
cumplen con los requisitos legales para ser admitidos como gastos en el impuesto a las
ganancias. Nuevamente, sin desconocer la efectiva ejecución de las obras de refacción manifiesta
que la “prueba producida en sede del Tribunal Fiscal no logra revertir los cargos oportunamente
formulados” y que la “actora no ha aportado respaldo documental alguno que permita
mínimamente inferir la intervención de los mismo en alguna gestión con los proveedores
cuestionados, destacándose asimismo que les corresponden las generales de la ley”. A la vez
que reconoce que el proveedor había sido incluido en la base Apoc con posterioridad a la fecha
en que fueron emitidas las facturas, opina que “no resulta atinado el temperamento adoptado por
el a quo toda vez que para admitir el cómputo de un gasto, la recurrente debería haber probado
la autenticidad de la documentación y de las compras pactadas, todo ello en aras de establecer
la verdad material de los hechos”.
IV. Que el recurso de apelación de la AFIP-DGI no puede prosperar, toda vez que la totalidad
de los agravios se limitan a disentir con la valoración que, de los hechos y las pruebas
aportadas, hizo el tribunal administrativo, invocando dogmáticamente una supuesta causal de
arbitrariedad que no indica de qué modo quedaría configurada.
En este sentido, reiteradamente se ha dicho —con sustento en la norma legal citada— que la
valoración efectuada por el Tribunal Fiscal, por tratarse de una cuestión de hecho y prueba,
excede en la especie la jurisdicción de la alzada, atento la limitación con que ha sido previsto
por la ley el recurso que se intenta, y toda vez que del ejercicio por dicho organismo de sus
facultades propias de apreciar los hechos no surge que hubiera mediado un error o arbitrariedad
de magnitud suficiente para apartar la aplicación del mentado principio, es que cabe tener por
válidas las conclusiones a las que el a quo ha arribado respecto de los hechos de la causa
(Conf. Sala I in re: “Harrington Patricio” del 15/11/2005, “Resero SAIAC y F (TF 19.252-I)
c. DGI” del 17/03/2009, “Rabaj Rubén D. (TF 6745-I) c. DGI” del 16/06/2009; Sala IV in
re Banco de Italia y Río de la Plata S.A. del 24/09/1996 y “Sika Argentina S.A.”, Sala V in
re: “Devez, Manuel Rodolfo” del 13/02/2002 y “Del Buono Jorge” del 15/03/2007) a lo que
cabe agregar que el recurso de apelación no da acceso —salvo manifiesto error que en el caso
no se advierte— a una instancia ordinaria que haga posible un nuevo pronunciamiento sobre la
prueba que modifique la conclusión a la que el Tribunal Fiscal hubiese arribado al valorarla (Sala
V in re: “Rosales Salvador David (TF 15.309) c. DGI” del 08/02/1999; S.A. Molinos Fénix
c. DGI del 20/06/2006).
En el fallo recurrido el tribunal formó su propia convicción con sustento en un pormenorizado
análisis de los antecedentes administrativos y de la prueba producida en la anterior instancia, no
resultando por ello los agravios objetivamente demostrativos de un manifiesto error en la
apreciación específica de la actividad investigada, apareciendo las conclusiones del tribunal de la
especialidad dentro del margen de libertad que tienen los jueces para ponderar la prueba.
En ese orden de ideas, merece ser destacado que lo concretamente examinado por el Tribunal
Fiscal consiste en que: 1) el Banco Galicia y Buenos Aires aportó dos cheques librados por
Enrique Martín Rossi S.A. cuyo pago se dirigía a Fedein S.A. y otro cheque a Furtano
Construcciones S.A., ambos cobrados; 2) el arquitecto de las refacciones, M. R., corroboró que
Furtano Construcciones S.A. prestó servicios de albañilería y hormigón en la obra principal,
mientras que en la otra obra de la Av. Corrientes, de menor importancia, contrató al Sr. Nicolás
Vedia como albañil, y que al requerírsele facturación de sus tareas presentó las facturas de la
firma Fedein S.A. Cabe destacar que además fue ponderado que ambos testimonios coinciden con
las declaraciones testimoniales prestadas en la causa penal aludida, la cual por lo demás culminó
por falta de mérito.
V. Que debe recordarse que de acuerdo a la Ley de Procedimiento Tributario “Para determinar la
verdadera naturaleza del hecho imponible se atenderá a los actos, situaciones y relaciones
económicas que efectivamente realicen, persigan o establezcan los contribuyentes. Cuando éstos
sometan esos actos, situaciones o relaciones a formas o estructuras jurídicas que no sean
manifiestamente las que el derecho privado ofrezca o autorice para configurar adecuadamente la
cabal intención económica y efectiva de los contribuyentes se prescindirá en la consideración del
hecho imponible real, de las formas y estructuras jurídicas inadecuadas, y se considerará la
situación económica real como encuadrada en las formas o estructuras que el derecho privado les
aplicaría con independencia de las escogidas por los contribuyentes o les permitiría aplicar como
las más adecuadas a la intención real de los mismos.” (art. 2°, ley 11.683 t.o. 1998 y sus
modif.).
El principio de realidad económica, consagrado en la norma anteriormente transcripta, constituye un
elemento jurídico de captación de la verdadera entidad sustantiva del hecho imponible, pero de
manera alguna importa consagrar institutos que funcionen unilateralmente a favor exclusivo de uno
de los sujetos de la relación tributaria, ya que de lo que se trata es de la necesaria prevalencia
de la razón del derecho sobre el ritualismo jurídico formal, sustitutivo de la sustancia que define
a la justicia, aprehendiendo la verdad jurídica objetiva, sea ésta favorable al fisco o al
contribuyente (C.S. Fallos: 307:118, consid. 12 y sus citas; Dino Jarach, “El Hecho Imponible”,
Ed. Jurisprudencia Argentina, 1943, pág. 127; esta Sala in re “Christensen Roder Argentina S.A.
c. E.N. - M° Economía —AFIP— Ley 24.073— Dto. 214/2002 s/ Proceso de Conocimiento”,
del 26/09/2008).
En su consecuencia, teniendo en cuenta que la impugnación de los gastos de las obras civiles
cuya ejecución no se encuentra negada, se basa en cuestiones que, a todo evento, resultaría
factible reprochar a ambos proveedores —tales como la inconsistencia en su domicilio fiscal
apuntada, o la falta de declaración de relaciones laborales o de presentación de declaraciones
juradas impositivas—, corresponde mantener lo decidido, por mayoría, por el Tribunal Fiscal de la
Nación.
Por lo expuesto, se resuelve: desestimar los agravios de la parte demandada y en su
consecuencia, confirmar la sentencia de fs. 393/398; con costas (art. 68, primer párrafo del
código).

PARTE/S: Administración Federal de Ingresos Públicos c/Intercorp SRL s/ejecución fiscal


TRIBUNAL: Corte Sup. Just. Nac.
FECHA: 15/06/2010

Doctrina de Corte en el fallo "Intercorp SRL s/Ejecución Fiscal"


El voto mayoritario del alto tribunal en la causa "Administración Federal de Ingresos Públicos c.
Intercorp SRL s/Ejecución Fiscal"(57) del 15 de junio de 2010 dejó sentado que el régimen
establecido en el art. 92 de la ley 11.683 —que otorga a los funcionarios del organismo
recaudador la potestad de disponer y trabar unilateralmente medidas cautelares— no se adecua a
los principios y garantías constitucionales de la división de poderes, la defensa en juicio y la
propiedad, es inconstitucional.
Así, ha expresado que el párrafo analizado violenta la división de poderes, por lo que no cabe
sino concluir que el art. 92 ley 11.683 contiene una inadmisible delegación, en cabeza del Fisco
Nacional, de atribuciones que hacen a la esencia de la función judicial. En cuanto al rol del
magistrado, el alto tribunal expresa que pasa a ser un mero espectador, siendo simplemente
"informado" de las medidas que una de las partes adopta sobre el patrimonio de su contraria.
Además, señala que norma colisiona con lo establecido por el art. 109 de la Constitución
Nacional, que dispone "En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones
judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas".
Luego, en el considerando 12, la Corte Suprema refiere a la garantía de la defensa en juicio y
a la tutela judicial efectiva, dejando sentado que el párrafo analizado del art. 92 desconoce los
más elementales fundamentos del principio de la tutela judicial efectiva y de la defensa en juicio
consagrados tanto en el art. 18 CN como en los pactos internacionales incorporados con tal
jerarquía en el inc. 22 de su art. 75, afirmando que la concurrencia de los requisitos específicos
para la procedencia de las medidas cautelares como la evaluación de su proporcionalidad de
acuerdo a las circunstancias fácticas de la causa no son realizadas por un tercero imparcial sino
por la propia acreedora, que no tiene obligación de aguardar la conformidad del juez para
avanzar sobre el patrimonio del deudor.

Por último, en relación con el derecho de propiedad, sobre la base del art. 17 de la Carta
Magna, indica que la propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado
de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley y que no resulta óbice a ello el hecho que
lo puesto en tela de juicio sea la potestad de disponer unilateralmente medidas cautelares, pues
ellas, cualquiera sea su naturaleza, afectan concretamente el derecho de propiedad del individuo,
ya que si bien no importan —en principio— una ablación de su patrimonio, su función es,
precisamente, limitar de manera efectiva otros atributos no menos importantes de ese derecho,
cuales son los de usar y disponer de él, con función de garantía.
Sobre tales premisas —concluye que el régimen establecido en el art. 92ley 11.683 en cuanto
otorga a los funcionarios del organismo recaudador la potestad de disponer y trabar unilateralmente
medidas cautelares—, en la medida en que no se adecua a los principios y garantías
constitucionales de la división de poderes, la defensa en juicio y la propiedad, es inconstitucional.
Conclusión: "no sólo violenta el principio constitucional de división de poderes, sino que además
desconoce los más elementales fundamentos del principio de tutela judicial efectiva y de la
defensa en juicio, consagrados tanto en el art. 18 del CN como en los Pactos Internacionales
incorporados con tal jerarquía en el inc. 22 de su art. 75", agregando luego el alto cuerpo que
"las disposiciones del art. 92 tampoco superan el test de constitucionalidad en su confrontación
con el art. 17 de la Norma Suprema, en cuanto en él se establece que la propiedad es
inviolable y ningún habitante puede ser privado de ella sino en virtud de una sentencia fundada
en ley".
Caducidad de instancia
Traemos a colación la doctrina de Corte en la citada causa "Intercorp SRL", donde con gran
acierto considera "Que no resulta admisible que a la hora de establecer procedimientos destinados
a garantizar la normal y expedita percepción de la renta pública se recurra a instrumentos que
quebrantan el orden constitucional. Es que la mera conveniencia de un mecanismo para conseguir
un objetivo de gobierno por más loable que este sea, en forma alguna justifica la violación de
las garantías y derechos consagrados en el texto constitucional (consid. 15).

Sobre la norma legal que resultaba violatoria del bloque de constitucionalidad federal, integrado
por la Constitución Nacional y los Tratados de Derechos Humanos
Párr. 15 del art. 92 de la ley 11.683, evidenciaba uno de los aspectos más controvertidos en la
aplicación de las desmedidas facultades asignadas al agente judicial, que claramente importan una
intromisión del Poder Ejecutivo en el ámbito del poder Judicial. La Carta Magna, amén de
establecer como base de la República el principio de división de poderes, consagra en su art. 17
la garantía del derecho de propiedad, al disponer que "...ningún habitante de la Nación puede
ser privada de ella, sino en virtud de una sentencia fundada en ley".
A varios años del fallo de Corte "Intercorp SRL", la enmienda parlamentaria subsana esta
aberración jurídica, dejando sentado que una vez vencido el plazo sin que se hayan opuesto
excepciones, procederá el dictado de la sentencia, dejando expedita la vía de ejecución del
crédito reclamado, sus intereses y costas.

INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS PODERES DEL AGENTE FISCAL


Una de las consecuencias derivadas de la "separación de poderes" o "distribución" de los
poderes, principio fundamental de nuestra estructura política y organización jurídica (arts. 1º y
afines de la CN), es que corresponde a los tribunales de justicia conocer y decidir las causas
que lleguen a sus estrados y hacer cumplir sus decisiones, según las reglas y excepciones que
prescriba el Congreso.
Si bien se ha admitido que, en pos de adecuar el citado principio a las necesidades de la vida
cotidiana, en ciertas oportunidades y bajo estrictas condiciones el Poder Ejecutivo u organismos de
la administración realicen funciones jurisdiccionales, ello ha sido bajo la condición de que tal
ejercicio no implique un total desposeimiento de atribuciones en perjuicio del Poder Judicial, pues
lo contrario implicaría autorizar la supresión o, cuanto menos, la omisión del principio de división
de poderes, sin cuya vigencia la forma republicana de gobierno queda sin base que la sustente
y, en consecuencia, las funciones estatales resultan potencialmente desquiciadas con el
consiguiente desamparo de las libertades humanas (confr. Fallos 247:646 "Fernández Arias").

La disposición constitucional que niega al Presidente de la República el ejercicio de funciones


judiciales o el derecho de conocer en causas pendientes o de restablecer las fenecidas responde
al propósito de poner a cubierto a los habitantes de los abusos del gobierno y al de marcar la
línea divisoria de los tres poderes que lo integran (Fallos 149: 175).
En su actual redacción, el art. 92de la ley 11.683 contiene una inadmisible delegación, en
cabeza del Fisco Nacional, de atribuciones que hacen a la esencia de la función judicial. El
esquema diseñado al permitir que el agente fiscal pueda, por sí y sin necesidad de esperar
siquiera la conformidad del juez, disponer embargos, inhibiciones o cualquier otra medida sobre
bienes y cuentas del deudor, ha introducido una sustancial modificación del rol del magistrado en
el proceso, quien pasa a ser un mero espectador que simplemente es "informado" de las
medidas que una de las partes adopta sobre el patrimonio de su contraria. Tan subsidiario es el
papel que la norma asigna al juez en el proceso que prevé que, para el supuesto de que el
deudor no oponga excepciones, sólo deberá limitarse a otorgar una mera constancia de tal
circunstancia para que la vía de ejecución del crédito quede expedita (art. 92, párr. 16).
Las disposiciones del art. 92 tampoco superan el test de constitucionalidad en su confrontación
con el art. 17 de la Norma Suprema en cuanto en él se establece que la propiedad es
inviolable y ningún habitante puede ser privado de ella sino es en virtud de una sentencia
fundada en ley.
No resulta admisible que a la hora de establecer procedimientos destinados a garantizar la normal
y expedita percepción de la renta pública se recurra a instrumentos que quebrantan el orden
constitucional. Es que la mera conveniencia de un mecanismo para conseguir un objetivo de
gobierno —por más loable que éste sea— en forma alguna justifica la violación de las garantías
y derechos consagrados en el texto constitucional.
Que, en consecuencia, el régimen establecido en el art. 92 de la ley 11.683 —en cuanto otorga
a los funcionarios del organismo recaudador la potestad de disponer y trabar unilateralmente
medidas cautelares—, en la medida en que no se adecua a los principios y garantías
constitucionales de la división de poderes, la defensa en juicio y la propiedad, es inconstitucional.
Decisiones como la presente pueden repercutir en una eventual afectación de la percepción de la
renta pública, por ello el Tribunal establecerá las pautas claras y concretas acerca de la manera
en que los efectos de su pronunciamiento operarán en el tiempo. Resulta así necesario admitir la
validez de las medidas cautelares que, al amparo de las disposiciones del art. 92 de la ley
11.683, los funcionarios del Fisco Nacional hayan dispuesto y trabado hasta el presente, sin
perjuicio de que los jueces de la causa revisen en cada caso su regularidad y procedencia en
orden a los demás recaudos exigibles.

En cambio, no habría justificación alguna para dejar subsistentes medidas precautorias dispuestas
por los funcionarios de la AFIP con posterioridad a la presente sentencia puesto que a partir de
que esta Corte se pronuncia declarando el vicio constitucional que afecta el procedimiento previsto
por la citada norma, nada obsta a que las medidas cautelares que el organismo recaudador
considere necesario adoptar en lo sucesivo, sean requeridas al juez competente para entender en
el proceso ejecutivo, y que sea tal magistrado quien adopte la decisión que corresponda.
Atento a ello se resolvió declarar la inconstitucionalidad del inc. 5º del art. 18 de la ley 25.239,
sustitutivo del art. 92 de la ley 11.683 con los alcances indicados en la presente.

CONSTITUCION NACIONAL ~ COPARTICIPACION FEDERAL DE IMPUESTOS ~ DOBLE


IMPOSICION ~ HECHO IMPONIBLE ~ IMPUESTO ~ RECURSO EXTRAORDINARIO ~ SUJETO
PASIVO DE LA RELACION TRIBUTARIA ~ TASA MUNICIPAL ~ TASA RETRIBUTIVA DE
SERVICIOS ~ TASAS ~ NATURALEZA JCA ~ IMPROCEDENCIA DEL RECLAMO POR
AUSENCIA DE PRESTACIÓN DE SERVICIO ~
Citas Legales: leyes nacionales 48 (Adla, 1852-1880, 364); 23.548 (Adla, XLVIII-A, 53)
Tribunal: Corte Suprema de Justicia de la Nación(CS)
Fecha: 23/06/2009
Partes: Laboratorios Raffo S.A. c. Municipalidad de Córdoba
Hechos:
El Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba rechazó el recurso de casación
incoado por un laboratorio y, en consecuencia, confirmó la sentencia de la instancia anterior, que
había ratificado la legitimidad de la "Contribución que incide sobre el Comercio, la Industria y las
Empresas de Servicios" exigida por la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba por los períodos
enero de 1995 a abril de 2000. Disconforme, la accionante interpuso el recurso extraordinario
federal que, denegado, motivó la queja. A tal efecto, subraya que la contribución es
inconstitucional, tanto si se la considera una tasa como si se la analiza como un impuesto.
Respecto del primer supuesto, sostiene que no podría exigirse a aquellos contribuyentes que
carecen de presencia física en el ejido municipal, como ocurre en su caso. En cuanto a si el
mentado tributo es visto como impuesto, resultaría contrario al régimen de coparticipación federal y
el "Pacto Fiscal para el Empleo, la Producción y el Crecimiento". La Corte Suprema de Justicia
de la Nación declaró procedente el recurso y revocó la sentencia apelada.
Sumarios:
1. Corresponde revocar la sentencia que confirmó la legitimidad de la "Contribución que incide
sobre el Comercio, la Industria y las Empresas de Servicios" exigida por la Municipalidad de la
Ciudad de Córdoba a un laboratorio —que carece de local, depósito o establecimiento en ese
territorio—, pues, definida su naturaleza de tasa, la postura municipal para fundar su pretensión
tributaria —"que el tributo se refiere a una serie de servicios que no deben considerarse en
forma aislada sino conjuntamente y cuyo objetivo es que las actividades lucrativas lo sean en
forma ordenada, pacífica, segura y con mutuo respeto a los derechos de cada uno"— es
contraria a un requisito fundamental respecto de éstas, como es que a su cobro debe
corresponder siempre la concreta, efectiva e individualizada prestación de un servicio referido a
algo no menos individualizado (bien o acto) del contribuyente. (Del dictamen de la Procuradora
Fiscal que la Corte hace suyo. La doctora Argibay formula como excepción la cita del precedente
"Mexicana de Aviación" de 26 de agosto de 2008)
2. La "Contribución que incide sobre el Comercio, la Industria y las Empresas de Servicios"
(CCIES) —art. 167 del Código Tributario de la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba— no
puede calificarse como impuesto, pues el legislador local diseñó el presupuesto de hecho adoptado
para hacer nacer la obligación de pago tomando en cuenta la prestación a los particulares de
ciertos servicios comprendidos en una serie de actividades estatales que allí enumera, de forma
no taxativa, y la mención de las actividades gravadas, seguida de los términos "en virtud de los
servicios municipales" no puede ser entendida como una redacción descuidada o desafortunada del
legislador, sino que la sucesión entre ambos indica que la intención fue retribuir estos servicios
mediante esa contribución, exhibiendo así la vinculación directa entre hecho imponible —desarrollo
de una actividad estatal que atañe al obligado— y una obligación tributaria extraña a la especie
impositiva.

La Corte Sup., por remisión al dictamen de la Procuradora Fiscal, declaró la ilegitimidad de la


"Contribución que incide sobre el Comercio, la Industria y las Empresas de Servicios", que se
reclamó a una empresa que contaba con un agente de propaganda médica que se desempeñaba
en relación de dependencia, cuyo domicilio particular estaba ubicado en la ciudad de Córdoba. La
recurrente vendió sus productos en esa ciudad, para lo cual había encargado la distribución a
una tercera empresa, pero carecía de local, depósito o establecimiento de cualquier tipo en el
territorio del municipio. Para ello se rechazó el carácter de tasa con relación a un tributo que,
según el municipio, se refería "a una serie de servicios que no deben considerarse en forma
aislada sino conjuntamente, y cuyo objetivo es que las actividades lucrativas ejecutadas en su
ejido, lo sean en forma ordenada, pacífica, segura y con mutuo respeto de los derechos de cada
uno. Esto se hace, ya sea controlando el buen estado de los edificios; coordinando el transporte;
ordenando el tránsito y regulando el estacionamiento; denominando, numerando y asignando
sentido a las calles y, en general, organizando las reglas básicas para la promoción, ejercicio y
progreso de las actividades comerciales, industriales y de servicios que se desarrollan en la
ciudad, entre ellas, las cumplidas por el impugnante" (2009, "Recurso de hecho deducido por la
actora en la causa Laboratorios Raffo SA v. Municipalidad de Córdoba", Fallos 332:1503). De
ello se infiere la necesidad de un asentamiento físico (p.ej., local) en la jurisdicción de que se
trate para que ésta pueda percibir la tasa.
Esta postura municipal se evidencia contraria a todas luces a un requisito fundamental respecto de
las tasas, reiteradamente exigido por una extensa y constante jurisprudencia del Tribunal, como es
que al cobro de dicho tributo debe corresponder siempre la concreta, efectiva e individualizada
prestación de un servicio referido a algo no menos individualizado (bien o acto) del
contribuyente.
Aplicada dicha doctrina a las constancias de autos, queda en evidencia que la pretensión fiscal
de la demandada carece de todo sustento. Por este motivo, es ilegítimo el cobro de la gabela.
DIFERENCIA CON LOS IMPUESTOS
Se ha definido a la tasa "como una categoría tributaria derivada del poder de imperio del
Estado, que si bien posee una estructura jurídica análoga al impuesto, se diferencia de éste por
el presupuesto de hecho adoptado por la ley, que consiste en el desarrollo de una actividad
estatal que atañe al obligado y que, por ello, desde el momento en que el Estado organiza el
servicio y lo pone a disposición del particular, éste no puede rehusar su pago aun cuando no
haga uso de aquél, o no tenga interés en él, ya que el servicio tiene en mira el interés
general.
Con la guía certera de esta consolidada jurisprudencia, resulta prístino que la diferencia entre tasa
e impuesto queda indubitablemente determinada por la existencia o no -en sus respectivos
presupuestos de hecho- del desarrollo de una actividad estatal que atañe al obligado.
Por ende, los diferentes modos bajo los cuales los contribuyentes desempeñen sus actividades no
causan mutación en la naturaleza jurídica del tributo, establecida por el legislador en ejercicio de
sus facultades constitucionales propias y exclusivas (arg. arts. 42, 52, 17, 52, 75 -incs. 12 y
22-, 99 -inc. 32- y 121 de la Carta Magna).
Cabe destacar que esta distinción entre especies tributarias no es meramente académica, sino que
además desempeña un rol esencial en la coordinación de potestades tributarias entre los diferentes
niveles de gobierno, a poco que se advierta que el art. 9, inc. b), de la citada ley 23.548
excluye a las tasas retributivas de servicios efectivamente prestados de la prohibición de aplicar
gravámenes locales análogos a los nacionales distribuidos.”

PRINCIPIO DE PERSONALIDAD DE LA PENA O DE CULPABILIDAD


PARTE/S: Parafina del Plata SACI s/recurso de apelación - impuesto a los réditos (multa)
TRIBUNAL: Corte Suprema de Justicia de la Nación (C.S.J.N.)
FECHA: 02/09/1968

Nuestro más Alto Tribunal, receptando la Teoría Penalista del ilícito tributario, ha sentenciado en
importantes causas —hoy consideradas leading case—, que estimamos de mención obligatoria.
Veamos: a) "Parafina del Plata": CS, 2/9/1968
Constituyó un verdadero leading case en cuanto al reconocimiento de la necesaria presencia del
elemento subjetivo para la configuración de la defraudación fiscal; destacamos el considerando en
el que se expresaba: "La mera comprobación de la situación objetiva en que se halle el infractor
no basta para configurar el delito, ya que las normas punitivas de la ley 11.683 consagran el
principio de la personalidad de la pena, que responde en esencia al concepto fundamental de
que solo puede ser reprimido quien sea culpable, es decir aquel a quien la acción punible puede
serle atribuida tanto objetiva como subjetivamente" .
Autos Parafina del Plata (CS 2/9/1968) en su consid. 5º sentenciaba "5) Que, en forma
coincidente, el art. 46 de la ley se refiere "a la intención de defraudar al Fisco". Y el art. 51
dispone que las sanciones previstas en los arts. 43, 44 y 45 no serán de aplicación en los
casos en que ocurra el fallecimiento del infractor, aun cuando la resolución respectiva haya
quedado firme y pasada en autoridad de cosa juzgada; con lo que se consagra el criterio de la
personalidad de la pena que, en su esencia, responde al principio fundamental de que sólo
puede ser reprimido quien sea culpable, es decir, aquel a quien la acción punible le pueda ser
atribuida tanto objetiva como subjetivamente" .
Los ilícitos tributarios, ya sean formales o materiales necesitan, para su configuración, la presencia
de dos elementos —objetivo y subjetivo—, reconociendo, como eximentes de responsabilidad, el
error de hecho y de derecho, el caso fortuito o la fuerza mayor, así como también, las
incapacidades —previstas expresamente en el art. 54 de la Ley de Rito Fiscal—, resultando todo
ello oponible para eliminar su configuración.
Va de suyo, que todos los ilícitos contenidos en la ley 11.683 son de naturaleza penal, por
ende rige respecto de ellos el principio de personalidad de la pena , según el cual sólo puede
ser punido quien sea culpable, es decir aquel que realice una acción punible (por comisión u
omisión) que pueda serle atribuida tanto objetiva como subjetivamente (cfr. "Parafina del Plata",
CS, 2/9/1968)
En los ilícitos que se mencionan en el texto del artículo sub examen, y dado su carácter formal,
es decir que dañan el bien jurídico tutelado "deberes de colaboración para con la Administración
Tributaria", el elemento subjetivo requerido es la culpa, representada por la negligencia o impericia
en la conducta del obligado.

CUENTA CORRIENTE BANCARIA ~ DEFENSA EN JUICIO ~ DETERMINACION DE OFICIO ~


DETERMINACION DEL IMPUESTO ~ DETERMINACION SOBRE BASE PRESUNTA ~
PRESUNCION ~ PROCEDIMIENTO TRIBUTARIO ~ PRUEBA
Tribunal: Tribunal Fiscal de la Nación, sala C(TFiscal)(SalaC)
Fecha: 03/03/2011
Partes: Musso, Elida Angela
Hechos:
El Fisco determinó IVA y Ganancias a un contribuyente al constatar diferencias entre las sumas
depositadas en las cuentas de aquél y las ventas totales declaradas. El Tribunal Fiscal revocó el
ajuste.
Sumarios:
1. Debe revocarse la determinación del impuesto al Valor Agregado y a las Ganancias efectuado
por el Fisco al detectar diferencias entre las sumas depositadas en las cuentas del contribuyente
y las ventas totales declaradas, pues el organismo se aferró únicamente al indicio de las cuentas
sin dotarlo, a su vez, de otros elementos probatorios complementarios que permitan robustecer el
empleo legítimo y la razonabilidad de sus conclusiones
2. Cuando la restricción del derecho de defensa en juicio ocurre en un procedimiento que se
sustancia en sede administrativa, la efectiva violación del Artículo 18 de la Constitución Nacional
no se produce en tanto exista la posibilidad de subsanarse esa restricción en un etapa
jurisdiccional posterior, porque se satisface la exigencia de dicha garantía ofreciendo la posibilidad
de recurrir ante un organismo jurisdiccional en procura de justicia.

Texto Completo: Buenos Aires, marzo 3 de 2011


La doctora Adorno dijo:
I. Que a fs. 37/46 se interpone recurso de apelación contra las resoluciones de fecha 10 de
diciembre de 2004, dictadas por la Jefa de la División Revisión y Recursos —Dirección Regional
Sur— de la AFIP-Dirección General Impositiva. Por la primera de ellas, se le determina a la
recurrente el Impuesto a las Ganancias correspondiente al período fiscal 1999, con más intereses
resarcitorios. Asimismo, se le aplica una sanción por defraudación graduada en tres veces el
impuesto supuestamente evadido (cfr. art. 46, ley 11.683). Por la segunda, se determina el IVA
correspondiente a los períodos fiscales abril de 1990 a noviembre de 1999, con más intereses
resarcitorios, difiriéndose la aplicación de la sanción con lo dispuesto por el art. 20 de la ley
24.769.
La actora interpone como de previo y especial pronunciamiento la excepción de nulidad, en tanto
se rechazó un pedido de nulidad de la contestación de las vistas cursadas, como así también se
denegó la realización de la prueba pericial ofrecida por la contribuyente, haciéndole perder una
instancia administrativa dentro del proceso.
En este sentido, destaca que notificó fehacientemente cambio de domicilio en el curso y en las
mismas actuaciones administrativas, esto es, estando en pleno trámite la verificación ordenada, sin
embargo, aduce que a pesar de ello, los funcionarios actuantes siguieron notificando y requiriendo
a la contribuyente al domicilio anterior. Solamente una vez concluida la verificación, los
funcionarios actuantes —advertidos de la existencia de este cambio de domicilio— notificaron en
forma tardía la vista del procedimiento de determinación de oficio.
Señala que esta circunstancia ha violado todas las normas de procedimiento relativas a la
constitución y denuncia de domicilios en la tramitación del proceso administrativo y de la necesaria
intervención del contribuyente en los mismos previo al dictado de la vista que se cursa en estas
actuaciones, por lo tanto —a su juicio— corresponde declarar la nulidad de todo lo actuado a
partir de la presentación de dicha nota de cambio de domicilio de fecha 6 de marzo de 2001,
procediéndose a ordenar nuevamente la realización de la totalidad de las actuaciones
administrativas.
Asimismo, entiende que la nulidad se justifica en el rechazo de la realización de la prueba
pericial que solicitara impidiéndole ejercer el derecho de defensa en juicio y haciéndole perder una
instancia administrativa dentro del proceso, con el consecuente agravio.
También afirma que en el caso, se ha incumplido lo dispuesto por el art. 18 de la ley 24.769,
en tanto establece que la denuncia penal se realizará recién luego de haberse dictado la
determinación de oficio de la deuda tributaria, por lo que el procedimiento de determinación de
oficio, resulta nulo por violación de la defensa en juicio del contribuyente.
Señala que la gravedad de la cuestión radica en que la pericia solicitada venía a traer la única
solución posible a aquella tramitación incorrecta realizada sin la presencia y defensa del
contribuyente, dado que estaba dirigida a contestar el único hecho del cual emanaba la
determinación de la obligación tributaria, o sea el movimiento y la depuración de la cuenta
corriente de la contribuyente, único elemento indiciario que sirvió de base para la determinación
practicada.
Puntualiza que mal notificada dentro del proceso de verificación y denegada la prueba pericial
dentro del proceso de determinación de oficio ha quedado absolutamente violado su derecho de
defensa en juicio, obligándola a acudir en forma innecesaria ante este Tribunal Fiscal y además a
soportar un proceso penal.
Con relación al fondo de la causa, afirma que la contribuyente es un ama de casa que no tiene
responsabilidad alguna en el manejo del comercio de carnicería que es operado por miembros de
su familia, que la o las cuentas corrientes que se han tomado en consideración para el cálculo
de los impuestos omitidos no tiene el único uso de operar con el comercio de la carnicería —
como se probará— y el Comercio de la Carnicería es un pequeño establecimiento comercial que
sólo genera recursos para una familia de clase media y que en modo alguno maneja o
comercializa los elevados montos a los que ha arribado la inspección, aspecto este que también
dice que acreditará.
Relata los puntos de pericia propuestos en sede administrativa como así también lo afirmado por
el ente fiscal en las resoluciones apeladas a los fines del rechazo de las mismas.
Hace reserva del art. 1103 del Código Civil en tanto establece que después de la absolución del
acusado, no se podrá tampoco alegar en el juicio civil la existencia del hecho principal sobre el
cual, hubiese recaído la absolución. Ello en atención a la denuncia penal que se presentará en
su contra con relación a la aplicación de la sanción por violación al art. 46 de la ley de rito.
Finalmente, solicita que se revoquen las resoluciones apeladas, con costas.
II. Que a fs. 54/66 la representación fiscal contesta el traslado del recurso, solicitando por los
argumentos de hecho y de derecho que expone: que se confirmen los actos apelados, con
costas.
III. A fs. 78 se elevan los autos a consideración de la Sala C y se ponen los mismos a
sentencia.
IV. Que procede en principio tratar la excepción de nulidad articulada como de previo y especial
pronunciamiento relativa al procedimiento seguido por la "AFIP-DGI" a los fines de determinar los
gravámenes de autos y al rechazo de la prueba pericial contable ofrecida en sede administrativa.
Que en noviembre de 1990 y en junio de 2000 se le inician a la recurrente senda
fiscalizaciones, actos que fueron notificados al domicilio de la calle 29 de Setiembre 1996, Lanús,
Provincia de Buenos Aires (v. fs. 3/3vta. y 2/4. ant. adm.), que fuera oportunamente
declarado por la contribuyente como fiscal y que surgía de la base del ente recaudador.
Que luego de efectuados varios requerimiento la recurrente presenta con fecha 6 de marzo de
2001 nota ante la Región Sur de la AFIP-DGI por la cual informa el cambio de domicilio a la
calle Gral. Guido 1064, dto. A, Lanús Este (v. fs. 1 del cuerpo de los ant. adm. denominado
"Cambio de Domicilio").
Que tal como surge de fs. 3 de dicho cuerpo, el 19 de marzo de 2001 el inspector actuante,
pone en conocimiento que si bien la contribuyente presentó nota informando el cambió de
domicilio mentado, aclara que al consultarse la Base de Datos Fisco, con fecha 15/3/01, figura
el domicilio de la calle 29 de Septiembre 1996 de Lanús, al que se venían efectuando las
notificaciones.
Que tal como se desprende de las actuaciones administrativas y de las resoluciones apeladas en
autos, toda, las actuaciones que se llevaron a cabo en sede administrativa durante la
fiscalización, incluida la vista previa antes de dar comienzo al procedimiento de determinación de
oficio que fuera contestada por la recurrente (v. fs. 213, ant. adm.), fueron notificadas con
anterioridad al cambio de domicilio efectuado por la recurrente, esto es, con anterioridad al 6 de
marzo de 2001.
Que el agravio de la actora carece de todo sustento a poco que se advierta que el accionar del
ente fiscal ha sido ajustado a derecho, ya que tanto los corrimientos de vistas (efectuadas con
fecha 3/7/04), como las resoluciones determinativas de oficio que en este expediente se
apelan, fueron notificados no sólo al domicilio Fiscal que surgía de las bases de datos del ente
fiscal, sino además al declarado en la nota por la contribuyente como domicilio alternativo.
Que con relación a que se violó su derecho de defensa al denegarse la prueba pericial contable
ofrecida, la misma que expresamente rechazada por el ente fiscal en las resoluciones apeladas,
por los motivos allí expuestos de acuerdo con lo autorizado in fine por el art. 34 del dto. N°
1397/79, reglamentario de la ley 11.683, por lo que la pretendida excepción incoada por la
actora, se encuentra huérfana de sustento.
Que con relación al agravio de la apelante, relativo a que el art. 18 de la ley 24.769 establece
que la denuncia penal se realizará recién luego de haberse dictado la determinación de oficio de
la deuda tributaria, por lo que el procedimiento de determinación de oficio, resulta nulo por
violación a su derecho de defensa en juicio, el mismo debe ser rechazado. En primer lugar la
recurrente no expone de qué modo se han violado las disposiciones de La ley 24.769 aplicables
al caso, máxime cuando tal como surge del artículo 31 de la resolución determinativa del IVA
(v. fs. 261/275, ant. adm.), se efectuó "expresa reserva de la eventual apertura del sumario y
aplicabilidad de las sanciones que fueron procedentes en orden a lo establecido por el artículo 20
de la ley 24.769 (...)". dejándose constancia con fecha 25 de febrero de 2005 (v. fs. 286,
ant. adm.), que los originales de la totalidad de las actuaciones administrativas fueron remitidas
a la División Jurídica Sección Penal Tributaria a los fines de radicar la denuncia penal pertinente
respecto de este gravamen.
Que como se ha dicho en numerosas oportunidades a los efectos de la procedencia de una
nulidad, interesa que existió un vicio o violación de una coima procesal o la omisión de un acto
que origina el incumplimiento del propósito perseguido por la ley y que pueda dar lugar a la
indefensión (CCiv.Sala F. LL. 114.834, 10.006-S: íd. 116.783, 10.822-S) por lo que las
nulidades procesales son inadmisibles cuando no se indican las defensas de las que habríase
visto privado de oponer el impugnante (C.C. Sala C, LL. 135-1102, 10.836-S) debiendo
además ser fundadas en un interés jurídico, ya que no pueden invocarse por la nulidad misma
razón por la cual deben ofrecerse elementos que acrediten, en principio, el perjuicio sufrido, si se
quiere que la nulidad de lo actuado pueda tener lugar (C.Civ. Sala F LL, 116-245, id. 123-
969, 13886-S.)
Que en este contexto debe tenerse presente que en el caso de autos no se vio vulnerada la
garantía del debido proceso adjetivo, ya que es necesario que el vicio haya colocado a la parte
en estado de indefensión, situación que no se verificó en la especie.
V. Que a mayor abundamiento, y como lo tiene reiteradamente resuelto nuestro más Alto Tribunal
(Fallos: 205:549: 247:52: 267:393 entre otros), cuando la restricción del derecho de defensa
en juicio ocurre en un procedimiento que se sustancia en sede administrativa, la efectiva violación
del Artículo 18 de la Constitución Nacional no se produce en tanto exista la posibilidad de
subsanarse esa restricción en un etapa jurisdiccional, posterior porque se satisface la exigencia de
la defensa en juicio ofreciendo la posibilidad de recurrir ante un organismo jurisdiccional en
procura de justicia (Fallos: 205:249, considerando 5 y sus citas).
VI. Que en base a lo expuesto en el considerando precedente es que corresponde examinar si
las determinaciones apeladas resultan o no ajustadas a derecho.
VII. Que cabe analizar en la presente causa si el método utilizado resulta razonable a la luz del
criterio citado.
Que para resolver como lo hizo el fisco tuvo en cuenta que la contribuyente se encuentra
inscripta ante la AFIP bajo la actividad de carnicería y con domicilio fiscal y comercial en la calle
29 de Setiembre 1996 de la localidad de Lanús. Asimismo, surge de las actuaciones que posee
3 personas en relación de dependencia.
Que se informa que como resultado de las tareas llevadas a cabo a la contribuyente respecto de
los períodos 4/99 a 11/99, se detectó una diferencia resultante del exceso de depósitos por
sobre las ventad, la que —al no obtener respuesta por parte de la contribuyente respecto de los
requerimientos efectuados— fue considerada como presunta venta neta omitida, incidiendo en el
IVA, por los períodos mencionados arrojando salda a pagar, el que no fue conformado.
Que el ajuste se basó en haberse detectado diferencias entre las sumas depositadas en las
cuentas corrientes en los Bancos del Buen Ayre N° 9/23948311 y Credicoop Coop. Ltda N°
1/122001 y las ventas totales declaradas en el período comprendido entre abril y noviembre de
1999, las que según constancias que lucen a fs. 59/112 de los antecedentes administrativos,
fueron depuradas por el ente fiscal, mediante la circularización a las mentadas instituciones
bancarias, todo ello ante la falta de contestación por parte de la recurrente de los requerimientos
efectuados.
Que tal como luce a fs. 128 de los antecedentes de la causa, se proyectaron las declaraciones
juradas para el IVA correspondiente a los períodos mencionados arrojando saldo ajustado a pagar
y una disminución del saldo a favor.
Que además se informa en relación con la incidencia del ajuste propuesto en el Impuesto a las
Ganancias que se constató que la declaración jurada del período fiscal 1999 no se encontraba
presentada por lo que la misma fue proyectada con los elementos colectados en la causa (v. fs.
127, ant. adm.).
Que a fs. 131, la Jefa de la Sección Determinaciones de Oficio, requiere a la División
Fiscalización e Investigación N° 4 que con relación al impuesto a las ganancias se informe qué
conceptos integran la deuda contabilizada al 31/12/90 por $ 2.023,16, lo que es contestado a
fs. 178, manifestándose que el mismo corresponde al saldo bancario que surge de los extractos
de fs. 77 y 107 de los antecedentes administrativos de la causa.
Que en suma, el motivo de la impugnación radica en el hecho que el ente fiscal sostiene que la
apelante no exteriorizó los depósitos bancarios de sus cuentas provenientes de su actividad
otorgándole a tales acreditaciones bancarias el tratamiento de ventas omitidas hecho que dio lugar
a la determinación de los 11.683.
Que la cuestión central radica en establecer si el indicio utilizado por el ente fiscal resulta apto
para justificar los ajustes efectuados mediante la estimación de la materia imponible calculada
sobre la base de los datos de las cuentas bancarias de la recurrente, tomados como indicios de
ventas no declaradas.
Que cabe considerar que los actos del organismo recaudador impugnados en la presente causa
son anteriores a que, mediante la incorporación del inciso g) al artículo 18 de la ley 11.683 —
dispuesta por la ley 25.795 (BO 17/11/03), cuyo texto luego fue modificado por la ley 26.044
— se estableciera una presunción legal específica que toma como base a "los depósitos
bancarios debidamente depurados que superen las ventas y/o ingresos declarados del período";
con la previsión de las consecuencias que su verificación representa en los impuestos a las
ganancias y al valor agregado.
Que ello así deberá tenerse presente que los movimientos de las cuentas bancarias no constituían
una presunción legal sino un indicio simple, que, como tal, requería de su complementación y
lógica coordinación con otros elementos probatorios para permitir llegar a un resultado que sea la
razonada derivación de ellos, a los fines de una estimación válida de la materia imponible (cfr.
CSJN. "Bellizi, Jorge Héctor", sent. del 17 de marzo de 2009).
Que de acuerdo con lo indicado precedentemente, se advierte que de la lectura de las
resoluciones apeladas en autos y de las constancias de los antecedentes, el ente fiscal se aferró
únicamente al indicio de las cuentas bancarias sin dotarlo a su vez de otros elementos
probatorios complementarios que permitan robustecer el empleo legítimo y la razonabilidad de sus
conclusiones en materia del impuesto a las ganancias omitido, extendiendo además —sin más—
los efectos de la determinación efectuada en el IVA al impuesto, a las ganancias.
Que por lo expuesto cabe revocar las resoluciones apeladas, con costas, resultando irrelevante el
tratamiento del resto de los agravios vertidos por la recurrente en su escrito de recurso.

PROCEDIMIENTO. INTERPRETACIÓN TRIBUTARIA. PRINCIPIO DE LA REALIDAD ECONÓMICA


PARTES: CONSORCIO DE EMPRESAS MENDOCINAS PARA POTRERILLOS SA
TRIBUNAL: TFN - SALA A
FECHA: 21/9/2010
Yerra el Fisco cuando interpreta que el principio contenido en el artículo 2 de la ley 11683 no
exige para su aplicación que el Organismo Fiscal destruya previamente la forma jurídica
inadecuada, dado que sólo es admisible privar de relevancia a la existencia de una determinada
instrumentación si se demuestra que ésta no refleja la realidad económica, máxime cuando su
postura implica desconocer las leyes y decretos provinciales.

MULTA ~ MULTA ADUANERA ~ REQUERIMIENTO DE INFORMACION ~ RESISTENCIA A LA


FISCALIZACION ~ SANCION
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contenciosoadministrativo Federal, sala
V(CNFedContenciosoadministrativo)(SalaV)
Fecha: 27/04/2010
Partes: Exagrind SA c. DGI
Sumarios:
1. Corresponde confirmar la multa aplicada al contribuyente por incumplimiento reiterado a los
requerimientos fiscales, conforme al art. 39, segundo párrafo de la ley 11.683, pues el interesado
no invocó ni explicó por qué motivos los requerimientos en cuestión hubieran podido ser reputados
como excesivos o desmesurados con respecto a la información, a las formas, o a los sucesivos
plazos fijados para que les diera cumplimiento.

Tribunal: Tribunal Fiscal de Apelación de Buenos Aires, sala III(TFiscalBuenosAires)(SalaIII)


Fecha: 10/04/2007
Partes: Cantenys, Santiago
Hechos:
Un contribuyente que fue multado por haber incumplido reiterados requerimientos de información
formulados por la Dirección Provincial de Rentas de la Provincia de Buenos Aires impugnó la
resolución sancionatoria. El Tribunal Fiscal si bien consideró procedente la sanción, redujo su
quantum.
Sumarios:
1. Resulta inaplicable el principio de insignificancia o bagatela a la sanción impuesta por la
Dirección Provincial de Rentas de la Provincia de Buenos Aires en los términos del art. 52, 2°
párr. del C.F. —t.o. en 2004—, pues la conducta reprochada que se origina en el
incumplimiento de reiterados requerimientos, es por esencia y naturaleza grave.
2. Si bien el incumplimiento reiterado a requerimientos formulados por la Dirección Provincial de
Rentas de la Provincia de Buenos Aires amerita la imposición de la multa prevista para los
supuestos en que los contribuyentes se resisten pasivamente a la fiscalización, corresponde que
se modifique su graduación reduciéndola —en el caso, de $9.000 a $3.000— pues el juzgador
no ha tenido en consideración la gravedad de los hechos, la actitud asumida por el sancionado
en la instancia administrativa, y la falta de antecedentes infraccionales.

Tribunal: Tribunal Fiscal de Apelación de Buenos Aires(TFiscalBuenosAires)


Fecha: 22/03/2012
Partes: People On The Move S.R.L.
Hechos:
El Fisco de la Provincia de Buenos Aires procedió a determinar de oficio sobre base presunta el
Impuesto sobre los Ingresos Brutos a una sociedad dedicada a la venta de ropa. Además, aplicó
la multa por omisión de tributo, y declaró la responsabilidad solidaria de los socios gerentes de
la firma. Contra la resolución determinativa y sancionatoria, uno de los socios interpuso recurso
de apelación, alegando la nulidad del acto ante la falta de admisión de la prueba ofrecida en
sede administrativa. El Tribunal resolvió declarar la nulidad del acto impugnado.
Sumarios:
1. Es nula la determinación del Impuesto sobre los Ingresos Brutos practicada por el Fisco de la
Provincia de Buenos Aires a una sociedad contribuyente dedicada a la venta de ropa, ya que se
ha transgredido lo preceptuado por el Art. 117 del Código Fiscal -t.o. 2004-, atento a que el
ente recaudador declaró improcedente la prueba pericial contable ofrecida por la empresa, cuando
la misma resultaba conducente para arribar a la real magnitud de los hechos económicos
discutidos, produciendo un claro cercenamiento del “derecho a la prueba”.
2. Si bien el hecho de no proporcionar la documentación requerida por el ente recaudador
dificulta las tareas de fiscalización y configura un incumplimiento de índole formal, ello no hace
perder el derecho del contribuyente de acreditar por otros medios de prueba el volumen real y
concreto de los montos mensuales a los efectos de la determinación del Impuesto sobre los
Ingresos Brutos.
3. Aunque en la instancia ante el Tribunal Fiscal de Apelación existen limitaciones respecto de la
presentación de nuevas pruebas durante la instrucción, el Cuerpo tiene amplias facultades para
establecer la verdad material de los hechos controvertidos, incluso con independencia de lo
alegado por las partes, no siendo en consecuencia una instancia meramente revisora.(del voto de
la Dra. Ceniceros)

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